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Guía de la Hiperhidrosis
Barcelona, abril de 2006
Índice
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¿Qué es el sudor?
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¿Qué función tiene el sudor?
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¿Qué órganos regulan la sudoración?
………….
¿Qué es la hiperhidrosis?
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Causas que provocan la hiperhidrosis
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Diagnóstico de la hiperhidrosis
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Tipos de hiperhidrosis
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Consecuencias de la hiperhidrosis
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Tratamientos
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Tratamiento con BOTOX®
Otras aplicaciones terapéuticas y estéticas
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Mitos y realidades
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Guía de la hiperhidrosis
El sudor es un mecanismo natural que
poseemos los seres humanos para adaptarnos a
los cambios de temperatura y que supone una
gran ventaja adaptativa ya que permite realizar
una actividad independientemente de la
temperatura ambiental. Sin embargo, hay
personas que producen una cantidad excesiva
de sudor, este trastorno se conoce con el
nombre de hiperhidrosis y puede provocar
algunos problemas en el normal desarrollo de
nuestras vidas.
A pesar de no ser una dolencia muy conocida,
en España afecta ente un 1% y un 3% de la
población. Para su tratamiento existen diversas
técnicas que van desde tomar unas medidas
higiénicas básicas hasta la cirugía pasando por
el tratamiento con BOTOX® y los medicamentos
de uso tópico.
¿Qué es el sudor?
El sudor es un líquido compuesto por agua,
sales minerales y otras sustancias. En algunas
ocasiones también está formado por sustancias
aromáticas, ya que tras comer ciertos alimentos,
el sudor puede adquirir un determinado olor.
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Guía de la hiperhidrosis
¿Qué función tiene el
sudor?
La transpiración es una función natural del
cuerpo humano que ayuda a la
termorregulación corporal y permite eliminar
parte del exceso de calor al evaporarse de la
piel. Gracias a este mecanismo podemos
realizar cualquier tipo de actividad
independientemente de la temperatura exterior.
Esta capacidad de mantener la temperatura
constante es exclusiva de los mamíferos y de
las aves, el resto de los animales ven reducida
su capacidad de adaptar su temperatura
corporal y están sujetos a las variaciones del
ambiente. Además, el sudor también tiene la
utilidad de eliminar sustancias nocivas para la
salud.
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Guía de la hiperhidrosis
¿Qué órganos regulan la sudoración?
El cuerpo humano regula esta función mediante
el metabolismo y varios mecanismos
termorreguladores que ajustan los cambios de
calor y frío del organismo. Las encargadas de
producir el sudor son las glándulas sudoríparas
que, a su vez, están coordinadas por el sistema
nervioso simpático, que estimula o inhibe a las
glándulas sudoríparas según las necesidades y
el estado del organismo.
Existen dos tipos de glándulas sudoríparas,
distribuidas por toda la superficie corporal; las
ecrinas y apocrinas. Las ecrinas son las que
tienen más participación en la termorregulación
y se encuentran distribuidas por toda la piel
excepto algunas partes del cuerpo como los
labios o el conducto auditivo externo.
Contrariamente a lo que se puede pensar, las
zonas donde hay más glándulas de este tipo no
son las axilas, sino el dorso de la mano y la
yema de los dedos, donde podemos llegar a
tener hasta setecientas glándulas por centímetro
cuadrado. En todo el cuerpo disponemos entre
tres y cuatro millones de estas glándulas,
capaces de producir cerca de 600 mililitros de
sudor por hora si son sometidas a altas
temperaturas, aunque en deportistas de alto
rendimiento la cantidad puede ser mucho mayor.
Las glándulas apocrinas, por su parte, se
localizan en las axilas o periné y son las
responsables del olor corporal de cada persona.
Estas glándulas tienen relación con la
sudoración producida por causas emocionales
como la ansiedad o el estrés.
¿Qué es la hiperhidrosis?
