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11. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN.
11.1. LA CRISIS DE 1808: GUERRA DE INDEPENDENCIA Y REVOLUCIÓN
POLÍTICA.
1. Introducción.
Para el estudio de este tema es preciso que distingamos dos niveles de hechos que se producen
paralelamente:
 Por una parte hechos fundamentalmente políticos: la revolución política que implicó la
caída del antiguo régimen.
 Por otra hechos fundamentalmente bélicos: la guerra de independencia.
El reinado de Carlos IV y la crisis de 1808.
Los inicios de la crisis del Antiguo Régimen coinciden con el reinado de Carlos IV (17881808), en el que coincide una triple crisis:
 Económica: Comienza en el sector agrario (caída de rendimientos, por las repoblaciones de
tierras cada vez menos fértiles, e inclemencias meteorológicas) que provoca crisis de
subsistencias (carestías y subida del precio del pan frecuentes: 1789, 1801, 1803…),
(evidenciando la falta de un mercado nacional unificado). Continúa con el sector industrial
(la producción de indianas entró en recesión por la saturación del mercado, así como la
sedera valenciana). La crisis se agrava a partir de 1795 por el enfrentamiento con Gran
Bretaña, cuyo bloqueo colapsa el comercio. Por último a lo anterior se une una epidemia de
fiebre amarilla (1800/1804).
 Social: Como consecuencia de lo anterior se acentúan los conflictos sociales,
produciéndose motines y disturbios frecuentes (Madrid, Barcelona, Valencia…)
 Política: Carlos IV será un monarca débil que vuelve a la práctica del valimiento: Godoy
(1792-1808). Sube al poder con 24 años y gozará de una enorme impopularidad.
Todo el reinado estuvo marcado por la revolución francesa, en un doble sentido:
a) Condiciona la política interior, frenando las reformas ilustradas realizadas por su padre
Carlos III.
b) Condiciona la política exterior iniciando un ciclo bélico que desembocará en la guerra de
independencia:
 En un primer momento, frente a la revolución en Francia, se desarrollan en Europa las
llamadas “guerras de coalición” protagonizadas por las potencias europeas frente a Francia
y en las que España participa. (primera coalición 1792/97: Prusia, Austria, Reino Unido,
España, Portugal y las Provincias Unidas) Esta etapa concluyó con la derrota de España y la
firma de la paz de Basilea (1795)
 A partir de 1796 España se alía a Francia mediante los tratados de San Ildefonso (1796 y
1801), y entraba en guerra contra Inglaterra, en el contexto de dicha alianza se inscribe la
derrota de la flota franco-española por Inglaterra en Trafalgar en 1805, que significó la
pérdida del potencial naval español (hasta entonces éramos la tercera potencia naval).
 Esta alianza culmina en 1807 con la firma del tratado de Fontainebleau, entre Godoy y
Napoleón. Este tratado tuvo como finalidad realizar el bloqueo continental a Gran Bretaña,
mediante la invasión de Portugal; según este tratado Francia y Godoy se repartirían
Portugal y España permitiría el paso de las tropas napoleónicas por territorio español, que
pronto demuestran que sus intenciones no son sólo la ocupación de Portugal.
Con estos precedentes, en 1808 se desarrollan una serie de sucesos que desembocan en la crisis
de la monarquía y la guerra de sucesión. Estos sucesos son fundamentalmente tres:
 El motín de Aranjuez. (Marzo de 1808). (Asalto popular al palacio de Godoy dirigido
por los fernandinos) Por este motín, efectuado contra Carlos IV y Godoy, sube al trono
Fernando VII. En este mismo momento el general francés Murat entra en Madrid.
(Hubo una previa intentona: el “proceso del Escorial” en 1807 en el que Fernando pide
perdón por haber conspirado contra su padre). Los motivos del descontento frente a
Godoy eran: considerado un advenedizo (baja nobleza), por su subordinación a Francia,
y por su política desamortizadora que le granjeó la oposición de la iglesia.
 Las abdicaciones de Bayona. (Abril de 1808). Ante la disputa dinástica entre Carlos
IV, el rey destronado que escribe a Napoleón, y Fernando VII, Napoleón se erige como
árbitro y cita a ambos en Bayona; entre el 5 y 6 de mayo se producen la abdicaciones
por las que la corona pasa de Fernando VII a Carlos IV, de Carlos IV a Napoleón, que
la cede a su hermano mayor José I Bonaparte. Fernando VII quedará recluido en
Valencay. Las clases privilegiadas y muchas instituciones aceptaron la autoridad
francesa, incluidos los afrancesados.
