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CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
PEDAGOGÍA PASTORAL CARMELITA DEL SAGRADO CORAZÓN
4 de enero del 2014, San Juan de los Lagos, Jalisco México.
Juana Ángeles Zárate Celedón csc
“…es para alabar a Dios que tengas discípulas a quienes hacerles el bien. Bendito sea. En
estos tiempos poder hacer algo por Dios es una gracia que sólo en el Cielo la
comprenderemos”
“Aprovecha la oportunidad que se te presenta con las personas de ese lugar para ayudarles,
atraértelas y amarlas y después de hacer un ratito de oración les hables, y con mucha
prudencia y suavidad les ganas el corazón para que se los lleves a Dios”
Madre Luisita
A manera de introducción la importancia del tema
Después de haber analizado la realidad y las claves teológicas para acercarnos a ella,
encontrando un llamado a la esperanza activa como agentes de cambio desde nuestros
liderazgos, queremos dejarnos interpelar, consolar y conducir por el proyecto de Dios hoy,
por lo que profundizaremos en la misión única del Carisma Carmelita del Sagrado Corazón
y en la pedagogía pastoral que brota de nuestra condición de cristianos que hemos recibido
un Carisma particular para colaborar en hacer acontecer el Reino en esta realidad, nada más
desafiante, más emocionante, más liberador.
Esta inquietud ha ido surgiendo a lo largo de nuestra praxis formativa al ir constatando que
mucho hemos recibido a nivel cognitivo y no logramos implementar suficientemente esto a
nuestras vidas de una manera más contundente.
Por otro lado, a nivel personal, una experiencia marcó mi visión y expectativas entre
Carisma, Espiritualidad y vida. La comunidad de San Joaquín los años 90, barrio bravo del
Distrito Federal en el cual compartían la vida y misión, los Padres Carmelitas. Para entonces
yo ya había vivido una experiencia pastoral con jóvenes en mi diócesis de Celaya y ya tenía
siete años de experiencia en el Carmelo de Madre Luisita, y aunque empezaba a gustar y a
entrar en un proceso de encanto de la espiritualidad como misión transformadora, no
alcanzaba a visualizar cómo lograr entrar con los contenidos profundos de la espiritualidad
Carmelitana y Luisitíca en procesos de evangelización transformadora, entonces me
encontré con la pastoral de Raúl Tapia, el P. Camilo Maccise, y los estudiantes ocd, Julio
Cesar, Miguel, Rafael Guzmán, Miguel Murguía, Ricardo García… no sabía cómo lo hacían
pero fui testigo de cómo la experiencia mística de Juan de la Cruz lograba impactar la vida
de gente sencilla que buscaba encontrarse con Dios, al mismo tiempo que buscar y
organizarse para tener una vivienda digna y mejores condiciones de vida.
A lo largo de mi experiencia he tenido la ventura de ser testigo también de la acción y
pedagogía de Dios en la vida personal de muchas personas, especialmente en retiros,
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III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
ejercicios espirituales, permitiéndoles ver su verdad, tocarla y buscar alternativas de vida, sin
embargo no siempre logro ver el poder transformador de la espiritualidad en procesos
sociales.
Esto tiene que ver con la pedagogía mistagógica pastoral. Pues se trata de transmitir una
experiencia de Dios de tal manera que dejemos crecer a Dios en las personas y realidades.
La iglesia latinoamericana a través de las iglesias locales, laicos, vida religiosa, grupos, y
movimientos de diversas vocaciones, nos hemos empeñado en vivir nuestra fe dando
respuesta a la realidad y a los desafíos que brotan de ella para hacer tangible el mensaje
liberador de Jesús en el hoy. Así las cuatro Conferencias Episcopales Latinoamericanas y del
Caribe: Medellín, Puebla, Santo Domingo y Aparecida han orientado e impulsado de
manera muy fecunda la vida de la iglesia en nuestro continente. Nuestra familia religiosa,
comunidades y obras pastorales, nos hemos ido insertando en este proceso que ha
dinamizado nuestra vida y misión. Para ello, a través de nuestros capítulos, equipos de
gobierno y proyectos provinciales y generales, hemos elaborado continuamente abundantes
diagnósticos, identificado las necesidades más apremiantes y forjado metas y estrategias
para dinamizar nuestra fe al servicio del pueblo desde el Carisma particular con que el
Espíritu nos ha dotado para dar respuesta a las realidades acuciantes de nuestro mundo. De
ahí han surgido los diversos proyectos pastorales en los niveles general, provincial y local.
Sin embargo parece ser que no nos está siendo tan fácil acertar con los cómos, los caminos
concretos para responder a esas necesidades y las pedagogías adecuadas para acercarnos a la
consecución de las metas anheladas, no vemos el impacto de nuestro servicio en
transformaciones reales a nivel personal y social. De aquí surge la necesidad de plantearnos
dos cosas: clarificar nuestra misión y transmitirla de una manera clara, sencilla, contundente
y concreta y esto implica transitar por pedagogías pastorales que logren penetrar nuestro
corazón y se expresen en una coherencia de vida para hacer acontecer el Reino en el aquí y
ahora.
La preocupación está en el “cómo”, en las condiciones y en los caminos necesarios para
alcanzar las metas y la meta principal de todo Carisma es colaborar en la misión de Jesús
haciendo de la experiencia de Dios el móvil de transformación de realidades personales y
de sociedad pero siendo fieles al para qué fue creado y así danzar con la diversidad de
Carismas que desde su diversidad colaboran en la santificación de la humanidad en sus
diversas realidades.
I.
Qué entiende la congregación como MISIÓN ÚNICA EN LAS DIVERSAS
PASTORALES en perspectiva de proceso de clarificación.
Muchos elementos han ido impulsando a la congregación a la reflexión de cuál es nuestro
aporte específico como Carmelitas del Sagrado Corazón en la misión de la iglesia. El
conocimiento, estudio y profundización del Carisma otorgado a Madre Luisita y la
elaboración de las constituciones entregadas a la congregación en 1989 han sido sustanciales
en este proceso. La expansión del instituto y su proceso de unidad en la diversidad cultural.
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Sin duda los Congresos de Misión Única celebrados en la congregación han colaborado de
manera muy importante en dicha clarificación.
Este camino inició concretamente en el 2000 en el cual se definió la misión única de la
siguiente manera:
El Carisma heredado de N. M. Luisita nos impulsa a mantener viva en el mundo la
experiencia contemplativa de Dios Padre providente, bondadoso, misericordioso y vivir en
actitud orante de búsqueda y disponibilidad a la voluntad de Dios a ejemplo de María.1
En el segundo congreso, realizado en el 2007, nuestra misión se presentó como “mantener
viva en el mundo la experiencia contemplativa de Dios Padre, providente, bondadoso y
misericordioso en actitud orante de búsqueda y disponibilidad a su voluntad,
configurándonos con el corazón de Jesús acompañadas por María del Monte Carmelo”2.
Aunque la profundización de los temas trabajó todos los elementos de la formulación, las
resonancias se centraron en la experiencia fundante de “mantener viva en el mundo la
experiencia contemplativa de Dios Padre, providente, bondadoso y misericordioso”
Ambas formulaciones expresan la certeza que aunque son varios nuestros servicios
apostólicos, una sola es nuestra misión, la de vivir y proyectar el Carisma que nos ha sido
regalado como mediación de liberación ante situaciones de orfandad, descreimiento,
maltrato, indiferencia e injusticia.
¿Cómo hemos llegado a esta formulación?
