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Aspectos locales del sufismo: la orden Sufi Naqshbandi en la Ciudad de Rosario
Lucía Amparo Emilia Salinas
UNR-Becaria doctoral CONICET
[email protected]
Palabras Claves: Sufismo
Prácticas religiosas
Contextos histórico-religiosos de la Ciudad de Rosario
En la presente comunicación abordaremos la presencia del sufismo en la Ciudad de
Rosario (Argentina). Dicho análisis se enmarca en nuestro trabajo de tesis doctoral que
apunta a conocer los procesos de individuación religiosa en tensión con las propuestas
institucionales de dos grupos religiosos de la ciudad: un grupo de budismo zen y una
orden sufí (Naqshbandi). En esta instancia trabajaremos las prácticas de esta última
agrupación en el contexto de la ciudad, haciendo énfasis en los aspectos que tornan
local una práctica de orígenes foráneos, tales como las vías por las que los sujetos se
introducen en esta vertiente del Islam: escuelas de yoga u otras prácticas algunas de las
cuales incluyen meditación; los contextos históricos religiosos que acompañaron la
conformación, y mantención en el tiempo de la agrupación; así como las formas en que
el grupo se presenta actualmente en la sociedad rosarina.
1.INTRODUCCIÓN
En esta presentación pretendemos presentar al grupo sufí de la Ciudad de Rosario
(Argentina) en la trama de las historias de los sujetos que lo conforman, en las vías
adoptadas para arribar a esta opción religiosa.
Adoptamos una perspectiva etnográfica, articulando el trabajo de campo con el análisis
conceptual, y trabajamos partir de observaciones participantes de reuniones de la orden
sufi Naqshbandi-Haqqani tanto en los dikr generales, como en las reuniones de mujeres,
actividades culturales, y reuniones religiosas especiales, así como a partir de la
realización de entrevistas a miembros y líderes del grupo.
La presencia de órdenes sufíes, entendidas como la mística del Islam, se despliega en
nuestro país de manera diversificada según es señalado por diversos autores de acuerdo
a una variedad de formas de interpretación y en relación al momento histórico social del
país.
Los primeros grupos sufíes en Argentina según indica Kerman (2007) particularmente en
el ámbito shií, estarían ligados al arribo de inmigrantes alawíes o nusayríes de Siria y
Líbano a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Un segundo momento en el
desarrollo del sufismo local, indica la autora, se produce cerca de la década del ’70 en
relación con los nuevos musulmanes, entendidos como argentinos sin ascendencia árabe
convertidos al Islam que buscaron allí un camino espiritual. No obstante, existen otros
grupos cuyos maestros, también de ascendencia árabe, estuvieron vinculados a partir de
viajes y de una formación transnacional a tariqas tradicionales de las que oficiaron como
muqadam locales hasta construir vías autónomas y grupos independientes, buscando una
adaptación para occidente de las formas del sufismo tradicional. Tal es el caso del Sheij
Alí Al-Husaini que desde la década del 70 estuvo relacionado primero a la tariqa de
Schoun y luego a la de Abdel Qader As-sufi para formar después su grupo autónomo con
sede en San Martín de los andes (Montenegro: 2011). Pero es en la segunda mitad de la
década del ’90 cuando se afirma la presencia de las turuq Jerrahi y Naqshbandi, de
origen turco, mientras subsisten otros grupos minoritarios (a veces de una sola persona)
de otras turuq (Kerman, op.cit).
Podemos decir que en nuestro país actualmente dos son las órdenes más importantes: la
Orden Yerrahí al Halveti1, y la comunidad Naqshbandi. Y es a fines de esta década
cuándo se produce una reconfiguración del Islam en el país2 y el “redescubrimiento” de
los musulmanes que, en nuestro país, se reafirmó con una creciente visibilización
institucional3. Actualmente en nuestro país existen numerosas asociaciones culturales y
religiosas musulmanas y mezquitas.