La hiperhidrosis puede definirse como un
fenómeno en el que se segrega una cantidad de
sudor anormalmente superior al requerido para
el balance térmico normal. Este exceso está
provocado por una sobreactividad de las
glándulas sudoríparas ecrinas, principalmente de
las palmas de las manos, las plantas de los pies,
las axilas o la cara. En el 60% de los caso afecta
a palmas y plantas, y en el 30%-40% a axilas.
Esta enfermedad suele iniciarse en la infancia o
pubertad y normalmente dura toda la vida.
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Guía de la hiperhidrosis
Causas que provocan la hiperhidrosis
La causa de la hiperhidrosis no es conocida. En
un 30-35% de los caso hay algún antecedente
familiar lo que sugiere que pudiera existir alguna
causa genética. En un 60% de los casos, los
afectados son mujeres, por lo que también se
cree que puede tener relación con aspectos
hormonales.
Además, este trastorno se relaciona con una
hiperactividad de las fibras simpáticas y un
aumento de la respuesta periférica sudomotora.
Una alteración endocrina (por ejemplo un
hipertiroidismo), o en ocasiones, una
enfermedad del sistema nervioso central, pueden
también provocar la sudoración generalizada.
Diagnóstico de la hiperhidrosis
Existen, principalmente, tres métodos para diagnosticas la enfermedad.
Escala numérica
El propio paciente señala su grado de
sudoración en una escala del 1 al 10. Pese a
tratarse de un método totalmente subjetivo,
supone un punto de referencia a la hora de
evaluar la evolución de la enfermedad.
Valoración gravimétrica
Consiste en comparar un papel de filtro antes y
después de su aplicación en la zona a explorar.
El sujeto debe encontrarse en un ambiente de
baja humedad y la zona en cuestión debe estar
completamente seca.
Test del yodo-almidón
Es el método más utilizado en la práctica clínica
para detectar la hiperhidrosis. Consiste en
pintar la zona afectada, seca y limpia, con
povidona yodada (Betadine®), tras esto se deja
secar. Posteriormente se espolvorea almidón y
se espera a que la zona sude. Al sudar en
presencia del yodo, el almidón toma un tono
azul oscuro. De este modo, se puede visualizar
y delimitar más fácilmente las zonas de mayor
sudoración, ya que se verán más oscuras.
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Guía de la hiperhidrosis
Tipos de hiperhidrosis
Principalmente existen dos tipos de hiperhidrosis:
–
Hiperhidrosis Focal: Es la forma más
frecuente. Afecta a los pies, palmas y en un
30-40% a las axilas. Igualmente puede verse
afectada la cara. Dentro de este grupo también
se encuentra la hiperhidrosis gustativa que
afecta a la cara tras la ingesta de alimentos
picantes o condimentados.
–
Hiperhidrosis Generalizada: Afecta a toda la
superficie corporal. Es mucho menos frecuente
que la focal y suele ser provocada por la
existencia de otra enfermedad como una
infección, diabetes o enfermedades de
tiroides.
Consecuencias de la hiperhidrosis
A pesar de ser una dolencia con la que se puede
convivir, la enfermedad puede causar un
considerable estrés emocional, dificultando en
ocasiones la vida personal, laboral y social del
paciente. En los casos más graves el exceso de
sudor provoca que las personas se vuelvan
retraídas y rehuyan la actividad social evitando
situaciones donde necesitan entrar en contacto
con otros.
Además de los aspectos psicológicos, la
sudoración excesiva provoca que la ropa esté
húmeda y puede originar infecciones locales,
irritaciones o incluso mal olor.
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Guía de la hiperhidrosis
Tratamientos
Existen diversas terapias para paliar los efectos de la hiperhidrosis y que van encaminados a mejorar la
vida del paciente:
–
Medidas Higiénicas Generales
–
• Utilizar ropa de algodón, transpirable, y evitar
los tejidos sintéticos. Si es necesario,
cambiarse de ropa durante el día.
