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La Iglesia, con una pedagogía inspirada, nos ofrece el año religioso o litúrgico. Nos
invita a vivir domingo tras domingo, al ritmo de la salvación. Es así como, a lo largo de
los días y de las semanas, vamos haciendo memoria de la obra salvífica de Jesús, desde
la Navidad y el Día de Reyes, pasando por la Semana Santa y el Triduo Pascual, hasta su
glorificación como Rey universal…
Ahora con ocasión de la canonización del beato Damián de Veuster, apóstol de los
leprosos y mártir de la caridad, queremos aportar con un matice propio a la vivencia
de los meses que vienen, queremos vivirlos con un acento particular: vivir el mismo
año litúrgico y las mismas fechas religiosas, pero con él y en su compañía. Queremos
seguir contemplando la obra de la salvación operada por Cristo, pero al lado de
Damián, teniéndole de guía y compañero. Ahora que va a ser proclamado oficialmente
santo, el próximo 11 de octubre, lo elegimos como maestro y modelo. Con él
queremos recorrer todo un año, doce meses completos (desde este 10 de mayo 2009 hasta el
próximo 10 de mayo 2010 o cualquier otra fecha).
Su ejemplo, el de un auténtico testigo de Cristo, nos ofrecerá un camino más corto y
más rápido para vivir el Evangelio; un camino más atractivo y más cómodo para hacer
el aprendizaje de la Buena Nueva. (Recursos-Mayo, Inauguración del Año-Damián)
Comisión de Canonización del Beato Damián de Veuster, Mayo 2009
Congregación de los SSCC, Quito, Ecuador
2
RECURSOS II, Primera parte
RECURSOS-MAYO 5
RECURSOS-JUNIO
37
RECURSOS-JULIO 64
RECURSOS-AGOSTO 86
RECURSOS-SEPTIEMBRE 107
RECURSOS-OCTUBRE 116
Temas de Recursos II, Segunda parte
RECURSOS-NOVIEMBRE
Todos los santos (domingo 1 de noviembre)
Día de los difuntos (lunes 2 de noviembre)
Buena Madre (lunes 23 de noviembre)
RECURSOS-DICIEMBRE
Misterio de la Encarnación
Novena de Navidad con Damián
Aniversario del nacimiento de la Congregación de los Sagrados Corazones
RECURSOS-ENERO
Acción-Damián: iniciarla o reforzar lo que se inició en julio y agosto
Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (lunes 18 de enero a lunes 25)
Día Mundial de la Lepra
RECURSOS-FEBRERO
Día de la vida consagrada
Día de los catequistas
Día del amor y la amistad
Miércoles de ceniza
RECURSOS-MARZO
Cuaresma (miércoles de ceniza, 17 de febrero)
25 de marzo, Día de la Vida
Buen Padre (27 de marzo)
Semana Juvenil
RECURSOS-ABRIL 2010
Semana santa
Después de la muerte de Damián
Preparación de la clausura del año Damián...
3
INDICE
RECURSOS-MAYO
5
Inauguración del Año-Damián
5
Hacer conocer la vida de Damián
Misa Damián de Veuster
18
8
Mes de María, Día de la Madre
22
Pastoral vocacional (Ordenación de Damián en Honolulu el 21 de mayo 1864) 25
Adoraciones eucarísticas
31
RECURSOS-JUNIO
37
Pentecostés, Espíritu santo 37
Seguir dando a conocer la vida de Damián 39
Aniversario de la beatificación
40
El Santisimo cuerpo y Sangre de Cristo
44
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María 56
RECURSOS-JULIO
Acción-Damián
64
Canción-Damián
75
64
Preparar una representación (teatro, etc.) 79
RECURSOS-AGOSTO 86
Acción-Damián, Planificación de una actividad
Semana de la Juventud
86
96
Fiesta del Beato Eustaquio Van Lieshout, sscc, 30 Agosto 96
Vida de oración de Damián 104
RECURSOS-SEPTIEMBRE
107
Reflexionar en el hecho de la canonización de Damián
107
Utilizar anticipadamente los materiales de “Recursos-Octubre”
Preparar los festejos relacionados con la canonización
115
115
RECURSOS-OCTUBRE 116
Preparación espiritual
117
Canonización (domingo 11 de octubre)
134
Mes de las misiones 137
Día de la alegría
145
¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA, ALREDEDOR DE UN TEXTO?
154
4
RECURSOS-MAYO
INAUGURACIÓN DEL AÑO-DAMIÁN
5
HACER CONOCER LA VIDA DE DAMIÁN
8
Cronología 1
9
Cronología 2 10
Reseña a (Damián en Molokai) 12
Reseña b
13
Reseña c
15
MISA DAMIÁN DE VEUSTER
18
MES DE MARÍA, DÍA DE LA MADRE
22
Primera estación del "Vía Crucis de Jesús y Damián": Despedida de la Madre
22
PASTORAL VOCACIONAL (Ordenación de Damián en Honolulu el 21 de mayo 1864) 25
Damián se caracteriza por su capacidad a decir siempre sí a Dios
25
Convivencia o encuentro vocacional: Con textos propios de Damián
26
Para agentes de pastoral: Reflexión sobre la vocación desde Damián
29
ADORACIONES EUCARÍSTICAS
31
1. Adoración “Damián, buen pastor” (www.ssccpicpus.com/)
2. Adoración: “Seréis mis testigos” (www.ssccpicpus.com/)
3. Adoración “Perder la vida” (www.ssccpicpus.com/) 35
31
33
10 de mayo o cualquier otro día o fin de semana del mes de mayo
Inauguración del Año-Damián
Damián desembarcó en Molokai el 10 de mayo 1873.
Inaugurar el Año-Damián con el acto que sigue (esquema completo).
RITUAL
• Se dispone con anticipación una imagen de Damián, una imagen de bulto si fuera posible o un
cuadro… La imagen estará cubierta con un velo…
• Se prepara también el lema “Los amó hasta el extremo”, con el texto escrito en una banda o en
una tira de cartulina o en su defecto en forma de afiche.
Canto
1. PRESENTACIÓN DEL AÑO DAMIÁN
Jesús, con su muerte y su resurrección, puso su nueva vida a nuestra disposición. Con él empiezan
tiempos nuevos, una historia nueva. Para que alcancemos esa vida nueva que es todo perdón y paz,
amor y entrega, gozo y alegría, la Iglesia, con una pedagogía inspirada, nos ofrece el año religioso o
litúrgico. Nos invita a vivir domingo tras domingo, al ritmo de la salvación. Es así como, a lo largo de
los días y de las semanas, vamos haciendo memoria de su obra salvífica, desde la Navidad y el Día
5
de Reyes, pasando por la Semana Santa y el Triduo pascual, hasta su glorificación como Rey
universal…
Ahora con ocasión de la canonización del beato Damián de Veuster, apóstol de los leprosos y mártir
de la caridad, queremos aportar con un matice propio a la vivencia de los meses que vienen,
queremos vivirlos con un acento particular: vivir el mismo año litúrgico y las mismas fechas religiosas,
pero con él y en su compañía. Queremos seguir contemplando la obra de la salvación operada por
Cristo, pero al lado de Damián, teniéndole de guía y compañero. Ahora que va a ser proclamado
oficialmente santo, el próximo 11 de octubre, lo elegimos como maestro y modelo. Con él queremos
recorrer todo un año, doce meses completos, desde este 10 de mayo 2009 hasta el próximo 10 de
mayo 2010 (o cualquier otra fecha…).
Oración
Padre de misericordia, que, en el Beato Damián,
nos has dado el sublime testimonio de su caridad a los más pobres y abandonados,
concédenos, por su intercesión, que también nosotros, impulsados por el amor al Corazón de tu
Hijo,
seamos servidores de los hermanos más necesitados y marginados.
Por Jesucristo nuestro Señor.
O bien “Señor, haz de mí” (Ver en nota1)
Canto
2. DEVELACIÓN
Para crecer espiritualmente, hay varios caminos: la recepción de los sacramentos, la catequesis, una
formación teológica o pastoral, el grupo bíblico, el grupo de oración, el apostolado, la caridad, etc.
Sin embargo el ejemplo de un testigo auténtico de Cristo ofrece a menudo un camino más atractivo,
más cómodo y más rápido…Vale por lo tanto que nos dediquemos a asumir y hacer nuestro el
espíritu "Damián" a lo largo de todo este año…
Como señal del inicio del Año-Damián, vamos a descubrir su imagen. Al develarla y luego
contemplarla, nos comprometemos en estudiar su ejemplo y en ponerlo en práctica. Al sacar el velo
que cubre su imagen, nos comprometemos formal y sinceramente en empezar a conocerlo e
imitarlo. Desde ya nos comprometemos a vivir el Evangelio de Jesús al estilo de Damián. Hay cuatro
evangelios: Damián, como otros muchos santos, es un quinto, pues expresó en carne propia la
Buena Nueva de Jesús.
Mientras el coro canta o se toca música instrumental, se procede a develar lenta y dignamente la
imagen…
CONTENIDO DEL AÑO DAMIÁN (si se quiere), ver en nota2
Canto
3. LEMA DEL AÑO-DAMIÁN
El lema que nos acompañará a lo largo de estos 365 días es “Los amó hasta el extremo”. Se trata
primero de Jesús que sacrificó su vida por todos y precisamente por sus discípulos y no permitió que
ninguno muriera con ocasión de su suplicio de la cruz. Se trata también de Damián que amó a sus
hermanos los leprosos hasta contraer la misma enfermedad de ellos…
Colocación del lema
Mientras el coro canta o se toca música instrumental, se procede a colocar lenta y dignamente el
lema sobre la imagen…
6
• Si se trata de una imagen de bulto, se le coloca una banda (o una tira de cartulina) que diga: “LOS
AMÓ HASTA EL EXTREMO”.
• Si se trata de un cuadro, etc., se coloca encima un rótulo (tira de cartulina, o afiche) que diga:
“LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO”.
Oración
Miro tus manos, Damián.
Son manos gastadas, hinchadas y torpes ya. Así son al final...
Pues se fueron gastando en tantas cosas hechas por ellas...
Fueron trabajo y obra.
Poco a poco, al impulso de tu corazón grande,
fueron transformando ese lugar destrozado de Molokai en algo lindo: en esperanza.
Fueron transformando tantos corazones en vivencias del Reino.
Con tus manos enfermas, Damián, en la eucaristía, ofrecías Cristo al Padre,
Cristo con sus manos traspasadas, clavadas.
Tus manos, Damián, imitando esas manos de Cristo,
estuvieron abiertas a la acogida, al perdón y al amor.
Pero, cuando meditabas el Evangelio, veías cómo Cristo, con sus manos, curaba a los enfermos y
hacía tantos milagros.
¡Cuánto hubieras dado por tener ese mismo don de sanar a los leprosos!
No le envidies a Cristo ese poder, Damián,
pues es todo tu ser, es toda tu vida que fue un milagro.
Tu decisión y entrega a los pobres leprosos fue el gran milagro que nos dejaste.
Gracias, Damián, no hallaste curación para las lepras físicas, pero nos dejaste algo mejor: el ejemplo
de un amor que transfigura los males de este mundo.
Meditación u Homilía
Jesús dio su vida por nosotros, nadie se la quitó, la dio libremente, en plena lucidez. En los días y
semanas que precedieron su muerte, dejó a sus discípulos sus últimas consignas. La principal: el
espíritu de servicio y la entrega generosa al prójimo; y que no hay amor más grande que dar la vida
por quienes se quiere. Y Juan, apóstol y evangelista añade en su Evangelio:
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al
Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo. (Juan
13, 1).
Jesús no solo dejó el esplendor de los cielos para rebajarse y hacerse uno de nosotros, no solo se
hizo nuestro servidor durante treinta y tres años, sino que nos amó hasta el extremo, entregándose a
la cruz, por amor.
Damián a su vez no solo se ofreció para acompañar definitivamente a los leprosos en la penitenciaría
de Molokai y servirlos día a día durante dieciséis años. Animado por un amor extremo, impulsado por
su afán de hacerse solidario con ellos, contrajo finalmente la lepra.
Así que no es suficiente amar, amar superficialmente, amar un poco, a medias, con reservas y con
limitaciones, hay que amar radicalmente, del todo, sin poner límites, con entrega y espíritu de
servicio.
Nosotros, sin lugar a dudas, estamos dispuestos a amar y servir. Pero ¿estamos dispuestos a
hacerlo hasta el extremo? ¿Es posible pasar del amor ordinario al amor extremo? ¿O está reservado
solo a los santos?
Momento de silencio…
Nota: Para una reflexión más extensa, ver “¿Por qué este lema?” (P. Javier Álvarez-Ossorio). Nota 3
4. SALUDO A DAMIAN Y COMPROMISO (si fuera conveniente)
Ahora vamos a desfilar uno por uno delante de la imagen de Damián. A la vez que le manifestemos
nuestro respeto y cariño y pidamos su intercesión, le prometeremos vivir con él el año que hoy
empieza.
7
Antes vamos a repetir tres veces la salve al Beato Damián:
Bendito eres, Damián, que amaste a los leprosos hasta el sacrificio de tu vida.
• Bienaventurado Damián, sigue invitando, al canto y a la esperanza, a todos los sufridos de la
tierra.
Mientras los presentes van desfilando, el coro canta o se toca musica instrumental…
5. FINAL
Bendición
(Si preside un sacerdote)
Dios Padre, que, a través del testimonio de Damián, manifiesta la fuerza de su amor que se desposa
con la miseria de la humanidad, les dé de servir como el sirvió.
Dios Hijo que vino para servir y dar su vida por muchos y llamó a Damián a morir al servicio de los
leprosos, les fortalezca con el pan de vida en la eucaristía.
Dios Espíritu Santo que llevó a Damián a compartir toda su existencia hasta morir leproso, les
contagie con el ardor del amor del Corazón de Jesús.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
(Si el que preside no es sacerdote)
Dios Padre, que, a través del testimonio de Damián, manifiesta la fuerza de su amor que se desposa
con la miseria de la humanidad, nos dé servir como el sirvió.
Dios Hijo que vino para servir y dar su vida por muchos y llamó a Damián a morir al servicio de los
leprosos, nos fortalezca con el pan de vida en la eucaristía.
Dios Espíritu Santo que llevó a Damián a compartir toda su existencia hasta morir leproso, nos
contagie con el ardor del amor del Corazón de Jesús.
(Concluye persignándose y todos con él)
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Saludo de paz (si fuera oportuno)
(Si preside un sacerdote)
La paz del Señor esté con ustedes. En unión con Damián, dense fraternalmente la paz.
(Si el que preside no es sacerdote)
La paz del Señor esté con nosotros. En unión con Damián, démonos fraternalmente la paz.
Mes de mayo y a lo largo del año…
Hacer conocer la vida de Damián
Libros (solicitar a <[email protected]>)
•
•
•
•
•
"Esto es amor", Bruno Benatti
Comic "El Santo de Molokai"
Evangelizar con Damián
Novena grupal
Novena breve
Película (solicitar a T. 2292 515 Quito)
“Molokai”, calidad digital
8
Presentaciones Power Point (ver http://www.ssccpicpus.com/)
Canonización Damián, Presentación Power Point…
-
El P. Damián misionero de los Sagrados Corazones
Damián de Molokai
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 4
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
Cronologías
TEXTO 1
Cronología 1
3 de enero de 1840: Damián de Veuster nace en Tremeloo (Bélgica).
A vosotros, queridos padres, debo no solo mi felicidad, sino también la educación que recibo y que siempre
me será provechosa. No sé como podré expresaros mi agradecimiento por todos los beneficios con que
desde mi más tierna infancia me habéis llenado.
1 de febrero de 1859, a los 19 años: Ingreso al noviciado de los Sagrados Corazones en
Lovaina.
No puedo menos de escribiros, queridos padres, en este hermoso día de Navidad que me ha traído la
certeza de que Dios quiere que abandone el mundo para abrazar la vida religiosa. Os pido vuestro
consentimiento, pues sin él nunca me atrevería a iniciar semejante empresa.
7 de octubre de 1860, a los 20 años: Profesión religiosa en Paris.
Yo, Damián..., hago votos de pobreza, castidad y obediencia como hermano de la Congregación de Jesús y
de María, a cuyo servicio quiero vivir y morir…
29 de octubre de 1863, a los 23 años: Parte a las misiones desde Bremen (Alemania).
El día de nuestra separación, queridos padres, cuando nos dimos el último adiós en esta tierra, fue muy
doloroso para mí. Nunca olvidaré lo que sentí en mi corazón cuando por última vez os apreté entre mis
brazos. El sacrificio fue grande para vosotros y para mí. Pero como lo hicimos únicamente para la mayor
gloria de Oíos y la salvación de las almas..., sintámonos dichosos.
19 de marzo de 1864, a los 24 años: Llegada a Honolulu (Archipiélago de Hawai).
Me parece imposible expresaros el inmenso gozo del misionero después de una travesía de casi cinco
meses, al contemplar su
nueva patria, que tendrá que regar con sus sudores para ganar sus almas para Dios.
21 de Mayo de1864: Ordenación sacerdotal en Honolulu.
No, no soy yo quien te ha elegido, sino que eres tú quien me ha escogido.
1864-1865: Misionero en el distrito de Puna (Hawai).
Hay que acostumbrarse a viajar por tierra y por mar, a caballo y a pie...; hay que dirigir a los demás; y lo más
difícil es conservar, en medio de mil miserias y dificultades, el espíritu de recogimiento y oración.
1865-1873, entre los 25 y los 33 años: Misionero en el distrito de Koala (Hawai)
Seis semanas de viaje no son nada para mí, pues donde quiera que llego, me siento como en casa. No temo
a los ladrones: de ordinario no llevo dinero. Me alojo en la primera casa que hallo. Encuentro todo lo que
necesito y nadie quiere recibir nada a cambio.
4 mayo 1873, a los 33 años: Se ofrece para ir a la leprosería de Molokai
Monseñor: Recuerdo el día de mi profesión religiosa en la que se me cubrió con el paño mortuorio,
aprendiendo que la muerte voluntaria es principio de nueva vida. Heme aquí dispuesto a enterrarme vivo
con estos desgraciados a varios de los cuales conozco personalmente.
9
10 de Mayo de 1873: Llegada a Molokai.
Aunque me ofrecierais 100.000 dólares por hacer lo que hago, no permanecería aquí ni cinco minutos. Sólo
Dios y la salvación de las almas me retienen. Si aceptara el más mínimo salario por mi trabajo, mi madre
nunca me reconocería como hijo.
A fines de 1884, a los 44 años: Damián declarado leproso (aunque la enfermedad hubiera
empezado antes, en 1880).
No, yo no quisiera la curación si el precio fuera mi salida de la isla y el abandono de mis trabajos.
15 de abril de 1889, a los 49 años: Muere en Molokai
Sé que mi final no está lejos. Que se cumpla la voluntad del Señor. ¡Qué dulce es morir hijo de los Sagrados
Corazones!
1936, 47 años después de su muerte: Se trajeron solemnemente sus restos mortales de vuelta a
su tierra natal
4 de junio de 1995, 106 años luego de su muerte: Beatificación en Bruselas, Bélgica
Nos, por nuestra autoridad apostólica, inscribimos en el Libro de los Beatos al venerable servidor de Dios
Damián de Veuster. Juan Pablo II
22 de julio de 1995: Devolución de una mano a Molokai
Poco después de su beatificación, se tomó conciencia de su pertenencia al Pacifico y al continente
americano; que es un santo también para América: se devolvió su mano derecha a la tierra (Kalawao,
Molokai) de la que es el héroe.
11 de octubre 2009: 120 años des pués de su muerte, canonización. El Papa lo proclama
oficialmente “santo”, en Roma
TEXTO 2
Cronología 2
“Desde que estoy en Molokai”, Eduardo Gil de Muro
1840
• 3 de enero: nacimiento en la granja de Ninde del pueblo de Tremelo (Bélgica). Padres:
Francisco de Veuster y Ana Catalina Wauters.
• Bautismo el mismo día de su nacimiento.
1844
• Escuela elemental en Werchter.
1853
• Termina la escuela primaria.
1858
• 15 de mayo: Colegio en la pequeña ciudad de Braine-Le-Comte.
• Octubre: Una misión predicada afirma su vocación religiosa.
1859
• Enero: Viaje a Lovaina. Se queda en la Congregación de los Sagrados Corazones, con
Pánfilo, su hermano.
• 2 de febrero: Toma de hábito (inicio del noviciado) como Hermano de Coro (no destinado al
sacerdocio). A los seis meses pasa a ser Hermano Estudiante.
• Junio: Continúa el Noviciado en lssy (París)
10
1860
• 7 de Octubre: Profesión religiosa en Picpus. Comienza sus estudios eclesiásticos en París
1861
• Septiembre: Estudios de teología en Lovaina
1863
• 19 septiembre: Ordenes Menores en Malinas.
• Octubre: Damián se ofrece como misionero al P. General, y obtiene ir en lugar de su hermano
enfermo
• 23 Octubre: Retiro espiritual para los misioneros. Despedida de su madre en el santuario de
Nuestra Señora de Monteagudo.
• 2 Noviembre: Embarque hacia Honolulu. Sale el 9 del puerto alemán de Bremen con 10
religiosas y 6 hermanos sscc.
1864
• 19 Marzo: Llegada a Honolulu (Hawai) después de 148 días de travesía.
• 26 Marzo: Ordenación de subdiácono.
• 17 abril: Ordenación de diácono.
• 21 Mayo: Ordenación sacerdotal en Honolulu por Mons. Maigret, con 4 compañeros de viaje.
• 5 Junio: El P. Damián es enviado a Puna (isla de Hawai). Llega el 28. Está ocho meses.
1865
• 19 Marzo: Traslado al distrito de Kohala, más grande y más difícil, en el que permanece 8
años.
• 4 Mayo: Convocatoria de misioneros en Wailuku (isla de Maui) para inaugurar la nueva
iglesia. Mons. Maigret expone la triste situación de Molokai. Damián se ofrece a ir el primero.
• 10 Mayo: El P. Damián desembarca en la leprosería. Tenía 33 años.
1876
• Llega el P. Burgermann para atender el interior de la isla, en la que permanece hasta 1880:
Damián le construye una iglesia.
1880
• Enero: siente las primeras molestias en la pierna izquierda.
• Agosto: Llega el P. Montiton para residir y servir en Kalaupapa.
• Septiembre: es condecorado Caballero Comendador de la Orden Real de Kalaupapa (Rey de
Hawai).
1882
• Desavenencias con su compañero Montiton.
1883
• Enero: Pierde la sensibilidad en el pie izquierdo.
1884
• El Dr. Arning, de Honolulu, le detecta analgesia e insensibilidad, propia de la lepra en su
pierna. Le comunica que está leproso.
• Septiembre: el obispo Koeckemann escribe que el P. Damián tiene lepra.
• Noviembre: Vivencia intensa de su enfermedad.
• Diciembre: Viaja a Honolulu: se abrasa el pie durante un baño de pies y no siente nada.
1885
• Primavera: El Dr. Arning (Honolulu) y el Dr. Mouritz (Molokai) examinan juntos al P. Damián y
no encuentran en todo su cuerpo “otra” enfermedad que la lepra.
• Finales: Aparece el primer tubérculo leproso en su oreja derecha y comienza la invasión de
todo su rostro.
11
1886
• 10 Julio: Va al hospital de leprosos de Honolulu, para observar el tratamiento del japonés Dr.
Goto. Recibe la visita del Rey, del Primer Ministro, y del Obispo. Habla con las monjas
franciscanas para que vayan a Molokai.
• 29 Julio: Llega Ira Barnes Dutton, el “Hermano José”, la gran ayuda y consuelo de Damián.
1887
• Primavera: Comienzan a llegar las ayudas económicas del pastor anglicano Chapman, de
Londres, que perturbarán al Gobierno.
1888
• Inicios: Un huracán hunde el campanario de Santa Filomena. Damián muy leproso y con
leprosos, rehace todo en mampostería.
• 8 Mayo: Llega el sacerdote belga L. Conrardy, misionero entre los indios de EE.UU. Gran
ayuda como sacerdote para Damián y su consuelo.
• Noviembre: Llegan las religiosas franciscanas americanas, que servían ya en el hospital de
Honolulu. Se hacen cargo del nuevo hospital para mujeres en Kalaupapa. Con ellas el P.
Wendelin, capellán y misionero en Kalaupapa. Llega también Jacques Sinnett, irlandés,
atraído por la fama del P. Damián. Buen compañero y ayuda. Veló continuamente la última
enfermedad del P. Damián con Conrardy.
• Navidad: Llega el pintor E. Clifford, que permanece 15 días. Le pintó varios retratos durante
su estancia.
1889
• Marzo: El leprólogo de Nueva York, Dr. A. Morrow, visita la leprosería. Tomó dos fotografías:
una con sus huérfanos al aire libre y otra sólo de busto tocado con la teja.
• 23 Marzo: Cae en cama por primera vez, después de trabajar a tope el día anterior.
• 27 Marzo: Ya no vuelve a levantarse. Le fuerzan a aceptar una cama: en Molokai dormía
siempre con el colchón de paja sobre el suelo. Cada noche al sonar las doce, L. Conrardy,
acompañado de Sinnett, que llevaba el farol, le traía la comunión de la iglesia. “Parecía un
serafín”' (Sinnett).
• 2 Abril: Recibe la Unción de enfermos.
• 13 Abril: Se agrava y el Dr. Swift le hace unas fotografías en su lecho de muerte.
• 15 Abril: De mañana entra en agonía, destrozada la garganta y los pulmones. El P. Wendelin
viene corriendo de Kalaupapa; en el camino otro mensajero le avisa de que acaba de morir.
• 16 Abril: Entierro de Damián a la sombra del pandano, al costado de la Iglesia de Santa
Filomena.
Reseñas
TEXTO 3
Reseña a
(Damián en Molokai)
Epidemia de lepra
Molokai. Esta isla, igual que sus vecinas, es un pequeño paraíso: primavera perpetua, belleza del
paisaje, flora exuberante. Y, sin embargo, en el siglo pasado fue un infierno.
En 1850, al aparecer la lepra en el archipiélago, el rey decide confinar a todos los leprosos en
Molokai. Comienza la caza al hombre; la policía acosa a todos los que se esconden en las montañas;
unos tristes convoyes conducen a la isla maldita a los infelices condenados a muerte lenta.
Son un millar, alejados del mundo, entregados a sí mismos, destinados a pudrirse.
12
Ofrecimiento de Damián
Los misioneros de los Sagrados Corazones se conmueven. ¿No habrá entre ellos un voluntario que
se ofrezca a vivir con esos deportados?
Se presenta un muchacho alto, rubio, fuerte, hijo de campesinos flamencos. Se llama José de
Veuster, en religión padre Damián. Tiene treinta y tres años. «Como Jesucristo», murmura su
superior al oír su heroica propuesta.
Unas semanas más tarde, en mayo de 1873, se encuentra ya sumergido en un mundo de
degradación física y moral. Hay madres que abandonan a sus hijos; los moribundos son tirados al
muladar; algunos se entregan a repugnantes bacanales.
Liberación material y moral
Es preciso hacer unos hombres de esos reclusos. Al mismo tiempo que cura a los enfermos, el padre
Damián hace que trabajen todos los que pueden hacerlo, y los ocupa en el cultivo de la tierra y la
construcción de casitas que, poco a poco, van sustituyendo a las infectas cabañas de paja. También
él hace de agricultor, arquitecto, albañil, carpintero...
A la renovación material le acompaña la moral: los robos y agresiones van siendo raros; el
alcoholismo disminuye; las familias se rehacen; las jóvenes se agrupan en coros, y los muchachos,
en equipos deportivos. Incluso el sector de los «locos», que es el lugar más vil, poco a poco se
apacigua.
Contagio
Cuando ya está realizado lo esencial, sucede lo que era natural y ya había previsto el padre: a fuerza
del trato continuo con los enfermos, de coger el poi en la misma calabaza que los dedos purulentos,
es vencido por el bacilo, a pesar de su robusta constitución.
Ya es un leproso más entre los otros. Su hermoso rustro se hincha; las úlceras y las costras lo
invaden.
Pronto ya no puede levantarse. Sus ojos vidriosos se fijan en el «San Francisco estigmatizado» de
Burne, que está colgado a su vista. ¿No lleva también él a su modo los estigmas de la Pasión?
De día y de noche hay un centenar de leprosos orando de rodillas junto a su casa. «Mis queridos leprosos», murmura el padre al oírlos. Y unas lágrimas caen por sus mejillas.
Una última alegría: llega un sacerdote que se quedará con sus leprosos. Ya puede morir.
Muerte
Muere, en efecto, el 15 de abril de 1889, después de haber visto morir, en dieciséis años, a 1.823 de
sus compañeros. Tiene cuarenta y nueve años. Poco después, las señales de la lepra desaparecen
de su rostro. El día de los funerales, precedido de la banda de música y de las cofradías, llevado por
ocho leprosos, es enterrado el ataúd, como lo había deseado el padre, al pie del pandanus que había
cobijado sus primeras noches. Encima de su tumba plantarán una cruz de mármol negro que lleva en
letras plateadas estas palabras: MURIÓ MARTIR DE SU CARIDAD.
(Raúl Follereau, Jean Toulat, Mundo Negro, Madrid, p. 42)
TEXTO 4
Reseña b
(EdeB)
A los 23 años, Damián dejó Bélgica, su patria, para ir de misionero a las islas Hawai (Pacífico
Norte). Diez años después, se internó voluntariamente en la isla de Molokai, donde el gobierno
segregaba a los leprosos. Organizó para ellos la vida social, les devolvió el sentimiento de su
dignidad y los contagió con su fe y esperanza. El 15 de abril de 1889 moría consumido por la
lepra.
13
1. Infancia y vocación religiosa
José de Veuster, el futuro Padre Damián, nació en 1840 en Bélgica, en una familia
profundamente cristiana. Desde pequeño demostró un gran amor a Dios y a los pobres.
A los 13 años tuvo que dejar la escuela para ayudar en los trabajos de la finca. Más tarde,
cuando tenía 18 años, su padre lo destinó al comercio de granos y lo mandó, fuera de casa, a
estudiar el francés. Allí descubre su vocación.
Escribe a sus padres:
- Quiero ser sacerdote.
Sin más tardar los convence de dejarle ingresar a la Congregación de los Sagrados Corazones.
Esta Comunidad, nacida durante la Revolución Francesa, tenía la finalidad de llevar el amor del
Corazón de Cristo al mundo y así renovarlo.
2. Vocación misionera
Cuatro años más tarde, en 1863, su hermano mayor, religioso de la misma Comunidad y recién
ordenado sacerdote, es designado para ir de misionero a las islas Hawai. Pero, habiendo caído
enfermo de gravedad, no puede partir.
Con la entereza que le caracteriza, Damián escribe al Superior General de su Congregación:
- Quiero ir en lugar de mi hermano.
Aunque no ha terminado sus estudios, su ofrecimiento es aceptado.
3. La isla maldita
Ordenado sacerdote en Honolulu, a los 24 años, el joven misionero toma inmediatamente
posesión de un extenso y difícil territorio misionero en el distrito de Puna al oeste de la gran isla
Hawai.
Poco después, el gobierno de Honolulu, para detener la epidemia de la lepra, decide recluir a los
enfermos, a la fuerza, en una cárcel natural de un promontorio pedregoso y azotado por los
vientos, en la isla de Molokai. En 1873, el obispo confía a sus sacerdotes su angustia respecto
del infierno en que viven los recluidos.
Damián exclama:
- Heme aquí. Estoy dispuesto a sepultarme vivo con esos pobres infortunados.
Tiene 33 años, la edad en que Cristo murió en la cruz. La semana siguiente, sin más bienes que
la ropa que lleva puesta, desembarca en la isla, de la que solo la muerte le iba a librar 16 años
más tarde.
4. El cielo baja a Molokai
De inmediato pone manos a la obra, armado del poder de la cruz. Sin más recursos que el amor
de Dios, un amor apasionado por la vida, por la salud y la dignidad, venciendo el asco que le
causa el horrible hedor de las carnes en putrefacción, hace prioritariamente de sacerdote;
hombre vigoroso y de inagotable energía física, hace también de enfermero y médico, de
arquitecto e ingeniero; y, con más agrado aún, de peón.
Consigue el agua potable, levanta bonitas casas pintadas de blanco, promueve el cultivo de la
tierra y organiza la vida social. Monta el orfanato para evitar que los niños fueran explotados.
Funda el cementerio pues, antes, los cadáveres de los leprosos yacían donde la muerte los
encontraba; y convierte los funerales diarios en fiesta.
Se identifica con sus pobres enfermos para devolverles el sentimiento de su dignidad:
- Nosotros, los leprosos... - les dice, aunque todavía no lo fuera.
14
En sus prédicas, les habla de su grandeza de hijos de Dios, les comunica la esperanza de una
vida mejor:
- Nosotros, los leprosos, somos los amigos de Dios; un día gozaremos de un cuerpo nuevo...
Poco a poco, bajo su impulso de pastor, el pueblo de los leprosos va organizándose, progresa a
nivel material y moral y descubre la dimensión religiosa y espiritual.
EI secreto de esta entrega y energía inagotables era Jesús al que encontraba en la Eucaristía.
- Sin la presencia permanente de nuestro divino Maestro en el altar de nuestras pobres capillas escribía - no hubiera podido quedarme aquí ni un día.
Poco a poco, gracias a su acción, la cruz de Cristo produce el más grande de los milagros: el
infierno de Molokai se convierte en paraíso, en antesala del cielo.
5. Leproso con los leprosos
Once años después de su llegada a Molokai se produjo el acontecimiento que va a trastornar su
vida: aparecieron en sus piernas los primeros síntomas de la lepra.
A fines de 1884, el examen médico confirmó la presencia del terrible mal. El año siguiente, el
rostro es atacado; le quedan cuatro años de vida. Dios quiso que Damián, el buen pastor, se
solidarizara del todo con sus ovejas, participando de su misma enfermedad. Igual como Jesús se
hizo uno de nosotros, encarnándose en una humanidad pecadora, Damián se volvió un leproso
más.
Cosa extraordinaria, se siente más feliz que nunca:
- Mis párpados empiezan a caer; pronto mi cara quedará desfigurada. Me quedo tranquilo y resignado y
hasta me siento más feliz en medio de mi gente.
6. Muerte y repercusiones
En sus últimas semanas de vida, ya no puede salir a visitar a sus enfermos; pero ahora son ellos
que vienen, llenos de desesperación, a asaltar su casa para verle una última vez.
El 15 de abril de 1889, lunes de la semana santa, muere a los 49 años, en medio de los llantos
de los que lo consideraban como su padre.
La noticia se difundió por el mundo entero... Y desde aquel entonces, su ejemplo sigue siendo
un incentivo en la lucha contra todas las «lepras», y no cesa de suscitar, entre jóvenes y menos
jóvenes, el anhelo de servir con total entrega a los más necesitados.
TEXTO 5
Reseña c (hoja sscc belga)
1. Con los marginados
El 15 de abril de 1889, moría el Padre Damián, leproso entre los leprosos abandonados en la
isla de Molokai (Hawai), donde él mismo se había encerrado voluntariamente durante 16 años.
Desde hacía cuatro años se sabía afectado por este mal incurable.
Había en dicha isla alrededor de 800 leprosos, deportados por el gobierno hawaiano a esta
especie de prisión natural. Se les proporcionaba comida, vestido y alojamiento; pero esta ayuda
dejaba mucho que desear. Lo más terrible era la falta absoluta de esperanza pues en aquel
entonces no había remedio para esa horrible y repugnante enfermedad. Despreciados y
excluidos de la sociedad, vivían en medio de una gran desesperación, rota toda relación afectiva
con sus seres queridos.
15
El corazón del Padre Damián se enternece a la vista de esta miseria. Se une a estos seres
sufrientes y marginados para prestarles asistencia, estar, hablar, comer y vivir con ellos. Desde
su llegada se dirige a ellos como uno más:
nosotros, los leprosos...
2. Dinamismo y creatividad
Faltan por completo los equipamientos colectivos. Con ayuda de los que aún pueden trabajar,
Damián construye casas, un orfelinato, una iglesia y amplía el hospital. Arregla el embarcadero y
sus vías de acceso; instala la conducción de agua, que aún funciona hoy; abre un almacén en el
que los enfermos
pueden
abastecerse
gratuitamente, y construye ataúdes, allí tan
necesarios. Anima a la gente a cultivar la tierra, a plantar flores, y organiza una banda de música
para los momentos de descanso. Sin ser médico se preocupa por mejorar los cuidados a los
enfermos y promueve nuevas técnicas terapéuticas.
Recurre a otros colaboradores, especialmente religiosas, no limitándose a su esfuerzo y entrega
personales. Y solicita constantemente del gobierno medidas en favor de los leprosos.
Así, poco a poco, a través de su presencia y acción se produce un gran cambio: una cierta
alegría de vivir, a pesar de todo, sustituye a la desesperación. El horizonte cerrado se despeja;
al final del callejón sin salida se abre una puerta: ¡la fatalidad ha sido superada!
3. Hasta el final
Según su obispo, el Padre Damián había sido enviado, tras solicitarlo, tan sólo para una estancia
de pocas semanas. Pero Damián lo entiende de forma muy distinta: se trata de un camino sin
retorno que está dispuesto a recorrer hasta el final, sin escatimar nada, hasta su completo
desgaste. Las circunstancias llevarían a sus superiores religiosos a aceptar su punto de vista.
De ahí que él se dijera con frecuencia:
¡Vamos, muchacho, ya estás aquí para siempre!
No hay nada de morboso o masoquista en esta voluntad de sacrificarse. El Padre Damián no se
complace ni en el pesimismo ni en el sufrimiento. Al contrario, ama la vida y se agarra a ella con
todas sus fuerzas. Al bueno de «Jef» (diminutivo de José, su nombre de pila), célebre por su
jovialidad desde sus años de estudiante, nada le encanta más que una buena taza de café y una
pipa bien repleta.
Por eso, a pesar de sus modales un tanto bruscos, resulta atractivo, caldea los corazones, tiene
un ascendiente muy especial. La llegada del Padre Damián, pletórico de salud y de franca
sencillez, cambia el ambiente de la leprosería.
4. Testigo de un Dios cercano
El Padre Damián siempre añade a su firma: “Sacerdote misionero”.
Así es como él se define. Este es el título que desea entre los leprosos. En tiempo normal pasa
la mayor parte de su jornada visitándolos, cualquiera que fuera su religión (los católicos no
sobrepasan la mitad del total de la población). En cada casa, condenándose a respirar aire
viciado, deja la palabra apropiada: aquí dulzura y consuelo, allí un poco de reproche para
despertar la conciencia; si es necesario, echa mano de la reprimenda. Les da medicinas y cura
sus llagas como quien cuida flores.
Cuando ve acercarse el fin de alguna de sus ovejas le administra los últimos sacramentos. Y
dice:
Es verdad que verlos resulta repulsivo; pero son almas rescatadas al precio de la sangre del Salvador.
También él, en su misericordia, consoló a los leprosos. Si yo no los puedo curar, poseo, en cambio, los
16
medios para consolarlos. Confío en que muchos, purificados de la lepra del alma por los sacramentos,
serán un día dignos del cielo.
En este trabajo de preparar a bien morir, el Padre Damián encuentra gran consuelo. Los
entierros son verdaderas fiestas, llenas de una asombrosa alegría.
Su secuestro voluntario entre estos marginados de la sociedad es un signo del amor de Dios
hacia ellos. Aunque hubiera permanecido mudo, el Padre Damián, por su presencia entre los
leprosos, por lo que era y por lo que hacía, se convierte en el testigo de un Dios que se acerca al
sufrimiento humano y rompe la soledad.
5. El secreto de una vida
Es muy fácil rellenar el «currículum vitae» de San Damián: nace en 1840, en Tremelo, cerca de
Lovaina, en una familia campesina acomodada; ingresa a la Congregación de los Sagrados
Corazones en 1859; parte para Hawai donde es ordenado sacerdote (1864); realiza apostolado
en la isla de Hawai; llega a Molokai en 1873, y allí muere, a los 49 años, el 15 de abril de 1889.
Pero, ¿nos es posible penetrar en lo profundo de su ser para ver qué le animaba y qué fuego
ardía en él?
El Padre Damián, lejos de ser un alma complicada y atormentada, tenía un corazón de niño.
Aunque algunos días le asaltasen oscuros pensamientos, vivía feliz confiando en Dios:
Persuadido como estoy que Dios no me pide lo imposible, me enfrento con prontitud a todo sin
turbarme.
En medio de los leprosos, y sobre todo, cuando sabe que está afectado por la terrible
enfermedad, se siente unido a Jesús, camino de la cruz. Deja en manos de Dios el que su vida
se prolongue o no, considerándose el misionero más feliz del mundo.
Esta actitud la alimenta, sobre todo, mediante la adoración:
Al pie del altar - escribía en 1881 a su hermano, religioso en la misma Congregación - es donde
encontramos la fuerza necesaria en nuestra soledad. Es ahí donde yo me encuentro todos los días
contigo y con todos los hermanos de nuestra querida Congregación. Sin el Santísimo Sacramento sería
insostenible una situación como la mía. Pero, teniendo al Señor a mi lado, estoy siempre alegre y
contento.
6. Tras las huellas del Padre Damián
Tampoco faltan en nuestros días hombres y mujeres que, como Madre Teresa y otros tantos, se
unen a los que más sufren y a los que están más marginados en nuestro mundo.
Otros continúan la lucha contra la lepra. Así la Fundación Damián, en Bélgica, y la Fundación
Follereau, en Francia.
Los miembros de la Congregación de los Sagrados Corazones intentan seguir las huellas de su
hermano de Molokai y, como él, quieren ser testigos de un Dios cercano a los pobres y
marginados.
¿Cuántos no se encuentran hoy en situaciones insostenibles familiares, personales u otras?
¿Cuántos no viven en una sensación de completa impotencia como la del Padre Damián ante la
lepra?
A ejemplo suyo ¿tendremos el atrevimiento de creer que la fe mueve montañas y que el amor
hace milagros?
17
Misa Damián de Veuster
(10 de mayo)
Monición de entrada
Aunque haya sido canonizado 120 años después de su muerte, el 11 de octubre del 2009,
Damián de Veuster no deja de ser uno de los santos más grandes, pues su figura trasciende el
ámbito católico. A los 23 años dejó Bélgica, su patria, para ir de misionero a las islas Hawai. Diez
años después, se internó voluntariamente en la isla de Molokai, donde el gobierno segregaba a
los leprosos. Organizó para ellos la vida social, les devolvió el sentimiento de su dignidad y los
contagió con su fe y esperanza. El 15 de abril de 1889 moría consumido por la lepra. Es así
como se hizo acreedor al título de Héroe y Mártir de la Caridad.
Sintámonos orgullosos de tenerlo como protector en el cielo y aprendamos a conocerlo,
venerarlo e imitarlo.
Antífona de entrada
Alegrémonos en el Señor por Damián, siervo de Dios y siervo de la Humanidad; su amor y
entrega sin reservas por los rechazados y los que sufren le han dado un lugar entre los
bienaventurados.
Rito penitencial
Escoger unas peticiones de perdón, y proclamarlas alternándolas con un refrán de perdón.
Por nuestras ausencias ante quienes sufren; por nuestra insensibilidad ante el dolor ajeno; por
nuestro propio egoísmo en el propio dolor.
Por nuestras cobardías, por nuestros disimulos, por nuestros silencios y ausencias fáciles. Por
nuestras promesas incumplidas.
Por tu primera caída, Señor, y por nuestras incontables recaídas, que nos enseñan la sencillez y
la humildad.
Por las cruces que arrojamos de nuestras espaldas; por todos aquellos a quienes obligamos a
caminar con nuestras cruces.
Por los hermanos a quienes empujamos para que caigan y por los hermanos a quienes no
ayudamos a sostenerse.
Por las veces que hemos negado un servicio a los que viven con nosotros.
Por nuestros desánimos, por nuestro desaliento, por nuestra ausencia de energía, por nuestra
falta de esperanza.
Por todos los hombres a quienes empujamos hasta los tribunales; por nuestras condenas
injustas.
Por nuestras caretas, nuestros disfraces, por nuestras apariencias e hipocresías.
Por nuestras traiciones a ti, Señor, y a los pobres.
Por nuestros conformismos irresponsables; por nuestras posturas
despreocupado vivir.
cómodas y por nuestro
Porque fuimos nosotros quienes te clavamos en la cruz; porque estamos dispuestos a darte
muerte todos los días.
18
Oración colecta
Padre de misericordia, que, en San Damián, nos has dado el sublime testimonio de su caridad a
los más pobres y abandonados, concédenos, por su intercesión, que también nosotros,
impulsados por el amor al Corazón de tu Hijo, seamos servidores de los hermanos más
necesitados y marginados.
Monición de la primera lectura
Con seguro, nos estamos preguntando cuál fue el secreto de Damián, de dónde sacó ese celo
ardiente, esa compasión incontenible para con los excluidos. Es que el amor de Dios, mediante
el Espíritu Santo, se derramó con suma abundancia en su corazón. Es ese amor divino que le
permitió dar hasta la vida por los leprosos, imitando a Jesús que dio la suya por los pecadores.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos (5,1-8)
Hermanos, ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio
de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que
estamos.
Y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios. Más aún, hasta nos
gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce la constancia; la constancia,
virtud probada; la virtud, esperanza. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido
derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
En efecto, cuando nosotros estábamos todavía sin fuerza, Cristo, en el tiempo fijado, murió por
los impíos. Difícilmente se encuentra uno que quiera morir por un justo; puede ser que se esté
dispuesto a morir por un hombre bueno, pero la prueba del amor que Dios nos tiene nos la ha
dado en esto: Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores.
Salmo responsorial (33 [34], 1-2, 5-6, 7-8, 19-20)
R/ Gustad y ved qué bueno es el Señor
1. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes los escuchen y se alegren.
2. Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
él lo escucha y lo salva de sus angustias.
3. El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
4. Aunque el justo sufra muchos males,
de todos lo libra el Señor;
él cuida de todos sus huesos,
y ni uno solo se quebrará.
Monición de la segunda lectura
No somos grandes tanto por las obras que hacemos. Lo somos más que todo por la motivación
con la que las hacemos. Damián es grande no porque sirvió a los leprosos hasta contraer la
lepra, sino porque lo hizo por amor.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (12,31 - 13,13)
Hermanos, ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino mejor.
Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que
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un metal que resuena o unos platillos que aturden.
Ya podría tener el don de predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener fe
como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. Podría repartir en limosnas todo lo que
tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia. El amor no presume ni se engríe; no
es mal educado ni egoísta. No se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino
que goza con la verdad.
Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin limites. El amor no pasa nunca.
Aleluya, Aleluya
Yo soy el Buen pastor, que da la vida por sus ovejas. Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Juan (10, 11-18)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- Yo soy el buen pastor.
El buen pastor da la vida por sus ovejas; el asalariado que no es pastor ni dueño de las ovejas,
ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un
asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me
conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y
escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita,
sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla.
Este mandato he recibido del Padre.
Plegaría universal
Celebrante: El Padre Damián convirtió el infierno de Molokai en una comunidad fraterna y
gozosa a pesar de la tremenda enfermedad que no dejaba de segar más y más vidas. Por su
intercesión, pidamos a Dios que transforme nuestro mundo en una gran familia unida y solidaria.
1. Por nuestros sectores, barrios y demás organizaciones, para que sigamos trabajando mano
de la mano, solidariamente. Roguemos al Señor.
2. Para que, en el vecindario, haya siempre mayor comunicación, comprensión y participación; y
vayan creciendo la fraternidad y la comunión. Roguemos al Señor.
3. Por nuestras familias, para que, mediante la intercesión de San Damián, vayan creciendo en
el diálogo y la fidelidad, en la unión y la paz. Roguemos al Señor.
4. Por los hombres heridos y despreciados, sin ninguna belleza que pueda fascinar nuestras
miradas, para que sean reconocidos en su dignidad humana. Roguemos al Señor.
5. Por los hombres que sufren, por los enfermos y los minusválidos; por los afectados por el sida
quienes además se sienten juzgados; por los que se sienten abandonados de todo el mundo y
por los que entran en rebeldía. Que todos ellos puedan hallar en nosotros consuelo, manos que
los curan y corazones llenos de compasión. Roguemos al Señor.
6. Para que el Espíritu del Señor suscite en el mundo vocaciones de servicio a los demás en la
línea del Evangelio; para que nosotros los bautizados seamos conscientes de la responsabilidad
que tenemos de dar la mano a los necesitados. Roguemos al Señor.
Celebrante: Padre bueno, comunicaste a San Damián de Veuster el mismo amor que habitaba
en el Corazón de Jesús, proporcionándole el don de una caridad heroica en el cuidado de los
leprosos. Concédenos servir con un amor semejante a nuestros hermanos, especialmente a los
enfermos y abandonados.
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Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, los dones de tu pueblo y concédenos que, al recordar las maravillas que el amor
de tu Hijo realizó con nosotros, nos reafirmemos, a ejemplo de San Damián, en el amor a ti y al
prójimo.
Prefacio
En verdad es justo y necesario
ofrecerte nuestra acción de gracias,
bendecirte y alabarte sin cesar,
Dios fiel, Padre de misericordia,
en este día, en que celebramos
a San Damián de Molokai.
En seguimiento de tu Hijo bien amado,
venido para servir y dar su vida por muchos,
tú le has llamado a morir en servicio de los leprosos.
Fortalecido por el pan de vida en la eucaristía,
compartió en todo su existencia hasta morir leproso.
Testimonió así la fuerza de tu amor,
que se desposa con la miseria de la humanidad
para abrirle a la vida en plenitud.
Su ejemplo y su oración nos arrastran,
en el ardor del amor, a entregar nuestra vida
para que la Buena Noticia sea anunciada
a tus preferidos: los pobres y los pequeños.
Por eso, con los ángeles y todos los santos,
proclamamos tu gloria, cantando:
Oración después de la Comunión
Te damos gracias, Dios misericordioso, por el Pan de vida que nos regalas en tu Hijo Jesucristo.
Danos por él la gracia de conocerte y fuerza para anunciar tu amor, a ejemplo de tu servidor
Damián, con toda nuestra vida.
Bendición
Dios Padre, que, a través del testimonio de Damián, manifiesta la fuerza de su amor que se
desposa con la miseria de la humanidad, les dé de servir como el sirvió.
Amén.
Dios Hijo que vino para servir y dar su vida por muchos y llamó a Damián a morir al servicio de
los leprosos, les fortalezca con el pan de vida en la eucaristía.
Amén.
Dios Espíritu Santo que llevó a Damián a compartir toda su existencia hasta morir leproso, les
contagie con el ardor del amor del Corazón de Jesús.
Amén.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
Amén.
21
Todo el mes de mayo
Mes de María, Día de la Madre
(Ver Vía crucis completo en Recursos-Marzo)
Primera estación del "Vía Crucis de Jesús y de Damián":
Despedida de la Madre tanto de parte de Jesús como de
Damián.
1. Oración inicial
Tú, Señor Jesús, inocente, fuiste acusado; justo, fuiste juzgado; santo fuiste condenado.
Tú, Hijo del Hombre, fuiste torturado, crucificado y llevado a la muerte; tú, Hijo de Dios, fuiste
blasfemado, mofado y negado.
Tú, la luz, conociste las tinieblas; tú, Rey, fuiste levantado sobre una cruz; tú, la vida, sufriste la
muerte; y muerto, resucitaste a la vida.
Al contemplarte, anímanos a la conversión, a la santidad.
Enséñanos, como tú, a sufrir por amor a los demás.
Muévenos a comprender el dolor ajeno, a compadecernos, a consolar, no solo de palabra, sino con
actos.
Danos fuerzas cuando llega la hora de la prueba, cuando nos toca clavarnos en la cruz junto a ti,
para que resucitemos a la Vida nueva que eres tú.
2. Vía-crucis del Señor: Jesús se despide de su Madre
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos,
(Todos) - Pues, por tu santa cruz, redimiste al mundo.
Lectura
Estaban de pie junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y
María Magdalena.
Al ver a su madre y a su lado al discípulo a quien él quería, dijo Jesús: - Mujer, he aquí a tu hijo.
Luego dijo al discípulo: - He aquí a tu madre. (Juan 19,25-27)
Meditación
Jesús se despoja de todo. El mismo que, a los doce años al quedarse en el templo, sacrificaba el
amor filial por un amor más grande:
¡No saben que tengo que atender los asuntos de mi Padre!
Se despoja hasta de su madre. Hasta de su vida. Todo lo da, todo lo entrega, con tal de salvar el
mundo.
Canto
3. Vía-crucis de Damián, humilde discípulo del Señor: Separación de los
suyos y despedida de su madre
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos,
(Todos) - Pues, por tu santa cruz, redimiste al mundo.
22
Meditación
Damián parte para las misiones, pues Dios le llama y la Iglesia le envía. Siente gozo y entusiasmo,
junto con un grandísimo dolor.
Esforzándose por sonreír, dejó para siempre su granja de Ninde.
Sin embargo, no lo hizo sin antes tener una suprema delicadeza para con su madre desolada.
Concertó con ella una despedida, para el día siguiente, a los pies de la Virgen de Monteagudo,
donde él quería ir también, por última vez a saludar a nuestra Señora, a la que profesaba una tierna
devoción.
- Nuestra Señora de Monteagudo - le dijo - ha escuchado nuestras suplicas y devuelto la salud a
Pánfilo, vaya mañana allí en peregrinación. Yo iré también; allí nos despediremos.
A su vuelta de Tremeloo, pasó el resto de las horas a la cabecera del lecho de su hermano, y hacia
las once, se encaminó entre las tinieblas hacia Monteagudo. La madre, acompañada de su nuera,
había hecho otro tanto. Ante la Imagen de la Consoladora de los afligidos y Reina de los Apóstoles,
la oración de la madre y del hijo se desbordó espontánea y confiada…
De repente apareció la diligencia que iba a Lovaina. El cochero paró los caballos.
- Bueno - dijo la madre emocionada - digámonos adiós.
El nos apretó las manos – cuenta su cuñada - nos abrazó y montó en el carruaje haciéndonos su
último signo de adiós. Los caballos partieron al trote. Dos minutos después todo había desaparecido.
Nuestros corazones estaban muy encogidos por esta súbita desaparición; poco a poco se fueron
calmando al ir recitando el Rosario. No pensábamos más que en rogar a María que velara sobre el
querido apóstol; estábamos muy lejos de prever lo que iba a suceder en Molokai.
Diálogo
1. ¿Hemos oído de otros, o vivido personalmente, experiencias parecidas? ¿Hay situaciones de
nuestro medio, de nuestra vida, que se parecen a lo que cuenta el acto o la escena?
2. ¿Qué personaje, palabra o frase, nos llama más la atención? ¿Por qué?
3. ¿Qué enseñanza nos ofrece esta escena, qué mensaje nos deja?
4. ¿A qué cambios nos compromete esta escena en nuestra vida personal, en nuestra familia, en
nuestro medio?
4. Oración
Oración improvisada en voz alta, uno por uno. O silencio de meditación.
Letanías
Por Santa María, Señora del Calvario, Virgen de la Entrega; por enseñarnos a decir sí, a pronunciar
nuestro "hágase tu voluntad". Gracias, Señor.
Por Verónica, por las mujeres valientes, por las madres ejemplares, por las esposas fieles. Gracias
Señor.
Por las mujeres de Jerusalén, por las mujeres del mundo, por las jóvenes valientes y limpias. Gracias
Señor.
Por la Virgen, mujer fuerte; por Juan, apóstol de los ojos limpios; por José de Arimatea y por
Nicodemo, discípulo indeciso; por las mujeres decididas. Gracias Señor.
Por las otras: las prostitutas y las mujeres fáciles; por nuestros abusos y pecados. Perdón, Señor.
23
Por nuestras ausencias ante quienes sufren; por nuestra insensibilidad ante el dolor ajeno; por
nuestro propio egoísmo en el propio dolor. Perdón, Señor.
Por nuestras cobardías, por nuestros disimulos, por nuestros silencios y ausencias fáciles. Perdón,
Señor.
Por nuestras promesas incumplidas. Perdón, Señor.
Oración final
Dios, Padre nuestro, te damos gracias por San Damián,
quien, para seguir incondicionalmente a tu Hijo Jesucristo,
se ofreció para ir a Molokai con los leprosos marginados,
identificándose con ellos hasta la muerte.
Con la entrega de su vida, les devolvió la dignidad humana y les dio un futuro.
En él manifestaste cuánto nos amas, a todos los hombres.
Te pedimos que tu Espíritu nos mueva a seguir sus huellas y a tener una fe como la suya.
Abre nuestros ojos y nuestro corazón a aquellos que no cuentan, que son marginados,
para que, por medio de nosotros, te descubran.
Haz que muchos sigan el camino que él nos señaló.
Te lo pedimos a ti, Dios bueno, que no cesas de amarnos,
hoy y todos los días, hasta la eternidad. Amén.
24
21 de mayo o cualquier otro día del mes
Pastoral vocacional
(Ordenación de Damián en Honolulu el 21 de mayo 1864)
Convivencias vocacionales con la catequesis, con grupos juveniles...
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 3 textos que
siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL
O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
TEXTO 1
Damián se caracteriza por su capacidad a decir siempre sí
a Dios, un sí rotundo y definitivo a su voluntad
1. Infancia y vocación religiosa
José de Veuster, el futuro Padre Damián, nació en 1840 en Bélgica, en una familia
profundamente cristiana. Desde pequeño demostró un gran amor a Dios y a los pobres.
A los 13 años tuvo que dejar la escuela para ayudar en los trabajos de la finca. Más tarde,
cuando tenía 18 años, su padre lo destinó al comercio de granos y lo mandó, fuera de casa, a
estudiar el francés. Allí descubre su vocación.
Escribe a sus padres:
- Quiero ser sacerdote.
Sin más tardar los convence de dejarle ingresar a la Congregación de los Sagrados Corazones.
Esta Comunidad, nacida durante la Revolución Francesa, tenía la finalidad de llevar el amor del
Corazón de Cristo al mundo y así renovarlo.
2. Vocación misionera
Cuatro años más tarde, en 1863, su hermano mayor, religioso de la misma Comunidad y recién
ordenado sacerdote, es designado para ir de misionero a las islas Hawai. Pero, habiendo caído
enfermo de gravedad, no puede partir.
Con la entereza que le caracteriza, Damián escribe al Superior General de su Congregación:
- Quiero ir en lugar de mi hermano.
Aunque no ha terminado sus estudios, su ofrecimiento es aceptado.
3. La isla maldita
Ordenado sacerdote en Honolulu, a los 24 años, el joven misionero toma inmediatamente
posesión de un extenso y difícil territorio misionero en el distrito de Puna al oeste de la gran isla
Hawai.
Poco después, el gobierno de Honolulu, para detener la epidemia de la lepra, decide recluir a los
enfermos, a la fuerza, en una cárcel natural de un promontorio pedregoso y azotado por los
vientos, en la isla de Molokai. En 1873, el obispo confía a sus sacerdotes su angustia respecto
del infierno en que viven los recluidos.
Damián exclama:
- Heme aquí. Estoy dispuesto a sepultarme vivo con esos pobres infortunados.
25
Tiene 33 años, la edad en que Cristo murió en la cruz. La semana siguiente, sin más bienes que
la ropa que lleva puesta, desembarca en la isla, de la que solo la muerte le iba a librar 16 años
más tarde.
TEXTO 2
Convivencia o encuentro vocacional: CON TEXTOS
PROPIOS DE DAMIAN
Repartir copia del texto que sigue a los vocacionados.
En grupos pequeños o todos juntos, cada uno, en silencio, va subrayando los puntos que le
llaman más la atención.
• Discusión sobre los puntos subrayados…
•
En plenaria
Cada grupo presenta su reflexión. Se anota, con pocas palabras, en la pizarra los puntos fuertes…
En la capilla
Interiorización del mensaje:
• Se lee una primera parte de lo que ha quedado en la pizarra…
• Silencio de meditación
• Se lee una segunda parte…
• Oración…
Textos sacados de las cartas de Damián…
LLAMADA VOCACIONAL
Llamada: la vocación misionera vale la pena; necesidad urgente de
misioneros
•
•
•
•
•
•
•
Que cuanto os he escrito no os asuste. Nuestro Divino Salvador está con sus misioneros.
Venid, pues, a trabajar a su viña, pues es muy grande la necesidad de obreros.
