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Gerencia Técnica
SAC, la vaca, el equipo de ordeña y la calidad de la leche
Conferencia de Hans Dalsgaard
Director de Investigación y Desarrollo de SAC
La primera condición para una buena ordeña es que el sistema de ordeño responda a
un buen diseño y que su mantenimiento sea de manera tal que el sistema opere
siempre en forma óptima.
Buen diseño significa que el sistema proporcione una posibilidad óptima de ordeñar en
forma rápida y gentil. Esto habrá de permitir una elevada producción y un nivel de
infecciones bajo.
Los fabricantes de máquinas de ordeño no pueden garantizar los factores que
intervienen en el mantenimiento y en el uso del sistema de ordeño.
El fabricante de máquinas de ordeño sólo puede intentar de influir sobre el usuario en
este respecto ofreciendo un buen esquema de servicio y proporcionando la información
técnica apropiada acerca de la importancia del funcionamiento óptimo del sistema de
ordeño, cómo éste afecta a la vaca y cómo debe ser empleado.
En la fábrica nos encontramos siempre intentando mejorar la máquina de ordeño. El
trabajo de desarrollo es planificado cuidadosamente y naturalmente, éste tiene un
objetivo. Desde el inicio de las máquinas de ordeño, la meta ha sido producir una
máquina de ordeño que trate bien a la vaca y a la leche.
La máquina de ordeño de hoy en día ha sido diseñada para dar el máximo de holgura a
los factores que influyen sobre la salud de la ubre. Aparte de la gestación, la mastitis es
el factor más importante que influye sobre la economía de la producción lechera.
Tal como lo mencionamos anteriormente, no es solamente la máquina de ordeño misma
la cual influye sobre la mastitis, sino que en gran medida, la forma en que ésta es
empleada. Las principales causas de la mastitis son las siguientes:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Las fluctuaciones del vacío
El vacío excesivo
La deficiente operación de la función de pulsación
Las pezoneras desgastadas
La ordeña en seco
La deficiente higiene de ordeño
La rutina de ordeño deficiente
Debe lograrse una adecuada apreciación de la relevancia de estos factores mediante un
eficiente y bien planificado esfuerzo de información.
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Hay muchas iniciativas para implementar estos esfuerzos, no solamente introduciendo
nuevos y mejorados componentes al mercado, pero también proporcionando a los
usuarios información cuidadosamente planeada acerca de la operación, el
mantenimiento y el empleo de la máquina de ordeña. Estos dos últimos puntos son los
más importantes, y también los más difíciles de distinguir por parte del usuario.
Estos tres aspectos, la OPERACIÓN, el MANTENIMIENTO y el EMPLEO de la máquina
de ordeño serán examinados en forma colectiva más adelante.
Sin embargo, antes de adentrarnos en este examen, intentemos dar una mirada a los
parámetros que indican el estado de la vaca.
La salud en el establo es difícil de medir, uno de lo mejores parámetros es el recuento
de células somáticas en el hato.
El desempeño óptimo de una vaca depende de su bienestar, el cual se expresa de muy
buena manera por su recuento somático.
Así tenemos que el recuento somático no sólo es un indicador de la salud de la ubre
sino también del bienestar general de la vaca.
El recuento somático es una medida del número de células por ml de leche. Las células
consisten en parte de células de tejido descartadas y en parte de linfocitos. Si la vaca
se encuentra bien de salud, el recuento somático será bajo, desde 50.000 hasta
150.000.
Si la vaca contrae mastitis, el recuento habrá de aumentar, especialmente si la infección
tiene como resultado una condición séptica. Esto tiene como resultado el rechazo de
una gran cantidad de células de tejido y el número de linfocitos habrá de aumentar
dramáticamente. El recuento de células somáticas en la glándula infectada puede
encontrarse en varios millones.
Si el conteo somático del hato se encuentra bajo 200.000, la salud de las ubres está en
orden. Dentro del rango de 200.000 hasta 500.000, la salud de las ubres está
fluctuando. En este punto es conveniente examinar si todo se encuentra de la manera
que debiera.
