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Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) A diez años del CAFTA que esperan los trabajadores de otros TLC sobre las Condiciones y Relaciones Laborales de los Nicaragüenses Preparado por: Alejandro A. Arauz L Junio 24 de 2016 1 ÍNDICE Introducción .............................................................................................................................................................3 I. Factores de incidencia de los TLC en el mercado laboral ......................................................................................3 II. Incumpliminetos y desafios de los trbajadores ............................................................................................... 11 III.Salarios dignos acorde al costo de la vida ......................................................................................................... 11 IV.Creación de empleo estable .............................................................................................................................. 12 V.Derechos laborales ............................................................................................................................................. 12 VI.Conclusiones...................................................................................................................................................... 13 2 Introducción A partir de la valoración de los principales indicadores de los asalariados en el mercado laboral nicaragüense durante la aplicación del CAFTA-DR se analizan, bajo la forma de hipótesis de trabajo, los posibles impactos sobre las condiciones y relaciones de trabajo remunerado de los nicaragüense que se podrían generar a partir de la consolidación de todos los TLC firmados a la fecha. La tesis principal que se plantea es que tanto el CAFTA-DR y los nuevos acuerdos de libre comercio e inversión no han contribuido a remediar la tendencia hacia una mayor precariedad del trabajo remunerado, especialmente en las mujeres nicaragüenses y del aumento de la carga de trabajo no remunerado. Esta tendencia que comenzó a tomar fuerza a partir del agresivo programa de reformas económicas a favor de la apertura externa y la liberalización de la economía, iniciado por Nicaragua en 1992 con los Acuerdos de la Ronda de Uruguay y la creación de la OMC, más los planes de estabilización de la economía nacional con los organismos financieros internacionales. Actualmente Nicaragua tiene firmado y en funcionamientos seis Acuerdos Comerciales con varios países y regiones los que entraron a funcionar en el siguiente orden: 1) MEXICO (julio-98), 2) EE.UU, CAFTA-DR (Junio 2006), 3) República de Taiwán (Enero 2008), 4) Panamá (Enero 2009), 5) Chile (octubre 2012), 6) la Unión Europea (Diciembre 2012). Con base a lo anterior, por el lado de las exportaciones el 67.5% del comercio internacional de Nicaragua se desarrolla bajo este esquema y el 54.4% por el lado de las importaciones. Si incorporamos el comercio con Centro América y la República Dominicana a través de la cuales también hay un alto grado de involucramiento de las reglas comerciales con los demás países fuera de la región; el 82.4% de las exportaciones entran en este canal de relaciones comerciales y el 54.2% de las importaciones lo hace también de la misma manera. I. Factores de incidencia de los TLC en el mercado laboral Los principales canales económicos de transmisión de los TLC se dan a través del comercio internacional, las inversiones y el sector de los servicios. Estos tres segmentos y otros más se interrelacionan para incidir y aprovechar las condiciones del mercado laboral sobre la base de reglas de administración acordadas en función de la legislación específica existen entre los países socios del Acuerdo. De esta manera, en el caso nicaragüense el 67.5% del comercio está ahora funcionado con reglas y normas vigentes de los TLC y el 54.4% se hace por el lado de las importaciones. Por otra parte, el 58.5% de los flujos de inversión recepcionados por Nicaragua proceden de los acuerdos acordados sobre este tema e igual en el segmento de los servicios, entre otros. 