Necesitaría absolutamente otro sacerdote. Pero ¿dónde encontrarlo? Prepara, pues, a jóvenes
sacerdotes. Invito cordialmente a los estudiantes y novicios de Lovaina a que vengan a ayudarnos.
La cosecha está madura.
¡Cuántos pobres en esta isla os esperan y extienden sus brazos para que vengáis a bautizarlos y
a instruirlos!
¿Dónde están, pues, nuestros jóvenes compatriotas de corazón generoso, para venir a nuestro
campo de batalla, a llenar los huecos que la muerte y la vejez dejan en nuestras filas?
Si ahora no podemos hacer frente a las actuales necesidades, ¿qué será cuando el Señor haya
llamado algunos de entre nosotros a la otra vida?
En los lugares que visito fuera de la leprosería…, necesitaría a un buen sacerdote, lleno de celo y
de paciencia. Nuestra misión, muy bien establecida en las islas Sándwich (antiguo nombre por
Hawai), sufre de falta de sacerdotes
Pedir por las vocaciones
•
Es el momento de pedir al dueño de la mies que envíe a nuevos trabajadores
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¿CUALES SON LAS CUALIDADES DEL MISIONERO?
¿QUE VALORES HAY QUE INCULCAR A LOS JOVENES QUE SE FORMAN PARA LA MISION?
Fortaleza humana
•
•
Ejercita bien [a los formandos], tanto en los ejercicios corporales como espirituales.
Mi querido hermano, si tú no puedes venir, prepáranos a jóvenes robustos, caritativos e intrépidos,
que a su vez continúen aquí, en el campo de batalla.
Virtudes
•
•
[Jóvenes misioneros] muy sólidos en todas las virtudes.
De corazón virtuoso.
Espíritu religioso
•
•
•
Saca de ellos buenos religiosos
Sed primeramente buenos religiosos y seréis, así lo espero, buenos misioneros.
No dudéis entrar en una Congregación religiosa, pues mis doce años de apostolado en misiones,
me han enseñado que el primer deber de un misionero junto a los infieles, es el de estar
totalmente entregado a una orden religiosa...
Preocupados por la salvación de los pecadores
•
•
•
•
•
Enséñales sobre todo a compartir las penas de los pobres pecadores, bien sea con oraciones
continuas, bien con exhortaciones oportunas.
[El misionero se preocupa] de la obra de la salvación de las almas.
Podré trabajar en la conversión de toda la isla, en la que no hubo jamás un sacerdote fijo…
Meditemos a menudo lo que el Señor ha hecho por la salvación de una sola alma y sabremos lo
que tendremos que hacer para sacar a centenares del camino del vicio.
Vengan a bautizarlos y a instruirlos.
Celo
•
•
No tenemos aquí un gran número de celosos misioneros.
Dios sea alabado por la semilla de celo y de sacrificio que ha depositado en vuestros jóvenes
corazones.
Compasivos
•
•
Prepáranos a jóvenes caritativos.
Guardad, os ruego, en vuestros corazones estos sentimientos de amor hacia los miembros que
sufren de nuestro divino Maestro; es decir, que debemos tener una grande compasión por los
enfermos y en particular por los leprosos, que son especialmente los miembros sufridos de
N.S.J.C.
Entrega sin descanso
•
Nosotros, pobres misioneros, no podemos tener en esta vida descanso…
Confianza total
•
Rechazad toda duda, toda desconfianza, y arrojaos, como un niño pequeño, en los brazos de
Jesús y de María.
• El demonio procurará levantar olas más grandes que las que yo vi en el Cabo de Hornos, para
hacer perder la vocación de un joven apóstol. No temáis nada, queridos amigos, pues uno está
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seguro de llegar felizmente y tan lejos, siempre que uno no se separe de Dios, apegándose a las
cosas vanas de esta tierra.
• Ante todo, durante la tormenta el corazón debe permanecer en paz, pues la paz del corazón es un
don particular de Dios para los que se dedican a su servicio.
Reparación y penitencia
•
Recordemos que J.C, misionero divino, ha precedido sus predicaciones con la penitencia y la
oración.
• Por ello, queridos jóvenes, comenzad vuestro apostolado muriendo a vosotros mismos y rezad por
los pecadores y en particular por los leprosos…
FORMACION (para encuentros con formadores y formandos)
Importancia de la formación de los futuros religiosos, sacerdotes y
misioneros
•
•
Prepáranos a tus buenos novicios.
Prepáranos a jóvenes robustos, de corazón virtuoso, caritativos e intrépidos, que a su vez
continúen aquí la obra de la salvación de las almas.
• Preparar a jóvenes a la vida apostólica es una misión muy noble.
• Tal como tú los formarás durante su noviciado, así serán en la misión. Lo sé por experiencia y
muchas veces me he felicitado por haber pasado por las pruebas del noviciado de Lovaina.
LOS PENSAMIENTOS ANTERIORES SON SACADOS DE LOS PÁRRAFOS SIGUIENTES DE LAS CARTAS DE
DAMIAN
No tenemos aquí gran número de celosos misioneros, buenos obreros. Si tú, querido hermano, no puedes venir a
ayudarnos, prepáranos tus buenos novicios, ejercítales bien, tanto en los ejercicios corporales como espirituales. Saca
de ellos buenos religiosos, muy sólidos en todas las virtudes. Enséñales sobre todo a compartir las penas de los pobres
pecadores, bien sea con oraciones continuas, bien con exhortaciones oportunas. (Carta nr. 22 a su hermano Pánfilo,
Hawai, marzo 1865)
Vosotros, mis queridos hermanos, acordaos a menudo del hermano Damián, rezad por él. Que cuanto os he escrito no
os asuste. Nuestro Divino Salvador está con sus misioneros. Venid, pues, a trabajar a su viña, pues es muy grande la
necesidad de obreros. Cuántos pobres en esta isla os esperan y extienden sus brazos para que vengáis a bautizarlos y
a instruirlos. Sed primeramente buenos religiosos y seréis, así lo espero, buenos misioneros. (A los estudiantes y
novicios. En Carta nr. 22, Hawai, marzo 1865)
Mi querido hermano, si tu no puedes venir, prepáranos jóvenes robustos, de corazón virtuoso, caritativos e intrépidos,
que a su vez continúen aquí la obra de la salvación de las almas; pues, si ahora no podemos hacer frente a las actuales
necesidades, ¿qué será cuando el Señor haya llamado algunos de entre nosotros a la otra vida? ? Si nosotros, pobres
misioneros, no podemos tener en esta vida descanso, espero tendremos al menos algunas horas de descanso, para
prepararnos a la terrible hora de la muerte, entre los brazos de un joven misionero que tu formarás para más tarde. (Carta
nr. 33, a su hermano Pánfilo, Hawai, Distr. Kohala, 22 diciembre 1866)
Preparar jóvenes a la vida apostólica es una misión muy noble, pues tal como tú los formarás durante su noviciado, así
serán en la misión. Lo sé por experiencia y muchas veces me he felicitado por haber pasado por las pruebas del
noviciado de Lovaina. También, si la necesidad lo requiere, sé quitarme la sotana para ponerme a trabajar en la
construcción de capillas. (Carta nr. 52, a Padres de Lovaina. Kohala, Hawai, Octubre 1868 al 11 Enero 1869)
Hace algunos meses, el ministro del Interior me prohibió salir del exilio donde nuestros leprosos están secuestrados. Era,
pues, un prisionero del Estado. Hoy, una comunicación del consulado francés me anuncia mi liberación. ¡Que Dios sea
bendito! Dedicándome al cuidado de nuestros queridos enfermos podré trabajar en la conversión de toda la isla, en la que no
hubo jamás un sacerdote fijo. Reza y haz rezar para que el Señor se digne bendecir su misión. Necesitaría absolutamente
otro sacerdote. Pero ¿dónde encontrarlo? Prepara, pues, jóvenes sacerdotes. Invito cordialmente a los estudiantes y
novicios de Lovaina a que vengan a ayudarnos. La cosecha está madura. (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25
Noviembre 1873)
Dios sea alabado por la semilla de celo y de sacrificio que ha depositado en vuestros jóvenes corazones. Guardad, os
ruego, en vuestros corazones estos sentimientos de amor hacia los miembros que sufren de nuestro divino Maestro; es
decir, que debemos tener una grande compasión por los enfermos y en particular por los leprosos, que son
especialmente los miembros adolorados de N.S.J.C. Rechazad toda duda, toda desconfianza, y arrojaos, como un
pequeño niño, en los brazos de Jesús y de María. El demonio procurará levantar olas más grandes que las que yo vi en
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el cabo de Hornos, para hacer perder la vocación de un joven apóstol. No temáis nada, queridos amigos, pues uno está
seguro de llegar felizmente y tan lejos, siempre que uno no se separe de Dios apegándose a las cosas vanas de esta
tierra. Ante todo, durante la tormenta el corazón debe permanecer en paz, pues la paz del corazón es un don particular
de Dios para los que se dedican a su servicio. Por ello no dudéis entrar en una Congregación religiosa, pues mis 12
años de apostolado en misiones, me han enseñado que el primer deber de un misionero junto a los infieles, es el de
estar totalmente entregado a una orden religiosa... (Carta nr. 113, a Juan de Veuster y Leonardo Peeters. Kalawao,
Molokai, 15 Marzo 1876)
Los que aquí mueren, mueren casi todos católicos. Mientras que el templo protestante se vacía cada día un poco más,
nosotros no disminuimos. Explíqueme este fenómeno. Meditemos a menudo lo que el Señor ha hecho por la salvación
de una sola alma y sabremos lo que tendremos que hacer para sacar a centenares del camino del vicio. Recordemos
que J.C, misionero divino, ha precedido sus predicaciones con la penitencia y la oración. Por ello, queridos jóvenes,
comenzad vuestro apostolado muriendo a vosotros mismos y rezad por los pecadores y en particular por los leprosos…
(Carta nr. 113, a Juan de Veuster y Leonardo Peeters. Kalawao, Molokai, 15 Marzo 1876).
La mayoría de los niños leprosos son católicos. Actualmente no sentimos mucha oposición por el lado de los
protestantes, que se preocupan muy poco de sus adeptos leprosos. En cambio ocurre todo lo contrario en los lugares
que visito fuera de la leprosería para los que necesitaría un buen sacerdote, lleno de celo y de paciencia. ¿Dónde están,
pues, nuestros jóvenes compatriotas de corazón generoso, para venir a nuestro campo de batalla, a llenar los huecos
que la muerte y la vejez dejan en nuestras filas? Nuestra misión, muy bien establecida en Sandwich, sufre de falta de
sacerdotes y es el momento de pedir al dueño de la mies que envíe nuevos trabajadores. (Hasta vernos en el Paraíso)
TEXTO 3
Para agentes de pastoral: REFLEXION SOBRE LA
VOCACION DESDE DAMIAN
(“Evangelizar con Damián”, Quito, 2009, Vocación, p. 71)
El mundo se va secularizando más y más, va marginando la dimensión religiosa y finalmente a
Dios. Las vocaciones religiosas y sacerdotales son las primeras afectadas.
¿Cómo Damián ayuda hoy, especialmente a la juventud, a percibir el llamado de Dios y a
ponerse en marcha? Descubrir y poner en práctica el secreto de su poder vocacional se vuelve
cada día más urgente.
Las vacilaciones de la pastoral vocacional… impiden tener el número de sacerdotes que respondan a la
sed de Dios y de la Eucaristía dominical en amplios sectores de mayor densidad urbana.
Damián, un gran promotor vocacional
Damián ha sido un extraordinario promotor vocacional. A la isla, en vida antes de su muerte, y
después de su muerte, llegaron laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas para prolongar su acción.
Después de su muerte, su poder de atracción vocacional se hizo sentir por todas partes. Su entrega
hasta quedar contagiado de la lepra y morir leproso, despierta, especialmente en la juventud, el deseo
de consagrar la vida a los ideales más altos.
En Damián no hay sistemas, planes, tácticas ni trucos. El ejemplo de su vida, por sí solo, llama y
convoca, ayuda al discernimiento vocacional y a la toma de decisión. Basta con leer, volver a leer
reflexiones o pasajes de su vida y se experimenta un nuevo ardor: él es contagioso.
Con él no hay necesidad de propaganda vocacional, comentarios, explicaciones, su sola vida es un
incentivo. Su misma vida inquieta, interroga, fascina, provoca y finalmente llama. ¡Cuántas
vocaciones laicales de servicio, cuántas vocaciones religiosas y sacerdotales han surgido y madurado a
su contacto! En efecto la radicalidad en el servicio ejerce una verdadera fascinación en todo ser
humano.
¿Qué es lo que “llama” en Damián?
Pero lo que cuenta, a nivel vocacional, no es solo su compromiso con los excluidos: es el modo como lo
ejerce:
• Con un amor constante, perseverante que va hasta el martirio.
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Lo que conmueve y atrae en él, no es solo esa entrega definitiva y radical, de una pieza, como
cuando estaba bajo la sabana mortuoria (su profesión religiosa) o cuando dijo “aquí estoy presto
para sepultarme vivo con los leprosos” (en 1873). Es más bien esa entrega día a día, ese darse
pedazo a pedazo, segundo a segundo, pacientemente al servicio de los leprosos. Donde hay amor,
ahí está Dios; ahora bien Dios sigue seduciendo, llamando: éste es el secreto vocacional de Damián.
•
Con un gozo que rebosa todo su ser
… La alegría y el contento del corazón que los Sagrados Corazones me prodigan hacen que me crea
ser el misionero más feliz del mundo. Así el sacrificio de mi salud, que el buen Dios ha tenido a bien
aceptarme, fructificando un poco mi ministerio entre los leprosos, resulta ser, después de todo, muy
ligero y hasta agradable para mí, atreviéndome a decir un poco como San Pablo: Estoy muerto y mi
vida está escondida con Cristo en Dios. (Ver Col 3, 3)
•
Con dinamismo creativo,
•
Con una energía física incansable que lo lleva a poner manos a la obra,
•
Con todo su ser, integralmente, con entereza, sin reservarse nada, con absoluta coherencia,
•
•
No a solas, sino con los leprosos, sobre todo con Jesús su amigo del altar y del sagrario.
Y todo eso en un estilo poco clerical, poco institucional: es un hombre libre, juvenil. A pesar de su
desgastada sótana negra, no tiene una facha muy eclesiástica…
•
No como quien se entrega a una causa, a valores o ideales; pues Damián no es un teórico, no es un
hombre desencarnado: es todo corazón, se consagra solo a seres de carne y hueso con nombre y
apellido y a Dios encarnado: Jesús.
•
Sin pretensión, con naturalidad, con humildad: ni siquiera tiene conciencia de ser excepcional, se
imagina que cualquiera, en las mismas circunstancias, haría igual.
Con todo, Damián no se sentía un héroe, se sentía simplemente un pobre sacerdote que intentaba
obedecer a un imperativo del amor.
A pesar de que, al menos en un primer tiempo, no estuviera libre de los prejuicios de su tiempo,
parece ser un personaje sacado de los Evangelios o de los Actos de los Apóstoles.
Es todo eso que atrae y suscita vocaciones de servicio. No la entrega sola, sino con amor, sencillez y
gozo.
La entrega sola puede asustar. El amor sin entrega es falso y superficial. El gozo sin amor y sin
sacrificio es solo buena vida y comodidad.
Solo la conjugación de todas estas facetas tiene poder de convocación.
A veces, hoy, hay entrega pero con cansancio, mal genio, aburrimiento, angustia. O con pretensión y
soberbia.
A veces, hoy, hay comodidades, facilidades, buena vida, o sea una aparente felicidad, pero sin
sacrificio, sin generosidad, sin amor.
Sigamos preguntándonos qué es lo que “llama” en Damián
La vocación es la llamada de Dios, su invitación a seguir su plan. Ofrece a cada uno un proyecto, que
siempre es elevado y exigente.
Ahora bien el ejemplo excepcional de Damián se hace el eco de la vocación divina, nos llama pero de
modo provocativo, apasionado y violento a ir más arriba.
¿Qué hay en él que nos pone en marcha, en camino?
Hay dos elementos. La situación extrema con la que él se tiene que enfrentar por una parte; y, por
otra, su entrega hasta el extremo, su modo excesivo de entregarse.
Son estos dos excesos que convencen.
En primer lugar un infierno hecho de miserias y dolores, hecho también de vicios y blasfemias…
Por otra parte un amor sin pretensiones ni reservas; no sentimental ni romántico sino práctico,
concreto, en actos. Amor que podemos percibir en su cuerpo deformado, sus manos hinchadas, su
cara desfigurada, su mirada casi apagada.
30
Resumiendo, lo que, en él, nos motiva a seguir generosamente la vocación divina, es la enormidad de
los problemas de Molokai, y por otra parte su celo extremado.
Hoy, para llamar especialmente a la juventud, tenemos que presentar los Molokai actuales, no
ocultarlos; y luego la figura de Damián. Alguien que no se echa para atrás, sino que tiene una
disponibilidad sin límites para decir que sí: cuando joven a los 18 sigue su vocación; a los 22 se ofrece
para las misiones, a los 33 para Molokai y a los 44 para asumir la lepra.
El testimonio
El nuevo contexto cultural dificulta el surgimiento de las vocaciones cristianas. Pero si fueran más los
Damianes, la influencia negativa del medio podría ser superada. Hoy, como ayer, es el testimonio
que cuenta, más que los medios, la publicidad y los planes…
Te creemos - dice a Damián un leproso - porque dejaste de ser un simple maestro para volverte un
testigo. Solo son creíbles los testigos que están dispuestos a dar la vida por sus convicciones. Tus
palabras ya no suenan como platillos estridentes, hablas con tu vida.
Para despertar vocaciones, todo es útil: encuentros y reflexiones vocacionales, pero lo más eficaz será
siempre la presentación de vidas entregadas, el testimonio de hombres y mujeres que hacen de su vida
un don… Luego para consolidarlas, hay que recurrir a los medios de siempre:
… No debemos olvidar que el fundamento de la eficacia de la pastoral está en la oración, en la
frecuencia de los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, la catequesis de la confirmación, la
devoción mariana, el acompañamiento con la dirección espiritual y un compromiso misionero
concreto…
Para el mes de mayo o cualquier otro mes
Adoraciones eucarísticas
Escoger uno de los 3 modelos que siguen.
1. ADORACIÓN “Damián, buen pastor”
(www.ssccpicpus.com/)
Monición
En la Adoración nos unimos a la intercesión incesante de Jesús ante el Padre, a su clamor en solidaridad con la
humanidad herida por el pecado y somos empujados a entregarnos a la misión, para que “por Él, con Él” nuestra
vida y el mundo den gloria al Padre. Hoy de manera especial nos unimos también a través de nuestro hermano,
el Beato Damián, que sea él para nosotros ejemplo en su amor y entrega sin reservas por los rechazados y los
que sufren, que sea fortaleza y nos ayude a ver que Molokai no está lejos y nos haga salir al encuentro de los
demás con un corazón lleno de afecto y de amor de Dios para reafirmar y conocer a Dios en los marginados y
rechazados.
•
Exposición del Santísimo
•
Canto
•
MEDITACION CON DAMIAN
Motivación: Damián, fuente de inspiración y modelo
Hoy la Iglesia nos presenta al Padre Damián como un ejemplo verdaderamente inspirador y como un modelo a
la hora de encarnar el mensaje del Evangelio según el espíritu de nuestros Fundadores y en respuesta a las
necesidades de su tiempo. Su canonización nos impulsará a todos nosotros a buscar imitar su valentía y su
31
bondad. Su vida y su testimonio serán una inspiración y un desafío para cada uno de nosotros en lo que
concierne:
- a su constante conciencia de la presencia del amor de Dios que salva, que formaba parte de sí mismo cuando
tocaba las vidas de los que le rodeaban con un amor que no conocía fronteras ni raza ni religión;
- a su amor por la Eucaristía y la Adoración que se convirtieron en la fuente de su compasión y de su celo;
- a su servicio al pobre, al enfermo, al excluido, al abandonado que fue una expresión viva del amor del Corazón
de Dios;
- a su espíritu de comunidad, no solamente a su afecto por la comunidad religiosa, ya que con su presencia y su
amor transformó una isla llena de miseria y desconsuelo en una comunidad de dignidad y esperanza. (Superior
General SSCC en la beatificación de Damián)
•
Breve silencio
•
Canto
Meditación
Traemos aquí citas de las cartas de Damián y nos unimos a todas las personas que, siguiendo sus pasos, caminan
con el deseo profundo de anunciar el Amor Misericordioso de Dios en medio del mundo.
Después de cada texto cantaremos: “La misericordia del Señor, cada día cantaré”
•
“En cuanto a mí, me hago leproso con los leprosos, con el fin de ganarles a todos para Cristo”
•
“Persuadido de que el buen Dios no me pide lo imposible, actúo en todo con decisión sin ninguna
inquietud”
•
“Sin la constante presencia de nuestro Divino maestro, nunca sería capaz de comprometer mi suerte
entre los leprosos”
•
“No es bueno para nosotros estar solos”
•
“Al pie del altar encontramos la fuerza necesaria en nuestra soledad. Ahí, cada día, te encuentro también
a ti y a todos los buenos Padres de la Congregación. Sin el Santo Sacramento, una situación como la mía sería
insostenible. Pero con mi Señor a mi lado, puedo continuar por siempre feliz y contento; con esta paz gozosa en
el corazón y la sonrisa en los labios trabajo con entusiasmo por el bien de los pobres y desafortunados leprosos.”
•
“¡Qué hermoso es morir hijo de los Sagrados Corazones!”
•
EVANGELIO: Jn 10, 11-18
“En aquél tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas; el
asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace
estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, que conozco a
las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las
ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi
voz y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para
recuperarla. Este mandamiento he recibido del Padre”.
•
Silencio
•
COMPARTIR NUESTRA ORACIÓN
•
Padre nuestro
•
Oración final:
Dios, Padre Nuestro, tú nos has manifestado tu amor
en tu Hijo Jesús que ha venido para servir y entregar su vida.
Te damos gracias por las maravillas que has realizado,
en la vida del Beato Damián de Molokai.
32
Escuchó la llamada de Jesús y, a invitación suya, entregó su vida
por los más pobres, los enfermos de lepra.
Él les devolvió el orgullo de ser persona.
Animados por su ejemplo y confiados en su intercesión,
nos acercamos a Ti, con nuestros sufrimientos, nuestras penas, y nuestra esperanza.
Que el Espíritu Santo abra nuestros corazones a la miseria del mundo;
entonces, como Damián nosotros podremos descubrirte en los marginados
y manifestar así tu amor a todos los seres humanos.
Bendito seas, Padre lleno de ternura y amor,
Tú que eres nuestro Dios desde siempre y para toda la eternidad. Amén. (Cardenal Danneels)
• Canto a María: Dios te salve María
• A los Sagrados Corazones de Jesús y de María, Honor y gloria.
2. ADORACIÓN: “SERÉIS MIS TESTIGOS”
(www.ssccpicpus.com/)
Exposición
Canto
Ambientación
El Espíritu de Jesús nos ha guiado a cada uno de nosotros a la Congregación. El Espíritu inspiró a
nuestros Fundadores, a tantos Hermanos y Hermanas a lo largo de la historia. Hoy hacemos memoria de las
actitudes que algunos de ellos nos han dejado para aproximarnos al Corazón de Cristo. Hagamos nuestras esas
actitudes y, al aire del Espíritu, llevemos a plenitud nuestra vocación de religiosos de los Sagrados Corazones.
1. Hagamos memoria de las actitudes que algunos SSCC nos han dejado
para aproximarnos al Corazón de Cristo
1. El Buen Padre: celo y fuego.
El Buen Padre nos invita a ir a la Fuente, a Dios que se apasiona por el mundo, y nos lanza como religiosos con
“celo misionero”:
Necesitamos un nombre que recuerde cada día a nuestros hermanos sus deberes y obligaciones, que
les haga recordar a cada instante que deben sacrificarse por el celo por el Señor; que faltarán a su voto
más esencial si quieren vivir sólo para sí mismos y no trabajar por la salvación de sus hermanos... Que
su vocación es el celo y el celo ardiente. Esto es lo que deberán pensar los miembros de nuestro
Instituto, lo que no podrán olvidar cuando se nombren con el título de “celadores”. Su propio nombre
gritaría contra ellos como las piedras del santuario, si no cumpliesen los deberes que les impone, Sería
un continuo reproche a su conciencia, que acabaría por sacarlos de un culpable bloqueo, si llegasen un
día a adormecerse en una cómoda ociosidad. (Buen Padre, Memoria del Título de Celadores)
Silencio.
2. La Buena Madre: un corazón fraterno.
La Buena Madre es maestra en crear comunidades al estilo del Corazón de Cristo:
Sólo Dios sabe la dimensión de mis sentimientos para todas ustedes y la necesidad que tengo de que
sean felices. Sipudieran leer en le corazón de su pobre Madre, que no se atreve a llamarse así porque
no tiene las cualidades necesarias pero, al menos tiene toda la ternura. (Buena Madre)
Canto: Nada nos separará.
33
3. El Padre Eustaquio: un corazón misericordioso.
El Padre Eustaquio nos muestra el rostro misericordioso de Dios y el dinamismo del amor al prójimo:
Aunque Dios no haya permitido que yo me quedase entre vosotros, sin embargo, quién sabe si lo
permitirá desde ahora en adelante. Yo quisiera que ninguno más sufriese, que nadie más padeciese,
que no hubiese ningún gemido más -oh, yo quisiera correr por los campos de guerra sin distinción de
nacionalidades para asistir a aquellos que sufren, a aquellos que mueren - Oh Dios mío, que se haga
siempre Vuestra Voluntad (...). Pobres que sufren - sufren sin consuelo - sin alivio, pues a cuántos falta
la religión, la fe, la verdadera fe. O buen Jesús, ten compasión de nuestro pueblo (...). Oh Jesús,
concededme la gracia de hacer todo para todos y de ganar a todos para Cristo. (Padre Eustaquio)
Silencio.
4. El Padre Damián: un corazón eucarístico.
El P. Damián descubrió como nadie que, sin eucaristía y adoración, es imposible entrar en los sentimientos de
Cristo por el Padre y por el mundo:
Sin la presencia continua de nuestro divino Maestro en el altar de mis pobres capillas, jamás hubiera
podido perseverar compartiendo mi destino con los leprosos de Molokai. Las consecuencias estaban
previstas, pero ahora comienzan a manifestarse por la superficie de mi cuerpo y se dejan sentir en todo
mi organismo. (Padre Damián)
Canto del Aleluya.
2. Lectura del Evangelio
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran la Escritura. Y añadió:
Así estaba escrito: el Mesías padecerá, pero al tercer día resucitará de la muerte; y en su nombre se
predicará la enmienda y el perdón de los pecados a todas las naciones. Empezando por Jerusalén vosotros seréis
testigos de todo esto. Yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre; por vuestra parte, quedaos en la
ciudad hasta que de lo alto os revistan de fuerza.
(Lc 24,45-49)
(Silencio meditativo: ¿Qué me estás diciendo, Señor?).
3. Oración compartida
Estos personajes ss.cc. encarnaron el carisma en su momento histórico, ahora es nuestro turno, ¿a qué nos invita
personalmente su testimonio para nuestro tiempo?
Padrenuestro.
Bendición con el Santísimo.
Rezamos juntos la oración final:
Señor, míranos, queremos ofrecerte nuestras vidas.
Danos el celo del Buen Padre,
los deseos de fraternidad de la Buena Madre,
el amor del Padre Damián,
el entusiasmo del Padre Mateo
y la sencillez del Padre Eustaquio.
De esta manera, continuaremos tu obra
cuidando la adoración reparadora,
el silencio, el don de sí
y todo lo que en nuestra vida nos haga entrar en los sentimientos de tu Corazón.
Honor y Gloria a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Ahora y siempre.
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3. ADORACION “PERDER LA VIDA”
(www.ssccpicpus.com/)
HIMNO
PERDER LA VIDA,
TOMAR LA CRUZ,
SEGUIR LOS PASOS DE JESÚS.
AMAR CON SU FORMA DE AMAR
PERDER LA VIDA PARA SER LUZ.
Abrir del todo el corazón
a aquellos que sufren y lloran,
y que la vida endureció.
Estar atentos al clamor
de aquellos que justicia imploran
y a los que piden libertad.
Gritar que Dios no está dormido,
que está dándonos su fuerza,
que va sembrando libertad.
Gritar que el odio no ha vencido
la esperanza no está muerte,
y Dios invita a caminar.
Darse por el que nadie amó,
darse por el abandonado
que espera ver amanecer.
Prestar oído a su clamor
amar como un enamorado,
a aquél que nadie quiere ver.
LECTURAS
•
Evangelii Nuntiandi
Y ojalá que el mundo actual (que busca a veces con angustia, a veces con esperanza) pueda así
recibir la Buena Nueva no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o
ansiosos, sino a través de ministros del evangelio, cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido,
ante todo en sí mismos, la alegría de Cristo y aceptan consagrar su vida a la tarea de anunciar el
Reino de Dios y de implantar la Iglesia en el mundo. (Evangelii Nuntiandi n.80)
•
Canto: Confío en Tí.
•
1 Pedro 3, 14-16b
Dichosos si tenéis que padecer por hacer el bien. No temáis las amenazas ni os dejéis amedrentar.
Dad gloria a Cristo, el Señor, y estad siempre dispuestos a dar de vuestra esperanza a todo el que os
pida explicaciones. Hacedlo, sin embargo, con dulzura y respeto, como quien tiene limpia la
conciencia.
•
Canto: El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa.
•
De las cartas del B. Damián de Veuster.
A)
"He aceptado esta enfermedad como mi cruz especial"Escribe en Agosto de 1873 a su
Superior General:
La Divina Providencia, que tiene siempre compasión de los más pobres e indefensos, se ha
dignado poner su mirada sobre vuestro indigno servidor para que me ocupe de un famoso hospital de
leprosos que nuestro gobierno se ha visto obligado a instalar para preservar del contagio a todo el
35
archipiélago. Por ello, y como sacerdote encargado de una parroquia excepcional de 800 leprosos,
de los cuales la mitad más o menos son católicos, me permito dirigiros estas lineas.
(...) Heme aquí, pues, en medio de mis queridos leprosos: Son verdaderamente horribles a
la vista, es verdad, pero tienen una alma que ha sido rescatada al precio de la Sangre adorable de
nuestro Divino Salvador. También El en su Divina Caridad consoló a los leprosos. Si yo no puedo
curarlos como El, al menos puedo consolarles, y a través del santo ministerio, que en su bondad El
me ha confiado, espero que muchos de ellos, purificados de la lepra del alma, se presentarán delante
de su tribunal y podrán entrar en la comunidad de los bienaventurados.
Mi capilla, demasiado grande en las primeras semanas después de mi llegada, resulta ahora
demasiado pequeña. Durante tres semanas he tenido que colocar fuera, en las ventanas, a un
grande número de antiguos buenos cristianos, cediendo ellos su puesto unas veces a los nuevos,
otras a los apóstatas que vuelven, y otras a los catecúmenos que no faltan.
Además de los domingos, hay un buen número de ellos que viene regularmente a la
Eucaristía y al Rosario de la tarde durante la semana. Muchos comulgan todos los domingos.
Además de los consuelos que el corazón del sacerdote encuentra en la iglesia, hay mucho bien que
hacer durante las visitas a domicilio, yendo de una cabaña a otra, casi todas habitadas por pobres
desafortunados que no pueden ni siquiera moverse por tener a menudo los pies y manos comidos
por esta horrible enfermedad, condenados además a respirar un aire infectado. Normalmente
escuchan con atención la palabra de salvación que se distribuye a cada uno según sus
disposiciones.
B) El 25 de Noviembre de 1873, escribe a su hermano, Padre Pánfilo:
Aunque yo no sea todavía leproso, sin embargo me hago leproso con los leprosos; por eso
cuando predico suelo decir: "Nosotros los leprosos". Quisiera ganármelos a todos en Cristo, como
hizo San Pablo.
C) El 9 de Noviembre de 1887, escribe también a su hermano:
Como sabéis hace ya mucho tiempo que la Divina Providencia me ha elegido para ser víctima
de nuestra repugnante enfermedad. Espero ser eternamente agradecido a Dios por este favor. Me
parece que esta enfermedad acortará y hará más cercano el camino que me llevará a nuestra
querida patria. Con esta esperanza he aceptado esta enfermedad como mi cruz especial; trataré de
llevarla como Simón El Cireneo, siguiendo las huellas de nuestro Divino Salvador. Os ruego me
ayudéis con vuestras oraciones, para obtener la fuerza de la perseverancia hasta que llegue a la
cima del Calvario.
ORACIÓN
•
•
•
Compartimos nuestra oración.
Padre nuestro
Oración del Beato Damián:
Dios, Padre nuestro, tú nos has manifestado tu amor en tu hijo Jesús que vino para servirnos y dar
su vida por nosotros.
Te damos gracias por las maravillas que realizaste en la vida del Bienaventurado Damián de Molokai.
Él escuchó el llamado de Jesús a seguirlo y entregó su vida por los más pobres, los leprosos, a
quienes hizo recuperar su dignidad de personas humanas.
Animados por su ejemplo y confiados en su intercesión, venimos a ti con nuestros sufrimientos,
nuestras penas, y con nuestras esperanzas.
Que el Espíritu Santo abra nuestros corazones ante la miseria del mundo, entonces, como Damián,
te encontraremos en los rostros marginados por la sociedad y podremos revelarles el amor que tú
tienes por cada uno de ellos
Bendito seas tú, Señor, Padre lleno de ternura y amor, tú que eres nuestro Dios, desde siempre y por
toda la eternidad. Amén
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RECURSOS-JUNIO
PENTECOSTES, Espíritu Santo 37
SEGUIR DANDO A CONOCER LA VIDA DE DAMIÁN
ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACION
39
40
EL SANTISIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
44
FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y DEL INMACULADO CORAZÓN DE
MARÍA
56
31 de mayo 2009
PENTECOSTES, Espíritu Santo
ESPÍRITU Y CORAZÓN (para la lectura)
(Artículo sacado de la revista “Cómo hacemos”, Hermanos sscc, Ecuador, Año 2004, EdeB)
Discreción del Espíritu Santo
El Espíritu Santo se parece a la energía eléctrica. La usamos, la medimos, la sentimos si topamos los
cables. Pero no sabemos muy bien cuál es su naturaleza. El Espíritu es también como el viento:
Oyes su silbido, dice Jesús, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Misterioso, se esconde. En
el bautismo de Jesús, se manifiesta como paloma pero no habla, mientras la voz del Padre resuena
como trueno... Al culminar su misión en el mundo, Jesús, en el capítulo 17 de Juan, expresa su
entera comunión con el Padre, sin embargo nunca nombra al Espíritu.
Pero no vayamos a interpretar este silencio, como una ausencia. Sin lugar a dudas está ahí densa y
compactamente presente, pero siempre impalpable, invisible, indefinible, sin nombre. En efecto,
¿para qué nombrarlo con su nombre propio? si está presente en las mismas realidades evocadas.
Por ejemplo, en la “Oración sacerdotal” mencionada, él es esta misma comunión que el Hijo tiene
con el Padre. Cuando Jesús evoca esta unión (Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío... Padre,
éstas en mí y yo en ti... Tú y yo somos uno), no hace ni más ni menos que mencionar al Espíritu
Santo.
Este carácter sutil y oculto del Espíritu explica que muchos experimentemos su acción en nuestras
vidas, pero sin determinar su origen. Constatamos su obra en el mundo, en la Iglesia, en uno mismo,
pero no conocemos a su autor. Igual como tomamos agua del grifo, sin saber de dónde viene.
Como aquélla señora que visité el domingo. Hace años vendía bolos y empanadas por la avenida.
Regresaba a las 11 de la noche. En ese tiempo, a fines de los 80, no había aún caminos de acceso
al cerro. Me comentaba: ― Cruzaba por el bosque, invocando al Padre a mi derecha y a Jesús a mi
izquierda. Nada me pasó, ¡nunca! Ningún animal, ni perro, ni ladrón, ni asaltante.
37
No nombra específicamente al Espíritu Santo, pero ¿para qué hacerlo? si él es precisamente esta
protección divina a que alude.
El Espíritu se nos da a través de Jesús resucitado
Pero valdría descubrir la misma personalidad del Espíritu y establecer una relación más personal con
él, para reforzar su acción en nosotros. Para ello, preguntémonos cómo nos es dado.
Su entrega está condicionada a la glorificación de Jesús en su humanidad. Todavía no se
comunicaba el Espíritu, comenta Juan, porque Jesús no había entrado en su gloria. El canal que
Dios ha previsto para la entrega formal y plena del Espíritu Santo al mundo es la humanidad
renovada de Jesús: A Jesús, Dios lo resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Engrandecido por la mano poderosa de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido. Hoy
lo acaba de derramar y eso es lo que están viendo y oyendo.
Es así como, ya resucitado, Jesús lo transmite casi corporalmente: Sopló sobre ellos, diciendo:
Reciban el Espíritu. Ya había anticipado este don al morir: Inclinó la cabeza y entregó el espíritu, al
que podemos escribir también con una E mayúscula....
El Espíritu Santo brota esencialmente del Corazón de Jesús
El pecho de donde brota el último aliento de Jesús, el pecho donde descansó el discípulo amado, el
pecho que alberga el corazón, nos conduce al centro del misterio. El Espíritu Santo brota
centralmente, esencialmente, del Corazón. El evangelista lo había anunciado con anticipación: De su
seno correrán ríos de agua viva. La promesa se cumple a la hora de la muerte que ya es la de su
glorificación: Uno de los soldados le abrió el costado de una lanzada y al instante salió sangre y
agua. La sangre evoca la vida de Jesús (El que bebe mi sangre tiene vida eterna).
En cuanto al “agua” alude al Espíritu, como lo ilustra la experiencia popular que ve en ella un prodigio
permanente.
En son de ejemplo, hoy nuevamente, arriba en la Loma, se ha tapado la manguera del agua del
comedor popular de la Capilla. Conseguir agua es una lucha de cada día para los pobres. En otras
partes, es un producto, como cualquier otro, que sale automáticamente del grifo; para los pobres, es
el milagro de cada día. Evoca pues la novedad permanente del Espíritu... Este, en la vida espiritual,
es tan esencial como el agua en la vida diaria.
Así lo entendió el Antiguo Testamento: Derramaré agua sobre el sediento suelo... derramaré mi
espíritu sobre tu linaje.
Sí, el Corazón de Jesús es la fuente de donde brota el Espíritu
El Espíritu santo brota esencialmente del Corazón de Jesús. Lo anunciaron los profetas: Una fuente
manará del Templo; Aquel día habrá una fuente abierta... Más que todo Ezequiel: El agua iba
bajando por el lado derecho del Templo, al mediodía del Altar. El templo es el cuerpo glorioso de
Jesús y el altar su Corazón.
Volvamos entonces a la comparación del abastecimiento en agua en el sector de la Loma. A futuro la
situación va a mejorar. En la parte alta, al límite de los bosques, se está construyendo un gran
depósito de agua. Los barrios han juntado dinero para comprar el terreno, el municipio por su parte
se encarga de fundir la obra de puro hormigón. De ahí saldrán las cañerías definitivas que llevarán el
precioso líquido a cada casa.
El Corazón de Jesús es como aquel gran depósito de donde brota el Espíritu Santo... Contemplemos
al primero y descubriremos al segundo. Veremos cómo el Espíritu brota torrentoso e impetuoso del
Corazón de Cristo. Por donde quiera que pase la corriente, comenta el profeta, todo ser, que en él se
mueva, vivirá.
Y para ilustrarlo tenemos a Damián, cuya fiesta hemos celebrado hace poco. ¿Dónde más en
efecto, sino en el Corazón de Jesús, experimentó al Espíritu Santo, en una época en que éste último
pasaba un tanto desapercibido?
En una carta dirigida a su hermano, asocia el Espiritu a fuego y a corazón:
Si tú pudieses [especialmente mediante la oración] contribuir a que este fuego se encendiera en el
corazón del pastor, ¡ay, tan frío a veces!, ¡cuántos enfermos y ancianos iría a buscar para hacerlos
renacer en el agua y en el Espíritu Santo, antes de que se vayan al otro mundo!... Y para todos esos
nuevos bautizados, querido hermano, si a su vez tú pudieses contribuir a que este fuego divino se
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encendiera en sus corazones, ¡qué de frutos de salvación y de santidad harías madurar para el
cielo!... (Carta nr. 18, a su hermano Pánfilo, Hawaii, 23 Agosto 1864)
En Damián, el Espíritu se manifestó no solo como fuego sino en esa docilidad y disponibilidad suya a
la llamada de Dios, por ejemplo en los dos momentos clave de su vocación misionera: cuando asume
el puesto de su hermano y cuando se ofrece para Molokai.
Sigamos pues el camino que nos indica Damián...
(Citas bíblicas en el orden en que aparecen en el texto: Juan 3,8; Juan 17,10.21.22; Juan 7,39;
Hechos 2,32-33; Juan 20,22; Juan 19,30; Juan 7,38; Juan 19,34; Juan 6,54; Isaías 44,3; Joel 4,18;
Zacarías 13,1; Ezequiel 47,1; Ezequiel 47,9)
Seguir dando a conocer la vida de
Damián
Ver Cronologías 1 y 2 y Reseñas a, b y c en Recursos-Mayo
Libros (solicitar a <[email protected]>)
•
•
•
•
•
"Esto es amor", Bruno Benatti
Comic "El Santo de Molokai"
Evangelizar con Damián
Novena grupal
Novena breve
Película (solicitar a T. 2292 515 Quito)
“Molokai”, calidad digital
Presentaciones Power Point (ver http://www.ssccpicpus.com/)
Canonización Damián, Presentación Power Point…
-
El P. Damián misionero de los Sagrados Corazones
Damián de Molokai
39
ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACION
4 de junio de 1995, 106 años luego de su muerte: Beatificación en Bruselas,
Bélgica
Nos, por nuestra autoridad apostólica, inscribimos en el Libro de los Beatos al venerable servidor de
Dios “Damián de Veuster”. Juan Pablo II
El aniversario de la beatificación de Damián es una invitación a meditar en la
manera cómo vivió las tres virtudes teologales.
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en el texto que sigue, usar
las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL O UNA
CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
(EdeB, 2009)
FE, AMOR Y ESPERANZA EN DAMIAN
Para santificarse, hay que ir creciendo en la fe, el amor y la esperanza, las tres virtudes centrales de
la vida cristiana. Tienen su origen en Dios y llevan a él.
Damián destacó, a su modo, en las tres.
• Movido por la fe, se decidió a ir a Molokai.
• Halló en el amor de Dios, que llenaba su corazón, la energía para atender día a día a los leprosos.
• Animado por una esperanza inconmovible pudo enfrentar, sin desanimarse, las dificultades
insuperables de su misión.
FE
Por la codicia del dinero, o por alcanzar el pan cotidiano de la familia, o solo para salir adelante,
muchos arriesgan hasta la vida, pero ésta no es la motivación de Damián.
¿Qué es lo que le impulsó a ofrecerse para Molokai, qué es lo que le movió a pronunciar la
sorprendente e impresionante declaración que sigue, con tal seguridad y convicción?:
¡Estoy presto para sepultarme vivo con estos pobres infortunados!
La respuesta es: la fe.
Cree que la imagen de Dios permanece en el leproso
Damián tiene la convicción de que Dios ha plasmado su imagen en el hombre, elevándolo de un
modo radical por encima de los demás vivientes. Cree que todo hombre es el fruto de una llamada;
que Dios, por amor, nos convoca a participar del gran don de la vida; que nos invita a surgir de la
nada para experimentar el ser y el existir.
Su fe en la grandeza del hombre deriva de su fe en Dios. Sin Dios creador, la dignidad del hombre se
esfuma. Se reduce a no ser más que un organismo entre muchos, un conglomerado de moleculas…
El hombre se distingue del resto porque lleva la impronta misma de Dios, su reflejo imborrable, su
seña indeleble. Ni la locura, ni la maldad, ni siquiera la lepra pueden borrarla…
Es esta conciencia que lleva Damián a sacrificarse.
Aunque todo ser viviente merece respeto y cuidados, solo otro hombre - y el leproso sigue siéndolo-,
puede ser mi hermano, mi prójimo, solo otro hombre tiene derecho a mi amor. Si el leproso es
hombre y hermano, tengo el deber de darle la mano, piensa Damián. Si el leproso es humano y
merece amor, tengo el deber de amarle, piensa Damián.
Creí que era un deber ofrecerme… (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873)
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Se ofreció para Molokai porque creía en el leproso, en su radical dignidad.
Han sido enviados todos estos pobres infelices a un rincón de la isla de Molokai, como a un exilio
perpetuo, encerrados entre montañas infranqueables por un lado y por otro lado el mar. Este lugar tenía
absolutamente necesidad de un sacerdote, pero esto no era cosa fácil. Toda comunicación estaba
absolutamente prohibida, a no ser que uno se encerrara con ellos. (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo.
Molokai, 25 Noviembre 1873)
Cree que su vida ( y toda vida) tiene sentido, que tiene que hacer de ella una
entrega de amor
Creía también que Dios no ofrece la vida sin una meta, un objetivo; que el regalo de la vida no es un
absurdo, un sin sentido. Que Dios confía a cada uno un encargo: hacer de su vida una entrega de
amor a él y a los hermanos humanos.
Más precisamente creía que el verdadero sentido de la vida consiste en dejar de vivir para sí, para
empezar a vivir para Dios y los demás. Que vivir consistía en negarse a sí mismo, perder la vida,
darse del todo para ganar la vida verdadera. Esto es el más puro Evangelio y no es masoquismo,
pues se trata de renunciar al yo egoísta, al ego, para alcanzar la vida en plenitud, renunciar a los
placeres falsos para alcanzar el gozo verdadero.
El que quiera ser mi discípulo, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. Porque el que
quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y del evangelio, la salvará.
(Marcos 8, 34-35)
A esta explicación alude Damián precisamente cuando comenta su decisión:
Habiendo yo estado bajo el paño mortuorio el día de mis votos, creí que era un deber ofrecerme…
(Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873)
Fe en que su destino era desde siempre Molokai
Creía que Dios había tenido un proyecto especial para él, que lo había destinado desde siempre a
ser el apóstol de la leprosería, que todo su existencia estaba como encaminada hacia las
desgraciadas playas de la costa norte de Molokai.
La divina Providencia se ha dignado escoger a tu indigno hermano para asistir a los pobres
desgraciados atacados por la terrible enfermedad de la que a menudo ha hablado él en el Evangelio: la
lepra… (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873)
Sí, Damián sospechaba que Dios había querido que se formara en la finca paterna en la práctica de
todos los oficios, para servir mejor en Molokai. Que Dios había escogido para él la congregación de
los Sagrados Corazones para que, alimentándose más directamente a la fuente del amor que es el
Corazón de Jesús, pudiese servir por amor a los leprosos, no por deber. Creía que Dios había
previsto para él nueve años de misión en la más grande de las islas, la llamada Hawai, para que,
fogueándose en el trabajo misionero y madurando entre éxitos y fracasos, gozos y penas, estuviera
listo para enfrentar los desafíos de Molokai…
Sin lugar a dudas, es esta fe que le hizo arriesgarse a decir que sí al ofrecimiento del Obispo.
AMOR O CARIDAD
Llegar a Molokai supone una enorme fe, pero ¿cómo quedarse ahí? ¿Cómo aguantar minuto a
minuto, día a día, año tras año la pesadumbre de la enfermedad y de la muerte? ¿Cuál es el secreto
de Damián?
Un amor que se origina en Dios: la caridad
La única explicación es el amor. Es verdad que poseía un gran equilibrio humano y una gran
capacidad de amar, pues quien se estima a sí mismo es apto para amar a los demás. Pero no se
trata aquí del amor personal, propio de Damián, no se trata de un amor puramente humano, de una
habilidad sicológica, sino del amor sacado a su misma fuente, el Corazón de Jesús:
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Sin la presencia continua de nuestro divino Maestro en el altar de mis pobres capillas, jamás hubiera
podido perseverar compartiendo mi destino con los leprosos de Molokai. (Carta nr. 221, al Rev. H.B.
Chapman, Kalawao, Molokai, 26 agosto 1886)
La palabra “amor” quizás no vaya al caso porque es ambigua: designa lo peor como lo mejor. Puede
evocar la pasión y la codicia, la búsqueda de una satisfacción egoísta. El amor auténtico del que aquí
se trata tiene su origen en Dios y lo podemos llamar con mayor propiedad “caridad”, la que Pablo
definió en su “Himno (precisamente) a la Caridad”:
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede
con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de
la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta. (I Corintios 13, 4-7)
Damián sirve, no prioritariamente por deber, sino por amor
Solo el amor podía llevar a Damián a servir en las increíbles condiciones de Molokai, y sobre todo
con esa dedicación paciente, fiel, perseverante de cada día. Un magnífico sueldo o el sentimiento del
deber quizás puedan motivar a alguien a cumplir una tarea difícil o imposible, pero probablemente,
mecánicamente, sin entrega y sin empeño. Si solo el afán de cumplir hubiera movido a Damián, los
leprosos lo hubieran notado y probablemente le hubieran rechazado, al menos dejado a un lado.
Por amor, aprendió a ver tras las llagas asquerosas, tras los rostros monstruosos, al ser humano, al
hermano, al mismo Cristo. Aprendió a sentir, más allá del hedor de las carnes podridas, el buen olor
de Cristo. Solo Dios, cuyo amor supera toda imaginación, podía comunicarle este afecto, este cariño,
esta compasión, tan contrarios al instinto humano.
La semana la empleo casi toda en visitar a mis numerosos enfermos y en cuidar de mis huerfanitos,
todos ellos leprosos. Poco o mucho, no cabe duda que repugna a la naturaleza verse continuamente
rodeado de éstos desgraciados niños y sin embargo, yo encuentro mucho consuelo en ellos, pues
teniendo algo de médico… procuro con la ayuda de Dios, aliviar sus penas y calmar sus dolores
corporales, llevándolos al mismo tiempo por el camino de la salvación… (Esto es amor, p. 55)
Rebosante de amor divino, pudo servir año tras año por 16 años porque sentía verdaderamente amor
por ellos, no un sentimiento fingido. Es así como los leprosos le devolvieron amor por amor. Cuando
murió lo lloraron como si fuera su propio padre. Gritaban “Makua (padre) Damiano, Makua Damiano
ha muerto”. Lo lloraron como los pueblos lloraran por Cristo cuando vuelva:
¡Cristo viene en las nubes! Todos le verán, incluso los que le traspasaron; y todos los pueblos del
mundo harán duelo y llorarán por él. Sí, amén. (Ap 1,7)
ESPERANZA
El amor es necesario y ampliamente suficiente para el diario vivir en Molokai, para dar a los leprosos
los cuidados de cada día. Pero, ¿cómo hacer frente a los grandes problemas, oposiciones y
fracasos, cuando parece que nada resulta y que todo es vano e inútil? ¿Cómo vencer el desaliento y
la depresión cuando la enfermedad sigue devorando inexorablemente los cuerpos en vida, cuando la
muerte soberbia sale siempre victoriosa, cuando la lepra del alma se vuelve hasta más horrorosa que
la misma lepra del cuerpo? Ahí la fe y el amor quedan impotentes, se necesita la esperanza.
La esperanza como confianza
Damián confía que Jesús está a su lado para defenderle, que va delante de él para guiarle y tras él
para guardarle; que Dios vela por él, lo sostiene y bendice (Cf. Bendición, ritual de los enfermos).
Cree que Dios lo coordina todo para hacer surgir lo bueno, que va armando poco a poco el puzzle y
que finalmente “todo concurre para bien de los que le aman” (Romanos 8, 28).
Cree que la esperanza es asunto de trueque, de “dando dando”. Cree que basta con dar y Dios
corresponderá. Yo trabajo para ti, tú para mí; cumplo tu voluntad, la misión asignada, hago lo mío,
haz lo tuyo.
He aquí un misterio del que hay que pedir explicación a Aquel que ha prometido devolver el céntuplo de
todo lo que se dejare por él. Acabo de hacer la segunda capilla, a 2 millas de aquí, al otro lado del
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lazareto, que además de mi trabajo personal, como carpintero, me costó 1.500 Fr., poco más o menos,
¡y no me quedan más que 25 Fr. de deuda! (Carta nr. 85, a su hermano Pánfilo. Molokai, 25 Noviembre 1873)
La esperanza como espera
La esperanza consiste en esperar contra toda esperanza, como Jesús. Cuando todo acaba, cuando
entrega el último soplo, sigue esperando y es así como resucita al tercer día.
La esperanza supone primero la espera. Aguardar tranquilamente y pacientemente lo que viene, el
futuro que Dios está preparando.
Tranquilo espero el día de la angustia que sobreviene al pueblo que nos oprime (Habacuc 3, 16).
Dios, para respetar las leyes que dispuso y dejar lugar a la maduración de las libertades humanas,
toma su tiempo. Esperar es aguardar sin prisa el futuro que Dios está gestando.
La esperanza es el tiempo de la espera, aguardar sin prisa, con absoluta certeza. Sin embargo no es
la fe del carbonero pues lo que ya he recibido es garantía de los bienes por venir. He recibido
muestras y primicias que garantizan lo que está por venir. (Cf. Romanos 8, 23).
Es la parábola de la semilla que crece por sí sola.
Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra en la tierra: que lo mismo si duerme que
si está despierto, lo mismo de noche que de día, la semilla nace y crece sin que él sepa cómo. Y es que
la tierra produce por sí misma: primero brota una hierba, luego se forma la espiga y, por último, el grano
que llena la espiga. Y cuando el grano ya está maduro, se siega, porque ha llegado el tiempo de la
cosecha. (Marcos 4, 26-29)
La esperanza es el tiempo del grano caído en tierra, de la semilla que madura en la tierra. No se ve
nada pero se sabe que el futuro va madurando.
La esperanza como seguridad de la victoria final
Damián tiene la certeza de que Dios le acompaña y cumple sus promesas, que saldrá siempre
triunfante, que sostiene sus manos cuando obra, que agarra con él la herramienta, que hace resonar
su palabra cuando aconseja o predica, que tiene poder para convertir el mal en bien, que puede usar
el mal como trampolín y palanca para hacer un bien mayor, que la muerte no será la mas fuerte.
¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón? (I Corintios 15, 54-55)
Esta misma esperanza le daba fuerzas para volver a empezar, continuamente, a pesar de los
fracasos y contratiempos. Cuando pasó el huracán y tumbó a su paso la iglesia, aunque la lepra
había invadido todo su cuerpo, no se desanimó, emprendió su reconstrucción ya no con madera sino
con piedra:
El Padre Limburg, que lo vio en aquellos días, escribía al Padre General: "Ud. tuviera que haber visto la
feroz actividad con que lo dirigía todo, dando órdenes ora a los albañiles, ora a los carpinteros, ora a los
trabajadores, todos leprosos. Hubiera dicho que era un hombre que estaba en su elemento y en
perfecta salud. Esto le dice que Damián parece que no quiere parar hasta caer muerto". (Esto es amor,
p. 60)
La esperanza como aspiración a un mundo radicalmente nuevo
Finalmente la esperanza de Damián apunta más allá de las playas de la leprosería. Pues sueña con
un nuevo Molokai, sin penas ni tristezas, sin lagrimas ni llantos, sin desprecios ni exclusión. Espera,
más allá de la línea del horizonte que separa el cielo del océano, para todos sus leprosos, un cuerpo
nuevo, no destinado a la descomposición, un cuerpo glorioso a imagen del de Cristo resucitado.
Espera un universo nuevo donde Cristo brille sereno como sol verdadero, donde reine la alegría sin
su contraparte que es la cruz, donde reine un amor sin su sombra, el egoísmo y el odio.
Una esperanza que descansa en el poder de Dios
La esperanza de Damián tiene sus raíces en Dios. No se trata de una simple confianza en sí mismo y
en su destino. No se trata para Damián de convencerse a sí mismo, por puro voluntarismo, que sí se
puede. No se trata de ver las cosas “positivamente”, confundiendo deseo con realidad. No es
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suficiente querer una cosa para que se cumpla, si así fuera no hubiera ni pobres ni enfermos… Solo
Dios puede finalmente dar vida a nuestros sueños, plasmar nuestras ilusiones en la realidad. Pero
ello supone que nuestra esperanza sea más fuerte que la dura y cruda realidad de cada día.
Contra ejemplo
El hermano mayor de Damián, Pánfilo, sacerdote y religioso en su misma congregación, puede servir
de contra ejemplo. Unos años después de la muerte de Damián, su congregación, para satisfacer la
opinión pública, le mandó a Molokai para sustituir a su hermano. Aunque no le faltara ni el espíritu
religioso ni el espíritu de sacrificio, ni tampoco la fe y el amor, fracasó lamentablemente. Le faltaba la
tercera virtud teologal, la esperanza.
Es verdad que no tenía el carácter emprendedor de su hermano, no tenía su experiencia misionera,
no tenía ni su audacia ni su facilidad de adaptación, ni su liderazgo, ni su capacidad de relacionarse.
Pero lo que más le faltó fue la esperanza, la firme convicción de que, para Dios, nada es imposible.
No creía, con suficiente intensidad, que Dios podía compensar sus debilidades y sus pocas
habilidades para la misión. Su esperanza, o sea su confianza en el poder de Dios, fue demasiada
corta. La inmensidad de la tarea le aplastó y le deprimió. A los 6 meses, lo tuvieron que mandar de
vuelta a su tierra…
Corpus (domingo 14 de junio)
EL SANTISIMO CUERPO Y SANGRE DE
CRISTO
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 3
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
Texto 1
(“El Padre Damián, Misionero sscc y algunas perspectivas sobre el futuro de la misión”, 1990,
Patrick Bradley, sscc)
PALABRA DE DIOS Y EUCARISTÍA
La vida interior de Damián estuvo alimentada por la Palabra de Dios y la Eucaristía:
Tengo gran necesidad de una buena explicación de la Sagrada Escritura; la obra de
Cornelius a Lapide me sería de gran provecho.
Así escribía al Ecónomo General, el P. Gabriel Germain. Sabemos que recibió dicho Comentario y
que lo estudiaba regularmente, a pesar de que, entonces, no era tan frecuente la lectura de
Sagrada Escritura.
Su misa diaria unía su propio sacrificio al del Salvador:
Pongo toda la confianza en el Señor que me acepta como a su servidor y que me
alimenta con su cuerpo y sangre en el Santo Sacrificio de la Misa.
La misa dominical era el punto culminante de toda la semana:
Predico todas las mañanas después de Misa, y los domingos mis niños cantan
maravillosamente la Misa Mayor, casi como músicos consumados.
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Tanto Charles Stoddard como Edward Clifford nos dejaron descripciones emocionantes del fervor
extraordinario del sacerdote y del pueblo durante la celebración de la liturgia.
Damián vivió de la Eucaristía, según el espíritu de la Congregación. Fue el secreto de su vida
heroica. Cristo era su compañero y confidente.
He aquí un testimonio de su espontánea familiaridad con el Señor:
Al pie del altar encontramos la fuerza necesaria en nuestra soledad. Ahí, cada día, te
encuentro también a ti y a todos los buenos Padres de nuestra Congregación. Sin el
santo sacramento, una situación como la mía sería insostenible. Pero con mi Señor a
mi lado, puedo continuar por siempre feliz y contento; con esta paz gozosa en el
corazón y la sonrisa en los labios trabajo con entusiasmo por el bien de los pobres y
desafortunados leprosos; así, poco a poco, y sin mucho ruido, continúo haciendo el
bien.
Y de nuevo:
Sin la constante presencia de nuestro divino Maestro, nunca sería capaz de
comprometer mi suerte con la de los leprosos.
Me confieso con frecuencia al pie del altar y busco allí alivio en mis penas interiores.
Ante Él y ante la estatua de la Santa Madre me desahogo pidiendo que me preserven
la salud.
Este fue el amor por la eucaristía que comunicó a los leprosos. Como ya hemos recordado,
organizaba liturgias, bendiciones con el Santísimo Sacramento y Procesiones; la participación,
particularmente con el canto, era excelente; también los cojos y lisiados se hacían presentes.
Quería que los leprosos vivieran de la Eucaristía, y en muchos casos lo consiguió. Así pudo
escribir al Provincial, el P. Leonor Fouesnel, e 1888:
Este es el 15º año en que mantenemos la adoración nocturna...; todos somos
leprosos.
