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Transcript
Documento de Posición
VI Foro Nicaragua Vulnerable Unida por la Vida
Managua, Nicaragua. Viernes 12 de junio del 2015
Nicaragua a nivel global es uno de los países centroamericanos que presenta el
mayor nivel de riesgos al impacto de eventos climáticos extremos, asociados a la
variabilidad climática y al calentamiento global provocándole forma recurrente
pérdidas sociales, ambientales y económicas, poniendo en peligro las oportunidades
de desarrollo de las comunidades más vulnerables y constituyéndose en una
demanda histórica para que los países responsables asuman la deuda ecológica y
los principios de la CMNUCC.
Durante 6 años hemos alertado a los gobiernos locales, autoridades regionales,
nacionales y ciudadanía del país, sobre la gravedad de la crisis climática. 2015 nos
plantea el desafío de evaluar nuestros logros a nivel nacional, a la luz de los
compromisos y avances obtenidos en relación a los 20 años de negociaciones
internacionales, lo cual deberá realizarse mediante procesos democráticos e
inclusivos que nos permita juntar las distintas expresiones de pensamiento en la
búsqueda de soluciones, urgentes, comunes y oportunas.
En el contexto de la Agenda Post 2015, nuestro país debe ser beligerante en
establecer sus prioridades en los siguientes temas:
1. Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres 2015-2030.
Demandar la implementación del Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de
Desastres post 2015 inclusivo, otorgando atención priorizada a las personas más
vulnerables por cuestiones de género, generacional, cosmovisión, multiculturalidad
y discapacidad desde los instrumentos de gestión pública, con énfasis en adaptación
al cambio climático y el desarrollo sostenible en general, estableciendo un
mecanismo de auditoría social y ambiental que fiscalice la correcta administración
presupuestaria y el cumplimiento de lineamientos nacionales.
2. Objetivos de Desarrollo Sostenibles (2015-2030):
La planificación y gestión territorial enfocado en recursos hídricos y poblacional
garantizando el acceso a agua segura como una acción fundamental para reducir los
factores de riesgo y vulnerabilidad, en este sentido evaluar y divulgar el nivel de
cumplimiento de lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo Humano es
fundamental para acordar las nuevas estrategias vinculadas al logro del desarrollo
sostenible, lo cual debe ser complementado por un proceso de auditoría social, con
énfasis en los siguientes temas:
a) Cambio Climático: declaración de Centroamérica como una región altamente
vulnerable a los efectos del cambio climático; promocionando las acciones de
adaptación con énfasis en el corredor seco centroamericano.
b) Bienes Hídricos (Agua y Saneamiento): fomento a la gestión comunitaria para la
protección, uso racional, responsable y protección ante fenómenos climáticos
extremos, priorizando el derecho humano al agua.
c) Seguridad y Soberanía Alimentaria: rechazo a la introducción y uso de
transgénicos, agro-tóxicos. Incremento a niveles de resiliencia en medios de vida
para lograr la efectiva soberanía y seguridad alimentaria y nutricional.
d) Gestión de Riesgos de Desastres: fortaleciendo las capacidades humanas y
comunitarios en concordancia con su cosmovisión. Impulsar mecanismos de
cuantificación de pérdidas y daños para la recuperación de nuestras sociedades.
e) Biodiversidad Biológica: fomentar la institucionalidad de un marco jurídico
regional que proteja nuestra diversidad biológica, impulsando campañas de
reforestación y recuperación de ecosistemas degradados.
f) Industrias Extractivas: fomento de un modelo de desarrollo bajo en carbono a
partir del cambio de matriz energética, regular las actividades mineras a
pequeña escala y cuantificar las emisiones GEI de dichas actividades.
3. Nuevo acuerdo global para reducción de emisiones de Gases de Efecto
Invernadero (GEI):
Promover la adopción de un instrumento internacional para el nuevo régimen
climático global que sea legalmente vinculante, y que establezca claramente
compromisos basados en las capacidades y responsabilidades comunes pero
diferenciadas, estableciendo reducciones obligatorias de emisiones a las economías
de países desarrollados y emergentes.
