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Experiencias de mitigación
y adaptación con sistemas
agroforestales
Jorge Elliot
Soluciones Prácticas
Introducción
En los demás artículos se aprecia cómo el cambio climático está afectando la selva
alta peruana y en particular a la región San Martín, asimismo se han establecido los
esfuerzos por mitigar este fenómeno desde las comunidades con el mecanismo REDD.
Aunque la separación metodológica entre adaptación y mitigación frente al cambio climático es
común, en ecosistemas como los de la selva alta peruana es difícil de separarlos. Las tecnologías
de adaptación que se basan en el manejo de ecosistemas implican tanto la conservación como
el incremento de la cobertura forestal, en este sentido, de acuerdo a Locatelli et al. (2011), las
medidas de adaptación y mitigación pueden ser incorporadas a las actividades forestales en
América Latina ya que los proyectos de mitigación necesitan la adaptación para aumentar la
sostenibilidad y legitimidad de sus proyectos de carbono, y los proyectos de adaptación necesitan
mitigación para aprovechar más oportunidades de financiamiento de los mecanismos de carbono.
El uso de sistemas agroforestales es una medida que aporta directamente a una
estrategia conjunta de adaptación y mitigación de cambio climático. El uso combinado
de especies forestales y agrícolas contribuye a la diversificación productiva, asimismo a
generar microclimas, hechos que disminuyen los riesgos ante cambios en las variables
meteorológicas. Por su parte la incorporación de especies forestales en los cultivos,
incrementa las reservas de carbono, y por ende, su aporte a la mitigación del cambio climático.
En este artículo, se describen algunas experiencias de Soluciones Prácticas, vinculadas
al uso combinado de especies forestales y agrícolas en la selva alta del Perú.
1
Mitigación y adaptación frente al
cambio climático
•
Sistemas agroforestales secuenciales: en ellos existe
una relación cronológica entre las cosechas anuales
y los productos arbóreos; es decir que los cultivos
anuales y las plantaciones de árboles se suceden en
el tiempo. Esta categoría incluye formas de agricultura
migratoria con intervención o manejo de barbechos,
y los sistemas taungya, métodos de establecimiento
de plantaciones forestales en los cuales los cultivos
anuales se llevan a cabo simultáneamente con las
plantaciones de árboles, pero solo temporalmente, hasta
que el follaje de los árboles se encuentre desarrollado.
•
Sistemas agroforestales simultáneos: consisten en
la integración simultánea y continúa de cultivos
anuales o perennes, árboles maderables, frutales o de
uso múltiple, y/o ganadería. Estos sistemas incluyen
asociaciones de árboles con cultivos anuales o perennes,
huertos caseros mixtos y sistemas agrosilvopastoriles
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático define por cambio climático a un cambio
de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad
humana que altera la composición de la atmósfera mundial
y que se suma a la variabilidad natural del clima observada
durante períodos de tiempo comparables (CMNUC 1992).
Adaptación
De acuerdo al IPCC (2007) son iniciativas y medidas
encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas
naturales y humanos ante los efectos reales o esperados
de un cambio climático. Existen diferentes tipos
de adaptación; por ejemplo: preventiva y reactiva,
privada y pública, y autónoma y planificada. Algunos
ejemplos de adaptación son la construcción de diques
fluviales o costeros, la sustitución de plantas sensibles
al choque térmico por otras más resistentes, etc.
Mitigación
De acuerdo al IPCC (2007), mitigación son los cambios y
reemplazos tecnológicos que reducen el insumo de recursos
y las emisiones por unidad de producción. Aunque hay varias
políticas sociales, económicas y tecnológicas que reducirían
las emisiones, la mitigación, referida al cambio climático, es
la aplicación de políticas destinadas a reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero y a potenciar los sumideros.
Agroforestería
Los sistemas agroforestales son una combinación de especies
agrícolas con especies forestales en diversos tipos de arreglo.
De acuerdo a la página web de Icraf, no existe una definición
universalmente aceptada de agroforestería ya que desde
fines de los años setenta del siglo pasado han proliferado
conceptos sobre este término. En este contexto, el Icraf define
a agroforestería como un sistema sustentable de manejo de
cultivos y de tierra que procura aumentar los rendimientos
en forma continua, combinando la producción de cultivos
forestales arbolados (que abarcan frutales y otros cultivos
arbóreos) con cultivos de campo o arables y/o animales, de
manera simultánea o secuencial sobre la misma unidad de
tierra, aplicando –además– prácticas de manejo que son
compatibles con las prácticas culturales de la población local.
