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I D TU ES A LU CO L IMA TR AB AJ A DE CH A UNIVERSIDAD DE COLIMA Facultad de Medicina Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas MAESTRÍA EN CIENCIAS FISIOLÓGICAS EFECTO DE LOS CANABINOIDES SOBRE EL SISTEMA CARDIOVASCULAR Tesis que para obtener el grado de MAESTRO EN CIENCIAS FISIOLÓGICAS CON ESPECIALIDAD EN FARMACOLOGÍA PRESENTA M.V.Z. MARTÍN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ DIRECTOR DE TESIS DR. RICARDO ANTONIO NAVARRO POLANCO COLIMA, COL., NOVIEMBRE DEL 2004 A mis hijos, Con mucho cariño para ellos, de quienes estoy orgulloso, y son los que me dan fortaleza para no claudicar y lograr siempre mis metas. Miguel Ángel Martín Nayeli Janeth Martín Fernando Martín Martín Alberto 2 AGRADECIMIENTOS Muy especialmente a tres grandes personas por haber depositado su confianza en mí: MVZ. Gustavo Cevallos Llerenas Dr. Ricardo A. Navarro Polanco Dr. Carlos Salazar Silva Al Dr. José Antonio Sánchez Chapula Por haberme aceptado en su laboratorio y compartir conmigo sus conocimientos, su experiencia y prestigio Nacional e internacional, siempre estaré orgulloso de presumirlo como uno de mis mejores profesores. Al Lic. Juan José Guerrero Rolón, quien siempre me atendió amablemente y me apoyo en todas mis peticiones, gracias por abrir el camino al dialogo con el señor Rector para el inicio esta etapa. A todos mis profesores del centro de investigación (CUIB) por aceptar el reto de trasmitirme sus conocimientos, aun cuando yo me resistí férreamente. A mis padres: Candelario y Ma. Elena quienes entre bastantes limitantes me impulsaron a ser una persona de provecho y con principios. A mí mujer, solo por darme esos hijos maravillosos en quienes me inspiro y me dan fuerza para lograr mis metas. A mis Hermanos: Celia, Esthela, Micaela, Norma, Baltazar, Alberto, Lorena, Liliana, solo por hacerme sentir orgulloso de llamarlos hermanos, también para ellos. A mis amigos: Francisco Maldonado y familia, Dr. Lara, Aldo, Gabriel, Eloy, Iván, Rafael, Monchito, Edgar, Coquis, Lizbeth, Marcelo, Tania, Miguel, Leonardo e Irmita, solo por haber compartido su amistad, vivencias y nunca haber escatimado nada cuando necesitaba un favor, gracias a ello pude avanzar y hoy ver cristalizada una meta. A la Universidad de Colima y CONACYT por el apoyo económico. 3 . ÍNDICE Página I. Índice de Figuras y Tablas. 1 II. Resumen 2 Abstract. 3 III. Introducción 4 IV. Objetivo 6 V. Desarrollo 6 1. Propiedades químicas de los canabinoides 6 2. Farmacocinética de los canabinoides. 7 3. Biosíntesis y metabolismo de los endocanabinoides. 11 4. Relación estructura actividad de los canabinoides. 15 5. Receptores a canabinoides. 18 6. Distribución de los receptores a canabinoides. 23 7. Sistema cardiovascular y los efectos del ∆9-THC. 26 8. Efectos mediados por receptor 27 9. Efectos independientes de receptor. 31 VI Discusión. 32 VII. Perspectivas. 34 VIII. Bibliografía. 35 4 I. Índice de Figuras y Tablas. Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 Figura 5 Figura 6 Figura 7 Figura 8 Figura 9 Figura 10 Figura 11 Figura 12 Tabla 1 Tabla 2 Tabla 3 Tabla 4 Tabla 5 Página Propiedades farmacocinéticas del ∆ -Tetrahidrocanabinol (∆9-THC o THC).--------------------------------------------------10 Mecanismo de síntesis y terminación de la señal biológica de los endocanabinoides en las células nerviosas.-------------12 Ruta biosintética de la anandamida.----------------------------13 Mecanismo de desactivación de endocanabinoides en neuronas.------------------------------------------------------------14 Estructura química de los canabinoides sintéticos más representativos.-----------------------------------------------------16 9 Estructura química y molecular del Δ -THC.------------------18 Endocanabinoides. Estructura química de cinco ligandos canabinoides endógenos identificados hasta la fecha.---------19 Mecanismo transduccional de señalización doble por acoplamiento a proteínas G.--------------------------------------20 Mecanismos intracelulares acoplados a la activación de los receptores CB1 a nivel de las células nerviosas.---------------21 Acoplamiento del receptor de canabinoides a través de proteínas G.---------------------------------------------------------22 Corte sagital de cerebro de rata adulta que muestra la distribución de receptores CB1.----------------------------------24 Esquema que muestra el posible mecanismo de vasodilatación producido por anandamida.---------------------30 Principales canabinoides naturales, sintéticos y compuestos relacionados con el sistema canabinoide.-----------------------8 Características farmacológicas de los principales agonistas canabinoides--------------------------------------------------------15 9 Características farmacológicas de los principales antagonistas, agonistas inversos, agonistas parciales de los receptores canabinoides.------------------------------------------Distribución de los receptores CB1 y de los endocanabinoides en diferentes regiones del cerebro de rata. Principales características de los receptores para canabinoides CB1 y CB2.------------------------------------------- 17 24 25 5 II. Resumen. El estudio de los canabinoides naturales como sustancia psicoactivas, nos muestra al ∆9-tetrahidrocanabinol (∆9-THC) como el más representativo, esto por su mayor potencia en los efectos psicoactivos. El descubrimiento de los receptores CB (específicos a canabinoides), acoplados a proteínas G, abrió el camino al conocimiento del sistema endocanabinoide, el cual comprende a parte de los receptores CB; ligandos endógenos, proteínas para su síntesis e inactivación así como otros blancos moleculares. Son cinco los endocanabinoides (ligandos endógenos) caracterizados hasta el momento (AEA, 2AG, 2AGE, Virodamina y NADA). El conocimiento de la estructura y actividad de los canabinoides han permitido el diseño de compuestos análogos como: agonistas, HU 210, WIN 55212-2, AEA y 2AG entre otros; antagonistas, SR141716 A, AM-251, AM281, MAFP y FAAH. Son varios los efectos y usos terapéuticos atribuidos a los canabinoides, pero la vasorelajación, bradicardia e hipotensión serán los que nos ocupen con mayor énfasis en esta revisión. El precursor de anandamida (endocanabinoide más estudiado), la N-araquidonilfosfatidiletanolamina (fosfolípido de membrana), y sus metabolitos, ácido araquidónico y etanolamina o glicerol, fueron de la atención de varios investigadores, ya que se ve un efecto en los canales de K+ dependientes de voltaje similar al que produce anandamida (inhibición de la corriente), en los que concluyen que el efecto no esta mediado por receptor CB, si no que afecta directamente el canal K+. Los efectos cardiovasculares por canabinoides y endocanabinoides son complejos esto por que los blancos moleculares precisos son diversos y las contribuciones relativas son inciertas. 