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Joven Haitiano: República Dominicana,
Antihaitianismo Vs Haitianización
Domingo, 04 de Agosto de 2013 23:26 Sandra Acta
DOMINGO, República Dominicana.- Escribir sobre
temas sensibles no es fácil sobre todo cuando tus
lectores son de diferentes clases sociales, de
distintos puntos de vista y diferentes niveles de
educación. Este obstáculo no es suficiente para
silenciarme sobre situaciones vividas diariamente por
los inmigrantes haitianos en territorio dominicano y
proponer soluciones a problemas con los cuales
están relacionados. Trato de ser preciso y evitar
ambigüedades, lo que causa a veces la longitud de
mis artículos, aunque (y nunca lo será) complacerá a
todo el mundo. El que busca complacer a todo el mundo termina a despreciarse a sí
mismo, llegará a un punto donde va a perder su propia identidad intelectual y sus
pensamientos se caracterizarán por la suma de lo que quieren escuchar los demás.
Siguiendo esta misma concepción este artículo tratará de disociar y hacer entender
mejor efectos criticados, aspectos y contribución de la inmigración haitiana en la
República Dominicana, fuera de todo contexto veda-venta, (advertencia para los
comentarios evasivos) y compararla con una respuesta desorientada de parte de un
grupo de personas hacia la presencia haitiana. Temas que muchos autores
dominicanos conceptualizan con los términos haitianizacióny antihaitianismo.
El fenómeno migratorio remonta desde los primeros periodos históricos de la
humanidad, pero toma rasgos característicos en cada sociedad afectada dependiendo
del "declive" entre la situación económica de los pueblos en relación a este. Como es el
caso de la República Dominicana y Haití, u SANTO nos de los pocos casos de una
dualidad insular a través del mundo. Además el legado de la historia no ayuda a
mantener, entre esos dos países, una visión objetiva en las relaciones bilaterales.
No se puede negar los efectos "criticados" de esta inmigración.
1) Gastos en salud y educación: Según el Ministerio de Salud Pública el año pasado, en
sus diferentes servicios y áreas de salud, ofrecióun 1,850,253 atenciones médicas a
pacientes haitianos. En emergencia se ofrecieron 221,429 servicios, se practicaron
352,487 pruebas de laboratorio etc. Esos son los principales motivos del cobro de los
impuestos a los inmigrantes ya que el inmigrante enfermo no se consulta con su médico
en su país por "chat" video. Lo malo es que muchos de estos pacientes son ilegales y
República Dominicana no dispone de un sistema para que ellos puedan contribuir a
estos gastos como lo tiene Estados Unidos a través su fideicomiso de Medicare.
2) Delincuencia: Me da pena ver que algunos compatriotas míos perpetrando actos de
delincuencia. Que la Policía Nacional siga haciendo su trabajo, sin acepción de
personas, sabiendo que en todo grupo humano hay seres desorientados y errantes que
merecen asistencia psicológica o medidas de coerción. A este efecto es necesario
denunciar la falta de ética de algunos periodistas dando una noticia sobre algún acto de
delincuencia grave de un dominicano, que tiene su cédula de identidad, valga la
redundancia, buscan un lado haitiano en su ascendencia, presentándolo como
dominicano-haitiano o dominicano de ascendencia o padres haitianos. ¿Qué tiene eso
que ver con el acto cometido? ¡Ninguno! Al menos por los principios establecidos del
periodismo.
3) Baja de salarios (a ciertos niveles): Que se manifiesta por las quejas diarias del
dominicano afectado y que resulta del aumento de una mano de obra pero, analizando
bien no cabe en esta categoría de efectos criticados sino es más bien una contribución.
Porque, con esa política laboral selectiva algunos sectores hacen frente a las
necesidades del mercado de una manera planificada y a costos socio-políticos y
económicos menores.
4) Miedo a una invasión pacífica, pérdida de cultura o identidad: Entiendo las
necesidades de no desplazar la población autóctona y mantener de un margen
demográfico equilibrado pero considero este miedo como un falso presupuesto porque:
a) ninguna cultura es totalmente pura. b) Los hijos de los inmigrantes tienden a adoptar
más modos culturales del país donde residen que del país originario de sus
progenitores. c) más que se formen ghettos en ciertas zonas, (producto de una política
migratoria inadecuada), la población migratoria siempre será minoritaria. Creo que el
verdadero miedo en algunas personas no es la haitianización sino la africanización.