 El levantamiento del 2 de Mayo. Frente a la ocupación de Madrid (30.000 hombres
dirigidos por Murat) se produce un levantamiento del pueblo de Madrid que concluyó
con una violenta represión. Generalmente se considera que el levantamiento tiene un
carácter popular y espontáneo, aunque hay autores que insisten recalcar la preparación
del levantamiento por los oficiales de artillería del cuartel de Monteleón: Daoiz y
Velarde. El eco del levantamiento llegó a todos los rincones de la península y
desembocó en un levantamiento general que inicia la guerra de independencia. Será
Andrés Torrejón, alcalde del pueblo de Móstoles, el que declare la guerra a Napoleón.
2. La guerra de independencia.
2.1. El carácter de la guerra. Es complejo:




Por una parte se trata de un conflicto internacional: las guerras napoleónicas que
implican a toda Europa y que en España concretamente intervienen, además de Francia
y España, Portugal y Gran Bretaña. La intervención de ésta última fue decisiva tanto
por sus ataques desde Portugal como por el abastecimiento de la ciudad de Cádiz.
Por otra, fue un conflicto civil que dividió al país en dos bandos: Los “patriotas” que
defienden la vuelta de Fernando VII y los “afrancesados” que admiten a José I.
Por último, el enfrentamiento bélico se produce paralelamente a un proceso de
revolución y enfrentamiento político (que se analiza en el siguiente tema).
Además, en el aspecto puramente bélico, se enfrentan dos concepciones de la guerra: la
del ejército regular frente a la guerra de guerrillas.
2.2. Las fases de la guerra. De 1808 a 1814.
Podemos distinguir tres etapas fundamentales:
a) Desde mayo a octubre de 1808: Desarticulación del plan francés de controlar la
península. Se producen:
­ La derrota de Bailén: el general español Castaños (y el general Réding) vence al
general francés Dupont. La derrota impide la ocupación de Andalucía.
­ La derrota de Sintra: los soldados de Napoleón que ocupan Portugal se rinden
ante el ejército expedicionario inglés al mando del General Wellesley (Duque de
Wellington)
­ El ejército francés se repliega y el gobierno de José I se retira a la línea del Ebro.
b) De octubre de 1808 a julio de 1812: Predominio francés sin lograr el control
definitivo.
­ Napoleón entra personalmente en España al mando de sus tropas más
cualificadas (la Grande Armée, formada por más de 150.000 hombres). La
superioridad francesa es incuestionable (mejor organización, mejores cuadros de
mando, mejor armamento…) Se rompen las líneas españolas y se retiran los
ingleses. El último ejército español es derrotado en Uclés (enero 1809). José I
vuelve a Madrid.
­ El ejército inglés entra en el conflicto y el ejército español colaborará con él.
­ Se produce la resistencia heroica de las grandes ciudades españolas (Zaragoza,
Gerona, Tarragona, Valencia…) (destaca el general Palafox en el sitio de
Zaragoza). Sólo resiste Cádiz. (Alicante tampoco fue ocupada por los franceses)
­ Se inicia la Guerrilla: Guerra total de carácter popular que parte de la
conciencia clara de inferioridad y que por tanto no pretende controlar el terreno
sino simplemente hacer el máximo daño posible al enemigo. Es una guerra de
desgaste que cuenta necesariamente con el apoyo de la población y utiliza
tácticas muy diferentes a las de los ejércitos regulares (movilidad, ataques a los
puntos más débiles, sorpresa…)
La importancia de la guerrilla, aunque frecuentemente desvalorizada, fue
decisiva, no sólo porque provocó gran número de bajas y daños sino y sobre
todo, porque obligó a Napoleón a fijar sus tropas en España (la campaña de
Rusia lo demuestra, bastó que se desviasen unos miles de hombres hacia Rusia
para que la situación en España se hiciese insostenible). El fenómeno de la
guerrilla explica además la crueldad de la guerra.
c) Desde julio de 1812 a 1814: Gran ofensiva de los aliados. Británicos, portugueses y
españoles al mando del General Wellington. Se producen:
­ La victoria de Arapiles (Salamanca, julio del 12), a partir de este momento se
invierte el signo de la guerra.
