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Apuntes de InvestigAcción N° 1, Abril - Junio 2014
Experiencias de mitigación y adaptación
con sistemas agroforestales
Por: Jorge Elliot*
Resumen
El uso de sistemas agroforestales permite aportar a estrategias conjuntas de adaptación
y mitigación del cambio climático. El uso combinado de especies forestales como sombra
de cultivos agrícolas contribuye tanto a la diversificación productiva como a la generación
de microclimas, medidas que disminuyen los riesgos ante cambios en las variables
meteorológicas. Por su parte, la incorporación de especies forestales en los cultivos incrementa
las reservas de carbono y aporta así a la mitigación del cambio climático. En este artículo
se describen algunas experiencias de Soluciones Prácticas vinculadas al uso combinado
de especies forestales y agrícolas en la selva alta del Perú. Se han observado resultados
positivos en proyectos orientados a revertir procesos de degradación del capital natural
que son alentados por el cultivo del café, un producto con mercado de carácter mundial.
Palabras clave: bosques, agricultura, sistemas agroforestales, cambio climático,
adaptación, mitigación, café, Soluciones Prácticas.
*Coordinador del Subprograma de Ecosistemas Forestales de Soluciones Prácticas.
1
Introducción
Aunque la separación metodológica entre adaptación y mitigación frente al cambio climático es
común, en ecosistemas como los de la selva alta peruana es difícil de separarlos. Las tecnologías
de adaptación que se basan en el manejo de ecosistemas implican tanto la conservación como
el incremento de la cobertura forestal, en este sentido, de acuerdo a Locatelli et al. (2011), las
medidas de adaptación y mitigación pueden ser incorporadas a las actividades forestales en
América Latina ya que los proyectos de mitigación necesitan la adaptación para aumentar la
sostenibilidad y legitimidad de sus proyectos de carbono, y los proyectos de adaptación necesitan
mitigación para aprovechar más oportunidades de financiamiento de los mecanismos de carbono.
El uso de sistemas agroforestales es una medida que aporta directamente a una estrategia
conjunta de adaptación y mitigación de cambio climático. El uso combinado de especies forestales
y agrícolas contribuye a la diversificación productiva, asimismo a generar microclimas, hechos que
disminuyen los riesgos ante cambios en las variables meteorológicas. Por su parte la incorporación
de especies forestales en los cultivos, incrementa las reservas de carbono, y por ende, su aporte a
la mitigación del cambio climático.
En este artículo, se describen algunas experiencias de Soluciones Prácticas, vinculadas al uso
combinado de especies forestales y agrícolas en la selva alta del Perú.
Mitigación y adaptación frente al cambio climático
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático define por cambio
climático a un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera
la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada
durante períodos de tiempo comparables (CMNUC 1992).
Adaptación
De acuerdo al IPCC (2007) son iniciativas y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los
sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados de un cambio climático. Existen
diferentes tipos de adaptación; por ejemplo: preventiva y reactiva, privada y pública, y autónoma
y planificada. Algunos ejemplos de adaptación son la construcción de diques fluviales o costeros,
la sustitución de plantas sensibles al choque térmico por otras más resistentes, etc.
Mitigación
De acuerdo al IPCC (2007), mitigación son los cambios y reemplazos tecnológicos que reducen
el insumo de recursos y las emisiones por unidad de producción. Aunque hay varias políticas
sociales, económicas y tecnológicas que reducirían las emisiones, la mitigación, referida al cambio
climático, es la aplicación de políticas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero y a potenciar los sumideros.
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Agroforestería
Los sistemas agroforestales son una combinación de especies agrícolas con especies forestales
en diversos tipos de arreglo. De acuerdo a la página web del Centro Mundial de Agroforestería
(ICRAF), no existe una definición universalmente aceptada de agroforestería ya que desde fines
de los años setenta del siglo pasado han proliferado conceptos sobre este término. En este
contexto, el ICRAF define a agroforestería como un sistema sustentable de manejo de cultivos y
de tierra que procura aumentar los rendimientos en forma continua, combinando la producción
de cultivos forestales arbolados (que abarcan frutales y otros cultivos arbóreos) con cultivos de
campo o arables y/o animales, de manera simultánea o secuencial sobre la misma unidad de
tierra, aplicando –además– prácticas de manejo que son compatibles con las prácticas culturales
de la población local.