También es evidente su contribución en la economía dominicana: tanto formal que
informal.
1) En la industria azucarera, que durante más de un siglo constituyó la base de la
economía dominicana y tiene una incidencia de un 2.54% del PIB de esta industria.
(Investigación del CCDH, 2005).
2) En el sector de la construcción,el aporte de la mano de obra haitiana es de un 6.8%
del PIB de este sector. (Investigación del CCDH, 2005).
3) El aporte de la mano de obra haitiana en el sector agrícola es de un 30% y de un
1.48% en el PIB Nacional (Investigación del CCDH, 2005), valores apreciables en toda
economía.
Los braceros haitianos se convirtieron en la principal mano de obra para el corte y
fomento de la caña, en el sector de la construcción. Mano de obra que es una respuesta
a las necesidades del inmigrante (ilegal, en mayoría de los casos), usando para ganar
dinero el primer recurso que le dotó la naturaleza: su musculatura. Aportes que no ven
los peores ciegos siendo los que no quieren ver.
Esta contribución y muchos otros factores requieren una actuación inteligente de parte
del gobierno dominicano cuando se trata de repatriación. ¿Cómo restringir la parte ilegal
de esta sin afectar intereses dominicanos? ¿Qué pasaría con las múltiples empresas
que emplean esta mano de obra barata que genera millones cada día? ¿Cómo actuar
sin afectar los RD$ 288.2 millones que gastan los estudiantes haitianos mensualmente?
(Encuesta Banco Central de la República Dominicana, 2012). Muchos periódicos en la
prensa dominicana ya se dedicaron a cuantificar los beneficios que traen esta
inmigración a la economía dominicana. La toma de medidas drásticas sin razonar y no
ver la situación en su conjunto puede perjudicar intereses dominicanos. Además, es
necesario buscar los puntos débiles porque los inmigrantes ilegales no cayeron del cielo
como los meteoritos o las cometas.
Trabajando sobre eso, suponiendo que es desconocido, el gobierno dominicano
encontrará la corrupción y la desreglamentación en la frontera como principales causas
adicionadas con tráfico de personas a veces para una explotación sexual o laboral. Una
investigación sobre tráfico de personas desde Haití hacia Santiago, presentado a
principio del año 2012 por el Centro de Formación y Acción Social y Agraria (Cefasa),
que arrojó que el 42% de 106 inmigrantes entrevistados, aunque no tenían los
documentos necesarios, entraron por un puesto fronterizo, donde hay vigilancia militar.
Entonces, sabiendo eso, todo proceso de repatriación sin una remodelación en el
aparato migratorio en la frontera, es tipificación de un juego de “ping-pong”, donde casi
todo saque termina con un rebote. Sin esa remodelación se pueden considerar estas
repatriaciones como doble juego y chupete para la presión mediática. Viendo todo el
mecanismo que se tomen lugar en una repatriación de inmigrantes ilegales, cuesta más
repatriar uno que haber impedido su pasaje. Que actúan, las autoridades en esa óptica,
ya que la ilegalización trae desequilibrio, desde el crecimiento de una población
indocumentada hasta maltratos y chantajes hacia los inmigrantes ilegales, en estado
psicológico de inseguridad, están en vía de padecer del síndrome de Estocolmo.
Ahora bien, viene agregado a esta compleja situación actitudes antihaitianistasde
algunas personas y eso es preocupante cuando es alimentada por los que tienen algún
influencia sobre la sociedad, que tienen gente escuchándolas, que les toman como
modelos, que representan el pueblo de algún manera. Jugando sobre la poca capacidad
de pensar objetivamente que tienen algunos oyentes se están convirtiendo en
verdaderos manipuladores de masas. Estoy hablando de algunos políticos, periodistas,
y supuestos intelectuales que trabajan en contra de los valores nobles de las relaciones
humanas. ¿Cómo seguir permitiendo a hablar en público, una persona que llama la
República a atacar militarmente a Haití? ¿Qué hace encuesta para ver cuántos creen
que Haití es un país? ¿Que llama traicioneros a los Dominicanos que afirman que si?