El proceso de reflexión para la elaboración de nuestras Constituciones concretizan nuestra
misión con estos elementos: Incorporadas a la Iglesia por el bautismo y la consagración
religiosa, participamos en su misión y somos enviadas como los discípulos, a anunciar con la
vida y la palabra la buena nueva del amor paternal de Dios. Nuestra acción evangelizadora
se inserta en la pastoral de la iglesia de acuerdo al estilo propio de la Congregación. Desde
la experiencia del Amor del Padre estamos llamadas /dos a ser discípulas misioneras de
Jesús, testigo del Padre.
El XIV capítulo general enfatiza que en cualquier lugar donde nos encontremos,
realizaremos la misión única desde la identidad de nuestro Carisma fundacional que consiste
en revelar la experiencia contemplativa de Dios Providencia, Bondad y Misericordia en la
iglesia y en el mundo3.
1
Misión Única, conferencia dictada por la hna. Celia Teresa García en el primer congreso de Misión Única.
Memoria. 2000
2
Material de difusión del II Congreso de Misión Única y Conferencia “Misión única CSC a la Luz de Aparecida
dictada por la Hna. Juana Ángeles Zárate Celedón.
3
Cf. CC 54. 57 y 97 del documento del XIV capítulo general.
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Rasgos del Carisma Según nuestras Constituciones
Los Carismas son dones del Espíritu para responder a las situaciones deshumanizantes de la
humanidad en diversos tiempos y contextos. Para ello regala una experiencia de Dios a un
fundador para que desde esa mística colabore en el plan de salvación del Padre. Esto es la
mística y profecía de todo Carisma:
Experiencia de Dios de la cual nace una espiritualidad y un servicio liberador que ofrece al
mundo. Ha de distinguirse en la formulación de un Carisma, la experiencia de Dios, de la
cual brota una espiritualidad cristiana específica y un segundo elemento que es un servicio al
iglesia y al mundo a través del cual ofrece liberación.
Nuestras Constituciones describen cuatro rasgos del Carisma CSC:
a. Experiencia del amor de Dios Padre Providente bondadoso y misericordioso
 De esta experiencia brota un total abandono y disponibilidad a los
caminos de Dios.
 Asumidos en Esperanza activa
 Actitud orante y contemplativa
 Confianza arriesgada
b. Configuración con el Corazón obediente de Jesús Eucaristía que se traduce en un
amor eficaz en la vivencia de los valores humanos a la luz del Evangelio.
c. Espíritu Mariano contemplativo-profético con una espiritualidad místico
profética que nos pone a la escucha y disponibilidad a la Palabra de Dios que se
encarna en la vida.
d. Un servicio apostólico
 Que se compromete en la promoción integral del ser humano
 Optando preferencialmente por el pobre donde hace falta la vida, el sentido
de trascendencia, la bondad, la compasión y la justicia.
 Para acompañar al ser humano en la búsqueda de una auténtica experiencia
de Dios.
Estos rasgos nos definen: que hay que hacer, para qué, destinatarios de nuestra acción
pastoral y desde dónde.
1. Qué hacer
a. Acompañar al ser humano en la búsqueda de una auténtica experiencia de Dios.
b. Promover integralmente al ser humano a través de la vivencia de los valores
humanos a la luz del evangelio. (los que nos lleven a experimentar y proyectar la
bondad, providencia y misericordia de Dios Padre)
2. Para qué:
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Anunciar y mantener viva en el mundo la experiencia contemplativa de
EXPERIENCIA
DE DIOS
a. Dios Padre Providente
b. Dios Padre Bondadoso
c. Dios Padre Misericordioso
Espiritualidad
VALORES
HUMANOS
A la luz del
Evangelio
3. Dónde o destinatarios
Optando preferencialmente por el pobre: dónde hace falta la providencia, bondad y
misericordia.
4. Desde dónde
Desde LA EXPERIENCIA mística del Carisma CSC
5. Cómo
La pedagogía pastoral que nos plantea el cómo vivimos, cómo lo expresamos y qué
transforma.
Algunas reflexiones sobre esta formulación antes descrita:
Anunciar y mantener viva en el mundo la experiencia contemplativa de…
Esta primera parte de la formulación
EXPERIENCIA CONTEMPLATIVA.
nos indica dos acciones
que recaen en una
1. Anunciar es el acto de comunicar, informar, participar de algo… por lo tanto requiere un
acto de profunda interiorización, conocimiento, certeza y vivencia de algo que ha sucedido
y de lo cual damos testimonio. La historia de la Salvación está llena de anuncios y siempre
serán evangelio, es decir buenas nuevas… (Aún los anuncios de los profetas se convierten en
posibilidad de conversión y por lo tanto de vida), de comunicaciones de parte de Dios
para hacerse presente y hacer presente su sueño sobre la humanidad. Los gestores del
anuncio son identificados por el pueblo como amigos de Dios y confirman el mensaje
cuando lo que comunican se ha gestado en su vida y sus actitudes, opciones y decisiones
han virado de acuerdo a ese anuncio. El anunciar siempre implica
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2. Mantener viva
es el acto de cuidar, salvaguardar, custodiar, algo que nos ha sido
regalado o encargado y eso significa que ha habido un primer acto de confianza de quien
nos ha compartido esa responsabilidad sabiendo que en ello se genera un proceso de
dinamismo, gozo, crecimiento, reconocimiento de capacidades, oportunidades… vida.
El primer acto de confianza de Dios para la humanidad ha sido la creación, la vida, de ahí
se siguen una infinitud de confianzas, la condición de libertad, los dones venidos de nuestra
condición de hijos, su hijo Jesucristo, su proyecto del Reino… Bajemos esto a niveles
personales, familiares, comunitarios, sociales y acojámoslos, recibámoslo con sorpresa y
gratitud… la vida, dones personales, familia, cultura, preparación, vocación... UN
CARISMA.
La formulación de mantener viva recae en el principio fundamental del Carisma: la
experiencia contemplativa de Dios Padre Providente, Bondadoso y Misericordioso.
3. En el mundo… nos habla de la temporalidad, de realidad, de concreciones, del espacio
en donde ha de vivirse, experimentarse a Dios en nuestra carne, en nuestra historia y que en
él encontramos respuestas liberadoras.
4. Experiencia contemplativa, para introducirnos en el misterio de un Dios y en nuestro
propio misterio, un Dios presente que actúa en nuestras vidas y en la historia. Esta
experiencia, no teoría, de descubrir a Dios en todo conlleva la vida teologal, porque nos
adentra en el misterio en la realidad y provoca la acción.
No te separes de Nuestro Señor, pues El siempre te ha dado pruebas de su amor, te ama
mucho, hay que amarlo con toda nuestra alma”4
“...Su presencia de Dios no la pierda, con suavidad, dentro de sí misma”5
“...Procura no perder la paz de Dios ni su presencia”6
“El alma interior sabe trabajar y vivir recogida al mismo tiempo. Entre Jesús y el alma se
establece una corriente que nadie ve; se entabla un diálogo que nadie oye”7
5. Dios Padre Providente, teología y pedagogía
La reflexión de la congregación ha puesto como primer elemento de la experiencia
fundante la Providencia, que tiene que ver todo con la contemplación profética carmelitana
luisítica.
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Carta 602
Carta 74
6
Carta 534
7
AE 856
5
6
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III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
La Tradición presenta la Providencia en términos del plan de Dios sobre el mundo8, y el
gobierno del mundo como la ejecución en el tiempo de la providencia. El libro de la
Sabiduría dice “Tú, Padre gobiernas todas las cosas por tu providencia”9.
La providencia divina en las Sagradas Escrituras. No hay en la Biblia un vocablo específico
para designar la realidad de la providencia sino que se la describe con expresiones diversas:
cuidado paternal de Dios, planes de Dios, designio de salvación, conservación, amor,
alianza, elección, etc.