­ En 1813 las tropas francesas son vencidas en Vitoria y San Marcial
(Guipúzcoa) y expulsadas de la península, aunque quedan algunas tropas en
Cataluña hasta 1814. José I abandona España.
­ Finalmente, tras la firma del tratado de Valençay (11 de diciembre de 1813),
Napoleón reconoce a Fernando VII como rey de España.
Consecuencias de la Guerra:
 Daños humanos: pérdida del 5% de la población entre fallecidos y exiliados.
 Daños materiales: destrucción de infraestructuras, ciudades, agricultura, industria y
patrimonio cultural.
3. Los comienzos de la revolución liberal.
Al mismo tiempo que se produce la guerra, se inicia un movimiento revolucionario que se
inserta en el ciclo revolucionario burgués. Dicho movimiento se produce en los dos bandos,
que establecen dos modelos diferentes:
A) El modelo francés:
José I promulga el Estatuto de Bayona, carta otorgada (redactada por notables ilustrados
españoles dirigidos por Napoleón) de carácter reformista moderado pero que si se hubiera
llevado a la práctica habría supuesto para España el fin del Antiguo Régimen. En él se
establecía un régimen autoritario al tiempo que se reconocían una serie de derechos
fundamentales como la libertad individual y de imprenta, la inviolabilidad del domicilio… así
como las libertadas económicas básicas (libertad de industria, comercio y contratación).
Igualmente José I intentó llevar a cabo una serie de reformas (abolición de la Inquisición, de
órdenes militares…) que no pudieron llevarse a la práctica por la situación de guerra, y
pretendió mantener intacto el territorio nacional y desligarse de Napoleón creando un régimen
autónomo para España que no logró dada la dependencia militar que tenía con Francia).
B) El modelo político nacional:
Ante el vacío de poder provocado por la salida de la monarquía (abdicaciones de Bayona), éste
será asumido por las autoridades de rango inferior (alcalde de Móstoles). Los “patriotas” (que
rechazan la invasión y permanecen fieles a Fernando VII) se agrupan en Juntas Locales: es la
primera vez que se ejerce la soberanía nacional.
Éstas, a su vez, se agrupan en Juntas Provinciales que desembocarán en una Junta Suprema
Central (septiembre de 1808) que se reúne en el Palacio de Aranjuez, tras la victoria de
Bailén, y convoca Cortes Generales en Cádiz. Posteriormente, ante el avance francés, se
traslada a Sevilla y después a Cádiz (única ciudad libre). La Junta nombra un Consejo de
Regencia, que dirige la guerra y ejerce el poder en nombre de Fernando VII hasta la reunión de
Cortes.
La primera sesión de cortes se celebra el 24 de septiembre de 1810; el primer decreto que
promulga reconoce a Fernando VII como rey, asume la soberanía nacional y establece la
división de poderes.
11.2. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
Consecuencia del proceso revolucionario iniciado a raíz de las abdicaciones de Bayona, se
convocan Cortes, cuya primera sesión constituyente se celebra el 24 de septiembre de 1810; el
primer decreto que promulga se establece:
 Que la soberanía residía en la nación representada por las Cortes.
 La división de poderes.
 Que el poder legislativo residía en las Cortes.
 Que el objetivo de las Cortes era elaborar una Constitución
 La promulgación de Fernando VII como rey legítimo de España.
1. Composición y corrientes ideológicas.
La composición de las cortes es importante para comprender el carácter de la Constitución; en
ellas dominan las clases medias urbanas consecuencia de la propia guerra que dificulta la
llegada de representantes del interior y del ambiente liberal-burgués dominante en la ciudad de
Cádiz.
­ 90 eclesiásticos (30%),
­ 56 abogados,
­ 49 funcionarios,
­ 30 militares,
­ 15 catedráticos,
­ 43 comerciantes, propietarios, escritores y médicos y
­ 14 nobles.
Se establecen tres corrientes ideológicas:
 Liberales (cuya figura más destacada es Agustín Arguelles) (también Diego Muñoz
Torrero y el conde de Toreno), corriente dominante que sigue los principios de la
revolución francesa.