¿Cómo ellos quieren culpar a los Haitianos supuestamente que quitan trabajo a los
Dominicanos? ¿Acaso no comen "pica pollo"? No les veo quejándose, de los Chinos,
que cerraron los "pica pollos" dominicanos y están en vía de cerrar muchos otros
negocios. Son esa misma gente que quieren desposeer de sus nacionalidades
dominicanos de ascendencia haitiana; que se inventan justificaciones "extraterrestres" a
los abusos contra el ser humano. ¿Cuándo vamos a tener un mundo donde el dinero no
da derecho de veto, en lo que se puede decir o hacer? ¡Oh capitalismo! ¿Qué has
hecho de esta tierra?
Gente que se odian por no haber vivido en la era neo nazista, que se quejan cada día
cuando ven a uno más pobre haciendo el esfuerzo para salir de su miseria. A esos tipos
de personas, muchos haitianos y dominicanos se acordarán para aconsejarlos su
internado en una psiquiatría para una higienización de sus mentes. Han escogido el
siglo equivocado para nacer. Sea que aprenden a vivir compartiendo su entorno y
defender sus intereses dignamente, sea que se hagan una ablación de las cuerdas
vocales y de la córnea por limitarse a escuchar lo que no tienen la capacidad de ver y
de comentar. ¡Hacen esa cirugía en el país! En vez de usar su educación para
solamente leer cheques y facturas de supermercado úsenlo para leer autores como
Jean-Price Mars, Juan Bosh o José Ingenieros. Si hubiese existido un filtro mediático
muchos no se podrían dar a conocer. No orienten en un camino hostil, a gente
maravillosa que tiene el pueblo dominicano. A los periodistas, intelectuales,
profesionales o simples ciudadanos que están manteniendo un marco profesional o
relacional irreprochable mientras defendiendo el suelo e intereses dominicanos. Como
lo hice saber en un artículo anterior: comportamientos antisociales aislados no debe
impedirme apreciar los nobles valores humanistas de esas personas.
Subrayo que los problemas que se suscitan entre los pueblos no deben influir en la
visión de un futuro harmonioso. Emigrar legalmente es un derecho y todo estado tiene
derecho también a aplicar la política migratoria que le convenga. El deber de todo
inmigrante haitiano (o de todo inmigrante) es de tener una actitud digna y responsable, y
elevar la voz por sus derechos mientras utilizando todo encontrado de negativo fuera de
su patria como energía propulsora para la construcción de un futuro mejor. Ya que,
muchos de estos problemas son comunes en muchos países recibiendo flujo migratorio.
Pero esto no consiste una razón para quedarse callado y entrar en un estado de
aceptación ciega. Hay que adaptarse pero no a las injusticias, discriminaciones y
abusos. Un principio fundamental en todo proceso de adaptación es: el que se adapta a
un modo de vida, toma rasgos y comportamientos de lo adquirido. El que se adapta a
actos abusivos y discriminatorios pasa de ser víctima a protagonista y termina como
delincuente casual o profesional. Están de acuerdo conmigo los inmigrantes
dominicanos en España, Estados Unidos o en Puerto Rico y cualquier inmigrante
africano o de América Latina en Europa. Compartimos una sola isla pero somos dos
países con una frontera (y siempre será así), con idiomas y culturas diferentes, con
intereses propios. Este legado de la naturaleza nos ha hecho interdependiente y ha
puesto entre nosotros uno de los más grandes desafíos existente desde que este
mundo ha estado poblado: El desafío de la convivencia.
En conclusión negar la naturaleza compleja y conflictiva del fenómeno migratorio entre
Republica Dominicana y Haití seria ser irrealista. A través de sus beneficios y “efectos
criticados” (que puede ser sujeto de un libro completo) tanto para el inmigrante haitiano
como para la sociedad dominicana, no tiene que ser un tema que se aborde por vías
violentas porque dar respuesta emocional a un verdadero problema es evadir y causar
otro problema así, cuesta doble solucionarlo. Se puede reducir esos “efectos criticados”
por la regulación, aunque tiene su precio, y la generación del dialogo entre los
diferentes sectores afectados, evitando todo “doble juego” en las decisiones que a su
vez evitará todo percepciones ambiguas. Así, contribuiremos en impedir situaciones
como la del niño dominicano que llama “ma***ito haitiano” a su compañero dominicano
que no le cae bien en una situación o al vendedor que teme llamar haitiano a su fiel
cliente rentable, usando para referirse a él, palabras a veces fuera de su contexto como
“cache”porque su concepción de la palabra "haitiano" no está en un mismo plano que
"americano”, "cubano" o "colombiano".
Berthony Jean Samuel Délalue
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