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Resumen Ejecutivo
Sector Ganadero
Jesús David Gómez Díaz
Alejandro Ismael Monterroso Rivas
María Lorenza Toledo Medrano
Juan Ángel Tinoco Rueda
El análisis de los impactos del cambio climático en el sector ganadero para esta
cuarta comunicación se realizó mediante simulaciones en los posibles cambios
que podrían observarse sobre los coeficientes de agostadero (CA) a partir del
escenario base y para tres modelos de cambio climático (GFDL-CM-2.0, MPIECHAM-5 y HADGEM-1) bajo los escenarios socioeconómicos A2 y B2 a los
horizontes de tiempo 2030 y 2050. Lo anterior ya que la evaluación de los CA es
una forma de evaluar la disponibilidad del alimento para el ganado, en especial la
de los pastos, tanto para las condiciones actuales como para las previstas bajo
escenarios de cambio climático.
La metodología utilizada se divide en siete etapas: (1) obtención de cartografía
climática detallada, (2) cálculo de balances de humedad en el suelo, (3) obtención
de la cantidad de productividad primaria neta que se produce en el país a partir de
las comunidades vegetales, (4) aplicación de razones de cambio sugeridas por los
tres modelos de cambio climático, (5) aplicación de coeficientes de uso y de
generación de herbáceas sobre la productividad primaria neta y por cada
comunidad vegetal, (6) obtención de los coeficientes de agostadero actuales y (7)
simulación de los posibles comportamientos de los CA bajo escenarios de cambio
climático.
Dentro de los resultados se encontró que bajo condiciones actuales en el país
existe cerca del 25% con condiciones climático ganaderas húmedas, en tanto que
el restante 75% corresponde a alguna región climático ganadera subhúmeda seca,
semiárida o árida. Lo anterior denota que bajo estas condiciones climáticas no es
posible esperar para todo el país condiciones apropiadas para el desarrollo de la
ganadería, ya que como se ha encontrado en estudios y cartografías anteriores,
se pueden encontrar regiones donde se requiere de más de 100 hectáreas por
unidad animal.
En este sentido, la productividad primaria es la tasa en la cual la energía lumínica
es transformada por las plantas en fitomasa durante la fotosíntesis. Una parte de
esta energía se pierde en el momento de la respiración de las plantas, mientras
que otra porción se invierte en la formación de nuevo tejido, a lo que se denomina
Productividad Primaria Neta (PPN). La PPN representa el flujo neto de carbono de
la atmósfera a las plantas verdes por unidad de área y de tiempo. Se encontró
que la PPN anual en México se encuentra en los rangos que van desde los 0 y
hasta los 48,100 kilogramos de materia seca por hectárea por año. La variación
que existe se encuentra ampliamente relacionada con las condiciones ecológicas
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de cada región, la cantidad de energía recibida y la cobertura vegetal del suelo.
En la siguiente figura se presenta el mapa de PPN para el país.
Figura 1. Productividad Primaria Neta (PPN) para el escenario base.
La aplicación de los escenarios de cambio climático sugieren cambios sobre la
PPN. Estos pueden ir sobre disminución o aumento de superficie ocupada para
cada uno de los rangos definidos. En la figura 2 se presenta un ejemplo del
posible cambio porcentual con relación al escenario base. Se encontró que estos
cambios y para todos los escenarios de cambio climático no supera el 10% sobre
las condiciones actuales, ya sea de aumento o de disminución, como se ha
mencionado anteriormente.
En lo que se refiere a la producción de herbáceas, que se refiere a la
disponibilidad de la PPN manifestada como alimento para el ganado, se encontró
que alrededor del 37.7% de la superficie del país presenta una producción que va
de 0 a 200 kgMS/ha/año de herbáceas, ubicándose ésta en la región norte del
país, y es seguido por la franja de los 501 a 1000 kg/MS/ha/año con el 15%
aproximadamente. En el 76% de la superficie nacional se produce menos de 1000
kg/MS/ha/año de herbáceas. En la siguiente figura se presenta la superficie
ocupada por rango de producción de herbáceas en el país.
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Figura 2. Cambio en la superficie ocupada (%) con respecto al escenario base de Productividad
Primaria Neta de acuerdo a los escenarios de cambio climático A2 hacia el 2050.
En los tres modelos de cambio climático evaluados, la tendencia de incrementos
de superficie con respecto al escenario base se concentra en los rangos que van
de 0 a 2500 kg/MS/ha/año, dependiendo del modelo aplicado. Así, para el modelo
ECHAM-5 se observa un incremento de aproximadamente el 1.5% en la franja que
va de los 201 a los 300 kg/MS/ha/año; según el modelo GFDL-CM-2.0 será de un
1.2% y de acuerdo con el modelo HADGEM-1 el 1.3% aumentará en el rango que
va de los 2001 a los 2500 kg/MS/ha/año. Siempre a expensas de disminuciones
en otros rangos, como en el caso del modelo ECHAM, que sugiere disminuciones
en los rangos de 0 a 200 kg/MS/ha/año pero aumentos en los rangos de 200 a 400
kg/MS/ha/año, lo que se puede explicar a partir de los incrementos de temperatura
previstos por el modelo, teniendo consecuencias en mayor capacidad para elevar
la producción de materia seca.
Bajo el principio de que los animales o el ganado no consumen la totalidad de la
materia seca generada por las comunidades vegetales se aplicó un coeficiente
reductor por uso. El coeficiente aplicado fue de un 50% sobre la producción
herbácea antes descrita, debido a que dentro del grupo de herbáceas existen
otras especies que no son consumidas por el ganado, además de que el
aprovechamiento animal no es del 100% sobre los pastos y la materia seca.
