Download MONICIÓN DE ENTRADA Estamos en CUARESMA. Aunque a

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
MONICIÓN DE ENTRADA
Estamos en CUARESMA. Aunque a veces resulte
duro reconocer nuestros fracasos y nuestro pecado, no
nos desesperamos, porque Jesucristo sigue saliendo a
nuestro encuentro para curar nuestras cegueras y
abrirnos el camino de la esperanza. Hoy queremos
celebrar la bondad y la misericordia de Dios, que nos
quiere a pesar de nuestros errores y de nuestras
cegueras para ver esos errores.
Que los ojos misericordiosos de Dios se iluminen
sobre nosotros y nos llenen de la PAZ y la FUERZA de su
AMOR.
PETICIONES DE PERDÓN
SACERDOTE:
Confiando en el perdón de Dios Padre que no tiene
límites, acudimos a Él reconociendo nuestros pecados:
•
•
•
Perdón, Señor, por mis prejuicios, por no ver
adecuadamente la realidad de los demás.
Perdón, Señor, porque a veces no reconocemos
nuestros fallos y no vemos adecuadamente las
cosas que hacemos mal.
Perdón, Señor, por no ver a Cristo en el pobre y a
Dios en el hermano.
Lectura del libro del Génesis (2, 7-9; 3,1-7)
Entonces Dios formó al hombre con polvo del
suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó
el hombre un ser viviente. Luego plantó Dios un jardín
en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había
formado.
Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles
deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio
del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del
bien y del mal. …….
La serpiente era el más astuto de todos los
animales del campo que Dios había hecho. Y dijo a la
mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de
ninguno de los árboles del jardín?»
Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos
comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto
del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios:
No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.»
Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna
manera moriréis.
Es que Dios sabe muy bien que el día en que
comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como
dioses, conocedores del bien y del mal.»
Y como viese la mujer que el árbol era bueno
para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr
sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su
marido, que igualmente comió.
Entonces se les abrieron los ojos, y se dieron
cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de
higuera se hicieron unos ceñidores.
Palabra de Dios.
SALMO
ORACIÓN DE LOS FIELES-PRECES
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces mejor que yo mismo.
SACERDOTE:
Renovados por la palabra de Dios que
hemos escuchado y sintiendo la necesidad de
ser curados y salvados, nos dirigimos al Padre,
diciendo:
Te lo pedimos, Señor.
Me conoces cuando me acuesto y cuándo me
levanto.
Sabes lo que soy, quiero y hago.
Antes de que piense o proyecte algo,
Tú ya lo conoces de antemano.
Si miro en lo profundo de mí mismo,
allí te encuentro.
Si hasta los cielos subo, allí estás tú.
Tú conoces mis cualidades y limitaciones.
Ayúdame, Señor, a conocerme mejor.
Dame fuerzas para corregir mis defectos.
Dame voluntad para no desanimarme.
¾ Que nos cures de nuestra ceguera. R/.
¾ Que nos cures de la dureza de nuestro
corazón. R/.
¾ Que nos des ojos nuevos y corazón nuevo.
R/.
¾ Que aumentes nuestra fe. R/.
¾ Que seamos más compasivos y generosos.
R/.
¾ Que nos llenemos de tu Espíritu. R/.
¾ Que vivamos llenos de tu presencia. R/.
Por grupos y por turnos:
1.- Misericordia, Dios mío, por tu bondad
por tu inmensa compasión borra nuestros delitos.
Todos: Sálvanos, Señor
2.- Nosotros reconocemos nuestras culpas,
contra ti, contra ti sólo hemos pecado
delante de tus ojos hicimos lo que tu aborreces.
Todos: Sálvanos, Señor
3.- Tú quieres corazón sincero,
y me enseñas en secreto palabras de sabiduría.
Crea en nosotros un corazón puro
Todos: Sálvanos, Señor
4.- Aparta tu vista de nuestros pecados,
borra en nosotros toda culpa
Todos: Sálvanos, Señor
CANCIÓN: SÓLO LE PIDO A DIOS
Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.
Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente,
es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.
Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente,
desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir una cultura diferente.
TODOS:
Aquí estoy, Señor, como el ciego del camino.
Pasas a mi lado y no te veo.
Tengo los ojos cerrados a la luz
y no puedo verte.
Pero al sentir tus pasos, al oír tu voz,
siento en mí como un manantial que nace,
que grita por ti.
Te necesito, Señor.
¡Me ciegan tantas cosas!
Señor, ábreme los ojos a tu vida.
Quiero ver tu rostro con ojos limpios.
Quiero abrir mis ojos a la luz de tu Evangelio.
Quiero mirar la vida de frente y con sentido.
Quiero que la fe sea antorcha en mi camino.
Quiero verte y quiero aprender
que la vida, el dolor y la muerte,
sin tu luz son caos.
Quiero ver en cada persona un hermano.
Quiero abrir los ojos a mí mismo,
y ver dentro de mi vida.
Quiero poner mis ojos en las cosas de cada día
y buscar en ellas tu huella.
Señor Jesús, ayúdame a ver.
Limpia mi corazón de lo sucio
para que pueda ver desde dentro.
Como el ciego del camino,
como el ciego, así te busco.
Toca mis ojos con tus dedos
y ábrelos a la luz.
Entonces, Señor,
podré decirte: “Creo, Señor”
y mi camino tendrá rumbo.
¡Gracias, Señor!