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LLAMAMIENTO A LA MILITANCIA PARA EL RESCATE DEL PRD
RUMBO AL XV CONGRESO NACIONAL
IZQUIERDA DEMOCRÁTICA NACIONAL
Considerando que:
Los movimientos y partidos progresistas y de izquierda son gobierno en gran parte
de América Latina. El hartazgo de la gente hacia el neoliberalismo, la congruencia y
una estrategia correcta se han articulado para generar este viraje en la correlación de
fuerzas de la región que se ubica a la vanguardia en el mundo.
La izquierda ha sabido conjugar la lucha electoral, con la movilización popular, ha
contado con liderazgos fuertes y confiables, defiende la profundización de la
democracia, la defensa de la soberanía nacional y los recursos naturales, combate a la
pobreza, impulsa la integración y la cooperación regional, reconoce la diversidad
cultural y étnica, y busca una alternativa económica al neoliberalismo.
El proceso electoral del año 2009 en México se vio marcado por una grave y
profunda crisis política, económica y de inseguridad como nunca antes la habíamos
visto en nuestra historia reciente.
La crisis económica está marcada por la recesión mundial y el agotamiento del
modelo de acumulación neoliberal que en México ha sido impulsado por el PRI y el
PAN. Modelo orientado a favorecer a la oligarquía y el gran capital.
La crisis política está definida por el fraude electoral del año 2006 que dio como
resultado un gobierno ilegítimo y fraudulento. La derecha con sus dos partidos, el PRI
y el PAN, cerró filas para evitar el avance de la izquierda y el triunfo de Andrés Manuel
López Obrador.
La crisis de inseguridad y violencia es consecuencia de la complicidad que existe
entre la clase política y las mafias y los reacomodos entre éstas. La estrategia de
militarización de la vida del país no sólo no resuelve el terrible problema del
narcotráfico y el crimen organizado, es también caldo de cultivo para la violación de los
derechos humanos y la criminalización de la lucha social por parte de la derecha.
El PAN es una derecha desgastada, incapaz y deslegitimada. Las elecciones del
2009 han marcado el fin político del gobierno calderonista. Se intenta consolidar así el
cogobierno de derecha con el PRI en el Congreso de la Unión y en los gobiernos
estatales. Es un pacto del proyecto oligárquico y de complicidades, los casos de
Oaxaca, Puebla y la protección a pederastas son algunos ejemplos que así lo
demuestran.
El PRI se presenta como la alternativa de la derecha y del bloque dominante para la
sucesión del 2012 con su candidato Enrique Peña Nieto, el candidato de la oligarquía.
Quien es el símbolo de la corrupción, del clientelismo y el corporativismo, además de
ser el candidato de la telecracia.
El PRI y el PAN tendrán que asumir la responsabilidad y el costo del desastre
económico, la crisis política y de la inseguridad en el país, ya que continuarán con el
neoliberalismo, con la protección y las complicidades a las mafias.
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En el desastre electoral del PRD del 2009 se conjugaron varios factores como
son la profunda polarización interna y la confrontación con los demás partidos del FAP.
Asimismo están el fraude interno en el PRD en al año 2008 y lucha postelectoral, que
implicó la imposición de Jesús Ortega por el TRIFE; el acercamiento y la política
colaboracionista de Nueva Izquierda con la derecha. La ruptura del FAP y el
alejamiento del PRD de AMLO y el movimiento en defensa de la economía popular, el
petróleo y la soberanía nacional.
Los grandes errores estratégicos en la campaña fueron también responsabilidad
de Nueva Izquierda. Se opusieron a mantener el FAP a nivel nacional, vetaron a
AMLO en el DF con el spot en apoyo a los candidatos del PRD. Este veto y el asunto
de Iztapalapa tuvieron un costo electoral para el PRD en la ciudad. Se implementó
además la peor campaña de comunicación a nivel nacional en la historia del PRD. Sin
propuestas, en particular, en el tema de la economía. En este marco el PRD logró el
12% de la votación nacional, y la izquierda en su conjunto obtuvo en el 2009 un piso
electoral duro del 20%.
Ante estas circunstancias convocamos a los militantes y simpatizantes del PRD
en todo al país, a construir un gran movimiento por el rescate de nuestro partido. Las
bases para este movimiento son:
1. El reencuentro del PRD con Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento, y
en general con los distintos frentes de lucha social y ciudadana que tienden a
incrementarse en el marco de la grave crisis que vive el país.
2. Impulsar la unidad política, electoral y legislativa de los tres partidos del Frente
Amplio Progresista los próximos tres años, tanto en el ámbito federal como en todos
los estados.
