Download ANTOLOGA JUAN R. JIMNEZ

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
ANTOLOGÍA
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
CANCIÓN NOCTURNA
TRISTEZA DEL CAMPO
Tristeza dulce del campo.
La tarde viene cayendo.
De las praderas segadas
llega un suave olor a heno.
Los pinares se han dormido.
Sobre la colina, el cielo
es tiernamente vio!eta.
Canta un ruiseñor despierto.
Vengo detrás de una copla
que habla por el sendero,
copla de llanto, aromada
con el olor de este tiempo;
copla que iba llorando
no sé qué cariño muerto,
de otras tardes de setiembre
que olieron también a heno.
(De Pastorales)
Ya están ahí las carretas...
-Lo han dicho el pinar y el viento,
lo ha dicho la luna de oro,
lo han dicho el humo y el eco...
Son las carretas que pasan
estas tardes, al sol puesto,
las carretas que se llevan
del monte los troncos muertos.
¡Cómo lloran las carretas,
camino de Pueblo Nuevo! (…)
(De Pastorales)
MAÑANA DE LA CRUZ
Dios está azul. La flauta y el tambor
anuncian ya la cruz de primavera.
¡Vivan las rosas, las rosas del amor,
entre el verdor con sol de la pradera!
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor...
Le pregunté: “¿Me dejas que te quiera?”
Me respondió, radiante de pasión:
“Cuando florezca la cruz de primavera,
yo te querré con todo el corazón.”
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor...
“Ya floreció la cruz de primavera.
¡Amor, la cruz, amor, ya floreció!”
Me respondió: “¿Tú quieres que te quiera?”
¡Y la mañana de luz me traspasó!
Vámonos al campo por romero,
vámonos, vámonos
por romero y por amor...
Alegran flauta y tambor nuestra bandera.
La mariposa está aqui con la ilusión...
¡Mi novia es la virjen de la era
y va a quererme con todo el corazón!
(De Baladas de primavera)
¡Allá va el olor
de la rosa!
¡Cójelo en tu sin razón!
¡Allá va la luz
de la luna!
¡Cójela en tu plenitud!
¡Allá va el cantar
del arroyo!
¡Cójelo en tu libertad!
(De Baladas de primavera)
EL POETA A CABALLO
iQué tranquilidad violeta
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta. ..
iQué tranquilidad violeta!
La dulce brisa del río,
olorosa a junco yagua,
le refresca el señorío...
La brisa leve del río. ..
A caballo ya el poeta. ..
iQué tranquilidad violeta!
Y el corazón se le pierde,
doliente y embalsamado,
en la madreselva verde...
Y el corazón se le pierde...
A caballo va el poeta...
iQué tranquilidad violeta!
Se está la orilla dorando..
El último pensamiento
del sol, la deja soñando.
Se está la orilla dorando...
jQué tranquilidad violeta,
por el sendero, a la tarde!
A caballo va el poeta...
¡Qué tranquilidad violeta!
(De Baladas de primavera)
Verde verderol,
¡endulza la puesta del sol!
Palacio de encanto,
el pinar tardío
arrulla con llanto
la huida del río.
Allí el nido umbrío
tiene el verderol.
Verde verderol
¡endulza la puesta del sol¡ (…)
(De Baladas de primavera)
AMO EL PAISAJE VERDE...
Amo el paisaje verde, por el lado del río.
El sol, entre la fronda, ilusiona el poniente;
y, sobre flores de oro, el pensamiento mío,
crepúsculo del alma, se va con la corriente.
ies caballero bonald. depto. lengua y literatura. Antología Juan R. Jiménez.
1
¿Al mar?¿Al cielo?¿Al mundo? Qué se yo...
Las estrellas
suelen bajar al agua, traídas por la brisa...
Medita el ruiseñor... Las penas son más bellas,
y sobre la tristeza florece la sonrisa.
(De Elejías)
TORNO AL HOGAR...
Torno al hogar a esta hora divina del estío,
en que yerran ya rosas por el azul doliente;
cuando los aviones ornan de griterío
el pueblo, y canta un corro de niñas en la fuente.
...Todo está en paz. El jardín, fresco. En el piano,
rosas ¿del cielo? Sueñan los libros.
Los cristales copian en sí el verdor con sol de lo
lejano
y la pureza de las glorias estivales.
Por el balcón abierto entra una pura brisa,
los muebles tienen un melancólico brillo...