Los recuentos somáticos del hato excediendo de 500.000 demandan un examen rápido
y meticuloso de todas las condiciones de producción tales como la alimentación, higiene
de los establos, el sistema de ordeño y el método de ordeño.
Antes de introducirnos en el tema del sistema de ordeño y su influencia sobre la vaca,
debe mencionarse brevemente uno de los factores más importantes, aparte del sistema
de ordeño, que asegura la buena salud de la vaca.
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2.
Alimentación buena y variada
Buenas condiciones de gestación
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3.
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Buenas condiciones de estabulación
Un buen sistema de ordeño
Una adecuada rutina de ordeño
1.
La alimentación debe estar en orden, ambos en términos de volumen y de su
composición. Una alimentación insuficiente resultará en una menor producción, y
si se mantiene durante períodos largos, la vaca se debilitará, debido a que los
nutrientes para la lactación habrán sido extraídos del cuerpo en su mayoría.
Estos se cumple particularmente en lo referente a las sustancias minerales, lo
cual puede conducir a daños permanentes.
La alimentación excesiva también puede ser dañina; las vacas pueden ser
empujadas de manera tal que su sistema gastrointestinal es destruido.
Ambas situaciones anteriores reducen la resistencia de la vaca, por ejemplo, a la
mastitis, lo cual redundará en un aumento del recuento somático.
Una alimentación no balanceada, con un elemento único está bien por un período
breve, pero a través de un período extenso, pueden ocurrir síntomas de la falta
de uno o varios nutrientes. El resultado será una disminución en la producción,
una menor resistencia y, entre otras cosas, mastitis.
2.
Las condiciones de la gestación deben ser las mejores prácticamente posibles. A
menudo ésto es un problema. De preferencia, debería haber un ternero por vaca
al año.
3.
También, las condiciones de estabulación deben ser muy buenas. Ambos el
clima y la limpieza ejercen una gran influencia sobre la salud de la ubre. Mientras
menor es la limpieza de los establos, más bacterias habrán sobre la piel del
pezón y por lo tanto, mayor es el riesgo de mastitis. Todas las bacterias
causantes de mastitis se han originado a partir de bacterias que han penetrado a
través del canal del pezón. Hay muy pocos casos en que las bacterias han sido
transferidas a la ubre desde la sangre. Por lo tanto, es importante limitar el
número de bacterias sobre la piel del pezón lo más posible, mediante establos
limpios así como también mediante una higiene de la ubre efectiva y meticulosa.
4.
Hay varias circunstancias que pueden ocasionar que las bacterias penetren a
través del canal del pezón:
a.
b.
c.
Si la vaca se ha pisado sus pezones
Las bacterias que se desplazan por sí mismas
Las fluctuaciones de vacío
Si la vaca se ha pisado sus pezones, a menudo el canal del pezón es dañado de
manera tal que las bacterias encuentran un acceso fácil a la ubre.
Algunos tipos de bacterias, por ejemplo, las bacterias coliformes, tienen una
tendencia de ascender por sí mismas a través del canal del pezón, aunque el
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canal del pezón no se encuentre dañado. Así, con el canal del pezón además
dañado, ya sea por las razones anteriores o debido a su extraversión, las
bacterias encuentran un acceso mucho más fácil a través del canal del pezón.
Si el extremo del pezón se encuentra en buenas condiciones sin ningún tipo de
extraversión, las bacterias sólo pueden penetrar hacia arriba con dificultad. El
esfínter que rodea el canal del pezón habrá de bloquear el acceso.
Aunque algunas bacterias cuentan con la habilidad de penetrar hacia arriba a
través del canal del pezón por sus propios medios, no hay ninguna duda que las
fluctuaciones de vacío a nivel del extremo del pezón constituye la principal razón
del traslado de las bacterias hacia adentro de la ubre.
