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Déficit Estructural y Cíclico de Argentina para el
período 1980-2006
Autor: Lian Allub
Comentarista: Juan Carlos Mongan
En primer lugar quiero felicitar al autor y decir que me pareció un interesante y pertinente
trabajo, en un campo donde la investigación aplicada al caso argentino ha sido muy
escasa.
Formalmente, el trabajo está bien estructurado y redactado. A continuación se detallan
algunos de los comentarios que surgieron de la atenta lectura del mismo:
1. sobre el objetivo del mismo
El objetivo del trabajo está planteado como el de descomponer el resultado
presupuestario en un componente cíclico y otro estructural, para lo cual se utiliza una
“metodología propia” [pag. 2].
Al respecto, no queda claro si el objetivo último del estudio es proponer esta nueva
“metodología propia” o simplemente descomponer el resultado presupuestario con miras a
generar información útil para la toma de decisiones.
Si el primero fuera el caso, probablemente sería oportuno llevar a cabo también las
estimaciones mediante las “metodologías tradicionales para el cálculo del déficit
estructural y el cíclico” [pag 5], para poder comparar los resultados.
Si el objetivo fuera el segundo, se debería fundamentar explícitamente el por qué de
alejarse de las mencionadas metodologías tradicionales.
2. sobre la estimación de la brecha del producto
En primer lugar se estima la brecha de producto para la economía Argentina en el período
1980-2006 según los métodos de función de producción y de Hodridk-Prescott.
Según el trabajo, “…las estimaciones por ambos métodos son muy similares. De aquí en
adelante se utilizará el producto potencial obtenido mediante el método de función de
producción” [pag 5]
Efectivamente el gráfico 1 parece mostrar que los resultados arribados mediante ambas
metodologías son muy similares. Sin embargo, en el Anexo 1 queda claro que no es tan
así, puesto que los resultados para ambos gaps son considerablemente distintos e incluso
para algunos años llega a cambiar de signo (años 1995 y 2005). Así pues, no termina de
quedar claro el motivo de estimar ambas metodologías si luego se considera una sola.
Ciclo económico según metodologías consideradas
15%
10%
5%
0%
-5%
-10%
-15%
-20%
Ciclo (Hodrick-Prescott)
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
-25%
Ciclo (función de producción)
3. sobre la consideración de distintos ingresos y gastos
Hay muchos cambios metodológicos en relación a las “metodologías tradicionales” del
FMI (véase Hagenmann, 1999) y de la OCDE (véase Giorno et al., 1995). Sin embargo,
no está bien explicitado cuáles son las modificaciones que se hacen:
•
En el caso del gasto, se consideran todos los gastos corrientes en conjunto, cuando lo
usual es considerar únicamente las partidas de seguros de desempleo y los intereses.
Esta modificación probablemente siga a Basso (2006), trabajo citado en la bibliografía
pero no así en el texto del artículo, quien utiliza como justificación para ello el hecho de
que en Argentina las primeras representan una proporción muy pequeña del gasto.
Al respecto, sin dudas es pertinente considerar otros gastos como subsidios a familias
(transferencias al sector privado) y algunos otros gastos sociales que pudieren estar
ligados al desempeño económico. Sin embargo, no queda clara la relevancia de
considerar algunas partidas de gasto como salarios, prestaciones de la seguridad social,
trasferencias a universidades, entre otras.
Correctamente se dejan de lado los gastos de capital puesto que, si bien estos son los
más dependientes del ciclo, se supone que tales variaciones responden a decisiones
discrecionales.
Las mencionadas modificaciones llevan a que el gasto sea visto como procíclico, lo cual
sin dudas es así. Ello, podría deberse a que el mismo esta ligado a las posibilidades de
financiamiento en lugar de estarlo a las necesidades de gasto genuinas (Piffano,
Sanguinetti y Zentner, 1998). Asimismo, ante restricciones para financiar el déficit en
épocas de crisis, se suelen recortan gastos.
No obstante, estos comportamientos no deberían ser clasificados como cíclicos (lo cual
ocurre al considerar todo el gasto corriente) puesto que responderían a decisiones de las
autoridades más que al comportamiento cíclico de la economía. De redefinir los gastos
considerados, muy probablemente esta nueva porción del mismo resultaría contracíclico,
acorde a los resultados que suelen mostrar estimaciones para otros países (Hagenmann,
1999; Giorno, 1995).
•
Se consideran todos los ingresos corrientes en conjunto.
Lo usual es considerar por separado los impuestos indirectos, los ingresos de la
seguridad social, y los impuestos sobre la renta de sociedades y de personas físicas, y
ponderar sus elasticidades por su participación a la recaudación total.
Así pues, al igual que en las metodologías tradicionales, deberían excluirse los ingresos
sobre la propiedad ya que hay abundante evidencia respecto a la aciclicidad de los
mismos (véase, por ejemplo, Mongan, 2006).
4. sobre la estimación de las elasticidades del gasto y de los ingresos
En el cálculo de la elasticidad de los ingresos, “se dejaron de lado los primeros 5 años
(80-84)” [pag. 7]. Debería aclararse por qué.
Asimismo, del Anexo 2 surge que los métodos econométricos utilizados para estimar las
elasticidades del gasto y de los ingresos son distintas. Aparentemente en el primer caso
se utilizan mínimos cuadrados ordinarios con una variable dicotómica (no se aclara que
representa esta variable) y en el segundo un modelo ARIMA con AR(0) y MA(1). Esto, o
cualquier otro modelo o método que se haya utilizado deberían explicitarse en el texto.
Los resultados de las elasticidades son un tanto “extraños” puesto que para el caso de los
ingresos es de cercana 2 mientras que para el caso de los gastos supera el 1,5, muy
distintos a los que suelen mostrar estudios similares.
5. sobre las fuentes de información
Para “el cálculo de las elasticidades de la recaudación se utilizaron los datos que brinda el
MECON en la secretaría de hacienda” [pag. 7].
Dado que la estimación de la elasticidad de los ingresos se hace considerando todos los
ingresos agregados, no queda claro porqué se cambia de fuente de información y no se
utilizan directamente los datos de MECON (2004).
Referencias bibliográficas
Basso, H. (2006): “El balance estructural: metodología y estimación para argentina”,
Anales de la AAEP, Salta 2006.
Giorno, C., et al. (1995): “Estimating potential output, output gaps and structural budget
balances”, ECO Working Papers, N° 152, OCDE.
Hagemann, R. (1999): “The Structural Budget Balance: The IMF´s Methodology”, IMF
Working Papers, N° 99/95, FMI.
MECON (2004): Sector Pública Argentino No Financiero: Cuenta Ahorro-InversiónFinanciamiento 1961-2004”, Oficina Nacional de Presupuesto, Ministerio de Economía de
la Nación.
Mongan, J. (2006): “El financiamiento de las provincias: algunas consideraciones para la
reforma tributaria argentina”, Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires,
Mimeo.
Piffano H., Sanguinetti G. y Zentner J. (1998): “Las Finanzas Provinciales y el Ciclo
Económico”, Centro de Estudios para el Desarrollo Institucional (CEDI), Fundación
Gobierno y Sociedad.