El Libro de la Sabiduría utiliza dos veces el griego provoia (14,3; 17,2), derivado de
provoéo: tener cuidado de una cosa. Dos veces también aparece en el N. Testamento: Hech
24,2; Rom 13,14, con la misma significación general de cuidado de algo.
El tema de la providencia presenta matices distintos en el A. y en el N. Testamento: en el A.
T. prevalece la idea de providencia cósmica y la de providencia, que tiene como objeto la
salvación del pueblo de Israel. En el N. T. se dilatan las perspectivas. Gracias a la revelación
de Jesús en la plenitud de los tiempos y al conocimiento de su misión de Salvador universal,
realizador del designio amoroso de Dios, aparece con mayor relieve el aspecto de Dios
Padre que quiere la salvación de todos los hombres y mujeres y que provee a todos de los
medios para su consecución. El plan salvífico de la providencia se universaliza tanto como la
Redención de Jesús, sin límites de espacio ni tiempo10.
Dificultades ante una mentalidad moderna
Por supuesto que estos conceptos chocan sustancialmente a una mentalidad que deposita su
confianza en la autonomía y en el poder absoluto de lo humano, de la técnica y del
mercado.11
El hecho de encontrarnos en América y Asia (en su país católico Filipinas) y
mayoritariamente en Latinoamérica, continentes endémicamente confrontados con los
problemas de la fragilidad social, económica y cultural, y a la vez profundamente creyentes,
nos obliga cada día a repensar hoy como vivir, transparentar y proyectar la Providencia del
Padre como propuesta liberadora en un contexto donde la cultura moderna aniquila otras
mentalidades que sin embargo resisten, desde la modernidad racionalista nos es difícil
comprender la necesidad de una intervención cariñosa de Dios en nuestros asuntos. La
mentalidad occidental moderna lucha por erradicar a un Dios opuesto a la autonomía y al
progreso humano y rechaza e incluso le parece repugnante la actitud religiosa de intercesión
y de confianza espontánea de la religiosidad popular. Tal vez contribuye a ese rechazo
ciertos relatos fantasiosos sobre intervenciones milagrosas de Dios en la banalidad cotidiana
8
Santo Tomás la define como "la razón del orden que hay en las cosas respecto de sus fines" (S.Th. I q22a1).
La existencia de la providencia se basa en que Dios es causa de las cosas por su entendimiento, "por lo cual
ha de preexistir en El la razón de cada uno de sus efectos"
9
La providencia y el gobierno del mundo en www.servicato.com
10
LLAMAS MARTÍNEZ E. Teología de la Providencia, sus aspectos bíblicos y del Magisterio, Editorial Rialp.
Gran Enciclopedia Rialp, 1991
11
ARNORL SIMON PEDRO, Hacia una Teología de la Providencia desde América Latina, en www.provid.org
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o la atribución a Dios de hechos perfectamente explicables en la dinámica de los
acontecimientos.
El humanismo cristiano dista radicalmente de la perspectiva moderna. El evangelio es un
reconocimiento y una valoración de la fragilidad y no de la fuerza, de la carencia y no de la
plenitud y no por eso somos una religión de esclavos, más bien la afirmación de nuestra
fragilidad ontológica, implica un profundo progreso humano construido en la solidaridad
más que en el individualismo y una autonomía comprendida como responsabilidad
recíproca.
Las Bienaventuranzas nos descubren que la carencia humana es el lugar de la revelación del
sentido humano y la condición para vivir la Fe el creerle a un Dios frágil.
La providencia como esperanza para vivir
La experiencia de la esperanza contra toda esperanza, según la expresión de Pablo, es
seguramente el hecho más sorprendente. Frente a cualquier calamidad personal o colectiva,
el hombre y la mujer pobres de este continente sacan de lo más hondo de su ser
capacidades infinitas para volver a empezar, convencidos de que mañana será mejor que
ayer.
Para los pobres la vida y la esperanza están siempre ligadas íntimamente, Mientras están
unidas ninguna tormenta puede acabar con el espíritu de lucha infinita propia de nuestra
cultura. Esta densidad de la esperanza latinoamericana es quizás la raíz más vigorosa de la
experiencia de la Providencia en nuestro continente.
Providencia camino de confianza y libertad frente a la inseguridad
La sociedad postmoderna trae consigo una serie creciente de inseguridades. Esta afirmación
puede parecer paradójica para una sociedad obsesionada por la seguridad y por proponer
alternativas técnicas para cualquier riesgo. Pero la brecha cada vez más ancha y más
profunda entre los poquísimos beneficiarios y las multitudes excluidas del sistema, crea más
bien amenazas reales o supuestas entre ambos grupos y al interior de cada uno de ellos. En
América Latina, si uno no quiere enfrentar el riesgo permanente, no puede ni siquiera salir
de su casa. La inseguridad es una constante de la experiencia latinoamericana con sus más y
menos según los países, las clases sociales y los contextos políticos, económicos y geográficos
o climáticos.
La fe de nuestro pueblo tiene que ver con la audacia de vivir en la inseguridad. La referencia
a Dios es aquí fuente de libertad y valentía por la íntima convicción de andar en la
presencia de Dios. Esta experiencia de la inseguridad como camino de confianza y libertad
es otra de las dimensiones muy ricas de la espiritualidad de la Providencia.
8
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Confiar en la GRACIA del presente.
Para comprender la Providencia es necesario sentir la acción inmediata de Dios en la
historia humana. Nuestro Dios, como lo afirma el discurso mesiánico inaugural de Jesús en
la sinagoga de Nazaret (Lc 4), no es el Dios del pasado, ni siquiera del futuro. Es el Dios
eterno, es decir, comprometido en el presente de la humanidad para llevarla a su plenitud.
El Reino es 'ya' y 'todavía no', es decir, un hoy en crecimiento. La espiritualidad
latinoamericana, profundamente articulada con la cultura y su mentalidad, es una
espiritualidad del hoy, de lo inmediato. La proyección hacia el futuro puede ser entre
nosotros una utopía movilizadora. Pero la fragilidad impide hacer del futuro el tema de
nuestra actuación. Sólo el presente está al alcance del pobre. Asimismo, el pasado no puede
servir de pretexto nostálgico para escapar a la batalla de la sobrevivencia que caracteriza el
hoy. El creyente latinoamericano es la persona del hoy que cree que Dios tiene
compromisos concretos con él en la fragilidad. Así se experimenta día tras día la vida como
un regalo no merecido, como una gracia sorprendente. La vida no se posee, se acoge; no es
un derecho, es un don para disfrutar.
La teología de la gracia, prácticamente vivida en el hoy, es el fundamento más profundo de
la espiritualidad de la Providencia. El disfrutar el hoy como don de Dios explica la
formidable capacidad de humanidad de nuestro pueblo (hospitalidad, solidaridad, amistad,
etc.) como también sus energías heroicas en lo cotidiano.
Confianza radical
En la teología práctica de la gracia que vive nuestro pueblo existe, en el fondo, una
confianza inquebrantable. Aun en medio de innumerables fracasos. La realidad, a pesar de
las apariencias, no es fatal. El pueblo creyente tiene la convicción profunda de que, con
Dios, todo es reversible, aquí en la tierra o más allá. Así el pecado tiene su alternativa en el
arrepentimiento y en la misericordia. Contrariamente a lo que se pretende, nuestra gente
no es simplemente resignada, piensa siempre que las cosas pueden cambiar. Sólo cuando el
pobre pierde sus referencias socioculturales de solidaridad se siente tentado a desesperar.
Pero su instinto lo empuja a creer siempre en la reversibilidad de las circunstancias, de las
personas y de los destinos. "Para Dios nada es imposible"?