Arévalo (1999) presenta una clasificación en función del tiempo, basada en el tipo de
componentes incluidos y la asociación (espacial, temporal) que existe entre los componentes:
• Sistemas agroforestales secuenciales: en ellos existe una relación cronológica entre
las cosechas anuales y los productos arbóreos; es decir que los cultivos anuales y
las plantaciones de árboles se suceden en el tiempo. Esta categoría incluye formas
de agricultura migratoria con intervención o manejo de barbechos, y los sistemas
taungya, métodos de establecimiento de plantaciones forestales en los cuales
los cultivos anuales se llevan a cabo simultáneamente con las plantaciones de
árboles, pero solo temporalmente, hasta que el follaje de los árboles se encuentre
desarrollado.
• Sistemas agroforestales simultáneos: consisten en la integración simultánea
y continúa de cultivos anuales o perennes, árboles maderables, frutales o de uso
múltiple, y/o ganadería. Estos sistemas incluyen asociaciones de árboles con cultivos
anuales o perennes, huertos caseros mixtos y sistemas agrosilvopastoriles .
Dentro de la clasificación de sistemas agroforestales, Soluciones Prácticas ha propuesto
los sistemas agroforestales multiestrato como alternativa para zonas frágiles. Los sistemas
multiestrato son sistemas agroforestales simultáneos que combinan diversas especies forestales
y agrícolas en un arreglo de diversas alturas de copa. Así, existe el estrato herbáceo, estrato
arbustivo (café), arbóreo frutal y arbóreo maderable. La idea detrás de este modelo es imitar la
estructura de un bosque nativo y, salvo en el tema de biodiversidad, cumplir a cabalidad con todas
las otras funciones del bosque (regulador hídrico, paisaje, sumidero de carbono, conservación de
Experiencias de Soluciones Prácticas con agroforestería
Por casi 25 años, Soluciones Prácticas ha propuesto sistemas combinados de cultivo en la selva
alta del norte del país y actualmente promueve en forma directa la siembra de cerca de 5.000
ha de sistemas agroforestales en fincas de las regiones San Martín y Cajamarca bajo diversas
3
modalidades, tanto en forma simultánea con cultivos (particularmente café), así como en
pequeños macizos al lado de los cultivos y en linderos.
Entre los años 2009 y 2013 Soluciones Prácticas desarrolló una experiencia sobre agroforestería
relacionada al cambio climático. Dicha experiencia se basó en la hipótesis de que la incorporación
de árboles forestales en el cultivo del café no solo daba beneficios vinculados al cambio climático,
como la generación de microclimas, y económicos como la diversificación productiva y aumento del
capital natural y futuros ingresos, sino que también podía tener un impacto positivo en la producción.
La crítica a este tipo de propuestas ha estado generalmente vinculada al hecho de que los
árboles forestales afectan a los cultivos en forma negativa ya que compiten por nutrientes y luz,
generando menores producciones, mientras que por otro lado se critica la combinación de cultivos
con plantaciones forestales por el hecho de que no se logran las productividades que se esperarían
en una plantación pura. A pesar de estas críticas, ambientalmente en contextos como el dado en
las zonas cafetaleras de la selva alta peruana, la siembra de árboles forestales en cultivos de café
es una estrategia apropiada.
El café es un cultivo que en el Perú se siembra principalmente en zonas montañosas de la selva,
muy cerca de las nacientes de los ríos, en tierras que el Estado ha catalogado como de capacidad
solo para plantaciones forestales, bosques manejados o bosques de protección. Sin embargo,
y debido a la falta de tierras en zonas con capacidad agraria, cientos de miles de personas han
ocupado las zonas montañosas e iniciado el cultivo del café.