6 Abstract. Marijuana is used by humans for its psychoactive and medicinal effects. The active constituents of marijuana, the cannabinoids, exert effects via a G protein-coupled receptor, CB1. Two arachidonic acid analogs, N-arachidonylethanolamine and 2-arachidonylglycerol are hypothesized to function as endogenous ligands of the CB1 receptor. The cannabinoids exert significant vascular effects in humans and laboratory animals. In particular, the cannabinoids produce vasodilation and hypotension. The possible mechanisms for these effects are inhibition of transmitter release from sympathetic nerve terminals, direct effects on vascular smooth muscle cells, and effects on endothelial cell function. The data regarding these effects of the cannabinoids and possible sources of endocannabinoid ligands in the vasculature are the subjects of this review. 7 III. Introducción. Los canabinoides constituyen un conjunto de compuesto psicoactivos presentes en una resina secretada a partir de las hojas y brotes florecidos de la planta cannabis sativa. La planta cannabis sativa contiene aproximadamente 400 compuestos químicos diferentes, de los que unos 60 se consideran dentro del grupo de los canabinoides (Dewey, 1986). La marihuana nombre común de la planta, distribuida ampliamente, de quien son usadas sus partes como brotes florecidos y hojas secas con propósitos medicinales aproximadamente hace 12000 años. (Abel, 1980). Los canabinoides son sustancias que suelen tener una estructura carbocíclica, con 21 carbonos y están formados generalmente por tres anillos, ciclohexeno, tetrahidropirano y benceno. Los principales canabinoides naturales son ∆9-tetrahidrocanabinol (∆9-THC o THC), ∆8-tetrahidrocanabinol (∆8-THC), canabidiol (CBD) y canabinol (CBN). Otros canabinoides presentes en la planta son el canabicromeno (CBC), canabielsoina (CBE), canabinodiol (CBND), canabitriol (CBT), dehidrocanabifurano y canabicitrano, que aparecen en cantidades diferentes según la variedad de cannabis sativa valorada. El ácido canabidiólico, que tiene actividad antibiótica, es un constituyente importante del cáñamo tipo fibra (Turner, et al., 1980). El principal responsable de las propiedades psicoactivas de la planta de marihuana es el ∆9THC (es el mas potente), compuesto que fue aislado a partir de la misma, en el año de 1964 por Gaoni y Mechoulam. Dada su elevada liposolubilidad tanto del ∆9-THC como de otros canabinoides naturales hace que su distribución en el organismo y su eliminación presenten diferencias con lo descrito para otras drogas de abuso; durante mucho tiempo se pensó que estos compuestos ejercían sus efectos mediante interacciones inespecíficas con lípidos de 8 membrana. Sin embargo, estudios detallados de relación estructura-actividad sugirieron mecanismos mediados por receptor como los responsables de los efectos ejercidos por los canabinoides (Mechoulam, et al., 1992). Hasta el momento se han clonado dos receptores para canabinoides: el CB1 (Matsuda, et al., 1990), densamente expresado en el sistema nervioso central, y el receptor CB2 (Munro, et al., 1993), localizado fundamentalmente a nivel del sistemas inmune. La identificación , caracterización farmacológica y localización de receptores específicos de membrana que mediaban los efectos centrales y periféricos de los canabinoides llevo a los investigadores a emprender la búsqueda de ligandos endógenos que activaran estos receptores. De esta manera a partir de un extracto lipídico obtenido del cerebro de cerdo se aisló la anandamida (Devane, et al., 1992), el primer endocanabinoide conocido que resulto ser una amida de un ácido graso poliinsaturado, concretamente el ácido araquidónico. Posteriormente a partir de intestino de perro y cerebro de rata se aisló otro ligando endógeno, el 2-araquidonil glicerol (Mechoulam, et al., 1995; Sugiura, et al., 1995). Pocos años después se reportaron tres endocanabinoides más 2-AGE, virhodamina y el N-araquidonil dopamina. (Bisogno et al., 2000; Huang et al., 2002; Porter et al., 2002). Todas estas observaciones han proporcionado una clara evidencia acerca de la existencia de un sistema canabinoide endógeno cuyo papel fisiológico esta siendo investigado arduamente. El sistema endocanabinoide parece estar implicado en funciones tales como la coordinación motora, el aprendizaje, la memoria la antinocicepción, el control de las emociones, el desarrollo neuronal así como la mediación de diferentes procesos a nivel cardiovascular e inmunológico. 9 Los efectos psicológicos mas evidentes del ∆ -THC en humanos puede ser dividido en cuatro grupos: afectivo (euforia ríen fácilmente); sensorial (incrementan percepción de 9 estimulación externa e interna); somático (sienten el cuerpo flotando) y cognoscitivo (distorsión de la percepción del tiempo, pérdida de la memoria, dificultad en la concentración) (Pérez-Reyes, 1999). 9 Otros efectos del ∆ -THC como analgesia, aumento del apetito, relajación muscular y acción hormonal son mediados por receptores canabinoides centrales, su distribución refleja mucho de los beneficios medicinales y efectos adversos. La amplia variedad de acciones biológicas asociada al sistema canabinoide está abriendo la posibilidad de desarrollar compuestos farmacológicamente activos sobre estos receptores, que puedan ser útiles en el tratamiento de diversas patologías. Aunque la perspectiva real de éxito de estas aproximaciones dependerá finalmente de la valoración objetiva de la relación beneficio-riesgo (utilidad terapéutica frente a posibles reacciones adversas, sobre todo psicológicas). IV. Objetivo. Se hará una revisión actualizada sobre las novedades y avances de los efectos que producen los canabinoides y endocanabinoides en el sistema cardiovascular, que nos permita abrir un marco de referencias para posteriores investigaciones en el campo de la electrofisiología y farmacología en dicho sistema. V. Desarrollo 1. Propiedades químicas de los canabinoides. Originalmente, el termino canabinoide se refiere a los fitocanabinoides de cannabis sativa L. Como ya se mencionó con una típica estructura carbocíclica con 21 carbonos, formados generalmente por tres anillos, ciclohexeno, tetrahidropirano y benceno, el 9-THC presenta propiedades hidrofóbicas por lo que es muy soluble en lípidos esto hace que la distribución y eliminación en el organismo sea diferente a otras drogas de abuso. El 8-THC tiene un perfil 10 farmacológico muy parecido al 9-THC con efectos mas débiles. El escaso número de datos disponibles sobre las propiedades de la mayoría de los compuestos de cannabis sativa L hace difícil poder predecir como podrían interferir en la actuación del 9-THC y si el efecto producido es sinérgico, aditivo o antagónico. Hoy en día el término canabinoide puede comprender todos los ligandos de receptores canabinoides y compuestos relacionados, incluyendo ligandos endógenos de los receptores y una larga lista de canabinoides análogos sintéticos (Rasdan., 1986; Pate., 2002), (Tabla 1). 