Download Descargar Boletín en PDF - Apostolado Mundial de Fátima en México

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
 APOSTOLADO MUNDIAL DE FÁTIMA -­‐México-­‐ BOLETÍN MENSUAL/JUNIO DE 2014 INVOCACIÓN INICIAL “Oh, Jesús, es por tu Amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de las ofensas hechas al Inmaculado Corazón de María”. MEMORIAS DE LUCÍA -­‐Gracias alcanzadas por Jacinta-­‐ Había en nuestro pueblo una mujer que nos insultaba siempre que nos veía. Nos la encontramos cuando salía de la taberna; y la pobre, como no estaba en sí, no se conformó esta vez solamente con insultarnos. Cuando terminó su tarea, Jacinta me dijo: – Tenemos que pedir a Nuestra Señora y ofrecer sacrificios por la conversión de esta mujer; dice tantos pecados que, como no se confiese, va a ir al infierno. Unos días después pasábamos corriendo por delante de la casa de esta mujer. De repente, Jacinta se detiene y, volviéndose atrás, pregunta: – Oye. ¿Es mañana cuando vamos a ver a esa mujer? – Sí. – Entonces, no juguemos más; hacemos este sacrificio por la conversión de los pecadores. Y, sin pensar que alguien la podía ver, levanta las manos y los ojos al cielo, y hace el ofrecimiento. La mujercita estaba espiando por el postigo de casa; después dijo a mi madre que le había impresionado tanto aquella acción de Jacinta, que no necesitaba más prueba para creer en la realidad de los hechos. Desde entonces no sólo dejó de insultarnos, sino que también nos pedía continuamente que intercediésemos por ella a Nuestra Señora, para que le perdonase sus pecados. Pentecostés -­‐2-­‐ 1. Lectura Bíblica (Hechos 2) Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del Cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Estupefactos y admirados, decían: “¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?, pues, ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios”. Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: “¿Qué significa esto?” Otros, en cambio, decían riéndose: “¡Están llenos de mosto!” Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: “Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien claro y prestad atención a mis palabras: No están éstos borrachos, como vosotros suponéis, pues es la hora tercia del día, sino que es lo que dijo el profeta: Sucederá en los últimos días. Dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. Y yo sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que llegue el Día grande del Señor. Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará”. 2. REFLEXIÓN Pedro comprendió el significado de este regalo del Cielo e instruyó a los Once sobre el significado de esta gran manifestación del Espíritu Santo. El mensaje de Dios fue claro: provistos de su Amor, los lanzó al mundo a anunciar con convicción que una fuerza nueva renovará todas las cosas y la faz de la tierra, y la Fuerza de Dios está presente en cada uno y rompe las cadenas de nuestra esclavitud y nos libera de ella. Con la Guía del Espíritu Santo, los hombres de corazón grande son portadores del entendimiento, la comprensión y de todas las expresiones del Amor a favor del hombre necesitado del consuelo de Cristo. Antes del Pentecostés, María nos enseñó con su vida que, siendo dóciles al Espíritu, Él nos colmará, como a ella, con sus dones. El Espíritu Santo es un gran regalo que se infunde o derrama plenamente a partir de Cristo resucitado. El Espíritu Santo abre el entendimiento de sus discípulos, y una de sus obras más admirables es convencernos del pecado y darnos una gran fuerza para combatirlo y evitarlo. El que tiene el Espíritu Santo en su alma imita a Jesús que ama a su Padre celestial por encima de todas las cosas. 