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Estudio Técnico Justificativo para la Declaratoria del
Parque Estatal Bosque de Arce, Talpa de Allende, Jalisco
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Reporte Final
Editores
Yalma L. Vargas-Rodriguez
J. Antonio Vázquez-García
Toribio Quintero Moro
Miguel A. Muñiz-Castro
Viacheslav Shalisko
Responsables del Proyecto
J. Antonio Vázquez García
Universidad de Guadalajara
Yalma L. Vargas Rodríguez
Louisiana Stare University
Responsable Administrativo
Rodolfo Velázquez Ordóñez
Savho Consultoría y Construccione SA de C.V.
Guadalajara, Jalisco, Mayo 19, 2010
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
Autores
M. en C. Kitzia De Fuentes Martínez, Departamento de Ecología Aplicada, Instituto de
Ecología, A.C., Xalapa, Veracruz.
M. en C. Jesús A. Fernández, Department of Biological Sciences, Louisiana State
University, 107 Life Sciences Building, Baton Rouge 70803, Louisiana, USA.
M. en C. Carlos Ignacio García Jiménez, Department of Agricultural Economics,
Louisiana State University, 101 Agricultural Administration Building, Baton Rouge
70803, Louisiana, USA.
Dra. Laura I. González Guzmán, University of Texas-Austin.
Biol. Carissa Lonoue, Department of Biological Sciences, Louisiana State University, 107
Life Sciences Building, Baton Rouge 70803, Louisiana, USA.
Dr. Miguel A. Muñiz Castro, Departamento de Botánica y Zoología, Centro Universitario
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara. Kilómetro 15
carretera Guadalajara-Nogales, Las Agujas, Nextipac, Zapopan, México.
Dr. William J. Platt, Department of Biological Sciences, Louisiana State University, 202
Life Sciences Building, Baton Rouge 70803, Louisiana, USA.
Lic. Jacqueline A. Quintero Anaya, Puerto Vallarta, Jalisco.
Técnico Forestal Toribio Quintero Moro, Oaxaca 18A, Talpa de Allende, Jalisco.
M. en C. Viacheslav Shalisko, Departamento de Geografía y Ordenación Territorial,
Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de
Guadalajara, Guanajuato 1045, Col. Alcalde Barranquitas, Guadalajara 44260,
Jalisco, México.
M. en C. Yalma L. Vargas Rodriguez, Department of Biological Sciences, Louisiana State
University. 107 Life Sciences Building, Baton Rouge 70803, Louisiana, USA. Email [email protected] (225)907-8634, Fax (225)578 -7299. www.bosquedearce.org
Dr. J. Antonio Vázquez García, Departamento de Botánica y Zoología, Centro
Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad de Guadalajara.
Kilómetro 15 carretera Guadalajara-Nogales, Las Agujas, Nextipac, Zapopan,
México. Correo-e [email protected]
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Agradecimientos
La propuesta de conservación y los estudios sobre la ecología del bosque mesófilo con arce
de Talpa de Allende han involucrado a diferentes personas e instituciones a lo largo de los
10 años transcurridos desde la primera descripción de este bosque.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la Universidad de Guadalajara, la
Universidad Estatal de Louisiana, Idea Wild Foundation, la Comisión Nacional Forestal, y
el Ayuntamiento de Talpa de Allende han otorgado financiamiento y/o apoyo logístico en
diferentes fases de investigación de los bosques de Talpa de Allende.
El Ayuntamiento de Talpa de Allende, en sus diferentes administraciones, entre
ellas la encabezada por Jose Luis Terríquez Hernández han otorgado apoyo para la
preservación del bosque mesófilo así como información necesaria para realizar el presente
diagnóstico. Se agradece también a Antonio Andrade y Eugenio Andrade originarios de
Talpa de Allende, los permisos para estudiar sus predios.
Durante el desarrollo de la investigación sobre la vegetación de Talpa de Allende,
participaron en los muestreos de campo y exploraciones Fernando Aragón, Javier Curiel,
Raquel Flores, Osvaldo Zuno, Adrián Galván, Francisco Vargas y Angeles Vargas. Miguel
Cházaro ha participado en la determinación de plantas vasculares de la zona y Gerardo
Boquin en la elaboración inicial del polígono de área protegida.
James Chaney, Amanda Justrabo y Dwayne Nunez colaboraron con la recabación y
edición de la información.
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Contenido
I. Introducción (YLVR).
II. Antecedentes (YLVR, JAQA).
III. Justificación técnica y social (YLVR)
IV. Objetivos del área protegida (JAVG, YLVR)
Objetivos generales
Objetivos particulares
V. Delimitación del polígono (YLVR, VS, JAVG, MAMC)
VI. Medio natural
Descripción geográfica
Clima (KDFM, MAMC, VS)
Geología (KDFM, MAMC, VS)
Geomorfología (KDFM, MAMC, VS)
Hidrología (KDFM, MAMC, VS)
Topografía (KDFM, MAMC, VS)
Edafología (KDFM, MAMC, YLVR, VS)
Flora (YLVR, CL)
Tipos de vegetación y uso de suelo (JAVG, VS, MAMC, YLVR, WJP)
Fauna (JAF, LIGG, YLVR)
VII. Medio construido
Aspectos históricos y culturales (YLVR, CIGJ)
Situación actual de los aspectos sociales, económicos y de infraestructura (CIGJ)
Régimen legal de tenencia de la tierra (TQM, JAVG)
VIII. Diagnóstico y prospección
Diagnóstico (MAMC)
Prospección (MAMC)
IX. Zonificación y delimitación de unidades de manejo (YLVR, VS, JAVG, MAMC, TQM)
Criterios de zonificación
Delimitación y caracterización de las unidades de manejo
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I. Introducción
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En Jalisco habitan dos especies de arces, Acer negundo subsp. mexicanum y Acer
saccharum subsp. skutchii. Acer negundo subsp. mexicanum es un árbol de 8-15 m de
altura, habita en bosques de galería y en su ecotono con bosque de pino, a lo largo de
arroyos. Únicamente crece en una localidad de Tapalpa, en los 2000 m s.n.m., en suelos
arenosos. Acer saccharum subsp. skutchii habita en bosque mesófilo de montaña en solo
dos localidades de Jalisco: Cañada de la Moza (Sierra de Manantlán, Autlán de Navarro) y
en la cañada del Ojo de Agua del Cuervo (Talpa de Allende) (Vargas-Rodriguez, inédito).
Las poblaciones de arces y otros árboles templados localizados en México y
Guatemala (límite sur de distribución geográfica) son encontradas en los bosques mesófilos
de montaña. Este tipo de vegetación se caracteriza por ubicarse en barrancas húmedas de
elevaciones entre 1200 y 2500 m. Sus componentes comparten un número significativo de
géneros disyuntos con el este de Asia. También se pueden encontrar géneros de plantas de
afinidad tropical. Los sitios de bosques mesófilos con arces suelen presentar una riqueza de
especies de árboles elevada, los cuales merecen una categoría de protección (VargasRodriguez 2005).
Se han establecido pocas áreas protegidas para preservar los bosques mesófilos de
montaña. En México, esta vegetación cubre menos de 800,000 ha (0.4%), de las cuales, no
más de 150,000 ha están incluídas en áreas protegidas (Challenger 1998, Luna-Vega et al.
2001). En Guatemala, 60,000 ha son incluídas en la Reserva de la Biósfera de las Minas y
no más de 2,000 ha en otras tres áreas protegidas (Islebe y Véliz-Pérez 2001, Fundación
Defensores de la Naturaleza 2002). La conservación de este ecosistema fragmentado,
relictual y amenazado debe ser una prioridad (Vargas-Rodriguez et al. 2010).
Las características ecológicas, genéticas y relictuales de los arces ameritan su
protección. Tienen un papel importante en los ciclos biogeoquímicos y otros servicios
ecológicos, las poblaciones presentes en los límites geográficos pueden contener genes
distintivos, son evidencia de cambios climáticos en una escala geológica y los bosques que
los contienen son usualmente de elevada riqueza de especies. En México, dos de las cinco
poblaciones de arce azucarero están incluidas en reservas de la biósfera (El Cielo,
Tamaulipas y Sierra de Manantlán, Jalisco). En Guatemala solo dos de sus localidades
están dentro de la Reserva de la Biósfera Las Minas. Otras dos, incluida la localidad Tipo
(de la cual se describió la ahora subespecie) carecen de medidas de protección. La
población de arce azucarero en los bosques mesófilos de Talpa de Allende, Jalisco, ha sido
la primera en proponerse específicamente para la conservación de este tipo de vegetación
(Vázquez-García et al. 2000, Vargas-Rodriguez 2005). A la fecha, el gobierno estatal ha
adquirido 150 ha, pero carecen de categoría de protección o programa de manejo. Estas
comunidades vegetales relictuales merecen una protección urgente y la ejecución eficiente
de programas de restauración.
Referencias
Challenger A. 1998. Utilización y conservación de los ecosistemas terrestres de México.
Pasado, presente y futuro. CONABIO, UNAM, Sierra Madre. México, D.F. 813 pp.
Fundación Defensores de la Naturaleza. 2002. Plan maestro 1997-2002, Reserva de la
Biósfera Sierra de Minas. Guatemala. 80 pp.
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Islebe G.A. y Véliz-Pérez M.E. 2001. Guatemala. En: Kappelle M., Brown A. (eds.).
Bosques nublados del neotrópico. Instituto Nacional de Biodiversidad, INBIO,
Costa Rica. 231-242 pp.
Luna-Vega I., Velásquez A., y Velásquez E. 2001. México. En: Kappelle M., Brown A.
(eds.). Bosques nublados del neotrópico. Instituto Nacional de Biodiversidad,
INBIO, Costa Rica. 183-230 pp.
Vargas-Rodriguez, Y.L., Platt, W., Vázquez-García, J.A., y Boquin, G. 2010. Selecting
Relict Montane Cloud Forests for Conservation Priorities: The Case of Western
Mexico. Natural Areas Journal. Natural Areas Journal 30: 156-173.
Vargas-Rodriguez, Y.L. 2005. Ecology of disjunct cloud forest sugar maple populations
(Acer saccharum subsp. skutchii) in North and Central America. Tesis de Maestría
en Ciencias, Department of Biological Sciences, Louisiana State University, Baton
Rouge, Louisiana.
Vázquez-García, J.A., Vargas-Rodriguez, Y.L. y Aragón, F. 1999 [2000]. Descubrimiento
de un bosque maduro de Acer-Podocarpus-Abies en Talpa de Allende, Jalisco,
México. Boletín del Instituto de Botánica 7(1-3): 159-183.
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II. Antecedentes
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El bosque mesófilo con arce del predio “Ojo de Agua del Cuervo” se descubrió y se dio a
conocer a la sociedad y comunidad científica en junio del año 2000, cuando José Antonio
Vázquez García, Yalma Luisa Vargas Rodríguez y Fernando Aragón Cruz exploran y
describen este bosque. Este descubrimiento se publicó en el Boletín del Instituto de
Botánica de la Universidad de Guadalajara, volumen 7, número 1-3, paginas 159 a 183
(2000). En 1998, las biólogas Laura González Guzmán y Alejandra Blanco Macías, en
compañía de Fernando Aragón Cruz realizaban estudios de aves migratorias en Jalisco,
cuando observaron el arce en Ojo de Agua del Cuervo. Posteriormente, es cuando Fernando
Aragón Cruz, J. Antonio Vázquez García y Yalma L. Vargas Rodriguez realizan la primera
descripción del bosque que es publicado en el año 2000, como se mencionó anteriormente.
El entonces regidor de ecología del H. Ayuntamiento Constitucional de Talpa de
Allende, Jalisco, 2001-2003, Toribio Quintero Moro, junto con los estudiantes de la
preparatoria de la Universidad de Guadalajara en Talpa de Allende: Adriana Ruiz, Erika
Torres Peña, Jacqueline Anabell Quintero Anaya, Magali Martínez Torres y Sandra
Vicencio López (generación 1998-2001), denuncian la tala inmoderada que se estaba
llevando a cabo en el predio de la Peña del Cuervo. Es a través de este hecho, que comenzó
el trabajo conjunto de Toribio Quintero Moro con Yalma L. Vargas Rodriguez y J. Antonio
Vázquez García con el objetivo de lograr la protección y conservación de la vegetación de
Talpa de Allende y de la cañada del Ojo de Agua del Cuervo, donde habita el arce
azucarero.
De ésta manera y de manera conjunta, se discute, en el 2002, la primera propuesta
de protección del bosque mesófilo con arce del predio Ojo de Agua del Cuervo, de Talpa de
Allende. El 28 de agosto de 2002, Yalma Luisa Vargas Rodríguez y José Antonio Vázquez
García escriben y distribuyen en Talpa de Allende tres folletos: “Fundamentos para la
Conservación de la Diversidad Biológica”, “Cambio Climático, Efecto de Invernadero y su
Relación con la Deforestación”, “Fundamentos Ecológicos para la Conservación del
Bosque de Arce-Podocarpo-Pinabete en Talpa de Allende, Jalisco, México” y
“Fragmentación de Bosques y Pérdida de Biodiversidad”. El propósito fue dar a conocer la
importancia de la protección de los bosques, en especial los de Talpa de Allende y divulgar
las bases biológicas y estrategias para la conservación del bosque de arce.
Durante el V Congreso de Áreas Naturales Protegidas (octubre, 2002) celebrado en
la ciudad de Guadalajara, Jalisco, el presidente municipal de Talpa de Allende, Jorge Luis
Terriquez Hernández, realiza la presentación de la propuesta de creación de Reserva de la
Biósfera en Talpa de Allende: “Reserva de la Biósfera Ojos de Agua de Talpa de Allende:
propuesta de protección de un refugio del Pleistoceno en Jalisco, México”. Los autores de
este trabajo presentado son: Jorge Luis Terriquez Hernández, J. Antonio Vázquez, Yalma
L. Vargas Rodriguez y Javier Curiel.
Para asegurar la protección y conservación del bosque mesófilo de montaña con
arce de Talpa de Allende, se propuso, el 11 de septiembre de 2002, la creación de una
Reserva de la Biósfera. Yalma L. Vargas Rodríguez y J. Antonio Vázquez García envían al
entonces presidente municipal de Talpa de Allende la primera propuesta de polígono para
la creación de Reserva de la Biósfera en la zona del bosque de arce, con el nombre
“Reserva de la Biosfera Ojos de Agua”. La propuesta consistía de 22,280 hectáreas, de las
cuales 19,943 (89.5%) son zona de amortiguamiento y 2,337 (10.5%) zona núcleo. Los
vértices de la zona de amortiguamiento son: 1) El Picacho de Peña Blanca, 2) Cerro El
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Capulincillo, 3) Cerro Grande, 4) Cumbre de los Guajolotes, 5) Ojo de Arroyo El Aguacate,
6) Ojo de Arroyo La Barranca, 7) Cerro El Aguaje y 8) Cerro Piedras Cargadas. Los
vértices de la zona núcleo son: a) Cerro Los Picachitos, b) sur del Puerto del Diablo, c) Ojo
de Arroyo Los Tepehuajes, d) Peña del Cuervo, e) crucero La Cumbre-La Cuesta, f) Paso
Hondo.
La propuesta de Reserva de la Biosfera de 22,280 ha., se transformó posteriormente
en zona de protección mayor, de 56,395 hectáreas, considerando otros valores biológicos y
socioeconómicos de la zona (Vargas-Rodriguez 2005, Vargas-Rodriguez et al. 2010). Cabe
señalar que una porción pequeña de la Reserva de la Biosfera propuesta para Talpa de
Allende fue previamente considerada en la propuesta de Reserva de la Biosfera Costa
Norte, dentro de la zona de amortiguamiento (Vázquez-García et al. 2000).
Los miembros de la presidencia municipal de Talpa de Allende y sus pobladores se
manifestaron ante la tala inmoderada que se lleva a cabo en sus bosques, ya que se habían
autorizado muchos programas forestales con cortas excesivas, esto lo hacen con tres mil
firmas de los pobladores y piden una declaratoria de área protegida (Público Milenio,
Agosto 17 de 2002).
Con fecha del 24 de septiembre de 2002, Jorge Luis Terriquez Hernández,
presidente municipal de Talpa de Allende, envía al Director de la Comisión Nacional
Forestal, Alberto Cárdenas Jiménez (CONAFOR) (oficio 143) y al Delegado de la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Norberto Álvarez
Romo (oficio 140), la inconformidad por la autorización de permisos de aprovechamientos
forestales en la zona del bosque de arce, otorgados por la SEMARNAT en la Delegación
Jalisco. Además se solicitó que por decreto presidencial se declare al bosque de arce como
Reserva de la Biósfera. Estas peticiones estuvieron respaldadas por tres mil firmas de
pobladores de Talpa de Allende (la mitad de su población mayor de quince años) (Mural,
25 de septiembre 2002). Se envían copias también a la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (PROFEPA), la Procuraduría General de la República (PGR), y la Comisión
de Ecología del Congreso del estado de Jalisco.
La PROFEPA procedió a suspender el aprovechamiento forestal que se realizaba en
la colindancia del bosque de arce en Julio de 2003. La autorización otorgada por
SEMARNAT en 1999 fue detenida en los juzgados administrativos el 5 de mayo de 2000.
Sin embargo la tala continuó porque el departamento jurídico de SEMARNAT, que
encabeza Ricardo Rafael Pérez Burgos, notificó un año después, el 24 de mayo del 2001, a
los empresarios forestales para que suspendieran su actividad. A pesar de esa notificación,
la tala de árboles en ese predio continuó hasta los primeros días de 2002 (Mural 25 de
septiembre de 2002). Durante el mes de mayo, la PROFEPA realizó una auditoría
ambiental, tras las denuncias del Ayuntamiento de Talpa de Allende, investigadores de la
Universidad de Guadalajara, del diputado local José Guadalupe Madera Godoy (PRD) y de
asesores de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Se clausuró
la brecha de 126 metros que fue abierta arbitrariamente. Lo madereros contaban con
permiso de la SEMARNAT, comenzaron el aprovechamiento en 1999, con el prestador de
servicios técnicos del predio, Julián Guzmán Cortés. Los problemas del aprovechamiento
según la PROFEPA fueron: irregularidades en la ejecución del programa de manejo, como
la intervención de rodales antes de tiempo y otros que por el contrario nunca se trabajaron,
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la ausencia de evaluación de especies en peligro de extinción (Público Milenio 28 de julio
2003).
El Congreso del Estado de Jalisco solicitó al Gobierno Federal que realice los
estudios e investigaciones, a fin de que el bosque de arce de Talpa de Allende sea declarado
área natural protegida. Guadalupe Madera Godoy, autor de la iniciativa (Mural y Público
Milenio, 23 de octubre de 2002). Aprobó solicitar al Presidente Vicente Fox Quesada la
declaratoria de Reserva de la Biosfera, la propuesta la apoyaron los diputados Ena Luis
Martínez Velasco (PVEM), José Manuel Ramírez (PAN) y Gustavo González Villaseñor
(Publico Milenio 23 de octubre de 2002). Poco después, la Delegación Jalisco de la
SEMARNAT, Norberto Álvarez Romo, estudiaba proteger 22 mil hectáreas (Mural 26 de
septiembre de 2002, Público Milenio 20 de agosto de 2002).
La CONANP manifestó que entre sus prioridades tenía la protección del bosque de
arce. Sergio Graf Montero, designado como encargado del proyecto por parte de la
CONANP adelantó que en junio de 2003, el bosque de arce contaría con un decreto de
reserva de la biosfera que garantice su protección (Público Milenio, 28 de octubre de 2002).
Sin embargo, la polarización entre los actores involucrados detuvo el proceso (Público
Milenio 29 de Julio de 2003).
En agosto de 2003, el presidente municipal de Talpa de Allende, Jorge Luis
Terríquez (PRI), entregó al secretario de la SEMARNAT, Víctor Lichtinger Waisman, la
propuesta para proteger el rico bosque mesófilo de montaña de Ojo de Agua del Cuervo
(Público Milenio 7 de agosto de 2003). Dicha propuesta es evaluada y considera las
posibilidades de establecer pago de servicios ambientales hasta la adquisición de 2 mil
hectáreas en las cañadas donde vive la comunidad de arce (Público Milenio, 18 de agosto
de 2003). La Alianza Mundial de Derecho Ambiental, la Fundación Selva Negra y el
Instituto de Derecho Ambiental (IDEA) apoyan la propuesta de protección (Público
Milenio, 1 de septiembre de 2003).
En noviembre de 2004, se propuso en debate el proyecto de declaración como área
natural protegida en la categoría de reserva de la biosfera al sitio denominado “Ojos de
Agua del Río Talpa de Allende”, Jalisco, ante el pleno del Poder Legislativo Federal, de la
LIX Legislatura en la Ciudad de México, por lo que desde entonces quedó plasmado en el
diario de los debates, como una propuesta de la comisión de medio ambiente y recursos
naturales, llegándose al acuerdo que se plantearía la manera de presentarla al Ejecutivo
Federal para su evaluación.
El 25 de noviembre de 2004 se publica en la Gaceta Parlamentaria, de la Cámara de
Diputados, en su número 1634-II, que la comisión de medio ambiente y recursos naturales,
proponía como punto de acuerdo el solicitar al titular del poder Ejecutivo Federal la
expedición del decreto presidencial que contenga la declaratoria de área natural protegida,
en la categoría de Reserva de la Biosfera, de la zona conocida como Ojos de Agua del Río
Talpa de Allende, Jalisco, para asegurar la protección y conservación del bosque mesófilo
de montaña, de la cual se propone la creación de una reserva de la biosfera con una
extensión total de 22,280 hectáreas y 2,337 hectáreas como zona núcleo.
Comienza en 2004 la obra de carretera estatal, Talpa-Llano Grande, cuyo trazo pasa
cercanamente al bosque mesófilo con arce. La obra inició sin la notificación a las
autoridades ambientales. El día 20 de abril del año 2005, se da a conocer su inicio a través
de en el periódico Público Milenio, el cual dice que la carretera Talpa-Llano Grande tiene
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los mismos defectos que las obras estatales en la costa ya que violan las leyes ambientales.
El jueves 21 de abril del 2005, se da a conocer que una ladera tallada por la maquinaria
abre al sol un bosque brumoso que no es viable sin sombras persistentes. No hay estudios
de impacto ambiental de la obra estatal.
Viernes 22 de abril del 2005, PROFEPA acude inspeccionar la carretera y se
menciona que la procuraduría revisara los tramos en construcción de la ruta Talpa-Llano
Grande y definirá daños y violaciones, informo el delegado “deben correr los plazos para
una eventual sanción”.
El martes 17 de mayo de 2005, decenas de infantes de las escuelas de la cabecera
municipal de Talpa de Allende, esperaban el paso del gobernador Francisco Ramírez Acuña
para darle a conocer los destrozos que se están llevando a cabo en la población, el
representante del mandatario Ramón Longoria se comprometió a “entregarle el recado a su
jefe”.
23 de mayo a pesar que PROFEPA anuncia el 02 de mayo del año 2005 la clausura
del aprovechamiento maderero en el predio Altamira, se sigue saqueando la madera sin
control alguno aun estando los sellos de clausura en el predio antes mencionado.
Antonio Vázquez da a conocer que entre las especies dañadas directamente con las
obras destacan el oyamel de Jalisco, la magnolia, la tilia, diversos encinos y coníferas, entre
muchas más con algún grado de protección en la norma oficial mexicana NOM-059-ECOL2001 (Público Milenio, 8 de julio de 2005).
Según avances en la investigación científica, se hace la propuesta de que la nueva
Reserva de la Biosfera sea de 56,395 hectáreas (Vargas-Rodriguez 2005). La obra carretera
que se abrió sin permisos ambientales del gobierno del estado pasa por la zona núcleo
(Público Milenio 22 de agosto de 2005). El Secretario de Desarrollo Urbano, Claudio Sáinz
David desde Julio de 2005 se comprometió a entregar un mapa al periódico Publico donde
muestre que la obra no perturbe la cañada, pero no se entregó.
Gerardo Boquín de la Universidad Estatal de Louisiana, mide la distancia entre el
trazo de la carretera y el bosque de arce y señala que son 2,998.9 kilómetros, no a 8
kilómetros como lo señaló la Secretaria de Desarrollo Urbano (Público Milenio 3 de
diciembre de 2005).
El titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ernesto Enkerlin
Hoeflich, señaló que ya se cuenta con dinero para gestionar la compra de las dos mil
hectáreas que forman la zona núcleo de la Reserva de la Biósfera Ojos de Agua (Público
Milenio, 28 de enero de 2005).
Ignacio González Hernández, director forestal de la SEDER dijo en una reunión
ante industriales madereros celebrada en Mascota, que no habrá zonas protegidas en el área,
porque no es una prioridad gubernamental y que no se comprarán 2 mil hectáreas, según lo
afirmó el director de la CONANP (Público Milenio 15 de febrero de 2005).
El Instituto de Derecho Ambiental (IDEA) determinó presentar ante la Comisión de
Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), instancia de regulación ecológica de
los tres países de la región, una petición ciudadana para investigar con carácter de urgente
las omisiones y actos gubernamentales que han derivado en pérdida y presiones para la
biodiversidad en la Costa de Jalisco, daño generado por la irregular construcción de tres
rutas carreteras por parte del gobierno del estado. Raquel Gutiérrez Nájera, directora del
organismo, destacó que “el gobierno ha aceptado tácitamente que no tiene autorización de
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impacto ambiental [federal]; lo que el equipo de IDEA va a anteponer es una petición
urgente ante la CCA por la falta de aplicación efectiva de la Ley General de Equilibrio
Ecológico y Protección al Ambiente y su reglamento, así como de la Ley General para el
Desarrollo Forestal Sustentable” (Público Milenio, 13 de abril de 2005).
Por segundo año consecutivo, la CONAFOR negó apoyos económicos para la
conservación del predio Ojo de Agua del Cuervo (Público Milenio 30 de noviembre de
2005).
Miembros de siete organizaciones no gubernamentales interpusieron una denuncia
penal por el daño a la biodiversidad que han ocasionado los trabajos de construcción de tres
carreteras en la Costa de Jalisco, lo cual se agrava al carecerse de permisos ambientales en
las obras. Jorge Gastón Gutiérrez (Colectivo Ecologista), Alfredo Menchaca (Consejo
Ciudadano del Agua, Amigos de la Barranca y Comité pro defensa de Arcediano), Elías
Rodríguez (Federación Agronómica de Jalisco), Arcadia Lara (Movimiento de Resistencia
y Acción Ecológica) y José de Jesús Gutiérrez (Red Ciudadana, AC), firmaron el escrito
entregado en la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en contra de
“quien resulte responsable”. Los quejosos señalan “la posible comisión de delitos contra la
biodiversidad, por actividades realizadas en omisión al cumplimiento de las leyes
ambientales [...] que ha traído como consecuencia la pérdida de biodiversidad y daños
irreparables en el estado de Jalisco con la construcción de las carreteras Mascota-Las
Palmas-Puerto Vallarta, Talpa-Llano Grande y Villa Purificación-Chamela” (Público
Milenio 15 de julio de 2005).
La ruta de Talpa a Llano Grande se comenzó a construir en la primavera de 2004,
pero la manifestación de impacto ambiental (MIA) no fue entregada a la instancia oficial
sino hasta el mes de mayo de 2005. De este modo, la obra abrió buena parte de los bosques
megadiversos de la Sierra Madre del Sur sin contar con la regulación oficial, lo que ha
generado daños graves. Los ecologistas denunciantes de los daños ocasionados por la
carretera que construye el gobierno del estado entre Talpa y Llano Grande, se mostraron
sorprendidos con la negativa de la delegación de la SEMARNAT de permitirles la lectura
de la MIA que de forma extemporánea se interpuso por parte de los constructores (Público
Milenio 26 de julio de 2005).
Yalma L. Vargas Rodriguez notifica al director del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Toepfer, los destrozos carreteros
(Público Milenio 15 de agosto de 2005).
La delegación Jalisco de la SEMARNAT rechazó la solicitud de agrupaciones
ecologistas de abrir a consulta pública la manifestación de impacto ambiental que presentó
el gobierno del estado para construir la carretera Talpa-Llano Grande. Eduardo Sánchez
Valencia, subdelegado de la dependencia federal, argumentó que la solicitud se hizo fuera
de tiempo, y por eso fue negada. Por su parte, la promotora de la consulta, Raquel Gutiérrez
Nájera, negó esa aseveración y dijo que está en espera de que se le entregue la contestación
por escrito, pues va a pedir la nulidad de la decisión de la SEMARNAT para que se proceda
a la consulta (Público Milenio, 3 de septiembre de 2005).
En el periódico Público (21 de octubre de 2005) se demostró que ningún trámite de
impacto ambiental y cambio de uso de suelo forestal empezó antes de las carreteras. Los
datos oficiales revelan que se comenzaron hasta que la PROFEPA intervino para sancionar.
Esto, aparte de que en trámites ambientales aplica la “negativa ficta”, en el supuesto de que
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sí se hubieran interpuesto las solicitudes. No hay un solo permiso federal para la TalpaLlano Grande. Un procedimiento de sanción administrativa y una denuncia penal por daños
a una de las zonas más ricas en biodiversidad en el estado de Jalisco, es lo que arrastra la
obra carretera estatal Talpa-Llano Grande, ruta que fue inspeccionada por el diputado local
Salvador Cosío Gaona, quien no encontró anomalías mayores y consideró que el sector
ambiental federal ha perjudicado a Jalisco con sus procedimientos en torno a la obra
Mientras la delegación de la SEMARNAT admite que hay bases para clausurar la
obra; el entonces titular de la SEMADES, Ramón González Núñez, asegura que se están
cubriendo los trámites de impacto ambiental y cambio de uso de suelo. Pero dichos trámites
llegaron a la SEMARNAT hasta ocho meses después.
La PROFEPA clausura la carretera y permite su reanudación condicionada a un
convenio donde la Secretaría de Desarrollo Urbano (SEDEUR) acepta la medida de
corrección, mitigación y compensación. Como medida de mitigación, la SEDEUR adquiere
150 hectáreas que incluyen el bosque de arce y en el 2009, se propone la creación de un
área protegida en la zona con la categoría de Parque Estatal.
Referencias
Vargas-Rodriguez, Y.L., Platt, W., Vázquez-García, J.A., y Boquin, G. 2010. Selecting
Relict Montane Cloud Forests for Conservation Priorities: The Case of Western
Mexico. Natural Areas Journal 30: 156-173.
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III. Justificación técnica y social
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La distribución disyunta de poblaciones de arces en cañadas de México y Guatemala puede
ser considerada un relicto del Periodo Neogeno (hace 23 millones de años) (Martin y
Harrell, 1957; Axelrod, 1975; Graham, 1993; Peters, 1997; Graham 1999b). El registro de
polen de Malpaso, Chiapas, México, indica la presencia de Acer en México durante la
Época Mioceno temprano (Neogeno) (Rzedowski y Palacios-Chávez, 1977; Wolfe y Tanai,
1987). El género estuvo ampliamente distribuido a través de la zona boreal en el Neogeno
(Mioceno y Plioceno) (Graham, 1999a). El clima frío durante el Neogeno produjo grandes
cambios geoflorísticos, y algunos elementos florísticos migraron al sur, produciendo
cambios en sus rangos (Graham, 1999b). El ambiente seco durante el Neogeno tardío y del
Periodo Cuaternario en Norte América continental, resultó en el aislamiento de muchas
especies que redujeron su distribución a cañadas en las montañas, las que sirvieron como
refugio. La distribución neártica y neotropical de Acer sacchraum Marsh es consistente con
la de las poblaciones neotropicales relictas que pudieron haber sido separadas de aquellas
templadas de Norte América durante el Pleistoceno (Cuaternario) (Gelderen et al., 1994).
Acer saccharum y otros componentes prominentes de los bosques de E.U. y Canadá
muestran relaciones con variables ambientales. La humedad del suelo y la disponibilidad de
nutrimentos afecta la sobrevivencia de los árboles, así como la composición de especies
(Poulson y Platt, 1996; Wilmot et al., 1996; Arii y Lechowicz, 2002). Acer saccharum esta
presente en los suelos más fértiles, particularmente aquellos que son bien-drenados y con
alta disponibilidad de calcio y magnesio (Godman et al., 1990; McClure y Lee, 1993;
Breemen et al., 1997). Concentraciones elevadas de magnesio originan efectos negativos en
la sobrevivencia del arce, aumentando la mortalidad de plántulas debido a la interacción del
aluminio con otros nutrimentos del suelo (Bertrand et al., 1995). Además, la especie exhibe
baja tolerancia a la sequía (Ellsworth y Reich, 1992).
La riqueza de especies en el bosque mesófilo con arce de “Ojo de Agua del Cuervo”
en Talpa de Allende, es comparable con la de algunos bosques asiáticos (Vargas-Rodriguez
2005, Vargas-Rodriguez et al. 2010). A pesar de que los bosques templados del este de
Asia son más ricos en especies que su contraparte en el este de Norte América (Latham y
Ricklefs 1993, Qian 1999), ellos no presentaron una mayor riqueza que “Ojo de Agua del
Cuervo” (Vargas-Rodriguez 2005). El bosque de “Ojo de Agua del Cuervo” contiene
elementos tropicales además de templados, lo que resulta en un incremento de la riqueza.
Por lo tanto, el bosque de “Ojo de Agua del Cuervo” es tan rico en especies como aquellos
en Asia, los que se considera que tienen una composición florística primitiva y una
heterogeneidad fisiográfica extrema (Qian y Ricklefs 2000, Vargas-Rodriguez et al. 2010).
La comunidad vegetal en “Ojo de Agua del Cuervo” esta florísticamente
relacionada con aquellos bosques en México y Asia que contienen géneros disyuntos
(Vargas-Rodriguez 2005). Las similitudes con otros bosques en México pueden estar
basados en los géneros tropicales compartidos con los bosques en Chiapas (Benito Juárez),
una localidad cercana a la reserva de la biosfera El Triunfo, establecida para la protección
de los bosques mesófilos muy diversos que ahí ocurren. Los géneros templados también
están presentes en el bosque de Tenejapa (Chiapas), compartiendo con “Ojo de Agua del
Cuervo” géneros como Acer. Utilizando un análisis de clasificación, el bosque de arce de
Talpa de Allende se agrupó con los bosques del este de México, los cuales contienen
especies disyuntas como Fagus grandifolia var. Mexicana (Vargas-Rodriguez et al. 2010).
Este grupo parece contener bosques con composición ancestral. Este resultado fue
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consistente con aquellos encontrados en el análisis de ordenación de comunidades vegetales
(Vargas-Rodriguez 2005). Bosques con estas características de relictualidad y disyunción
poblacional merecen una categoría de protección.
La comunidad de árboles en “Ojo de Agua del Cuervo” incluye especies en peligro
de extinción. El arce azucarero es considerado por la Norma Oficial Mexicana debido a su
distribución fragmentada a través del país y la densidad baja de tallos en las poblaciones
conocidas. Sin embargo, la especie tiene que ser también incluida en la Lista Roja de
especies en peligro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN-RLTS) (Vargas-Rodriguez 2005). Actualmente, solamente Abies guatemalensis var.
jaliscana esta en la Norma Oficial Mexicana, Convention on International Trade in
Endangered Species of Wild Fauna and Flora (CITES) y RLTS como en peligro.
La deforestación, extracción de madera ilegal y la creación de carretera, son las
mayores amenazas para el bosque mesófilo con arce en “Ojo de Agua del Cuervo”, Talpa
de Allende. La tala de Abies guatemalensis var. jaliscana sucede en el área, a pesar de que
la especie esta incluida en la Norma Oficial, CITES, RLTS y tiene un estatus de endémica.
La deforestación en una zona extensa de los alrededores de “Ojo de Agua del Cuervo”
también esta ocurriendo. Además, especies como el helecho arborescente, Cyathea
costarricencis ha sido extraído ilegalmente con propósitos comerciales. Además, la nueva
carretera que conecta Talpa de Allende y Llano Grande atravesando parte de la cañada con
bosque mesófilo. Esta carretra puede disminuir la conectividad entre especies, eliminando
las zonas grandes y cohesivas. Un incremento en el aislamiento entre el bosque y otras
áreas adyancentes y la subsecuente reducción en una red de reservas no puede permitir la
preservación de especies que necesitan grandes áreas como hábitats (Crist et al. 2005).
La creación de un área protegida, como una reserva de la biósfera en el occidente de
México permitirá la existencia de un corredor de flora y fauna entre otras dos áreas
protegidas. La conexión con las Reservas de la Biosfera Chamela-Cuixmla y Sierra de
Manantlán en el occidente de México podría ser posible, creando una red de áreas
protegidas en la región. El bosque tropical caducifolio en Chamela-Cuixmala puede ser
conectado con los bosques tropicales en la porción sur de la reserva aquí propuesta,
mientras que los bosques templados y mesófilos podrían conectarse con la Sierra de
Manantlán a través de la Sierra de Cacoma (Vargas-Rodriguez 2005, Vargas-Rodriguez et
al. 2010).
Referencias
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IV. Objetivos del área natural protegida
20
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Objetivo general
Describir el estado actual y relevancia del sistema natural: abiótico (topografía, clima,
hidrología, geología, geomorfología y edafología) y biótico (flora, fauna y vegetación); y
del medio construido (historia, cultura y aspectos socioeconómicos) que justifique la
trascendencia de declarar una superficie relevante para la conservación del bosque de arce
azucarero de Talpa de Allende, Jalisco, como una nueva área natural protegida de Jalisco,
en la categoría de Parque Estatal.
21
Objetivos específicos
1. Realizar un diagnóstico integral de una superficie de 7137.14 ha (donde se incluye un
bosque de arce azucarero), así como de su entorno de influencia que permita reconocer
la situación actual y relevancia de sus recursos naturales, destacando la importancia de
la conservación de los mismos. Todo trabajo descriptivo tendrá elementos de
verificación científica tanto en campo como en gabinete. El diagnóstico incluirá las
actividades económicas actuales y potenciales de acuerdo a su factibilidad e impacto en
el área y en el marco de una zonificación.
2. Determinar la categoría de manejo que le corresponda de acuerdo a las características
del área y con base a la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y de Protección al
Ambiente. Definir las modalidades a que se sujetará el área, protección o eventual uso o
aprovechamiento de los recursos naturales.
3. Delimitar de manera precisa el área propuesta para protección y de su zonificación
correspondiente, las coordenadas geográficas de cada vértice, la superficie de cada
unidad de manejo, así como sus deslindes.
4. Describir las actividades que podrán llevarse a cabo en el área correspondiente, y las
modalidades y limitaciones a que sujetarán.
5. Evaluar la causa de utilidad pública de terrenos y en su caso recomendar al Gobierno
del Estado o a los gobiernos municipales la adquisición de terrenos que aumenten la
certidumbre de protección de la biodiversidad.
6. Plantear las bases de un programa preliminar de manejo para el área.
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V. Delimitación del polígono
22
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Delimitación del polígono
La presente propuesta de zonificación de Parque Estatal Bosque de Arce (PEBA) constituye
una modificación al polígono original propuesto por Vargas-Rodríguez (2005) y VargasRodríguez et al. (2010). Las principales razones de la presente modificación fueron: 1)
incluir otros criterios biológicos de conservación y 2) adecuar los límites o linderos y sus
vértices de acuerdo a las características específicas de topografía (crestas, cañadas, cimas),
tipos de vegetación y uso de suelo, líneas de transporte y corrientes hidrológicas
superficiales, así como a los criterios de Parque Estatal.
Para seleccionar y delimitar el bosque mesófilo con arce (arce azucarero, Acer
saccharum subsp. skutchii) y sus ecosistemas adyacentes a conservar, se tomaron en cuenta
los criterios internacionales para zonas núcleo y zonas de amortiguamiento del Programa
del Hombre y la Biósfera (MAB) (UNESCO 1984), adaptados al Sistema Estatal de Áreas
Naturales Protegidas del Estado de Jalisco, en su categoría de Parques Estatales, de acuerdo
a lo señalado en el Artículo 47 de la Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente: “Los parques estatales son aquellas áreas de uso público, constituidas por el
Titular del Ejecutivo, que contienen representaciones biogeográficas en el ámbito regional
de uno o más ecosistemas, cuya belleza escénica es representativa, tienen valor científico,
educativo y de recreo, y valor histórico por la existencia de flora y fauna y sus posibilidades
de uso ecoturístico. En los parques estatales solo podrá permitirse la realización de
actividades relacionadas con la protección de sus recursos naturales, el incremento de su
flora y fauna y en general, con la preservación de los ecosistemas y sus elementos, así como
con la investigación, recreación, ecoturismo y educación ambiental”.
Objetivos
Establecer un área dedicada a la conservación de los bosques mesófilos de montaña de
Talpa de Allende, principalmente aquel que contiene Acer saccharum subsp. skutchii (arce
azucarero), Magnolia pacífica, Podocarpus reichei, Matudea trinervia, Abies
guatemalensis, Tilia mexicana, Cyathea costaricensis, además de ecosistemas adyacentes,
tales como el bosque de oyamel (Abies guatemalensis), de pino-encino, de encino, bosque
tropical subcaducifolio, bosque tropical caducifolio y bosque de galería.
Para la delimitación del polígono se toma en consideración las características
espaciales del bosque. El bosque de arce azucarero sólo habita en pocas cañadas con
fragmentos de bosques angostos y alargados a lo largo de arroyos permanentes. Estos
fragmentos están inmersos en una matriz de diversos tipos de vegetación (principalmente
bosques de pino-encino y de oyamel), por lo que no se pueden conservar en una forma
aislada. Para su conservación efectiva se requiere un polígono que incluya de manera
integral a la montaña y sus ecosistemas adyacentes, con los cuales tiene interacciones
importantes para la conservación de su biodiversidad y sus funciones ecológicas.
La zona propuesta también considera la inclusión de áreas para proveer de servicios
ambientales a las comunidades locales y regionales. El bosque mesófilo con arce azucarero
de la cañada de “Ojo de Agua del Cuervo” y sus ecosistemas adyacentes forman la
cabecera de cuenca del río Talpa-Mascota y el polígono del Parque Estatal esta diseñado
para incluir una gran parte de esta cabecera de cuenca tan importante para las cabeceras
municipales de Talpa de Allende, Mascota y Puerto Vallarta.
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23
Metodología de delimitación del polígono
1.
Verificación en campo y georeferenciación de tipos de vegetación y usos de suelo
Se evaluó visualmente la estructura y composición de especies de los diferentes tipos de
vegetación y usos de suelo encontrados fuera y dentro del polígono propuesto por VargasRodríguez (2005) y Vargas-Rodríguez et al. (2010), en sitios representativos y distribuidos
a lo largo del perímetro del polígono y puntos interiores. Se registraron los puntos de
referencia verificados por medio de un geoposicionador (Garmin) y se ingresaron a un
Sistema de Información Geográfica (SIG), por medio del uso de los programas Erdas 9.1,
Arc View 3.2 y Arc GIS 9.2 (ESRI, 1996, 2006).
2.
Clasificación de imágenes de percepción remota
Mediante el uso de imágenes multiespectrales de satélite del sistema Landsat 7 2007 (con
resolución de 28 m) e imágenes de alta resolución (1.1 m) del sistema Google Digital Globe
2009 (Quickbird) se realizó la clasificación de los diferentes tipos de vegetación y usos de
suelo. La clasificación de imágenes consistió en tres etapas:
2.1 Clasificación por medio del método híbrido, que incluye la clasificación
supervisada y la no supervisada (Richards y Jia 2006).
2.2 Clasificación experta (ERDAS Field Guide 2005). Con el uso de la técnica “Expert
classification” del programa ERDAS 9.1 y el uso combinado de un Modelo Digital de
Elevaciones e imágenes de alta resolución de Google se generó una serie secuenciada de
mapas de clasificación:
a) máscaras de fragmentos de determinados tipos de vegetación y usos de
suelo.
b) las máscaras se sometieron a clasificaciones parciales para determinar
subtipos de vegetación y usos de suelo.
c) por medio de una combinación de clasificaciones parciales se
determinaron los tipos de vegetación y usos de suelo y sus subcategorías.
2.3 Reclasificación.
3.
Generación de un mapa de valores de conservación de los ecosistemas
Se determinó una escala del 1 al 10 por orden de menor a mayor valor de conservación de
biodiversidad para las 12 categorías en las que se clasificaron los tipos de vegetación y uso
de suelo (Cuadro 1). Los valores de conservación fueron asignados de acuerdo a cuatro
atributos de los ecosistemas del polígono:
a) Biodiversidad
b) Endemismos
c) Extensión territorial o rareza del ecosistema en el país y en el Occidente
de México
d) Presencia de especies de distribución relictual, como Acer saccharum
subsp. skutchii (arce azucarero), Magnolia pacífica, Podocarpus reichei,
Matudea trinervia, Abies guatemalensis, Tilia mexicana, Cyathea
costaricensis.
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24
Cuadro 1. Valores de conservación asignados a los tipos de vegetación y uso de suelo del
polígono para el Parque Estatal Bosque de Maple.
No. de clase
Tipo de vegetación o uso de suelo
Valor de
conservación
0
Sin datos
0
1
Sin vegetación
1
2
Pastizal
3
3
Agricultura
1
4
Selva baja
6
5
Matorral subtropical
4
6
Bosque de encino abierto
6
7
Bosque de encino cerrado
8
8
Bosque mixto de encino y pino
8
9
Bosque de pino
8
10
Bosque mesófilo de montaña (incluye oyamel)
10
11
Selva mediana y bosque de galería
7
12
Cuerpos de agua
7
Una vez que se obtuvo la tabla de valores de conservación se elaboró el mapa de valores de
conservación mediante un análisis de fragmentación, por medio del cual se realizó una
suavización de los diferentes tipos de vegetación y usos de suelo de acuerdo a sus
respectivos valores de conservación.
4.
Delimitación del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce
Para la delimitación final del polígono se consideraron los siguientes aspectos:
a) El mapa de clasificación de los tipos de vegetación y usos de suelo.
b) El mapa de valores de conservación de los ecosistemas.
c) La seguridad en la tenencia de la tierra (presencia de predios comprados
por el Gobierno del Estado).
d) La superficie máxima sugerida por la Secretaría del Medio Ambiente y
Desarrollo Rural (SEMADES) para el Parque Estatal Bosque de Arce.
e) La forma sugerida para polígonos de áreas naturales protegidas con fines
de conservación de la biodiversidad y con fines de simplificación
operativa y administrativa, es decir, de forma no muy irregular y no muy
compleja, con el mínimo de vértices posibles.
Las posiciones y trazos de los linderos y vértices propuestos por Vargas-Rodríguez (2005)
y Vargas-Rodríguez et al. (2010) se modificaron tomando en cuenta los aspectos
mencionados buscando hacer que coincidieran con elementos topográficos característicos
que sirvieran de referencia para facilitar su ubicación, y elementos que formaran límites
naturales o antropogénicos, tales como arroyos, crestas de montaña, cimas, carreteras y
límites de tipos de vegetación y usos de suelo.
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25
Resultados
Se presentan el mapa de la delimitación de la propuesta actual para el Parque Estatal
Bosque de Arce (Fig. 1), así como el mapa de tipos de vegetación y usos de suelo (Fig. 2 y
3) y el mapa de valores de conservación (Fig. 4), que sirvieron de base para la delimitación.
En el cuadro 2 se presentan las coordenadas geográficas UTM de los 68 vértices que
delimitan el polígono del Parque Estatal Bosque de Arce.
26
Figura 1. Delimitación del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce.
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27
Figura 2. Clasificación de tipos de vegetación y usos de suelo del área propuesta para
Parque Estatal Bosque de Arce y su zona aledaña al polígono.
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28
Figura 3. Clasificación de tipos de vegetación y usos de suelo del área propuesta para
Parque Estatal Bosque de Arce.
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29
Figura 4. Polígono del Parque Estatal Bosque de Arce con escala de valores de
conservación de ecosistemas.
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Cuadro 2. Coordenadas geográficas UTM Zona 13 Norte de los 68 vértices que delimitan el
polígono del Parque Estatal Bosque de Arce de Talpa de Allende, Jalisco.
Vértice
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
Coordenadas X UTM 13N
519753
519721
520014
520483
521127
521715
521969
522350
523073
523616
524090
524101
524783
525407
525812
526066
526273
526493
526921
527348
527823
528088
528260
528467
529234
529785
530138
530387
530684
530696
530633
530512
530391
530375
530237
530052
530005
529773
529675
529525
529439
529608
529706
529707
529711
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Coordenadas Y UTM 13N
2237040
2237440
2238110
2238400
2238370
2238550
2238770
2238820
2238720
2238750
2238880
2239060
2239110
2239150
2238870
2238920
2239300
2239420
2239260
2239230
2239080
2238410
2237930
2237590
2236540
2236150
2235970
2235650
2234880
2234460
2234220
2233840
2233240
2232660
2232540
2232300
2232150
2232100
2232340
2232330
2232210
2231770
2231500
2231220
2230990
30
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
529709
529631
529476
528501
526698
525444
523951
524431
524581
524803
524424
524078
523619
523396
523292
523223
523034
522793
522569
521973
520844
520088
519753
2230140
2229390
2228280
2228110
2227410
2226290
2226800
2229850
2231050
2232430
2232950
2233230
2233430
2233520
2233650
2234000
2234230
2234580
2235000
2235600
2235340
2235980
2237040
Referencias
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Springer, Berlín.
UNESCO. 1984. Action plan for biosphere reserves. Nature and resources 20:1-12.
Vargas-Rodríguez, Y.L. 2005. Ecology of disjunct cloud forest sugar maple populations
(Acer saccharum subsp. skutchii) in North and Central America. Master of Sciences
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Leica Geosystems 2005. ERDAS Field Guide. Geospatial Imaging, LLC. Norcross,
Georgia.
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31
VI. Medio natural
32
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Descripción geográfica
El polígono del Parque Estatal Bosque de Arce se ubica en la zona este-sureste del
municipio de Talpa de Allende con 6,318.95 ha, además de una pequeña parte del suroeste
de Atenguillo con 118.87 ha y norte de Tomatlán con 1,441.91 con una superficie total de
7,879.79 hectáreas en la Región Sierra Occidental del Estado de Jalisco, entre las
coordenadas 104.706º -104.811º de longitud oeste y 20.2855º - 20.1782º de latitud norte
(Fig. 5).
