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El Centro de Nuestros Corazones
?
O Dios, qué harás para dominar
la dureza espantosa de nuestros corazones?
Señor, tienes que darnos nuevos corazones,
corazones tiernos, corazones sensitivos,
reemplasando corazones hechos
de mármol y de bronce.
Tienes que darnos Tu propio Corazón, Jesús.
Ven, amable Corazón de Jesús.
Pon Tu Corazón profundamente en el centro de
nuestros corazones
y enciende en cada corazón una llama de amor
tan fuerte, tan grande, como la suma
de todas las razones
que tengo para amarte, mi Dios.
O bendito Corazón de Jesús, reside escondido
en mi corazón, para que yo pueda vivir en Tí y
solamente por Tí,
de modo que, al fin, yo puedo vivir contigo
eternamente en el cielo. Amén.
San Claudio de la Colombiere, S.J.
Apóstol del Sagrado Corazón
Ofrenda de la Mañana
O Jesús,
por el Corazón Inmaculado de María,
Te ofrezco mi vida así como es,
con sus restricciones y debilidades,
sus errores pasados y fracasos,
sus talentos y habilidades,
sus alegrias y placeres,
sus pruebas y ofrecimientos.
Te ofrezco
todo lo que pasa hoy
junto con todos mis pensamientos, palabras y acciones
en reparación por el pecado
y por la conversión de pecadores.
Con apreciación agradecida
Jesuits of the
New Orleans Province
710 Baronne St., Suite B • New Orleans, LA 70113-1064
(504) 571-1055 • 1-800-788-1719
email: [email protected] • www.norprov.org
Sagrado Corazon
de Jesus,
Confio en Ti
Con gusto les invito a Ustedes a rezar con
nosotros las oraciones en estas cartas de
oración durante los nueve días de la Novena
del Sagrado Corazón.
Oración de la Novena del Sagrado
Corazón de Jesús
Acto de Consagración al Sagrado
Corazón
O Divino Jesús que has dicho, “Pide y recibirás, busca y hallarás, llama y la puerta te será
abierta.” Mírame aquí postrado a Tus pies.
Animado con fé viva y con confianza en estas
promesas dictadas por tus labios adorables,
vengo pedirte.....(aqui se mentiona la petición)
O Sagrado Corazón de Jesús, lleno de amor
infinito, quebrado por mi ingratitud, atravesado
por mis pecados, aún amándome todavía, acepta la consagración que Te ofresco, de todo lo que
soy y todo lo que tengo. Toma toda la facultad
de mi alma y de mi cuerpo; atraígame de dia en
día siempre más cerca a Tu Sagrado Lado, y allí
enséñame Tus bendidos caminos. Amén.
?
De quién voy a pedir, O Dulce Jesús, si no de
Tí? Tu Corazón es un fuente inagotable de todas
gracias y meritos. Dónde buscaré, si no en el
Tesoro que contiene todas las riquezas de Tu
clemencia y liberalidad? Dónde llamaré, si no
a la puerta de Tu Sagrado Corazón, por la cual
Dios mismo viene a nosotros y nosotros vamos
a Dios?
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?
A Tí, pues, O Corazón de Jesús, recurro. En Tí
hallo consolación cuando estoy afligido, protección cuando perseguido, fuerza cuando inundado de afflicciones, y luz cuando dudas y
obscuridades me cubren. Creo fuertemente que
Tú puedes darme la gracia que pido, aunque
necesite milagro. Tienes solamente que quererlo (mandarlo), y mi oración se realiza. Sé que
estoy indigno de Tus favores, O Jesús! Pero esto
no es razón para desalentarse.
Tú eres Dios de Mercedes y no negarás un
corazón contrito y humilde. Mírame con piedad,
yo ruego; y Tu Corazón compasivo hallará en
mis miserias y debilidades razón urgente para
conceder mi petición.
Pero, O Sagrado Corazón, sea lo que sea tu
decisión acerca de mi petición, nunca cesaré
adorarte, amarte, alabarte y servirte. Accepta,
por favor, mi Jesús, esto acto de perfecta sumisión a los decretos de Tu Corazón amable, que
sinceramente quiero que sea cumplido por mí
y por todas Tus criaturas por los siglos de los
siglos. Amén.
“Yo soy el camino y la verdad
y la vida. Nadie viene al Padre
sino por Mí.”
Juan 14:6
Oración delante del Crucifijo
Mírame por encima, buen y manso Jesús, que
en Tu presencia me arrodillo humildemente y
con alma ardiente ruego y pido que pongas bien
en mi corazón sentimientos vivos de fé, esperanza y caridad, verdadera contrición por mis
pecados, y un firmo propósito de enmendación,
mientras que contemplo con gran amor y piedad
tierna Tus cinco heridas, ponderándolas en mi
corazón y recordando las palabras que David ,
Tu profeta, ha dicho de Tí: “Traspasaron mis
manos y mis pies, contaron todos mis huesos.”