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Transcript
orríaelaño2009.
Tras una excedencia de un par
de años en observación por parte
J del Ministerio de
A Sanidad, la, por
— e n t o n c e s , única
versión de toxina botulínica aprobada para uso estético, el Vistabel, popularmente conocido como bótox, reinaba tranquilamente como monarca absoluto antilíneas-de-expresión desde las
consultas médico-estéticas de todo el planeta, manteniendo a raya,
cada 6-8 meses -con la aprobación de las Autoridades Sanitarias- los síntomas de mal humor
en millones de entrecejos. Claro
que como todo Jefe de Estado,
contaba con opositores: los del
'partido' de la-arruga-es-bella
quienes, de cuando en cuando, a
través, sobre todo, de las revistas
y programas de sociedad y/o corazón, lanzaban (y lanzan) consignas en contra: -«Que si no-séquién se ha pasado»- o -«que si
aquella-otra tiene ahora cara de
asustada»-... En todo caso, la
calma era la tónica y el 'expediente' toxina-botulínica-para-usoestético parecía haberse archivado indefinidamente.
1
Febrero 2011: tras laaprobación
de dos 'nuevas' toxinas para uso
estético (Azzalure en septiembre
de 2009 y Bocouture en enero de
2011) el 'caso bótox' se reabre. Las
periodistas especializadas comenzamos a recibir un bombardeo de informaciones contradictorias («la toxina 'fulanita' es mejor». «Que no, que 'menganita' es
más pura» o «'zutanita' más segura y, además, sus efectos duran
más y son más naturales»...). Lo
cual, sumado a un escándalo cinematográfico, en formato mea
culpa público de varios (y conocidísimos) rostros del Star System
Hollywoodiense, como la ex
Friends Courtney Cox o la
mismísima Nicole Kidman.
ara acal lar rumores sobre
sus 'retoques',
ambas se han
visto 'obligadas' a confesar públicamente que habían recurrido al
bótox (e incluso, en el caso de Nicole a 'prometer' que no volvería
a inyectárselo). No es de extrañar,
por tanto, que la archifamosa
toxina haya vuelto al ojo del huracán informativo y proliferen
los rumores y preguntas. Se ha
polémica llegada de
famosa del mundo,
utoridades en bótox
"OXINA BOTULÍNICA
# Uj .
llegado a hablar de ¡sobredosis
de bótox!... Pero, mejor, vayamos por partes.
LAS'NUEVAS'
TOXINAS: NI
NUEVAS... NI
DISTINTAS
«Las tres toxinas botulínicas
aprobadas en España son tres
preparaciones o etiquetas comerciales de toxina botulínica
A, es decir, que se basan en la
misma sustancia activa», explica el Dr. Pedro Jaén, jefe del
Servicio de Dermatología del
Hospital Universitario Ramón y
Cajal y director del Grupo de
Dermatología Pedro Jaén (Madrid. Tel. 914 317 861), quien,
además, afirma: «nosotros trabajamos con las tres y en nuestra
experiencia no hay diferencias
entre ellas en cuanto a su empleo
clínico: no hemos apreciado ninguna ventaja o desventaja de
Azzalure y Bocouture sobre
Vistabel, ni en la efectividad ni
en el perfil de los efectos». No
es el único especialista que lo
asegura.
1 Dr. Ricardo
Ruiz. jefe de la
U n i d a d de
Dermatología
de la Clínica
Ruber y D i rector de la
Clínica Dermatológica Internacional (Madrid. Tel. 914 449 797), manifiest
tajante: «nosotros hemos probado las tres toxinas, y no hemos
visto diferencia alguna. Además, acabamos de presentar un
estudio comparando Vistabel
frente a Azzalure en las patas de
gallo y la conclusión del mismo
es que la seguridad y la duración
de ambas toxinas es superponible. Hay otros estudios publicados comparando las tres toxinas
que demuestran que desde un
punto de vista práctico, las tres
son igual de seguras y eficaces».