Los resultados han sido contradictorios: mientras que por un lado estos pequeños productores
han constituido la principal producción agraria del país y la que genera mayores divisas, por otro
lado han impactado negativamente en los bosques de neblina de las nacientes de los ríos de selva
alta, deforestándolos y generando con este hecho problemas en el ciclo hídrico, mayor incidencia
de desastres, así como erosión y pérdida de fertilidad del propio cultivo del café. El efecto final ha
sido que el cultivo del café se ha comportado como un cultivo migratorio en que cada 7 a 10 años
es abandonado para abrir nuevas chacras, generando una mayor deforestación.
A pesar de múltiples intentos por revertir la situación mediante proyectos de reforestación (Elliot
2007), la propuesta de convertir los cultivos en plantaciones forestales no ha funcionado. Las
propuestas de desalojar a los cafetaleros tampoco han resultado viables. Para Soluciones Prácticas
el desafío es enorme: ¿de qué forma se puede revertir un proceso de degradación del capital
natural que es alentado por un producto con mercado de carácter mundial?
De acuerdo a Laínez (2006) existían experiencias exitosas de productores aislados en el Perú,
también existen registros de zonas, como San Ignacio (Cajamarca), donde para el año 2004
habían productores cafetaleros con árboles en sus cafetales y sin mayores problemas en cuanto a
producción de café en relación a los que no habían incorporado árboles forestales en sus chacras.
A partir de dichas constataciones, Soluciones Prácticas inició una experiencia en la provincia de
San Ignacio con indudable éxito y que ha sido documentada por Llerena et al. (2010), fomentando
4
el sembrío de más de 3.000 ha en sistemas agroforestales y pequeños macizos. Luego de 6
años de sembrados, diversas evaluaciones fueron realizadas para constatar el crecimiento de
los árboles en diámetro y altura, con resultados alentadores. Después de la intervención, los
pequeños productores siguen manteniendo los árboles y en algunos casos les han dado uso en
construcciones rurales. De acuerdo a Aguirre (2009, 2011 y 2013), los árboles (particularmente
Cordia alliodora y Eucaliptus saligna), han crecido en forma sostenida, llegando a alturas
comerciales de madera de más de 7 metros y a diámetros que alcanzan los 25 cm, tal y como
muestran las figuras 1 y 2.
Altura (m)
Figura 1. Crecimiento de los árboles en altura (metros)
Edad (años)
De acuerdo a los datos de crecimiento, se puede constatar que el crecimiento en altura tiende a
estabilizarse, mientras que el crecimiento en diámetro tiene aún una tendencia de crecimiento a
largo plazo. Esto nos indica que las plantaciones requieren de mantenimiento constante mediante
podas y que aún no es necesario el raleo para fomentar el aumento en volumen de madera
de los árboles. El hecho más importante, sin embargo, es la demostración de que pequeños
productores cafetaleros han incorporado exitosamente el componente forestal dentro de su
sistema de producción.
Altura (cm)
Figura 2. Crecimiento de los árboles en diámetro (centímetros)
Edad (años)
5
Durante los cuatros años de la experiencia de Soluciones Prácticas en San Martín, se desarrollaron
tres campañas para la siembra de árboles en cafetales, aunque también hubieron algunas
iniciativas de reforestación en centros educativos y en franjas marginales de los ríos. Si bien la
propuesta ya había probado su éxito en las provincias de Jaén y San Ignacio en Cajamarca (Llerena
et al. 2010), estaba pendiente demostrar su viabilidad en otros contextos.
Sin embargo, la receptividad en San Martín no tuvo la aceptación de San Ignacio pues la zona
seleccionada por el proyecto era una de las más complicadas en términos de conocimiento
y sensibilización en relación a la siembra de árboles. A pesar de ello, luego de la experiencia
del primer año, cuando solo cuatro caseríos participantes lograron sembrar sus árboles en
los cafetales, en las siguientes dos campañas, este número creció a más de 20 caseríos en un
área mayor.