2. Farmacocinética de los canabinoides. Solo un 3% del 9-THC presente en sangre está en forma libre. Dada su elevada hidrofobicidad se une a diferentes componentes plasmáticos. Un 9% está unido a las células sanguíneas, otro 60% lo está a las lipoproteínas y el resto a albúmina. Esta misma propiedad explica su rápida penetración en los tejidos de estómago, bazo, adiposo, placenta, corteza adrenal, tiroides, pituitaria y glándula mamaria. Los principales depósitos son en tejido adiposo y bazo. La droga tarda varias semanas en ser totalmente eliminada tras el cese de su administración (Harvey, 1999). Su retención en estos reservorios hidrofóbicos amortigua la penetración del 9-THC en el cerebro, donde su concentración y la de sus metabolitos es más baja (suele ser el 1% de la concentración plasmática máxima) (Agurell, et al., 1986). El 9-THC y su metabolito, el 11-hidroxi-THC (11-OH-THC) son los que en mayor proporción se acumulan en los tejidos. Una parte del 9-THC aparece conjugada con ácidos grasos. La paulatina liberación del 9-THC, desde estos almacenes tisulares a la sangre, enlentece la caída de los niveles plasmáticos de este compuesto, tras el cese de su administración. Esto prolonga su presencia en sangre y la posterior entrada al cerebro. 11 Tabla 1. Principales canabinoides naturales y sintéticos y compuestos relacionados con El sistema canabinoide. (Modificado de Pertwee, 2000 citado por Fernández-Ruiz). Canabinoides vegetales (derivados de cannabis sativa) * ∆9 –THC * Canabidiol * Canabinol Canabinoides sintéticos * Análogos de los canabinoides clásicos: CP55940 y HU 210 * Análogos de la pravadolina (aminoalquilindoles):WIN 55212-2 * Agonistas selectivos CB1: ACEA y ACPA * Agonistas selectivos a CB2: HU 308 y JWH-133 Canabinoides endógenos (eicosanoides) * Araquidoniletanolamida (anandamida) * 2-araquidonilglicerol Antagonistas de los receptores de canabinoides * SR 141716 y LY 320135 (antagonistas selectivos del receptor CB1) * SR 144528 (antagonista selectivo del receptor CB2) Inhibidores del proceso de terminación de la actividad biológica de los endocanabinoides *Inhibidores de la recaptación: AM 404 y VDM11 *Inhibidores de la degradación (actividad de la FAAH): AM 374 12 La eliminación del 9-THC se produce principalmente mediante sus metabolitos en heces (68%) o en orina (12%) aunque también lo hace a través del pelo, la saliva y el sudor. La mayor parte del metabolismo ocurre en el hígado, aunque también puede producirse en otros órganos como el pulmón y el intestino (Fig. 1.). La primera enzima que actúa en el catabolismo del 9-THC es el citocromo P450 que lo oxida a derivados mono-di-otrihidroxilados. La primera hidroxilación suele producirse en el hígado a 11-OH-THC (Matsunaga, et al., 1995). Este compuesto tiene una actividad farmacológica parecida a la del 9-THC y puede oxidarse al ácido ∆9-THC-11-oico (THC-11-COOH) o volver a hidroxilarse. En el segundo caso se convierte en 8,11-hidroxi- ∆9-THC, que puede ser hidroxilado en la cadena lateral. Estos compuestos hidroxilados son transformados, posteriormente, en otros metabolitos más polares, por rotura de la cadena lateral y oxidación al correspondiente ácido carboxílico. El que se haya encontrado canabinol (CBN) y sus derivados en orina y bilis de animales a los que se les administró 9-THC, parece indicar que el CBN es un metabolito del 9-THC (Harvey, 1984). El retraso de los efectos psicológicos y cardiacos del 9-THC con respecto a la elevación de sus niveles en plasma puede estar relacionado con la más tardía aparición en sangre de la máxima concentración del 11-OH- THC. Al tratarse de un compuesto psicoactivo, su presencia en cerebro potencia los efectos iniciados por el 9-THC. El THC-11-COOH se detecta algunos minutos después de la finalización del consumo y su concentración crece lentamente hasta que alcanza una meseta durante un periodo prolongado de tiempo, pudiendo llegar a superar hasta 5 veces los niveles del 9-THC. El máximo nivel se alcanza entre 30 minutos y una hora después de haberlo fumado (Huestis, et al., 1992). 13 THC Administración Unión a proteínas de suero: albúmina y lipoproteínas Pulmones, intestino, colon y piel Absorción Almacenamiento tejido graso y proteínas Concentración de THC en líquido liquido extracelular Metabolismo microsomal hepático, no microsomal extrahepático Metabolitos Excreción biliar recirculación enterohepática Pelo, saliva, sudor Concentración de THC en el sitio de acción Excreción renal, filtración glomerular secreción tubular, reabsorción pasiva Otros blancos de acción a receptores a canabinoides - Efectos del THC Fig. 1. Propiedades farmacocinéticas del ∆9-tetrahidrocanabinol (9-THC o THC) (Modificado de Grotenhermen. 2003). Los metabolitos de los canabinoides son eliminados en forma de ácidos libres o conjugados con ácido glucorónico. Estos últimos se almacenan en el cuerpo durante periodos relativamente prolongados de tiempo y pueden llegar a ser detectados en la orina varias semanas después del consumo de los canabinoides. Un segundo tipo de conjugación implica la esterificación del 11-OH-THC con ácidos grasos de cadena larga como el palmítico, el oleico y el esteárico (Agurell y et al., 1986). También se ha podido demostrar en ratas preñadas que los canabinoides pueden pasar a través de la placenta desde la sangre materna a la fetal. Durante el embarazo, los niveles presentes en los fetos corresponden aproximadamente al 10 % de los niveles plasmáticos maternos. La exposición repetida a múltiples dosis produce la acumulación de dichos compuestos en los fetos, ya que estos no parecen disponer todavía de los mecanismos necesarios para su degradación. Los canabinoides también son excretados en la 14 leche materna durante la lactancia, lo que implica la exposición de las crías a este compuesto (Fernández –Ruiz, et al., 1992). En cuanto al sistema canabinoide endógeno, se ha visto en microsomas de cerebro de ratón que la actividad de la enzima anandamida amidasa es inhibida en orden decreciente por CBD, CBN y 9-THC (Watanabe, et al., 1996). Dado que esta enzima inactiva a la anandamida, la presencia en el cerebro de este canabinoide endógeno podría prolongarse tras la ingesta conjunta de estos componentes de cannabis. En relación con las interacciones producidas entre el 9-THC y algunos de los productos de su metabolismo, el ácido THC-11-COOH, tiene propiedades psicoactivas, atenúa los efectos catalépticos producidos por el 9-THC en ratón. La explicación de este resultado podría radicar en que este ácido (THC-11-COOH) inhibe la síntesis inducida por 9-THC de prostaglandinas, al actuar sobre las ciclooxigenasas COX2, que es una de las enzimas implicadas en dicha síntesis (Burstein, et al., 1987). El ácido THC-11-COOH también parece inhibir las lipooxigenasa-5 (5-LOX). La inhibición de la actividad de ambas enzimas aumentan los niveles de ácido araquidónico (A.A.), que podría derivar hacia otras rutas metabólicas de las que lo utilizan como sustrato. Una de ellas conduciría al aumento de la síntesis de los ácidos 12 hidroperoxi- eicosatetraenoicos (12 HPETE), lo que justificaría los efectos analgésicos atribuidos a estos compuestos. El metabolismo del 9-THC habría eliminado en este caso las propiedades psicotrópicas, conservando las analgésicas y las antiinflamatorias (Burstein, 1999). 