Download SAN EXPEDITO 33-junio 2011

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CALENDARIO JUBILAR
JUNIO
Oración de Misericordia a los
Corazones de Jesús y María
San Juan Eudes
Oh benevolísimo y misericordísimo Corazón de Jesús,
estampa en nuestros corazones
una imagen perfecta de tu gran
misericordia,
para que podamos cumplir
el mandamiento que nos diste:
"Serás misericordioso
como lo es tu Padre ".
Madre de la misericordia,
vela sobre tanta desgracia,
tantos pobres, tantos cautivos,
tantos prisioneros,
tantos hombres y mujeres que
sufren persecución
en manos de sus hermanos y
hermanas,
tanta gente indefensa,
tantas almas afligidas,
tantos corazones inquietos,
Madre de la misericordia,
abre los ojos de tu clemencia
y contempla nuestra desolación.
Abre los oídos de tu bondad
y oye nuestra súplica.
Amorosísima y poderosísima
abogada, demuéstranos
que eres en verdad
la Madre de la Misericordia.
19.- Santísima Trinidad
19.- Día del Padre
20.- Feriado: Día de la Bandera
24.- Nacimiento de San Juan Bautista
26.- CORPUS CHRISTI
29.- San Pedro y San Pablo. Día del Papa.
Patronales del Seminario Patagónico de
Buenos Aires.
JULIO
1.- Jubileos Parroquiales SAGRADO
CORAZÓN (Río Gallegos – Río Grande –
Julia Dufour – San Julián – Los Antiguos)
2.- Inmaculado Corazón de María.
3.- Jubileo de la Cultura, del mundo social,
político y económico.
3.- Colecta imperada: Servicio a la Iglesia
universal, ex-obolo de San Pedro
9.- Feriado: Día de la Independencia
11.- Aniversario de la Fundación de Río
Grande, Tierra del Fuego (1921)
11.- Jubileo Capilla SAN BENITO (Río
Gallegos)
15.- Aniversario de la Fundación de Puerto
Deseado, Santa Cruz (1884)
16.- Jubileos Parroquiales Ntra. Sra. del
CARMEN (Río Gallegos – Río Grande –
San Julián)
Horarios de Misa: Martes a sábados: 20 hs Domingos: 12hs
1º viernes de mes: 19:30 Adoración Eucarística y Rosario
20 hs. Santa Misa. 19 de cada mes: 19: 30 hs Coronilla y
de San Expedito. 20 hs. Santa Misa. 3° viernes 20 hs.
Av. Gregores y Laprida - Tel. (02966) 43 4199 - Río Gallegos
El Mes de Junio,
el Mes del Sagrado Corazón de Jesús
La vida cristiana es bella. La TRINIDAD y yo
Celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, misterio central de nuestra
fe. Es muy diferente un pozo seco a un manantial. El manantial tiene vida. El pozo
seco o con agua estancada es muerte. Cuando nos referimos a la relación del
hombre con Dios puesta en acto, hablamos de vida, vida espiritual.
¿Cuál es la fuente de la vida espiritual? ¿De dónde viene esta vida? ¿Quién da
vida? La fuente de la vida espiritual es la vida de Dios, nuestra participación en la
vida de la Santísima Trinidad por la gracia a través de los sacramentos y la oración.
Eso es lo que se mueve allá adentro de nosotros, esa es la sangre que corre por
nuestras venas desde el día de nuestro bautismo. Desde entonces, el manantial
que ocupa el centro de nuestro ser es la Trinidad. ¡Qué maravilla!
Una verdad existencial
Esta fiesta es una invitación a poner en acto en la oración eso que creemos por la
fe, en forma de relación personal, de trato, con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No basta el conocimiento del misterio, la Iglesia nos invita a través de la teología y de la liturgia a profundizar en su significado, pero profundizar de una manera no sólo intelectual, sino afectiva, existencial.
El bautismo: una llamada al amor
Al recibir en el bautismo el don de la gracia santificante, que nos hizo hijos de
Dios, recibimos de parte de Él una llamada al amor. Después de esto nuestra vida
cristiana consiste en responder al don recibido de Dios: “Si alguien me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en
él.” (Jn 14, 23) Dios que puso amor, espera una respuesta de amor.
"La respuesta de la fe nace cuando el hombre descubre, por gracia de Dios, que creer significa encontrar la verdadera vida, la “vida en plenitud”. Uno de los grandes padres de la
Iglesia, san Hilario de Poitiers, escribió que se convirtió en creyente cuando comprendió,
al escuchar en el Evangelio, que para alcanzar una vida verdaderamente feliz eran insuficientes tanto las posesiones, como el tranquilo disfrute de los bienes y que había algo más
importante y precioso: el conocimiento de la verdad y la plenitud del amor entregados por
Cristo (Cf. De Trinitate 1,2)." (Benedicto XVI 13 de junio 2011)
corazón (santas Lutgarda, Matilde, Gertrudis la
Grande, Marga-rita de Cortona, Angela de Foligno,
San Buenaventura, etc.).