Esta área es parte de la subprovincia fisiográfica de las sierras de la costa de Jalisco y
Colima, correspondiente a la parte más occidental de la provincia fisiográfica Sierra Madre
del Sur (INEGI 2004). Esta subprovincia se caracteriza por la ausencia de alineamientos
estructurales este-oeste, ya que se encuentra en un bloque granítico (Bloque Jalisco)
separado de las otras subprovincias por el sistema de fallas de Colima y el Sur de Jalisco
(Maillol et al. 1997). El rango de altitud es de 630 -2336.6 m s.n.m. Los límites del
polígono aqui confluyen en 68 vértices (Cuadro 2).
El polígono forma parte de la Sierra de Cacoma y de la Sierra Arrastradero, ambas
constituyen un segmento occidental de la Sierra Madre del Sur. Es una región
predominantemente montañosa con pendientes de moderadas a abruptas, con muy escasas
zonas planas y de lomeríos. Sus laderas forman vertientes hacia las costas del municipio de
Tomatlán en su cara sur y hacia los valles intermontanos de Talpa de Allende y Mascota
hacia su cara norte, vertiendo sus aguas finalmente hacia la costa norte del estado,
atravesando los municipios de Talpa de Allende, Mascota y Puerto Vallarta.
Referencias
INEGI 2004. Conjunto de Datos Vectoriales Fisiográficos. Continuo Nacional. Escala
1:1’000,000. Serie I.
Maillol, J.M., W.L. Bandy y J. Ortega-Ramírez. 1996. Paleomagnetism of Plio-Quaternary
basalts in the Jalisco block, western Mexico. Geofísica Internacional. Universidad
Nacional Autónoma de México, México, D.F. Vol. 36 (001). Versión digital.
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Ubicación del Parque Estatal Bosque de Arce
34
Figura 5. Ubicación geográfica del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce, en
los municipios de Talpa de Allende, Atenguillo y Tomatlán.
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Clima
La caracterización de los climas se realizó mediante el uso del conjunto de datos vectoriales
del continuo nacional de climas, de precipitación y de temperatura media anual, escala
1:1’000,000 en formato digital (INEGI 2007) y su procesamiento en sistemas de
información geográfica con el uso del programa ArcView GIS 3.2 y Arc GIS 9.2 (ESRI
1996, 2006).
Se utilizó el sistema de clasificación climática de Köppen modificado por García
(1964, 1981), el cual divide a los climas en grupos, subgrupos, tipos y subtipos climáticos
de acuerdo a las características de temperatura y precipitación total mensual y anual. Para
la zona de estudio se registran dos grupos climáticos, el A (cálido subhúmedo) y el C
(templado subhúmedo), además de las subdivisiones de A(C) (semicálido subhúmedo
proveniente de estación con clima cálido A) y de (A)C (semicálido subhúmedo proveniente
de estaciones con clima templado C) (Fig. 6). La precipitación media anual en la parte sur
del polígono de Parque Estatal es de 1600 a 1800 mm, mientras que en el área central y
norte del polígonoo los valores son de 1200 a 1600 mm. La temperatura media anual en el
área oeste del polígono es de 20 y 22º C, mientras que en las áreas centro, norte y sureste
del polígono son de 20 a 18º C y en la parte este es de 18 a 16º C.
Unidades climáticas del área propuesta
Aw2(w): Cálido, el más húmedo de los subhúmedos, con un cociente P/T (precipitación
total anual en mm/temperatura media anual en ºC) superior a 55.3, con lluvias en verano y
sequía invernal (con un porcentaje de lluvias invernales inferior a 5), con precipitación del
mes más seco inferior a 60 mm, temperatura media del mes más frío mayor a 18º C y
temperatura media anual mayor a 22º C.
(A)C(w1)(w): Semicálido subhúmedo con humedad intermedia (con un cociente de
precipitación media anual/temperatura media anual entre 43.2 y 55.3), con lluvias en
verano y sequía invernal (con un porcentaje de lluvias invernales inferior a 5), con
precipitación del mes más seco inferior a 40 mm, con temperatura del mes más frío entre 3º y 18º C y temperatura media anual mayor a 18º C.
(A)C(w2)(w): Semicálido, el más húmedo de los subhúmedos (con un cociente de
precipitación media anual/temperatura media anual superior a 55.3), con lluvias en verano y
sequía invernal (con un porcentaje de lluvias invernales inferior a 5), con precipitación del
mes más seco inferior a 40 mm y temperatura media anual mayor a 18º C, con uno o más
meses con temperatura inferior a 18º C.
C(w2)(w): Templado, el más húmedo de los subhúmedos (con un cociente de precipitación
media anual/temperatura media anual superior a 55.3), con lluvias en verano y sequía
invernal (con un porcentaje de lluvias invernales inferior a 5), con precipitación del mes
más seco inferior a 40 mm, y temperatura media anual entre 12 y 18º C.
Distribución geográfica de los grupos de climas en el área propuesta
El clima Aw2(w) (cálido, el más húmedo de los subhúmedos) se distribuye en altitudes
inferiores a los 1,100 m s.n.m., en las laderas con vertiente al sur y suroeste de la Sierra de
Cacoma, en los valles ramificados de los afluentes del Río San Nicolás en la parte Suroeste.
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Este tipo de clima sólo cubre una fracción muy pequeña de la parte occidental del polígono
de Parque Estatal proppuesto (Fig. 6) (Cuadro 3).
El clima (A)C(w1)(w) (semicálido subhúmedo con humedad intermedia) se
distribuye en el valle de Talpa de Allende entre altitudes que van de los 1145 m hasta los
1400 m y en una zona de cañadas entre el Cerro Las Víboras y Los Cerritos Cuates, en las
cañadas de los arroyos Potrerillos y Carrizal, en un intervalo altitudinal de 1600 y 1900 m.
El grupo climático (A)C(w2)(w) (semicálido, el más húmedo de los subhúmedos)
cubre altitudes medias de la Sierra de Cacoma y de la Sierra Arrastrados, así como las
partes bajas del valle de La Huerta y Mirandilla, y altitudes medias del valle de Talpa entre
los 1100 y los 2000 m s.n.m.
El clima C(w2)(w) (templado subhúmedo con humedad alta) se distribuye en las
partes más altas de la Sierra de Cacoma, de la Sierra Arrastrados y de la Sierra contigua a
Mesa Grande en las áreas este y sureste del polígono de Parque Estatal, entre altitudes que
van de los 1600 a los 2336 m s.n.m.
Figura 6. Unidades climáticas del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce, de
acuerdo al sistema de clasificación de Köppen modificado por García (1964, 1981),
elaborado a partir del Conjunto de datos vectoriales climatológicos escala 1:1000,000 del
INEGI, Serie I.
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Cuadro 3. Cobertura ocupada por las diferentes unidades climáticas dentro del polígono del
Parque Estatal Bosque de Arce, de Talpa de Allende, Jalisco.
Unidad climática
(A)C(w2)(w)
Aw2(w)
C(w2)(w)
TOTAL
Área ocupada
(ha)
4907.0
62.3
716.6
9.1
2256.2
28.6
7879.8
100.0
%
Referencias
ESRI. 1996. ArcView Ver. 3.2. Environmental Systems research, Institute, Inc.
ESRI. 2006. ArcGis Ver. 9.2. Environmental Systems research, Institute, Inc.
García, M. E. 1964. Modificación de la clasificación climática de Köppen. Ed. UNAM.
México, D.F.
García, E. 1981. Modificaciones al Sistema de Clasificación Climática de Koppen, Instituto
de Geografía, UNAM, México.
INEGI 2007. Conjunto de datos vectoriales del continuo nacional de climas escala
1:1’000,000. Serie I. Formato digital INEGI.
INEGI 2007. Conjunto de datos vectoriales de precipitación y temperatura media anual.
Escala 1:1’000,000. Formato digital. INEGI.
.
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37
Geología
El área propuesta para conservación se encuentra en el sector occidental del Bloque Jalisco.
Este bloque es al parecer una mini placa tectónica incipiente perteneciente a la porción
occidental de la Sierra Madre del Sur. El Bloque Jalisco esta dividido de la Sierra Madre
Occidental, en su límite noreste, por la falla tectónica de Tepic-Zacoalco y del resto de la
Sierra Madre del Sur, en su límite sureste, por la falla tectónica de Colima, ambas fallas
constituyen ramas del Eje Neovolcánico Transversal Mexicano (Ferrari et al. 1999). El
Bloque Jalisco esta formado por dos zonas litológicas superficiales distintivas: en su
sección suroccidental por una extensa formación de roca granítica (ígnea intrusiva o
plutónica) llamada batolito, originada entre el Cretáceo y el Paleoceno, y en su sección
nororiental por una secuencia volcánica sedimentaria con predominio de flujos de cenizas
silícicas del Cretáceo al Terciario inferior (Maillol et al. 1997).
El área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce esta en la zona de transición
de las dos grandes zonas litológicas que componen el Bloque Jalisco. Contiene la cresta
principal o parteaguas de la Sierra de Cacoma (Sierra Madre del Sur) en sus secciones
oeste, suroeste y sur, abarca los dos grandes tipos de formaciones geológicas de los que se
compone el Bloque Jalisco: el batolito granítico intrusivo en la sección oeste del área
propuesta para Parque Estatal y la secuencia volcánica sedimentaria de toba ácida en sus
secciones norte, este y sur (Maillol et al. 1997) (Fig. 7). La litología de la zona propuesta
para Parque Estatal Bosque de Arce esta dominada entonces por rocas ígneas, en su mayor
parte extrusivas (tobas ácidas del Oligoceno-Mioceno y andesitas del Terciario inferior) y
sólo en algunas áreas de la saliente occidental de la zona (el oeste de la localidad de El
Refugio) y del sur del polígono las rocas ígneas intrusivas dominan (granito del Cretáceo)
(INEGI 2007) (Cuadros 4 y 5).
En la zona aledaña al polígono existe mayor diversidad de rocas, ya que abarca una
mayor extensión, incluyendo parte de los valles intermontanos del Río Talpa, del Arroyo
La Huerta y del Río Mirandilla, además de las barrancas de los afluentes del Río San
Nicolás. En la sección suroeste de la zona aledaña al polígono las rocas ígneas intrusivas
graníticas se extienden ampliamente en tres fajas anchas con dirección SW-NE
correspondientes a las cuencas del Arroyo Agua Fría (afluente del Río Tomatlán), y los
arroyos La Quebrada y Alpisahua (afluentes del Río San Nicolás), y se interdigitan con
coladas de rocas ígneas extrusivas (andesita y toba ácida).
Las rocas que dominan la mayor extensión de la zona aledaña al polígono, en sus
secciones sureste, este, norte y oeste, son las ígneas extrusivas de toba ácida, del
Oligoceno-Mioceno (Terciario), conformando lo que son las zonas montañosas de la Sierra
de Cacoma, la Sierra Arrastradero y Mesa Grande.
El valle intermontano del Río Talpa se localiza en una fosa tectónica (graben)
(Carmichael et al. 1996) y al igual que los valles de la Huerta y de Mirandilla, ha sido
rellenado por depósitos aluviales, areniscas y conglomerados del Cuaternario (INEGI
2007). Igualmente en los valles ramificados de los afluentes del Río San Nicolás se
presentan suelos de depósitos aluviales del Cuaternario.
Descripción de los tipos de roca dominantes del área propuesta
Rocas ígneas
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(Ignis, fuego) Se originan a partir de material fundido en el interior de la corteza terrestre,
el cual está sometido a una temperatura y presión muy elevada (Blatt y Tracy 1996). El
material antes de solidificarse recibe el nombre de magma (solución compleja de silicatos
con agua y gases a elevada temperatura). Cuando el magma emerge a la superficie se
conoce como lava.
Rocas ígneas extrusivas
Se forman al enfriarse y solidificarse el magma que es derramado a la superficie terrestre a
través de fisuras o conductos (volcanes). Se distinguen de las rocas ígneas intrusivas por
presentar cristales que sólo pueden ser observados a través de una lupa (textura afanítica)
(Blatt y Tracy 1996). Los principales tipos de roca ígnea extrusiva que se encuentran en el
área de estudio son toba ácida, andesita, volcanoclasto y basalto (INEGI 2007).
Toba (T): La toba es una roca de origen explosivo, formada por material volcánico
suelto o consolidado. Comprende fragmentos de diferente composición mineralógica y
tamaños menores de 4 mm. La toba ácida (Ta) es una toba riolítica (roca piroclástica cuya
composición es similar a la roca riolítica). La riolita es una roca extrusiva ácida que
contiene más del 65% de SiO2 y que consiste esencialmente de cuarzo y feldespato alcalino
en mayor proporción que la plagioclasa sódica. Roca con una baja proporción de minerales
de tamaño arcilla, de textura gruesa formada por cenizas volcánicas y no permeable al agua.
Es una roca de lenta meteorización, por lo que también posee una baja liberación de
elementos al medio. Puede originar suelos ácidos de texturas medias. Este tipo de roca
ocupa el 81.6% del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce (Cuadro 4).
Andesita (A): Es una roca volcánica generalmente porfídica que consiste en
plagioclasa sódica, con un contenido intermedio de SiO2 (entre 52% y 65%). Se llama
plagioclasa a un grupo de feldespatos correspondiente a la clase de silicatos alumínicos de
sodio y calcio variando las proporciones de éstos elementos, forman una serie isomórfica de
solución sólida. Sus minerales principales son la albita y la anortita. Cristalizan en el
sistema triclínico, de donde toman su nombre, del griego plagios (oblícuo) y klasis
(fractura). La andesita esta formada de un 70 a 50% de NaAlSi3O8 y de un 30 a 50% de
CaAl2Si2O8. Este tipo de roca ocupa el 2.5% del polígono del Parque Estatal.
Volcanoclasto o piroclasto (Vc): (Del griego Pyro-fuego, Klastos-quebrado) Están
formadas por materiales fragmentados expulsados por los conductos volcánicos
proyectados al aire y depositados en la superficie. Comprende fragmentos de diferentes
tamaños y composición. En el caso de una actividad volcánica de forma explosiva el
magma enfriado se fragmenta y se expulsa y reparte en forma de material suelto. Este
material expulsado, fragmentado y distribuido por el viento, no compactado se denomina
tefra, independientemente de la composición o del tamaño de los granos. Los diferentes
fragmentos, sueltos o compactados, son llamados piroclastos. Las explosiones que se
originan de magma viscoso en ebullición estando cerca de la superficie terrestre, a veces
incorporan otras rocas ya solidificadas o magma ya solidificado situados encima del cuerpo
magmático en ebullición. El material piroclástico está expuesto a tres distintos procesos de
transporte y deposición: caer desde una nube de ceniza en alturas altas de la atmósfera,
flotar en el aire o fluir en una avalancha ardiente. Ejemplos de rocas volcanoclásticas son la
piedra pómez, las ignimbritas y las pumitas.
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Basalto (B): Es una roca extrusiva básica (que contiene entre 45% y 52% de SiO2)
de color negro (o verdoso) de textura porfídica (en ocasiones también de textura vacuolar),
que están compuestos generalmente de piroxenos y plagioclasas. Pueden también contener
olivino, o aparecer accesoriamente otros minerales como biotita, apatito, magnetita y
hornblenda. Los basaltos forman la mayor parte de los actuales conos volcánicos. Lo
característico del basalto para diferenciarlo de una andesita es la presencia del mineral
augita (un piroxeno), olivino y la ausencia de una textura porfídica. Pero la propiedad
"oficial" que separa basalto de la andesita es el valor de anortita en la plagioclasa. Un
basalto debe contener entre un valor An 50% - 90%. Roca dura de color negro, gris oscuro
o pardo oscuro. Aristas cortantes por lo que raya el vidrio. Las caras de los cristales brillan.
De color oscuro, presenta frecuentemente fenocristales de augita y más raramente de
plagioclasas. Roca con alto contenido de arcilla, de textura suave y no permeable al agua,
facilmente meteorizable. La meteorización de esta roca proporciona gran cantidad de
elementos nutrientes al medio, tales como Ca, Mg, Na, K y Fe. El K podría estar en una
mínima cantidad o no estar presente, su presencia dependerá de los minerales accidentales
que posea la roca. El Na y el Ca se encuentran en proporción media y en mayor cantidad
respectivamente, al constituir parte de minerales como piroxeno y plagioclasa. El Mg se
encuentra en alta proporción formando parte de la plagioclasa y en menor parte del
piroxeno. El Al se encuentra en una alta proporción formando parte de los minerales
presentes en esta roca. Los suelos formados a partir de esta roca son arcillosos, con arcillas
del tipo smectitas, pudiendo ser estas, según el ambiente, del tipo caolinita o alofana.
Rocas ígneas intrusivas (plutónicas)
Se forman cuando la corteza terrestre se debilita en algunas áreas, el magma asciende y
penetra en las capas cercanas a la superficie (cámaras magmáticas), pero sin salir de ésta,
lentamente se enfría (millones de años) y se solidifica a muy altas presiones, dando lugar a
la formación de éste tipo de rocas (Blatt y Tracy 1996). La característica principal es la
formación de cristales observables a simple vista (textura fanerítica). En el área de estudio
sólo se encuentra un tipo de roca ígnea intrusiva, el granito.
Granito (Gr): Es una roca intrusiva ácida (que contiene más del 65% de SiO2) y
que consiste esencialmente de minerales claros como cuarzo, feldespatos alcalinos
(microlina o ortóclasa) y plagioclasa en cantidades variables. El cuarzo muestra
normalmente un color gris- transparente, con un fracturamiento concoide. Este tipo de roca
ocupa el 15.6% del polígono del Parque estatal Bosque de Arce. Es de color blanco, gris
claro, rosado, amarillento, raramente verdoso. Su estructura es densa con granos de tamaño
medio o fino y textura granular. Roca con escaso porcentaje de arcilla, claramente alto
porcentaje de arena, de textura áspera, poco permeable. El feldespato ocasionalmente tiende
a organizarse en grandes cristales que le confieren a la roca textura porfírica. Los elementos
principales como el K y Al, presentan una liberación lenta, a causa de su dureza. Presenta
una lenta meteorización, debido a la presencia de cuarzo. Puede originar suelos profundos,
arcillosos, con horizonte B iluvial, de color rojizo por el alto contenido de óxidos de Fe; en
la fracción arcilla dominan las Kanditas, las que se encuentran en alto contenido, por lo que
se originan suelos ricos en arcillas 1: 1.
Rocas sedimentarias
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Son materiales compactados que previamente han sido depositados en el agua, por hielo,
por el viento o químicamente precipitado en el agua (Blatt y Tracy 1996). Los procesos
sedimentarios son fenómenos de la superficie terrestre y del agua. Empiezan con la
destrucción de rocas sólidas por la meteorización, la erosión y el transporte por un medio
(agua, viento, hielo), para seguir con la deposición o precipitación y como ultimo la
diagénesis, la formación de rocas sólidas.
La diagénesis es parte de la formación de una roca sedimentaria dura, es el proceso
que cambia la roca blanda (la arena por ejemplo) a una roca dura. En la literatura
generalmente se habla de tres mecanismos: la temperatura, la presión y reacciones
químicas. Especialmente el último proceso es el más importante y más eficiente.
Finalmente el contenido de calcio o sílice en aguas circulando en la roca blanda o suelta
puede producir una precipitación de un cemento que figura como pegamento y cambia la
roca a una roca sólida. Los factores temperatura y presión apoyan estos procesos químicos.
Pero la pura presión difícilmente podría producir una roca sedimentaria dura - sólida. Un
ejemplo donde la presión importa son las rocas arcillosas. En lodos y barros la presión
juega un papel mucho más importante durante la diagénesis. La diagénesis y la
compactación (presión) son procesos conjuntos. Los procesos de la diagénesis por
definición están limitados hasta una temperatura de 200ºC. Con temperaturas más altas se
habla del metamorfismo. Las rocas sedimentarias que se encuentran en la zona de estudio
son areniscas y conglomerados, y generalmente se encuentran mezcladas entre sí en las
mismas unidades cronoestratigráficas.
Arenisca (ar): Es una roca epiclástica (que se origina a partir del intemperismo,
erosión y transporte de rocas preexistentes) constituida por fragmentos minerales del
tamaño de la arena (1/16 mm a 2 mm), con predominancia de granos de cuarzo. Se pueden
clasificar por el porcentaje de matriz en: arenitas (0-15%) y wacas (15-75%), y por el
contenido de minerales (cuarzo, feldespatos y fragmentos de roca) en: arcosas,
ortocuarcitas y litarenitas, Grawvaca (lítica o feldespática). El cemento puede ser silícico
(cuarzo, ópalo, calcedonio o bien calcáreo, dolomítico, arcillosos (grawvaca) o limonítico.
Posee muy bajo contenido de arcilla, de grano grueso, de textura áspera, permeable al agua,
pero su alto grado de cementación le otorgan una alta estabilidad, por lo que se meteoriza
lentamente, liberando una baja cantidad de elementos al medio. Puede originar suelos de
texturas gruesas, con alta permeabilidad, pobres en bases.
Conglomerado (cg): Es una roca psefita (que lleva más de 50% de componentes
arrastrados de un diámetro mayor que 2mm) con granos gruesos de mayores de 2 mm a
más de 250 mm (gravilla 2-4 mm, matatena 4-6 mm, guijarro 64-256 mm y peñasco de
>256 mm), de formas esféricas a poco esféricas, y de grado de redondez de anguloso a bien
redondeado. Por la presencia de arcillas (matriz y/o cementante) se diferencian los
siguientes tipos: ortoconglomerados (matriz <15%) y paraconglomerados (matriz >15%).
Los tipos de los fragmentos pueden variar mucho según cual fuese la composición de la
zona de erosión suministradora, por ejemplo conglomerados ricos en guijarros de cuarzo,
conglomerados de componentes magmáticos y/o metamórficos, conglomerados de
componentes de serpentinita o conglomerados de componentes de caliza. La masa básica
amalgamadora igualmente puede variar, puede constituirse de componentes clásticos,
pelíticos y arenosos (matriz) y de material de enlace carbonático o silícico (cemento) que es
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sustituido posteriormente por la roca al solidificares. Los componentes de los
conglomerados son transportados por ríos y/o por el mar.
Suelos aluviales
Los suelos aluviales se forman como producto de la sedimentación de materiales finos
(arcilla, arena, limo, gravas) acarreados por las corrientes de agua y depositados en el fondo
de los valles. Los suelos aluviales son suelos de origen fluvial, poco evolucionados aunque
profundos. Aparecen en las vegas de los principales ríos. Se incluyen dentro de los
fluvisoles calcáricos y eútricos, así como antosoles áricos y cumúlicos, si la superficie
presenta elevación por aporte antrópico, o bien si han sido sometidos a cultivo profundo.
Los suelos aluviales son suelos con perfil poco desarrollado. Sobre su superficie se ha
acumulado algo de materia orgánica. Son suelos que tienen mala filtración y oscuros. Son
suelos recientes y fértiles. En el polígono del Parque Estatal Bosque de Arce sólo
representan el 0.3% de la superficie (INEGI 2007).
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Cuadro 4. Unidades cronoestratigráficas en el área propuesta para Parque Estatal Bosque de
Arce y área que ocupa cada unidad en dicha zona.
Fórmula de unidad geológica
(INEGI Serie I)
K(Gr)
Ti(A)
Tom(Ta)
Q(al)
TOTAL
Entidad
Clase
Unidad
cronoestratigráfica
Unidad
cronoestratigráfica
Unidad
cronoestratigráfica
Suelo
Ígnea
intrusiva
Ígnea
extrusiva
Ígnea
extrusiva
Suelo
Área
(ha)
Área
(%)
Cretácico
1227.3
15.6
Cenozoico
Paleógeno
194.8
2.5
Cenozoico
Terciario
6432.3
81.6
Cenozoico
Cuaternario
25.4
7879.7
0.3
100.0
Tipo
Era
Granito
Mesozoico
Andesita
Toba
ácida
Aluvial
Período
(Sistema)
Cuadro 5. Claves usadas en el mapa de Geología (Fig. 7) del área de estudio.
Período (Sistema)
Cretácico
Clave
Clase de roca
Tipo
Clave
ROCAS IGNEAS
INTRUSIVAS
Granito
(Gr)
ROCAS IGNEAS
EXTRUSIVAS
Andesita
(A)
Toba Ácida
(Ta)
Volcanoclástico
(Vc)
Basalto
(B)
K
Cuaternario
Paleógeno
Terciario (OligocenoMioceno)
Plioceno-Cuaternario
Q
Ti
Tom
TplQ
ROCAS SEDIMENTARIAS
SUELOS
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Brecha volcánica
básica
AreniscaConglomerado
Aluvial
Residual
(Bvb)
(arcg)
(al)
(re)
43
44
Figura 7. Mapa geológico del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce. La
descripción de las claves de las unidades cronoestratigráficas se muestra en los cuadros 4 y
5.
Referencias
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Nacional Autónoma de México, México, D.F. Vol. 36 (001). Versión digital.
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Geomorfología
El área de estudio es una región predominantemente montañosa, enclavada en la provincia
fisiográfica de la Sierra Madre del Sur. Esta Sierra se originó en el periodo comprendido
entre el Cretáceo y el Terciario Inferior, debido a un levantamiento del batolito granítico
que conforma la sección suroeste del Bloque Jalisco (Morán-Zenteno et al. 2007), el cual es
producto de la subducción de la Placa Tectónica de Rivera bajo la Placa Norteamericana
que incluye a este Bloque (Maillol et al. 1996). El levantamiento originó las principales
sierras de la región de estudio, que constituyen ramificaciones de la Sierra Madre del Sur,
como son la Sierra de Cacoma y la Sierra de Arrastradero. Estos dos sistemas presentan
laderas con pendientes de medianamente inclinadas a muy fuertemente inclinadas, incluso
las abruptas no son muy escasas, sobre todo en la vertiente suroeste de la Sierra de Cacoma
y en algunas cumbres de la Sierra Arrastradero (Fig. 8, 12 y Cuadros 6 y 7).
Al norte y noreste del área de estudio, la Sierra Madre del Sur colinda con la
provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico Transversal, por lo que presenta algunos
pequeños conos volcánicos y la fosa tectónica (graben) del valle de Talpa de Allende. Al
suroeste del área de estudio se encuentran laderas y planicies de piedemonte graníticas,
producto de la erosión pluvial y fluvial del bloque granítico (batolito) de la Sierra de
Cacoma en sus vertientes sur y suroeste (Barrera-Rodríguez y Zaragoza-Vargas 2007), que
son sus caras más expuestas a la zona con mayor precipitación del estado de Jalisco.
Al sureste, en la parte alta de la Sierra de Cacoma, existen pequeñas áreas con
laderas de pendientes suaves y pequeñas depresiones casi planas entre las cumbres de las
montañas, que son aprovechadas por las poblaciones de la Cumbre de Guadalupe y el
Chilacayote para uso agrícola y pecuario. Similarmente a estas áreas, en el centro del
polígono del Parque Estatal Bosque de Arce, en el predio de Ojo de Agua del Cuervo, se
localiza una singular cañada pequeña con cauce casi plano y con laderas de pendientes
suaves, que funciona como refugio al bosque de arce azucarero. La localidad de Ojo de
Agua del Cuervo donde se ubica el fragmento de bosque mesófilo de montaña con arce
azucarero (Acer saccharum subsp. skutchii) representa una cañada con fondo casi plano y
pendientes suaves ubicada en la parte alta del sistema montañoso de pendientes
pronunciadas de la Sierra de Cacoma. Es una cañada parcialmente protegida de los vientos
de tormentas tropicales y huracanes por la cresta alta (parteaguas) de la Sierra de Cacoma, y
que corre en forma paralela a ésta cresta.
Cuadro 6. Unidades geomorfológicas del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce de
Talpa de Allende, Jalisco.
Unidades geomorfólógícas
Área (ha) Área (%)
Laderas de montaña de pendientes de mediana a muy fuertemente inclinadas
Laderas de montaña de pendientes suaves a ligeramente inclinadas
Planicie aluvial
Total
7805.5
99.1
70.3
0.9
4.0
0.1
7879.7
100.0
Cuadro 7. Unidades geomorfológicas del área de estudio y sus extensiones territoriales.
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46
Unidades geoformologicas del área de estudio
Hectáreas
%
Cono volcánico basáltico
Meseta
Planicie aluvial
Planicie pedemontana granítica ondulada con pendientes ligeramente inclinadas
Lomerío pedemontano de pendientes ligeramente inclinadas
Lomeríos de pendientes ligeramente inclinadas
Laderas de montaña de pendientes suaves a ligeramente inclinadas
Laderas de montaña de pendientes ligeramente inclinadas
Laderas de montaña de pendientes de mediana a muy fuertemente inclinadas
Total
110.8
273.7
10059.5
2532.9
1608.1
1308.7
1581.9
354.1
76050.0
93879.6
0.1
0.3
10.7
2.7
1.7
1.4
1.7
0.4
81.0
100.0
Figura 8. Unidades geomorfológicas del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce y del
área de estudio.
Referencias
Barrera-Rodríguez, R. O. y Zaragoza-Vargas, F. 2007. Las estructuras del relieve del
Estado de Jalisco. Geomorfologia del Estado de Jalisco. Proyecto ”Ordenamiento
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47
Ecologico del Estado” Universidad de Guadalajara, Consultado el 30 de Octubre de
2007, de http://www.acude.udg.mx/jalisciencia/diagnostico/fisgeolsintes.pdf.
Maillol, J.M., Bandy, W.L. y Ortega-Ramírez, J. 1996. Paleomagnetism of Plio-Quaternary
basalts in the Jalisco block, western Mexico. Geofísica Internacional. Universidad
Nacional Autónoma de México, México, D.F. Vol. 36 (001). Versión digital.
Morán-Zenteno, D.J., Cerca, M., and Keppie, J.D. 2007. The Cenozoic tectonic and
magmatic evolution of southwestern México: Advances and problems of
interpretation, in Alaniz-Álvarez, S.A., and Nieto-Samaniego, Á.F., eds., Geology
of México: Celebrating the Centenary of the Geological Society of México:
Geological Society of America Special Paper 422, p. 71–91, doi:
10.1130/2007.2422(03). For permission to copy, contact [email protected].
©2007 The Geological Society of America.
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48
Hidrología
Hidrología de aguas superficiales
La mayor parte del área de estudio cuenta con un coeficiente de escurrimiento superficial
de 10 a 20% de la precipitación media anual, excepto una pequeña área de la microcuenca
del arroyo La Quebrada, que tiene un coeficiente de escurrimiento de 0 a 0.05%, y otra área
ubicada al sureste de la zona aledaña al polígono, por la localidad El Chilacayote, que
cuenta con un coeficiente de escurrimiento de 20 a 30% (INEGI 1981, 2007) (Fig. 9). Se
localiza en el límite de dos Regiones Hidrológicas, de las 37 Regiones en que se ha
dividido el país de acuerdo a las áreas que por su tipo de relieve y escurrimientos
superficiales presentan características similares en su drenaje (INEGI 1998).
La Región Hidrológica de la sección sur del área de estudio denominada Costa de
Jalisco (RH15), de la vertiente del Pacifico, representa el 15% de la superficie del estado y
esta formada por tres cuencas, dos de las cuales drenan el área de estudio: la Cuenca de los
ríos San Nicolás y Cuitzmala (B) y la Cuenca de los ríos Tomatlán- Tecuán (C). Su drenaje
se define como subparalelo y dendrítico conformado por corrientes intermitentes y
perennes.
Cuenca Río San Nicolás-Cuitzmala (B): Cuenta con una superficie de 3,852 km2 y
representa el 4.9% de la superficie estatal. Los afluentes principales son el Río San Nicolás
y el Cuitzmala. El Río San Nicolás tiene su origen en la Sierra de Cacoma, que sirve de
parteaguas entre las regiones hidrológicas 14 y 15. Presenta dirección suroeste hasta
desembocar al Océano Pacífico y reporta un volumen medio anual de 194 529.12 mm3 para
el periodo 1994-1995. En la cuenca no existen aprovechamientos significativos a nivel
estatal. Según la clasificación de Wilcox, la calidad del agua para riego es C1-S1 (agua de
salinidad baja y baja en sodio); el agua de baja salinidad puede usarse en la mayor parte de
los cultivos, en cualquier tipo de suelo con poca probabilidad que se desarrolle salinidad. El
agua baja en sodio puede utilizarse para el riego de los suelos con poca probabilidad de
alcanzar niveles peligrosos de sodio intercambiable, no obstante, los cultivos sensibles
como algunos frutales y aguacates pueden acumular cantidades perjudiciales de sodio. El
escurrimiento anual es de 504.95 mm3, procedentes de un volumen medio precipitado de 4
488.51 mm3 por año y un coeficiente de escurrimiento de 11.25%. En cuanto a las
estimaciones calculadas por la CNA, se tiene una disponibilidad de 1 737 mm 3, por lo que
su balance hidrológico es de abundancia.
Cuenca Río Tomatlán-Tecuán (C): Cuenta con una extensión de 3,852 km2, que
equivale al 4.8% de la superficie estatal. La cuenca es drenada por numerosos afluentes
intermitentes y por corriente perennes como Tomatlán, Prietos y Tecuán. El Río Tomatlán
tiene su origen en la Sierra de Cacoma, presenta una dirección preferencial sur-suroeste, en
el se encuentra una estación hidrométrica, la presa Cajón de Peña, que reporta un volúmen
medio anual de 1,608 mm3 para el periodo 1994-1995. No existen muchos
aprovechamientos significativos, el agua superficial se destina preferentemente para uso
agrícola y en menor porcentaje para uso doméstico y pecuario. La calidad del agua es C1S1 (de salinidad baja y baja en sodio). Presentó un escurrimiento anual de 516 mm3,
procedentes de un volumen medio precipitado de 4 586.73 mm3 por año y un coeficiente de
escurrimiento de 11.25%. Se tiene una disponibilidad de 1 684.9 mm3, por lo que su
balance hidrológico es positivo.
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49
La Región Hidrológica de la sección norte del área de estudio, denominada Ameca
(RH14), drena en la vertiente central del Océano Pacífico y representa el 11.45% de la
superficie del estado de Jalisco. Está integrada por tres cuencas, dos de las cuales drenan el
área de estudio: la Cuenca Río Ameca-Atenguillo (B) y la Cuenca Río Ameca-Ixtapa (C).
Su drenaje se define como subparalelo y dendrítico, conformado por corrientes
intermitentes y perennes.
Cuenca Río Ameca-Atenguillo (B): Cuenta con una extensión de 3,686 km2 y
equivale a 4.6% de la superficie de Jalisco. Sus principales afluentes son los ríos:
Atenguillo, Ahuacatlán, Jolapa, Pijinto y la principal corriente es el Río Ameca. Cuanta con
tres presas (Texcalama, Palo Verde y Oconahua), cuatro distritos de riego y dos plantas de
tratamiento de aguas residuales en Guadalajara y Mixtlán. El agua superficial se destina
preferentemente para usos agrícolas y en menor escala doméstico y pecuario. Se cuantificó
un escurrimiento medio anual de 310.39 mm3, procedentes de un volumen medio
precipitado de 3,567.78 mm3 por un año y un coeficiente de escurrimiento de 8.7%. Se
tiene una disponibilidad de 1,451.4 mm3, por lo tanto su balance hidrológico es positivo.
Cuenca Río Ameca-Ixtapa (C): Tiene una superficie aproximada de 3,205.48%
2
km y equivale a 4.0% de la superficie de Jalisco. Es drenada por corrientes perennes, las
principales son los ríos Talpa, Mascota, Ixtapa y por su extensión, el de mayor importancia,
el río Ameca. Tiene dos estaciones hidrométricas, que son: la de la Presa Corrinchis,
ubicada sobre el Río Mascota, reporta un volumen medio anual de 5,449.39 mm 3, y la
Desembocada, instalada también en el mismo río, consigna un volumen de 1,301 mm3, para
el periodo 1994 - 1995. El agua superficial se destina preferentemente para los usos
agrícola y en menor escala potable y pecuario. Se cuenta con tres plantas de tratamiento de
aguas residuales ubicadas en Mascota, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende. Cuenta
con un distrito de riego. Se cuantifico un escurrimiento medio anual de 408.78 mm3,
procedentes de un volumen medio precipitado de 3,633.6 mm3 por año y un coeficiente de
escurrimiento de 11.25%. Se tiene una disponibilidad de 471.7 mm3, por lo que su balance
hidrológico es positivo.
Hidrología de aguas subterráneas: El área de estudio se encuentra ubicada
principalmente en una unidad geohidrológica predominantemente montañosa con material
consolidado con posibilidades bajas de contener agua y funcionar como acuífero. Las rocas
de esta unidad se agruparon por tener escaso fracturamiento, contenido alto de arcilla y baja
permeabilidad, aunado a la topografía abrupta que favorece el escurrimiento. Se encuentra
ampliamente distribuida en toda el área de estudio y está constituida por rocas ígneas tanto
extrusivas como intrusivas. Otra unidad geohidrológica se encuentra en los Valles de Talpa,
La Huerta y Mirandilla con material no consolidado con posibilidades medias. La calidad
del agua de la región es de agua dulce (menos de 525 miligramos por litro de sólidos
sueltos), de baja salinidad y baja en sodio (INEGI 1981).
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50
51
Figura 9. Hidrología de aguas superficiales del área propuesta para Parque Estatal Bosque
de Arce, escala 1:250,000, basada en la carta de hidrología superficial (INEGI, 2007).
Referencias
INEGI 1981. Carta hidrológica de aguas subterráneas, 1:250,000. Carta F13-11, INEGI.
INEGI 1981. Carta hidrológica de aguas superficiales, 1:250,000. Carta F13-11, INEGI.
INEGI 1998. Estudio hidrológico del Estado de Jalisco. Gobierno del Estado de Jalisco.
INEGI 2007. Conjunto de datos vectoriales de la carta de aguas superficiales Serie I, escala
1:250,000. Carta F13-11, INEGI.
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Topografía y Fisiografía
El polígono del Parque Estatal Bosque de Arce contiene relieves predominantemente
montañosos con un rango altitudinal que va de 630 a 2,336 m s.n.m. Esta enclavado en el
sistema de topoformas denominado Sierra Alta Compleja (conformada por rocas de origen
diverso), en la subprovincia de las Sierras de la Costa de Jalisco y Colima, que es la porción
más occidental de la provincia fisiográfica Sierra Madre del Sur (Barrera-Rodríguez y
Zaragoza-Vargas 2007) (Fig. 10).
Dentro del área aledaña al polígono se encuentran dos zonas de topoforma de valle
intermontano correspondientes a los valles de Talpa y Mirandilla, y una de topoforma de
valle ramificado correspondiente a las ramificaciones de la parte noreste de la cabecera de
cuenca del Río San Nicolás. El polígono del Parque Estatal Bosque de Arce se extiende
sobre la zona donde la Sierra de Cacoma (cuya orientación de su eje es sureste-noroeste)
confluye con la Sierra del Arrastradero (cuya orientación es de sur-norte) (INEGI 2007)
(Fig. 10).
Las principales cumbres del Parque Estatal Bosque de Arce son: Cumbre de
Guadalupe (C. de los Arrastrados, 2245 m s.n.m.), Peña del Ojo de Agua del Cuervo (2210
m s.n.m.), Cumbre del Guajolotes (2336 m s.n.m.) y Cuesta de Herón (1810 m s.n.m.). En
la parte sur de la zona aledaña al polígono las principales cumbres son Cerro de San Pedro
(1600 m s.n.m.), Palma Sola (960 m s.n.m.), El Pachón (860 m s.n.m.), Cerro Gordo (760
m s.n.m.), Ocotoxa (1120 m s.n.m.), Las Cebollas (2360 m s.n.m.) y Cerro Grande (2520
m s.n.m.). En la parte norte de la zona aledaña al polígono las cumbres más representativas
son: Monte Grande (2060 m s.n.m.), El Aguaje (2160 m s.n.m.), Piedras Cargadas (1740 m
s.n.m.), Los Cuates (2160 m s.n.m.), Los Picachitos (2220 m s.n.m.), El Jato (2200 m
s.n.m.), Los Bueyes (2080 m s.n.m.), El Capulincillo (1900 m s.n.m.), Potrerillos (1840 m
s.n.m.), La Vieja (2240 m s.n.m.) y El Picacho de Peña Blanca (2280 m s.n.m.).
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52
53
Figura 10. Mapa topográfico del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce
elaborado a partir del Conjunto de datos vectoriales de Topografía escala 1:50,000 (INEGI
2007).
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Descripción y análisis de pendientes
A partir del Modelo Digital de Elevaciones del área de estudio se elaboró un mapa con los
rangos de inclinación de las pendientes del terreno con el uso del programa ArcView 3.2 y
Arc GIS 9.2 (ESRI, 1996, 2006). El mapa de pendientes se expresa en grados (°) y hace
referencia al nivel de inclinación que tiene el terreno con respecto a un plano horizontal
(Fig. 11). Este indicador se consideró por ser determinante en la implementación o
limitación de las actividades productivas (Cuadro 8), donde se reducen las opciones de
acceso y se acentúan los procesos erosivos – denudatorios (IDESMAC 2002).
Los intervalos y las categorías utilizados en la presente investigación se definieron
con base en las condiciones naturales de la zona y en la revisión de estudios relacionados
con la caracterización de las pendientes (IDESMAC 2002, Bocco et al. 2005, Irigoyen
2008). Como resultado, se plantearon seis intervalos (Cuadro 8, Fig. 11).
En el Parque Estatal Bosque de Arce predominan las pendientes fuerte (20 - 30°) y
muy fuertemente inclinadas (30 - 45°), ocupando una superficie total de 5,617.2 ha
(71.28% del territorio del polígono), recomendadas sólo para protección y conservación de
la cobertura arbórea (Cuadro 8). El 24.3% del área lo representan las pendientes
medianamente inclinadas (10 – 20°), donde sería posible realizar actividades de bajo
impacto, siempre y cuando se apliquen técnicas para el control de la erosión (por ejemplo,
manejo de terrazas) (Irigoyen, 2008). Un porcentaje mínimo (3.8%), está representado por
valores inferiores a los 10°, con aptitud para las labores agrícolas, o actividades recreativas,
educativas y de investigación. Las pendientes abruptas (> 45°) ocupan una superficie de
46.8 ha, lo que representa el 0.6% del total del área y sólo tienen aptitud de conservación de
la cobertura forestal.
Dentro del polígono de Parque Estatal el 95.6 % de las laderas tiene pendientes
mayores a 10º y prácticamente las zonas planas están casi ausentes ocupando un área menor
al 0.8 % (Fig. 12). Las laderas con pendientes menos inclinadas de ésta zona se encuentran
en la cañada del Ojo de Agua del Cuervo, entre los 1,700 m s.n.m. y los 1,800 m s.n.m., en
la localidad de la Cumbre de Guajolotes, en las áreas cercanas a la localidad El Refugio, en
el extremo sur del valle de Talpa de Allende y en la cabecera de cuenca del arroyo Paso
Hondo, pero dichas pendientes suaves cubren áreas muy pequeñas y escasas. Las laderas
con pendientes más inclinadas se encuentran en las caras sur y suroeste de la Sierra de
Cacoma y en algunos cerros de la Sierra Arrastradero tales como Los Cuates y El Cardo.
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54
Cuadro 8. Rangos de inclinación de pendientes, superficies que ocupan en un área total de
7879.7 ha del Parque Estatal Bosque de Arce y aptitudes de uso.
Tipo de pendiente
(°)
Área
ocupada
(%)
Área
ocupada
(ha)
0–5
0.8
62.1
5 – 10
3.0
236.0
10 – 20
24.3
1917.7
20 – 30
44.3
3490.6
30 - 45
27.0
2126.6
> 45
0.6
46.8
100
7879.7
TOTAL
Descripción
Pendientes planas a
suavemente
inclinadas
Pendientes
ligeramente
inclinadas
Pendientes
medianamente
inclinadas
Pendientes
fuertemente
inclinadas
Pendientes muy
fuertemente
inclinadas
Pendientes abruptas
Fuente: Elaboración propia e Irigoyen (2008).
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Aptitud
Con aptitud para realizar labores
agrícolas mecanizadas
Con aptitud para realizar actividades
agrícolas con tracción animal o
actividades pecuarias
Con aptitud para soportar pastizales y
para realizar actividades agrícolas con
prácticas de control de la erosión
Con Aptitud forestal de
aprovechamiento, con bajo a mediano
riesgo de erosión
Manejo forestal de alto riesgo de
erosión, por lo que se recomienda
mantener la cobertura vegetal arbórea
para protección y conservación.
Mantenimiento de la cobertura vegetal
arbórea para protección y conservación
55
56
Figura 11. Rangos de inclinación de pendientes en el polígono del Parque Estatal Bosque
de Arce, municipio de Talpa de Allende, Jalisco. Elaborado a partir del Modelo Digital de
Elevaciones de escala 1:50,000.
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Intervalo altitudinal
El polígono de Parque Estatal posee altitudes que van desde los 630 hasta 2,336 m s.n.m.
Este intervalo altitudinal se representó cada 200 metros (Cuadro 9), y en la figura 12 se
muestra su distribución. Los intervalos de altitud más bajos (1,000 a 1,400 m s.n.m.) se
encuentran en las vertientes Sur y Suroeste del polígono, en los valles ramificados afluentes
del río San Nicolás, así como también en las laderas contiguas al valle de Talpa de Allende.
Los intervalos de altitud más altos dentro del polígono se ubican en las cimas de sus áreas
este y sureste, en los alrededores de la Cumbre de Guajolotes (2,336 m s.n.m.), la Cumbre
de Guadalupe (C. de los Arrastrados, 2,245 m s.n.m.) y la Peña del Ojo de Agua del Cuervo
(2,210 m s.n.m.). El bosque mesófilo de montaña con arces se ubica principalmente en el
intervalo altitudinal de 1,700 a 1,800 m s.n.m.
Cuadro 9. Intervalos altitudinales y áreas que ocupan en el territorio del polígono del
Parque Estatal Bosque de Arce de Talpa de Allende, Jalisco.
Rango
Área
Área
altitudinal
(Ha)
(%)
(msnm)
600 – 800
800 – 1000
1000 – 1200
1200 – 1400
1400 – 1600
1600 – 1800
1800 – 2000
2000 – 2200
2200 - 2400
166.5
477.0
802.8
1034.8
1547.1
1143.2
1266.9
1270.6
170.7
7879.7
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2.1
6.1
10.2
13.1
19.6
14.5
16.1
16.1
2.2
100.0
57
58
Figura 12. Intervalos altitudinales en el polígono del Parque Estatal Bosque de Arce,
elaborado a partir del Modelo Digital de Elevaciones de escala 1:50,000.
Referencias
Barrera-Rodríguez, R. O. y Zaragoza-Vargas, F. 2007. Las estructuras del relieve del
Estado de Jalisco. Geomorfologia del Estado de Jalisco. Proyecto ”Ordenamiento
Ecologico del Estado” Universidad de Guadalajara, Consultado el 30 de Octubre de
2007, de http://www.acude.udg.mx/jalisciencia/diagnostico/fisgeolsintes.pdf.
Bocco, G., A. Priego y H. Cotler. 2005. La geografía física y el ordenamiento ecológico del
territorio. Experiencias en México. Gaceta ecológica 76:23-34. Instituto Nacional de
Ecología, México.
ESRI. 1996. ArcView Versión 3.2. Environmental Systems research, Institute, Inc.
ESRI. 2006. Arc GIS Versión 9.2. Environmental Systems research, Institute, Inc.
IDESMAC, Instituto para el Desarrollo Sustentable en Mesoamérica, Asociación Civil
(2002). Ordenamiento Ecológico del Territorio para la Microcuenca del Río Coapa,
Municipio de Pijijiapan, Chiapas. DFID-SEMARNAT-CONANP. 101 p.
Irigoyen S., M. 2008. Taller de unificación de criterios en cartografía forestal para la
elaboración de Programas de Manejo Forestal y Cambio de Uso del Suelo en el
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
formato digital nativo de la SEMARNAT: ArcView – ArcGIS. SEMARNAT,
Delegación Chihuahua. 17 p. http://www.semarnat.gob.mx/estados/chihuahua/
INEGI 2007. Conjunto de datos vectoriales de las cartas topográficas, escala 1:50,000.
Carta F13-D71, F13-D72, F13-D81 y F13-D82 INEGI.
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Edafología
El área propuesta y su zona aledaña al polígono presentan una diversidad contrastante de
climas, relieve y litología que se refleja en un mosaico de diversos de tipos de suelo y
vegetación. El predominio de un relieve montañoso, de pendientes de moderadas a
pronunciadas, con climas semicálidos y templados subhúmedos, y suelos que se han
generado a partir de rocas ígneas intrusivas ácidas y tobas, ha ocasionado que la mayor
parte del área montañosa este cubierta por suelos de tipo Regosol dístrico, Cambisol
dístrico y Leptosol (Litosol). Sólo en pequeñas zonas de relieve plano a ondulado, como en
el valle del Río Talpa, predominan otros tipos de suelo como el Acrisol dístrico el
Cambisol crómico y el Feozem háplico. Otro tipos de suelo de extensiones muy pequeñas
son el Fluvisol éutrico (en los valles del Río Talpa, Río Mirandilla y Arroyo La Huerta) y
los Andosoles mólico, húmico y ócrico (en zonas dispersas) (Conjunto de datos vectorriales
Carta Edafológica 1:250,000 INEGI serie II, 2007) (Fig. 13).
Se utilizó el conjunto de datos vectoriales de Edafología Serie II del INEGI para
delimitar las unidades edafológicas del área de estudio mediante el uso del programa
ArcView 3.2 y Arc GIS 9.2 (ESRI 1996, 2006). Se usó la clasificación de suelos de la Base
Referencial Mundial del Recurso Suelos Num. 84 (www.fao.org) (IUSS Grupo de Trabajo
WRB, 2007), donde se definen los diferentes tipos de suelos, sus calificadores y
componentes (Cuadro 10, 11).