 Reformistas ilustrados (Jovellanos), proponen un régimen intermedio entre el viejo
absolutismo y el modelo constitucional, en línea con el Estatuto de Bayona.
 Absolutistas, partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen.
2. Labor legislativa de las Cortes.
La obra legislativa de las Cortes fue ingente y supuso una ruptura radical con los principios
hasta entonces vigentes, entre sus medidas destacamos:
 Económicas: implantación de la libertad de industria y comercio (con la supresión de
aduanas interiores, gremios y la Mesta), reforma de la hacienda (abolición del voto de
Santiago, impuesto anual que pagaba parte del campesinado castellano para sustentar el
culto al apóstol), desamortización de los bienes del clero…
 Sociales: supresión del régimen señorial (abolición de los señoríos jurisdiccionales,
limitación de mayorazgos…). Abolición de las tradiciones feudales, como el tormento en
los procesos judiciales y las pruebas de nobleza para cargos públicos.
 Otras: reconocimiento de las libertades individuales, supresión de la inquisición, de los
antiguos consejos, una nueva división provincial, creación de las diputaciones
provinciales…
 Pero, su obra legislativa fundamental fue la Constitución.
3. LA CONSTITUCIÓN DE 1812.
Las cortes de Cádiz promulgarán el 19 de marzo de 1912 la primera constitución española
(llamada “La Pepa” por promulgarse el día de San José), que implanta un sistema liberal. Sus
principios más importantes son:
1. Contenidos y carácter:
1.1. Sujeto de la soberanía: se define como nacional (el poder reside en el pueblo). El propio,
por tanto del liberalismo.
1.2. Procedimiento electoral y % de población con derecho al voto: Se establece el
sufragio universal, masculino e indirecto (en cuatro grados o fases sucesivas: parroquia,
partido, provincia y Estado).
1.3. Derechos y libertades. Garantías: aunque no incluye una declaración expresa de
derechos del hombre, a lo largo de su articulado se reconocen los derechos individuales
básicos, típicamente liberales: La libertad (de imprenta, de sufragio), la igualdad (tanto
jurídica como fiscal), la protección de la propiedad, etc. En este apartado cabe señalar que no
se reconoce la libertad religiosa, estableciéndose el catolicismo como la religión única y
oficial del estado. Es el elemento más conservador de la constitución. (Era el gran caballo de
batalla de los absolutistas, recordar igualmente el abultado número de representantes del clero).
1.4. División y relación de poderes: Se estructura el nuevo estado como una monarquía
limitada (no absolutista) con división de poderes: Legislativo (Rey y Cortes); Ejecutivo
(Rey) y Judicial.
 El poder legislativo: reside en las cortes unicamerales, que se constituyen como la
institución central del sistema, con amplios poderes: elaboración de leyes; aprobación de
tratados internacionales, decidir sobre la sucesión de la corona, elaboración de presupuestos
y fijación anual de las contribuciones.
Para ser diputado hay que tener más de 25 años y poseer una renta anual proporcionada.
Serían elegidos por dos años. Las cortes deberían reunirse a fecha fija al menos tres meses
consecutivos al año.
 El poder ejecutivo: en manos del Rey que se ocupa de la dirección del gobierno (nombra
a los ministros que no podían ser diputados) y la administración, ejecuta las leyes e
interviene en la elaboración de las mismas (iniciativa, sanción y veto suspensivo por dos
años).
Se establece una monarquía parlamentaria, es decir, el rey es responsable ante la ley y su
poder es restringido o limitado, ya que no puede impedir, suspender ni disolver la reunión
de Cortes, ausentarse del reino sin su consentimiento, imponer contribuciones, ni contraer
matrimonio sin previa consulta, entre otras cuestiones.
 El poder judicial: es de competencia exclusiva de los tribunales de justicia, se prohíbe
expresamente la intervención de las Cortes y del Rey. Los procesos han de ser breves y
públicos; no se puede apresar sin mandamiento judicial, se prohíben los tormentos, la
confiscación de bienes, el allanamiento de morada y la extensión familiar de la pena.
2. Otros aspectos:
Establece un sistema monárquico parlamentario y unitario.
Carácter ideológico: Progresista, paradigma del liberalismo.
Creación de la Milicia Nacional, cuerpo de civiles armados para la defensa del sistema
constitucional.