Según algunas clasificaciones, localmente podemos pensar en corrientes del sufismo
separadas del Islam, así como corrientes neo-sufíes, o según otra división corrientes
tradicionalistas o innovadoras (Kerman op.cit., Chinnici, 2009) o, en algunos casos, la
participación de algunas personas en algunos dikr sin acompañar esta participación con
otra práctica islámica (Salinas, 2011).
2.CARACTERES DE LA ORDEN NAQSHBANDI Y EL SUFISMO LOCAL
1
Los grupos Yerrahi y Jerrahi pertenecen ambos a la Orden Jerrahi y se crearon a raíz de una división del primero en dos
secciones por desinteligencias entre sus miembros. (Kerman, 2007)
2
Montenegro, 2009; Floreal, et. al. 2003
3
Montenegro op. cit. 2007.
La orden sufí presente en la Ciudad de Rosario es la Naqshbandi Haqqani (Naqshbandiyya
Haqqaniyya). La misma tuvo origen en Asia Central en el siglo XIV a partir de Muhammad
Bahauddan Uways al-Bukhari (Shah Naqshband) nacido en Bukhara (Uzbekistan), el cual
es considerado el 19º Gran Sheik. La misma tiene una orientación sunni en tanto
considera que la cabeza de la misma es Abū Bakr Al-Siddīq, quien fuera suegro y amigo
íntimo del Profeta Mohamad.
Los sufíes entienden que las primeras órdenes fueron conformadas a partir de los
compañeros del profeta, quienes habrían recopilado la mayor cantidad de hadices4.
Sostienen además la existencia de una Cadena Dorada de Transmisión Espiritual que se
componen con cuarenta santos hasta la actualidad. Cada uno de ellos fue considerado
Sultán ul Awliya de su época, rango del santo que posee el secreto del Santo Profeta. El
último de los cuales es Mawlana Shaykh Nazim Adil Al-Haqqani, actual líder de la
Naqshbandi, entre otras órdenes.
Mawlana Shaykh Nazim nació en Lárnaca, Chipre, el 21 de abril de 1922. Su linaje por
parte de padre tiene raíces que van hasta Abdul Qadir Gilani, fundador de la Orden
Qadiri. Su linaje por parte de madre asciende hasta Jalaluddin Rumi, fundador de la
Orden Mevleve. Por el lado de su padre recibió la Orden Sufi Qadiri, por el lado de su
madre recibió la Orden Mevlevi.
Las órdenes Naqshbandi-Haqqani están localizadas en todo el mundo, pudiéndose notar
cinco conjuntos de locales distribuidos en: Norteamérica: Canadá y mayoritariamente en
Estados Unidos. Europa: Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia, Suiza, Italia, Bosnia,
Portugal. Sur de África: República de Mauricio, Maulai, Namibia, Botswana, concentrados
mayormente en Sudáfrica. Y Latinoamérica: Concentrados especialmente en Argentina y
Chile, también presentes en Perú. Profusamente presentes en Indonesia y con algunos
locales en Pakistán, Bangladesh, Qatar, Ajman (Emiratos Árabes), Australia, Japón y
Chipre (donde reside Mawlana Shaykh Nazim).
En nuestro país encontramos dergahs5 Naqahbandi en las siguientes provincias y
localidades: en Buenos Aires (Capital Federal, Glew, La Plata, Chascomus, Olavarría y
4
Dichos y acciones del profeta que fueron recopilados por sus descendientes.
La dergah (literalmente “el lugar del umbral” referido a lo infinito, al Creador) es el lugar donde los murids
(discípulos) intentan repetir la vida de los primeros sufíes llevando una vida extremadamente simple de
trabajo y adoración a Dios. En ese sentido podemos pensar como dergahs estrictamente dichas las de La
Consulta en Mendoza y la de El Bolsón en Río Negro (www.nakshibendi.com).
5
Mar del Plata), en Santa Fe (Rosario y San Lorenzo), en Córdoba (Capilla del Monte, San
Esteban), en Río Negro (El Bolsón ) en Mendoza (La Consulta)6.