El esfínter que rodea al canal del pezón puede mantenerlo cerrado hasta que su
fuerza es sobrepasada. La fuerza que se requiere para ésto difiere de vaca en
vaca y ejerce una gran influencia sobre la ordeñabilidad de la vaca. Mediante
una diferencia de presión entre 8 y 15 kPa, la leche habrá de salir del pezón. La
diferencia de presión requerida varía de acuerdo con la resistencia del esfínter.
Siendo que la leche puede escurrir hacia afuera con esta diferencia de presión,
también el aire podrá fluir en la dirección opuesta a aproximadamente la misma
diferencia de presión. Esto significa que debemos intentar reducir estas
fluctuaciones de vacío a menos de 8 - 15 kPa. En otras palabras, las
fluctuaciones de vacío deben mantenerse al menor nivel posible. Este ha sido
uno de nuestros objetivos en nuestro trabajo en SAC durante los últimos 5 a 6
años. A través de investigación y experimentos orientados hemos intentado
mantener las fluctuaciones de vacío reducidas a un mínimo absoluto.
Este trabajo ha resultado en un colector con dimensiones levemente modificadas.
El objetivo de reducir las fluctuaciones también se logró. Con este colector es
posible mantener una tasa de infecciones más reducida y así reducir las
incidencias de mastitis.
Sin embargo, hay muchos otros factores que determinan si una infección tiene
como resultado una mastitis. Dependiendo del tipo de bacteria del cual se trate y
de la resistencia de la vaca en cuestión.
Sin embargo, las tasas de infección disminuyen al reducirse las fluctuaciones de
vacío.
A fin de mantener las fluctuaciones del vacío a este nivel bajo es una necesidad
absoluta contar con buenas condiciones de vacío en el sistema fijo. Esto se
aplica al vacío de ordeño así como también al vacío de pulsación. Ambos niveles
deben ser constantes. A fin de asegurarse de que lo son, el sistema de ordeño
debe cumplir con los requisitos mínimos estipulados en el estándar ISO 5707
para capacidad de bomba, así como también con los requisitos de
dimensionamiento e instalación de las líneas de leche y vacío.
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Además de estos requisitos, el sistema debe mantenerse en buenas condiciones
de operación. El nivel de vacío del sistema de ordeño debe mantenerse en forma
estable por medio del uso de un regulador de vacío de buena calidad, el cual
debe ser inspeccionado regularmente y limpiado siempre que sea necesario. Un
vacío excesivo es duro para la vaca y se sentirá como un dolor, en especial
cuando la ubre se ha vaciado. Este dolor o incomodidad tiene como resultado
que la vaca no entregará la leche en forma adecuada; en otras palabras, el
efecto de la hormona oxitocina es restringido.
Para que la ordeña sea suave y gentil también es necesario contar con una
unidad de ordeño en la cual el pulsador regula que la pezonera opere en forma
adecuada.
En Dinamarca, así como también en otros países, este es un aspecto muy
olvidado; hay demasiadas vacas ordeñadas con una unidad de ordeño que
causa dolor e irritación para que las vacas permitan que las ubres se vacíen
completamente. Ya sea un sistema de ordeño a tarro pequeño o una sala de
ordeño pequeña o de gran tamaño, la exigencia de un ordeño rápido y suave es
que la unidad de ordeño trate adecuadamente los órganos lecheros de la vaca.
Hay demasiadas ocasiones en que se ven pulsadores defectuosos o pezoneras
viejas.
5.
Otro factor de gran importancia para la salud de la ubre es el ordeño en seco. Se
puede evitar el ordeño en seco mediante un buen ordeñador que conoce sus
vacas, o si la unidad de ordeño se encuentra equipada con controles automáticos
que extraen el colector al terminar el flujo de la leche. Hay muchos países donde
las unidades de ordeño se encuentran equipadas hoy en día con extractores
automáticos de pezoneras (ACR). En un comienzo sólo se empleaban en salas
de ordeño, pero en los últimos 5 a 10 años también se han popularizado en
sistemas de ordeño en establo que no cuentan con una sala de ordeño
propiamente tal.
