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Título: Autor: “Objetivo: consolidar el crecimiento” Juan Rosell, presidente de CEOE Publicación: EXPANSION Fecha: 20/5/2015 OBJETIVO: CONSOLIDAR EL CRECIMIENTO La economía española ha iniciado 2015 con el viento a favor. Hacía tiempo que no confluían tantos factores con impacto positivo en el crecimiento y el empleo: unos tipos de interés históricamente bajos para impulsar el crédito; la caída del precio del petróleo que reduce costes para las familias y empresas; un euro más depreciado para dinamizar nuestras exportaciones; y todo ello en un entorno en el que la actividad de nuestros principales socios comerciales está ganando vigor. Esto hará posible que el crecimiento de nuestra economía alcance cotas próximas al 3% en 2015, volviendo a situar a España en el grupo de países líderes en crecimiento en la Eurozona. Con estas favorables perspectivas, cabría preguntarse cuáles son los elementos diferenciales de nuestra economía frente a la Eurozona para explicar por qué España, compartiendo los mismos factores impulsores del crecimiento anteriormente apuntados, presenta un dinamismo mayor en 2015. En primer lugar, la mejora de las condiciones financieras y el acceso al crédito para el sector público y el sector privado ha sido más intensa en España que en otros países europeos. Basta recordar que la prima de riesgo ha descendido desde los 630 puntos básicos en julio de 2012 hasta los 120 del pasado abril, con unos tipos de interés a corto y largo plazo que actualmente son los más bajos de toda nuestra etapa democrática. En segundo lugar, la economía española tiene una mayor dependencia energética que otros países europeos, CEOE Diego de León, 50 28006 Madrid Tel. +34 91 566 34 00 Pág. 1 /3 por lo que la caída del precio del petróleo tiene un impacto más positivo en la actividad y los costes para nuestras familias y empresas. Otros hechos diferenciales a favor de la economía española son las medidas de política económica. Por un lado, hay que señalar el proceso de reformas estructurales, que ha sido más profundo durante los años de crisis y, por tanto, su efecto sobre el crecimiento económico de años posteriores está siendo más destacado. Y por otro, la política presupuestaria y fiscal, que fue menos restrictiva en 2014 y también lo está siendo en 2015 en comparación con años anteriores. Por último, cabe añadir que la corrección de los desequilibrios macroeconómicos ha sido más pronunciada en España. La inflación se ha situado en niveles históricos bajos (-0,2 % en 2014) y con un diferencial negativo frente a la Eurozona, lo que ha permitido ganar competitividad; el año 2014 es el tercer año consecutivo de superávit del sector exterior, que contrasta con el -9,3% del PIB alcanzado en 2007; y por último, la intensidad del proceso de consolidación fiscal, reduciéndose el déficit público casi a la mitad desde los máximos de 2009 (-11,0% del PIB). Aunque nos alegramos de esta favorable coyuntura de 2015, los altos niveles de desempleo no nos permiten pensar que la crisis se haya superado. Necesitamos crear 3 millones de empleos más para volver a los máximos de ocupación alcanzados en 2007 (20,7 millones). Es cierto que en 2014 se inició la recuperación del empleo, pero todavía queda un largo camino por recorrer. No obstante, el notable repunte del empleo tiene como consecuencia el agotamiento de las ganancias de productividad, una tendencia que se observó a lo largo de 2014 y que continúa en 2015. En consecuencia, cualquier incremento de los costes laborales se transmite a los costes laborales unitarios, con las consecuencias negativas que tiene para la competitividad de la economía española. En este sentido, cualquier subida del impuesto del factor trabajo o incremento salarial elevado, son barreras a la entrada para el mercado laboral. De ahí que CEOE incida en la importancia de mantener la CEOE Diego de León, 50 28006 Madrid Tel. +34 91 566 34 00 Pág. 2 /3 moderación salarial en la negociación del III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Junto al desempleo, otro de los desequilibrios pendientes es la elevada deuda externa, que hace más vulnerable a la economía española ante episodios de incertidumbre en los mercados financieros. Para reducir la deuda externa es necesario que el proceso de desapalancamiento del sector privado continúe al mismo tiempo que la deuda del sector público debe comenzar a reconducirse, dado que está a punto de alcanzar el 100% del PIB. Respecto al déficit público, hay que tener en cuenta que el ciclo de recuperación de la economía española favorece el proceso de consolidación presupuestaria, pero dadas las continuas sorpresas positivas en la actividad y empleo, sería oportuno abordar un plan más ambicioso de reducción de este desequilibrio. Hay que tener en cuenta que el déficit estructural en España, según las últimas previsiones de la Comisión Europea, se ha estancado desde 2013 y no se prevén mejoras en próximos años. En mi opinión, todavía quedan reformas pendientes que llevar a cabo en este ámbito. Si bien los principales retos de la economía española en el corto plazo son combatir el desempleo y reducir el alto nivel de endeudamiento, hay que seguir implementado medidas que permitan, por un lado, solventar los problemas a los que se enfrenta la economía española en el medio y largo plazo, como el envejecimiento de la población y, por otro, incrementar nuestro potencial de crecimiento, a través de la apuesta firme por el tejido industrial, el aumento de la base exportadora y la inversión en innovación, lograr una energía competitiva y retener el talento. Todo ello con el fin último de consolidar el ciclo de crecimiento que ha iniciado la economía española para el mayor bienestar de todos los ciudadanos. CEOE Diego de León, 50 28006 Madrid Tel. +34 91 566 34 00 Pág. 3 /3