3. Biosíntesis y metabolismo de los endocanabinoides. Los endocanabinoides cumplen las condiciones necesarias de todo neurotransmisor ya que son sintetizados y liberados por neuronas, son capaces de unirse y de activar receptores de 15 membrana y finalmente son inactivados por recaptación y degradación enzimática en el interior de la célula. Fig. 2. Mecanismo de síntesis y terminación de la señal biológica de los endocanabinoides en las células nerviosas. (Modificada de Giuffrida, et al., 2001). Únicamente, a diferencia de lo que ocurre en el caso de otros neurotransmisores y dada la naturaleza lipofílica de estos compuestos, los endocanabinoides no son almacenados en el interior de vesículas sinápticas. Datos electrofisiológicos y farmacológicos demuestran que la anandamida actúa como un neuromodulador retrógrado (Wilson y Nicoll, 2002) (Fig2.). La síntesis de anandamida, que es el canabinoide endógeno más estudiado, se produce mediante hidrólisis, catalisada por una fosfolipasa D (dependiente de Ca2+), de un precursor fosfolipídico presente en la membrana celular, el N-araquidonilfosfatidiletanolamina (Fig. 3), (Di Marzo et al., 1994). 16 Fosfatidiletanolamina fosfoglicéridos ++ Transaciclasa Ca N-araquidonil-fosfatidilethanolamina (NArPE) Fosfolipasa D Ca++ Anandamida Fig. 3. Ruta biosintética de la anandamida. Donde R1 es la cadena acílica del A.A; R2 y R3 Cadena acílica de otros ácidos grasos; X base de un fosfoglicérido (Petrocellis, et al., 2004). Este compuesto sirve como depósito o reserva de anandamida que será sintetizada y liberada con una sobreestimulación de la región postsináptica. La vida media de la anandamida es muy corta ya que es rápidamente recaptada por un transportador de alta afinidad, que está presente tanto en neuronas como en células gliales (Hillard et al., 1997; Beltramo et al., 1997). 17 Anandamida Fuera Transportador Membrana Celular Dentro Membrana interna Ácido araquidónico Etanolamina Fig. 4. Mecanismo de desactivación de endocanabinoides en neuronas. Anandamida, 2-arachidonoylglycerol y Noladin Ether (2AGE) pueden ser internalizados por neuronas que utilizan mecanismos transportadores de alta afinidad (llamados transportadores de endocanabinoides). Una vez dentro de la célula, ellos pueden ser hidrolizados por distintas hidrolazas de serina (anandamida por FAAH; 2AG por lipasa de monoglicerol (MGL) y FAAH; 2AGE por esterificación) produciendo inactivación del producto por ruptura. Los dos últimos no mostrados. (Modificada de Piomelli, 2003). Una vez que la anandamida se encuentra en el interior de la célula es degradada por la acción de una Amido Hidrolasa (FAAH), que cataliza la hidrólisis de este endocanabinoide dando lugar a sus dos componentes fundamentales: Ácido araquidónico y etanolamina (Fig. 4) (Di Marzo et al., 1998). Un proceso similar se da con el 2AG el cual da lugar al ácido araquidonico y glicerol cuando es hidrolizado por la FAAH en el interior de la célula (Stella et al., 1997; Piomelli et al., 1999). 18 4. Relación estructura-actividad de los canabinoides. El conocimiento de las relaciones existentes entre la estructura y la actividad de los canabinoides ha permitido el diseño y uso de compuestos análogos sintéticos de 9-THC lo que abre el camino al estudio farmacológico y fisiológico de estas sustancias, aunque los canabinoides sintéticos se han preparado y estudiado desde 1942(Adams, 1942). Tabla 2.Características farmacológicas de los principales agonistas canabinoides Afinidad(Ki,nM)* CB1 CB2 Eficacia relativa CB1 CB2 +++++ __ ACA 1.4 ACPA 2,2 715 ++++ __ 2-AG 58.3 145 ++++ ++ 2-AGE 13.9*** 58*** ++++ ++ Anandamida 89 371** ++++ + CP55,940 0.58 0.69 +++++ +++++ HU210 0.06 0.52 +++++ +++++ Metanandamida 18 868 ++++ __ ∆9-HTC 40.7 36.4 +++ + WIN55,212-2 1.89 0.28 +++++ +++++ >2000 *Valores bajos de Ki indican elevada afinidad por el receptor. **En presencia del inhibidor fenilmetilsulfonilfluoride (PMSF). ***En presencia de inhibidores de la hidrólisis enzimática de 2AG. (Modificado de Pertwee, 2001. Citado por la Sociedad Española de Investigación sobre canabinoides (SEIC), 2002). En unos casos, se ha modificado el carácter hidrofóbico de los canabinoides para aumentar su solubilidad en agua, otras veces, se ha aumentado la afinidad por su receptor(Tabla. 2). 19 Además, las sucesivas modificaciones de su estructura han permitido la preparación de derivados relacionados con alguna de las acciones atribuidas a estos compuestos, evitando las relativas a sus efectos psicotrópicos. Así tenemos análogos sintéticos de canabinoides relacionados con los efectos analgésicos como el levonantradol y el (-)-CP-55,940 (Howlett, et al., 1988). Otros canabinoides sintéticos son nabilona y el noboctate (Razdan, 1986). El 11-hidroxi-∆8-THCDMH (HU-210), es el canabinoide sintético más potente de los actualmente conocidos. Esta propiedad está relacionada con la presencia de un grupo hidroxilo en C11 y de 1,1, dimetilheptilo en su cadena lateral. Su elevada potencia fue clave para la caracterización de la anandamida, que ha sido el primer canabinoide endógeno aislado de cerebro. Fig.5. Estructura química de los canabinoides sintéticos más representativos. (Modificado de SEIC, 2002). 20 La anandamida y el 2-arachidonoyl-glycerol dos de los más importantes endocanabinoides no se relacionan estructuralmente con los canabinoides, pero muestran un perfil farmacológico canabimimético (Bell, et al., 1991). (Fig.5). Los ligandos canabinoides sintéticos WIN-55212-2 y SR141716A, son dos de los más utilizados como herramientas farmacológicas en el estudio del sistema endocanabinoide. El WIN-55212-2(agonista), actúa sobre ambos receptores de forma inespecífica mientras el SR141716A (antagonista) tiene una afinidad mayor para el receptor CB1 más que por el CB2 (Rinaldi-Carmona, et al., 1994); este antagonista es capaz de prevenir y/o revertir las acciones de los agonistas canabinoides que actúan a través de CB1 tanto in-vitro como in-vivo (Pertwee, 1997). Tabla 3. Características farmacológicas de los principales antagonistas, agonistas inversos, agonistas parciales de los receptores canabinoides Afinidad Ki (nM) Clasificación CB1 CB2 CB1 CB2 AM-281 12 4200 A/I __ AM-630 5152 31.2 __ A/I Ly 320135 141 14900 A/I __ MAFP 20 __ A __ 0-1184 5.2 7.4 A/P A/I SR141716A 5.6 >1000 A/I __ SR144528 437 0.6 __ A(I?) A, Agonistas competitivos; I, Agonistas inversos; P, Agonistas parciales (Modificado de Pertwee, 2001. Citado por SEIC, 2002). A partir de la estructura del SR141716A se han desarrollado moléculas como el AM-251 y el AM-281 que también antagonizan de forma selectiva efectos canabimiméticos derivados de la activación de receptores CB1. El metilaraquidonilfluorofosfonato (MAFP) es un potente inhibidor irreversible de la degradación enzimática de canabinoides endógenos por la 21 amidohidrolasa de ácidos grasos (FAAH), que también se comporta como antagonista irreversible de los receptores CB1 (Pertwee, 2001). (Tabla. 