Hemos dicho que el 'terreno' de Dios no es ni el pasado donde se acumulan cuentas y
deudas, ni un futuro donde se acumulan retos y exigencias. Lo de Dios es la eternidad del
presente. Es precisamente ahí donde la imaginación divina se muestra inmensamente
fecunda. Nuestro Dios es el Dios de la nueva oportunidad siempre ofrecida. Y si nuestros
actos tienen a menudo consecuencias irreversibles, no le impiden inventar para nosotros
nuevas alternativas que nos permitan reempezar de nuevo con nuestras cojeras y heridas.
Así los recomienzos de Dios no son ilusorios e ingenuos. La Providencia es así la maestra de
todas las alternativas, un 'banco' infinitamente rico de propuestas nuevas en función de
nuestra realidad.
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Gratuidad y Responsabilidad
Este recorrido a través de la espiritualidad de la gracia en nuestro pueblo podría hacer
sospechar que todo aquello lleva a la pasividad. Es lo contrario. La íntima comunión con la
gratuidad de Dios suscita, más bien, una agudísima conciencia de la responsabilidad. Si el
pobre se sabe objeto del don de Dios, sabe con igual convicción que tiene que acoger este
don y hacerlo fructificar.
6. Dios Padre Bondadoso
La Sagrada Escritura nos presenta reiteradamente que Dios es bueno.
El es la bondad plena y de sí solo puede salir el bien. La creación es buena12 y de manera
especial el hombre y la mujer. El Salmo 119, 68 expresa “Bueno eres tú y bienhechor” Dios
nos ama con ternura, nos ayuda, levanta nuestra debilidad, sana de nuestras enfermedades,
estimula nuestro ánimo, defiende al pobre y al desvalido, se enfrenta a todo tipo de abuso
y tiranía, comparte nuestras tribulaciones y fracasos y sobre todo siente un gran gozo al
perdonar. El sueño del Padre es que sus hijos tengan ese corazón bondadoso y nos reveló su
proyecto a través de Jesús.
Con Jesús e Nazareth “se hizo visible la bondad de Dios y su amor por los hombres” (Tt
3,4). El mostró con su vida que Dios es ternura y solidaridad para con todos.
Otro aspecto de la bondad de Dios Padre que se revela también en Jesús es su espíritu de
servicio. Jesús es el hombre de Dios constituido en el Hombre para los demás por la fuerza
y el poder de Dios que habita en él de un modo nuevo. Jesús experimenta la convicción de
que vivir es vivir para los otros, servir a otros. Este servicio histórico a los otros aparece a lo
largo de todos los evangelios y está expresado en “pasó haciendo el bien” (Hch 10,36). La
vida de Jesús nunca está centrada en sí mismo sino en su Padre y eso lo convierte en
servidor incondicional del Reino. “Este hombre no ha venido a que le sirvan, sino a servir y
a dar la vida en rescate por todos” (Mt 20,28). “Yo estoy entre ustedes como quien sirve”
(Lc 22,27)13
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo para buenas obras, las cuales Dios preparó
de antemano para que las llevemos a término” (Ef. 2,10)… en el primer discurso que
dirigió el papa Francisco dijo, “No tengan miedo a la bondad ni a la ternura” pidiendo
también proteger los eslabones más débiles de la sociedad y custodiar la creación. La
bondad es lo más decisivo a la hora de querer cambiar la sociedad, porque a imagen y
semejanza del Padre bueno, bondad es la decisión de hacer el bien a los demás
(Benevolencia); Bondad es hablar con justicia, con verdad, con empatía, de los otros,
implica el sentir bien de los demás sanando nuestras emociones y heridas propias, y el
pensar bien de los demás (Bendición); es desear la felicidad en los espacios donde esa
12
Cf. Gn, 1,26
Cf. Jesús imagen de la bondad del Padre. Artículo. Revista Orar. 240. Ed. Monte Carmelo. Pág 5-11
13
10
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III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
felicidad es más necesaria, más urgente y más debida (Bienaventuranza), Así el mensaje
programático de Jesús en el sermón de las montañas nos presenta los parámetros de la
bondad: pobres de espíritu, limpios de corazón, mansos, luchadores por la justicia,
compasivos… No podemos equipara bondad o ternura con lo débil o dulzón, todo lo
contrario, la bondad es una virtud muy exigente, comprometida e incompatible con el mal.
Madre Luisita expresó esta certeza: “Bendito sea Dios; ojalá nunca nos falte el trabajo. Que
siempre nos ocupe nuestro Buen Dios en su viña y tengamos a quien hacerle el bien”. Ella
tuvo el don de ganar el corazón para llevárselos a Dios, a su propuesta de Reino, de tal
manera que la fineza en su trato, el respeto, la delicadeza acompañada de la verdad y de la
corrección cuando fue necesaria, con firmeza y suavidad, le llevó a despertar en las
personas sus mejores capacidades a favor del Reino.
“Aprovecha la oportunidad que se te presenta con las personas de ese lugar para ayudarles,
atraértelas y amarlas y después de hacer un ratito de oración les hables, y con mucha
prudencia y suavidad les ganas el corazón para que se los lleves a Dios”14
La vivencia de la bondad para nuestra historia es un compromiso ético por hacer el bien y
ello implica una opción por la justicia, paz e integridad de la creación.
Los valores que podrían expresar esta experiencia podrían ser: opción por hacer el bien, el
servicio, justicia, paz e integridad de la creación; inclusión, naturalidad en el trato,
amabilidad, respeto.
7. Dios Padre Misericordioso
El Padre de las misericordias revelado en el Antiguo Testamento y en el nuevo nos muestra
a un Dios que pone su corazón ante toda miseria humana. El acto de la salvación es el
compromiso de Dios por la humanidad distanciada del proyecto de vivir la condición de
hijos e hijas de Dios.
Una expresión de su bondad es la compasión para con las miserias humanas. Al encarnarse,
él se solidariza con nuestras debilidades. Los milagros de Jesús son respuesta compasiva que
responde ante el dolor humano. Participa del sufrimiento humano. Se siente conmovido
ante el entierro del hijo único de una viuda y se acerca a consolarla de una manera muy
eficaz (Lc 7, 12-15)
Se compadece de los ciegos (Mt 20, 34). Le duele el hambre de los que le seguían por los
caminos (Mt 15,32), o el desamparo en que vivían “viendo al gentío, tuvo compasión de
ellos, porque andaban fatigados y decaídos como ovejas sin pastor”
Siente profundamente el dolor de los amigos, hasta derramar lágrimas, como en el caso de
la muerte de Lázaro: “Al ver llorar a María y a los judíos que lo acompañaban, Jesús se
14
Carta 73
11
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
conmovió hasta el alma… se echó a llorar… conmovido interiormente, se acerca al
sepulcro (Jn 1,1, 33.35.38)
Lloró también ante el porvenir obscuro y la ruina de su patria: “Al ver la ciudad, le dijo
llorando: ¡Si también tú comprendieras en este día lo que lleva a la paz! Pero no, no tienes
ojos para verlo” (Lc 19, 41-42)
La misericordia se ha de expresar en valores humanos como la compasión, la escucha
compasiva, diálogo, perdón, restitución del mal hecho” justicia, paz e integridad de la
creación,
Pedagogía pastoral
El lema del congreso nos ubica en la misión como expresión del discipulado gozoso, nos
evoca por supuesto a la propuesta de Aparecida que se distingue precisamente por
ofrecernos una guía pedagógica de la pastoral para estos tiempos y lugares teológicos,
dando respuesta precisamente a la búsqueda de insertar la fe en la realidad de una manera
más coherente. Esto frente a las secuelas de una evangelización dualista que se manifiesta
en un divorcio entre la fe y la vida.