Arévalo (1999) presenta una clasificación en función del tiempo,
basada en el tipo de componentes incluidos y la asociación
(espacial, temporal) que existe entre los componentes:
Dentro de la clasificación de sistemas agroforestales,
Soluciones Prácticas ha propuesto los sistemas agroforestales
multiestrato como alternativa para zonas frágiles. Los sistemas
multiestrato son sistemas agroforestales simultáneos que
combinan diversas especies forestales y agrícolas en un arreglo
de diversas alturas de copa. Así, existe el estrato herbáceo,
estrato arbustivo (café), arbóreo frutal y arbóreo maderable. La
idea detrás de este modelo es imitar la estructura de un bosque
nativo y, salvo en el tema de biodiversidad, cumplir a cabalidad
con todas las otras funciones del bosque (regulador hídrico,
paisaje, sumidero de carbono, conservación de suelos, etc.).
Experiencias de Soluciones Prácticas
con agroforestería
Por casi 25 años, Soluciones Prácticas ha propuesto sistemas
combinados de cultivo en la selva alta del norte del país y
actualmente promueve en forma directa la siembra de cerca
de 5000 ha de sistemas agroforestales en fincas de las regiones
San Martín y Cajamarca bajo diversas modalidades, tanto en
forma simultánea con cultivos (particularmente café), así
como en pequeños macizos al lado de los cultivos y en linderos.
Entre los años 2009 y 2013 Soluciones Prácticas desarrolló
una experiencia sobre agroforestería relacionada al
cambio climático. Dicha experiencia se basó en la
hipótesis de que la incorporación de árboles forestales
en el cultivo del café no solo daba beneficios vinculados
al cambio climático, como la generación de microclimas,
y económicos como la diversificación productiva y
aumento del capital natural y futuros ingresos, sino que
2
también podía tener un impacto positivo en la producción.
La crítica a este tipo de propuestas ha sido generalmente
vinculada al hecho de que los árboles forestales afectan a los
cultivos en forma negativa ya que compiten por nutrientes
y luz, generando menores producciones, mientras que por
otro lado se critica la combinación de cultivos con plantaciones
forestales por el hecho de que no se logran las productividades
que se esperarían en una plantación pura. A pesar de estas
críticas, ambientalmente en contextos como el dado en las
zonas cafetaleras de la selva alta peruana, la siembra de árboles
forestales en cultivos de café es una estrategia apropiada.
El café es un cultivo que en el Perú se siembra principalmente
en zonas montañosas de la selva, muy cerca de las nacientes
de los ríos, en tierras que el Estado ha catalogado como
de capacidad solo para plantaciones forestales, bosques
manejados o bosques de protección. Sin embargo,
y debido a la falta de tierras en zonas con capacidad
agraria, cientos de miles de personas han ocupado
las zonas montañosas e iniciado el cultivo del café. 1
con árboles en sus cafetales y sin mayores problemas
en cuanto a producción de café en relación a los que no
habían incorporado árboles forestales en sus chacras.
A partir de dichas constataciones, Soluciones Prácticas
inició una experiencia en la provincia de San Ignacio con
indudable éxito y que ha sido documentada por Llerena et
al. (2010), fomentando el sembrío de más de 3.000 ha en
sistemas agroforestales y pequeños macizos. Luego de 6 años
de sembrados, diversas evaluaciones fueron realizadas para
constatar el crecimiento de los árboles en diámetro y altura,
con resultados alentadores. Después de la intervención,
los pequeños productores siguen manteniendo los árboles
y en algunos casos les han dado uso en construcciones
rurales. De acuerdo a Aguirre (2009, 2011 y 2013), los
árboles (particularmente Cordia alliodora y Eucaliptus
saligna), han crecido en forma sostenida, llegando a alturas
Figura 1. Crecimiento de los árboles en altura (metros)
Los resultados han sido contradictorios: mientras que por
un lado estos pequeños productores han constituido la
principal producción agraria del país y la que genera mayor
divisas, por otro lado han impactado negativamente en los
bosques de neblina de las nacientes de los ríos de selva alta,
deforestándolos y generando con este hecho problemas en el
ciclo hídrico, mayor incidencia de desastres, así como erosión
y pérdida de fertilidad del propio cultivo del café. El efecto
final ha sido que el cultivo del café se ha comportado como un
cultivo migratorio en que cada 7 a 10 años es abandonado para
abrir nuevas chacras, generando una mayor deforestación.