3.). La estructura química de los primeros fitocanabinoides se logró caracterizar en 1930 y 1940 (Lowe, 1950), pero no fue hasta 1964 que Gaoní Mechoulam encontraron la correcta estructura química del ∆9-THC, primer ingrediente psicoactivo de la planta de marihuana responsable de los efectos farmacológicos. (Fig. 6). Fig.6. Estructura química y molecular del ∆9 THC. (Modificada de SEIC, 2002) 5. Receptores a canabinoides. El descubrimiento a principios de 1990 de receptores específicos de membrana a componentes psicoactivos de la marihuana (∆9-THC) abrió el camino a la revelación de un sistema de señalización ahora conocido como sistema endocanabinoide. Donde aparte de los receptores a canabinoides CB1 y CB2 (Pertwee, 1997), este sistema comprende también sus ligandos endógenos (endocanabinoides) y las proteínas para su síntesis e inactivación así como otros blancos moleculares para los endocanabinoides. A finales del siglo XX solamente dos endocanabinoides habían sido descubiertos, la anandamida (N-arachidonoyl-ethanolamine, AEA) y el 2 arachidonoyl-glycerol (2-AG) (Devane et al., 1992; Mechoulam et al., 1995; Sugiura et al., 1995). Pocos años después se reportaron tres endocanabinoides mas: la 2 arachidonoyl-glycerol ether (noladin, 2-AGE), O22 arachidonoyl-ethanolamine (virhodamine) y N-arachidonoyl-dopamine (NADA) (Bisogno et al., 2000; Huang et al., 2002; Porter et al., 2002). (Fig. 7) Anandamida 2-araquidonil-glicerol Virodamina Noladin Eter N-aquidonil-dopamina Figura 7. Endocanabinoides. Estructura química de cinco ligandos canabinoides endógenos identificados hasta la fecha (Modificado De Petrocellis, Grazia y Di Marzo. 2004). El primer receptor caracterizado por métodos radiométricos fue el receptor canabinoide central o CB1 (Devane, et al., 1988), cuya estructura molecular fue identificada poco tiempo después en la rata (Matsuda., et al., 1990) y en el humano (Gerard, et al ., 1991). Munro, et al., (1993) describieron la existencia de un segundo receptor para compuestos canabinoides que exhibe una homología global del 44% con los receptores CB1, pero a diferencia de estos, no parece expresarse en tejido cerebral. Estos receptores se denominan CB2 periféricos, los cuales alcanzan densidades importantes en distintos tipos de células inmunes. 23 Desde el punto de vista molecular, la estructura secundaria de los receptores canabinoides CB1 y CB2 comparten los motivos estructurales que definen a la familia de receptores acoplados a proteínas G, estas deben su nombre a que son proteínas que unen GTP. Estas proteínas se encuentran ancladas a la cara citoplasmática de la membrana plasmática con un dominio amino-terminal extracelular, un dominio carboxi-terminal intracelular y siete dominios transmembranales, acoplándose funcionalmente a receptores, enzimas o canales iónicos. Existen varios tipos de proteínas G (Gs, Gq, Gi/o, entre otras) y cada una está acoplada a un grupo particular de receptores y a un grupo particular de proteínas blanco. Las proteínas G están compuestas por tres subunidades proteicas-α, β y γ. La subunidad α tiene actividad GTPasica (hidroliza GTP a GDP). Las proteínas G se encuentran inactivas cuando tiene GDP unido a la subunidad α, en este estado se encuentra en la membrana como heterotrímero. Cuando un receptor es activado por un ligando, la subunidad α libera el GDP permitiendo que el GTP tome su lugar. Este intercambio provoca que el trímero se disocie en dos componentes activos: la subunidad α y el dímero βγ. Canal Iónico Proteína G Enzima Efectora Segundo Mensajero Fig.8. Mecanismo transduccional de señalización doble por acoplamiento a proteínas G. La unión del agonista al receptor puede activar al canal directamente mediado por proteínas G, o indirectamente mediados por segundos mensajeros (AMPC) activando una enzima efectora como la Adenilato ciclasa 24 Ahora estos dos componentes pueden interaccionar con proteínas blanco, como pueden ser canales o enzimas, ya sea activando o inhibiendo su función (Alberts, et al., citado por Sánchez, et al., 2004). (Fig. 8). Se ha mostrado que el receptor a canabinoides está asociado mediante proteínas Gi/o a varios efectores, la unión del ligando canabinoide al receptor (CB1 ó CB2), en la mayoría de las células se ha visto acoplamiento a la enzima Adenilato Ciclasa (AC). Esta enzima cataliza la conversión de ATP en AMP cíclico (CAMP), aumentando la cantidad del CAMP en el interior de la célula. El receptor de canabinoides, a través de la subunidad α de Gi/o inhibe la AC y por lo tanto disminuye el CAMP intracelular y ello constituye una señal de inactivación de efectos biológicos (Childers y Deadwyler, 1996). 25 Fig. 9 Mecanismos intracelulares acoplados a la activación de los receptores CB1 a nivel de las células nerviosas. (Modificado de Mechoulam, et al 1994 citado por Fernández.). Entre otros acoplamientos receptor-efector canabinoide, tenemos los acoplados a canales de K+ mediado por el dímero βγ de Gi/o. Se tienen evidencias que el receptor canabinoide esta acoplado a través del dímero βγ de Gi/o a canales de K+ independientes de voltaje. Estos canales son rectificadores entrantes (Kir), principales responsables del mantenimiento del potencial de reposo (Fig. 9) (Mackie, et al., 1995). La unión de los canabinoides a su receptor activa los canales de K+ que contribuyen a facilitar la salida de potasio de la célula dificultando la restauración del nivel basal (efecto inhibitorio) (Fig. 10). De forma similar a lo descrito en las terminaciones nerviosas del sistema nervioso central recientemente se ha demostrado que los canabinoides pueden inhibir también los canales de Ca2+ tipo L en la musculatura lisa de las arterias, lo que se correlaciona con el papel vasodilatador que pueden tener estos compuestos (Howlet y Mukhopadhyay, 2000). 26 CANABINOIDES Figura 10. Acoplamiento del receptor de canabinoides a través de proteínas G. (Modificado de SEIC, 2002). Con tan diversos efectos farmacológicos producidos por ambos receptores, no sorprende que estos muestren un acople a múltiples efectos sistémicos. La activación del receptor CB1 se demostró que afecta la producción de cAMP, canales de Ca+2 dependientes de voltaje, actividad de protein cinasa activada por mitógeno y canales de K+ (Pertwee, 1997). A diferencia del receptor CB1, la activación del receptor CB2 se ha mostrado que altera solo la liberación de cAMP y activación de protein cinasas activadas por mitógenos (Bovaboula, et al., 1996). 