Ante el conflicto de esta dicotomía, acudimos a la Pedagogía que nos indica los mejores
procesos no solo de asimilación de una doctrina sino de la encarnación de la misma y de su
potencial transformador y liberador.
La pedagogía que se ocupa de los procesos educativos y de enseñanza en su significado más
transformador, nos proporciona guías más existenciales para planificar, ejecutar y evaluar la
pastoral como procesos de enseñanza-aprendizaje o de transmisión y configuración. De la
pedagogía podemos obtener un conjunto de saberes que están orientados a la
transformación dinamizada por los criterios del evangelio, del proyecto de Dios Padre sobre
la humanidad, en nuestro caso, desde un Carisma, como un medio que favorece el accionar
del Espíritu en la historia.
La inspiración de la práctica pedagógica parte de la intuición, de que así como Jesús
congregó y formó a sus apóstoles en un camino, los primeros cristianos intentaron vivir una
experiencia personal y comunitaria intensa al estilo de las enseñanzas de Jesús,
distinguiéndose del común por su testimonio, por su manera de ser y hacer, así también los
grupos humanos que han recibido un Carisma se esfuerzan por vivir con creatividad y
audacia la experiencia del fundador y de las primeras hermanas y laicos que igualmente se
distinguieron por su entrega y pasión por una utopía.
Esto no indica que la pedagogía pastoral nos devuelve siempre a los orígenes de toda
evangelización, a contemplar el modo como Jesús y los fundadores que recibieron un
Carisma soñaron y actuaron el proyecto del Reino. Hemos de dejarnos iluminar por la
pedagogía de Jesús y de Madre Luisita.
12
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
a. Discípulos misioneros de Jesús y su pedagogía a la Luz de Aparecida15
Al abordar el tema de la misión, lo que casi naturalmente uno esperaría escuchar
inmediatamente son las cosas que tenemos o deberíamos hacer, pero nos encontramos con
una llamada al “ser”, a volver y renovar el acontecimiento fundante de nuestra identidad
cristiana, a “recomenzar desde Cristo”16, recordándonos a todos los cristianos que, en virtud
de nuestro bautismo, estamos “llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo”17, y que
la misión evangelizadora de la Iglesia es una “llamada a hacer de todos sus miembros
discípulos y misioneros de Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, para que nuestros pueblos
tengan vida en Él”18
“Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra
historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y
misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y
mujeres nuevos que encarnen dicha tradición y novedad, como discípulos de Jesucristo y
misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una América Latina que quiere
reconocerse con la luz y la fuerza del Espíritu”19.
Aquí está el reto fundamental que afrontamos: mostrar la capacidad de la Iglesia para
promover y formar discípulos y misioneros que respondan a la vocación recibida y
comuniquen por doquier, por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con
Jesucristo. No tenemos otro tesoro que éste. No tenemos otra dicha ni otra prioridad que
ser instrumentos del Espíritu de Dios, en Iglesia, para que Jesucristo sea encontrado,
seguido, amado, adorado, anunciado y comunicado a todos, no obstante todas las
dificultades y resistencias. Este es el mejor servicio -¡su servicio!- que la Iglesia tiene que
ofrecer a las personas y naciones”20.
El primer desafío para Aparecida es, pues, nuestra propia y permanente conversión
personal. Y nos señala el “cómo”, el camino, invitándonos a volver a la experiencia
fundante, al encuentro con Jesucristo Camino, Verdad y Vida. Sabia pedagogía, pues nadie
puede vivir, gozar y dar lo que no tiene.
Nos invita, pues, a reencontrarnos, a recomenzar desde Cristo, y revitalizar nuestra
adhesión y seguimiento personal como discípulos en la comunidad eclesial, y a compartir,
por desborde de gratitud y alegría, el don del encuentro con Jesucristo.
“Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este
tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado”21
Aquí nos encontramos con algunas orientaciones pedagógicas que Aparecida desarrollará la
importancia de estar siempre volviendo a los “orígenes”: a la persona de Jesucristo y al
15
Seguiremos el estudio de José Luis Fernández de Valderrama en su artículo “Volver a Galilea” apuntes
sobre la pedagogía pastoral de Aparecida. 2008.
16
DA 12
17
DA 10
18
DA 1
19
DA 11
20
DA 14
21
DA 18
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CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
Evangelio, a nuestro encuentro con Él, a volver siempre “al primer amor”(cf. Ap 2,4-5).
Pero también, la importancia de llevar a los “orígenes” en nuestro servicio pastoral, al
encuentro con Jesucristo de nuestros hermanos, como lo hicieron Andrés y Felipe (cf. Jn
1,41- 42.45). Porque “o educamos en la fe, poniendo realmente en contacto con Jesucristo
e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora”22.
Pero esta primera opción y orientación fundamental de Aparecida que nos llama a
revitalizar nuestra identidad cristiana en el encuentro con Jesucristo, viviendo en su
seguimiento como discípulos misioneros, para configurarnos con Él y continuar su misión al
servicio del Reino de la Vida, nos lleva de nuevo a preguntarnos por los “cómos” y por los
caminos. Y Aparecida sale a nuestro encuentro y con coherencia nos remite a los “orígenes”,
a la persona de Jesucristo, a su vida y actuación, y a lo que vivieron sus primeros discípulos
misioneros.
Conservemos algunas de estas palabras en nuestra memoria y corazón de discípulos
misioneros: salir de sí mismo, buscar, ir al encuentro, encarnación, kénosis, que nos hablan
del “ser y actuar” de Jesucristo, y acerquémonos a contemplar, con Aparecida, la actuación
del Maestro, para conocer, en primer lugar, su método y su pedagogía, pero también los
caminos que Él nos invita a transitar, pues “el llamamiento que hace Jesús, el Maestro,
conlleva una gran novedad”23 , es del todo peculiar en la forma y en la invitación.
Todos los Evangelios nos relatan al inicio del ministerio de Jesús su encuentro con algunas
personas a las que llama a seguirlo. Este encuentro es un acontecimiento tan singular que da
inicio al discipulado cristiano.
“La admiración por la persona de Jesús, su llamada y su mirada de amor buscan suscitar una
respuesta consciente y libre desde lo más íntimo del corazón del discípulo, una adhesión de
toda su persona al saber que Cristo lo llama por su nombre (cf. Jn 10,3). Es un “sí” que
compromete radicalmente la libertad del discípulo a entregarse a Jesucristo, Camino,
Verdad y Vida (cf. Jn 14,6).
Es una respuesta de amor a quien lo amó primero “hasta el extremo” (cf. Jn 13,1). En este
amor de Jesús madura la respuesta del discípulo: “Te seguiré adondequiera que vayas” (Lc
9,57)”24.
Y por ello, “la respuesta a su llamada exige entrar en la dinámica del Buen Samaritano (cf.
Lc 10,29-37), que nos da el imperativo de hacernos prójimos, especialmente con el que
sufre, y generar una sociedad sin excluidos, siguiendo la práctica de Jesús que come con
publicanos y pecadores (cf. Lc 5,29-32), que acoge a los pequeños y a los niños (cf. Mc
10,13-16), que sana a los leprosos (cf. Mc 1,40-45), que perdona y libera a la mujer
pecadora (cf. Lc 7,36-49; Jn 8,1-11), que habla con la Samaritana (cf. Jn 4,1-26)”25.
22
DA 287
DA 131
24
DA 136
25
DA 135
23
14
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
Y Aparecida nos invita, como lo hace a lo largo de todo el Documento, a contemplar a
María, “imagen espléndida de configuración al proyecto trinitario, que se cumple en
Cristo... Desde su Concepción Inmaculada hasta su Asunción, nos recuerda que la belleza
del ser humano está toda en el vínculo de amor con la Trinidad, y que la plenitud de
nuestra libertad está en la respuesta positiva que le damos”26.
