Download Caminando con la Diosa KUAN YIN

Caminando con la
Diosa
KUAN YIN
Esta vez nos acompaña la diosa de los 10.000 nombres Kuan Yin; " La Reina del Oeste", "Hsi Wang Mú", "Dolma", "La Diosa
que vigila al Mundo", "Madre Dorada", "La Guardiana Misericordiosa"... Es muy venerada en China donde tiene su templo: "el
Templo de la Misericordia". La manera de sentir que ella nos ayuda, es ser ella. Imagina que tú eres Kuan Yin y al mirar a otro,
el otro es Kuan Yin y el animal que encuentres en tu paseo es Kuan Yin y el árbol que da sombra a tu casa es Kuan Yin. Tú
eres ella y ella es todo. Es un concepto complicado pero me gustaría que lo afrontaras desde una sencilla meditación. Cada
día, comenzando en este fín de semana, vamos a acercarnos a Ella y proyectarla en nosotros y en los demás.
MEDITACIÓN GUIADA
Siéntate en una cómoda posición en la que tus pies tengan contacto con el suelo, con la Tierra. Imagina a unos 40cm por
encima de tu cabeza una luz violeta. De allí, nace un haz de luz que entra por el centro de tu cabeza y comienza a llenar tu ser:
cabeza, frente ojos, nariz, orejas, boca, cuello, expandiéndose la luz violeta y llenando cada rincón, cada célula de tu cuerpo,
hombros, brazos, antebrazo, muñecas, manos y cada dedo de cada mano. Pecho, pulmones, corazón, vientre, ombligo, púbis,
sacro, muslos, rodillas, piernas, tobillos, pies, y cada dedo de cada pié. Ahora desde los dedos salen pequeños haces de luz
violeta que se expanden bajo tus pies y se dirigen hacia el centro de la Tierra. Siente como el suelo desaparece, las paredes
desaparecen, la casa desaparece, el barrio, la ciudad, la Tierra, todo desaparece. Sólo tú flotando y conectado desde los pies a
la luz de tu alma con ese haz de luz violeta. Ahora, debajo de tí comienza a formarse una flor de loto que será tu asiento. Mil
pétalos para esa flor de loto, suave, mullida, cómoda. Siente como todo tu ser está relleno de esa luz violeta y el color de tu piel
cada vez es más blanco, más translúcido. Tú estás sentado en esa flor. En tu mano izquierda sostienes un largo tallo con una
flor de loto que reposa sobre tu corazón. Tu mano derecha, abierta en posición de estatuilla, dispuesta a ayudar y mirando
hacia arriba, para recibir la Energía Universal y darla a tus hijos como Madre Divina. Los lóbulos de tus orejas están ahora
alargados y tu pelo tiene un moño, en el centro y cae largo sobre tus hombros. En este momento eres Kuan Yin y Kuan Yin
serás. Mira hacia delante, en medio de ese vacío aparece la Tierra a lo lejos como una gran esfera azúl con masas terrenas.
Párate a escuchar los mil lamentos, las múltiples risas, los llantos y la alegría. Percibe lo que llega hasta a tí y recíbelo con
Amor. De tus manos comienzan a salir haces de luz violeta, que rodean a la Tierra y tú la rodeas también enviando tu Amor y
Compasión hacia cada ser que allí habita. Repite en tu mente tres veces: "que todos los seres sean felices". Ahora comienzas
a identificar el lugar del cual provienes y te vas acercando allí, país, ciudad, barrio, casa, habitación y aquí estás sintiendo la
conexión de tus pies con la tierra. Ahora, desde el centro de la Tierra comienza a subir una luz rosada que con movimiento
helicoidal, sube desde los dedos de tus pies, abrazándose y serpenteando con la luz violeta que ya te llena. Continúa por
tobillos, rodillas, muslos, púbis, sacro, vientre, ombligo, pulmones, corazón, pecho, hombros, codos, muñecas, manos, y cada
dedo de tus manos. Hombros, cuello, barbilla, pómulos, oidos, boca, nariz, ojos, frente, cabeza y sube desde el centro de tu
cabeza a unirse con la luz violeta. Desde este plano medio, terrenal, salen ahora haces de luz rosada por los dedos de tus
manos, que se expanden en el lugar en el que estás y siguen a la calle, a los lugares que conoces, a las personas que amas, a
las que no amas, a los seres que encuentra por el camino, a los que reconoces, a los que no reconoces... tómate tu tiempo,
escucha, siente, observa, la Vida y el Latido del Mundo. Cuando creas que es suficiente y sientas, vuelve al lugar de inicio en tí
y poco a poco, abre los ojos. Ahora tú eres Kuan Yin. Eres Amor y Compasión. Cuando mires al otro también verás a Kuan Yin,
porque todos somos Uno.
Esta meditación la canalicé con Kuan Yín, no hace mucho tiempo. Ignoro si las habrá iguales o similares, si es afín a una
religión o no. Simplemente yo la viví así cuando conecté con Kuan Yin y cuantas más veces la repito, más matices aprecio.
Caminando con la Diosa
07312 Mancor de la vall (Balears, Illes)
693718917 [email protected]
Caminando con la
Diosa
La finalidad es sanar. A tí mismo y a cada ser. Seguro que te ayudará.
Un abrazo de luz,
Eva Suárez )O(
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