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BENDICIÓN
17 de enero
Recibimos con humildad y con gratitud esta visita y la
honrosa bendición de sus manos, de su Fe y de su
corazón para que nuestros oficios en estos recintos
sean mejores, cristianos y buenos siempre.
No es la bendición de las piedras, sino la bendición de
nuestros corazones la que llena de sentido nuestra
labor. Hoy, al inaugurar estas obras, de alguna manera
inauguramos nuestro recomenzar, cada momento ha de
ser mejor y así siempre se puede recomenzar para que
sea el espíritu cristiano el que ilumine nuestra tarea y
nuestras decisiones, para que cada día de nuestra vida y
de nuestro trabajo esté Dios presente dando Luz a cada
instante y que todo sea para Gloria Suya.
Gracias Señor Cardenal por su visita y su Bendición, por
sus oraciones y su interés en nosotros. Gracias
Monseñor por dar forma a los sueños del colegio,
gracias Hernando por hacer posible el robustecimiento
de nuestro espacio, gracias a todos porque cada acción,
cada detalle, cada momento constituye la vida de
nuestro hacer en la educación para todos y para Dios.
Que Dios siempre nos bendiga.
María José Zuleta