Al escuchar y acoger las orientaciones pedagógicas que nos ofrece Aparecida, descubrimos al
seguir su orientación pedagógica fundamental de volver a los “orígenes”, a recomenzar
desde Cristo, y contemplar y aprender del Maestro.
Quizás lo primero a resaltar, aunque parezca muy obvio, es renovar la conciencia del
encuentro con Jesucristo, que nos llama a ser sus discípulos misioneros, sus amigos y
hermanos, su familia, y nos envía a continuar su misión. Sin olvidar que este inmenso
regalo, como cualquiera de los regalos más sencillos, pide que lo acojamos, lo
agradezcamos y lo gocemos. O sea, pide nuestra respuesta personal, nuestra acogida
agradecida y nuestra vivencia gozosa de este don que ha llenado de sentido y plenitud
nuestra vida.
“Quienes se sintieron atraídos por la sabiduría de sus palabras, por la bondad de su trato y
por el poder de sus milagros, por el asombro inusitado que despertaba su persona,
acogieron el don de la fe y llegaron a ser discípulos de Jesús. Al salir de las tinieblas y de las
sombras de muerte (cf. Lc 1,79), su vida adquirió una plenitud extraordinaria: la de haber
sido enriquecida con el don del Padre.
Vivieron la historia de su pueblo y de su tiempo y pasaron por los caminos del Imperio
Romano, sin olvidar nunca el encuentro más importante y decisivo de su vida que los había
llenado de luz, de fuerza y de esperanza: el encuentro con Jesús, su roca, su paz, su vida”27 .
b. Madre Luisita, discípula misionera del amor paternal de Dios y su pedagogía.28
Mi deseo: encontrarte, seguirte y agradarte, por donde me lleves pues quiero a todo trance
cumplir tu santísima voluntad, un abandono completo en las Manos de Dios.
Madre Luisita
En Madre Luisita, encontramos un modelo de discípula misionera. Ella supo acoger las
exigencias de una auténtica experiencia de Dios y de un seguimiento de Jesús en la vida de
cada día; fue auténtica misionera del amor del Padre y buscó comunicarlo a través de sus
acciones, palabras y actitudes. En el Corazón de Jesús Eucaristía encontró la fuente de su
misión29.
26
DA 141
DA 21
28
Cf. CC 54
29
Cf. No. 35 Documento del XIV capítulo general.
27
15
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
Efectivamente a lo largo de su vida, Luisita se encuentra existencialmente con el amor
providente, bondadoso y misericordioso del Padre manifestado en la Eucaristía como Dios
cercano y expresión de su amor simbolizado en el Corazón de Cristo30.
Vive un encuentro profundo con el Padre a través de Jesús, este amor atraviesa toda su vida
y la va fortaleciendo humanizando.
¡Qué dicha la mía tener en mi compañía, poseer, tener por mío al mismo Jesús! ¿Quién
podrá jamás arrebatarme a mi Jesús? Semejante al sol, por doquiera le veo; todas las cosas
las alumbra y vivifica. Es compañero en mi destierro, es pan en mi peregrinación, y me
seguirá y me sostendrá hasta llegar al puerto de salud. ¡Oh dulce destierro, amable viaje en
compañía de Jesús!
De este encuentro surge el modo como ella asume la misión que brota de esa experiencia y
que profundizaremos en el siguiente apartado.
 La misión es una Gracia por lo que la vive con profunda alegría y entusiasmo
Acoge la misión como una gracia tener a quien hacerle el bien
“Bendito sea Dios; ojalá nunca nos falte el trabajo. Que siempre nos ocupe nuestro Buen
Dios en su viña y tengamos a quien hacerle el bien”
“Con que tienes mucho que hacer con tantos enfermos. Qué bueno hija, dale gracias a Dios,
es prueba de que te quiere mucho, te ocupa con sus miembros más queridos; dale infinitas
gracias y aprecia la gracia que te hace...”
“Sé que tienes mucho trabajo, Bendito sea Dios, cuánto gusto es para mí saber que estás
haciendo lo que más le agrada a Nuestro Señor. Que te preocupe cumplir muy bien con la
misión tan hermosa que se te ha dado”
La experiencia gozosa de recibir el regalo de la misión y manifestarlo es ya una misión y
permite a los demás acercarse con naturalidad al Dios que provoca tal alegría
“Nuestro Señor las quiere contentas y animosas trabajadores en su viña”
“…cuánto gusto me diste con tus cartitas, yo gozo cuando me escribes; en mi edad ver
contentas a ustedes y trabajando afanas y llenas de bríos para más trabajar esos son mis
goces”
“Dale gracias a Dios Nuestro Señor que te conceda trabajar en su viña y con los seres más
queridos de su corazón. Trabaja hija con verdadero entusiasmo y ten seguridad que nunca
se les olvidará a esos niños lo que les enseñes, y a su tiempo fructificará la semilla que estás
poniendo en sus inocentes corazoncitos”
“…doy gracias a Dios Nuestro Señor por los grandes beneficios que les concedió a ustedes
durante su viaje. Ahora a no dejarse llevar de las primeras impresiones... ¡Alegría, mucha
alegría y a trabajar! Ya conocerán a las personas y ellas las conocerán y se estimarán y
ayudarán mutuamente
La alegría radica en hacer el bien, la misión comporta el valor ético del bien
30
Cf. CC 3
16
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
“Me imagino verte muy trabajadora y feliz en medio las enfermitas. Sí hija, hay que
olvidarnos de nosotros mismos y hacer felices a los demás. Está contento en esta vida el que
hace el bien…”
 Tiene toda la claridad que su llamado es hacer el bien a los demás
“La palmera se eleva hasta al cielo y su sombra da a la tierra, así el alma debe tener su
mirada fija en Cristo que es su cielo, y su sombra ha de dar a la tierra haciendo el bien en
todas partes”
“No se fije en las personas conocidas, nomás procure hacerles el bien con el buen ejemplo y
sus oraciones”
“...Hay pueblecito que no hay sacerdote... Trinita es la recomendada por el párroco para
que les haga bien porque él vive en otra población... Espero venga el Sr. Cura, me haga
proposiciones para mandarle decir a abuelito... para personal Dios Proveerá...”
“A los nuevos patrones tratarlos muy bien y ayudarles en lo que se pueda con buena
voluntad y a la vez conservar ustedes su libertad, sus consultitas acá deben venir, con ellos
lo que sea se urbanidad y nada más y desde el primer día como han de ser después y
gravedad y naturalidad...”
“No desperdicies el tiempo que nuestro Señor te está concediendo hacer el bien atendiendo
esos pobres enfermos, es que eres muy consentida de Él y mientras más trabajes mejor para
ti”
“...Hay pueblecito que no hay sacerdote... Trinita es la recomendada por el párroco para
que les haga bien porque él vive en otra población... Espero venga el Sr. Cura, me haga
proposiciones para mandarle decir a abuelito... para personal Dios Proveerá...”

Ganar el corazón de las personas, como manifestación del amor bondadoso,
providente y misericordioso del Padre, así poder llevarlas a Dios.
Este rasgo distingue el estilo de la misión de Luisita, expresando así los valores humanos que
la distinguieron y el modo cercano que le permitió transparentar el interés de Dios por cada
ser humano, la aceptación incondicional y su deseo de bien.
