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ȼ.Ɏ. Ʉɪɚɫɧɢɰɤɢɣ Los verboides Esta denominaciɭn fue aplicada por Lenz a designar el infi nitivo, el gerundio y el participio de los verbos, a los cuales llamaba Bello derivados verbales, y otros gramáticos, Sweet y Cuervo, llaman sencillamente verbales. Otro gramático, Rafael A. Peña, los llama voces verbales, denominaciɭn que puede inducir a confusión con las llamadas voces del verbo. Lenz, que toma su verboide de verbid de Jespersen, considera su denominaciɭn no más ni menos bárbara que alcaloide, pues la terminación oide puede signifi car aquí algo parecido a un verbo. Da como defi niciɭn la siguiente: “verboides son aquellas formas verbales que no encierran en sí la expresiɭn de la persona del sujeto y que, si se agregan, a un nominativo sujeto, no forman con él una proposición separable, aunque contengan todos los elementos de un juicio completo”. La denominación propuesta por Lenz o es admitida por todos, pues supone una idea de semejanza o participación, que no existe en estas palabras, ya que son formas del mismo verbo. Por esta razón algunos gramáticos las llaman formas no personales. Otros autores llaman a los verboides «formas híbridas de la frase». Porque proceden de elementos de distinta naturaleza. En este artículo vamos a hablar de algunas formas verbales que no actúan como verbos en la oración. En primer lugar, de infinitivos (amar, dormir, pensar...); luego de los gerundios (atracando, declarando, resolviendo...). Nuestra intención, más que elucubrar sobre estas formas, es aclarar su uso correcto y, en algún caso, proponer su manejo incontrovertible. Los infinitivos Cuando preguntamos qué es un verbo, nos contestan que es la parte de la oración que indica acción, movimiento... Así también dice la Academia (Gramática, 266): «La afirmación, tan repetida por algunos gramáticos, de que el verbo es la parte más importante del discurso, no es verdadera en absoluto. Tan esencial como el verbo es el nombre, pues no puede haber oración gramatical sin la existencia de los conceptos, uno sustantivo, representado por el nombre, y otro atributivo, signofocado por el verbo... Y eso está bien... Luego, si pedimos un ejemplo de verbo, nos dicen amar, trabajar, comer, dormir... y eso ya no está tan bien, porque lo que expresa acción, pasión y movimiento no es propiamente amar, trabajar, comer, dormir, sino he amado, amaremos, trabaja, trabajan, trabajarías, come, comía, comeréis, dormí, dormiremos... El infinitivo es el nombre del verbo, es un sustantivo. Para Bello es el infinitivo uno de los tres derivados verbales que imitan al verbo en el modo de construirse con otras palabras. Y como derivado verbal tiene carácter sustantivo «que expresa el concepto del fenómeno correspondiente sin determinarlo en ningún sentido» (Lenz). Estas afirmaciones se puede comprobar con ejemplos. En la oración Leer enriquece el espíritu, el infinitivo leer es el sujeto de la oración y enriquece es el verbo..., por lo tanto, leer es un sustantivo. Recuerde Vd. que sustantivo es lo que puede actuar como sujeto o como objeto de la oración. En la oración A Patricia le gusta trotar, el verbo no es trotar, es decir, este infinitivo, es sustantivo. Le damos más ejemplos de oraciones con infinitivo. Observe que estos infinitivos no constituyen el verbo de la oración, sino que actúan como sujeto, como objeto, o como parte de ellos. Sujeto Verbo Objeto Pedro Vargas prefirió cantar Filosofar requiere rigor científico Su suegra propuso denunciarlo Avezar significa acostumbrar «Casi todos pocos sabemos sabemos querer amar». Pero Vd. podría controvertir nuestra teoría mostrándonos oraciones como los siguientes: Sujeto Verbo Yo quiero cantar Objeto rancheras, baladas y boleros Germán puede traducir ese texto Pulido El presidente va a descertificar ese país Chinton Batman y presenten salvar el mundo Robin Nos podría decir que los infinitivo están en la columna del verbo. Por lo tanto, sí sos vebos. Pues, no. Su argumento no nos convence. Observe que en la columna del verbo no están los infinitivo solos. Los verbos de estas oraciones no son cantar, traducir, descalificar, salvar, sino quiero cantar, puede traducir, va a descalificar y pretenden salvar. El verbo puede ser una sola palabra, pero puede y suele ser también una frase, un sintagma, en la cual hay como palabra básica e infaltable un verbo y además algún sustantivo, algún adverbio, alguna preposicion. En el sintagma va a descalificar, que es el