A pesar de múltiples intentos por revertir la situación mediante
proyectos de reforestación (Elliot 2007), la propuesta de
convertir los cultivos en plantaciones forestales no ha
funcionado. Las propuestas de desalojar a los cafetaleros
tampoco han resultado viables. Para Soluciones Prácticas
el desafío es enorme: ¿de qué forma se puede revertir un
proceso de degradación del capital natural que es alentado
por un producto con mercado de carácter mundial?
De acuerdo a Laínez (2006) existían experiencias exitosas
de productores aislados en el Perú, también existen
registros de zonas, como San Ignacio (Cajamarca),
donde para el año 2004 habían productores cafetaleros
comerciales de madera de más de 7 metros y a diámetros que
alcanzan los 25 cm, tal y como muestran las figuras 1 y 2.
De acuerdo a los datos de crecimiento, se puede constatar
que el crecimiento en altura tiende a estabilizarse, mientras
que el crecimiento en diámetro tiene aún una tendencia de
crecimiento a largo plazo. Esto nos indica que las plantaciones
requieren de mantenimiento constante mediante podas y
que aún no es necesario el raleo para fomentar el aumento en
volumen de madera de los árboles. El hecho más importante,
sin embargo, es la demostración de que pequeños
productores cafetaleros han incorporado exitosamente el
componente forestal dentro de su sistema de producción.
De acuerdo a estudios hechos por Tirabanti (2010), el 64% de los productores de café de la provincia de Lamas (San Martín) desarrollan su actividad en tierras de capacidad forestal y
de protección.
1
3
Figura 2. Crecimiento de los árboles en diámetro (centímetros)
Durante los cuatros años de la experiencia de Soluciones
Prácticas en San Martín, se desarrollaron tres campañas
para la siembra de árboles en cafetales, aunque también
hubieron algunas iniciativas de reforestación en centros
educativos y en franjas marginales de los ríos. Si bien la
propuesta ya había probado su éxito en las provincias de
Jaén y San Ignacio en Cajamarca (Llerena et al. 2010), estaba
pendiente demostrar su viabilidad en otros contextos.
Figura 3. Crecimiento de Swiethenia macrophylla
En el caso de caoba (Swithenia macrophylla) se puede
constatar que el crecimiento en altura total se ha visto
truncado en más de una ocasión por la presencia de la
plaga del insecto conocido como Hypsiphilla grandella.
En algunos casos este insecto no solo ha detenido el
crecimiento, sino que ha disminuido la altura de las plantas.
Figura 4. Crecimiento de Atrocarpus fraxinifolius
Sin embargo, la receptividad en San Martín no tuvo la
aceptación de San Ignacio pues la zona seleccionada por
el proyecto era una de las más complicadas en términos de
conocimiento y sensibilización en relación a la siembra de
árboles. A pesar de ello, luego de la experiencia del primer
año, cuando solo 4 caseríos participantes lograron sembrar
sus árboles en los cafetales, en las siguientes dos campañas,
este número creció a más de 20 caseríos en un área mayor.
Finalmente, y con el mantenimiento permanente de los
participantes del proyecto, los plantones crecieron llegando
a desarrollarse en forma diferenciada de acuerdo a la especie,
calidad de sitio y nivel de ataque de plagas y enfermedades .
4
La especie forestal con un mejor comportamiento en cuanto
a crecimiento es el cedro rosado de la India (Atrocarpus
fraxinifolius). Esta especie, que ha tenido problemas de
crecimiento en otras parte del país, se ha desarrollado en
forma apropiada en los cafetales de San Martín. La figura
4 evidencia que hay individuos de esta especie que han
logrado superar los 14 metros de altura total en menos de
30 meses mientras que otros aparentemente han disminuido
de tamaño a los 16 meses. Esta variabilidad negativa se
debe a que las informaciones respecto al crecimiento
fueron obtenidas de lugares con distintas calidades de sitio.
Figura 6. Crecimiento de Cedrela odorata
Figura 5. Crecimiento de Cordia alliodora
En el caso de cedro colorado (Cedrela odorata), se ha
constatado que tuvo un buen crecimiento y sufrió
menor ataque de Hypsiphilla grandella en relación a
la caoba porque su sembrado se realizó con mayores
distanciamientos y mezclándola con otras especies forestales.