Los retiradores automáticos ofrecen tantas ventajas que sin lugar a dudas se
habrán de implementar ampliamente, en especial donde los hatos superan las 15
o 20 vacas. No es solamente cuestión de ordeñar el máximo número de vacas
por hora hombre, sino evitar lo más posible el sobreordeño. Al mismo tiempo
ofrecen la gran ventaja que a cada vaca se le da su propio tiempo estándar de
ordeño, ya que la unidad de ordeño es retirada siempre en el mismo momento,
sin importar quién realice el ordeño.
El retirador automático de pezoneras ofrece tantas ventajas que su uso habrá de
difundirse ampliamente.
Es posible ordeñar 50 o 60 vacas por hora hombre. Debe haber tantas unidades
de ordeño de manera tal que siempre haya una disponible y lista para ser
colocada. Esto habrá de eliminar las pausas en las cuales el ordeñador se pueda
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tentar de ayudar al retirador automático a extraer las unidades de ordeño. Hoy
en día, la gran mayoría de las vacas pueden ser ordeñadas con retiradores,
siempre que sea el retirador automático y exclusivamente el retirador automático
quien extraiga la unidad de ordeño.
Si no es posible ordeñar hasta secar a una vaca mediante el retirador, será
necesario ayudarla, y será necesario ayudarla todos los días, por lo que habrá
que desconectar el retirador en estos casos.
Cuando el ordeñador no se ve obligado a vigilar cuando termina la ordeña de la
vaca, ahora puede concentrarse plenamente en la parte más importante del
proceso del ordeño, la PREPARACION. A fin de obtener una elevada producción
es necesaria una buena preparación de la vaca. La preparación debería
estimular a la vaca de manera tal que la ubre se vacíe lo mejor posible. Muchas
personas creen que cuando la vaca ha sido preparada habrá de entregar toda su
leche, pero se equivocan. El aspecto más importante no es la preparación en sí
misma, sino que el lapso de tiempo entre el inicio de la preparación hasta que se
coloca la unidad de ordeño. Este intervalo no debe ser muy prolongado. La
hormona de la leche es efectiva por un período de 6 a 9 minutos.
La bajada de la leche comienza casi inmediatamente con el inicio de la
preparación, luego de 20 a 30 segundos. Si la vaca está recién parida, la unidad
de ordeño debe colocarse lo más rápidamente posible a fin de evitar una presión
interior excesiva en la ubre. Esta presión es incómoda para la vaca y ella habrá
de restringir la bajada de leche debido a la hormona.
Si se trata de vaciar completamente de toda la leche en la ubre de una vaca de
alta producción, el tiempo de bajada debe emplearse en forma óptima. Por
ejemplo, si tenemos una producción diaria de leche de 24 kg, la vaca debe
producir 12 kg por ordeño, a un promedio de producción de 3 kg/min, en el caso
de una vaca con entrega de leche rápida y de 1,5 kg/min en el caso de una vaca
lenta en su bajada de leche. Si el intervalo entre la preparación y la colocación
se hace muy largo, el tiempo disponible para el vaciado de la ubre se acorta aún
más. El resultado es que la vaca aparece como habiéndose vaciado, ya que no
queda más leche en la ubre y sus cavidades. ¿Pero cuál es la situación arriba en
la ubre? ¿Cuánta leche queda aún ahí? Si la vaca ha sido preparada en forma
adecuada y la máquina de ordeño se colocó inmediatamente después de la
preparación, se habrá de lograr la mejor vaciada de la ubre, y mientras más largo
sea el intervalo, más leche habrá de permanecer dentro de la ubre.
Con un preparación óptima, sólo quedará un 5% a un 8% de leche alveolar, es
decir leche sin bajar. Si el intervalo aumenta, también aumenta la cantidad de
leche sin bajar. Un ordeñador regular dejará sin ordeñar aproximadamente un 12
a 16% de leche alveolar.
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De haber un intervalo excesivo entre la preparación y la colocación, p. Ej. 4 a 5
min., no bajará entre un 20 a un 40% de la leche.
