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Otorga créditos para la recertificación profesional Guía práctica para la farmacia en salud bucal Módulo 3 Guía practica para mantener el aliento fresco Tercera entrega del curso que brindará guías en las principales problemáticas de la salud bucal. Acompañando la cuarta entrega (dosis 208, junio 2013), el cuestionario de evaluación. Por Dr. Vicente Aránguiz F. * Halitosis. Una de los problemas mas frecuentes a nivel de la boca junto a las caries y a la enfermedad periodontal es encontrar personas que sufren de mal aliento, también denominado mal olor bucal o halitosis. Esta problemática puede afectar hasta a un 50% de la población, al menos una vez u ocasionalmente. Esta afección puede constituir una significativa limitación social y o psicológica. Junto con esto, también hay un 25% de las personas que lo pueden manifestar en forma severa y crónica, lo cual puede ser expresión de otra patología. Es importante destacar que hay un 16% de los pacientes que pueden sufrir de una pseudo halitosis o halitofobia. El mal aliento puede deberse en algunos casos simplemente a la ingesta de ciertos alimentos o presentarse inmediatamente después de despertar en las mañanas. En este caso es debido a que el flujo de saliva disminuye durante la noche, lo cual favorece el crecimiento de bacterias. La halitosis se caracteriza por la emisión de un aliento con un olor desagradable u ofensivo, que la mayoría de las veces no es detectado por la persona que porta esta afección, pero sí fácilmente percibida por las personas del entorno cercano. El mejor instrumento para detectarlo es la nariz, a través de la evaluación directa del aire emitido o expirado (evaluación organoléptica o hedónica). Otro método es raspando la superficie dorsal de la lengua con algún elemento, como cotonetes de algodón o con una cuchara y posteriormente olerlo. Cepillo con limpiador lingual. Hábitos. Las causas de la halitosis son complejas y se pueden clasificar como extrínsecas e intrínsecas. En las causas extrínsecas, el habito de fumar o tabaquismo, el consumo de alcohol y la ingesta de ciertos alimentos como ajo, cebolla Limpieza de la lengua. y especies. Este tipo de mal aliento es el más fácil de controlar, restringiendo el consumo de estos alimentos. En las causas intrínsecas, sólo el 10% responde a una etiología sistémica o general y aproximadamente el 90% es de origen intra-oral o bucal. La halitosis se produce principalmente por la acumulación de residuos alimenticios que son degradados por bacterias anaeróbicas de la boca, mediante un proceso de putrefacción. Esto origina una serie de emanaciones de compuestos volátiles sulfurados, como metil mercaptanos y anhídrido sulfuroso. La intensidad del mal aliento esta directamente relacionada con la cantidad de mercaptanos volátiles en el aire exhalado por la boca. Existen múltiples sitios en la boca donde los residuos pueden acumularse o donde puede haber putrefacción, entre éstos: lengua, dientes o espacios interdentarios, bolsas periodontales, amígdalas y faringe. Entre todos, la lengua es considerada la principal fuente de mal olor en personas sanas, debido a los depósitos bacterianos que se depositan allí, específicamente en la superficie dorsal y posterior de ésta. También se describen otras posibles fuentes de mal aliento, como las tonsilitis, la descarga nasal posterior causada por infecciones como la sinusitis o pólipos nasales, algunas afecciones a los pulmones del hígado y las diabetes mellitus no controlada. Adicionalmente, se describen patologías como carcinomas del tracto respiratorio superior y carcinomas de pulmón y de hígado, que también generarían compuestos cetónicos y anhídrido sulfuroso que producen mal olor. Tratamiento casero del mal aliento. Las estrategias de control y tratamiento se basan en cuatro principios: 1. Reducción de la carga bacteriana. 2. Reducción de la disponibilidad de nutrientes o residuos. 3. Conversión de los vapores o gases de los mercaptanos volátiles a no volátiles. 4. Enmascarar el mal olor. Para reducir la carga bacteriana en forma mecánica lo primero es el cepillado de la lengua o raspado de ésta con instrumentos especiales. Se puede realizar varias veces al día o junto con el cepillado de los dientes. Este procedimiento puede reducir en un 75% los mercaptanos volátiles. Lo segundo es el cepillado dental junto con la limpieza interdental con cepillos interdentales e hilos. Desde el punto de vista de control químico, el uso de enjuagues bucales con agentes anti bacterianos ha demostrado gran efectividad en el control temporal de las bacterias. Entre los agentes más usados está la clorhexidina al 0,12% para ser usada de 10 a 14 días como máximo, para evitar los efectos secundarios de su uso (manchas en los dientes, sabor metálico en la boca y aumento del sarro). Para usar en forma constante como mantención se utiliza el cloruro de cetil piridinium al 0,05 y 0,07%, el triclosán más copolimero, el agua oxigenada, aceites esenciales y el lactato de zinc. En relación a la disminución de nutrientes y residuos, es importante reducir o controlar la ingesta de alimentos que contengan: ajo, cebolla y condimentos o especias como el curry, y, sin duda, el tabaquismo. Para la conversión de los mercaptanos volátiles en no volátiles se utilizan soluciones con Zinc y uno de los compuestos mas usado es el lactato de Zinc. Para enmascarar el mal olor, el uso de saborizantes, como las mentas en todas sus variedades, son altamente efectivos. Finalmente, es clave destacar que una buena higiene bucal diaria, incluyendo el cepillado lingual y la limpieza interdentaria, son la mejor forma de prevenir y controlar el mal aliento. * Asuntos Científicos Colgate Cono Sur.