Cuadro 10. Superficie ocupada por las distintas asociaciones de grupos de suelo (con sus
respectivos calificadores) del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce en un área total
de 7,879.7 ha. Ver claves de las fórmulas en el cuadro 11.
Fórmula de asociaciones de
Clave resumida (presente
Área
Área
suelos (INEGI Serie II)
estudio)
(ha)
(%)
CMdyle+RGdylen+UMlen/1
Cdl+Rdn+Un/1
8.8
0.1
CMdylen+RGdylep/2
Cdn+Rdp/2
2.6
0.0
CMdylen+UMlen+RGdylen/2
Cdn+Un+Rdn/2
3041.2
38.6
CMdylen+LVcrdy/3
Cdn+Vcd/3
202.1
2.6
CMdylen+LVdylen/2
Cdn+Vdn/2
30.8
0.4
CMdylep+RGdylep/2
Cdp+Rdp/2
289.2
3.7
LPdy+RGdylep/2
Pd+Rdp/2
36.1
0.5
RGdylen+CMdylen+LPdy/3
Rdn+Cdn+Pd/3
3210.4
40.7
RGdylep+CMdylep+LPdy/1
Rdp+Cdp+Pd/1
948.5
12.0
RGdylep+LPdy/2
Rdp+Pd/2
53.4
0.7
LVumlep+CMdylep/2
Vup+Cdp/2
56.7
0.7
7879.7
100.0
TOTAL
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60
Cuadro 11. Claves de los grupos de suelo y sus calificadores, presentes en el área propuesta
para Parque Estatal Bosque de Arce, recomendadas en la Base Referencial Mundial (WRB)
del Recurso Suelo (IUSS Grupo de Trabajo WRB, FAO, 2007), utilizadas por INEGI Serie
II y claves resumidas utilizadas en el mapa de edafología en el presente estudio (Fig. 13).
Clave
WRB
AC
AN
CM
FL
LP
LV
PH
RG
UM
Grupos de suelo
Tipo de
suelo
Acrisol
Andosol
Cambisol
Fluvisol
Leptosol
Luvisol
Phaeozem
Regosol
Umbrisol
Clave
resumida
A
N
C
F
P
V
H
R
U
Clave WRB
Calificadores de los grupos de suelos
Tipo de suelo
Clave resumida
ap
cr
dy
dyh
eu
ha
le
len
lep
li
ro
sk
um
Abrúptico
Crómico
Dístrico
Hiperdístrico
Eútrico
Háplico
Léptico
Endoléptico
Epiléptico
Lítico
Ródico
Esquelético
Úmbrico
a
c
d
y
e
h
l
n
p
t
r
k
u
FUENTE: Diccionario de Datos Edafológicos, Escala 1:250 000, Serie II. INEGI, 2009
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Figura 13. Carta edafológica del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce. Se
muestran las claves resumidas de las unidades edafológicas que identifican las asociaciones
de suelos: suelo dominante (+2 calificadores) +suelo secundario (+2 calificadores) + suelo
terciario (+2 calificadores), así como la textura (1= gruesa, 2= media, 3= fina).
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Descripción de los tipos de suelo dominantes y su ubicación en el área propuesta
Los suelos dominantes se definen como los que ocupan la mayor extensión dentro de la
unidad edafológica, ocupa el 60% o más en extensión, se indica en primer término con dos
letras mayúsculas (una letra en la clave resumida) (IUSS Grupo de Trabajo WRB, 2007).
Los suelos secundarios ocupan al menos un 20% de extensión de la unidad edafológica, se
indica en segundo término con dos letras mayúsculas. Los suelos terciarios ocupan un 20%
como máximo de extensión de la unidad edafológica. Los calificadores de los grupos de
suelo son una combinación de símbolos convencionales que caracterizan al grupo de suelo,
se indican con letras minúsculas.
REGOSOL (RG, WRB) (R, clave resumida): (Del griego reghos: manto, cobija, o
capa de material suelto que cubre la roca, y solum: suelo). Los Regosoles en el área de
estudio cubren la mayor parte de las laderas y cimas medias y altas de las montañas de la
Sierra Arrastradero y Sierra Cacoma, son los suelos dominantes en la Sierra Arrastradero y
en la parte saliente occidental de la Zona Núcleo propuesta, en los alrededores de la
Cumbre de Herón, en la Sierra de Cacoma. Los Regosoles forman un grupo remanente que
contiene todos los tipos de suelo que no se pueden clasificar en los otros grupos de suelo de
referencia (RGS) de la clasificación internacional de la FAO (IUSS Working Group WRB
2006). Son suelos ubicados en todos los tipos de climas (excepto en el permafrost),
vegetación, altitud y relieve. Son suelos minerales con poco desarrollo que se originan a
partir de materiales no consolidados de grano fino. Debido a su edad joven o a lenta
formación de suelo (por aridez por ejemplo), no presentan capas muy diferenciadas entre sí,
no tienen horizonte mólico ni úmbrico. En general son pobres en materia orgánica, se
parecen bastante a la roca que les da origen. Muchas veces están asociados con Litosoles y
con afloramientos de roca o tepetate. Frecuentemente son someros, pero no muy someros, y
no son muy ricos en gravas, en arenas o en materiales flúvicos. Son extensos en áreas
erosionadas, particularmente en zonas áridas y semiáridas (incluyendo el trópico seco), y en
terrenos montañosos. Su fertilidad es variable y su productividad está condicionada a la
pedregosidad. En algunos estados como Jalisco, en estos suelos se cultivan granos con
resultados de moderados a bajos. Para el uso forestal y pecuario tienen rendimientos
variables.
Los Regosoles en zonas áridas tienen un significado agrícola mínimo. En sitios con
lluvia de 500-1000 mm por año se necesita riego para una producción agrícola satisfactoria.
Su baja capacidad de retención de humedad exige aplicación frecuente de riego por goteo o
por aspersión, pero rara vez es económico. Donde las precipitaciones superan los 750 mm
por año, temprano en la temporada de lluvias, todo el perfil se eleva a su capacidad de
retención de agua. La mejora de prácticas agrícolas de secano, puede ser una mejor
inversión que la instalación de costosos sistemas de riego. Muchos Regosoles se utilizan
para el pastoreo extensivo. Los Regosoles en depósitos coluviales en el norte de Europa y
América del Norte son en su mayoría cultivados con granos pequeños, remolacha azucarera
y árboles frutales. Los Regosoles en las regiones montañosas son delicados y es mejor
dejarlos para un uso forestal o para conservación de bosques. En el área de estudio
predominan los Regosoles dístricos y sólo en escasas unidades los éutricos.
Regosol dístrico (RGdy, WRB) (Rd, clave resumida): (Del griego dys: malo,
enfermo). Es el tipo de suelo que domina en la mayor parte de la Sierra Arrastradero y en la
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saliente occidental del polígono. Son suelos ácidos, ricos en nitrógeno, pero pobres en otros
nutrientes importantes para las plantas como el calcio, magnesio y potasio. Tienen una
saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50 por ciento en por lo menos alguna
parte entre 20 y 100 cm desde la superficie del suelo. Suelos derivados de materiales no
consolidados, excepto los depósitos aluviales recientes o de arenas ferralíticas; no tienen
horizontes de diagnóstico, excepto tal vez un horizonte A pálido, son suelos infértiles y
ácidos.
Regosol éutrico (RGeu, WRB) (Re, clave resumida): (Del griego eu: bueno). Este
suelo domina en los límites de la saliente occidental de la zona aledaña al polígono. Son
suelos ligeramente ácidos a alcalinos y más fértiles que los suelos dístricos. Tienen una
saturación con bases (por NH4OAc 1 M) de 50 por ciento o más por lo menos entre 20 y
100 cm desde la superficie del suelo. Suelos derivados de materiales no consolidados,
excepto los depósitos aluviales recientes o de arenas ferralíticas; no tienen horizontes de
diagnóstico, excepto tal vez un horizonte A pálido, pueden tener un horizonte cálcico o
gípsico, si su limite superior se encuentra debajo de los primeros 50 cm del suelo, excepto
para un horizonte A pálido, el cual puede presentarse a poca profundidad; tienen un pH
(KCl) de 4.2 o mayor por lo menos en una parte de los primeros 50 cm del suelo (Topete
2000).
Regosol esquelético endoléptico (RGsklen, WRB) (Rkn, clave resumida): se
ubica como suelo secundario en la saliente occidental de la zona aledaña al polígono, al
oeste de Monte Grande. Es un Regosol que tiene 40 por ciento o más (en volumen) de
gravas u otros fragmentos gruesos promediado en una profundidad de 100 cm de la
superficie del suelo o hasta roca continua que comienza entre 50 y 100 cm de la superficie
del suelo.
CAMBISOL (CM, WRB), (C, clave resumida): (Del latín cambiare: cambiar,
literalmente suelo que cambia). Es el tipo de suelo dominante en el sur del polígono y en las
partes oeste y suroeste de la zona aledaña al polígono, en lo que son las laderas de la Sierra
de Cacoma. También se presenta como dominante en otras fragmentos de la zona de
estudio, como en las laderas de los valles del Arroyo La Huerta y Mirandilla. Son suelos
jóvenes, poco desarrollados y se pueden encontrar en cualquier tipo de vegetación o clima
excepto en los de zonas áridas. Presentan un horizonte B con una débil a moderada
alteración de material original y con ausencia de cantidades apreciables de arcilla, materia
orgánica y compuestos de hierro y aluminio, de origen iluvial (donde se acumulan en un
horizonte elementos como arcilla, óxido de hierro y aluminio, humus procedentes de otro).
Se caracterizan por presentar en el subsuelo una capa con terrones que presentan vestigios
de la roca subyacente y que además pueden presentar pequeñas acumulaciones de arcilla,
carbonato de calcio, hierro o magnesio. Significa suelo que cambia, debido a que los
horizontes se diferencian entre ellos porque presentan cambios apreciables en color,
estructura y contenido de arcillas y carbonatos. Aparecen en relieves tanto planos como
montañosos y se desarrollan sobre materiales de alteración procedentes de un amplio
abanico de rocas, entre ellos destacan los depósitos de carácter eólico, aluvial o coluvial
(FAO 2006).
También pertenecen a esta unidad algunos suelos muy delgados que están colocados
directamente encima de un tepetate. Son muy abundantes, se destinan a muchos usos y sus
rendimientos son variables pues dependen del clima en donde se encuentre el suelo. Son de
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moderada a alta susceptibilidad a la erosión. Los Cambisoles permiten un amplio rango de
posibles usos agrícolas y pecuarios, aunque pueden presentar las siguientes limitaciones:
poca profundidad, exceso de piedras superficiales, acidez y bajos contenidos de materia
orgánica, lo que les confiere un pobre contenido de nutrientes. En zonas de elevada
pendiente se recomienda mantenerlos con cubierta forestal (FAO 2006). En el área de
estudio predominan los Cambisoles dístricos y en menor proporción los éutricos,
esqueléticos, ródicos y crómicos.
Cambisol dístrico (CMdy, WRB), (Cd, clave resumida). Domina en la mayor
parte de la Sierra de Cacoma y valles de Mirandilla, entre otros lugares dispersos. Suelos
que por ser muy jóvenes y poco desarrollados, se presentan en cualquier clima, se
caracterizan por presentar en el subsuelo una capa que ya parece más suelo que roca, esto
es, en ella se forman terrones y el suelo no está suelto y además puede presentar
acumulación de algunos materiales como arcilla, carbonato de calcio, fierro, manganeso,
etcétera. Tienen la particularidad de ser suelos muy ácidos y muy pobres en nutrientes, que
tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50 por ciento en la mayor
parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca continua o una capa
cementada o endurecida.
Cambisol éutrico (CMeu, WRB), (Ce, clave resumida). Se encuentra como suelo
secundario asociado a Feozems y Fluvisoles en el valle de Talpa de Allende. Cambisol que
tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) de 50 por ciento o más en la mayor parte
entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca continua o una capa
cementada o endurecida, o en una capa de 5 cm o más de espesor, directamente encima de
roca continua si la roca continua comienza dentro de 25 cm de la superficie del suelo.
Cambisol esquelético (CMsk, WRB), (Ck, clave resumida). Se encuentra asociado
a Regosoles y Leptosoles en la saliente occidental de la zona aledaña al polígono, al oeste
de Monte Grande. Es un Cambisol que tiene 40 por ciento o más (en volumen) de gravas u
otros fragmentos gruesos promediado en una profundidad de 100 cm de la superficie del
suelo o hasta roca continua o una capa cementada o endurecida, lo que esté a menor
profundidad.
LEPTOSOL (LP, WRB) (P, clave resumida): (Del griego "leptos" que significa
delgado, haciendo alusión a su espesor reducido) o LITOSOL: (Del griego lithos: piedra).
Literalmente son suelos muy delgados sobre roca continua o compuestos de mucha grava o
piedras. Se encuentran en todos los climas y con muy diversos tipos de vegetación. En la
zona de estudio se localizan como dominantes en algunas crestas, laderas y cerros al sur de
Cumbre de Guadalupe, como suelos secundarios asociados con Regosoles en la saliente
occidental del polígono y como suelos terciarios asociados a Regosoles y Cambisoles en la
cuenca del arroyo Alpisahua y en la Sierra Arrastradero. En zonas templadas es
característico el bosque mixto caducifolio, mientras que en zonas con leptosol ácido es
común el bosque de coníferas. Su proceso de formación es muy lento y se lleva a cabo
sobre rocas duras o materiales no consolidados con menos del 20 % (en volumen) de tierra
fina. Se caracterizan por tener una capa superficial menor de 10 centímetros hasta la roca,
tepetate o caliche duro. Aparecen fundamentalmente en zonas altas o medias con una
topografía escarpada y elevadas pendientes. Particularmente se encuentran en áreas
fuertemente erosionadas, lo que dificulta la formación y evolución de estos suelos. Sus
características físicas son la escasa retención de agua motivada por su débil espesor y por
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su textura gruesa, bajos contenidos de materia orgánica y alta susceptibilidad a la erosión.
Su poca profundidad y pedregosidad dificultan el desarrollo radicular de las plantas.
Debido a ello, su potencial agrícola es muy limitado. Para preservarlos de la erosión es
preferible conservarlos con vegetación arbórea. También son utilizados para pastoreo
extensivo.
Las pendientes pronunciadas, con suelos poco profundos y pedregosos pueden
transformarse en tierras cultivables a través de terrazas y remoción de piedras que pueden
ser utilizadas como muros de contención de las terrazas. La Agroforestería (una
combinación de la rotación de los cultivos herbáceos y de bosque bajo un estricto control)
es prometedora, pero todavía está en una etapa experimental. Su alta capacidad de drenaje
interno y su poca profundidad pueden causar sequía en estos suelos, aún en ambientes
húmedos. La erosión es la mayor amenaza en este tipo de suelos, particularmente en
regiones montañosas de zonas templadas donde la alta presión por actividades humanas
(como el turismo), la sobreexplotación y la contaminación conducen al deterioro de sus
bosques (FAO 2006).
Se localizan en todas las sierras de México, en mayor o menor proporción, en
laderas, barrancas y malpaís, así como en lomeríos y en algunos terrenos planos. Su
susceptibilidad de erosionarse depende de la zona en donde se encuentren, de la topografía
y del mismo suelo, y puede ser desde moderada hasta muy alta. En bosque y selvas su
utilización es forestal; cuando presenta pastizales o matorrales se puede llevar a cabo algún
pastoreo más o menos limitado, y en algunos casos se usan con rendimientos variables para
la agricultura, sobre todo de frutales, café y nopal.
Leptosol dístrico (LPdy, WRB) (Pd, clave resumida): Es el unico tipo de Leptosol
del polígono de Parque Estatal. Es un Leptosol que tiene una saturación con bases (por
NH4OAc 1 M) menor de 50 por ciento en una capa, de 5 cm o más de espesor, directamente
encima de roca continua, si la roca continua comienza dentro de 25 cm de la superficie del
suelo.
FEOZEM o PHAEOZEM (PH, WRB) (H, clave resumida): (Del griego phaeos:
pardo y del ruso zemljá: tierra, literalmente tierra parda). Predominan en clima subtropical
a frío (clima continental moderado, por ejemplo, las tierras altas tropicales). Se asocia a
Fluvisoles y cambisoles éutricos en el valle del Río Talpa. No se encuentran en regiones
tropicales lluviosas o zonas muy desérticas. Se presentan principalmente en pastizales o
estepas de pastos altos y en bosques lo suficientemente húmedos para que haya, en la
mayoría de los años, alguna percolación a través del suelo, pero también con periodos en
los que los suelos se secan. Predominan en sitios planos u ondulados. Son parecidos a los
Castañozems y los Chernozems pero se lixivian más intensamente y son menos ricos en
bases que éstos. Pueden tener o no carbonatos secundarios pero tienen alta saturación de
bases en el metro superior del suelo. Se caracterizan por tener horizontes superficiales
oscuros, ricos en materia orgánica y en nutrientes. El material parental del que se originan
es de depósitos eólicos y otros materiales no consolidados, predominantemente básicos.
Son de profundidad muy variable. Los Phaeozem tienen, o bien un horizonte gípsico o
petrogípsico dentro de los 100 cm desde la superficie del suelo, o 15 por ciento (en
volumen) o más de yeso, que se ha acumulado bajo condiciones hidromórficas, promediado
sobre una profundidad de 100 cm; y no tienen otros horizontes de diagnóstico que no sean
un horizonte ócrico o cámbico, un horizonte árgico impregnado con yeso o carbonato de
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calcio, un horizonte vértico, o un horizonte cálcico o petrocálcico subyaciendo al horizonte
gípsico.
Los Phaeozem son suelos fértiles, porosos, excelentes para la agricultura. Cuando
son profundos se presentan en terrenos planos y se utilizan para la agricultura de riego y
temporal, de granos (trigo, cebada, soya), legumbres y hortalizas, con rendimientos altos.
Los menos profundos, situados en laderas o pendientes, presentan como principal limitante
la roca o alguna cementación muy fuerte del suelo, tienen rendimientos más bajos y se
erosionan con facilidad, sin embargo pueden utilizarse para el pastoreo o la ganadería con
resultados aceptables. Vastas áreas de Feozems se utilizan para la cría y engorda de ganado
con pasturas mejoradas. El uso óptimo de estos suelos depende en muchas ocasiones de
otras características del terreno y sobre todo de la disponibilidad del agua para el riego. En
el área de estudio los Phaeozem se distribuyen a las orillas del Río Talpa, donde califican
como Phaeozem esquelético.
Phaeozem esquelético (PHsk, WRB) (Hk, clave resumida): Es el único tipo de
Feozem en el área de estudio. Es un Feozem que tiene 40 por ciento o más (en volumen) de
gravas u otros fragmentos gruesos promediado en una profundidad de 100 cm de la
superficie del suelo o hasta roca continua o una capa cementada o endurecida, lo que esté a
menor profundidad.
FLUVISOL (FL, WRB) (F, clave resumida): (Del latín fluvius que significa río).
Se encuentra en los valles del Río Talpa, arroyo La Huerta y arroyo Mirandilla. Estos
suelos se desarrollan sobre depósitos o sedimentos aluviales provenientes de los ríos y
sobre sedimentos lacustres (lagos) o marinos. Los Fluvisoles se encuentran en áreas
periódicamente inundadas, llanuras aluviales, abanicos fluviales y valles pantanosos.
Aparecen sobre todos los continentes y en cualquier zona climática. Estos suelos se
encuentran a lo largo de ríos y lagos, deltas y áreas con depósitos marinos recientes (FAO
2006). Presentan un horizonte sálico que comienza dentro de los 50 cm desde la superficie
del suelo y no tienen otros horizontes de diagnóstico que no sean un horizonte hístico,
mólico, ócrico, takírico, yérmico, cálcico, cámbico, dúrico, gípsico o vértico. Son suelos
fértiles. En algunas zonas del trópico son utilizados para cultivo de arroz. También pueden
establecerse otros cultivos de consumo, huertos y pastos, aplicando técnicas de control de
inundaciones y drenajes artificiales. Estos suelos, en el área de estudio, presentan un
horizonte éutrico. Para cultivos debe estar seco durante al menos un par de semanas cada
año, a fin de evitar que el potencial redox de la tierra se reduzca y surjan problemas de
nutrición (Fe o H2S). Un período seco también estimula la actividad microbiana y fomenta
la mineralización de la materia orgánica. Muchos cultivos de secano se cultivan en
Fluvisoles normalmente con alguna forma de control de agua. En el área de estudio los
Fluvisoles califican como éutricos y se distribuyen
Fluvisol éutrico (FLeu, WRB) (Fe, clave resumida): Se encuentra en los valles
del Río Talpa y arroyo La Huerta. Es un suelo que proviene de depósitos aluviales recientes
y comprenden sedimentos fluviales, marinos, lacustres o coluviales, los cuales no han
sufrido un marcado desarrollo en el proceso de formación de suelos. Se caracterizan por un
contenido de materia orgánica que decrece en forma irregular con la profundidad o
permanece arriba de 0.35 % (2% de carbón) hasta una profundidad de 125 cm. (Los
estratos delgados de arena o areno francos pueden tener menor cantidad de materia
orgánica si el sedimento más fino que se encuentra debajo reúne los requerimientos). Es un
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suelo que tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) de 50 por ciento o más en la
mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca continua o
una capa cementada o endurecida. Este suelo puede recibir nuevos sedimentos a intervalos
regulares, en cuyo caso muestran una estratificación; no tienen horizontes de diagnóstico,
excepto tal vez un horizonte A pálido, pueden tener un horizonte cálcico o gípsico, si su
límite superior se encuentra debajo de los primeros 50 cm del suelo, excepto en un
horizonte A pálido, el cual puede presentarse a poca profundidad; tienen un pH (KCl ) de
4.2 o mayor, por lo menos en una parte de los primeros 50 cm de suelo, éstos pueden ser de
ligera o moderadamente salinos, los suelos fuertemente salinos se incluyen en Solonchaks.
Fluvisol dístrico (FLdy, WRB) (Fd, clave resumida): Se encuentra en el valle del
arroyo de Rincón de Mirandilla. Fluvisol que tiene una saturación con bases (por NH4OAc
1 M) menor de 50 por ciento en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo
o entre 20 cm y roca continua o una capa cementada o endurecida.
ANDOSOL (AN, WRB) (N, clave resumida): (Del japonés “an” negro y “do”
suelo). Se encuentra como suelo dominante asociado con Luvisoles en la meseta de la
localidad de Mesa Grande, en el oriente de la zona aledaña al polígono. Los andosoles son
suelos que se forman a partir de cenizas volcánicas u otros materiales ricos en silicatos,
principalmente en ambientes templados y húmedos, aunque también se pueden encontrar en
climas tropicales. Se caracterizan por ser en su mayoría suelos fértiles, orgánicos, porosos,
con gran capacidad de retención e infiltración de agua y fáciles de trabajar. Son suelos que
tienen un horizonte spódico que comienza dentro de los 200 cm desde la superficie del
suelo, subyaciendo a un horizonte álbico, hístico, úmbrico u ócrico, o un horizonte
antropedogénico de menos de 50 cm de espesor.
Debido a que son suelos de origen volcánico, se asocian a relieves ondulados y
montañosos, lo que les imprime una alta susceptibilidad a la erosión. Esta característica, la
fuerte retención de elementos nutritivos tales como el fósforo y el potasio (por la presencia
característica de aluminio y hierro), la toxicidad por aluminio y su acidez son sus
principales limitaciones. Debido a ellas y a las condiciones topográficas (pendientes
elevadas) en que se ubican, es recomendable su uso forestal.
Algunas medidas para reducir estas limitaciones incluyen el aterrazado y la
aplicación de abonos y materia orgánica. A nivel mundial, los andosoles son sembrados con
una gran variedad de cultivos como caña, tabaco, camote (tolerante a bajos niveles de
fósforo) te, vegetales, trigo y huertos frutales. El cultivo de arroz es el mayor uso que se le
da a los Andosoles en tierras planas con un nivel freático poco profundo. En el área de
estudio el Andosol esta poco extendido, solamente se encuentra en el área de estudio y
califica como dístrico.
Andosol dístrico (ANdy, WRB) (Nd, clave resumida): Es el único tipo de Andosol
del área de estudio, tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50 por
ciento en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca
continua o una capa cementada o endurecida.
UMBRISOL (UM, WRB) (U, clave resumida): (Del latín umbra, sombra). Se
encuentra como suelo secundario en la parte sur del polígono y de zona aledaña al
polígono, en las laderas de la vertiente sur y suroeste de la Sierra de Cacoma, asociado con
Cambisoles y Regosoles. Los umbrisoles se caracterizan por presentar un suelo superficial
oscuro debido a la acumulación de materia orgánica dentro del suelo superficial mineral (en
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la mayoría de los casos con baja saturación con bases hasta el punto de que afecta
significativamente el comportamiento y la utilización del suelo). Los umbrisoles se
localizan en climas húmedos. Son comunes en regiones montañosas con poco o sin déficit
de humedad, principalmente en áreas frescas pero incluyendo montañas tropicales y
subtropicales. Se desarrollan sobre material meteorizado de rocas silíceas. Muchos
Umbrisoles están bajo vegetación natural o casi-natural. En las montañas del sur de
México, la vegetación varía de bosque tropical semi-deciduo al más fresco bosque de
niebla. La predominancia de tierras en pendiente y condiciones climáticas húmedas y
frescas restringen la utilización de muchos Umbrisoles al pastoreo extensivo. El manejo se
centra en la introducción de pastos mejorados y corrección del pH del suelo por
encalado. Muchos Umbrisoles son susceptibles a la erosión. Plantar cultivos perennes y
terrazas de banco o en contorno ofrecen posibilidades para agricultura permanente en
pendientes más suaves. Donde las condiciones son apropiadas pueden producirse cultivos
rentables, e.g. cereales y cultivos de raíces en Estados Unidos de Norteamérica, Europa y
Sudamérica, o te y cinchona en el sur de Asia (Indonesia). El café de altura en Umbrisoles
demanda altos insumos de manejo para alcanzar los estrictos requerimientos de nutrientes.
En Nueva Zelandia, los Umbrisoles han sido transformados en suelos muy productivos,
usados para cría intensiva de ovejas y ganadería lechera, y producción de cultivos rentables.
Umbrisol endoléptico (UMlen, WRB) (Un, clave resumida): Umbrisol que tiene
roca continua que comienza entre 50 y 100 cm de la superficie del suelo. Es el único tipo de
Umbrisol en el polígono y zona aledaña al polígono.
LUVISOL (LV, WRB) (V, clave resumida): (Del latín luere, lavar). Se localiza en
partes planas o con pendientes suaves en los valles del Río Talpa, el Arroyo La Huerta y el
Arroyo Mirandilla, así como en mesetas de Mesa Grande, Cumbre de Guadalupe y el
Chilacayote al Este y Sureste de la zona aledaña al polígono. Los Luvisoles son suelos que
tienen mayor contenido de arcilla en el subsuelo que en el suelo superficial, como resultado
de procesos pedogenéticos (especialmente migración de arcilla) que lleva a un horizonte
subsuperficial árgico. Los Luvisoles tienen arcillas de alta actividad en todo el horizonte
árgico, sin lixiviación marcada de cationes básicos o meteorización avanzada de arcillas de
alta actividad y alta saturación con bases a ciertas profundidades. Su material parental es
una amplia variedad de materiales no consolidados como depósitos eólicos, aluviales y
coluviales. Se desarrollan principalmente tierras llanas o suavemente inclinadas en regiones
templadas frescas y cálidas con estación seca y húmeda marcadas. En regiones
subtropicales y tropicales, los Luvisoles ocurren principalmente sobre superficies jóvenes.
La mayoría de los Luvisoles son suelos fértiles y apropiados para un rango amplio de usos
agrícolas. Los Luvisoles con alto contenido de limo son susceptibles al deterioro de la
estructura cuando se labran mojados con maquinaria pesada. Los Luvisoles en pendientes
fuertes requieren medidas de control de la erosión. Los horizontes eluviales de algunos
Luvisoles están tan empobrecidos que se forma una estructura laminar desfavorable. En
algunos lugares, el subsuelo denso ocasiona condiciones reductoras temporarias con un
patrón de color stágnico. Estas son las razones por las que los Luvisoles truncados en
muchas instancias son mejores suelos agrícolas que los suelos originales no erosionados.
Los Luvisoles en la zona templada se cultivan ampliamente con granos pequeños,
remolacha azucarera y forraje; en áreas en pendiente, se usan para huertos, forestales y/o
pastoreo.
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Luvisol úmbrico epiléptico (LVumlep, WRB) (Vup, clave resumida): Cubre la
zona de lomeríos y pendientes suaves alrededor de la Cumbre de Guadalupe, en la parte
Sureste del polígono, entre altitudes de 2000 y 2200 m s.n.m. Tiene un horizonte úmbrico,
que es un horizonte superficial grueso, de color oscuro, con baja saturación con bases y
contenido moderado a alto de materia orgánica y tiene roca continua que comienza dentro
de 50 cm de la superficie del suelo.
Luvisol dístrico endoléptico (LVdylen, WRB) (Vdn, clave resumida): Se localiza
en las partes planas y de pendientes suaves de los valles del Río Talpa, el arroyo La Huerta
y el arroyo Mirandilla, así como en las mesetas de Mesa Grande y El Chilacayote
(hiperdístrico en ésta ultima), al sureste de la zona aledaña al polígono como suelo
dominante o secundario. Tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50
por ciento en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y
roca continua que comienza entre 50 y 100 cm de la superficie del suelo.
Luvisol crómico dístrico (LVcrdy, WRB) (Vcd, clave resumida): Se localiza en
terrenos de pendientes suaves y moderadas en los alrededores del cerro Peña del Ojo de
Agua del Cuervo, en el centro del polígono, como suelo secundario asociado con
Cambisoles. Son Luvisoles que tienen una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor
de 50 por ciento en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20
cm y roca continua o una capa cementada o endurecida, que tienen dentro de 150 cm de la
superficie del suelo una capa subsuperficial, de 30 cm o más de espesor, que tiene un hue
Munsell más rojo que 7.5 YR o que tiene ambos, un hue de 7.5 YR y un croma, húmedo, de
más de 4.
Características generales de los calificadores de los grupos de suelos que cubren el
área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce.
Abrúptico (ap): iene un cambio textural abrupto dentro de los 100 cm de la superficie del
suelo.
Crómico (cr): tiene dentro de 150 cm de la superficie del suelo una capa
subsuperficial, de 30 cm o más de espesor, que tiene un hue Munsell más rojo que 7.5 YR o
que tiene ambos, un hue de 7.5 YR y un croma, húmedo, de más de 4.
Dístrico (dy): tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50 por
ciento en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca
continua o una capa cementada o endurecida, o, en Leptosoles, en una capa, de 5 cm o más
de espesor, directamente encima de roca continua, si la roca continua comienza dentro de
25 cm de la superficie del suelo.
Hiperdístrico (hd): tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) menor de 50
por ciento en todo el espesor entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo, y menos de 20
por ciento en alguna capa dentro de 100 cm de la superficie del suelo.
Éutrico (eu): tiene una saturación con bases (por NH4OAc 1 M) de 50 por ciento o
más en la mayor parte entre 20 y 100 cm de la superficie del suelo o entre 20 cm y roca
continua o una capa cementada o endurecida, o en una capa de 5 cm o más de espesor,
directamente encima de roca continua si la roca continua comienza dentro de 25 cm de la
superficie del suelo.
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70
Léptico (le): tiene roca continua que comienza dentro de 100 cm de la superficie
del suelo.
Endoléptico (nl): tiene roca continua que comienza entre 50 y 100 cm de
lsuperficie del suelo.
Epiléptico (el): tiene roca continua que comienza dentro de 50 cm de la superficie
del suelo.
Lítico (li): tiene roca continua que comienza dentro de 10 cm de la superficie del
suelo (sólo en Leptosoles).
Ródico (ro): tiene dentro de 150 cm de la superficie del suelo una capa
subsuperficial de 30 cm o más de espesor, cun un hue Munsell 2.5 YR o más rojo, un value,
húmedo, menor de 3.5 y un value, seco, no más de una unidad mayor que el value húmedo.
Esquelético (sk): tiene 40 por ciento o más (en volumen) de gravas u otros
fragmentos gruesos promediado en una profundidad de 100 cm de la superficie del suelo o
hasta roca continua o una capa cementada o endurecida, lo que esté a menor profundidad.
Úmbrico (um): que tiene un horizonte úmbrico. El horizonte úmbrico (del latín
umbra, sombra) es un horizonte superficial grueso, de color oscuro, con baja saturación con
bases y contenido moderado a alto de materia orgánica. Tienden a tener menor grado de
estructura del suelo que los horizontes mólicos. La mayoría de los horizontes úmbricos
tienen una reacción ácida (pH [H2O, 1:2.5] menor de alrededor de 5.5) lo cual representa
una saturación con bases menor de 50 por ciento. Un indicio adicional de la acidez es un
patrón de enraizamiento somero, horizontal, en ausencia de una barrera física.
Los suelos del bosque de arce de la cañada del Ojo de Agua del Cuervo
Los suelos y su interacción con otras variables ambientales pueden afectar la presencia y
abundancia de especies. Particularmente pueden ser determinantes después de la
germinación de la semilla, durante la fase de establecimiento de la plántula.
Las plantas de los bosques mesófilos de montaña pueden tener requisitos muy
específicos de humedad de suelo, así como nutrimentos. Para investigar las variables
ambientales relacionadas a la presencia y abundancia de los árboles y arbustos de la cañada
Ojo de Agua del Cuervo se realizaron muestreos de suelo (Vargas-Rodriguez 2005).
Métodos de campo y laboratorio
Se registraron las características del suelo y hojarasca, se tomó una muestra de suelo a 30
cm de profundidad en cada una de las diez parcelas circulares (100 m2 de superficie),
distribuidas de manera aleatoria estratificada dentro del sitio de estudio, el cual fue
subdividido previamente en 60 parcelas cuadradas. En cada muestra de suelo se determinó
el contenido de calcio (Ca, ppm), cobre (Cu, ppm), potasio (K, ppm), hierro (Fe, ppm),
magnesio (Mg, ppm), manganeso (Mn, ppm), sodio (Na, ppm), zinc (Zn, ppm), azufre (S,
ppm), fósforo (P, ppm), materia orgánica (M.O., %), pH, capacidad de intercambio
catiónico (C.I.C., meq /100 g), humedad (%), nitratos (NO3, ppm), amonio (NH4, ppm),
arena (%), limo (%) y arcilla (%). Los nutrientes se analizaron siguiendo el método de
extracción Mehlich III, NH4 con Kjendhal, NO3 con reducción de Cd, pH con
potenciómetro, humedad del suelo con método gravimétrico y la materia orgánica con
método de Walke-Black.
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71
Resultados
Los suelos de la Cañada del Ojo de Agua del Cuervo son moderadamente ácidos (promedio
de pH de 5.8), con alto contenido de materia orgánica (promedio de 5.5%), de nitratos
(promedio de 454 ppm) y de fósforo (promedio de 20.5 ppm) (Cuadro 5.1.7). El contenido
de potasio en las parcelas fue de bajo (<190 ppm) a muy bajo (<125ppm). Las parcelas
presentaron contenidos muy variables de calcio, desde los muy bajos (<700 ppm) hasta los
suficientes (>4000 ppm), con un promedio (1410 ppm) dentro de los valores bajos (7002000 ppm). El contenido de Magnesio fue entre bajo y muy bajo (<300 ppm). El
manganeso se encontró con un contenido entre óptimo (20-50 ppm) y alto (>50 ppm), el
cobre con contenido medio (0.9 ppm), por abajo del óptimo (1 – 20 ppm), el hierro y el zinc
con niveles óptimos y altos (85.6 y 4.4 ppm respectivamente), el azufre con niveles óptimos
(47.8 ppm promedio) y altos (146 ppm) (Cuadro 14). Presentan en general muy baja
capacidad de intercambio catiónico, indicando que son suelos poco fértiles, con excepción
de las muestras de las parcela 1 y 2, que tuvieron buena C.I.C. con 18.3 y 11.6 (meq/ 100g).
Los porcentajes de arena, limo y arcilla califican a estos suelos como franco arenosos, lo
que indica de acuerdo a esta textura que sus valores medios de C.I.C. deben estar entre 10
y 15 meq/100gr (Cuadro 14).
Discusión
La lixiviación hacia las partes bajas de la cañada puede causar cambios de acidez que
afectan los contenidos de calcio y magnesio (Sanchier and McQueattie 2000). La
acidificación del suelo ha sido considerada como un factor importante en la disminución de
poblaciones de Acer saccharum (Drohan et al. 2002). La textura franco arenosa del suelo le
da ventajas competitivas a las plantas que alberga, al permitir el libre movimiento de aire y
agua y una mejor penetración de las raíces (McCarthy et al. 2001). La humedad, así como
la capacidad de intercambio catiónico son variables importantes para el establecimiento y
abundancia del arce azucarero (Vargas-Rodríguez 2005).
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72
Cuadro 14. Valores de variables de suelo en 10 parcelas del bosque de arce de la Cañada del Ojo de Agua del Cuervo,
municipio de Talpa de Allende (Vargas Rodríguez 2005).
Ca
(ppm)
Cu
(ppm)
K
(ppm)
Fe (ppm)
Mg
(ppm)
Mn
(ppm)
Parcela 1
2890
1.1
143
120.0
171.0
248.0
Parcela 2
1680
0.9
111
96.3
183.0
Parcela 3
4680
1.3
110
87.3
214.0
Parcela 4
1510
0.9
160
45.8
Parcela 5
442
0.8
52.7
Parcela 6
603
0.9
118
Parcela 7
338
0.6
89
Parcela 8
788
0.8
147
Parcela 9
491
0.9
85
Parcela 10
682
0.7
134
Promedio
1410
0.9
Máximo
4680
Mínimo
338
Error Std
441
M. O.
%
Na
(ppm)
Zn
(ppm)
153.0
4.1
167.0
94.9
191.0
180.0
130.0
63.5
71.8
52.5
69.8
55.3
59.0
124.0
100.0
82.3
115
1.3
0.6
0.1
10.4
pH
S
(ppm)
P
(ppm)
146.0
69.2
2.8
86.5
41.1
4.2
120.0
57.2
82.8
2.0
20.3
5.4
62.2
26.4
2.3
23.8
5.0
55.0
44.4
2.1
16.9
7.2
46.3
36.6
20.6
2.3
18.5
5.0
112.0
48.0
58.4
6.4
13.4
5.0
84.7
39.3
29.5
15.0
15.9
5.0
79.8
24.9
43.0
2.8
17.1
5.0
85.6
112.9
93.6
73.3
4.4
47.8
20.5
160
124.0
214.0
248.0
180.0
15.0
146.0
69.2
52.7
45.8
46.3
24.9
20.6
2.0
13.4
5.0
8.0
18.9
24.7
17.4
1.3
15.9
8.0
C.I.C.
(meq/
100g)
Humedad
%
Parcela 1
7.1
5.5
18.3
30.5
Parcela 2
6.2
5.4
11.6
Parcela 3
7.2
6.3
3.3
Parcela 4
5.9
6.0
Parcela 5
4.3
5.8
Parcela 6
4.1
Parcela 7
4.4
Parcela 8
NO3
(ppm)
NH4
(ppm)
% arena % limo
%
arcilla
112.8
99.7
64.5
12.2
23.3
39.2
47.9
78.3
59.3
16.2
24.5
35.7
402.6
85.4
58.5
17.2
24.3
1.4
31.8
247.1
92.5
60.5
15.2
24.3
1.0
33.5
773.5
113.9
46.3
26.2
27.5
5.8
1.0
29.7
457.0
71.2
58.3
16.2
25.5
5.7
0.7
35.8
857.6
99.7
58.3
18.2
23.5
4.2
5.9
6.1
34.6
174.7
106.8
53.5
15.5
31.0
Parcela 9
4.6
5.8
4.0
24.1
901.9
92.5
53.5
17.2
29.3
Parcela 10
4.4
6.0
5.0
31.0
565.1
85.4
52.5
21.2
26.3
Promedio
5.2
5.8
5.2
32.6
454.0
92.5
56.5
17.5
25.9
Máximo
7.2
6.3
18.3
39.2
901.9
113.9
64.5
26.2
31.0
Mínimo
4.1
5.4
0.7
24.1
47.9
71.2
46.3
12.2
23.3
Error Std
0.4
0.1
1.8
1.3
99.0
4.1
1.6
1.2
0.8
Referencias
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en Ciencias, Department of Biological Sciences, Louisiana State University, Baton
Rouge, Louisiana.
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74
Plantas vasculares y micobiota de Talpa de Allende, Jalisco
La región occidental de Jalisco ha sido señalada como una de las de mayor riqueza
florística. En particular, el municipio de Talpa de Allende y municipios vecinos podrían
albergar el mayor número de plantas vasculares del estado. Sin embargo la exploración
botánica ha sido escasa y concentrada en la región de las minas y en el antiguo camino
Talpa – Tomatlán. Entre los principales exploradores de la región destacan Rogers
McVaugh y Roberto González Tamayo, este último colectando principalmente orquídeas
en la zona de Cuale.
En este trabajo, se presenta una lista preliminar de plantas y hongos en el municipio
de Talpa de Allende. Se indica la riqueza de especies por grupo botánico de plantas y se
compara con otras regiones de Jalisco.
Métodos
La presente lista de plantas del municipio de Talpa de Allende se elaboró considerando
listados florísticos publicados, floras regionales, artículos científicos, tesis y colectas de los
autores de este trabajo. Se incluye la forma biológica, estado de conservación de acuerdo a
normas oficiales e internacionales y endemismo. Las obras consultadas son Flora NovoGaliciana (McVaugh 1983, 1984, 1985, 1987, 1989, 1992, 1993, 2001), Flora de
Manantlán (Vázquez-García et al. 1995c), Colección Flora de Jalisco (González-Villarreal
1986, 1990, 1996a, 1996b, 2000a, 2000b, 2000c, 2000d, 2001, 2002a, 2002b, 2004;
Cervantes 1992; Vargas-Ponce et al. 2003; González-Villarreal et al. 2004; GonzálezVillarreal y Jiménez-Reyes 2006), y artículos (Rodríguez y Ortiz 2001, 2003, 2006; Cuevas
et al. 2002; González-Villarreal 2003a, 2003b; Dávila-Aranda et al. 2004).
La lista presenta el nombre científico y el autor de la especie siguiendo el Índice
Internacional de Nombres de Plantas (IPNI). Se menciona un ejemplar de referencia para
cada especie presentada.
El presente inventario preliminar de la micobiota de Talpa de Allende se realizó
siguiendo la clasificación de Cannon y Kirk (2007). Se consultó la base de datos Vitex del
Instituto de Botánica de la Universidad de Guadalajara, que contiene los datos de hongos
depositados en el herbario micológico IBUG y también literatura científica reciente. Los
ejemplares mencionados en este listado se encuentran depositados en los herbarios
micológicos IBUG, ENCB (Escuela Nacional de Ciencias Biológicas) y LSUM (Louisiana
State University). Los autores de las especies son mencionados de acuerdo al Index
Fungorum. Se consultó la Lista Roja de la UICN y la Norma Oficial Mexicana para
establecer cuales especies se encuentran en alguna categoría de riesgo.
Resultados y discusión
El listado florístico preliminar de Talpa de Allende incluye 127 familias, 478 géneros y
1,039 especies (Apéndice 1). Las familias con más géneros fueron Asteraceae (65),
Orchidaceae (56), Poaceae (39), Fabaceae (36), Malvaceae (14), Euphorbiaceae (14). La
familia con mayor número de especies fue Orchidaceae (165), seguida de Asteraceae (157),
Fabaceae (110), Poaceae (93) y en menor medida Euphorbiaceae (26) y Malvaceae (21)
(Cuadro 15).
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75
La riqueza de especies en Talpa de Allende fue mayor a la encontrada en el
municipio de San Sebastián del Oeste, y menor a otras zonas mucho más exploradas
botánicamente como la Sierra de Manantlán y de superficie mayor, como la región norte de
Jalisco (Cuadro 15).
Considerando solamente la superficie del polígono del Parque Estatal, se
encontraron 40 plantas vasculares endémicas (Vargas-Rodriguez et al. 2010). La familia
con mayor número de endémicas fueron Asteraceae (13) y Fabaceae (6). Las especies
exclusivas de la cañada Ojo de Agua del Cuervo son Microspermum gonzalezii, Verbesina
culminicola, Marina dispensa y Muhlenbergia iridifolia (Vargas-Rodriguez et al. 2010). El
número de endemismos supera al municipio aledaño de San Sebastián del Oeste, el cual
registra 20 especies (Reynoso et al. 2006).
Cuadro 15. Riqueza de familias, géneros y especies por Clase botánica en Talpa de Allende
y otras regiones de Jalisco con inventario florísticos.
Equisetopsida
Lycopodiopsida
Filicopsida
Pinopsida
Magnoliopsida
Liliopsida
Total
Talpa de Allende
Familias Géneros
1
2
2
2
20
38
3
4
83
293
18
139
127
478
Especies
3
5
92
11
583
345
1039
San Sebastián del Oeste
Fam.
Gén.
Esp.
1
10
3
90
14
119
1
22
4
279
83
391
1
33
10
491
127
664
Norte de Jalisco
Fam. Gén. Esp.
1
1
3
1
1
8
9
22
74
3
5
18
117
550
1489
20
153
500
151
732
2079
Sierra de Manantlán
Fam. Gén. Esp.
1
1
2
2
2
10
15
49
151
3
4
13
140
716
1968
19
208
629
181
981
2774
Se encontraron 20 familias, 28 géneros y 32 especies de hongos. Las especies
pertenecientes a la subdivisión Basidiomycota fueron las más numerosas, con 25 especies.
La familia Polyporaceae presentó el mayor numero de especies, seguida de
Sclerodermataceae, Agaricaceae y Tricholomataceae (Apéndice 2). Cabe destacar la
reciente descripción de la especie Blumenavia toribiotalpaensis, perteneciente al Orden
Phalalles (Basidiomycota), de la cañada Ojo de Agua del Cuervo, donde se localiza el
bosque mesófilo con arce (Várgas-Rodríguez y Vázquez-García 2005). Es necesaria la
exploración y colecta intensiva y extensiva en el municipio, ya que las especies hasta ahora
registradas son muy pocas comparadas con las encontradas en el municipio cercano de San
Sebastián del Oeste (203 especies, 49 familias), en donde se han hecho estudios específicos
para inventariar los hongos de ese municipio (Reynoso-Dueñas et al. 2006).
Los Ascomicetos son el grupo de mayor número de especies a nivel mundial. En
México se registran 544 especies y 76 en Jalisco (Medel et al. 1999), sin embargo, en el
municipio de Talpa de Allende fueron las menos numerosas, registrando solamente cinco
especies. La falta de especialistas colectando estos grupos en la región podría explicar este
hecho. Entre las especies pertenecientes a la subdivisión Ascomycota, se encuentran
aquellas que son saprófitas de madera y componentes importantes de la biota del suelo.
No se encontró ninguna especies listada en la Lista Roja de la UICN y solamente
dos especies incluidas en la Norma Oficial Mexicana en la categoría de sujeta a protección
especial: Tricholoma magnivelare y Cantharellus cibarius.
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76
Referencias
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University of Michigan Press. Ann Arbor, USA. 467 pp.
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Rodríguez, A., y L. Ortiz. 2003. Colima (Tigridieae: Iridaceae), a new genus from western
Mexico and new species: Colima tuitensis from Jalisco 65:51-60.
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Jalisco, Mexico. Acta Botánica Mexicana 76:59-66.
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new species of Clathraceae from Jalisco, Mexico. Mycotaxon 94: 7-14.
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montane cloud forest for conservation priorities: the case of western Mexico.
Natural Areas Journal 30:
Vázquez-García, J.A., Y.L. Vargas-Rodriguez, y F. Aragon. 2000. Descubrimiento de un
bosque de Acer-Podocarpus-Abies en el municipio de Talpa de Allende, Jalisco,
México. Boletín del Instituto de Botánica, Universidad de Guadalajara 7:159-183.
Apéndice 1. Lista de plantas del municipio de Talpa de Allende y bosque mesófilo con
arce.
LYCOPODIOPSIDA
LYCOPODIACEAE
Lycopodium cuernavacense Underw. & F. E.Lloyd
González s.n. (IBUG)
Lycopodium reflexum Lam. Pérez 1375 (IBUG)
SELAGINELLACEAE
Selaginella delicatissima Linden ex A. Braun McVaugh
20272 (MICH)
Selaginella porphyrospora A. Braun McVaugh 21406
(MICH)
Selaginella sertata Spring McVaugh 21160 (MICH)
EQUISETOPSIDA
EQUISETACEAE
Equisetum hyemale L. var. affine (Engelm.) A. A.
Eaton McVaugh 26435 (MICH)
Equisetum myriochaetum Schltdl. & Cham. Pérez de
la Rosa 1374 (IBUG)
Equisetum myriochaetum Schltdl. & Cham. Pérez de
la Rosa 1374 (IBUG)
Eriocaulon ehrenbergianum Klotzsch ex Körn.
González-T. 100 (MICH)
FILICOPSIDA
ADIANTACEAE
Adiantum andicola Liebm. McVaugh 14305 (MICH)
Adiantum braunii Mett. McVaugh 20209 (MICH)
Adiantum concinnum Humb. & Bonpl. ex Willd. J. A.
Vázquez-G. et al. 1728 (IBUG)
Adiantum patens Willd. McVaugh 20174 (MICH)
Anogramma leptophylla (L.) Link González-T. 485
(MICH)
Anogramma novogaliciana Mickel González-T. 78
(MICH)
Bommeria pedata (Sw.) Fourn. McVaugh 20115
(MICH)
Cheilanthes angustifolia Kunth González-T. 367
(MICH)
Cheilanthes angustifolia x decomposita H. B. K.