El P. Aubert describe el espectáculo edificante que presenció cuando entró en la capilla de
Kalawao: Los adoradores estaban arrodillados delante del Santísimo Sacramento. Se me advirtió
que no era una ceremonia especial, sino una práctica diaria. Los buenos cristianos de Molokai
acudían todos los días a buscar alivio en sus sufrimientos. No solo esto; se ofrecían además a sí
mismos como víctimas, en reparación por los ultrajes cometidos por los pecadores contra los
Sagrados Corazones.
Texto 2
(El Camino de Damián, Edouard Brion, SSCC, Santiago de Chile, 2000)
LA ADORACION EUCARISTICA
La imposibilidad de confesarse y de confiarse habitualmente a un hermano llevará a Damián a
redescubrir una práctica que parecía haber descuidado un poco: la adoración eucarística.
Cuando estaba en Puna y en Kohala, le era difícil entregarse a ella regularmente: estaba
continuamente a caballo, recorriendo poblados en los que el Santísimo Sacramento no está
presente. Llegado a Molokai, Damián va a recobrar la práctica de la adoración como sustituto de la
confesión y como reencuentro con un confidente, en este caso Cristo presente en la Eucaristía. Lo
dice muy claramente a su hermano Pánfilo, en su carta del 13 de diciembre de 1881: «Durante seis
meses, prohibición absoluta de viajar de una isla a otra. Como era por entonces el único sacerdote
en la isla de Molokai, he tenido que tomar como confesor al gran Sacerdote, nuestro Señor residente
habitual del tabernáculo. ¡Ay, mi querido hermano! al pie del altar es donde encontramos la fuerza
necesaria en nuestro aislamiento. Allí es también donde me reencuentro todos los días con vosotros
y con todos los buenos padres de nuestra querida Congregación. Sin el Santísimo Sacramento, una
posición como la mía no sería soportable. Pero teniendo a nuestro Señor a mi lado, ¡pues bien! sigo
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estando alegre y contento, y con esta alegría del corazón y la sonrisa de los labios, se trabaja con
celo por el bien de los pobres desgraciados leprosos y, poco a poco, sin demasiado brillo, se hace el
bien.»
Cuando Damián ve en la adoración el lugar de un frente a frente íntimo con Cristo, se une a la
tradición de su familia religiosa. En sus Avis sur l'Adoration, el padre Coudrin, decía
significativamente a propósito del Dios reencontrado en la adoración: «Es el más tierno de los amigos
para con las almas que buscan complacerle. Su bondad sabe proporcionarse lo mismo a la más
pequeña de sus creaturas que a la más grande. No temáis pues, en estas conversaciones solitarias,
compartir con él vuestras miserias, vuestros temores, vuestros cansancios, de los que os son
queridos, de vuestros proyectos y de vuestras esperanzas; hacedlo confidencialmente y a corazón
abierto.»
Él se empeña en hacer participar a los leprosos de esta forma de oración, que mantiene ahora tan de
corazón: «Espero que los hermanos y hermanas de nuestra querida Congregación no se disgustarán
al saber que tienen imitadores hasta entre los leprosos y no les desecharán de sus filas en el cielo
donde, tengo de ello la dulce esperanza, un buen número de mis hijos nos han ya adelantado» (al
superior general, 4 de febrero de 1879). (El Camino de Damián, Édouard Brion ss.cc, Santiago de
Chile, Mayo 2000)
Lo más importante para Damián es la misa, la comunión y la adoración eucarística:
La terrible enfermedad, cuyo comienzo conocéis, hace progresos espantosos y amenaza con
impedirme, quizás muy pronto, de celebrar la santa misa y, no teniendo otro sacerdote, me vería
privado de la santa comunión y del santo sacramento. Es esta privación la que más me costará y que
hará mi situación insoportable. No es la enfermedad y los sufrimientos los que me descorazonan, lejos
de esto. Hasta aquí, me siento feliz y contento y, si se me diera la oportunidad de salir de aquí en
buena salud, diría sin dudar: Me quedo de por vida con mis leprosos.» (mayo de 1886).
Texto 3
(Evangelizar con Damián, Quito, abril 2009, Emmanuel de Bézenac, sscc)
El Dios de Damián, su amigo Dios hecho pan en el
tabernáculo, es el único que salva
Se dio en Molokai un cambio radical en el transcurso de pocos años.
Se nos ocurre atribuirlo a la actividad incansable de Damián, a su dinamismo contagioso que movió al
Comité de Higiene y al mismo gobierno de Hawai, a grupos generosos de todo el mundo y sobre todo a
los mismos leprosos.
Pero es una ingenuidad pensarlo: esto no fue obra de un hombre, por muy valioso que fuera. Basta
con averiguar lo que pasó a la hora de su muerte: varios sacerdotes lo reemplazaron, lo mismo como
religiosas y profesionales, el hospital por fin quedó equipado…Y sin embargo la situación se deterioró
rápidamente…
Después de la muerte de nuestro querido santo leproso - escribe un religioso - el buen estado anterior
de las cosas ha sido completamente trastornado… La embriaguez se ha hecho general… La destilación
ilegal de licor… se ha convertido en una práctica general. En este momento, tres hombres… rehúsan
someterse a una condena a tres meses de trabajos forzados, por destilación clandestina…
Este contra ejemplo es luminoso. Lo que Damián enfermo, Damián inmovilizado en el lecho de dolor,
Damián acabado, Damián silencioso, antes de morir alcanzaba sin dificultad - o sea el orden y la
buena conducta de todos - la nueva infraestructura, con su personal y todos sus medios, no lo
consiguió.
Si hubiera sido solo la obra de un hombre, aunque fuera Damián, la multiplicación de los medios,
puestos a disposición de la leprosería después de su muerte, hubiera compensado su ausencia…
Pero estos nuevos aportes no pudieron sustituir la plenitud salvífica del Dios de Damián. En efecto su
entrega, su amor sin falla, esa consagración total a su Dios, esa absoluta dependencia de él, habían
atraído, como un imán, la gracia divina. Pues solo Dios salva, las técnicas, los medios científicos, todo
el dinero del mundo, se quedan impotentes, al menos frente a situaciones extremas (catástrofes,
enfermedades sin cura, guerras, terrorismo, violencia de los ambiciosos o de los excluidos, etc.).
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Y si aún dudamos, la imagen de Damián echado humildemente en el suelo nos indica a las claras cuál
fue el motor del milagro de Molokai.
Entonces no teníamos todavía capilla – cuenta una religiosa - y habíamos transformado en oratorio una
sala del orfelinato. Se conservaba en él el Santísimo Sacramento. Un día que yo tenía que hacer en el
jardín, salí de casa por la puerta trasera y encontré a Damián en el patio. Estaba arrodillado sobre un
montón de basura, con los ojos fijos en la ventana del oratorio, adorando la santa Eucaristía…
Viendo a ese hombre - que había logrado dominar a los desgraciados del penal de Molokai – al que
algunos juzgaron dominante e imperioso, viéndolo de rodillas, echado en tierra sobre los desechos de
la huerta, tan radicalmente humilde, o sea hecho tierra (humilde viene de humus), viéndolo implorar
a su amigo Dios hecho pan en el tabernáculo, entendemos sin lugar a dudas que para él (Damián), el
secreto del milagro del cambio no era él, sino solo Jesús. Damián sabe que él no es más que un
instrumento y que su accionar no es más que un medio, el camino que Dios usa para intervenir él
mismo…
Texto 4
(Disquisitio, Sacra Congregatio Pro Causis Sanctorum, 1974)
Damián extiende la adoración eucarística entre los
leprosos, IMPORTANCIA DE ESTABLECER LA ADORACION
EUCARISTICA EN NUESTRAS OBRAS
En consonancia con la espiritualidad de su Congregación, el P. Damián organiza y desarrolla la labor
de la adoración reparadora entre los leprosos, ello desde 1879. Ciertamente, tiene dificultades para
mantener un horario seguido a causa de las dolencias de los « adoradores ».
El P. Aubert Bouillon se sintió conmovido por el edificante espectáculo de leprosos adoradores del
Santísimo Sacramento. Los pobres leprosos se turnaban para consolar a Jesús Sacramentado por la
ingratitud de los hombres, y ofrecían sus sufrimientos por los pecadores.
El P. Damián no se conformaba con vivir, él, de la Eucaristía, quería que sus leprosos también
vivieran de ella, pues tenía conciencia de ser un religioso de los Sagrados Corazones y de la
Adoración.
Por la mañana, después de misa, solía hacer una media hora de adoración. Y confiesa: "La Santa
Comunión siendo el pan del sacerdote, me siento feliz, muy feliz y resignado en la situación un tanto
excepcional en la que le plugo a la Divina Providencia colocarme. El Santísimo Sacramento es, en
efecto, para todos nosotros, el estímulo que nos lleva a renunciar a toda ambición mundana. Sin la
constante presencia de nuestro Divino Maestro en mi pobre capilla, nunca hubiera podido seguir
asociando mi destino al de los leprosos de Molokai ".
Texto 5
Para comprender a Damián, es importante conocer la visión que, respecto de la
adoración eucarística, tenía la Buena Madre (la co- fundadora de su congregación).
(El Evangelio de la Buena Madre, Quito 2008, EdeB, p. 124)
DIOS PROJIMO, ADORACIÓN EUCARÍSTICA
Cuando Ud. estableció la adoración, calle del Moulin-à-Vent y me asignó una hora, manifiesta la Buena Madre al Buen
Padre, no le quepa duda que fijó mi destino. (1)
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Interferencias en la oración
A nuestra oración a menudo le falta lo principal: el interlocutor, o sea el Otro, el Absoluto, Dios.
La mayoría de los hombres, aún los devotos, no conocen a Dios, escribe la Buena Madre. Se hacen de él una idea como
de un ser alejado de ellos. Su devoción consiste en cierto arreglo de oraciones y ejercicios espirituales en los cuales el
corazón no tiene parte. Es preciso habituarse a acercar a Dios más cerca de sí, si se puede expresar de este modo. Esa
familiaridad no desagrada a la divinidad y no perjudica a la humildad. Uno no se ve nunca más pequeño como cuando se
mira a Dios de más cerca. Esa manera facilita mucho la oración. (2)
Hay la oración solitaria, no en el sentido de personal e individual, sino cuando no nos eleva hasta Dios. O sea
cuando oramos con nosotros mismos, cuando convertimos la meditación en una técnica de búsqueda del propio
yo, cuando la oración se vuelve monólogo, o sea simple diálogo consigo mismo. Esta oración egocéntrica puede
tener efectos benéficos: actúa como un tranquilizante, un antidepresor. Pero no me saca de mí mismo, no me
libera de mis limitaciones, a la larga me encierra más y más en mi yo.
Hay la oración comunitaria. Desgraciadamente puede ser solo eso. Juntos cantando, rezando, alabando, juntos
celebrando, juntos pidiendo, compartiendo la Palabra de Dios… pero puede ser que en ningún momento nos
comuniquemos con él. Quizás solo experimentemos la euforia colectiva, el sentimiento de pertenencia a un
grupo, la belleza y el ritmo de la música y de la liturgia. Valores significativos, pero quizás falte lo principal o sea:
El que nos convoca, El que motiva nuestra asamblea: Dios.
Finalmente hay la oración de las mediaciones. Se queda en los medios que se suelen usar para alcanzar a Dios:
instrumentos de música, libros y rosarios, cuadros, imágenes, métodos… Nos preocupamos de ellos, nos
llenamos y nos quedamos con ellos sin jamás llegar a Quien señalan. Estudiamos un texto, aunque fuera bíblico,
pero nos quedamos en las ideas y argumentos sin llegar a Dios. Practicamos ejercicios de relajamiento y de
concentración, previstos para facilitar el encuentro con Dios, pero nos quedamos en la perfección de su
ejecución sin jamás llegar a la meta.
Es difícil llegar a Dios. A primera vista, es más agradable y fácil quedarse en camino: gozar de sí mismo, del
entusiasmo colectivo o de la mediación. Pero para llegar a él, hay que deshacerse de los medios y saltar al
vacío. Estos son más cómodos, son concretos, palpables, sensibles, mientras que Dios es espíritu, inasequible,
intocable, invisible, inaudible…
Otro camino de oración: la eucaristía
Por ser el ser necesario que lo penetra todo, Dios está en todas partes. Está aquí también porque nos ama y nos
acompaña con su presencia amorosa. Hasta habita realmente en el alma del creyente que le ama. Sin embargo
el diálogo con Dios es difícil porque se trata de una presencia metafísica o espiritual, difusa, reservada
prioritariamente al espíritu y al alma. No es una presencia sensible al punto de lograr abrazar la totalidad de
nuestro ser, cuerpo y alma.
Presencia eucarística
Pero, desde la encarnación del Hijo de Dios, hay un medio que nos permite sortear el obstáculo. Hay un camino
que nos permite evitar perder de vista la meta cuando oramos, y llegar más fácil y directamente a ella: es la
presencia eucarística. Es como un atajo.
Lo que moldeó y unificó la vida de la Buena Madre y lo que deseaba trasmitir a todas las Hermanas era la primacía de la
adoración sobre toda otra manera de orar. La adoración es lo que caracteriza la vocación y la misión de una Hermana
ss.cc. (3)
Las mediaciones son importantes, pero son lentas, muchas veces no cumplen con su propósito. Mucha gente,
decepcionada, abandona la oración, especialmente el o la joven. Tenemos que ofrecer un camino nuevo, que
nos facilita el encuentro en directo, real, personal, sensible con el Señor. Es la eucaristía vivida en la misa, pero
más que todo comida en la comunión y contemplada en la adoración.
El Cristo eucarístico aporta una nueva dimensión. Dios deja de ser puro espíritu: el Hijo se encarna, y prolonga
su presencia mediante un signo material, inscrito en el espacio: el pan consagrado que se come en la comunión
y cuyas sobras se guardan en el sagrario. Es una presencia humilde pero más palpable, se puede ver y tocar. Si
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oramos al pie del sagrario, rebasamos los límites de las otras formas de oración, pues aquí no podemos evitar a
Dios. Ya no podemos pasar de largo sin verlo, rezar como si fuera ausente, pues está demasiado presente para
que no nos topemos con él. Ya no hay intermediarios, no queda más que Jesús frente a frente.
Henriette siguió su misma conducta, no viendo ni hablando con nadie. Llegaba exactamente a las reuniones, pero era para
quedarse a los pies del Santísimo Sacramento. La adoración perpetua la fascinaba, y fue a partir de entonces su apoyo. No
se preocupaban por dejarla varias horas en la Iglesia; sabían que no encontraría el tiempo muy largo. Todos los días, en la
mañana y en la tarde iba a la Iglesia, que llegó a ser su morada habitual. (4)
Dios se manifiesta a ella de una manera muy simple, nada extraordinario se notaba en su persona, solamente quedaba
estática donde estaba: de rodillas, de pie o sentada todas las facultades de su alma y su cuerpo quedaban suspendidas. Si
se le hablaba en esos momentos, no oía, o tenía un movimiento de sorpresa, como si súbitamente despertara de un
profundo sueño. (5)
"Experimento una necesidad indecible de estar al pié del Santísimo - confía la Buena Madre; pero no me atrevo a
entregarme, ni a permanecer demasiado. Me parece que eso acorta mis días. (6)
Experiencia del Jesús histórico
La adoración eucarística nos permite de algún modo revivir la experiencia de los apóstoles: el contacto directo, el
trato a diario con Dios hecho hombre:
Lo que existía desde el principio, lo… hemos oído, lo…hemos visto con nuestros ojos, lo… contemplamos y palparon
nuestras manos… pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto… (I Juan 1-2)
Esta es la verdadera oración. Pero los discípulos, que no tenían aun conciencia de la fantástica experiencia que
vivían, seguían buscando a Dios Espíritu en el estilo de siempre, y le preguntaban a Jesús:
Señor, enséñanos a orar. (Lucas 11,1)
Pues se les hacía difícil rezar a Dios espíritu. Pero ¿por qué buscar a Dios en el cielo si estaba a su lado en la
tierra?
Ellos, y otros muchos que tuvieron contacto con él, oraron sin saberlo:
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Aléjate de mí porque soy un pecador, dice Pedro luego de la pesca milagrosa.
Sálvanos que perecemos, gritan los apóstoles en medio de la tempestad.
Creo, Señor pero aumenta mi fe, suplica el padre de la niña moribunda.
No soy digno de que entres en mi casa, confiesa el capitán.
Acuérdate de mi cuando estés en tu reino, susurra el ladrón.
Señor mío y Dios mío, confiesa Tomás.
Señor, tú sabes que te amo, se excusa Pedro avergonzado.
Todas estas fórmulas son autenticas oraciones. Con la presencia de Dios en el mundo, cambia radicalmente la
forma y la intensidad de la oración.
Ahora bien, esta nueva forma practicada por los discípulos, ese diálogo cara a cara con Dios humanado, no
termina con su partida: se prolonga precisamente en la eucaristía.
Sentado a la mesa con ellos, [Jesús] tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les
abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su vista (Lucas 24, 30-31).
Se va, asciende a los cielos pero se queda en el pan partido.
Es así como la adoración eucarística es más fácil que la oración en espíritu pues se parece a la relación
entablada por los discípulos con su maestro, un trato sensible, palpable, experimental.
La oración ordinaria se parece a la que, con gran esfuerzo, querían aprender de la boca y del ejemplo de Jesús.
La oración eucarística se parece a la que practicaban sin darse cuenta al tratar con él, el Dios encarnado.
Otros valores de la adoración
Más allá de una presencia, la Buena Madre, en la adoración, encontró a un Dios que es puro don, hecho pan,
panificado, que la invita a volverse ella misma alimento para los demás.
En su Congregación, se descubre a Jesús en la eucaristía, pero no en su exterioridad, no al Cristo extrovertido,
sino a Cristo en su interioridad, representado por su Corazón. Aquel Cristo que, a la víspera de su muerte, revela
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a sus amigos sus sentimientos más íntimos.
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo
amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. (Juan 13, 1)
Henriette participa de sus temores y esperanzas, de sus dolores y amores. Encuentra a un Cristo que abarca, en
su corazón, todas las penas del mundo. Por eso su adoración se vuelve compasión y reparación, tanto para con
él como para con todas las víctimas del mundo. Las Constituciones aprobadas en 1817 dicen:
Nos esforzamos en reproducir la vida oculta de Jesucristo, reparando por la adoración perpetua del Santísimo Sacramento,
las injurias hechas a los Sagrados Corazones de Jesús y de María por los crímenes enormes de los pecadores. (7)
En la adoración, participa de los sentimientos del Cristo interior, entra en esta dinámica que lo había conducido a
hacer de su vida una entrega al Padre para la salvación del mundo. Es así como, con toda su Congregación,
pretende representar a la Iglesia y al mundo, y ofrecerlos a Jesús para que él los devuelva al Padre.
Cuando le hayan sido sometidas al Hijo todas las cosas, entonces él se someterá a Aquel que le ha sometido todas las
cosas, para que Dios sea todo en todos. (I Corintios 15, 28)
Práctica de la adoración
Esta forma de oración – la adoración - es atractiva, pero desgraciadamente no tenemos siempre acceso al
sagrario, especialmente los laicos.
Cuando se trata de la presencia espiritual de Dios, cualquier lugar es bueno, pero tratándose de una presencia
sacramental, o sea a través de un signo material, vale preguntarse, aunque la pregunta parezca extraña, hasta
dónde y cómo se puede dar la adoración eucarística.
¿Es indispensable estar en el mismo espacio físico, en este caso la iglesia? No, funciona fuera del espacio
eclesial. El Beato Damián de Veuster en sus correrías apostólicas no tenía tiempo para hacer su adoración. Al
paso por sus capillas, bajaba de caballo y, arrodillado a la altura del sagrario, desde fuera, adoraba al Señor
presente.
Podemos comunicar con un humano de carne y hueso, con tal de que esté al alcance de la mirada y de la voz. Si
consideramos a Jesús sacramentado realmente presente en su cuerpo y alma de hombre, ¿funciona la
adoración hasta donde lleva la mirada?
¿Es necesario que la eucaristía esté a la vista, la hostia exhibida? No evidentemente, el Buen Padre quedaba en
adoración ante partículas eucarísticas, probablemente reales aunque invisibles a sus ojos en la oscuridad del
granero. Enriqueta adoraba al Santísimo, oculto detrás de la pared, para engañar a los policías en caso de
pesquisa.
Siendo la eucaristía un signo material (pan, copón, sagrario, iglesia), podemos preguntarnos crudamente ¿hasta
qué distancia funciona el sacramento? Respuesta: hasta dónde dan los sentidos. El radio de alcance de la
presencia eucarístico es extensible, aunque, de todos modos, subjetivamente la relación funciona mejor de
cerca.
¿O, quizás no importa la distancia, basta la compostura, la orientación?
¿Basta con orientar la vista o mejor el espíritu y el corazón hacia Jesús sacramentado aunque esté lejos?
[En] Sées… [la hermana] Ludovine de la Marsonnière ha pasado por mil problemas, hasta que las denuncias del alcalde
llegan al propio Obispo, quien mal informado les prohíbe tener el Santísimo en casa. La adoración se hace por la ventana y
el corazón va directo hacia el altar de la catedral. (8)
O sea como los hermanos musulmanes que se arrodillan en dirección a La Meca para rezar, o como el pueblo de
Israel hacia el templo o el lugar que ocupó.
O valga seguir el método del Padre Mateo Crawley para la Adoración Nocturna en el Hogar: un cuadro del
Corazón de Jesús que, aunque no sustituya al santísimo sacramento del altar, lo quiere evocar.
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Cada uno busque su solución… ¿Desplazarse mentalmente hacia Jesús sacramentado? ¿O pedirle que se
mueva o se estire hacia uno, de acuerdo a la invitación que nos deja la Buena Madre?
… Acercar a Dios más cerca de sí… (2)
Hasta podemos llevar la reflexión más adelante.
Nuestra iglesias con sus sagrarios, por cientos de miles, como las antenas, van tejiendo a lo largo y ancho del mundo una
forma de red, y más aún donde su concentración se va intensificando. Entonces el pan eucarístico, si consideramos que
funciona como las ondas electromagnéticas, cubre y abarca finalmente todo el espacio... De ese modo, en cierto sentido,
no hay por que desplazarse, se puede practicar la adoración eucarística en todas partes…
Texto 6
(EdeB, 2009)
LA ADORACION EUCARISTICA, OTRO MODO DE ORAR
I. Los discípulos conocieron dos formas de orar
Para los apóstoles, una cosa era orar a Dios, otra el compartir con Jesús. Tenían como dos formas
de orar, la tradicional, la de siempre; y la segunda, el conversar con Jesús, tan nueva y tan novedosa
que ni se daban cuenta que, al hacerlo, también estaban rezando.
La primera forma de orar de los discípulos es igual a nuestra oración de hoy. La segunda forma, el
convivir con Jesús, se parece a lo que llamamos tradicionalmente, la “adoración eucarística”.
La oración de siempre
Para los apóstoles, como para nosotros hoy, orar al Padre que está en los cielos, supone un esfuerzo
tanto mental como espiritual, una elevación del espíritu. Consiste en un ejercicio intelectual mediante
el cual, como se templa la cuerda del arco, uno se va elevando por encima de sus preocupaciones
inmediatas y mundanas, para encontrarse con el Absoluto. Se trata de liberarse de afectos
demasiado mezquinos, de apetitos demasiado terrenales, para amar al mismo Dios. Orar es
exigente, exige mirar más allá de sus horizontes mundanos, superar el quehacer cotidiano.
La convivencia con Jesús
Pero los apóstoles, sin darse cuenta, practicaban otro tipo de oración más asequible. Una oración
más natural, sin esfuerzo, sin tensión: la tertulia con Jesús. Su compartir con él, durante dos años o
algo más, por los caminos y en los momentos de descanso, también fue oración. Una oración
diferente, algo más que una conversación, más bien una convivencia, un compartir la vida, un
intercambiar en el día a día. Fue para ellos ocasión de aclarar puntos difíciles, hallar soluciones a
problemas, encontrar consuelo en las pruebas, frente a las oposiciones de la gente de fuera o en sus
disputas internas.
Esta segunda forma de oración, aunque ignoraban que estuvieran rezando, les resultaba más
cómoda porque tenían acceso a Jesús, no mediante una difícil ascensión espiritual, no por la
exigente y desnuda vía espiritual, sino sencillamente, a lo humano.
II. La oración al pie del sagrario se parece a la convivencia de los
apóstoles con Jesús
Jesús sacramentado se parece a Jesús en su vida mortal
Hoy, sin descartar la oración tradicional que siempre será indispensable, podemos reproducir este
segundo estilo mediante la mal llamada “adoración eucarística”. Se trata de la oración que
realizamos al pie del sagrario, en la cercanía de Jesús sacramentado. En efecto el pan consagrado
en la misa (o sea las hostias que sobran luego de la comunión) es guardado en el copón y éste en el
sagrario o tabernáculo.
Jesús, para el creyente, está presente ahí de modo sacramental, mediante el signo del pan. El pan
consagrado en el altar se sigue viendo y palpando como tal, conserva su condición natural y física,
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pero más profundamente, en el campo de la realidad más real y más honda, deja de ser pan para
volverse presencia humano divina de Jesús.
En la eucaristía, Jesús no está presente solo de modo espiritual, como cuando lo invocamos en la
oración, su presencia se vuelve también espacial. Aquí, ahora, en este rincón, en este espacio, en el
sagrario, a su alrededor, ahí donde el sagrario sigue asequible a nuestros ojos o al menos cercano,
hasta ahí se extiende la presencia sacramental pero real de Jesús.
También es una presencia temporal, no permanente ni eterna. En efecto si la materia físico química
del pan se deteriora, en el mismo momento se acaba la presencia real de Jesús.
De modo que, en este sacramento de amor, él, el Dios eterno e infinito, se humilla, se rebaja, pues
queda localizado ahí en el tiempo y en el espacio de este mundo.
La “adoración eucarística” de hoy se parece a la convivencia de los discípulos
con el Maestro
Este nuevo modo de hacerse presente, de parte de Jesús, ofrece muchas ventajas. Crea una
relación especial con los que, con fe, le buscan. Su presencia, en el santísimo sacramento del altar,
se proyecta en el espacio circundante, va creando en su entorno como círculos de verdad, amor y
paz. Hay como una irradiación que surge del sagrario. Desde ahí, Jesús va repitiendo
continuamente, como cuando se presentaba resucitado a sus discípulos: ¡La paz esté con ustedes!
Esta cercanía de Jesús, en el tabernáculo, permite dialogar informalmente con él. La intensidad de
su presencia facilita un careo de yo a tú, de tú a yo. Y, si somos muchos, aunque sea en silencio, se
va estableciendo como un compartir generalizado.
La adoración eucarística nos permite pues presentar a Jesús nuestras inquietudes y anhelos, darle a
conocer nuestras alegrías y penas, expresarle nuestras quejas. Más aún, se establece como una
reciprocidad, podemos también escucharle, oír sus quejas, conocer sus preocupaciones.
Podemos descubrir experimentalmente cómo se siente herido por el desprecio o el rechazo de
tantos, el olvido de las mayorías. Podemos percibir sus angustias y su afán de salvar al mundo, qué
es lo que espera de nosotros, qué es lo que le agrada, qué es lo que le disgusta, conocer los
proyectos de su corazón (Cf. Salmo 33).
Este estilo de oración es distinto: más ancho y más amplío, más abierto y más confiado. Es más que
una simple conversación, como la telefónica: es un conversatorio cara a cara. Si, como Andrés y el
otro discípulo, estamos verdaderamente deseosos de experimentar esta convivencia con él,
entonces él nos invita:
Vengan y lo verán. (Juan 1, 39)
La adoración eucarística no es solo la súplica del siervo a su amo, sino un compartir de amigos…
Ya no los llamo servidores… yo los llamo amigos… (Juan 15, 15)
El Jesús al que encontramos ahí, no es el gran predicador que juntaba muchedumbres, no es el
taumaturgo que resucitaba a muertos, es el amigo interior e íntimo, en lo secreto de su corazón.
Texto 7
PALABRAS DE MADRE TERESA
"Es preciso impulsar vigorosamente la adoración perpetua con exposición del Santísimo
Sacramento."
"Jesús se hizo para los humanos el Pan de Vida con el fin de comunicamos vida. De noche y de día,
Él está allí. Si quieres que el amor crezca en ti, regresa a la Eucaristía, regresa a esa Adoración."
"Nuestra vida tiene que desarrollarse en tomo a la Sagrada Eucaristía. ... fijen los ojos en Aquél que
es la luz; acérquense de corazón a Su Divino Corazón; pídanle que les conceda gracia para
conocerlo, amor para amarlo, valentía para servirlo. Búsquenlo con todas sus fuerzas."
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"Por intermedio de María, la causa de nuestra alegría, ustedes descubrirán que nadie en la tierra les
recibirá con mayor alegría, nadie en la tierra los amará más que Jesús, que vive y que está
verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento. ... Él está ciertamente allí, en Persona,
esperándolos."
"No podemos separar nuestra vida de la Eucaristía, porque si llegamos a hacerlo, en ese mismo
momento algo se rompe. La gente pregunta, '¿De dónde sacan las hermanas la alegría y las fuerzas
para hacer lo que hacen?' La Eucaristía no implica sólo el hecho de recibir, sino también el hecho de
saciar el hambre de Cristo. Él nos dice, 'Vengan a mí', porque Él tiene hambre de almas."
"Recién en 1973, cuando empezamos nuestra Hora Santa diaria, fue que nuestra comunidad
comenzó a crecer y florecer. ... En nuestra congregación solíamos tener adoración una vez a la
semana durante una hora; luego en 1973 decidimos dedicar una hora diaria a la adoración. El trabajo
que nos espera es enorme. Los hogares que tenemos para los indigentes enfermos y moribundos
están totalmente llenos en todas partes.
Pero desde el momento que empezamos a tener una hora de adoración cada día, el amor a Jesús se
hizo más íntimo en nuestro corazón, el cariño entre nosotras fue más comprensivo y el amor a los
pobres se nos llenó de compasión, y así se nos ha duplicado el número de vocaciones. Dios nos ha
bendecido con muchas vocaciones maravillosas. La hora que dedicamos a nuestra audiencia diaria
con Dios es la parte más valiosa de todo el día."
"Las horas de adoración son horas especiales de reparación por los pecados cometidos, y de
intercesión por las necesidades del mundo entero; en ellas exponemos la humanidad, que está
enferma de pecado y hundida en terribles sufrimientos, a los rayos sanadores, reconfortantes y
transformadores de Jesús que irradian de la Sagrada Eucaristía."
"La hora santa es nuestra oración familiar; en ella nos reunimos a rezar el Rosario ante el Santísimo
expuesto durante la primera media hora; en la segunda, oramos en silencio."
Cuando le preguntaron a la Madre Teresa cuántos conventos tenía, ella respondió: "Tenemos 584
sagrarios."
Exposición y Bendición del Santísimo Sacramento fuera de la misa
RITUAL DE LA ADORACION EUCARISTICA COMUNITARIA
Antes, habiéndose reunido el pueblo
•
Rito penitencial (como en la misa)
Exposición
•
•
•
El ministro trae el Santísimo Sacramento del lugar de la reserva…
El copón o la custodia se colocará sobre el altar cubierto con mantel…
El ministro inciensa al Santísimo…
Adoración
Se alternarán:
• Cantos
• Lecturas breves
• Exhortaciones
• Silencios
• Oraciones
Se hará participar a laicos preparados…
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Cuando ya el pueblo esté motivado:
• Se pueden apagar algunas luces para favorecer el recogimiento…
• Se aumentarán los tiempos de silencio…
• Ante el Santísimo Sacramento expuesto por largo tiempo, se pueden celebrar también las “horas”
más importantes de la Liturgia de las Horas…
Bendición eucarística
1) Al final de la adoración, el sacerdote se acerca al altar; hace la genuflexión y se arrodilla mientras
se entona un cántico eucarístico… El ministro inciensa el Santísimo Sacramento…
2) Luego se pone en pie y dice una de las 6 oraciones que siguen: Oremos.
1. Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tu Pasión,
te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu
Sangre,
que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
2. Concédenos, Señor y Dios nuestro,
a los que creemos y proclamamos
que Jesucristo nació por nosotros de la Virgen María,
murió también por nosotros en la cruz
y está presente en este sacramento,
beber de esta divina fuente el don de la salvación eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor.
3. Concédenos, te rogamos, Señor y Dios nuestro,
celebrar con dignas alabanzas al Cordero que fue inmolado por nosotros
y que está oculto en este sacramento,
para que merezcamos verle cara a cara en la gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
4. Ilumina, Señor, con la luz de la fe nuestros corazones
y abrásalos con el fuego de la caridad,
para que adoremos resueltamente en espíritu y en verdad
a quien reconocemos en este sacramento como nuestro Dios y Señor.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
5. Que los sacramentos con los que te has dignado restaurarnos, Señor,
llenen de la dulzura de tu amor nuestros corazones
y nos impulsen a desear las riquezas inefables de tu reino.
Por Jesucristo nuestro Señor.
6. Qh Dios, que redimiste a todos los hombres con el misterio pascual de Cristo,
conserva en nosotros la obra de tu misericordia,
para que, venerando constantemente el misterio de nuestra salvación,
merezcamos conseguir su fruto.
Por Jesucristo nuestro Señor.
3) Bendición eucarística
El sacerdote hace la genuflexión, toma la custodia y traza con el Santísimo Sacramento la señal de la
cruz sobre el pueblo.
4) Letanías (escoger uno de los tres modelos) (si fuera oportuno)
54
ALABANZAS DE
DESAGRAVIO (el
pueblo repite cada
invocación)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su
santo Nombre.
Bendito sea
Jesucristo, Dios y
Hombre verdadero.
Bendito sea el
Nombre de Jesús.
Bendito sea su
Sacratísimo
Corazón.
Bendita sea su
Preciosísima
Sangre.
Bendito sea Jesús
en el Santísimo
Sacramento del
Altar.
Bendito sea el
Espíritu Santo
Paráclito.
Bendita sea la
excelsa Madre de
Dios, María
Santísima.
Bendita sea su
Santa e Inmaculada
Concepción.
Bendita sea su
gloriosa Asunción.
Bendito sea el
nombre de María
Virgen y Madre.
Bendito sea San
José, su castísimo
esposo.
Bendito sea Dios en
sus Ángeles y en
sus Santos.
AL SANTO NOMBRE DE JESÚS
(el pueblo contesta cada vez:
Ten misericordia de nosotros)
AL CORAZÓN DE JESÚS
(el pueblo contesta cada vez: Ten misericordia de
nosotros)
- Jesús, hijo de Dios vivo,
-Jesús, esplendor del Padre,
-Jesús, pureza de la luz eterna,
-Jesús, rey de la gloria,
-Jesús, sol de justicia,
-Jesús, hijo de la Virgen María,
-Jesús, amable,
-Jesús, admirable,
-Jesús, Dios fuerte,
-Jesús, padre del siglo futuro,
-Jesús, mensajero del plan
divino,
-Jesús, todopoderoso,
-Jesús, pacientísimo,
-Jesús, obedientísimo,
-Jesús, manso y humilde de
corazón,
-Jesús, amante de la castidad,
-Jesús, amador nuestro,
-Jesús, Dios de paz,
-Jesús, autor de la vida,
-Jesús, modelo de virtudes,
-Jesús, celoso de la salvación de
las almas,
-Jesús, nuestro Dios,
-Jesús, nuestro refugio,
-Jesús, padre de los pobres,
-Jesús, tesoro de los fieles,
-Jesús, pastor bueno,
-Jesús, verdadera luz,
-Jesús, sabiduría eterna,
-Jesús, bondad infinita,
-Jesús, camino y vida nuestra,
-Jesús, alegría de los ángeles,
-Jesús, rey de los patriarcas,
-Jesús, maestro de los
apóstoles,
-Jesús, doctor de los
evangelistas,
-Jesús, fortaleza de los mártires,
-Jesús, luz de los confesores,
-Jesús, pureza de las vírgenes,
-Jesús, corona de todos los
santos.
Corazón de Jesús, Hijo del eterno Padre, ten
misericordia de nosotros
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en
las entrañas de la Virgen María,
Corazón de Jesús, unido substancialmente al Verbo
de Dios,
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, santuario del Altísimo,
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo.
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, sagrario de la justicia y del amor,
Corazón de Jesús, lleno de amor y de bondad,
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza,
Corazón de Jesús, rey y centro de todos los
corazones,
Corazón de Jesús, donde se encuentran todos los
tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, donde habita toda la plenitud de
la Divinidad,
Corazón de Jesús, en quien el Padre plenamente se
ha complacido,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos
recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y lleno de misericordia,
Corazón de Jesús, magnánimo con todos los que te
invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros
pecados,
Corazón de Jesús, saturado de oprobios,
Corazón de Jesús, lacerado por nuestros crímenes,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, atravesado por la lanza,
Corazón de Jesús, fuente de toda consolación,
Corazón de Jesús, nuestra vida y resurrección,
Corazón de Jesús, nuestra paz y reconciliación,
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores,
Corazón de Jesús, salvación de los que esperan en
ti,
Corazón de Jesús, esperanza de los que mueren en
ti,
Corazón de Jesús, delicia de todos los Santos.
5) Reserva
El sacerdote reserva el Santísimo Sacramento en el tabernáculo…
Final (como en la misa)
•
•
Padre nuestro; Líbranos de todos los males; Señor Jesucristo que dijiste…
Rito de la paz…
55
Sagrado Corazón de Jesús (viernes 19 de junio 2009)
Corazón inmaculado de María (sábado 20 de junio 2009).
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y
del Inmaculado Corazón de María
Estas fiestas serán ocasión de presentar al Corazón de Jesús, junto al de María, como
la fuente, el secreto de la entrega de Damián.
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 4
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
Texto 1
(EdeB, 2009)
LOS SAGRADOS CORAZONES SEGÚN DAMIÁN
1. Los Sagrados Corazones según Damián
Evidentemente Damián no es el autor de la doctrina pero la vive mejor que
muchos
Respecto de los Sagrados Corazones, Damián asume la doctrina de su tiempo y de su congregación
religiosa. Se refiere a ellos en fórmulas comúnmente usadas en la espiritualidad del siglo XIX. Se
siente “hijo de los Sagrados Corazones”, igual como los demás miembros de su congregación:
… los hijos de los Sagrados Corazones. (Carta nr. 63, al M.R.P. Marcelino Bousquet, Kohala, Hawai,
Septiembre 1870)
Finaliza una carta a sus padres cuando tenía 23 años con un modismo, que refleja el más puro estilo
religioso de la época, en el ámbito de su congregación:
… Unámonos siempre en los Sagrados Corazones de Jesús y de María, en los que yo quedo siempre
vuestro hijo amado. (Carta nr. 14, a sus padres. Puerto de Brème, 30 de Octubre 1863)
Pero detrás del formulismo, hay para él algo más. Se esconde una auténtica vivencia, una piedad
vivida intensamente. No son para él palabras vacíos de sentido.
Es la tentación de todo grupo, movimiento, institución o ideología, el elaborar un lenguaje propio, una
jerga que con el tiempo y la repetición va perdiendo todo significado. Pero este no es el caso de
Damián, no repite como loro expresiones aprendidas, hace realmente de esta espiritualidad vida y
vivencia.
La alegría y el contento del corazón que me prodigan los Sagrados Corazones hacen que me crea ser
el misionero más feliz del mundo. (Carta nr. 243, a su hermano P. Pánfilo. Molokai, 9 noviembre 1887)
Existe en Damián la consciencia de estar y morar en los Sagrados Corazones, de tener lugar y casa
donde ellos.
“Corazón” no es para él un simple símbolo artístico, es Jesús mismo en el
secreto de su Corazón
Para él, el Sagrado Corazón no es un símbolo artístico o una consideración abstracta sobre el amor:
designa directamente a Jesús en persona. No es algo sino alguien. No es una comparación bonita,
56
sin contenido; no es una imagen piadosa, es una expresión fecunda para referirse a Jesús en directo,
en lo más esencial de su ser humano divino. El Sagrado Corazon es una manera de evocar a Jesús,
pero bajo un ángulo particular, con un matice propio: es Jesús íntimo para sus íntimos.
En esta devoción, Jesús no aparece como un Dios todopoderoso e inalcanzable sino como un
hermano próximo y cercano que quiere entablar una relación personal con uno. Es Jesús pero en
cuanto deja de ser el Señor y el Amo para hacerse un igual, un amigo. En esta devoción, Dios no se
presenta como la entidad suprema, lejana y extraña, como un Absoluto exterior a uno, como el
Infinito impersonal. Se trata del Dios abajado, humillado, pequeño que se inclina hacia el hombre y le
abre su corazón.
El “Sagrado Corazón” es un modo de enfocar a Dios, a un Dios que quiere trabar una relación
personal, de corazón a corazón.
Por lo tanto esta devoción alude a Jesús en persona, pero no en su exterioridad. No el Jesús, que el
pueblo de Israel pudo ver y oír desde fuera, desde lejos, en las plazas o en las sinagogas. No es el
maestro que predicaba a miles, es Jesús en su intimidad, en el secreto de su corazón. Es el amigo
cercano que ofrece su corazón como casa y refugio. El Sagrado Corazón es el lugar donde Jesús se
ofrece para entablar un diálogo de tú a tú. Es ese Jesús interior, familiar, con él que Andrés y el otro
discípulo compartieron una tarde:
Fueron, pues, y vieron dónde vivía; y pasaron con él el resto del día, porque ya eran como las cuatro de
la tarde. (Juan 1, 39)
Es el Jesús que comparte con María, ofreciéndole la parte mejor, mientras su hermana Marta atiende
los quehaceres de la casa.
La iconografía de hoy es engañosa
Los dibujos, las representaciones de los dos corazones, por muy estilizadas que sean, son un tanto
engañosas, pues tienden a convertir la devoción en una cosa. La espiritualidad del “Corazón” se
refiere más bien a la relación; es el dialogo de Jesús con María, la hermana de Marta; su convivencia
con Andrés y el otro discípulo; su comunión con Juan. Representar gráficamente estos intercambios
fuera más acertado…
Damián lo entendió y fue un verdadero “corazonista”. No se trata aquí del título que sirvió en otros
tiempos para designar oficialmente a los miembros de su congregación sino de la palabra en su
sentido propio. Pues él logró establecer un verdadero “corazón a corazón” con Jesús, una verdadera
amistad particular con él, igual como Juan el discípulo amado.
El lugar que ocupa el Corazón de María
Damián nunca separa los dos corazones. Solo deja de mencionar a María, cuando por ejemplo
escribe a un amigo protestante, para no herir su susceptibilidad religiosa…
Quedo siempre su amigo en el Sagrado Corazón de Jesús. J. Damián de Veuster, Sacerdote católico.
(Carta nr. 246, a Mr. Edward Clifford, Kalawao. Molokai, 8 diciembre 1887).
Fuera de estos casos, ¡el Corazón de Jesús, para él, siempre va con el de María!
Benditos sean los Sagrados Corazones de Jesús y de María… (Carta nr. 203, a Mgr. H. Köckemann,
Kalawao, 29 octubre 1885)
En efecto María es la que supo acoger con absoluta docilidad, como una esclava, el plan de Dios. A
lo largo de la vida de su Hijo, desde la concepción hasta la muerte y la resurrección, estuvo
meditando, rememorando, cada uno de sus gestos, cada una de sus palabras, cada una de sus
acciones, hasta adentrarse en los misterios más recónditos del Corazón de su Hijo. Es así como, en
el calvario, recta como una I, derecha como el tronco parado de la cruz, a pesar o gracias a la
espada clavada en su alma, participó, sin restricciones, de todos los anhelos del Corazón de Jesús.
¡Y, en esa unión, María es más que ella misma, es figura de algo más. Es también la Mujer con una
M mayúscula, la Mujer de la cruz: representa a toda la humanidad, es su delegada.
Es así como Damián con razón, imbuido de la mística enseñada en su Congregación, aprendió a
llegar al Corazón de Jesús por el de María.
57
Los dos corazones siempre unidos
Para él, esta consagración a los Sagrados Corazones significa pertenecer al círculo íntimo de Jesús
y María, ser como miembro de la familia. Ser, junto a los hermanos de su congregación, un allegado
de ambos, un invitado a la mesa, un comensal, un privilegiado llamado a compartir sus penas y
dolores, sus inquietudes, sus alegrías y triunfos. Ser de los Sagrados Corazones es un privilegio,
ofrecido a todos pero reservado solo a los que se esfuerzan; es el tesoro escondido, a la disposición
de todos pero reservado de hecho solo a los esforzados.
¡Qué bueno es morir hijo de los Sagrados Corazones! (Carta de P. Wendellin al Superior General)
“Hijo de los Sagrados Corazones”, para Damián, significa ser admitido, junto a sus hermanos de
comunidad, en la intimidad de Jesús, con María que no hace más que una sola cosa con él.
Esta espiritualidad tiene una fuerza incomparable, al menos la tuvo en él. Sacando energías de esta
fuente inagotable, pudo movilizar todas sus capacidades físicas, intelectuales y afectivas, todos sus
recursos para convertir el caos de Molokai en un lugar ordenado, hecho de paz, amor y esperanza.
2. El hombre como “corazón”
El corazón es la esencia del hombre
Al contemplar los Corazones de Jesús y de María, al ponerse a su escuela, Damián descubrió el
misterio de todo ser humano. Si en Jesús el corazón es tan importante, si es la explicación de su
personalidad, igual debe ser en todo hombre o mujer. Damián descubrió que el núcleo más sagrado
del hombre, que su eje esencial es el corazón. Que hay en él, un centro, precisamente el corazón,
que hace que el hombre no se reduzca a una aglomeración de moléculas, que sea más que un
complejo biológico. El hombre tiene corazón o mejor dicho es “corazón”. Este es el lugar donde el ser
humano elige y decide, donde sopesa el bien y el mal. Es el lugar donde siente y piensa, donde
ejerce su voluntad. Más aún es el lugar misterioso donde puede acceder a Dios, sin teléfono, sin
celular, sin Internet. Desde su contemplación del Corazón de Jesús, Damián llegó a la convicción de
que lo más grande en el hombre es el corazón.
Ejemplos
De los Sagrados Corazones habla poco, porque es su secreto personal, intransmisible, intransferible.
A cambio habla mucho de los corazones humanos o sea del hombre como corazón.
Habiendo descubierto que lo más hondo, lo más profundo en Jesús es su corazón, Damián llega a
identificarse a sí mismo con su propio corazón:
Después de tres días de Ejercicios Espirituales en París, dejamos la casa madre con valor
verdaderamente apostólico.... Es un sacrificio grande para un corazón que ama tiernamente a sus
padres, a su familia, a sus hermanos y a este país que lo ha visto nacer. (Carta nr. 11: “Para enviar a
nuestros queridos padres, París, Agosto 1861)
El corazón, en este caso el suyo, es la parte central del ser humano:
Además, si mi corazón no hubiese sido tan duro como lo es, me parece que se habría fundido como la
cera, pues tan fuerte fue la emoción que tuve al dar por primera vez el Pan de Vida a un centenar de
personas, muchas de los cuales se habrían quizás arrodillado anteriormente ante sus antiguos dioses, y
ahora, vestidos de blanco, se acercaban con tanta modestia al Altar... (Carta nr. 18, a su hermano
Pánfilo, Hawai, 23 Agosto 1864)
Pida y haga que pidan por mí y por mis queridos feligreses leprosos, para que Dios, llenando todos los
días el depósito de mi corazón con sus gracias, pueda hacerlas fluir en los corazones de los que son
mis hijos en Jesucristo…(Carta nr. 84, al M.R.P. Marcelino Bousquet. Molokai, Leprosería, Agosto
1873)
La dignidad del hombre está en su corazón, es el lugar donde todo se decide, como lo señala a su
hermano, hablando de su corazón y del de los indígenas:
Si pudieras contribuir (por la oración, etc.) a que este fuego se encendiera en el corazón del pastor… Si
pudieras contribuir a que este fuego divino se encendiera en sus corazones [de todos esos nuevos
bautizados]… (Carta nr. 18, a su hermano Pánfilo, Hawai, 23 Agosto 1864)
58
En su tiempo se hablaba de la salvación de las almas, Damián prefiere hablar de la de los corazones. El
corazón abarca más que el alma, es el jardín secreto, la plaza central interior del hombre, donde siente,
elige y decide…
... Son los corazones los que deben ser ganados en primer lugar para Dios y cambiados en templos
espirituales, después la construcción y el adorno material de los templos llegará por sí mismo. Esta
conversión de los corazones será realidad pronto en los habitantes de Puna, si Dios se digna convertir
primero el corazón de su pastor… (Carta nr. 20ª P. Modesto, Provincial, 23 octubre 1864)
Pues si Dios no convierte los corazones, aunque haga el misionero todo lo que pueda, todos sus
esfuerzos serán inútiles. (Carta nr. 21 al Superior General, Hawai, 1 Noviembre 1864)
Finalmente es el lugar donde se intercambia con Dios:
Usted, querida madre, no se entristezca por todas estas cosas temporales. Cuanto más desapegada
esté de los bienes de la tierra y de sus preocupaciones, tanto más sentirá en el corazón, que Nuestro
Señor es el verdadero tesoro para sus fieles. Dirija todos sus deseos hacia el cielo y trabaje con gran
ánimo para conseguir una morada eterna… (Carta nr. 118, a su Familia. Molokai, Abril 1877)
Texto 2
(Artículo sacado de la revista “Cómo hacemos”, Hermanos sscc, Ecuador, Año 2003, EdeB)
CORAZÓN NO RIMA CON AMOR
Eliminación parcial del Corazón de Jesús
El comité de redacción me encargó un artículo sobre la espiritualidad del Corazón de Jesús. Agarré
de prisa las Constituciones, busqué el capítulo 1 (Vida y Misión de la Congregación) que intenta
expresar nuestro carisma y descubrí lo que ustedes probablemente ya saben. Que, luego de citar
una frase contundente del Buen Padre (La consagración a los Sagrados Corazones de Jesús y de
María es el fundamento de nuestro Instituto), y fuera de una referencia a Juan 19,34, la palabra
Corazón, aplicada a Jesús, desaparece definitivamente.
Sustitución de “corazón” por “amor salvador”
Se la sustituye por la palabra Amor con una A mayúscula: - Amor de Dios encarnado en Jesús, Amor Salvador, - Amor de Cristo por su Padre y por el mundo.
La eliminación del Corazón responde probablemente al afán de actualizar nuestro lenguaje espiritual.
Este, a veces, había degenerado en una insistencia exclusiva en el órgano fisiológico.
Desgraciadamente, para sortear una dificultad, corremos el riesgo de caer en otra: en este caso, en
el término Amor que no deja de ser abstracto, conceptual e impersonal, por mucho que se intente
personificarlo al identificarlo con Jesús mismo.
Redescubrir el misterio del Corazón
Hace días en una casa, luego de la misa dominical, comentábamos el evangelio del Buen Pastor. ¿Vieron alguna vez rebaños y pastores?, pregunté a unos jóvenes. – No, nunca, contestaron a coro,
salvo en la TV, en los dibujos animados.
¡Pero no por ello vamos a abandonar una imagen tan significativa y de tan rico contenido como la
del pastor! Tratándose del corazón, ¿no valdría más bien redescubrir toda la riqueza de su
significado? No se trata por supuesto de la bomba que impulsa la circulación de la sangre, aunque
dicho órgano, hecho de músculos, supera su condición física: ¿acaso no tiene corazonadas?
El “corazón” implica mucho más que amor, es la interioridad del ser
No se trata, sobre todo, de reducirlo a la parte afectiva. La palabra corazón en la Biblia desborda el
sentido restringido de nuestra tradición occidental en la que conservamos la imagen de Cupido, el
Dios romano del Amor (o Eros en el ámbito griego), que traspasa los corazones con sus flechas...
Si queremos ser fieles a la antropología bíblica, o sea, a su visión del hombre, dejemos de confundir
corazón con amor. Hablando sin rodeos, no tienen nada que ver, estamos en registros diferentes. El
59
verdadero sentido de corazón apunta más bien a la idea de centro. Es el asiento de la persona, lo
interior del ser humano, su intimidad. Es el lugar donde se originan las emociones y los sentimientos.
Es la fuente del pensamiento y de la reflexión, en este sentido es lo que llamamos hoy la mente. Es
la misma conciencia donde uno se decide para bien o para mal. Es la fuente misma de la persona
consciente, inteligente y libre, la sede de sus elecciones decisivas, la de la ley no escrita y de la
acción misteriosa de Dios, reza con toda claridad el conocido Vocabulario de Teología Bíblica. Es la
parte más humana del hombre, ahí donde siente, piensa, decide. Guardaba todas estas cosas y las
meditaba en su corazón, nos comenta Lucas a propósito de María. ¡La prueba decisiva que corazón
no rima con amor, es que, como lo dice Jesús, del corazón salen las intenciones malas!
Entendida así, la palabra corazón, aplicada a Jesús, posee una riqueza y una energía excepcional.
Representa el centro de su ser tanto humano como divino (pues también Dios tiene corazón; ¿no
dice acaso: He hallado a David, un hombre según mi corazón?). Evoca todo el misterio de su
personalidad. Es ahí donde Jesús dialoga consigo mismo, o sea, con el Padre en el Espíritu Santo,
ahí donde ama y se entrega al hombre.
Riqueza ilimitada de la espiritualidad del “corazón”
Un camino de vida espiritual centrado en el amor tiende a convertirse en una ideología, la misma
que es reductora porque es excesivamente cerebral. Al contrario, una espiritualidad que reivindica al
Corazón, en este caso el de Jesús, salvaguarda la dimensión relacional y personal de nuestra fe.
Suscita entusiasmo y apasionamiento, despierta vitalidad y celo. Nos convida a una tarea sin fin.
Consiste en un diálogo, en un compartir siempre nuevos. Aunque Jesús sea el mismo, ayer, hoy y
por los siglos, los sentimientos, pensamientos y anhelos de su Corazón no cesan de remozarse y
rejuvenecerse en función de la actualidad.
Nuestra consagración al Corazón de Jesús no es un compromiso con una virtud. No consiste en una
pedagogía de los valores, aunque fueran tan eminentes como es el amor. No se trata de una moral ni
de una ética. No es la contemplación platónica de un ideal por muy excelente que sea. Es el
encuentro con el Señor en el misterio de su ser, en el secreto de su interioridad. Es la relación
corazón a corazón con el Corazón de Dios encarnado.
Nos toca pues insistir más en el Corazón, que es la misma persona de Jesús en su centralidad. Se
nos ofrecerá entonces un proyecto de nunca acabar pues en su Corazón reside toda la plenitud, dice
Pablo. Se nos ofrecerá experimentar la anchura y la longitud, la altura y la profundidad. Se nos
ofrecerá un acceso a la fuente inagotable de los ríos de agua viva. Y, luego del Contemplar, para ser
fieles a nuestro lema, llegaremos más seguramente al Vivir y al Anunciar...
Ayer era el Día de la Madre. Los niños en nuestra capilla ofrecieron flores del campo a las mamás y
abuelas presentes. Valga, en son de conclusión, preguntarse por qué los hijos aman a sus madres y
las madres a sus hijos. ¿Será fundamentalmente el ideal del amor, el mandamiento lo que los
mueve? No, lo que mueve a la madre es la persona de su hijo. Lo que mueve al hijo es la relación
personal establecida con la madre. Por ahí pues va la devoción al Corazón de Jesús...
Sin embargo, si bien nuestras Constituciones ignoran la palabra Corazón, no desconocen el
contenido de su espiritualidad. Por ej., cuando nos invitan a participar en las actitudes y sentimientos
de Jesús ante el Padre y ante el mundo. O, cuando, en el capítulo 2 de las constituciones de los
Hermanos, definen la consagración a los Sagrados Corazones, como un entrar, con Jesús y como
María, en el designio del Padre...
El sentimiento más profundo que habita en el Corazón de Jesús es el amor
Por otra parte, lejos de arremeter en contra del amor, quiero ahora darle su lugar que no es el menor.
Si nos ponemos a escarbar en el Corazón del Señor, hallaremos muchas cosas, por ej. la
mansedumbre y la humildad. Pero, más que todo, hallaremos el amor que empapa toda su vida, sus
palabras y obras. Ese amor que lo impulsó a llamar a sus discípulos no siervos sino amigos. Amor
que les manifestó hasta el extremo y que lo llevó a dar su vida por nosotros, los pecadores, cuando
éramos sus enemigos.
(Textos citados, en el orden: Le 2,19; Mt 15,19; Hch 13,22; Hb 13,8; Col 1,19; Ef 3,18; Jn. 7,38;
Const. 5; Const. Hnos. 13; Mt 11,29; Jn 15,15; Jn 13,1; Rm. 5,10)
60
Texto 3
LECTURA DEL PROFETA EZEQUIEL
El hombre me hizo volver a la entrada de la Casa de Dios, y vi que salía agua por debajo del umbral
de la Casa, en dirección al oriente, porque la fachada de la Casa miraba hacia el oriente. El agua
descendía por debajo del costado derecho de la Casa, al sur del Altar.
Luego me sacó por el camino de la puerta septentrional, y me hizo dar la vuelta por un camino
exterior, hasta la puerta exterior que miraba hacia el oriente. Allí vi que el agua fluía por el costado
derecho.
Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano. Midió quinientos metros y me
hizo caminar a través del agua, que me llegó a los tobillos.
Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió
otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura.
Luego midió otros quinientos metros, y ya era un torrente que no pude atravesar, porque el agua
había crecido: era un agua donde había que nadar, un torrente intransitable.
El hombre me dijo: «¿Has visto, hijo de hombre?», y me hizo volver a la orilla del torrente.
Al volver, vi que a la orilla del torrente, de uno y otro lado, había una inmensa arboleda.
Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia el sector oriental, bajan hasta la estepa y van a
desembocar en el Mar. Se las hace salir hasta el Mar, para que sus aguas sean saneadas.
Hasta donde llegue el torrente, tendrán vida todos los seres vivientes que se mueven por el suelo y
habrá peces en abundancia. Porque cuando esta agua llegue hasta el Mar, sus aguas quedarán
saneadas, y habrá vida en todas parte adonde llegue el torrente…
Al borde del torrente, sobre sus dos orillas, crecerán árboles frutales de todas las especies. No se
marchitarán sus hojas ni se agotarán sus frutos, y todos los meses producirán nuevos frutos, porque
el agua sale del Santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de remedio». (Ezequiel 47, 19.12)
Explicación
Este pasaje profético (573 A.C.) anuncia y traduce en términos simbólicos el relato de Juan 19, 3137.
El templo (casa de Dios) de la visión de Ezequiel, lugar de la presencia divina en medio de su pueblo,
es imagen de la humanidad de Jesús, el "Dios-con-nosotros". En efecto a través de su cuerpo Jesús
hace presente su divinidad en el mundo.
La fuente de aguas que sale del altar del templo es imagen del agua y sangre que manan del Corazón de Jesús a través de la llaga del costado.
La fecundidad de las aguas vivas del templo, que van creciendo más y más, que sanean todo a su
paso y hasta el mar, que promueven y devuelven la vida, representa la infinita fecundidad del amor
que brota continuamente del Corazón de Jesús.
Texto 4
(EdeB, 2009)
EL CORAZON INMACULADO DE MARIA
María, colmada de dotes
María gozaba de una rica personalidad. ¿Acaso no fue formada y modelada por su mismo hijo, el
Verbo de Dios, para que le diera vida humana?
Entre otras dotes, podemos señalar su espíritu de iniciativa. No temió enfrentarse con el ángel que le
anunciaba su maternidad; le manifestó claramente su vocación virginal:
¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre? (Lucas 1, 34)
61
Luego, sin temor, decidió ponerse en camino hacia la montaña de Judá para dar la mano a su prima
Isabel, encinta de un primer hijo. Doce años después, se adelanta a José, cuando recién encuentran
al niño Jesús en el templo luego de buscarlo tres días:
Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados (Lucas 2,
48).
Cuando Jesús inicia su vida pública, ella interviene para que realice su primer signo, el cambio del
agua en vino. Luego desaparece por discreción. Pero cuando percibe o se entera que su hijo,
perseguido desde un principio, va a ser ahora detenido y ejecutado, sube a Jerusalén para estar a su
lado a la hora de la prueba…
La verdadera misión de María
Sin embargo, por muy dotada que fuera para tomar decisiones, Dios no le confío la tarea de ser el
brazo derecho de su hijo o de ser la mayor entre los apóstoles. No le encargó ser cabeza de la
Iglesia, ser la líder que está al frente, la que organiza, administra y enseña.