108
www.vogue.es
Uno de ellos, por ejemplo, es el
estudio comparativo independiente entre Vistabel, Azzalure
y Bocouture llevado a cabo por
el tándem de especialistas en
medicina estética formado por
las doctoras M a r Mira y Sofía Ruiz d e l Cueto.
os expertas
de impecable curriculum, fundadoras y directoras médicas de la
Clínica M i ra + Cueto (Madrid. Tel. 915 632
514). Mira y Cueto han llevado a
cabo un análisis clínico autofinanciado, cuya motivación partió, tal y como explican, de varios
hechos: «En primer lugar, nos
impulsó el que se estuviera hablando de nuevas toxinas cuando, en realidad, son medicamentos que llevan en el mercado (con
otros nombres y en otras especialidades distintas a la estética,
como la neurología o la oftalmología) hasta ¡20 años!, con lo que
nos parecía chocante que se les
diese el status de novedad». El
segundo motivo, explican, fue
que «pese a poseerse una amplia
experiencia hospitalaria de las
tres formulaciones y no haberse
detectado diferencias significativas entre ellas, hasta ahora, no
se habían contrastado las tres de
forma estandarizada en el mismo
paciente». La tercera razón: «a
raíz de la aprobación de Azzalure en 2009, lo mismo que está ya
pasando con Bocouture (desde
enero de 2011), se han publicado
multitud de informaciones sobre
supuestas ventajas e inconvenientes de unas toxinas sobre
otras, sin que la mayoría de las
mismas estuviesen respaldadas
por datos avalados científicamente. Tampoco hemos encontrado estudios amplios verdaderamente independientes, que no
hubiesen sido financiados o encargados por uno u otro de los
laboratorios fabricantes».
En definitiva, tal y como expone la Dra. Ruiz del Cueto: «Hemos querido estudiar a fondo la
actividad de los tres medicamentos para poder ofrecer conclusiones objetivas y rigurosas que nos
ayuden en nuestra actividad médica diaria, permitiendo aportar
a los pacientes respuestas en forma de datos científicos constatados». Para lograr una medición
objetiva y minimizar los posibles
márgenes de error, estas especialistas explican que en el estudio
se trató a cada paciente con dos
marcas de toxina en la misma sesión, cada una de ellas aplicada
en una mitad del rostro: «Aplicando solo una toxina por paciente, las peculiaridades de respuesta individual podían llevar a error:
la medición de las respuestas de
dos sustancias distintas bajo los
mismos condicionantes individuales (en un solo sujeto) resulta
más precisa». Así, durante seis
meses, trataron y observaron (en
'vivo y en directo', mediante fotos y vídeos en movimiento) la
evolución de 45 pacientes (mujeres y hombres de entre 20 y 65
I x:
.
.
m
¡Shhh! El Dr..
Jorge Soto,
coordinador del Grupo
de Dermatología de la
AEDV, revela que el
bótox en gel de uso
tópico será pronto
realidad: un laboratorio
de California ha logrado
«disminuir el tamaño
de las moléculas de la
toxina de forma que
pueden penetrar en la
piel sin necesidad de
invección».
cos\//:nc\ )\-uu;
1. CONTORNO
DE OJOS, DE
MEDIK8
(49 €, EN INST.).
2. BX
FINISHING
• UNES, DE
MESOESTETIC
(132 €, EN
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INHIBIT, DE
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INST).
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DE L'ORÉAL
PARIS
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5. ANTIARRUGAS
INSTANTÁNEO,
DEJUVENA
(50€).
JUVENA
años) que se sometieron voluntariamente al estudio y fueron tratados, combinando en cada uno
de ellos dos toxinas, en tres grupos: V i s t a b e l + A z z a l u r e ,
Vistabel+Bocouture
o
Azzalure+Bocouture, sin saber
cada cual qué marcas les habían
'tocado' para evitar posibles distorsiones por ideas preconcebidas
sobre las mismas.
La conclusión de dicho estudio es que «no hay diferencias
estadísticamente significativas
entre las tres toxinas en niguno
de los cinco parámetros evaluados: tiempo hasta el inicio de la
acción, dolor a la inyección, resultados, duración de los efectos y efectos secundarios», aseguran con los gráficos en la
mano las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto.