McVaugh 20175 (MICH)
Cheilanthes aurantiaca (Cav.) T. Moore McVaugh
20111
Cheilanthes bonariensis (Willd.) Proctor McVaugh
14360 (MICH)
Cheilanthes brachypus Kunze Breedlove 35823
(MICH)
Cheilanthes chaerophylla Kunze McVaugh 20171
(MICH)
Cheilanthes farinosa (Forssk.) Kaulf. McVaugh 14073
(MICH)
Cheilanthes hirsuta Link McVaugh 14297 (MICH)
Cheilanthes incana (Presl) Mickel & Beitel McVaugh
14398 (MICH)
Cheilanthes kaulfussii Kunze McVaugh 14361 (MICH)
Cheilanthes lendigera (Cav.) Sw. McVaugh 14359
(MICH)
Pellaea pringlei Davenp. Anderson 12784a (NY)
Pellaea sagittata Link Anderson 12784b (NY)
Pellaea ternifolia (Cav.) Link C. Díaz Luna 5208
(GUADA)
Pityrogramma tartarea (Cav.) Maxon McVaugh 20430
(MICH)
ASPLENIACEAE
Asplenium auriculatum (Thunb.) Kuhn McVaugh
14246 (MICH)
Asplenium cuspidatum Lam. Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Asplenium formosum Willd. McVaugh 21449 (MICH)
Asplenium lacerum Schltdl. & Cham. McVaugh 21394
(MICH)
Asplenium monanthes L. González-T. 418 (MICH)
Asplenium palmeri Maxon Sahagun 16218 (IBUG)
Asplenium praemorsum Sw. McVaugh 21320 (MICH)
Asplenium sessilifolium Desv. McVaugh 14245
(MICH)
AZOLLACEAE
Azolla mexicana Schlecht. & Cham. McVaugh 23426
(MICH)
BLECHNACEAE
Blechnum glandulosum Link McVaugh 14342 (MICH)
Woodwardia spinulosa M. Martens & Galeotti
González-T. 473 (MICH)
CYATHEACEAE
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
79
Cyathea costaricensis Domin Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
DENNSTAEDTIACEAE
Pteridium arachnoideum (Kaulf.) Maxon McVaugh
14313 (MICH)
Pteridium caudatum (L.) Maxon McVaugh 20216
(MICH)
Pteridium feei (W. Schaffn. ex Fée) Faull McVaugh
13699 (MICH)
DRYOPTERIDACEAE
Ctenitis equestris (Kunze) Ching McVaugh 20443
(MICH)
Dryopteris maxonii Underw. & C. Chr. McVaugh
21248 (MICH)
Dryopteris rossii C. Chr. in Ross McVaugh 20387
(MICH)
Dryopteris wallichiana (Spreng.) Hylander McVaugh
14030 (MICH)
Phanerophlebia nobilis (Schlecht. & Cham.) Presl
McVaugh 20437 (MICH)
Phanerophlebia pumila M. Martens & Galeotti Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Tectaria mexicana (Fée) Morton McVaugh 21176
(MICH)
GLEICHENIACEAE
Gleichenia bifida (Willd.) Spreng. McVaugh 21405
(MICH)
HYMENOPHYLLACEAE
Trichomanes radicans Sw. McVaugh 20439 (MICH)
Trichomanes reptans Sw. McVaugh 20438 (MICH)
LOMARIOPSIDACEAE
Elaphoglossum erinaceum (Fée) Moore Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
Elaphoglossum mulleri (Fourn.) C.Chr. McVaugh
20363 (MICH)
Elaphoglossum petiolatum (Sw.) Urb. McVaugh 14040
(MICH)
Elaphoglossum piloselloides T. Moore McVaugh
21444 (MICH)
Elaphoglossum sartorii (Liebm.) Mickel McVaugh
20394 (MICH)
Peltapteris peltata (Sw.) Morton Y. Vargas-Rodriguez
s.n. (LSU)
MARATTIACEAE
Marattia weinmanniifolia Liebm. McVaugh 20393
(MICH)
OLEANDRACEAE
Nephrolepis occidentalis Kunze McVaugh 20218
(MICH)
OPHIOGLOSSACEAE
Botrychium virginianum (L.) Sw. McVaugh 20385
(MICH)
OSMUNDACEAE
Osmunda regalis L. R. Ramírez-D. et al. 811 (IBUG)
Osmunda regalis L. var. spectabilis (Willd.) A. Gray
Santana-Michel 6226 (IBUG)
POLYPODIACEAE
Campyloneurum angustifolium Fée Palafox 5740
(NY)
Campyloneurum xalapense Fée McVaugh 20436
(MICH)
Loxogramme mexicana (Fée) C. Chr. McVaugh 21441
(MICH)
Pecluma cupreolepis (Evans) M. G. Price Palafox 5404
(GUADA)
Pecluma ferruginea (M. Martens & Galeotti)
González-T. 387 (MICH)
Phlebodium areolatum J. Sm. González-T. 472
(MICH)
Plecuma cupreolepis (M. Evans) M. G. Price Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Pleopeltis angusta Humb. & Bonpl. ex Willd.
McVaugh 21321 (MICH)
Pleopeltis angusta Humb. et Bonpl. ex Willd Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Pleopeltis astrolepis (Liebm.) E. Fourn. González-T.
359 (MICH)
Pleopeltis mexicana (Fée) Mickel & Beitel McVaugh
14041 (MICH)
Polypodium fraternum Schltdl. & Cham. González-T.
542 (MICH)
Polypodium furfuraceum Schltdl. & Cham. Palafox
5407 (NY)
Polypodium fuscopetiolatum A. R. Sm González-T.
360 (MICH)
Polypodium hartwegianum Hk. in Benth. Palafox 5739
(NY)
Polypodium longepinnulatum Fourn. McVaugh 14241
(MICH)
Polypodium pleolepis Maxon & Copel. McVaugh
20399 (MICH)
Polypodium polypodioides (L.) Hitchcock var.
aciculare Weatherby Y. Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Polypodium sanctae-rosae (Maxon) C. Chr. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
PTERIDACEAE
Pteris erosa Mickel & Beitel McVaugh 23376 (MICH)
Pteris quadriaurita Retz. McVaugh 21416 (MICH)
SCHIZAEACEAE
Anemia hirsuta L. McVaugh 20116 (MICH)
Anemia karwinskyana (Presl) Prand McVaugh 20273
(MICH)
Anemia phyllitidis (L.) Sw. McVaugh 21350 (MICH)
THELYPTERIDACEAE
Thelypteris cheilanthoides (Kunze) Proctor McVaugh
13774 (MICH)
Thelypteris grandis A. R. Sm var. pallescens (C. C hr.)
A. R. Smith McVaugh 13775 (MICH)
Thelypteris hispidula C. F. Reed McVaugh 20406
(MICH)
Thelypteris pilosa (M. Martens & Galeotti) Crawford
González-T. 89 (IBUG)
Thelypteris puberula C. V. Morton var. puberula
McVaugh 21478 (MICH)
Thelypteris rudis (Kunze) Proctor McVaugh 14320
(MICH)
VITTARIACEAE
Vittaria graminifolia Kaulf. McVaugh 21332 (MICH)
WOODSIACEAE
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
80
Athyrium palmense (Christ) Lellinger González-T. 396
(NY)
Athyrium skinneri (Baker) Copel. González-T. 396
(MICH)
Diplazium lonchophyllum Kunze McVaugh 20445
(MICH)
Woodsia mollis (Kaulf.) J. Smith McVaugh 20113
(MICH)
Rhodosciadium macvaughii Mathias & Constance
González-T. 737
AQUIFOLIACEAE
Ilex brandegeeana Loes. L. M. González-Villarreal et
al. 3080 (ENCB)
Ilex dugesii Fernald McVaugh 23472 (MICH)
ARALIACEAE
Juniperus jaliscana Martínez Zanoni 2540 (MICH)
Dendropanax arboreus (L.) Decae & Planch. Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Oreopanax echinops (Schl. et Cham.) Decae et Planch
J. A. Vázquez-G. 5769 (IBUG)
Oreopanax peltatus Lindel ex Regel J. A. Vázquez-G.,
C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8894
(IBUG)
PINACEAE
ARISTOLOCHIACEAE
Abies guatemalensis Rehder var. jaliscana Martínez
McVaugh 14298 (MICH)
Pinus ayacahuite Ehrenb. ex Schltdl. var.
novogaliciana Carvajal Carvajal 4703 (CREG)
Pinus devoniana Lindl. Vera Aragón A. s.n. (IBUG)
Pinus douglasiana Martínez McVaugh 14363 (BM)
Pinus herrerae Martínez R. Lamas R. et al. 72 (CREG)
Pinus jaliscana Pérez de la Rosa Pérez de la Rosa 1352
(IBUG)
Pinus lumholtzii B. L. Rob. & Fernald McVaugh 12186
(MICH)
Pinus maximinoi H. E. Moore Y. Vargas-Rodriguez
s.n. (LSU)
Pinus oocarpa Schiede ex Schltdl. J. A. Vázquez-G.
5776 (IBUG)
Aristolochia sp.
PINOPSIDA
CUPRESSACEAE
PODOCARPACEAE
Podocarpus reichei Buchholz & N. E. Gray Y. VargasRodriguez 387 (LSU)
MAGNOLIOPSIDA
ACANTHACEAE
Aphelandra madrensis Lindau R. Ramírez, González-T.
& Pérez de la Rosa 1871 (IBUG)
Barleria micans Nees R. Ramírez, González-T. &
Pérez de la Rosa 1860 (IBUG)
Dicliptera monancistra Willd. Quintero y Sáinz 019
(IBUG)
Dicliptera resupinata Juss. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8861 (IBUG)
Ruellia jaliscana Standl. McVaugh 23334
Ruellia mcvaughii T. F. Daniel J. Antonio Vázquez-G.
8601 (IBUG)
Saurauia serrata DC. McVaugh 21413 (MICH)
ANNONACEAE
Cymbopetalum hintonii Lundell J. A. Vázquez-G. &
M. Muñiz-Castro 8987 (IBUG)
APIACEAE
Eryngium jaliscense Mathias & Constance McVaugh
20364
Neogoezia macvaughii Constance Solís Magallanes
2623
Polymnia macvaughii J. R. Wells González-T. 9229
Mark H. Mayfield 1606 MEXU
ASCLEPIADACEAE
Asclepias mcvaughii Woodson Y. Vargas-Rodriguez
468 (LSU)
ASTERACEAE
Ageratella microphylla A. Gray ex S. Watson
McVaugh 20336 (MICH)
Ageratum corymbosum Zuccagni L.M. GonzálezVillarreal 1093 (IBUG)
Ageratum corymbosum Zuccagni forma corymbosum
McVaugh 20161 (MICH)
Ageratum corymbosum Zuccagni forma salicifolium
(Hemsl.) M. F. Johnson McVaugh 21257 (MICH)
Ageratum corymbosum Zuccagni forma lactiflorum B.
L. Rob. Santana-Michel 760 (IBUG)
Archibaccharis schiedeana (Benth.) J. D. Jackson
McVaugh 21348 (MICH)
Aster moranensis Kunth McVaugh 23325 (MICH)
Baccharis heterophylla Kunth McVaugh 12216
(MICH)
Baccharis multiflora Kunth var. brevipappa McVaugh
McVaugh 23463 (MICH)
Baccharis salicifolia (Ruiz & Pav.) Pers. J. A.
Vázquez-G., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. MuñizCastro 8903 (IBUG)
Baccharis thesioides Kunth McVaugh 13711 (MICH)
Baccharis trinervis Pers. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8939 (IBUG)
Bidens acrifolia Sherff González-T. 407 (MICH)
Bidens mollifolia Sherff McVaugh 21238 (MICH)
Bocconia arborea S. Watson J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8876
(IBUG)
Bolanosa coulteri A. Grey McVaugh 20099 (MICH)
Brickellia oliganthes A. Grey McVaugh 23293
(MICH)
Brickellia scoparia A. Grey McVaugh 13730 (MICH)
Brickellia squarrosa B. L. Rob. var. oligadena B. L.
Rob. McVaugh 23352 (MICH)
Calea integrifolia Hemsl. McVaugh 23333 (MICH)
Calea scabrifolia Benth. & Hook.f. Nelson 4036
(MICH)
Calea scabra B. L. Rob var. scabra McVaugh 21378
(MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
81
Carminatia recondita McVaugh McVaugh 21135
(MICH)
Carminatia tenuiflora DC. McVaugh 20142 (MICH)
Carphochaete grahamii A. Gray McVaugh 20366
(MICH)
Cirsium anartiolepis Petr. Nelson 4025 (MICH)
Clibadium arboreum Donn. Sm. McVaugh 21414
(MICH)
Cosmos carvifolius Benth. McVaugh 14389 (MICH)
Cosmos caudatus Kunth McVaugh 20325 (MICH)
Cosmos crithmifolius Kunth McVaugh 20370 (MICH)
Cosmos diversifolius Otto var. deficiens Sherff
McVaugh 13747 (MICH)
Cosmos jaliscensis Sherff McVaugh 20035 (MICH)
Cosmos mcvaughii Sherff McVaugh 13752 (MICH)
Cosmos sessilis Sherff C. Díaz Luna, J. A. Lomelí
Sención 20793
Desmanthodium fruticosum Greenm. McVaugh 21382
(MICH)
Dyssodia squamosa A. Gray McVaugh 23419 (MICH)
Elephantopus mollis Kunth McVaugh 20451 (MICH)
Erechtites valerianifolia (Wolf) DC. McVaugh 20404
(MICH)
Erigeron exilis A. Gray McVaugh 23425 (MICH)
Erigeron polycephalus G. L. Nesom McVaugh 23360
(MICH)
Erigeron velutipes Hook. & Arn. McVaugh 21487
(MICH)
Eupatorium areolare DC. McVaugh 14302 (MICH)
Eupatorium arsenei B. L. Rob. McVaugh 23478
(MICH)
Eupatorium ceriferum McVaugh McVaugh 14392
(MICH)
Eupatorium choricephalum B. L. Rob. McVaugh
20203 (MICH)
Eupatorium collinum DC. var. medezii (DC)
McVaugh McVaugh 21231 (MICH)
Eupatorium cylindricum McVaugh McVaugh 23475
(MICH)
Eupatorium dolichobasis McVaugh McVaugh 23476
(MICH)
Eupatorium hebebotrya Hemsl. McVaugh 20078
(MICH)
Eupatorium lemmonii B. L. Rob. McVaugh 14405
(MICH)
Eupatorium mairetianum DC. McVaugh 21537
(MICH)
Eupatorium malacolepis B.L. Rob. Nelson 4021
(MICH)
Eupatorium misellum McVaugh McVaugh 20254
(MICH)
Eupatorium monanthum Sch. Bip McVaugh 23343
(MICH)
Eupatorium muelleri Sch. Bip McVaugh 21246
(MICH)
Eupatorium odoratum L. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8884 (IBUG)
Eupatorium ortegae B. L. Rob. McVaugh 20328
(MICH)
Eupatorium pycnocephalum Less McVaugh 23305
(MICH)
Eupatorium quadrangulare DC. McVaugh 20191
(MICH)
Eupatorium scabrellum B. L. Rob. Rzedowski 15232
(MICH)
Eupatorium trinervium Sch. Bip McVaugh 21229
(MICH)
Galinsoga mollis McVaugh McVaugh 23300 (MICH)
Galinsoga parviflora Cav. McVaugh 20087 (MICH)
Gnaphalium attenuatum DC. McVaugh 21219
(MICH)
Gnaphalium attenuatum DC. var. sylvicola McVaugh
McVaugh 14283 (MICH)
Guardiola tulocarpus A. Grey McVaugh 14253
(MICH)
Heliopsis procumbens Hemsl. McVaugh 23315
(MICH)
Heterosperma pinnatum Cav. McVaugh 20150
(MICH)
Hieracium abscissum Less McVaugh 14282 (MICH)
Hieracium fendleri Sch. Bip McVaugh 20357 (MICH)
Hieracium pringlei A. Grey McVaugh 14262 (MICH)
Hofmeisteria dissecta (Hook & Arn.) King & H. Rob
McVaugh 21218 (MICH)
Hofmeisteria urenifolia (Hook & Arn.) King & H. Rob
var. urenifolia B. L. Rob. McVaugh 23284 (MICH)
Iostephane heterophylla (Cav.) Benth. ex Hemsl.
McVaugh 20154 (MICH)
Jaegeria hirta (Lag) Less McVaugh 20019A (MICH)
Jaegueria macrocephala Less J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8933
(IBUG)
Jaliscoa pringlei S. Wats. McVaugh 21201 (MICH)
Lagascea ceanothifolia var. verbenifolia (DC) K.
Becker McVaugh 14337 (MICH)
Lagascea helianthifolia var. adenocaulis B. L. Rob.
McVaugh 21228 (MICH)
Lasianthaea fruticosa var. fasciculata (DC) K.
Becker McVaugh 21496 (MICH)
Lasianthaea macrocephala (Hook & Arn.) K. Becker
McVaugh 20319 (MICH)
Lasianthaea palmeri (Greenm.) K.Becker McVaugh
20101 (MICH)
Liabum glabrum Hemsl. var. hypoleucum Greenm
McVaugh 21256 (MICH)
Melampodium dicoelocarpum B. L. Rob. McVaugh
20091 (MICH)
Microspermum gonzalezii Rzedowski González-T. 139
(ENCB)
Microspermum gracillimum Rzedowski González-T.
113 (MICH)
Microspermum nummulariaefolium Lag. Y. VargasRodriguez 480 (LSU)
Montanoa bipinnatifida (Kunth) K. Koch McVaugh
14344 (MICH)
Montanoa karvinskii DC. McVaugh 20282 (MICH)
Montanoa leucantha S. F. Blake subsp. arborescens
(DC.) V. A. Funk McVaugh 20189 (MICH)
Odontotrichum multilobum Pippen Pippen 40 (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
82
Odontotrichum palmeri (Greene) Rydb. Pippen 32
(MICH)
Onoseris onoseroides (Kunth) B. L. Rob. McVaugh
21253 (MICH)
Otopappus acuminatus S. Watson McVaugh 20318
(MICH)
Otopappus jaliscensis McVaugh McVaugh 21166
(MICH)
Oxypappus scaber Benth. McVaugh 21048 (MICH)
Perezia grandifolia S. Watson McVaugh 21434
(MICH)
Perezia nelsonii B. L. Rob. Nelson 4037
Perezia wislizeni A. Grey var. megacephala A. Grey
McVaugh 21128 (MICH)
Pericalia michoanana (B. L. Rob.) Rydb. McVaugh
14390 (MICH)
Pericalia sessilifolia (Hook & Arn) Rydb. Pippen 33
(MICH)
Perymenium cualense B. L. Turner McVaugh 26361
Piptothirx jaliscensis B. L. Rob. McVaugh 21379
(MICH)
Piqueria triflora Hemsl. McVaugh 23477 (MICH)
Pluchea salicifolia (Mill) Blake McVaugh 26221
(MICH)
Podachaenium eminens (Lag.) Sch. Bip. J. A.
Vázquez-G., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. MuñizCastro 9067 (IBUG)
Polymnia macualata Cav. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9055 (IBUG)
Polymnia mcvaughii Wells McVaugh 21388 (MICH)
Psacalium eriocarpum (Blake) Blake McVaugh 14287
(MICH)
Psacalium megaphyllum (B. L. Rob. & Greenm) Rydb.
Pippen 39 (MICH)
Psacalium peltigerum (B. L. Rob. & Seat) Rydb.
McVaugh 20280 (MICH)
Psacalium pentaflorum B. L. Turner Richard W.
Pippen 62
Roldana lobata La Llave Santana-Michel 770 (IBUG)
Rumfordia floribunda DC. Nelson 4024 (MICH)
Sabazia liebmannii Klatt McVaugh 21363 (MICH)
Salmea palmeri S. Watson McVaugh 21230 (MICH)
Senecio chapalensis S. Watson McVaugh 14371
(MICH)
Senecio hartwegii Benth. McVaugh 21433 (MICH)
Senecio roldana DC. McVaugh 21290 (MICH)
Senecio standleyi Greenm. J. A. Vázquez-G. 5797
(IBUG)
Senecio suffultus (Greenm.) McVaugh McVaugh
20284 (MICH)
Sigesbeckia agrestis Poepp. & Endl. McVaugh 20135
(MICH)
Spilanthes alba L'Her. McVaugh 21134 (MICH)
Stevia alatipes B. L. Rob. McVaugh 21356 (MICH)
Stevia aschenborniana Sch. Bip var. occidentalis
Grashoff McVaugh 21252 (MICH)
Stevia micrandenia B. L. Rob. McVaugh 14393
(MICH)
Stevia myricoides McVaugh McVaugh 23461 (MICH)
Stevia reticulata Grashoff McVaugh 21362 (MICH)
Stevia subpubescens Lag. McVaugh 14373 (MICH)
Stevia talpensis Grashoff González-T. 552
Stevia urceolata Grashoff González-T. 329 (MICH)
Tagetes filifolia Lag. McVaugh 20227 (MICH)
Tagetes microglossa Benth. McVaugh 20081 (MICH)
Tagetes remotiflora Kunze McVaugh 20080 (MICH)
Tagetes subulata Cerv. McVaugh 20079 (MICH)
Telanthophora jaliscana H. Rob. & Brettell Pérez de
la Rosa 1392 (IBUG)
Trixis haenkei Sch. Bip. McVaugh 23411 (MICH)
Verbesina culminicola McVaugh McVaugh 21536
(MICH)
Verbesina montanoifolia B. L. Rob. McVaugh 20186
(MICH)
Verbesina oncophora Anderson & Anderson var.
subhamata McVaugh McVaugh 14286 (MICH)
Verbesina pantoptera Blake McVaugh 20098 (MICH)
Verbesina sphaerocephala A. Gray J. A. Vázquez-G.,
C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8882
(IBUG)
Vernonanthura serratuloides (Kunth) H. Rob. J.
García-A. s.n. (IBUG)
Vernonia autumnalis McVaugh McVaugh 21171
Vernonia baadii McVaugh McVaugh 23329 (MICH)
Vernonia bealliae McVaugh McVaugh 23430 (MICH)
Vernonia cordata Kunth var. hooveri McVaugh
McVaugh 12217 (MICH)
Vernonia coulteri (A. Gray) B. Turner J. A. VázquezG., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro
8904 (IBUG)
Vernonia sinclairii Benth. McVaugh 23372 (MICH)
Vernonia vernonioides (A. Gray) Bacigalupi
González-T. 613 (MICH)
Veronia autumnalis McVaugh McVaugh 20268
(MICH)
Viguieria cordata var. websteri (Turner) McVaugh
McVaugh 23367 (MICH)
Viguieria dentata (Cav.) Spreng McVaugh 14369
(MICH)
Viguieria hypochlora (Blake) Blake McVaugh 14364
(MICH)
Viguieria pringlei B. L. Rob. & Greenm McVaugh
23295 (MICH)
Viguieria tenuis A. Gray McVaugh 20110 (MICH)
Wedelia rosei (Greenm) McVaugh González-T. 125
(MICH)
Wedelia talpana B. L. Turner McVaugh 26367
Zinnia americana (Mill. ) Olorode & Torres J. A.
Vázquez-G., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. MuñizCastro 8874 (IBUG)
Zinnia angustifolia Kunth var. angustifolia McVaugh
20067 (MICH)
BEGONIACEAE
Begonia biserrata Lindl. R. Ramirez 2138 (IBUG)
Begonia calderonii Standl. McVaugh 20389 (MICH)
Begonia fusibulba C. DC. Anderson 12747 (MICH)
Begonia gracilis Kunth Y. Vargas-Rodriguez 469
(LSU)
Begonia orinthocarpa Standl. Breedlove 64020
(MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
83
Begonia stigmosa Lindl. McVaugh 21459 (MICH)
Begonia tapatia Burt-Utley & McVaugh González-T.
403 (MICH)
Begonia uruapensis Sessé & Moc. R. Ramirez 1779,
(IBUG)
BETULACEAE
Alnus acuminata Kunth subsp. arguta (Schltdl.)
Furlow Villalobos & Villegas s.n. (IBUG)
Carpinus caroliniana Walter McVaugh 20403 (ENCB)
Ostrya virginiana K. Koch McVaugh 14242 (MEXU)
BIXACEAE
Bixa orellana L. R. Mascorro-P. & V. Mora-A. s.n.
(IBUG)
BOMBACACEAE
Bernoullia flammea Oliv. McVaugh 23400 (MICH)
Bernoullia flammea Oliv. McVaugh 23400 (ENCB)
Ceiba aesculifolia (Kunth) Britten & Baker J.
Rzedowski 15104 (ENCB)
BURSERACEAE
Bursera bipinnata (DC.) Engl. J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8859
(IBUG)
CACTACEAE
Heliocereus luzmariae L. Sheinvar H. J. Arreola-N. et
al. 130 (IBUG)
Heliocereus sp. H. J. Arreola-N. et al. 130 (IBUG)
Opuntia karwinskiana Salm-Dyck J. S. Carrillo s.n
(IBUG)
Pseudorhipsalis ramulosus (Salm-Dyck) Barthlott M.
Cházaro-B. et al. 6309 A (IBUG)
Selenicereus sp. H. J. Arreola-N. et al. 131 (IBUG)
CLETHRACEAE
Clethra fragans L. M. González & R. Ramírez-D. L.
M. González-Villarreal et al. 3038 (IBUG)
Clethra harwegii Britton McVaugh 23365 (ENCB)
Clethra rosei Britton C. Díaz Luna & J. A. Lomeli
20974 (GUADA)
Clethra vicentina Standley L. M. González-Villarreal
et. al. 3073 (IBUG)
CLUSIACEAE
Calophyllum brasiliense Cambess. var. rekoi Standl.
Lott 2546 (MICH)
Clusia salvinii Donn. Sm. Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Hypericum eastwoodianum I. M. Johnst. González-T.
336 (MICH)
Hypericum moranense Kunth González-T. 314
(MICH)
Hypericum pauciflorum Kunth McVaugh 14296
(MICH)
Rheedia edulis (Seem.) Planchon & Triana McVaugh
23395 (MICH)
COCHLOSPERMACEAE
Cochlospermum vitifolium (Willd.) Spreng. J. A.
Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro 8974 (IBUG)
CONVOLVULACEAE
Ipomoea purpurea (L.) Roth J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8893 (IBUG)
CORIARIACEAE
Coriaria microphylla Poir. Shalisko 210 (IBUG)
Coriaria ruscifolia L. subsp. microphylla (Poir.) L.
Skog McVaugh 14284 (MEXU)
CAMPANULACEAE
CORNACEAE
Diastatea micrantha (Kunth) McVaugh J. A. VázquezG., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro
8929 (IBUG)
Lobelia jaliscensis McVaugh Santana-Michel 755
Cornus disciflora Sessé & Mociño ex DC. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
CAPRIFOLIACEAE
Viburnum hartwegii Benth. J. A. Vázquez-G. 5787
(IBUG)
CARICACEAE
Jarilla chocola Standl. C. Diaz Luna & J. A. Lomeli
s.n. (GUADA)
Jarilla heterophylla (Cerv. ex La Llave) Rusby J. A.
Lomelí-S. et al. 2295 (GUADA)
CARYOPHYLACEAE
Stellaria cuspidata Willd. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 9060 (IBUG)
CELASTRACEAE
Celastrus pringlei Rose J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8838 (IBUG)
Perrotetia longistylis Rose Y. Vargas-Rodriguez 481
(LSU)
Zinowewia concinna Lundell Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
CISTACEAE
Helianthemum concolor (Riley) J. G. Ortega
McVaugh 14385 (MICH)
Helianthemum glomeratum Lag. McVaugh 23427
(MICH)
CUCURBITACEAE
Apodanthera undulata A. Grey var. australis
McVaugh M. Chazaro-B. et al. 7371 (WIS)
Cucurbita argyrosperma Huber subsp. sororia (L. H.
Bailey) Merrick & Bates Lira & Bruneau 869 MEXU
Cyclanthera dissecta (Torr. & Gray) Arnott McVaugh
21306 (MICH)
Cyclanthera jonesii McVaugh Lott 1316 (MICH)
Cyclanthera multifoliola Cogn. González-T. 391
(MICH)
Dieterlea maxima (Lira & Kearns) McVaugh Lira
871 MEXU
Melothria pringlei (S. Watson) Mart. Crov. J. A. Soule
2675 (LL)
Rytidostylis gracilis Hook. & Arn. McVaugh 21293
(MICH)
Rytidostylis longisepala (Cong.) C. Jefferey GonzálezT. 392 (MICH)
Schizocarpum dieterleae Kearns McVaugh 20184
(MICH)
Sicyos barbatus (H. S. Gentry) C. Jeffery McVaugh
21194 (MICH)
Sicyos longisepalus Cogn. Lott 1321 (ENCB)
ERICACEAE
Agarista mexicana (Hemsley) Judd var. mexicana
Pérez de la Rosa 1403 (IBUG)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
84
Agarista mexicana (Hemsley) Judd var. pinetorum
(Standley & Williams) Judd L. M. González-Villarreal
3069 (IBUG)
Agarista villarrealana L. M. González L. M. GonzálezVillarreal 3092, 3109 (IBUG)
Arbutus xalapensis Kunth Santana-Michel 750
(IBUG)
Arctostaphylos pungens Kunth L. M. GonzálezVillarreal 3064 (IBUG)
Befaria glauca Humb. & Bonpl. L. M. Villarreal de
Puga 8769 (IBUG)
Befaria mexicana Benth. L. M. Villarreal de Puga
8425, 8632, 8766 (IBUG)
Comarostaphylis discolor (Hooker) Diggs subsp.
discolor Pérez de la Rosa 1364, 1370 (IBUG)
Comarostaphylis glaucescens Zucc. ex Klotzsch L. M.
González-Villarreal 2160 (IBUG)
Comarostaphylis lanata Small L. M. GonzálezVillarreal 3090, 3091, 3465 (IBUG)
Pernettya prostrata (Cav.) Sleumer J. A. Vázquez-G.,
C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8841
(IBUG)
Vaccinium confertum Kunth Pérez de la Rosa 1360
(IBUG)
Vaccinium stenophyllum Steud. J. Rzedowski 15239
(ENCB)
EUPHORBIACEAE
Acalypha langiana Mull. Arg. var. vigens McVaugh L.
M. González-Villarreal 1104
Acalypha subviscida S. Watson var. lovelandii
McVaugh McVaugh et al. 21473 (ENCB)
Alchornea latifolia Sw. J. Rzedowski 15241 (ENCB)
Cnidoscolus tepiquensis (Cost. et Gall.) McVaugh C.
Díaz Luna 20948 (GUADA)
Croton draco Schltdl. et Cham. J. A. Lomelí et al. 2280
(GUADA)
Croton xalapensis Kunth González-T. 322 (ENCB)
Drypetes lateriflora (Sw.) Krug. et Urb. E. Sahagún-G.
y J. A. Lomelí 430 (GUADA)
Euphorbia galiciana McVaugh McVaugh et al. 21504
(ENCB)
Euphorbia graminea Jacq. var. novogaliciana
McVaugh González-T. 126 (IBUG)
Euphorbia ocymoidea L. var. subreniformis (S.
Watson) McVaugh J. Rzedowski 15144 (ENCB)
Euphorbia peritropoides (Millsp.) V. W. Steinm. J. A.
Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro 9042 (IBUG)
Euphorbia pulcherrima Willd. ex Klotz C. Díaz Luna
y J. A.Lomelí 20943 (GUADA)
Euphorbia schlechtendalii Boiss. var. pacifica
McVaugh L. M. González-Villarreal 1110 (IBUG)
Euphorbia soobyi McVaugh McVaugh 21353 (ENCB)
Euphorbia sphaerorhiza Benth. J. A. Lomelí et al.
2279 (GUADA)
Euphorbia strigosa Hook. et Arn. E. Sahagún-G. et al.
412 (GUADA)
Jatropha platyphylla Müll.Arg. J. A. Lomelí et al.
2298 (GUADA)
Manihot esculenta Crantz J. A. Machuca-N. et al.
7076 (IBUG)
Margaritaria nobilis L.f. McVaugh 21190 (ENCB)
Pedilanthus connatus Dressler et Sacamano J. A.
Lomelí 2311 (GUADA)
Phyllanthus caroliniensis Walt. J. Rzedowski 15139
(ENCB)
Phyllanthus mocinianus Baill. McVaugh 23368
(ENCB)
Sapium lateriflorum Hemsl. J. A. Vázquez-G. 5783
(IBUG)
Sapium pedicellatum Huber J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9020 (IBUG)
Sebastiania jaliscensis McVaugh McVaugh 21445
(ENCB)
Tragia volubilis L. McVaugh 21189 (ENCB)
FABACEAE
Acacia angustissima (Mill.) Kuntze var. angustissima
Mill. McVaugh 14375 (MICH)
Acacia pennatula (Schlecht. & Cham.) Benth. Palafox
T. 11 (MICH)
Aeschynomene brasiliana (Poir.) DC. McVaugh 21146
(MICH)
Aeschynomene petraea B. L. Rob. var. grandiflora
Rudd McVaugh 23327 (MICH)
Aeschynomene unijuga (M.E. Jones) Rudd McVaugh
14252 (MICH)
Astragalus ervoides Hook. & Arn. McVaugh 22081
(MICH)
Astragalus guatemalensis Hemsl. var. brevidentatus
(Hemsl.) Barneby McVaugh 14382 (MICH)
Calliandra sp. Y. Vargas-Rodriguez, I. Contreras y J.
A. Vázquez-G. 7526 (IBUG)
Calliandra anomala (Kunth) Macbr. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
Calliandra anomala (Kunth) Macbr. var.
longepedicellata McVaugh McVaugh 21323
Calliandra cualensis H. M. Hernández A. Solis
Magallanes 1220 (MO)
Calliandra laevis Rose Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Calliandra sesquipedalis McVaugh R. Ramírez,
González-T., R. Aguilar 2143
Calliandra anomala (Kunth) Macbr. var.
longepedicellata McVaugh McVaugh 21323 (MICH)
Calliandra anomala (Kunth) Macbr. var.
longepedicellata McVaugh McVaugh 14257 (MICH)
Calliandra formosa (Kunth) Benth McVaugh 20327
(MICH)
Calliandra laevis Rose McVaugh 21467 (MICH)
Calliandra sesquipedalis McVaugh McVaugh 13795
(MICH)
Canavalia hirsuta Standl. Y. Vargas-Rodriguez, I.
Contreras y J. A. Vázquez-G. 7524 (IBUG)
Canavalia septentrionalis Sauer J. A. Vázquez-G. 8608
(IBUG)
Canavalia villosa Benth. McVaugh 20139 (MICH)
Centrosema pubescens Benth. McVaugh 20417
(MICH)
Chamaecrista nictitans Moench var. jaliscensis
(Greenm.) Irwin & Barneby McVaugh 20145 (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
85
Chamaecrista nictitans Moench var. pilosa (Benth.)
Irwin & Barneby McVaugh 20146 (MICH)
Chamaecrista punctulata (Hook. & Arn.) Irwin &
Barneby McVaugh 20415 (MICH)
Clitoria mexicana Link McVaugh 14300 (MICH)
Clitoria polystachya Benth. Magallanes 1952 (MICH)
Colgania cordata Fearing ex McVaugh Anderson
12797 (MICH)
Colgania procumbens Kunth McVaugh 20043 (MICH)
Colgania procumbesn x cordata McVaugh McVaugh
20367 (MICH)
Crotalaria cajanifolia Kunth McVaugh 20432 (MICH)
Crotalaria filifolia Rose McVaugh 14264 (MICH)
Crotalaria mexicana Windler González-T. 118
Crotalaria mollicula Kunth McVaugh 13733 (MICH)
Crotalaria polyphylla Riley McVaugh 13777 (MICH)
Dalea cliffortiana Willd. McVaugh 21184 (MICH)
Dalea foliolosa (Ait) Barneby J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8865
(IBUG)
Dalea leucostachys A. Grey var. eysenhardtioides
(Hemsl.) Barneby McVaugh 22019 (MICH)
Dalea mcvaughii Barneby McVaugh 20355 (MICH)
Dalea mexiae Barneby González-T. 84 (ENCB)
Dalea tomentosa (Cav.) Willd. var. mota Barneby
McVaugh 20156 (MICH)
Dalea versicolor Zucc. var. decipiens Barneby Neslon
4041 (MICH)
Desmodium ambiguum Hemsl. McVaugh 23341
(MICH)
Desmodium angustifolium DC. McVaugh 20149
(MICH)
Desmodium barbatum L. Benth. Magallanes 2628
(MICH)
Desmodium cordistipulum Hemsl. forma
cordistipulum McVaugh 14322 (MICH)
Desmodium cordistipulum Hemsl. forma
cryptopodum (Blake) Schubert & McVaugh McVaugh
21375 (MICH)
Desmodium distortum (Aubl.) Macbr. McVaugh 21181
(MICH)
Desmodium ghiesbreghtii Hemsl. McVaugh 20134
(MICH)
Desmodium guadalajaranum S. Watson McVaugh
20136 (MICH)
Desmodium madrense Hemsl. González-T. 320
(MICH)
Desmodium novogalicianum Schubert & McVaugh
McVaugh 20170 (MICH)
Desmodium occidentale (Morton) Standl. McVaugh
14303 (MICH)
Desmodium plicatum Schlecht. & Cham. McVaugh
23336 (MICH)
Desmodium prehensile Schlecht. McVaugh 20224
(MICH)
Desmodium pringlei S. Watson E. Lott 1329 (MICH)
Desmodium scalare Schubert & McVaugh Magallanes
4189 MEXU
Desmodium seriocophyllum Schlecht. McVaugh
14254 (MICH)
Desmodium skinneri Benth. var. flavovirens Schubert
& McVaugh McVaugh 23335 (MICH)
Desmodium sumichrastii (Schindl.) Standl. J. A.
Vázquez-G. 8607 (IBUG)
Diphysa floribunda Peyr. McVaugh 21200 (MICH)
Diphysa thurberi (A. Gray) Rydb ex Standl. McVaugh
20147 (MICH)
Eriosema diffusum G. Don González-T. 533 (MICH)
Eriosema grandiflorum (Schlecht. & Cham.) G. Don
Anderson 12807 (MICH)
Erythrina braviflora DC. McVaugh 14381 (MICH)
Indigofera cuernavacana Rose McVaugh 20315
(MICH)
Indigofera incompta McVaugh McVaugh 14281
(MICH)
Indigofera jaliscensis Rose McVaugh 20077 (MICH)
Indigofera miniata Ort. González-T. 479 (MICH)
Indigofera thibaudiana DC. McVaugh 20313 (MICH)
Inga eriocarpa Benth. Nelson 4042 (MICH)
Inga hintonii Sandw. Y. Vargas-Rodriguez 379 (LSU)
Inga laurina (Sw.) Willd. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9027 (IBUG)
Leucaena macrophylla Benth. McVaugh 14333
(MICH)
Lonchocarpus salvadorensis Pittier Magallanes 1049
(MICH)
Lotus repens (G. Don) Standl. & Steyerm González-T.
551 (MICH)
Lupinus rotundiflorus M.E. Jones Neslon 4020
(MICH)
Lupinus simulans Rose L. M. Villarreal de Puga 8768
(MICH)
Lupinus stipulatus J. Agardh McVaugh 14295 (MICH)
Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth McVaugh 20176
(MICH)
Lysiloma microphyllum Benth. Magallanes 1967
(MICH)
Marina dispansa (Rydb.) Barneby E. W. Nelson 4034
(US)
Marina grammadenia Barneby McVaugh 14323
(MICH)
Marina scopa Barneby McVaugh 21241 (MICH)
Meibomia dasyacra Blake E. W. Nelson 4028
Mimosa albida Humb. & Bonpl. ex Willd. McVaugh
20220 (MICH)
Mimosa pudica L. McVaugh 20429 (MICH)
Nissolia laxior (B. L. Rob.) Rose McVaugh 21202
(MICH)
Phaseolus acutifolius G. F. Freeman var. tenuifolius
A. Gray McVaugh 20130 (MICH)
Phaseolus coccineus L. Magallanes 1957 (MICH)
Phaseolus jaliscanus Piper Neslon 4030 (MICH)
Phaseolus leptostachyus Benth. Magallanes 1948
(MICH)
Phaseolus micranthus Hook. & Arn. var. micranthus
Hook. & Arn. González-T. 83 (MICH)
Phaseolus nelsonii Maréchal McVaugh 20143 (MICH)
Rhynchosia discolor Mart. & Gall. McVaugh 23356
(MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
86
Schrankia jaliscensis (Macbr.) McVaugh McVaugh
20056 (MICH)
Senna atomaria (L.) Irwin & Barneby J. A. VázquezG. & M. Muñiz-Castro 9008 (IBUG)
Senna foetidissima (G. Don) Irwin & Barneby var.
grandiflora (Benth.) Irwin & Barneby González-T. 541
(MICH)
Senna multifoliolata (P. G. Wilson) Irwin and Barneby
var. multifoliolata J. A. Vázquez-G. & M. MuñizCastro 9054 (IBUG)
Senna nicaraguensis (Benth.) Irwin & Barneby
McVaugh 20068 (MICH)
Senna obtusifolia (L.) Irwin & Barneby J. A. VázquezG. & M. Muñiz-Castro 9008 (IBUG)
Senna talpana H. S. Irwin & Barneby Y. VargasRodriguez 476 (LSU)
Stylosanthes guianensis (Aubl.) SW. var. dissitiflora
(B. L. Rob. & Seat) ´t Mannetje J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8887
(IBUG)
Tephrosia saxicola C. E. Wood McVaugh 20159
(MICH)
Trifolium amabile Kunth Anderson 12755 (MICH)
Vicia pulchella Kunth subsp. mexicana (Hemsl.) C. R.
Gunn McVaugh 22782 (MICH)
Vigna adenantha (G. F. Mey.) Maréchal McVaugh
20418 (MICH)
Vigna lozanii (Rose) Lackey ex McVaugh McVaugh
22766 (MICH)
Vinga strobilophora B. L. Rob. var. crassa McVaugh
McVaugh & Koelz 816 (MICH)
Zornia reticulata Sm. González-T. 447 (MICH)
Quercus magnollifolia Née Santana-Michel 870
(IBUG)
Quercus obtusata Humb. & Bonpl. González-T. 836
(IBUG)
Quercus peduncularis Née L. M. González-Villarreal
1125 (IBUG)
Quercus praineana Trel. J. A. Vázquez-G. 5786
(IBUG)
Quercus resinosa Liebm. McVaugh 20343 (UCSB)
Quercus rugosa Née L. M. González-Villarreal 1081
(IBUG)
Quercus salicifolia Née J. Rzedowski 15076, 15208
(ENCB)
Quercus scytophylla Liebm. J. Rzedowski 15069,
15226 (ENCB)
Quercus splendens Née J. Rzedowski 15140 (ENCB)
Quercus tuitensis L. M. González L. M. GonzálezVillarreal et al. 4660
Quercus uxoris McVaugh McVaugh 20292 (ENCB)
Quercus xalapensis Humb. & Bonpl. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
FAGACEAE
Achimenes glabrata (Zucc.) Fritsch McVaugh 20107
(MICH)
Achimenes heterophylla (Mart.) DC. Y. VargasRodriguez 470 (LSU)
Moussonia elegans Decne. Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Phinaea multiflora Morton R.Ramírez, Pérez de la
Rosa, L. González-G. & R. Berazaín-I. 1656 (IBUG)
Quercus acutifolia Née F. Aguirre, L. Torres y J.
Esequiel 638 (IBUG)
Quercus aristata Hook. et Arn. R. Ramírez &
González-T. 2133 (IBUG)
Quercus candicans Née Liogon Rectman Ramon 9
(IBUG)
Quercus castanea Née L. M. González-Villarreal 1115
(IBUG)
Quercus crassifolia Humb. & Bonpl. L. M. GonzálezVillarreal 971 (IBUG)
Quercus cualensis L. M. González L. M. GonzálezVillarreal et al. 3076
Quercus eduardii Trel. McVaugh 20167 (ENCB)
Quercus elliptica Née L. M. González-Villarreal 1121
(IBUG)
Quercus excelsa Liebm. L. M. González-Villarreal
1080 (IBUG)
Quercus gentryi C. H. Muller McVaugh 20337
(ENCB)
Quercus glaucescens Humb. & Bonpl. Pérez de la
Rosa 679 (IBUG)
Quercus insignis Mart. & Gal. J. Rzedowski 15207,
15224 (ENCB)
Quercus laeta Liebm. L. M. González-Villarreal 1064
(IBUG)
Quercus laurina Humb. & Bonpl. González-T. 846
(IBUG)
FLACOURTIACEAE
Xylosma flexuosum (Kunth) Hemsl. J. A. Vázquez-G.
& M. Muñiz-Castro 9015 (IBUG)
Xylosma characanthum Standl. McVaugh 21326
(MICH)
GARRYACEAE
Garrya laurifolia Hartweg ex Benth. J. A. Vázquez-G.,
C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8831
(IBUG)
Garrya longifolia Rose McVaugh 14367 (MEXU)
GESNERIACEAE
HAMAMELIDACEAE
Matudaea trinervia Lundell var. trinervia J. A.
Machuca et al. 7071 (IBUG)
Matudaea trinervia Lundell var. hirsuta L. M.
González-Villarreal & N. Jiménez J. Rzedowski 15223
(ENCB)
HYDROPHYLLACEAE
Hydrolea spinosa L. J. A. Vázquez-G. & M. MuñizCastro 9001 (IBUG)
JUGLANDACEAE
Juglans major (Torr.) Heller var. glabrata Manning J.
A. Vázquez-G. 5762 (IBUG)
LAMIACEAE
Hyptis oblongifolia Benth. J. A. Vázquez-G. 8605
(IBUG)
Salvia iodantha Fernald. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9058 (IBUG)
Salvia mexiae Epling J. A. Vázquez-G. 8604 (IBUG)
Salvia mexicana L. J. A. Vázquez-G., C. Cruz Vargas,
V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8935 (IBUG)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
87
Salvia polystachya Cav. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9013 (IBUG)
Salvia purpurea Cav. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8863 (IBUG)
Salvia quercetorum Epling J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 8941 (IBUG)
Salvia rostellata Epling J. A. Vázquez-G. & M. MuñizCastro 9047 (IBUG)
Salvia rhomboidea Sessé & Moc. J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8860
(IBUG)
Salvia sp. nov. J. A. Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro
9039 (IBUG)
LAURACEAE
Cinnamomum aerolatum (Lundell) Kosterm Y.
Vargas-Rodriguez 383 (LSU)
Cinnamomum effusum (Meisn.) Kosterm Y. VargasRodriguez 377 (LSU)
Cinnamomum pachypodum (Nees) Korterm Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Licaria cervantesii (Kunth) Kosterm Y. VargasRodriguez 380a (LSU)
Litsea glaucescens Kunth Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Persea hintonii C. K. Allen Y. Vargas-Rodriguez 380
(LSU)
LENTIBULARIACEAE
Pinguicula parvifolia B. L. Rob. L. M. GonzálezVillarreal & R. Ramírez 3495
LOASACEAE
Mentzelia hispida Willd. McVaugh 13714 (MICH)
Sclerothrix fasciculata K. Presl. McVaugh 18951
(MICH)
LORANTHACEAE
Arceuthobium globosum Hawks. & Wiens M.
Cházaro-B., Hawskworth, Wiens, Oliva 6048 (IBUG)
Cladocolea cupulata Kuijt M. Cházaro-B., Perez de la
Rosa & L. M. González-Villarreal 4763 (IEB)
Cladocolea grahamii (Benth.) Van Tieghem J.A. Solis
Magallanes 1463 (MEXU)
Phoradendron bolleanum (Seem.) Eichler Pérez de la
Rosa 1401 (IBUG)
Phoradendron calyculatum Trel. M. Cházaro-B., J. A.
Lomelí y A. García G. 7395 (WIS)
Phoradendron falcatum (Schl. & Cham.) Trel. M.
Cházaro-B., Perez de la Rosa & L. M. GonzálezVillarreal 4771 (IBUG)
Phoradendron longifolium Eichler M. Cházaro-B.,
Perez de la Rosa & L. M. González-Villarreal 4770
(IBUG)
Phoradendron reichenbachianum (Seem.) Oliver M.
Cházaro B., F.G. Hawskworth,O. Wiens. 6050 (WIS)
Phoradendron vernicosum Greenm. M. Cházaro-B. &
J. A. Machuca N. 7545 (WIS)
Psittacanthus macrantherus Eichler R. Ramírez. et al.
810 (IBUG)
Psittacanthus ramiflorus (DC.) Don L. M. Villareal de
Puga 8764 (IBUG)
Struthanthus condensatus Kuijt L. M. Villareal de
Puga 8401 (IBUG)
MAGNOLIACEAE
Magnolia pacifica A. Vázquez var. pacifica Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Talauma mexicana DC. J. A. Vázquez-G. & M. MuñizCastro 8979 (IBUG)
MALPIGHIACEAE
Galphimia glauca Cav. Santana-Michel 748 (ENCB)
Heteropteris brachiata (L.) DC. McVaugh 20283
(ENCB)
Heteropteris laurifolia (L.) A. Juss. McVaugh 23421
(ENCB)
MALVACEAE
Abutilon ellipticum Schlt. Santana-Michel et al. 880
(IBUG)
Alcea rosea L. J. A. Vázquez-G. et al. 1682 (IBUG)
Allosidastrum hilarianum (Presl) Krapovickas, Fryxell
& Bates J. A. Vázquez-G. et al. 1751 (IBUG)
Anoda cristata (L.) Schl. J. A. Vázquez-G. et al. 1711
(IBUG)
Anoda hastata Cav. J. A. Vázquez-G. & M. MuñizCastro 8965 (IBUG)
Gossypium hirsutum L. J. A. Vázquez-G. et al. 1748
(IBUG)
Hibiscus unicinellus "fl.mex.ic.ined." ex D.C in DC
McVaugh 21284 (MICH)
Hochreutinera amplexifolia (DC.) Fryxell McVaugh
21148 (MICH)
Kearnemalvastrum subtriflorum (Lag.) Bates
McVaugh 21515 (MICH)
Kosteletzkya tubiflora (DC.) O. J. Blanchard &
McVaugh E. J. Lott et al. 1325 (MEXU)
Malvaviscus arboreus Cav. McVaugh 20456 (MICH)
Pavonia pleuranthera (DC.) Fryxell McVaugh 21254
(MICH)
Periptera ctenotricha Fryxell J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9044 (IBUG)
Periptera macrostelis Rose González-T. 133 (ENCB)
Periptera punica (Lag.) DC. McVaugh 13708 (MICH)
Pseudabutilon ellipticum (Schleht.) Fryxell N.