verbo de uno de los ejemplos hay un verbo (va), una proposición (a) y un sustantivo (descertificar). También otros sustantivos, y no solo infinitivos, pueden ir en la columna del verbo, pueden formar parte de sintagmas verbales: lleva a cabo, hicieron su agosto, dio papaya, hizo el oso. Sujeto Verbo Objeto La superintendencia lleva a cabo una revisión del sistema Los vendedores de café hicieron su café en enero Fidel Castro dio papaya a los Estados Unidos Carlota hizo el oso ante el público Nos va a decir que agosto, papaya y oso no son parte del verbo sino objetos (¿qué hicieron? Su agosto; ¿qué dio? Papaya). Eso sería así si no estuvieramos haciendo figuras literarias con esas expresiones Hicieron su agosto es como se enriquecieron; dio papaya es como facilitó las cosas, como se rindió; hizo el oso es como hizo el ridículo o como desentonó... Finalmente, son frases que tienen el mismo manejo sintáctico de un verbo sí puede haber sustantivos, como cabo, agosto, papaya, oso y como cantar, traducir, descertificar, salvar y todos los demás infinitivos que Vd. quiera, pero por ello, cabo, agosto, papaya, oso, ni los infinitivos son el sí mismos verbos. En otras palabras, amar, tener, partir... son tan verbos como cabo, agosto, papaya... ¡Ya! Quizá por eso, la gramática no identifica el infinitivo como verbo sino como verboide. El infinitivo tiene una característica que lo hace parecer verbo: admite pronombre enclítico. Véalo en esta función. Traer + me = traerme supervisar + los = supervisarlos Venir + te = venirte escribir + os = escribiros Seguir + lo = seguirlo redescubrir + les = redescubrirles Abandonar + las = abandonarlas estrandular + me = estrangularme Esa característica, sin embargo, no convierte los infinitivos en verbos, pues tales formas solo son válidas en la oración si están precedidas de un verbo auxiliar, es decir, si forman parte de un sintagma verbal. Así, no es válido escribir: María supervisarlos, un sin verbo auxiliar, sino María tiene que supervisarlos, María ha de supervisarlos, María debe supervisarlos, María va a supervisarlos. Recuerde: 1. El infinitivo no es verbo sino verboide y, concretamente, sustantivo. Puede actuar como sujeto (Leer es agradable) o como (Juan sabe leer), pero no como verbo, salvo que forme parte de un sintagma en el cual haya un verbo auxiliar (Miguel va a leer el Quijote). 2. Conviene evitar la redacción de instrucciones en infinitivo (abrir el capó), sin un auxiliar (debe abrir el capó). El gerundio Lo primero que debe quedar claro es que el gerundio no es verbo, es verboide, pues no expresa acción. Observe los siguientes ejemplos: 1. Quinito Méndez canta merengues. 2. Quinito Méndez cantó merengues. 3. Quinito Méndez cantará merengues. 4. Quinito Méndez cantaría merengues. 5. Quinito Méndez había cantado merengues. 6. Quinito Méndez cantando merengues. Es evidente la diferencia entre las cinco primeras y la sexta. En las cinco primeras se expresa una idea esencialmente completa. En la sexta no se expresa ninguna idea, pues falta el verbo. A las cinco primeras se puede agregarles complementos circunstanciales: Quinito Méndez canta merengues, desde hace muchos años... Quinito Méndez cantó merengues en su último concierto... Quinito Méndez cantará merengues en el próximo programa de televisión... En el sexto ejemplo, también se pueden agregar circunstanciales, pero, ante todo y primero, hay que agregarle un verbo (lo resaltamos), Quinito Méndez está cantando merengues... Quinito Méndez viene cantando merengues... Quinito Méndez sigue cantando merengues... Quinito Méndez se gana la vida cantando merengues... pues sin ese verbo no se ha expresado ninguna idea esencialmente completa. ¿Ve Vd. cómo el gerundio no es verbo? Y si el gerundio no es verbo, no puede cumplir tal papel en el texto. Infortunadamente, todos los días oímos y leemos gerundios que hacen el papel de verbos, especialmente para expresar consecuencia o posterioridad, como en los siguientes casos, a continuación de las cuales escribimos entre paréntesis lo que quizá se quiso expresar en la versión con gerundio. - Los dos automóviles colisionaron, causando graves problemas de tránsito. (Los dos automóviles colisionaron y causaron así...) - El Presidente de la República renunció, dejando el país al zarete. (El Presidente de la República renunció y dejó el país al zarete.) Recuerde: El gerundio no debe usarse para expresar consecuencia o posterioridad del verbo. El gerundio como objetivo: Tampoco se debe usar el