3 Por otra parte, los elementos de desarrollo diseminados por dichos canales son catalizados por el mercado interno/externo hacia los sectores mejor posicionados, que en general dominan y se apropian de los beneficios del comercio, las inversiones y los servicios. Sin embargo, el gobierno nicaragüense y el sector empresarial corporativo insiste sobre esta vía de crecimiento cimentados en la premisa de la creación masiva de empleos, mejorías salariales y acceso a bienes más baratos producto de la desgravación arancelaria acordada con estos acuerdos. Para el caso de Nicaragua podríamos inferir un patrón común sobre los efectos de los TLCs en el mercado laboral, que revela poca mejoría a las condiciones laborales, entre ellos el salario. A través de observar datos relacionados al comercio exterior, las inversiones, el empleo, los salarios, la inflación y costo de la canasta básico a partir de 2006 hasta 2015 los resultados son llamativos y se describen más adelante. En 2006 hay dos acuerdos importantes: el firmado con México y Estados Unidos de América que comenzaron su funcionamiento en ese periodo y a la fecha están en funciones junto a otros 4 nuevos acuerdos comerciales. Así, en la Tabla No 1, están descritos los tres segmentos más importantes del flujo de comercio e inversiones del país a partir de 2005, estos datos esta agregados por bienes producidos en territorio aduanero, los producidos en las zonas francas, y se agregan dos columnas para separar aquellos flujos donde las ventas y compras forman parte de los países con quien Nicaragua tiene acuerdos comerciales firmados y de manera única las zonas francas. Y en la última columna están los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia Nicaragua. En el periodo 2006-2008 en que los TLC de México y CAFTA-DR comenzaron a funcionar las exportaciones crecieron de forma importante y las que más crecieron fueron aquellas que entraron en el marco de los acuerdos a través de las cuotas dispuestas en los mismos, de igual forma lo hicieron las importaciones y los flujos de IED. Pero, la crisis financiera internacional en 2009 paralizó el buen desempeño del comercio y los flujos de IED, no obstante a partir de 2010 el comercio y las importaciones conjuntamente con la IED se recuperaron y han mostrado un desempeño importante hasta la fecha. Sin embargo, son las exportaciones generadas por el régimen de Zona Franca las que al final de 2015 están promediando el 18% y las generadas dentro del territorio aduanero (fuera de las zona franca) el 10.8%. A la fecha esta últimas ya ha sido superada en valor por las primeras debido a las continuas inversiones que se han generado en este régimen. Es decir, las exportaciones se han dinamizado más rápidamente en el marco establecido por el régimen de zonas francas que las que se generan fuera de este régimen, las que están enfrentando obstáculos para un crecimiento sostenido. Por otra parte, la exportaciones que tienen como destino los mercados con quienes Nicaragua ha establecido acuerdos comerciales han crecido el 27.6% lo que indica que los TLC están haciendo su papel, en cambio el comercio a mercados con los que no hay de por medio un TLC, las exportaciones han crecido en promedio el 18.1% durante el periodo 2010-2015. 4 Por el lado de los flujos de IED alrededor del 64.5% es originaria de países con los que Nicaragua tiene firmado un acuerdo sobre esta área. Tabla No. 1: Nicaragua: Comercio Externo e Inversiones: 2005-2015 (Datos en Millones de Dólares) Exportaciones Importaciones Periodo Total País Marco de TLC Sin Zona Franca Zona Franca Total TLC Inversione s (IED) 2005 1,639.7 801.5 866.0 773.7 2,535.6 1,513.2 224.5 2006 2,010.1 678.4 1,043.9 966.2 2,740.7 1,583.8 282.3 2007 2,310.2 1,082.3 1,222.1 1,088.1 3,538.0 2,302.9 382.6 2008 2,490.9 2,051.1 1,475.3 1,015.6 4,744.4 2,328.8 626.1 2009 2,366.0 1,248.2 1,393.8 972.2 3,478.6 1,951.9 434.5 2010 3,128.3 1,410.7 1,851.1 1,277.2 4,190.8 2,303.0 508.1 2011 3,660.2 1,672.0 2,280.87 1,379.4 5,047.3 2,745.5 936.4 2012 4,550.6 3,602.3 2,686.82 1,863.8 6,029.7 3,140.0 1,243.2 2013 4,594.1 3,736.7 2,452.79 2,141.3 5,498.8 2,938.3 1,355.3 2014 4,973.5 4,183.9 2,664.48 2,309.0 