3. Impulsar proyecto de nación claro en torno a la defensa de la economía
popular, del empleo, del salario, de los derechos sociales, en especial, la defensa de la
educación pública y el acceso a la salud. Que impulse la democratización del país, la
defensa de los derechos humanos y las libertades, la protección del medio ambiente,
el reconocimiento de los derechos de los pueblos indios, el rescate del campo y la
autosuficiencia alimentaria, una estrategia de integración económica regional que vea
hacia América Latina. El programa es para construir una alternativa a la crisis del
país: económica, política, de bienestar social y de inseguridad en el marco de
las actuales condiciones globales-regionales.
4. Consolidar al PRD como un partido real de cambio no sólo para administrar el
status quo, esto implica asumir al socialismo como la única alternativa real a la crisis
del capital y del neoliberalismo. Cuyos ejes rectores sean el impulso a la propiedad
social, los derechos sociales universales, la redistribución justa de la riqueza, la
defensa de soberanía nacional, el desarrollo sustentable, el desarrollo de la
democracia radical, y la construcción de alianzas regionales con el resto de América
Latina y el Caribe.
5. Defender a los gobiernos estatales y municipales de la izquierda. Se debe
consolidar un sello claro de lo que deben ser los gobiernos perredistas, esto es,
gobiernos que gobiernen para todos pero con preferencia hacia los sectores
populares, que establezcan políticas sociales universales, que garanticen servicios
públicos de calidad, que impulsen la democracia participativa, que impulsen la
austeridad republicana, la transparencia y la rendición de cuentas, que desarrollen
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políticas fiscales progresivas, que gobiernen con pleno respeto a las libertades, que
gobiernen con apego a la legalidad y con base en el diálogo y la negociación.
6. Dar un mensaje claro a la militancia y a los ciudadanos de que hay capacidad
de autocrítica y de corrección. El gatopardismo no es salida, es simulación. Es
importante recuperar autoridad moral y política, por eso es urgente la salida de
Jesús Ortega de la Presidencia Nacional. Sin autoridad no se puede dirigir al partido
y convocar al grueso de sus dirigentes y militancia.
7. Urge consolidar un programa nacional de organización territorial, de formación
política y una política financiera que garantice transparencia, eficacia y promueva la
cultura militante. Fortalecer de manera fundamental las atribuciones y el desarrollo
de los comités de base del PRD en todo el país, junto con el padrón de afiliados
para consolidar al partido como un partido de masas y vivo.
8. Tenemos que defender también la democracia al interior del PRD, en
particular, la votación universal, directa y secreta como método fundamental para la
elección de los dirigentes y candidatos del partido. Las trampas y la corrupción de
algunos no pueden ser pretexto para burocratizar y cerrar al PRD, e impedir la
participación de los militantes en las decisiones estratégicas de nuestro partido.
9. Reconstruir al PRD como un partido-movimiento que sepa articular la lucha
electoral con la movilización social, vinculado a las demandas de la gente y sus
organizaciones. Que sepa conjugar su rol de partido opositor y de gobierno, que sea
capaz de construir una visión hegemónica en torno a su proyecto de país.
10. El PRD debe desarrollar una estrategia para mantener viva una oposición de
izquierda que construya una alternativa real para la nación y los que menos tienen. El
camino no es la violencia, ni la claudicación. La estrategia se finca en un proyecto
alternativo de nación, en la idea de la Cuarta Republica.
La estrategia implica también consolidar un polo social, político y electoral, ya
que la lucha es pacífica. Aquí radica la importancia de consolidar el Frente Amplio
Progresista, y dar la batalla por rescatar al PRD. La estrategia se finca en establecer
una política de claro contraste y diferencia con la derecha, de garantizar propuestas
claras y congruencia, de estar a la altura de las grandes preocupaciones de la gente,
en especial, la crisis económica.
Militantes y simpatizantes del PRD:
Esta alternativa no se puede entender sin el papel que juega el liderazgo de
Andrés Manuel López Obrador. Se requiere un liderazgo aglutinador, confiable,
congruente, un liderazgo opositor real. Esto es lo que representa AMLO en todo el
país, una alternativa real para los que menos tienen y sacar al país de la devastación.
En el 2011 el partido definirá de manera formal su candidato a la Presidencia
de la República. Éste será quien tenga el mayor respaldo popular y esté mejor
posicionado para derrotar a la derecha. AMLO y el Movimiento representan la única
oposición real y el único liderazgo con un proyecto y una estrategia clara hacia el
2012.
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