6. Distribución de los receptores a canabinoides. Los dos receptores canabinoides identificados por clonación molecular tienen una distribución tisular particular: el receptor CB1 se expresa principalmente en el cerebro, médula espinal y sistema nervioso periférico (nivel presináptico en terminales nerviosos simpáticos), pero también está presente en ciertos órganos y tejidos como glándulas endocrinas, leucocitos, 27 bazo, corazón y partes del aparato reproductor (próstata, útero y ovario), urinario y gastrointestinal (Galiegue, et al.,1995; Ishac, et al.,1996; Pertwee, 1997). Mediante la aplicación de diferentes técnicas autorradiográficas y de estudios inmunohistoquímicos se ha descrito de forma detallada la distribución de este receptor en el cerebro de rata (Herkenham, et al., 1990; Mailleux y Vanderhaeghen, 1992; Tsou, et al., 1998) (Fig.11). De esta forma, la mayor densidad de receptores CB1 se encuentran en los ganglios basales (sustancia nigra, globo pálido, núcleo entopeduncular y caudado-putamen lateral), capa molecular del cerebro y ciertas partes del hipocampo (región CA3 del asta de Ammón y capa molecular del giro dentado). La densidad de este receptor es más moderada en las capas I y IV de la corteza cerebral, mientras que en escaso número de receptores se encuentran en el hipotálamo, tallo cerebral y médula espinal (Tabla. 4). Fig. 11. Corte sagital de cerebro de rata adulta que muestra la distribución de receptores CB1 (1, caudado-putamen; 2, globo pálido; 3, núcleo entopeduncular; 4, sustancia nigra; 5, cerebelo; 6, hipocampo; 7, corteza cerebral). (Modificado de SEIC, 2002) Tabla. 4. Distribución de los receptores CB1 y de los endocanabinoides en diferentes regiones del cerebro de rata. (Modificada de Bisogno, et al., 1999 citado por FernándezRuiz). 28 Región cerebral Anandamida 2-araquidonilglicerol Receptor CB1 Cuerpo estriado +++ ++++ ++++ Mesencéfalo ++ ++ ++ Tallo cerebral ++++ +++++ ++ + ++ +++++ Hipocampo +++ +++++ ++++ Estructuras límbicas ++ ++++ ++ Corteza cerebral + ++ ++ Diencéfalo + + +++ +++ ++++ ++ Cerebelo Médula espinal Anandamida (pool/g tejido): + (<20); ++ (20-40); +++ (40-60); ++++ (60-80); +++++ (>80). 2-araquidonilglicerol (nmol/g tejido): + (<3); ++ (3-6); +++ (6-9); ++++ (9-12); +++++ (>12). Receptor CB1 (fmol/mg tejido): + (<250); ++ (250-500); +++ (500-750); ++++ (750-1000); +++++ (>1000). En general, la distribución de los receptores CB1 se encuentran en estrecha relación con bastantes de los efectos farmacológicos que producen los canabinoides. Así, la alta densidad de receptores en ganglios basales se relaciona con los marcados efectos que estos compuestos ejercen sobre la actividad locomotora de los roedores (Little, et al., 1988). La presencia de CB1 en áreas hipocampales y corticales explicaría los efectos de los canabinoides sobre el aprendizaje y la memoria así como las propiedades anticonvulsivantes de los mismos. 29 Tabla. 5. Principales características de los receptores para canabinoides CB1 y CB2. (Modificado de Howlett, et al., 1995). Localización Ligandos endógenos Otros agonistas Antagonistas Mecanismo intracelular Receptores CB1 * sistema nervioso central * Terminales nerviosas periféricas * Testículos * Anandamida * 2-araquidonilglicerol * Virodamina * Noladin eter Canabinoides triciclicos y biciclicos: ∆9-THC, canabinol, canabidiol, CP55940, desacetillevonantradol. Aminoalquilindoles: WIN 55 212 SR141716 AM 630 AM 251 LY 320135 Inhibición de adenilato ciclasa Inhibición canales de Ca++ tipo N Inducción de genes de temprana temprana. Activación de la cascada MAP quinasas. Receptores CB2 * Células del sistema inmune * 2-araquionilglicerol * HU 308, JWH-133, el resto similar al CB1 pero diferente en estructuraactividad. SR 144528 * Inhibición de adenilato ciclasa. * Inducción de genes de transcripción temprana Por tanto, la baja densidad de receptores en el tallo cerebral, área que controla las funciones cardiovascular y respiratoria, explica la baja toxicidad y ausencia de letalidad de la marihuana. La distribución de los receptores CB2 es marcadamente diferente a la de los CB1. Los CB2 se expresan principalmente en células inmunes (linfocitos B y T y monocitos), bazo y amígdalas (Pertwee, 2002). Los receptores CB2 presentes en estos tejidos y células parecen ser los responsables de las propiedades inmunosupresoras de la marihuana. (Tabla. 5). 7. Sistema cardiovascular y los efecto del ∆9-THC. 30 El aparato cardiovascular es un sistema de transporte que tiene como fuente de energía, o bomba, al corazón, un circuito cerrado de tubos (vasos sanguíneos), y como vehículo a la sangre. De ahí que las funciones del aparato cardiovascular están íntimamente ligadas a la sangre, la cual no podría realizar sus funciones si no circula constantemente en todos los tejidos del organismo. La función primordial del corazón es generar la presión suficiente para que la sangre circule en forma continua por todo el sistema vascular. La eficiencia del corazón depende de una onda de excitación seguida de la contracción de millones de células cardiacas, las que siguen un patrón secuencial desde las aurículas a los ventrículos. La actividad coordinada del corazón esta determinada por las cuatro propiedades básicas de los tejidos cardiacos: excitabilidad, automatismo, conducción y contractilidad. Estas propiedades están desarrolladas en grado variable en los diferentes tejidos cardiacos. (Sánchez, Navarro, Ferrer, 2004). En base a la importancia funcional del sistema cardiovascular y que estos presentan proteínas de membrana como son canales iónicos y receptores; macromoléculas tan importantes para la excitación cardiovascular, se convierten en blancos o dianas de drogas utilizadas en la terapéutica como los antiarrítmicos, o fármacos que producen efectos adversos (arritmias cardiacas) (Sánchez, Navarro, Ferrer, 2004), un ejemplo más de estos fármacos serían los canabinoides, los cuales alteran las funciones normales de este sistema reportados en citas anteriores. El ∆9-THC puede inducir taquicardia (Pérez-Reyes, 1999) e incrementa el rendimiento cardiaco, con incremento en el trabajo cardiaco y demanda de oxígeno (Tashkin, et al, 1977), puede producir también vasodilatación periférica, hipotensión ortostática (Hollister, 1986; Benowitz, Jones, 1975) y reduce la agregación plaquetaria (Formukong, et al., 1989). 31 Esta bien reconocido que los canabinoides producen efectos cardiovasculares in-vivo. En humanos, los efectos cardiovasculares mas consistentes tanto por fumar marihuana como por la administración intravenosa (I.V.) de ∆9-THC son vasodilatación periférica y taquicardia (Dewey, 1986). Estos efectos se manifiestan en un incremento en el rendimiento cardiaco, incremento en el flujo sanguíneo y cambios variables en la presión sanguínea. 