3. Vigencia e implicación social:
Estará vigente durante tres cortos periodos:
­ Durante la Guerra de Independencia. (De marzo de 1812 a marzo de 1814).
­ Durante el Trienio Liberal (de enero de 1820 a noviembre de 1823).
­ Durante la Regencia de María Cristina (de agosto de 1836 a junio de 1837).
En cuanto a sus características, significación y trascendencia cabe señalar:
 Fue una Constitución muy avanzada para la época (sigue la constitución francesa de 1891
pero es más radical); sirvió de fuente de inspiración en las revoluciones liberales de los
años treinta y cuarenta (constituciones de Portugal, Piamonte y muchas iberoamericanas).
 Transpira un carácter ético e idealista propio del momento, junto con un carácter
nacionalista como respuesta a la ocupación napoleónica. Es, además, demasiado extensa y
minuciosa y por tanto poco flexible y difícil de reformar.
 Pero su importancia fundamental deriva en el hecho de ser la primera constitución española
que abre la historia del constitucionalismo español.
 Se convirtió en bandera del liberalismo y como tal fue derogada y repuesta en varias
ocasiones a lo largo del siglo XIX.
Todas las medidas establecidas en Cádiz, junto con la Constitución, apenas llegaron a
aplicarse debido a la situación de guerra, pero fueron, durante décadas, el programa de los
liberales españoles.
11.3. FERNANDO VII: ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. LA EMANCIPACIÓN DE
LA AMÉRICA ESPAÑOLA.
1. Introducción:
El reinado de Fernando VII se corresponde en Europa con el periodo de la Restauración (tras la caída
de Napoleón, los monarcas europeos vuelven a sus tronos y restablecen los sistemas absolutistas y el
Antiguo Régimen). Al igual que en el resto de Europa la vuelta de Fernando VII supuso la vuelta al
viejo sistema. Durante su reinado se diferencian claramente tres etapas.
2. Etapas:
2.1. La Restauración Absolutista (1814-1820).
Nada más arribar a las costas españolas (Valencia), el Rey recibe presiones por parte de los
grupos conservadores para anular la Constitución y disolver las Cortes; la acción más relevante
de estos grupos fue el llamado “Manifiesto de los Persas”, un documento firmado por varios
diputados (69) en el que se solicitaba el restablecimiento del absolutismo. Este manifiesto
justifica el Decreto de Valencia (Mayo de 1814) que supuso un verdadero golpe de Estado al
anular todas las reformas de Cádiz.
La restauración fue completa: se restaura la Inquisición, la Mesta, los gremios, el régimen
señorial, las instituciones feudales, se estableció la devolución de los bienes desamortizados…
lo único que se mantiene es la abolición de los derechos jurisdiccionales en los señoríos.
Además, este periodo se caracteriza por:

La crisis económica y demográfica: consecuencia de las pérdidas de guerra, la deuda
externa, la guerra de las colonias americanas y su emancipación y la imposibilidad de
reformar el sistema tributario sin alterar los privilegios de la nobleza y clero. (El
ministro Martín de Garay intentó una reforma fiscal en 1817 basada en un sistema de
contribución única y proporcional a los ingresos, pero la oposición de los privilegiados
hizo fracasar el proyecto y fue cesado en 1818).

Inestabilidad en el gobierno: consecuencia del personalismo del rey. Continuos y
caprichosos cambios de gobierno (media de seis meses por gobierno). La política
estuvo marcada por la camarilla que rodeaba a Fernando VII, hombre de carácter
voluble, que de dejaba influir por este grupo en el que había verdaderos buscavidas.

La permanente represión: que alcanza tanto a los afrancesados que habían apoyado a
José I como, sobre todo, a los liberales. Al no poder expresarse libremente los liberales
recurrieron a la conspiración (que se canaliza a través de la masonería) y a los
pronunciamientos (rebeliones militares que pretendían derribar al gobierno atrayendo
el respaldo del resto del ejército y de la opinión pública; los pronunciamientos se
sucedieron a un ritmo casi anual), otros se exiliaron a Francia o a Inglaterra (país que
se convirtió en el modelo político a seguir), protagonizando el primer exilio de la
España contemporánea.
