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EL PECADO CAPITAL DE: LA ENVIDIA
26
Gálatas 5:26
No dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros.
Como la avaricia, la envidia se caracteriza por un deseo insaciable, sin embargo, difieren
por dos grandes razones:
1. Primero, la avaricia está más asociada con bienes materiales. mientras que la
envidia puede ser más general.
2. Aquellos que cometen el pecado de la envidia desean algo que alguien más tiene, y
que perciben que a ellos les hace falta.
Génesis 26:13-16
13
Así Isaac fue acumulando riquezas, hasta que llegó a ser muy rico. 14 Esto causó que los
filisteos comenzaran a tenerle envidia, pues llegó a tener muchas ovejas, vacas y siervos.
15
Ahora bien, los filisteos habían cegado todos los pozos de agua que los siervos del padre
de Isaac habían cavado. 16 Así que Abimélec le dijo a Isaac:
—Aléjate de nosotros, pues ya eres más poderoso que nosotros.
En este ejemplo podemos ver que la envidia de los filisteos sobre la vida de Isaac provoco
los siguientes pecados:
1. Buscarle el mal a Isaac, cerrando los pozos de agua.
2. Rechazo a Isaac.
Hechos 7:9-10
9
»Por envidia los patriarcas vendieron a José como esclavo, quien fue llevado a Egipto;
pero Dios estaba con él 10 y lo libró de todas sus desgracias. Le dio sabiduría para ganarse
el favor del faraón, rey de Egipto, que lo nombró gobernador del país y del palacio real.
De igual manera la envidia que sus hermanos le tuvieron a Jose provoco que:
1. Se quisieran deshacerse de él, es decir quitarlo de en medio.
2. Pensaran en matarlo.
La palabra hebrea está relacionada con la idea de quemadura, ardor que se siente en el
rostro. “30 El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos.”
Proverbios. 14:30.
La envidia corroe a las personas por dentro y desata deseos malévolos para con los demás
Eclesiastés 4:4 RV60
(4) He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del
hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Cuando alguien alcanza el éxito, ese mismo éxito o prosperidad despierta a la envidia del
hombre contra su prójimo buscándole el mal, o alegrándose cuando le viene un mal a su
prójimo, para el que se deja dominar por la envidia, este tiene aflicción de espíritu.
Uno de los pecados capitales que se manifestó en las personas al final del ministerio de
Jesús, fue la envidia, la escritura dice:
Mat 27:17-18 BLS
(17) Pilato le preguntó a la gente que estaba allí: "¿A quién quieren ustedes que ponga en
libertad: a Jesús Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesías?" (18) Pilato preguntó esto
porque sabía que los sacerdotes principales y los líderes acusaban a Jesús porque le tenían
envidia.
Asaf sintió envidia del impío y comprendió que la misma es dañina para la vida del hombre
ya que Dios juzga en equidad.
Salmo 73:1-28 NVI
(1) En verdad, ¡cuán bueno es Dios con Israel, con los puros de corazón! (2) Yo
estuve a punto de caer, y poco me faltó para que resbalara. (3) Sentí envidia de
los arrogantes, al ver la prosperidad de esos malvados. (4) Ellos no tienen ningún
problema; su cuerpo está fuerte y saludable. (5) Libres están de los afanes de
todos; no les afectan los infortunios humanos. (6) Por eso lucen su orgullo como
un collar, y hacen gala de su violencia. (7) ¡Están que revientan de malicia, y hasta
se les ven sus malas intenciones! (8) Son burlones, hablan con doblez, y
arrogantes oprimen y amenazan. (9) Con la boca increpan al cielo, con la lengua
dominan la tierra. (10) Por eso la gente acude a ellos y cree todo lo que afirman.
(11) Hasta dicen: "¿Cómo puede Dios saberlo? ¿Acaso el *Altísimo tiene
entendimiento?" (12) Así son los impíos; sin afanarse, aumentan sus riquezas.
(13) En verdad, ¿de qué me sirve mantener mi corazón limpio y mis manos
lavadas en la inocencia, (14) si todo el día me golpean y de mañana me castigan?
(15) Si hubiera dicho: "Voy a hablar como ellos", habría traicionado a tu linaje.
(16) Cuando traté de comprender todo esto, me resultó una carga insoportable,
(17) hasta que entré en el santuario de Dios; allí comprendí cuál será el destino de
los malvados: (18) En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo, y los empujas
a su propia destrucción. (19) ¡En un instante serán destruidos, totalmente
consumidos por el terror! (20) Como quien despierta de un sueño, así, Señor,
cuando tú te levantes, desecharás su falsa apariencia. (21) Se me afligía el
corazón y se me amargaba el ánimo (22) por mi *necedad e ignorancia. ¡Me
porté contigo como una bestia! (23) Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me
sostienes de la mano derecha.(24) Me guías con tu consejo, y más tarde me
acogerás en gloria. (25) ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya
nada quiero en la tierra. (26) Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios
fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. (27) Perecerán los que se alejen de
ti; tú destruyes a los que te son infieles. (28) Para mí el bien es estar cerca de Dios.
Para contar todas sus obras.
Para dominar dicho pecado debemos de dar los siguientes pasos:
a. Quitar el espíritu de envidia: Cuando un pecado esta fuera de control y te lleva a
lo excesivo.
b. David aconseja: No “tengas envidia de los que hacen iniquidad” (Salmo. 37:1).
c. Los creyentes no deben andar “en contiendas y envidias” (Romanos. 13:13; 2
Corintios. 12:20).
d. Andar en amor porque “el amor no tiene envidia.” (1 Corintios. 13:4).
e. Desear y hacer siempre el bien al prójimo: Isaías 1:16-17 RV60
(16) Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis
ojos; dejad de hacer lo malo;
(17) aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced
justicia al huérfano, amparad a la viuda.