Figura 7. Crecimiento de shapana
Junto al cedro rosado de la India, el laurel (Cordia alliodora)
fue la especie que mejor se desarrolló en sistemas
agroforestales. Esta especie es muy común en Jaén, San
Ignacio y Bagua, aunque no tanto en San Martín. Por tanto,
presenta una problemática especial, ya que aunque existe
en bosques secundarios de esta región, a diferencia de
los árboles de otras regiones, los de San Martín no tienen
autopoda y es necesario que los productores realicen las
labores de poda para asegurar su adecuado crecimiento.
5
Figura 8. Crecimiento de Aniba sp
En las figuras 7 a 10 se puede ver el crecimiento
de otras especies forestales en la experiencia de
Soluciones Prácticas, que siguen las tasas de
c re c i m i e n t o n o r m a l d e a c u e rd o a s u f i s i o l o g í a .
En términos generales, podemos concluir de que sin importar
la especie, el trabajo que los campesinos cafetaleros han
desarrollado con ayuda de Soluciones Prácticas ha rendido
fruto. La altura de la mayoría de los individuos supera los
4 metros luego de 30 meses de sembrados, este hecho
implica que la vegetación del sotobosque (hierbas) no
impedirá su crecimiento. Del mismo modo, y de manera más
focalizada sobre las poblaciones, la altura de los árboles en
crecimiento sirve como demostración para los miembros de
las comunidades involucradas en el proceso de siembra de
que la presencia de árboles en cultivos de café sí es posible.
Figura 9. Crecimiento de Terminalia oblonga
Efecto de los sistemas agroforestales
como medida de adaptación
De acuerdo a la información obtenida en campo, los efectos
en los cafetales han sido positivos. Se midieron las variables
temperatura, humedad relativa y producción en sistemas
agroforestales con y sin cobertura forestal y se verificó que los
sistemas agroforestales con cobertura vegetal tienen efectos
positivos en la regulación de las variables climatológicas.
Se observó que la sombra ofrecida por especies forestales
permite la generación de un microclima similar al del
sotobosque (parte bajo sombra) de los bosques nativos.
Este microclima se caracteriza por regular la temperatura,
posibilitando el cultivo del café en zonas donde su
desarrollo no sería el óptimo debido al incremento de
la temperatura a consecuencia del cambio climático.
Figura 10. Crecimiento de Rifari
También se ha constatado que los sistemas agroforestales con
sombra de especies forestales tienen una mayor producción
de café que las que no cuentan con dicho componente,
desmitificando la afirmación de que la incorporación de
especies forestales en los cafetales disminuye la producción.
Si a este hecho sumamos la consideración de que a
mediano y largo plazo las especies forestales generan
importantes ingresos por madera y productos forestales
no maderables, la agroforestería con especies forestales
(multiestrato) genera alternativas que permiten la
diversificación productiva de los pequeños cafetaleros.
Aunque Soluciones Prácticas aún no ha realizado
evaluaciones sobre este tema, aparentemente contar
con una cobertura de árboles forestales sobre el
café cambia el índice de refracción, asemejándolo
al de la vegetación natural de la selva alta.
6
Por otro lado, contar con cobertura en varios estratos
implica una mejor cobertura del suelo para cultivos y
plantaciones forestales puras. Estos beneficios tienen
una repercusión sobre la regulación hidrológica a nivel
de microcuencas, ayudando a mitigar las consecuencias
del cambio climático a nivel del ecosistema local.
Las fincas agroforestales de café como sumideros de carbono
Los productores cafetaleros de San Martín han reconvertido
sus fincas, incorporando árboles forestales dentro del cafetal
y conservando parches de bosque nativo dentro de ellas.
Las especies vegetales, en particular los árboles, tienen la
propiedad de absorber el dióxido de carbono del ambiente
(CO2) y transformarlo en tejido vegetal mediante la fotosíntesis.
La madera, mezcla de celulosa y lignina, es el tejido que
más carbono contiene en su composición química en
la naturaleza, hecho que convierte a los árboles en los
individuos vegetales con mayor cantidad de carbono.
Al conjunto de árboles que almacenan carbono se
les suele denominar sumideros, ya que absorben el
carbono de la atmósfera por los procesos explicados.
