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Título: El Mensaje de las Canastas
Versículo Clave: Salmo 121
Creo no equivocarme al decir que a todas las mujeres nos
gustan las canastas. Si damos una mirada a nuestro hogar
encontraremos diferentes tipos de canastas para diferentes
usos. Las encontramos en la sala, en las habitaciones, en los
baños, en la cocina, en el garaje y en el lugar de estudio. Algunas
son plásticas, de paja, mimbre, tela, metal y algunas de troncos de
árboles (yo tengo tres de esas y son la admiración de todo el que las ve).
Nosotras también podemos ser como una canasta. Lo que haya dentro determinará nuestra
utilidad. En este programa haremos una representación de diferentes tipos de canasta y el
mensaje que cada una de ellas tiene para las mujeres.
Ideas Generales
Consiga canastas pequeñas de las que venden en la tienda de $ y llénelas con
dulces, chocolates o si prefiere con popurrí de alguna fragancia de su
predilección. Las puede adornar con tul y cintas de colores.
Si desea puede preparar identificaciones con los nombres de las asistentes en forma de
canasta. También puede rifar varios juegos de canastas entre las damas que estén de visita por
primera vez en su programa.
Decoración
Decore el lugar de la reunión con diferentes canastas adornadas con flores ya sean plásticas o
de papel. También puede usar material seco como semillas, flores silvestres y ramas de varios
colores. Recuerde que puede usar canastas colgantes con helechos o diferentes plantas si lo
desea.
Actividad Inicial
Prepare 5 canastas pequeñas y coloque dentro de cada una de ellas objetos variados tales
como llave, tijeras, carrete de hilo, rollo de cinta pegante, barra de chocolate, pañuelo, etc. Pida
a dos personas voluntarias que adivinen lo que hay dentro de las canastas teniendo sus ojos
vendados. Una persona debe ir anotando todas las respuestas acertadas que cada una de las
participantes identifica para sacar la ganadora. Puede obsequiar una canasta con dulces a las
que participaron.
Música
Que Mi Vida Entera Esté – Himnario Adventista Nuevo #248
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Tema
La Canasta del Bebé
¿Qué podemos hacer sin ella? Es posible que muchas de nosotras comenzamos la
vida de nuestros hijos colocándolos en una canasta para bebé. Esta canasta
mantiene al bebé seguro, caliente y cómodo. En realidad esa canasta es el lugar
más seguro después de los brazos de la madre. Los infantes se sienten seguros y amados
cuando los cargan. Todas nosotras necesitamos también sentir ese amor y esa seguridad en
nuestra vida. El Señor es nuestra seguridad y abrigo. Isaías 40:11 pinta un hermoso cuadro del
amor y seguridad que Él nos da: “Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en
sus brazos; los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas”. ¿Eres una mujer
que transmite amor y seguridad a los tuyos? ¿Encuentran las personas que se relacionan
contigo amor y seguridad? Hoy te invito a meditar en las cualidades de la canasta del bebé para
que puedas convertirte en una mujer especial.
Canasta de Madera
Esta canasta o balde como se le suele llamar es quizá una de las más versátiles y
de mayor uso en cualquier casa. En ella se colocan una gran variedad de objetos
tales como papas, cebollas, manzanas, y mucho más.
Los niños necesitan baldes de amor, así como de paciencia y bondad. Los padres necesitan
baldes de sabiduría para poder criar a sus hijos y suplir sus necesidades mientras crecen. Los
abuelos son famosos por sus baldes llenos de juguetes, abrazos y galletitas. Cuando pensamos
en el gran amor que Nuestro Padre Celestial tiene por nosotros no podemos encontrar mejores
palabras que pudiera salir del corazón para expresar adecuadamente lo que sentimos que lo
que dice el Salmo 103. Por favor abran sus biblias en ese salmo:
“Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no
olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; Él
rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te
rejuvenece como a las águilas”. vers. 1-5
“El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. No sostiene para siempre
su querella ni guarda rencor eternamente.
No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.
Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra.
Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.
Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos”. Vers.8-13
Así como el padre se compadece de sus hijos, el Señor se compadece de todos los que le
temen. Él nos conoce muy bien y sabe que somos pecadores. Nuestros días están contados y
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como las flores y la hierba algún día moriremos. Sin embargo el gran amor de Dios
permanecerá para siempre y su justicia será para todos aquellos que le aman y guardan sus
mandamientos.
¿Quieres ser como un balde donde hay cabida para el amor de Dios? ¿Quieres ser compasiva,
perdonadora, una mujer que trata bien a todas las personas? Piensa en el mensaje de esta
canasta y pídele a Dios que te ayude.