2.2. El Trienio Liberal (1820-23).
Tras varias sublevaciones fracasadas fundamentalmente por la falta de apoyos populares (Juan
Díaz Porlier en La Coruña en 1815 y el general Luis Lacy en Cataluña en 1817), la
protagonizada por el oficial Rafael del Riego en Cabezas de San Juan, en enero de 1820 triunfa
y se generaliza por el resto de España. La situación obligó a Fernando VII a jurar la
Constitución de 1812. (El éxito de la revolución de 1820, no debemos encontrarla en la buena
organización y planificación del golpe, sino en la extrema debilidad del régimen y en que esta
vez el movimiento fue apoyado por las ciudades del norte, fundamentalmente por Galicia).
Con ello se produce la vuelta al nuevo régimen, es decir se restablece la legislación de Cádiz
(supresión del régimen señorial, de la inquisición, convocatoria de elecciones, creación de la
Milicia Nacional, libertad para los presos políticos y vuelta a sus cargos de las autoridades
constitucionales en ayuntamientos y diputaciones provinciales).
Los políticos del Trienio se enfrentan a una serie de problemas:

La actitud del Rey, que utilizando del derecho al veto que le daba la Constitución
paralizó toda la legislación.

La oposición al régimen: se llevan a cabo varios intentos de golpes de estado; los
absolutistas se organizan en guerrillas, cuya actividad fue importante en Álava,
Navarra, Cataluña, Aragón y algunas zonas de Castilla y se llega a establecer un
gobierno absolutista paralelo en la llamada Regencia de Urgel.

La división de los propios liberales en dos grandes tendencias (aun no se puede hablar
de partidos):
o Moderados: gobiernan los dos primeros años y son partidarios de llegar a una
situación de compromiso con el rey modificando la Constitución (eran
partidarios de un Senado aristocrático, el sufragio censitario, de dar mayor
poder al rey y controlar la prensa exaltada). Arguelles y Martínez de la Rosa son
los más destacados.
o Exaltados: gobiernan el último año y son partidarios del estricto cumplimiento
de la Constitución, plantean reformas radicales y la aplicación de un liberalismo
más popular (en este momento surge el fenómeno juntero, que, en momentos
puntuales, dio lugar a la existencia de un doble poder). Entre ellos figuran Riego
y Mendizabal. Los gobiernos de esta etapa estuvieron en crisis constante.
Finalmente, el régimen del Trienio será derrocado por la intervención extranjera, consecuencia
del sistema de la restauración en Europa (que preveía ayuda a los monarcas absolutos en
peligro por la revolución). Francia será la encargada de organizar una expedición al mando del
Duque de Angulema, conocida como los Cien Mil hijos de San Luís, que penetró en España
en abril de 1823 y ocupó el territorio nacional con el apoyo de las tropas realistas. La
resistencia fue escasa. El gobierno falto de apoyo popular se vio obligado a capitular.
En Junio las Cortes marchan a Cádiz y ante la negativa del rey le declaran mentalmente
incapacitado. Resisten hasta septiembre decidiendo liberar al rey, el 1 de octubre se restaura el
poder absoluto.
2.3 La Década absolutista (ominosa) (1823-33).
Esta etapa se caracteriza por:
 El restablecimiento del absolutismo, pero de una forma más moderada que permite la
introducción de algunas reformas. Se llevan a cabo numerosas reformas de carácter técnico.
 Mejora de la situación económica. Aunque no en un primer momento (pérdida de las
colonias). Reforma Fiscal de Luis López Ballesteros (el gobernante más valioso de la
década).
 Fuerte represión política, sobre todo centrada en los primeros años, lo que produjo un
exilio masivo de liberales (Alcalá Galiano, Argüelles, Martínez de la Rosa…). Desde París
y Londres conspiran contra Fernando VII.
 La permanente oposición al régimen, tanto por parte de los liberales que continúan
protagonizando pronunciamientos (El Empecinado, Torrijos…), como por parte de los
absolutistas más radicales, convencidos de que el rey estaba en manos de los liberales; se
producen sucesivas insurrecciones, la más importante fue la revuelta de los Mal-Contens
(1827) en Cataluña.