En nuestro país, esta orden se vincula desde el origen con otras prácticas. Así también
desde el propio inicio del grupo rosarino es posible observar una confluencia de prácticas
heterodoxas y podemos pensar que la misma dinámica del grupo se sustenta en la
multiplicidad de dichas prácticas.
La dergah de Rosario como agrupación independiente se inicia aproximadamente en el
año 1997 partir de un grupo de practicantes de tai chi chuan y como una derivación de
la de San Lorenzo7. A fines de los ’80 los practicantes de chai chi chuan, en esta última
localidad y entre los que había miembros rosarinos, se vuelcan a la búsqueda de un
camino espiritual, y toman contacto entre otros con las enseñanzas de la doctrina del
cuarto camino que difunde en occidente George Gurdjíeff8. Esta doctrina y su difusor
están vinculados con el sufismo, para los miembros de la Naqshbandi, en tanto Gurdjíeff
habría accedido al secreto del eneagrama, depositado en sus autoridades, a través de un
Gran Sheik de esta orden. Esta búsqueda los conduce a Mar del Plata (Argentina) donde
una parte del grupo toma iniciación en la Orden Naqshbandi.
El grupo de San Lorenzo junto con el sufismo comienzan a practicar danzas circulares9 y
algunos miembros del grupo son iniciados también en el taoísmo y en la escuela de yoga
Ananda Marga.
La misma conformación del grupo sufí rosarino presenta características heterodoxas, en
tanto se constituye a partir de diversas búsquedas y prácticas que son vividas como el
desarrollo de un camino preescrito que “debía” desembocar en el Islam y en el sufismo.
La orden local fue renovándose marcadamente desde sus orígenes. En el presente, la
constituyen hombres y mujeres cuyas edades se concentran entre los treinta y los
cuarenta y cinco años, la mayoría de ellos profesionales de clase media.
3.LA CONFLUENCIA EN EL SUFISMO
6
Información extraída de la página www.naqshbandi.com.ar.
Ciudad situada a 31 KM de la ciudad de Rosario. Con respecto al origen de la tariqa rosarina puede
consultarse “La orden Sufi Naqshbandi en el campo religioso de la Ciudad de Rosario” (Salinas, 2011)
8
George Gurdieff (1872-1949) fue un místico, filósofo, escritor y compositor armenio que introdujo las
enseñanzas del cuarto camino en occidente. Doctrina de orígenes múltiples: budismo, sufismo, hinduismo,
cristianismo ortodoxo oriental. Los primeros tres caminos son los del fakir, el del monje y del yogi, mientras
el cuarto se sustenta en la responsabilidad de una persona que vive (y no abandona como en lo otros tres ) el
mundo. Información extraída del sitio www.wikipedia.com
9
Psicoterapeutas gestálticos son los que pasan las primeras coreografías al grupo de danzas circulares.
7
La llegada al sufismo se da en la mayoría de los casos con conexión a otra u otras
prácticas del complejo alternativo de la ciudad. Muchas veces por una recomendación
personal de alguien. No hay en Rosario hasta el momento una difusión mediática amplia
del sufismo por lo que en general quienes no pertenecen (a la orden o quienes están
fuera de la red de prácticas alternativas) desconocen la existencia de la agrupación
religiosa.
La integración al grupo está mediada por pasos muy graduales, con trayectos de distintas
duraciones que podemos graficar como pasos hacia el sufismo y luego pasos hacia un
mayor compromiso con todas las prácticas rituales y conceptuales del sufismo. Todo este
proceso lleva para la mayoría de los miembros años. Esta gradualidad tiene sentido en
tanto se trata una religión no hegemónica en nuestro medio, y no libre de preconceptos
sociales negativos como ocurre en el caso del Islam. En este sentido las resistencias de
las propias familias, los comentarios y las miradas suspicaces recibidas en la calle ante la
vestimenta tradicional, son mencionadas como vivencias que dificultan, al menos en
algún momento, la definición en la participación religiosa.