El paso por el quirófano es otra de las
alternativas existentes para tratar la
hiperhidrosis. La operación consiste en
seccionar nervios y ganglios de la cadena
simpática torácica para así disminuir la
transpiración. El resultado de esta operación
suele ser bastante satisfactorio, aunque
frecuentemente presenta un importante efecto
secundario. Se trata de la denominada
sudoración compensatoria, que sufre el 50%
de las personas operadas, y que hace que
aumente la sudoración en otras zonas del
cuerpo como la espalda o los muslos. Algunos
pacientes también pueden experimentar el
síndrome de “manos secas”, que requiere la
hidratación de las mismas una o varias veces
al día. Técnicas de relajación
• Usar calcetines de algodón y zapatos de cuero
con buena transpiración, evitando el calzado
de plástico y de goma.
• Ducharse una o dos veces al día con jabón
desodorante.
• Afeitarse el vello axilar.
• Evitar la ingesta de café, alcohol y especias
picantes.
• Si el sudor tiene olor desagradable, utilizar en
la ducha un jabón especial contra el olor.
–
Técnicas de relajación
Las técnicas de relajación, llevadas a cabo con
la ayuda de un profesional, pueden ser
eficaces en situaciones de estrés y en
hiperhidrosis emocionales. El psicólogo puede
ayudar a controlar este tipo de situaciones y
convertirlas en algo más llevadero.
–
Tratamiento farmacológico
Aldehídos
Su función principal es la de taponar los poros de
las glándulas sudoríparas. Tienen el
inconveniente de ser de corta duración y que si
se utilizan durante mucho tiempo, pueden
producir hiperpigmentación y sensibilización de la
piel.
Sales metálicas
Cirugía
–
Tratamiento con BOTOX®
Se trata del tratamiento más novedoso para
combatir la hiperhidrosis. Su eficacia se ha
visto probada desde hace aproximadamente
10 años. La toxina botulínica, el famoso
BOTOX® que se emplea para tratar otras
enfermedades como la distonía o para fines
estéticos con el nombre de VISTABEL®,
ofrece una alternativa segura eficaz y sencilla
a tratamientos quirúrgicos y una opción más
para aquellas personas resistentes a
tratamientos tópicos.
Se trata de una solución alcohólica que se aplica
a la noche sobre la piel seca y se retira por la
mañana. Es frecuente su uso en las axilas, pero
puede producir irritación en la piel.
Iontoforesis
Consiste en introducir, en la zona a tratar, una
sustancia en los tejidos mediante corriente
eléctrica a través de un medio acuoso.
Fármacos sistémicos
Existen diversos tipos diferentes de fármacos
sistémicos para tratar la hiperhidrosis. Pueden
ser efectivos para episodios repentinos de
hiperhidrosis o en situaciones de estrés o
hiperhidrosis emocionales. Sin embargo, tienen
el inconveniente de poder producir algunos
efectos secundarios más o menos graves.
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Guía de la hiperhidrosis
Tratamiento con BOTOX®
Las personas tratadas con Toxina Botulínica de
Tipo A experimentan una disminución de la
sudoración del 60% y los efectos comienzan a
percibirse entre las 24 y 48 horas posteriores al
tratamiento, alcanzando la máxima respuesta a
los siete días. La duración media de los efectos
es de cuatro a seis meses a nivel axilar, y llega
incluso a ser de nueve a diez meses y a veces
un año. Asimismo, las reinyecciones para el
tratamiento de las hiperhidrosis focales tienen
efectos semejantes a la primera inyección, y los
resultados son, por lo tanto, reproducibles.
Incluso en ocasiones el segundo tratamiento
presenta una eficacia superior en algunos
pacientes. Estas reinyecciones se pueden repetir
indefinidamente.
Por otro lado, los efectos secundarios del
BOTOX® para tratar la hiperhidrosis son casi
insignificantes. Debido a que el BOTOX® es una
proteína, existe un pequeño riesgo de que
aparezcan leves síntomas del tipo de la gripe y
que suelen desaparecer en pocos días. En la
hiperhidrosis palmar, el único efecto secundario
destacable es la pérdida de fuerza en el
movimiento de la pinza, aunque siempre es leve
y reversible en el plazo de entre dos y ocho
semanas.