Cervantes 80 (IBUG)
Sida ciliaris L. N. Cervantes 12 (ENCB)
Sida collina Schlt. N. Cervantes 7, 10 (IBUG)
Sida glabra Mill. Cowan & Nieves 4771 (IBUG)
Sida linearis Cav. McVaugh 16832 (MICH)
Sida linifolia Cav. N. Cervantes 15 (IBUG)
MELASTOMATACEAE
Conostegia volcanalis Standl. et Steyerm Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
Heterocentron mexicanum Hook. & Arn. J. A.
Vázquez-G. 8606 (IBUG)
Miconia glaberrima (Schlecht.) Naud. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
MELIACEAE
Cedrela sp. J. A. Vázquez-G. 5828 (IBUG)
Trichilia americana (Sessé & Mociño) T. D. Penn. J.
A. Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro 8975 (IBUG)
Trichilia havanensis Jacq. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9021 (IBUG)
MONIMIACEAE
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
88
Siparuna andina (Tul.) A. DC. J. A. Vázquez-G. & M.
Muñiz-Castro 9029 (IBUG)
RANUNCULACEAE
Morella cerifera (L.) Small L. M. González-Villarreal
3111 (IBUG)
Thalictrum pringlei S. Watson J. A.Soule y D.
J.Loockerman (MEXU)
Thalictrum strigillosum Hemsl. J. A. Soule 2678
(MEXU)
MYRSINACEAE
RHAMNACEAE
Ardisia compressa Kunth R. Ramírez, Pérez de la Rosa
& F. Zamora 1979 (IBUG)
Ardisia mexicana Lundell Y. Vargas-Rodriguez 483
(LSU)
Ardisia revoluta Kunth J. A. Vázquez-G. 1185 (IBUG)
Myrsine juergensenii (Mez.) Ricketson & Pipoly Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Parathesis melanosticta (Schlecht.) González-T. 869
(ENCB)
Parathesis villosa Lundell J. A. Vázquez-G. 5789
(IBUG)
Rapanea myricoides (Schlecht.) Lundell J. A. VázquezG. & M. Muñiz-Castro 8955 (IBUG)
Synardisia venosa (Mast.) Lundell J. A. Vázquez-G.
5831 (IBUG)
Rhamnus capreifolia Schltdl. Y. Vargas-Rodriguez
375 (LSU)
MYRICACEAE
MYRTACEAE
Myrcianthes fragans (Sw.) McVaugh var. fragans Y.
Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Psidium guajava L. J. A. Vázquez-G., C. Cruz Vargas,
V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8871 (IBUG)
Psidium sartprianum (Berg.) Ndzu. J. A. Vázquez-G.
& M. Muñiz-Castro 8984 (IBUG)
OCHNACEAE
Ouratea jaliscensis McVaugh Campos B. 4525
(MEXU)
OLEACEAE
Fraxinus uhdei (Wenzing) Ling et Ish Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
Osmanthus americana (L.) Benth & Hook Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
ONAGRACEAE
ROSACEAE
Photinia mexicana (Baill.) Hemsl. J. A.Machuca N.,
M. Cházaro-B. & J. A. Lomelí 7099 (IBUG)
Prunus cortapico Kerber J. A.Machuca N., M.
Cházaro-B. & J. A. Lomelí 7098 (IBUG)
Prunus tetradenia Koehne J. Rzedowski 15068
(ENCB)
Rubus adenotrichos Schlecht. J. A. Vázquez-G. 1221
(IBUG)
Rubus oligospermus Thornber cf. Venegas &
Villalobos s.n. (IBUG)
RUBIACEAE
Arachnothryx manantlanensis (Lorence) Borhidi Y.
Vargas-Rodriguez 376 (LSU)
Chiococca pachyphylla Wernham J. A. Vázquez-G.
5830 (IBUG)
RUTACEAE
Zanthoxylum melanostictum Cham. & Schltdl. Y.
Vargas-Rodriguez 378 (LSU)
SABIACEAE
Meliosma nesites I. M. Johnst. J. A. Vázquez-G. 5779
(IBUG)
SALICACEAE
Populus guzmanantlensis A. Vázquez & R. Cuevas L.
M. González-Villarreal 4665 (IBUG)
Populus sp. L. Torres & Col. 632 (IBUG)
Salix microphylla Schltdl. & Cham. J. A. Vázquez-G.,
C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 9063
(IBUG)
Fuchsia bacillaris Lindl. Y. Vargas-Rodriguez 384
(LSU)
Lopezia laciniata (Rose) Jones subsp. laciniata
Plitmann, Raven & Breedlove McVaugh 20347
SAPINDACEAE
OPILIACEAE
Phyllonoma laticuspis Engl. Y. Vargas-Rodriguez 467
(LSU)
Agonandra racemosa (DC.) Standley M. Cházaro-B.,
J. A.Machuca N., J. A. Lomelí & E. Sahagún 7316
(WIS)
PASSIFLORACEAE
Passiflora podadenia Killip Breedlove & Anderson
64024 (CAS)
PIPERACEAE
Piper rosei C. DC. M. W.Chase 83127 (MEXU)
Piper umbellatum L. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 9066 (IBUG)
POLYGALACEAE
Monnina sylvatica Schltdl. & Cham. Y. VargasRodriguez s.n. (LSU)
Monnina xalapensis Kunth O.Vargas-P. y González-T.
(IBUG)
Polygala gracillima S. Watson J. A.Solís Magallanes
3447 (ENCB)
Acer saccharum Marshall subsp. skutchii (Rehder)
Murray Y. Vargas-Rodriguez 389 (LSU)
SAXIFRAGACEAE
SCROPHULARIACEAE
Calceolaria mexicana Benth. J. A. Machuca-N. & M.
Cházaro-B. 7505 (IBUG)
Castilleja arvensis Schlecht. & Cham. J. A. VázquezG., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro
8862 (IBUG)
Castilleja integrifolia L. var. albobarbata H. H. Iltis &
G. L. Nesom var. nov. ined. T. S. Cochrane et al. 13136
Lamourouxia multifida Kunth J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8890
(IBUG)
Lamourouxia viscida H.B.K. J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8879
Seymeria cualana B. L. Turner J. A. Solís Magallanes
1236
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
89
SIMAROUBACEAE
Alvaradoa amorphoides Liebm. subsp. amorphoides
J. A. Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro 9023 (IBUG)
Picramnia guerrerensis W. W. Thomas J. A. VázquezG., C. Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro
8923 (IBUG)
SOLANACEAE
Cestrum confertiflorum Schltdl. R. Ramírez et al.
1887 (IBUG)
Cestrum lanatum M. Martens & Galeotti M. CházaroB. & Pérez de la Rosa 4762 (IBUG)
Cestrum terminale Francey R. Ramírez & Pérez de la
Rosa 796 (IBUG)
Lycianthes sp. M. Cházaro-B. & J. A. Lomelí 7386
(IBUG)
Lycianthes pringlei (Greenm.) Bitter J. A. Machuca-N.
& M. Cházaro-B. s.n. (IBUG)
Nicandra physalodes (L.) Gaertn. Y. Vargas-Rodriguez
479 (LSU)
Physalis sp. González-T. 117 (MICH)
Physalis cordata Mill. O. Vargas-P. 837 (IBUG)
Physalis jaliscensis ahora es mcvaughii Waterfall
Waterf. McVaugh 21512
Physalis mcvaughii Waterfall McVaugh 21512
(MICH)
Physalis orizabae Dun. González-T. 117 (IBUG)
Physalis philadelphica L. O. Vargas-P. et al. 836
(IBUG)
Physalis pubescens L. McVaugh 21141 (MICH)
Solanum americanum Mill. W. R. Anderson 12770
(IBUG)
Solanum brevipedicellatum Roe Santana-Michel 783
(IBUG)
Solanum hougasii Corr. M. Chazaro-B. et al. 7402
(IBUG)
Solanum lanceolatum Cav. González-T. 279 (IBUG)
Solanum madrense Fernald J. D. Ballesteros-F. s.n.
(IBUG)
Solanum refractum Hook & Arn. J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8866
(IBUG)
STAPHYLEACEAE
Turpinia occidentalis (Sw.) G. Don subsp. occidentalis
Croat. McVaugh 21322 (MICH)
STERCULIACEAE
Byttneria catalpifolia Jacq. var. catalpifolia Jacq.
McVaugh 21213 (MICH)
Guazuma ulmifolia Lam. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8868 (IBUG)
Melochia nodiflora Sw. Daniel 5259 (CAS)
Melochia pyramidata L. Anderson 12771 (MICH)
Melochia spicata (L.) Fryxell Anderson 12808 (MICH)
Waltheria fryxellii J.G. Saunders McVaugh 21288
(MICH)
Symplocos novogaliciana L.M. González McVaugh
21525 (MICH)
Symplocos prionophylla Hemsl. McVaugh 21451
(MICH)
THEACEAE
Cleyera integrifolia Choisy McVaugh 10326 (MICH)
Symplococarpon purpusii (Brandegee) Kobuski
McVaugh 14401 (MICH)
Ternstroemia lineata DC. McVaugh 14088 (MICH)
Ternstroemia lineata DC. subsp. lineata Bartholomew
Y. Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
TILIACEAE
Heliocarpus palmeri S. Watson McVaugh 23398
(MICH)
Tilia americana L. var. mexicana (Schltdl.) Hardin
McVaugh 14378 (MICH)
Trichospermum insigne (Bail.) Kosterm. J. A.
Vázquez-G. & M. Muñiz-Castro 9010 (IBUG)
Triumfetta acracantha Hochr. Magallanes 3467
(MEXU)
Triumfetta barbosa Lay Boutin & Kimnach 3162
(HNT)
Triumfetta brevipes S. Watson González-T. 573
(ARIZ)
Triumfetta galeottiana Turcz. McVaugh 20208
(MICH)
Triumfetta goldmanii Rose McVaugh 20234 (MICH)
Triumfetta indurata W. W. Thomas & McVaugh
McVaugh 23363 (MICH)
Triumfetta paniculata Hook. & Arn. McVaugh 20324
(MICH)
ULMACEAE
Aphanante monoica (Hemsl.) Leroy J. A. Vázquez-G.
& M. Muñiz-Castro 8974 (IBUG)
Pouzolzia sp. J. A. Vázquez-G. 5799 (IBUG)
VERBENACEAE
Lantana camara L. J. A. Vázquez-G., C. Cruz Vargas,
V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8872 (IBUG)
Lippia umbellata Cav. J. A. Vázquez-G., C. Cruz
Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8931 (IBUG)
VIOLACEAE
Hybanthus elatus (Turcz.) Morton Y. VargasRodriguez 478 (LSU)
Viola grahamii Benth. McVaugh 21483 (MICH)
Viola oxyodontis H. Ballard McVaugh 20125 (MICH)
VITACEAE
Cissus jaliscensis McVaugh J. A. Vázquez-G. 1188
(IBUG)
Cissus microcarpa Vahl J. Rzedowski s.n. (ENCB)
Cissus rhombifolia Vahl J. A. Machuca-N. y M.
Cházaro-B. 7526 (IBUG)
Vitis bourgaeana Planch. J. Rzedowski 15211 (ENCB)
LILIOPSIDA
STYRACACEAE
Styrax radians P. W. Fritsch McVaugh 23415 (ENCB)
Styrax ramirezii Greenm. Álvarez y López 32 (IBUG)
SYMPLOCACEAE
Symplocos citrea Lex. Y. Vargas-Rodriguez s.n. (LSU)
Symplocos flavifolia Lundell McVaugh 20306 (IBUG)
AGAVACEAE
Agave maximiliana Baker Gentry 23552 (MICH)
Agave schidigera Lem. E. Lott 1357 (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
90
Agave vazquezgarciae Cházaro & J. A. Lomelí J. A.
Vázquez-G. 7995 (IBUG)
Furcraea guerrerensis Matuda J. A. Vázquez-G., C.
Cruz Vargas, V. Shalisko & M. Muñiz-Castro 8896
(IBUG)
Furcraea sp. McVaugh 21129 (MICH)
Polianthes longiflora Rose R. Ramírez & González-T.
& R. Aguilar 2167 (IBUG)
Prochnyanthes mexicana Rose Y. Vargas-Rodriguez
471 (LSU)
Yucca jaliscensis Trel. McVaugh 14352 (MICH)
ALLIACEAE
Allium kunthii G. Don González T. 557 (MICH)
Allium kunthii G. Don González-T. 557 (IBUG)
Bessera elegans Schult.f. McVaugh 20368 (MICH)
ALSTROEMERIACEAE
Bomarea hirtella Herb. L. M. González-Villarreal
1109 (IBUG)
ANTHERICACEAE
Echeandia coalcomanensis Cruden González-T. 565
(MICH)
Echeandia imbricata Cruden McVaugh 20109 (MICH)
ARACEAE
Anthurium halmoorei Croat McVaugh 23408 (MICH)
Arisaema macrospathum Benth. González-T. 1225
(MICH)
Philodendron anisotomum Schott McVaugh 23308
(MICH)
Philodendron basii Matuda Croat 45442 (MEXU)
Syngonium neglectum Schott McVaugh 21262
(MICH)
Chamaedorea pochutlensis Liebm. McVaugh 23385
(MICH)
Cryosophila nana Kunth Perez de la Rosa 1418
(IBUG)
BROMELIACEAE
Aechmea tuitensis Magaña & E. J. Lott Magaña et al.
242 (MEXU)
Aechmea tuitensis Magaña & E. J. Lott Magaña 192
(MEXU)
Bromelia plumieri (E. Morr.) L. B. Sm. McVaugh
21131 (MICH)
Catopsis paniculata Hort. ex Gentil McVaugh 13734
(MICH)
Pitcairnia compostelae McVaugh González-T. 428
(MICH)
Pitcairnia heterophylla (Lindl.) Beer McVaugh 21173
(MICH)
Pitcairnia imbricata (Brongn.) Regel McVaugh 20441
(MICH)
Pitcairnia karwinskyana Schult. McVaugh 20112
(MICH)
Tillandsia achyrostachys E. Morr ex Baker var.
stenolepis L. B. Smith Ballesteros Franco s.n. (IBUG)
Tillandsia bourgaei Baker McVaugh 14293 (MICH)
Tillandsia cossonii Baker McVaugh 14293 (MICH)
Tillandsia dasyliriifolia Baker J. Rzedowski 15085
(ENCB)
Tillandsia magnusiana Wittm. McVaugh 12191
(MICH)
Tillandsia pamelae Rauh P. Koide 66 (HEID)
Tillandsia prodigiosa (Lem.) Baker Y. VargasRodriguez 485 (LSU)
COMMELINACEAE
Commelina dianthifolia Delile McVaugh 21534
(MICH)
Commelina erecta L. var. angustifolia (Michx.)
Fernald Anderson 12783 (MICH)
Commelina jaliscana Matuda McVaugh 20374
(MICH)
Commelina leiocarpa Benth. McVaugh 20320 (MICH)
Commelina rufipes Seub. McVaugh 21163 (MICH)
Gibasis pellucida (Mart. & Gal.) D. R. Hunt McVaugh
20448 (MICH)
Gibasis triflora (Mart. & Gal.) D. R. Hunt González-T.
379 (MICH)
Tinantia standleyi Steyerm. McVaugh 20265 (MICH)
Tradescantia zanonia L. McVaugh 21347 (MICH)
Tripogandra amplexicaulis (C. B. Clarke) Woodson
McVaugh 20128 (MICH)
CYPERACEAE
Carex madrensis L. H. Bailey McVaugh 20040
(MICH)
Carex mcvaughii Reznicek McVaugh 23492 (MICH)
Carex polystachya Sw. ex Wahlenb. Kongl. Vetensk.
McVaugh 20412 (MICH)
Cyperus aschenbornianus Boeck. Pérez de la Rosa
416 (IBUG)
Cyperus flavescens L. var. piceus (Liebm.) Fernald
McVaugh 20231 (MICH)
Cyperus hermaphroditus (Jacq.) Standl. González-T.
309 (MICH)
Cyperus ischnos Schltdl. McVaugh 20365 (MICH)
Cyperus laxus Lam. González-T. 586 (MICH)
Cyperus manimae Kunth McVaugh 13643 (MICH)
Cyperus mutisii Griseb. McVaugh 20144 (MICH)
Cyperus niger Ruiz & Pav. Lovera G. s. n. (IBUG)
Cyperus surinamensis Rottb. Santana-Michel 788
(IBUG)
Eleocharis minima Kunth McVaugh 20229 (MICH)
Fimbristylis dichotoma (L.) Vahl McVaugh 20230
(MICH)
Kyllinga odorata Vahl González-T. 459 (MICH)
Kyllinga pumila Michx. González-T. 459 (MICH)
Rhynchospora aristata Boeck. var. suberecta
Kükenthal McVaugh 21318 (MICH)
Rhynchospora jaliscensis McVaugh McVaugh 13679
(MICH)
Scleria ciliata Michx. McVaugh 20240 (MICH)
DIOSCOREACEAE
Dioscorea jaliscana S. Watson McVaugh 20275
(MICH)
Dioscorea militaris B. L. Rob. González-T. 499
(IBUG)
Dioscorea sparsiflora Hemsl. R.McVaugh 20285
(MICH)
HYPOXIDACEAE
Hypoxis mexicana Schult. González-T. 327 (MICH)
IRIDACEAE
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
91
Calydorea hintonii (R.C. Foster) Goldblatt & Henrich
M. Cházaro-B. et al. 7405 (IBUG)
Dioscorea militaris B. L. Rob. González-T. 481
(MICH)
Dioscorea sparsiflora Hemsl. McVaugh 20285
(MICH)
Sisyrinchium cernuum (Bickn.) Kennedy McVaugh
23462 (MICH)
Sisyrinchium pringlei B. L. Rob. & Greenm. McVaugh
21377 (MICH)
Sisyrinchium tenuifolium Humb. & Bonpl. ex Willd.
McVaugh 20103 (MICH)
Tigridia chrysantha Cruden & S. J. Walker J. Curiel
514
Tigridia pugana Aaron Rodr. & L. Ortiz-Catedral A.
Rodríguez & L. Ortíz-Catedral 3197
JUNCACEAE
Juncus dichotomus Ell. McVaugh 12204 (MICH)
Juncus marginatus Rostk. Pérez de la Rosa 418
(IBUG)
Juncus microcephalus Kunth McVaugh 20006
(MICH)
LILIACEAE
Calochortus venustulus Greene González 374 (MICH)
Linum mcvaughii C. M. Rogers González-T. 466
ORCHIDACEAE
Barkeria barkeriola Rchb. f. González-T. 1174
(MICH)
Bletia campanulata Lex. González-T. 1171 (MICH)
Bletia ensifolia L. O. Williams Y. Vargas-Rodriguez
482 (LSU)
Bletia gracilis Lodd. González-T. 1223 (MICH)
Bletia jucunda Linden & Rchb. f. González-T. s.n.
(IBUG)
Bletia macristhmochila Greenm. González-T. s.n.
(MICH)
Bletia reflexa Lindl. McVaugh 13698 (MICH)
Bletia roezlii Rchb. f. González-T. 1223 (IBUG)
Bletia rosea (Lindl.) Dressler González-T. dibujo
(MICH)
Bulbophyllum cirrhosum L. González-T. dibujo
(MICH)
Bulbophyllum nagelii L. O. Williams González-T. & J.
Ibarra s.n. (IBUG)
Catasetum pendulum Dodson González-T. s.n.
(MICH)
Cattleya aurantiaca (Batem.) P. N. Don Navarro 5567
(MICH)
Corallorhiza odontorhiza Nutt. var. pringlei (Greenm.)
Freudenst. L. M. González-Villarreal et al. 3279
(IBUG)
Corallorhiza fimbriata Schltr. McVaugh 21345
(MICH)
Cranichis apiculata Lindl. McVaugh 20386 (MICH)
Cranichis gracilis L. González-T. 1286 (MICH)
Cranichis schaffneri Rchb.f. McVaugh 13765 (MICH)
Cranichis sylvatica A. Rich & Galeotti González-T.
1280 (MICH)
Cuitlauzina pendula Lex. González-T. 828 (MICH)
Cymbioglossum cervantesii (Lex.) F. Halbinger
González-T. s.n. (MICH)
Cymbioglossum maculatum (Lex.) F. Halbinger
González-T. s.n. (MICH)
Deiregyne pulchra (Schltr.) Garay González-T. s.n.
(IBUG)
Encyclia adenocaula (Lex.) Schltr. R. Soltero-Q. 459
(IBUG)
Encyclia aenicta Dressler & Poll. González-T. s.n.
(MICH)
Encyclia bassavolae (Rechb. f.) Dressler González-T.
dibujo (MICH)
Encyclia chondylobulbon (A. Rich & Galeotti)
Dressler & G. E. Pollard González-T. 1256 (MICH)
Encyclia citrina (La Llave & Lex.) Dressler GonzálezT. 834 (MICH)
Encyclia concolor Schltr. González-T. 1203 (MICH)
Encyclia favoris (Rchb. f.) Soto Arenas González-T.
1343 (IBUG)
Encyclia lancifolia (Lindl.) Dressler & G. E Pollard J.
Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Encyclia linkiana Schltr. González-T. s.n. (MICH)
Encyclia microbulbon Schltr. S. Rosillo fotografía
(MICH)
Encyclia pterocarpa (Lindl.) Dressler McVaugh 21131
(MICH)
Encyclia rhombilabia S. Rosillo R. Soltero-Q. & H. J.
Arreola-N. s.n. (IBUG)
Encyclia subulatifolia (A. Rich. & Galeotti) Dressler
E. Ruiz T. s.n. (AMO)
Encyclia tenuissima (Ames, F. T. Hubb. & C.
Schweinf.) Dressler González-T. 1155 (MICH)
Encyclia tripunctata (Lindl.) Dressler de acuerdo a
González-T.
Encyclia varicosa Schltr. González-T. 831 (AMO)
Encyclia venosa Schltr. González-T. 904 (ENCB)
Encyclia virgata Schltr. González-T. s.n. (IBUG)
Epidendrum sp. Y. Vargas-Rodriguez, I. Contreras y
J. A. Vázquez-G. 7523 (IBUG)
Epidendrum anisatum La Llave & Lex. González-T.
895 (AMO)
Epidendrum chlorops Rchb. f. González-T. 1302
(IBUG)
Epidendrum clowesii Batem. ex Lindl. S. Rosillo
fotografía (MICH)
Epidendrum gomezii Schltr. González-T. 1184
(MICH)
Epidendrum ibarrae R. González J. Ibarra s.n.
(IBUG)
Epidendrum longicuale (L. O. Williams) L. O.
Williams McVaugh 20274 (MICH)
Epidendrum marmoratum A. Rich. & Galeotti
González-T. s.n.! (MICH)
Epidendrum neogaliciense Hágsater & R. González
González-T. 1176 (IBUG)
Govenia sp. Y. Vargas-Rodriguez, I. Contreras y J. A.
Vázquez-G. 7518 (IBUG)
Govenia superba (La Llave & Lex.) Lindl. González-T.
1172 (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
92
Gracielanthus pyramidalis (Lindl.) R. González &
Szlach. González-T. 1320 (IBUG)
Habenaria atrata R. González & Cuev.-Fig. GonzálezT. s.n. (IBUG)
Habenaria clypeata Lindl. González-T. s.n. (IBUG)
Habenaria crassicornis Lindl. González-T. 438
(MICH)
Habenaria guadalajarana S. Watson González-T. 936
(MICH)
Habenaria ibarrae R. González J. Ibarra s.n. (IBUG)
Habenaria jaliscana S. Watson González-T. 411
(MICH)
Habenaria lactiflora A. Rich & Galeotti González-T.
s.n.
Habenaria novemfida Lindl. McVaugh 20457
(MICH)
Habenaria pinzonii R. González & Cuev.-Fig. G.
Pinzón & González-T. s.n. (IBUG)
Habenaria rzedowskiana R. González González-T. s.n.
(MICH)
Habenaria virens A. Rich. & Galeotti J. Ibarra dibujo
(MICH)
Hagsatera rosilloi R. González González-T. 568
(ENCB)
Hexadesmia tenuis (L. O. Williams) R. González J.
Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Hexalectris brevicaulis L. O. Williams González-T.
s.n. (MICH)
Hexalectris grandiflora (Rich. & Galeotti) L. O.
Williams González-T. s.n. (MICH)
Hexisea bidentata Lindl. González-T. 1257 (MICH)
Hexisea imbricata Lindl. González-T. 1257 (IBUG)
Hintonella mexicana Ames González-T. 1187 (MICH)
Homalopetalum pachyphyllum (L .O. Williams)
Dressler González-T. 931 (AMO)
Homalopetalum pumilio Schltr. González-T. dibujo
(MICH)
Isochilus amparoanus Schltr. González-T. dibujo
(MICH)
Isochilus sp. R. Soltero-Q. & H. Arreola-N. 155
(IBUG)
Jacquiniella leucomelana (Rchb. f.) Schltr. McVaugh
21343 (MICH)
Kreodanthus casillasii R. González R. Ramírez &
González-T . s.n. (IBUG)
Laelia bancalarii R. González & Hágsater GonzálezT., Pedro Ibarra 1188 (IBUG)
Laelia albida Bateman ex Lindl. González-T. 1186
(MICH)
Laelia bancalarii R. González & Hágsater McVaugh
23439 (MICH)
Leochilus crocodiliceps Kraenzl. M. W. Chase 83218
(MICH)
Leochilus oncidioides Knowles & Westc. González-T.
1183 (MICH)
Liparis vexillifera Cogn. González-T. 365 (MICH)
Lockhartia oerstedii Rchb. f. González-T. dibujo
(MICH)
Lycaste crinita Lindl. González-T. 1208 (MICH)
Macroclinium lexarzanum (Hágsater & González)
Dodson González-T. s.n. (IBUG)
Malaxis brachyrrhynchos Ames González-T. s.n.
(MICH)
Malaxis corymbosa Kuntze González-T. 921 (MICH)
Malaxis fastigiata Kuntze González-T. 365 (ENCB)
Malaxis lepidota Ames M. W. Chase 83226 (MICH)
Malaxis macrantha Ames González-T. & S. Ibarra-S.
1251 (IBUG)
Malaxis myurus Kuntze McVaugh 13802 (MICH)
Malaxis pringlei Ames González-T. 420 (MICH)
Malaxis rosilloi R. González & E. W. Greew.
González-T. 1229 (AMO)
Malaxis soulei L. O. Williams McVaugh 13804
(MICH)
Malaxis tamayoana Garay & W. Kittr. McVaugh
13778 (AMES)
Malaxis tepicana Ames González-T. 365 (AMO)
Malaxis unifolia Michx. González-T. 923 (MICH)
Maxillaria cucullata Lindl. S. Rosillo fotografía
(MICH)
Maxillaria curtipes Hook. de acuerdo a González-T.
Meiracyllium wendlandii Rchb. f. Navarro 5562
(MICH)
Mexicoa ghiesbreghtiana (Rich. & Galeotti) Garay
González-T. 1333 (IBUG)
Mormodes badia Rolfe ex S. Watson J. A. E. Topete
s.n. (IBUG)
Mormodes badium Rolfe Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Mormodes luxatum Lindl. González-T. 930 (MICH)
Mormodes maculata (Klotzsch) L. O. Williams J.
Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Mormodes oceloteoides S. Rosillo J. Cárdenas & D.
Hernández s.n. (AMO)
Mormodes pardalinata S. Rosillo González-T. 1224
(MICH)
Nezahualcoyotlia gracilis (L. O. Williams) R. González
González-T. 1286 (IBUG)
Notylia tridachne Lindl. & Paxton González-T. s.n.
(IBUG)
Oestlundorchis eriophora (Rob. & Greenm.) Szlach.
González-T. 1204 (IBUG)
Oestlundorchis falcata (L. O. Williams) Szlach.
González-T. 1152 (IBUG)
Oestlundorchis nonantzin (R. González ex McVaugh)
Szlach. J.Ibarra 1198 (IBUG)
Oncidium cavendishianum Batem. González-T. s.n.
(MICH)
Oncidium graminifolium (Lindl.) Lindl. González-T.
s.n. (MICH)
Oncidium hastatum (Batem.) Lindl. M. Ibarra-S. s.n.
(IBUG)
Oncidium hyalinobulbon La Llave & Lex. GonzálezT. s.n. (IBUG)
Oncidium karwinskii (Lindl.) Lindl. J. Ibarra s.n.
(MICH)
Oncidium reflexum Lindl. González-T. s.n. (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
93
Oncidium reichenheimii (Linden & Rchb. f.) Garay &
Stacy González-T. s.n. (IBUG)
Oncidium tigrinum La Llave & Lex. González-T. s.n.
(MICH)
Pelexia schaffneri Rchb. f. González-T. s.n. (IBUG)
Physosiphon loddigesii Lindl. ex Hook. González-T.
384 (MICH)
Platanthera limosa Lindl. González-T. s.n. (MICH)
Platythelys vaginata (Hook.) Garay McVaugh 20453
(MICH)
Pleurothallis chrysantha Lindl. González-T. s.n.
(AMO)
Pleurothallis hirsuta Ames González-T. dibujo
(MICH)
Pleurothallis longispicata L. O. Williams González-T.
1167 (MICH)
Pleurothallis minutalis Lindl. Pérez de la Rosa s.n.
(IBUG)
Pleurothallis sanguinolenta Garay & W. Kittr.
González-T. 1138 (MICH)
Pleurothallis schiedei Rchb. f. González-T. dibujo
(MICH)
Ponthieva ehpippium Rchb. f. González-T. 1253
(MICH)
Ponthieva racemosa (Walter) Mohr González-T. 1264
(MICH)
Pseudocranichis tubulosa (Lindl.) R.González comb.
nov. inéd. González-T. 1299 (IBUG)
Rhynchostele aptera (La Llave & Lex.) Soto Arenas &
Salazar J. Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Rhynchostele cervantesii (La Llave & Lex.) Soto
Arenas & Salazar González-T. 1145 (IBUG)
Rodriguezia dressleriana R. González de acuerdo a
González-T.
Rossioglossum insleayi (Lindl.) Garay & G. C. Kenn.
González-T. dibujo (MICH)
Sarcoglottis corymbosa Garay González-T. s.n.
(IBUG)
Sarcoglottis rosulata (Lindl.) P. N. Don. J. Ibarra-M.
s.n. (IBUG)
Schiedeella sp. Schltr. González-T. 1301 (IBUG)
Schiedeella garayana R. González González-T. 1301
(IBUG)
Schiedeella llaveana Schltr. var. alinae Szlach. G.
Pinzón & González-T. 881 (AMO)
Spiranthes nonantzin R. González ex McVaugh
González-T. 1197
Spiranthes acaulis (Sm.) Cogn. J. Ibarra s.n. (MICH)
Spiranthes albovaginata C. Schweinf. de acuerdo a
González-T.
Spiranthes congestiflora L. O. Williams González-T.
877 (MICH)
Spiranthes eriophora B. L. Rob. & Greenm.
González-T. s.n. (MICH)
Spiranthes falcata L. O. Williams González-T. 1152
(MICH)
Spiranthes hemichrea Lindl. González-T. s.n. (AMO)
Spiranthes nonantzin R. González ex McVaugh
González-T. s.n. (MICH)
Spiranthes pyramidalis Lindl. González-T. s.n.
(MICH)
Spiranthes schaffneri Rchb. f. González-T. dibujo
(MICH)
Spiranthes spanantha McVaugh González-T. dibujo
(MICH)
Spiranthes transversalis A. Rich. & Galeotti
González-T. 881 (MICH)
Stanhopea maculosa Knowles & Westc. de acuerdo a
González-T.
Stanhopea martiana Lindl. Y. Vargas-Rodriguez s.n.
(LSU)
Stanhopea radiosa Lem. González-T. s.n. (MICH)
Stanhopea sp. J. Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Stanhopea sp. González-T. 1236 (IBUG)
Stanhopea sp. J. Ibarra-M. s.n. (IBUG)
Stenorrhynchos aurantiacus (La Llave & Lex.) Lindl.
González-T. s.n. (IBUG)
Trichosalpinx tamayoana Soto Arenas González-T.
1170 (IBUG)
Triphora trianthophoros (Sw.) Rydb. González-T.
1243A (MICH)
Vanilla pompona Schiede M. Cházaro-B. et al. 7312
(IBUG)
POACEAE
Aegopogon tenellus Trin. McVaugh 20100 (MEXU)
Andropogon fastigiatus Sw. Santana-Michel 762
(IBUG)
Aristida hintonii Hitchc. McVaugh 20238 (MICH)
Aristida jorullensis Kunth N. Cervantez 19 (IBUG)
Aristida laxa Cav. McVaugh 20071 (IBUG)
Aristida schiedeana Trin. & Rupr. McVaugh 20344
(MICH)
Aristida tuitensis Sanchez-Ken & Davila J. de la Torre
V. s.n. (IBUG)
Arundinella berteroniana (Schult.) Hitchc. & Chase
González-T. 858 (MICH)
Arundinella deppeana Nees McVaugh 21204 (MICH)
Axonopus deludens Chase McVaugh 20237 (MICH)
Bothriochloa saccharoides (Sw.) Rydb. McVaugh
20199 (MICH)
Chloris rufescens Steud. McVaugh 20069 (MICH)
Chusquea circinata Soderstr. & C. E. Calderón L. M.
Villarreal de Puga 6502 (IBUG)
Chusquea liebmannii E. Fourn. ex Hemsl. J. A.
Vázquez-G., G. Nieves y N. Cervantes 1760 (IBUG)
Diectomis fastigiata P. Beauv. C. Díaz Luna 3680
(MICH)
Digitaria badia Fernald McVaugh 20010 (MICH)
Digitaria curtigluma Hitchc. Santana-Michel 1216
(IBUG)
Eragrostis mexicana (Hornem.) Link McVaugh 20141
(MICH)
Eragrostis pringlei Mattei McVaugh 20017 (MICH)
Festuca breviglumis Swallen McVaugh 21533 (MICH)
Festuca rosei Piper González-T. 554 (MICH)
Hackelochloa granularis (L.) Kuntze McVaugh 20090
(MICH)
Hydrochloa carolinensis var. oconnorii R. Guzmán
R. Guzmán & Pérez de la Rosa 31 (IBUG)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
94
Lasiacis oaxacensis Hitchc. McVaugh 21157 (MICH)
Lasiacis procerrima Hitchc. González-T. 448 (MICH)
Lasiacis ruscifolia Hitchc. McVaugh 21144 (MICH)
Leptocoryphium villaregalis McVaugh & R. Guzmán
González-T. 369 (MICH)
Luziola fluitans (Michx.) Terrell & H. Rob. S.
Carvajal H. 2542 (IBUG)
Microchloa kunthii Desv. Santana-Michel 798 (IBUG)
Muhlenbergia bervivaginata Swallen McVaugh 20033
(MICH)
Muhlenbergia ciliata Kunth McVaugh 20019 (MICH)
Muhlenbergia cualensis Y. Herrera & P. M. Peterson
Santana-Michel 860 (IBUG)
Muhlenbergia distichophylla Kunth McVaugh 21225
(MICH)
Muhlenbergia diversiglumis Trin. McVaugh 20073
(MICH)
Muhlenbergia dumosa Scribn. ex Vasey McVaugh
14397 (MICH)
Muhlenbergia grandis Vasey McVaugh 21224
(MICH)
Muhlenbergia iridifolia Soderstr. McVaugh 21313
(MICH)
Muhlenbergia jaliscana Swallen McVaugh 20361
(MICH)
Muhlenbergia macrotis (Piper) Hitchc. J. de la Torre
8634 (MICH)
Muhlenbergia minutissima (Steud.) Swallen McVaugh
20016 (MICH)
Muhlenbergia pectinata C. O. Goodd. Peterson y
Annable 6161 (US)
Muhlenbergia scoparia Vasey J. de la Torre V. 8635
(IBUG)
Muhlenbergia speciosa Vasey McVaugh 20102
(MICH)
Muhlenbergia tenella (Kunth) Trin. McVaugh 21142
(MICH)
Muhlenbergia virescens Kunth González-T. 553
(MICH)
Oplismenus burmannii (Retz.) P. Beauv. var.
nudicaulis (Vasey) McVaugh McVaugh 21161 (MICH)
Oplismenus compositus (L.) P. Beauv. McVaugh
21164 (MICH)
Otatea acuminata (Munro) C. E. Calderón & Soderstr.
McVaugh 21179 (MICH)
Panicum arundinariae Trin. & E. Fourn. McVaugh
20446 (MICH)
Panicum aztecanum Zuloaga & Morrone McVaugh
20345 (MICH)
Panicum divergens Kunth McVaugh 21337 (MICH)
Panicum laxiflorum Lam. Sánchez-Ken y M. Mayfield
y B. Westlund 477 (MEXU)
Panicum lepidulum Hitchc. & Chase McVaugh 20345
(MICH)
Panicum multiglandulosum Sanchez-Ken & Davila
Santana-Michel 889 (IBUG)
Panicum parviglume Hack. McVaugh 21349 (MICH)
Panicum sphaerocarpon Elliot González-T. 346
(MICH)
Panicum trichoides Sw. McVaugh 21156 (MICH)
Paspalum clavuliferum C. Wright McVaugh 20242
(MICH)
Paspalum convexum Flüggé McVaugh 19665 (MICH)
Paspalum hintonii Chase McVaugh 20246 (MICH)
Paspalum humboldtianum Flüggé McVaugh 20152
(MICH)
Paspalum squamulatum E. Fourn. McVaugh 21336
(MICH)
Pennisetum purpureum Schumach. J. J. Sota E.
(MICH)
Pennisetum setosum Rich. McVaugh 21138 (MICH)
Pereilema ciliatum E. Fourn. McVaugh 20140 (MICH)
Pereilema crinitum J. Presl & C. Presl McVaugh
20095 (MICH)
Poa annua L. McVaugh 21514 (MICH)
Polypogon monspeliensis (L.) Desf. Santana-Michel
856 (IBUG)
Polypogon viridis (Gouan) Beistr. Gómez S. s.n. 02-0474 (IBUG)
Rhipidocladum racemiflorum (Steud.) McClure
McVaugh 21178 (MICH)
Schizachyrium brevifolium (Sw.) Nees ex Büse
McVaugh 21380 (MICH)
Schizachyrium cirratum (Hack.) Nash McVaugh
20097 (MICH)
Schizachyrium sanguineum (Retz.) Alston F. Padilla
E. s.n. (MICH)
Schizachyrium tenerum Nees González-T. 469
(MICH)
Setaria longipila E. Fourn González-T. 298 (MICH)
Setaria paniculifera E. Fourn. x Hemsl. McVaugh
20317 (MICH)
Setaria parviflora (Poir.) Kerguélen González-T. 334
(MICH)
Sorghastrum incompletum Nash McVaugh 20096
(MICH)
Sorghastrum nutans (L.) Nash McVaugh 20245
(MICH)
Sorghastrum stipoides (Kunth) Nash McVaugh 20202
(MICH)
Sorghum trichocladum Kuntze McVaugh 20153
(MICH)
Sporobolus macrospermus Scribn. ex Beal McVaugh
20162 (MICH)
Sporobolus trichodes Hitchc. McVaugh 20032 (MICH)
Trachypogon montufari (Kunth) Nees McVaugh
21376 (MICH)
Trachypogon plumosus Nees McVaugh 20247
(MICH)
Triniochloa talpensis M. González-Ledesma & M.
Gómez-Sánchez M. González-Ledesma & Pérez de la
Rosa 496 (CHAPA)
Tripsacum pilosum Scribn. & Merr. W. R. Anderson
12795 (MICH)
Tristeum deyeuxioides Kunth Y. Vargas-Rodriguez
474 (LSU)
Tristeum palmeri Hitchc. McVaugh 20061 (MICH)
Tristachya avenacea (Presl.) Scribn. & Merr.
González-T. 447 (MICH)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
95
Zeugites americana Willd. var. mexicana (Kunth)
McVaugh McVaugh 20332 (MICH)
Zeugites americana Willd. var. pringlei (Scribn.)
McVaugh McVaugh 21543 (MICH)
Zeugites smiliacifolia Scribn. McVaugh 20308
(MICH)
PONTEDERIACEAE
Heteranthera reniformis Ruiz & Pav. McVaugh 20435
(MICH)
Apéndice 2. Lista preliminar de hongos en el municipio de Talpa de Allende.
Subdivisión Ascomycota
96
Orden Hypocreales
Hypocreaceae
Hypomyces lactifluorum (Schwein.) Tul. & C. Tul. J. Manzi s/n (ENCB)
Orden Pezizales
Helvellaceae
Helvella crispa Bull. J. Manzi s/n (ENCB)
Pyronemataceae
Scutellinia scutellata (L.) Lambotte L. Guzmán-Dávalos 6599 (IBUG)
Orden Xylariales
Xylariaceae
Xylaria polymorpha (Pers.) Grev. L. Villaseñor 159 (IBUG)
Subdivisión Basidiomycota
Orden Agaricales
Agaricaceae
Calvatia cyathiformis (Bosc) Morgan D. García-Saucedo 232-B (GUADA)
Lycoperdon umbrinum Pers. R. McVaugh 554 (ENCB)
Panaeolus sphinctrinus (Fr.) Quél. D. García-Saucedo 223 (ENCB)
Pluteaceae
Amanita caesarea (Scop.) Pers. L. Villaseñor 145 (IBUG)
Tricholomataceae
Armillariella polymyces (Pers.) Singer & Clémençon L. Guzmán-Dávalos 6595 (IBUG)
Tricholoma magnivelare (Peck) Redhead L. Villaseñor 149 (IBUG)
Xeromphalina tenuipes (Schwein.) A.H. Sm. L. Guzmán-Dávalos 6606 (IBUG)
Orden Auriculariales
Auriculariaceae
Auricularia delicata (Fr.) Henn. L. M. V. de Puga 6280 (IBUG), L. Guzmán-Dávalos 6587 (IBUG)
Auricularia polytricha (Mont.) Sacc. L. M. V. de Puga y R. Guzmán 6275 (IBUG)
Orden Boletales
Boletaceae
Boletellus ananas (M.A. Curtis) Murrill I. Alvarez 1636 (IBUG)
Sclerodermataceae
Scleroderma areolatum Ehrenb. R. McVaugh 1132 (ENCB)
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
Scleroderma texense Berk. L. Villaseñor 148 (IBUG), I. Alvarez 1648-A (IBUG), R. RamírezDelgadillo y A. Rodríguez 2492 (IBUG), R. McVaugh 435, 442, 493 (ENCB, IBUG), L. GuzmánDávalos 6633 (IBUG)
Scleroderma verrucosum (Bull.) Pers. R. McVaugh 521, 975 (ENCB)
Orden Cantharellales
Cantharellaceae
Cantharellus cibarius Fr. I. Alvarez 1644 (IBUG), L. Guzmán-Dávalos 6640 (IBUG)
Orden Geastrales
Geastraceae
Geastrum fimbriatum Fr. R. McVaugh 547 (ENCB)
Orden Phallales
Phallaceae
Blumenavia toribiotalpaensis Vargas-Rodr. Y.L. Vargas-Rodriguez 459 (LSUM)
Dictyophora indusiata (Vent.) Desv. O. Rodríguez 1548-A (IBUG)
Orden Polyporales
Ganodermataceae
Ganoderma curtisii (Berk.) Murrill D. García-Saucedo 229 (ENCB)
Polyporaceae
Coriolus versicolor (L.) Quél. L. M. González-Villarreal 3066 (IBUG)
Favolus brasiliensis (Fr.) Fr. L. M. V. de Puga y R. Guzmán 6274 (IBUG)
Polyporus arcularius (Batsch) Fr. L. M. V. de Puga 6277 (IBUG), D. García-Saucedo s/n (ENCB)
Trametes byrsina (Mont.) Pat. L. M. V. de Puga y R. Guzmán 6283 (IBUG)
Trametes villosa (Sw.) Kreisel L. M. V. de Puga y R. Guzmán 6285 (IBUG)
Orden Russulales
Stereaceae
Stereum ostrea (Blume & T. Nees) Fr. L. M. V. de Puga 3258 (IBUG)
Orden Tremellales
Tremellaceae
Tremella lutescens Pers. L. Guzmán-Dávalos 6589 (IBUG)
Líquenes
Subdivisión Ascomycota
Orden Lecanorales
Physciaceae
Heterodermia echinata (Taylor) W.L. Culb. R. Ramírez-Delgadillo 1890 (IBUG)
Subdivisión Basidiomycota
Orden Atheliales
Atheliaceae
Dictyonema pavonium (Sw.) Parmasto R. González 419 (IBUG)
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Myxomycota
Trichiales
Arcyriaceae
Arcyria incarnata (Pers.) Pers. L. Guzmán-Dávalos 6609 (IBUG)
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Vegetación, Fitogeografía y Uso del Suelo
El municipio de Talpa de Allende es uno de los mayor diversidad en el occidente de
México, con un gradiente altitudinal de 160 m s.n.m. a 2750 m s.n.m. Incluye ocho de los
tipos de vegetación reportados por Rzedowski y Mcvaugh (1966) (Fig. 14) además de la
vegetación xerofítica de altura reportada por Vázquez-García et al. (1995). Los estudios
cuantitativos ecológicos y fitogeográficos de la vegetación en Talpa de Allende son
escasos, sólo existen descripciones para algunos rodales de ciertas formaciones vegetales,
principalmente para bosque mesófilo de montaña del Ojo de Agua del Cuervo y S AndrésSierra de Cuale, y para el bosque tropical subcaducifolio de Concepción de Bramador y
Tajahualpa (Vázquez-García et al. 2000, 2005; Vázquez-García y Quintero-Moro 2005a,
2005b; Vargas-Rodríguez 2005; Vargas-Rodríguez et al. 2010). En la presente contribución
se describen las características fitogeográficas más sobresalientes de la zona de estudio,
posibles orígenes de su flora, su contexto florístico y fisiográfico. Se sigue la clasificación
de vegetación de Rzedowski y McVaugh (1966) y Rzedowski (1978), ya que se ajusta
mucho mejor a nuestra región que el sistema de Miranda y Hernández X. (1963). Algunas
dificultades en el uso del sistema de Miranda y Hernandez X. se exponen con detalle en
Rzedowski (1978).
Características Fitogeográficas Sobresalientes
Transición Holártico-Neotropical: La flora de Talpa de Allende, al igual que la
mayoría de las serranías tropicales al norte de Mesoamérica, se encuentra en la franja de
transición de los reinos biogeográficos Holártico y Neotropical. En cuanto a su
composición, los elementos dominantes son sin duda los autóctonos tropicales. En cuanto a
los elementos alóctonos, los Sudamericanos pueden ser equiparables o ser superiores a los
Boreales (Rzedowski 1993). También encontramos elementos americano asiáticos y
americano africanos, así como gondwanicos y pantropicales.
Vicarianza Pacífica-Atlántica: Estudios comparativos de los bosques mesófilos de
montaña en México (Vázquez-García 1993) muestran que los de la vertiente Pacífica
divergen de los de la vertiente Atlántica en su composición florística tanto al nivel de
género como al nivel de especie. Por un lado, los bosques mesófilos de Veracruz son más
similares a los de Tamaulipas (Puig y Bracho 1986, Vázquez-García 1993) y estos últimos
muestran sólo una ligera similitud con los del sudeste de los Estados Unidos, mientras que
por otro lado, los de Talpa de Allende, son más similares a los de Guerrero (VázquezGarcía 1993). La vicarianza biogeográfica es sin duda un factor importante en la
divergencia de estas floras. Algunos ejemplos de géneros vicariantes incluyen Magnolia,
Juglans y Tilia.
Disyunciones: Algunas disyunciones de especies en la zona, tales como Alchornea
latifolia y Phylonoma laticuspis son quizá resultado de dispersión a grandes distancias, sin
embargo, algunas otras como la de Acer saccharum subsp. skutchii, son posiblemente
resultado de la vicarianza biogeográfica.
Especiación alopátrica: En regiones montañosas como México, con gran variedad
de climas y suelos, la especiación alopátrica es un fenómeno característico que ha
contribuido grandemente a la alta diversidad y al elevado endemismo de muchas regiones
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99
del país. En Talpa de Allende este tipo de especiación se ejemplifica en los géneros
Magnolia, Juglans, Abies, Populus, Symplocos y Saurauia.
Especiación simpátrica: La especiación simpátrica se pone de manifiesto con la alta
diversidad de muchos de sus géneros, además, en Talpa de Allende se ha observado que en
100 m2 se pueden encontrar hasta de cuatro a cinco especies de Salvia, tres a cuatro
especies de Quercus o dos a tres especies de Ficus; algunas de esas especies son endémicas
de Talpa de Allende y otras todavía no se han descrito para la ciencia.
Radiación de especies: Algunos géneros se han diversificado grandemente en el
Occidente de México en forma comparable al fenómeno de radiación en islas. Por ejemplo,
dentro del municipio existen géneros que contienen más de 10 especies (por ejemplo,
Eupatorium , Salvia, Desmodium , Quercus , Ipomoea, Euphorbia, Solanum, y Cyperus).
Algunos de estos, Solanum, Euphorbia e Ipomoea, presentan un variado espectro de formas
biológicas que incluyen hierbas, arbustos, árboles y trepadoras. Mientras que el resto,
aunque con menor variedad de formas biológicas, ocurren en la mayoría de los hábitats
presentes en la zona, gracias a su variación en morfología foliar, fenología o adaptación a
diferentes polinizadores.
Endemismo: Se estima que cerca del 1% de las especies son endémicas estrictas al
municipio de Talpa de Allende y cerca del 10% de sus especies son endémicas estrictas al
estado de Jalisco (Hernández 1995) y muy posiblemente, entre el 30 al 40% son endémicas
para el Occidente de México. La composición y patrones del endemismo se describen en
mayor detalle en Hernández (1995). Entre las especies endémicas estrictas figuran el Abies
guatemalensis var. jaliscana, Pinus jaliscana, Pinus ayacahuite var. novogaliciana,
Magnolia pacifica, Quercus cualensis, Quercus tuitensis, Microspermum gonzalezii, Salvia
mexiana subsp. nivesii subsp. nov. ined. fide A. Vázquez. Entre las endémicas al occidente
de México destacan Populus guzmanantlanensis, Symplocos novogaliciana y Quercus
insignis entre otras. Las especies exclusivas de la localidad de Ojo de Agua del Cuervo y
sus alrededores fueron 28 (Vargas-Rodriguez et al. 2010).