Si bien los miembros en general venían recorriendo un camino de “exploración
espiritual” como ellos mismos entienden, a través de prácticas que incluyen tai chi
chuan, el dao in, la meditación zen (zazen) entre otras, biodanza, experimentación con
ayahuasca, hare Krishna, y consultas psicológicas transpersonales, hay algunas formas
que se repiten en los relatos de los miembros. Como pasos previo suele mencionarse
frecuentemente a las respiraciones holotrópicas, sobre todo hasta hace unos años.
Llevadas a cabo por un miembro sufí, las mismas fueron la puerta de entrada de
numerosos miembros que fueron personalmente convidados a asistir a los dikr, o los
seminarios de eneagrama realizados por sheiks sufíes argentinos y extranjeros. Estos
últimos eran y son la instancia de iniciación en el sufismo, donde se posibilita tomar
bayad10 y pedir un nombre como miembro iniciado en la Orden Naqshbandi. Otra de las
maneras mencionadas, es la invitación a las reuniones sufíes por parte de un profesor de
tai chi chuan de San Lorenzo, y de un psicólogo transpersonal, ambos sufíes.
Para el caso por nosotros abordado, la Ciudad de Rosario, podemos entrever dos vías
para llegar al sufismo, la más extendida es a la ya referida, que reúne a aquellos
exploradores de “prácticas espirituales”.
10
Las ceremonia de tomar bayad es para los miembros sufíes tomar compromiso con un maestro para el
seguimiento del camino espiritual sufí.
Toda esta circulación previa a la llegada sufismo y, en muchos casos la complementación
de esta participación con otras prácticas o disciplinas, puede pensarse en la lógica de la
new age (Montenegro 2008). Según Carozzi, la new age como movimiento está
“enraizado en una red de redes vasta y compleja, en su discurso y en su práctica
combina como direcciones de cambio tanto la transformación individual, como la
sacralización del self y la naturaleza, la sanación, la espiritualidad, la circulación, el
sincretismo, la liberación del cuerpo, y el anti-autoritarismo y la autonomía.” (Carozzi,
1999: 4). El complejo alternativo sobre el que la autora entiende se elaboran los
conceptos de la nueva era es definido como “una red internacional de individuos que
participan de manera intercambiable como consultores y consultantes; coordinadores y
participantes de talleres o work-shops; conferencistas y miembros de auditorios;
maestros y discípulos, terapeutas y pacientes de una amplia variedad de disciplinas y
técnicas nutricionales, terapéuticas, psicoterapéuticas, del movimiento corporal,
esotéricas, espirituales y místicas occidentales. A partir de su inclusión en una misma
red de usuarios y prestadores estas disciplinas han sido denominadas en su conjunto
sucesivamente “alternativas” y “complementarias”. (Carozzi, 1999: 4,5)
Otra forma de llegar, de concebir y de permanecer en el sufismo es entendiéndolo
como un camino de refinamiento espiritual de la previa pertenencia al Islam. Esta
situación es a la que adscribe la minoría, la cual entiende el sufismo como una expresión
islámica y a la que no puede realmente comprenderse si primero no se conoce
plenamente la doctrina islámica, en tanto el sufismo se trataría de la culminación de un
proceso imposible de aprehender si no se cuentan con esas bases. Esta opción puede
producirse a partir de fieles que en primera instancia se acercan al Islam o de fieles que
se acercan primero a la orden sufí, pero que la comprenden subsumida a un
ordenamiento mayor brindado por el Islam.
Estas características del campo local, podemos entenderlas históricamente como parte a
ciertos elementos intrínsecos al sufismo a los que ya se refería Geertz (1968) cuando
decía que el sufismo ha sido ante todo una expresión, que se repite en las religiones
universales, de la necesidad de convenir sus conceptos con la variedad de mentalidades
y multiplicidad de formas locales de fe, manteniendo una esencia identitaria11. Esta
11
Pinto (op. cit.) entiende que los sufíes fueron responsables por la islamización de lugares sagrados no
musulmanes, venerando figuras sagradas que eran compartidas con judíos, cristianos e hindúes, por lo que
sería erróneo atribuir un carácter panteísta a esa capacidad de convivencia ritual por parte de los sufíes, pues
característica histórica del sufismo de adaptabilidad a las realidades locales es referida
también por Pinto (op. cit.), y ello lo habría convertido en uno de los principales
vehículos de islamización de las poblaciones dentro y fuera de los imperios musulmanes.