No, su destino es otro. Ella tiene una misión propia y única, aún más esencial, más profunda:
representar a toda la humanidad, ser su delegada. Ser su personificación, su figura y, como tal,
acoger a Dios que viene a salvarnos, ser la que dice que “sí” en nombre de todos y antes que todos.
Ser la que acoge enteramente, sin resistencia, sin una sombra de resistencia, la gracia de Dios, su
proyecto salvador.
La misión de María es de ser la que dice que ¡sí! No solo de palabra sino con su corazón y su vida.
La que dice que sí, sin ningún “no”, la que cumple, no a medias, un poco, sino como esclava:
Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho. (Lucas 1, 38)
No hacer grandes hazañas exteriores y visibles
Aunque en el contexto de la liberación femenina nos gustaría verla acometer grandes hazañas, ésta
no es su misión. No le compete ser una misionera audaz y dinámica o una gran política, ni ser la jefa
de la Iglesia, sino, como otra mujer del Evangelio que lleva su nombre, la hermana de Marta y
Lázaro, ser la que atiende y escucha, ser la primera discípula. La hermana de Marta no atendía los
quehaceres del hogar, los hornos de la cocina, sino que estaba a los pies del Señor para beber las
aguas de la salvación a su fuente. De ella dijo Jesús:
María ha escogido la parte mejor, y nadie se la quitará. (Lucas 10, 42)
Ofrecer a Jesús el sí de la humanidad
El papel de María, la madre de Jesús, es ofrecer, formalmente, a su hijo la respuesta de la
humanidad, decirle de parte del mundo: Sí, anhelo la salvación, la quiero acoger con toda mi fe, con
humildad, con obediencia, con ansia, en su totalidad.
En el fondo es lo que Dios más necesita para salvarnos. Sin este sí, sin nuestra aceptación, la
salvación, por muy extraordinaria que sea, queda improductiva. Un médico, sin pacientes que confían
en él, no puede curar. Si un enfermo no quiere seguir la dieta ni absorber las medicinas, no se puede
sanar.
Si el hombre rechaza la salvación, el sacrificio de Jesús se vuelve vano. María es precisamente la
que nos precede en la acogida de la gracia.
Acompañar de corazón a su hijo
El papel de María, en su vida mortal, consistió en dar hospedaje a su hijo, no solo biológicamente
sino más que todo espiritualmente y de corazón. En disponerse a recibir dócilmente sus actos
salvíficos. En abrirle las puertas en todo momento y en todo lugar, no físicamente sino de corazón. A
esto se dedicó. Acogió cada gesto, cada palabra, cada acción de su Hijo, desde su concepción,
desde su infancia. Insistentemente, el evangelista Lucas repite cómo se dedicaba ella a asimilar todo
lo concerniente a su hijo:
María guardaba todo esto en su corazón, y lo tenía muy presente. (Lucas 2, 19)
62
Su madre guardaba todo esto en el corazón. (Lucas 2, 51)
Esta es su misión, no hacer grandes cosas, no iniciar grandes proyectos ni emprender obras
extraordinarias, sino estar con él de corazón.
Cuando Jesús empieza su ministerio, ella, por respeto y para cumplir más exactamente su misión
específica, se echa a un lado, salvo cuando sus parientes quisieron crear un escándalo (Cf. Mt
12,48).
María sigue cada paso de su hijo, pero de lejos. Escucha y recuerda todo lo que le cuentan de él,
todo lo que amigos y parientes le van reportando, lo que enseña, cómo sana y perdona, todo lo
referente a sus aliados y adversarios… Y se dedica a reflexionar y meditar, hacer suyo cuanto dice y
hace, más que todo a sentir todo cuanto siente. Es su modo de colaborar a la salvación del mundo.
Así cumple la misión que el Padre le ha asignado: hacer que, a través de ella, la humanidad acepte
con anticipación y humildemente su salvación.
Ser un solo corazón con su hijo
Su papel es ser la íntima del Corazón de Jesús. Es establecer como un “corazón a corazón” con él.
Es ser, a su lado, presencia de toda la humanidad de buena voluntad. No precisamente a través de
una proximidad espacial, sino de corazón. Quiere ofrecer a su hijo el sí de todos los hombres que a
lo largo de los siglos lo aceptarán como salvador. Quiere ser presencia viva de la Iglesia que está por
nacer y de la que está por venir.
Y cumple tan intensamente su papel, está tan íntimamente unida a su hijo, comulga tanto con todos
sus deseos y anhelos, que se vuelve como una con él, que su corazón se funde en el suyo. De ese
modo, cuando los clavos atraviesan las manos y los pies de su hijo, una espada le atraviesa el alma;
de modo que, cuando la lanza traspasa el costado de Jesús, una espada moral le traspasa el
corazón.
La imagen del corazón
Lo que mejor expresa esta vocación, es la imagen del corazón, su corazón inmaculado. A ella no le
toca, en su vida mortal, ser una gran hacedora sino una gran acogedora. Respecto de la alianza que
Jesús el esposo viene a contraer con la Iglesia su esposa mística, María es la Mujer con una M
mayúscula, imagen de la Iglesia que acoge la salvación.
Su rol es aparentemente pasivo porque solo se trata de aceptar, decir que sí, recibir; pero al mismo
tiempo es un rol sumamente duro, fuerte y exigente: nunca decir que no, no resistirse ni a la espada
que le traspasa el alma.
Este es el misterio del Corazón inmaculado…
María es la que supo acoger con absoluta docilidad, como una esclava, el plan de Dios. A lo largo de la
vida de su Hijo, desde la concepción hasta la muerte y la resurrección, estuvo meditando,
rememorando, cada uno de sus gestos, cada una de sus palabras, cada una de sus acciones, hasta
adentrarse en los misterios más recónditos del Corazón de su Hijo.
Es así como, en el calvario, recta como una I, derecha como el tronco parado de la cruz, a pesar o
gracias a la espada clavada en su alma, participó, sin restricciones, de todos los anhelos del Corazón
de Jesús. ¡Y, en esa unión, María es más que ella misma, es figura de algo más. Es también la Mujer
con una M mayúscula, la Mujer de la cruz: representa a toda la humanidad, es su delegada.
Es así como Damián con razón, imbuido de la mística enseñada en su Congregación, aprendió a llegar
al Corazón de Jesús por el de María. (Cf. “Los Sagrados Corazones según Damián”, EdeB, p. 56)
Ahora nos toca imitarla, según la formula ¡A Jesús por María!
María ha sido asociada de una manera singular a este misterio de Dios hecho hombre y a su obra
salvadora: es lo que se expresa en la unión del Corazón de Jesús y el Corazón de María…
En nuestro seguimiento radical de Cristo, María su Madre, modelo de fe en el amor, nos precede en el
camino y nos acompaña para entrar plenamente en la misión de su Hijo. (Constituciones SSCC, #2)
63
RECURSOS-JULIO
ACCIÓN-DAMIÁN 64
CANCIÓN-DAMIÁN
75
PREPARAR UNA REPRESENTACIÓN (teatro, etc.)
79
Acción-Damián
La canonización de Damián no será solo motivo de celebraciones y fiestas. Es
un tiempo para imitarlo y suscitar actividades a favor de los excluidos (AcciónDamián).
Se trata de promover nuevos emprendimientos en el campo de la pastoral
social y apostólica en la línea de Damián, nuevas acciones al estilo Damián…
Posibilidad de Campamentos, Marchas, Convivencias, como ocasión de encuentro con los excluidos,
en el mundo rural, etc.
Pero, antes de emprender nuevas acciones, debemos darle tiempo a la
reflexión. Ofreceremos técnicas para la planificación de la acción en el mes de
agosto. En este mes de julio, recomendamos más bien estudiar algunos de los
temas que siguen:
Este estudio previo (mes de julio) permitirá, en una segunda fase, por ej. en agosto, diagnosticar la
situación y organizar actividades al estilo Damián.
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en los 5 textos que siguen,
usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL O
UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
TEXTO 1
(Ver “Evangelizar con Damián”, Quito, Abril 2009, EdeB)
LA CULTURA
La fe a lo largo de los siglos ha ido renovando y enriqueciendo las culturas que iba encontrando.
Hoy van naciendo por todas partes nuevos modos de vivir, nuevos estilos de convivencia social
ajenos al Evangelio, muchas veces en contradicción con él.
Ahora bien la Buena Nueva de Jesús no puede perpetuarse en el vacío, colgada de un puro acto
de fe, como lo imaginan los nuevos convertidos o los nuevos grupos evangélicos. Necesita
encarnarse en las culturas, empapar la vida de las personas y de las sociedades para perdurar y
consolidarse. En ello, también Damián es un modelo.
64
Fe y cultura son íntimamente vinculados
La fe difícilmente nace fuera de un medio social y cultural que facilite su nacimiento. No perdura sin
un medio, empapado de valores cristianos, que la sostenga y acompañe.
Necesita encarnarse en el medio; a su vez el medio la porta y apuntala. Es un doble movimiento. La fe
se impregna de los valores humanos y espirituales de la cultura donde está inmersa, se enriquece, se
desarrolla a su contacto. Al mismo tiempo, penetra, ilumina, purifica y transforma el medio. De ahí va
creando su propio espacio cultural: signos, símbolos, costumbres, usos, religiosidad…
La fe a secas es imposible. Pues la auténtica siempre se proyecta en la sociedad, en la cultura. Y si se
diera una fe suelta, no pudiera sostenerse mucho tiempo porque el pueblo creyente necesita una base,
un puntal donde apoyarse.
Cultura emancipada
La cultura de los últimos siglos, profundamente marcada por la fe cristiana, se está debilitando y
desmoronando. El mundo nuevo que está emergiendo se caracteriza por la globalización, la tecnología
y la autonomía frente a las instituciones religiosas; y está segregando un nuevo modo de pensar y de
vivir ajeno al Evangelio.
[Se están haciendo] esfuerzos… por emancipar la cultura de nuestros pueblos de sus raíces cristianas.
Reinventar una cultura cristiana y empapar con la fe la nueva
cultura
Este es el desafío de nuestro tiempo: evangelizar la nueva cultura más secularizada, laica, urbana,
emancipada, sino nuestros esfuerzos pastorales serán inútiles.
Una fe que no se convierte en cultura es una fe no acogida en plenitud, no pensada en su totalidad, no
vivida con fidelidad. La ruptura entre Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nuestro tiempo
(Pablo VI). La crisis que padecemos... no es una crisis de fe, sino una crisis cultural.
Nos toca pues introducir los valores evangélicos en la nueva civilización que está asomando, por ej. el
respeto de la vida, los derechos humanos, la reafirmación de la familia, la prioridad a los últimos…
Nos toca también inventar nuevos modelos de vivencia de la fe, ajustados a los tiempos nuevos. Hay
que favorecer la germinación de nuevos ritos y expresiones religiosas. Si no lo logramos, nuestra fe
quedará aislada, paralizada, sin futuro, como una embarcación varada en bancos de arena…
Damián fomentó una cultura nueva en Molokai, fusión de la fe y de
la coyuntura
Los leprosos arrancados de su medio, en la playa desierta de Molokai, se hallaban desarraigados.
Damián tuvo que fomentar un estilo propio que fue como la combinación de la fe cristiana y de las
condiciones del lugar…
Buscó desarrollar la inclinación natural de los Hawaianos al baile, al canto y a la música, para lo cual
organizó un coro y una banda, a fin de que las fiestas fueran más animadas.
En aquella sociedad de personas empobrecidas y amargadas, Damián logró crear una comunidad en la
que valía la pena vivir. Los que visitaban la colonia, no podían creer lo que veían. Para lograr ese
cambio no bastaba [la predicación de] la fe, se requería también mucho trabajo social: perseguía lo uno
y lo otro. Aún hoy en día, la creación de esa sociedad alegre y rica en cultura, suscita la admiración de
todos: Damián creó cultura, no la suprimió.
Toda sociedad secreta su cultura. En un medio cerrado (cuartel, cárcel, hospital, colegio…), el
fenómeno se produce hasta más rápidamente y de modo más caracterizado. Usos, jerarquías,
lenguaje, valores, principios, ritmos de vida, redes de relaciones, reglas de convivencia, todos estos
componentes se van elaborando de acuerdo a un juego de influencias recíprocas… El desafío no está
en la creación de una cultura, pues se da naturalmente, inconscientemente. El infierno de Molokai iba
segregando, de modo casi automático, una sociedad de muerte y violencia, de individualismo y
egoísmos, de dominación del poderoso sobre el débil, de vicios y desesperación… El desafío consistía
65
en suscitar una cultura profundamente humana, digna del leproso, que no dejaba de ser humano. Un
modo de vivir y sentir que naciera de lo mejor que había en él, que le ayudara a crecer, que fomentase
la paz, el respeto, la fraternidad. Este fue el mérito de Damián: fomentar una cultura plenamente
humana con estos rasgos:
•
•
•
•
cultura de la vida ahí donde reinaba la muerte
cultura de la esperanza ahí donde imperaba la desesperanza,
cultura de la solidaridad donde predominaba la preocupación de uno mismo,
cultura del sentido en un mundo sin remedio y sin futuro…
Logró edificar una vida social y cultural que giraba alrededor de la lepra y de la esperanza cristiana,
construcción única y frágil porque los leprosos estaban de paso y la lepra también.
Su pequeño mundo presenta parecidos con las famosas “reducciones” creadas por grandes misioneros
de las órdenes religiosas que evangelizaron el continente, como los jesuitas en Paraguay (1612-1767).
Estas fueron como monasterios a escala masiva, pueblos estructurados a forma de conventos,
esfuerzos por modelar sociedades indígenas alrededor de la fe, aunque siempre marcados por una
tendencia al paternalismo. Aunque estos modelos, él de Damián y sus leprosos o él de las
“reducciones”, no pueden ser nuestro ideal en un mundo que se independizó y se volvió pluralista, no
dejan de ser una invitación a mayor creatividad y dinamismo.
TEXTO 2
(Ver “Evangelizar con Damián”, Quito, Abril 2009, EdeB)
MISION LAICAL
La Iglesia, en el mundo nuevo que está naciendo, corre el riesgo de aislarse, o sea de volverse
una isla.
El canal normal, natural y más eficaz para establecer el intercambio continuo entre Iglesia y
mundo es el laico.
Este, con su voz, su acción y ejemplo, va introduciendo los valores evangélicos en la sociedad. Al
mismo tiempo, se vuelve portavoz del mundo en el mismo corazón de la Iglesia.
Pero eso será posible si los pastores de la Iglesia, como Damián, saben formar y animar al laico
a ocupar su puesto propio, específico.
Sacerdotes, párrocos, religiosos, responsables de obras, tienden a menudo a acaparar y absorber a los
laicos en tareas eclesiásticas. Se define el ideal laical como protagonismo en el campo eclesial.
¡Mientras más activos y numerosos sean los laicos en el quehacer propiamente clerical, mejor fuera la
pastoral! El ideal es que el clero se eche a un lado y haga lo menos posible para dar lugar al laicado:
que el clérigo se laicice y el laico se clericalice.
… Probablemente hemos descuidado la formación de los laicos para ordenar las realidades temporales
según el querer del Señor. Los hemos invitado más bien a participar en la construcción de la Iglesia.
[Los esfuerzos de la Iglesia en América latina se han concentrado en motivar] la creciente participación
de los laicos en la construcción de la Iglesia y, al parecer en menor grado, en la configuración del
mundo mediante su compromiso socio-político.
Misión secular del laico
En el ancho mundo, en el alta mar
Pero la especificidad teológica de los laicos no tiene que llevar la Iglesia a enrolarlos a todos en sus
filas para tareas internas, sino en formarlos para que desempeñen su misión propia, allá en el ancho
mundo, en alta mar.
Aquí caben… todos los campos del empeño cristiano de los fieles laicos al servicio del mundo, sobre
todo aquellos que conciernen a la vida y a las condiciones – familiares, educacionales, económicas,
laborales, jurídicas, etc. – que [la Iglesia] requiere para nacer, crecer y ser fecunda.
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El papel de la Iglesia jerárquica, de cara a los laicos, consiste en contagiarles su doctrina social para
que puedan impregnar la sociedad con los valores evangélicos; en darles una sólida espiritualidad
para que vayan construyendo la civilización del amor, en alimentarlos con el pan vivo para que se
dediquen a la liberación del mundo. Es verdad que todo laico, por ser bautizado, tiene que integrar la
comunidad cristiana, participar de ella, ser un heraldo de Cristo, pero su misión específica trasciende
las fronteras formales de la Iglesia: es la sociedad, la cultura, el mundo del trabajo, los medios de
comunicación, como lo dice el cántico:
Desde las fábricas y oficinas, vamos hacia ti…
La Iglesia no ha fomentado suficientemente la misión de los laicos en medio del mundo:
… No se guían por la Doctrina Social de la Iglesia, ni la conocen. Tampoco están contribuyendo de
manera determinante numerosos servidores públicos católicos a dar estabilidad política, económica y
laboral a nuestros países.
Es necesario evangelizar a los dirigentes, hombres y mujeres, con renovado ardor y nuevos métodos,
insistiendo principalmente en la formación de sus conciencias mediante la doctrina social de la Iglesia.
Esta formación será el mejor antídoto frente a tantos casos de incoherencia y, a veces, de corrupción
que afectan a las estructuras sociopolíticas. Por el contrario, si se descuida esta evangelización de los
dirigentes, no debe sorprender que muchos de ellos sigan criterios ajenos al Evangelio y, a veces,
abiertamente.
Evangelizar la sociedad…
No le conviene a la Iglesia hacer, de todos sus miembros más convencidos, catequistas o animadores
litúrgicos, etc. Le conviene impulsar a que la mayor parte actúen en medio de la sociedad, a que
humanicen el mundo del trabajo, a que adopten leyes a favor del más débil, a que pongan por todos
partes las instituciones al servicio del hombre.
El [laico se debe] comprometer con coherencia de vida y de acción en la transformación de los sistemas
políticos, económicos, laborales, culturales y sociales que mantienen en la miseria espiritual y material
a millones en nuestro continente.
Otras urgencias requieren también la presencia y acción de discípulos de Jesús en nuestro Continente:
la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural; el fortalecimiento de la
familia frente a las leyes que la amenazan o destruyen; las denuncias de las campañas antinatalistas,
de las políticas totalitarias de gobiernos que producen el progresivo debilitamiento de la dignidad,
libertad e identidad humana; la participación en una actividad política solidaria para buscar la justicia, la
reconciliación, el perdón y la paz en las comunidades y en los pueblos; la promoción del derecho a la
libertad de conciencia y a la libertad religiosa sin falsos “laicismos”; la defensa del derecho al trabajo; la
distribución equitativa de los bienes teniendo en cuenta su función social; la responsabilidad por el
medio ambiente; la educación que prepare a las generaciones futuras de la sociedad y de la Iglesia.
Damián tenía conciencia de la importancia de ir adaptando la ley a las circunstancias y de que ello es
tarea de los laicos:
Un medio de los más eficaces para destruir la inmoralidad – escribe Damián - ha sido el permiso para
casarse, dado a los leprosos no impedidos por un matrimonio anterior…
Si la Iglesia no compromete a su laicado en la evangelización de la sociedad, por muy activa e intensa
que sea su vida comunitaria y litúrgica, su impacto en el mundo será nulo.
Ustedes son la sal de la tierra... ustedes son la luz del mundo. (Mateo 5,13).
Y todos perderán tanto la Iglesia como el mundo…
Por eso constatamos en incontables constructores de la sociedad influyentes y bautizados –sobre todo
en un gran número de políticos, economistas, empresarios, sindicalistas y comunicadores sociales– que
sus convicciones éticas son débiles y no logran cumplir su responsabilidad en el mundo con coherencia
cristiana.
Damián invita a cada uno a ubicarse en su puesto
Damián nos da el ejemplo: asume su puesto. Hace de profeta porque ésta es su misión: ser la voz de
los sin voz. Es sacerdote ante todo, salvo cuando las autoridades fallan. Desempeña entonces un rol
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sustitutivo o supletorio: se vuelve albañil, arquitecto, administrador, médico, director de hospital,
policía…
Forzado por las circunstancias, se arriesga al ejercicio de la medicina: «Tengo mis dos pequeñas
farmacias y siempre mis frasquitos de medicina en el bolsillo en mis visitas a domicilio, y trato así de
imitar a mi santo patrón».
Durante los últimos años de su vida, a pesar de la lepra que le mina, Damián se convierte de alguna
manera en una especie de delegado del gobierno en la leprosería.
Fuera de ello, se queda en su lugar (sacerdocio), enseñando al laico a hacer igual o sea a ser laico.
Fuera de monaguillos y coros, compromete a todos en tareas seculares: la acometida del agua, el
acondicionamiento del muelle, la construcción del poblado… Aunque, en una situación tan precaria
como la de Molokai, no podía dedicarse a una formación política de su pueblo, no quiso encerrar a su
gente en un rol intraeclesial sino que la invitó a iluminar su lugar de encierro con los valores
evangélicos.
TEXTO 3
(Ver “Evangelizar con Damián”, Quito, Abril 2009, EdeB)
PROMOCIÓN HUMANA I
Podemos considerar dos tipos de intervención a nivel social: el que va a las causas y promueve la
transformación de las estructuras; y el que combate los efectos y consecuencias, al que se
designa, un poco despectivamente, como acción asistencial.
Molokai nos demuestra que el segundo tipo de intervención es a veces esencial y que no hay
fronteras absolutas entre los dos modos de operar…
Promoción humana
La promoción humana es parte de la tarea evangelizadora:
Entre evangelización y promoción humana —desarrollo, liberación— existen… lazos muy fuertes.
Vínculos de orden antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto,
sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos… Vínculos de orden eminentemente
evangélico como es el de la caridad: en efecto, ¿cómo proclamar el mandamiento nuevo sin promover,
mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento del hombre?
Frente a la catástrofe humanitaria de la leprosería, Damián se lanzó sin vacilar en acciones de orden
social.
… Se da pronto cuenta de que no puede limitarse al cuidado de las almas, como había hecho hasta
entonces en Puna y Kohala, y que debe aliviar las miserias de los leprosos. … Una… motivación le
anima…: la caridad que le conduce a preocuparse de la salvación de las almas de los canacas es
también el resorte que suscita su entrega a aliviar los sufrimientos de su prójimo.
… Bajo la presión de las circunstancias…, a la salud de las almas, que hasta entonces había absorbido
toda su energía, añadirá la salud de los cuerpos. Y es el mismo amor al prójimo el que le impulsará a
entregarse por entero a sus hermanos y hermanas enfermos.
Cuidó del abastecimiento de la comunidad y de la seguridad social. Con la ayuda de aquellos que
todavía podían hacerlo, les construyó casas, estableció las canalizaciones para el agua, mejoró los
caminos y transformó el embarcadero y el hospital; levantó una iglesia y un orfelinato; impulsó la
horticultura, puso una tienda en la que los leprosos compraban gratis. Se encargó también de buscar el
medio de financiar cada una de estas actividades. Aseguró el cuidado y la atención médica mientras no
hubo médico en Molokai. Se hizo un punto de honra en seguir los progresos de la medicina. Fue el
animador de la comunidad local y cuidó de que cada miembro fuera respetado y pudiera desarrollarse.
Fiestas populares, rondalla, carreras de caballos... captaron su atención.
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La promoción humana va más allá de la solución de problemas
materiales o físicos
La atención puntual de un problema es siempre insuficiente, en este caso los cuidados higiénicos y
sanitarios. Damián descubre que las consecuencias e implicaciones de la lepra son peores que el
mismo mal. Para él, no se trata solo de una enfermedad corporal; si fuera así no habría más que
dedicarse a los cuidados médicos… La lepra, antes de la aparición de remedios, era ante todo una
enfermedad del espíritu, y finalmente social, porque deshumanizaba, degradaba, rebajaba y envilecía.
A medida que se corrompe su cuerpo, el leproso pierde el sentimiento de su dignidad. Las normas de
convivencia social, la moralidad, las instituciones se deshacen.
Así que entendió que, si bien no podía vencer el mal, al menos podía combatir sus efectos perversos;
consagró toda su energía e imaginación a devolverles su dignidad y sentar las bases de una sociedad
organizada.
En aquel tiempo la ciencia era aún incapaz de hallar una curación efectiva; el mérito de Damián
consistió en haber intuido que, dadas las circunstancias, le esencial no era la medicina del cuerpo, sino
la del espíritu; una medicina capaz de dar decoro, ánimo, esperanza y energía.
Hay que atacar a la vez las causas y los efectos
Causas y efectos
Es verdad que la caridad es auténtica solo cuando es eficiente, pues
La caridad… se alegra en la verdad. (Corintios 13,6)
La verdad exige ir hasta la raíz…
Por lo tanto hay que identificar las causas y acabar con ellas.
Que se supriman las causas de los males – dice el Concilio Vaticano - y no solo los efectos, y se
ordene el auxilio de modo que quienes lo reciben se vayan liberando poco a poco de la dependencia
externa.
Estas causas pueden ser de origen natural (por ejemplo la lepra) o social (la miseria). En este segundo
caso, las causas a menudo pueden coincidir con las llamadas estructuras de pecado. En ambos casos,
hay que combatirlas sin tregua y con todos los medios al alcance. Pero no siempre son identificables y
muchas veces, en un momento dado, son invencibles. Muchas son permanentes:
Pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis. (Juan 12,8)
Valor de la acción “asistencial”
Cualquiera sea la causa, debemos hacernos cargo de sus efectos dañinos. De ese modo, el trabajo
social asistencial no debe ser descuidado ni despreciado.
Por lo demás, a menudo, la simple acción caritativa ataca las mismas raíces del mal y va tumbando,
sin ruido, las estructuras de pecado. Es el caso de la parábola del Buen Samaritano.
Ideologías, desprovistas de verdadero sentido humano, pretenden agarrar el mal a la raíz pero
desprecian la simple caridad.
A sus ojos, la actitud del “buen samaritano” es condenable: en lugar de desperdiciar su tiempo y
energía en atender al herido, tenía que correr a la autoridad y exigir el patrullaje permanente de la vía,
de modo a evitar la repetición de los mismos hechos…. Pero el samaritano, al atender al judío herido
que para él era extranjero, operaba un giro revolucionario pues, más allá de una simple acción
policial, atacaba problemas de fondo: el hombre no vale por su nacionalidad sino por su condición
humana, la solidaridad entre los hombres no se circunscribe a las fronteras del país: es incondicional.
De ese modo la caridad, practicada día a día con el hombre concreto, aunque a primera vista no
solucione el problema social a la raíz, promueve constantemente un mundo nuevo, un nuevo estilo de
convivencia humana; pone misteriosamente, poco a poco, las bases, los cimientos de una nueva
civilización:
En el programa mesiánico de Cristo… el sufrimiento está presente en el mundo para provocar amor,
para hacer nacer obras de amor al prójimo, para transformar toda la civilización humana en la
civilización del amor.
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La teoría que consiste en promocionar exclusivamente la lucha contra las estructuras, origen de los
males, desconoce el valor de cada ser humano tomado uno por uno: se prioriza un concepto virtual de
humanidad olvidando el ser de carne y hueso.
Cadena indefinida de causas
Más importante aún, si ahondamos en la reflexión, descubrimos que toda causa, si bien produce
efectos, es también efecto de otra causa. Cuando terminemos de combatir la causa identificada,
descubriremos a menudo que los efectos subsisten a pesar de todo, pues otra se escondía detrás de la
primera. Más allá de la causa erradicada, hay otras anteriores que siguen produciendo sus efectos
nocivos. Sin caer en el relativismo, y por lo tanto en la inacción, debemos reconocer que hay como una
cadena ininterrumpida de causas y efectos:
•
•
•
•
El bacilo de Hansen provoca la lepra y las sulfamidas la curan.
Pero una eficaz distribución de la medicina depende a su vez de una estructurada organización
social…
A su vez, la miseria y la falta de higiene constituyen un “terreno” donde se reproduce el bacilo.
Finalmente la miseria a su vez depende de una mala o injusta organización social, económica y
política.
De ese modo el descubrimiento de los remedios no basta para eliminar el flagelo de la lepra pues las
otras causas señaladas (miseria, injusticia social y desorganización política) impiden de hecho que la
curación llegue a todos y provocan que la enfermedad siga renaciendo y propagándose. Sesenta años
después del descubrimiento de sulfamidas y complejos multi-drogas, habría todavía diez millones de
leprosos en el mundo…
TEXTO 4
(Ver “Evangelizar con Damián”, Quito, Abril 2009, EdeB)
PROMOCIÓN HUMANA II
Cierta élite del Norte – y hasta del Sur - tolera que la Iglesia dé pan al hambriento, pero nada
más. Que actúe solo como una ONG cualquiera, aunque éstas también, consciente o
inconscientemente, transmiten una ideología. Transmitir su mensaje fuera como un atentado a
la libertad de conciencia, un acto de intolerancia para con la cultura del medio.
¿Qué nos enseña Damián al respecto? Atender a todos sin discriminación, sí. Callar a Cristo y su
buena nueva, no, porque, como lo manifiesta a las claras Molokai, el leproso no puede sobrevivir
solo con pan…
La promoción humana: camino hacia Dios, fuente de todo
bien
Pan material y pan de vida
Los compromisos en los campos del desarrollo o de la salud no agotan la misión cristiana. Desde
éstos, hay que elevarse hasta el encuentro con Jesús vivo.
Algunas veces – escribe Damián - haciendo el bien a los cuerpos de mis desventurados enfermos, se
llega poco a poco al alma.
Lo recordaba hace tiempo el Papa Paulo VI:
Acerca de la liberación que la evangelización anuncia y se esfuerza por poner en práctica… hay que
decir: no puede reducirse a la simple y estrecha dimensión económica, política, social o cultural, sino
que debe abarcar al hombre entero, en todas sus dimensiones, incluida su apertura al Absoluto…
Es así como Jesús, antes de sanar, exige la fe: no solo para que pase la gracia curativa sino para que el
beneficiario pueda acoger otros dones: los espirituales. La ayuda social es también un medio, un
trampolín para alcanzar valores más elevados.
70
[Damián] sabe muy bien que no se atrapan las moscas con vinagre. Vendando las llagas y atendiendo
las necesidades de los leprosos, espera ganarles para Cristo.
Ayuda incondicional
Es verdad que el mismo Damián, desde hace más de cien años, nos enseña a no hacer diferencia, al
momento de ayudar, entre creyentes y no creyentes, entre seguidores de una línea ideológica y otra,
pues el hambre y la sed son los mismos en los unos y en los otros y provocan los mismos daños.
La ideología, el bando político al que se pertenece, la raza o la nacionalidad, la inocencia o la
culpabilidad, no cambian nada al hecho de que el desnudo esté desnudo, que la víctima sea una
víctima, que el leproso sufra de lepra. No podemos condicionar nuestra ayuda a que el necesitado se
pase a nuestro bando, a que el adepto de una religión se convierta a la nuestra…Ello contradeciría el
amor universal de Dios por todas sus criaturas y la misma libertad religiosa…
Proposición del pan de vida
Pero eso no significa que tengamos que prohibirnos anunciar a Cristo. No hay que imponer, pero
tampoco abstenerse; pues, más allá del respeto a la libertad de conciencia, hay otros valores y otros
principios. En nombre de la caridad, en nombre del amor, debo respetar la libertad de pensamiento de
mi prójimo. Y, en nombre del mismo amor, tengo la obligación de ofrecerle a Cristo, Dios de Dios y
Luz de Luz.
El hombre no tiene solo hambre de pan sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Lucas 4, 4).
Ningún principio (por ejemplo la soberanía), ninguna ley pueden impedirme ayudar al necesitado,
alimentar al hambriento, pues antes de pertenecer a tal o tal nacionalidad, el ciudadano es humano y
participa de la raza humana (derecho de ingerencia)… Ningún principio tampoco me puede impedir
satisfacer su sed espiritual…, con tal evidentemente que mi afán no sea proselitista. Si el prójimo tiene
sed, le tengo que dar de beber; si tiene sed de Dios, tengo que intentar colmársela.
Obligación de ofrecer el pan de vida, pero respetando la libertad de conciencia
La libertad de conciencia no es un principio absoluto porque, si así fuera, nadie podría ofrecer nada a
nadie, ni siquiera los padres a los hijos: ni su nombre, ni su familia, ni su cultura, ni su idioma, ni su
nacionalidad.
No podemos privar de pan al necesitado so pretexto de que no comparte nuestras convicciones, pero
tampoco podemos privarle de la vida de Dios y de su salvación so pretexto de respeto a la libertad de
conciencia, pues el hambre de Dios (igual como la búsqueda de la verdad), consciente o
inconscientemente, es, en el hombre, tan imperiosa como la física...
Respetar la libertad de conciencia no significa callar la buena nueva de Cristo, sino presentarla
respetuosamente como una proposición, una alternativa; proponerla como una posibilidad que
requiere, como condición esencial, una adhesión libre y voluntaria. Pero el creyente que, bajo el
pretexto de libertad de conciencia, no anunciara a Cristo, pecaría contra el derecho de todo ser
humano a conocer y a acoger en su vida a Quien lo creó y salvó…
Hay pan para el cuerpo y otro para el alma: la misma y única caridad nos impulsa a ofrecer los dos,
pero respetando escrupulosamente la libertad de conciencia en el segundo caso… y hasta en el
primero, pues nada se impone, ni siquiera el pan, la salud o el vestido… todo se propone.
Si tomamos conciencia de la complejidad de lo humano, descubrimos que sus derechos – como sus
necesidades - son múltiples: no solo el derecho a comer, sino también a la vida, a la educación, a la
proposición de la Buena nueva, etc. Imaginemos el infierno que hubiera seguido siendo Molokai, sin
este anuncio…
La promoción humana: signo de valores más elevados
La promoción humana como signo del amor de Dios
Las obras sociales, al menos cuando son hechas con espíritu cristiano, no pueden conformarse con la
sola liberación física, material y sicológica, pues encierran mayores potencialidades: revelan a Dios,
son signos de su amor.
Hablando de la ayuda proporcionada por Jesús a los nuevos esposos, en Caná (el agua cambiada en
vino), el evangelista comentaba:
71
Este fue el primer signo que hizo Jesús. (Juan 2, 11)
En efecto las bodas, amenizadas con el vino, eran signos de la unión que Jesús, el esposo de verdad,
había de entablar con la humanidad.
No importan cuáles sean las obras sociales (alimentación, salud, ayuda a nivel laboral, legal o
psicológico, desarrollo, etc.), todas deben anunciar una liberación más profunda, la que viene de Dios:
la salvación integral.
Como signos, nuestras obras sociales no solo son visibles, sino que tienen que hacer visible lo
invisible. Suponen, en el respeto de las convicciones de cada uno, una catequesis que revele y explicite
el misterio de la compasión divina para con los sufridos.
Son en efecto signos de que Dios, que nos da estos bienes materiales como por añadidura, nos quiere
dar otros más esenciales y permanentes: su Reino.
Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. (Mateo 6,
33)
Sí, las obras sociales son algo más que una ayuda material. Hay algo que se esconde tras ellas: la
presencia misteriosa del Dios de amor. Los contemporáneos de Damián sospechaban que detrás de su
espíritu solidario, se escondía algo más:
La Reina de visita a Molokai le dice: “Estoy convencida de que su trabajo y su sacrificio sólo han sido
inspirados por el anhelo de ayudar a sus desdichados prójimos y que espera su premio del Padre
Celestial, que reina sobre todos nosotros.”
En “La Gaceta de Hawai” por ejemplo, se lee: “¿Qué hace este hombre que, sin contar con una
recompensa terrenal, por su propia voluntad ha venido a establecerse entre los desdichados enfermos
de Kalawao, dedicándose totalmente a mitigar las penas de los pobres leprosos y corriendo el riesgo de
contagiarse él mismo por la horrible enfermedad, que paulatinamente devorará su cuerpo? ¿Qué hace
sino continuar la obra de su divino Maestro?”
Más allá del amor al prójimo, hay otro amor que le motiva: el del Padre celestial, el del Divino
maestro. La generosidad es siempre signo de otra cosa. Más allá del bienhechor, hay Quien lo hace
todo bien; más allá de un espíritu filantrópico, está Quien amó a los hombres hasta hacerse uno de
ellos.
Detrás del pan compartido en el Comedor o la Sopa popular, hay otro pan, el Vivo. Detrás de la ropa
repartida, de los cuidados procurados, hay las manos cariñosas de Dios que cuida del necesitado.
Detrás de acciones en pro de la defensa de la dignidad del ser humano, hay Dios que se hace su
garante. Atrás del empleo obtenido, está el Dios creador que quiere que colaboremos con él a un
mundo mejor.
Detrás de una capacitación adquirida, está Jesús el único maestro de la verdad. Más allá de la
protección proporcionada a los niños en el orfanato de Kalawao, asomaba la paternidad de Dios,
preocupado de sus hijos más pequeños:
Dejad que los niños vengan a mí. (Mateo 19, 14)
Revelación de Dios con ocasión de la promoción humana
El combate por la liberación y el esfuerzo por el desarrollo no se agotan hasta que no desemboquen en
la revelación de Dios en Jesús:
Jesús desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: -El Espíritu del Señor sobre mí, me
ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los
cautivos… para dar la libertad a los oprimidos. (Lucas 4, 18).
Preguntémonos con el documento de preparación de la quinta Conferencia del Episcopado latino
americano:
Si [nuestra] acción social y solidaria… conduce al encuentro vivo con Jesús, si lo celebra, si lo prolonga
y lo anuncia a quienes está lejos de él o no lo conocen.
Si nuestras obras son solo obras y no se vuelven signos de algo más, si no confiesan clara y
directamente Al que obra todo bien, si no conducen al encuentro vivo con Jesús, entonces son
incompletas, insuficientes, truncadas: ¡como una carretera sin señalización, como una flecha que no
conduce a su blanco, como una aurora sin amanecer, como un amanecer sin mediodía!
72
… Hay que preguntarse si una pastoral orientada de modo casi exclusivo a las necesidades materiales
de los destinatarios no haya terminado por defraudar el hambre de Dios que tienen esos pueblos,
dejándolos así en una situación vulnerable ante cualquier oferta supuestamente espiritual…
TEXTO 5
(Ver “Evangelizar con Damián”, Quito, Abril 2009, EdeB)
PASTORAL DESDE LA TRAGEDIA
No hay salvador sin pecado, no hay salvación si no hay mal. No hay salud sin enfermedad, no
hay médico sin enfermos.
Si fuera posible eliminar todo el mal del mundo, la salvación sobraría.
El anuncio de la salvación pierde su sentido y su impacto si escondemos hipócritamente y
tapamos artificialmente el mal y el pecado. El anuncio de la Buena Nueva parte de la realidad
del pecado, del dolor, de la enfermedad y de la muerte.
Damián nos enseña que la cruz de cada hombre es un camino que se puede usar para
evangelizar.
Superficialidad en el mundo de hoy como ayer en Molokai
La multitud de ofertas, las baratijas electrónicas, los adelantos técnicos sirven de substitutos… son
para el espíritu lo que es la comida chatarra para el cuerpo. Ya no hay lugar para interrogarse con
seriedad sobre el sentido último de la propia existencia. Hemos eliminado los grandes interrogantes:
el por qué y el para qué del mundo y de la vida. Solo cuenta el corto horizonte de la coyuntura y de la
moda.
Se abre camino entre nosotros un modo de vida que, animado por el relativismo, el pragmatismo y el
hedonismo, impide a los hombres y mujeres interrogarse con seriedad sobre el sentido último de su
propia existencia.
Por otros caminos, muchos en Molokai, llegaban a lo mismo, negándose a ver la realidad de frente.
Leprosos de cuerpo se volvieron también leprosos de espíritu: para olvidar su infierno en la tierra, se
tapaban la vista, y se ocultaban a sí mismos su condición de condenados, escondiéndosela en los
vicios, el licor y las orgías o hasta en la explotación de los más débiles.
Para consolarse bebían alcohol obtenido de la fermentación de papas dulces. La reacción humana de
miedo frente a la perspectiva de la muerte y del rechazo del sufrimiento había llevado inevitablemente a
ésta gente, a refugiarse en los países artificiales del vicio, acelerando así los procesos de destrucción
del propio organismo.
Molokai, camino de profundización
Pero los otros leprosos supieron enfrentarse con los grandes problemas que planteaba el drama de
Molokai. Algunos asumiendo la desesperanza y el rechazo de Dios; la mayor parte escogiendo la
esperanza en él y la entrega a los demás.
No hay lugar para la indiferencia en la isla: cada uno tiene que pronunciarse y toparse con el destino
último de su vida.
La tragedia puede enseñar a ser hombres…
Gracias a Damián, las víctimas de esa enfermedad sin remedio, sometidos a tortura permanente,
hallaron el estímulo para elevarse hasta Dios, recurrir a él, confiar en él. Damián y sus leprosos, que
no tenían más que su esperanza sobrenatural, nos enseñan a librarnos de lo superficial e ir a lo
esencial.
No esconder la dura realidad
En la situación presente que se caracteriza por un materialismo aparentemente cómodo y tranquilo, la
solución consiste – a imitación de Damián - en enfrentarse valientemente con los lados sombríos de la
existencia, que no faltan a pesar de los adelantos científicos y tecnológicos.
73
Existe hoy en nuestra cultura una resistencia muy grande a mirar de frente el misterio de la Cruz en la
vida propia y ajena. La tendencia es huir e ignorar todo lo que es sufrimiento, dolor y muerte; a
camuflarlo, esconderlo, por temor a mirar el fondo de su realidad inexorable y punzante. Ante esta
realidad, el discípulo de Jesús está llamado a proponer, mediante el testimonio de su propia vida, el
valor de tomar la cruz y seguir al Maestro, quien pasó primero ese camino por nosotros. Así evidencia
delante de los ojos de sus contemporáneos que no hay vida verdadera que no pase por la pasión. “Si el
grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante” (Jn 12,
24)
Se trata de partir de las experiencias negativas de la existencia para remontar hasta lo esencial, para
operar como un reencuentro con el significado más hondo y más extraño de la vida humana: el
proyecto misterioso de Dios de hacernos compartir su propia vida divina… Reconocer la malicia del
pecado que ha arruinado parcialmente la belleza de la vida y descubrir, más allá del mal, el plan
divino. Entender que vivir es un acto serio, grave y de suma responsabilidad porque seremos juzgados
sobre la base de una sola vida y tan breve…
… Olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, al premio a
que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús. (Filipenses 3,13-14).
La cruz como camino pastoral
En lugar de negar el lado oscuro de la vida, en lugar de consolar a la gente con falsas promesas, en
lugar de esconder la muerte, Damián invita a los moradores de la isla, condenados de por vida, a
asumir la cruda realidad:
La cruz y la muerte son tu destino, asúmelas con valentía y con confianza, todo se transfigurará, y al
final todo será vida plena.
No se trata, para Damián, de practicar la teología de la prosperidad.
Todo se va a componer, ya vienen medicinas, ya está el milagro.
Damián nos ofrece más bien la teología de la transfiguración. El peor mal deja de serlo cuando lo
asumes con Cristo crucificado.
Todo sigue igual pero todo es diferente. La situación exterior permanece, en este caso la enfermedad y
los daños irreversibles que causa en los órganos… En el caso de Jesús, su transfiguración, visible a los
ojos de los tres apóstoles más allegados, fue momentánea, solo un momento dejó ver su verdad
interior:
… El aspecto de su rostro se mudó y sus vestidos se volvieron de una blancura fulgurante. (Lucas 9,
29).
Pronto todo volvió a la normalidad:
Y de pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con ellos. (Marcos 9, 8).
La transfiguración, visual, palpable, de Jesús es el anuncio de otro cambio, hondo, interior e interno,
que produce la acogida de la gracia de Dios en la vida del creyente.
Visto desde fuera, todo quedó lo mismo, pero en Kalawao,
• la cruz ya no fue un obstáculo para el gozo,
• ni el llanto para el consuelo…
• El hambre dejó de ser un impedimento para la plenitud,
• la angustia de la muerte para la esperanza de la resurrección,
• la agitación exterior para la paz interior…
Igual como, a la superficie del océano, las olas se desatan furiosa y violentamente, mientras la masa
del agua permanece pacífica, tranquila y estable… Es el milagro de la transfiguración…
A nivel pastoral, es una técnica efectiva: la miseria como camino hacia Dios. Y la miseria implica el
hambre, la enfermedad, la soledad, la ancianidad, la persecución, etc.
74
Canción-Damián
Para incentivar la creación de la “Canción-Damián”, facilitamos letras de canciones.
LETRA DE 12 CANTOS PARA DAMIAN
Himno compuesto por un músico de Atucucho,
Quito, Ecuador. (Albazo)
Molokai tiene cielo azul,
su mar verde con playas doradas.
Fue una isla de leprosos
y Damián fue su pastor.
6. Atucucho, selva apretada de casas
suspendidas en laderas, que Damián te
proteja y defienda.
7. Atucucho, tan cerca del cielo y al mismo
tiempo del abismo, que Damián te guíe por
los senderos del bien y de la verdad.
Coro
Te rogamos, mi Señor, le concedas a Damián,
cuando pida por nosotros, consuelo y bendición.
8. Atucucho, barrio alto que descuella encima
de Quito, acude a Damián tu santo patrono.
2. En la isla de los leprosos,
Damián fue su maestro,
zapatero, carpintero, albañil,
agricultor.
9. Atucucho, que dejaste de ser guarida de
fieras y cueva de lobos, Descarta, con
Damián, los odios, promueve la unión y la
paz.
3. Hoy Damián, en Atucucho,
también es nuestro pastor.
Guarda y cuida este mirador,
que es “Carita de Taita Dios”.
10. Atucucho, donde se mezclan calor y frío,
anhelos y angustias, ruega a Damián, tu
guía, que te ayude a sembrar la esperanza.
4. El patrón de Atucucho
es Damián, el gran pastor.
Guarda y cuida este rincón
del Pichincha, mi Señor.
Introducir partes habladas… (escoger entre los
ejemplos que siguen)
1. Damián, tú que acompañaste a los leprosos,
cura las lepras de nuestra sociedad.
2. Como Damián, no juzgo, ni condeno, ni
excluyo a nadie, más bien me esfuerzo por
comprender y acoger a todos.
3. Como Damián, quiero servir de un modo
totalmente desinteresado, me propongo dar
prioridad a los más débiles, a los
marginados.
4. Atucucho, mosaico de hermanos de la Sierra,
y también de la Costa, confía en Damián, tu
padre espiritual.
5. Atucucho, mezcla de sol y neblina,
solidaridad y egoísmos, con la ayuda de
Damián, tu pastor, arranca la indiferencia y
siembra el amor.
11. Atucucho, donde queremos a María, del
Quinche, del Cisne, de la Paz, pide a Damián
que ruega a la Madre por todos nosotros.
12. Damián, médico de Atucucho, nuevo Molokai
donde dolorosas lepras se esconden, sana a
los enfermos, vela por ellos.
1. DAMIAN INTERCESOR Y PASTOR DE
ATUCUCHO
Estribillo
Molokai, con su cielo azul, su mar verde, sus
playas doradas,/
con sus montañas abruptas, ¡también con sus
miserables leprosos!/
Molokai, Damián, fue tu campo de misión,/
sé ahora el buen pastor de Atucucho.
Damián, guardián de Atucucho, verruga
agarrada de las faldas del Pichincha,/
en nombre de Dios, guárdanos y cuídanos./
Damián, intercesor de Atucucho, mirador de
donde se contempla la “Carita de Dios”,/
transmítele nuestros ruegos y plegarias.
Damián, padre de Atucucho, mosaico de
hermanos de la Sierra, también de la Costa,/
reúnenos en una sola familia./
75
Damián, pastor de Atucucho, mezcla de sol y
neblina, solidaridad y egoísmos,/
arranca la indiferencia, pon amor.
Damián, patrono de Atucucho, donde seguimos
a Jesús, en su niñez, en su Corazón,/
llévanos a él, nuestra única esperanza./
Damián, médico de Atucucho, nuevo Molokai
donde dolorosas lepras se esconden,/
sana a los enfermos, vela por ellos.
2. DAMIAN PROTECTOR Y MODELO DE
ATUCUCHO (puede ser o no la misma música
que el anterior)
Estribillo
Molokai, con su cielo azul, su mar verde, sus
playas doradas,/
con sus montañas abruptas, ¡también con sus
miserables leprosos!/
Molokai, Damián, fue tu campo de misión,/
sé ahora el buen pastor de Atucucho.
Damián, protector de Atucucho, selva apretada
de casas suspendidas en laderas,/
guárdanos, protégenos y defiéndenos./
Damián, modelo para Atucucho, tan cerca del
cielo y al mismo tiempo del abismo,/
guíanos por los senderos de la verdad.
Damián, santo patrono de Atucucho, barrio alto
que descuella encima de Quito,/
transmite al Señor nuestras peticiones./
Damián, maestro en Atucucho, que dejó de ser
guarida de fieras y cueva de lobos,/
donde hay aún odios, pongamos amor.
Damián, guía de Atucucho, donde se mezclan
calor y frío, anhelos y angustias,/
ayúdanos a sembrar la esperanza./
Damián, patrono de Atucucho, donde queremos
a María, del Quinche, del Cisne, de la Paz,/
pide a la Madre por todos nosotros.
3. COMPARTIR LAS CONVICCIONES DE
DAMIAN (I)
Estribillo
Comparto, Damián, tus convicciones,
quiero sentir y pensar como tú,
contigo servir, contigo…
Lucho sin cesar y sin desánimo
porque creo que Dios siempre me sostiene,
me guarda, me acompaña y fecunda las obras
de mis manos.
Me esfuerzo, sin tregua ni descanso,
por construir el Reino de Dios en el mundo,
pero sueño continuamente en la tierra nueva y
los cielos nuevos.
Siempre me propongo dar prioridad
a los más débiles, a los marginados.
Quiero ser su voz, la voz de los sin voz, de los
abandonados.
No descubro la belleza del hombre
en el exterior, sino en el interior.
No juzgo, no condeno, ni excluyo, me esfuerzo
por acoger a todos.
4. COMPARTIR LAS CONVICCIONES DE
DAMIAN (II) (la misma música que el anterior)
Estribillo
Comparto, Damián, tus convicciones.
Quiero sentir y pensar como tú,
contigo servir, contigo…
Como Jesús, como Jesús quiero servir
de un modo totalmente desinteresado,
porque quien pierde la vida por él y el prójimo, la
salvará.
Para hallar la fuerza de amar y más amar,
me uno día a día a Jesús,
buscando en su Corazón la fuente ardiente del
amor divino.
Lo que temo en la vida, no es la pobreza,
no es la enfermedad ni el fracaso,
sino la falta de fe y confianza, la falta de amor y
esperanza.
Aunque el trabajo sea agotador,
aunque la enfermedad invada mi cuerpo,
me siento el hombre más feliz, el misionero más
dichoso del mundo.
5. DAMIÁN, EL HOMBRE DE LOS MIL OFICIOS
Estribillo
Damián, el hombre de los mil y un oficio,
nos sigue inspirando: para servir mejor, fue mil
en uno.
Para ofrecer techo a los pobres leprosos,
fue arquitecto e ingeniero, peón y carpintero.
Para aliviar los padecimientos de la lepra,
se improvisó enfermero, médico y cirujano.
Para poner orden en el caos de Molokai,
se hizo policía, organizador y administrador.
Para hacer que la muerte se volviera fiesta,
fabricó los ataúdes y creó la banda de música.
Para denunciar el abandono del leproso,
se volvió figura famosa en el mundo de los
medios.
76
Para aconsejar, consolar y animar,
fue esencialmente maestro, sacerdote y pastor.
Oh Jesús, escucha compasivo sus ruegos.
8. TUS MANOS, DAMIAN
6. LOS MANDAMIENTOS DE DAMIÁN
Estribillo
¡Manos a la obra,
a sanar las lepras de hoy,
de cerca, no de lejos!
Busquen a los leprosos de hoy
allí donde se encuentren, muy cerca.
Cuando los encuentren, quédense con ellos, no
los abandonen.
No ayuden desde una torre de marfil.
Coman con los leprosos, curen sus heridas,
identifíquense con ellos, diciendo “Nosotros, los
leprosos”.
Pongan al hombre en el centro y no las reglas.
Nunca condenen ni acusen, no excluyan a nadie.
Sean pluralistas, corazones sin límites, acojan a
todos.
No vacilen en denunciar las injusticias.
No se limiten a curar el cuerpo; curen también el
alma.
Opten siempre por el amor más grande, sin
temer el sacrificio.
Sigan buscando nuevas soluciones,
aunque la situación esté desesperada y
fracasen,
jamás se dejen vencer, para quien cree nada es
imposible.
7. DAMIAN, INTERCESOR
Estribillo
Te rogamos, oh buen Jesús,
concedas a Damián, tu heroico apóstol,
todo cuanto te pida ahora por nosotros.
Oh Jesucristo, salvador nuestro,
acuérdate cómo, renunciando a todo,
se ofreció generosamente para servir
a los leprosos de Molokai, la isla maldita,
sepultándose con ellos en vivo, en vida.
Recuerda cómo se consagró
por completo a curar sus heridas,
dándote a conocer y llevándoles tu consuelo,
haciendo que te amaran con todo el corazón,
y se alegren en la esperanza del cielo.
Recuerda por fin cómo,
víctima de un celo ardiente,
experimentó en su propia carne el mal,
en aquel entonces incurable, de la lepra.
Miro tus manos, Damián.
Son al final manos gastadas, hinchadas, toscas y
torpes ya,
pues se fueron desgastando en tantas cosas
hechas por ellas.
Miro tus manos, Damián.
Al impulso de tu corazón grande, fueron trabajo y
obra,
fueron transformando Molokai en algo lindo: en
esperanza.
Miro tus manos, Damián.
Con tus manos enfermas y deformes, en la
eucaristía,
imitando las manos heridas de Cristo, lo ofrecías
al Padre.
Miro tus manos, Damián.
Abiertas a la acogida, ofrecidas para el perdón,
fueron transformando tantos corazones en
vivencias del Reino.
Miro tus manos, Damián.
Recordando cómo Cristo, con sus manos,
curaba a los enfermos,
¡cuánto hubieras dado por tener su mismo don
de sanar a los leprosos!
Miro tus manos, Damián.
No le envidies a Cristo ese don, ese poder
milagroso,
pues es todo tu ser, es toda tu existencia que
fue un milagro.
Miro tus manos, Damián.
Gracias, no hallaste curación para las lepras
corporales,
pero nos dejaste algo mejor: un amor que
convierte el mal en bien.
9. DAMIAN, LOCO DE CRISTO
Estribillo
¡Damián!, loco de Cristo, colmo de amores y
dolores,
clamor de los leprosos, su portavoz, su bandera,
su estandarte.
¡Damián!, prodigio de entrega a Dios y a los
hombres,
hazaña de altísima calidad, anhelo de sublimes
vuelos.
¡Damián!, servidor
despreciados,
de
los
olvidados
y
77
incentivo y estímulo en la lucha contra todas las
lepras.
¡Damián!, esposo de la miseria de la humanidad,
testigo en carne propia del amor incondicional de
Jesús.
¡Damián!, amor ardiente y compasivo que
arrastra
a entregar la vida por los preferidos de Dios: los
pequeños.
¡Damián!, leproso, no por accidente o mala
suerte,
leproso voluntario por amor, víctima de un celo
extremo.
donde hay desesperación, ponga yo la
esperanza;
donde hay tinieblas, ponga yo la luz;
donde hay tristeza, ponga yo alegría.
Oh divino maestro, haz que no busque tanto:
ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando, se recibe;
perdonando, se es perdonado;
olvidándose de sí, uno se encuentra;
muriendo, se resucita a la vida eterna.
12. RITO PENITENCIAL CON DAMIÁN
¡Damián!, tus pies enfermos visitaron a los
leprosos,
tus manos los limpiaron, tus labios los alentaron
y consolaron.
¡Damián!, entrega sin reservas a los más
despreciados,
tus ojos vieron, en sus llagas, las heridas del
mismo Jesucristo.
10. INSTRUMENTO DE AMOR
Estribillo
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento
de tu amor.
Damián, como Jesús, fue buen pastor
que da la vida por las ovejas enfermas;
no como el mercenario que huye en el peligro.
Damián no es grande porque sirvió
a los leprosos hasta contraer la lepra,
sino porque estuvo movido solo por el Amor.
Damián, gigante de la caridad,
porque se dejó contagiar y poseer
por la pasión incontenible del Corazón de Jesús.
Damián ofreció a los leprosos
su corazón y sus manos para curarlos
porque estaba lleno del celo ardiente de Jesús.
11. SEÑOR, HAZ DE MÍ, COMO DAMIÁN
Estribillo
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento
de tu amor.
Donde hay odio, ponga yo amor;
donde hay ofensa, ponga yo perdón;
donde hay discordia, ponga yo unión;
donde hay error, ponga yo verdad;
Donde hay duda, ponga yo la fe;
Estribillo
Señor, ten piedad de nosotros…
Por nuestra insensibilidad ante el dolor ajeno.
Porque clavamos a Jesús en la cruz,
porque estamos dispuestos a darle muerte todos
los días.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
Por nuestras cobardías, por nuestros disimulos,
por nuestros silencios y ausencias fáciles.
Por nuestras promesas incumplidas.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
Por las cruces que arrojamos de nuestras espaldas;
por quienes obligamos a caminar con las
nuestras.
Por nuestras condenas injustas, por nuestras
traiciones.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
Por los hermanos a quienes empujamos para
que caigan
y por los hermanos a quienes no ayudamos a
sostenerse.
Por que hemos negado un servicio a los que
viven con nosotros.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
Por nuestros desánimos, por nuestro desaliento.
Por nuestra falta de energía, nuestra falta de
esperanza
y por nuestro despreocupado vivir.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
Por nuestras caretas, nuestros disfraces,
por nuestras apariencias e hipocresías.
Por nuestras posturas cómodas, nuestros
conformismos irresponsables.
Damián, pide perdón al Señor de parte nuestra.
78
Preparar una representación (teatro, etc.)
Para representar con ocasión de la canonización, etc.
•
•
•
“Opción Molokai” (en un solo acto)
Pasajes de las cartas de Damián.
“Estoy leproso, bendito sea Dios” ( en 5 actos)
OPCIÓN MOLOKAI (teatro, 1 solo acto)
Presentador
Ordenado sacerdote en Honolulu, a los 24 años, Damián tomó inmediatamente posesión de un
extenso y difícil territorio misionero en el distrito de Puna, al oeste de la gran isla Hawai.
Mientras tanto la epidemia de la lepra seguía extendiéndose por todo el archipiélago. El gobierno
de Honolulu, para detener la enfermedad entonces incurable, decidió recluir a los enfermos, a la
fuerza, en una cárcel natural de un promontorio pedregoso y azotado por los vientos, en la isla
de Molokai.
Un día, el 4 de mayo de 1873, en la casa parroquial de la iglesia de Wailuku en la isla de Maui, el
Obispo confía a algunos de sus sacerdotes, todos de la Congregación de los Sagrados
Corazones, su angustia respecto del infierno en que viven los recluidos, olvidados allí y dejados
sin auxilios ni ayudas.
Ahí está Damián, es el que fuma la pipa.
Escena
Indicaciones
• El 4 de mayo de 1873, en la casa parroquial de la iglesia de Wailuku en la isla de Maui. Sala
de estar. El Obispo y unos dos sacerdotes de la Congregación de los Sagrados Corazones
están leyendo el periódico; otros dos, entre ellos, Damián que fuma la pipa, conversan
tomando café.
• Fondo de música hawaiana.
Obispo (señalando el periódico)
Padres, escuchen eso. Miren lo que dice aquí el periódico de Honolulu:
Si un sacerdote católico, un pastor protestante, una religiosa quisieran establecerse allí sacrificando sus
vidas para llevar consuelo a aquellos pobres miserables, podríamos hablar de una alma noble, digna de
brillar a perpetuidad en un trono erigido por el amor de los hombres.
(Levantando la cabeza)
Acérquense por favor, tenemos que conversar este tema.
(Luego de que se hayan formado en semi círculo, prosigue)
Ustedes entienden que se trata de Molokai. Desde hace tiempo siento una profunda angustia por
el abandono en que se encuentran nuestros enfermos de la lepra: separación de la familia, falta
absoluta de higiene, cuerpos en descomposición, promiscuidad y explotación de los niños,
entrega a los todos los vicios, ausencia de autoridad oficial, es el lugar donde no hay ni Dios ni
ley…
79
Sí, Molokai es un verdadero infierno y el número de los condenados no cesa de aumentar.
Necesitan ayuda, amistad, consuelo, esperanza. Tantos moribundos no pueden quedar por más
tiempo sin la presencia de un sacerdote que los acompañe habitualmente.
(Cambiando de tono y sin mirar a nadie)
Uno de ustedes tiene que sacrificarse.
(Luego de un momento de silencio profundo…)
Padre 1
Pero, Monseñor, basta que usted diga una palabra y cualquiera de nosotros estará feliz de poder
consagrarse a la leprosería.
Padre 2
Yo también estoy dispuesto a dedicar mi vida a favor de estos excluidos.
Padre 3
Así, Monseñor, escoja no más. A usted le toca decidir.
Obispo
Gracias, Padres, gracias por su disponibilidad. Pero no quisiera forzar a nadie en un caso como
éste, sería demasiado cruel. Tampoco me atrevería a apelar a su voto de obediencia.
(Calla. Como que está pensando y se le viene una idea.)
Quizás no sea necesario que uno de ustedes vaya a establecerse allí definitivamente.
Podríamos imaginar un sistema de relevo, de modo que se vayan turnando cada mes.
Damián
No, no, Monseñor. Los leprosos se merecen un misionero a tiempo completo…
(recordando, lentamente)
Estoy recordando en este momento el día de mi profesión religiosa cuando me pusieron bajo el
velo mortuorio. Era señal de que la muerte voluntaria es el principio de una vida nueva.
(Se pone de pie y con el tono de un compromiso decisivo)
Aquí estoy pronto para sepultarme vivo con esos pobres infortunados. Sepultarme… vivo…
(Tono explicativo) Por lo demás conozco a varios de ellos.
(Con decisión) Estoy dispuesto a quedarme para siempre con ellos.
Obispo
Las condiciones de este trabajo son de tal naturaleza que no me atrevo a imponerlo.
(Tono decidido)
Pero ya que usted libre y voluntariamente se ofrece, Padre Damián, acepto feliz su proposición.
(Se levanta para abrazar efusivamente a Damián. Al regresar a su puesto se le ocurre entregarle
su crucifijo episcopal. Se detiene, se regresa, se lo coloca en silencio).
(Por dos veces llama un indígena a la puerta)
Indígena
Monseñor, Monseñor.
80
Obispo
Pero, ¿qué pasa?
Indígena
El barco que le iba a llevar a Honolulu tiene que pasar ahora por Molokai para descargar ganado
y 50 leprosos. No le queda más que hacer el desvío por la isla maldita.
Obispo
Gracias.
(Se retira el mensajero).
¡Otro contratiempo!
(Se queda pensativo)
Pero no, ¡este cambio de recorrido es providencial!
(Dirigiéndose al P. Damián)
¿Comprende usted, P. Damián? Parece que Dios quiere precipitar el cumplimiento de su
sacrificio. Mañana mismo saldremos y yo en persona lo instalaré en su nueva misión. ¡Mañana
mismo, sin más tardar!
Actividades grupales
Lectura
• Repartir los roles de la escena; de ahí se lee el relato a varias voces…
• Se lo repite pero, esta vez, representándolo de modo improvisado.
Cuestionario
1. Los leprosos eran confinados en una punta aislada y rocosa de la isla de Molokai llamada
Kalawao. ¿En qué año llegó el primer cargamento de leprosos? ¿Cuántos años pasaron
hasta la llegada de Damián? A tu parecer, ¿podía el gobierno de Honolulu tomar otra
decisión?
2. ¿Cómo interpretar la alusión de Damián al velo mortuorio? ¿Cuántos años tiene cuando
desembarca a Molokai? ¿Qué significado le das?
3. ¿Dónde y en qué circunstancia se decidió una presencia misionera permanente en Molokai?
4. ¿Qué opinión te merece el ofrecimiento de los jóvenes sacerdotes para quedarse por turno
en medio de los leprosos? ¿En qué se distingue Damián de sus colegas?
¿Se puede verificar la misma entrega y generosidad en nuestro grupo?
5. ¿Cuál es la lepra hoy en nuestro medio o sea la situación de mayor sufrimiento y
marginalización? ¿Tu grupo está atento a las necesidades de su medio?
6. ¿Cuál es el mensaje central que nos deja la escena?
Dinámica
Improvisar, respecto de la lepra de nuestro medio (ver pregunta anterior #5), un sicodrama
semejante a la escena de Wailuku, o sea:
• una conversación acerca de las lepras de nuestro medio…
• Uno puede desempeñar el papel de una autoridad significativa…
• Los otros manifiestan, sinceramente, hasta qué punto estarían dispuestos a entregarse…
Actividad
Decidirse a representar la escena:
• ¿Con qué público, dónde, cuándo?
• ¿Se realizará luego de la representación algún dialogo o foro u otro acto?
• Planificar los ensayos.
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PASAJES DE LAS CARTAS DE DAMIAN
- Un actor, con talento para la fonomímica y darle tono a lo que lea…. Vestido de Damián, con
sotana, barba y pipa, redacta unas cartas en su humilde mesa de trabajo, usando pluma y
tintero.
- Lee en voz alta mientras va escribiendo. Si fuera el caso, seleccionar los pasajes que mejor
convengan.
1.
2.
3.
4.
Primeras experiencias de Damián con sus leprosos: testimonios de sus cartas.
Algunos pensamientos de Damián sacados de sus cartas
Damián ora y medita: testimonios de sus cartas
Damián, enfermo de lepra, abre su corazón: testimonios de sus cartas.
Presentador
El archipiélago de Hawai queda en medio del océano Pacífico, lejos del resto del mundo.
Peormente la leprosería instalada en un promontorio rocoso en la costa norte de la isla de
Molokai. De frente: el mar infinito; por detrás: una montaña alta, cortada verticalmente. Más aún
la prohibición absoluta de salir de ahí.
Lejos de su familia humana y de su comunidad religiosa, aislado en medio de sus hermanos
enfermos, Damián siente la necesidad de comunicar. A menudo escribe cartas…
Música instrumental
I
(Voz del presentador)
PRIMERAS EXPERIENCIAS DE DAMIÁN CON SUS LEPROSOS: TESTIMONIOS DE SUS
CARTAS.
(Damián llega con su sotana negra y su sombrero de paja. Se acerca a su mesa para escribir…)
(Voz de Damián)
Los domingos, a la misa mayor, mis chicos cantan admirablemente, como músicos de primera...
Dos de ellos están en el teclado del órgano ayudándose mutuamente para acompañar los
cánticos; pues, a ambos les faltan unos dedos; así cuatro manos enfermas ejecutan las piezas
musicales que los grandes organistas de Europa tocan con dos manos sanas.
Son muy hábiles. Otro, Petero, sopla en su clarinete.
A más de la misa, organizamos reuniones los domingos de noche para los inválidos. Cuatro o
cinco casas en Kalawao rebosan hasta fuera. Mis animadores presiden la oración. Mientras tanto
atiendo otras tres sesiones distintas en Kalaupapa.
Acabamos de establecer la adoración perpetua en nuestras dos iglesias. Es harto difícil
mantener un horario a causa de las dolencias de nuestros queridos adoradores.
Pero, si bien no pueden acudir a la capilla para cumplir su media hora de adoración al momento
previsto, ¡qué edificado quedo yo al verlos, a la misma hora, en oración en su lecho de dolor!
Aquí hay ahora 900 leprosos y aunque estamos enfermos, la paz y la felicidad parecen reinar en
Molokai.
(Damián le pone tabaco en la pipa, la prende)
Al principio, en el cumplimiento de mis deberes sacerdotales en sus domicilios, me veía
obligado, no solo a taparme la nariz, sino a permanecer un rato afuera para respirar aire fresco...
Como antídoto para contrarrestar el mal olor, me acostumbré al uso del tabaco, ya que de
alguna manera, el aroma de la pipa me preserva de llevar en mis ropas el detestable hedor de
nuestros leprosos.
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A veces, al confesar a un enfermo cuyas úlceras estaban llenas de gusanos como los cadáveres
de las tumbas, tengo que agarrarme la nariz.
Su aliento envenena el aire. Me ha costado mucho acostumbrarme. Un día durante la misa
solemne estuve a punto de abandonar el altar para respirar aire puro, el recuerdo de nuestro
Señor haciendo abrir la tumba de Lázaro me retuvo. Actualmente la delicadeza de mi olfato se
ha habituado: entro en sus casas hediondas sin dificultad.
Atiendo también a mis huérfanos que son todos leprosos. En algo repugna a la naturaleza el
estar siempre rodeado de estos desdichados niños, pero hallo en ellos mi consolación.
Heme aquí en medio de mis queridos leprosos, ellos son hediondos a la mirada, es verdad; pero
tienen un alma rescatada con el precio de la sangre del adorable Nuestro Señor Jesucristo,
divino Salvador.
(Al terminar esta primera parte, Damián introduce la carta en un sobre y lo sella; luego se levanta
y lo va echar como en un buzón)
Música instrumental
II
(Voz del presentador)
ALGUNOS PENSAMIENTOS DE DAMIÁN SACADOS DE SUS CARTAS
(Voz de Damián, mientras escribe)
No os preocupéis por mí lo más mínimo, pues cuando se sirve a Dios, se es feliz en cualquier
parte.
El estar privado de la compañía de algún hermano de nuestra querida congregación es más
doloroso de soportar que la misma lepra.
Si hubiera aquí un sacerdote santo y abnegado en mi lugar, todo iría mucho mejor. Por lo tanto,
reza sobre todo por mi propia perseverancia. Considero mi falta de caridad como causa principal
de la obstinación de mis leprosos que aún no se convierten.
Que todo honor, toda gloria, todo elogio que me hacen a mí, sea dirigido a Dios, cuyo servidor
soy.
(Se aparta de la mesa, se echa de rodillas y se abisma en Dios)
No busquemos el vil "yo". Jesucristo lo es todo: tengo que eliminarme a mí mismo. La humildad,
cuando se apoya en la confianza y la obediencia, realiza milagros y nos protege contra el
desaliento en épocas de contratiempo. Resignémonos en el éxito como en los fracasos.
(Al terminar esta segunda parte, Damián introduce la carta en un sobre y lo sella; luego se
levanta y lo va echar como en un buzón)
Música instrumental
III
(Voz del presentador)
DAMIAN ORA Y MEDITA: TESTIMONIOS DE SUS CARTAS
(Voz de Damián, mientras escribe)
Te aseguro, hermano mío, que el cementerio y el lecho de los moribundos son mis más
preciosos libros de meditación, tanto para alimentar mi propio corazón como para preparar la
catequesis.
83
Encuentro mi consuelo en el único compañero que no me abandona, es decir, nuestro Divino
Salvador en la Sagrada Eucaristía. A los pies del altar es donde me confieso a menudo y busco
alivio a mi sufrimiento espiritual. Ante él y ante la estatua de su Santa Madre, pido a veces, pero
como en un murmullo, la conservación de mi salud.
(Damián se levanta y se acerca a una imagen de la Virgen, se echa de rodillas y se queda un
momentito rezando…)
Sin la presencia permanente de nuestro divino maestro en el altar de nuestras pobres capillas,
nunca hubiera podido perseverar en compartir la suerte da los leprosos de Molokai. Las
consecuencias estaban previstas pero ahora empiezan a manifestarse en todo mi cuerpo. Pero,
ya que la santa comunión es el pan de todos los días para el sacerdote, me siento feliz, bien
contento y resignado en el medio algo excepcional donde dispuso la divina Providencia
colocarme.
Al pie del altar, hallo la fuerza necesaria en nuestro aislamiento. Es ahí donde me encuentro
cada día contigo y todos los hermanos de nuestra querida Comunidad. Sin Jesús en el santísimo
Sacramento, una vida como la mía sería insoportable. Pero, con él a mi lado, sigo siempre
alegre y contento.
(Al terminar la tercera parte, el P. Damián introduce la carta en un sobre y lo sella; luego se
levanta y lo va a echar como en un buzón.)
Música instrumental
IV
(Voz del presentador)
DAMIÁN, ENFERMO DE LEPRA, ABRE SU CORAZÓN: TESTIMONIOS DE SUS CARTAS.
(Voz de Damián, mientras sigue escribiendo)
Querido Pánfilo, el relato de tu enfermedad me ha conmovido mucho y como das a entender que
quizás pudiera tratarse de tuberculosis, lo que Dios no quiera, no debo ocultarte más tiempo que
también yo estoy afectado por una enfermedad más horrible aún que la tuberculosis…
Pronto hará 12 años que estoy entre los leprosos. Como la lepra es una enfermedad contagiosa,
no tengo motivos para quejarme de la protección invisible que Dios me ha dado...
Estoy en realidad aún fuerte, y musculoso, tal como me viste salir en 1863, con excepción de mi
pie izquierdo que desde hace tres años ha llegado a ser completamente insensible.
(Damián se echa para atrás, aparta su pierna izquierda y lo va sobando… Vuelve a escribir…)
Es un veneno traicionero, que amenaza todo el cuerpo. No hablemos demasiado de esto sino
recordémonos mutuamente en nuestras oraciones...
(Damián se levanta a buscar su condecoración, la enseña; vuelve a la mesa…)
He sido condecorado con la Cruz Real de la Orden de Kalakaua, pero también con otra, un poco
más pesada y menos honorable, la de la lepra, de la que nuestro divino Salvador se dignó
permitir que fuera estigmatizado.
Bueno, ya no hay duda para mí: soy leproso. ¡Bendito sea el buen Dios! No me tenga mayor
compasión: estoy perfectamente resignado a mi suerte.
La memoria de aquel paño mortuorio que me cubrió hace veinticinco años, el día de mis votos,
es la que me ha llevado a desafiar el peligro de contagio de esta terrible enfermedad,
cumpliendo con mi deber aquí e intentando morir cada vez más a mí mismo... Cuanto más
avanza la enfermedad, más contento y feliz me siento en Kalawao.
Los microbios de la lepra, finalmente, se han alojado en mi pierna izquierda y en mi oreja. Mis
párpados empiezan a caer.
84
(Damián se levanta, se acerca a un espejo de mano, y se observa la cara… Vuelve a la mesa)
Pronto mi cara quedará desfigurada. Me quedo tranquilo y resignado y, hasta me siento más feliz
en medio de mi gente. El buen Dios sabe lo que es mejor para mi santificación; convencido de
ello, repito cada día un decidido "Hágase tu voluntad”.
Me esfuerzo en llevar, sin mayores murmuraciones, las miserias de la enfermedad desde hace
tiempo previstas. La Providencia se sirve de ella para despojar el corazón de todo afecto terrenal
y para avivar el deseo de estar unido Al que es su única Vida.
Hasta aquí me siento feliz y contento; y si se me diera la posibilidad de salir de aquí con buena
salud, diría sin vacilar: - Me quedo por toda la vida con mis leprosos.
(Damián se levanta y se acerca a la ventana para contemplar a su pueblo dormido… Vuelve a su
puesto.)
La tremenda enfermedad progresa rápida y espantosamente. Amenaza dificultarme o hasta
imposibilitarme la celebración de la santa misa... Quedaré privado de la santa comunión y del
santísimo sacramento. Es esta privación la que más me va a pesar y hará mi situación
insoportable. No son la enfermedad ni los sufrimientos, los que me van a desalentar, nunca
jamás.
(con una voz como de moribundo)
Pacientemente intento recorrer mi vía crucis. Anhelo hallarme pronto a la cumbre de mi Gólgota.
Estoy convencido que es voluntad del Señor el que muera del mismo modo y con la misma
enfermedad que mis atribulados feligreses.
Sé que mis días son contados y no pienso quedarme mucho tiempo en este pobre mundo.
(Damián tiene un acceso de tos…)
Mi enfermedad ha penetrado hasta los pulmones; pronto todo quedará bien cuando descanse
bajo la verde hierba.
(Al terminar la cuarta parte, el P. Damián introduce la carta en un sobre y lo sella; luego se
levanta y lo va a echar como en un buzón)
Música instrumental
Drama en 5 actos: ESTOY LEPROSO, BENDITO SEA DIOS
Solicitarlo a la dirección electrónica de este folleto “Recursos” ([email protected])…
O buscar en <http://www.ssccpicpus.com/
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RECURSOS-AGOSTO
(Vacaciones de la Sierra)
ACCIÓN-DAMIÁN, PLANIFICACIÓN DE UNA ACTIVIDAD
SEMANA DE LA JUVENTUD
86
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• Como católicos, celebramos la Jornada de la Juventud el domingo de Ramos. Es así como normalmente
declaramos "Semana de la Juventud” la última semana de la cuaresma (21 de marzo 2010 a 28).
• También podemos realizar la semana de la juventud en agosto (Domingo 9 a domingo 16) pues el Día
Internacional de la Juventud cae el 12 de agosto.
3) VIDA DE ORACIÓN DE DAMIÁN
104
Acción-Damián
Planificación de una actividad
La canonización de Damián no es solo motivo de celebraciones y fiestas. Es un
tiempo para imitarlo y suscitar actividades a favor de los excluidos (acciónDamián).
Luego de darle tiempo a la reflexión (ver mes de julio), es tiempo, en este mes
de agosto, de ir planificando nuevas acciones, pero al estilo Damián.
Usar las dinámicas que siguen
Asimilación de los principios que rigen una acción al estilo Damián …………...87
Búsqueda de soluciones a los males del mundo 90
Los “diez mandamientos” de san Damián
El buen samaritano
92
93
Las 10 convicciones de Damián 94
Lemas “damianos”
95
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DINÁMICA 1
ASIMILACIÓN DE LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN UNA
ACCIÓN AL ESTILO DAMIÁN
Presentación
a) En cuanto a su extensión, la Acción-Damián es una actividad que no se concentra en un solo
aspecto sino que queda abierta a todos los campos de la misión: pastoral, social, cultural y hasta
socio-político.
A nivel operativo sin embargo, un grupo determinado, en un principio al menos, debe enfocar la
situación desde uno o dos de estos aspectos, pero con el tiempo puede ir ampliando su acción...
b) En cuanto a su estilo, se trata de una acción que lleva el sello "Damián"; que quiere
reproducir el modo de actuar del P. Damián de Veuster en Molokai. Es en resumidas cuentas el
estilo evangélico, enfocado desde el centro de la persona de Jesús, desde su Corazón.
c) Podemos agrupar estos diferentes aspectos en 3 tiempos en relación con la acción
propiamente dicha: antes, mientras, después.
Se entrega a cada uno una copia del texto “Acción pastoral al estilo Damián”. Ver a continuación.
En grupos pequeños
1. Se lee “ANTES DE LA ACCIÓN”.
Son 5 puntos. Cada uno señale - no el más importante porque todos son importantes - sino el
que quiera recalcar y por qué.
2. Se lee “EN LA ACCIÓN”.
Son 8 puntos. Cada uno señale - no el más importante porque todos son importantes - sino el
que quiera recalcar y por qué.
3. Se lee “DESPUÉS DE LA ACCIÓN”,
Son 2 puntos. Cada uno señale - no el más importante porque ambos son importantes - sino el
que quiera recalcar y por qué.
4. Anotar los aspectos más recalcados en el grupo…
En plenaria: Debate
1. Quedarse con los aspectos más señalados en los grupos pequeños…
2. Escoger el primero. Designar a tres personas que se sientan en medio.
3. El primero niega la importancia del aspecto considerado. Los otros dos demuestran su
importancia.
4. Y así sucesivamente con los diferentes aspectos…
ACCIÓN PASTORAL AL ESTILO DAMIÁN (EdeB)
La Acción al estilo Damián se caracteriza por su extensión y su estilo
a) En cuanto a su extensión, es una actividad que no se concentra en un solo aspecto sino que
queda abierta a todos los campos de la misión: pastoral, social, cultural y hasta socio-político.
A nivel operativo sin embargo, un grupo determinado, en un principio al menos, debe enfocar la
situación desde uno o dos de estos aspectos, pero con el tiempo puede ir ampliando su acción...
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b) En cuanto a su estilo, se trata de una acción que lleva el sello "Damián"; se quiere actuar a la
manera del P. Damián de Veuster en Molokai. Es en resumidas cuentas el estilo evangélico,
enfocado desde el centro de la persona de Jesús, desde su Corazón.
He aquí las actitudes y esfuerzos, los actos y elementos que caracterizan la acción al estilo
Damián; o sea su espíritu. Podemos agrupar estos diferentes aspectos en 3 tiempos en relación
con la acción propiamente dicha: antes, mientras, después.
antes de la acción
Observación (el "Ver")
Los gestores de la Acción "damiana" no se echan de modo inconsiderado en la acción; antes de
emprenderla, se dedican a observar la realidad. La estudian, no desde el ángulo de una
ideología, sino desde los hechos, ayudándose con las ciencias sociales si es del caso. Intentan a
la vez penetrar más a fondo esta realidad y sentirla más intensamente desde el Corazón de
Cristo, con sus ojos (los de Cristo), adoptando su mirada de hermano, salvador y libertador.
Búsqueda de la voluntad de Dios (el "Juzgar")
Como Jesús, que solo pretendía cumplir la voluntad de su Padre, le interrogan a Dios
preguntándole cuál es su proyecto, cuál es su plan frente a la situación.
Para ello, se refieren especialmente a los pronunciamientos de los pastores de la Iglesia,
intérpretes oficiales de Cristo y de su pueblo. Y siempre tienen presente el criterio evangélico de
la opción preferencial por los pequeños, como Damián.
Elección de la Acción (el "Actuar")
Con los ojos abiertos a la realidad, disponibles al soplo del Espíritu y orientados por la Iglesia,
eligen con decisión y sin demora su campo de acción, tomando en cuenta las causas de la
situación antes que sus consecuencias.
Planificación
Diseñan de acuerdo a sus posibilidades un programa integral que abarque la situación bajo
todos sus ángulos; se interesan por la acción pastoral propiamente dicha, y también por lo social,
lo cultural, lo socio-político... Utilizan para ello toda su creatividad e imaginación, sin descuidar el
apoyo de especialistas.
Capacitación
Porque saben que el amor se mide por su eficiencia, buscan prepararse. Espiritualmente,
fortalecen sus motivaciones y, concretamente, se van capacitando para desempeñar
eficazmente su misión, mediante lecturas, cursos, ejercicios y prácticas.
Búsqueda de colaboradores
Conocen sus limitaciones, no se creen auto-suficientes. Se dan cuenta de las dificultades, problemas
y resistencias que van a encontrar; de ahí que, cada vez que sea necesario, buscan la colaboración
de otros y acuden a personas de fuera.
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En la acción
En nombre de Dios
Los realizadores de la Acción-Damián se sienten "enviados" por Jesús como los Apóstoles. Lo
que les lleva a obrar y actuar es la Palabra de Dios y su voluntad.
No lo hacen en nombre propio, no por iniciativa propia, ni por interés ni para sobresalir, no se
predican a sí mismos. Emprenden su acción en nombre de Cristo, en representación de él.
No actúan en nombre de una ideología. No predican una filosofía ni quieren hacer triunfar un
sistema... Quieren servir en nombre de Cristo, quieren que él actúe a través de ellos.
Por eso, para ellos la oración precede la acción y la prolonga...
Organización
Hecha previamente la planificación general, también en la ejecución son organizados. Cuidan
cada detalle, tratan de tenerlo todo previsto con anticipación evitando la improvisación.
Entrega
Saben que no se pertenecen a sí mismos; por eso en la acción no se reservan nada para sí, se
dedican a ella de cuerpo entero. No comparten solo sus talentos y su tiempo, se dan a sí
mismos, con el celo característico de Damián y de los fundadores de su Congregación (Coudrin
y Enriqueta Aymer), celo hallado en el mismo amor apasionado del Corazón de Jesús.
Encarnación
Una característica del modo de servir en la Acción-Damián es el convivir, el "estar con". Los
gestores de esta Acción no quieren servir de lejos, se identifican con su pueblo, asumen sus
problemas y los hacen suyos, comparten en algo su forma de vida.
En equipo
Lejos de ser individualistas, quieren realizar en equipo, como menos, las fases de preparación y
evaluación y, en cuanto sea posible, las etapas de ejecución. En efecto conocen sus límites y
saben que fácilmente se pueden desalentar si están a solas; saben que el grupo puede más que
un individuo. No ignoran tampoco la fuerza del testimonio de vida fraterna como su atractivo para
los de fuera.
En coordinación con las otras instancias de la Iglesia
Conscientes de que la acción de la Iglesia, para ser efectiva, debe ser coordinada, quieren
favorecer una pastoral de conjunto; quieren intercambiar con los diferentes grupos, asociaciones
e instancias de la Iglesia (y también de fuera); quieren trabajar en coordinación con los demás
agentes de pastoral, especialmente sus pastores.
Alegría y confianza
Obran y trabajan con alegría, con optimismo. Aman la vida. Su buen humor es contagioso,
transmiten su entusiasmo, irradian salud y confianza.
No se angustian por el resultado de la acción, solo se dedican a sembrar, dejando a Dios la
preocupación por la cosecha...
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Atención a cada persona
Porque entreven en el hombre el reflejo de Dios y la presencia de Cristo, tienen conciencia del
valor y de la dignidad de cada persona más allá de sus apariencias. Por muy importantes que
sean sus proyectos o realizaciones, están siempre atentos a las personas.
Por muy preocupados que están del desarrollo de sus programas, no dejan nunca de interesarse
al mismo tiempo por cada persona.
Lucha con amor
El amor de Cristo acompaña su quehacer, no cargan con rencores y resentimientos. Se
deshacen de ellos en cuanto aparecen, no dejan que el odio entorpezca su marcha. Han
aprendido a distinguir entre, el mal y quien lo comete. Luchan contra lo primero pero siguen
persiguiendo el bien del segundo.
Dejando a un lado una excesiva prudencia, denuncian con coraje el error, el engaño, la maldad y
la injusticia, allí donde estén. Y a la vez, en medio de la acción, siguen perdonando y ofreciendo
el amor de Dios.
Después de la acción
Evaluación
Los gestadores de la Acción-Damián evitan caer en la rutina y no son conformistas. Buscan el
progreso, tanto a nivel personal, como el de la obra que llevan a cabo. Anhelan ser siempre más
efectivos. Para ello regularmente se examinan a sí mismos y revisan su obra.
La evaluación es, para ellos, un instrumento esencial de la acción. Les permite mejorarse tanto a
sí mismos como sus proyectos y adaptarlos mejor a la realidad siempre en evolución.
Ofrenda a Dios
Finalmente, como culminación, presentan a Dios su trabajo, se lo entregan especialmente en la
Eucaristía, para que él sea quien lo haga fructificar.
DINÁMICA 2
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES A LOS MALES DEL MUNDO
Reflexión inicial
Atención el mal no existe a secas. Pues se origina en sus causas y se prolonga en sus
consecuencias…
1) Se dice que hay que atacar al mal en sus causas; y a ello se dedicó Damián.
No contento con aplicar juiciosamente los tratamientos en boga, Damián removía cielo y tierra para descubrir otros
mejores. Escribía un sinfín de cartas hasta el extremo del mundo para conseguir los nuevos remedios de los que se
le informaba. Y esto desde los primeros años de su estancia en la leprosería. (ECD p. 43)
Pero a veces la causa es invencible, insuperable. Era el caso de la lepra cuya curación iba a
aparecer mucho tiempo después, a mediados del siglo siguiente En este caso, si no se la puede
vencer, se la puede atenuar, favoreciendo la higiene, dando cuidados puntuales.
90
2) Sin embargo, en el campo humano, la solución de los problemas materiales o físicos no es
suficiente. La atención puntual del problema es siempre insuficiente, en este caso los cuidados
higiénicos y sanitarios. Damián descubre que las consecuencias e implicaciones de la lepra son
peores que el mismo mal. Para él, no se trata solo de una enfermedad corporal; antes de la
aparición de remedios, era ante todo una enfermedad del espíritu, y finalmente social, porque
deshumanizaba, degradaba, rebajaba y envilecía.
A medida que se corrompe su cuerpo, el leproso pierde el sentimiento de su dignidad. Las
normas de convivencia social, la moralidad, las instituciones se deshacen. El infierno
secularizado de Molokai llevaba fácilmente a la exasperación y a la desesperanza o a la entrega
a todos los vicios.
En los días siguientes a su llegada, la imagen del
infierno, en la que se ha metido Damián, se perfila más
claramente. Aún siguen llegando nuevos grupos de leprosos y ¿qué es lo que se les grita?: “Aquí ya no hay leyes."
Pronto va a entender el significado de estas palabras. La situación moral de los expulsados es aún peor que su lepra.
Viven como animales, sin trabas, sin respetos, sin escrúpulos…No hay más que un medio para que se olviden de su
miseria la bebida embriagadora. Ya saben encontrar las plantas "Ki" y las raíces de estas plantas, hervidas y
fermentadas, les proporcionan el licor que tanto anhelan. (Padre Damián, Esteban Debroey, Desclée, Bilbao, p. 66)
3) Así que entendió que, si bien no podía vencer el mal, al menos podía combatir sus efectos
perversos; consagró toda su energía e imaginación a devolverles su dignidad y sentar las bases
de una sociedad organizada.
En aquel tiempo la ciencia era aún incapaz de hallar una curación efectiva; el mérito de Damián
consistió en haber intuido que, dadas las circunstancias, lo esencial no era la medicina del
cuerpo, sino la del espíritu; una medicina capaz de dar decoro, ánimo, esperanza y energía.
(Buscar en el libro “Nueva evangelización a la luz de Damián”, Cap. "Promoción humana",
Párrafo "La promoción humana va más allá de problemas materiales o físicos", E. de B.)
Listado de males, causas y soluciones
1) Hay que distinguir entre los males y sus causas.
Los males son situaciones inmediatamente visibles y palpables que afectan directamente a la
gente. Las causas a menudo se esconden: son realidades sociales, jurídicas, políticas,
históricas, sociales, sicológicas, etc.…
Los males son por lo tanto consecuencias de causas…
2) Resolver, solucionar, salvar y liberar supone atacar las causas. Pero también sus
consecuencias, o sea los males que nos siguen afectando mientras las causas no desaparecen.
(El animador estudiará antes en el libro “Nueva Evangelización a la luz de Damián”, Sección
“Liberación”, Cap. “Promoción humana I”: el Párrafo “Hay que atacar a la vez las causas y los
efectos”; ver Anexo 3, p. 69)
Es así como podemos establecer un cuadro de 4 columnas.
4. Servicio asistencial
1
2
3. Cambio estructural
REMEDIOS PARA
MALES
CAUSAS (a menudo
REMEDIOS PARA
LOS MALES
(consecuencias de
escondidas) DE LOS
LAS CAUSAS
causas escondidas)
MALES
…………………....
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
……………………
91
1. Establecer un listado de males que afectan al individuo, a la familia, etc., en nuestro medio…
Desglosarlos en la pizarra, en la columna numerada 1.
2. Determinar sus causas, desde las más inmediatas hasta las más generales. Inscribirlas a la
derecha, en paralelo con la lista de los males, en la columna numerada 2.
3. Luego buscar en primer lugar cómo remediar las causas (columna de la derecha, numerada
3).
4. Finalmente, puesto que las causas no tienen remedio inmediato sino a largo plazo, buscar
soluciones para sus consecuencias (columna de la izquierda)…
Ejemplos: desempleo, bebida, drogadicción, inseguridad…
5. Escoger uno de los males, enfocarse más detenidamente en sus causas y remedios…
5. Diseñar un plan de acción…
DINÁMICA 3
LOS “DIEZ MANDAMIENTOS” DE SAN DAMIÁN
Presentación de los 10 mandamientos damianos
1.
Busquen a los leprosos de hoy allí donde se encuentren; muy cerca: personas depresivas,
víctimas del SIDA, drogadependientes, etc.…
2. Cuando los encuentren, quédense con ellos, no los abandonen.
3. Nunca condenen ni acusen a estas personas.
4. No se limiten a curar el cuerpo; curen también el alma; como Damián presten atención al
cuerpo y al alma.
5. No basta la fe. Hagan algo.
6. Para quien cree nada es imposible.
7. Sigan buscando soluciones aunque la situación parezca desesperada.
8. Digan que “sí” a situaciones imprevistas.
9. Siéntanse responsables “juntos”.
10. Dios sabe tejer santos de toda clase de tejidos.
(Cardenal Daneels, Bélgica)
En grupos pequeños
• Comentar cada uno de los 10 mandamientos que el Cardenal Daneels descubrió en el modo
de proceder de Damián.
• Buscar cuáles son los leprosos de hoy en nuestro medio.
• Imaginar un Plan de Acción para acompañar a los leprosos de hoy…
En plenario
• 1 o 2 representantes de cada grupo se sientan en el suelo, formando un círculo, en medio de
los demás.
• Ponen en común la reflexión de cada grupo y finalmente van armando un plan de acción
común.
• Luego todos intervienen…
92
DINÁMICA 4
EL BUEN SAMARITANO
En grupos pequeños
Lectura
Actitud servicial de Damián
"Makua Kamiano, Makua Kamiano", en todas partes se oía retumbar estas sílabas sonoras. Bandadas de niños
corrían tras su sotana; a la vista del Padre recobraban alguna alegría, ellos que pasaban sus días llorando y
gimiendo. A veces también tenía que recoger atrás de alguna casita algún infortunado cuya carne estaba
podrida que sus compañeros de casa, hastiados, habían expulsado; entonces levantaba al desdichado o le
ayudaba a enderezarse, le sostenía para llevarlo al hospital del que no saldría más sino para ir al cementerio.
A menudo era un ciego al que la lepra habla destruido los ojos o bien un pobre hermano en Jesucristo a quien
faltaba una mano o dos, a veces un pie; entonces el apóstol cargaba al hombro este harapo humano y lo
llevaba al hospital.
Los leprosos asistían cada día a estos actos de entrega maravillosa y de sus ojos salían lágrimas de gratitud;
pero si uno de ellos hubiera dicho al atleta cristiano: — "Padre, todos nos sentimos llenos de admiración para
contigo", hubiera sacado su pipa de la boca y, disconforme a la vez que sorprendido por tales palabras, le
hubiera replicado con voz brusca: -"En lugar de decir tonterías, anda mejor a barrer tu cabaña". A la verdad,
cumplía estos actos heroicos sin parecer darse cuenta de su mérito, como la cosa más natural. (Le P. Damien,
Pierre Croydis, p. 180, Editions Spes)
Diálogo
Meditar el relato anterior, ayudándose con las preguntas que siguen.
a. ¿Hemos oído de otros, o vivido personalmente, experiencias parecidas? ¿Hay situaciones de
nuestro medio, de nuestra vida, que se parecen a lo que cuenta el acto o la escena?
b. ¿Qué personaje, palabra o frase, nos llama más la atención? ¿Por qué?
c. ¿Qué enseñanza nos ofrece esta escena, qué mensaje nos deja?
d. ¿A qué cambios nos compromete esta escena en nuestra vida personal, en nuestra familia,
en nuestro medio?
Comparar la actitud de Damián con la del Buen Samaritano de la parábola
(Lucas 10,37).
(El animador leerá para sí con anticipación, en el libro "Nueva Evangelización a la luz de Damián": el párrafo
"Hay que atacar a la vez…" en la Sección "Liberación", Cap. "Promoción humana I", ver Anexo 3, p. 69)
Parábola del buen samaritano
Jesús [dijo a un maestro de la ley]:
–Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos bandidos. Le quitaron hasta
la ropa que llevaba puesta, le golpearon y se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente pasó un sacerdote
[judío] por aquel mismo camino, pero al ver al herido dio un rodeo y siguió adelante. Luego pasó por allí un
levita, y que al verlo dio también un rodeo y siguió adelante. Finalmente, un hombre de Samaria que viajaba
por el mismo camino, le vio y sintió compasión de él. Se le acercó, le curó las heridas con aceite y vino, y se las
vendó. Luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, el
samaritano sacó dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: ‘Cuida a este hombre. Si gastas más, te lo
pagaré a mi regreso.’ Pues bien, ¿cuál de aquellos tres te parece que fue el prójimo del hombre asaltado por
los bandidos?
El maestro de la ley contestó: –El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo: –Ve, pues, y haz tú lo mismo. (Lucas 10, 30-37
Preparación de escenas
Un grupo ensaya la escena de Damián cargando a un leproso moribundo y llevándolo al
hospital.
Otro prepara la representación del Buen Samaritano.
93
En plenaria
Presentación de las dos escenas.
Luego diálogo:
• ¿Qué significado tienen las escenas?
• ¿Cómo podemos practicar estos ejemplos en nuestra vida o en el grupo?
Sicodrama
Es una terapia grupal. Consiste en improvisar escenas de la vida real, poniéndose en la piel de
un personaje y experimentando en carne propia una situación determinada.
Los personajes se ubicarán en el centro, en medio del grupo.
1. En este caso por ej., se representan dos maneras de atender al enfermo o cualquier otro tipo
de necesidad. Supongamos que hay un enfermo en casa:
- el primer actor le pasa la comida… pero con frialdad y brusquedad.
- El segundo, al contrario, a más de darle la medicina, trata de hacer que se sienta bien…
2. Luego se intercambian los papeles. El que atendía fríamente se torna enfermo… otros actores
sustituyen a los primeros, etc.…
3. Al final se evalúa.
¿Cómo se sintieron en su papel?
¿A veces sucede así en la vida real?
¿Tienen ejemplos?
¿Qué lección nos deja todo eso?, a la luz de la Regla de Oro que Jesús nos dejó: Traten a los
demás como quisieran que ellos les traten a ustedes (Lucas 6, 31).
DINÁMICA 5
LAS 10 CONVICCIONES DE DAMIÁN
Plenaria
• Presentar las “10 convicciones” (ver a continuación).
• Formar grupos pequeños y permitir que escojan, en el mismo lugar de la plenaria, unas 3
convicciones (pero de modo que todas sean tomadas en cuenta).
En grupo pequeño
• Conversar, compartir respecto de las 3 convicciones
• Seleccionar una.
• Ilustrarla con episodios o escritos de Damián.
• Buscar un pasaje bíblico que ilumine la convicción, especialmente un hecho o una palabra de
Jesús.
• Aprender la convicción de memoria.
• Aplicación, compromiso: Preguntarse, muy concretamente, cómo podríamos plasmar esta
convicción en nuestra vida, personal, familiar, social, profesional…
• Luego unos se dedican a elaborar una cartelera (relacionada con la convicción).
• Los otros a preparar una escena (relacionada con la convicción).
Plenario
• Hacerlo, si es posible, en la Capilla para convertir la reflexión grupal en oración general.
• Cada grupo presenta su cartelera, su escena.
94
• Luego canto y oración libre…
Las 10 convicciones de Damián
1. Lucho sin cesar y sin desánimo porque creo que Dios siempre me acompaña y me da la
mano.
2. Me esfuerzo, sin tregua ni descanso, por construir el Reino de Dios en la tierra, pero sueño
continuamente en el mundo radicalmente nuevo que Dios nos tiene prometido: el cielo.
3. Siempre me propongo dar la prioridad a los más débiles, abandonados y marginados.
4. Quiero ser la voz de los sin voz.
5. No descubro la belleza del hombre en el exterior, sino en el interior.
6. No juzgo, ni condeno, ni excluyo a nadie, más bien me esfuerzo por comprender y acoger a
todos.
7. Como Jesús, quiero servir de un modo totalmente desinteresado, porque quien pierde la vida
por él y el prójimo, la salvará.
8. Para hallar la fuerza de amar a los excluidos, me uno día a día a Jesús, buscando en su
Corazón la fuente ardiente del amor divino.
9. Lo que temo en la vida, no es la pobreza, ni la enfermedad ni el fracaso, sino la falta de fe,
amor y esperanza.
10. Aunque el trabajo sea duro y agotador, aunque la enfermedad esté invadiendo mi cuerpo,
me siento el hombre más feliz del mundo.
DINÁMICA 6
LEMAS “DAMIANOS”
Presentación de los lemas damianos
Los lemas que siguen se interpretarán a la luz de la vida y del mensaje de Damián.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Juntos, sin excluirse ni excluir a nadie
No hay amor más grande que dar la vida por los demás
Comunión y participación
Unión y coordinación a todo nivel
Entrega y solidaridad al estilo Damián
De cerca, no de lejos
Responsabilidad y compromiso al estilo Damián
Con Damián, la mano a la obra
Con Damián, hagamos de nuestro medio un paraíso
A sanar la lepra del egoísmo
No basta lamentarse, hay que poner la mano a la obra
A sanar las lepras de hoy
Demos la mano a los leprosos de hoy
Fe y humildad
Amor y comprensión
Para quien cree, nada es imposible.
Formar grupos pequeños
• Se atribuyen dos o tres lemas a cada participante. Cada uno los lee y los comenta…
95
•
•
•
•
Comentario general libre…
Quedarse finalmente con 3 lemas…
Estudiarlos más a fondo
Preparar una cartelera…
En plenario, en la capilla
• Cada grupo presenta su cartelera y el sentido que le da a los 3 lemas escogidos…
• Seleccionar unos 3 o más lemas finales.
• Compromiso y oración…
Semana de la juventud
• Posibilidad de organizar una Semana de la Juventud del Domingo 9 de agosto a domingo 16.
• En efecto la Asamblea general de las Naciones Unidas, en diciembre 1999, instituyó el Día
Internacional de la Juventud el 12 de agosto de cada año.
• Como católicos, celebramos la Jornada de la Juventud el domingo de Ramos de cada año. Es
así como normalmente declaramos Semana de la Juventud la última semana de la cuaresma (21
de marzo 2010 a 28), la semana anterior al Domingo de Ramos. Pero, si fuera más conveniente,
realizaremos la Semana de la juventud en este mes de agosto (Domingo 9 a domingo 16).
• En este caso, ver recursos en “Recursos-Marzo 2010” (libro “Trece rasgos juveniles”).
Fiesta del Beato Eustaquio Van
Lieshout, sscc, 30 Agosto
La fiesta del Beato Eustaquio Van Lieshout (30 de agosto), miembro de la
congregación de los Sagrados Corazones, misionero holandés en Brasil,
muerto en 1943, es ocasión para profundizar en el carisma de la congregación
de Damián…
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 3
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
96
Texto 1
www.padreeustaquio.com. y www.ssccpicpus.com
RESEÑA DE LA VIDA DE EUSTAQUIO VAN LIESHOUT
Nacido en Aarle-Rixtel (Países Bajos), en la diócesis de Hertogenbosch, el 3 de noviembre de 1890,
fue bautizado el mismo día. En el bautismo le fue impuesto el nombre de Humberto.
En su vida se pueden distinguir dos grandes períodos: el tiempo que trascurrió en su país (18901924) y el que pasó como misionero en Brasil (1925-1943).
La época vivida en los Países Bajos (1890-1924)
Infancia y adolescencia.
Su infancia la pasó con su familia. Era el octavo de once hermanos. Familia acomodada de
campesinos del Brabante. Familia muy católica en el que cada día se rezaba el Angelus y el Rosario.
Se asistía a la celebración de la Eucaristía no sólo los domingos sino también entre semana muchas
veces. En casa había un ambiente de serenidad y trabajo, así como de mucha solidaridad entre los
hermanos. De niño, Humberto, asistió a la escuela de las Hermanas de la Caridad de Schijndel y
después a la del maestro católico Harmelinck. Se decía que Humberto era de carácter jovial y
sociable y que era muy apreciado tanto en casa como fuera. Pronto sintió la llamada al sacerdocio,
por lo cual quiso hacer estudios secundarios, contra el parecer de su maestro que no le veía dotado
para ello. Su padre le quería para las labores del campo, pues no le consideraba capaz de llevar
adelante estudios superiores. Ante esta postura de su padre, Humberto le dijo: “Intentaré dar lo mejor
de mi mismo y nosotros debemos tener confianza en nuestro Señor. Las cosas irán bien”. Fue a
Gemert para asistir a la escuela secundaria y allí permaneció dos años. Habiendo leído la biografía
del P.Damián de Veuster, decidió entrar en la Congregación de los Sagrados Corazones. Entró en
1905 en la Escuela Apostólica que la Congregación tenía en Grave y allí continuó los estudios de
secundaria. A pesar de las dificultades que encontraba en los estudios, especialmente en el de las
lenguas, se empeñó mucho y los profesores le animaron dada su voluntad y su disposición para la
vida religiosa misionera.
Formación como religioso y sacerdote
Terminados los estudios secundarios, el 23 de setiembre de 1913, fue admitido al noviciado, que en aquel
tiempo se encontraba en Tremeloo en Bélgica. Tomó el nombre de Eustaquio, con el que se le ha conocido
desde entonces.
Ante la invasión alemana de Bélgica en aquel año, tiene que regresar a su casa. Esta situación duró
poco tiempo y pudo continuar el noviciado en Holanda, haciendo su profesión temporal el 27 de
enero de 1915 en Grave (Países Bajos) y la profesión perpetua el 18 de marzo de 1918 en Ginneken
(Países Bajos). En el 1916 concluyó los cursos de Filosofía y durante los años 1916-1919 hizo los
estudios teológicos en Ginneken. Sus profesores, admitiendo que no tenía una mentalidad dotada
para las cuestiones metafísicas, sin embargo consideraban que iba adquiriendo una buena visión
teológica y un buen criterio en las cuestiones de práctica pastoral. Fue ordenado sacerdote el 10 de
agosto de 1919. Su padre manifestó una gran alegría de ver a su hijo celebrar en el altar.
Ministerio en su propio país (1919-1924)
Ejerció el ministerio en su propio país durante cinco años. El primer año lo pasó en Vierlingsbeek
como socio del maestro de novicios. Los superiores lo envían al ámbito de la formación motivados
sobre todo por su piedad y estricta observancia de la Regla. Luego pasó dos años en Maasluis en el
servicio pastoral a los obreros del cristal que eran walones de lengua francesa y que se habían
refugiado en los Países Bajos. Con ellos demostró un gran celo apsotólico. Celo que fue reconocido
por el estado belga que lo condecoró por sus servicios a esa minoría. Por último, dos años en
Roelofarendsveen como vicario del párroco P. Ignacio Herscheid. Aquí su actividad fue muy intensa
cerca de las organizaciones parroquiales así como en el confesionario y en la asistencia a los
enfermos. En el mes de diciembre de 1924 fue enviado a España para aprender el español, ya que
en principio se pensaba asumir una misión en Uruguay, a la que se le iba a destinar, sin embargo
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después fue enviado a Brasil, donde el idioma era el portugués. El P.Eustaquio había deseado ser
misionero y ese deseo se vio cumplido cuando se erigió la Provincia de los Países Bajos y el nuevo
Provincial, P.Norber Poelman buscó una misión en América Latina para la provincia naciente. En
principio no fue claro el destino hasta que se terminó en Brasil.
El tiempo trascurrido en Brasil (1925-1943)
El P.Eustaquio que llegó a Río de Janeiro el 12 de mayo de 1925 trabajó como misionero durante
dieciocho años en Brasil. De los 18 años, 10 en Agua Suja (1925-1935), seis en Poá (1935-1941)
luego, en los dos últimos años de su vida, breves estancias en una serie de casas de la
Congregación: Río de Janeiro, Fazenda de S.José de Río Claro, Patrocinio, Ibiá y, por último, en
Belo Horizonte como párroco de Santo Domingo donde murió el 30 de agoto de 1943.
Apostolado en Agua Suja (Romaría)
El 23 de abril de 1925 parten de Amsterdam el P.Norbert Poelman, Provincial, con los tres primeros
misioneros para Brasil: Gilles van de Boogaard, Eustaquio van Lieshout y Mathias van Roy. Llegaron
el 12 de mayo y deben esperar hasta el 15 de julio para tomar posesión de la parroquia de Agua
Suja, que actualmente se denomina Romaría, en la diócesis de Uberaba, en la Región así conocida
como “Triangulo Minero”. La parroquia tenía el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de la Abadía.
En principio el P.Eustaquio se desempeñó como vicario asumiendo los cuidados pastorales de la
parroquia de Nova Ponte y sus capillas. Posteriormente a partir del 2 de marzo de 1926, el
P.Eustaquio fue nombrado párroco de Agua Suja. Era una parroquia donde la gente se dedicaba
fundamentalmente a la búsqueda del oro en las orillas del río Bagagem. Dada la incertidumbre de los
resultados de aquellos trabajos, la situación económica y social era difícil. El P. Eustaquio se dedicó
plenamente a sus parroquianos y buscó cuidarlos tanto física como espiritualmente. Ciertamente la
situación de la población y de la parroquia después de los diez años de trabajo apostólico del
P.Eustaquio va a cambiar mucho. Su empeño por mejorar las condiciones humanas y religiosas de
aquella población dieron buenos frutos. Especial dedicación prestó siempre a los pobres y a los
enfermos, produciéndose ya entonces algunas curaciones por su medio. Los fieles de Romaría
sintieron mucho la salida del P. Eustaquio e incluso quisieron impedirla.
Apostolado en Poá (1935-1941)
El 15 de febrero de 1935 tomó posesión de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes de Poá, en la
región metropolitana de Sâo Paulo. Recibió también el encargo del cuidado pastoral del barrio de
San Miguel Paulista, actualmente sede de la diócesis. Si la parroquia de Romaría era difícil no lo era
menos la de Poá. A su llegada carecía de templo parroquial, con problemas con las sectas
espiritistas y bastante indiferencia entre la gente. El P.Eustaquio se dedicará de nuevo con gran celo
a la visita de las familias, a los enfermos, a los pobres, a los niños, a la organización parroquial. A
partir de 1937, sobre todo, el apostolado del P. Eustaquio va a asumir una connotación bastante
particular: el don de curación por intercesión de S.José. Especialmente orientada esta actividad a
fortalecer la fe del pueblo y a liberarla de la tendencia a la superstición. Es entonces cuando la fama
del P.Eustaquio comenzó a extenderse por el país y de todos lados comenzaron a llegar personas
que querían verle y obtener por su medio el favor de la curación. La afluencia de la gente era cada
vez mayor, llegando a pasar por Poá unas diez mil personas al día. Dada las limitaciones de aquella
parroquia para admitir tanta gente, la autoridad civil comenzó a intervenir y posteriormente los
superiores se vieron obligados a trasladar al P. Eustaquio. Una vez recibida la orden de sus
superiores el P. Eustaquio actuó prontamente y salió de Poá el 13 de mayo de 1941.
Apostolado en varias localidades (1941-1942)
Los dos últimos años de su vida constituyeron una verdadera peregrinación. En todos sitios a los que
llegaba, incluso tratándose de esconder de la gente, había personas que lo buscaban para pedirle
ayuda, consuelo y curación. En Río de Janeiro se detuvo unos quince días y también allí hubo
grandes concentraciones de personas que le buscaban. La publicidad que comenzó a darle la prensa
hizo que en algún momento hubiera que interrumpir el tráfico en la playa de Botafogo por el número
de gente que se había concentrado para buscar al P.Eustaquio. De nuevo hubo que hacerle salir de
allí, esta vez tratando de ocultar su destino. De hecho permaneció con otro nombre, P.José, en la
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Fazenda de Río Claro y allí se dedicó a la oración, lecturas y también a atender a los ochocientos
colonos de la factoría. Algunos obispos y sacerdotes, a pesar del carácter incógnito de este tiempo,
le solicitaron bendiciones y oraciones para los enfermos, cosa que el P.Eustaquio realizó con el
permiso de sus superiores. Del 13 de octubre de 1941 al 14 de febrero de 1942, fue enviado a
Patrocinio lugar que distaba tanto de Sâo Paolo como de Río de Janeiro, donde se habían producido
más movimientos de personas en torno a su figura. Allí pudo ejercer de nuevo el apostolado en forma
pública con algunas condiciones. En cualquier caso también allí produjo la admiración de la gente y
no pasaba un día sin que hubiera personas que por su medio experimentaran la conversión.
Después fue trasladado a Ibiá, en Minas Gerais, como párroco una vez más, ya que parecía que la
situación se había calmado. En cualquier caso Ibiá estaba lejana de los lugares en los que más
concentraciones de gente se había producido en torno suyo. Después de tres meses en los que el
P.Eustaquio pudo ejercer serenamente su actividad parroquial, los superiores creyeron conveniente
trasferirlo como párroco a Belo Horizonte a la parroquia dedicada a los Sagrados Corazones. Allí va
a permanecer desde el 7 de abril de 1942 hasta el 30 de agosto de 1943, día de su muerte.
Apostolado en Belo Horizonte ( 1942-1943)
La parroquia de Santo Domingo de Belo Horizonte era una parroquia periférica, constituida por gente
pobre. Había una capilla provisional. El P.Eustaquio buscó adquirir un terreno para construir el
templo, construcción que él mismo inició y que fue terminada después de su muerte. Además de
todas las actividades parroquiales ordinarias, cada día el P.Eustaquio recibía unas cuarenta
personas en el confesionario, que llegaban a él provistas de un billete, como habían dispuesto los
superiores para evitar concentraciones. Especialmente se ocupaba de las confesiones de los
enfermos. Ante las peticiones de otras parroquias, acudía con presteza y escuchaba muchas
confesiones. Ciertamente todos le consideraban un verdadero misionero y un santo.
Últimos días y muerte (20-30 de agosto de 1943)
En cierto momento contrae la enfermedad del tifus exantemático, que le hizo sufrir mucho y lo llevó a
una muerte prematura. En principio fue diagnosticada una pulmonía, pero después se constató que
se trataba de aquella otra grave enfermedad que por entonces era incurable. Consciente de la
proximidad de su muerte y habiendo pronosticado él mismo que se produciría en pocos días, se
preparó al acontecimiento con la oración y la recepción de los sacramentos. Los testimonios son
claros al afirmar la gran fortaleza con la que enfrentó aquella situación hasta el final. Sus últimas
palabras dirigidas al P. Gil, fueron : “¡Padre Gil! ¡ Deo Gratias! y diciendo esto expiró.
Impresionante fue la concentración de fieles que querían visitar el cadáver del P.Eustaquio. Desde
que fue expuesto su cuerpo en el templo parroquial hasta que fue enterrado el día 31 de agosto,
tanto de día como de noche, una multitud de personas desfiló por aquella iglesia para rendir su último
homenaje a aquel que ya en vida y hasta ahora ha sido considerado como el santo que curó y dio
paz a tantos enfermos y tantos necesitados.
Texto 2
(La Herencia que nos dejó Eustaquio, EdeB, Quito, Ecuador, 2007, p. 25)
LA ESENCIA O EL SECRETO DE EUSTAQUIO
1.
Eustaquio alterna entre dos polos: Dios y el pueblo.
1.1 El Pueblo con el que trata el P. Eustaquio está poco instruido en la fe y tentado por doctrinas
engañosas y seductoras, pero a pesar de todo creyente. Es un pueblo pecador pero al mismo tiempo
dispuesto a convertirse; pobre y necesitado, hundido en problemas económicos, laborales y
familiares; un pueblo sufrido por causa de enfermedades físicas, sicológicas y espirituales. Y por eso,
hambriento y sediento de salvación.
Desde el seno de los diversos países del continente está subiendo hasta el cielo un clamor cada vez más
tumultuoso e impresionante. Es el grito de un pueblo que sufre y que demanda justicia, libertad,
respeto a los derechos fundamentales del hombre y de los pueblos. (Puebla 87)
99
Este mismo pueblo, sencillo y humilde, inspirado por el Espíritu, gozaba de la intuición de la fe.
Iluminado por este sentido sobrenatural que permite discernir entre palabra humana y palabra de
Dios, entre hombre mundano y hombre de Dios, supo discernir en Eustaquio una manifestación viva
de la compasión y de la ternura de Dios.
1.2 Por otra parte, Eustaquio tenía que vérselas con Dios mismo. No un Dios prepotente, no un
Dios que quisiera lucirse con su poder y su inteligencia. Sino un Dios apasionado de amor por el
hombre. Un Dios libertador que se compadece de la miseria de su pueblo: He visto la opresión de mi
pueblo, he oído su clamor, me he fijado en sus sufrimientos (Éxodo 3,7). Un Dios que no tiene más afán
que servir y salvar: Tengo sed (Juan 19, 28).
2.
Entre los dos se ubica Eustaquio: el pueblo que le pide ayuda y Dios que le empuja a socorrerlo.
Movido por Dios y azuzado por su pueblo, no puede resistirse a esta doble presión.
Hoy me veo empujado, si así se puede decir, a acudir a todos los que sufren y padecen.
2.1 Guiado por el carisma de la Congregación de los Sagrados Corazones, tras María, penetra en el
Corazón de Jesús - donde subsisten el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo - para compartir la inmensa
e infinita compasión que lo habita. Comulgando con los sentimientos de Jesús, que se quiso hacer
pan partido y sangre derramada, siente pena por el pueblo sufrido. Participa enteramente del celo
del Corazón de Cristo por la salvación del mundo; de Cristo que lloraba sobre Jerusalén en
previsión de las catástrofes venideras. Adentrándose más y más en el Corazón del Señor,
experimentó la pasión y la compasión que él tiene para con el hombre.
La experiencia del amor surgida del culto del costado traspasado del Redentor, que tomó nuestras flaquezas y cargó
con nuestras enfermedades, nos ayuda a prestar más atención al sufrimiento y a la necesidad de los demás (Carta del
Papa respecto del Corazón de Jesús, Junio 2006).
El hombre - en la plena verdad de su ser personal, comunitario y social - es el primer camino que la
Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión. El hombre es el camino de la Iglesia, de su vida y
experiencia cotidianas, de su misión y de su fatiga. En este camino que conduce de Cristo al hombre, en
este camino por el que Cristo se une a todo hombre, la Iglesia no puede ser detenida por nadie, pues
esta es la exigencia del bien temporal y del bien eterno del hombre (Redemptor Hominis 14, 13).
Día a día, en la adoración, compartió esta compasión y ternura de Jesús para con el hombre sufrido
y pecador, que lo impele a darse a cada uno, uno por uno.
La situación de extrema pobreza generalizada, adquiere en la vida real rostros muy concretos en los que
deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Señor, que nos cuestiona e interpela. (Puebla
31)
Empapado del amor de Cristo, Eustaquio, en un arrebato místico, escribía:
- Oh, yo quisiera recorrer los campos de batalla, sin distinción de nacionalidades, para asistir a aquellos
que sufren, a aquellos que mueren.
2.2 Pero, sentir lástima no es suficiente, hasta puede volverse burla si no se convierte en acción,
servicio y socorro. Jesús no solo se compadeció sino que dio el remedio anunciado por Ezequiel y
simbolizado por el agua:
He aquí que debajo del umbral del templo salía agua, en dirección a oriente. Bajaba de debajo del lado
derecho del templo, al sur del altar.
- Por dondequiera que pase el torrente, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Allí donde penetra
esta agua, lo sanea todo y la vida prospera. A orillas del torrente, a una y otra margen, crecerán toda
clase de árboles frutales, cuyo follaje no se marchitará y cuyos frutos no se agotarán. (Ezequiel 47, 1- 12)
La profecía se cumplió cuando Jesús sacrificó su vida en la cruz:
Uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua (Juan 19,
34).
100
Esta salvación, Eustaquio la agarra y la transmite al pueblo sediento.
La contemplación, en la adoración del costado traspasado por la lanza, nos sensibiliza ante la voluntad salvífica de Dios y nos
refuerza en el deseo de participar en su obra de salvación, convirtiéndonos en sus instrumentos (Carta del Papa respecto del
Corazón de Jesús, Junio 2006).
Mejor dicho, Eustaquio se convierte en puente y canal de las aguas vivas de la salvación.
Canaliza, a través de su propio ser, aquellos ríos de agua viva, simbolizados por el agua y la sangre
que manaron del costado abierto del Señor. No opone resistencia, no hay en él obstáculo ninguno,
como una tubería limpia, como una arteria sin arteriosclerosis. Respondió a la invitación de Jesús: el
que tiene sed que venga a mí y beba. Tenía sed y fue a beber. Y se convirtió a su vez en manantial
como lo comentaba Juan, hablando de los que acuden a esta fuente que es el Corazón de Jesús: De
su seno manaran ríos de agua viva (Juan 7, 37).
Los dones recibidos del costado abierto, del que han salido sangre y agua, hacen que nuestra vida se convierta también para
los demás en manantial del que manan ríos de agua viva. (Carta del Papa respecto del Corazón de Jesús, Junio 2006).
Una fuerza, que no puede reprimir, le obliga a llevar adelante esta misión. Por eso se siente tan
abatido cuando le impiden derramar la gracia de la salvación, pues en él como en Jesús se cumple
esta palabra: El celo de tu casa me devora (Juan 2, 17).
- Aunque nunca hubiese dado descanso a mi cuerpo, cuando se trataba de aliviar el sufrimiento del
prójimo y de retirar del mundo el mal que pone obstáculo a la felicidad de la vida y de la eternidad, hoy
me veo impedido por todos lados, limitado para acudir a la humanidad, en mi condición de sacerdote
que, por sus bendiciones, se ve como instrumento de la divina Providencia para aliviar los dolores del
prójimo… Nunca tuve conciencia como hoy, de cuánto, por la gracia de Dios, puedo alcanzar para
aquellos que sufren.
- He ahí la santa vocación que en mí yo siento: aliviar los dolores corporales para poder avivar la fe.
Su caridad deseaba ardientemente a los hombres la salvación. No se sentía sino instrumento de Dios
para la salvación de los hombres.
Su sed inmensa de almas… me impresionó para siempre.
Tenía la certeza de que Dios lo había escogido y llamado como misionero para todos cuantos necesitasen salud y paz.
Texto 3
(La Herencia que nos dejó Eustaquio, EdeB, Quito, Ecuador, 2007, p. 32)
EL BEATO DAMIÁN DE VEUSTER, SU HERMANO DE
COMUNIDAD (1840-1889)
Existe una verdadera fraternidad y comunión religiosa entre Damián y Eustaquio que nació (1890) al
año del martirio (mártir de la caridad, 1889) del primero. Más allá del hecho de que la vocación del
segundo haya despertado con ocasión de una lectura de la vida del primero, se dan una coincidencia
y correspondencia extrañas entre ambos a la vez que una misma configuración con Cristo:
1) Nacen en países vecinos y se crían ambos en familias profundamente cristianas, como Jesús que
nace entre José y María.
2) Su opción vocacional es decidida aunque tardía al menos para la época: - Yo quiero ser
sacerdote, escribe tajantemente Damián a sus padres. - Oh, papá, yo deseo tanto llegar a ser
sacerdote, manifiesta más diplomáticamente Eustaquio a su padre. Y Jesús a María y José: ¿No
saben que tengo que estar en la casa de mi Padre? (Lucas 2, 49).
3) Ambos fueron blancos de órdenes duras de parte de las autoridades tanto civiles como religiosas.
Un poco como Jesús perseguido hasta la muerte por el poder civil y religioso de su pueblo.
4) Damián, joven y deseoso de recorrer el mundo, se quedó preso por amor en la colonia de los
leprosos, a imagen de Jesús clavado en la cruz. Eustaquio, preso también del pueblo que lo
101
persigue, se convierte al mismo tiempo en peregrino forzado o mejor dicho en fugitivo que corre de
pueblo en pueblo. Igual como Jesús (ver Fugitivo p. 23).
5) Ambos despreocupados totalmente de sí mismos pero entregados de cuerpo entero a su pueblo,
en busca de su bienestar tanto material (salud) como espiritual (paz).
6) Finalmente los dos solidarios con su pueblo hasta la muerte. Damián: con los leprosos hasta
contraer la horrenda enfermedad.
Eustaquio: con sus enfermos hasta contraer el tifus.
Tenía el cuerpo lleno de manchas rojizas y, al responder a las preguntas de los médicos, les enseñó
con la mano el punto, a la altura de la segunda vértebra, de donde, días atrás, había extraído una
pequeña garrapata. Todavía estaba la señal del picotazo, dato que facilitó el diagnóstico, seguro y
realmente sombrío: tifus exantemático, por entonces incurable: la sangre del sacerdote estaba ya
irremediablemente envenenada. (Padre Eustaquio, José Vicente de Andrade, 1990, Editorial Reinado
Social, 2003, p. 142)
Fallece relativamente joven, a los 53 años. Dios quiso que se solidarizara con su pueblo.
Los pobres de su tiempo – igual como los de hoy - vivían en condiciones de insalubridad, las mismas
que conoció Eustaquio cuando los visitaba. Expuestos continuamente a accidentes y enfermedades,
y sin recursos para acceder a una medicina adelantada, morían prematuramente.
Los dos compartieron la muerte vicaria (sustitutiva) de Jesús quien se solidarizó con la humanidad
hasta contraer su enfermedad: el pecado.
Al que no cometió pecado Dios le hizo cargar nuestro pecado para que en él alcancemos la plenitud
divina (2 Corintios 5,21).
MISA EN HONOR AL BEATO EUSTAQUIO VAN LIESHOUT
"...Eustaquio van Lieshout, presbítero de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de
María, Misionero de la salud y de la paz para los enfermos y los pecadores”
Antífona de Entrada
Al desembarcar vio una gran muchedumbre, se compadeció de ella, y curó a todos sus enfermos (Mt
14,14).
Oración colecta
Dios todopoderoso,
que enriqueciste al Beato Eustaquio, presbítero,
con el don de devolver la salud a los enfermos
y la paz a los pecadores,
concédenos, por sus méritos e intercesión,
gozar de perpetua salud de alma y cuerpo
y alcanzar la alegría eterna.
Por Nuestro Señor Jesucristo.
Primera lectura (Gálatas 6,1-10)
Hermanos, aun cuando alguno incurra en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con
espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. Ayudaos
mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo. Porque si alguno se imagina ser
algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Examine cada cual su propia conducta y entonces
tendrá en sí solo, y no en otros, motivo para glorificarse, pues cada uno tiene que llevar su propia
carga.
Que el discípulo haga partícipe en toda suerte de bienes al que le instruye en la Palabra.
102
No os engañéis; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: el que siembre en
su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre en el espíritu, del espíritu cosechará vida
eterna.
No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. Así
que, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros
hermanos en la fe.
Salmo responsorial (33[34] 2.9.10.12.15.18.19-20)
Consulté al Señor y me respondió: me libró de todas mis ansias.
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca. Gustad y ved qué bueno
es el Señor, dichoso el que se acoge a él. R/.
Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que lo temen. Venid, hijos,
escuchadme: os instruiré en el temor del Señor. R/.
Apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y
lo libra de sus angustias. R/.
El Señor está cerca de los atribulados y salva a los abatidos. Aunque el justo sufra muchos males; de
todos lo libra el Señor. R/.
Aclamación al Evangelio (Jo 6,63c.68c)
Aleluya, aleluya.
Tus palabras, Señor, son espíritu y vida; tú tienes palabras de vida eterna.
Aleluya.
Evangelio (Mc 1,29-39)
Proclamación del santo Evangelio según San Marcos
En aquel tiempo, salió Jesús de la sinagoga con Santiago y Juan y vinieron a casa de Simón y
Andrés. Y estaba la suegra de Simón en cama, con fiebre y al punto le hablaron de ella. Entonces fue
a ella, y tomándola de la mano, la levantó, y la dejó la fiebre, y se puso a servirles.
Llegada la tarde, cuando el sol se hubo puesto, le trajeron todos los enfermos y los endemoniados. Y
toda la ciudad estaba agolpada a la puerta. Sanó a muchos enfermos afligidos de diversas
enfermedades y expulsó muchos demonios; pero no dejaba a los demonios hablar, porque sabían
quién era Él.
En la madrugada, siendo aún muy de noche, se levantó, salió y fue a un lugar desierto, y se puso allí
a orar.
Mas Simón partió en su busca con sus compañeros. Cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te
buscan". Respondióles: "Vamos a otra parte, a las aldeas vecinas, para que predique allí también.
Porque a eso salí".
Y anduvo predicando en sus sinagogas, por toda la Galilea y expulsando a los demonios.
Oración sobre las ofrendas
Recibe, Señor, el sacrificio de tu pueblo, y lo que ahora te ofrecemos a gloria de tu beato Eustaquio,
sea para nosotros gracia de salvación. Por Jesucristo.
Antífona de comunión
Dichosos los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia.
Oración final
Fortalecidos con el pan de vida, te rogamos, Señor, que a ejemplo del beato Eustaquio, nos
concedas servirte con entrega generosa y amar a nuestro hermanos con amor misericordioso e
incansable. Por Jesucristo.
103
Vida de oración de Damián
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en los 2 textos que siguen,
usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL O
UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
ACTIVISMO
En la misión intervienen dos elementos: la acción apostólica y la contemplación o sea la unión
con Dios mediante la oración. En el juego dialéctico que se da entre ambas dimensiones, tres
tentaciones acechan.
1) La primera consiste en un exceso de contemplación. Poco peligro ofrece esta tentación en un
mundo en el que múltiples medios solicitan continuamente nuestra atención… Pero si fuera el
caso, sería condenable el dedicarse a la oración solo para obviar el fuego de la acción, con sus
conflictos, contratiempos y fracasos, aunque una auténtica contemplación nos llevaría como de
la mano al compromiso. Coudrin, el fundador de la congregación de Damian, aludía a esta
tentación. Quería que sus religiosos y religiosas llevaran el título de celadores de modo que el
celo y el ardor por la salvación de los hombres frenaran su apetito por una espiritualidad
egocéntrica:
… Nuestras Hermanas…, naturalmente llevadas a entregarse exclusivamente a las dulzuras de la
contemplación…, buscarían pronto desentenderse de los cuidados penosos de la educación de la
juventud, si su nombre de Celadoras no les recordase sin cesar sus obligaciones de una caridad más
universal. iv
Esta no fue, ciertamente, la tentación de Damián. Su carácter emprendedor y dinámico no le
impulsaba, naturalmente, a abusar de la contemplación.
2) Una tentación específica de hoy, en un mundo que nos ofrece siempre mayores facilidades y
artefactos para suavizar la dureza del trabajo, podría ser la pereza, la ley del menor esfuerzo, la
inacción… La respuesta a esta tentación es el celo incontrolable de Damián en la línea del
fundador de su congregación:
Nos es necesario, escribe Coudrin, un nombre que recuerde todos los días a nuestros Hermanos, sus
deberes y sus obligaciones, que les haga pensar a cada instante que deben sacrificarse con celo por el
Señor; que faltarán a su voto más esencial desde el momento en que quieran vivir para ellos mismos,
sin trabajar por la salvación de sus hermanos; que no deben entrar en el silencio del claustro, sino para
buscar nuevas fuerzas a fin de luchar con valor contra los enemigos de la religión, que en fin su
vocación es toda de celo y de un celo abrasador… Desde el momento que llevan el título de Celadores,
su mismo nombre clamaría contra ellos… sería un continuo reproche a su conciencia… si… llegaran un
día a dormirse en una cómoda ociosidad. v
3) Otra tentación, la opuesta a la anterior, es el activismo. En una cultura secularizada, donde
Dios queda ausente, somos tentados de creer que la salvación del mundo depende solo de nuestro
empeño. Damián, en el drama “Estoy leproso, bendito sea Dios”, se liberó totalmente de esta
tentación al menos cuando cayó enfermo de la lepra:
Me inclino y te adoro, solo a ti, Señor. Creía en mis fuerzas, en mi fuerza física y mental, en mi
liderazgo. Creía en mi entusiasmo y en mi optimismo. Para mí nada era imposible, creía que, con mi
energía y mi fuerza de voluntad, todo lo podía alcanzar. Ahora descubro – aunque ya lo predicaba de
boca para fuera - que no soy más que un pobre ser de polvo y ceniza, que tú eres el único Fuerte, la
única Roca. Me despojo de toda pretensión. vi
Sin contemplación, la acción se retroalimenta, se refuerza siempre más a sí misma como la
avalancha o el deslave que empieza como una caída pequeña y termina volviéndose una masa
104
incontrolable. Sin contemplación, la acción degenera en activismo, una acción sin origen ni
meta, una acción sin contenido, sin consistencia, vacía.
Frente a esta tentación, no queda más remedio que la contemplación. El título que de hecho la
Santa Sede aprobó para la congregación de Damián ofrece este remedio: la congregación… “de
la adoración perpetua”. Es una invitación a contemplar a Dios manifestado en Jesús,
continuamente, sin cesar, de modo que nuestra acción se origine en él y se vuelva fecunda.
Tentación del activismo
La urgencia de la misión, la escasez de sacerdotes y misioneros, nos pueden llevar al activismo. La
energía de Damián, su dinamismo, su creatividad, lo mismo como la situación de permanente
emergencia en que se vivía en Molokai, lo expusieron a esta tentación.
Damián se da cuenta de que, entregado a la soledad e impulsado por las urgencias de sus fieles, se
arriesga a dejarse llevar por el activismo… vii
Toda tentación es ambigua: ofrece un aspecto llamativo y atractivo. Sobrecargarse de trabajo puede
parecer, a quien es inexperto en el campo espiritual y misionero, una actitud digna de admiración.
Pero, muchas veces, es motivada por la presunción de que se es indispensable, y por un insidioso
sentimiento de superioridad. El trabajo se vuelve la única motivación y estímulo y se convierte en
droga; se necesita una dosis siempre más fuerte de actividades para sentirse a gusto…
El activismo es el enemigo de la misión. No solo agota al misionero, lo vuelve estresado, impaciente y
agresivo.
Peor aún, no deja lugar a Dios. Ahora bien él es el único salvador, Cristo el único misionero del Padre.
Sin él nuestra actividad es vana.
Si Yahvé no construye la casa,
en vano se afanan los albañiles;
si Yahvé no guarda la ciudad,
en vano vigila la guardia.
En vano os levantáis temprano
y después retrasáis el descanso
los que coméis pan con fatiga… (Salmo 127 [126])
Remedio al activismo
Fuera del descanso siempre necesario, el único remedio milagro es la oración. No solo devuelve la paz
sino que le permite a Dios actuar. Vuelve a poner al misionero en su lugar: la salvación del mundo ya
no depende de su ajetreo; él deja de ser el motor de la salvación, vuelve a su puesto, el de ser un
simple canal, un simple instrumento.
Los medios y métodos, la planificación pastoral a la larga se quedarán impotentes si el misionero no
frena su movimiento disperso, afanoso e incesante, para dejar a Dios el protagonismo.
Así para vencer la agitación pastoral, no hay mejor receta que el tiempo consagrado a la oración, alma
de todo apostolado.
Hay que practicar una alternancia entre acción y oración, abstinencia con la primera y gula en la
segunda. Es como la respiración, hay dos tiempos, ambos indispensables: inspiración y expiración, la
primera es la oración, la segunda la acción. La actividad misionera sin oración, sin el Espíritu de Dios,
sin su gracia, es como una comida sin sal, sin sazón…Nadie se la come ni con hambre.
Jesús mismo le tuerce el pescuezo al activismo cuando se adentra en el desierto. Acaba de ser ungido
para quitar el pecado del mundo, le quedan apenas tres años para cumplir esa misión imposible. Pero,
impulsado por el Espíritu, se pierde cuarenta días en el desierto entre rocas, arenales y aullidos de
animales salvajes. Pero era importante para él, a nivel humano, librarse de un generoso afán de salvar
al mundo con excesivo apuro, con medios socio políticos (el pan y el poder al servicio del pueblo) y
mediáticos (portentos para llamar la atención) (Lucas 4, 1-12). Ambos instrumentos (la toma del
poder y el gesto espectacular) si bien son efectivos, no podían convertir en profundidad el corazón
humano…
Como Jesús, tenemos que poner trabas a nuestra bien intencionada precipitación por hacer el bien; y
tenemos que dar lugar a la reflexión y a la acción del Espíritu en el alma. A Jesús mejor le valían
cuarenta días menos pero en la plena verdad del plan fijado por el Padre, que tres años completos en
una media verdad.
105
Iluminación que aporta Damián
Damián logró vencer la tentación del activismo. La evocación de Damián arrodillado en el suelo, al pie
del oratorio de las religiosas recién llegadas, por fuera, por delicadeza, nos recuerda que el misionero
no es nada si no es el portavoz del que está llamado a anunciar.
Entonces no teníamos todavía capilla – cuenta una religiosa - y habíamos transformado en oratorio una
sala del orfelinato. Se conservaba en él el Santísimo Sacramento. Un día que yo tenía que hacer en el
jardín, salí de casa por la puerta trasera y encontré a Damián en el patio. Estaba arrodillado sobre un
montón de basura, con los ojos fijos en la ventana del oratorio, adorando a la santa Eucaristía.
Sorprendida, manifesté alguna emoción. ¿Es que creyó que yo había tenido un movimiento de
rechazo? Se levantó enseguida y vino humildemente a excusarse de estar allí, a mi paso, él que era
leproso. Su caridad me conmovió mucho más aún que su piedad. viii
Finalmente el éxito de la misión no depende solo de la relación del misionero con El que le envía, sino
de la que, con él (con Dios), establecen los miembros de la comunidad que (el misionero) va creando y
animando:
Si no pueden trasladarse a la capilla - escribe el Padre Damián aludiendo a sus leprosos -para hacer su
media hora de adoración [eucarística], puedo verlos de rodillas en su lecho de dolor y me siento
reconfortado. ix
106
RECURSOS-SEPTIEMBRE
Reinicio clases Sierra
REFLEXIONAR EN EL HECHO DE LA CANONIZACIÓN DE DAMIÁN
Carta de los superiores generales con ocasión de la canonización del Beato Damián
Detrás de un santo hay muchos más 111
Trascendencia de Damián 113
¿Qué hay pues en él y su vida que atrae tanto?
113
107
UTILIZAR ANTICIPADAMENTE “RECURSOS-OCTUBRE 2009”
115
• Oración u adoración con la formula de canonización
• Testimonio (milagro aprobado para la canonización)
• Celebración de la canonización a nivel local (o nacional), dentro o fuera de la misa
115
PREPARAR LOS FESTEJOS RELACIONADOS CON LA CANONIZACIÓN
Ver Recursos-Octubre 2009
• Preparar las Vigilias, el Espectáculo (teatro…), la Celebración de la Canonización…
Reflexionar en el hecho de la
canonización de Damián
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en los 3 textos que siguen,
usar las dinámicas señaladas, p. 154 : “¿CÓMO HACER UNA REFLEXIÓN GRUPAL O
UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
TEXTO 1
Carta de los Superiores Generales con ocasión de la
CANONIZACIÓN DEL BEATO DAMIÁN DE VEUSTER
Primera canonización de un miembro de la congregación de los SSCC
La Congregación se prepara para un acontecimiento excepcional: la primera canonización de uno de
sus hijos, el P. Damián De Veuster, que tendrá lugar el próximo día 11 de octubre en Roma. Por
todas partes están surgiendo iniciativas para difundir la memoria de Damián y disponerse a celebrar
su reconocimiento como santo. Conviene alegrarnos, con una alegría que hunde sus raíces en la
Pascua, en la victoria del Resucitado sobre el mal, el dolor y la muerte. Damián se ha unido a su
Señor en su entrega. Como Él, ha amado hasta el extremo, y ahora brilla con la luz de los justos en
el banquete del Reino.
107
Aunque su figura sea conocida, su vida ha de ser una constante fuente de
meditación
Ya conocemos a Damián. Como decía el Superior General de entonces, Marcellin Bousquet, en la
carta en la que comunicaba a la Congregación el fallecimiento de Damián, “la fama de este valiente
misionero se ha hecho tan universal que casi parece inútil contaros su vida”. Por eso no os
escribimos ahora para recordaros lo que ya sabéis, aunque sin duda a todos y todas nos venga bien
en este tiempo releer alguna biografía de Damián, sus cartas y otros escritos sobre su figura. Su vida
ha de ser una constante fuente de meditación e inspiración para nosotros.
Santo universal, pero también nuestro, en cuanto SSCC
También somos conscientes de que Damián no es sólo “nuestro”. Damián es un hermano universal,
modelo de humanidad, apóstol de los leprosos, héroe de la caridad, inspiración para todo ser
humano que sienta la llamada a servir a los excluidos y olvidados, orgullo para belgas y hawaianos,
gloria de la Iglesia entera. Su fuerza y su influjo van mucho más allá de los límites de nuestra
Congregación.
Ahora bien, Damián fue un digno hijo de los Sagrados Corazones. Su profesión religiosa en la
Congregación marcó su vida para siempre, hasta la muerte. Esta carta que os dirigimos como
Superiores Generales nace de la alegría profunda que nos produce el ser sus hermanos y hermanas
en una misma familia religiosa, lo que nos une a él con un vínculo particular. Nuestra palabra es una
sencilla y entusiasta invitación a prepararnos como Congregación a este evento excepcional de la
canonización de aquel que fue y permanece nuestro hermano: Damián de Molokai, sacerdote,
misionero y religioso SSCC.
La canonización de Damián como reconocimiento público de su santidad
No hay nada nuevo en reconocer la grandeza de Damián. Desde que murió hace 120 años, e
incluso ya durante su vida misma, una multitud de hombres y mujeres han visto en él un monumento
de amor, de servicio y de fe. Su vida ha inspirado infinidad de compromisos hacia la humanidad
sufriente y de vocaciones a la vida consagrada. No estamos descubriendo a Damián ahora, aunque
siempre podamos seguir ahondando en su figura. Lo que es nuevo es el hecho de la canonización, a
través de la cual “la Iglesia da gracias a Dios por el don de sus hijos que han sabido responder
generosamente a la gracia divina, los honra y los invoca como intercesores; y a la vez, presenta
estos excelsos ejemplos a la imitación de todos los fieles.” (Benedicto XVI a los postuladores de la
Congregación para las causas de los Santos, 17 de diciembre de 2007)
1. La Iglesia da gracias a Dios.
Damián, obra de Dios
Nuestra mirada se vuelve en primer lugar hacia Dios. La “santidad” es la expresión de las maravillas
que el Señor hace en medio de su pueblo. Los Santos son signos eminentes de la acción del Espíritu
del Resucitado en la realidad humana, la prolongación del misterio de la encarnación que sella la
alianza entre lo divino y lo humano. La gloria de Dios se manifiesta en la profundidad y en la dignidad
de la humanidad que Él ha creado. La vida humana se hace plena en la amistad con su Señor.
Damián revela este misterio con una luminosidad inconfundible. Como en el Siervo sufriente de
Isaías, con Damián descubrimos el rostro de Dios donde las personas parecen haber perdido su
rostro humano. La entrega de Damián a los leprosos y su mismo devenir leproso proclaman a voces
la dignidad infinita de cada persona y el amor de Dios por sus criaturas. Por eso alabamos a Dios en
sus santos, que son reflejos de su gloria. Alabamos a Dios en san Damián que es su hijo, la obra de
sus manos, don suyo a la Iglesia y al mundo.
Antes de exaltar a Damián, queremos alabar a Dios que es capaz de santicar a
los humanos
La canonización no es, pues, un acto de exaltación de un héroe, o la acreditación de un título
honorífico a un grupo o a una institución, o la mera ilustración de una serie de valores o de una
ideología. La canonización es ante todo un acto de alabanza al Dios de amor y de misericordia que,
108
aunque oculto entre las miserias de la historia humana, derrama su compasión sobre nosotros al
trasformar con su Espíritu la existencia de los santos.
Damián no es “nuestro”, ni de nadie. Damián pertenece a Dios. Sólo se le puede comprender
verdaderamente desde su pertenencia al Señor de su vida que lo ha moldeado y lo ha hecho suyo.
A nosotros también, Dios puede transformarnos a pesar de nuestras debilidades
y oscuridades
La Santidad es obra del Señor. Su amor es lo que nos justifica. Desde esa perspectiva, la
canonización se vuelve una confesión de fe esperanzada: el amor de Dios actúa en medio de
nosotros -como actuó en Damián- y puede seguir transformándonos a pesar de nuestras debilidades
y oscuridades.
Según el hermano Joseph Dutton, fiel compañero de los últimos años, Damián podía tener muchos
defectos de carácter, pero esas faltas se consumían como paja en el fuego de su caridad. Ese fuego
es el fuego de Dios mismo, un amor fuerte como la muerte, un incendio que ni las aguas torrenciales
pueden apagar. Es el mismo fuego que aparece en las representaciones del Corazón de Jesús: un
corazón traspasado y sufriente pero que desborda pasión y vida. Así fue también el corazón de
Damián.
Damián, santo de y para toda la Iglesia
Con la canonización, quien da gracias a Dios no es sólo la Congregación o las personas que han
conocido a Damián y se han sentido inspiradas por él. Ahora es la Iglesia entera, como cuerpo de
Cristo, quien se vuelve al Padre y le alaba por Damián. La canonización significa que se atribuye al
hasta ahora Beato el culto en toda la Iglesia. Damián queda así inserido en el corazón de la IglesiaEsposa orante ante su Señor.
Sintamos como Congregación la alegría de estar en comunión con la Iglesia universal, y
renovemos, con ocasión de la canonización de nuestro hermano, nuestro compromiso de trabajar por
la unidad y la fraternidad, como Cristo pidió en su oración al Padre.
2. Honrar a Damián.
Damián, auténtico santo a pesar de tantas injurias
En la canonización la Iglesia honra a Damián, esto es, reconoce pública y oficialmente el valor
excepcional de su existencia y de su obra.
Durante su vida y también tras su muerte, Damián fue alabado e injuriado, admirado y condenado.
En sus cartas nos dejó el testimonio de su sufrimiento moral a causa de la soledad y de la
incomprensión, hasta el punto de llegar incluso a sentirse indigno del cielo. La canonización viene,
podríamos decir, a disipar esas dudas y a proclamar la verdad profunda de su existencia: este
hombre es de Dios, sus opciones y sus acciones complacen a Dios y le manifiestan.
"Nuestro obrar no es indiferente ante Dios y, por tanto, tampoco es indiferente para el desarrollo de la
historia. Podemos abrirnos nosotros mismos y abrir el mundo para que entre Dios: la verdad, el amor
y el bien. Es lo que han hecho los santos que, como "colaboradores de Dios", han contribuido a la
salvación del mundo." (Benedicto XVI, Spe Salvi nº 35)
Hay una jerarquía de valores: al actuar en la vida, no todo da igual
Damián es uno de esos “colaboradores de Dios” que contribuyen a la redención del mundo.
Cuando honramos a Damián, lo reconocemos como un modelo a imitar y, de esa manera, emitimos
un juicio sobre qué es bueno y qué no lo es. Al actuar en la vida, no todo da igual. No es lo mismo
abandonar a las personas en su miseria que servir a los excluidos. No es lo mismo centrarse en la
búsqueda del propio bienestar que sacrificarse por la felicidad de los demás. No es lo mismo ignorar
a los pobres y vivir bien que amar a los que sufren y correr su suerte. No es lo mismo alejarse de los
desdichados por miedo a contaminarse que tocar y abrazar al leproso. No es lo mismo
desinteresarse de Dios que buscarlo con humildad y perseverancia. No es lo mismo preservar la
propia vida que entregarla por amor.
109
Damián se convierte en un modelo oficial
Honrar a Damián es admitir clara y rotundamente que su camino es el acertado, que lo que él hizo
es lo que está bien, que su compasión efectiva y tozuda es lo que Dios quiere. Por eso Damián es
grande y honrarlo hace bien a la Iglesia y a la humanidad.
Esa manera de honrar a Damián será siempre fuente de inspiración para la Congregación. Vale la
pena tratar de rellenar de contenidos concretos las “grandes palabras” de nuestra vida y misión a la
luz de la vida de Damián: el anuncio del amor de Dios, la reparación, la adoración eucarística, la
consagración a los Sagrados Corazones, el servicio a los pobres… Estas cosas no fueron puro
discurso en Damián, ni pequeñas actividades etiquetadas pomposamente para hacerse una imagen
loable de sí mismo. El carisma de la Congregación pudo configurar su vida entera porque alcanzó a
concretarse en el servicio sin reservas a sus queridos leprosos de Molokai.
Al final de su vida, Damián se sentía “honrado” por dos cruces: la de la condecoración otorgada por
la reina Lilioukalani (signo del reconocimiento social a su entrega y labor) y la de la lepra (que le unía
muy especialmente a la Cruz de su Señor). Desde su encuentro ritual con la muerte en la profesión
religiosa (la postración bajo el paño mortuorio), Damián siempre se mostró dispuesto a dar su vida
hasta el final. Cuando la lepra lo acercaba ya a paso ligero hacia la muerte, se declaraba “el
misionero más feliz del mundo”. ¿Será, pues, verdad que sólo de Dios viene la felicidad completa?
“Su muerte fue realmente digna de un hijo de los Sagrados Corazones; fue la muerte de un santo.”
(Marcellin Bousquet sscc, Superior General, 3 de junio de 1889)
3. Invocar a Damián.
Damián, intercesor
Desde su muerte hasta ahora, muchísimas personas han confiado a Damián sus oraciones e
intenciones y se han sentido amparadas por él. Con la canonización, toda la Iglesia invoca a Damián
como intercesor. Por nuestra fe en Cristo resucitado, vencedor de la muerte, confiamos en que
quienes han sufrido y muerto en el Señor, reinan y viven con Él.
Evidentemente, también nosotros, hermanos y hermanas de la Congregación, podemos invocar a
Damián y dirigirnos a él como a nuestro hermano mayor. En nuestro caso, la invocación toma forma
de un diálogo fraterno entre miembros de una misma familia religiosa.
Santo dentro de una comunidad de “santos”
Damián pertenece al grupo de valerosos misioneros que partieron a islas lejanas a anunciar el
evangelio haciendo donación total de sus vidas. Esos misioneros vivían frugalmente, compartían a
menudo las pobres condiciones de vida de sus cristianos, afrontaban todo tipo de peligros, y estaban
dispuestos a morir por su misión. Recordemos, por ejemplo, los tres que se ofrecieron junto con
Damián para ir a Molokai, y tantos otros como ellos. Así ocurre en la Congregación: no habrá muchos
que brillen como Damián, pero se requiere la entrega de todos y la labor humilde y escondida de la
mayoría para que sigamos siendo un terreno adecuado en el que Dios pueda hacer crecer los frutos
que Él quiera.
Nosotros los Pánfilos, dejémonos interrogar por Damián
Pero en la Congregación había y ha habido siempre hermanos y hermanas que no son como
Damián. Pensemos -sin ir más lejos- en Pánfilo, el hermano de Damián (hermano carnal y religioso),
dedicado toda su vida al estudio y a las prácticas regulares del convento, incapaz de una vida
apostólica tan dura y expuesta como la de su hermano. Con una mezcla de humor y de reproche,
Damián le hará sentir de vez en cuando el dramático contraste que existe entre los dos: “¿De qué
sirve envidiar el birrete de doctor si es a costa de la salvación de las pobres almas canacas?”… “Me
perdonaréis que mis manos no estén tan blancas como las vuestras que sólo os dedicáis, me
imagino, a pasar páginas de libros”.
La mayoría de nosotros nos parecemos casi siempre mucho más a Pánfilo que a Damián. Es cierto
que cada uno, en su manera propia de ser religioso, puede encontrar su lugar en la Congregación.
No todos han de ser iguales. La diversidad es necesaria y saludable. De todas maneras, al invocar a
Damián, entremos en diálogo con él y dejemos que nos interpele, como si fuésemos otros “Pánfilos”
que reciben los comentarios irónicos y exigentes del misionero que habla con la libertad del que no
110
busca nada para sí.
¿Qué nos dice Damián hoy? ¿Qué interpelación nos dirige a nosotros, sus hermanos y hermanas
de Congregación? ¿Qué pensará de la consistencia de nuestra fe, de la generosidad de nuestra
entrega, de nuestro amor a los pobres, de la solidez de nuestro compromiso? Como decía el Rvd.
Hugh B. Chapman, el pastor anglicano que tanto le apoyó, una vida como la de Damián “nos está
acusando silenciosamente de ser cómodos y egoístas”.
Damián es sin duda un orgullo para la Congregación, pero debe ser mucho más y ante todo un
revulsivo que nos haga despertar de nuestras tibiezas y entusiasmarnos renovadamente con la
vocación a la que somos llamados, una vocación que hunde sus raíces en lo mismo que alimentó la
vocación de Damián. Ojalá que Damián nos ayude a ser mejores.
La familia SS.CC. en fiesta.
Fiesta para hermanos y hermanas sscc
Una de las últimas cartas que Damián recibió, menos de un mes antes de su muerte, le llegó de
Honolulu, felicitándole por su onomástica (José) y conmemorando el veinticinco aniversario de su
llegada a Hawai (acaecida el 19 de marzo de 1864). La mandaba la hermana Judith sscc, que había
hecho la travesía desde Europa un poco antes que él, en el primer grupo de hermanas que llegó a
Hawai (hace ahora justamente 150 años). Le daba saludos de la hermana Marie Laurence y de las
otras que habían sido sus compañeras de viaje en 1864. Aunque Damián, según el estilo de
entonces, no hubiera mantenido muchos contactos con las hermanas SS.CC. (que le ayudaron en
varias ocasiones con suministros para sus tareas misioneras), esta postrera palabra amiga de una
hermana nos recuerda de manera entrañable los lazos de afecto que siempre han de existir entre las
dos ramas de la Congregación.
Fiesta de la Rama Secular y de los laicos allegados
Queridos hermanos y hermanas, alegrémonos con la próxima canonización de Damián. Nuestra
invitación se extiende especialmente a los miembros de la Rama Secular y a todas las personas que
viven su fe inspiradas por el carisma SSCC, fuente y alimento de la entrega de Damián. Demos
gracias a Dios y compartamos nuestra alegría con las personas que nos rodean. Es la alegría de la
Iglesia entera; y la alegría de una humanidad sedienta de bondad, de compasión y de justicia.
Damián, como Jesús, pasó por la vida haciendo el bien. Pidámosle que ése sea también nuestro
camino de santidad.
TEXTO 2
(Evangelizar con Damián, Quito 2009, EdeB, p. 129)
DETRÁS DE UN SANTO HAY MUCHOS MAS
“No hay humo sin fuego.”
El humo que señala la santidad oficial, es la canonización o proclamación formal de parte de la
Iglesia de un santo en el cielo.
Ahora, si buscamos bien, vamos a descubrir atrás del humo, o sea atrás del santo canonizado,
llamas y fuego: el fuego del ardor cristiano que quema muchos corazones de cristianos
ordinarios.
Si queremos más santos oficiales, fomentemos la santidad ordinaria en la masa de los cristianos.
Detrás de un santo hay muchos más
En el campo de la santidad canonizada, uno solo destaca, sin embargo detrás de él hay muchos más.
El santo es la figura de proa, atrás de él hay toda una muchedumbre. Lo dijo nadie menos que el
libertador de la India, el Mahatma Gandhi que, sin ser cristiano, hizo este sorprendente homenaje a
Damián y a sus sucesores:
Si el cuidado de los leprosos es tan querido por los misioneros y especialmente los misioneros
católicos, es que ningún otro servicio requiere un mayor espíritu de sacrificio. Se requiere el más alto
111
ideal, la más perfecta abnegación. El mundo de la política y de la publicidad tendría dificultad para
ofrecernos héroes de la talla del Apóstol de Molokai, el P. Damián. La Iglesia Católica, al contrario,
cuenta, por millares, a los que, al igual que este héroe, se dedican a servir a los leprosos. Vale la pena
averiguar en qué fuente se alimenta este heroísmo.
Detrás de un futbolista genial, hay cientos de buenos jugadores profesionales. El campeón surge de en
medio de una masa de buenos deportistas. No pueden nacer santos sino de en medio de una multitud
de creyentes que intentan serlo. El santo no nace por generación espontánea, se apoya en el ejemplo y
en el empeño de toda una gran comunidad de creyentes generosos. En las vueltas ciclistas, solo gana
uno pero hay todo un equipo detrás que lo sostiene… Detrás del candidato que gana unas elecciones,
hay miles de partidarios sacrificados…
Estrategia divina: poner a uno en evidencia…
Ahora bien Dios tiene que personalizar la santidad, tiene que poner a uno en evidencia, pues más
impresiona una figura excepcional que mil buenos pero más comunes y ordinarios. Un Damián
leproso, anhelo de sublimes vuelos, habla más, convence mejor que mil misioneros cumplidores y
generosos. Un Damián loco de Cristo, colmo de amores y dolores, despierta más la imaginación y la
devoción que miles de misioneros regularmente buenos.
Es así como Dios escoge a uno, el más disponible, y lo catapulta para arriba. Lo colma de sus gracias
porque ha sido más dócil y generoso. Miles realizaron proezas misioneras pero quedaron como
opacados por el brillo que, como aureola, rodea a Damián. Se consagraron generosamente a la misión,
pero en circunstancias más ordinarias y con menos celo.
Santo entre muchos más
El santo por lo tanto no es único, es solo la muestra, la parte visible del iceberg. Por un santo
excepcional, hay otros miles dignos de ser admirados. Si Damián fuera único, sería desesperante,
significaría que la gracia de Dios es inoperante, que su potencia es tan limitada que no alcanza para
más de uno.
Pero de hecho, detrás de él, hubo en Molokai otros muchos desde laicos hasta compañeros de su
Congregación y religiosas… Damián es como la extremidad del periscopio que, al reventar la superficie
del agua, es visto, pero hay todo un submarino invisible que lo sostiene…
Si el santo sobresaliera solitario en el desierto de la mediocridad, la santidad sería un engaño, una
mentira.
Como en la ciudad, en medio de una multitud de edificios altos, sobresale una torre que hace olvidar
los primeros, así es el santo. Los santos son santos en medio de santos, pues la iglesia entera es
llamada pueblo de santos.
Vosotros sois una familia escogida, un sacerdocio al servicio del Rey, una nación santa, un pueblo
adquirido por Dios, destinado a anunciar las obras maravillosas de Dios, que os llamó a salir de la
oscuridad y entrar en su luz maravillosa. (1 Pedro 2,9)
La gracia de Dios no es solo para una elite, no es eficaz solo para uno entre millones, sino para
muchos.
Se dice que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer, su madre. Detrás de un santo, hay todo un
pueblo santo.
Extender los suelos de tierra buena
El santo no es un fenómeno aislado.
Si queremos más santos canonizados, tenemos que cultivar la santidad día a día, en el mundo.
Jesús el sembrador siembra continuamente la semilla de la santidad en tierra buena. Para fomentar
la santidad y, a la postre, la proclamación de santos oficiales en el cielo, tenemos que preparar
siempre más buena tierra, en mayores extensiones de suelos. Tenemos que fomentar un mundo
abierto a la ley de Dios, fomentar una comunidad eclesial más fervorosa, que se alimente más en los
sacramentos. Entonces la semilla de la santificación fructificará. Muchos producirán el treinta por
uno, otros el sesenta, pero el que de un rendimiento del ciento por uno llegará a santo canonizado…
112
Otra parte [de la semilla] cayó en buena tierra y dio una buena cosecha: unas espigas dieron cien
granos por semilla, otras dieron sesenta y otras treinta. (Mateo 13, 8)
Es misión de la Iglesia fomentar la santidad. El pastor no puede conformarse con formar una masa
mediocre y apenas buena; debe fomentar la santidad entre los más disponibles…
TEXTO 3
(Evangelizar con Damián, Quito 2009, EdeB, p. 132)
TRASCENDENCIA DE DAMIAN
El mundo admira a sus héroes. También admira a “santos” con tal de que, en ellos, no sea
demasiado manifiesta su pertenencia a la institución “Iglesia”; con tal de que la acción de Dios
en su vida quede medio oculta. “Santos” que estén tan metidos en lo humano, en el socorro al
prójimo, en la defensa de sus derechos, que aparezcan como santos “laicos”, santos “sin
milagros”.
A Dios le gusta de repente suscitar este tipo de santos, pues él acostumbra esconderse detrás de
su creación y del proceso evolutivo de la vida. A los ojos de Dios, estos santos al estilo laical son
importantes, porque plantean una interrogación.
En efecto, desde el punto de vista del mundo, los santos “eclesiásticos” son propiedad de la
institución “Iglesia”, no interesan y no incomodan. Al contrario los santos “sin milagros”, donde
lo religioso queda opacado por la intensidad de la acción caritativa, inquietan y provocan
preguntas de fondo, como la de Gandhi, precisamente a propósito de Damián (y de misioneros
católicos en general):
Vale la pena averiguar en qué fuente se alimenta este heroísmo. (Le Père Damien, Vital Jourdan, Paris
1958, p. 222-3)
Lo que quiere decir: Esa entrega sobrehumana de Damián, ¿cómo es posible que se de en un
simple humano?, ¿quién será el que se esconde detrás de él?
Hoy, en un mundo pluralista que considera la Iglesia como un grupo religioso más, necesitamos
a más santos de este tipo.
Damián es un santo atípico, que se sale de los esquemas.
En nuestro mundo secularizado, donde se margina a Dios y a su Iglesia, él sin embargo sobresale:
logra convencer a los no creyentes, trasciende más allá de su ámbito religioso y católico… Es uno de
los dos héroes civiles del estado norteamericano de Hawai y ha sido declarado en el 2005 “el belga
más grande de todos los tiempos”.
Damián es admirado más allá de cualquier frontera, sea de tipo geográfico, cultural, religioso y político...
Hasta Gandhi le elogiaba con las siguientes palabras: “El mundo político y periodístico conoce muy
pocos héroes comparables al Padre Damián de Molokai.”
¿Qué hay pues en él y su vida que atrae tanto?
1. Atrae, en primer lugar, porque parece que, en él y su vida, no hay nada extraordinario ni
sobrenatural, nada propiamente cristiano, nada propiamente divino. PARECE IGUAL A LOS
DEMÁS E IMITABLE.
En efecto, providencial y sabiamente, Dios no le concedió el don extraordinario de sanación, esa
capacidad especial que consiste en curar de modo radical e inmediato con una simple oración o
imposición de manos.
No anunció la salud ni la prosperidad, no proclamó la curación ni la riqueza: no limpió a nadie de
su lepra.
Hizo algo a primera vista menos llamativo, menos impresionante, más común y ordinario.
Contagió esperanza, colmó de paz y amor - y hasta de gozo - los corazones de los leprosos aun
cuando el resto de sus cuerpos estuviera en proceso de descomposición. Operó una verdadera
revolución: la humanización de la leprosería, la conversión del infierno de Molokai en antesala del
113
cielo.
Esta acción, aparentemente ordinaria pero verdaderamente prodigiosa, impresiona más al mundo
de hoy…
2. Damián atrae a todos, en segundo lugar, porque, a primera vista, no pone en evidencia una virtud
propiamente espiritual y religiosa. Pues hoy la fe no seduce, ni siquiera la esperanza. Damián más
bien LLEVA A SU MÁS ALTO GRADO LA VIRTUD MÁS COMÚN Y MÁS EXALTADA EN
NUESTRO MUNDO: EL AMOR.
Su entrega fue tan excesivamente humana, abierta e incondicional, que rebasa lo propiamente
institucional (lo católico) y convence a todos. Los no católicos, los no cristianos ya no se fijan en
su carácter religioso y sacerdotal sino en la radicalidad de su amor universal. A los ojos de la
opinión pública, desaparecen sus rasgos propiamente católicos y eclesiásticos (el sacerdote con
su sotana negra), solo queda su humanidad al estado puro.
Pocos santos suscitan la admiración fuera del ámbito religioso. Hay, entre los más famosos, San
Francisco de Asís, la Madre Teresa…. Y Damián… Pero lo que el mundo ignora es que, para vivir
el amor con tal intensidad y constancia, se requiere mucha fe y mucha esperanza en Dios. Que
esta entrega, realizada con tal naturalidad y sencillez, no por deber, no por obligación sino por
amor, SOLO PUEDE TENER SU ORIGEN EN LA CARIDAD DIVINA; el mundo ignora que este
amor sobrehumano, imposible, no nace de una pura generosidad humana heroica sino del mismo
corazón de Dios.
Damián el héroe no se explica sino por Damián el santo.
3. Hay el fondo, hay la forma; lo sólido, lo auténtico, por otra parte lo aparente. Damián prioriza lo
primero. En general, en la sociedad, cuando desempeñamos un rol institucional, predomina la
forma. Salvamos las apariencias pero descuidamos lo fundamental, los fundamentos. CUIDAMOS
LOS SIGNOS VISIBLES: el uniforme, el lenguaje, el reglamento y el formalismo, los modos y las
modas, PERO DESCUIDAMOS LO ESENCIAL. Como cristianos y católicos a menudo cuidamos
nuestro ritual, o sea las formas exteriores, y postergamos el corazón y el eje de nuestra fe.
Damián por su parte, sin pensarlo, sin reflexionarlo, VA AL FONDO, A LO ESENCIAL, O SEA A
LA SÍNTESIS DE TODA LA VIDA EN CRISTO: EL AMOR. Un amor activo, concreto, real,
practicado día a día, sin descanso, sin límites y sin aparentar; ni siquiera él mismo se da cuenta
de la radicalidad de su entrega, su mano izquierda ignora lo que hace su derecha. Un amor tan
realista, tan natural, tan poco pretencioso, tan desinteresado, que hace olvidar a la gente del
mundo, a menudo anticlerical, su condición sacerdotal o sea institucional…
Por temperamento, por su franqueza, por su educación en el campo, más aún por el medio en que
se desenvolvió, en la misión, peor aún en Molokai, no podía dar mucha importancia a las formas y
formalidades; pero era demasiado consciente de sus limitaciones para despreciarlas.
Sin despreciar las formas, enfoquemos lo esencial, apuntemos a lo verdadero, demos la prioridad
al amor vivido por encima de los ritos y apariencias. Solo así el mundo creerá…
Si os amáis los unos a los otros, el mundo conocerá que sois mis discípulos (Juan 13, 35).
4. El mundo admira la caridad efectiva. Cuando encuentra en un cristiano la generosidad de un
Damián, ESTÁ DISPUESTO A PERDONARLE SU FE Y SU DIOS, SUS RITOS Y SUS
CREENCIAS, SU CRUZ Y SUS EXIGENCIAS MORALES.
Y quizás tiene razón pues una fe que no se traduce en actos es ciertamente falsa, un amor a Dios
que no se traduce en amor al prójimo es vacío, ya lo dijo san Juan. Una esperanza en el cielo que
no se materialice hoy en la construcción de un mundo mejor es ilusoria.
Nuestra fe debe volverse más productiva, debe multiplicar los panes, sanar a los enfermos,
consolar a los tristes y liberar a los presos y esclavos. Marx rechazaba un pensamiento que solo
se conforme con interpretar el mundo, buscaba una filosofía que lo cambie, que se haga política.
Una religión que reserve la salvación para el mañana, que sane el alma sin el cuerpo, separando
lo que Dios ha unido, si no es falsa, al menos no convencerá el mundo de hoy.
114
UTILIZAR anticipadamente
los MATERIALES
de “RECURSOS-OCTUBRE 2009”
•
•
•
Oración u adoración con la formula de canonización
Testimonio (milagro aprobado para la canonización)
Celebración de la Canonización a nivel local (o nacional), dentro o fuera de la misa
PREPARAR LOS FESTEJOS
RELACIONADOS
CON LA CANONIZACIÓN
Ver Recursos-Octubre 2009
Preparar las Vigilias, el Espectáculo (teatro…), la Celebración de la Canonización…
115
RECURSOS-OCTUBRE
PREPARACION ESPIRITUAL
Novena al Beato Damián (viernes 2 a sábado 10 a nivel local)
Textos para la meditación de la novena
119
Oración o adoración con la fórmula de canonización
129
Testimonio (milagro aprobado para la canonización)
132
117
CANONIZACION (domingo 11 de octubre)
RITO PARA LA CELEBRACION DE LA CANONIZACION A NIVEL LOCAL (o nacional)
1. La glorificación de Damián, motivo de orgullo para Dios 135
2. Damián, modelo para cada cristiano y para la Iglesia universal 135
3. Damián, canonizado, es como un hermano mayor que nos interpela 136
4. Desfilé (si parece oportuno) 136
5. Final
136
134
Celebración de la canonización a nivel local (antes del 11) y nacional (después del 11)
• Espectáculo (teatro: ver "Estoy leproso, bendito sea Dios"; otro número, Canción-Damián, etc.)
• Vigilia (ver "Adoraciones" en Recursos- Mayo 2009)
• Misa solemne (ver Recursos-Mayo 2009)
• Brindis, banquete...
A nivel popular:
• Procesión con banda de música y danzantes
• Juegos pirotécnicos
• Fogata, chamiza
• Loas (niños o jóvenes, montados a caballo, recitan loas en honor al “santo”, luego
echan frutas al público…)
MES DE LAS MISIONES
137
Reflexión sobre la misión a la luz de Damián. Conferencias sobre la misión al estilo Damián
El celo misionero de Damián (“el P. Damián, misionero sscc”, P. Patrick Bradley)
Damián, luz para una nueva evangelización 138
Misión y cultura
140
Cristianizar los aspectos más relevantes del mundo que va naciendo
143
Pastoral desde la tragedia (ver Recursos-Julio)
145
(Libro "Evangelizar con Damián", EdeB, Quito 2009).
137
DÍA DE LA ALEGRÍA (último viernes de octubre) 145
El secreto de la felicidad
145
Drama “Estoy leproso, bendito sea Dios” el acto 4, escena 1, tema “bienaventuranzas”
Tiempo de la alegria i 148
Tiempo de la alegria ii
149
Tiempo de la alegria iii
151
147
116
PREPARACION ESPIRITUAL
(viernes 2 a sábado 10 a nivel local)
NOVENA AL BEATO DAMIÁN
•
Alternativa: “Novena Tradicional Actualizada” (Recursos I) (solicitar: <edebezenacuntonet.ec>)
NOVENA “DAMIÁN, HOMBRE DE DIOS”
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Canto
Inicio
Vida
Meditación
Oración espontánea
Las 10 convicciones
Final
(para rezar en grupo)
Canto
- Cualquier cántico conocido
- O, a lo largo de la novena, para bajar la tensión, un estribillo, el que se puede repetir hasta 3
veces seguidas.
Inicio
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Alternar, tres veces, una de las Ave Damián (el guía reza la primera parte y la asamblea
responde con la segunda.)
• Damián, siervo de Dios y siervo de la
humanidad, amor y entrega sin
reservas por los que sufren,
• haz que, por tu intercesión, el amor del
• Bienaventurado Damián, sigue invitando, al canto
Corazón de Jesús nos impulse a servir
y a la esperanza, a todos los sufridos de la tierra.
a los más necesitados.
• Bendito eres, Damián, que amaste a los leprosos
hasta el sacrificio de tu vida. [Benditas tus manos
que los consolaron, tus labios que los alentaron, tus ojos
que vieron, en sus llagas, las heridas del mismo Cristo.]
Vida
- Hay dos modelos, escoger el modelo b (p. 13) o el c (p.15).
- Leer cada día un párrafo, hay 6. Los tres últimos días, se vuelve a leer los párrafos que
parezcan más significativos.
- Alternar tres veces una de las Ave Damián (ver cuadro anterior). Se lo va enseñando desde el
primer día. El guía reza la primera parte y la asamblea responde con la segunda.
Meditación o consideración
Seguir la meditación del día que toca… (ver a continuación, p. 119)
117
Atención, hay dos modelos: el completo y el breve. Escoger el que conviene…
1) Leer la meditación
2) Volver a leer el primer párrafo (los párrafos van numerados del 1 al 3) si se usa el modelo
completo; o toda la Meditación, si se usa la breve...
- Cantar un estribillo hasta 3 veces seguidas...
- Silencio. El guía dice: “Quedémonos un momento en silencio para meditar.”
- Comentario y/o diálogo. En caso de diálogo, usar las preguntas que siguen:
¿Hemos oído de otros, o vivido personalmente, experiencias parecidas? ¿Hay situaciones de nuestro
medio, de nuestra vida, que se parecen a lo que dice la Meditación?
¿Qué palabra o frase, nos llama más la atención? ¿Por qué?
¿Qué enseñanza nos ofrece esta Meditación, qué mensaje nos deja?
¿A qué cambios nos compromete esta Meditación en nuestra vida personal, en nuestra familia, en nuestro
medio?
- Alternar tres veces una de las Ave Damián (ver p. 117)
3) En caso de usar el modelo completo, leer el siguiente párrafo, y así sucesivamente,
Oración espontánea
1) Se invita a cada uno (si fuera posible), a rezar en voz alta, manifestándole a Dios, de modo
espontáneo, sus sentimientos y anhelos, a la luz de la Meditación.
2) La oración puede dirigirse directamente a Jesús, al Padre Dios, a María, o a Damián.
3) Al final de cada oración, se puede decir: Roguemos al Señor y los demás contestan:
“Escucha, Señor, nuestra oración”.
Las 10 convicciones de Damián (ver p. 94)
Cada día se estudia una de las “Convicciones” de Damián. Se puede seguirlas en el orden
indicado o escogerlas en desorden de acuerdo a la “Meditación” del día. Se puede preparar con
anticipación una cartelera con el texto.
- Lectura de la “Convicción”
- Comentario y/o diálogo
- Cada uno la aprende de memoria.
- Compromiso: ¿A qué nos comprometemos en este día de la novena?
Final
Oración final
(Guía): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
(Repitamos todos): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
Donde hay odio, ponga yo amor;
donde hay ofensa, ponga yo perdón;
donde hay discordia, ponga yo unión;
donde hay error, ponga yo verdad;
donde hay duda, ponga yo la fe;
donde hay desesperación, ponga yo la esperanza;
donde hay tinieblas, ponga yo la luz;
donde hay tristeza, ponga yo alegría.
118
(Guía): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
(Repitamos todos): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
Oh divino maestro, haz que no busque tanto:
ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando, se recibe;
perdonando, se es perdonado;
olvidándose de sí, uno se encuentra;
muriendo, se resucita a la vida eterna.
(Guía): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
(Repitamos todos): Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
Despedida
- Indicaciones
- Canto final
TEXTOS PARA LA MEDITACIÓN de la Novena
Día Primero
Damián, hombre de Dios, ¡para servir mejor a los hombres!
Novena completa
1. Damián estaba consciente de sus límites. Sabía que nadie
puede llegar a ser verdaderamente hombre, plenamente humano,
si no es por la gracia de Dios y mediante una relación
permanente y estrecha con él. Conocía el peso del instinto y
había experimentado que solo Dios puede librar de la herencia
del pecado.
Si Dios me retirase por un momento su gracia, me vería al instante
sumergido en el mismo vicio del que quiero sacar a los otros. ¡Ah!, soy
un pobre miserable, pues todos los días me doy cuenta de que el
hombre “viejo” quisiera dominarme...
2. El secreto de Damián es su intimidad con Dios.
Si alguno permanece en mí y yo en él - dice Jesús - produce mucho
fruto, pero sin mí ustedes no pueden hacer nada.
La misma abreviada
Damián no es un súper
hombre. Es un ser humano
común
y
corriente,
consciente de sus límites:
Si Dios me retirase por
un momento su gracia,
me vería al instante
sumergido en el mismo
vicio del que quiero
sacar a los otros.
Su heroísmo no es propio,
es prestado. No hace más
que acudir día a día a la
fuente del amor infinito:
Jesús, quien, cuando éramos
Como Abraham, el padre del pueblo de Israel, Damián buscaba enemigos suyos, con su muerte
sin cesar la amistad de Dios; como Moisés, el libertador, nos reconcilió con él.
practicaba su intimidad; como Elías, el abogado de Dios, Damián
se alimentaba de él y lo contemplaba.
El secreto de Damián es su
intimidad con Dios.
Al pie del altar hallo la fuerza necesaria en nuestro aislamiento. Sin el
Santísimo Sacramento, una posición como la mía no sería soportable.
Pero teniendo a nuestro Señor a mi lado, he ahí que continúo siempre
alegre y contento. Y con esta alegría en el corazón y la sonrisa en los
labios, se trabaja con celo para el bien de los pobres infelices leprosos,
y poco a poco, sin demasiado ruido, se hace el bien.
Si Damián estuvo al lado de los últimos, es porque estaba con
Dios. Se hizo “hombre de Dios” para servir mejor a los hombres.
Gandhi, el famoso libertador de la India, sin ser cristiano, nos
Si alguno permanece en
mí y yo en él - dice
Jesús - produce mucho
fruto, pero sin mí
ustedes no pueden
hacer nada.
En esto consiste el
secreto de Damián: en ir
119
sacando, día a día, de
este pozo espiritual que
es el Corazón de Cristo,
las aguas vivas de la
salvación. Damián,
continuamente, supo
aprovechar el
ofrecimiento que Jesús,
en otros tiempos, hacía
a la mujer samaritana.
invita a descifrar el enigma de Damián.
El mundo de la política y de la publicidad tendría dificultad para
presentarnos a héroes de la talla del apóstol de Molokai. Valdría la
pena buscar la fuente donde se alimentó tal heroísmo.
3. Damián no es un súper hombre. Es un ser humano común y
corriente. Su heroísmo no es propio, es prestado. No hace más
que acudir día a día a la fuente del amor infinito: Jesús quien,
cuando éramos enemigos suyos, con su muerte nos reconcilió
con él. El secreto de Damián consiste en ir sacando, día a día, de
este pozo espiritual, que es el Corazón de Cristo, las aguas vivas
de la salvación. Damián, continuamente, supo aprovechar el
ofrecimiento que Jesús, en otros tiempos, hacía a la mujer
samaritana.
Si conocieras el don de Dios, y quién es él que te pide de beber, le
pedirías tú a él y él te daría agua viva.
Si conocieras el don de
Dios, y quién es él que
te pide de beber, le
pedirías tú a él y él te
daría agua viva.
Esto hizo Damián, hagamos
igual.
Hagamos igual.
Día Segundo
Damián, intransigente e inflexible en la defensa de los leprosos, pero, en todo lo demás, abierto
y tolerante
Novena completa
1. Por mucho que se hable de globalización, vivimos en un mundo
polarizado, dividido. Ideologías y fanatismos, nacionalismos reinan en
todas partes. Hasta la religión, mal entendida y mal vivida, engendra
sectarismos, fundamentalismos y violencias.
Desde el infierno de Molokai, Damián aprendió a dejar los absolutismos,
a relativizar sus puntos de vista. Se abrió a varias culturas, nuevas para
él, empezando por la indígena.
Desde los primeros días, después de mi llegada a las islas Sandwich, me
puse a aprender la lengua del país con más empeño todavía del que en otro
tiempo puse en el estudio del francés, latín e inglés. Hoy día, gracias a la
ayuda del Espíritu, predico y confieso en lengua canaca como si fuera mi
lengua maternal.
2. Desde su cementerio viviente, dejó atrás los particularismos y
mezquindades de las instituciones religiosas de su época. En efecto
reinaba, aun más que hoy, el espíritu de clan; se ignoraban el
ecumenismo y el diálogo entre religiones.
La pesada cruz de cada día, la cercanía de la muerte, la esperanza del
cielo, le fueron librando de todo espíritu sectario. Intransigente e
inflexible en la defensa de los leprosos, denunciaba, reclamaba, exigía,
pero, en lo demás, aprendió a mostrarse abierto y tolerante. Dejó paso a
la comprensión y al descubrimiento de las riquezas de los demás.
Atendía con el mismo amor a los protestantes como a los católicos,
proporcionando a unos y otros los mismos cuidados y las mismas
ayudas. Nunca hizo depender el ejercicio de su caridad de la conversión
a su fe católica. Igual por lo demás como sus generosos bienhechores
de Londres o de Estado Unidos que, siendo precisamente evangélicos,
fueron los primeros en darle la mano.
La misma abreviada
En el cementerio
viviente de Molokai,
la pesada cruz de
cada día, la cercanía
de la muerte, la
esperanza del cielo,
fueron librando a
Damián
de
todo
espíritu
sectario.
Era
intransigente
e inflexible en la
defensa de
los
leprosos :
denunciaba,
reclamaba,
exigía;
pero, en lo demás,
aprendió a mostrarse
abierto y tolerante.
Dejó paso a la
comprensión y al
descubrimiento
de
las riquezas de los
demás.
Para él, todo hombre,
sea quien sea, es un
hermano. ¡Fuera las
barreras,
las
fronteras,
los
prejuicios! Como el
buen samaritano de
120
3. Para Damián, todo hombre es un hermano. ¡Fuera las barreras, las
fronteras, los prejuicios! Como el buen samaritano de la parábola que
socorre en el camino al herido que no es de su nación... El «prójimo» de
Damián no es el que comparte su cultura, su color de piel, o su religión,
¡es el que lo necesita!
Abierto y libre, Damián está a la disposición de todos.
la parábola
que
socorre en el camino
al herido que no es
de su nación...