 El problema sucesorio: Hasta el nacimiento en 1830 de Isabel, la futura Isabel II, fruto del
cuarto matrimonio de Fernando VII (con su sobrina María Cristina de Nápoles), el hermano
del rey, Carlos María Isidro, había sido el heredero. Meses antes del alumbramiento de
Isabel, Fernando VII publica la Pragmática Sanción por la que se deroga la Ley Sálica
(que no permitía el gobierno de las mujeres). Este hecho tendrá como consecuencia, a la
muerte del rey en mayo de 1833, el enfrentamiento entre carlistas (partidarios del hermano
del rey) e isabelinos (partidarios de la hija), dando lugar a las llamadas guerras carlistas.
3. La emancipación de la América española.
La emancipación de las colonias americanas la protagonizaron fundamentalmente los criollos
(descendientes de españoles, nacidos en América; ricos propietarios y comerciantes). Aunque
los blancos representaban apenas la quinta parte de la población, constituían el grupo
dominante y, dentro de él, los criollos eran la inmensa mayoría; el resto de los blancos eran
peninsulares. Las capas sociales inferiores (integradas por indios, negros y mestizos) no se
identificaban con el independentismo; combatieron indistintamente en un bando o en otro.
Las causas pueden reducirse a:
-
-
-
El Descontento de los criollos, porque estaban excluidos del poder político (sólo
podían acceder a cargos municipales, el resto estaba reservado a los peninsulares) y,
sobre todo, por el monopolio comercial establecido por la metrópoli que privaba a
sus productos de acceder al mercado europeo. (En buena medida consecuencia del
reformismo borbónico, que había incrementado la presión colonial)
La influencia ideológica ejercida tanto por las corrientes liberales (en boga por
toda Europa y América) así como por el modelo de independencia de los EE.UU.
que les sirve de estímulo.
La debilidad de España y los intereses ingleses.
El conflicto fue largo y complejo, pues se prolongó desde 1808 hasta 1825 y estuvo vinculado
a las vicisitudes de la metrópoli (guerra de independencia, restauración absolutista, trienio
liberal). En función de ello se diferencian sus etapas.
a) Primera etapa (1808-1815): La guerra de independencia permitió la puesta en marcha del
proceso de emancipación de las colonias americanas. En un principio América reaccionó ante
la invasión francesa proclamando su lealtad a Fernando VII y creando Juntas, como en la
península. Sin embargo en el seno de estas juntas se gestó el movimiento insurreccional, ya que
en ellas el elemento criollo desplaza al peninsular. Entre abril y agosto de 1810 varias juntas se
proclaman independientes.
La Restauración de Fernando VII cierra esta etapa; el rey en un esfuerzo desmesurado envió un
ejército de 10.000 hombres, y se restablece el poder español en todas partes excepto en el
virreinato del Río de la Plata (actuales Argentina y Paraguay).
b) Segunda etapa (1816-1824): En esta fase se consuma el proceso de independencia en el que
sobresalen dos grandes libertadores José de San Martín (desde Argentina, atraviesa los Andes
y ocupa Chile) y Simón Bolívar (desde el norte, consigue la independencia de Colombia,
Venezuela, Panamá y Ecuador). Ambos convergen hacia el Perú que, junto con México, fue el
foco de mayor resistencia. Esta vez Fernando VII no puede enviar tropas, puesto que se
sublevan en Cádiz (pronunciamiento de Riego 1820). Las tropas españolas serán finalmente
derrotadas en la batalla de Ayacucho (1824)
El caso de México (Nueva España) fue diferente: el movimiento, acaudillado por los curas
Hidalgo y Morelos, tuvo un carácter social (se demanda el fin de la esclavitud y reparto de
tierras), y fue rápidamente reprimido. En 1820 el criollo realista Agustín de Iturbide proclamó
la independencia.
En 1925, toda América latina excepto Cuba y Puerto Rico serán independientes.
Balance:
 En España fueron graves: el comercio se redujo, lo que afectó negativamente sobre todo a
la industria catalana. Además, con las colonias desapareció una fuente importante de
ingresos para la Hacienda Real, que quedó al borde de la quiebra. Definitivamente España
se convierte en una potencia de segundo orden.