Refugios: Las enormes disyunciones florísticas en muchas especies de la flora de
Talpa de Allende difícilmente pueden explicarse por la dispersión a grandes distancias, esto
sugiere, que algunas áreas húmedas en cañadas protegidas, tanto en áreas tropicales
(Tajahualpa, Concepción de Bramador) como en cañadas de clima templado (Ojo de Agua
del Cuervo), actuaron como refugios (“survivios”) del Pleistoceno o hasta del Mioceno.
Relictos: Talpa de Allende presenta refugios para poblaciones o especies relicto
como es el caso de algunos elementos mesófilos como Acer saccharum subsp. skutchii,
Matudaea trinervia, Podocarpus reichei, Magnolia pacifica y de algunos otros tropicales
como Talauma mexicana vel aff., Calatola laevigata, y Populus guzmanantlensis.
Posibles Orígenes de la Flora
La flora como parte de la geo-biosfera se encuentra íntimamente ligada a la historia
de la tierra, de ahí que el factor histórico sea decisivo en la interpretación de sus posibles
orígenes, en especial, la teoría de Tectónica de Placas es fundamental para el entendimiento
de la historia evolutiva (Raven y Axelrod 1974). Aunque las angiospermas han existido
desde el Cretácico Inferior, las diferencias florísticas en su distribución geográfica se
acentuaron hasta el período Terciario, después de la separación de los continentes. Las
masas continentales que han estado aisladas durante más tiempo se han diferenciado más,
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100
como es el caso del viejo y nuevo mundo, ahora reconocidos como distintos reinos
florísticos, el Paleártico y Neártico respectivamente; mientras que las masas continentales
que se separaron hasta el Pleistoceno (Norte América, Groenlandia y Euro-Asia) presentan
solamente pequeñas diferencias florísticas que pueden ser consideradas como de un mismo
reino florístico, el Holártico (Walter 1985).
La flora mexicana actual (incluyendo la de regiones montañosas como la de Talpa
de Allende) debió originarse de las contribuciones de dos grandes paleofloras: la Flora
Neotropical Terciaria y la Flora Ártica Terciaria (Chaney 1947). Al parecer, la flora
tropical surgió primeramente en el Terciario, antes de que emergieran las montañas y el
Altiplano. Al surgir las elevaciones, se dieron condiciones ecológicas apropiadas para el
establecimiento de una gran variedad de elementos de la flora boreal (Sharp 1953), del
mismo modo, y en forma equiparable, los elementos de la flora andina han enriquecido la
flora mexicana de zonas templadas (Rzedowski 1965).
El concepto de flora boreotropical sugiere que las disyunciones tropicales relicto
entre Asia y América resultaron de la expansión de una flora tropical circumboreal durante
el Eoceno medio y tardío. Las especies templadas divergieron hacia mayores latitudes y
migraron a otros continentes. Estos eventos se correlacionan con periodos de enfriamiento
durante el Eoceno medio y tardío y probablemente causaron las disyunciones tropicales
americano asiáticas y americano africanas (Azuma et al. 2001). Sin embargo, el concepto
de flora boreotropical no explica cómo llegaron elementos gondwánicos y australes a zonas
subtropicales del occidente de México.
Como resultado de la interacción de dos paleofloras, por la influencia de la ya
existente topografía compleja, y la presencia de gran variedad de climas, se fueron
definiendo las principales zonas florísticas del país. Toledo (1982) muestra que el bosque
mesófilo de montaña ocupaba grandes extensiones durante el Pleistoceno, los cambios
climáticos fueron causando extinción de las especies más susceptibles, en estas
circunstancias muchas poblaciones o especies se han extinto, tal vez especies o poblaciones
que tuvieron una distribución más amplia, se extinguieron del occidente de México y ahora
se hallan restringidas al oriente de México (Rzedowski y McVaugh 1966).
Regiones y Provincias Florísticas
Talpa de Allende incluye porciones de dos de las 17 provincias florísticas y dos de
las cuatro regiones florísticas definidas para México (Rzedowski 1978), las cuales se
describen a continuación.
Mesoamericana de Montaña: Esta presenta importantes proporciones de
elementos florísticos característicos tanto del Reino Holártico como del Reino Neotropical.
Su distribución es muy discontinua y corresponde a los macizos montañosos del país. Esta
región está representada en la zona por la provincia de Serranías Meridionales, la cual
ocurre por encima de los 800 m de altitud, tanto en mesetas como en laderas y cañadas de
pendiente muy variada. Dicha provincia de origen alóctono es también un importante
componente de la flora de México, incluye los extensos sistemas montañosos y las
numerosas montañas aisladas que favorecieron la formación de endemismos. Quizá cerca
del 50% de la superficie de Talpa de Allende forma parte de esta provincia, la cual está bien
representada en Paso Hondo, Arryo de los Arrastrados, Ojo de Agua del Cuervo, Monte
Grande, La Cueva a La Cumbre.
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101
Caribea: Esta corresponde al Reino Neotropical, se extiende por las planicies
costeras del Atlántico y Pacífico, alcanzando a ocupar zonas más continentales de baja
altitud y/o latitud. En Talpa de Allende se presenta circundando casi por completo el
complejo montañoso, el cual, se confina principalmente a las tierras bajas, valles y
barrancas. Esta región está representada por una provincia florística: Costa Pacífica: ésta es
considerada una de las provincias florísticas más importantes de México, debido a su origen
autóctono, su gran extensión y la abundancia de elementos endémicos a nivel de género. En
la Talpa de Allende, su extensión aproximada es del 25%, y el endemismo se limita a nivel
de especie; su representación es evidente en zonas como La Cuesta, Tajahualpa, Bramador,
Concha de Bramador.
Provincias y Subregiones Fisiográficas
La clasificación fisiográfica de Cuanalo de la C. et al. (1989), aunque no en nivel
nomenclatural, concuerda en forma general con la clasificación florística propuesta
Rzedowski (1978). Por ejemplo, las partes bajas de la provincia fisiográfica Sierra Madre
del Sur equivalen al rango florístico Costa Pacífica, mientras que las partes altas equivalen,
al menos para la zona, al rango florístico Serranías Meridionales. A continuación se
describe -para el municipio de Talpa de Allende y su zona aledaña al polígono- la provincia
fisiográfica. Estudios más detallados de la vegetación y sus elementos florísticos permitirán
evaluar mejor si existe correspondencia entre unidades fisiográficas y florísticas.
Sierra Madre del Sur: La sierras de Cuale y de Cacoma, en su totalidad,
corresponden a esta provincia fisiográfica. Aunque cabe aclarar que los patrones de
distribución de especies de árboles muestran un importante contraste entre las Sierras de
Cuale y Cacoma, lo cual sugiere la existencia de una franja de transición entre floras de
distinta historia biogeográfica dentro de la propia Sierra Madre del Sur (Cuadro 16).
Sierra de San
sebastián2
Sierra de Cuale2
Bosque de arce2
Sierra de
Cacoma2
S. de
Manantlán
Central2
Cerro Grande,
Manantlán3
Nevado de
Colima1
Coalcomán3
Magnolia pacifica
Magnolia iltisiana
Abies guatemalensis var. jaliscana
Abies religiosa var. guatemalensis
Abies religiosa
Juniperus jaliscana
Alchornea latifolia
Quercus tuitensis
Quercus cualensis
Acer saccharum subsp. skutchii
Pinus ayacahuite var. novogaliciana
Pinus jaliscana
Sierra de San
Juan1
Cuadro 16. Elementos de bosque mesófilo en el Eje Neovolcánico y Sierra Madre del Sur,
en el occidente de México. De Oeste a Este, en sustratos de distintos períodos geológicos: 1
volcánico-Quaternario, 2 volcánico-Terciario, 3 Calcáreo-Cretácico.
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102
Tipos de Vegetación y de Uso del suelo dentro y fuera del Parque Estatal Bosque de Arce.
Los ecosistemas por tipo de hábitat, desde el punto de vista espacial, la vegetación
puede ser considerada como un mosaico, controlado por factores abióticos y factores
bióticos, como humedad, temperatura, elevación sobre nivel del mar, suelo y capacidades
adaptativas de las especies de plantas, entre otros. El mosaico de vegetación es variable en
el tiempo, ya que muchos de los factores que la controlan son dinámicos en la historia. El
análisis de la vegetación actual y de su valor para conservación no puede evadir el carácter
dinámico de vegetación en el tiempo.
De acuerdo con Lozano-García y Cevallos-Ferriz (2007), la vegetación en la parte
occidental de la Faja Volcánica Transmexicana, durante finales del Cenozoico,
particularmente durante Pleistoceno tardío y Holoceno, fue un escenario de cambios
severos causados por procesos climáticos y geológicos en esta zona. En particular, el papel
importante pertenece a la ocurrencia de las fluctuaciones climáticas, causadas por
glaciaciones cíclicas en América del Norte, con periodos interglaciares. Estas fluctuaciones
climáticas se expresan en el occidente de México como una tendencia general a las
condiciones más secas y frías, que las actuales, durante los máximos glaciares, y
condiciones relativamente húmedas, con lluvias en verano, durante periodos interglaciares,
similares a las condiciones actuales. Así, las condiciones climáticas actuales fueron
resultado de una secuencia de incremento de temperatura y humedad a partir de último
máximo glacial hace unos 20 mil – 17.5 mil años, aunque se registran fluctuaciones tanto
en temperatura como en precipitación durante esta evolución del clima. La evolución del
medio físico durante Cuaternario en general fue muy dinámica. Consecuentemente, también
fueron muy dinámicos los cambios del mosaico de vegetación a través de historia reciente.
Además de la evolución de los factores de medio ambiente físico, un papel importante en
dinámica de la vegetación corresponde a perturbaciones naturales, como erupciones
volcánicas y incendios forestales. Las perturbaciones naturales forman parte de la dinámica
natural de los ecosistemas, causando sucesiones de diferentes tipos: alogénicas, autogénicas
primarias y autogénicas secundarias.
En tiempos geológicamente recientes, en la dinámica natural de vegetación
intervienen los fenómenos causados por la actividad humana, o perturbaciones
antropogénicas: que se expresan principalmente en deforestación, incremento de los
pastizales y terrenos con uso para cultivos, e incremento de frecuencia de perturbación de
vegetación natural. Las perturbaciones antropogénicas, pueden consistir en la eliminación
parcial o completa de la vegetación de un ecosistema sin eliminación del suelo y del banco
de semillas o esporas en el, causando de esta forma el inicio de sucesiones autogénicas
secundarias. El papel de las perturbaciones antropogénicas es fundamental en formación de
los paisajes en el occidente de México, ya que la superficie con ecosistemas altamente
perturbados por actividad humana en el occidente de la Faja Volcánica Transversal
Mexicana alcanzan un 44% de toda la superficie (Castellano-Rosas 2007).
Con el propósito de ordenar y clasificar los ecosistemas presentes en el Parque
Estatal Bosque de Arce y en su zona aledaña al polígono, se considera el carácter de
perturbación antropogénica de vegetación. En el presente ETJ fue utilizada la clasificación
de ecosistemas por grado de alteración, es decir por presencia e intensidad de
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103
perturbaciones antropogénicas en los hábitats de los organismos, que constituyen el
ecosistema (Begon et al., 2006). En el análisis de ecosistemas con respecto a alteración
antropogénica, una característica importante es la permanencia, repetitividad e intensidad
del disturbio, ya que la respuesta de ecosistemas es distinta ante perturbaciones esporádicas
o ante perturbaciones permanentes. Particularmente, en el caso de que la perturbación actúe
en un periodo corto y después desaparece reacción de ecosistema, resultará una sucesión
autogénica secundaria de vegetación natural. Cuando la fuente de perturbación permanece
en el sitio o la perturbación antropogénica es repetitiva y frecuente, se establecen
condiciones propias de una sucesión secundaria desviada (Challenger, 1998). En caso de
que las perturbaciones sean intensas y persistentes se puede dar una transformación
completa de un ecosistema natural a un ecosistema artificial.
En este estudio se reconoció la presencia de vegetación natural en fase clímax, sea
climático o edáfico o en las fases tardías de sucesión primaria; estos ecosistemas no están
alterados en forma significativa por perturbaciones antropogénicas recientes y mantienen su
estructura y dinámica natural característica del tipo de vegetación. Estos son los
ecosistemas de mayor valor desde punto de vista de conservación del medio ambiente y de
la biodiversidad. Los ecosistemas con un tipo de hábitat inducido cuentan con su
vegetación en fases iniciales y medios de sucesión autogénica secundaria, o en sucesión
desviada por presencia de fuentes de disturbios antropogénicos de baja o moderada
intensidad. Finalmente, los ecosistemas con tipo de hábitat artificial son las que están bajo
una permanente presencia de disturbio antropogénico intenso, la vegetación de estos
ecosistemas está compuesta por elementos iniciales de sucesión, plantas con estrategia
ecológica R (ruderal) y elementos cultivados, los cuales estan específicamente asociados
con prácticas humanas. Los ecosistemas de hábitat artificial son de menor valor para la
conservación de la biodiversidad (Begon et al., 2006).
De acuerdo con la estimación en presente estudio, en el área aledaña al polígono del
Parque Estatal Bosque de Arce los ecosistemas de hábitat artificial (agricultura y
superficies sin vegetación, que son de carácter antropogénico) ocupan en orden de 4.31%
de superficie, demostrando clara tendencia de concentrarse en los valles con relieve plano y
a lo largo de vías de comunicación (Cuadro 16, Fig. 14). Las superficies ocupadas por las
ecosistemas de hábitat inducido (pastizal inducido y matorral subtropical) presentan patrón
de distribución similar, pero son más extensas, llegan a 19% del superficie, ocupando la
parte restante de los valles de los ríos Talpa, Mirandillas y también son extensos en los
alrededores del poblado La Cuesta. Los ecosistemas de hábitat natural (vegetación
primaria), juegan un papel principal en la zona estudiada, con mas que 76% de toda la
superficie de la zona aledaña al polígono, que para el Occidente de México pude ser
considerado como un buena conservación de superficie de vegetación primaria. En la zona
aledaña al polígono del Parque Estatal los ecosistemas con evidencias de alteración intensa
o moderada representan aproximadamente 23%, que es una tasa inferior que el promedio de
44% reportado por Castellano-Rosas (2007) para parte occidental de la Faja Volcánica
Transversal Mexicana. Los ecosistemas de hábitat natural están presentes en los sitios con
relieve irregular, que predominan en el área aledaña al polígono.
El polígono del Parque Estatal cuenta con predominancia absoluta de la vegetación
primaria (ecosistemas de hábitat natural), que llegan ocupar más que 94% del superficie.
Sólo aproximadamente 5% del superficie está ocupado por ecosistemas inducidos:
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104
vegetación en condiciones de succesión desviada o vegetación en fases tempranas de
sucesión secundaria. Aproximadamente 1% de la superficie del polígono pertenece a los
ecosistemas de hábitat artificial.
Cuadro 17. Ecosistemas de polígono del Parque Estatal Bosque de Arce por su tipo (basado
en la clasificación híbrida de la imagen Landsat 5 del año 2008 e imagen Google Digital
Globe 2009).
Área
Área del Parque Estatal (7879.74 ha, polígono
en ETJ)
Hábitat natural
94.29%
Hábitat inducido
4.69%
Hábitat artificial
1.02%
Figura 14. Uso del suelo y vegetación dentro y fuera del Parque Estatal.
Indicadores de Naturalidad y de Uso del Suelo.
Indicador de Naturalidad (INat), éste indicador está basado en análisis de área de
los ecosistemas terrestres de hábitat natural, está diseñado para caracterizar la contribución
de los ecosistemas de hábitat natural en el paisaje y en las unidades de análisis. Los datos
relevantes para este indicador incluyen un mapa de clasificación de uso del suelo y un
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105
esquema de clasificación que agrupa categorías de uso del suelo por tipo de hábitat (Cuadro
18).
Indicador de Uso del Suelo (IUS), éste indicador está basado en análisis de áreas
terrestres constantemente alteradas por la actividad humana, que cuentan con un “uso”
intensivo del suelo. En particular, se trata de los sitios repetidamente alterados por prácticas
agrícolas, sitios con los elementos de infraestructura o construcciones y sitios urbanizados.
Los ecosistemas que existen en los sitos de este tipo son de hábitat artificial. La
contribución de áreas con uso del suelo intensivo está representada en este indicador por los
valores de 0 a 1. Los datos relevantes para este indicador incluyen un mapa de clasificación
de uso del suelo y un esquema de clasificación que agrupa categorías de uso del suelo por
tipo de hábitat (Cuadro 18).
Cálculo de los indicadores INat e IUS se realiza en base de siguientes formulas:
IUS 
a habitat _ artificial
a
INat 
ahabitat _ natural
a
_natural
_artificial
donde ahabitat
- área con hábitat natural en unidad de análisis; ahabitat
- área con
hábitat transformado artificial en unidad de análisis; a – área total de unidad de análisis
El rango de valores que toma INat es de 0 a 1, el incremento del valor representa un
incremento de la contribución de ecosistemas de hábitat natural a la unidad de análisis. Los
valores de indicador de 0.8 a 1 corresponden a naturalidad de paisaje “muy alta”, con más
que 80% de superficie cubierta con los ecosistemas naturales, de 0.6 a 0.8 corresponde a
naturalidad “alta”, de 0.4 a 0.6 corresponde a naturalidad “intermedia”, de 0.2 a 0.4
corresponde a naturalidad “baja” y de 0 a 0.2 corresponde a naturalidad “muy baja”.
El ango de valores que toma IUS es de 0 a 1, el incremento del valor representa un
incremento de la contribución de ecosistemas de hábitat artificial a la unidad de análisis.
Los valores de indicador de 0.8 a 1 corresponden a intensidad de uso del suelo “muy alta”,
con más que 80% de superficie con uso del suelo intensivo, valores de 0.6 a 0.8
corresponden a intensidad de uso del suelo “alta”, de 0.4 a 0.6 corresponde a uso del suelo
“intermedio”, de 0.2 a 0.4 corresponde a uso del suelo con intensidad “baja” y de 0 a 0.2
corresponde a uso del suelo con intensidad “muy baja”.
La caracterización de grado de impacto antrópico observado en un territorio se
puede realizar por medio del indicador “Relación de cobertura natural / cobertura
antrópica” (Palacio-Prieto 2004). En el presente estudio fue tomada una metódica similar a
la descrita por Palacio-Prieto, excepto que para determinar áreas de cobertura “natural” y
“antrópica” en lugar de la cartografía temática en escala 1:250000 de INEGI fue utilizada la
cartografía propia en escala 1:20000.
Los valores de INat e IUS para el polígono del Parque Estatal y para su área aledaña
confirman muy alta naturalidad de la zona, con uso del suelo poco intenso. El indicador
“Relación cobertura natural / cobertura antrópica” toma valores altos, que corresponden a
baja transformación de medio ambiente por actividad humana.
Cuadro 18. Indicadores de Naturalidad, de Uso del Suelo, “Relación cobertura natural /
cobertura antrópica” calculados para polígono del Parque Estatal Bosque de Arce.
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Área
Indicador de
naturalidad (INat)
Área del Parque Estatal
(7879.74 ha, polígono en
ETJ)
0.943 (STD 0.232)
Indicador de uso de
suelo (IUS)
0.010 (STD 0.101)
Indicador “Relación
cobertura
natural/cobertura
antrópica” (PalacioPrieto, 2004 con
modificaciones)
92
107
Tipos de comunidades utilizadas en la clasificación de suelo y vegetación
Los ecosistemas terrestres de hábitat natural se clasifican por el tipo de comunidad vegetal
primaria que los constituye. Siguiendo la clasificación de vegetación del occidente de
México de Rzedowski & McVaugh (1966), además, la clasificación de vegetación para
México de Rzedowski (1978), en el área aledaña al polígono del Parque Estatal Bosque de
Arce fueron detectados 9 tipos de vegetación primaria (lista A).
Lista A. Tipos de vegetación natural clímax edáfico o climático (hábitat natural) presentes
en el área aledaña al polígono del Prque Estatal Bosque de Arce.
Bosque de Quercus
Bosque mixto de Quercus y coníferas (Pinus)
Bosque de Pinus
Bosque de Abies
Bosque mesófilo de montaña (incluye bosque de arce)
Bosque tropical caducifolio
Bosque tropical subcaducifolio
Bosque de galería (parte de vegetación acuática y subacuática)
Vegetación xerofítica de altura (Vázquez-García et al., 1995)
Los tipos de vegetación mencionados en la lista A forman, en su mayoría,
fragmentos del mosaico suficientemente grandes para ser detectados por los métodos de
percepción remota. Únicamente la vegetación xerofítica de altura por las características de
su presencia exclusivamente en las zonas rocosas con pendiente muy pronunciada y l
bosque de galería distribuido en franjas angostas a lo largo de algunos corrientes de agua,
son los tipos de vegetación que fueron excluidos de la clasificación de uso del suelo
desarrollada para este estudio.
La vegetación alterada por la actividad humana forma parte de los ecosistemas de
hábitat inducido y hábitat artificial. Las comunidades vegetales en las etapas tempranas de
succesión secundaria o en condiciones de succesión desviada pueden ser caracterizados en
forma general por la forma de crecimiento de plantas predominantes. Esta caracterización
forma base para categorías de uso del suelo referentes a ecosistemas de hábitat inducido, e
incluye “matorral subtropical” y “pastizal inducido” (Lista B). Las categorías de uso del
suelo aplicados en el presente ETJ incluyen, además, la categoría de “agricultura” referente
a las zonas con prácticas agrícolas y a las escasas plantaciones, principalmente árboles
frutales y algunos cafetales y chiltales; y la categoría “sin vegetación aparente”, referente a
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terrenos agrícolas baldíos y sitios sin cubierta vegetal por presencia de infraestructura,
urbanización, o por otras razones.
Lista B. Comunidades vegetales en las fases iniciales o intermedias en la sucesión
secundaria desviada (hábitat inducido); categorías de uso del suelo con comunidades
vegetales artificiales o sin vegetación (hábitat artificial).
Matorral subtropical (fase secundario de diversos tipos de vegetación, hábitat inducido)
Pastizal inducido (pastizal antropógenico, mencionado en Rzedowski (1978), habitat
inducido)
Agricultura, incluyendo plantaciones de árboles frutales (vegetación cultivada y arvense,
habitat artificial)
Superficies sin vegetación aparente, incluyendo superficies urbanizados e infraestructura
(vegetación ruderal y cultivada, habitat artificial)
Método de clasificación de uso del suelo y vegetación
La clasificación de uso del suelo y de vegetación en el presente estudio se basó en dos
distintas imágenes de percepción remota: 1) escena L5030046 de imagen multiespectral
Landsat 5 con la fecha de toma 9.2.2007 (7 bandas espectrales, tamaño de pixel 28.5 m) y
2) imagen de alta resolución disponible en sistema Google Digital Globe, consultado en
abril del año 2009, que representa un mosaico de imágenes QuickBird e Iconos con las
fechas de toma en 2006-2008 (3 pseudobandas, tamaño de pixel 1.1 m). Para determinar el
uso del suelo en el área de estudio y elaborar un mapa de uso del suelo fue utilizado el
método híbrido de trabajo con imagen multiespectral, descrito en Richards y Jia (2006) que
combina la clasificación supervisada y la no supervisada. La incorporación de los datos
provenientes de la imagen de alta resolución fue realizado por medio del mecanismo de
“clasificación experta”, descrito en ERDAS Field Guide (2005). En la etapa de
clasificación experta fue utilizado, además, el modelo digital de elevación (MDE)
disponible en el sitio web de INEGI (2008). Los datos fueron preparados, procesados y
analizados con los Sistemas de Información Geográfica ArcGIS y ERDAS Imagine.
La verificación de los resultados de clasificación de uso del suelo fue realizado en
base de los puntos de verificación, capturados durante visitas al campo en abril del 2009 y
en enero del 2010, por medio del método de “matriz de errores” (Congalton y Green, 2009).
El método consiste en delimitación de los polígonos de verificación georeferenciados con
uso de suelo uniforme, y contabilización de coincidencia y no coincidencia de los pixeles
de la imagen clasificada, con las clases de uso del suelo identificadas para el polígono de
verificación. Los resultados de verificación permitieron determinar, que errores y que tan
variable es la confusión del clasificador entre las clases, el error promedio de clasificación
es inferior de 10% y es considerado bajo.
Resultados de clasificación de uso del suelo y vegetación
Los resultados de clasificación de uso del suelo y vegetación en el área aledaña al polígono
del Parque Estatal Bosque de Arce pueden ser consultados en la figura 14 y en los anexos
cartográficos. En forma resumida, las superficies de los tipos de vegetación en el polígono
para el Parque Estatal y en su área aledaña aparecen en los cuadros 19 y 20.
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108
Cuadro 19. Resumen de uso del suelo y vegetación en el polígono del Parque Estatal
Bosque de Arce.
Polígono del Parque Estatal “Bosque de Arce”
Superficie de lz
Superficie de la
Ecosistema por tipo de
Clase de uso del suelo y
clase
clase
hábitat
vegetación
(m²)
(ha)
Sin vegetación aparente
761027
76.1
Hábitat artificial
Agricultura
46582
4.66
Pastizal inducido
2157664
215.77
Hábitat inducido
Matorral subtropical
1531957
153.2
Bosque tropical
caducifolio
6001460
600.15
Bosque tropical
subcaducifolio
1558423
155.84
Bosque de Quercus abierto
8178114
817.81
Bosque de Quercus denso
4585541
458.55
Hábitat natural
Bosque mixto de Quercus
y coniferas (Pinus)
11648241
1164.82
Bosque de Pinus
32421369
3242.14
Bosque mesófilo de
montaña
6913011
691.3
Bosque de Abies
2994497
299.45
TOTAL
78797885
7879.79
Superficie de la clase
(%)
0.97%
0.06%
2.74%
1.94%
7.62%
1.98%
10.38%
5.82%
14.78%
41.14%
8.77%
3.80%
100.00%
Cuadro 20. Resumen de uso del suelo y vegetación en el área aledaña al polígono del
Parque Estatal Bosque de Arce.
Zona aledaña al polígono del Parque Estatal “Bosque de Arce”
Superficie del
Ecosistema por tipo de
Clase de uso del suelo y Superficie del clase
Superficie del clase
clase
hábitat
vegetación
(m²)
(%)
(ha)
Sin vegetación aparente
14611925
1461.19
2.97%
Hábitat artificial
Agricultura
6581596
658.16
1.34%
Pastizal inducido
67944446
6794.44
13.82%
Hábitat inducido
Matorral subtropical
25500570
2550.06
5.19%
Bosque tropical
caducifolio
28335171
2833.52
5.76%
Bosque tropical
subcaducifolio
9184397
918.44
1.87%
Bosque de Quercus abierto
63971029
6397.1
13.01%
Bosque de Quercus denso
23259512
2325.95
4.73%
Hábitat natural
Bosque mixto de Quercus
y coniferas (Pinus)
63621470
6362.15
12.94%
Bosque de Pinus
144523886
14452.39
29.39%
Bosque mesófilo de
montaña
30714821
3071.48
6.25%
Bosque de Abies
13522093
1352.21
2.75%
TOTAL
491770917
49177.09
100.00%
El análisis del uso del suelo y de la vegetación resalta la escasez de actividades
agrícolas en la zona del polígono del Parque Estatal. Los terrenos altamente transformados
también son escasos, y se concentran en su mayoría a lo largo de la carretera, en etapa de
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109
construcción, que atraviesa el polígono de norte al sur entre los puntos denominados “El
Refugio” y “El Naranjito”. Los ecosistemas de hábitat inducido están representados por el
“pastizal inducido” con casi 3% de la superficie, con mayor concentración a lo largo de vía
de comunicación mencionada. El matorral subtropical, con casi 2.5% de la superficie
representa el ecosistemas en la etapa de succesión secundaria, evidentemente en el polígono
su presencia dispersa es notable en las zonas que han sufrido deforestación. En términos
generales, la presencia de pastizal inducido y de matorral subtropical puede considerarse
como escasa en el polígono. Más del 94% de la superficie del polígono de Parque Estatal
está cubierto con vegetación primaria. El grado de conservación de esta vegetación varía,
pero está cubierta arbórea densa predomina y la distribución de los tipos de vegetación
coincide con lo esperado de acuerdo a sus características ecológicas. La riqueza de los tipos
de vegetación, que fueron observados en el área de estudio es alta, se observa un complejo
mosaico de formaciones vegetales y de clímax climático.
Así, en la parte que corresponde a la altitud sobre nivel del mar por debajo de los
1100 – 1200 m s.n.m. son comunes las formaciones vegetales de afinidad tropical, la
vegetación en las montañas por encima de esta altura se clasifica en esta zona como los
bosque de Quercus y bosque de coniferas (Pinus, Abies), con presencia de bosque mesófilo
en las cañadas húmedas. El mosaico de los tipos de vegetación que fue detectado en base al
análisis de imágenes de percepción remota es complejo, se puede hablar de un ejemplo de
la zona de transición entre vegetación de afinidad tropical y templada. Dentro y fuera del
Parque Estatal se observa un gradiente de altitud de casi 2000 m: de 420 m s.n.m. hasta
2520 m s.n.m. en el área aledaña al polígono y de 620 m s.n.m. hasta 2340 m s.n.m. en el
polígono. La presencia de tal gradiente, incluye un relieve muy irregular con numerosos
barrancos y exposición de las laderas montañosas a los flujos del aire marítimo húmedo
proveniente del sur y crea condiciones con una gran variedad de microclímas, que reflejan
una gran variedad de tipos de vegetación detectados en el análisis. Los gradientes de los
factores del medio ambiente físico, observados en la zona de análisis, evidentemente han
sufrido cambios durante la evolución climática historica. Sin embargo, es posible suponer
que la alta variedad de condiciones microclimáticas fue una característica propia de esta
zona durante la última glaciación, incluyendo presencia de las barrancas húmedas con
clima templado, características para el bosque mesófilo de montaña. El amplio gradiente
altitudinal disponible en el área aledaña al polígono del Parque Estatal permite el
desplazamiento de los tipos de vegetación en los escenarios de cambio climático, sin
pérdida de su continuidad. En resumen, la combinación del relieve y los factores climáticos
presentes en la zona propuesta como Parque Estatal crea un mosaico rico y dinámico de
tipos de vegetación. Por otro lado, este ambiente fue favorable para la formación de
refugios de especies de plantas vasculares durante el Pleistoceno tardío y el Holoceno.
Tipos de Vegetación
La ocurrencia de variados elementos florísticos tanto tropicales como templados, aunado a
las variaciones en el ambiente físico-químico ha dado como resultado un intrincado y
complejo mosaico de asociaciones vegetales con floras extraordinariamente contrastantes
en áreas muy reducidas. La transición entre tales asociaciones vegetales puede ser marcada
por discontinuidades abruptas, como en se ha observado en gradientes altitudinales en
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110
montañas tropicales (Beals 1969, Grubb 1974, Kitayama 1992) o más frecuentemente
gradual e imperceptible, al grado que cada asociación puede diferir de las demás en su
composición florística o en su ambiente físico-químico (Gleason 1926, Curtis y McIntosh
1951, Whittaker 1956, Curtis 1959, Vázquez-García 1993, 1995, Vázquez-García y
Givnish 1998). La gran variación en clima y topografía, aún dentro de áreas pequeñas,
dificulta delinear tipos de vegetación y aún provincias florísticas. No obstante, aquí se
presenta un contexto fitogeográfico esquemático que nos indica las posibles relaciones
entre los principales tipos de cubierta vegetal que se han definido para Talpa de Allende
(Cuadro 21). Posteriormente, se describen fisonómica y florísticamente las principales
formaciones vegetales, las cuales corresponden en forma general a la distribución de los
distintos tipos de clima descritos para la zona (García 1972; Martínez R. et al. 1991; y
Villalpando I. y García 1993).
Cuadro 21. Contexto fitogeográfico para la vegetación de la RBSM
Región
Provincia
Nomenclatura
Mesoamericana de montaña
Serranías meridionales
Bosque mesófilo de montaña
Bosque de Abies
Bosque de Pinus y Quercus
Bosque de Quercus
Bosque de Pinus
Vegetación xerófita de altura
Caribea
Costa Pacífica
Bosque tropical subcaducifolio
Bosque tropical caducifolio
Bosque de galería
Vegetación sabanoide
Antrópica
Pastizal
Agricultura
Silvicultura
Sin cubierta vegetal
Ecosistemas de hábitat natural
Entre los tipos de vegetación primaria (ecosistemas de hábitat natural), propios del Parque
Estatal y de su área aledaña, se observan el bosque mesófilo de montaña, bosque de Abies,
bosque de Pinus, bosque mixto de Quercus y coníferas (Pinus), bosque de Quercus, bosque
tropical caducifolio, bosque tropical subcaducifolio, bosque de galería, y Vegetación
xerófita de altura. A continuación se describen sus principales características.
Bosque mesófilo de montaña: El bosque mesófilo de montaña (Rzedowski, 1978),
conocido también como bosque de niebla es un tipo de vegetación de condiciónes templado
húmedas, restringido en su distribución a las estrechas zonas altitudinales de las regiones
montañosas, exhibiendo una distribución naturalmente fragmentada, en forma de
“archipiélagos” climáticos (Vázquez-García 1995, Challenger, 1998). La presencia de los
bosques mesófilos de montaña en la República Mexicana se conoce en 107 sitios aislados
en las montañas (ibid.), en altitudes que van desde los 700 a los 2600 m, con una superficie
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111
total inferior a 1% del territorio del país. Entre mayor es la humedad en la base de la
montaña, la incidencia de nubes ocurre a una elevación menor (Walter 1985), por ello
encontramos bosques mesófilos que descienden hasta los 300 m. En los estados Jalisco y
Colima la presencia de bosque mesófilo se reporta de varios sitios protegidos, tales como la
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán (incluido Cerro Grande), el Parque Nacional
Nevado de Colima y la Zona de Protección Forestal y Refugio de Fauna Silvestre El Jabalí,
la Reserva Ecológica Sierra de Quila y Cerro Viejo, éste último en proceso de declaración
como área de protección. Muchas otra localidades de bosque mesófilo carecen de
protección. Los bosques mesofilos que se encuentran en el polígono del Parque Estatal
forman parte del conjunto de vegetación mesófila Cuale-Talpa (ibid.).
Figura 15. Fragmento de bosque mesófilo de montaña en Sierra Cacoma.
Es una comunidad de aspecto siempre verde, donde se mezclan elementos
caducifolios y perennifolios, sus árboles suelen alcanzar der 12 y 40 m de altura; los
diámetros son de 30 a 150 cm. El ecosistema cuenta con varios estratos, incluyendo estrato
herbáceo y estrato arbustivo bien desarrollados (Fig. 15).
Los bosques mesófilos presentan enorme heterogeneidad de su estructura,
composición y afinidades florísticas, como resultado trata de un conjunto de ecosistemas
que difícilmente pueden ser ubicados dentro de un solo tipo de vegetación, a pesar de
similitudes que presenta esta vegetación desde punto de vista ecológico (Challenger, 1998).
Son ecosistema complejas también por su origen y biogeografía, Rzedowski (1996) señala
que los bosques mesófilos están estrictamente vinculados a vegetación mexicana del
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112
Mioceno-Oligoceno, conocida de los registros fósiles, y considera su distribución y
estructura actuales como relicta.
Los bosques mesófilos de Talpa de Allende presentan mayores relaciones florísticas
con otros bosques de la Sierra del Sur, que con otros bosques del Centro o Sur de Jalisco.
Estos bosques no son tan extraordinariamente ricos como los de Chiapas, Costa Rica,
Panamá y los de Los Andes, pero si destacan entre los más ricos de México (al norte del
Istmo de Tehuantepec) (Vázquez G. 1993 ó 1995). En Talpa de Allende el bosques
mesófilo habita en los sitios más húmedos y menos fríos que los típicos de coníferas y
encinares templados, confinado principalmente a las cañadas protegidas y laderas de
pendientes pronunciadas (Rzedowski 1978). Las precipitaciones medias anuales varían
entre los l000 y 1800 mm (Martínez R. et al. 1991); las temperaturas promedio son del
orden de 8° a 25°C, siendo frecuentes las neblinas por las tardes y mañanas, presentándose
heladas eventuales.
La superficie de los bosques mesófilos fue determinada por medio de análisis de
imágenes de percepción remota, es de casi 9% de la superficie del polígono del parque
estatal Bosque de Arce, o aproximadamente 690 ha, distribuidas entre las cañadas presentes
en el polígono. Tomando en cuenta el área aledaña al polígono del parque estatal, el
bosque mesófilo de montaña llega ocupar hasta 6.25% de su superficie. Para la delimitación
del polígono del Parque Estatal fue utilizada una escala empírica de valores para
conservación, que refleja la prioridad de conservación del ecosistema desde el punto de
vista de los objetivos en el ETJ para el Parque Estatal. El bosque mesófilo de montaña
representa en esta escala una comunidad con mayor prioridad para conservación, debido a
sus características biogeográficas, de composición, de distribución y de estado de
conservación actual. Así, para el bosque mesófilo fue asignado un valor de prioridad para
conservación de 10, el más alto posible.
Entre los principales componentes de esta vegetación se pueden mencionar a:
Podocarpus reicheii, Magnolia pacifica, Ilex brandegeana, Cornus disciflora,
Dendropanax arboreus, Carpinus tropicalis, Ostrya virginiana, Saurauia serrata, Fraxinus
uhdei, Styrax radians, Matudea trinervia, Juglans sp., Symplocos sp., Quercus uxoris, Q.
insignis, Zinowewia concinna y Clusia salvinii. En este tipo de vegetación, las orquídeas,
helechos y hongos alcanzan su mayor diversificación (Rzedowski y McVaugh 1966,
Guzmán M. 1985, Vázquez G. 1987a, Cuevas G. 1988), llegando en ocasiones a superar en
riqueza a la familia Asteraceae (Vázquez-García y Givnish 1998).
Los bosques mesófilos del área estudiada incluyen una comunidad singular, que
difícilmente puede ser encontrada en otras partes del Occidente de México. Se trata de una
comunidad definida por presencia de árboles de Acer saccharum subsp. skutchii, junto con
Podocarpus reichii, Abies guatemalensis var. jaliscana, Ostrya virginiana, Carpinus
tropicalis, Cornus disciflora, Cyathea costaricensis entre otras especies. Esta comunidad de
carácter única es denominada como Bosque de Arce y será descrita a continuación.
Bosque mesófilo con arce azucarero (Acer saccharum subsp. skutchii) Para
cononcer las características estructurales del bosque mesófilo con arce en Talpa de Allende,
se realizaron muestreos de vegetación utilizando parcelas circulares. La abundancia y área
basal en el bosque se obtuvo midiendo individuos ≥ 1 cm de diámetro a la altura del pecho
(1.30 m) en una superficie de 0.3 hectáreas. Se midieron también plántulas (individuos <
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113
1.30 m altura) y juveniles (≥ 1.3 m de altura y < 1 cm de diámetro) de arce (VargasRodriguez 2005).
En cuanto a la riqueza de especies, el número de plantas leñosas encontradas fue de
43 (Cuadro 22). Este valor es similar al encontrado en el bosque mesófilo con arce en el
estado de Guerrero, pero es muy superior a la riqueza de árboles encontrada en el resto de
los bosques donde crece el arce en México (Vargas-Rodriguez 2010). La composición de
géneros del bosque indica afinidades templadas y tropicales.
La densidad total de árboles fue de 2,070 por hectárea y área basal total de 52 m2 ha1
. Se enstima que la densidad de arce azucarero es de 237 ind. ha-1 con área basal de 8 m2
ha-1 (Vargas-Rodriguez 2005) (Fig. 16). La densidad total de árboles representa un valor
intermedio dentro de lo encontrado en otros bosques con arce en México. Sin embargo, el
área basal total es mayor que en el resto de las localidades de arce, indicando que es en la
localidad de Talpa de Allende, donde se encuentran los árboles de mayor tamaño
diamétrico. Así mismo, la densidad de arces fue ligeramente superior en Talpa de Allende
que en la localidad de Tamaulipas y mucho mayor que en otras localidades de arce en
México (Vargas-Rodriguez 2005). Esto indica que en Talpa de Allende donde el arce se ha
mantenido en buen estado de conservación, ya que la densidad de árboles es alta y tienen
mayor tamaño diamétrico que en otros sitios de México (Fig. 17).
La abundancia de plántulas y juveniles de arce azucarero en la superficie estudiada
fue de 558 individuos (Vargas-Rodriguez 2005). Este valor es superado en la localidad de
arce en la Sierra de Manantlán, pero es mucho mayor a la poblacion casi extintas de
Chiapas (Vargas-Rodriguez 2005). Las condiciones de suelo son un factor importante para
el establecimiento exitoso del arce en la cañada de Talpa de Allende (Vargas-Rodriguez et
al. 2005). El Ca, Mg y K juegan un papel importante para la regeneración del arce y
podocarpo, así mismo, la textura del suelo, específicamente los suelos ligeramente arenosos
son importantes para la densidad de juveniles y también para la altura de plántulas y
juveniles. Las partículas más grandes juegan un papel preponderante en el movimiento del
aire y del agua así como en la penetración de las raíces, dando una ventaja competitiva a la
planta para alcanzar altura a través de crecimiento vertical con menor inversión de
nutrientes. Las condiciones lumínicas, específicamente las creadas por claros del dosel
pequeños, son determinantes para el establecimiento y persistencia de la regeneración del
podocarpo (Vargas-Rodriguez et al. 2005). En conclusión, existe regeneración natural del
arce y del podocarpo y ambas especies presentan individuos en las categorías de altura y
diámetro estudiadas. Las condiciones apropiadas de temperatura y humedad pueden estar
favoreciendo una exitosa germinación mientras que los anteriores factores de suelo junto
con una adecuada dinámica de claros y relativa ausencia de forrajeo por ganado pueden
contribuir al éxito de la regeneración de estas especies (Vargas-Rodriguez et al. 2005).
Las especies de mayor valor de importancia (medida que combina la frecuencia,
dominancia y densidad relativa) fueron Podocarpus reichei (16.18), Zinowiewia concinna
(7.31), Ostrya virginiana (7.02) y Acer saccharum subsp. skutchii (9.64) (Cuadro 22).
Otras especies como Magnolia pacifica var. pacifica, Matudaea trinervia, Abies
guatemalensis var. jaliscana y Quercus insignis se localizan en los alrededores de la cañada
Ojo de Agua del Cuervo y son componentes estructurales importantes del bosque mesófilo,
además de considerarse como especies relictas (Figs. 18-21).
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114
Las plantas endémicas exclusivas del bosque mesófilo con arce de Ojo de Agua del
Cuervo y sus alrededores son Microspermum gonzalezii, Verbesina culminicola, Marina
dispansa y Muhlenbergia iridifolia (Vargas-Rodriguez et al. 2010).
Cuadro 22. Valores de importancia de especies leñosas del bosque de arce de Talpa
Especie
Valor de Importancia
Abies guatemalensis Rehder var. jaliscana Martinez
6.24
Acer saccharum subsp. skutchii (Rehder) E.Murray
9.64
Carpinus caroliniana Walter
5.57
Cinnamomum effusum (Meisn.) Kosterm.
0.19
Cinnamomum aerolatum
0.19
Clidemia sp.
0.38
Clusia salvinii Donn.Sm.
6.57
Conostegia volcanalis Standl. & Steyerm.
2.05
Cornus disciflora Moc. & Sessé ex DC.
2.34
Hybanthus elatus (Turcz.)Morton
0.19
Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planch.
1.9
Fraxinus uhdei (Wenz.) Lingelsh.
0.19
Fuchsia bacillaris Lindl.
0.19
Ilex brandegeeana Loes.
3.37
Ilex sp.
0.86
Inga hintonii Sandwith
1.95
Myrcianthes fragrans (Sw.) McVaugh
0.62
Ostrya virginiana C.Koch
7.02
Persea hintonii C.K.Allen
1
Podocarpus reichei Buchholz & A.Gray
16.18
Quercus salicifolia Nee
4.88
Quercus uxoris McVaugh
0.33
Myrsine juergensenii (Mez)Ricketson & Pipoly
0.87
Rhamnus capreifolia Schltdl.
0.19
Rondeletia leucophylla H.B.& K.
1.19
Saurauia serrata DC.
0.83
Symplocos citrea Lex.
5.71
Ternstroemia lineata DC.
1.3
Zanthoxylun melanostictum Cham. & Schltdl.
0.67
Zinowiewia concinna Lundell
7.31
Calliandra anomala (Kunth) Macbr.
0.19
Calliandra laevis Rose
0.25
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115
Clethra vicentina Standl.
1.34
Cleyera integrifolia (Benth.) Choisy
2.47
Cyathea costaricensis (Kuhn) Domin
0.23
Ilex dugesii Fernald
0.19
Litsea glaucescens H.B.K.
0.19
Magnolia pacifica A. Vázquez var. pacifica
1.74
Miconia glaberrima (Schlecht.) Naud.
0.57
Osmanthus americana (L.) Benth et Hook.
0.19
Pinus maximinoi H.E.Moore
1.64
Quercus xalapensis Humb et Bonpl.
0.92
Licaria cervantesii (Kunth) Kosterm.
0.19
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116
117
Figura 16. Hoja y dosel de Acer saccharum subsp. skutchii, “arce azucarero” o “maple”,
elemento americano-asiático dominante de la Cañada del Refugio, Talpa.
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118
Figura 17. Fuste de Acer saccharum subsp. skutchii. En recuadro, Yalma Vargas-Rodriguez
y Fernando Aragón.
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119
Figura 18. Magnolia pacífica, “magnolia”, elemento americano-asiático, especie endémica
del occidente de México.
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120
Figura 19. Matudaea trinervia, “naranjillo”, elemento americano-asiático, las especies
vivientes de este género solo se conocen del América, en el registro fósil del Oligoceno se
reporta de Europa. Fotografía: L. M. González-Villarreal (González-Villarreal et al. 2004).
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121
Izquierda: Cyathea costaricensis, “helecho arborescente”, elemento pantropical. Derecha: Podocarpus reichei,
“podocarpo” o “palmito”, elemento gondwánico (austral).
Figura 20.
A) Abies guatemalensis var. jaliscana, “oyamel jalisciense”, elemento boreal (holártico) endémico del
occidente de Jalisco, protegido por la Norma Oficial Mexicana, inicia la polinización en otoño-invierno (noviembre a
diciembre), sus conos son pequeños y sus brácteas son cortas; B) Abies flinckii inicia polinización al finalizar el invierno
febrero y tiene conos grandes con brácteas de tamaño intermedio, exertas y decusadas; C) Abies religiosa inicia la
polinización a mediados de la primavera (mayo), sus conos son también grandes, pero con brácteas más largas y
decusadas.
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122
Figura 21.
Quercus insignis, “encino borneo” , elemento boreal, uno de los encinos más arcaicos de México, con
enormes bellotas, de hasta 7 cm de diámetro; especie de rápido crecimiento que merece ser más estudiada. Las
poblaciones del occidente de México (Talpa de Allende, Cuautitlán de García Barragán) representan una variante
morfológica alopátrica que puede merecer reconocimiento como una nueva subespecie.
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Bosque de Abies Entre los bosques de coníferas que existen en territorio de la
República Mexicana, Rzedowski (1978) reconoce varios sub-tipos, dependiendo del género
de coníferas predominante. Cuando se trata de representantes del genero Abies, son
comunidades de coníferas que sobresalen de otros tipos de vegetación por particulares
condiciones ecológicas en que se desarrollan estos bosques. Esta comunidad requiere de
lugares donde exista un alto porcentaje de humedad atmosférica, que estén protegidos de
los fuertes vientos y con un periodo lluvioso de 7 a 9 meses por año (Rzedowski 1978). En
el parque estatal y en su área aledaña, el bosque de Abies se forma en la zona con
temperatura media anual por debajo de 16°C, desarrollándose a altitudes que van de los
2000 m a los 2800 m s. n. m., pero algunas veces se le ha visto hasta los 1700 m s. n. m.
Estas condiciones climáticas a menudo suelen darse justo en los limites altitudinales
superiores del bosque mesófilo de montaña, donde la distribución del último queda limitada
por las temperaturas bajas (Challenger, 1998). Con frecuencia el bosque de Abies substituye
al bosque mesófilo de montaña en las partes más altas de las cañadas, y algunas veces se
mezclan. Este tipo de vegetación, en Talpa de Allende no forma extensos y continuos
rodales como en otras partes del Eje Neovolcánico (Fig. 22). Sin duda, en la actualidad de
la escala de tiempo geológica, la mayoría de los bosques de Abies en la Republica
Mexicana son comunidades relictas (ibid.).
Figura 22. Bosque de Abies mezclado con bosque de Pinus en las cercanías del poblado
“Cumbre de Guadalupe”.
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Fisionómicamente y por afinidades florísticas los bosques de Abies son cercanos a
los bosques boreales. En forma extrema se trata de una comunidad monodominante por
Abies guatemalensis var. jaliscana. Es una comunidad que resalta por el color verde
esmeralda de su follaje perenne, la forma cónica de sus copas y su fuste esbelto; sus
componentes arbóreos alcanzan alturas de 30 a 40 m. El estrato arbustivo y herbáceo son
moderadamente densos, cuando trata de comunidades ligeramente abiertas, que permiten
que llegue la cantidad de luz suficiente para formación del sotobosque.
Los principales componentes que se han observado son: Abies guatemalensis var.
jaliscana, Symplocos novogaliciana, Pinus pseudostrobus, Cupressus lusitanica, Quercus
laurina, Q. crassipes, Holodiscus argenteus, Ceanothus caeruleus (Fig. 23). En el
sotobosque pueden estar presentes algunas especies de Ericaceae, Rosaceae, Lamiaceae,
Scrophulariaceae, Poaceae, Asteraceae propios de clima moderadamente frio.
