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modelo andreína blanco / agradecimiento Jatier Day Spa Oasis Urbano
Masajes
Alivio entre
manos
El masaje elimina
síntomas físicos y lesiones
emocionales alojadas
en el cuerpo
Milenario y relajante, es considerado
el método de sanación más
antiguo del mundo. Aplicado con
conocimiento y precisión, genera
las más inusitadas sensaciones
de placer y bienestar / José Ramón Villalobos
fotografía roberto mata
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ego
“Es un medio para animar y gratificar la vida”.
Así se lee en Nei Ching, el texto médico chino
que, en el año 2.500 antes de Cristo, celebró por
primera vez los poderosos efectos del masaje.
Del griego massien (en español amasar), su
definición es elocuente: es una acción que consiste en aplicar diferentes técnicas manuales
(presionar, rozar, amasar, friccionar, estirar o
frotar) en determinados tejidos corporales para
lograr bienestar físico, emocional y espiritual.
Tocar es sinónimo de estimular. Ése es el principio esencial del masaje (en los países orientales
es conocido como la “ciencia de saber tocar”).
El masaje es, también, un encuentro íntimo y
compartido entre un terapeuta y un paciente.
Los espacios donde se aplica cautivan los sentidos: están despojados de ruidos, la música es
sosegada, los olores seducen, priva la comodidad
y la atmósfera es tan distendida que el momento
se convierte en un guiño para el alma.
Si bien siempre se asocia con el placer, el masaje tiene otras virtudes: mejora la tonicidad de
la piel y la circulación sanguínea, alivia el estrés,
relaja la musculatura y flexibiliza los tejidos. Es,
por así decirlo, uno de los recursos terapéuticos más fecundos y universales: se utiliza en
clínicas, hospitales, clubes, parques, centros de
estética y en la propia casa.
Sus tipos y aplicaciones
Los masajes suelen agruparse en tres categorías: terapéuticos (mejoran la integración
cuerpo-mente), cosméticos (se hacen con fines
estéticos) y rehabilitadores (atienden patologías
musculares).
Terapéuticos
Antiestrés. Utiliza las técnicas de fricción y
rozamiento para ralentizar la respiración y
reducir el efecto de las hormonas del estrés
–adrenalina y cortisol–, generando relajación
y paz interior. De todas las zonas del cuerpo, la
espalda, el cuello y los hombros son las áreas
más afectadas por las situaciones agobiantes
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masajes
(hacen que el sistema nervioso contraiga las
fibras musculares). El masaje antiestrés es uno
de lo más populares y practicados en todo el
mundo. Se vale de la aromaterapia y la música
sosegada para lograr un noble objetivo: renovar
la vida.
Shiatsu . Originario del Japón, significa presión
digital (shi, dedos; atsu, presión). Estimula 24
puntos específicos –llamados meridianos– que
atraviesan todo el cuerpo (van desde los pies
hasta la cabeza). Su principio: hacer digitopresiones centradas sobre los meridianos para
restablecer el flujo energético que se desequilibra por estrés, emociones negativas y malas
posturas. Es una meditación física y mental
en la que la respiración se vuelve calmada
y placentera. Alivia dolores, tensión y fatiga
muscular.
Drenaje linfático . Pleno de bondades rejuvenecedoras y desintoxicante por excelencia,
consiste en deslizar la mano –muy suavemente– sobre los ganglios linfáticos, cuyo sistema
tiene como base la linfa, un líquido que recoge
las impurezas y toxinas que circulan por el
cuerpo. ¿El resultado? Un fluido más limpio en
la corriente sanguínea. Es sugerido en caso de
mala circulación y afecciones dermatológicas
(especialmente para combatir la celulitis). El
sistema linfático se encuentra en las regiones
intercostales, ingles, axilas, cuello, tejidos de
la mama y detrás de las rodillas.
Reflexología . Es una terapia de manipulación
que consiste en la presión –especialmente con
Al tacto
Es muy frecuente que durante una sesión el terapeuta
comente: “la espalda está contracturada”. ¿Qué significa eso?
La contractura o nódulo sucede cuando algunas de las fibras
musculares se encogen (por mala postura, fatiga o respuestas
reflejas del estrés) y se mantienen contraídas sin volver
a su posición de reposo. ¿Qué hace el masaje? Trabaja esa fibra
muscular entumecida para llevarla –relajación mediante–
a su elongación natural. Los músculos de la espalda son los
que se contraen con mayor frecuencia.
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el pulgar– sobre los pies. Se fundamenta en
que los órganos importantes del cuerpo tienen
terminaciones nerviosas y zonas reflejas en los
talones, dedos y planta, y que masajeándolos
se mejora tanto la circulación sanguínea como
las energías corporales estancadas. Con sus
digitopresiones suaves y profundas, en Oriente
–es originario de China– se utiliza como recurso para sanar y prevenir enfermedades.
