Download Es necesaria una reforma hacendaria promotora del crecimiento, la
Document related concepts
Transcript
Es necesaria una reforma hacendaria promotora del crecimiento, la inversión y el empleo Ante la inminente presentación de la iniciativa de reforma hacendaria del Gobierno de la República, el Consejo Coordinador Empresarial manifiesta los principios y criterios que considera esenciales para concretar una reforma que realmente pueda impulsar un saneamiento de fondo de las finanzas públicas y, sobre todo, ser factor de un desarrollo económico más acelerado y sostenible, en beneficio de todos los mexicanos. El sector empresarial presenta su visión, posturas e inquietudes con el ánimo de dar paso a un diálogo franco y constructivo que privilegie las coincidencias para facilitar los acuerdos. La desaceleración de la economía en el primer semestre ha llevado la expectativa de crecimiento para el presente año a 1.8%, de acuerdo con el pronóstico oficial, lo cual confirma nuestra visión sobre la urgencia de cambios que realmente ataquen de raíz las causas del estancamiento económico que vive México desde hace décadas, con soluciones de fondo y una perspectiva de largo plazo. El país transita por un periodo clave, en el que hay que tomar decisiones trascendentes e impostergables. La disyuntiva está entre prolongar la situación actual, que no resuelve las carencias de los mexicanos, o abrir la perspectiva de un nuevo dinamismo que dé mayor proyección a la economía nacional. En la coyuntura presente, si se toman decisiones inadecuadas, como sería una reforma meramente recaudatoria, corremos el riesgo de que la desaceleración derive en una recesión económica con consecuencias de largo plazo. Sobre estas bases planteamos cuatro ejes prioritarios sobre los que consideramos debe construirse la reforma hacendaria que requerimos para mejorar la calidad de vida de los mexicanos, generar mejores condiciones para la multiplicación y el desarrollo de las empresas, y fortalecer al Estado mexicano ante los desafíos y oportunidades que plantea el contexto nacional e internacional: 1. Una reforma de fondo y estructural No más misceláneas fiscales o ajustes provisionales que sólo prolongan un sistema hacendario con vacíos y contradicciones que, por el lado de la recaudación, propicia: evasión, elusión, corrupción, informalidad, inequidad e incertidumbre, y por la parte del gasto público: ineficiencia, opacidad y falta de rendición de cuentas. 2. Una reforma integral La hacienda pública, por definición, se compone de dos partes constitutivas: por un lado, elaborar los presupuestos y ejercer el gasto e inversión del gobierno; por otro, la recaudación de los ingresos necesarios para tales fines. Es inaceptable una reforma que sólo se concentre en la parte recaudatoria y que exija una mayor aportación de los contribuyentes cautivos, si no se plantea un esquema viable para aumentar la base de contribuyentes y que en la misma medida haya un compromiso para que el gasto del gobierno, en sus tres órdenes, sea eficiente y transparente, señalando desde el proyecto a qué se destinará y, una vez aprobada, proporcionando bienes y servicios públicos de mayor calidad para los ciudadanos. De igual forma, en el marco del federalismo, una reforma hacendaria integral implica redefinir las responsabilidades y atribuciones fiscales a nivel Federal, Estatal y Municipal, tanto en la parte de la recaudación como en el gasto, lo que implica un nuevo y más eficiente acuerdo de coordinación fiscal. También es indispensable que los órganos creados para el combate a la corrupción sean eficientes e independientes a fin de que los ciudadanos estemos enterados de cualquier desvío y su sanción 3. Una reforma promotora del crecimiento y la competitividad, con estabilidad macroeconómica México compite en una economía global. Se requiere que las tasas impositivas y la carga administrativa de las obligaciones fiscales sean competitivas en relación con las de otros países para fomentar una mayor inversión, facilitar la creación de empleos formales y el desarrollo de las empresas y actividades productivas. Hay que generar incentivos y estímulos para detonar sectores clave para el desarrollo, como lo están haciendo otras economías, para tener un marco de fomento económico más efectivo. Un sistema fiscal competitivo tiene que ofrecer certeza jurídica, con impuestos justos, equitativos, de fácil cálculo y pago, que no estén sujetos a cambios constantes y repentinos. Los problemas estructurales del sistema fiscal de México no se limitan a la insuficiencia de recursos del Estado para cumplir con sus obligaciones elementales y ser un promotor del progreso social. El sistema vigente inhibe el desarrollo de los agentes económicos debido a causas como la inequidad en la carga impositiva y la complejidad de las obligaciones tributarias, que generan altos costos administrativos y pérdida de tiempo para los contribuyentes. 4. Una reforma con equidad, que promueva la formalización y la responsabilidad social Todos los mexicanos tenemos que contribuir para sufragar el sostenimiento de un Estado que vele por el interés colectivo y el progreso de la nación, de acuerdo con las capacidades de cada quien y bajo los principios de equidad, solidaridad y subsidiariedad. Bajo estos criterios, es indispensable aumentar la base de contribuyentes para que la carga fiscal deje de recaer en unos cuantos. Un requisito para lograr estos fines, es que la reforma hacendaria sea consecuente con dos puntos fundamentales: primero, la formalización de todas las actividades económicas, lo cual exige una simplificación exhaustiva de las obligaciones tributarias; segundo, una reingeniería del gasto público y social, que garantice que los recursos se utilicen con eficiencia, transparencia, honestidad y con base en resultados. Los subsidios, apoyos y prestaciones sociales deben focalizarse y beneficiar directamente a quienes más lo necesitan, de tal forma que haya un aumento tangible de su poder adquisitivo y nivel de bienestar. La reforma hacendaria no debe ser postergada una vez más. La ventana de oportunidad está abierta y no debemos desaprovecharla, a riesgo de que las soluciones se tornen más difíciles y costosas. Exhortamos a los poderes de la Unión, partidos políticos y a toda la sociedad a impulsar y participar en un diálogo abierto, responsable, que propicie, por la vía democrática, la transformación que México requiere. Hoy, el sector empresarial está aún más comprometido a seguir contribuyendo al desarrollo del país, con el objetivo primordial de mejorar el nivel de vida de los mexicanos.