Institucionalmente esto se ve reflejado en lo que manifiesta Burkhardt (2001) cuando se
refiere a la autoridad que tiene cada gran maestro para adaptar el método a las
aptitudes de una determinada categoría de hombres. Esta cualidad flexible del sufismo
lo constituye en nuestra realidad como una entidad de fronteras porosas en relación a
otras prácticas.
Esta flexibilidad que caracteriza a los grupos sufíes para adaptarse a los distintos
contextos culturales tiene un correlato por un lado en el fuerte reconocimiento de los
maestros como eslabones de la silsilah, como legítimos herederos de la aprehensión
esotérica, y por otro lado una fuerte necesidad de los grupos de ser reconocidos como
seguidores legítimos de sus maestros.12
4. “EN UN CAMINO ESPIRITUAL VERDADERO NO HAY PRESIÓN...”
En este sentido retomamos algunos elementos del complejo alternativo en el que se
enraíza la new age mencionados por Carozzi: la idea de autonomía y el rechazo a las
jerarquías de autoridad y las normas institucionales. Autonomía, entendida en este caso,
como la idea de que las agrupaciones con fuerte presión para la lealtad organizacional y
la ortodoxia en las creencias y el ritual pueden ser considerados en los límites del
movimiento.
La autonomía en el caso de los miembros sufíes es plasmado en la necesidad de los
miembros de no sentir presión en la participación, en la adopción de las prácticas y el
uso de ropas tradicional islámicas.
“(...)tuve que dejar pasar el tiempo y aparte ponerme en un punto como también a dejarme…a
darme permiso, de bajar con la exigencia de las prácticas porque, primero que no las podía
sostener y segundo que me estaba empezando como a exigir y cuando se convierte en una
exigencia pierde el sentido místico, ¿cuál era el gusto, hacer ejercicio?”13
en la perspectiva de estos los cultos no musulmanes eran realidad exotérica que ocultaban la “verdad
esotérica”.
12
Pinto (2010) entiende que las silsilahs cumplían una función de control de las tendencias antinómicas que
periódicamente emergieron del misticismo sufí en la historia islámica.
13
Mujer de 36 años, sufí desde hace cinco años
“ Y cuando algo es de verdad, o sea, en la religión no hay presión. Realmente en un camino
espiritual verdadero no hay presión, uno lo hace cuando lo siente, o sea, nadie te puede obligar
a creer. Quien te puede decir, Lucía, tenes que creer en esto. Hasta que vos no sentís, no hay
una apertura en tu corazón, no sirve, te das cuanta con el tiempo te das cuenta que no sirve.”14
“(...) noto que dentro de su rigidez, de su estructuración tan rígida como tienen, son los más
conscientes de ese respeto que te tienen que tener, de que si vos no querés ser rígida. Si vos
no te querés poner el pañuelo…y bueno, está bien, pero te lo tenés que poner!…bueno, pero no
me lo quiero poner, bueno, está bien. En cambio si vos vas a la Iglesia a la larga te hacen tomar
la comunión y yo no tomé la comunión y sé que en cualquier momento si sigo allá me van a
decir…vos tenés que tomar la comunión. Qué se yo, me pasa por ahí la cosa, que sé que quizás
vuelvan a intentar meterme en determinado dogma pero que no lo van a lograr porque no soy
dogmatizable, no soy adoctrinable.”15
Es sobre la variable de la pertenencia autorregulada que los miembros del grupo
fluctúan. Algunos de los “reguladores” mencionados que guían la forma de actuar en la
vida y que signan si el camino elegido es el correcto son la intuición que se supone
acrecentada a partir de la participación en el sufismo y actividades conexas, el “seguir
el corazón” o las manifestaciones oníricas. Lo que reúne a estas manifestaciones es que
quedan por fuera del control institucional ya que se tratan de experiencias subjetivas
que quien las vive es el único que tiene dominio y conocimiento de esas “sensaciones”,
de ese “sentir”, de esa “corazonada”. Si bien, luego las mismas serán encausadas en
términos y lógicas sufíes por el resto del grupo, la experiencia es única y no transferible.