5,746.4 3,152.8 1,449.2 2015 5,050.2 4,310.3 2,425.21 2,625.0 5,877.6 3,394.1 1,485.3 17.1 (16.2) 10.0 41.6 (30.6) 25.4 Variación % promedio anual 2006-2008 2009 2010-2015 15.1 (5.0) 14.1 44.6 (39.1) 27.6 19.4 (5.5) 10.8 10.3 (4.3) 18.5 23.8 (26.7) 9.7 Fuente: Sobre la base de datos del BCN y SIECA El efecto comercial de los TLC se amplía también con las importaciones las que a medida que los TLCs avanzan estas encuentran una menor resistencia arancelaria para su entrada al mercado interno. De esta manera, el comercio Externo de Nicaragua (exportaciones más importaciones) tiene un peso en la producción nacional del 27% (Valor Bruto de Producción). La otra parte, es decir el 73% es la actividad generada por los diferentes sectores internos y con destino al mercado interno que incluye bienes de consumo transables y no transables. Se estima que la producción transable cuyo destino es el comercio externos más las importaciones generan el 32.4% de la población ocupada del país, alrededor de 987 mil personas de las 3.05 millones de personas ocupadas en 2015. En efecto, los bienes exportados son producidos por una mayoría de productores de mediana escala y los bienes 5 intermedios e insumos de origen importados forman que forman parte del proceso productivo en el engranaje de la economía nacional, también participan obreros y trabajadores de cuenta propia. De acuerdos a los datos generados por las encuesta de nivel de vida y en cuestas puntuales del MITRAB, se estima que en 2015 la mano de obra asalariada es de 1,004.0 millones el 30% de la PEA. De los cuales el 48.8% son trabajadores asalariados formales. Con base a esta estructura se estima que 310 mil asalariados trabajan en la producción de bienes para el mercado externo. De forma global el reflejo de los indicadores laborales y de precios que se reflejan en la Tabla No. 2, indican que el mercado laboral en general no ha experimentado cambios relevantes en su estructura funcional tanto en la generación de empleo, ingresos y acceso a la canasta básica durante el periodo de funcionamiento de los TLC. Si bien hay una carencia nacional de datos laborales precisos se ha tratado de anidar los pocos datos generados por el MITRAB y el BCN y relacionados estos con las encuestas de nivel de vida de 2015 y las más recientes en 2012 y 2014. De ellos se infiere que en el periodo 2006-2008 se produjo un crecimiento importante de la incorporación de fuerza de trabajo al proceso de formalización registrado por el INSS, por su parte el mercado informal y cuenta propia pudo haberse contraído un 1.4% debido al auge que experimentaron la producción de bienes en el territorio aduanero nacional como el regido por el régimen de zona francas. Por su parte los salarios crecieron el 2.8% en Dólares y 7.9% en córdobas, pero su contraparte la inflación estuvo por encima de estos datos degradando el poder adquisitivo de los salarios. Durante el periodo de crisis económica en 2009 los datos no son concluyentes. Pero los datos del periodo 2010-2015 registran un proceso de crecimiento del mercado laboral que se incorpora al INSS el que crece el 7.2% en promedio anual, pero el mercado laboral informal y por cuenta propia también crece 6.9% en promedio. Los salarios, los precios y el acceso a la Canasta Básica de 53 productos crecen también de manera alineada a los índices de inflación y en igual proporción con la tasas de crecimiento de la economía nacional. Tabla No. 2: Nicaragua: Indicadores del mercado laboral y precios Empleo Salario Promedio Nominal Índice Inflación Índice Inflación Dólares Córdobas Nic EE:UU Dólares Córdobas Año Costo de la Canasta Básica: 53 productos Form al: cotiza ción INSS Informal: Asalariad os y cuenta Propia 2005 380.2 1,662.0 252.6 4,266.2 87.5 96.9 158.8 2,682.7 2006 420.3 1,630.3 271.4 4,823.6 100.0 100.0 165.3 2,937.7 2007 459.0 1,618.8 268.7 4,957.2 106.1 102.8 408.6 7,539.0 6 2008 493.4 1,594.4 274.1 5,341.9 127.2 106.8 431.7 8,413.1 2009 503.7 1,509.6 294.9 6,010.3 131.9 106.4 413.7 8,430.3 2010 534.9 1,972.6 294.2 6,319.7 139.1 108.2 412.3 8,856.5 2011 578.3 2,193.4 292.3 6,614.9 150.3 111.6 428.2 9,690.3 2012 623.5 2,273.2 294.9 6,988.8 172.6 113.9 435.9 