Referencias de pobladores en el área indican que las masas forestales de Abies eran
mucho más extensas, pero la estructura y composición del bosque fue modificada por la
explotación forestal. En actualidad la superficie ocupada por el bosque de Abies en el
polígono del Parque Estatal es de 3.8% o 300 ha, en el área aledaña al parque estatal se trata
de 2.75% de la superficie. El bosque de Abies es una de las comunidades vegetales más
amenazadas, su componente principal Abies guatemalensis se encuentra en la lista de las
especies de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2001 como especie
Protegida (P), no-endémica. De acuerdo con los objetivos de propuesta del parque estatal y
con el carácter de comunidad de bosque de Abies, su limitada extensión y afinidad
climática con bosque mesófilo de montaña, bosque de Abies recibió valor máximo de 10 en
la escala de valores para conservación, que fue utilizada como parte de metodología de
delimitación del polígono de parque estatal (sección V del presente documento).
Bosque de Pinus: El bosque de Pinus es el segundo tipo de bosques de coníferas
(sensu Rzedowski, 1978), presente en el polígono del parque estatal y en su área aledaña.
De acuerdo con la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963) trata de los pinares.
Este tipo de vegetación es dominado por el género Pinus, ocupa la mayor extensión en las
partes altas de la Sierra, y es una comunidad importante por su potencial como recurso
forestal maderable. A diferencia con bosque de Abies, las comunidades de Pinus no
presentan requisitos tan estrictos en términos de temperatura y humedad, y cuentan con una
amplia zona adaptativa hacia a los factores climáticos. Esto explica la predominancia de
este género en las partes intermedias y altas de montañas. La presencia de los
representantes de género Pinus sucede en la altitud por encima de 800 m s. n. m., donde se
mezclan con encinos (Quercus), en forma de comunidades monodominantes, los bosques
de Pinus se encuentran en un rango de altitud de 1800 m hasta 2800 m s. n. m. El bosque de
Pinus es un tipo de vegetación predominante en las laderas y en las crestas de mayoría de
las montañas por encima de 1800 m s. n. m. Las condiciones climáticas características para
bosques de Pinus del parque estatal incluyen precipitaciones medias anuales variables entre
900 y 1500 mm y el tipo de clima templado subhumedo en verano (C (w)) con temperaturas
entre 14°C y 20°C en promedio anual.
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Figura 23. Bosque de Abies mezclado con bosque de Pinus en las cercanías del poblado
“Cumbre de Guadalupe”.
Los pinares mantienen un aspecto siempre verde, y sus componentes arbóreos
presentan alturas de 10 y 35 m. Los principales componentes florísticos encontrados en esta
comunidad son: Pinus jaliscana, P. oocarpa y P. pseudostrobus. Forman rodales puros o
mezclados, en los que también se encuentran otros componentes florísticos como algunos
encinos, Arbutus xalapensis, Clethra fragans, Comarostaphylis discolor, Fuchsia
microphylla, Lamourouxia multifida, Halenia brevicornis y Micropleura renifolia
(Rzedowski y McVaugh 1966, Cuevas G. y Núñez L. 1988). El estrato herbáceo es escaso,
pero presente, formado por representantes de Poaceae, Asteraceae, Malvaceae, Fabaceae.
La diversidad florística que se observa en el bosque de Pinus no es alta en el estrato
arbóreo, pero es importante cuando trata de las plantas herbáceas y arbustos.
El bosques de Pinus es un tipo de vegetación que ocupa la mayor superficie en el
parque estatal y en su área aledaña. De acuerdo con estimaciones en el presente estudio, su
superficie es mayor de 3200 ha en el polígono, o 41% del total de su superficie.
Considerando el área aledaña al polígono del parque estatal, la contribución del bosque de
Pinus es de 29% a 30% de la superficie.
En la escala de valor de los ecosistemas para conservación en el parque estatal, el
bosque de Pinus recibió código 8 de 10 (sección V de presente documento), por su papel
importante como comunidad de entorno para bosques mesófilos, bosques de Abies y
bosques mixtos.
Bosque mixto de Quercus y Pinus: Esta comunidad ocurre en la zona de transición
de dos distintas formaciones vegetales: el bosque de Quercus y el bosque de confieras
(formado por representantes del genero Pinus) (Rzedowski 1978), que en amplio rango de
altitudes presentan las mismas características de respuesta a condiciones climáticas y
características ecológicos similares. Por este motivo Quercus y Pinus forman un mosaico
con relaciones complejas. Más aún, la participación en la comunidad de otros géneros de
árboles dificulta la interpretación precisa de esta vegetación en muchos casos. De acuerdo
con la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963) se trata de encinares y pinares. Es
un tipo de vegetación de afinidad templada. En la zona estudiada se desarrolla en altitudes
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de 1000 a los 2000 m, sobre suelos con profundidad variable, en clima templado
subhúmedo con lluvias en verano (C (w)), con una precipitación pluvial entre 1000 a 1500
mm al año, con una temperatura media anual entre 15° y 19°C. Debido a la naturaleza de la
comunidad mixta, existe transición sin líneas marcadas entre bosques de Quercus, bosques
mixtos de Quercus y Pinus y bosques de Pinus, con cambios graduales de abundancia
relativa de los componentes principales de estas comunidades.
La comunidad se caracteriza principalmente por la presencia de individuos de
especies de los géneros Quercus y Pinus, en diferentes proporciones, cuya altura es entre
los (6) 8 y 20 (25) m, sus hojas son coriáceas caducas y aciculares perennes, con
ramificación abundante desde su parte media. Los pinos por lo general alcanzan mayor
altura y diámetro del tronco, que los encinos, cuando trata de condiciones secas. En las
laderas expuestas a los vientos húmedos, sobre todo en la cercanía con las cañadas los
árboles de Quercus son igual de altos como de Pinus. Los árboles de los encinos pueden ser
caducifolios o perennifolios, en función de especie, las condiciones locales del suelo y
microclimáticas. Las cortezas de los árboles son gruesas y fuertemente fisuradas, con
excepción de cortezas de las especies del segundo plano, incluyendo componentes
mesófilos en altitudes mayores de 1600 m s. n. m. El estrato arbustivo es disperso, no
siempre presente; el estrato herbáceo es escaso, se desarrolla entre una gruesa capa de
hojarasca.
En composición florística los bosques mixtos de Quercus y Pinus incluyen entre los
principales componentes las especies: Pinus jaliscana, P. oocarpa, P. pseudostrobus, P.
teocote, Quercus praineana, Q. obtusata, Q. castanea y Q. aff. gentryi, entre otros. Los
representantes del genero Pinus son más abundantes en suelos bien drenados y/o en las
laderas secas. En algunas ocasiones las comunidades mixtas en el límite superior de su
rango altitudinal pueden incluir individuos dispersos de Abies guatemalensis var. jaliscana.
Entre los arbustos frecuentesse incluyen Verbesina crocata, Verbesina greenmanii, Agave
maximiliana, Eupatorium odoratum, Vernonia sp., Calliandra humilis, Solanum spp. En el
estrato herbáceo son comunes los representantes de Asteraceae, Lamiaceae y Poaceae.
Sobre los Quercus se observan las plantas epifitas de las familias Orchidaceae y
Bromeliaceae y representantes de helechos. El bosque mixto cuenta con valores
intermedios de diversidad florística por unidad de superficie.
De acuerdo con los resultados de clasificación de uso del suelo con imágenes de
percepción remota las comunidades mixtas de Quercus con coníferas llegan a ocupar
aproximadamente el 15% de la superficie del polígono para el parque estatal y el 13% de su
área aledaña. La mayor presencia de las comunidades mixtas de bosque de Quercus y
coníferas fue observada en las laderas al sur-oeste de la Sierra Cacoma, expuestos a los
flujos de aire húmedo.
El bosque mixto como un tipo de vegetación es muy inestable, con tendencia a
convertirse en pinares o encinares, jugando un papel importante en este sentido la
influencia del hombre. Tanto especies de Quercus, como de Pinus son objetos de
aprovechamiento forestal, que en pasado reciente fue practicado en algunas de las parcelas
en el polígono del parque estatal. Consecutivamente el estado de conservación del bosque
mixto varía en el área de estudio, desde una comunidad en estado clímax climático, hasta
los bosques en estado de recuperación después de la tala parcial.
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Los comunidades mixtas de Quercus y coníferas han recibido un valor de prioridad
para conservación de 8 (sección V de presente documento), que corresponde a su
importancia como comunidades de entorno para el bosque mesófilo de montaña.
Bosque de Quercus: El bosque de Quercus en el Occidente de México es un
ecosistema de afinidad templada similar al descrito anteriormente, bosque mixto de
Quercus y Pinus, pero sin presencia de confieras. Miranda y Hernández X. (1963)
denominan esta comunidad como encinar. Se trata de una ecosistema con predominancia de
árboles del un solo género, Quercus, en el estrato arbóreo. La presencia del bosque de
Quercus es asociada con una altitud entre 400 y los 1500 m s. n. m., más arriba de 1100 m
s. n. m. está muy entremezclado con fragmentos de bosque mixto o de coníferas. Esta
vegetación por tener requerimientos muy similares al bosque de Pinus y bosque mixto,
muchas veces se mezcla con éstos, se hace muy difícil su separación, encontrándose
mezclas que corresponden a etapas sucesionales. La densidad de los árboles por unidad de
superficie puede variar considerablemente, por este motivo en la clasificación de uso del
suelo fueron introducidas las clases “Bosque de Quercus denso” y “Bosque de Quercus
abierto”. El último tipo de vegetación a menudo presenta transición a comunidades que
podrían ser interpretados como vegetación sabanoide.
Figura 24. Fragmento de bosque de Quercus en la ladera en el arroyo “Los Tepehuajes”.
En Talpa de Allende se han definido 2 tipos de bosque de Quercus partiendo de sus
características fisonómicas: por un lado el bosque de Quercus caducifolio (BQc) y por el
otro el bosque de Quercus subperennifolio (BQs) (Fig. 24). El BQc se caracteriza por ser
una vegetación de 5 a 9 m de altura, que pierde sus hojas durante un período corto que
coincide con la época más seca del año; se desarrolla en altitudes entre los 400 y los 1500
m, con clima cálido y templado subhúmedo. Entre los principales componentes se han
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observado: Quercus castanea, Q. elliptica, Q. aff. gentryi y Q. uxoris, Acacia pennatula y
algunas veces Pinus oocarpa. El BQs es una comunidad de 15 a 35 m de altura cuyas
especies se defolian por períodos muy cortos, generalmente menos de un mes, sin haber
coincidencia de las especies en la caducidad, por lo cual el bosque nunca queda totalmente
defoliado; se desarrolla en altitudes arriba de los 1500 m, en clima templado y más húmedo
que el bosque de BQc. Entre sus principales componentes se han encontrado: Quercus
conspersa, Q. obtusata, Q. peduncularis, Q. praineana, y Q. scytophylla. Los pinos se ven
representados por P. jaliscana, P. douglasiana, y en algunas ocasiones P. pseudostrobus.
En el estrato herbáceo las familias con mejor representación son Asteraceae, Poaceae y
Malvaceae. Las epifitas son abundantes en algunas partes de bosque y pertenecen
principalmente a genero Tillandsia. El bosque de Quercus es una comunidad con
importante contribución a diversidad florística de la zona, aunque el número de especies de
árboles propios de esta vegetación no es grande.
La superficie del bosque de Quercus registrada en el polígono del parque estatal es
de más del 10% cuando se trata de comunidades con arbolado disperso, más otro 6% con
arbolado denso. En el área aledaña al polígono la contribución de las zonas con el arbolado
disperso es relativamente mayor, la contribución de la vegetación con arbolado de Quercus
disperso y denso, es de 13% y 5% respectivamente.
El bosque de Quercus presenta evidencias de seria afectación por prácticas de
aprovechamiento forestal, esta afectación esta expresada por una proporción entre las
comunidades con arbolado disperso y denso en la zona estudiada. Además, la presencia de
baja densidad de troncos y de biomasa reducida del bosque evidentemente esta
correlacionada con ubicación en la orilla, con la cercanía de espacios abiertos utilizados
como sitios de pastoreo. Es posible suponer que la deforestación y prácticas pecuarias van
juntas cuando trata de afectación de bosque de Quercus en algunas zonas aledañas al
polígono del parque estatal.
En la escala de prioridad de ecosistemas para conservación en el parque estatal, el
bosque de Quercus ha recibido un valor de 8 de 10, para comunidades con arbolado denso
y de 6 para comunidades con arbolado disperso (sección V de presente documento). Las
comunidades de bosque de Quercus son importantes como comunidades de entorno para
bosque mesófilo, por otro lado, cuando se trata de bosques de Quercus abiertos, por lo
general presentan evidencias de perturbación y son menos valiosos para conservación, lo
cual se tomo en cuenta durante delimitación del polígono del parque estatal.
Bosque tropical caducifolio: esta comunidad es estacional, tropical y con árboles de
baja estatura, se conoce también como selva baja caducifolia (Miranda & Hernández X.,
1963). Esta comunidad se encuentra dominada por especies arbóreas no espinosas que se
defolian por completo durante un período largo, que coincide con la estación seca del año
(Rzedowski 1978). Es un ecosistema natural presente en la zona estudiada en rango de
altitud de 600 a 1300 m s. n. m. y hasta 1500 m s. n. m. en las formas con relieve irregular,
dependiendo del efecto Massenerhebung (Grubb 1971). Con frecuencia el bosque tropical
caducifolio, se encuentra en las laderas secas, bien drenadas, expuestas a insolación
prolongada. Los suelos generalmente son someros y de drenaje rápido. Las condiciones
climáticas que son favorables para desarrollo de este tipo de vegetación incluyen un
marcado y prolongado periodo de sequía de 6-7 meses, con precipitación anual de 600 a
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1000 mm; la temperatura media anual es entre 20° y 28°C. El límite superior de
distribución de este tipo de bosque en el municipio de Talpa de Allende es definido por la
altitud en la cual comienzan ocurrir las heladas.
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Figura 25. Elementos de bosque tropical caducifolio en la cercanía con “El Refugio”.
El bosque tropical caducifolio en su forma perturbada se asemeja al matorral
subtropical, en la clasificación de uso del suelo con métodos de percepción remota no
aparece un límite tajante entre estas dos formaciones vegetales. De acuerdo con la
estimación en presente ETJ, la superficie de bosque tropical caducifolio es alrededor de 78% del total del polígono del parque estatal y de 5-6% de su área aledaña (Fig. 25).
La apariencia de este tipo de bosque en la zona de estudio es variable dependiendo
del grado de perturbación que ha sufrido el ecosistema. En su forma mejor conservada, este
tipo de bosque tropical está formado por los árboles con altura entre 8 y 12 m, con algunos
individuos hasta de 15 m que sobresalen el dosel común. En los sitios con evidencia de
perturbación reciente la altura de los árboles puede ser menor, de 5-10 m. En la temporada
seca los árboles no presentan hojas, pero varias especies se encuentran con flores. Muchas
de las especies tienen cortezas escamosas, lustrosas o exfoliantes, de colores llamativos. Un
elevado número de especies de árboles y arbustos presenta exudados resinosos o laticíferos.
Durante la temporada de lluvias los árboles desarrollan un follaje predominantemente en
tonos claros. Muchas especies tienen hojas compuestas. En este tipo de bosque no se
separan los estratos, con excepción del estrato superior de los árboles y el escaso estrato
herbáceo.
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La composición florística de este tipo de vegetación en el municipio de Talpa de
Allende es bastante compleja. Entre los componentes predominantes podemos citar a
Lysiloma acapulcense, L. microphyllum, Jacaratia mexicana, Amphipterygium adstringens,
Cochlospermum vitifolium, Ceiba aesculifolia, Pseudobombax ellipticum, Bursera spp.,
Heliocarpus terebinthinaceus, Eysenhardtia sp. En los sitios con evidencias de
perturbación en bosque tropical caducifolio fueron observadas especies como Acacia
pennatula, Boconia arborea, Bursera bipinnata, Trema micrantha, Lippia umbellata,
Mimosa albida, Thouinia serrata. Entre los arbustos y pequeños árboles en la transición
con matorral subtropical aparecen Guazuma ulmifolia, Buddleia sessiliflora, Solanum spp.,
Croton ciliato-glandulifera, Barkleyanthus salicifolius y Lantana cámara, entre otros. El
bosque tropical caducifolio, al igual que otras comunidades de afinidad tropical de la zona
estudiada, cuenta con alta diversidad florística del estrato arbóreo.
El bosque tropical caducifolio es un tipo de vegetación muy afectado en el
occidente de México por actividad humana en el aspecto su distribución y estado, ya que en
muchos de los sitios con relieve plano fueron apropiados para la agricultura. La vegetación
de este tipo sigue en forma más conservada en las laderas de los ceros inapropiados para
agricultura o de difícil acceso. Los sitios con parcelas abandonados donde el bosque fue
desmontado, presentan un desarrollo de pastizales inducidos y matorrales subtropicales en
las primeras etapas de sucesión. En los sitios donde la sucesión paso más adelante se forma
una comunidad con predominancia de árboles de Guazuma ulmifolia, Lysiloma
microphylla, Acacia farnesiana y Heliocarpus terebinthinaceus. Las comunidades
secundarias en fases intermedios de sucesión comúnmente cuentan con árboles de la misma
edad, y en las condiciones adecuadas con el paso de tiempo estos bosques secundarios
pueden resultar en recuperación del bosque original. En la zona de estudio esta comunidad
presenta un estado de conservación pobre, particularmente en los alrededores del poblado
La Cuesta y un poco mejor conservada en las pendientes pronunciadas de la Cueta de
Herón y en El Barranco.
Siguiendo los objetivos de propuesta de parque estatal Bosque de Arce, el bosque
tropical caducifolio ha recibido un valor 6 en la escala de valores de prioridad para
conservación de vegetación (sección V de presente documento), que es el valor más bajo en
comparación con otros tipos de vegetación primaria. El valor asignado refiere a la
naturaleza del bosque tropical caducifolio distinta de la vegetación húmeda templada o
bosque mesófilo, prioritarios para conservación, su posición marginal con respeto a otros
tipos de vegetación primaria en la zona, su alto grado de perturbación (frecuentemente es
relacionado con matorral subtropical).
Bosque tropical subcaducifolio: en la región de estudio corresponde a selva
mediana subcaducifolia según clasificación de Miranda y Hernández X. (1963). Es una
vegetación intermedia entre el bosque tropical perennifolio que ocurre en áreas más
húmedas que el bosque tropical caducifolio (Rzedowski 1978). En Talpa de Allende ocurre
entre 400 y 1200 m s. n. m., en condiciones con precipitación media anual superior a los
900 mm, generalmente entre 1000 y 1500 mm; la temperatura media anual puede ser entre
22° y 27°C. Está asociado a las laderas húmedas, y a cañadas en las laderas, además ocurre
en asociación con los arroyos y ríos principales en los sitios donde persiste cubierta vegetal,
a veces se combina con bosque de galería. En estos sitios las condiciones microclimáticas
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resultan en que la humedad atmosférica se mantiene por más tiempo, aun durante la
temporada seca, que permite a las especies sobrevivir el periodo de secas sin pausa en
producción de biomasa. Sin embargo, este tipo de vegetación se caracteriza por su
fenología marcadamente estacional. Del 50 al 75% de los especies de árboles son
caducifolios y la parte restante – perennifolios (Rzedowski, 1978; Challenger, 1998).
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Figura 26. Bosque tropical subcaducifolio en cercanía del poblado “La Cuesta”.
Se desarrolla una vegetación con presencia de los árboles de tallo grueso (DAP ≥ 30
cm), con el dosel que mide alrededor de 20-35 m de altura, hasta 40 m de altura en algunas
ocasiones. El follaje de los árboles es a menudo de color obscuro y se mantiene
parcialmente durante la época de secas. Existe uno o dos estratos de sotobosque con los
árboles y arbustos que alcanzan 15-20 m de altura, y otro de 4-10 m de altura y alcanza una
gran contribución en cobertura, y el estrato herbáceo (Fig. 26).
La composición florística de este tipo de vegetación es tan compleja como en otras
comunidades de afinidad tropical. Entre los principales componentes del estrato arbóreo se
han observado: Cedrela odorata, Trophis racemosa, Aphananthe monoica, Dendropanax
arboreus, Tabebuia palmeri, Hura polyandra, Guarea glabra, Enterolobium cyclocarpum,
Bursera simaruba, Ficus insipida, Trichilia americana, Inga laurina, Sapium pedicellatum,
Annona purpurea, A. reticulata, Calophyllum brasiliense var. rekoi, Cnidoscolus
tepiquensis, Cecropia obtusifolia, Lonchocarpus salvadorensis y Talauma aff. mexicana;
con epífitas como: Aechmea bracteata, Oncidium reflexum y Catasetum pendulum. En el
estrato arbustivo comúnmente se encuentran Casearia corymbosa, Pipper spp., Cordia
spp., Gyrocarpus spp., Capparis flexuosa, Croton spp. y Randia spp. En el estrato herbáceo
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predominan especies de las familias Acanthaceae, Euphorbiaceae, Asteraceae,
Amaranthaceae. Las lianas y bejucos pertenecen principalmente a familias Dioscoriaceae,
Bignoniaceae, Passifloraceae, Aristolochiaceae, Menispermaceae y Convolvulaceae. El
bosque tropical subcaducifolio es un tipo de vegetación que cuenta con alta diversidad
florística y alta heterogeneidad espacial de composición.
Los resultados de clasificación de uso del suelo en el presente ETJ, indicaron que
bosque tropical subcaducifolio llega a ocupar hasta 2% de la superficie del polígono para el
parque estatal y de su área aledaña.
Es evidente que su distribución actual es reducida en comparación con presencia de
los sitios con condiciones apropiados para este tipo de vegetación. La vegetación de este
tipo es fragmentada sobre todo en los alrededores del poblado La Cuesta. A menudo solo se
observan los individuos grandes aislados de Enterolobium cyclocarpum o Ficus spp., que
testimonian sobre presencia de este ecosistema en el pasado. Cuando sitios desmontado
fueron abandonados y estuvieron libres de prácticas agrícolas, se inicia una sucesión de
crecimiento de bosque tropical subcaducifolia. En las etapas de sucesión tempranas en los
sitios de bosque tropical subcaducifolio desmontados se forma una comunidad con
predominancia de representantes arbustivos y arbóreos de las familias Fabaceae y
Asteraceae. Es indistinguible fisonómicamente de matorral subtropical, con excepción de
que son muy abundantes las plantas trepadoras y lianas, como Ipomoea spp. y Pasiflora
spp.
En la escala de valor para conservación el bosque tropical subcaducifolio ha
recibido valor de 7 (sección V de presente documento), como un componente importante de
vegetación primaria de la zona, con alta diversidad florística, pero menos conforme a los
objetivos de conservación en el parque estatal, en comparación con vegetación húmeda
templada.
Bosque de galería: Con el nombre bosque de galería Rzedowski (1978) describe
este subtipo de vegetación acuática y subacuática. Bajo esta denominación se incluye la
vegetación que se desarrolla por los bordes y costados a lo largo de los ríos y arroyos o
corrientes más o menos permanentes. Por su naturaleza es una formación vegetal que existe
en superficie muy limitada, y no fue detectada durante análisis de imágenes de percepción
remota como una clase independiente, pero fue incluida a las clases de bosque mesófilo de
montaña y bosque tropical subcaducifolio. En el municipio Talpa de Allende el bosque de
galería tiene un rango altitudinal muy amplio, desde los 400 hasta los 1800 m s. n. m.,
entrando en contacto con bosque mesófilo de montaña en el límite superior y con bosque
tropical subcaducifolio en las partes bajas. El bosque de galería puede ser considerado
como un tipo de vegetación azonal, presente en gran espectro de condiciones climáticas.
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Figura 27. Elementos de bosque de galería (Alnus firmifolia) mezclados con elementos de
bosque tropical caducifolio en el arrollo “Los Tepehuajes”al norte del polígono del parque
estatal Bosque de Arce.
Este es un tipo de vegetación desde el punto de vista fisonómico muy heterogéneo
(Rzedowski 1978), pues su altura puede variar desde los 5 hasta los 40 m. En las partes más
altas y húmedas se han encontrado Alnus acuminata subsp. arguta, A. jorullensis subsp.
lutea, Calliandra laevis, Inga eriocarpa, Fraxinus uhdei, Juglans major var. glabrata y
Ostrya virginiana. En las partes medias y bajas, con clima calido se fue observado Salix
bonplandiana, S. humboldtiana, Alnus firmifolia, Populus guzmanantlensis, Cecropia
obtusifolia, Ficus glabrata, Ficus sp., Ardisia compressa y A. revoluta. Siendo heterogéneo
en composición en grandes extensiones, el bosque de galería es usualmente es
oligodominante por pocos especies de árboles, y resulta ser una comunidad con baja
diversidad en estrato arbóreo (Fig. 27).
Las corrientes de agua con bosque de galería frecuentemente existen en los espacios
completamente transformados por la actividad humana. La importancia de acceso al agua
para prácticas agrícolas, pecuarias, además la presencia de instalaciones hidrotécnicas han
afectado la condición y distribución de bosque de galería en muchas partes de occidente de
México. En el área aledaña al polígono del parque estatal, zona donde bosque de galería
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quedo muy perturbado, se encuentra a lo largo del río Talpa, entre los poblados “El
Veladero” y “Talpa de Allende”.
En escala de valor para conservación, el bosque de galería recibió valor 7 o 10,
dependiendo de su afinidad a bosque tropical o bosque mesófilo en el esquema de
clasificación (sección V de presente documento).
Vegetación xerófita de altura: Este ecosistema descrito de la Sierra de Manantlán
por Vázquez et al. (1995), es típico de cumbres de montañas, en elevaciones de 2500 a
2800 m o aún mayores, en zonas rocosas expuestas a vientos incesantes y heladas
frecuentes. Su diversidad en el estrato herbáceo es alta, lo cual se debe en parte a su gran
número de elementos endémicos. En Talpa de Allende se encuentra en las cimas de 2500–
2860 m.s.n.m. (La Cumbre, Cerro San Pedro y Tetilla de Cuale, entre otros). Dentro de la
misma Sierra, su composición es variable, se caracteriza por presentar árboles esparcidos
generalmente pequeños como: Arbutus xalapensis, Pinus sp., yotras ericáceas. Muchas de
las especies arbustivas y herbáceas presentan un alto grado de esclerificación en sus hojas,
talla reducida y/o hábito prostrado. Algunos arbustos incluyen: Bocconia frutescens,
Furcraea bedinghausii y Litsea glaucescens. En el estrato arbustivo y herbáceo figuran las
ericáceas (Comarostaphylis discolor, Gaultheria hirtella y Pernettia prostrata), algunas
escrofulariáceas: (Castilleja integrifolia, y Penstemon roseus) y muchas otras: Coreopsis
petrophiloides, Stevia lucida var. lucida, Cyperus sesleroides, Geranium hernandezii,
Salvia qurcetorum y S. rostellata. Por efecto de escala cartográfica este tipo de vegetación
queda incluido dentro de bosque de Pinus-Quercus y bosque de Pinus.
Ecosistemas de hábitat inducido:
La vegetación secundaria que constituye los ecosistemas de hábitat inducido está
presente en el Parque Estatal Bosque de Arce y en su área aledaña en forma de los
pastizales inducidos y matorrales subtropicales.
Matorral subtropical: A diferencia con los ecosistemas de hábitat natural, el
matorral subtropical es un ecosistema que se forma como respuesta a la perturbación que ha
existido o persiste en el sitio, es inducida por disturbio. De acuerdo con Rzedowski y
Calderón (1987), el matorral subtropical representa una fase sucesional temprana del
bosque tropical caducifolio, que se mantiene en el estado detenido por presión
antropogénica. Challenger (1998) utiliza el término sucesión desviada para este tipo de
estado detenido. El matorral subtropical se reencuentra en la fase de sucesión desviada por
presión causada por pastoreo, principalmente de ganado bovino.
El matorral inducido fisonómicamente es bastante variable y puede estar compuesto
por arbustos de menos de 1 m de altura (cuando existe un agente de perturbación
constante). En el caso de que la frecuencia e intensidad de los disturbios sea baja los
arbustos pueden desarrollar hasta 5 metros de altura y considerable grosor (DAP hasta 10
cm). En ocasiones la comunidad es muy densa y llena de “maleza”, que causa dificultades
para pasar, formada por los arbustos espinosos. Los matorrales subtropicales suelen
desarrollarse en vegetación similar a bosque tropical caducifolio o subcaducifolio en la
altitud inferior de 1000 m - 1200 m s. n. m., en la altitud mayor que este matorral en
situación de desaparición del agente de perturbación puede quedar sustituida por los tipos
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de vegetación de afinidad templada. En la actualidad, el matorral subtropical representa
menos que 2% de superficie del polígono para el parque estatal y llega a 5.2% de la
superficie de su área aledaña, considerando los resultados de clasificación de uso del suelo
para presente ETJ.
Los especies más comunes en este tipo de comunidad son Acacia farnesiana,
Acacia pennatula, Heliocarpus terebinthinaceus, Eysenhardtia polystachya, Verbesina
greenmannii, Verbesina sphaerocephala, Opuntia atropes, Opuntia fuliginosa, Croton
ciliato-glandulifera, Lantana spp., ocasionalmente Hyptis albida, Mimosa albida, Guazuma
ulmifolia. En los sitios secos del puede estar presente una asociación de Nicotiana glauca –
Hyptis spp. – Verbesina greenmanii – Buddleja sessiliflora – Wigandia urens. En los sitios
con intensa perturbación se desarrolla vegetación similar a matorral, que incluye además,
los elementos con estrategia ecología de R (ruderal), e. g. Ricinus communis y Phytolaca
icosandra.
Debido a bajo valor de matorral subtropical para conservación del bosque mesófilo,
en la escala de valor para conservación, el matorral suptropical recibió puntaje 4 de 10.
Pastizal: Bajo este nombre se agrupa la comunidad vegetal donde dominan las
gramíneas. El pastizal inducido o cultivado es otro ecosistema que se encuentra en
condición de sucesión desviada. En los pastizales inducidos las prácticas de pastoreo llegan
a ser intensas, en combinación con una periódica quema de pasto para prevenir desarrollo
de los arbustos y árboles. De esta forma la perturbación antropogénica permite el
mantenimiento de estrato herbáceo con escasos arbustos. A menudo el pastizal se desarrolla
en las parcelas agrícolas en barbecho. La succesion secundaria iniciada por pastizal
inducido puede tener continuación en desarrollo de matorral subtropical o otro tipo de
vegetación relacionado con las condiciones microclimáticas y edáficas.
Figura 28. Pastizal inducido en el área aledaña al polígono del Parque Estatal Bosque de
Arce cerca de “El Refugio”.
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Las distintas especies nativas e introducidas de familia Poaceae contribuyen a
formación de pastizal. Otras familias con importante contribución son Asteraceae y
Fabaceae. De acuerdo a la composición florística de esta comunidad, la zona de estudio, ha
sido dividida en dos grupos, sin embargo, en la cartografía aquí usada no se hizo distinción
de los mismos, debido a similitud en características de reflexión de luz de diferentes tipos
de pastizal. El primero, pastizal inducido (Pi), se establece después de deforestar un sitio,
que bien puede ser en zonas tropicales o en lugares de clima templado. El segundo grupo,
pastizal cultivado (Pc), es aquel en el cual deliberadamente se han abierto sitios
(principalmente en zonas tropicales) para sembrar pastos, encontrándose entre estos:
Panicum maximum, Cenchrus ciliaris, Hyparrenia rufa, Cynodon nlemfuensis y Chloris
gayana (Fig. 28).
La superficie ocupada por pastizales inducidos o cultivados en el polígono del
parque estatal es de 2.7% y en el área aledaña del mismo parque es de 13.8%. El pastizal ha
recibido valor de 3 en la escala de valor de ecosistemas para conservación utilizado en
proceso de delimitación del polígono de parque estatal (sección V de presente ETJ).
Ecosistemas de hábitat artificial
Los ecosistemas terrestres que se desarrollan en condiciones de intensa y
permanente presión antropogenica fueron agrupados como ecosistemas de hábitat artificial.
En el área de estudio estos ecosistemas incluyen a) los ecosistemas de plantaciones y de
campos agrícolas y b) ecosistemas de los sitios urbanizados o con presencia de
infraestructura. Los ecosistemas de hábitat artificial incluyen componentes florísticos
cultivados y componentes florísticos espontáneos. A continuación se describe brevemente
vegetación asociada con ecosistemas de hábitat artificial.
Agricultura y vegetación arvense: En esta denominación encajan todas aquellas
áreas que son empleadas para el cultivo, principalmente para la producción de alimentos
básicos tales como maíz, frijol, café, algunas cucurbitáceas y pequeños huertos de frutales,
principalmente d guayaba y ciruela y poblaciones manejadas de chicle de Talpa (chiltales).
Las plantas silvestres que crecen en los campos agrícolas se conocen como plantas arvenses
o más comúnmente como malezas, ya que en ausencia de control adecuado estas plantas
reducen el rendimiento de los cultivos. Por lo tanto, es una comunidad vegetal
estrictamente asociada con los ambientes transformados antropogénicamente y se formó
como resultado de una selección espontánea que ha tenido lugar en estos ambientes desde
el nacimiento de la agricultura (Espinosa-García & Sarukhan 1997) (Fig. 29). La
vegetación arvense asociada con campos agrícolas y otros tipos de plantaciones depende de
régimen hidrológico y tipo de cultivo. Este componente espontaneo incluye, casi
exclusivamente, las especies herbáceas, tanto nativas de la zona, como introducidas. La
comunidad arvense de los cultivos abiertos de temporal incluye Bidens odorata, Cynodon
dactylon, Galinsoga parviflora, y Tithonia tubaeformis como componentes principales.
Estos mismos elementos pueden estar presentes en la flora durante un tiempo prolongado,
aún después del abandono de estas áreas y se integran en la composición de pastizales y
matorrales inducidos.
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Figura 29. Cultivo de Maíz en área aledaña al polígono del Parque Estatal.
La superficie con uso agrícola es equivalente a 0% en el polígono del Parque Estatal
Bosque de Arce, y puede ser considerado virtualmente ausente. En el área aledaña al
polígono los campos agrícolas fueron estimados en 1.3% del superficie. Valor para
conservación asignado a ecosistemas de los campos agrícola es el mínimo posible (1) en la
escala de valor de ecosistemas para conservación en el parque estatal.
Sitios sin cubierta vegetal, urbanizados y vegetación ruderal: Las áreas que
fueron clasificados con denominación “sin vegetación aparente” son aquéllas que se
encuentran muy erosionadas o sobrepastoreadas y, por consiguiente, la vegetación es muy
escasa o bien no existe. El ambiente en el cual se encuentra la vegetación ruderal en el área
de estudio incluye todos los sitios de zonas urbanizadas apropiados para crecimiento de
vegetación espontánea: terrenos baldíos, potreros en poblados, orillas de carreteras,
caminos, zanjas y otros sitios similares.
La vegetación ruderal no presenta una composición florística muy determinada y
está formada en su mayor parte por las plantas conocidas como malezas, por lo cual, no fue
posible reconocer asociaciones vegetales típicas. La mayoría de las malezas que forman
esta vegetación son las plantas herbáceas y solo pocas especies pueden asumir la forma de
arbustos o pequeños árboles hasta de 3-5 m. Estas plantas tienen la capacidad de
producción de un gran número de semillas que conservan su fertilidad por años, así pueden
germinar, competir y persistir en el medio ambiente intensamente modificado y perturbado.
Las plantas ruderales claramente presentan una estrategia ecológica y evolutiva de
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tolerancia a las perturbaciones. La abundancia de las especies que son componentes de este
tipo de vegetación puede variar drásticamente de un año a otro y existe una notable
dinámica de cambio de las abundancias relativas de diferentes malezas en el región causada
por fenómenos naturales y por introducción de nuevas especies, entre otros factores
(Rzedowski & Calderón de Rzedowski 2004). Los elementos más frecuentes de este tipo de
vegetación en el área aledaña del Parque Estatal son: Anoda cristata, Bidens odorata,
Bidens pilosa, Lantana camara, Ricinus communis, Rumex crispus, Salvia spp., Solanum
spp., Tagetes spp., Tithonia tubaeformis, Tithonia rotundifolia e Ipomoea purpurea (Fig.
30).
Figura 30. Orilla de terracería sin vegetación aparente en cercanía de “El Refugio”.
Sitios sin vegetación aparente o con fragmentos dispersos de vegetación ruderal
llegan a ocupar casi 1% del polígono del Parque Estatal y casi 3% de su área aledaña. En la
escala de valor para conservación estas superficies han recibido el valor más bajo (1).
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Aves
Se estima que en Jalisco habitan de 523 a 566 especies de aves, pertenecientes a 64 familias
(Palomera et al. 1994, González-Guzmán 1998), incluídas en los Ordenes Apodiformes,
Piciformes y Passeriformes, este último es el más numeroso. Las aves de Jalisco
representan el 51% de las especies registradas en México. A lo largo de la costa de Jalisco
se encuentra el 61% de las especies registradas para Jalisco (Ramírez-Albores 2007).
El primer estudio realizado en el bosque mesófilo con arce de Talpa de Allende fue
hecho durante 1996 y 1997 por González-Guzmán (1998). Este trabajo comparó la ecología
de aves residentes y migratorias en 79 sitios del occidente de México (González-Guzmán
1998).
Se presenta a continuación la lista de las especies por tipo de vegetación registradas
dentro del polígono del Parque Estatal, así como en las zonas circundantes.
Metodología
Se obtuvieron datos del estudio realizado por González-Guzmán (1998), los cuales se
generaron a partir de muestreos en diferentes tipos de vegetación siguiendo el método de
Hutto et al. (1986). Los muestreos comenzaron 30 minutos antes de la salida del sol y
siguiendo las brechas o caminos pequeños. Cada punto de muestreo fue separado por 200 m
y se registró el número de individuos por cada especie en un radio de 25 m. La
determinación siguió a Sibley-Monroe.
Se consultó además la información contenida en la Global Biodiversity Information
Facility, que incluye los datos de especímenes del American Museum of Natural History y
la Avian Knowledge Network. Finalmente, se consultó literatura científica.
Se estableció la categoría de protección de las especies consultando la Lista Roja de
la UICN y la Norma Oficial Mexicana de especies en riesgo.
Resultados y discusión
Se registraron 170 especies, pertenecientes a 112 géneros, 36 familias y 12 ordenes
(Apéndice 3). Los miembros del orden Passeriformes fueron los más numerosos; los
pertenecientes al orden Apodiformes le siguen en número de especies. Las familias con más
géneros fueron Trochilidae (14) Trannidae (14), Parulidae (12), Emberizidae (7) y Turdidae
(6). Los géneros con más especies fueron Icterus (7), Dendroica (6), Catharus (6), Piranga
(5), Vireo (4) (Apéndice 3). 45 especies habitan en el bosque mesófilo y en el mesófilo con
arce de Ojo de Agua del Cuervo.
De acuerdo a la Lista Roja de la UICN se encontraron seis especies en dos
categorías, casi amenazado y vulnerable, el resto se consideró como de preocupación
menor. Las especies consideradas como vulnerables son: Thalurania ridgwayi, Vireo
atricapillus, Amazona finschi y Ara militaris. En la categoría de casi amenazadas estan:
Passerina ciris y Contopus borealis.
Según la Norma Oficial Mexicana de especies en peligro, existen dos especies en la
categoría de probablemente extinta en el medio silvestre, 24 en la categoría de sujeta a
protección especial, siete amenazadas y dos en peligro de extinción. Las especies en peligro
de extinción son Ara militaris y Vireo atricapillus (Apéndice 3).
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142
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Apéndice 3. Lista preliminar de aves del municipio de Talpa de Allende. Se incluye el
orden y familia de cada especie.
APODIFORMES
APODIDAE
Cypseloides niger Gmelin, 1789
Streptoprocne semicollaris De Saussure,
1859
TROCHILIDAE
Amazilia beryllina Deppe, 1830
Amazilia rutila Delattre, 1843
Amazilia violiceps Gould, 1859
Archilochus colubris Linnaeus, 1758
Atthis heloisa Lesson & Delattre, 1839
Chlorostilbon canivetii Lesson, 1832
Colibri thalassinus Swainson, 1827
Cynanthus latirostris Swainson, 1827
Eugenes fulgens Swainson, 1827
Heliomaster constantii Delattre, 1843
Hylocharis leucotis Vieillot, 1818
Lampornis clemenciae Lesson, 1829
Selasphorus platycercus Swainson, 1827
Selasphorus rufus Gmelin, 1788
Stellula calliope Gould, 1847
Thalurania ridgwayi Nelson, 1900
Tilmatura dupontii Lesson, 1832
CICONIIFORMES
ACCIPITRIDAE
Accipiter gentilis Linnaeus, 1758
Buteo albonotatus Kaup, 1847
Buteo jamaicensis J. F. Gmelin, 1788
CICONIIDAE
Cathartes aura Linnaeus, 1758
Coragyps atratus Bechstein, 1793
FALCONIDAE
Caracara cheriway Jacquin, 1784
Falco sparverius Linnaeus, 1758
COLUMBIFORMES
COLUMBIDAE
Columbina inca Lesson, 1847
Leptotila verreauxi Bonaparte, 1855
Patagioenas fasciata Say, 1823
Zenaida asiatica Linnaeus, 1758
Zenaida macroura Linnaeus, 1758
CORACIIFORMES
ALCEDINIDAE
Ceryle alcyon Linnaeus, 1758
MOMOTIDAE
Momotus mexicanus Swainson, 1827
CRACIFORMES
CRACIDAE
Ortalis poliocephala Wagler, 1830
CUCULIFORMES
CUCULIDAE
Geococcyx velox Wagner, 1836
Piaya cayana Linnaeus, 1766
GALLIFORMES
CRACIDAE
Penelope purpurascens Wagler, 1830
PASSERIFORMES
CARDINALIDAE
Cardinalis cardinalis Linnaeus, 1758
Cyanocompsa brissonii Lichtenstein, 1823
Passerina ciris Linnaeus, 1758
Passerina leclancherii Lafresnaye, 1840
Passerina versicolor Bonaparte, 1838
Pheucticus chrysopeplus Vigors, 1832
Pheucticus ludovicianus Linnaeus, 1766
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Pheucticus melanocephalus Swainson, 1827
Saltator coerulescens Vieillot, 1817
CERTHIIDAE
Certhia americana Bonaparte, 1838
CORVIDAE
Aphelocoma ultramarina Bonaparte, 1825
Calocitta colliei Vigors, 1829
Corvus corax Linnaeus, 1758
Cyanocorax sanblasianus Lafresnaye, 1842
Cyanocorax yncas Boddaert, 1783
COTINGIDAE
Pachyramphus aglaiae Lafresnaye, 1839
Pachyramphus major Cabanis, 1847
EMBERIZIDAE
Atlapetes pileatus Wagler, 1831
Buarremon virenticeps Bonaparte, 1855
Junco phaeonotus Wagler, 1831
Oriturus superciliosus Swainson, 1838
Pipilo erythrophthalmus Linnaeus, 1758
Pipilo fuscus Swainson, 1827
Pipilo ocai Lawrence, 1865
Spizella pallida Swainson, 1832
Spizella passerina Bechstein, 1798
Volatinia jacarina Linnaeus, 1766
FRINGILLIDAE
Aimophila ruficeps Cassin, 1852
Carduelis notata Du Bus de Gisignies, 1847
Carduelis pinus A. Wilson, 1810
Carduelis spinus Linnaeus, 1758
Coccothraustes abeillei Lesson, 1839
FURNARIIDAE
Lepidocolaptes leucogaster Swainson, 1827
Sittasomus griseicapillus Vieillot, 1818
HIRUNDINIDAE
Tachycineta bicolor Vieillot, 1808
ICTERIDAE
Cacicus melanicterus Bonaparte, 1825
Icterus cucullatus Swainson, 1827
Icterus galbula Linnaeus, 1758
Icterus graduacauda Lesson, 1839
Icterus parisorum Bonaparte, 1838
Icterus pectoralis Wagler, 1829
Icterus spurius Linnaeus, 1766
Icterus wagleri Sclater, 1857
LANIIDAE
Lanius ludovicianus Linnaeus, 1766
MIMIDAE
Melanotis caerulescens Swainson, 1827
MUSCICAPIDAE
Turdus migratorius Linnaeus, 1766
Turdus migratorius propinquus Linnaeus,
1766
PARULIDAE
Basileuterus belli Giraud, 1841
Basileuterus rufifrons Swainson, 1838
Cardellina rubrifrons Giraud Jr, 1841
Dendroica coronata Linnaeus, 1766
Dendroica dominica Linnaeus, 1766
Dendroica graciae S. F. Baird, 1865
Dendroica nigrescens J. K. Townsend, 1837
Dendroica occidentalis Dendroica
occidentalis
Dendroica townsendi Townsend, 1837
Ergaticus ruber Swainson, 1827
Euthlypis lachrymosa Bonaparte, 1850
Mniotilta varia Linnaeus, 1766
Myioborus miniatus Swainson, 1827
Myioborus pictus Swainson, 1829
Oporornis philadelphia Wilson, 1810
Oporornis tolmiei J. K. Townsend, 1839
Parula americana Linnaeus, 1758
Parula pitiayumi Vieillot, 1817
Parula superciliosa Hartlaub, 1844
Vermivora celata Say, 1823
Vermivora luciae Cooper, 1861
Vermivora ruficapilla Wilson, 1811
Wilsonia pusilla Wilson, 1811
PEUCEDRAMIDAE
Peucedramus taeniatus Du Bus de Gisignies,
1847
PTILOGONATIDAE
Ptilogonys cinereus Swainson, 1827
SITTIDAE
Sitta carolinensis Latham, 1790
SYLVIIDAE
Polioptila caerulea Linnaeus, 1766
THRAUPIDAE
Diglossa baritula Wagler, 1832
Euphonia affinis Lesson, 1842
Euphonia elegantissima Bonaparte, 1838
Habia rubica Vieillot, 1817
Piranga bidentata Swainson, 1827
Piranga erythrocephala Swainson, 1827
Piranga flava Vieillot, 1822
Piranga ludoviciana Wilson, 1811
Piranga rubra Linnaeus, 1758
TROGLODYTIDAE
Catherpes mexicanus Swainson, 1829
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144
Thryothorus sinaloa Baird, 1864
TURDIDAE
Catharus aurantiirostris Hartlaub, 1850
Catharus frantzii Cabanis, 1861
Catharus guttatus Pallas, 1811
Catharus occidentalis Sclater, 1859
Catharus occidentalis fulvescens
Catharus ustulatus Nuttall, 1840
Myadestes occidentalis Stejneger, 1882
Ridgwayia pinicola Sclater, 1859
Sialia mexicana Swainson, 1832
Sialia sialis Linnaeus, 1758
Turdus assimilis Cabanis, 1850
Turdus rufopalliatus Lafresnaye, 1840
Zoothera pinicola Sclater, 1859
TYRANNIDAE
Attila spadiceus Gmelin, 1789
Camptostoma imberbe Sclater, 1857
Contopus borealis Swainson, 1832
Contopus pertinax Cabanis & Heine, 1855
Empidonax difficilis S. F. Baird, 1858
Empidonax fulvifrons Giraud, 1841
Megarhynchus pitangua Linnaeus, 1766
Mitrephanes phaeocercus P. L. Sclater, 1859
Myiarchus cinerascens Lawrence, 1851
Myiarchus tuberculifer Orbigny &
Lafresnaye, 1837
Myiarchus tyrannulus Statius Muller, 1776
Myiodynastes luteiventris P. L. Sclater, 1859
Myiopagis viridicata Vieillot, 1817
Myiozetetes similis Spix, 1825
Pitangus sulphuratus Linnaeus, 1766
Sayornis nigricans Swainson, 1827
Tityra semifasciata Spix, 1825
Tyrannus crassirostris Swainson, 1826
Tyrannus verticalis Say, 1823
VIREONIDAE
Vireo atricapillus Woodhouse, 1852
Vireo gilvus Vieillot, 1808
Vireo huttoni Cassin, 1851
Vireo solitarius Wilson, 1810
Vireolanius melitophrys Bonaparte, 1850
PICIFORMES
PICIDAE
Colaptes auratus Linnaeus, 1758
Melanerpes chrysogenys Vigors, 1839
Melanerpes formicivorus Swainson, 1827
Picoides scalaris Wagler, 1829
PSITTACIFORMES
PSITTACIDAE
Amazona finschi P. L. Sclater, 1864
Ara militaris Linnaeus, 1766
Aratinga canicularis Linnaeus, 1758
STRIGIFORMES
CAPRIMULGIDAE
Caprimulgus vociferus A. Wilson, 1812
TROGONIFORMES
TROGONIDAE
Trogon citreolus Gould, 1835
Trogon elegans Gould, 1834
Trogon mexicanus Swainson, 1827
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145
Anfibios y reptiles
Se presenta por primera vez un listado preliminar de los anfibios y reptiles del municipio de
Talpa de Allende, Jalisco, a partir de registros existentes en colecciones científicas. En esta
contribución se proporciona una lista que incluye 40 especies herpetológicas con el
propósito de generar una primera aproximación hacía el conocimiento de su diversidad.
Introducción
México es conocido como una nación megadiversa debido a su gran variedad, riqueza y
exclusividad de recursos bióticos (Mittermeier, 1988). En cuanto anfibios y reptiles, la
República Mexicana ocupa el segundo lugar mundial en diversidad total, solo por detrás de
Australia. En México se pueden encontrar hasta 361 especies de anfibios, ubicándose en
cuarto sitio mundial; y 804 especies de reptiles, lo que le coloca como el segundo país más
rico (Flores-Villela y Canseco-Márquez, 2004).
Recientemente, Ochoa y Flores-Villela (2006) documentaron el número de especies
de anfibios y reptiles descritas para México hasta ese año, así como los patrones de
endemismo y las proyecciones relacionadas con el descubrimiento de nuevas especies en el
país. Previamente, Flores-Villela y Canseco-Márquez (2004), mostraron que durante un
periodo de 10 años, que abarca de 1993 a 2003, el número de especies de anfibios se
incremento de 291 a 361, y el de reptiles, de un total de 706 aumento a 804, es decir, en ese
periodo se describieron 168 especies, aproximadamente 16 anuales. La mayoría de estas
especies son endémicas, y solo se conocen de la localidad tipo o de unas cuantas
localidades. Dentro de sus proyecciones, la región del occidente de México, donde se
encuentra ubicado el estado de Jalisco, muestra altas probabilidades de albergar más
especies nuevas para la ciencia.