Bionergético . Masajea los siete chakras principales (suerte de puentes que distribuyen la
energía corporal). Situados a la altura de la coronilla, el entrecejo, la garganta, el plexo solar,
el ombligo, el coxis y cerca de los genitales, se
estimulan –con rozamiento y fricción– para
mejorar el balance del cuerpo. Carolina Campos, psicoterapeuta corporal, resume las propiedades del masaje bioenergético: “elimina la
acumulación de emociones y enfermedades
mal curadas que bloquean la energía vital. En
una sesión pueden estallar sentimientos almacenados”. Incluye, en algunos casos, ejercicios
físicos y respiratorios.
¿Cómo se aplican?
Aunque el método que más se emplea consiste en un
movimiento sincrónico de roce y compresión, dependiendo
de su propósito –terapéutico, cosmético o rehabilitador–
se utilizan una o varias técnicas.
• Rozamiento. Tocar ligeramente la piel con la palma de la mano.
• Fricción. Movimientos circulares –o en vaivén– con la yema
de los dedos.
• Amasamiento. Levantamiento con presión de los tejidos,
seguido de pellizcos.
• Presión. Comprimir con el pulgar, codo o la palma de la mano.
¿Cuáles son sus efectos fisiológicos?
El aumento de la temperatura corporal (las fricciones producen calor)
y la disminución de la frecuencia respiratoria (se hace más profunda
y relajada) son sus efectos inmediatos. Entre los posteriores se
cuentan: mejor flexibilidad muscular, aumento del metabolismo
celular y alivio de tensiones y fatiga.
Cosméticos
Facial. Aplicado con aceites esenciales y cremas
tonificantes, es considerado un bálsamo para el
rostro: regenera sus tejidos –eliminando toxinas– a través de estimulaciones de los músculos
de la cara y de las terminaciones nerviosas. Sus
áreas de acción: se masajean –con digitopresión,
roce y deslizamiento– el contorno de ojos, las
mejillas, la frente, el mentón, el cuello y el cuero
cabelludo. Además de favorecer el metabolismo
celular, mejora las tensiones manifiestas en la
expresión facial. Suele aplicarse conjuntamente
con el drenaje linfático y complementa la limpieza de cutis.
Reductivo . Consiste en amasar el tejido adiposo o graso localizado, especialmente, en la zona
abdominal y en la espalda. “Se aplica rápida
y rítmicamente para sobrecalentar el tejido
graso y disolverlo. Es muy dinámico y, al igual
que el facial, en ocasiones se acompaña del
drenaje linfático”, precisa la cosmiatra María
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masajes
Sus recursos
Aceites. Se utilizan para hidratar la piel
antes de iniciar la sesión. Nunca se debe
aplicar un masaje sin un producto lubricante:
el roce o las fricciones pueden provocar
quemaduras.
Toallas. Protegen del frío las partes
del cuerpo que no van a recibir el masaje
y evitan así las contracciones musculares
involuntarias.
Su alcance
El masaje trabaja sobre las partes blandas
del cuerpo: fascia (tejido –muy delgado–
que cubre los músculos), músculos,
tendones y ligamentos.
Luisa Herrera. Muchas veces se combina con
ultrasonido, dieta y ejercicios. Para reducir,
por ejemplo, 20 centímetros de cintura se
planifican entre 7 y 10 sesiones. Importante:
este masaje disuelve células adiposas, no hace
perder peso.
Rehabilitadores
Tienen como objetivo tratar clínicamente afecciones en partes específicas del cuerpo. Son,
explica la fisioterapeuta Tibisay Rodríguez, una
de las tantas técnicas que emplea la fisioterapia
para aliviar patologías, entre ellas, miofascitis
(inflamación del músculo y la fascia muscular),
espasmos musculares por traumatismos, edemas linfáticos y las adherencias producidas por
intervenciones quirúrgicas que reducen la flexibilidad de los tejidos donde se ubica la cicatriz.
La mayoría de los masajes rehabilitadores se
practican respetando el sentido de la circulación
de retorno (en dirección hacia el corazón) y la
morfología del cuerpo (la forma de las estructuras del organismo).
•
Fu e n t e s c o n su l t a d a s
º Tibisay Rodríguez, fisioterapeuta.
º Carolina Campos, psicoterapeuta corporal.
º María Luisa Herrera, cosmiatra. Jatier Day Spa Oasis Urbano.
º El libro completo del masaje. Mary Atkinson y Esme Floyd.
Editorial Vergara 2005.
º Fundamentos del masaje terapéutico. Sandy Fritz.
Editorial Paidotribo. 2001.
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Contraindicaciones
• Infecciones en la piel.
• Fiebre.
• Heridas abiertas.
• Desplazamiento de vértebras.
• Lujaciones (alejamiento de un hueso
de su lugar de ajuste o articulación).
• Lesiones recientes en articulaciones.
• Flebitis aguda (inflamación de una vena).
• Trastornos mentales (entre ellos, psicosis
y desórdenes de personalidad).
Recomendaciones
• Mantenerse relajado.
• Respirar lenta y profundamente.
• Comer al menos una o dos horas antes.
• Llevar ropa cómoda.
• Retirar los accesorios (reloj, cadenas,
zarcillos, pulseras).