10,331.2 2013 673.5 2,260.6 299.6 7,462.8 183.0 115.6 440.7 10,978.2 2014 710.1 2,204.7 311.1 8,147.0 190.3 117.4 455.6 11,933.0 2015 766.3 2,181.5 317.9 8,714.1 195.8 117.5 447.4 12,263.7 Variación % promedio anual 2006-2008 2009 2010-2015 9.1 2.1 7.2 (1.4) (5.3) 6.9 2.8 7.6 1.3 7.9 12.5 6.4 13.4 3.7 6.9 3.3 (0.4) 1.7 52.3 (4.2) 1.3 59.2 0.2 6.5 Fuente: Sobre la base de datos del BCN y SIECA Por otra parte no interrogamos de cómo podemos medir los beneficios del sector comercial y las inversiones en el mercado laboral ?. Los datos existentes en el MITRAB y el BCN son insuficientes para desarrollar este análisis más a fondo, pero a través de la construcción de índices de desempeño del comercio y de los salarios se pueden extraer algunas conclusiones importantes. En efecto, en la Figura No 1; se describen datos de valores construidos en números Índices para las exportaciones e importaciones y los salarios promedios nacionales. Los datos extraídos que son expuestos en dicha Figura No. 1, relacionan la tendencia del Salario Promedio Nacional con respecto al valor de las exportaciones y el valor de la Importaciones, con los precios unitarios y el poder de compra de los ingresos por exportaciones. De esta forma se puede inferir la tendencia del mercado externo y el movimiento de los salarios promedios. Se observa que el índice de valor de las exportaciones y las importaciones, al igual que los índices de volumen son crecientes a partir de 2010-2015. Es decir, el mercado externo de Nicaragua ha crecido debido a expansiones tanto de unidades producidas y de buenos precios hasta el 2012 con un ligero declive de los precios en los bienes exportados a partir de 2013. Pero el comportamiento del índice de los salarios promedio, que se observa en el gráfico de la derecha que ha sido construido en función del comportamiento del índice de precios unitarios de las exportaciones e importaciones muestra una tendencia creciente en el periodo 2006-2008, contractiva en 2009 y creciente entre 2010-2012, pero decreciente a partir de 2014. Estos cambios están estrechamente relacionados a los periodos de negociaciones más difíciles que ha tenido el movimiento sindical con los empresarios. 7 Por otra parte, los datos también generan una interpretación holística y se refiere a que los precios de los productos exportados y de las importaciones crecen menos que las tasas del salario promedio nominal en esta último periodo, es decir a partir de 2013. Quizás el efecto se deba a que los trabajadores han logrado mejores negociaciones salariales en este último periodo que en los anteriores. De hecho se confirma este resultado si observa en la Tabla No. 1, que los niveles salariales, la inflación y el precio de la Canasta Básica de 53 productos, han evolucionado al final del periodo 2015 con tasas promedios parecidas. Lo que es difícil determinar si este comportamiento se debe a beneficios distribuidos por efecto de las ganancias del comercio internacional, el derrame de las inversiones o bien por una política salarial activa. No obstante a la fecha se observa una estabilidad relativa del mercado laboral en condiciones de apertura y libre comercio. Figura No. 1: Índices que relaciona el Salario Nacional con el Comercio Internacional Índice que relaciona el salario promedio nacional con comercio internacional de Nicaragua 6.0 1.4 5.0 1.2 1.0 Índice índice 4.0 3.0 0.8 0.6 2.0 0.4 1.0 0.2 - 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Value indices of exports Value indices of imports Unit value indices of exports Volume indices of imports Volume indices of imports Terms of trade indices Fuente: Construcion propia con base a datos BCN Unit value indices of imports Fuente: Construccion propia con base a datos BCN Una visión más estrecha entre los diferentes tipos de salarios que se registran en el sistema estadístico del MITRAB/ BCN y su relación con el IPC y el Costa de la Canasta Básica, no da resultados que ofrecen un panorama evolutivo “estable durante los diez años” de vigencia de los TLC con más efectos en la economía laboral del país, como son el TLC con México y el CAFTA-DR. Los resultados que se observan en la Tabla 3; reflejan