“Aprovecha la oportunidad que se te presenta con las personas de ese lugar para ayudarles,
atraértelas y amarlas y después de hacer un ratito de oración les hables, y con mucha
prudencia y suavidad les ganas el corazón para que se los lleves a Dios”
“Sé que te quieren bien las niñas, ese es un buen medio para les hagas el bien en sus almas:
una vez ganado el corazón ya se puede hacer lo que se quiera y la verdad es que en estos
tiempos hay que ayudarles a las jovencitas, de lo contrario pobres de ellas…”
“Ser manso es poseer la tierra, quitando condición para dar gloria a Dios y paz a los
hombres. ¿Si no posees la tierra conquistando los corazones, cómo puedes darlos a Dios?
Hay que hacerse amar de todo el mundo para poder hacer bien a todos. Consentir en
desagradar es alejar voluntariamente a las almas a quienes se podría ser útil”
17
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
“...Bendigo a Dios nuestro Señor al ver por tu cartita, lo contentas que estás con tus niñas.
Cuánto bien puedes hacer con ellas y con todas las que trates, me gustaría que te atrajeras a
las ex alumnas para que se las llevaras a Dios…”
“…Bendigo a Dios nuestro Señor por ver que les está bendiciendo sus esfuerzos que están
haciendo con sus clases, teniendo contentos a los papás. Así, sí se puede hacer mucho por la
gloria de Dios; una vez que se atraigan la voluntad, la simpatía de la sociedad, sí pueden
hacer ustedes lo que quieran…”
“La M. Carmen de Jesús, tan buena como siempre, dirigiendo su Colegito de Atotonilco, se
llama Cristóbal Colón, costó muy grande trabajo conseguir el permiso del gobierno y casa;
pero al fin venció la M. con su oración. Bendito sea Dios. Pidan sus caridades el buen éxito
de él, que se le ganen muchas almas a Dios Nuestro Señor en nuestro querido pueblito”
“…me gustaría establecieran la Cruzada o el Apostolado o la Comunión diaria, en fin,
ayudar a acercar a los niños a Dios Nuestro Señor, esta es mi voluntad.”
“…Esa doctrina del templo de Nuestra Señor de Guadalupe que no decaiga y procure que
haya mucha disciplina, sus cantos y que la vean muy animadita, fervorosa y amable con las
catequistas, gáneselas para que se las lleve a Dios”
 Testimonial/experiencial ejemplo
Su experiencia de Dios fue el motor que la llevó a entrarse por entero y con las
características de la fe, bondad y misericordia.
“Que con tu oración y le lleves muchas almas a Nuestro Señor”
“Procure hacerles el bien con el buen ejemplo y sus oraciones”
“Así fue Nuestra Madre... dulce toda su vida con todas las personas, amable con los pobres
caritativa. Nadie se iba desconsolado de con ella, aunque fueran unas pocas palabras de
aliento”
Testimonios, p. 6. Magdalena de la Inmaculada
“A los pobres los veía con mucho respeto y cariño, pues nos decía: ellos son la imagen de
Dios. Ella era para ricos y pobres, hombres, mujeres, niños, en fin era el alma del pueblo. Le
decían la dulce Madre Luisita”
Testimonios, p. 20. María Ana de la Sgda. Familia
“Nuestra Madre deseaba está casita céntrica [la de Guadalajara], pero el Señor Orozco le
dijo: ‘Madre Luisita, mientras su Congregación trabaje con los pobres, las bendiciones del
cielo vendrán a sus comunidades, el día que deje a los pobres no las bendecirá Nuestro
Señor con tanta abundancia”
Testimonios, p. 43. Teresa de Jesús
“Quería mucho a los pobres, decía: ‘¡Qué sencillos son los pobres!’... vemos como primero
acogió a los enfermos, más tarde a los colegios; quería mucho a los orfanatorios y asilos.
Todo esto con un gran espíritu de recogimiento. Su ideal era unir el apostolado al espíritu
del Carmen...”
Testimonios, p. 77. Carmen de Jesús
“...Nuestra buena Madre era toda caridad y dulzura, no podía oír enumerar las penas de las
personas que a ella se acercaban sin que se conmoviera hasta las lágrimas como si fueran
18
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
suyas. Ayudaba cuanto podía a los pobres... a las personas que con pretexto de saludarla
acudían a mostrarle sus necesidades. Por los enfermos pobres y los niños analfabetos y
huérfanas, dejó el Carmen [Monasterio de Carmelitas de Clausura] donde se sentía feliz. Al
servicio de ellos dedicó y consagró la mayor parte de su vida”
Testimonios, p. 103. Elena de la Cruz y del E. Santo
“Se dio a Dios por entero; se dio a sus hijas, se dio al prójimo, particularmente a los más
pobres de los pobres”
Testimonios, p. 138. Margarita Ma. del Sagdo. Corazón
“La caridad que tuvo para todos, ricos y pobres, fue en sumo grado... Toda persona que
conocía a Nuestra buena Madre Luisita, se sentía que a ella la estimaba como en primer
lugar; así fue de bondadosa para con todos: sacerdotes, hombres, mujeres, ancianos y
niños”
Testimonios, p. 143. Margarita de Cristo y de San M.
“Su vida de oración era de intimidad con Dios, pues sólo al verla irradiaba su amor al
Señor, que derramaba con lo que la rodeaban, sobre todo con los pobres, que la llamaban
‘Madre Luisita’...”
Testimonios, p. 146. Margarita de Cristo y de San M.
III. Rasgos de la pedagogía pastoral
A partir de la pedagogía de Jesús y de Madre Luisita podemos describir para el hoy algunos
rasgos de la pedagogía pastoral que pueden definir la propia.
Experiencial. La evangelización tiene que hacerse vitalmente, partiendo de las experiencias
de vida y procurando reelaborarlas a la luz del Evangelio tomando en cuenta la experiencia
como elemento central y el punto de partida de la pedagogía, de los métodos y de las
técnicas que se van a utilizar, partir de la vida para ir a la vida.
No se trata de partir de la experiencia como motivo o pretexto para comunicar
conocimientos abstractos ni de inducir o provocar “vivencias fuertes” por medio de técnicas
que tocan y sacuden lo emocional. El encuentro con el “Dios de la Vida”, con el amor
providente, bondadoso y providente del Padre que transforma la misma experiencia en
fuente a agua viva que salta hasta la vida eterna (Jn. 4,14) se produce en lo más profundo
de la experiencia de la persona. El Dios que salva y libera no está ausente de las situaciones
que viven, porque Dios es Señor del mundo, y desde allí llama al cambio y a la conversión.
Este punto de partida ayudará a que la fe sea percibida como una profundización de la
propia experiencia de vida y no como una huida de ella. Al mismo tiempo, permitirá la
revisión profunda de “los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de
interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras, los modelos de vida...”, en una
palabra, de la “visión del mundo”, que es lo que interesa a la evangelización.31
31
Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, 19
19
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
Coherente y Testimonial. La pedagogía nos ubica en una rica relación entre quien transmite
y quien acoge el mensaje y proyecto del Padre a través de Jesús de Nazaret, implicando
procesos de comunicación, comportamientos y actitudes que se dan en el contexto de un
espacio y un tiempo determinados, por ello la práctica pedagógica ocurre o depende en
gran medida, no del todo, del encuentro y la intencionalidad del evangelizador, su
testimonio y actitud. Esto nos lleva a plantearnos el modo como nos encontramos con las
personas, compañeras de misión y destinatarios/as de la misma, así como la claridad de lo
que queremos lograr, el testimonio y las actitudes con las que evangelizamos.
La pedagogía pastoral requiere de una mirada optimista de la persona, una mirada de fe,
acogedora y por supuesto de una Iglesia, de una familia religiosa, religiosas y laicos que esté
dispuesta a animar la dinámica humana y a asumir la comprensión de sus procesos y recibir
la novedad de sus aportes y cuestionamientos.32
Es necesaria la coherencia entre lo que se dice y se hace, de lo que se dice y se vive. No se
trata de hablar sobre Dios, sino de realizar la experiencia de su Presencia; no se trata de
discutir intelectualmente sobre la salvación, sino de vivir la experiencia de realizarla, el
mensaje de que Dios nos ama, se comunica amando.