En las fincas agroforestales podemos identificar sumideros de
carbono en:
•
•
•
Árboles forestales en bosques residuales (parches): el
tronco, raíces, ramas y hojas de los árboles almacenan
carbono bajo la forma de madera principalmente,
aunque en estos pequeños bosques naturales,
también hay lianas, arbustos y hojarasca que
contienen carbono en su estructura. Estos bosques
son espacios que los cafetaleros respetaron y no
talaron durante el proceso de colonización, a pesar
de que durante mucho tiempo el Estado condicionó
la entrega de tierras al hecho de deforestar un área.
Árboles forestales dentro del cafetal: son los árboles
que el caficultor ha sembrado, si bien no son
actualmente importantes sumideros de carbono, sí
tienen un importante potencial como capturadores
del carbono de la atmósfera. Al igual que en los
bosques residuales, existe carbono asociado bajo
la forma de hojarasca, materia orgánica, etc.
Arbustos de café: asociados a los árboles reforestados,
pueden haber hasta 5.000 arbustos bajo los árboles. Si bien
los frutos y ramas productivas se renuevan cada año y no
son significativas en la contabilidad de carbono, las raíces
y el tronco del arbusto de café sí tienen significación en
la contabilidad del carbono secuestrado de la atmósfera.
El módulo clima como alternativa de mitigación y adaptación
al cambio climático
Alrededor del año 2011, Soluciones Prácticas identificó
posibles alternativas de acceso al mercado de carbono
que sean amigables con los pequeños productores. Si bien
existe un conjunto de sellos y protocolos que se ofrecen, se
analizó que todos son muy complejos o costosos para los
pequeños productores, inclusive en forma organizada.
Sin embargo, durante ese mismo año, se dio a conocer
el desarrollo de una nueva herramienta denominada
“módulo clima”, probada en países centroamericanos por
Rainforest Alliance. En tal sentido, se buscó la posibilidad
de implementar dicho “módulo climático”, iniciando
conversaciones con la oficina en el Perú de Rainforest
Alliance para evaluar la posibilidad de implementar
una experiencia en campo que tenga la verificación
clima de la certificación RAS en los proyectos que como
Soluciones Prácticas realizaba en la región San Martín.
¿Qué es el módulo clima?
Dentro de las posibilidades para hacer frente al fenómeno
del cambio climático, una de las que resalta en los últimos
años es la verificación clima de la certificación de la Red de
Agricultura Sostenible (RAS). Dicha verificación consiste en
una serie de principios referidos a la adaptación y mitigación
al cambio climático que se debe implementar en las fincas
de los productores a fin de que accedan al sello y puedan
comercializar los productos de manera diferenciada y
accediendo a nuevos mercados con conciencia climática.
Los principios del módulo clima son:
•
Sistema de gestión socio-ambiental
•
Conservación de ecosistemas
•
Conservación de recursos hídricos
•
Salud y seguridad ocupacional
•
Relaciones con la comunidad
•
Manejo integrado del cultivo
•
Manejo y conservación del suelo
•
Manejo integrado de desechos
La verificación módulo clima nació en Centroamérica
a través de un proceso liderado por Rainforest Alliance
entre los años 2011 y 2012. Actualmente existen más
7
de 10 iniciativas certificadas, una de las cuales ha sido
la de la cooperativa Aproeco, la única en Sudamérica.
Una pregunta importante es: ¿qué tiene el módulo
c l i m a q u e n o o f re c e n o t r a s c e r t i f i c a c i o n e s t a n
importantes como VCS, CCBA, Plan vivo, etc.?
En la opinión de Soluciones Prácticas, logra que
pequeños productores organizados accedan con
inversiones bajas y dentro de su lógica empresarial
a mercados vinculados al cambio climático.
De acuerdo a la RAS (2011), el objetivo del módulo clima
es aumentar la conciencia sobre el cambio climático y
promover mejores prácticas que ayuden a los productores y
a sus comunidades a adaptarse mejor a los retos de un clima
cambiante, a la vez que trabajar sobre un compromiso en
la cadena de valor para mitigar y adaptarse a sus efectos.
Los productores amigables con el clima trabajarán en
implementar políticas, procedimientos y mejores prácticas
para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
desde la etapa de producción hasta el procesamiento.
Las fincas certificadas que quieran ser más eficientes por
medio de la reducción de emisiones, el aumento en el
almacenamiento de carbono por medio de la siembra
de árboles y que quieran prevenir la deforestación y la
destrucción de sistemas agroforestales pueden trabajar
para lograr la verificación del módulo clima de la RAS.