que la variación de los diferentes salarios tanto de la categoría del Salario Nacional y el Salario Mínimo a lo largo de los diez años no han mostrado grandes desviaciones de sus niveles históricos (ver encabezado: Coeficiente de Variación), lo cual 8 podrá deberse a un mercado laboral estrechamente vinculado y con información, también a arreglos o ajustes estadísticos del MITRAB/BCN, pero en si los salarios en los diferentes sectores de la economía nacional evolución de forma bastante parecida y en el tiempo. Por otra parte, los datos que están encabezado: Evolución % de datos claves, en la columna de la misma Tabla 3, se observa una alta correlación entre la evolución de los salarios nacionales y el salario mínimo bien estrecha, es decir que independiente de los cambios económicos que han afectado al mercado laboral, los trabajadores han podido mantenerse en el mismo nivel de acceso de la Canasta Básica, sin cambios relevantes a lo largo de estos últimos años. Sin embargo, estas conclusiones son agregadas y diferentes formas de ver este comportamiento resulta si se hace un análisis más detallado y sectorial del mercado laboral en su conjunto. 9 Tabla 3: Datos básicos sobre los Salarios de Nicaragua, el IPC y el Costo de la Canasta Básica Periodo Tipos de Salarios en Nicaragua Nacional en C$ Mínimo en C$ Coeficiente de variación de los Salarios Nacional Mínimo IPC Costo C$ C. Básica Costo C$ Cobertura CB S. Nacional Evolución % de datos claves S. Mínimo S. Nacional S. Mínimo IPC Costo CB 2004 3,686.3 1,405.4 0.63 0.28 79.8 5,668.9 0.65 0.25 2005 4,266.2 1,562.6 0.58 0.30 87.5 6,324.9 0.67 0.25 15.73 11.18 9.60 11.57 2006 4,823.6 1,731.7 0.52 0.28 95.5 6,884.5 0.70 0.25 13.07 10.82 9.14 8.85 2007 4,957.2 1,932.3 0.51 0.28 106.1 7,539.0 0.66 0.26 2.77 11.58 11.13 9.51 2008 5,341.9 2,321.3 0.52 0.25 127.2 8,413.1 0.63 0.28 7.76 20.13 19.83 11.59 2009 6,010.3 2,940.2 0.50 0.25 131.9 8,430.3 0.71 0.35 12.51 26.66 3.69 0.20 2010 6,319.7 3,187.4 0.47 0.25 139.1 8,856.5 0.71 0.36 5.15 8.41 5.46 5.06 2011 6,614.9 3,474.6 0.44 0.25 150.3 9,690.3 0.68 0.36 4.67 9.01 8.08 9.41 2012 6,988.8 3,807.9 0.43 0.24 161.1 10,331.2 0.68 0.37 5.65 9.59 7.19 6.61 2013 7,462.8 4,138.2 0.45 0.24 172.6 10,978.2 0.68 0.38 6.78 8.67 7.14 6.26 2014 8,147.0 4,651.2 0.44 0.25 183.0 11,933.0 0.68 0.39 9.17 12.40 6.04 8.70 2015 8,714.1 5,175.1 0.43 0.24 190.3 12,263.7 0.71 0.42 6.96 11.26 4.00 2.77 Fuente: Con base a datos del MITRAB/BCN 10 II. Incumplimientos y desafíos de los trabajadores Nicaragua adquirió muchos compromisos históricos con el tipo de negociaciones que hizo en la Ronda de Uruguay (1993), lo que son inherentes con los organismos internacionales en el marco del Consenso de Washington para la implementaciones de los planes de ajuste estabilización y estructurales que se iniciaron en 1992, fueron la causa inicial del proceso de dislocación del sector laboral nicaragüense, ya que se comenzaron a crear las bases para un mercado laboral influenciado por la corriente de precariedad- inseguridad en el empleo, bajos salarios, la disminución de derechos laborales, dependencia personal respecto al empleador, malas condiciones de trabajo, ausencia de reconocimiento profesional, etc. aspectos que han sido característicos de muchos empleos a lo largo de la historia del capitalismo y durante bastantes períodos más bien han constituido la norma. Es en este contexto de desempleo masivo e incertidumbre creciente que aun padecen los asalariados nicaragüenses, el mercado laboral está siendo también sometido a la práctica de paradigmas económicos mundiales que postulan un nuevo modelo laboral en el que la flexibilidad se convierte en el núcleo central de las reformas laborales. La situación de Nicaragua no escapa de estas manifestaciones profundizándose aún más la incertidumbre laboral con la implementación masiva de TLCs sin políticas y medidas complementarias de desarrollo y distributivas que minimicen el efecto mundial de tales comportamientos y los efectos de la terciarización de las economías. Está bien estudiado y fundamentado que los TLCs profundizan las imposiciones de estándar y modelos de competencia con elevados requisitos al comercio