Intimidad con Dios
Dios nos invita a participar de su vida íntima, de esa vida que consiste en el amor entre el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Se dice fácil, pero este es un misterio grandioso, algo
sobrehumano, sobrenatural, y en el cual estamos sumergidos.
En 1673, Santa Margarita María de Alocoque comenzó a tener una serie de revelaciones que le
llevaron a la santidad y la impulsaron a formar un
equipo de apóstoles de esta devoción. Con su celo
consiguieron un enorme impacto en la Iglesia.
Cada vez que intimamos con Dios en la oración entramos en el misterio. Es fe orante. En
ella nos dirigimos a Dios como Padre. Padre es el nombre propio de Dios. Así nos lo reveló Jesucristo, quien vive contemplándolo permanentemente. “El Padre, que me ha enviado, posee la vida, y yo vivo por él. Así también el que me come vivirá por mí” (Jn 6, 57).
En Jesucristo contemplamos la belleza del Padre, él es “resplandor de Su gloria” (Hb. 1,3),
el que está con nosotros, Dios-con-nosotros (Is 7, 14) Su misión es nuestra salvación. Tratamos con Cristo como nuestro salvador, nuestro redentor: “Padre, yo deseo que todos
estos que tú me has dado puedan estar conmigo donde esté yo” (Jn 17, 24). Somos pecadores rescatados por la sangre de Cristo y en la oración cristiana nos dirigimos a Él como
nuestro Redentor para darle las gracias, pedirle perdón, aprender de Él.
Y tratamos con el Espíritu Santo cuya misión es nuestra santificación. A partir del bautismo tenemos toda una vida por delante para crecer y asemejarnos como hijos que somos,
al Hijo con mayúscula. Esa labor paciente de transformación conforme a la imagen de
Cristo la va realizando el Espíritu Santo en nosotros poco a poco, como el agua sobre la
piedra de río, a medida que cooperamos con Él. El Espíritu Santo es el Santificador, el
Huésped de nuestra alma, nuestro Socio con el que trabajamos para realizarnos en plenitud como hombres y como cristianos. Él es amor y derrama el amor de Dios en nuestros
corazones. (Rom 5, 5)
La vida espiritual, la vida de oración, es simplemente maravillosa. ¡Qué gozo poder tratar
como hijo con EL PADRE, como pecador rescatado con su mismo REDENTOR; como buscador con su GUÍA! Francamente, ¡qué maravilla!
Si un espectáculo de agua, luz y sonido (no dejes de verlo) puede ser tan armónico y bello, ¡qué será la belleza de la vida trinitaria que llevamos dentro!
HISTORIA DE LA DEVOCIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS
Los Santos Padres muchas veces hablaron del Corazón de Cristo como símbolo de
su amor, tomándolo de la Escritura: "Hemos de beber el agua que brotaría de su
Corazón... cuando salió sangre y agua" (Jn 7,37; 19,35).
En la Edad Media comenzaron a considerarle como modelo de nuestro amor,
paciente por nuestros pecados, a quien debemos reparar entregándole nuestro
En el siglo XVII estaba muy extendida esta devoción. San Juan Eudes, ya en 1670, introdujo la primera fiesta pública del Sagrado Corazón.
Se divulgaron innumerables libros e imágenes. Las asociaciones del Sagrado Corazón subieron en un siglo, desde mediados del XVIII, de 1.000 a 100.000. Unas
200 congregaciones religiosas y varios institutos seculares se han fundado para
extender su culto de mil formas.
El Apostolado de la Oración, que pretende conseguir nuestra santificación personal y la salvación del mundo mediante esta devoción, contaba ya en 1917 con 20
millones de asociados. Y en 1960 llegaba al doble en todo el mundo, pasando en
España del millón; sus 200 revistas tenían 15 millones de suscriptores. La mayor
asociación de todo el mundo.
La Oposición a este culto siempre ha sido grande, sobre todo en el siglo XVIII por
parte de los jansenistas, y recibió un fuerte golpe con la supresión de la Compañía de Jesús (1773).
En España se prohibieron los libros sobre el Sagrado Corazón. El emperador de
Austria dio orden que desapareciesen sus imágenes de todas las iglesias y capillas. En los seminarios se enseñaba: "la fiesta del Sagrado Corazón ha echado una
grave mancha sobre la religión."
La Europa oficial rechazó el Corazón de Cristo y en seguida fue asolada por los
horrores de la Revolución francesa y de las guerras napoleónicas. Pero después
de la purificación, resurgió de nuevo con más fuerza que nunca.
En 1856 Pío IX extendió su fiesta a toda la Iglesia. En 1899 León XIII consagró el
mundo al Sagrado Corazón de Jesús (Ecuador se había consagrado en 1874).
Y España en 1919, el 30 de mayo, también se consagró públicamente al Sagrado
Corazón en el Cerro de los Angeles. Donde se grabó, debajo de la estatua de Cristo, aquella promesa que hizo al padre Bernardo de Hoyos, S.J., el 14 de mayo de
1733, mostrándole su Corazón, en Valladolid (Santuario de la Gran Promesa), y
diciéndole: "Reinaré en España con más Veneración que en otras muchas partes" (entonces también América era España). Fuente: www.aciprensa.com