Hay, para regocijo de mi dulce sonrisa,
una rama de acacia sobre un libro amarillo.
(De La soledad sonora)
Señor, matadme, si queréis...
¡Pero, Señor, no me matéis!
¡Oh, Señor!, por el sol sonoro,
por la mariposa de oro,
por la rosa y por el lucero,
por los vilanos del sendero,
por el trino del ruiseñor,
por los naranjales en flor,
por la perlería del río,
por el dulce pinar umbrío,
por los suaves labios rojos
de ella, y por sus grandes ojos;
¡Señor, Señor, no me matéis!
...Pero matadme, si queréis...
(De Arte menor)
EL VIAJE DEFINITIVO
...Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
PRIMAVERA AMARILLA
Abril venía, lleno
todo de flores amarillas;
amarillo el arroyo,
amarillo el vallado, la colina,
el cementerio de los niños,
el huerto aquel donde el amor vivía.
El sol unjía de amarillo el mundo,
con sus luces caídas;
iay, por los lirios áureos,
el agua de oro, tibia;
las amarillas mariposas
sobre las rosas amarillas!
Guirnaldas amarillas escalaban
los árboles; el día
era una gracia perfumada de oro,
en un dorado despertar de vida.
Entre los huesos de los muertos,
abría Dios sus manos amarillas.
Todas las tardes, el cielo será azul y plácido:
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.
Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y
encalado,
mi espíritu errará nostáljico...
Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.
(De Poemas agrestes)
(De Poemas májicos y dolientes)
A MI ALMA
LO QUE VOS QUERÁIS...
Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis.
Si queréis que, entre las rosas,
ría hacia los matinales
resplandores de la vida,
sea lo que Vos queráis.
Si queréis que, entre los cardos,
sangre hacia las insondables
sombras de la noche eterna,
sea lo que Vos queráis.
Gracias si queréis que mire,
gracias por todo y por nada;
sea lo que Vos queráis.
Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis.
Siempre tienes la rama preparada
para la rosa justa; andas alerta
siempre, el oído cálido en la puerta
de tu cuerpo, a la flecha inesperada.
Una onda no pasa de la nada,
que no se lleve de tu sombra abierta
la luz mejor. De noche, estás despierta
en tu estrella, a la vida desvelada.
Signo indeleble pones en las cosas.
Luego, tornada gloria de las cumbres,
revivirás en todo lo que sellas.
Tu rosa será norma de las rosas;
tu oír, de la armonía; de las lumbres
tu pensar; tu velar, de las estrellas.
(De Sonetos espirituales)
(De Arte menor)
ies caballero bonald. depto. lengua y literatura. Antología Juan R. Jiménez.
2
SOLEDAD
En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué solo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van, como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose, en un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late, y no lo siente...
¡Qué plenitud de soledad, mar solo!
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!
...Mas se fue desnudando.
Y yo le sonreía.
Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Y se quedó con la túnica,
y apareció desnuda toda...
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre.
(De Eternidades)
(De Diario de un poeta recién casado)
ESTÁ TAN PURO YA...
Está tan puro ya mi corazón,
que lo mismo es que muera
o que cante.
NO SÉ SI EL MAR
No sé si el mar es, hoy
-adornado su azul de innumerables
espumas-,
mi corazón; si mi corazón, hoy
-adornada su grana de incontables
espumas-,
es el mar.
Entran, salen
uno de otro, plenos e infinitos,
como dos todos únicos.
A veces, me ahoga el mar el corazón,
hasta los cielos mismos.
Mi corazón ahoga el mar, a veces,
hasta los mismos cielos.
(De Diario de un poeta ...)
Puede llenar el libro de la vida,
o el libro de la muerte,
los dos en blanco para él,
que piensa y sueña.
Igual eternidad hallará en ambos.
Corazón, da lo mismo: muere o canta.
(De Eternidades)
EL POEMA (1)
¡No le toques ya más,
que así es la rosa!
(De Piedra y cielo)
¡INTELIJENCIA, DAME. .. ¡
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto de las cosas!
…Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame
el nombre exacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de las cosas!
(De Eternidades)
VINO, PRIMERO, PURA...
Vino, primero, pura,
vestida de inocencia.
Y la amé como un niño.
Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes.
Y la fui odiando, sin saberlo.
¡SÍ, CADA VEZ MÁS VIVO...!
¡Sí, cada vez más vivo
-más profundo y más alto-,
más enredadas las raíces
y más sueltas las alas!