8. Efectos mediados por receptor. Con el descubrimiento en 1992 de la anandamida, primer endocanabinoide, se cuestionó si este poseía la actividad cardiovascular similar a ∆9-THC. Encontrándose que la anandamida administrada vía i.v. en ratas anestesiadas con uretano, provoca una respuesta de presión arterial trifásica (Varga et al., 1995) similar a la reportada para ∆9-THC (Siqueira et al., 1979). La primera fase consiste en una caída precipitada en la frecuencia cardiaca de tan solo pocos segundos de duración. Estos efectos se supusieron mediados por el nervio vago, por lo que para ver el efecto de la anandamida, previamente se les seccionó bilateralmente el nervio vago a nivel de la región cervical o se les pretrató con Metilatropina (Varga et al., 1995). La fase dos se caracteriza por un marcado componente presor que no es revertido por antagonistas al receptor CB1 y este persiste incluso en ratones knockout a receptores CB1 (Jarai et al., 1999), este efecto presor puede ser debido a vasoconstricción de ciertos lechos vasculares como el bazo (Wagner et al., no publicado). La tercera fase y más importante es el efecto hipotensivo de la anandamida asociada con bradicardia moderada que dura de 5-10 minutos. El hallazgo de que R-metanandamida un análogo de anandamida, metabólicamente estable, causa hipotensión y bradicardia similar pero más prolongada elimina la posibilidad que los efectos de anandamida sean mediados indirectamente por sus metabolitos (Abadji et al., 1994; Kunos et al., 2000). 32 En humanos, la ingestión aguda de ∆9-THC normalmente produce taquicardia (Kanaki, et al., 1976). Sin embargo, el uso prolongado en humanos así como la administración crónica en la mayoría de los modelos animales produce hipertensión prolongada y bradicardia (Benowitz, et al., 1975; Lake, et al., 1997). Efectos similares han sido reportados en respuesta a la administración aguda de los endocanabinoides anandamida y 2-AG (Járai, et al., 2000; Varga, et al., 1995). La introducción en 1994 del primer antagonista selectivo para el receptor CB1, el N-(piperidin-1-yl)-5-(4-clorofenyl)-1(2,4-diclorofenyl)-4-methyl-1H-pyrazole-3-carboxamida (SR-141716); (Rinaldi-Carmona, et al., 1994), permitió que estas respuestas fueran caracterizadas. La activación de CB1 por ciertos canabinoides sintéticos puede causar una profunda y prolongada hipotensión (Lake, et al 1997), lo cual pone de manifiesto la posible participación del sistema endocanabinoide en estados patológicos asociados con hipotensión, tales como las variadas formas de choque hipotensivo existentes. De forma particular, se ha reportado que el antagonista SR-141716 inhibe o restaura la hipotensión asociada con choque hemorrágico (Wagner, et al., 1997), endotoxémico (Varga, et al., 1998) y cardiogénico (Wagner, et al., 2001) y también la hipotensión que acompaña la cirrosis hepática avanzada (Bátkai, et al., 2001; Ros, et al., 2002). También existe evidencia que en estas patologías los endocanabinoides derivados de macrófagos y plaquetas incluyendo anandamida y 2-AG, son responsables de la activación de receptores sensibles al SR-141716 (Bátkai, et al., 2001; Ros, et al., 2002; Varga, et al., 1998; Wagner, et al., 1997; Wang, et al., 2001). Estudios recientes indican que anandamida puede producir vasodilatación a través de diversos mecanismos distintos al mediado por la activación de receptor vascular CB1 (Hillard, et al., 2000; Kunos, et al., 2002), incluyendo la activación del receptor vaniloide TRPV1 en las terminales nerviosas sensoriales (Fig.12)(Zygmunt, et al., 1999). De particular interés es un 33 nuevo sitio de acción endotelial que, similar a CB1, esta acoplado a proteínas Gi/Go y es inhibido por SR-141716 pero no interactúa con otros agonistas o antagonistas de los receptores CB1 o CB2 (Ho, et al., 2003; Ja´rai, et al., 1999; Mukhopadhyay, et al., 2002; Offertáler, et al., 2003). Una situación similar puede existir en el corazón, donde los efectos inotrópicos negativos de los canabinoides incluyendo anandamida pueden ser mediados tanto por los receptores CB1 (Bonz, et al., 2003) como por un mecanismo sensible a SR-141716 que no involucra a los receptores CB1 (Ford, et al., 2002; Bátkai, et al., 2004). Recientemente se ha propuesto que los efectos hipotesivos producto del choque endotóxico bacteriano (ChEB) es debido a la disminución de la contractilidad cardiaca, lo que provoca una disminución en el volumen latido y en el gasto cardiaco. La baja en la contractilidad es tan marcada que la disminución en la presión arterial cae paralelamente a un incremento en la resistencia periférica. Este patrón hemodinámico de disminución primaria en la contractilidad cardiaca es similar a lo reportado en varios estudios recientes tanto en animales anestesiados y conscientes (Hock, et al., 1997; Miura, et al., 2000; Pacher, et al., 2002; Palacios, et al., 1998) lo que confirma una modulación compleja del sistema endocanabinoide en la funcionalidad cardiaca. Otra importante contribución en la regulación del sistema endocanabinoide en el corazón fue proporcionada por Wagner, et al., (2003). Este grupo de investigadores mostraron evidencia que sugiere que el bloqueo de los receptores CB1 iniciando 24 Hrs después de un infarto al miocardio tiene un efecto letal en la función cardiaca, mientras el uso de un agonista canabinoide no selectivo previene la hipotensión y reduce la disfunción endotelial, a pesar de que la presión del ventrículo izquierdo y la presión diastólica este elevada. Esto sugiere que los canabinoides y el sistema endocanabinoide pudieran ser importantes elementos en la terapia pos infarto de miocardio (Hiley y Ford, 2003). 34 Anandamida Endotelio Unión comunicante Músculo liso vascular Endotelio Nervio Simpático Anandamida Anandamida Nervio Sensorial Figura 12 . Esquema que muestra el posible mecanismo de vasodilatación producido por anandamida. El mecanismo incluye una vía de relajación endotelial acoplada a un nuevo receptor endotelial a canabinoides (CBx) acoplado al factor hiperpolarizante derivado de endotelio (EDHF). B, Activación (+) de canales de K+, inhibición de canales de Ca++ e interacción con receptores CB1. Liberación de CGRP desde terminales nerviosas sensitivas acopladas al receptor vaniloide (VR) y reducción de la liberación de noradrenalina (NA) por inhibición presináptica de los nervios simpáticos.(Modificada de Randall, et al, 2004). 