Finalmente, y con el mantenimiento permanente de los participantes del proyecto, los plantones
crecieron llegando a desarrollarse en forma diferenciada de acuerdo a la especie, calidad de sitio
y nivel de ataque de plagas y enfermedades.
Altura (cm)
Figura 3. Crecimiento de Swiethenia macrophylla
Edad (meses)
En el caso de caoba (Swithenia macrophylla) se puede constatar que el crecimiento en altura
total se ha visto truncado en más de una ocasión por la presencia de la plaga del insecto conocido
como Hypsiphilla grandella. En algunos casos este insecto no solo ha detenido el crecimiento,
sino que ha disminuido la altura de las plantas.
La especie forestal con un mejor comportamiento en cuanto a crecimiento es el cedro rosado de
la India (Atrocarpus fraxinifolius). Esta especie, que ha tenido problemas de crecimiento en otras
parte del país, se ha desarrollado en forma apropiada en los cafetales de San Martín. La figura
4 evidencia que hay individuos de esta especie que han logrado superar los 14 metros de altura
total en menos de 30 meses mientras que otros aparentemente han disminuido de tamaño a
los 16 meses. Esta variabilidad negativa se debe a que las informaciones respecto al crecimiento
fueron obtenidas de lugares con distintas calidades de sitio.
6
Figura 4. Crecimiento de Atrocarpus fraxinifolius
1.800
1.600
1.400
Altura (cm)
1.200
1.00
800
600
400
200
-200
-400
Edad (meses)
Altura (cm)
Figura 5. Crecimiento de Cordia alliodora
Edad (meses)
Junto al cedro rosado de la India, el laurel (Cordia alliodora) fue la especie que mejor se desarrolló
en sistemas agroforestales. Esta especie es muy común en Jaén, San Ignacio y Bagua, aunque
no tanto en San Martín. Por tanto, presenta una problemática especial, ya que aunque existe
en bosques secundarios de esta región, a diferencia de los árboles de otras regiones, los de San
Martín no tienen autopoda y es necesario que los productores realicen las labores de poda para
asegurar su adecuado crecimiento.
7
Altura (cm)
Figura 6. Crecimiento de Cedrela odorata
Edad (meses)
En el caso de cedro colorado (Cedrela odorata), se ha constatado que tuvo un buen crecimiento
y sufrió menor ataque de Hypsiphilla grandella en relación a la caoba porque su sembrado se
realizó con mayores distanciamientos y mezclándola con otras especies forestales.
Altura (cm)
Figura 7. Crecimiento de shapana
Edad (meses)
8
Altura (cm)
Figura 8. Crecimiento de Aniba sp
Edad (meses)
Altura (cm)
Figura 9. Crecimiento de Terminalia oblonga
Edad (meses)
9
Altura (cm)
Figura 10. Crecimiento de Rifari
Edad (meses)
En las figuras 7 a 10 se puede ver el crecimiento de otras especies forestales en la experiencia de
Soluciones Prácticas, que siguen las tasas de crecimiento normal de acuerdo a su fisiología.
En términos generales, podemos concluir que sin importar la especie, el trabajo que los
campesinos cafetaleros han desarrollado con ayuda de Soluciones Prácticas ha rendido fruto. La
altura de la mayoría de los individuos supera los 4 metros luego de 30 meses de sembrados, este
hecho implica que la vegetación del sotobosque (hierbas) no impedirá su crecimiento. Del mismo
modo, y de manera más focalizada sobre las poblaciones, la altura de los árboles en crecimiento
sirve como demostración para los miembros de las comunidades involucradas en el proceso de
siembra de que la presencia de árboles en cultivos de café sí es posible.
Efecto de los sistemas agroforestales como medida de adaptación
De acuerdo a la información obtenida en campo, los efectos en los cafetales han sido positivos.