Evaluación y actualización de la Estrategia Nacional del Ambiente y Cambio
Climático (ENACC) y la construcción consensuada del Plan Nacional de Adaptación
ante el Cambio Climático (PNACC) cumpliendo con los compromisos que como país
hemos asumido en la Convención Marco de Naciones Unidad ante el Cambio
Climático (CMNUCC), considerando los instrumentos municipales, departamentales
y de las regiones de la Costa Caribe que sobre la materia hayan sido elaborados.
Promover métodos, técnicas y financiamientos para la adopción de economías bajas
en carbono en actividades productivas sensibles para la economía nacional. Para
nuestro país es fundamental actualizar su Inventario Nacional de Gases de Efecto
Invernadero (INGEI), principalmente considerando las contribuciones reales de las
actividades industriales extractivistas, monocultivos y megaproyectos, así como los
otros sectores tradicionales de análisis (cambio de uso del suelo, desechos sólidos,
entre otros), como punto de partida para la construcción de la Estrategia Nacional
de Deforestación Evitada (ENDE) y el Plan Nacional de Adaptación ante el Cambio
Climático.
4. Pérdidas y Daños:
Construir métodos y promover ejercicios de evaluación de pérdidas y daños
provocados por fenómenos naturales que son ahora más intensos y recurrentes por
motivos del calentamiento global y que no tienen antecedentes documentales
veraces, específicos basados en monitoreos climáticos anteriores. Es clave asegurar
que las acciones de evaluación estén relacionadas con las estrategias de país, para
establecer los posicionamientos nacionales y regionales en el marco de las
negociaciones internacionales sobre el clima.
Es fundamental la construcción de una propuesta conceptual y un mecanismo que
permita cuantificar de forma objetiva y transparente las pérdidas en medios de vida
y ambiente, con especial énfasis en el recurso hídrico, para lograr retribuir
económicamente a aquellas comunidades urbanas o rurales cuyas posibilidades de
adaptación ya se encuentran en el límite de sus capacidades, considerando:
 Construcción de una conceptualización y un mecanismo para pérdidas y daños. La
compensación puede ser económica, material, tecnológica y deben orientarse al
sector productivo, social, cultural, ecológico, genético y pérdidas humanas.
 Sistematizar y reconstruir la memoria histórica de los principales eventos que han
ocasionado pérdidas y daños en nuestro país, identificando alternativas en cuyos
territorios la vulnerabilidad acumulada dificulta el desarrollo sostenible.
 Identificar y diferenciar pérdidas y daños por efectos del cambio climático y otras
de origen antrópico, de modo que se puedan diferenciar mecanismos de
compensación a nivel nacional e internacional.
 Negociar financiamientos sin condiciones, pensando en el bien común de la
sociedad nicaragüense. Se debe velar por la transparencia y rendición de cuenta
en la utilización de esos recursos económicos.
5. Financiamiento:
Proponemos el establecimiento de un aporte público equivalente al 6% del Producto
Interno Bruto (PIB) de los países del Anexo I, el cual debe ser adicional al 0.7% de
la ayuda oficial de acuerdo a los compromisos del Foro Mundial para el
Financiamiento al Desarrollo, considerando que estos recursos no pueden, ni deben
ser condicionados, ni generar deuda interna o externa, ni ligados a crédito alguno.
Nuestro país también deberá definir mecanismos internos para promover
estrategias institucionalizadas de financiamiento público y privado, que garanticen
que las políticas, planes y estrategias cuenten con presupuesto para financiar la
acción climática local, con énfasis en la adaptación del sector hídrico,
adicionalmente deben crearse fuentes de financiamiento nuevas, accesible y
distribución equitativa, innovadoras y cargas impositivas a actividades económicas a
gran escala, Ej.: ley de cánones por vertido y aprovechamiento de los recursos
naturales
(agua, suelo, bosque y aire), normar la responsabilidad social
empresarial incluyendo la contabilidad y externalización de los costos de producción.