¡Libertad de lo bien arraigado!
¡Seguridad del infinito vuelo!
(De Piedra y cielo)
¡ESTA ES MI VIDA…!
¡Esta es mi vida, la de arriba,
la de la pura brisa,
la del pájaro último,
la de las cimas de oro de lo oscuro!
¡Esta es mi libertad, oler la rosa,
cortar el agua fría con mi mano loca.
desnudar la arboleda,
cojerle al sol su luz eterna!
(De Poesía)
Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
ies caballero bonald. depto. lengua y literatura. Antología Juan R. Jiménez.
3
¡AMOR!
EL SER UNO
Todas las rosas son la misma rosa,
¡amor!, la única rosa;
y todo queda contenido en ella,
breve imajen del mundo,
¡amor!, la única rosa.
(De Poesía)
Que nada me invada de fuera,
que sólo me escuche yo dentro.
Yo dios
de mi pecho.
(Yo todo: poniente y aurora;
amor, amistad, vida y sueño.
Yo solo
universo.)
Pasad, no penséis en mi vida,
dejadme sumido y esbelto.
CENIT
Yo no seré yo, muerte,
hasta que tú te unas con mi vida
y me completes así todo;
hasta que mi mitad de luz se cierre
con mi mitad de sombra
-y sea yo equilibrio eterno
en la mente del mundo:
unas veces, mi medio yo, radiante;
otras, mi otro medio yo, en olvido-.
Yo no seré yo, muerte,
hasta que tú en tu turno, vistas
de huesos pálidos mi alma.
(De Belleza)
EL OTOÑADO
Estoy completo de naturaleza,
en plena tarde de áurea madurez,
alto viento en lo verde traspasado.
Rico fruto recóndito, contengo
lo grande elemental en mí (la tierra,
el fuego, el agua, el aire), el infinito.
Chorreo luz: doro el lugar oscuro,
trasmito olor: la sombra huele a dios,
emano son: lo amplio es honda música,
filtro sabor: la mole bebe mi alma,
deleito el tacto de la soledad.
Soy tesoro supremo, desasido,
con densa redondez de limpio iris,
del seno de la acción. Y lo soy todo.
Lo todo que es el colmo de la nada,
el todo que se basta y que es servido
de lo que todavía es ambición.
Yo uno,
en mi centro.
(De La estación total)
LA TRASPARENCIA, DIOS, LA
TRASPARENCIA
Dios del venir, te siento entre mis manos,
aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa
de amor, lo mismo
que un fuego con su aire.
No eres mi redentor, ni eres mi ejemplo,
ni mi padre, ni mi hijo, ni mi hermano;
eres igual y uno, eres distinto y todo;
eres dios de lo hermoso conseguido,
conciencia mía de lo hermoso. (...)
Tú, esencia ,eres conciencia; mi conciencia
y la de otros, la de todos,
con forma suma de conciencia;
que la esencia es lo sumo,
es la forma suprema conseguible,
y tu esencia está en mí, como en mi forma. (...)
Eres la gracia libre,
la gloria del gustar, la eterna simpatía,
el gozo del temblor, la luminaria
del clariver, el fondo del amor,
el horizonte que no quita nada;
la trasparencia, dios, la trasparencia,
el uno al fin, dios ahora sólito en lo uno mío,
en el mundo que yo por ti y para ti he creado.
(De Dios deseado y deseante)
(De La estación total)
DESPIERTO A MEDIODÍA
ES MI ALMA
No sois vosotras, ricas aguas
de oro, las que corréis
por el helecho, es mi alma.
No sois vosotras, frescas alas
libres, las que os abrís
al iris verde, es mi alma.
No sois vosotras, dulces ramas
rojas, las que os mecéis
al viento lento, es mi alma.
No sois vosotras, claras, altas
voces las que os pasáis
del sol que cae, es mi alma.
El mar siempre despierto,
el mar despierto ahora también a mediodía,
cuando todos reposan menos yo y tú
(o el que trabaja con la hora fija, fuera)
me da mejor que nadie y nada tu conciencia,
dios deseante y deseado,
que surtes, desvelado
vijilante del ojo suficiente,
de la sombra y la luz, en pleamar fundida,
fundido en pleamar. (…)
Conciencia en pleamar y pleacielo,
en pleadios, en éstasis obrante universal.
(De Dios deseado y deseante)
(De La estación total)
ies caballero bonald. depto. lengua y literatura. Antología Juan R. Jiménez.
4