Constituyéndose en un espacio de regulación autónoma individual.
“(...) Fijate que llamativo porque también a mí me produce una apertura en mi intuición como si
la ejercitara más, no sólo me resulta terapeútico entre comillas, sino que me despierta, me abre
más la intuición. (...) cuando estoy haciendo el eneagrama dos, tuve así la sensación, la
intuición de que iba a pasar algo en mi casa, en ese fin de semana, entonces me acerqué a
quien dirigía(...) Y él me dice que le ponga las protecciones, pedile al sheik que te de y poné del
lado de afuera de la ventana en tal lugar y en la parte de arriba de la puerta en tal lugar, arriba
del marco de la puerta.”
14
15
Hombre de 39 años, sufí desde hace con dieciséis años.
Mujer de 43 años, sufí desde hace seis años
Esta intuición es avalada por el hecho concreto de que intentan ingresar sin éxito a su
domicilio
El “seguir al corazón” suele presentarse en la forma de interpretación de
acontecimientos o elecciones. Subyace constantemente la idea que el corazón es más
fiable que la razón.
“(...)[hay una] estructura de práctica... una estructura, hay cuestiones que te enseñan…tienen
que ver con eso, pero si no hay corazón adentro, no te sirve. Sin corazón la estructura no te
sirve. Lo importante es que haya un corazón, ahí podés entender lo otro.
(...) yo siento que hay mucho corazón en este camino, desde el principio, sentís atracción,
eso me atrajo, no me importó el resto, sabía que venía que venía con una cosa armada, venía
con un librito de cosas, pero digo, no importa, como que sentís como cuando uno se enamora
después vienen un montón de cosas, pero al principio, viste, te lleva ese perfume, es así.”16
Los sueños ocupan un lugar muy importantes para los miembros del grupo sufí. La
actividad onírica provee materiales de los cuales muchos serán interpretados como
premoniciones o como confirmaciones del camino emprendido en el sufismo.
Son corrientes entre los miembros las narraciones de sueños en que aparece el maestro
de la orden, Mawlana Sheik Nazim, u otros que son entendidos como premonitorios del
camino sufí a seguir como es el caso de un miembro de la tariqa que soñó que entraba a
una tariqa sufi, u otro que soñó con una mezquita en el norte de África. Ambos
indicativos de que “la búsqueda” debía continuar por ahí. En ambos casos los sueños
fueron previos al conocimiento de la existencia de una tariqa en la ciudad.
Con qué dialoga la elección del sufismo para aquellos que lo adoptan? A partir de las
entrevistas realizadas a los miembros del grupo sufí, podemos entrever una cantidad de
miembros que entienden su práctica religiosa actual vinculada a huellas de la infancia en
las que la religión o los “comportamientos religiosos” dejaron “señales”, aunque la
fuente religiosa de las mismas no era islámica (sino católica o evangélica, según el caso)
y no tenía muchas veces una contrapartida práctica. Y reconocen esta rememoración
como un alimento para la práctica actual. En este sentido manifiestan,
16
Hombre de 39 años
“(...) el resto son todos cristianos, practicaron y listo, muy creyentes, muy fuerte la creencia,
sentí la transmisión por mi madre, por ahí, es muy espiritual, no sé si la iglesia, pero el
sentido de Dios lo tenía muy fuerte. (...) Como muy creyente, viste, de valorar, de agradecer.
Pedirle, de ser respetuoso. Esos valores que sentí de chico yo creo que me lo transmitió mi
madre a eso, ella estuvo a punto de tomar los votos de monja porque estaba en una escuela
pupila.”17
“Y mucho respeto por todo lo que sea el prójimo, una manera muy particular de ser y muy
diferente…mucho más silencioso, respetuoso, no se levantaba la voz, entre ellos se trataban
todos de usted pero con mucho cariño, mucho apego, mucha protección.
