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Número 30. Agosto 2015 Radicales del chavismo y su receta para el desastre Durante su mandato, el presidente Nicolás Maduro ha contado con diferentes asesores tanto políticos como económicos. Sin embargo, luego del “sacudón económico” anunciado el año pasado, el Gobierno movió sus fichas y decidió optar por un modelo de control político y económico mucho más radical que el que venía aplicando. En Ecoanalítica analizamos el plan de acción de Tony Boza, supuesto asesor del Ejecutivo, su plan se centra en cuatro propuestas de control: 1) Observatorios populares de precios, divisas y ganancias, 2) Nacionalización del comercio exterior, 3) Nacionalización de la banca y 4) Expansión del crédito productivo en VEF. Las propuestas del actual asesor del Gobierno se traducen en acentuación de los controles en todos los niveles de la economía, desde las importaciones, exportaciones, manejo de divisas y la banca, hasta llegar al control desde los “observatorios populares”. Para 2016, y en vista de las propuestas por parte del Gobierno, elaboramos tres escenarios diferentes, en los que se incluye la radicalización del modelo (propuesta de Tony Boza), un sistema dual y la propuesta de plan de estímulo que en Ecoanalítica respaldamos, en el que consideramos necesario realizar una convergencia cambiaria según la cual el tipo de cambio se ubicaría en VEF 160,6/US$ (tipo de cambio real) con liquidaciones de divisas efectivas al sector productivo, legalización y reconocimiento del mercado paralelo y reducción del diferencial cambiario. Al analizar la propuesta del nuevo asesor del Gobierno, no queda más que preocupación con respecto a las políticas a ejecutar para los próximos meses. La crisis económica que vivimos en la actualidad no es más que el resultado de 15 años de aplicación de políticas erróneas. Venezuela necesita, por el contrario, decisiones económicas que incentiven la producción nacional y ayuden a disminuir los desequilibrios actuales de la economía.