En la pedagogía pastoral no debería haber diferencia entre lo que se aprende - la
experiencia del amor del Padre, la presencia de Jesús, el dinamismo del Espíritu - y la forma
cómo se aprende: viviendo relaciones fraternas en la comunidad. El medio se identifica con
el Mensaje. El anuncio es un mensaje que se acoge por la coherencia que existe entre el
contenido que se anuncia y el modo de anunciarlo, entre lo que se ha visto y lo que se ha
oído, de lo contrario, la evangelización se hace incoherente e inconsecuente.
Humana y humanizadora. La misión CSC conlleva la promoción integral del ser humano a
través de la vivencia y desarrollo de los valores humanos a la luz del evangelio. El proyecto
del Padre al enviar a su Hijo Jesucristo es mostrarnos el camino y la verdad para llegar a ser
verdaderamente humano. Madre Luisita se fue transformando en lo contemplado, al pasar
horas frente al Santísimo Sacramento y frente al sagrario de los corazones humanos de los
cuales bebió humanidad.
Así todos los ambientes han de ser humanizados y crear ambientes humanizadores, donde
se viva existencialmente el evangelio.
Transformadora y Liberadora. La evangelización se entiende como una buena noticia que
libera, que invita a vivir la plena dignidad de los hijos de Dios, que crea nuevas formas de
relación fundadas en la fraternidad y en la acogida y que promueve la participación de
todos para la construcción de una nueva sociedad.33
Partir de la experiencia personal sitúa en la complejidad de la realidad y permite percibir
mejor los múltiples condicionamientos de la persona y la necesidad de un cambio de vida
32
33
Cf. Civilización del amor, tarea y esperanza. Orientaciones para una Pastoral Latinoamericana, CELAM.
Cfr. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, 21-24; M 6,8; P 487; SD 157
20
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
no sólo en lo privado sino también en lo público. La evangelización eficaz provoca la
conversión: una profunda transformación personal y social, mutuamente dependientes la
una de la otra.
Esta pedagogía considera a la persona como un ser abierto a la realidad; valora la acción
transformadora, porque la va haciendo más libre y contribuye a desarrollar su sentido de la
responsabilidad; y atiende a todas las dimensiones de su existencia: no lo aparta de la vida,
no la mantiene en la simple comprensión intelectual de la realidad sino que la lleva a buscar
caminos para actuar en ella y transformarla. La lleva a enfrentar el dilema existencial de ser
libre o no serlo, de querer ser o temer ser, de ser ella misma o ser otra, de expulsar de si al
opresor o mantenerlo dentro, de hacer opciones o cumplir órdenes, de participar o de ser
espectadora. Por eso, en el centro de su acción transformadora hay un llamado a una
profunda conversión a Dios y a la lógica del Evangelio.
Comunitaria. Dios quiso salvarnos “no aisladamente, sino formando un pueblo”.34 No es
posible vivir la fe sin la comunidad: en ella se recibe, en ella se celebra, desde ella se es
enviado a la misión. la relación pedagógica pasa, pues, por la comunidad eclesial.
La transformación personal y social requiere una experiencia comunitaria como lugar donde
se puedan gestar experiencias nuevas de relación, encuentro y fraternidad. En tal sentido, la
comunidad refuerza y confirma la verdad de la transformación que se ha realizado, estimula
la creatividad para transformaciones más amplias y profundas y es expresión y fruto de las
nuevas actitudes y valores asumidos en libertad.
Participativa. La relación pedagógica evangelizadora no establece distancias significativas
entre el evangelizador y el evangelizado. La evangelización es fruto de la acción del Espíritu
y no obra del evangelizador.35 La relación entre el evangelizador y evangelizando lleva
consigo un enriquecimiento mutuo en el que ambos viven una experiencia fraterna que
evangeliza a los dos. En realidad, ambos son evangelizados por el mismo Espíritu, cada uno
participando del proceso de fe desde su propia experiencia, aportando y recibiendo el
testimonio del Evangelio que despierta la semilla del reino que está en lo más íntimo de
cada ser.
La pedagogía participativa genera en las personas una capacidad reflexiva y creativa,
estimula el intercambio, promueve el uso de la palabra y las acciones de conjunto, educa en
la capacidad de pensar y tomar decisiones, valora el punto de vista de cada uno y no
solamente el de la autoridad y expresa la convicción de que la verdad surge de la búsqueda
común y de que todos tienen posibilidad de acceder a ella. La participación no anula el
reconocimiento de los diferentes roles y servicios.
Orgánica. No olvidemos que práctica pedagógica involucra a quien transmite la experiencia
de Dios y a quien es tocado por la misma generando su propia experiencia, esto implica la
34
35
Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución Dogmática Lumen Gentium, 9
Cfr. Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, 75
21
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
personalización necesaria, expresada en el acompañamiento personal y la dimensión
comunitaria, expresada en el acompañamiento grupal, así como la dimensión del
acompañamiento orgánico, de estructuración de una pastoral dinámica institucional como
CSC.
La pedagogía pastoral nos ha de llevar a cultivar una cultura institucional que dinamice y
actualice los valores originales del Carisma para hoy.
MARCO TEÓRICO
ANTROPOLOGIA
HISTÓRICA
Origen inspiracional del
Carisma
P
E
D
A
G
O
G
Ì
A
MARCO TEÓRICO
ANTROPOLOGIA
FILOSÓFICA
Valores institucionales
IDENTIDAD
CONTEXTO ACTUAL
DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD
Actualización de la identidad y valores
institucionales
LINEAMIENTOS ACTUALES
MISIÓN CSC
VISIÓN
PROGRAMAS PASTORALES PARA DAR RESPUESTAS CONCRETAS
TRANSFORMADORAS DE LA REALIDAD
P
E
D
A
G
O
G
Ì
A
CULTURA INSTITTUCIONAL CSC
La cultura institucional definirá el aporte específico que hacemos como Carmelitas del
Sagrado Corazón, expresará y será fuente de la identidad y proyección del Carisma.
Fomentará EL SER discipular:
a. Vivir como Madre Luisita en permanente comunión con el Padre en Jesús, un Padre
providente bondadoso y misericordioso
b. Fomentar el conocimiento de Madre Luisita, haciendo de sus valores carismáticos luz
para nuestra vida.
c. Amistad con el Corazón obediente de Jesús Eucaristía, expresándolo en un amor eficaz
y en la vivencia de los valores humanos a la luz del evangelio.
d. Vivir y fomentar los valores que expresen la bondad, providencia y misericordia para
los contextos concretos que nos toca abrazar para liberar.
e. Tener a María del Monte Carmelo como madre, maestra y modelo de unión con Dios y
servicio a los hermanos, desde un experiencia contemplativa y profética.
f. Meditar día y noche la Palabra del Señor y tenerla como criterio de vida
g. Tener a los santos del Carmelo como inspiración en el camino de unión con Dios y
servicio a los hermanos.
22
CARMELITAS DEL SAGRADO CORAZÓN
III CONGRESO DE MISIÓN ÚNICA
h. Lectura creyente de la realidad y compromiso de transformación desde nuestra
condición de hijos de un mismo Padre.
A manera de conclusión: Con la hondura de un Carisma que hunde sus raíces en la
espiritualidad del Carmelo y aporta la riqueza del amor Paternal providente, bondadoso y
misericordioso, estamos llamadas a hacer de esta propuesta un estilo de vida que humanice
y libere. Hagamos de nuestras utopías la pasión de lo posible. Kierkegaard
23