(...) L: Y eso, digamos, se heredó de tu familia materna?
Si, de convidar, de compartir, de nunca tirar nada eso es muy del Islam, yo después lo resignifico
y es muy del Islam, las miguitas del mantel era para darle a los pajaritos, es decir, no se tiraba,
como que siempre estaba el ciclo vital dando vueltas.
(...) Mi abuela materna y mi mamá. Si, el respeto a los animales, a la naturaleza, al átomo
(risas), en todo está Dios, y nunca yo tomé ninguna religión, jamás me inculcaron ninguna
religión, siempre una cosa muy abierta en cuestión…en cuanto a lo ideológico y la religión y en
lo político. ”18
“(...) Por eso creo que Dios me ha facilitado mucho las cosas porque esta última instancia yo
retomé una práctica [religiosa, en este caso evangélica que luego fui aplicada al Islam] que ya
existía en mi casa, no?19”
“Mi familia tanto como por parte de padre como de parte de madre no son religiosos, son todos
católicos pero no son practicantes, no he tenido un acercamiento religioso desde chica, si no más
bien, al contrario.
“(...) yo siempre sentí que tengo como una conexión, pero desde el punto de vista más
espiritual con Jesús, no desde el punto de vista bien teológico. Incluso leí unas cosas más del
Jesús místico, me engancha más esa parte siempre me enganchó más la mística que la
ortodoxia”20
En una sociedad de mayoría católica, las formas de ingresar al sufismo se desarrollan a
partir de analogías en general con el catolicismo, de valores e ideales, de hábitos y
17
Hombre de 39 años, sufí desde hace con dieciséis años.
Mujer de 43 años, sufí desde hace seis años
19
Hombre de 65 años
20
Mujer de 36 años, sufí desde hace cinco años
18
prácticas que se suponen compartidos. Una serie de elementos resuenan conocidos y
alcanzan un objetivo que se entiende internamente preestablecido: el sufismo.
5. CONSIDERACIONES FINALES
En este trabajo intentamos abordar las maneras en que los sujetos realizan la opción por
el sufismo en la Ciudad de Rosario, Argentina. Planteamos que por los caracteres de
porosidad del sufismo es útil pensarlo, en lo local, como formando parte de una red de
prácticas alternativas, que históricamente dio lugar a la new age. Dicha red incluye
formas medicinales y de ejercicio espiritual “alternativas”. Como la caracteriza
Carrozzi, por esa red de prácticas circulan los propios miembros ya sea como
compañeros, o especialistas y conductores de las mismas, alternando los roles. En el
caso local esto puede observarse con las danzas circulares, la medicina homeopática, la
biodanza, memoria celular, respiraciones holotrópicas, psicología transpersonal,
meditaciones, yoga, entre otras. En esta red, lo que anuda a todas estas prácticas y
participantes es que conforman el grupo sufí local. Este es el punto de reunión, el centro
en el que se cruzan las experiencias de estos sujetos. Esta pertenencia compartida se
sostiene y regula, para la mayoría, de manera individual en la medida que no trastoca el
principio de autonomía y las normas institucionales convivan con el compás que marca la
intuición y el corazón.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
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------------------ “Sufismo porteño. El caso del ‘Dergah de Murillo’. Buenos Aires,
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---------------------“Contextos
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del
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Modernidad, religión y memoria, Colihue, Buenos Aires
SALINAS, L. “La orden sufí Naqshbandi en el campo religioso de la Ciudad de Rosario” IX
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Plata.
Folletos de “Meditación masiva”
Cuadernillos elaborados por miembros de la Orden Sufi Naqshbandi de Rosario
“El sufismo en la Argentina” , diario La Nación, Sábado 05 de febrero de 2011
www.naqshbandi.com.ar
www.nakshibendi.com
www.sufilive.com