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Sociedad Iberoamericana de Información Científica Ibandronato para la Prevención de las Fracturas no Vertebrales: Análisis Combinado de los Datos Individuales de los Pacientes Resumen objetivo elaborado por el Comité de Redacción Científica de SIIC en base al artículo Ibandronate for the Prevention of Nonvertebral Fractures: A Pooled Analysis of Individual Patient Data de los autores Cranney A, Wells GA, Yetisir E, Adami S, Cooper C, Delmas PD, Miller PD, Papapoulos S, Reginster JY, Sambrook PN, Silverman S, Siris E y Adachi JD. El artículo original fue editado por Osteoporosis International 20(2):291-297, Feb 2009 El ibandronato se asocia con la prevención de las fracturas no vertebrales en las pacientes posmenopáusicas, con una relación directa entre la dosis y la respuesta. La administración de dosis acumulativas anuales elevadas se relaciona con la reducción del riesgo de fracturas vertebrales en este grupo poblacional. Introducción El ibandronato es un potente bisfosfonato nitrogenado que se utiliza para el tratamiento de la osteoporosis (OP) posmenopáusica en numerosos países. Su potencia relativamente elevada en comparación con otras drogas de este grupo permite una administración eficaz en forma trimestral (intravenosa) o mensual (oral). Los autores proponen la revisión de 8 ensayos aleatorizados, efectuados en pacientes con diagnóstico de osteoporosis posmenopáusica. En dos de estos trabajos, controlados con placebo, se evaluó el efecto de la administración diaria o intermitente de ibandronato por vía oral o intravenosa sobre las fracturas vertebrales. En uno de estos artículos, la dosis diaria de 2.5 mg se asoció con la reducción significativa del número de fracturas vertebrales clínicas y radiológicas, si bien no disminuyó la cantidad de fracturas no vertebrales (FNV). En la otra publicación, se determinó que la administración de una dosis trimestral, por vía intravenosa. de 0.5 mg o 1 mg de ibandronato no tuvo efectos sobre la incidencia de FNV en comparación con el placebo. Sin embargo, los investigadores atribuyen esta falta de eficacia a la baja dosis empleada y su escasa acción sobre la reabsorción ósea. En cambio, en otros dos trabajos de no inferioridad se evaluaron los efectos de la aplicación de altas dosis de ibandronato con una mayor dosis acumulativa anual (DAA) y con intervalos más prolongados entre las dosis. Todos los esquemas terapéuticos mensuales de ibandronato administrado por vía oral o intravenosa no fueron inferiores a la administración diaria de 2.5 mg en relación con la densidad mineral ósea (DMO) y los marcadores de recambio óseo. Adicionalmente, los dos esquemas de administración intravenosa y el regimen basado en la administración de 150 mg por vía oral fueron superiores al esquema de 2.5 mg diarios por vía oral en términos de densidad mineral ósea de la columna lumbar. En este contexto, los autores postulan como objetivo de esta revisión la estimación de los efectos de las diferentes DAA de ibandronato sobre las FNV en mujeres con OP posmenopáusica. Materiales y métodos Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica de los ensayos clínicos de tratamiento con ibandronato de al menos un año de duración, disponibles en las bases de datos Medline, Embase y Cochrane Central Register of Controlled Trials, publicados entre 1999 y 2006. Se incluyeron los artículos en los que las pacientes tuvieran un T-score ≤ -2.5 en las vértebras lumbares, prevalencia de fracturas vertebrales superior al 20% o una media de edad mayor de 60 años. Se definió como criterio de valoración a las FNV asociadas con la OP con localización en húmero, clavícula, muñeca, pelvis, cadera o miembros inferiores. Se obtuvieron todos los datos demográficos de las participantes y para el análisis se aplicó un modelo por intención de tratar. Debido al uso de distintas dosis, vías de administración e intervalos entre las dosis, se empleó la DAA, definida como la dosis total anual de bisfosfonatos absorbidos y biodisponibles para el hueso. A tal fin, los autores señalan que se absorbe el 100% de la dosis intravenosa y el 0.6% de la dosis oral. Se aplicaron modelos de regresión proporcional de riesgo ajustados por las distintas variables disponibles en los trabajos, como los antecedentes de fracturas clínicas, la edad y la DMO de la columna lumbar. Resultados En el análisis combinado se incluyeron 8 ensayos, en dos de los cuales se obtuvieron datos de subgrupos de pacientes tanto con DAA elevadas como con dosis bajas. Si bien en ambas publicaciones se emplearon diferentes concentraciones de ibandronato y distintas vías de administración, los investigadores aclaran que el diseño de cada estudio y los criterios de inclusión fueron similares. Los autores compararon una DAA ≥10.8 mg (150 mg mensuales por vía oral, 2 mg por vía intravenosa, bimestrales, y 3 mg por vía intravenosa, cada 3 meses) con una DAA ≤ 7.2 mg (100 mg mensuales por vía oral o 2.5 mg diarios, entre otros). De acuerdo con los resultados de los dos ensayos y en relación con las FNV, se obtuvo un hazard ratio (HR) de 0.635 para los dos estudios de no inferioridad (n = 2 924). Un efecto similar se observó en la comparación de la DAA ≥ 10.8 mg con otras dosis elevadas (HR = 0.621 y p = 0.038) en relación con una DAA ≥ 5.5 mg). Cuando se efectuó el ajuste estadístico con las demás variables consideradas, después de un año de tratamiento, la DAA > 12 mg se asoció con un HR de 0.550 en comparación con la DAA de 5.5 mg. En general, este ajuste tuvo mínimos efectos sobre Discusión Se dispone de numerosos trabajos aleatorizados en los cuales se han evaluado diferentes concentraciones, vías de administración e intervalos entre dosis de