transfronterizo entre países socios donde pierde aquel que ostenta un bajo nivel tecnológico y de desarrollo. Por otra parte, la incertidumbre laboral se torna más ingrata como es el caso de Nicaragua y países con bajos niveles de inversión y debilitadas finanzas públicas, que a su vez carecen de políticas y recursos económicos presupuestarios para respaldar medidas anti- cíclicas en favor del sector asalariado, que pone a este sector en permanente alerta frente a las amenazas del entorno mundial como la ocurrido con la crisis financiera internacional en 2008-2009, que de hecho confirmó las anteriores inquietudes descritas antes. III. Salarios dignos acorde al costo de la vida La política salarial de Nicaragua reconoce anualmente, en el caso del salario mínimo, la revalorización del salario mínimo y el mercado hace lo que le corresponde a los demás niveles salariales. Este ajuste 11 (salario mínimo) se negocia con base al desempeño económico del país, la inflación y el costo de la canasta básica. Los datos salariales del MITRAB reflejan que a lo largo de la implementación de los TLCs la cobertura promedio del salario nomina sobre la Canasta Básica no ha variado, salvo excepciones y sectores como es el caso del sector de la minas y la construcción y el sector financiero. IV. Creación de empleo estable La creación de empleos estable ha sido una quimera en el esquema de los TLCs, por la alta volatilidad y bajo nivel de las inversiones y lo mercados de destino. Los empleos de mayor estabilidad se localizan en los regímenes de zona francas, siempre que exista entre los proveedores de materia prima y lo receptores de destino, entre empresas de importancia, un arreglo comercial. Fuera de este régimen, la creación de empleos es muy baja y obedece a ciclos productivos históricamente recurrentes y a las limitadas capacidades de inversión que desarrolla el sector privado y los esfuerzos del gobierno. Pero en el marco de los TLCs, la generación de empleos estables es muy modesta. V. Derechos laborales Los TLCs firmados por Nicaragua en cierta forma reconocen algunos derechos laborales fundamentales, con el objetivo de prevenir la competencia desleal basada en la reducción de la protección al trabajo. Estas cláusulas se orientan a obtener la adopción generalizada de estándares laborales de los países que comercian internacionalmente, de tal modo que las legislaciones internas efectivamente protejan ciertos derechos, considerados indispensables, tal es el caso del CAFTA-DR. Hasta ahora, en el país se han defendido las ventajas de adoptar compromisos laborales en los acuerdos comerciales, pero poco se ha dicho sobre el impacto efectivo que se ha logrado con ello: cuál ha sido su aplicación, cómo han funcionado y qué consecuencias han tenido sobre las condiciones de trabajo en una economía abierta como la nicaragüense. Son temas sobre los que no se hacen estudios por parte del MITRAB, tampoco se han comentado los aspectos jurídicos de estas cláusulas laborales. Aunque estas cláusulas son presentadas por los gobiernos como compromisos que no establecen normas mínimas comunes para las legislaciones internas ni fijan una homologación normativa entre sus ordenamientos jurídicos, su alcance real está determinado por decisiones jurídicas: es evidente la importancia que tiene la adopción e interpretación de las leyes nacionales para evaluar el cumplimiento o no de los compromisos laborales incluidos en el CAFTA-DR y demás TLCs. Aun cuando hayan sido diseñados y negociados políticamente, los TLCs son regulados jurídicamente y, como los ordenamientos jurídicos internos de los países que los celebran mantienen su competencia en temas generales involucrados en el comercio, existen espacios para decisiones 12 jurídicas que, directa o indirectamente, incidirán en la aplicación de los acuerdos gubernamentales, también en materia laboral. Este es un tema que no ha sido valorado y emprendido y lo peor reclamado por el movimiento sindical nicaragüense. VI. Conclusiones La firma de TLCs no implica nocividad y oposición a ultranza a la corriente mundial de la economía nacional en la búsqueda de un mejor posicionamiento en los mercados mundiales. Más