Nuestra experiencia
La posibilidad se inició el año 2012 a través del programa
de manejo forestal sostenible del IICA y la cooperativa
Aproeco (Asociación de Productores Ecológicos), una de
las organizaciones más importantes de cafetaleros de San
Martín y de más rápido crecimiento. La cooperativa había
nacido dentro de una alianza con una empresa privada
llamada Pronatur, de la que se habían desligado pocos años
atrás. Durante esta alianza, Aproeco contaba con varias
certificaciones, entre ellas la certificación de cafés sostenibles
RAS (Red de Agricultura Sostenible) que Rainforest Alliance
promueve y certifica. Uno de los objetivos de Aproeco en ese
momento era no solo volver a contar con la certificación RAS,
sino también la verificación de cumplimiento del módulo clima.
Mientras tanto, el Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA), con fondos de la cooperación de
Finlandia, había iniciado un programa de manejo forestal
sostenible que incluía un fondo concursable para cofinanciar
iniciativas vinculadas a la agroforestería y que daba prioridad a
nuevas herramientas vinculadas a los servicios ecosistémicos.
En este contexto, Soluciones Prácticas presentó el
proyecto “Viabilidad de alternativas de certificación de
carbono en sistemas agroforestales a pequeña escala
para mercados voluntarios”, que fue seleccionado para
su ejecución y contó con tres grupos de actividades:
actividades de capacitación, actividades de implementación
y certificación, y finalmente actividades de mercadeo.
•
Capacitación: se transfirió la metodología del
módulo clima de Centroamérica al Perú, tanto
a profesionales como a productores líderes de
Aproeco. Con este se trabajó con capacitadores que
desarrollaron esta herramienta en Centroamérica.
•
Implementación y certificación: Para lograr cumplir con
las exigencias de clima RAS, la cooperativa Aproeco
y Soluciones Prácticas desarrollaron una serie de
actividades. Un primer paso fue realizar una auditoría
simulada en relación al cumplimiento de las normas
RAS, para conocer el estado inicial de los socios de
Aproeco. En dicha auditoría se constató la necesidad
de desarrollar acciones que no solo estaban vinculadas
al tema clima, sino también a otros aspectos exigidos
por la RAS como los laborales, comunitarios, etc.
Posteriormente se realizaron las siguientes actividades:
1. Mapeo de fincas y vegetación: con este fin se utilizaron
imágenes de satélite de los años 2003 y 2004, y
verificación del campo actual. La idea fue identificar
las zonas donde estaban ubicadas las fincas de café
de los socios de Aproeco y constatar que no hubiera
deforestación a partir de esos años. Asimismo,
y con ayuda de equipos de GPS, se elaboraron
los mapas de cada uno de los socios de Aproeco.
2. Identificación y cuantificación de sumideros de carbono:
con este fin se preparó a un grupo de profesionales y
productores líderes que aplicaron métodos de medición
de los componentes de los sistemas agroforestales
(árboles, arbustos, hojarasca, materia orgánica). Para
la cuantificación se usaron métodos de laboratorio.
3. Identificación de fuentes de emisión de gases de efecto
invernadero: junto al reconocimiento y cuantificación
de sumideros de carbono, se identificaron las fuentes
de carbono y se midieron: leña, abono, metano de
aguas mieles y vacunos, energía eléctrica, gas, etc.
4. Elaboración de un sistema interno de gestión: a
partir de la experiencia de otras cooperativas con
experiencia en certificación RAS y la propia en el
proceso de implementación del módulo clima.
8
5. Capacitación de líderes y productores: en aspectos
vinculados a la certificación en todos sus criterios.
6. Apoyo a la plantación de especies forestales en
las fincas: estuvo vinculada a las acciones que
Soluciones Prácticas realizó en este aspecto.
7. Tratamiento de aguas residuales de proceso (aguas mieles)
y aguas domésticas: uno de los aspectos más importantes
de la implementación fue dar un tratamiento a las aguas
residuales que salen luego del lavado y despulpado
del café. Se diseñaron e implementaron sistemas que
usan una combinación de organismos eficientes (EM)
y plantas acuáticas que han reducido la contaminación
del agua y las emisiones de metano a la atmósfera.
Bibliografía
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Laínez, A.
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