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Figura 3. Superficie ocupada por rango de producción de herbáceas según escenario base.
Para el escenario base se encontró que en el 76% de la superficie nacional se
produce menos de 500 kilógramos de materia seca por hectárea por año,
subrayando que esta cantidad es la que puede ser consumida por los animales.
En aproximadamente el 14% de la superficie nacional se producen de 500 a 2000
kilógramos de materia seca por año y en el restante 10% de la superficie nacional
se alcanzan más de los 2000 kg/MS/ha/año. En todos los estados de la república
se encuentran grandes franjas con esta disponibilidad de materia seca como
alimento, sin embargo, se acentúa más en la región norte del país hacia los
estados de Baja California Sur, Baja California, Coahuila, Chihuahua, Sonora y
Sinaloa, entre otros.
En la siguiente figura se presenta la cantidad de materia seca que se genera en el
país, que se encuentra directamente relacionada con la capacidad para soportar y
alimentar ganado. Se observa que en poco más del 50% de la superficie nacional
se genera menos de 200 kilogramos de materia seca por hectárea por año, lo cual
se corrobora con las regiones climático ganaderas antes definidas y por las
características climáticas que los identifican.
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Figura 4. Superficie ocupada por rango de materia seca consumible.
Finalmente, es importante recordar que de acuerdo con el reglamento para la
determinación de los coeficientes de agostadero, estos son la “superficie requerida
para sostener una unidad animal (UA) al año, en forma permanente y sin
deteriorar los recursos naturales y se expresa en hectáreas por Unidad Animal al
año”. La UA la constituye una vaca adulta de 400 a 450 Kg. de peso, en gestación
o mantenimiento, que para satisfacer sus necesidades alimenticias y cumplir con
su función zootécnica, consume el 3% de su peso vivo en materia seca por día.
Para el escenario base, el cual se actualizó en comparación con el obtenido por
COTECOCA, se encontró que el coeficiente de agostadero que predomina en el
país es el mayor de 100 hectáreas por unidad animal, que cubre cerca del 15% de
la superficie nacional.
Lo anterior indica que para que una vaca de
aproximadamente 400 a 450 kilogramos de peso con una cría se puedan alimentar
sin dañar el medio ambiente y de manera sostenible, requieren de al menos 100
hectáreas.
También se puede señalar que en más del 60% de la superficie
nacional se presentan coeficientes de agostadero mayores a las 20 hectáreas por
unidad animal por año.
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Figura 5. Superficie ocupada por coeficiente de agostadero para el escenario base.
Bajo los escenarios de cambio climático, por ejemplo para el año 2030 y el grupo
de escenarios B2, los cambios sugeridos en las superficies siguen variando con
respecto al escenario base. En la Península de Baja California los cambios se
prevén principalmente hacia la región más seca, influyendo en los rangos de
coeficientes de agostadero superiores a 20 ha/UA/año. Bajo el modelo GFDL-CM2.0 disminuye la superficie en las condiciones más adversas para alimentar a
rangos con mayor capacidad de soporte animal. La tendencia de HADGEM-1 es
muy parecida a GFDL-CM-2.0 solo que la proporción disminuye. La situación
señalada por el modelo ECHAM-5 cambia, ya que todo apunta a tener
incrementos de superficie en los rangos de coeficientes menos favorables para la
ganadería de esta región. En lo que se refiere a la región del Golfo de México el
escenario en el que mayor cambio se observa es bajo el modelo GFDL-CM-2.0, ya
que presenta una reducción de 48.2% y un incremento de 48.1%, en los rangos
menor a 0.5 y 0.5 ha/UA/año a 1 ha/UA/año respectivamente; la tendencia es
parecida bajo el modelo HADGEM-1 solo que en este modelo la disminución de
superficie es de 3.5% y el incremento de 3.4%.
En general, se puede observar en los resultados obtenidos que la mayoría de los
coeficientes de agostadero cambiarán bajo escenarios de cambio climático. La
principal causa es el incremento en la temperatura en todo el territorio nacional y
la disminución de la precipitación en algunos o en casi todos los meses del año
dependiendo el modelo que se aplique. Esto afecta la tasa evapotranspirativa de
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las comunidades vegetales y por ende influye directamente en su desarrollo y
capacidad de generar materia seca disponible para el ganado.
Otro factor importante a resaltar, es que los modelos de cambio climático arrojan
resultados diversos, derivado de las razones de cambio en cada uno de ellos, en
la distribución potencial de los CA, los cuales no son constantes entre las zonas
ecológicas. En general se puede concluir que el modelo Inglés (HADGEM-01) es
el que establece las condiciones menos favorables para los CA. De los tres
modelos de cambio climático, el modelo Norteamericano (GFDL-CM-2.0)
establece las condiciones más favorables para el desarrollo de los CA, ya que casi
en la totalidad de los casos bajo este modelo se registran los aumentos mayores
de la superficie con algún grado positivo de los CA y los menores incrementos de
las condiciones más restrictivas.
Una situación importante a resaltar es que no se puede generalizar el impacto del
cambio climático a todo el país, ya que las salidas de los modelos de cambio
climático utilizados en esta cuarta comunicación no establecen condiciones
constantes para todo el territorio nacional, en especial en la variable precipitación.
Esta diversidad de posibles situaciones obliga a que se hagan estudios estatales,
regionales y/o locales para obtener un mayor detalle de los posibles impactos que
podrían sufrir las especies de interés forestal.
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