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“Venid y veréis”
La animación vocacional
1. Orar con la Biblia
Juan 1, 35‐42 [Juan indica quién es el Cordero e invita a seguirle; invitación a vivir con Él;
descubrimiento del Mesías e invitación a otros a descubrir lo mismo. He aquí el proyecto-modelo de
animación vocacional].
Al día siguiente estaba Juan con dos de sus discípulos y fijándose en Jesús que pasaba, dijo: ‐ Éste es el cordero de Dios. Los dos discípulos oyeron estas palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y al ver que los seguían, les preguntó: ‐ ¿Qué buscáis? Ellos le contestaron: ‐ Rabí (que significa maestro), ¿dónde vives? Él les dijo: ‐ Venid y lo veréis. Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encontró primero a su hermano Simón y le dijo: ‐ Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: ‐ Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que significa Pedro). 2. Pensar con la Iglesia [Cf. Vita Consecrata 64; Caminar desde Cristo 16] “Uno de los primeros frutos de un camino de formación permanente es la capacidad diaria de vivir la vocación como don siempre nuevo, que se acoge con un corazón agradecido (…) El consagrado es también por naturaleza animador vocacional; en efecto, quien ha sido llamado tiene que llamar. Existe, pues, una unión natural entre formación permanente y animación vocacional”. “El primer compromiso de la pastoral vocacional es siempre la oración”. Pero “además de promover la oración por las vocaciones, es urgente esforzarse, mediante el anuncio explícito y una catequesis adecuada, por favorecer en los llamados a la vida consagrada la respuesta libre, pero pronta y generosa, que hace operante la gracia de la vocación”. “El camino maestro de la promoción vocacional a la vida consagrada es el que el mismo Señor inició cuando dijo a los apóstoles Juan y Andrés: ‘Venid y veréis’ (Jn 1, 39). Este encuentro, acompañado por el compartir la vida, exige a las personas consagradas vivir profundamente su consagración para ser un signo visible de la alegría que Dios da a quien escucha su llamada. De ahí la necesidad de comunidades acogedoras y capaces de compartir su ideal de vida con los jóvenes, dejándose interpelar por sus exigencias de autenticidad, dispuestas a caminar con ellos”. 3. San Agustín escribe:
“Cuando un predicador tenga que hablar al pueblo o a un grupo reducido, o dictar lo que se ha de decir públicamente, o lo que se ha de leer por otros, ore para que Dios ponga en sus labios las palabras oportunas.” (De doctrina cristiana IV, 30, 63) “Pierde el tiempo predicando exteriormente la Palabra de Dios quien no es oyente de ella en su interior.” (Sermón 179, 1) “Quienes apacientan las ovejas de Cristo con ánimo de hacerlas suyas propias y no de Cristo, claramente manifiestan que se aman a sí mismos y no a Cristo (…) Si me amas, no pienses en apacentarte a ti, sino a mis ovejas como mías, no como tuyas; busca mi gloria en ellas, y no la tuya; mi dominio, y no el tuyo; mis intereses, y no los tuyos (…) No nos amemos, pues, a nosotros mismos, sino a Él; y en el apacentamiento de sus ovejas no busquemos nuestros intereses, sino los suyos.” (Tratados sobre el evangelio de san Juan 123, 5) Medita
“El consagrado es por naturaleza animador
vocacional”.
Elementos indispensables de la promoción
vocacional:
• Oración
• Testimonio de vida gozosa
• Invitación: “venid y veréis”
• Comunidad acogedora / personas acogedoras
• Comunidad / personas que comparten
• Comunidad / personas que acompañan
4. Oración por las vocaciones [Juan Pablo II]
¡Señor Jesús, Pastor de nuestras almas! que continúas llamando con tu mirada de amor a tantos y a tantas jóvenes que viven en las dificultades del mundo de hoy, abre su mente para oír entre tantas voces que resuenan a su alrededor, tu voz inconfundible, suave y potente, que también repite hoy: "Ven y sígueme". Mueve el corazón de nuestra juventud a la generosidad y hazla sensible a las esperanzas de los hermanos que piden solidaridad y paz, verdad y amor. Orienta el corazón de los jóvenes hacia la radicalidad evangélica capaz de revelar al hombre moderno las inmensas riquezas de tu caridad. ¡Llámalos con tu bondad, para atraerlos a Ti! ¡Préndelos con tu dulzura, para acogerlos en Ti! ¡Envíalos en tu verdad, para conservarlos en Ti! Amén. AÑO VOCACIONAL
AGUSTINO RECOLETO
Unidos en el camino
Reflexión vocacional
Venid y veréis
Animación vocacional
PROVINCIA DE SAN NICOLÁS DE TOLENTINO
SECRETARIADO DE PASTORAL VOCACIONAL
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