6. Gestión del Conocimiento:
Los efectos del cambio climático impactan cada vez más recurrentes e intensos y los
de evolución lenta; nuestra región, aun debe mejorar sus mecanismos de
pronósticos y respuesta, pero principalmente el monitoreo climático y los
posteriores ejercicios de modelación climática, así como nuevos estudios e
investigaciones que pongan a disposición de la población, conocimientos y
habilidades que permitan comprender con mayor facilidad, el impacto de la
variabilidad y el cambio climático en cada región del país, en especial las asociadas
a los recursos hídricos, con la participación de la mujer en la producción a pequeña
escala.
Los pueblos indígenas y afro descendientes juegan un rol fundamental por su
conocimiento ancestral, cosmovisión y espiritualidad para la producción de
alimentos con respeto a la madre naturaleza. Son prioritarias las iniciativas que
rescaten e incorporen dichos conocimientos y saberes en las estrategias de
adaptación al cambio climático, en correspondencia con el derecho al
consentimiento previo, libre e informado, promoviendo:
 Fortalecimiento de la gestión del conocimiento acerca de nuevas tecnologías que
viabilicen mejores y mayores rendimientos productivos, considerando los
conocimientos ancestrales y científicos en rubros sensibles para la seguridad y
soberanía alimentaria.
 Promoción y adopción de tecnologías propias que favorezcan la captación y
retención de agua de lluvia para prepararse ante eventos prolongados de sequía
y la generación de energía limpia a través de fuentes renovables de pequeña
escala.
7. Adaptación:
Privilegiar procesos de planificación adaptativa a todos los niveles; planes locales,
municipales, regionales y nacionales ante el cambio climático, los cuales deben
contar con el liderazgo de los gobiernos y una amplia participación social, creando
comisiones con carácter amplio e inclusivo (liderazgo comunitario, pueblos
indígenas y otros
instrumentos.
sectores
importantes),
para
la
construcción
de
dichos
En este sentido, es fundamental evaluar los logros y dificultades de la Estrategia
Nacional del Ambiente y Cambio Climático (ENACC, 2010-2015), como base para la
formulación de una Ley Nacional de Cambio Climático, institucionalizando los
procesos de planificación y el financiamiento de dichas acciones en función de las
prioridades nacionales y territoriales de cada región del país, sistematizando y
considerando los esfuerzos ya existentes, haciendo énfasis en los siguientes
aspectos:
 Establecimiento de mecanismos de planificación adaptativa en las políticas y
normativas nacionales y locales.
 Empoderamiento de la sociedad en materia de adaptación, a través de
mecanismos de auditoría social basados en Principios Conjuntos para la
Adaptación.
 Promoción de mecanismos locales de retención y captura de carbono voluntario,
conservación y preservación de bosques, humedales y ecosistemas costeros.
 Generación de comunidades resilientes ante los fenómenos climáticos, a partir de
la reducción de riesgos físicos, sociales y económicos.
 Mantener y ampliar los ecosistemas que brindan un soporte y protección a las
poblaciones vulnerables, conservando el material genético autóctono.
Finalmente, ratificamos nuestro compromiso para el establecimiento de alianzas
estratégicas a nivel local, nacional e internacional, para construir paradigmas de
bienestar que sean coherentes con los retos que plantea el cambio climático, la
lucha por la superación de la pobreza e inequidad, para lo cual estamos invitados
todos y todas, articulados a nivel nacional e internacional (redes de iglesias y
organizaciones basadas en la Fe, así como: otras alianzas, mesas de concertación,
coaliciones, asociaciones, grupos, foros, movimientos, universidades, centros de
investigación y ciencias, entre otros).
Con el auspicio de: