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indeleble
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POR: SILVIA PRECIADO
Cuando opino que Alejandra Guzmán
es una de nuestras cantantes más
valiosas, sé que
casi todos estaremos de acuerdo.
Argumentos que apoyen esta opinión
hay muchos: Alejandra es hija de una
de las verdaderas estrellas del cine,
teatro y la televisión en México, Silvia
Pinal, quien además es un modelo por
su profesionalismo.
J
unto a ella y a su hermana Silvia Pasquel, Alejandra
aprendió los secretos de los escenarios casi al mismo tiempo
que aprendió a caminar. ¿Y qué decir de su padre, Enrique
Guzmán, quien todavía hoy arma ingeniosos revuelos?
Con ese legado, Alejandra inició una promisoria carrera en
1988. Su "Bye mamá" (adiós me voy, con el supuesto mensaje
confrontador a la Pinal) fue un éxito, y la cantante fue la
re-ve-la-ción del año.
Sin dudas, sus discos de 1990, 1991 y 1994 reflejan una
etapa maravillosa. Tema tras tema, la cantante conquistó a
las audiencias: "Cuidado con el corazón", "Eternamente bella",
"Hacer el amor con otro", "Reina de corazones", "Flor de papel",
"Mírala míralo". Con esa música, se forjó una imagen de audaz,
de controversial.
Como en algunas historias del mundo del espectáculo,
Alejandra tuvo sus altibajos. Por momentos, su
pareja en turno, su embarazo y sus tatuajes
le quitaron foco a su trayectoria como
cantante.
Y como en algunas historias del
mundo del espectáculo, las
"calabazas" se acomodaron,
el talento se sobrepuso
a las circunstancias y
la fuerza interior
venció.
El resultado es que Alejandra Guzmán poco a poco ha venido
retomando terreno. Tanto, que abrió el concierto de Rolling
Stones en Monterrey, honor por el que más de uno hubiera
fenecido.
Y a finales de marzo, con buenas expectativas, lanzó
Indeleble, de la mano de Loris Ceroni en la producción y los
arreglos.
A diferencia de Lipstick (2004), producido por Demond Child,
este reciente CD es más sutil, más fino, y contiene un rock-pop
súper agradable.
Ceroni explota la veta de baladista de Alejandra, con aciertos
como "Quiero estar contigo", dedicada a aquellos que fueron
a buscar unos labios cuando su corazón sabía perfectamente
a qué labios preferían, y "Déjalo".
El track más sólido es "Volverte a Amar" y su potencial se nota
en la programación radiofónica, donde tiene alta rotación.
Continuando con el corte de ciertos temas de Lipstick, como
"Hoy me voy a querer", este álbum ofrece "Necesito amarme",
una declaración para colocar bien a la autoestima de cualquiera
que haya sentido caer o fracasar.
En Indeleble la voz de Alejandra suena muy cuidada, muy
cristalina, rodeada de cuerdas y de un rock melódico que
seguramente gustará.
Y será una plataforma más para que nuestra artista
demuestre que sí hay diferencias entre quienes sueñan con
ser cantantes y quienes son cantantes de sueño. •
Abril • City Life
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