3. REVISIÓN DE VIDA El mes que inicia brinda a los católicos del mundo momentos muy favorables para acercarnos más a Dios y crecer en su Presencia. Las celebraciones de nuestra Santa Iglesia durante junio, como son el Pentecostés, los días de la Santísima Trinidad, del Cuerpo y Sangre de Cristo, de San Juan -­‐3-­‐ Bautista, del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, entre otras, invitan a estar atentos a la Palabra de Dios y a extender –como lo hicieron Pedro y los Apóstoles-­‐ la Buena Nueva transmitida por Jesús. En un momento de paz, alejados de las preocupaciones cotidianas con que nos agobia el mundo, y a la Luz del Espíritu Santo, dispongámonos a revisar nuestra vida cristiana. Preguntémonos: -­‐ En su libro ‘Memorias’, Lucía narra un pasaje lleno de compasión hacia el prójimo. Jacinta, sin importar las ofensas que ella, Lucía y Francisco recibían de parte de una vecina del pueblo, ofreció sus sacrificios por la mujer y ésta se convirtió al percatarse de este acto. ¿Hago lo mismo por quienes me ofenden? ¿Perdono a quienes se burlan de mi fe? -­‐ Como los Apóstoles, a quienes el Espíritu Santo dotó de fuerza y convicción, ¿trasmito a mis familiares, amigos y vecinos que Jesús vino al mundo enviado por el Padre, entregó su cuerpo y resucitó para vencer al pecado y renovar todas las cosas? -­‐ Como María, ¿soy dócil ante el Espíritu, escucho y obedezco su guía y recibo los dones que Dios guarda desde siempre para mí? -­‐ ¿Imito a Jesús, quien ama a su Padre sobre todas las cosas? -­‐ ¿Amo a mis hermanos? -­‐NOTICIAS DEL APOSTOLADO-­‐ ¡VISITA NUESTRA PÁGINA WEB! www.fatima.org.mx ¡Visítanos! Tener piedad no es poner ‘cara de santo’, dijo el Papa Papa Francisco EL VATICANO (ACI/EWTN Noticias).-­‐ El Papa Francisco reflexionó sobre el don de la piedad, el cual no significa tener compasión, poner ‘cara de estampita’ o ‘fingir ser santo’, sino “un auténtico espíritu religioso, de confianza filial con Dios, de aquella capacidad de rezarle con amor y sencillez que caracteriza a los humildes de corazón”. Ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, Francisco alentó a cultivar este don porque “seremos capaces de gozar con quien está alegre, de llorar con quien llora, de estar cerca de quien -­‐4-­‐ está solo o angustiado, de corregir a quien está en error, de consolar a quien está afligido, de acoger y socorrer a quien está necesitado. Hay una relación, muy, muy estrecha entre el don de piedad y la mansedumbre”. El Papa propuso examinar un don del Espíritu Santo que a menudo viene mal entendido o considerado de una manera superficial, y que en cambio toca el corazón de nuestra identidad y de nuestra vida cristiana: el don de la piedad. Dejó en claro que este don no se identifica con tener compasión por alguien, sino indica “nuestra pertenencia a Dios y nuestro profundo vínculo con Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y nos mantiene unidos, en comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y atormentados”. Tal vínculo con el Señor, explicó, no debe interpretarse una imposición: “… es un vínculo que viene desde dentro. Se trata, en cambio, de una relación vivida con el corazón: es nuestra amistad con Dios, que nos ha dado Jesús, una amistad que cambia nuestras vidas y nos llena de entusiasmo y alegría”. Cuando el Espíritu Santo nos hace sentir la presencia del Señor y de todo su amor por nosotros, nos reconforta el corazón y nos mueve de forma natural a la oración y la celebración, añadió. “Si el don de la piedad nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como sus hijos, al mismo tiempo nos ayuda a derramar este amor también sobre los otros”, continuó, “y entonces sí que seremos movidos por sentimientos de piedad – ¡no de pietismo! -­‐ hacia quien nos está cerca y por aquellos que encontramos cada día”. “¿Por qué digo no de pietismo?”, preguntó. Es “porque algunos piensan que tener piedad es cerrar los ojos, hacer cara de estampita, ¿así, no? y también fingir el ser como un santo, ¿no? No, este no es el don de la piedad. En piamontés nosotros decimos: hacer la “mugna quacia”, éste no es el don de piedad, ¿eh?”. Entre otros postulados, Francisco garantizó que el don de piedad que nos da el Espíritu Santo “nos hace apacibles; nos hace tranquilos, pacientes, en paz con Dios, al servicio de los otros con apacibilidad”, y recordó que en la Carta a los Romanos el apóstol Pablo afirma: “Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el Espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios: “¡Abba, Padre!”. -­‐FIESTAS CATÓLICAS DE JUNIO DE 2014-­‐ Día 08. Pentecostés 15. Santísima Trinidad 19. Cuerpo y Sangre de Cristo 24. San Juan Bautista 27. Sagrado Corazón de Jesús 28. Inmaculado Corazón de María 29. Apóstoles San Pedro y San Pablo ORACIÓN FINAL … el Espíritu Santo vence nuestros temores, inseguridades y nuestro
espíritu inquieto e impaciente; nos hace testigos gozosos de Dios y de su
amor.