 En América, las quince nuevas repúblicas independientes mantendrán intactas sus
estructuras a nivel social (predominio político, económico y social de los criollos y
marginación de la mayoría de la población india, negra y mestiza), mientras que a nivel
político se impone la fragmentación (frente al proyecto de Bolívar que pretendía seguir el
modelo USA y establecer una federación de estados en torno a Colombia) y no se establece
un sistema democrático liberal sino que se mantiene el caudillismo militar y autoritario que
había dominado durante el conflicto. A nivel económico, se mantuvo la dependencia
económica. La sumisión a España fue sustituida por el control comercial que ejercieron el
Reino Unido y en menor medida, Francia y los EE.UU.
3. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA.
La emancipación de las colonias americanas la protagonizaron fundamentalmente los criollos (descendientes de
españoles, nacidos en América; ricos propietarios y comerciantes). Aunque los blancos representaban apenas la
quinta parte de la población, constituían el grupo dominante y, dentro de él, los criollos eran la inmensa mayoría;
el resto de los blancos eran peninsulares. Las capas sociales inferiores (integradas por indios, negros y mestizos)
no se identificaban con el independentismo; combatieron indistintamente en un bando o en otro.
Las causas pueden reducirse a:
-
-
El Descontento de los criollos porque estaban excluidos del poder político (sólo podían acceder a
cargos municipales, el resto estaba reservado a los peninsulares) y, sobre todo, por el monopolio
comercial establecido por la metrópoli que privaba a sus productos de acceder al mercado europeo.
La influencia ideológica ejercida tanto por las corrientes liberales (en boga por toda Europa y
América) así como por el modelo de independencia de los EE.UU. que les sirve de estímulo.
El conflicto fue largo y complejo, pues se prolongó desde 1808 hasta 1825 y estuvo vinculado a las vicisitudes de
la metrópoli (guerra de independencia, restauración absolutista, trienio liberal). En función de ello se diferencian
sus etapas.
a) Primera etapa (1808-1815):
La guerra de independencia permitió la puesta en marcha del proceso de emancipación de las colonias americanas.
En un principio América reaccionó ante la invasión francesa proclamando su lealtad a Fernando VII y creando
Juntas, como en la península. Sin embargo en el seno de estas juntas se gestó el movimiento insurreccional, ya que
en ellas el elemento criollo desplaza al peninsular. Entre abril y agosto de 1810 varias juntas se proclaman
independientes.
La Restauración de Fernando VII cierra esta etapa; el rey en un esfuerzo desmesurado envió un ejército de 10.000
hombres, y se restablece el poder español en todas partes excepto en el virreinato del Río de la Plata (actuales
Argentina y Uruguay).
b) Segunda etapa (1816-1824):
En esta fase se consuma el proceso de independencia en el que sobresalen dos grandes libertadores José de San
Martín (desde Argentina, atraviesa los Andes y ocupa Chile) y Simón Bolívar (desde el norte, consigue la
independencia de Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador). Ambos convergen hacia el Perú que, junto con
México, fue el foco de mayor resistencia. Esta vez Fernando VII no puede enviar tropas, puesto que se sublevan
en Cádiz (pronunciamiento de Riego 1820). Las tropas españolas serán finalmente derrotadas en la batalla de
Ayacucho (1824)
El caso de México (Nueva España) fue diferente: el movimiento, acaudillado por los curas Hidalgo y Morelos,
tuvo un carácter social (se demanda el fin de la esclavitud y reparto de tierras), y fue rápidamente reprimido. En
1820 el criollo realista Agustín de Iturbide proclamó la independencia.
En 1825, toda América española excepto Cuba y Puerto Rico serán independientes.
Balance:
 En España fueron graves: el comercio se redujo, lo que afectó negativamente sobre todo a la industria
catalana. Además, con las colonias desapareció una fuente importante de ingresos para la Hacienda Real, que
quedó al borde de la quiebra. Definitivamente España se convierte en una potencia de segundo orden.
 En América, las quince nuevas repúblicas independientes mantendrán intactas sus estructuras a nivel social
(predominio político, económico y social de los criollos y marginación de la mayoría de la población india,
negra y mestiza), mientras que a nivel político se impone la fragmentación (frente al proyecto de Bolívar que
pretendía seguir el modelo USA y establecer una federación de estados en torno a Colombia) y no se
establece un sistema democrático liberal sino que se mantiene el caudillismo militar y autoritario que había
dominado durante el conflicto. A nivel económico, se mantuvo la dependencia económica. La sumisión a
España fue sustituida por el control comercial que ejercieron el Reino Unido y en menor medida, Francia y
los EE.UU.