bien, estos instrumentos ofrecen algunas oportunidades aprovechables cuando se evalúan adecuadamente los términos de los acuerdos y se acuerdan medidas compensatorias ante las amenazas creando condiciones institucionales y presupuestarias para minimizar los efectos negativos evaluados, al igual que implementar en paralelo políticas y mecanismos apropiados que mejoran las condiciones distributivas y de protección del sector laboral. No obstante este una área de trabajo del gobierno y los sindicatos que ha quedado olvidado últimamente. Por otra parte un aspecto muy importante a destacar es el hecho de que, a diferencia de los TLCs antes del CAFTA-RD y los TLCs negociados más recientemente, se ha incluido un capítulo de cooperación, señalando áreas de cooperación que son muy importantes para el futuro desarrollo de los sectores productivos y para una política de fomento al desarrollo productivo, tales como el fomento de las pequeñas y medianas empresas, los asuntos relacionados con ciencia, tecnología e innovación, transferencia de tecnología, emprendedurismo, fomento de encadenamientos productivos, así como infraestructura y salud, dejando abierta la posibilidad de cooperación en otras áreas. Pero, también estos compromisos son o aparentemente formales, ya que la fuerzo para convertirlos en acciones concretas no aparece de ambos lados, y los sindicatos tampoco lo reclaman de manera decidida. Las principales lecciones durante diez años de fruncimiento de los TLCs, es que el movimiento sindical nicaragüense han experimentado un fuerte crecimiento en los flujos migratorios hacia los Estados Unidos y Costa Rica, como resultado de los problemas del atraso económico estructural, desastres naturales y la profundización de la apertura de la economía. Esto ha significado la destrucción del tejido productivo y social, así como las bases socioeconómicas de arraigo de la 13 población en el señor agropecuario, que ante la incapacidad estructural para generar los empleos necesarios, cada vez más, emigra al Norte y Costa Rica de manera documentada o indocumentada como única opción para obtener un empleo y cierta posibilidad de bienestar. La situación anterior también ha provocado la llegada de un flujo creciente de remesas al país, que en los últimos años rebasa los 1,104.0 millones de dólares, los cuales si bien han permitido la sobrevivencia de millones de familias de migrantes no han podido (ni podrán) contrarrestar la destrucción del tejido productivo y social provocada por la lógica implacable del modelo económico. El Tratado de Libre Comercio de México, con Estados Unidos de América y los más recientes después de diez años de funcionamiento evidencian el favoritismo Estatal a los grandes sectores exportadores, las transnacionales y al capital financiero internacional. En varias áreas del comercio y la industria, se está contribuyendo a profundizar la destrucción del tejido económico y social por la vía de las importaciones que ha desplazado a amplias actividades de las PYMMES, y a su vez ejerciendo en el sector agropecuario un monopolizado poder de compra para el comercio rio interno y externo. Los flujos de inversión a la fecha, y que se consideraban fundamentales para apuntalar el crecimiento, se ha radicados en lo servicios y las zonas francas. En consecuencia la carencias de recursos por el gobiernos se ha mutilado la del desarrollo equilibrado y acentuando la incapacidad estructural para generar empleos. A diez años de la entrada en vigencia los principales TLCs, los temores recogidos por parte de los trabajadores sindicalizados durante los años de negociaciones y firma de los TLC de México y EE.UU, han sido confirmados por la realidad presente: escasa mejora del empleo, los salarios y los derechos generales de los trabajadores. Pero estos logros se han debido en gran parte al interés del gobierno de favorecer con medidas paliativas las crecientes demandas aprovechando la fuerte cooperación externa que ha recibido el país desde Venezuela. Por la vía de los TLCs, el los impactos más positivos se han dado a través de los flujos de inversión en los regímenes de zonas francas y escasamente fuera de este sector. 14