ibandronato, que han demostrado cuales son las dosis más apropiadas para la prevención de las fracturas vertebrales y cuales son aquellas dosis que resultan inefectivas. De este modo, en los ensayos de no inferioridad que compararon la administración de dosis elevadas e intermitentes con la indicación diaria por vía oral, se demostró que las altas DAA se asociaron tanto con mayor incremento en la DMO como con mayor reducción del recambio óseo. En función de estos resultados, los autores elaboraron la hipótesis de que la eficacia del ibandronato para las FNV guardaba relación con una elevada DAA y un prolongado intervalo entre las dosis. De este modo, la DAA ≥ 10.8 mg (150 mg mensuales por vía oral o 3 mg por vía intravenosa, trimestrales) fue significativamente más eficaz para reducir la prevalencia de estas lesiones que las dosis menores. La DAA de 12 mg disminuyó la incidencia de FNV en un 43%, mientras una DAA ≥ 10.8 mg se relacionó con un descenso del 38%, en coincidencia con las acciones del fármaco sobre la DMO y los parámetros de recambio óseo. De esta manera, los investigadores consideran que las dosis de ibandronato que se utilizan en la práctica clínica se asocian con la protección contra las FNV. Estos efectos persisten luego de los 2 años de tratamiento. Sin embargo, reconocen que no encontraron estudios controlados con placebo en los que se demostrara de forma directa la eficacia del fármaco sobre las FNV. De todos modos, sostienen que, en el presente análisis, se redujo la posibilidad de sesgo por medio de la metodología estadística empleada, que permitió ampliar los intervalos de confianza y, en consecuencia, conservar los efectos del tratamiento. Por otra parte, admiten que no se incluyó como covariable a las fracturas vertebrales, sino que se consideró el antecedente de fracturas, un dato disponible en todos los ensayos evaluados. De la misma manera, no se dispuso de la información acerca de los cambios en la DMO de la columna lumbar, si bien este parámetro no se asoció significativamente con la reducción del riesgo de las FNV después del ajuste estadístico. Por último, no pudieron evaluarse los efectos directos del ibandronato sobre el riesgo de las fracturas de cadera, debido al escaso número de casos tanto en los grupos placebo como en las cohortes de tratamiento. Conclusiones La administración de dosis elevadas quincenales y mensuales de ibandronato por vía intravenosa se asocia con efectos significativos sobre los marcadores vinculados al riesgo de fracturas, como la DMO de la columna lumbar y la cadera y los parámetros de recambio óseo, en comparación con las dosis bajas diarias. De acuerdo con los autores, por medio del análisis conjunto de los datos individuales de las pacientes, se observó que el tratamiento con dosis elevadas de ibandronato durante 2 años redujo significativamente el riesgo de FNV entre el 38% y 43% en relación con la indicación de 2.5 mg diarios por vía oral. Copyright © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2009 www.siicsalud.com 10118232 603404 ADR 209-05 los resultados, sin interacciones significativas entre las características de los pacientes o del nivel de tratamiento. Por otra parte, en la comparación entre una dosis equivalente a una DAA de 5.5 mg (n = 3 212, tres trabajos) y el placebo se calculó un HR de 1.073, no significativo aun después de incrementar el tamaño del grupo placebo con la inclusión en esa cohorte de las pacientes que recibían dosis ineficaces, o de expandir las dosis en el subgrupo con bajos valores de DAA (HR = 0.99, n = 6 465). Más recientemente, ensayos de no inferioridad que evaluaron altas DAA compararon el uso de altas dosis en forma intermitente con la administración oral de 2.5 mg de ibandronato. Ambos ensayos demostraron una marcada reducción en el recambio óseo y un marcado incremento en la DMO en la rama de pacientes tratados con altas DAA de ibandronato en comparación con aquellos que recibieron 2.5 mg diarios. En este aspecto, dicen los autores, luego de dos años de tratamiento con 150 mg mensuales de ibandronato se comprobó un incremento de la DMO de la columna lumbar del 6.6% en comparación con 5% en el grupo que recibión 2.5 mg (p<0.001). También se observó un incremento significativo de la DMO a nivel de la cadera con altas DAA luego de recibir 150 mg mensuales por vía oral y 3 mg por vía intravenosa cada 3 meses. De acuerdo con estos resultados, los autores dicen que la eficacia del ibandronato en la reducción de la incidencia de FNV puede estar asociada con el hecho de alcanzar altas DAA con largos intervalos libres de administración de la droga. Los autores agregan que los resultados de su estudio demuestran que la DAA de ibandronato ≥ 10.8 mg resultó significativamente más efectiva para reducir la incidencia de FNV. Este análisis de las altas DAA, señalan los autores, adquiere relevancia pues incluye dosis utilizadas en la práctica clínica, es decir, 150 mg mensuales y 3 mg por vía intravenosa cada 3 meses. Los resultados obtenidos también son consistentes con el hecho de la eficacia de 12 mg y ≥ 10.8 mg como DAA de ibandronato al reducir el riesgo de FNV en forma significativa, 43% y 38%, respectivamente, en tanto con una DAA ≥ 7.2 mg la reducción alcanzada del 25% resultó no significativa. Estos resultados señalan que las dosis de ibandronato utilizadas habitualmente en la práctica clínica confieren una significativa protección frente al riesgo de fracturas no vertebrales y este efecto se observó luego de 2 años de tratamiento. De esta forma, el ibandronato en altas DAA puede ser otra forma de reducir la incidencia de FNV igual que otros bifosfonatos. Entre las limitaciones de su estudio los autores señalan que no se realizó control con placebo