Download Corazón de Jesús - San Francisco y los Franciscanos

SAGRADO CORAZÓN
La fiesta del Amor de Jesucristo
Corazón de Jesús, que sabes despojarte de tu rango por amor haciéndote uno de tantos,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, entregado por nosotros, samaritano del mundo,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, grano fecundo de trigo en el surco de la historia,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús, entregado en la Eucaristía como ofrenda filial de amor al Padre,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, que lavando los pies a tus discípulos nos invitas al servicio fraterno,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús, exaltado y triunfante sobre el egoísmo y el desamor de la humanidad,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, que clavado en la cruz, de tu costado manó sangre y agua,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, que en lo alto de la cruz atraes hacia ti todas nuestras miradas,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús abierto en la cruz, que nos entregas tu Espíritu,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús atravesado por nuestros pecados,
que nos amas y te entregas por cada uno de nosotros,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús, manantial oculto de donde mana para todos la nueva vida,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús, tesoro escondido de dimensiones y riquezas inabarcables,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Jesús resucitado, derroche de esperanza para todos,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Corazón de Cristo, el Viviente,
que nos haces tocar tus heridas para sanar en profundidad las nuestras,
R/ Danos un corazón semejante al tuyo.
Te ruego, Señor, que la fuerza dulce y abrasadora de tu amor absorba de tal modo
mi mente que la separe de todas las cosas que hay debajo del cielo, para que yo
muera por amor de tu amor, ya que tú te dignaste morir por amor de mi amor.
Oración “Absorbeat”, atribuida a San Francisco.
Pequeño es mi corazón para amarte y alabarte,
¡oh, Señor! Pero hará que tantos corazones,
tantos, tantos corazones te amen, ¡oh, mi Dios!
Esos corazones con su amor suplirán, esos
corazones suplirán mi debilidad.