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BUSQUEDA INCANSABLE
Lucas 13:10-17- “Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacia 18 años
tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó
y le dijo: Mujer eres libre de tu enfermedad. Y pasó las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero
el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que
se debe trabajar, en esto, pues, venid y sed sanados, y no en el día de reposo. Entonces el Señor le respondió y le dijo:
Hipócrita, cada uno de vosotros ¿No desata cada uno su buey o su asno del pesebre en el día de reposo? Al decir El estas
cosas se avergonzaron todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por
el”.
En estos tiempos que nos está tocando vivir, la sensibilidad hacia las necesidades de los demás se está
perdiendo, cada día. En Lucas 13:10-17, podemos notar la bondad y la atención de Jesús hacia las personas
que sufrían. Esta es la historia de una mujer que por dieciocho años estaba padeciendo de una enfermedad.
Ella caminaba encorvada y no se podía enderezar, ¿Te imaginas cuán difícil sería la vida de esta mujer? Ella no
podía caminar, mas sin embargo, cuando escuchó de Jesús ella se esforzó para seguirle porque deseaba con
todo su corazón ser sanada. Posiblemente dijo: “-yo iré donde el maestro, estoy segura que me sanará”. Tenía
dificultades para caminar, pero eso no fue impedimento para ella, su deseo de ser tocada por el Señor era
mucho más grande que su propia enfermedad.
Mujer preciosa, tal vez no estás encorvada físicamente; pero puedes estar encorvada emocionalmente,
sentimentalmente financieramente, encorvada de una autoestima personal muy baja, tal vez piensas que a
nadie le importas; pero quiero decirte que cuando nadie da nada por nosotras, cuando todo el mundo nos
rechaza, cuando somos vistas con indiferencia, hay alguien especial que te mira y te dice: “Ven a mí que yo
haré lo que nadie hizo por ti, no solamente sanaré tu dolencia, sino que te ofrezco salvación”. ¡No hay nadie
como nuestro Señor Jesucristo!
Busca a Dios. Una de las cosas que debes hacer para capturar su atención, es desearlo con todo tu corazón. El
Señor Jesús trabaja con aquellas mujeres que le desean de corazón. En el libro de Salmos 42:1 dice, “Como el
ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios el alma mía”. Te animo a buscar a Dios
con todo tu corazón; desea estar con el todos los días de tu vida. Dios puede hacer grandes cosas para
nosotras, pero necesitamos también esforzarnos para buscarlo. Esta mujer encorvada se esforzó y caminó aun
con dificultad, pero logró llamar la atención del Señor. ¿Sabes amiga? Dios premia el esfuerzo. No se porque
situaciones estás pasando pero te motivo a entregarle todas tus dificultades y dolencias al Señor con fe y Dios
te ayudará a salir adelante.
Glorifica a Dios. Otra de las cosas que no te olvides de hacer cuando recibes el beneficio de Dios, es
agradecerle y darle la gloria a El. Este pasaje nos muestra que cuando esta mujer recibió su sanidad le
glorificaba a Dios, ella no cesó de darle gracias. Ella llevaba dieciocho años de esa enfermedad, pero Jesús
resolvió ese problema en solo un instante. Solo basta un momento con Jesús para traernos sanidad, paz, gozo,
esperanza. Esta mujer desconocía esta verdad hasta que recibió el toque de Dios.
Muchas de nosotras deseamos que tantas cosas en nuestras vidas sean resueltas y la única manera que
encontraremos esto es a través de Jesucristo el Señor. Confía en El con todo corazón, desea estar con El cada
día de tu vida porque El te dará el oportuno socorro, así como lo hizo con esta bella mujer.
Dios te bendiga poderosamente,
Ps. Elsita Tejada