gerundio en frases adjetivas del siguiente estilo: (entre paréntesis, lo que quizá se quiso escribir). - La policía encontró en el aeropuerto una valija conteniendo cocaína. (La policía encontró en el aeropuerto una valija con cocaína.) - El libro que incluye los verbos defectivos es el de pasta roja. (El libro que incluye los verbos defectivos es el de pasta roja.) - El héroe llevando la máscara negra es Batman. (El héroe que lleva la máscara negra es Batman). Sin embargo, los gramáticos siempre advierten que hay dos excepciones: hirviendo y ardiendo. Así que se pueden escribir oraciones con gerundios en función de adjetivos, como las siguientes: - Hay una olla de agua hirviendo. - Me avisa cuando la leche hirviendo suba hasta la boca de la olleta. - A causa del atentado dinamitero, el rancho aún ardiendo quedará inhabitable. - Un palo ardiendo fue encontrado como prueba del incendio criminal. Gerundio pegado al verbo. El gerundio es válido cuando está pegado al verbo, pues más que en cualquier otra situación, en esa está cumpliendo su función de adverbio. - Te sigo esperando. “Fumando espero a la mujer que quiero...” Me estoy cansando de tanta mediocridad. Gerundios lícitos e ilícitos. Le presentamos oraciones con gerundio y entre paréntesis le decimos si es correcta o incorrecta. - Había subido a lo más alto de la torre, contando los peldaños (el gerundio contando dice cómo había subido. Es correcto). - Aprendió a conducir automóvil siguiendo las instrucciones del manual (la frase con el gerundio siguiendo dice cómo aprendió. Es correcto). - Revisó los signos vitales, llegando a la conclusión de que no había remedio (la frase con el gerundio llegando no dice cómo revisó, sino qué se dedujo de la revisión. Podría redactarse así: Revisó los signos vitales y llegó a la conclusión de que no había remedio). - Llegó a la casa, pasando al vestíbulo, dejando su abrigo en el paraquero, subiendo a la alcoba y encontrándola plácidamente dormida (ninguno de los cuatro gerundios es válido, pues ninguno dice cómo llegó, sino qué fue haciendo después de llegar. Se podría redactar así: Llegó a la casa, pasó al vestíbulo, dejó su abrigo en el paraquero, subió a la alcoba y la encontró placidamente dormida.). Gerundios con enclíticos. Como el infinitivo, que también es verboide y no verbo, el gerundio admite pronómbres enclíticos. Pueden agregarsele: me, te, se, nos, os, lo, la, le, los, las, les: xerocopiándome, rubricandote, ensanchándose, parqueándoos, alunizándolo, consintiéndola, preguntándole, repartiéndolos, ultimándolas, maximizándoles... Esta circunstancia, sin embargo, no lo hace verbo; sigue siendo adverbio, aunque en un determinado caso tenga pegado su enclítico. - Las buenas palabras se aprenden en la cuna, oyéndolas de papá y mamá (correcto). - Mis amigas están presentándoles sus nuevos poemas a las quinceañeras (correcto: el gerundio presentando va pegado al verbo están). - Sabemos sus nombres, pero revelándolos no ayudamos a nadie (correcto: el gerundio revelándolos responde a la pregunta cómo no ayudamos...) - Lanzó el cohete tras ellos, alcanzándolos minutos después (incorrecto, podría redactarse: Lanzó el cohete tras ellos, y con él los alcanzó minutos después...) - Gerundio de posterioridad o consecuencia Recuerde: El gerundio no debe usarse nunca como verbo de consecuencia o posterioridad. He aquí ejemplos de este uso incorrecto y entre paréntesis una sugerencia de corrección. - Redacte el texto, entregándolo luego al corrector de estilo (...y lo entregué luego...). - El volcán hizo erupción, llegandolo la ceniza hasta las fronteras de otras estados (... y las cenizas llegaron hasta...). - El chofer chocó el taxi, produciendo un trancón de Padre y Señor mío (y produjo así un trancón...). - Abrió la portezuela del automóvil, descendiendo sigilosamente, dirigiéndose a pie a la ventanilla del estanco, preguntando por el nombre del negro que lo desvelaba desde hacía varias noches (...descendio sigilosamente, se dirigió a pie..., preguntó por el nombre...). Recuerde: Le recomendamos que cuendo use el gerundio se mueva Vd. dentro de lo seguro. Y lo seguro es usarlo como adverbio de modo. Todo lo demás es discutible y riesgoso. Y definitivamente, evite el gerundio como verbo que indica posterioridad o consecuencia. Bibliografia 1. 2. 3. 4. Gramática de la Real Academia española. Diccionario La Rousse. Los 15.000 verbos españoles. Diccionario Sopena. Español correcto para Lummies. Libro de consulta para todos. Fernándo Avila.