Canasta de Pan
MMM… ¡Deliciosa el aroma de una canasta de pan fresco! Esta canasta no
necesita mucha explicación porque contiene uno de los elementos básicos de
nuestra alimentación. Como mujeres somos responsables de asegurarnos que nuestra familia
está bien alimentada y saludable físicamente. Sin embargo, nuestro trabajo no termina solo con
eso. Como mujeres cristianas también somos responsables de cuidar la salud espiritual de
nuestra familia para asegurarnos de que están bien alimentados. Muchos hogares en nuestro
mundo y también en nuestra iglesia sufren de malnutrición espiritual. Es nuestra tarea el
comprobar que el PAN DE VIDA es enseñado y atesorado en nuestros hogares. Este pan está
perfectamente descrito en Juan 6:35: “Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí
viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed”. ¿Quieres ser
como una canasta de pan que lleve alimento espiritual a otras personas?
Canasta Para Ropa Sucia
¡Mamá, mamá, mi camisa favorita está sucia otra vez! ¿Quién no ha
escuchado este grito de auxilio alguna vez? Esa canasta para la ropa sucia
está presente en todos nuestros hogares. Ella carga muchas libras de ropa
sucia durante el año, y si pudiera hablar probablemente se quejaría por la sobrecarga que se le
pone en algunas ocasiones.
En ocasiones nosotras nos comportamos como la canasta de ropa sucia. Cargamos nuestros
problemas y frustraciones y hasta los de los demás miembros de la familia y como si esto no
fuera suficiente nos añadimos la carga de los problemas de las demás personas y amigos. Esta
práctica puede agotar hasta la persona más fuerte. No debemos olvidar las promesas de Dios
contenidas en su Palabra, que nos recuerdan que él llevara nuestras preocupaciones. Debemos
enseñar y aprender a vivir esta gran verdad. Un excelente versículo que debemos repetir con
frecuencia es el que se encuentra en el Salmo 55:22: “Encomienda al Señor tus afanes, y él te
sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre”. A esto también le
podemos añadir lo que dice 1 Pedro 5:7: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de
ustedes”.
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La Canasta de Frutas
Las manzanas y las bananas llena nuestra canasta de frutas. La Biblia se refiere a
las frutas en numerosas ocasiones, diciendo que debemos llevar frutos. En Juan
15:16 le dijo a sus discípulos un mensaje que nos extiende a nosotros: “No me
escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den
fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre”.
¿Estamos dando frutos? ¿Revela nuestra vida los frutos del Espíritu que se mencionan en
Gálatas 5:22,23 donde dice: gozo, amor, paz, paciencia, bondad, benignidad, fem
mansedumbre templanza y dominio propio?
Debemos recordar que si un árbol ha de dar frutos debe estar bien alimentado. Nosotras
necesitamos alimento espiritual diariamente y lo podemos obtener de la Palabra de Dios. Es allí
donde aprendemos a conocer más intimamente a Jesús.
La Canasta de Limpieza
¡Uh, llegó el tiempo de la limpieza! La canasta de la limpieza es una de las
mejores ideas para transportar los artículos de limpieza de un lugar a otro
en la casa. Nuestros hogares deben estar limpios y atractivos para de esa forma que todos en
casa disfrutemos de buena salud. No necesitamos esclavizarnos con la limpieza del hogar,
tratando de mantener todo inmaculadamente, porque cuando algo esté fuera de lugar
perderemos el control y la alegría. Nuestros hogares deben ser un refugio para nuestras
familias y amigos, un lugar para relajarse y sentirse cómodo y donde se puedan escapar de las
presiones de la vida agitada que caracteriza el mundo. Gracias a Jesús podemos orar en
confianza la plegaria del salmista que encontramos en el Salmo 51 comenzando con el versículo
diez: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes
de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación; que un
espíritu obediente me sostenga.
La Canasta de la Ofrenda
¡No asustes, ni escondas la cartera, ni mucho menos rebusques las monedas
que tienes contigo! Aunque aquí tenemos una canasta para recoger ofrendas no
la vamos a recoger en esta ocasión. Lo que queremos buscar es un corazón feliz
y agradecido. Debemos estar agradecidas porque Dios nos ha dado abundantemente de
manera que podemos compartir su amor con otros. En 2 Corintios 9:7 dice: “Cada uno debe dar
según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama
al que da con alegría”. Necesitamos desarrollar un corazón agradecido que comparta con otras
las abundantes bendiciones que recibimos a diario.
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La Canasta de Flores
¡Qué hermosa canasta! ¿No te eleva el espíritu y halaga tus ojos? A todas nos
gustan las flores y cuando las recibimos se alegra nuestro corazón. En Proverbios
15:13 leemos: “El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido
deprime el espíritu”. Tomemos tiempo para disfrutar y admirar las bellezas que
nos rodean y que son una manifestación del amor de Dios. Repitamos con el Rey David lo que
dice en el Salmo 19:1: “Los cielos cuentan la gloria de Dios y la expansión denuncia la obra de
sus manos”.
La Canasta de Costura
¿Hay un roto en tu bolsillo? Nuestra próxima canasta tiene la respuesta
porque hablaremos de la canasta de costura. En el capítulo nueve del libro de
los Hechos leemos acerca de Dorcas quien siempre estaba ocupada haciendo
vestidos para otros.