Se midieron las variables temperatura, humedad relativa y producción en sistemas agroforestales
con y sin cobertura forestal y se verificó que los sistemas agroforestales con cobertura vegetal
tienen efectos positivos en la regulación de las variables climatológicas.
Se observó que la sombra ofrecida por especies forestales permite la generación de un
microclima similar al del sotobosque (parte bajo sombra) de los bosques nativos. Este microclima
se caracteriza por regular la temperatura, posibilitando el cultivo del café en zonas donde
su desarrollo no sería el óptimo debido al incremento de la temperatura a consecuencia
del cambio climático.
También se ha constatado que los sistemas agroforestales con sombra de especies forestales
10
tienen una mayor producción de café que las que no cuentan con dicho componente,
desmitificando la afirmación de que la incorporación de especies forestales en los cafetales
disminuye la producción.
Si a este hecho sumamos la consideración de que a mediano y largo plazo las especies forestales
generan importantes ingresos por madera y productos forestales no maderables, la agroforestería
con especies forestales (multiestrato) genera alternativas que permiten la diversificación
productiva de los pequeños cafetaleros.
Aunque Soluciones Prácticas aún no ha realizado evaluaciones sobre este tema, aparentemente
contar con una cobertura de árboles forestales sobre el café cambia el índice de refracción,
asemejándolo al de la vegetación natural de la selva alta.
Por otro lado, contar con cobertura en varios estratos implica una mejor cobertura del suelo
para cultivos y plantaciones forestales puras. Estos beneficios tienen una repercusión sobre la
regulación hidrológica a nivel de microcuencas, ayudando a mitigar las consecuencias del cambio
climático a nivel del ecosistema local.
Las fincas agroforestales de café como sumideros de carbono
Los productores cafetaleros de San Martín han reconvertido sus fincas, incorporando árboles
forestales dentro del cafetal y conservando parches de bosque nativo dentro de ellas. Las especies
vegetales, en particular los árboles, tienen la propiedad de absorber el dióxido de carbono del
ambiente (CO2) y transformarlo en tejido vegetal mediante la fotosíntesis.
La madera, mezcla de celulosa y lignina, es el tejido que más carbono contiene en su composición
química en la naturaleza, hecho que convierte a los árboles en los individuos vegetales con mayor
cantidad de carbono. Al conjunto de árboles que almacenan carbono se les suele denominar
sumideros, ya que absorben el carbono de la atmósfera por los procesos explicados.
En las fincas agroforestales podemos identificar sumideros de carbono en:
• Árboles forestales en bosques residuales (parches): el tronco, raíces, ramas y hojas de los árboles
almacenan carbono bajo la forma de madera principalmente, aunque en estos pequeños
bosques naturales, también hay lianas, arbustos y hojarasca que contienen carbono en su
estructura. Estos bosques son espacios que los cafetaleros respetaron y no talaron durante
el proceso de colonización, a pesar de que durante mucho tiempo el Estado condicionó la
entrega de tierras al hecho de deforestar un área.
• Árboles forestales dentro del cafetal: son los árboles que el caficultor ha sembrado, si bien
no son actualmente importantes sumideros de carbono, sí tienen un importante potencial
como capturadores del carbono de la atmósfera. Al igual que en los bosques residuales, existe
carbono asociado bajo la forma de hojarasca, materia orgánica, etc.
11
• Arbustos de café: asociados a los árboles reforestados, pueden haber hasta 5.000 arbustos
bajo los árboles. Si bien los frutos y ramas productivas se renuevan cada año y no son
significativas en la contabilidad de carbono, las raíces y el tronco del arbusto de café sí tienen
significación en la contabilidad del carbono secuestrado de la atmósfera.
