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Inmaculada
El Caballero de la
conságrate a maría inmaculada
C
onsagrarse a la Inmaculada es entregarle toda
nuestra vida, pasado, presente y futuro, nuestra
alma y nuestro cuerpo, nuestro tiempo y nuestras capacidades, es volverse “loco” por pertenecerle a
Ella, es aceptar el reto de hacer algo que por nosotros
mismos no podemos, es confiar ciegamente en Ella, es
dejarse habitar por Ella, es saber que es el mejor y más
seguro camino para pertenecerle a Jesucristo y por Él a
Dios Padre en el Espíritu Santo.
Es vivir con la alegría de tener una Madre que te cuida en medio de todas las dificultades…
Y ahora haz esta consagración cada día, muy
despacio, deja que algo te llegue más, te identifique más, te entregue más, que nada te asuste pues
todo es por amor del verdadero; si algo no te suena
bien, o no lo entiendes, indaga, pregunta, espera,
pues ¡tantos han progresado en la santidad por
este medio!.
2012 • nº 3
milicia de la Inmaculada • Fundada por San Maximiliano Kolbe
Somos un movimiento católico de jóvenes y adultos entregados a la misión evangelizadora de la Iglesia, mediante la
consagración a la Virgen Inmaculada. Ella nos da y nos lleva a Jesucristo, porque sólo “en Él hay futuro, vida y alegría; sólo
en Él hay siempre perdón y un nuevo comienzo” (Benedicto XVI). Si quieres sumarte: ¡Ven, María te espera!
Milicia de la Inmaculada en España: C/ Eloisa de la Hera, 7 (Madrid) Tel: 913730783 - www.miliciainmaculada.org
¡Puedes ser santo!
Oración de Consagración
a la Inmaculada
D
ios quiere llenar de alegría tu corazón, el corazón
de cada ser humano. Para ello no hay otro camino
que la santidad. Ser santos es aceptar con amor la
voluntad de Dios en cada instante de nuestra vida, cumplir
sus mandatos, vivir alabándole sólo a Él.
Compuesta por San Maximiliano Kolbe
Oh
Inmaculada, Reina del cielo y de la tierra,
refugio de los pecadores y Madre nuestra muy
amada, a quien Dios ha constituido cauce de toda su misericordia, yo, N.N., indigno pecador, me postro a tus pies suplicándote humildemente me aceptes totalmente como cosa y
propiedad tuya y hagas lo que quieras de mí y de todas las
facultades de mi alma y de mi cuerpo, de mi vida, muerte y
eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser sin
reserva alguna, para conseguir lo que se dijo de ti: “Ella te
aplastará la cabeza”, así como: “Tú sola has destruido todas
las herejías en todo el mundo”para que en tus manos inmaculadas y misericordiosísimas yo llegue a ser un instrumento
útil para introducir e incrementar lo más posible tu gloria
en tantas almas extraviadas e indiferentes y para extender,
cuanto sea posible, el bendito Reino del sacratísimo Corazón
de Jesús. Donde tú entras, obtienes las gracias de la conversión y de la santificación, ya que toda gracia fluye, a través
de tus manos, desde el Corazón dulcísimo de Jesús hasta nosotros. Concédeme alabarte, Virgen santísima. Dame fuerzas
contra tus enemigos.
Sábados con la Inmaculada
Un espacio católico de encuentro, escucha y
oración.
• 21 enero
• 17 marzo
• 28 abril
• 12 mayo
• 9 junio
Siempre a las 18:30 horas
Parroquia Ntra. Sra. del Rosario
Plaza de los Franciscanos 3 (Batán)
28011 MADRID
www.miliciainmaculada.org
Pero, claro, una y mil veces, uno se ve caído, buscándose
a sí mismo, mediocre, manipulador..., y le parece que la
santidad es una misión imposible, que debe ser para gente
de otra pasta... El misterio está en que sólo podemos ser
santos cuando conocemos el Amor que es Dios, cuando
empezamos a descubrir un amor incondicional por su parte. Nos gustaría ser santos con nuestra propia bondad, con
nuestros solos méritos. Sin embargo, los santos de verdad
son los humildes que van aceptando que sus límites, torpezas y pecados son la ocasión para dejarle a Dios
reinar en sus vidas.
Nuestra alma está deseando poder decir
con la Virgen María: “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador”. Esa es la clave. Todas nuestras alegrías son efímeras: están indicando que sólo
en Dios tenemos alegría eterna,
la alegría de la salvación.
¡Agárrate a María, La Inmaculada, la feliz esclava del
Señor! Ella te lleva siempre a
Cristo, el único Salvador, Aquel
que nos da incluso a su Madre,
maestra de santidad, compañera fiel, luz en la noche, causa de
nuestra alegría!
maría en noticias
Los Evangelios: Palabra de Vida
Tesoros de nuestra Fe
Lourdes
maría en el mundo
“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo” (San Jerónimo), luego el mejor medio que tenemos para conocer a Cristo es acudir a
la asidua lectura y al conocimiento de los Evangelios.
E
l Evangelio no es primeramente un conjunto de libros
escritos, sino que “Evangelio” es la buena noticia de la
existencia misma de Cristo y su mensaje. De ahí que la
palabra Evangelio por su etimología y su uso bíblico signifique “feliz mensaje”. Evangelio es la Palabra transmitida por el
mismo Cristo y que el Espíritu Santo empujó a los evangelistas
a plasmar en escritos. Los evangelistas a su vez trataron de
narrar los hechos con veracidad, cada uno según la finalidad
catequética que se había propuesto, y fieles a la predicación
de los Apóstoles que habían recibido. Mateo se dirigió a los
judíos que habían creído en Jesús, Marcos a los paganos del
mundo romano y Lucas a los del mundo griego; en cambio
Juan, el más teológico, orienta todo su evangelio a probar la
divinidad de Jesús.