L
as únicas diferencias entre las tres
toxinas radican, según los
cinco expertos consultados, en cuestiones de formulación, precios y
conservación. «El 'ingrediente
clave' o principio activo base de
las tres fórmulas es igual: la misma toxina botulínica tipo A. Por
eso, aunque hay pequeñas diferencias de formulación en cuanto a, por ejemplo, ingredientes
conservantes o vehiculizadores
empleados, explica la doctora
del Cueto, tal y como demuestra
el estudio comparativo que hemos realizado, son muchísimo
mayores las similitudes en su
forma de actuación (tiempos,
efectos, duración, etc.) que sus
diferencias». Para explicarlo de
forma clara, Mar Mira recurre
a un sencillo ejemplo: «podríamos comparar el tema de las
distintas toxinas botulínicas de
uso estético con el de los medicamentos genéricos.
istabel sería
como la Aspirina, la marca
'madre' descubridora del
ácido acetilsalicílico como principio
activo analgético y Vistabel la de
la toxina botulínica tipo A para
atenuar las líneas de expresión».
Sanidad le concede al descubridor
la posibilidad de 'explotar' su patente en exclusiva durante cierto
número de años pasados los cuales
se liberaliza el uso de dicho activo.
Así, ahora, igual que se puede encontrar en farmacias genéricos de
diferentes laboratorios de ácido
acetilsalicílico, en las consultas
médico-estéticas y dermatológicas
se pueden encontrar distintas
'marcas' de toxina botulínica: «el
principio activo es el mismo (ácido
acetilsalicílico o toxina botulínica
tipo A). Solo difieren en los ingredientes empleados para proteger,
conservar y vehiculizar dichos activos base que pueden ser distintos,
pero no afectan a la pureza, efectos, etc.». Los expertos 'interrogados' están de acuerdo en otra cuestión: las posibles diferencias de los
efectos del tratamiento con cualquiera de las tres toxinas dependen, básicamente, de la experiencia y buena praxis del médico. En
palabras de la Dra. Virtudes
Ruiz. directora de las Clínicas VirtudEstética(Tel. 968 202158. Murcia): «Según mi experiencia tratando a pacientes con toxina botulínica desde 1997, los resultados no
radican en la marca sino en las dosis, las diluciones y, por supuesto,
la técnica de inyección de cada médico y las características de cada
piel y musculatura». •
M.R.R.
ííLos expertos coinciden: no importa
tanto la marca de toxina como la
pericia del médico que la inyecta
enracacay
no se me nota
«Cuando en ciertos medios se ha llegado a hablar
de 'sobredosis' de bótox, dice la Dra. Mira, está
claro que hay un gran desconocimiento al
respecto y mucho que aclarar desde las consultas
médicas especializadas». En realidad, el término
'sobredosis' se ha usado como metáfora (que
desfortunadamente ha podido suscitar una falsa
alarma) de lo que los expertos llaman
sobretratamiento «que no es otra cosa que un
calificativo que hace alusión a un paciente tratado
en exceso, con cualquier inyectable médicoestético». Todos podríamos citar algún caso,
¿verdad? Nicole Kidman, por ejemplo, acabó por
reconocer en público que se había pasado. Pero
no hace falta irse a Hollywood: mi amiga M. me
llamó al borde de las lágrimas tras su primera
incursión 'bótox': -«¡Mis hijos se ríen de mícuando
les regaño! Estoy enfadada y iino se me nota!!»-.
Porque, además de la 'buena mano' del médico,
resulta que hay personas a las que la toxina les
hace más efecto: «depende mucho de la fuerza y
disposición muscular, distintas en cada caso»,
explica la Mar Mira. Por suerte, su efecto es 100%
reversible (no dura más de 6 meses y su
'desaparición' se puede acelerar «forzando la
gesticulación de la zona reiteradamente») y
además se puede controlar porque como explican
las doctoras: «Este tratamiento no equivale sí o sí a
perder expresividad. Depende de cómo y cuánto
se aplique». Igualmente, con el afán de acabar con
falsas alarmas, aclaran que «es totalmente
imposible una sobredosis de toxina botulínica, en la
acepción real del término. No solo es absorbida y
eliminada por el organismo, sino que la dosis
máxima utilizada en medicina estética por paciente
es de 50 unidades.mientras que la dosis
considerada peligrosa se sitúa a partir de 2.500
unidades. En neurología se llegan a usar entre
600 y 800 unidades por sesión».
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