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 Conectando con el Corazón de Dios
Dios quiere que conectemos con su corazón en una comunión y asociación profunda. El pedirle a
Dios todas las cosas es un principio fundamental del reino. Debemos pedir específicamente, no
sólo pensar en nuestra necesidad con frustración y desespero.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle
gracias por todo lo que él ha hecho. Filipenses 4:6
Hay bendiciones que Dios ha escogido darnos pero que no las da hasta que le pidamos. De esa
manera protege su relación con nosotros, no respondiendo hasta que conectemos con Él en
petición.
Así que el Señor esperará a que ustedes acudan a él para mostrarles su amor y su compasión… Él
será compasivo si le pides ayuda; sin ninguna duda, él responderá a los clamores. Isaías 30:18-19
Cuando buscamos el rostro de Dios en intimidad estaremos cerca de su corazón y él nos mostrará
sus deseos, su visión e incluso su dolor por el mundo perdido. La intimidad nos llevará
eventualmente a la intercesión y el evangelismo.
¿Por qué es necesaria la oración de intercesión?
Dios es soberano y todopoderoso, así que podría hacer todo lo que quiera sin que le
pidamos nada. En Génesis 1:26-28 vemos que Dios creó al hombre y le dio dominio sobre la
tierra, y autoridad sobre los peces, las aves y las bestias.
Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos—la luna y las estrellas que pusiste en su
lugar—, me pregunto: ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos
para que de ellos te ocupes? Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios y los coronaste de
gloria y honor. Los pusiste a cargo de todo lo que creaste, y sometiste todas las cosas bajo su
autoridad: los rebaños y las manadas y todos los animales salvajes, las aves del cielo, los peces del
mar, y todo lo que nada por las corrientes oceánicas.
Salmos 8:3-8
Los cielos pertenecen al Señor, pero él ha dado la tierra a toda la humanidad.
Salmos 115:16
La palabra hebrea para "dado" en este verso es nathan, que significa asignar. Dios nos asignó la
responsabilidad de gobernar la tierra. Por eso Él requiere de nuestras oraciones para actuar en la
tierra.
John Wesley dijo "Dios no hace nada en la tierra excepto como respuesta a la oración en fe."
¿Cuáles son las implicaciones de esto?
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Nuestras oraciones pueden traer avivamiento, sanidad y salvación.
Podemos cambiar el destino de una ciudad y nación a través de la oración.
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Podemos derribar fortalezas de maldad a través de la oración
Pero también lo opuesto es cierto
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Hay bendiciones que Dios quiere darme pero no he recibido porque no se las he
pedido
Si mi familia y amigos no son salvos, bien puede ser porque no he clamado por ellos
Si alguien sufre un accidente es porque no estaba cubierto en oración
La mayoría de cristianos no diría en voz alta que la oración es una pérdida de tiempo y energía. O
que interceder por otros no es efectivo. Pero en su forma de actuar lo demuestran, pues se
enfocan más en expandir el reino a través de programas y eventos, en conexiones humanas y
recursos financieros, que en la intercesión.
Dios desea que rindamos nuestras fuerzas a Él y pongamos todo a sus pies en humildad y en
oración. Ahí es cuando le veremos desatar su reino en y a través de nosotros.
Un pasaje bíblico que ilustra esto es Santiago 5:17-18, "Elías era tan humano como cualquiera de
nosotros; sin embargo, cuando oró con fervor para que no cayera lluvia, ¡no llovió durante tres
años y medio! Más tarde, cuando volvió a orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar
cosechas."
El mayor impacto en la sociedad va a ser causado por gente que ora, no por gente que
simplemente hace cosas.
Aunque la oración parece a veces algo insignificativo y débil (especialmente cuando somos unos
pocos arrodillados, clamando a Dios por nuestra ciudad), esa es la forma que Dios ha determinado
para desatar su reino.
Todos los avivamientos en la historia comenzaron con personas que oraban con fervor.
Y aquello que es cierto para el avivamiento de la iglesia, es cierto para el avivamiento personal. La
única forma de crecer en tu vida como cristiano y caminar en el poder del Espíritu Santo, es a
través de una vida de oración.
Para interceder debemos esuchar la voz de Dios primero, saber cuál es su voluntad para
las personas o situación por la que vamos a orar y luego hablarle a Dios con las palabras
que él nos habló primero.