Todos los descubrimientos científicos que se han hecho y
se harán no hacen más que fundamentar en la razón lo que la
Iglesia ya sabía por la fe. Así el Concilio Vaticano II a través de su
constitución Dei Verbum y recientemente Benedicto XVI en su
exhortación Verbum Domini afirman sin duda la historicidad de
los Evangelios. La Iglesia, nuestra Madre, nos acompaña para
darnos luz en la interpretación auténtica de los Evangelios, ejerciendo así el servicio amoroso de Maestra. Por eso no podemos
separar a los Evangelios de la Iglesia.
testimonios
A
Más allá del hecho histórico, los Evangelios siguen siendo Palabra viva y eficaz de Dios que penetra en nosotros como espada
de doble filo (Hb 4, 12). Palabra que nos habla, toca y cambia
a cada uno de nosotros de forma personal si la dejamos llegar
hasta nuestro corazón.
“Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”
(Jn 1,14).
La Palabra de Dios eterna se hizo hombre en el cuerpo de una
mujer. La primera, la más humilde y la más perfecta escuchadora de la Palabra viva de Dios fue María.
¡María Inmaculada, Madre de la Palabra Encarnada, ruega por nosotros!
Miguel A.
El “loco” de la Inmaculada
Conocer a san Maximiliano Kolbe
San Maximiliano Kolbe nos admira por su entrega
“sin restricciones” a la Inmaculada, cuyo único fiat es
respuesta amorosa a la Palabra eterna del Padre.
Kolbe decía: “Ella debe dirigirnos totalmente.
Hace falta que nuestro “yo” desaparezca y
se destruya. Se trata de que tengamos su
El Vaticano constituyó oficilamente en marzo del 2010
una comisión ad hoc compuesta por unos 20 miembros
y que estudiarán en profundidad las apariciones de la
Virgen María en la población de Medjugorje. El grupo de
trabajo está encabezado por el cardenal italiano Camillo
Ruini, personaje estimado por el Papa Benedicto XVI. Las
investigaciones de la comisión avanzan con discrección
dada la delicadeza del tema. ¡Oramos!
causa como objetivo en nuestras almas. Que nuestros asuntos no
sean nuestros sino de Ella. Debemos entregarnos plenamente a
Ella y pertenecerle también de manera total. Tengamos mucho
cuidado de que poseamos como objetivo lo que acabo de señalar
y seamos cada vez más de Ella. De eso depende toda nuestra eficiencia hacia el exterior y toda nuestra actividad.”
mediados del siglo XIX la Virgen se apareció en
Lourdes (Francia) a santa Bernardita Soubirous.
El papa Benedicto XVI, el 13 de septiembre de
2008, peregrinando a este santuario dijo: No es de extrañar que María fuera hermosa, porque, en las
apariciones del 25 de marzo de 1858, ella misma
revela su nombre de este modo: “Yo soy la Inmaculada Concepción”... Lourdes es uno de los lugares
que Dios ha elegido para reflejar un destello especial de
su belleza... María nos enseña a orar, a hacer de nuestra
plegaria un acto de amor a Dios y de caridad fraterna...
En este santuario de Lourdes al que vuelven sus ojos los
cristianos de todo el mundo desde que la Virgen María
hizo brillar la esperanza y el amor al dar el primer puesto
a los enfermos, los pobres y los pequeños, se nos invita a
descubrir la sencillez de nuestra vocación: Basta con amar.
Lo impresionante es que todavía hoy su presencia
recorre este privilegiado lugar elegido por la Madre de
Dios y Madre nuestra para decirnos que siempre está a
nuestro lado aunque no lo notemos. Igual que el agua
corre con fuerza y da vida a su paso, Ella nos da la VIDA
al darnos a Jesús. En la gruta está perenne su figura y
nos anima a seguir adelante en los momentos difíciles y
a confiar en su poder sanador que nos inunda de paz y
alegría. La Inmaculada hace la voluntad de Dios y desea
que todos juntos como hermanos recorramos el camino
hasta la meta final que es el Reino prometido si en esta
vida practicamos la caridad.
Merche
Desde el bautismo somos de Cristo en la Iglesia. Desde que
nos reconocemos incapaces de nada sin la gracia de Dios, se
abre ante nosotros la imponente imagen de Nuestra Señora.
• Si no sabes qué hacer, mira a MARÍA, “Haced lo que
Él os diga”.
• Si no sabes obedecer, mira a MARÍA, “He aquí la
esclava del Señor…”
• Si te crees pobre, mira a MARÍA, “Dio a Luz en un
establo…”
• Si no sabes orar, mira a MARIA, “Proclama mi alma
la grandeza del Señor…”
• Si te crees ofendido, mira a MARÍA, “Una espada te
atravesará el alma…”
• Si te crees solo, mira a MARIA, “Ahí tienes a tu Madre…”
• Si no tienes fe, esperanza o caridad, mira a MARIA,
“No tienen vino…”
MARÍA es la gran puerta de las gracias que la Trinidad ha
puesto para la Iglesia y para todos los hombres y para abrirla
solo hace falta decir ¡MARÍA! con el corazón. “Llamad y se os
abrirá…”
Manuel
pensando en maría
El que rece devotamente mi Rosario, meditando sus misterios,
no se verá oprimido por la desgracia. Si es pecador, se
convertirá; si es justo, crecerá en gracia y tendrá la recompensa
de la vida eterna. Los que recen mi Rosario encontrarán
durante su vida y en la hora de la muerte la luz de Dios, la
plenitud de sus gracias y participarán de los méritos de los
bienaventurados.
De las promesas de
la Santísima Virgen a Santo Domingo