El Módulo Clima como alternativa de mitigación y adaptación al cambio climático
Alrededor del año 2011, Soluciones Prácticas identificó posibles alternativas de acceso al mercado
de carbono que sean amigables con los pequeños productores. Si bien existe un conjunto de sellos
y protocolos que se ofrecen, se analizó que todos son muy complejos o costosos para los pequeños
productores, inclusive en forma organizada.
Sin embargo, durante ese mismo año, se dio a conocer el desarrollo de una nueva herramienta
denominada “Módulo Clima”, probada en países centroamericanos por Rainforest Alliance. En tal
sentido, se buscó la posibilidad de implementar dicho módulo climático, iniciando conversaciones
con la oficina en el Perú de Rainforest Alliance para evaluar la posibilidad de implementar una
experiencia en campo que tenga la verificación clima de la certificación RAS en los proyectos que
como Soluciones Prácticas realizaba en la región San Martín.
¿Qué es el Módulo Clima?
Dentro de las posibilidades para hacer frente al fenómeno del cambio climático, una de las que
resalta en los últimos años es la verificación clima de la certificación de la Red de Agricultura
Sostenible (RAS). Dicha verificación consiste en una serie de principios referidos a la adaptación y
mitigación al cambio climático que se debe implementar en las fincas de los productores a fin de
que accedan al sello y puedan comercializar los productos de manera diferenciada y accediendo a
nuevos mercados con conciencia climática.
Los principios del módulo clima son:
• Sistema de gestión socioambiental
• Conservación de ecosistemas
• Conservación de recursos hídricos
• Salud y seguridad ocupacional
• Relaciones con la comunidad
• Manejo integrado del cultivo
• Manejo y conservación del suelo
• Manejo integrado de desechos
La verificación Módulo Clima nació en Centroamérica a través de un proceso liderado por
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Rainforest Alliance entre los años 2011 y 2012. Actualmente existen más de diez iniciativas
certificadas, una de las cuales ha sido la de la cooperativa Aproeco, la única en Sudamérica. Una
pregunta importante es: ¿qué tiene el Módulo Clima que no ofrecen otras certificaciones tan
importantes como VCS, CCBA, Plan vivo, etc.?
En opinión de Soluciones Prácticas, logra que pequeños productores organizados accedan con
inversiones bajas y dentro de su lógica empresarial a mercados vinculados al cambio climático. De
acuerdo a la RAS (2011), el objetivo del Módulo Clima es aumentar la conciencia sobre el cambio
climático y promover mejores prácticas que ayuden a los productores y a sus comunidades a
adaptarse mejor a los retos de un clima cambiante, a la vez que trabajar sobre un compromiso en
la cadena de valor para mitigar y adaptarse a sus efectos.
Los productores amigables con el clima trabajarán en implementar políticas, procedimientos y
mejores prácticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero desde la etapa de
producción hasta el procesamiento. Las fincas certificadas que quieran ser más eficientes por
medio de la reducción de emisiones, el aumento en el almacenamiento de carbono por medio
de la siembra de árboles y que quieran prevenir la deforestación y la destrucción de sistemas
agroforestales pueden trabajar para lograr la verificación del Módulo Clima de la RAS.
Nuestra experiencia
La posibilidad se inició el año 2012 a través del programa de manejo forestal sostenible del
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura y la cooperativa Aproeco (Asociación
de Productores Ecológicos), una de las organizaciones más importantes de cafetaleros de San
Martín y de más rápido crecimiento. La cooperativa había nacido dentro de una alianza con una
empresa privada llamada Pronatur, de la que se habían desligado pocos años atrás. Durante esta
alianza, Aproeco contaba con varias certificaciones, entre ellas la certificación de cafés sostenibles
RAS (Red de Agricultura Sostenible) que Rainforest Alliance promueve y certifica. Uno de los
objetivos de Aproeco en ese momento era no solo volver a contar con la certificación RAS, sino
también la verificación de cumplimiento del Módulo Clima.
Mientras tanto, el IICA, con fondos de la cooperación de Finlandia, había iniciado un programa
de manejo forestal sostenible que incluía un fondo concursable para cofinanciar iniciativas vinculadas a la
agroforestería y que daba prioridad a nuevas herramientas vinculadas a los servicios ecosistémicos.