El
«prójimo»
de
Damián no es el que
comparte su cultura,
El sufrimiento y el sacrificio le enseñaron a relativizar lo secundario y a su color de piel, o su
priorizar lo esencial: los valores humanos fundamentales como puede religión, ¡es el que lo
ser el amor. Igual como Jesús quien, el día del juicio, nos juzgará necesita! Abierto y
prioritariamente sobre nuestra capacidad en servir a los demás.
libre, Damián está a
la disposición de
En verdad les digo: cualquier servicio que presten a un necesitado, es como
todos.
si me lo hicieran a mí.
Día Tercero
Damián, solo, ¡pero en el corazón de muchos!
Novena completa
1. Damián se sentía solo, pues, durante años, fue el único sano
en medio de una multitud de leprosos.
La mitad de nuestra gente es como cadáveres vivientes, a los que
los gusanos comienzan ya a devorar, primero por el interior y
después por el exterior, formando llagas repelentes, que raramente
se curan. En cuanto al olor, figúrense el “ya huele mal” de la tumba
de Lázaro.
Está solo, porque viene de otro mundo.
Solo también, a nivel religioso, porque ni la mitad de la población
es católica.
Solitario, porque tiene que hacer de líder, pastor y guía.
2. Solo y abandonado hasta por los suyos.
Los superiores le tachan de excesivo en la defensa de los
leprosos; por otra parte, no le mandan compañeros.
Solo, pues se siente a momentos abandonado hasta de Dios,
cuando por ejemplo un terrible ciclón arrasó con el pueblo, o
cuando descubrió que está atacado por la lepra.
Pero al mismo tiempo experimenta el gozo de la compañía de
Dios.
Teniendo a nuestro Señor a mi lado, he ahí que sigo siempre alegre
y contento.
Experimenta también el gozo de la compañía de su nueva familia,
los leprosos.
Mi mayor felicidad es servir al Señor en estos pobres hijos enfermos,
rechazados por los demás hombres...
Por nada del mundo abandonaría su querido infierno de Molokai.
Cuando le ofrecen regresar a su tierra para cuidar su salud, afirma
decididamente:
Hasta aquí me siento feliz y contento; y si se me diera la posibilidad
de salir de aquí con buena salud, diría sin vacilar: “Me quedo por
toda la vida con mis leprosos”.
La misma abreviada
Damián se sentía solo,
pues, durante años, fue el
único sano en medio de
una multitud de leprosos.
Está solo, porque viene de
otro mundo.
Solo también, a nivel
religioso, porque ni la
mitad de la población es
católica. Solitario, porque
tiene que hacer de líder,
pastor y guía.
Solo y abandonado hasta
por los suyos: los
superiores le tachan de
excesivo en la defensa de
los leprosos.
Pero al mismo tiempo
experimenta el gozo de la
compañía de Dios:
Teniendo a nuestro
Señor a mi lado, he ahí
que sigo siempre
alegre y contento.
Experimenta también el
gozo de la compañía de su
nueva familia, los leprosos:
Mi mayor felicidad es
servir al Señor en estos
pobres hijos enfermos,
rechazados por los
demás hombres...
Abandonado en una isla en
pleno océano, se vuelve
121
3. Al mismo tiempo se siente rodeado por una multitud de
compañeros invisibles: los que, a lo largo y ancho del mundo,
siguen paso a paso las noticias de su entrega hasta la
enfermedad y la muerte.
Abandonado en una isla en pleno océano, casi al otro lado del
centro de poder del mundo, en aquel tiempo Europa, se vuelve
como un faro, una luz a nivel mundial. Va a ser calificado de
“apóstol de los leprosos”, “héroe y mártir de la caridad”. Perdido
en el Pacífico Norte, se va a volver el conductor, el mentalizador
de una multitud de jóvenes y menos jóvenes, seducidos por su
entrega.
como un faro, una luz a
nivel mundial. Va a ser
calificado de “apóstol de
los leprosos”, “héroe y
mártir de la caridad”.
Perdido en el Pacífico
Norte, se va a volver el
conductor, el mentalizador
de una multitud de jóvenes
y menos jóvenes,
seducidos por su entrega.
No hay nada escondido que no salga a la luz - dijo Jesús. Ni nada
tan secreto que no llegue a hacerse público.
No hay nada escondido
que no salga a la luz dijo Jesús. Ni nada tan
secreto que no llegue a
hacerse público.
Día cuarto
Damián, preso, ¡pero libre!
Novena completa
1. El gobierno de las Islas Hawai había escogido el lugar más
adaptado para aislar definitivamente a los leprosos: una punta rocosa
de la isla de Molokai, cercada por un lado con la montaña, por el otro
con el mar. El único acceso era marítimo.
El gobierno – cuenta Damián - se sintió obligado a excluir de la sociedad
a todos los que estaban infectados. Han sido enviados todos estos
pobres infelices a un rincón de la isla de Molokai, como a un exilio
perpetuo, encerrados entre montañas infranqueables por un lado y por
otro lado el mar.
Damián se sentía preso, recluido entre los cerros, cortados
verticalmente como paredes, y el mar. Joven y sano, fuerte todavía,
soñaba con escaparse. Condenado, como muerto en vida, a
compartir el destino de los leprosos, sabe que, fuera de la muerte, no
hay esperanza de liberación.
Hace algunos meses, el Ministro de Gobierno me prohibió salir del exilio
donde nuestros leprosos están secuestrados. Soy, pues, un "prisionero
de Estado"...
2. Damián, preso del trabajo de cada día.
Nosotros, pobres misioneros, no podemos tener en esta vida
descanso...
La misma abreviada
En Molokai, Damián se
sentía preso, recluido
entre
los
cerros,
cortados verticalmente
como paredes, y el mar.
Joven y sano, fuerte
todavía, soñaba con
escaparse. Condenado,
como muerto en vida, a
compartir el destino de
los leprosos, sabe que,
fuera de la muerte, no
hay
esperanza
de
liberación.
Damián está también
preso del trabajo de
cada día.
Nosotros, pobres
misioneros, no
podemos tener en
esta vida
descanso...
Finalmente preso de las garras de la terrible enfermedad, como Cristo Finalmente se siente
preso de las garras de
clavado al madero de la cruz.
la terrible enfermedad,
La tremenda enfermedad progresa rápida y espantosamente. Amenaza
como Cristo clavado al
dificultarme, o hasta imposibilitarme, la celebración de la santa misa.
madero de la cruz.
Preso material y físicamente, hasta sicológicamente, se siente sin
embargo libre interiormente.
Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. (2 Co 3,17)
3. Damián, libre de toda angustia y temor:
La tremenda
enfermedad
progresa rápida y
espantosamente.
Amenaza
dificultarme, o hasta
122
No hay temor en el amor. (I Jn 4,18)
imposibilitarme, la
celebración de la
santa misa.
Damián, libre de la duda y del error.
material
y
Esclavo y preso por Cristo, pero libre de las cadenas del pecado y de Preso
físicamente,
hasta
los vicios.
sicológicamente,
se
Si guardan siempre mis palabras, serán verdaderamente mis discípulos,
siente sin embargo libre
dice Jesús. Conocerán la verdad y la verdad los hará libres.
interiormente.
Es así como Damián experimenta paz, consuelo y gozo:
Me encuentro muy feliz aquí; y aunque hay mucha pobreza y miseria,
Dios bondadoso se digna darme también consuelos, que yo nunca me
había esperado...
Hay aquí muchas cruces y miserias, sin embargo me considero muy
feliz.
Aunque esta enfermedad sea contagiosa, yo gozo siempre de buena
salud y soy muy feliz en medio de estas infelices criaturas de Dios.
Me encuentro muy
feliz aquí; y aunque
hay mucha pobreza
y miseria, Dios
bondadoso se
digna darme
también consuelos,
que yo nunca me
había esperado...
Día quinto
Damián, intercesor en lo material y en lo espiritual
Novena completa
1. Luego de una dura jornada de labor, cuando la noche había
caído, cuando descansaba el pueblo de los leprosos y dormían los
niños del orfanato, Damián se hallaba solo con Dios. Recorría el
cementerio donde reposaba la mayor parte de su gente, pues más
numerosos eran los muertos que los sobrevivientes.
La misma abreviada
Luego de una dura
jornada
de
labor,
cuando la noche había
caído,
cuando
descansaba el pueblo
de los leprosos y
He tenido más de 200 muertos en un año...
dormían los niños del
orfanato, Damián se
Oraba repasando las actividades del día... A lo lejos las olas hallaba solo con Dios.
centelleaban a la luz de la luna y de las estrellas.
Recorría el cementerio
donde
reposaba
la
Como el cementerio, la iglesia y el presbiterio no forman más que una
mayor parte de su
sola parcela, durante la noche yo soy el guardián de este bonito jardín
de muertos, todos hijos espirituales míos. Encuentro mis delicias
gente,
pues
más
rezando allí el Rosario y meditando sobre la felicidad eterna, de la que
numerosos eran los
ya gozan gran número de ellos…
muertos
que
los
sobrevivientes.
2. Confiaba todos, vivos y muertos, a la misericordia de Dios.
He tenido más de
Suplicaba por la salud física de los que había visitado y atendido
200 muertos en un
durante el día, sobre todo por su salud eterna. Pues sabía que
año...
estamos de paso por este mundo:
Oraba repasando las
actividades del día... A
lejos
las
olas
Sabía mejor que nadie que los leprosos no eran más que peregrinos lo
por las playas de Molokai. Sabía que la morada de ellos no estaba centelleaban a la luz de
ahí. Él mismo se encargaba de orientar sus proyectos, sueños y la luna y de las estrellas.
Confiaba todos, vivos y
esperanzas hacia la patria eterna.
muertos,
a
la
Les muestro la muerte como el fin de sus miserias si quieren
misericordia de Dios.
convertirse. También muchos ven aproximarse su último momento con
Suplicaba por la salud
resignación e incluso algunas veces con alegría. Durante este año he
física de los que había
tenido el consuelo de ver morir, por lo menos, unos cien, con muy
visitado
y
atendido
buenas disposiciones...
No tenemos aquí ciudad permanente. (Hebreos 13,14)
123
3. Imitemos pues a Damián en su papel de intercesor. Pero también,
ahora que está en la gloria de Dios, invoquémosle.
Pues, si a lo largo de su ministerio intercedió por los leprosos, si
solicitó continuamente que se rece por su misión, ¿cómo ahora no
intercederá en nuestro favor?
durante el día, sobre
todo por su salud
eterna. Pues sabía que
estamos de paso por
este mundo:
Te suplico, tanto por mí como por mis pobres ovejas, reza y haz que
recen por nosotros, para que nuestro divino Salvador se digne
encender en nuestros corazones ese fuego que vino a traer a la tierra y
que tanto desea que arda...
No tenemos aquí
ciudad permanente.
Imitemos
pues
a
Damián en su papel de
intercesor.
Pero también, ahora que
está en la gloria de Dios,
Pido oraciones particulares... para la conversión de los pobres leprosos
invoquémosle. Pues, si
y de toda la isla de Molokai.
a lo largo de su
Muchos, desde fuera, contribuyeron material y económicamente a ministerio intercedió por
los adelantos emprendidos por Damián. Pero vale resaltar el aporte los leprosos, si solicitó
de los que colaboraron con sus oraciones. Ellos también continuamente que se
coadyuvaron a la llegada del Reino de Dios a Molokai.
rece por su misión,
¿cómo
ahora
no
intercederá en nuestro
favor?
Recen día y noche por mí, se lo suplico. Pidan pues todos los días en
sus fervientes oraciones la gracia de la perseverancia para mí, que
estoy rodeado por tantos peligros...
Día sexto
Damián, hombre de acción y, sobre todo, de esperanza
Novena completa
La misma abreviada
Molokai,
todo
1. Damián, peón, arquitecto, constructor. En la finca paterna no medía En
el esfuerzo ni la pena. Había aprendido todos los oficios, ahora los quedaba por hacer. A
pesar
de
los
pone en práctica junto a los leprosos válidos.
obstáculos insalvables
No siento vergüenza de convertirme en obrero, albañil o carpintero,
y de los fracasos
cuando se trata de la gloria de Dios. La costumbre, contraída en casa, de
innumerables, Damián
ejercitarme en varios oficios me es aquí de gran utilidad.
emprende, con sus
de
La esperanza del cielo no le quita el empeño de construir un mundo compañeros
cautividad,
la
mejor, pues sabe que el cielo se edifica primero en la tierra; que, si
bien es un don de Dios, será el reflejo de nuestros esfuerzos aquí acometida del agua, el
la
abajo. La esperanza futura no es para él un opio que adormece sino alcantarillado,
construcción
de
casas.
un estímulo para anticipar, en el presente, el mundo de mañana, para
Hasta
busca
la
plasmar desde ya el paraíso en el infierno de Molokai.
curación física de la
tremenda
Si la necesidad lo requiere, sé quitarme la sotana para ponerme a
enfermedad…
trabajar.
Solo la esperanza,
Aunque tiene conciencia de la prioridad del anuncio del reino de Dios,
puesta en Dios, le
emprende, con sus compañeros de cautividad, la acometida del agua,
permitió vivir y luchar
el alcantarillado, la construcción de casas.
sin desalentarse. Solo
Felices los misioneros que no tienen que ocuparse más que del
ella nos dará la
ministerio. Aquí tenemos también que ocuparnos de lo material... ¿Cómo
energía para seguir
llegar a tantas necesidades? ¿Dónde voy a encontrar el dinero? Me
emprendiendo cuando
abandono siempre a la divina Providencia...
el resultado no esté a
la vista, cuando se
2. Hasta busca la curación física de la tremenda enfermedad. Toma
pierda la cosecha,
contactos, intercambia con especialistas, experimenta tratamientos,
cuando la pesca esté
todo en vano pues la ciencia no estaba aún con la capacidad de
124
resolver este reto; la causa de la enfermedad fue descubierta cuando infructuosa.
pisó por la primera vez Molokai; y los primeros remedios más de medio Tres son las virtudes
sobrenaturales
que
siglo después de su muerte.
Dios proporciona al
Es la esperanza del cielo, la que le permitió vivir y luchar sin creyente: en Molokai
desalentarse. Solo ella nos dará la energía para seguir emprendiendo la primera y la tercera
cuando el resultado no esté a la vista, cuando se pierda la cosecha, - la fe y la caridad - no
cuando la pesca esté infructuosa. El ejemplo de Damián nos invita a bastaban; la segunda,
esperanza,
era
seguir esperando a pesar de los fracasos, porque sabemos que Dios la
Pues
va recogiendo nuestros esfuerzos, aunque fueran pocos y vanos, para indispensable.
construir con ellos la morada venidera. Como el albañil junta los quien no espera se
ladrillos y los bloques para levantar la pared, Dios va recolectando deprime y abandona la
nuestras obras buenas, hechas con amor, solidaridad y justicia, para lucha. O se agita en
vano. O bien usa los
modelar con ellas la tierra nueva y el cielo nuevo.
medios más indignos,
3. Los esfuerzos de Damián, para ofrecer a los leprosos una morada como por ejemplo la
más digna en la penitenciaría de Molokai, fueron como las primicias violencia, para
del reino de Dios que está aún por venir. Atendamos pues lo que conquistar sus metas.
Al
contrario
quien
escribía a sus familiares:
espera la ayuda de
La esperanza de encontrar muy pronto en la gloria a nuestra abuela y a
Dios aquí y ahora,
nuestra hermana, y a otros tantos fieles amigos que nos han marcado el
quien
espera
camino, me anima en mis abatimientos, me da fuerza en mis trabajos y
me hace suspirar a cada instante por el momento en el que mi alma,
confiadamente
la
separada del cuerpo, podrá ir a reunirse con los coros de los santos...
plenitud
del
cumplimiento de sus
Tres son las virtudes sobrenaturales que Dios proporciona al creyente: sueños en el mundo
en Molokai la primera y la tercera - la fe y la caridad - no bastaban; la venidero,
no
se
segunda, la esperanza, era indispensable. Pues quien no espera se desalienta sino que
deprime y abandona la lucha.
lucha
sin
tregua
O se agita en vano. O bien usa los medios más indignos, como por porque sabe que no
ejemplo la violencia, para conquistar sus metas. Al contrario quien está solo y que el
espera la ayuda de Dios aquí y ahora, quien espera confiadamente la triunfo está al final del
plenitud del cumplimiento de sus sueños en el mundo venidero, no se camino.
desalienta ni se desanima sino que lucha sin tregua porque sabe que
no está solo y que el triunfo está al final del camino.
Día séptimo
Damián, el milagro del amor
Novena completa
1. Cuando limpiaba las carnes en descomposición de las llagas de
leprosos, Damián soñaba quizás con que Dios le diera el don
sanación física, pero en vano... Buscó tratamientos eficaces, pero
resultado...
Damián se hizo también sepulturero. Creó el cementerio, organizó
funerales, pues antes los cadáveres de los leprosos yacían donde
hallaba la muerte. Pero no recibió de Dios el poder de resucitar
muertos....
La misma abreviada
los En Molokai no hubo
de sanaciones
ni
sin milagros... Pero se
dio un portento más
los grande: el prodigio
los del amor de Dios
los manifestado
en
Damián.
Pero logró algo más. Si no pudo sanar los cuerpos, purificó las almas. Si
no pudo evitar la muerte de los leprosos, la convirtió en una fiesta. La
música del órgano acompañaba su despedida en la iglesia, y la de la
banda el recorrido hasta el cementerio.
Jesús, con su divino Amor, consoló a los leprosos. Si yo no puedo curarlos
Heme aquí, en
medio de mis
queridos
leprosos. Son
muy horribles a
la vista, pero
tienen un alma
125
como él, al menos puedo consolarlos. Por el santo ministerio, que por su
bondad él me ha confiado, espero que muchos de entre ellos, purificados
de la lepra del alma, vayan a presentarse delante de su tribunal en estado
de entrar en la sociedad de los bienaventurados.
redimida con el
precio de la
sangre preciosa
de nuestro
divino Salvador.
2. En Molokai no hubo sanaciones ni milagros... Pero se dio un portento
Vivió
enteramente
más grande: el prodigio del amor de Dios manifestado en Damián.
para los demás, sin
Heme aquí, en medio de mis queridos leprosos. Son muy horribles a la
complicaciones, sin
vista, pero tienen un alma redimida con el precio de la sangre preciosa de
ostentación,
sin
nuestro divino Salvador.
recuperaciones, sin
cálculos, sin interés.
Vivió enteramente para los demás, sin complicaciones, sin ostentación,
Daba y no pedía
sin recuperaciones, sin cálculos, sin interés. Daba y no pedía nada a
nada a cambio. Para
cambio. Para él, servir valía más que la salud, más que la vida.
él, servir valía más
que la salud, más
No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos.
que la vida.
3. Es así como, en Molokai, en este cementerio de muertos en vida, se
hizo realidad la visión del profeta Ezequiel: la de un valle sembrado de
huesos que, bajo el aliento del Espíritu, se levantan para formar una
muchedumbre inmensa. En Molokai se cumplió la promesa de Dios al
profeta:
Infundiré mi Espíritu en ustedes y volverán a vivir.
En medio de la dolorosa cruz de la lepra, surgió el reino de Dios: un
reino de paz y gozo, de fraternidad, solidaridad y esperanza. En este
peñón rocoso, refugio de los más miserables de los hombres, se cumplió
la petición del Padre Nuestro:
Venga a nosotros tu reino.
Jesús sació el hambre del pueblo con panes y peces, pero su don más
grande no fue el alimento físico sino el pan de vida.
Tomen y coman. Esto es mi cuerpo.
Si bien debemos buscar el progreso material, los valores del espíritu
serán siempre prioritarios. Si bien Damián no pudo satisfacer todas las
necesidades materiales de los leprosos, particularmente su curación
física, logró ser, en su humilde rango de discípulo, pan de vida para los
excluidos y ofrenda viva para los necesitados.
No hay amor
más grande que
éste: dar la vida
por sus amigos.
Si bien debemos
buscar el progreso
material, los valores
del espíritu serán
siempre prioritarios.
Si bien Damián no
pudo
satisfacer
todas
las
necesidades
materiales de los
leprosos,
particularmente
su
curación física, logró
ser, en su humilde
rango de discípulo,
pan de vida para los
excluidos y ofrenda
viva
para
los
necesitados.
Día octavo
Primero Dios
Novena completa
La misma abreviada
1. Damián es hombre de Dios, lo pone en el primer lugar de su Damián es hombre de Dios,
vida.
lo pone en el primer lugar
de su vida.
Lo que pido es el valor de cumplir en todo, por doquier y siempre,
su santa voluntad; en ello está toda nuestra vida.
Esta prioridad de Dios en su vida lo llevó a hacer el sacrificio de
su propia familia para ir a servir a otros.
El día de nuestra separación - escribe a sus padres -, cuando nos
despedimos por última vez en esta tierra, fue muy penoso para mí.
Lo que pido es el valor
de cumplir en todo, por
doquier y siempre, su
santa voluntad; en ello
está toda nuestra vida.
126
Jamás olvidaré lo que ocurrió en mi corazón, cuando los apretaba
entre mis brazos por última vez. El sacrificio sin duda era grande,
tanto por vuestra parte como por la mía.
Esta prioridad de Dios en su
vida lo llevó a hacer el
Pero, como lo hicimos únicamente para la mayor gloria de Dios y la
sacrificio de su propia
salvación quizás de un gran número de almas sumergidas en la
familia para ir a servir a
impiedad, ¡sintámonos felices!
otros.
Esta misma prioridad lo
2. Esta prioridad de Dios lo llevó también, siendo aún joven y llevó también, siendo aún
sano, a tomar la decisión de ir a servir a los leprosos de Molokai. joven y sano, a tomar la
decisión de ir a servir a los
Durante la bonita fiesta de Wailuku, el señor Obispo nos manifestó
su deseo de que alguno de nosotros fuese a visitar la isla de
leprosos de Molokai:
Molokai.
Entonces yo vi claramente la realización del proyecto de la
Providencia. Este lugar tenía absolutamente necesidad de un
sacerdote, pero esto no era cosa fácil. Toda comunicación estaba
absolutamente prohibida, a no ser que uno se encerrara con ellos.
Habiendo yo estado bajo el paño mortuorio el día de mis votos, creí
que era un deber ofrecerme...
Es en esta ocasión cuando Damián pronunció esta frase
definitiva, la misma que tuvo que actualizar día a día durante 16
años:
Aquí estoy pronto para sepultarme vivo con esos pobres
infortunados.
3. Pero sigamos escuchando su relato:
El sábado siguiente, en lugar de volver a Kohala, el barco me dejó
en la leprosería con unos 50 leprosos que los soldados habían
recogido en la isla de Hawai. El Obispo me acompañó, pero según
su intención, esto no era más que por dos o tres semanas. Una
petición de no sé cuántos leprosos, pidiendo que me dejara
definitivamente con ellos, le determinaron a dejarme definitivamente
en Molokai.
Aquí estoy pronto para
sepultarme vivo con
esos pobres
infortunados.
Al renunciar, con esta
decisión, a su libertad,
bienestar y salud, lo mismo
como a una esperanza de
larga vida, Damián afirmaba
su adhesión a valores
superiores: que el encierro,
la enfermedad y hasta la
muerte por amor a Dios y al
prójimo, valen más que los
bienes
pasajeros.
Hay
mayor riqueza y libertad en
servir a Dios y los demás
que en la posesión de los
bienes de este mundo. No
se trata por supuesto de
negar la búsqueda del
progreso material ni de la
realización personal, pues
la palabra de Dios nos
habla de desarrollo y
crecimiento:
Al renunciar, con esta decisión, a su libertad, bienestar y salud, lo
mismo como a una esperanza de larga vida, Damián afirmaba su
adhesión a valores superiores: que el encierro, la enfermedad y
hasta la muerte por amor a Dios y al prójimo, valen más que los
Crezcan, multiplíquense,
bienes pasajeros. Hay mayor riqueza y libertad en servir a Dios y
llenen la tierra y
los demás que en la posesión de los bienes de este mundo. No
sométanla.
se trata por supuesto de negar la búsqueda del progreso material
ni de la realización personal, pues la palabra de Dios nos habla
Y Damián lo demostró con
de desarrollo y crecimiento:
su labor para dotar a los
leprosos de condiciones
Crezcan, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla.
dignas de vida. Se trata de
Y Damián lo demostró con su labor para dotar a los leprosos de afirmar que los bienes
condiciones dignas de vida. Se trata de afirmar que los bienes mundanos son solo medios,
mundanos son solo medios, no son el fin ni el secreto de una vida no son el fin ni el secreto de
llena. El gozo, el amor y la paz se alcanzan a través de la entrega una vida llena. El gozo, el
amor y la paz se alcanzan a
total de sí mismo.
través de la entrega total de
En cuanto a mí, desearía permanecer desconocido en la leprosería
sí mismo.
de Kalawao, donde me siento feliz y contento en medio de mis
numerosos hijos enfermos.
127
Día noveno
Damián, compañero y guía, hermano y padre
Novena completa
1. Damián, hermano solidario.
Aunque no soy todavía leproso, me hago sin embargo leproso
con los leprosos. Cuando predico, empleo la expresión:
“Nosotros los leprosos”.
La misma abreviada
Damián es hermano solidario:
Aunque no soy todavía
leproso, me hago sin
embargo leproso con los
leprosos. Cuando predico,
empleo la expresión:
“Nosotros los leprosos”.
Damián, compañero cercano.
No se conforma con apoyar de lejos, a distancia, con buenas
palabras. Comparte el trabajo, el convivir diario, la
es
compañero
conversación de los leprosos. Hasta su comida, cuando le Damián
cercano:
invitan a sus humildes moradas. Echa la mano a la olla
No se conforma con apoyar de
familiar junto a las manos, hechas llagas, de sus huéspedes.
lejos, a distancia, con buenas
Más aún, comparte finalmente la enfermedad de los que ha palabras. Comparte el trabajo,
convivir
diario,
la
escogido como su familia. Nueve años después de su llegada el
conversación
de
los
leprosos.
a la isla, contrae la lepra. Ya puede hacerse más oficialmente
el portavoz de los leprosos. Asume así su lamentable destino: Hasta su comida, cuando le
a
sus
humildes
sufrimiento, impotencia hasta el desánimo, depresión hasta el invitan
moradas.
Echa
la
mano
a la
asco de sí mismo, muerte rápida.
olla familiar junto a las manos,
llagas,
de
sus
2.
Pero Damián no fue solo compañero de camino. hechas
Acompañante sí, pero también guía y pastor. No se conforma huéspedes.
Pero Damián no fue solo
con compartir, organiza, motiva, conduce.
de
camino.
Frente a las autoridades que entregan las ayudas a cuenta- compañero
gotas y a regañadientes, que tratan de tapar la miseria de Acompañante sí, pero también
Molokai a los ojos del mundo, Damián se hace el abogado de guía y pastor. No se conforma
compartir:
organiza,
sus ovejas, con el riesgo de quedar mal, de ser criticado y a con
veces despreciado. Denuncia sin tregua la parcimonia y la motiva, conduce.
Frente a las autoridades que
tacañería de la administración.
No solo denuncia sino que suscita iniciativas y compromisos: entregan las ayudas a cuentacompañeros de su Congregación se juntan a él, médicos se gotas y a regañadientes,
turnan, ayudas materiales llegan de todo el mundo, finalmente Damián se hace el abogado de
sus ovejas, con el riesgo de
se instalan religiosas...
quedar mal, de ser criticado y a
3. Como buen pastor, se enfrenta al lobo que se oculta en el veces despreciado.
mismo rebaño. Crea orfanatos para recoger a niños y niñas No solo denuncia sino que
iniciativas
y
que eran explotados y violados. Así se vuelve también suscita
compromisos: compañeros de
padre...
su Congregación se juntan a él,
Soltero y célibe, Damián tuvo en Molokai una familia médicos se turnan, ayudas
materiales llegan de todo el
innumerable.
mundo, finalmente se instalan
Me siento muy feliz en medio de mis cristianos, a los que llamo
religiosas...
mis hermanos.
Como buen pastor, se enfrenta
al lobo que se oculta en el
Tuvo a una multitud de hermanos, hermanas, hijos e hijas, mismo rebaño. Crea orfanatos
cumpliéndose lo que promete Jesús.
para recoger a niños y niñas
Ninguno que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre,
que eran explotados y violados.
padre, hijos o campos por amor a mí y por la buena nueva
Sigamos a Damián. Con él,
quedará sin recompensa, pues recibirá cien veces más en la
aprenderemos a seguir a
presente vida en casas, hermanos, hermanas, hijos o campos y
Jesús, el único y verdadero
después la vida eterna.
buen pastor.
128
ORACION o ADORACION con la FORMULA DE
CANONIZACION
Monición
Para participar con provecho de la gran fiesta de la canonización de Damián, vamos a meditar la
fórmula que usa el Papa para su glorificación:
•
•
•
•
En honor de la Santísima Trinidad,
para exaltación de la fe católica e incremento de la vida cristiana,
con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y la nuestra,
después de haber reflexionado profundamente e invocado muchas veces la ayuda divina y oído el
parecer de muchos hermanos nuestros en el episcopado,
• declaramos y definimos Santo al beato Damián de Veuster y lo inscribimos en la lista de los
santos
• y establecemos que en toda la Iglesia sea devotamente honrado entre los santos.
Oración
Dios mío, porque eres verdad infalible,
creo firmemente, como San Damián,
el apóstol de los leprosos,
todo aquello que has revelado
y la santa Iglesia nos propone para creer.
Conforme a esta fe quiero vivir siempre.
¡Señor, aumenta mi fe!
Dios mío, como San Damián, el apóstol de los leprosos,
espero de tu bondad, por tus promesas y por los méritos de Jesucristo, nuestro salvador,
la vida eterna y la gracia necesaria para merecerla
con las buenas obras que quiero y debo hacer.
¡Señor, que pueda gozar de ti para siempre!
Dios mío, como San Damián, el apóstol de los leprosos,
te amo con todo el corazón y sobre todas las cosas,
porque eres infinitamente bueno y nuestra eterna felicidad.
Y por amor a ti, como Damián, el mártir de la caridad,
amo a mi prójimo como a mí mismo, y perdono las ofensas recibidas.
¡Señor, haz que te ame cada vez más!
Canto
1) En la fórmula de canonización, el Papa dice: “En honor de la
Santísima Trinidad…”
Explicación
Dios no envidia la gloria de sus santos. Al contrario la santidad de sus hijos es para él el mayor de
sus orgullos.
Para él, crear el mundo, con todo su orden, belleza y potencialidades, es poca cosa al lado de la
“misión imposible” de santificarnos. ¿Cómo en efecto purificarnos, a nosotros que somos amantes
del pecado, sin usar nunca su fuerza, sin nunca violentar nuestra libertad? ¿Cómo en efecto
halarnos hasta él, elevarnos y santificarnos sin nunca dejar de respetar nuestro libre albedrío? Es un
desafío sin salida pero:
Para Dios, nada es imposible. (Lucas 1, 37)
129
Se trata de una obra tan extrema, de un reto tan grande que el Hijo hasta tuvo que perder la vida en
esta lucha. Y luego continuamente, segundo a segundo, mediante su espíritu, Dios va moviendo a
cada uno, uno por uno, a recapacitar y cambiar. Es una obra gigantesca y Dios, con razón, se siente
orgulloso cuando logra santificar siquiera a uno solo:
Hay más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte… (Lucas 15, 7)
Sí, en verdad, la mayor gloria de Dios es la santificación de sus hijos…
Canto
Oración
Padre bueno, comunicaste a San Damián de Veuster el mismo amor que habitaba en el Corazón de
Jesús, proporcionándole el don de una caridad heroica en el cuidado de los leprosos.
Concédenos, Señor, junto con el horror al pecado y el deseo ardiente de la gloria del cielo, aquella
caridad ardiente y compasiva que hiciste resplandecer en él. Concédenos servir con un amor
semejante, especialmente a los enfermos y abandonados.
Silencio
2) Luego el Papa añade: “para exaltación de la fe católica…”
Explicación
Hay muchos héroes y genios en el mundo, los que merecen nuestra estima. También ellos son
expresión de la grandeza de Dios, origen de todo bien, fuente de la fuerza y la valentía, fuente de
toda razón e inteligencia.
Pero los santos destacan entre todos porque lucen por algo que, en Dios, es más central que el
poder, más esencial que la inteligencia: ¡el amor!
Un amor tan excepcional que solo se puede explicar por la intervención directa e inmediata del
mismo Dios.
De ese modo la santidad de los santos pone en evidencia la presencia poderosa de Dios en el seno
de la Iglesia.
Canto
Oración
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
Donde hay odio, ponga yo amor;
donde hay ofensa, ponga yo perdón;
donde hay discordia, ponga yo unión;
donde hay error, ponga yo verdad;
donde hay duda, ponga yo la fe;
donde hay desesperación, ponga yo la esperanza;
donde hay tinieblas, ponga yo la luz;
donde hay tristeza, ponga yo alegría.
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
Oh divino maestro, haz que no busque tanto:
ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando, se recibe;
perdonando, se es perdonado;
olvidándose de sí, uno se encuentra;
muriendo, se resucita a la vida eterna.
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor.
130
Silencio
3) La parte central de la fórmula usada por el Papa dice a continuación: ”Con la autoridad
de nuestro Señor Jesucristo, de los santos apóstoles Pedro y Pablo y
la nuestra… declaramos y definimos Santo al beato Damián y lo
inscribimos en la lista de los santos…”
Explicación
Formamos un solo Cuerpo con Jesús, somos miembros de su Cuerpo. En esta comparación, él es
propiamente la Cabeza.
Pero Jesús no es celoso de su poder, de la salvación que nos ha alcanzado. Todo lo contrario, quiere
hacernos protagonistas en la distribución de esa salvación. Nos hace colaboradores suyos, nos
confía su gracia. Es así como confía a sus apóstoles el tesoro de la salvación.
Lo que aten en la tierra será atado en el cielo… (Mateo 18, 18)
Cuando la Iglesia, inspirada por el Espíritu, proclama oficialmente la santidad de uno de sus hijos,
Dios mismo, en el cielo, ratifica su decisión. La Iglesia evidentemente no abusa de ese poder, usa de
él con prudencia. Se da el tiempo del estudio y de la reflexión. El proceso dura décadas, a veces
siglos.
Canto
Oración
Oh Jesucristo, salvador nuestro, que dijiste:
Cualquier servicio que presten a un necesitado es como si me lo hicieran a mí,
dígnate volver tus ojos bondadosos hacia tu siervo, San Damián. Acuérdate cómo, renunciando a
todas las comodidades, se ofreció generosamente para servir a los leprosos de Molokai,
sepultándose con ellos en vida.
Recuerda cómo se consagró por completo a curar sus heridas,
dándote a conocer y llevándoles tu consuelo,
haciendo que te amaran con todo el corazón.
Recuerda por fin cómo, víctima de un celo ardiente,
experimentó en su propia carne el mal, en aquel entonces incurable, de la lepra.
Por el corazón de tu Madre inmaculada, te rogamos, oh buen Jesús,
concedas a tu heroico apóstol todo cuanto él te pida ahora por nosotros en el cielo:
- consuelo para los que lloran y fuerza para los que sufren;
- curación para los enfermos y alimento para los que padecen hambre;
- liberación para los perseguidos y encarcelados, la vuelta a su casa para los emigrantes, la
salvación para los moribundos.
- a los que aún no creen en ti, la gracia de llegar al conocimiento pleno de la verdad.
Oh Jesús, escucha compasivo los ruegos de Damián.
Silencio
4) Termina el Papa diciendo: “Establecemos que en toda la Iglesia
sea devotamente honrado entre los santos…”
Explicación
Proclamado santo, Damián ahora debe ser venerado e imitado. No es que ahora podamos
considerarlo o no como un modelo. Se vuelve verdaderamente un ejemplo que tenemos el deber de
seguir. Se convierte en otro Evangelio, un quinto, no de papel y tinta, sino de carne y sangre…Desde
ahora en adelante, tenemos el deber de intentar imitar su amor extremo…
131
Canto
Oración
Miro tus manos, Damián.
Son manos gastadas, hinchadas y torpes ya. Así son al final...
Pues se fueron gastando en tantas cosas hechas por ellas...
Fueron trabajo y obra.
Poco a poco, al impulso de tu corazón grande,
fueron transformando ese lugar destrozado de Molokai en algo lindo: en esperanza.
Fueron transformando tantos corazones en vivencias del Reino.
Con tus manos enfermas, Damián, en la eucaristía, ofrecías Cristo al Padre,
Cristo con sus manos traspasadas, clavadas.
Tus manos, Damián, imitando esas manos de Cristo,
estuvieron abiertas a la acogida, al perdón y al amor.
Pero, cuando meditabas el Evangelio, veías cómo Cristo, con sus manos, curaba a los enfermos y
hacía tantos milagros.
¡Cuánto hubieras dado por tener ese mismo don de sanar a los leprosos!
No le envidies a Cristo ese poder, Damián,
pues es todo tu ser, es toda tu vida que fue un milagro.
Tu decisión y entrega a los pobres leprosos fue el gran milagro que nos dejaste.
Gracias, Damián, no hallaste curación para las lepras físicas, pero nos dejaste algo mejor: el ejemplo
de un amor que transfigura los males de este mundo.
Silencio
TESTIMONIO
(milagro aprobado para la canonización)
¿Qué es “testimoniar”?
Testimoniar en clave cristiana no es hablar de sí, sino de lo que Dios hace en mí. No se trata de
ensalzarse a sí mismo sino de exaltar su acción misericordiosa en mi vida y en la de los demás.
Es proclamar que él actúa en nuestras vidas, que interviene, es confesar que lo hace con poder
y misericordia.
¿No es acaso el testimonio el medio más eficaz de evangelización?
Lectura
A partir del testimonio de Audrey Toguchi
MILAGRO RECONOCIDO PARA LA CANONIZACIÓN DEL BEATO DAMIAN
En 1996, Isla Oahu, Hawai, la Señora Audrey Toguchi, de 69 años, madre de familia, limpiando
el piso de casa se resbaló cayéndose al piso. Le quedó un hematoma, el médico no dio mayor
importancia al hecho diciéndole que con el tiempo la tumefacción desaparecería.
El año siguiente, 1997, la tumefacción no solamente no había desaparecido sino que había
crecido. Otro médico que la examinó le dio un diagnóstico sin esperanza: “Usted tiene un
liposarcoma en el muslo izquierdo; es un cáncer maligno que no se puede curar; la matará”.
Para tener más conocimiento y seguridad sobre la enfermedad le fueron hechas varias biopsias
e intervenciones quirúrgicas sacándole partes de las masas infectadas; otras veces le fue
extraído líquido sueroso. Las heridas se infectaron y hubo presencia de necrosis. En una visita
de control en el septiembre de 1998, las radiografías revelaron que las masas cancerosas
habían también atacado los pulmones. La biopsia confirmó la metástasis y como consecuencia
dieron a la enferma al máximo tres mese de vida. Además le dijeron que una cirugía solamente
le procuraría más sufrimientos inútiles; la quimioterapia no le sería de ninguna ayuda.
132
Mientras tanto, desde enero 1998, Audrey, junto a sus familiares, amigos y conocidos, había
empezado una cadena de oraciones al Beato Damián. A lo largo del tiempo en el cual estuvo
enferma, fue a rezar sobre la tumba del Beato Damián a Kalawao. Para ella Damián es alguien
de familia: en efecto algunos de sus familiares fueron enfermos de lepra y fueron confinados a
Molokai.
Ella testimonia: “Yo he orado al Beato Damián. El fue el hombre central en mis oraciones: desde
el 1 de mayo 1997 hasta el 19 de enero 2004 mis oraciones fueron dirigidas a Dios
exclusivamente por medio del P. Damián. Estoy convencida que esta milagrosa desaparición del
cáncer se debe a su intercesión”.
El 2 de noviembre de 1998, los exámenes médicos demostraron que el cáncer había desminuido
y en diciembre aún más. El 14 de mayo de 1999, lo rayos X revelaron una completa regresión de
la metástasis sin uso de ninguna terapia: regresión quiere decir desaparición del cáncer al 100%.
Audrey está sanada del terrible “Liposarcoma pleomórfico metastatizado”.
El 18 de octubre 2007, los Peritos Médicos de la Congregación de los Santos han examinado los
documentos médicos; han compartido sus opiniones y juntos han llegado a la conclusión que
hay certeza moral que la “sanación” no es solo excepcional sino “extranatural”.
Luego la Comisión de Teólogos determinó que esta curación es un verdadero milagro, obra de
Dios, alcanzada por la intercesión de Damián.
En grupos pequeños: Diálogo
Entregar copia de las preguntas que siguen:
1. Audrey, la “miraculada”, vive en la isla de Oahu, Hawai. Con este milagro, aceptado para la
canonización, Damián privilegia a Hawai, su patria de adopción.
• ¿Por qué? ¿Por qué no dio la preferencia a su patria de nacimiento?
2. Damián, desde el cielo, manifiesta su poder de intercesión ante Dios, al curar la enfermedad.
Sin embargo en vida, el milagro más patente, que operó en Molokai, consistió en devolver la paz
y procurar la esperanza en medio de la tremenda enfermedad. Mediante el poder del amor, logró
colmar de gozo los corazones aunque sin sanar los cuerpos. Logró humanizar la leprosería. No
le tocó anunciar la salud y la prosperidad, no le tocó proclamar la curación y la riqueza. Le tocó
testimoniar del gozo, del amor y de la paz que Cristo puede comunicar al corazón aunque el
resto del cuerpo esté en proceso de descomposición.
• ¿Cuál es el más grande de los milagros, la sanación de Audrey o la conversión del infierno de
Molokai en antesala del cielo? ¿Cuál milagro está más a nuestro alcance, el de la sanación
física, o la transformación de la familia y de la sociedad en “Reino de Dios”?
3. Damián es oficialmente santo. Lo tenemos que imitar…
¿También tenemos el derecho de invocarlo pidiéndole que interceda por nosotros? ¿Has pedido
a Dios por su intercesión?
4. Audrey siente a Damián como a alguien de su familia. Dios nos invita a establecer relaciones
entre la tierra y el cielo, una relación confiada con los santos del cielo, es la llamada “comunión
de los santos”.
• ¿Tienes a amigos, entre los santos del cielo? ¿Sientes a Damián como a un amigo, a un
hermano, a un padre?
5. Para una canonización, se necesitan entre otras cosas, una doble garantía o certificación. La
del pueblo cristiano de a pie, a la base, que expresa su devoción, en este caso al padre Damián;
por otra parte, la garantía divina que certifica la santidad, en este caso de Damián, con un
milagro patente.
133
• ¿Qué opinas de ello?
6. ¿Qué podemos hacer para fomentar la devoción a san Damián?
7. Audrey no ocultó la experiencia de Dios en su vida, no calló la intercesión de Damián en su
favor.
• ¿Puedes testimoniar de algún favor obtenido a través de él?
• ¿Podemos dar testimonio de favores que Dios nos ha hecho a nosotros o a miembros de la
familia, con o sin la intercesión de algún santo?
•
•
En plenario, en la capilla
Algunos dan testimonio de favores que Dios les ha hecho (aunque no sea por intercesión de
Damián)…
Oración personal
Canonización (11 de octubre)
Celebración de la canonización a nivel local (antes del 11) y nacional (después del 11).
• Espectáculo (teatro, otro número, canciones, etc.)
• Vigilia
• Misa solemne
• Banquete...
CANONIZACION
(domingo 11 de octubre)
RITO PARA LA CELEBRACION
DE LA CANONIZACION A NIVEL LOCAL (o nacional)
DENTRO O FUERA DE LA MISA
(Cf. La mayor parte de los textos son sacados de la “Carta de los Superiores Generales con ocasión
de la canonización del Beato Damián De Veuster”, Roma, 10 de mayo de 2009)
Monición inicial
Damián de Veuster ya es oficialmente santo…
Conviene alegrarnos, con una alegría que hunde sus raíces en la victoria del Resucitado sobre el
mal, el dolor y la muerte. Damián se ha unido a su Señor en su entrega. Como él, ha amado hasta el
extremo, y ahora brilla con la luz de los justos en el banquete del Reino.
Damián es un hermano universal, modelo de humanidad. Es apóstol de los leprosos, héroe de la
caridad, inspiración para todo ser humano que sienta la llamada a servir a los excluidos y olvidados.
Es gloria de la Iglesia entera.
Queridos hermanos y hermanas, alegrémonos por su canonización. Demos gracias a Dios y
compartamos nuestra alegría con las personas que nos rodean. Es la alegría de la Iglesia entera; y la
alegría de una humanidad sedienta de bondad, de compasión y de justicia. Damián, como Jesús,
pasó por la vida haciendo el bien. Pidámosle que ése sea también nuestro camino de santidad.
Canto
134
1. La glorificación de Damián, motivo de orgullo para Dios
Signo: una imagen de Damián
Centrarse en una Imagen de Damián, usando cualquiera de los ritos que siguen:
•
bien se devela solemnemente su Imagen.
Mientras el coro canta o se toca música instrumental, se procede a develar lenta y dignamente la
imagen…
•
o bien se la trae en procesión en ese momento…
Comentario
La canonización no es un acto de exaltación de un héroe o la mera ilustración de una serie de
valores o de una ideología. Es ante todo un acto de alabanza al Dios de amor y de misericordia que,
aunque oculto entre las miserias de la historia humana, derrama su compasión sobre nosotros al
trasformar con su Espíritu la existencia de los santos.
Dios es quien ha moldeado a Damián. Los santos son reflejos de su gloria. Alabamos a Dios en san
Damián que es su hijo, la obra de sus manos, don suyo a la Iglesia y al mundo.
Sí, antes de exaltar a Damián, alabemos a Dios que es capaz de santificar a los humanos.
Canto
2. Damián, modelo para cada cristiano y para la Iglesia
universal
Signo: un afiche con su respectivo mensaje
Colocar un rótulo, un afiche o una cinta que diga:
DESDE EL MOMENTO EN QUE DAMIÁN HA SIDO DECLARADO OFICIALMENTE SANTO, TENEMOS EL DEBER DE
IMITAR SU AMOR EXTREMO.
Comentario
En la canonización, la Iglesia honra a Damián, esto es, reconoce pública y oficialmente el valor
excepcional de su existencia y de su obra. Desde ahora en adelante, no solo podemos imitarlo sino
que lo debemos hacer. Su excelso ejemplo es ahora presentado a nuestra imitación.
La canonización viene a disipar cualquier duda y a proclamar la verdad profunda de su existencia:
Damián es de Dios, sus opciones y sus acciones complacen a Dios y le manifiestan. Ya se ha vuelto
un modelo a imitar.
Ya es tiempo de comprender, a su luz, que no es lo mismo abandonar a las personas en su miseria
que servir a los excluidos. No es lo mismo centrarse en la búsqueda del propio bienestar que
sacrificarse por la felicidad de los demás. No es lo mismo ignorar a los pobres y vivir bien que amar a
los que sufren y correr su suerte. No es lo mismo alejarse de los desdichados por miedo a
contaminarse que tocar y abrazar al leproso. No es lo mismo desinteresarse de Dios que buscarlo
con humildad y perseverancia. No es lo mismo preservar la propia vida que entregarla por amor.
Honrar a Damián es admitir clara y rotundamente que su camino es el acertado, que lo que él hizo es
lo que está bien, que su compasión efectiva y tozuda es lo que Dios quiere. Honrar a Damián es
admitir que ya no podemos esperar más tiempo y que ya debemos imitarlo.
Canto
135
3. Damián, canonizado, es como un hermano mayor que
nos interpela
Signo: la aureola
Coronación de la Imagen
• Un grupo va trayendo en procesión el signo de la glorificación de Damián: una aureola…
• Colocación de la aureola…
Comentario
Damián canonizado, coronado, nos llama a seguir su camino. Dejemos que el fuego del amor de
Dios que ardía en su corazón, se prenda también en los nuestros. Un amor fuerte como la muerte, un
incendio que ni las aguas torrenciales pueden apagar. El es nuestro hermano mayor, nuestro guía y
modelo. Dejemos que nos interpele.
¿Qué nos dice Damián hoy? ¿Qué interpelación nos dirige? ¿Qué pensará de la consistencia de
nuestra fe, de la generosidad de nuestra entrega, de nuestro amor a los pobres, de la solidez de
nuestro compromiso? Una vida como la suya nos está acusando silenciosamente de ser cómodos y
egoístas.
Ahora glorificado, debe ser ante todo un revulsivo que nos haga despertar de nuestras tibiezas y
entusiasmarnos renovadamente con la vocación a la que somos llamados. Ojalá nos ayude a ser
mejores.
Canto
4. Desfilé (si parece oportuno)
Ahora vamos a desfilar uno por uno delante de la imagen de Damián. A la vez que le manifestemos
nuestro respeto y cariño y pidamos su intercesión, le prometeremos vivir como él.
Antes vamos a repetir tres veces la salve al Beato Damián:
Bendito eres, Damián, que amaste a los leprosos hasta el sacrificio de tu vida.
• Bienaventurado Damián, sigue invitando, al canto y a la esperanza, a todos los sufridos de la
tierra.
Mientras los presentes van desfilando, el coro canta o se toca música instrumental…
5. Final
Bendición
(Si preside un sacerdote)
Dios Padre, que, a través del testimonio de Damián, manifiesta la fuerza de su amor que se desposa
con la miseria de la humanidad, les dé de servir como el sirvió.
Dios Hijo que vino para servir y dar su vida por muchos y llamó a Damián a morir al servicio de los
leprosos, les fortalezca con el pan de vida en la eucaristía.
Dios Espíritu Santo que llevó a Damián a compartir toda su existencia hasta morir leproso, les
contagie con el ardor del amor del Corazón de Jesús.
La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
(Si el que preside no es sacerdote)
Dios Padre, que, a través del testimonio de Damián, manifiesta la fuerza de su amor que se desposa
con la miseria de la humanidad, nos dé servir como el sirvió.
Dios Hijo que vino para servir y dar su vida por muchos y llamó a Damián a morir al servicio de los
leprosos, nos fortalezca con el pan de vida en la eucaristía.
136
Dios Espíritu Santo que llevó a Damián a compartir toda su existencia hasta morir leproso, nos
contagie con el ardor del amor del Corazón de Jesús.
(Concluye persignándose y todos con él)
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Saludo de paz (si fuera oportuno)
(Si preside un sacerdote)
La paz del Señor esté con ustedes. En unión con Damián, dense fraternalmente la paz.
(Si el que preside no es sacerdote)
La paz del Señor esté con nosotros. En unión con Damián, démonos fraternalmente la paz.
MES DE LAS MISIONES
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 4
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
TEXTO 1
(“El P. Damián, misionero sscc”, P. Patrick Bradley)
EL CELO MISIONERO DE DAMIÁN
Para el P. Coudrin, el fundador, el celo tenía que ser un rasgo característico de nuestra
comunidad
Tal vez empleemos hoy diferente terminología, pero es evidente que nuestros fundadores y la
primitiva comunidad estuvieron animados de un gran celo por el reino. Podemos estar totalmente
seguros de que la formación recibida por Damián durante sus primeros años de vida religiosa, fue
muy fiel al espíritu del P. Coudrin. Para nuestro fundador, el celo era un rasgo tan importante de
nuestra comunidad que debía formar parte de su título y de la fórmula de profesión: Necesitamos un
título, decía, que recuerde a cada instante a nuestros hermanos que deben sacrificarse por celo por
el Señor... un título que les recuerde que faltarán a su voto más esencial apenas quisieran vivir sólo
para ellos y no trabajar en la salvación de sus hermanos.
Quizás sea éste el secreto del intenso amor de Dios por la congregación, del gran celo y
profunda espiritualidad que sostuvieron a Damián en su donación…
Ardor misionero en el tiempo de su formación
La Casa madre de Picpus mantenía estrecho contacto con los misioneros. El obispo Jaussem, de
Tahití, un auténtico héroe entre los misioneros de la Congregación, conmovió hondamente el corazón
de Damián en una de sus visitas, cuando comentaba los grandes desafíos de las misiones. No es de
extrañar que Damián estuviera tan ansioso por ofrecerse voluntario a la primera oportunidad que se
le presentara. cuando nosotros, en nuestros días, oímos la voz de Damián que nos habla por su vida
y escritos ¿no deberían arder nuestros corazones con su mismo celo misionero por el cumplimiento
de nuestra misión?
137
Celo misionero incontenible en sus primeras experiencias misioneras
Al poco tiempo de llegar a Honolulu, Damián escribía a sus padres: He aquí un sacerdote, mis
queridos padres, he aquí un misionero. ¡Qué grandes son mis obligaciones! ¡Qué grande debe ser mi
celo misionero! Y firmaba como lo haría habitualmente desde entonces: J. Damián de Veuster,
sacerdote misionero. Así comenzó su vida misionera. Escuchemos algunos comentarios de sus
hermanos: Dicen que está lleno de fuego (P, Nicaise Ruault, 21.07.1864) Tiene buena salud; como
sabes, está lleno de celo y arde por conocer Puna (P. Charles al P. Modeste, 25.07.1864) La semana
pasada hemos tenido la visita del infatigable P. Damián (P. Nicaise al P. Modeste, 16.12.1864)
Recorría su extensa parroquia de Puna, predicaba, daba catequesis, bautizaba, escuchaba
confesiones, hacía conversiones y administraba los últimos sacramentos: éste era su trabajo. Un
misionero colindante decía de él: Su celo no le permite quedarse un solo día en el mismo lugar. A pie
o a caballo, siempre estaba visitando a su gente.
Sus cartas rezuman entusiasmo. En ellas describe su trabajo: bautizos, catequesis, visitas a
enfermos, etc. etc., su vida misionera y sus viajes, sus capillas, sus constantes solicitudes de ayuda y
de materiales de construcción, sus invitaciones a que vengan a recoger la cosecha con él. Sus cartas
rebosan fe y amor por sus queridos Kanakas. Nunca cesa en su esfuerzo por ganar a todos para
Cristo, como escribe en una carta a Pánfilo. La medida de nuestro celo, dice, debería ser la de
Jesucristo.
Su celo se volvió extremo en Molokai
Aquel celo misionero se hizo todavía más evidente en su dedicación a los leprosos de Molokai;
su enfermedad, su bienestar físico y espiritual, los cuidados que debía prestarles...: todo ello
constituía su única preocupación: Mi mayor felicidad es servir al Señor en sus pobres y enfermos
hijos. De hecho, ni siquiera por salvar su propia vida permitiría interrumpir su trabajo: No quería
verme sano, si fuera a costa de dejar la isla y abandonar mi trabajo. Éste es el celo de un verdadero
apóstol; todos nosotros admiramos el espíritu excepcional de Damián. Creo, sin embargo, que se
trata del celo que pertenece a la vocación ss.cc., que forma parte del carisma ss.cc.; y que, por lo
tanto, todos nosotros hemos recibido esa misma gracia. También a nosotros se nos ha conferido la
misma misión apostólica de construir el reino de Dios, especialmente entre los pobres; podemos,
pues, contar con ese don, aunque siempre esté en constante necesidad de renovación. Con el
ejemplo de Damián ante nosotros, tal vez sea éste el momento oportuno de revisar y renovar nuestro
compromiso con la Misión de la Congregación.
TEXTO 2
(Evangelizar con Damián, Quito, 2009, EdeB.)
DAMIAN, LUZ PARA UNA NUEVA EVANGELIZACION
¿Qué nos puede aportar Damián a inicios de un nuevo milenio, cuando ha transcurrido como un
siglo y cuarto desde su muerte?
La historia ha traído su lote de guerras y revoluciones, el mundo ha cambiado, la Iglesia ha
evolucionado, ¿el mensaje de Damián no habrá pasado de moda?
¡No!, pues ha sido un misionero tan excepcional, que sigue siendo vigente. Ha sido “puro anhelo
de sublimes vuelos, loco de Cristo, colmo de amores y dolores”, de modo que su ardor no se
apaga, su método sigue actual, su expresión no envejece.
Ni místico ni teólogo, ni profesor, ni capellan y más que párroco
Damián no es un teólogo, no se dedicó a ahondar en los misterios de la fe, aunque sí supo plasmar en
el infierno de Molokai, el catecismo asimilado de pequeño en Tremelo, y su teología aprendida al
apuro.
No es un profesor, un académico, pero sí un maestro en el arte de enseñar a convivir con la lepra,
como lo expresa libremente en el drama “Estoy leproso, bendito sea Dios”:
Amigos… la lepra, que me invade, sigue angustiándome, pero siento y experimento que hay una luz, un
sentido, una esperanza. No puedo guardar por más tiempo para mí lo que he aprendido, les tengo que
138
transmitir la enseñanza que yo recibí. Disculpen mi pretensión de leproso novato; permítanme hacer de
maestro y enseñarles a convivir amigablemente con la lepra.
Sabe más que Nicodemo al que Jesús reprochaba su ignorancia espiritual:
¿Tú eres teólogo en Israel y no sabes estas cosas? (Juan 3,10)
Damián no es capellán de hospital, primero porque no hay hospital en la leprosería; dos, porque toda
la aldea vive al ritmo de la tremenda enfermedad pero sin médicos ni medicinas.
Es más que párroco porque en Molokai no hay ni un feligrés sano, porque es pastor de un rebaño
herido de muerte. Apenas hay matrimonios, poquísimos bautismos de niños pequeños, pero un exceso
de funerales, uno al día en promedio para una población de un millar…
No es un místico, no es un catedrático en espiritualidad, el iniciador de una nueva doctrina. Sin
embargo es un experto en la vivencia de la bienaventuranza de la lepra y nos ha dejado una solución
existencial al problema del mal. La misma obra citada antes le hace decir:
La lepra no solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por
ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios!
Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en
danzar.
No fue un taumaturgo, un gestor de milagros. Limpiaba cada día decenas de llagas y ninguna – que
sepamos - se curó milagrosamente. Sin embargo realizó el milagro más grande: convertir la leprosería
de Molokai en la menos infernal del mundo.
Fue ¡misionero!
De hecho, su título de gloria fue la misión y el oficio en que sobresalió fue el de misionero. No fue más
que el embajador de Jesús, el anunciador de buenas noticias.
• Fue misionero por la necesidad del lugar: en Molokai apenas la mitad de la población era católica.
Tuvo que evangelizar constantemente porque cada año desaparecía la tercera parte del rebaño, y
aparecían otros nuevos, en la misma cantidad, a los que había que evangelizar a su vez.
• Misionero porque las circunstancias eran extremadamente hostiles. En un lugar donde la
desesperación llevaba a la depravación y al goce de todos los vicios, donde la miseria llevaba a la
violencia y a la rebeldía, donde el sufrimiento movía a blasfemar y a maldecir, un administrador de
buena voluntad no era suficiente. En un lugar donde no había ni Dios ni ley, se requería un
misionero audaz y activísimo, un combatiente de la fe aguerrido, un emprendedor incansable.
Nueva evangelización
Cuando se inicia un nuevo siglo y un nuevo milenio, somos convocados a una nueva evangelización. El
esfuerzo misionero de los siglos pasados se ha agotado. El soplo misionero se ha quedado sin aliento.
Los modelos y patrones misioneros pasados han quedado sin fuerza. Muchos misioneros están
cansados.
No se trata de reciclar los esquemas anteriores, no se trata de re-evangelizar sino de proceder a una
evangelización nueva, novedosa, de nuevo cuño, con “nuevo ardor, nuevos métodos, y nuevas
expresiones de fe” como lo iba pidiendo el Papa Juan Pablo ll desde 1983.
Y esta nueva evangelización no se tiene que dar solo en los países y continentes que recién se abren al
don de la fe sino específicamente en las tierras que fueron la cuna del cristianismo.
Aporte de Damián
Frente a este gran desafío, que se parece al de los primeros siglos, no podemos desconocer el aporte de
Damián. Su ardor no se ha apagado, su método sigue vigente, su expresión no ha envejecido.
Por eso permitió Dios que demore su beatificación, 106 años después de su muerte; y que se postergue
su canonización, 120 años después de su muerte, para que su estilo y su espíritu misionero puedan
iluminar el nuevo milenio.
Damián en efecto plantea los grandes problemas de hoy, no con frases y poses sino con actos.
139
Nos habla prácticamente, no con teorías sino con hechos, de la libertad y de la vida, de la cultura y de
la felicidad, del sentido de la existencia.
Resuelve vivencialmente el problema del mal y de la muerte.
Enfoca los temas de la liberación y de la promoción humana, de la migración. Ilumina la relación que,
en el contexto actual, llamamos norte - sur.
A nivel religioso enfrenta el pluralismo religioso, practica el ecumenismo, supera la crisis vocacional,
reconoce el papel específico del laico, ofrece una nueva imagen del sacerdote, la de buen pastor.