Los experimentos que conforman la base de las cifras anteriormente
mencionadas han sido llevados a cabo en los EEUU, en Rusia, en Alemania del
Este y en Dinamarca, así como también en otros países. Consiste de un
experimento muy simple y muy confiable. Se realiza de la siguiente manera:
primero se efectúa un experimento con preparación óptima, colocación inmediata
de la máquina de ordeño y extracción de la máquina cuando la vaca ha vaciado
toda su leche. Luego se le administra una inyección de la hormona de bajada de
la leche a la vaca, la oxitocina y se coloca nuevamente la máquina. En la última
ordeña, el volumen de leche corresponderá a un 6 - 8% de la cantidad producida
en la primera ordeña. Este experimento se lleva a cabo durante 8 días. Se repite
el mismo procedimiento durante 8 días, sólo que con intervalos diferentes. Con
un intervalo de 3 min., queda un 14 - 16% de leche alveolar. Durante los
próximos 8 días se puede continuar el experimento con intervalos aún mayores,
por ejemplo, de 4 o 5 minutos. Las semanas normales y las experimentales se
pueden alternar.
La preparación es y siempre será el aspecto más importante del ordeño, y no
menos importante será el intervalo entre la preparación y la colocación. No hay
ninguna duda de que cuando la producción diaria disminuye demasiado
rápidamente se debe a un intervalo excesivo así como también a intervalos
variables, entre la preparación y la colocación. Cuando la vaca se encuentra bien
alimentada y bien ordeñada habrá de mantener la producción diaria desde el
primer mes hasta el quinto mes. Por otra parte, si no se encuentra bien
alimentada y ordeñada adecuadamente, la producción diaria empezará a
disminuir a partir del segundo mes.
En los lugares donde se emplean retiradores automáticos, habrá de quedar
relativamente más leche en la ubre en comparación a los lugares donde el
ordeñador ayuda a la vaca a terminar la ordeña mediante stripping, ya sea
manual o de máquina. Habrá de quedar 0,1 a 0,2 litros de leche, esto es, 1% a
2% de la leche - nada en comparación a lo que queda en la ubre como producto
de una mala preparación.
El empleo de retiradores hace que la labor del ordeño sea mucho más fácil. No
hay que preocuparse de cuándo retirar la unidad de ordeño, ya que el retirador lo
hace cada vez en exactamente el mismo momento. La vaca estará relajada,
sabiendo que no habrá la dolorosa sobreordeña al final.
El retirador permite un ordeño de calidad y uniforme, y esto es necesario si se
desea una elevada producción y buena salud de la ubre.
Hasta ahora he mencionado algunos de los factores más importantes para obtener una
elevada producción de la vaca y una buena salud de la ubre.
a.
Un mínimo de fluctuaciones de vacío en la punta del pezón.
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c.
d.
e.
f.
g.
h.
No lavar los pezones.
Evitar los niveles de vacío excesivos.
Adecuada operación de los pulsadores.
Pezoneras de buena calidad en buen estado.
Retiradores con adecuado funcionamiento.
Adecuada preparación.
Correcta rutina de ordeño.
Los investigadores de la mastitis de muchos países han demostrado mediante
experimentos así como también en instalaciones normales de ordeña que los factores
anteriormente mencionados son de gran relevancia y que aún es necesario continuar
investigando y desarrollando en el tema.
En SAC, donde hemos producido máquinas de ordeño durante 50 años, hemos
destinado grandes inversiones hacia investigación y desarrollo.
En el futuro, los requerimientos sobre las máquinas de ordeño habrán de aumentar. En
SAC ponemos gran énfasis en estar en la delantera, ambos técnicamente y en términos
de calidad. Producimos de todo en cuanto a equipamiento de ordeño, desde unidades
de ordeño a tarro a salas de ordeño industriales de gran tamaño, y me agradaría
terminar mi presentación con algunas transparencias.
Muchas gracias por su atención.
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