En este contexto, Soluciones Prácticas presentó el proyecto “Viabilidad de alternativas de
certificación de carbono en sistemas agroforestales a pequeña escala para mercados voluntarios”,
que fue seleccionado para su ejecución y contó con tres grupos de actividades: actividades
de capacitación, actividades de implementación y certificación, y finalmente actividades
de mercadeo.
1. Capacitación: se transfirió la metodología del Módulo Clima de Centroamérica al Perú, tanto
a profesionales como a productores líderes de Aproeco. Con este se trabajó con capacitadores
que desarrollaron esta herramienta en Centroamérica.
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2. Implementación y certificación: para lograr cumplir con las exigencias de clima RAS, la
cooperativa Aproeco y Soluciones Prácticas desarrollaron una serie de actividades. Un primer
paso fue realizar una auditoría simulada en relación al cumplimiento de las normas RAS,
para conocer el estado inicial de los socios de Aproeco. En dicha auditoría se constató la
necesidad de desarrollar acciones que no solo estaban vinculadas al tema clima, sino también
a otros aspectos exigidos por la RAS como los laborales, comunitarios, etc. Posteriormente se
realizaron las siguientes actividades:
• Mapeo de fincas y vegetación: con este fin se utilizaron imágenes de satélite de los
años 2003 y 2004, y verificación del campo actual. La idea fue identificar las zonas
donde estaban ubicadas las fincas de café de los socios de Aproeco y constatar que
no hubiera deforestación a partir de esos años. Asimismo, y con ayuda de equipos de
GPS, se elaboraron los mapas de cada uno de los socios de Aproeco.
• Identificación y cuantificación de sumideros de carbono: con este fin se preparó a un
grupo de profesionales y productores líderes que aplicaron métodos de medición de
los componentes de los sistemas agroforestales (árboles, arbustos, hojarasca, materia
orgánica). Para la cuantificación se usaron métodos de laboratorio.
• Identificación de fuentes de emisión de gases de efecto invernadero: junto al
reconocimiento y cuantificación de sumideros de carbono, se identificaron las fuentes
de carbono y se midieron: leña, abono, metano de aguas mieles y vacunos, energía
eléctrica, gas, etc.
• Elaboración de un sistema interno de gestión: a partir de la experiencia de otras
cooperativas con experiencia en certificación RAS y la propia en el proceso de
implementación del Módulo Clima.
• Capacitación de líderes y productores: en aspectos vinculados a la certificación en
todos sus criterios.
• Apoyo a la plantación de especies forestales en las fincas: estuvo vinculado a las
acciones que Soluciones Prácticas realizó en este aspecto.
• Tratamiento de aguas residuales de proceso (aguas mieles) y aguas domésticas: uno
de los aspectos más importantes de la implementación fue dar un tratamiento a las
aguas residuales que salen luego del lavado y despulpado del café. Se diseñaron e
implementaron sistemas que usan una combinación de organismos eficientes (EM)
y plantas acuáticas que han reducido la contaminación del agua y las emisiones de
metano a la atmósfera.
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Bibliografía
Aguirre. 2013 Evaluación permanente del crecimiento de plantaciones forestales y agroforestales,
segunda medición. Lima, Soluciones Prácticas.
Gibbon, A.; Hayward, J; Baroody, J. 2009 Lineamientos para el diseño de proyectos de carbono en
cafetales usando la metodología agroforestal simplificada. Nueva York, Rainforest Alliance.
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II y III al Cuarto Informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
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Locatelli, B.; Evans, V.; Wardell, A.; Andrade, A.; Vignola, R. 2011 “Bosques y cambio climático
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Naciones Unidas. 1992 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
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Rugnitz, M. 2009 Guía para la determinación de carbono en pequeñas propiedades rurales. Lima,
ICRAF.
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