¿Cómo está tu costura? ¿Eres una mujer de da puntadas de aliento, compasión y amor para tu
familia de manera que todos se mantengan unidos? Recuerda que en la vida espiritual un
remiendo a tiempo salva la pieza para que no se desgarre. Todas nosotras podemos de alguna
manera alcanzar a otros que necesiten ser remendados con el poderoso nombre de Jesús. En el
capítulo 3 de Colosenses comenzando con el versículo 12 leemos: “ Por lo tanto, como escogidos
de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y
paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así
como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el
vínculo perfecto”.
“Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y
sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y
aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a
Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre
del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él”.
La Canasta de Basura
Ante nuestro ojos tenemos una de las canastas más conocidas; la de la basura.
¿Qué tiene que enseñarnos esta canasta? ¿Qué tiene que ver con nuestra vida?
Bien, algunas veces nuestra vida se desorganiza, se llena de polvo y comenzamos a
movernos hacia actividades y cosas que no son importantes en la vida cristiana. Entonces
tenemos problemas para deshacernos de esa basura. Jesús dijo: “No acumulen para sí tesoros
en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más
bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los
ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”.
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Quizás necesitemos reevaluarnos para que podamos sacar la basura, el exceso, las tentaciones
y el desorden del mundo para que comencemos a llenar nuestra canasta y nuestra vida con las
cosas que son realmente buenas. La Palabra de Dios debe ser nuestra guía. Leamos algunos
versículos del Salmo 119:
En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti – vers.11
Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. – ver.105
Sostenme conforme a tu promesa, y viviré; no defraudes mis esperanzas. Ver.116
Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. – 133
La Canasta Para Pasadías
¡Hamburguesas, emparedados! Nuestra canasta de pasadía representa muchas
cosas. Las usamos cuando llegan las vacaciones, o cuando tenemos algunos días
feriados que podemos pasar en la playa. Esta canasta está llena de buenos recuerdos. Nunca
debemos estar tan ocupadas que no tengamos tiempo para la relajaión, y el descanso. Esto lo
podemos hacer simple; tomando un par de horas para caminar en un parque cercano, o
simplemente organizando un pasatiempo en el patio de nuestra casa. Ciertamente este tiempo
también puede ser el tiempo que pasamos a solas con el Señor. En Salmo 104: 34 leemos:
“Quiera él agradarse de mi meditación; yo, por mi parte, me alegro en el Señor”. En el Salmo
19:14 encontramos este otro pensamiento: “Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis
pensamientos, oh Señor, *roca mía y redentor mío”.
La Canasta de Regalo
¿Qué habrá en esa canasta? ¿Es para mí? Una canasta de regalos es algo que
a todos nos gustaría ver que llega a nuestra puerta. Los regalos vienen en
todos los tamaños, formas y descripciones. El regalo puede ser una mano de
ayuda, un oído que escuche, un corazón que simpatice, un regalo comprado en la tienda, y
hasta una sonrisa sincera. En 1 Corintios 7:7 leemos: “En realidad, preferiría que todos fueran
como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio don: éste posee uno; aquél, otro”.
Recordemos cuánto nos gustan esos regalos que Dios nos ha dado de manera que usemos
nuestra vida como una canasta que esté llena de los dones que tan generosamente hemos
recibido de nuestro Padre Celestial para que los compartamos con toras personas.
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(Entra una mujer con ropa y artículos para hacer limpieza)
(Mirando a las personas) ¡Y ahora de último, pero menos importante! No creo
que ninguna de nosotras no se haya sentido alguna vez como yo. Ser una
cristiana no significa que somos inmunes a los días malos, pero tenemos una
ventaja de los que no son cristianos. Lo encontramos en 2 Corintios 1:3,4 leemos: “Alabado sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación,
quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de
Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren”.
Nuestra oración es que aprendamos a confiar en esta promesa, de que debemos colocar
nuestra confianza en Dios para que podamos ser canastas que él pueda utilizar.
Repitamos juntas el Salmo 121
A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
2 Mi ayuda proviene del Señor,
creador del cielo y de la tierra.
3
No permitirá que tu pie resbale;
jamás duerme el que te cuida.
4 Jamás duerme ni se adormece
el que cuida de Israel.
5 El
Señor es quien te cuida,
el Señor es tu sombra protectora.
6 De día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.
7 El
Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
8 El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.
AMEN
Alimentos
Prepare canastas con las tortillas que se usan para quesadillas colocándolas
en un molde redondo pequeño levemente engrasado y las hornea por unos
minutos para que tomen la forma. También las puede formar en el
microondas.
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Prepare cupcakes usando su receta preferida y decore a su gusto.
Puede servir con una bebida fría dependiendo el clima o un chocolate caliente.
Nota: Este programa llegó a mis manos hace muchos años. He hecho una adaptación
esperando que pueda ser de utilidad para ser presentado en un retiro, o en la iglesia.
Es de autor desconocido, pero agradezco a la persona que tuvo a bien ofrecerlo al
público en forma gratuita.
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