9. Efectos independientes de receptor. Varios autores han reportado que tanto los canabinoides como los endocanabinoides pueden producir sus efectos de forma independiente de los receptores CB. (Venance, et al., 1995) mostró que anandamida inhibe la permeabilidad de las uniones comunicantes en astrositos, un efecto que no es afectado por agonistas específicos de CB1. Los canales iónicos son otro de los blancos más importante del efecto directo de ∆9THC, de los endocanabinoides anandamida y 2-AG y de canabinoide sintético WIN. En miocitos aislados de aorta se reporto que anandamida, metanandamida y WIN disminuye la corriente de los canales tipo Kv, con un característica inhibición dependiente de tiempo. Este efecto es similar al descrito para los ácidos grasos poliinsaturdos y es 35 presumiblemente causado por la unión directa de los canabinoides a la proteína del canal (Bossche y Vanheel, 2000). En 1993 el grupo francés de M. Lazdunski mostró que el ácido araquidonico y otros ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga tales como el ácido decahexanoico, produce un bloqueo al canal de potasio Kv1.5. La acción inhibitoria de estos ácidos grasos se hace evidente cuando son aplicados extracelularmente no así cuando son incluidos en la solución de la pipeta de registro, lo cual se interpreto como que la unión de estas moléculas a estructuras externas del canal era la responsable de su efecto (Honore et al, 1993). Posteriormente se reporto que THC, anandamida y varias N-acil-etanolamidas (NAEs) inhiben directamente a otro miembro de la subfamilia de canales de potasio voltaje dependientes, el Kv1.2 (Poling, et al, 1996). Utilizando una interesante aproximación experimental, estos autores encontraron que el tratamiento de rebanadas de cerebro de rata con fosfolipasa D (PLD) producía la liberación de una sustancia bloqueadora de canales de potasio, indicando que anandamida u otra sustancia similar puede ser sintetizada in situ por la acción de PLD. Muy recientemente se mostró que los fosfoinositidos, el ácido araquidonico y anandamida son capaces de regular la inactivación en varios canales de potasio activados por voltaje (Kvs). Estos autores sugieren que estos efectos de anandamida y el ácido araquidonico producen un rápido cierre de los canales Kv induciendo alteraciones conformacionales en la región del filtro de selectividad. Es importante señalar que en las células cardiacas, se expresan diversos tipos de canales iónicos, siendo los canales de potasio los mas numerosos y diversos. Sin duda es importante profundizar en el conocimiento sobre los efectos directos e indirectos que los canabinoides tienen en los distintos tejidos cardiacos tratando de ofrecer alternativas terapéuticas para las distintas patologías de este importante órgano. 36 VI. Discusión. Está claro que el descubrimiento del sistema endocanabinoide en humanos ha intensificado la investigación en este campo, teniendo aproximadamente 650 artículos publicados en Medline-listed Journals en le 2001, comparados con aproximadamente 250 en 1986 (Grotenhermen, 2003). Esto se hace notorio debido a que el sistema endocanabinoide juega una función importante en la transducción de señales de células neuronales, siendo la anandamida al parecer un compuesto inhibitorio del sistema nervioso central. Como ya se ha mostrado por diferentes autores el mecanismo de acción de los canabinoides es complejo, no solamente involucra activación e interacción de receptores canabinoides, si no también activación de receptores vaniloides, influencia de la concentración de canabinoides, su actividad antioxidante, interacción de metabolitos con otros componentes, bloqueo de canales iónicos y muchas otras. Como se ve el marco de referencias es amplio, habiendo mucho por aprender acerca del papel fisiológico de ligandos naturales para receptores CB, tomando en cuenta los efectos a largo plazo del uso de cannabis y poniendo énfasis para resolver algunos hallazgos controversiales sobre farmacocinética de los canabinoides. El uso prolongado por muchos milenios como droga para recreación, religión y propósitos medicinales, en recientes décadas se acompaña para investigar en diversas disciplinas. Es importante cuidar, no desviar el efecto medicinal de la marihuana al campo desagradable del diseño de drogas sintéticas aditivas, ya que mucha gente que sufre de severas enfermedades tiene a la marihuana como un remedio benéfico. Cuidando lo anterior se ganaría terreno a favor de la no prohibición del uso de la planta y el estigma de cannabis como droga recreativa y aditiva, ya no serían obstáculo para su utilización terapéutica legal, con lo que sus efectos 37 psicotrópicos y circulatorios, y más efectos benéficos encontrados serian tratados sin ningún impedimento. Es importante centrar la investigación en la separación de efectos psicotrópicos aditivos, de los terapéuticos benéficos, entre otras cosas, teniendo en cuenta también los efectos secundarios nocivos (secuelas). Por lo que estudios clínicos ejecutados y designados con propiedad, son necesarios para verificar experiencias anecdóticas y los resultados de pequeños estudios sin control, y así vencer la incertidumbre y el escepticismo. Los efectos cardiovasculares de los canabinoides y en particular de los endocanabinoides son complejos, sus blancos moleculares precisos son diversos y sus contribuciones relativas son inciertas. Además, las acciones en tejidos aislados no son necesariamente trasladadas a la situación de un animal íntegro. In vivo las respuestas parecen ser dependientes de las condiciones experimentales. Sin embargo es muy importante identificar los blancos claves; por ejemplo ¿pueden las acciones vasculares ser mejor definidas considerando nuevos receptores canabinoides? Considerando la acción cardiovascular de endocanabinoides, ¿hasta que punto son canabinoides o vaniloides? Estas y otras preguntas están para ser contestadas en un futuro inmediato con nuevas investigaciones. VII. Perspectivas. En atención a lo ya investigado y viendo la implicación tan diversa en las funciones del organismo, del sistema endocanabinoide, como son coordinación motora, aprendizaje, antinocicepción, control de emociones, desarrollo neuronal así como la mediación de diferentes procesos a nivel cardiovascular e inmunológico, abre la posibilidad de desarrollar compuestos farmacológicamente activos. 38 Siendo en este trabajo de interés lo referente a efectos cardiovasculares: 1. En donde se hará una tipificación de los efectos de los canabinoides sobre las corrientes iónicas de músculo cardiaco. 2. Investigar, haciendo un enfoque particularizado del efecto sobre las corrientes iónicas de los canales de K+, ya que estas juegan un papel importante sobre la génesis de la fase 1 (Ito) y duración del potencial de acción cardiaco; atribuyéndosele además aumento en la amplitud de la corriente (Ikur), la que podría jugar un papel importante en la génesis de arritmias auriculares (Li, et al., 1996. Citado por Sánchez., 2004). Teniendo resultados de lo anterior abriría la posibilidad de desarrollar fármacos activos, que pudieran ser útiles en el tratamiento de patologías cardiacas. Siendo la perspectiva del éxito la valoración objetiva de la relación beneficio-riesgo (utilidad terapéutica frente a posibles reacciones adversas). 39 VIII. Bibliografía. Abel, EL. (1980) Marijuana: The first twelve thousand Years. Plenium, New York. Adams, R., 1942. Marihuana. Harvey Lectures 54, 168-197. Agurell, S., Halldin, M., Lindgren, J., Ohlsson, A., Widman, M., Gillespie, H. and Hollister, L. 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