El BOTOX® mejora significativamente la calidad
de vida de las personas con sudoración excesiva
y evita el uso de técnicas quirúrgicas agresivas
no exentas de riesgos y efectos secundarios más
o menos importantes.
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Guía de la hiperhidrosis
Otras aplicaciones terapéuticas y estéticas del
BOTOX®/VISTABEL®
Las inyecciones de Toxina Botulínica es una de
las técnicas más empleadas para el tratamiento
de enfermedades relacionadas con
contracciones involuntarias de músculos de todo
el cuerpo, como el blefaroespasmo, el espasmo
hemifacial, la distonía cervical, la distonía
laríngea y la espasticidad. Los beneficios de la
terapia son numerosos: incluyen mejoría en la
ambulación, mejoría en la posición del paciente
confinado a silla de ruedas, mejoría en pacientes
afectados por espasmos y mejoría en la facilidad
de extender el brazo o la rodilla.
Actualmente, la Toxina Botulínica Tipo A,
BOTOX®, está autorizada en España para
tratar, además de la hiperhidrosis axilar otras
enfermedades como:
–
Blefaroespasmo (trastorno de movimiento
localizado que afecta a los músculos que
controlan el movimiento de los párpados).
–
Espasmo hemifacial (espasmos o temblores
impredecibles e involuntarios que contraen los
diferentes músculos de una parte del rostro) y
distonías asociadas.
–
Distonía cervical idiopática.
–
Espasticidad del pie equino en niños afectos
de parálisis cerebral.
–
Tratamiento de la espasticidad de mano y
muñeca tras AVC (Accidente Vascular
Cerebral).
Además, desde febrero de 2004 la Toxina
Botulínica tipo A está autorizada en España para
tratamientos estéticos, con el nombre de
VISTABEL®. En estos casos, reduce la
contracción muscular exagerada que causa las
arrugas glabelares o del entrecejo, relajando los
músculos implicados en su aparición.
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Guía de la hiperhidrosis
Mitos
Realidades
La hiperhidrosis tiene relación con una higiene
deficiente.
Se desconocen los motivos exactos por los que
aparece esta enfermedad, pero en ningún caso
es por la falta de higiene.
La hiperhidrosis causa mal olor corporal.
Este olor es provocado por las bacterias que
pueden aparecer si el sudor permanece en la
piel durante un largo tiempo.
El sudor tiene siempre el mismo olor.
Tras comer ciertos alimentos, el sudor puede
adquirir determinado olor.
El sudor se produce tras realizar esfuerzos
físicos o en días muy calurosos.
Situaciones de estrés, ansiedad o ciertas
comidas picantes o muy calientes también
pueden provocar la aparición del sudor.
Sudamos de forma parecida a lo largo de
nuestra vida. Los niños y los ancianos sudan
menos que los adultos.
La razón hay que hallarla en el grado de
madurez de las fibras del sistema nervioso
simpático que regula las funciones del sudor.
La parte de nuestro cuerpo que más suda
son las axilas.
Las zonas con mayor profusión son el dorso
de la mano y la yema de los dedos.
La hiperhidrosis afecta más a los hombres que a
las mujeres.
El 60% de los afectados son mujeres.
La hiperhidrosis afecta más a las personas
nerviosas.
Se ha demostrado que es una alteración
orgánica y no psicológica, pero que puede
causar problemas emocionales.
La hiperhidrosis no puede ser tratada.
Existen diversos tratamientos eficaces para
tratar este trastorno.
El tratamiento con BOTOX® pierde eficacia
tras el primer tratamiento.
El tratamiento con BOTOX® puede tener graves
efectos secundarios.
Las inyecciones con BOTOX® se pueden
repetir indefinidamente sin que se produzca
ninguna disminución en su eficacia.
Sólo existe un pequeño riesgo de que aparezcan
efectos secundarios, y en cualquier caso leves.
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