A nivel pastoral, nos invita a una pastoral de la inserción, a una pastoral desde la realidad, o sea en su
caso desde la tragedia, desde la cruz.
Vale por lo tanto descubrir y estudiar los aportes de Damián para una Misión del Siglo XXI.
Impacto misionero después de su muerte
Hasta antes de 1989, poco se estudió el modelo misionero de Damián. Solo se subrayaba su absoluta
dedicación a los leprosos, se lo presentaba como la perfecta ilustración, en carne y hueso, del buen
samaritano de la parábola.… Hasta en las reproducciones, pinturas e imágenes…
Mientras tanto en su congregación, la atención se fijaba más bien en sus rasgos religiosos,
preguntándose si había cumplido de modo literal y legalista los votos, especialmente el de obediencia,
y lo mismo respecto de su vida comunitaria. Sin embargo con razón se insistía en su dimensión
espiritual y siempre se reconoció su abandono total a la voluntad de Dios cuando fue atacado por la
lepra.
Últimamente, con ocasión del centenario de su muerte (1989), se ha enfocado su profetismo
misionero. Se ha recalcado su opción por los últimos, su voluntad de asumir el rol audaz y muy mal
visto de ser la voz ruda de los sin voz de Molokai, su disponibilidad para atender a todos sin
discriminación, su actitud finalmente ecuménica.
Pero queda mucho por analizar, mucho por aprender.
Una figura tan excepcional contiene potencialidades escondidas. Las nuevas generaciones, que llegan
con nuevos interrogantes, hallan en ella nuevas respuestas. Hoy seguimos interrogando su modo de
ser y actuar y encontramos una nueva fuente de inspiración para resolver nuestras inquietudes.
Este ensayo, sin pretender cerrar la reflexión sino más bien despertarla, quiere responder a la
pregunta: ¿qué nos enseña hoy Damián respecto de la misión, qué camino nos está trazando? ¿Qué luz
nos ofrece? pues él también es estrella de la evangelización.
TEXTO 3
(Evangelizar con Damián, Quito, 2009, EdeB.)
LA MISIÓN, PARA EL DESTINATARIO, NO ES IMPOSICIÓN
DE UNA CULTURA AJENA NI ELIMINACIÓN DE LA
CULTURA PROPIA
Aunque el Norte impulse un modelo cultural destinado a conquistar el mundo, allí precisamente
algunos quisieran prohibir a la Iglesia anunciar el Evangelio por todas partes. Conservando
prejuicios acumulados especialmente desde el siglo XIX, le reprochan acabar con las culturas
locales y le acusan de imponer su ideología religiosa.
Preguntémonos cómo Damián resuelve esta interrogante.
En el misionero, la fe no elimina la cultura, solo la ilumina, la purifica y la renueva. El misionero es
humano y, como tal, va construyendo su personalidad en el seno de una familia, en el seno de una
sociedad con su historia, sus modos de ser y socializar.
Lo malo no es ser vehículo de una cultura, pues el progreso de la humanidad se da mediante el roce
cultural y éste es fecundo cuando no se da en términos desiguales. Lo malo es estar convencido, a
veces inconscientemente, que la cultura de uno es superior a la otra.
140
Complejo de superioridad del Occidente del siglo XIX
1. En el siglo XIX, en todo el auge del desarrollo industrial y del colonialismo, la superioridad
científica y tecnológica del Occidente era evidente. Desgraciadamente no se tomaban en cuenta
otros parámetros más vitales, como por ejemplo el modo de vivir y convivir, la organización social
y familiar, el arte de alcanzar la felicidad y de vivir en fraternidad. De ese modo, la civilización
occidental ocupaba el primer puesto y las otras quedaban relegadas al rango de primitivas.
Los misioneros, hijos de su tiempo, compartían muchas veces estos prejuicios. Pero ¿quién en el
pasado, sin exceptuar ninguna religión o ideología, no caía en los mismos defectos?
2. Otro riesgo, más sutil, para el misionero, consistía en confundir cultura y fe, o sea en transmitir sus
costumbres religiosas propias, como si fueran el corazón de la fe. Confundir un patrón propio de
expresar la fe católica, asimilado de pequeño y de joven en el país de origen, con el mismísimo
Evangelio. Esta confusión conducía a despreciar la cultura local, y a no tomarla en cuenta para
encarnar la fe en ella.
3. Y existe hasta hoy la conciencia generalizada de la superioridad de la religión de uno sobre las
demás. Una cosa es, para el cristiano, afirmar que la plenitud de la revelación divina está dada en
Cristo, otra muy distinta el despreciar las otras religiones. Nuestros misioneros, marcados por su
época, muchas veces se resistían a reconocer que, en las otras religiones – especialmente las
más grandes y tradicionales - también se manifiesta el Espíritu de Dios; y que son como menos,
una preparación, una figura, un anuncio de la revelación plena; que son como un peldaño para
acceder al Dios verdadero. En efecto si Dios, a través de la creación, se manifiesta a la
inteligencia de cada hombre, cuánto más deja fulgores de su luz en las expresiones religiosas que
los hombres elaboran en su búsqueda…
Lo que de Dios se puede conocer, [los hombres] lo conocen muy bien, porque él mismo se lo ha
mostrado; pues lo invisible de Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos. En efecto,
desde que el mundo fue creado, se ha podido ver claramente que él es Dios y que su poder nunca
tendrá fin. (Romanos 1, 19-21)
Es verdad que como Iglesia íbamos a precisar oficial y claramente esta verdad de fe, más tarde, en el
Concilio Vaticano II:
La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero. Considera
con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen
en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que
ilumina a todos los hombres…Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad,
mediante el diálogo y colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de fe y vida
cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los
valores socio-culturales que en ellos existen.
El misionero se fijaba solo en los aspectos negativos de las otras religiones, haciéndose incapaz de
valorar su rica sustancia. Incapaz de percibir los signos de Dios presentes en ellas, los puntos de apoyo
y los peldaños que ofrecen para ascender hasta él, condenaba todo en bloque.
4. Resumiendo, el misionero de ayer (y quizás el de hoy también), caía a menudo en varios errores:
• desde criterios subjetivos, menospreciaba las culturas ajenas, por desconocimiento o porque las
juzgaba de acuerdo a parámetros puramente exteriores;.
• condenaba las otras religiones sin rescatar sus valores;
• confundía los usos y modales católicos, aprendidos en su país, con el núcleo de la fe cristiana.
Consecuencias hoy
Desgraciadamente estas actitudes intolerantes repercuten hasta el día de hoy. Muchos, extraños a la fe
católica, se valen de los errores pasados, para condenar todo empeño misionero hoy, tachándolo
injustamente de dominante, imponente y destructor de los valores propios, indígenas o nacionales.
Confunden misión con conquista y misionero con conquistador. Sin lugar a duda, es injusto condenar
solo la evangelización cristiana, en nombre de abusos que fueron generalizados en el pasado, en todos
los ámbitos sean religiosos, filosóficos o políticos.
141
El ejemplo de Damián: supera la visión “imperialista”
(Cf. “El secreto de su vigencia está en el haber asumido la condición de los últimos”, p . ¡Error! Marcador no
definido. )
Antes de caer leproso
También Damián, en un principio, llegó con esta mentalidad de conquistador y salvador. Pero pronto
echó por la borda estos prejuicios. Pues aprendió a apreciar la cultura hawaiana, su dimensión
festiva, la expresión más sincera de sus sentimientos, su modo de ser más afectivo y más afectuoso
que el estilo reservado de su Europa del norte. Se enamoró de su lenguaje más sonoro y lo estudió
con más amor que el francés, el latín o el inglés…
Y, aun siendo europeo, se sentía ante todo cristiano. Quiso practicar el primer mandato misionero, el
de san Pablo: despojarse de su propia cultura y hacer suya la de los canacos, con tal de favorecer su
ingreso a la fe:
Aunque no soy esclavo de nadie, me he hecho esclavo de todos a fin de ganar para Cristo el mayor
número posible de personas. Con los judíos me vuelvo como un judío, para ganarlos a [Cristo] …
Igualmente, para ganar a los que no viven bajo la ley de Moisés [los paganos], me vuelvo como uno de
ellos…Con los débiles en la fe, también para ganarlos, me vuelvo débil como uno de ellos. Es decir,
que me he hecho igual a todos para de alguna manera poder salvar a algunos. (I Corintios 9, 19-22)
Damián se hizo canaco con los canacos y leproso con los leprosos, hasta el punto de decir con
naturalidad, antes de contraer la enfermedad, y sin que nadie lo contradijera: “¡Nosotros los
leprosos!”
Más aún, renunciando a una supuesta superioridad europea, quiso imitar a Jesús quien,
aunque era de naturaleza divina, no se aferró al hecho de ser igual a Dios, sino que renunció a lo que le
era propio y tomó naturaleza de siervo. Nació como un hombre, y al presentarse como hombre se
humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, hasta la muerte en la cruz. (Filipenses 2, 6-8)
amián se hizo indígena entre los indígenas a imitación de su maestro:
Así como [somos hechos] de carne y sangre, así también Jesús tuvo que hacerse carne y sangre
humanas… Tenía que ser hecho igual en todo a [nosotros], para llegar a ser delante de Dios un sumo
sacerdote fiel y compasivo, y para obtener el perdón de los pecados de los hombres por medio del
sacrificio. (Hebreos 2, 14,17).
Desde el momento en que es leproso
Pero es la lepra lo que le va a librar de toda confusión entre su fe y su cultura belga. Con la
enfermedad encima, se descarga de todo lo superficial, que ha traído de su país o que se le quedó
pegado por el camino. Se queda con lo esencial: Jesús y su presencia eucarística, la cruz y sus
bienaventuranzas, el amor que habita en el corazón de Jesús; y el rosario que no es más que la
meditación, junto a María, de los misterios de la salvación.
Cuando se es leproso, ya no hay diferencia entre europeo y americano, belga y hawaiano: algo
esencial, visible y patente une a los leprosos por encima de razas y naciones, por encima de
ideologías y religiones: la tremenda lepra que corroe a todos por igual.
Tienes razón - decía Damián en el drama ya citado - la lepra no es racista, no respeta fortuna ni rango,
carcome a todos por igual. Yo soy testigo viviente de su imparcialidad.
Damián ya no es belga ni europeo, solo es leproso, se ha despojado de su cultura. Hasta ha olvidado
parcialmente su idioma maternal, el flamenco; finalmente habla el mismo idioma que sus
compañeros, ni siquiera el hawaiano o canaco sino el lenguaje de los leprosos. Desde aquel momento,
Damián ya no impone nada, solo propone su experiencia de fe. Lo dice:
Dios no quiso que les siga ayudando solo desde fuera, desde una posición de fuerza y de salud; sino
que cargue con su carga, haciéndome totalmente uno de ustedes. x
Cuando Damián predica, ya no es un occidental que mentaliza a los indígenas, es un leproso más, más
hawaiano que los mismos hawaianos, que comparte de hermano a hermano.
Disculpen mi pretensión de leproso novato; permítanme hacer de maestro y enseñarles a convivir
amigablemente con la lepra. xi
142
El mensaje cristiano no es imposición ni constituye una ideología
Por lo demás, en su esencia, el mensaje cristiano no es imposición, no es una cosa que se impone
desde fuera, no es una ideología que se le echa a uno en la cara.
En efecto el Evangelio no es ajeno a nadie, a ningún hombre, ninguna raza, ningún género, ninguna
generación…. No es algo añadido, es la revelación de lo que está escondido en lo más profundo del ser
de cada uno. El Evangelio revela lo que constituye el misterio de la condición humana. En efecto
Cristo es como la patria de cada uno, el modelo de cada hombre. ¿Acaso no es él, el Hijo del Hombre o
sea el humanísimo? ¿Acaso la humanidad no fue hecha a su imagen y semejanza? En todo ser humano
sopla su aliento divino y está su reflejo.
Evangelizar es desvelar el misterio de Cristo escondido en todo ser humano, escondido detrás de
deformaciones, limitaciones y suciedades. De modo que el misionero no anuncia al no creyente una
doctrina extraña y alienante, sino que hace surgir, desde el fondo de su ser, al Cristo oculto, la imagen
de Dios opacada muchas veces por el error y el pecado.
… El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque… Cristo
nuestro Señor…, el nuevo Adán…, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la
sublimidad de su vocación... xii
A eso se dedicó Damián, en medio de dificultades únicas, pero ¡con qué éxito!
TEXTO 4
(Evangelizar con Damián, Quito, 2009, EdeB.)
CRISTIANIZAR LOS ASPECTOS MÁS RELEVANTES DEL
MUNDO QUE VA NACIENDO
El mundo, la cultura, las mentalidades han cambiado radicalmente. El paso del milenio es como
la señal de la aparición de una humanidad distinta…
De cara a la nueva cultura, el empeño del misionero, su dedicación y su generosidad no son
suficientes. La misión ya no se puede conformar con retomar los métodos de siempre.
Reevangelizar no es suficiente, hay que hacerlo de un modo nuevo.
Con el mismo reto se enfrentó Damián cuando desembarcó en Molokai en 1873.
Desde 1840, los misioneros católicos sscc se consagraban al primer anuncio del Evangelio.
Cuando Damián, 24 años más tarde, recién se ordenaba sacerdote, la misión, a más de la
rivalidad que se daba con los protestantes, se hallaba con el gran desafío de formar y catequizar,
y de ir cristianizando las costumbres y toda la cultura hawaiana.
Pero en Molokai todo era excepcional, todo era infinitamente más difícil. ¿Cómo evangelizar una
sociedad, sin tejido familiar, que solo tiene en común la miseria, el dolor, la muerte, finalmente la
desesperanza?
En ese contexto las estrategias usadas por los misioneros eran insuficientes, había que imaginar
nuevos procedimientos. A eso se consagró Damián con creatividad y entereza, más que todo con
éxito, por eso nos puede servir hoy de guía.
Descristianización
Nos hacen falta imaginación y empeño para actualizar nuestra pastoral.
[Nuestras] formas habituales de evangelización [no]… se adaptan… fácilmente a las nuevas situaciones
del mundo de hoy… no siempre responden a los desafíos… xiii
Se van perdiendo valores cristianos tradicionales, en primer lugar en la familia. Esta llevaba impreso
el sello cristiano mediante el sacramento de matrimonio, la oración en casa y la misa dominical.
143
Por otra parte, en un mundo donde el individuo afirma su independencia y su valor propio al menos
en los principios, la comunidad eclesial de base que descansa sobre una cultura comunitaria, de
convivencia y solidaridad de vecindario, se debilita… El nacimiento de una nueva cultura, ya instalada
en el norte, y difundida por poderosos medios de comunicación, va arrancando - quizás no las raíces
cristianas - pero sí los modos tradicionales de vivir la fe.
Nueva evangelización
Frente a la cultura emergente, es hora de inventar nuevas expresiones pastorales o misioneras. Hay
que inculturizar la fe en las nuevas formas de sentir, pensar, vivir y convivir. No se trata de
reevangelizar en el sentido de reintroducir y repetir los modelos tradicionales sino de evangelizar,
como de nuevo, el mundo nuevo que está asomando.
Hay que proponer Cristo a una civilización nueva y diferente, que tiene rasgos más individualistas,
que afirma su autonomía frente a los poderes establecidos, y su espíritu crítico frente a las verdades
absolutas…. Hay que ofrecer Dios a una sociedad secularizada donde él ya no aparece como una
evidencia.
Damián se centra en la enfermedad y la muerte
En las circunstancias extraordinarias de Molokai, la pastoral tradicional ya no era suficiente. Las
familias habían quedado desintegradas, los individuos solitarios, las raíces cortadas, la sociedad se
había vuelto pluri cultural y pluri religiosa.
Damián tiene que reinventar la pastoral. Su acción se centra en la realidad más patente del círculo
cerrado de la leprosería: la muerte.
Los muertos eran arrojados insepultos entre la basura y acababan devorados por los cerdos. xiv
Atiende al enfermo pero también al difunto.
Su amor hacia los enfermos no terminaba con la muerte: él mismo componía el cuerpo, lo lavaba y lo
ponía en el ataúd que él mismo había construido. xv
Crea el cementerio y la funeraria con su fábrica de ataúdes.
Se calcula que el Padre Damián hizo más o menos 6000 ataúdes en 16 años: uno o más por día. xvi
Más aún convierte el duelo en evento festivo con procesiones y bandas de música.
En lugar de esconder la muerte, la pone en evidencia con el propósito de transfigurarla, la convierte
en un ritual, la celebra como el tránsito hacia el mundo de la resurrección. De ese modo ensalza la
dignidad del leproso aunque su cuerpo se haya vuelto pura llaga y esté finalmente reducido al estado
de cadáver en vida. Con bombos y platillos, confiesa la trascendencia del ser humano y exterioriza su
dimensión espiritual. Afirma que subsiste más allá del cuerpo, manifiesta su inmortalidad y proclama
la relatividad del mundo presente.
Reinventar la pastoral
Reinventar la pastoral a la luz de Damián significa por lo tanto cristianizar los aspectos más relevantes
del mundo que va naciendo, discernir lo más esencial en la cultura emergente e impregnarlo con el
Evangelio. Hay que:
• escudriñar los rasgos más significativos de nuestra sociedad, descubrir sus elementos esenciales,
descifrar su clave…
• Y luego iluminarlos con la luz de Cristo.
Hay que elaborar nuevos ritos, nuevos modos de expresión religiosa que se amolden al nuevo modo de
ser.
La enfermedad y la muerte constituían como el eje de la vida en Molokai: preguntémonos alrededor
de qué gira la sociedad que nos toca evangelizar…
144
PASTORAL DESDE LA TRAGEDIA
(Ver Recursos-Julio)
http://www.eltiempo.com.ec/noticias-cuenca/5036-ecuador-cuenta-con-el-da-a-de-la-alegra-a/
Ecuador cuenta con el:
DÍA DE LA ALEGRÍA
La Vicepresidencia emitió un decreto que oficializa la creación del Día de la Alegría.
Quito. El vicepresidente hizo público el decreto No.1407 que oficializa la creación del Día Nacional de
la Alegría y la Solidaridad el último viernes de octubre de cada año, para la práctica de valores y
principios humanos de respeto, amabilidad, alegría, honestidad y solidaridad entre los ecuatorianos y
mejorar la atención al público en todas las instituciones del Estado.
El mencionado decreto forma parte de la campaña Sonríe Ecuador, somos gente amable, que
impulsa la Vicepresidencia de la República, entidad que también asumió el encargo de ejecutar un
programa permanente de formación a los ciudadanos y especialmente a la burocracia en la práctica
de valores humanos que sustentan el buen vivir.
Buen humor
El acto protocolario se realizó en el Salón Amarillo del palacio de Gobierno, en donde se explicó que
el humor es parte consustancial del ser humano y un factor de armonía en el trabajo, salud y familia
para generar el desarrollo del país.
Al evento asistieron niños con discapacidad auditiva y lenguaje, quienes degustaron guaguas de pan
y colada morada.
Para una reflexión grupal o una convivencia basada en cualquiera de los 4
textos que siguen, usar las dinámicas señaladas, p. 154: “¿CÓMO HACER UNA
REFLEXIÓN GRUPAL O UNA CONVIVENCIA ALREDEDOR DE UN TEXTO?”
Texto 1
(Evangelizar con Damián, Quito, 2009, EdeB.)
EL SECRETO DE LA FELICIDAD
El sudoroso camino de la felicidad - que tanto anhela el mundo de hoy – pasa por el
cumplimiento de los mandamientos, el olvido de sí mismo y la entrega a los demás…
Felicidad inmediatamente
El hombre de hoy quiere la felicidad en directo. Rehúsa el código de la felicidad que Dios propone en
sus mandamientos.
… Nos cuesta reconocer…las verdaderas amenazas, las que contradicen los códigos de la felicidad
que Dios nos entregó en el Sinaí y en el monte de las bienaventuranzas. xvii
Felicidad pero sin la entrega exigente, sin el duro ejercicio del olvido de sí. Libertad sin la disciplina
que exige, sin el dominio de sí día a día, sin los límites que nos traza. Vida en abundancia,
145
inmediatamente, pero sin dar muerte al egoísmo, sin el cumplimiento de los mandamientos, sin el
exigente proceso señalado en las Bienaventuranzas, sin pasar por el vacío y la pérdida de todo, o sea
pobreza, llanto, hambre, persecución…
Queremos plenitud pero sin poner en práctica el instructivo que Dios nos dejó: solo el amor hasta el
despojo de todo nos puede abrir al Absoluto, única fuente de felicidad verdadera y permanente.
Damián posee los secretos de la felicidad…
La “extraña” felicidad de Damián, carcomido por la lepra, nos recuerda que la plenitud de vida no se
alcanza con recetas sicológicas, o seudo religiosas, por arte de magia, por simple voluntarismo.
Soy el misionero más feliz del mundo, escribía Damián cuando ya era leproso.
Posee los secretos de la felicidad: el olvido de sí mismo hasta contagiarse de la lepra, la entrega
generosa de cada instante hasta la negación de sí mismo.
Quien pierda su vida por mí, la encontrará. (Mateo 16,25)
El difícil camino de la felicidad
La felicidad se parece a recuerdos olvidados: más se los busca, menos asoman. Pero basta con dejar de
buscarlos y remontan a la conciencia, de repente, sin saber cómo.
La felicidad no es el premio del esfuerzo egoísta para conquistarla, no está a nuestro alcance: es el don
de Dios, el tesoro que regala libremente a quien la busca para los demás, o sea quien deja de buscarla
para sí.
Hay medios de comunicación y élites intelectuales que promueven vida, libertad y gozo, hic et nunc,
pero sin exigencias ni obligaciones, sin mandamientos ni moral.
Condenan las religiones, especialmente la católica que parece más exigente, cuando recuerdan el
código de la felicidad:
•
negar goces para alcanzar el gozo.
En algo repugna a la naturaleza el estar siempre rodeado de estos desdichados niños, pero hallo en
ellos mi consolación. (noviembre 1885) xviii
•
negar el libertinaje para alcanzar la libertad,
•
negar el yo para alcanzar la realización de sí mismo
El Padre Damián es tal como lo había imaginado, escribe el pintor Clifford. Es un hombre muy fácil de
amar y venerar. Nunca he visto tanta indiferencia para consigo mismo… xix
•
negarse a vivir a todo gusto para alcanzar la vida.
Debemos darnos sin medida, escribió en su diario. Debemos sacrificarnos sin reserva. La medida de
nuestro celo debe ser la de Jesucristo. xx
•
negar las riquezas que pasan para alcanzar las verdaderas…
Cuando las autoridades le ofrecieron el puesto de director de la leprosería, con un sueldo de 10.000
dólares al año, él lo rechazó de inmediato diciendo: - Aunque se me ofreciera cien mil, no lo aceptaría.
Si no tuviera más ambición que el dinero, no me quedaría aquí ni cinco minutos. xxi
El secreto final de la felicidad está en Dios. Dios en efecto es el gozo infinito, el gozo de ser, de no ser
más que ser absolutamente; el gozo de ser amor, el Amor absoluto. Quien se vacía de todo, se
desapega de todo, abre las puertas a Dios, y descubre la dicha divina, como lo señala Damián, en la
cita sacada del drama “Estoy leproso, bendito sea Dios”.
La lepra no solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por
ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios!
Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en
danzar. xxii
146
Texto 2
(“Estoy leproso, bendito sea Dios”, Quito, 2009, EdeB.)
Estudiar en el Drama “Estoy leproso, bendito sea Dios” el
Acto 4, Escena 1, Tema “Bienaventuranzas”
Bienaventuranzas
presenta a sus compañeros y compañeras.
Aquí están Kakuaaha, Keanu, Kilauea, Lahaina, Maui y Nohou. No te presento a Kapiolani ni a
Hamakua que cuidan de los huérfanos y huérfanas.
KAEO
KILAUEA
Hemos acudido, Padre Damián, para expresarte nuestra pena. Ya el hierro candente de la lepra ha
herido tu carne. ¡Nos duele tanto como si se tratase de nuestro mismo padre carnal! Tú también
estás asumiendo nuestro lamentable destino: sufrimiento, impotencia hasta el desánimo, depresión
hasta el asco de sí mismo, muerte rápida.
DAMIÁN
Queridos amigos, me siento feliz con la lepra encima, con esta cruz tan dolorosa.
KAEO
Yo me sentiría feliz si, al contrario, se me quitase de encima esta horrible enfermedad que destruye
y destroza.
DAMIÁN
No es suficiente no ser leproso para ser feliz. Muchos sanos viven infelices. La lepra que te va
amputando el rostro, las manos y los pies, si la aceptas como una bendición, también te va
arrancando, como de raíz, egoísmos, ilusiones y vanidades.
KAEO
¡No pretendo ser tan santo! Quiero vivir libre, lejos de esta cárcel infecta. Quiero vivir feliz bajo el
cielo azul de nuestras islas.
DAMIÁN
Hay una dicha más grande que la salud y la libertad de andar, más grande que la arena dorada de
las playas hawaianas, es la que Jesús reserva a los sufridos, el gozo de su presencia en nosotros.
KAEO, agarrando una biblia
Sí, nos enseñaste las bienaventuranzas. - Dichosos los pobres, proclamaba Jesús en el monte, pero
nunca dijo: - ¡Dichosos los leprosos!
DAMIÁN
No nos nombró pero sí nos incluyó. En nosotros se cumplen las nueve bienaventuranzas. ¿Acaso no
somos pobres y miserables, humildes y humillados, hambrientos y sedientos de salud? ¿Acaso no
suspiramos por un corazón puro a cambio de esta carne impura que llevamos como una ropa sucia?
¿Acaso no fueron perseguidos y traídos a la fuerza a este peñón rocoso?
KAEO
Padre Damián, esta nueva bienaventuranza “Dichosos los leprosos” como que se me queda
atrancada en la garganta.
Todos le aprueban…
DAMIÁN
La lepra no solo carcome los órganos sino que va cavando como una herida profunda en el alma. Por
ella Dios se mete, se cuela y vierte el bálsamo de su consuelo. Estoy leproso; ¡bendito sea Dios! xxiii
Vengan leprosos del mundo, vénganse que hay que cantar, que la lepra se ha cambiado de llanto en
danzar.
147
Texto 3
(Trece rasgos juveniles, EdeB., Paulinas, Bogota, 2009)
TIEMPO DE LA ALEGRIA I
1. Las raíces de la alegría juvenil
1.1 La niñez es alegre porque es el tiempo de la despreocupación. La juventud también, por el mismo
motivo; dispone de mayor libertad que el adulto pues no tiene que asumir aun la plena
responsabilidad de su vida ni de la de otros.
Otras características predisponen al joven para la alegría. No duda y confía en el porvenir, cree que
todo es posible, cree que con él nacerá un mundo mejor. Y también está experimentando
sentimientos y emociones que recién va estrenando, y que necesita exteriorizar.
1.2 Sin embargo la raíz principal de la alegría del joven reside en su exceso de energías. Las utiliza
para su crecimiento, también para el estudio y el aprendizaje. Desgasta su exceso de dinamismo en
otras múltiples actividades muchas veces gratuitas. Pero lo que le sobra, después de todo lo
señalado, lo convierte en gozos y risas, fiestas y juegos, charlas amenas y alegres. Lo convierte en
gritos y aclamaciones, en manifestaciones exuberantes de alegría. No sabe qué hacer con todas
estas fuerzas que pujan en él, entonces las desgasta en entretenimientos y deportes, en bailes y
distracciones de todo tipo, en ritmos, canto y música. Es el tiempo del alborozo y del júbilo, del
desahogo y de la felicidad.
La juventud por lo tanto, más que cualquier otra etapa de la vida, tiene disposiciones para la alegría.
2. Una cosa es tener predisposición para la alegría, otra estar
alegre
Sin embargo la dicha no está reservada a una específica etapa de la vida, Dios la ofrece a todas.
Jesús no dijo: "¡Dichosos los jóvenes!".
2.1 "Dichosa la juventud", proclama la sociedad consumista
Solo el comercio y el consumismo gritan: "Dichosa la juventud." En efecto necesitan congraciarse
con ella para despacharle mejor sus productos.
La sociedad tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy difícil
engendrar la alegría. Porque la alegría tiene otro origen. Es espiritual. El dinero, el confort, la higiene, la
seguridad material no faltan con frecuencia; sin embargo, el tedio, la aflicción, la tristeza forman parte,
por desgracia, de la vida de muchos. (Gaudete in Domino, Pablo VI, 1975)
La presente crisis del mundo, caracterizada por un gran desconcierto de muchos jóvenes, denuncia…
un aspecto caduco, envejecido, definitivamente anacrónico, de una civilización mercantil, hedonista,
materialista, que intenta aun ofrecerse como portadora del futuro. (Gaudete in Domino, Pablo VI, 1975)
Hay que ser feliz, grita la sociedad consumista. ¿Cómo? ¡Consumiendo! O sea, compra, satisface
egoístamente tu codicia y tu avidez y serás feliz. Es la consigna que te quieren inculcar. Pero es lo
contrario, la felicidad se alcanza solo cuando uno deja de buscarla para sí: ¡haz feliz a los demás y
serás feliz!
2.2 No es suficiente ser joven para ser feliz
La juventud ama la alegría, pero no es suficiente amarla y ser joven, para alcanzarla. La Buena
Nueva de Jesús nos promete felicidad, seamos o no jóvenes, pero a ciertas condiciones. La Biblia
está llena de bienaventuranzas y promesas de dicha ofrecidas a todos, más allá de que seamos
niños, jóvenes o adultos. Pero hay que cumplir ciertas condiciones, tener ciertas cualidades.
Es así como, de acuerdo a la voluntad del Dios que nos creó, el gozo está reservado:
148
• a los que oyen la palabra de Dios y la guardan (Lucas 11, 28); los que cumplen fielmente el
servicio encargado (Lucas 12, 37);
• a los que saben descubrir su bondad en todas las cosas de la vida,
• a los que tienen el corazón compasivo para con los demás, o sea los misericordiosos, los que
trabajan por la paz (Mateo 5, 3-11); a los que atienden a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a
los ciegos (Lucas 14, 13-14).
• a los que confían en Dios (Lucas 1,45. 7, 23); los que le contemplan (Lucas 10, 24);
• a los que, estando vacíos de todo, tienen el corazón disponible para Dios, o sea los pobres, los
mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de la justicia, los perseguidos por causa de la
justicia o de su fidelidad a Jesús, los limpios de corazón;
No es suficiente que seas joven para que seas feliz. Es verdad que, como joven, tienes mayor
facilidad y capacidad para la felicidad, tienes una disposición para ella. Pero la alcanzarás solo si
cumples las reglas establecidas por el Creador: servir al prójimo, cumplir tu deber y abrirte a Dios…
Lo mismo como no es suficiente tener facilidad de aprendizaje, para ser sabio; todavía queda por
estudiar, sino esta potencialidad se desperdiciará.
Texto 4
(Trece rasgos juveniles, EdeB., Paulinas, Bogota, 2009)
TIEMPO DE LA ALEGRIA II
1. Resumen del capítulo anterior
La raíz principal de la alegría del joven reside en un exceso de energías, al que convierte en gozos
y risas, fiestas y juegos, gritos y aclamaciones, canto, ritmo y música.
Es el tiempo del alborozo y del jubilo, del desahogo y de la felicidad. La juventud, más que cualquier
otra etapa de la vida, tiene disposiciones para la alegría.
Pero no es suficiente ser joven para ser feliz. Una cosa es tener predisposición para la alegría,
otra poseerla. Jesús nos promete felicidad, seamos o no jóvenes, pero a ciertas condiciones. La
alcanzarás solo si cumples las reglas establecidas por el Creador: servir al prójimo, cumplir tu deber
y abrirte a Dios…
2. Hay tres tipos de alegrías
• La del placer sensible, inmediato, pasajero…
• La alegría que nace de la posesión de los bienes de este mundo.
• La espiritual.
Resumiendo, hay el goce, la alegría y el gozo.
3. Estudiemos los dos primeros
3.1 El goce
3.1.1 El goce es un breve momento de placer, tiene un aspecto fisiológico y sicológico. Puede ser
sano o hasta negativo y dañino. Si es negativo, deja tras de sí una estela de insatisfacción y vacío.
Como la resaca o chuchaqui luego de tomar en exceso. El goce es a menudo malo, consiste en
vivencias bruscas y furiosas, como el sexo sin amor, los excesos en bebidas y comidas, la violencia y
el vandalismo; y a menudo estos goces van combinados. Provocan una satisfacción momentánea
con su séquito de culpabilidad y angustia.
3.1.2 Joven, busca el gozo no el goce, o sea las alegrías que se mencionan a continuación. Es
verdad que la posesión, a menudo egoísta de un placer puntual, llena. Pero fugazmente, de modo
149
que solo su repetición podrá prolongar tu satisfacción. Y necesitarás siempre más para hartarte y
librarte, siquiera un momentito, de su amargo sabor a vacío.
Es verdad que te inclinas como naturalmente al goce, o sea a lo inmediato, lo sensorial. Pero es
tiempo que aprendas a descubrir las alegrías menos sensibles. Son menos impactantes y menos
intensas pero al mismo tiempo más profundas, más puras, más permanentes, más elevadas, más
provechosas.
3.2 Las pequeñas alegrías de cada día
3.2.1 Las condiciones para la alegría
La alegría ordinaria supone un mínimo de bienestar, o sea de bienes materiales, sociales y afectivos,
como son la satisfacción de nuestras necesidades básicas, trabajo que nos permita realizarnos y
ganarnos la vida, casa y salud, éxito en nuestras empresas, familia unida, relaciones humanas
satisfactorias mediante el encuentro, la participación y la comunión.
Sin este bienestar, sin estas comodidades o al menos algunas de ellas, la alegría se hace más difícil,
aunque no imposible.
3.2.2 El secreto de la alegría
3.2.2.1 Pero no vayas a creer que, con poseer estos bienes, serás feliz. Una cosa es tenerlos, otra
gozar con ellos.
La alegría surge cuando uno aprende a valorarlos, a reconocer lo buenos que son. Se trata de
aprender a alegrarse de los pequeños regalos que a diario nos ofrece la vida. Cosas tan evidentes
que no pensamos en dar gracias ni en alegrarnos por ellas, por ejemplo porque tenemos salud o
porque no hace frío, porque el cielo es luminoso, la montaña majestuosa, el aire puro, porque hay
comida, porque hay comprensión y amistad. Si menosprecio estos dones porque son pequeños y
triviales, porque son de todos los días y llegan casi automáticamente, pierdo mi capacidad de alegría.
En lugar de pensar que todas esas muestras cotidianas de la bondad de la creación, son normales y
se me deben, me toca maravillarme en cada momento, conservar la capacidad de asombro del niño.
En lugar de pensar que es normal que Dios me las de gratis, me toca considerar todo como un
milagro permanente de la Providencia.
Por tantas cosas como me has dado en la vida
quiero decirte: “Gracias, Señor”.
Me diste una casa en donde habitar y una familia, calor del hogar.
Me diste el trabajo con que gano el pan, me diste el descanso para meditar… (Canto, "Por tantas
cosas")
Estar continuamente en admiración y acción de gracias, ¡éste es el secreto de la felicidad! Esta
entonces brota a borbotones de mi corazón agradecido, aun en medio de las pruebas y aflicciones.
Si sigo con la idea de que tiene que ser así, que es normal que el agua sea limpia, fresca y
refrescante; que es natural que el amanecer sea cada vez una nueva obra de arte, tendré pocos
motivos para alegrarme. Me sentiré siempre molesto, fastidiado y amargado en espera de alguna
enorme felicidad que quizás nunca llegue. Al contrario, si experimento las pequeñas cosas que tejen
mi vida cotidiana, como un milagro de la generosidad de Dios y de los hermanos, tendré
continuamente motivos para agradecer y regocijarme.
Si no sabes alegrarte "por tantas cosas como las que Dios te ha dado en la vida", eres un ingrato;
además pasarás triste y amargado, no te tocará más que fingir la felicidad. Será una alegría
superficial, ficticia, artificial, aparente, falsa.
3.2.2.2 De hecho gozamos de muchos bienes, aun en medio de la pobreza; desgraciadamente no
sabemos gozarlos, o sea convertirlos en ocasiones de pequeñas alegrías.
[Es] necesario un esfuerzo paciente para aprender a gustar simplemente las múltiples alegrías
humanas que el Creador pone en nuestro camino: la alegría exultante de la existencia y de la vida; la
alegría del amor honesto y santificado; la alegría tranquilizadora de la naturaleza y del silencio… El
cristiano podrá purificarlas, completarlas, sublimarlas: no puede despreciarlas. La alegría cristiana
supone un hombre capaz de alegrías naturales. (Gaudete in Domino, Pablo VI, 1975)
Imita a Jesús. El, siendo el hacedor del mundo, se quedaba admirado ante las bellezas de la vida.
Hagamos ahora un alto para contemplar la persona de Jesús, en el curso de su vida terrena. El ha
experimentado en su humanidad todas nuestras alegrías. El, palpablemente, ha conocido, apreciado,
150
ensalzado toda una gama de alegrías humanas, de esas alegrías sencillas y cotidianas que están al
alcance de todos. La profundidad de su vida interior no ha desvirtuado la claridad de su mirada, ni su
sensibilidad.
Admira los pajarillos del cielo y los lirios del campo. Su mirada abarca en un instante cuanto se ofrecía
a la mirada de Dios sobre la creación en el alba de la historia. El exalta de buena gana la alegría del
sembrador y del segador; la del hombre que halla un tesoro escondido; la del pastor que encuentra la
oveja perdida o de la mujer que halla la dracma; la alegría de los invitados al banquete, la alegría de las
bodas; la alegría del padre cuando recibe a su hijo, al retorno de una vida de pródigo; la de la mujer que
acaba de dar a luz un niño. (Gaudete in Domino, Pablo VI, 1975)
Tres actitudes que nos impiden experimentar la alegría
Si solo nos fijamos en lo malo, si lo ampliamos con binocular, entonces nos hacemos ciegos a todo lo
bueno, incapaces de percibir los pequeños milagros cotidianos. Esta actitud negativa se encuentra
más que todo entre los pesimistas, estresados o deprimidos; es verdad que estas características no
son muy juveniles… De todos modos, no enfoques solo lo malo, fíjate ante todo en lo bueno que te
rodea.
Lo mismo sucede cuando perseguimos un objetivo de modo obsesivo, ya no cuenta nada sino solo la
meta. Consecuencia: nos hacemos insensibles a las pequeñas felicidades que nos brinda cada
nuevo día. En este caso hay dos salidas. La primera, imitando a los filósofos de la antigüedad,
consiste en reducir tus expectativas, pues si deseas menos, no solo que sufrirás menos, sino que le
abrirás una puerta a la felicidad… La segunda consiste en confiar a Dios el éxito de tus proyectos, y
recobrarás tu capacidad de ser feliz.
Puede ser que el sentimiento de culpa – corresponda o no a una verdadera falta – nos deje
intranquilos o hasta nos agobie. La conciencia en efecto, como buena educadora, nos reprocha
nuestro pecado y nos quita la paz, con el propósito de llevarnos al arrepentimiento.
Una sola solución: acercarse a Dios humildemente, pedirle perdón de corazón, prometerle esforzarse
por no repetir esa falta. Experimentaremos entonces el alivio del cargador cuando descarga su carga
y recobraremos nuestra aptitud a la alegría.
Aprovecha tu juventud, joven, para acumular el mayor capital posible de alegría. Acumula felicidad
mientras puedes. Constitúyete un capital para toda la vida. De ese fondo podrás ir sacando, cuando
te falte, en la edad adulta o en la vejez.
Texto 5
(Trece rasgos juveniles, EdeB., Paulinas, Bogota, 2009)
TIEMPO DE LA ALEGRIA III
1. Resumen de los dos capítulos anteriores
La raíz principal de la alegría del joven reside en un exceso de energías, al que convierte en gozos
y risas, fiestas y juegos, gritos y aclamaciones, canto, ritmo y música.
Es el tiempo del alborozo y del jubilo, del desahogo y de la felicidad. La juventud, más que cualquier
otra etapa de la vida, tiene disposiciones para la alegría.
Pero no es suficiente ser joven para ser feliz. Una cosa es tener predisposición para la alegría,
otra poseerla. Jesús nos promete felicidad, seamos o no jóvenes, pero a ciertas condiciones. La
alcanzarás solo si cumples las reglas establecidas por el Creador: servir al prójimo, cumplir tu deber
y abrirte a Dios…
Hay tres tipos de alegrías
•
La del placer sensible, inmediato, pasajero…
151
•
•
La alegría que nace de la posesión de los bienes de este mundo.
La espiritual.
El goce es un breve momento de placer, tiene un aspecto fisiológico y sicológico. Puede ser sano o
dañino. Si es negativo, deja tras de sí una estela de insatisfacción y vacío. Joven, busca más el gozo
y menos el goce.
Las pequeñas alegrías de cada día
La alegría ordinaria supone un mínimo de bienestar, o sea de bienes materiales y afectivos. Pero no
vayas a creer que, con poseer estos bienes, ya estás feliz.
La alegría surge cuando uno aprende a valorar los bienes ordinarios y comunes de la existencia.
Aprende a alegrarte de los pequeños regalos que a diario te ofrece la vida.
Estar continuamente en admiración y acción de gracias, ¡éste es el secreto de la felicidad!
No le cierres la puerta a la alegría.
No enfoques solo lo malo, fíjate ante todo en lo bueno que te rodea.
No persigas un objetivo de modo obsesivo, te harás insensible a las pequeñas felicidades de cada
día.
Si el sentimiento de culpa te deja intranquilo: acércate a Dios humildemente a pedirle perdón.
2. Hay 3 tipos de alegría, estudiemos la tercera: el gozo
La felicidad terrenal, temporal que acabamos de presentar no es aun el gozo.
2.1 El gozo es el premio por el bien que haces
2.1.1 El gozo es un sentimiento más profundo y permanente, rebasa la dimensión física y sicológica,
es espiritual: es la satisfacción del espíritu luego de haber hecho el bien. Es la remuneración de las
buenas obras. Joven, haz el bien, sacrifícate para cumplir tu deber, tendrás tu recompensa: la
felicidad interior, una satisfacción plena o sea que llena, el gozo espiritual que Dios da como
recompensa de las buenas obras, por ejemplo:
la alegría a veces austera del trabajo esmerado; la alegría y satisfacción del deber cumplido; la alegría
transparente de la pureza, del servicio, del saber compartir; la alegría exigente del sacrificio. (Gaudete
in Domino, Pablo VI, 1975)
2.1.2 La felicidad, más que todo es el fruto del cumplimiento del mandamiento del amor.
[Jesús] dijo… al que le había invitado: «Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a
los cojos, a los ciegos; y serás dichoso…»
Deja pues de buscar la felicidad, pues no se consigue buscándola. Es como el espejismo, mientras
más lo persigues, más se aleja.
La felicidad se parece a recuerdos olvidados: más se los busca, menos asoman. Pero basta con dejar
de buscarlos y remontan a la conciencia, de repente, sin saber cómo.
La felicidad no es el premio del esfuerzo egoísta para conquistarla, no está a nuestro alcance: es el don
de Dios, el tesoro que regala libremente a quien la busca para los demás, o sea quien deja de buscarla
para sí. (Nueva Evangelización a la luz de Damián, p. 74)
La felicidad aparece de repente, sin saber cómo ni por qué, cuando precisamente olvidas de
buscarla, cuando la buscas para el prójimo. El gozo es el premio que Dios da a los que se olvidan de
sí mismos para atender a los demás.
2.2 El gozo más profundo consiste en abrirse a Dios
Buscar la felicidad, consiste finalmente y sobre todo en abrir el corazón a Dios. En efecto él no solo
es alegre sino que es la misma Alegría, con una A mayúscula.
152
"Nos hiciste, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti" (Confesiones,
San Agustín).
Busca pues a Dios, él es el Gozo infinito y eterno, la Plenitud de felicidad.
… Si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra
de Dios. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está
oculta con Cristo en Dios. (Colosenses, 3, 1-3)
La felicidad no se reduce a aprovechar los bienes de este mundo, los dones del Dador de todo bien,
sino en gozar de él mismo. No te conformes pues con las alegrías de la vida de aquí abajo.
[Jóvenes], os invitamos cordialmente a haceros más atentos a las llamadas interiores que surgen en
vosotros. Os invitamos con insistencia a levantar vuestros ojos, vuestro corazón, vuestras energías
nuevas hacia lo alto, a aceptar el esfuerzo de las ascensiones del alma. (Gaudete in Domino, Pablo VI,
1975)
En la cosas pequeñas de la vida, puedes hallar la felicidad; pero sé más ambicioso, busca el gozo
que es Dios mismo. Hasta los niños lo pueden encontrar, como el niño Juan todavía en gestación en
el vientre de Isabel, cuando María, portadora del Niño Dios, la fue a visitar.
En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno. (Lucas 1, 41)
Empieza a relativizar tantas cosas que no son indispensables. "Dichosos los pobres", decía Jesús, o
sea dichosos los desprovistos de satisfacciones mundanas, porque tienen el corazón vacío por lo
tanto libre para Dios y los demás. Son estos los que conocen la verdadera alegría, los que como
María, la hermana de Marta, se quedan a los pies del Señor:
Respondió el Señor [a Marta que andaba agitada en la preparación del banquete]: "Marta, Marta, te
preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha
elegido la mejor parte, que no le será quitada."
Esa cosa única que sí es necesaria e indispensable, es el amor de Dios.
Queridos [jóvenes], Jesús es vuestro verdadero amigo y Señor; entablad una relación de verdadera
amistad con él.
Él os espera y sólo en
él encontraréis la felicidad. ¡Cuán fácil es contentarse con los placeres superficiales que nos ofrece la
existencia diaria! ¡Cuán fácil es vivir sólo para sí mismos, gozando aparentemente de la vida! Pero
antes o después nos damos cuenta de que no se trata de verdadera felicidad, porque ésta es mucho
más profunda: sólo la encontramos en Jesús. …La felicidad que buscáis, la felicidad que tenéis derecho
de saborear, tiene un nombre, un rostro: el de Jesús de Nazaret. (Benedicto XVI, 13/01/2006,
ZENIT.org)
2.3 El gozo en el dolor
A pesar de tu predisposición juvenil para la alegría, muchas veces no se hace presente, ni aflora. Es
que la van asustando y alejando la pobreza, la falta de hogar consolidado, la migración, la falta de
perspectivas laborales, los fracasos, un paso en falso.
No nos ilusionemos, el mal con su séquito de dolores y sufrimientos, no falta en este mundo limitado
y contaminado por el pecado. Entonces la alegría huye y alza el vuelo. Y ninguna receta sicológica
es suficiente para traerla de vuelta.
El único remedio son las bienaventuranzas, o sea el consuelo divino que se manifiesta precisamente
en el dolor:
Dichosos los que lloran, porque recibirán consuelo (Mateo 5, 4).
La alegría es un don de Dios, tan poderoso, que se lo puede experimentar hasta en la pena.
Funciona como la paz que Dios puede proporcionar hasta cuando estamos clavados en la cruz.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se
acobarde. (Juan 14, 27)
Pascal, científico, filosofo y gran creyente del siglo XVII, lo decía en su Memorial:
"¡Alegría, alegría, alegría, llantos de alegría!".
153
Para reflexionar un texto
¿Cómo hacer una reflexión grupal o
una convivencia, alrededor de un
texto?
•
•
Con anticipación, de acuerdo a la temática que interese, elegir un texto...
Fotocopiar…
Todos juntos: Presentación
•
•
El animador presenta el texto elegido.
Entregar a cada participante copia del texto seleccionado.
En grupos pequeños
Lectura personal: Se invita a cada uno a leer el texto para sí.
Luego: Diálogo
1. Se lee, en voz alta, el primer párrafo.
2. Diálogo
Si se trata de una reflexión:
Si se trata de un relato, si se alude a hechos, si se lee
algún episodio de la vida de Damián, etc.:
Se lo dialoga libremente con la
pregunta: ¿Qué reflexión suscita en
nosotros esta lectura?
¿Hemos oído de otros, o vivido personalmente, cosas
parecidas? ¿Hay situaciones de nuestro medio, de
nuestra vida, que tienen que ver con lo que afirma la
lectura?
Se concluye con estas preguntas:
¿Qué iluminación aporta esta
reflexión a nuestra vida, a nuestra
realidad?
¿A qué nos compromete esta
reflexión, cómo la podemos aplicar a
nuestra vida, a nuestro grupo, a
nuestro medio?
¿Qué personaje, palabra o frase, nos llama más la
atención? ¿Por qué?
¿Qué iluminación aporta esta lectura a nuestra vida, a
nuestra realidad?
¿A qué nos compromete este texto, cómo la podemos
aplicar a nuestra vida, a nuestro grupo, a nuestro medio?
Y así sucesivamente con los siguientes párrafos.
3.
Luego, si parece oportuno, se puede adaptar una de las dinámicas señaladas a
continuación para el plenario…
154
En plenario
1. Poner en común lo dialogado en cada grupo. Y/o, si parece oportuno, adaptar una de las
dinámicas señaladas a continuación (consultar si fuera posible el libro “RECURSOS I para
fomentar el espíritu Damián y la misión al estilo Damián”, Quito, Ecuador). (solicitar archivo a
<[email protected]>)
•
Mirando una ilustración
Ofrecer a cada grupo una ilustración (relacionada con el texto), con la pregunta: ¿A la luz
del texto estudiado y de la ilustración, qué nos dice Damián?
•
Reconstituciones
Intentar reconstituir o completar un mensaje de Damián al que aluda el texto estudiado.
•
Debate
El texto probablemente evoca tesis contradictorias; organizar un debate.
•
Escenas, carteleras
Representar un episodio de la vida de Damián al que aluda el texto estudiado, o representar
situaciones relacionadas de la vida actual.
•
Planificación de una actividad
•
A la luz del texto estudiado, planificar o evaluar una actividad, tomando en cuenta las
dinámicas de “Planificación de una actividad” (Cf. “RECURSOS para fomentar el espíritu
Damián y la misión al estilo Damián”).
•
Listados en la pizarra
Establecer un listado de características o valores que el texto estudiado pone en evidencia,
conversarlos y luego evaluarse.
… O cualquier otra…
2. Interiorización del mensaje
•
En la capilla, si fuera posible.
•
Se lee el texto estudiado (o una selección del mismo); o se vuelven a utilizar los trabajos
hechos en grupos pequeños o en plenaria.
•
Silencio de meditación.
•
Oración (se pueden usar las oraciones del libro “RECURSOS I para fomentar el espíritu
Damián y la misión al estilo Damián”). (solicitar archivo a <[email protected]>)
155
1
Señor, haz de mí, como Damián, un instrumento de tu amor. Todos. (se repite lo mismo entre cada estrofa)
Donde hay odio, ponga yo amor;
donde hay ofensa, ponga yo perdón;
donde hay discordia, ponga yo unión;
donde hay error, ponga yo verdad;
Oh divino maestro, haz que no busque tanto:
ser consolado, como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
donde hay duda, ponga yo la fe;
donde hay desesperación, ponga yo la esperanza;
donde hay tinieblas, ponga yo la luz;
donde hay tristeza, ponga yo alegría.
Porque dando, se recibe;
perdonando, se es perdonado;
olvidándose de sí, uno se encuentra;
muriendo, se resucita a la vida eterna.
2
No viviremos con Damián solo los tiempos litúrgicos. Se trata también de iluminar, con él, otras fechas tanto religiosas
como eclesiales (por ejemplo octubre “Mes de las Misiones”). Fechas propias de nuestra congregación de los Sagrados
Corazones como la “Buena Madre”, el beato Eustaquio y el Buen Padre. También fiestas cívicas, por ej. el Día de la Alegría
o el Día de la Madre. Se trata pues de que Damián nos sirva de guía y maestro durante 12 meses.
(escoger uno de los dos modelos que vienen a continuación)
Modelo breve
Queremos tener a Damián como modelo y ejemplo en este mes de mayo, mes de María y de la madre.
En octubre celebraremos la declaración oficial de su santidad de parte del Papa Benedicto XVI…
El viernes 9 de octubre, podremos organizar un acto, una representación, un espectáculo de luces y sonido que evoque la
vida de Damián. El sábado 10 de octubre, víspera de la canonización, ¿por qué no promover vigilias? El mismo día 11 de
octubre, el acontecimiento se festejará en las eucaristías dominicales.
En enero 2010 estudiaremos su modo de servir y de llevar a cabo la misión con el fin de emprender nuevas acciones al
servicio de los excluidos. “Es esta en efecto la condición fundamental para vivir el acontecimiento de la canonización. No
podemos enorgullecernos de tener un santo en nuestra familia religiosa, sin asumir el desafío que “por los últimos” nos
plantea su vida. Ese desafío tenemos que asumirlo no sólo personalmente, sino también comunitariamente en nuestras
parroquias y obras… Tendríamos que preguntarnos… si no podemos hacer algo más en beneficio de los más pobres…,
organizando… “acciones Damián” que hagan que la canonización sea algo más que una ceremonia oficial…”
En febrero nos esforzaremos por extender la red de laicos “Sagrados Corazones”.
En mayo 2010, como culminación, en son de clausura, realizaremos un gran encuentro de la familia sscc…
Queremos así asimilar mes a mes el espíritu Damián, la Acción-Damián y su modo de vivir el Evangelio.
Modelo completo
Queremos tener a Damián como modelo y ejemplo en este mes de mayo, mes de María y de la madre.
En el mes de junio, acudiremos con él al Corazón de Jesús, refugio de paz y fuente de amor.
En los meses de julio y agosto queremos, a su ejemplo, empezar a suscitar nuevas actividades a favor de los excluidos.
En septiembre, nos dedicaremos a preparar los festejos relacionados con su canonización.
En octubre celebraremos la declaración oficial de su santidad de parte del Papa Benedicto XVI, tanto en la tierra como en el
cielo, pues Jesús dijo a sus apóstoles:
Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo… (Mateo 18, 18)
El viernes 9 de octubre, podremos organizar un acto, una representación, un espectáculo de luces y sonido que evoque la
vida de Damián. El sábado 10 de octubre, víspera de la canonización, ¿por qué no promover vigilias? El mismo día 11 de
octubre, el acontecimiento se festejará en las eucaristías dominicales.
En noviembre reflexionaremos en el carisma de su congregación religiosa, la de los Sagrados Corazones.
En diciembre, relacionaremos la Navidad con aspectos de su vida, de su acción y de sus escritos.
En enero estudiaremos su modo de servir y de llevar a cabo la misión con el fin de emprender nuevas acciones al servicio
de los excluidos. “Es esta en efecto la condición fundamental para vivir el acontecimiento de la canonización. No podemos
enorgullecernos de tener un santo en nuestra familia religiosa, sin asumir el desafío que “por los últimos” nos plantea su
vida. Ese desafío tenemos que asumirlo no sólo personalmente, sino también comunitariamente en nuestras parroquias y
obras… Tendríamos que preguntarnos… si no podemos hacer algo más en beneficio de los más pobres…, organizando…
2
“acciones Damián” que hagan que la canonización sea algo más que una ceremonia oficial…”
En febrero nos esforzaremos por extender la red de laicos “Sagrados Corazones”.
En marzo, celebraremos el Vía crucis de Jesús junto a Damián que llevó la pesada cruz de la lepra.
En abril prepararemos la clausura del año Damián.
En mayo, como culminación, en son de clausura, realizaremos un gran encuentro de la familia sscc…
Queremos así asimilar mes a mes el espíritu Damián, la Acción-Damián y su modo de vivir el Evangelio.
3
¿Por qué este lema?
Es una cita del Evangelio (Jn 13,1), cuyo sujeto es Jesús que muestra el colmo de su amor cuando se dispone a
entrar en su Pascua. Comienza el relato de la Última Cena. Es el momento del mandamiento nuevo, del lavatorio de pies,
de la Eucaristía. Se hace así referencia a lo principal de Damián, aquello sin lo cual no se le puede entender: su fe en
Jesucristo, el Señor de su vida, y la configuración de su ser con su Maestro. También Damián, a imagen del Señor, es el
sujeto de esta frase.
Los amó… Se trata de amar. La “santidad” de Damián encuentra su fuente en el amor de Cristo, en el Corazón
amante del Señor. Damián bebe en ese Corazón y se hace también cauce de esa agua. Dios muestra su amor a través del
amor apasionado de Damián. El amor no pasa. La santidad es amar. Dios es amor.
156
Los amó… El Evangelio, al hablar del amor de Jesús, lo refiere a “los suyos que estaban en el mundo”, a los
discípulos. En ellos, podemos intuir la insondable profundidad del amor de Cristo a la humanidad entera. Damián no amó en
abstracto, sino que mostró su afecto de manera bien concreta, sirviendo con todas sus fuerzas a “los suyos”, a los que
estaban en Molokai, a sus hermanos los leprosos, a aquéllos que eran los más abandonados y excluidos.
Hasta el extremo. El amor lleva a Jesús a darse enteramente, a dejarse comer, a vaciarse de sí mismo, a entregar
la vida, a la muerte en Cruz. Dios nos entrega en su Hijo todo, sin reservarse nada. El “extremo” del amor de Damián se
puede ver a lo largo de toda su vida: bajo el paño mortuorio de la profesión, en la despedida de su familia y de su tierra, en
el ofrecimiento para ir a Molokai, en la aceptación de la enfermedad, en la muerte como hijo de los Sagrados Corazones…
Damián “pagó” con su propia persona el “precio” desconcertante de la caridad. La imagen de Damián leproso es un icono
de amor, de servicio y de fe hasta el final, hasta el extremo, que marca su vida entera con el sello de la “santidad” que
ahora la Iglesia se dispone a proclamar.
Contamos con la riqueza espiritual y la creatividad de todos vosotros para, a la luz de este lema, profundizar mucho más en
el significado y el impacto de Damián como don y como interpelación a la Congregación, a la Iglesia, y a la humanidad.
Comenzamos a preparar la canonización de Damián precisamente cuando acaba de iniciarse el año paulino. Como San
Pablo, Damián es ante todo un misionero, un anunciador del Evangelio. Su fe es una experiencia de amor, y su
compromiso de servicio le lleva a sumergirse en el sufrimiento, donde crecerá y madurará como hombre y como creyente.
Damián será también para nosotros un maestro, alguien de quien aprender a ser verdaderamente humano y cristiano, un
desafío dirigido a nuestras eventuales faltas de entusiasmo y de generosidad, un estímulo para nuestro deseo de servir. La
entrega misionera, el despojo de uno mismo, la fe recia y valiente, el amor a los pobres sin componendas, no deberían ser
elementos del “heroico pasado misionero” de nuestra Congregación y de la Iglesia, sino dones que humildemente pidamos
y trabajemos en el presente.
Ojalá que, en este tiempo de preparación para la canonización, Damián nos interpele, Damián nos duela, Damián nos
renueve, Damián nos despierte.
(Javier Álvarez-Ossorio sscc, Superior General, Julio 2008)
iv
1816, Annales, 1963 p. 221
v
Annales, 1963 p. 221
vi
Drama “Estoy leproso, bendito sea Dios”, 2009
vii
ECD p. 48
viii
ECD p. 65
ix
EEA p. 48
x
“Estoy leproso, bendito sea Dios”, Drama en 5 actos, 2009
xi
“Estoy leproso, bendito sea Dios”, Drama en 5 actos, 2009
xii
Gaudium et Spes 22, Concilio Vaticano II
xiii
HVCELAM 151
xiv
EEA p. 34
xv
EEA p. 46
xvi
EEA p. 46
xvii
HVCELAM 150
xviii
Un étrange bonheur. Cartas del P. Damián p. 40
xix
EEA p. 59
xx
EEA p. 60
xxi
Hemos creído en el amor, Juan Vicente González, SSCC, p. 70
xxii
Teatro “Estoy leproso, bendito sea Dios”
xxiii
Pues bien, mi reverendo padre, ya no hay duda ninguna para mí, estoy leproso; ¡bendito sea Dios!, no me compadezca
demasiado; estoy perfectamente resignado a mi suerte. (Carta nr. 201, Extracto de una carta al P.Leonor Fouesnel)
157
Comisión de Canonización del Beato Damián de Veuster,
Congregación de los SSCC, Quito, Ecuador, Mayo 2009, P. Emmanuel de Bézenac, sscc
Apartado 17-09-07341, QUITO-ECUADOR, T. 593 [0]2 2599 692, 593 [0]2 2292 515, [email protected]
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