Jalisco es el séptimo estado más grande en extensión territorial en la República
Mexicana, sin embargo es el número 14 en cuanto a registros de anfibios y reptiles,
promediando 0.054 registros por km2. En Jalisco se han registrado 212 especies lo que le
ubica como el séptimo estado en cuanto a diversidad en este grupo de vertebrados, con
0.003 especies por km2 en promedio (Ochoa y Flores-Villela (2006).
El municipio de Talpa de Allende se ubica en el estado de Jalisco, en el occidente de
la República Mexicana, y se encuentra en una región con una gran diversidad de ambientes,
y un gran número de especies endémicas y que, según Ochoa y Flores-Villela (2006)
seguramente alberga más especies aun no descritas. Aquí se presenta un listado preliminar
de las especies de anfibios y reptiles recolectadas en localidades dentro del municipio de
Talpa de Allende, el listado se construyó a partir de registros de los principales museos y
colecciones científicas de Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, China, Estados Unidos,
México y Suiza. Este listado de ninguna manera es exhaustivo, sin embargo pretende ser
una primera aproximación al conocimiento de la diversidad de la herpetofauna de la región,
dada la escasez de registros es posible inferir que un mayor esfuerzo en trabajo de campo
resultará en un listado mayor y posiblemente en el hallazgo de especies nuevas para la
ciencia.
Metodología
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146
El listado preliminar que se presenta aquí, se construyó fundamentalmente a partir de
registros de museos y colecciones científicas disponibles en internet. El portal de internet
http://www.herpnet.org/ que alberga los registros de 60 instituciones de investigación y
colecciones científicas; es un esfuerzo coordinado entre instituciones, que contiene mas de
5.5 millones de registros de ejemplares de anfibios y reptiles colectados en todo el mundo y
cuya misión es hacerlos disponibles a la comunidad científica. Actualmente este portal es
sumamente útil y es referencia obligada al tratar de definir la distribución geográfica y
localidades específicas de colecta de los organismos. El hecho de no consultar directamente
los ejemplares puede afectar el listado, en el sentido de que las determinaciones de los
especímenes pueden ser erróneas, sin embargo, se ha hecho una filtración de los resultados
eliminando todos aquellos registros dudosos, o especies cuya distribución no corresponde a
Jalisco con el fin de obtener una lista lo más confiable y actualizada posible.
La estrategia de búsqueda consistió en obtener un listado preliminar de todos los
registros existentes para el estado de Jalisco. Posteriormente, sobre esa base de datos se
realizó una búsqueda, el criterio fue el nombre del municipio, finalmente, a partir de una
lista de localidades del municipio de Talpa de Allende obtenidas del sitio de internet del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx),
se hicieron búsquedas cuyo objetivo era identificar aquellos registros que pertenecieran a
alguna localidad dentro del municipio pero que erróneamente hubieran sido adjudicados a
algún otro.
Después de generar la lista se procedió a depurarla. Con el objetivo de detectar
sinonimias, nombres genéricos y específicos en desuso, y cambios taxonómicos, se
consultó la literatura pertinente en cada caso. El arreglo y la nomenclatura taxonómica
están basados en las publicaciones de Flores-Villela (1993), Flores-Villela y CansecoMárquez (2004) y Liner (2007), en algunos casos específicos, cuyos arreglos o cambios
taxonómicos mas recientes no son cubiertos por las fuentes citadas anteriormente, se da la
cita bibliográfica pertinente.
Resultados y discusión
Se obtuvieron registros para el estado de Jalisco de 27 museos y colecciones científicas. El
número de registros fue variable, sin embargo, cuatro colecciones se destacan por tener más
de 1000 especímenes colectados en Jalisco: Colección Nacional de Anfibios y Reptiles del
Instituto de Biología, de la Universidad Nacional Autónoma de México (CNAR); Illinois
State Natural History Survey (ISNHS), University of Kansas Biodiversity Research Center
y Collection of Herpetology, Zoology Section of the Los Angeles County Museum of
Natural History. En total, 10 029 especímenes colectados en Jalisco aparecen catalogados
en las diferentes colecciones herpetológicas (http://www.herpnet.org/), de ese total, apenas
el 10 % de los datos estuvieron disponibles, contando al menos con la localidad de colecta,
es a partir de este 10 % que la lista ha sido preparada. El bajo porcentaje de registros
disponibles esta en concordancia con lo obtenido en el estudio de Ochoa y Flores-Villela
(2006) quienes después de depurar su base de datos quedaron con 4 245 registros para todo
el estado. Algunas de las razones por lo cual esto sucede pueden ser un deficiente estado
curatorial que incluiría determinaciones erróneas o incompletas, datos faltantes (por
ejemplo localidad exacta) e inexistencia de especialistas que puedan actualizar las bases de
datos.
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147
En cuanto al municipio de Talpa de Allende, se obtuvieron en total 151 registros de
43 taxones de anfibios y reptiles (Apéndice 4). Sin embargo, a pesar de la cantidad reducida
de registros, se tienen representadas en el municipio casi el 20 % de las especies reportadas
para Jalisco. Un mayor esfuerzo de colecta seguramente aumentará el número total de
especies para el municipio.
Amphibia posee 13 especies distribuidas en 12 géneros, de los cuales sólo Hyla y
Lithobates poseen dos especies de rana cada una, el resto están representados únicamente
por una especie. Siete familias conforman el Orden y entre Hylidae y Ranidae poseen casi
la mitad de las especies con 3 cada una. Reptilia tiene 27 especies repartidas en 21 géneros
y 11 familias de tres órdenes. El género con mayor número de especies es Sceloporus
(lagartijas) con siete, la familia con mayor número de especies es Phrynosomatidae con
ocho (Apéndice 4, Cuadro 23).
Considerando que para esta contribución se contó solamente con 151 registros, el número
de taxones registrados es considerable. García y Ceballos (1994) mencionan 19 y 66
especies de anfibios y reptiles respectivamente para la región de la costa de Jalisco, aquí se
reportan alrededor del 50 % en ambos casos. En cuanto a géneros se cuenta con el mismo
número para ambas localidades en el caso de los anfibios y aproximadamente un tercio para
reptiles. Finalmente, las familias de anfibios colectadas en Talpa de Allende sobrepasan las
que se han registrado en la costa de Jalisco, y las de reptiles representan el 50 % (Cuadro
23).
El alto nivel de endemismo es una característica de la herpetofauna mexicana, sin
embargo, la distribución limitada y los pocos registros también son una constante (FloresVillela, 1993, 1998). Siguiendo a Flores-Villela (1993) para definir el endemismo,
podemos encontrar hasta 25 especies exclusivas a la República Mexicana en el municipio
de Talpa de Allende, siendo estas siete especies de anfibios y 18 de reptiles (Apéndice 4),
lo cual constituye más del 50 % del total de especies en el municipio. Hasta el momento no
se ha detectado ninguna especie que sea endémica o que su descripción inicial sea a partir
de especímenes colectados en el municipio, sin embargo, la localización del municipio en
una región de alto endemismo hace pensar que probablemente con un mayor esfuerzo de
recolecta seguramente aumentara no solo el número de especies sino también de taxa
endémicos para la zona.
Según el gobierno mexicano (NOM-059-ECOL-2001; Luiselli-Fernández, 2002), 14
especies de anfibios y reptiles se encuentran en alguna categoría de protección: dos anfibios
requieren protección especial y solamente uno se encuentra amenazado. Los números
aumentan en el caso de los reptiles, así tenemos ocho especies que requieren protección
especial y seis que están amenazadas (Apéndice 4). Para la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (IUCN, 2008; http://www.iucnredlist.org), los datos son
diferentes, solamente citan cuatro especies en alguna categoría de protección, y todos son
anfibios (Apéndice 4). Sin duda los datos aportados por ambas fuentes son valiosos, sin
embargo, estudios enfocados a evaluar la situación poblacional dentro de la región o si se
prefiere dentro del estado son necesarios.
A partir de los datos obtenidos, dentro del municipio de Talpa de Allende 11
localidades tienen registros de anfibios y reptiles. Las localidades con mayor numero de
registros fueron Talpa de Allende, Soyatán y Magdalena. El resto de localidades solo tienen
de 1-3 registros, aparentemente la gran mayoría de los registros corresponden a colectas
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148
accidentales, esto se hace más evidente al revisar los nombres de los colectores, ninguno
destaca especialmente por el número de especimenes recolectados. (Apéndice 5).
Con la información disponible no es posible hacer inferencias relacionadas con las
preferencias de hábitat o elevación en la que se distribuyen los anfibios y reptiles en este
municipio, sin embargo, esta claro que aún con el escaso número de registros se logro
conformar un listado que incluye a casi el 20 % de los anfibios y reptiles registrados para el
estado.
Evidentemente el municipio de Talpa no ha sido sujeto a exploraciones tan
frecuentemente como los alrededores de Guadalajara, la región de la Sierra de Manantlán o
la Estación Biológica de Chamela, U.N.A.M. Por ejemplo, la colecta intensa en la región de
Chamela ha redituado en numerosas publicaciones relacionadas con anfibios y reptiles de
esa región. El listado que se presenta es una primera aproximación al conocimiento de la
herpetofauna del municipio, trabajo en campo mucho más intenso y sistematizado
seguramente aumentara el número de especies para esa zona, por ejemplo, este listado no
considera ninguna serpiente de cascabel (Crotalus), sin embargo, de acuerdo con las
distribuciones elaboradas por Campbell y Lamar (2004) es probable que dentro del
municipio se distribuya una especie al menos.
El listado que se presenta de ninguna manera es exhaustivo, ni pretende ser
definitivo, el objetivo principal es dar a conocer las especies de anfibios y reptiles que hasta
el momento se conocen para el municipio y sentar las bases para estudios posteriores que
documenten la diversidad de este grupo de vertebrados así como contribuir al conocimiento
de esta región del occidente mexicano.
Referencias
Campbell, J. A. y W. W. Lamar. (2004). The venomous reptiles of the western hemisphere.
Comstock Books in Herpetology, Cornell Univesity Press, Ithaca, New York, 1032
pp.
Flores-Villela, O. 1993. Herpetofauna mexicana. Carnegie Museum of Natural History
Special Publications 17:1-73.
Flores-Villela, O. 1998. Herpetofauna de México: distribución y endemismo. In:
Ramamoorthy, T. P., R. Bye, A. Lot y J. Fa (Eds.) La diversidad biológica de
México: Orígenes y distribución. Universidad Nacional Autónoma de México,
México, D.F.
Flores-Villela, O. y L. Canseco-Márquez. 2004. Nuevas especies y cambios taxonómicos
para la herpetofauna de México. Acta Zoológica Mexicana (n.s.) 20(2):115-144.
Frost, D. 2008. Incilius occidentalis. Amphibian Species of the World. Online version 5,2.
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149
Cuadro 23. Géneros, familias y especies de anfibios y reptiles en el municipio de Talpa de
Allende, Jalisco, México. Los números entre paréntesis son con propósitos comparativos e
indican la diversidad de anfibios y reptiles para la Costa de Jalisco, México (García y
Ceballos, 1994).
AMPHIBIA
Familias 7 (5)
Géneros 12 (12)
Especies 13 (19)
REPTILIA
11 (21)
21 (57)
29 (66)
TOTAL
18
33
42
150
Apéndice 4. Listado de especies registradas para el municipio de Talpa de Allende, Jalisco,
México.
El endemismo se definió con base en la publicación de Flores-Villela (1993). Las
categorías de riesgo se definieron de acuerdo a la International Union for the Conservation
of Nature (IUCN, 2008): E=Extintion risk (en peligro de extinción); CE=Critically
endangered (En Riesgo); V=Vulneable (Vulnerable); y conforme a la Norma Oficial
Mexicana-059-ECOL-2001 (Luiselli-Fernandez, 2001): Pr = Protección especial; A =
Amenazada.
En el caso de la especie de culebra Drymarchon corais se sigue a Wuster et al. (2001) y
aquí la citamos como D. melanurus. Para la lagartija Sceloporus jarrovi, se sigue la
publicación de Wiens et al. 1999). Para el sapo Ollotis occidentalis se sigue a Frost (2008),
quedando como Incilius occidentalis. * Existe registro de que la especie Chiropterotriton
chiropterus fue colectada en Llano Grande, sin embargo, Parra-Olea (2003) restringe la
distribución de esta especie al Eje Neovolcanico, aquí se trata a la población de esta
localidad como Chiropterotriton sp. **Existen varios ejemplares referidos al género Rana,
que posiblemente pertenezcan a las especies reportadas dentro del género Lithobates. El
género Leptodeira esta registrado en colecciones, sin embargo la especie no se indica, aquí
solo se registra el género.
ESPECIE
LOCALIDAD DE
COLECTA
AMPHIBIA Gray, 1825
CAUDATA Fischer von Waldheim, 1813
Familia Ambystomatidae Gray, 1850
Ambystoma amblycephalum Taylor, 1939
(1940)
Familia Plethodontidae Gray, 1850
Chiropterotriton sp.*
Pseudoeurycea bellii (Gray, 1850)
ANURA Fischer von Waldheim, 1813
Familia Brachycephalidae Gunther, 1858
Craugastor occidentalis (Taylor, 1941)
Syrrophus saxatilis (Webb, 1962)
Familia Bufonidae Gray, 1825
Anaxyrus compactilis (Wiegmann, 1833)
Incilius occidentalis (Camerano, 1879)
Familia Hylidae Rafinesque, 1815
Hyla arenicolor Cope, 1866 (1967)
H. eximia Baird, 1854
Smilisca fodiens Boulenger (1882)
Endémicos
IUCN,
2008
Nom-054ECOL
Talpa de Allende
E
CE
Pr
Llano Grande
Talpa de Allende
E
V
A
Talpa de Allende
Talpa de Allende
E
E
E
Magdalena
Talpa de Allende
E
E
Talpa de Allende
Magdalena, Soyatán
Magdalena
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Familia Microhylidae Gunther, 1858
(1859)
Hypopachus variolosus (Cope, 1866)
Familia Ranidae Rafinesque, 1814
Lithobates forreri (Boulenger, 1883)
L. tarahumarae (Boulenger, 1917)
Rana sp. **
REPTILIA Laurenti, 1768
TESTUDINES Batsch, 1788
Familia Kinosternidae Agassiz, 1857
Kinosternon integrum LeConte, 1854
SQUAMATA Oppel, 1811
Familia Anguidae Cope, 1864
Elgaria kingii Gray, 1838
Familia Phrynosomatidae Blainville, 1835
Sceloporus asper Boulenger, 1897
S. bulleri Boulenger, 1894
S. dugesii Bocourt, 1873
S. heterolepis Boulenger, 1894
S. horridus Wiegmann, 1834
S. jarrovi Cope in Yarrow, 1875
S. utiformis Cope, 1864
Urosaurus bicarinatus (Duméril, 1856)
Familia Polychrotidae Fitzinger, 1843
Anolis nebulosus (Wiegmann, 1834)
Familia Scincidae Gray, 1825
Plestiodon brevirostris
Familia Teiidae Gray, 1827
Ameiva undulata (Wiegmann, 1834)
Aspidoscelis costata (Cope, 1878)
SERPENTES Linnaeus, 1758
Familia Colubridae Cope, 1886
Coluber mentovarius (Duméril, Bibron &
Duméril, 1854)
Drymarchon melanurus (Duméril, Bibron &
Duméril, 1854)
Lampropeltis triangulum (Lacépède, 1789)
Mastigodryas cliftoni (Hardy, 1964)
Tantilla bocourti (Gunther, 1895 in Salvin &
Godman, 1885-1902)
Familia Dipsadidae Gunther, 1858
Dipsas gaigeae (Oliver, 1937)
Leptodeira sp.
Imantodes gemmistriatus Cope, 1869 (1861)
Sibon nebulatus (Linnaeus, 1758)
Familia Elapidae Boie, 1827
Micrurus distans (Kennicott, 1860)
Familia Leptotyphlopidae Fitzinger, 1843
Leptotyphlops humilis (Baird & Girard, 1853)
Familia Natricidae Cope, 1895
Storeria storerioides (Cope, 1865)
Thamnophis cyrtopsis (Kennicott, 1860)
T. eques (Reuss, 1834)
T. scalaris Cope, 1860 (1861)
Magdalena
La Huertilla
Talpa de Allende
Talpa de Allende,
Magdalena, El Molino
Talpa de Allende,
Magdalena, El Molino
Pr
V
E
Talpa de Allende
Pr
Pr
Talpa de Allende
Talpa de Allende
Soyatán
Talpa de Allende
Talpa de Allende, Magdalena
San Pedro
Talpa de Allende
Magdalena
E
E
E
E
E
Talpa de Allende, Magdalena
E
Talpa de Allende
E
Agua Caliente
Magdalena, El Refugio
E
Pr
E
E
Magdalena, la Concha
A
Magdalena
Magdalena, El Mirador
Talpa de Allende
Agua Caliente
A
E
E
Agua Caliente
Magdalena
Agua Caliente
Talpa de Allende
E
Magdalena
E
Pr
Pr
Pr
Talpa de Allende
Talpa de Allende
Talpa de Allende
Magdalena
Talpa de Allende
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E
E
E
A
A
A
151
Apéndice 5. Localidades dentro del municipio de Talpa de Allende (Jalisco, México) con
registros de anfibios y reptiles.
Localidad
Agua Caliente
El Mirador
El Molino
El Refugio
La Concha
La Huertilla
Llano Grande
Magdalena
San Pedro
Soyatán
Talpa de Allende
Número de registros
4
1
6
3
1
1
5
55
4
13
3
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152
Lista preliminar de los mamíferos del municipio de Talpa de Allende, Jalisco
En la república mexicana se distribuyen una gran cantidad de especies de vertebrados
debido a la confluencia de factores de índole histórico y ecológico (Fa y Morales, 1991;
Mittermeier, 1988). Jalisco se encuentra situado en una región de alta heterogeneidad
topográfica y climática, y su diversidad faunística recibe influencias de las dos grandes
regiones biogeográficas del continente (Guerrero et al. 1995). Estos factores y la
coincidencia de diferentes regiones fisiográficas en el territorio estatal han dado como
resultado, que Jalisco sea uno de los cinco estados mexicanos con mayor diversidad y
exclusividad de mamíferos (Ramos-Vizcaíno et al, 2007).
Recientemente, Guerrero y Cervantes (2003) presentaron una lista depurada de los
mamíferos de Jalisco. En dicha lista se discuten la diversidad y los orígenes históricobiogeográficos de la mastofauna jaliscience, así como sus niveles de endemismo. En dicha
publicación se actualiza la lista de mamíferos registrándose 168 especies y 155 subespecies
(Cuadro 24). Por otra parte, Ramos-Vizcaíno et al (2007) analizaron los factores ecológicos
(clima y vegetación entre otros) que junto a los factores históricos han determinado que
Jalisco posea una de las mastofaunas más diversas del país. Sin embargo, a pesar de existir
contadas recopilaciones de mamíferos para el estado y algunos análisis de los factores que
han influenciado su alta riqueza en mamíferos como lo documentan Guerrero y Cervantes
(2003), algunas regiones y municipios como Talpa de Allende permanecen sin una lista
actualizada de las especies que se pueden encontrar en esas áreas. En este sentido, las
colecciones científicas y museos de historia natural son fuente invaluable de información
relacionada con la distribución de las especies en el pasado, presente e incluso son
fundamentales para la modelación de la distribución potencial de los organismos de
determinada área.
El municipio de Talpa de Allende se encuentra en una región identificada por
Ramos-Vizcaíno et al. (2007) como una de las zonas con mayor número de mamíferos
dentro de Jalisco, destacando el hecho de que el municipio no se encuentra dentro ni
constituye ninguna área natural protegida dentro del sistema mexicano. Aquí se presenta un
listado preliminar de las especies de mamíferos recolectadas en localidades ubicadas en el
municipio de Talpa de Allende, este listado recopila la información generada por
investigadores que han visitado la región y de ninguna manera es exhaustivo, sin embargo
será una primera aportación al conocimiento de la diversidad de mamíferos de este
municipio, esperando generar interés y mayores esfuerzos para alcanzar un mejor
conocimiento de la biodiversidad de la región.
Métodos
Para la elaboración de la lista de especies, se consultó la base de datos de mamíferos de
University of Kansas Biodiversity Research Center y el Instituto de Biología de la
Universidad Nacional Autónoma de México, las dos se encuentran disponibles a través de
la Global Biodiversity Information Facility. Ambas bases de datos poseen los registros de
mamíferos colectados por personal asociado a dichas colecciones. El listado resultante fue
depurado, se le hicieron las modificaciones necesarias de acuerdo a los cambios
taxonómicos que la literatura más reciente sugiere. Además se realizaron observaciones en
campo en las localidades de Tajahualpa y Bramador, finalmente, se consultó la literatura
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153
científica pertinente para verificar registros visuales y especies cuya distribución
potencialmente incluya Talpa de Allende.
Resultados y discusión
Las especies recolectadas se encontraron en un rango de elevación entre 365 m y 2,224 m,
aunque la mayoría se ubicó en los 1,400 m. Las localidades donde se registraron más
especímenes fueron Talpa de Allende, El Cuale (Sierra de Cuale), La Cuesta, Camino
Talpa-Tomatlán, 3 – 24 Km sur de Talpa, Bramador y Tajahualpa. Destacan entre los
primero colectores de la región J. R. Alcorn (1950), P. L. Clifton (1962, 1964, 1967), y más
recientemente A. Jiménez-G., V. Sánchez-C. y A. Nuñez-G.
Guerrero y Cervantes (2003) encontraron que en el estado de Jalisco, los ordenes
con más especies fueron Rodentia (63 especies) y Chiroptera (70 especies) y que entre
ambas constituyen el 80% de las especies de mamíferos del estado, con los datos
recopilados para esta aportación se encontraron datos similares, el 78.3% del total de
especies para Talpa de Allende lo forman los ordenes mencionados, sin embargo, la
composición es diferente, encontrandose 17 y 30 especies respectivamente (Cuadro 24,
Apéndice 6). Las familias con mayor número de especies en Jalisco son Muridae (o
Cricetidae segun Wilson y Reeder, 2005) con 38 especies, seguida por Phyllostomidae (26)
y Vespertilionidae (23; Guerrero y Cervantes, 2003), nuestros datos muestran en terminos
generales el mismo patron: 12, 12 y 13 especies cada una (Cuadro 24, Apéndice 6). Las
razones para explicar este patron pueden ser diversas: por ejemplo, puede ser debido a un
mayor énfasis en la recolecta en los mamíferos voladores, quedando por registrar más
especies de roedores o puede ser explicado debido a que las especies de murciélagos son
más abundantes en las regiones subtropicales y tropicales como ha sido demostrado por
Rodríguez y Aríta (2004).
En cuanto a especies exclusivas a México, Guerrero y Cervantes (2003) reportan 40
especies endémicas a la república mexicana que se distribuyen también en Jalisco, para
Talpa de Allende encontramos 12 (Cuadro 24, Apéndice 6), que representa el 30% del total
para el estado. En Jalisco, la familia Muridae (12) fue la que presento el mayor número de
endémicos, enseguida las familias Geomyidae y Vespertilionidae con cinco especies cada
una (Guerrero y Cervantes, 2003). En Talpa, mas del 50% de las especies endémicas
pertenecen al orden Rodentia (ocho especies), y Cricetidae fue la familia que presento más
endemicos con cinco especies. Los mismos autores hacen notar que existen hasta cuatro
especies endémicas a Jalisco, sin embargo, en Talpa de Allende no se ha reportado o
recolectado ninguna de ellas hasta el momento.
En términos de especies en alguna categoría de protección, Guerrero y Cervantes
(2003) encontrarón 10 especies amenazadas y 5 bajo protección especial; en Talpa de
Allende se pueden encontrar dos especies listadas por la IUCN como “casi amenazadas”
(near threatened): el murciélago mexicano orejón Corynorhinus mexicanus y el jaguar
Panthera onca; para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la república
mexicana (Semarnat), solamente el murciélago frutero oscuro Enchisthenes hartii se
encuentran sujeto a protección especial (Apéndice 6). Evidentemente, las clasificaciones y
criterios para ubicar a una especie en las diferentes categorias de riesgo, aparentemente son
diferentes en las distintas instituciones.
Al igual que en los anfibios y los reptiles, a partir de ejemplares recolectados en la
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154
región donde se ubica el municipio de Talpa de Allende, en la vertiente occidental de la
Sierra Madre Occidental y Sierra Madre del Sur, se han descrito varias especies y
subespecies de mamíferos, por ejemplo, la localidad tipo de la tuza de Buller Pappogeomys
bulleri es Jalisco, Talpa, y la localidad tipo de la rata algodonera de Jalisco Sigmodon
mascotensis es Mascota, Mineral de San Sebastian. Ambas especies tienen distribución
restringida al occidente de México al igual que algunos anfibios y reptiles endémicos al
occidente mexicano, lo que hace pensar que las condiciones ambientales y fisiográficas en
esta zona han sido fundamentales en la generación de diversidad biológica.
Guerrero y Cervantes (2003) reportan varias especies de carnivoros para el estado
de Jalisco. Con base en reportes orales de los pobladores del municipio, y en las
distribuciones reconocidas hasta el momento por Hall (1981), de Oliveira (1998) y Murray
y Gardner (1997) probablemente se distribuyan en el area el margay Leopardus wiedii, y el
ocelote Leopardus pardalis. El uso de técnicas no invasivas para el registro de mamíferos
como camaras fotográficas, recolecta de pelo, excretas o huellas podrían aportar datos
concluyentes acerca de la identidad de los felinos observados por los pobladores del
municipio (Pauli et al., 2009).
Cuadro 24. Géneros, familias y especies de mamíferos en el municipio de Talpa de
Allende, Jalisco, México. Los datos acerca de la diversidad de la mastofauna del estado de
Jalisco, México fueron tomados de (Guerrero y Cervantes, 2003).
Talpa de
Allende
Jalisco
Ordenes
8
Familias
18
Generos
42
Especies
60
Endemicos
12
En peligro
3
8
22
89
168
40
15
Referencias
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Baltimore, Maryland.
Apéndice 6. Lista y clasificación taxonómica de los mamíferos de Talpa de Allende,
Jalisco, México. El arreglo taxonómico sigue a Wilson y Reeder (2005) con actualizaciones
taxonómicas basadas en Hafner et al (2009) para Geomydae (tuzas); y Helgen et al (2009)
para Sciuridae (ardillas). El arreglo taxonómico que se sigue aqui para Oryzomys couesi
esta de acuerdo a Wilson and Reeder (2005). Las categorías de riesgo fueron definidas de
acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, 2010): LC
= Least concern (riesgo bajo); NT = Near Threatened (casi amenazada). Categorías de
riesgo segun la Norma Oficial Mexicana (Semarnat, 2001): A = Amenazada; Pr =
Protección especial. El endemismo de las especies fue determinado con base en las
publicaciones de Carraway (2007), Villa-Ramírez y Cervantes (2003), Voss y Jansa (2009)
y Wilson y Reeder (2005).
Especie
Localidad de colecta
MAMMALIA
Orden Didelphimorphia Gill, 1872
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Endém
icos
IUCN,
2008
Nom054Ecol
156
Familia Didelphidae
Gray, 1821
Subfamilia Didelphinae Gray 1821
Didelphis virginiana Kerr, 1792
Tlacuatzin canescens (J.A. Allen, 1893)
Orden Cingulata Illiger, 1821
Familia Dasypodidae Gray, 1821
Subfamilia Dasypodinae Gray, 1821
Dasypus novemcinctus Linnaeus, 1758
Orden Lagomorpha Brandt, 1855
Familia Leporidae Fischer, 1817
Sylvilagus cunicularius (Waterhouse,
1848)
Orden Soricomorpha Gregory, 1910
Familia Soricidae G. Fischer, 1814
Subfamilia Soricinae G. Fischer,
1814
Sorex saussurei Merriam, 1892
Orden Chiroptera Blumenbach, 1779
Familia Phyllostomidae Gray, 1825
Subfamilia Desmodontinae
Bonaparte, 1845
Desmodus rotundus (E. Geoffroy,
1810)
Subfamiilia Glosssophaginae
Bonaparte, 1845
Anoura geoffroyi Gray, 1838
Glossophaga commissarisi Gardner,
1962
Glossophaga soricina (Pallas, 1766)
Subfamilia Stenodermatinae Gervais,
1856
Sturnira lilium (E. Geoffroy, 1810)
Sturnira ludovici Anthony, 1924
Artibeus jamaicensis Leach, 1821
Artibeus lituratus (Olfers, 1818)
Artibeus phaeotis (Miller, 1902)
E
LC
LC
LC
157
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
15 mi. S, 9 mi. E of Talpa de
Allende
LC
E
LC
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
Sierra de Cuale
LC
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
38 mi. NE El Cuale
La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
5 mi. La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
2 mi. S La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
Sierra de Cuale
LC
20.1 km SW of Talpa de
Allende
2 mi S of La Cuesta
La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
17 km SE Talpa de Allende
20 km SW Talpa de Allende
2 mi. S La Cuesta
2.8 mi. S Talpa de Allende
8 km SW Río de Cuale
2 mi. S La Cuesta
La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
LC
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
LC
LC
LC
LC
LC
LC
Artibeus toltecus (Saussure, 1860)
Centurio senex Gray, 1842
Chiroderma salvini Dobson, 1878
Enchisthenes hartii (Thomas, 1892)
Familia Mormoopidae
Mormoops megalophylla (Peters, 1864)
Pteronotus parnellii (Gray, 1843)
Familia Natalidae Gray, 1866
Natalus stramineus Gray, 1838
Familia Molossidae Gervais, 1856
Subfamilia Molossinae Gervais, 1856
Eumops underwoodi Goodwin, 1940
Molossus aztecus Saussure, 1860
Familia Vespertilionidae Gray, 1821
Subfamilia Verpertilioninae Gray,
1821
Eptesicus furinalis (d’Orbigny, 1847)
Eptesicus fuscus (Beauvois, 1796)
Lasiurus blosevillii (Lesson and
Garnot, 1826)
Lasiurus cinereus (Palisot de Beauvois,
1796)
Lasiurus intermedius H. Allen, 1862
Rhogeessa parvula H. Allen, 1866
Corynorhinus mexicanus G. M. Allen,
1916
Subfamilia Myotinae Tate, 1942
Myotis californicus (Audubon and
Bachman, 1842)
Myotis nigricans (Schinz, 1821)
Myotis thysanodes Miller, 1897
La Cuesta
17 km SE Talpa de Allende
20.1 km SW of Talpa de
Allende
2 mi. S La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
17 km SE Talpa de Allende
2 mi. S La Cuesta
La Cuesta
10 mi. Se Talpa de Allende
LC
LC
LC
158
LC
2 mi. S La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
2 mi S La Cuesta
LC
LC
Sierra de Cuale
LC
3 km NE Talpa de Allende
2 mi. S La Cuesta
LC
LC
2 mi. S La Cuesta
Sierra de Cuale
17 km SE Talpa de Allende
10 mi. SE Talpa de Allende
15 mi S, 9 mi E Talpa de
Allende
15 km SW Carr. TalpaTomatlán
17 km SE Talpa de Allende
15 mi S, 9 mi E Talpa de
Allende
La Cuesta
17 km SE Talpa de Allende
15 mi S, 9 mi E Talpa de
Allende
10 mi. SE Talpa de Allende
15 mi S, 9 mi E Talpa de
Allende
17 km SE Talpa de Allende
2 mi. S La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
LC
LC
LC
LC
LC
E
LC
E
NT
Sierra de Cuale
LC
2 mi. S La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
LC
LC
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Pr
Myotis velifer (J. A. Allen, 1890)
Myotis volans ((H. Allen, 1866)
Myotis yumanensis (H. Allen, 1864)
Orden Carnivora Bowdich, 1821
Familia Felidae Fischer de
Waldheim, 1817
Subfamilia Pantherinae Pocock, 1917
Panthera onca (Linnaeus, 1758)
Familia Canidae Kretzoi, 1938
Urocyon cinereoargenteus (Schreber,
1775)
Familia Procyonidae Gray 1825
Bassariscus astutus (Lichtenstein,
1830)
Nasua narica molaris (Linnaeus, 1766)
Procyon lotor (Linnaeus, 1758)
Orden Artiodactyla Owen, 1848
Familia Tayassuidae Palmer, 1897
Pecari tajacu (Linnaeus, 1758)
Familia Cervidae Goldfuss, 1820
Odocoileus virginianus (Zimmermann,
1780)
Orden Rodentia Bowdich, 1821
Familia Sciuridae Fischer, 1817
Subfamilia Sciurinae Fischer, 1817
Sciurus colliaei Richardson, 1839
Sciurus nayaritensis J. A. Allen, 1890
Subfamilia Xerinae Osborn, 1910
Notocitellus annulatus Audubon and
Bachman, 1842
Familia Heteromyidae Gray, 1868
Subfamilia Heteromyinae Gray, 1868
Heteromys pictus (Thomas, 1893)
Familia Geomyidae Bonaparte, 1845
Pappogeomys bulleri (Thomas, 1892)
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
2 mi. S La Cuesta
LC
LC
LC
NT
159
Sierra de Cuale
8 km S Río de Cuale
LC
3 km NE Talpa de Allende
LC
15 mi. S, 9 mi E Talpa de
Allende
LC
LC
LC
LC
2 mi. S La Cuesta
10 mi. SE Talpa de Allende
15 mi. S, 9 mi. E of Talpa de
Allende
Sierra de Cuale
3 km NE Talpa de Allende
10 mi. SE Talpa de Allende
15 mi. S, 9 mi. E of Talpa de
Allende
Sierra de Cuale
E
2 mi. S La Cuesta
La Cuesta
E
LC
2 mi. La Cuesta
La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
Sierra de Cuale
Familia Cricetidae Fischer, 1817
Subfamilia Neotominae Merriam,
1894
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LC
LC
LC
E
LC
Baiomys taylori (Thomas, 1887)
Neotoma mexicana Baird, 1855
Osgoodomys banderanus (J. A. Allen,
1897)
Peromyscus gratus Merriam, 1898
Peromyscus hylocetes Merriam, 1898
Peromyscus maniculatus (Wagner,
1845)
Peromyscus spicilegus J. A. Allen,
1897
Reithrodontomys fulvescens J. A. Allen,
1894
Reithrodontomys sumichrasti Saussure,
1861)
Subfamilia Sigmodontinae Wagner,
1843
Oryzomys couesi (Alston, 1877)
Oryzomys melanotis Thomas, 1893
Sigmodon mascotensis J. A. Allen,
1897
1 mi N, 13 mi. E Talpa de
Allende
38 km NE El Cuale
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
2 mi. S La Cuesta
3 km N Talpa de Allende
Sierra de Cuale
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
1 mi N, 13 mi. E Talpa de
Allende
5 km W Sierra El Cuale
20 km SW Talpa de Allende
1 mi N, 13 mi. E Talpa de
Allende
Sierra El Cuale
1 mi N, 13 mi. E Talpa de
Allende
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
2 mi. S La Cuesta
2 mi. S La Cuesta
15 mi. S, 9 mi. E Talpa de
Allende
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LC
LC
E
LC
LC
E
LC
160
LC
E
LC
LC
LC
E
E
LC
LC
LC
VII. Medio Construido
161
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Aspectos históricos y culturales
Historia de Talpa de Allende
Existe evidencia de asentamientos humanos en la región que datan de la última fase
prehispánica, Nahuapa (1,000 A.C.), otros de la fase Aztatlan (600-1,000 A.C), Guayacan
(300-600 A.C.). Las evidencias de la presencia humana en la región constan de cerámica,
pictogramas y petroglifos. Los petroglifos son piedras grabadas comunes en centros
ceremoniales y representan el poder supernatural que ahí se encuentra, relacionado al sol,
agua y fertilidad (Mountjoy, 1987).
Un grupo de origen náhuatl se estableció en el valle, al margen de un río y formó un
pueblo llamado Tlallipan ("Tlalli", tierra y "Pan" sobre). Este pueblo era tributario y aliado
de reino de Xalisco. A la llegada de los españoles y hacia el año 1540, Juan Fernández de
Hijar, capitán de Nuño de Guzmán, incorporó el pueblo de Tlallipan a los dominios de la
Corona Española. En la década de 1550 a 1560, dos religiosos, Fray Francisco Lorenzo,
clérigo, y Fray Juan de Estivales, hermano lego, conquistaron Tlallipan para la Iglesia
Católica. A la muerte de dichos religiosos, la región quedó casi abandonada.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, los españoles exploraron la región
montañosa que rodeaba a Tlallipan en busca de yacimientos de metales. En esta búsqueda
encontraron y comenzaron a explotar un mineral que llamaron Aranjuez. Este centro
minero se convirtió después en un núcleo de población considerable y se eligió a Tlallipan
como cabecera. En 1599 se realizó la ceremonia de fundación en la que se dio posesión a
los colonos de tierras y se le dio el nombre de Santiago de Tlalpa al pueblo.
A principios del siglo XVII, el descubrimiento de un nuevo mineral llamado Los
Reyes atrajo la atención y presentó mejores expectativas que el la explotado Aranjuez. La
mayoría de la población migró hacia él y Talpa quedó casi abandonada, permaneciendo
sólo aquellos que se dedicaban a la agricultura o ganadería, como la familia OrtizPalomera, una de las más antiguas de la región. El pueblo continuó adscrito a la parroquia y
Alcaldía Mayor de Guachinango.
Talpa fue parte del sexto Cantón de Autlán desde 1825. En 1870 se crea el décimo
cantón de Mascota, al cual Talpa se adhiere como departamento en 1871.
Remigio Tovar al rehusarse a reconocer la constitución de 1857 organizó en Talpa
una lucha contra el gobierno. De 1860 a 1862 Tovar tuvo bajo su control toda la zona, hasta
que en el cerro del Cabro, se enfrentó con Antonio Rojas, y huyó a Nayarit.
El 18 de Septiembre de 1885 recibió el nombre oficial de Talpa de Allende en
honor del insurgente Ignacio Allende.
Durante la Revolución, en 1913, tropas carrancistas entraron a Talpa.
Minería
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162
La primera mina de la zona es La Descubridora de Aranjuez, la cual se trabajó hasta la
Revolución Mexicana, tanto por compañías nacionales como extranjeras. Las minas de esta
zona fueron La América y La Atalaya, que producían plata, plomo y zinc. Hasta el año
1885 las zonas mineras en las que se presentaron mayor número de registro de
explotaciones fueron Cuale, Aranjuez, Bramador y Talpa. Las minas que más se explotaron
fueron de oro, plata, hierro, cobre, estaño, plomo en menor cantidad, mercurio. La mina de
Cuale fue descubierta en 1803 y llegó a ser una de las más importantes de la región durante
la segunda mitad del siglo XIX (Castillón Dueñas 1998). La mayoría de las minas
detuvieron su producción para el año 1870, debido a técnicas inapropiadas de explotación y
por el abandono de los dueños, quienes no podían continuar por la falta de recursos
(Castillón Dueñas 1998).
La Virgen de Talpa
El clérigo Manuel de Sanmartín fue asignado para catequizar a los habitantes de
Tlalpa. En su paso por Pátzcuaro, tomó una imagen pequeña hecha de caña que
representaba a Santa María de Jesús, Nuestra Señora de la Rosa o del Rosario. La Virgen
permaneció por varios años en este pueblo hasta que el clérigo se trasladó a Los Reyes. La
primera fiesta patronal data de 1644. El primer templo donde se resguardó la Virgen fue
construido en 1650 y en 1670 se construyó el primer santuario de Nuestra Señora del
Rosario de Talpa, bendecido durante las fiestas patronales de 1672. Es hasta 1901 que
Nuestra Señora del Rosario es proclamada Patrona de Talpa y de toda la comarca y en 1947
se eleva a Basílica Menor su santuario (Carrillo Dueñas, 1959; Nájera Espinoza 2003).
Chilte
Cnidoscolus elasticus Lundell (Euphorbiaceae) o árbol del chilte es utilizado para extraer el
látex que es la base de la goma de mascar. Estados Unidos ha adquirido hasta 60 mil kilos
con propósitos industriales en una sola temporada. Otras resinas e hidrocarburos destinados
a hules, pinturas, barnices y adhesivos también pueden obtenerse de látex.
En Talpa se explota para surtir demandas locales. El volumen anual es de 4 a 5
toneladas. La extracción se realiza de noviembre a marzo. Se utiliza en Talpa
principalmente en la elaboración de artesanías. El origen de esta tradición no se conoce con
exactitud, pero a finales del siglo antepasado Pablo Rodríguez reprodujo en maqueta el
Teatro Degollado utilizando chilte, consagrando de esta manera dicha expresión artística
(Álvarez, 1960).
Arte y obras arquitectónicas
Entre las obras arquitectónicas importantes destacan (Martínez-Réding 1992):
1. Palacio Municipal, construido en 1802 por José Romero. En su interior se encuentra el
mural La Defensa del 23 de Junio de 1913, realizado por Santiago Rosas Zepeda. A finales
del año 2006 se adicionó un mural representando las tradiciones de Talpa, en el que se
plasmaron imágenes religiosas, el chilte, rompope, jaguar, magnolia y la hoja de arce.
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163
2. Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Talpa. En él se encuentra la imagen de
Nuestra Señora del Rosario de Talpa, la pintura de los Cuatro Evangelistas, realizada en
1830, la escultura de San Juan Nepomuceno de 1850 y el mural de la Santísima Trinidad
que data del mismo año.
3. La Parroquia de San José. En su interior se encuentra el mural Milagro de la Renovación
de la Sagrada Imagen de la Virgen.
4. La Capilla del Mineral del Cuale.
5. La capilla de Concepción del Bramador, financiada por Alberto Koch, empresario
alemán interesado en la minería de Talpa, especialmente plata. El instaló los primeros
teléfonos de la región. Fue hermano de Roberto Koch, médico descubridor del bacilo de la
tuberculosis.
6. La Capilla de La Cuesta.
7. El Monumento al Peregrino, obra realizada en 1982 por el escultor Rafael Zamarripa, en
honor a los miles de fieles que visitan año con año esta población, situado en el centro de la
población.
8. Monumento a Cristo Rey, realizado por José Guadalupe Vázquez durante 1944-1947, el
pueblo de Talpa y sus peregrinos en agradecimiento a la renovación de la Virgen de Talpa.
Está flanqueda por cuatro figuras las cuales representan a los cuatro evangelistas en la
forma del poder que les fue otorgado como son: un ángel para Mateo, un águila para Juan,
un toro para Lucas y un león para Marcos.
9. Cruz de Romero, escultura de gran tamaño que fue construida durante 1821-1899 por
Don José Romero en uno de los principales cerros del municipio, se encuentra sobre una
capilla.
Escultura del Niño Dios traído desde Roma en el año 1700. Se encuentra actualmente en la
capilla de la ex-Hacienda de la Concepción de la Cuesta.
10. Museo de Nuestra Señora del Rosario de Talpa. Se inauguró en 1995 en la celebración
del 350 aniversario de la coronación de la Virgen de TALPA.
Festividades
Entre las festividades más importantes están las de la Candelaria, Nuestra Señora del
Rosario, El baño de la Virgen de Talpa, y fiestas a San José. Las fiestas de la Candelaria se
realizan del 25 de enero al 2 de febrero, en esta fiesta se realiza la purificación de la Virgen,
su origen data del segundo tercio del siglo XVII. Las fiestas de Nuestra Señora del Rosario
se celebran del 5 al 7 de octubre. Las fiestas del baño de la Virgen de Talpa son celebradas
el 10 de septiembre, en donde las mujeres elegidas toman la santa figura, entran en una
cámara especial y cambian el vestido, limpian las alhajas y la imagen. Las fiestas de San
José se llevan a cabo del 11 al 19 de marzo, es la más concurrida de todo el año, llegan
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164
peregrinaciones de todo el país y del extranjero, se celebra con danzas, y ferias. Finalmente,
la fiesta de la guayaba, chile y el café se realiza del 15 al 22 de noviembre.
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165
Estudio demográfico, socio-económico y de infraestructura del municipio de Talpa de
Allende, Jalisco, México
Resumen
El presente estudio reporta el análisis descriptivo de las condiciones demográficas, sociales
y económicas del municipio de Talpa de Allende del estado de Jalisco, México. Se hace
énfasis en las comunidades aledañas al área natural protegida en propuesta. La población de
Talpa tiende a ser joven y a vivir en hogares con alto número de integrantes, 81.45% de los
habitantes vivía en hogares con 4 integrantes o más. El 51.93% de las personas vivían en
residencias con paredes de madera; el 23.35% de la población residía en casas con pisos de
tierra. Personas sin disponibilidad de agua entubada abarcaron el 35.77% de la población;
el 15.75% vivían en residencias que no tenían electricidad. Las cocinas utilizaban
principalmente gas y leña como combustible, 61.87% de personas vivían en casas que
utilizaban gas como combustible principal y 37.54% usaban leña o carbón. La economía
del municipio es muy diversa, la cual depende de la actividades agrícolas y pecuarias,
constituyendo el 54.23% del valor total de la producción, si se le añade el sector forestal,
prácticamente dos terceras partes (64.8%) de la economía depende de su relación con el
medio ambiente. El sector de servicios, comercio y manufactura representan un tercio del
valor total de la producción que se registra en el municipio.
Introducción
En el municipio, el 77.5% del territorio es montañoso, el cual lo convierte en un importante
centro hídrico de gran importancia para captación de agua en los municipios circundantes.
La cabecera municipal se encuentra a 1,130 m s.n.m. pero la altitud varía. Esta diversidad
en elevación enriquece la zona ya que permite el establecimiento de una agricultura y
ganadería muy diversa; además, permite también que la zona tenga un área forestal rica en
especies maderables y bosques latifoliados necesarios para la captación de agua. Además,
las altitudes forman paisajes que atraen turismo.
La economía de Talpa es muy diversa; el turismo es una actividad muy importante,
principalmente el turismo religioso. La Secretaria de Turismo (SETUR) estima que entre
los años 2001 y 2005 casi 3 millones de personas visitaron el municipio. Hay festividades
religiosas distribuidas durante todo el año, entre las que destacan las fiestas a la virgen de
Talpa y las fiestas de la Candelaria. Talpa posee petroglifos que datan de 1200 al 300 a.c. y
se relacionan con la cultura olmeca y chichimeca, (SETUR, 2009). El municipio también
cuenta con obras arquitectónicas entre las que destaca el Palacio Municipal de estilo
colonial que fue construido por José Romero en 1802. Las obras arquitectónicas de carácter
religioso abundan en Talpa, destaca la Basílica de Nuestra Señora de Talpa la cual fue
construida en el segundo tercio del siglo XVII, según la SETUR.
Esta actividad turística tiene un impacto en la económica del municipio,
principalmente en el sector de servicios y comercio. Entre los servicios destacan aquellos
que dan soporte a los negocios, al turismo, como los hoteles y las ventas de alimentos y
bebidas. La economía de Talpa depende de la actividades agrícolas y pecuarias,
constituyendo el 54.23% del valor de la producción; añadiendo el sector forestal,
prácticamente dos terceras partes (64.8%) de la economía depende del medio ambiente. Los
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166
sectores de servicios, comercio y manufactura representan un tercio de la economía del
municipio. En el 2003, las industrias manufactureras tuvieron una producción bruta de
$15.9 millones y consumieron $9.6 millones en bienes y servicios intermedios. Talpa tiene
13,797 habitantes con dos terceras partes clasificadas como población económicamente
activa. La tasa de analfabetismo de la población es de 10.57%, tiende a ser más joven
comparado a la de Jalisco y de la nación, 38.77% de los habitantes tiene la primaria
completa, se presentan bajos niveles de migración. Notoriamente, el 16% de la población
vivía en hogares con más de 8 integrantes. En cuanto a las condiciones de vida, el
municipio está bien urbanizado, pero las áreas rurales tienden a carecer de los servicios
básicos (electricidad, agua entubada, sanitario y drenaje).
Este estudio está dividido en cinco secciones. En la primera sección se exponen los
métodos y fuentes de los datos. En la segunda se describen los aspectos demográficos más
importantes. En la tercera sección se expone la economía de Talpa, se describen las
actividades y se analiza la población económicamente activa e inactiva. En la cuarta
sección se describen las condiciones sociales y culturales, haciendo énfasis en los
indicadores que orientan el entendimiento de las condiciones de vida de la población. Los
aspectos culturales que se enfatizan están relacionados al turismo. En la última sección se
describe el análisis demográfico y social de las comunidades aledañas al área natural
protegida en propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce.
Métodos e Información
El presente estudio demográfico, económico y social del municipio de Talpa de Allende fue
realizado con datos de entidades gubernamentales a nivel federal, estatal y municipal. Se
sigue una metodología de estudio de caso basado principalmente en los términos de
referencia.
Los datos demográficos provienen del Censo General de Población y Vivienda del
2000 efectuado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Los datos
demográficos que se presentan en la sección social del estudio también se originaron de
esta fuente. En algunas ocasiones, algunos datos demográficos fueron extraídos del Conteo
de Población y Vivienda que se realizó en el 2005 por el INEGI, cuando así fuere se hizo
referencia.
Los datos económicos provienen de diversas fuentes dependiendo del tipo de
actividad. Datos del sector económico de manufactura, comercio y servicios en general
(bienes y servicios que no incluyen el sector agropecuario y forestal) provienen del Censo
Económico realizado en el 2004; cabe destacar que las unidades económicas estudiadas por
este censo corresponden a la actividad económica realizada entre enero 1 y diciembre 31
del 2003. Aunque ya se hizo el censo del 2009, los datos a nivel municipal todavía no están
disponibles. Los datos del inventario ganadero, cultivos cíclicos y cultivos perennes
provienen de la Secretaria de Agricultura y Ganadería (SAGARPA), se obtuvo acceso a
través del Sistema de Información de Jalisco (SEIJAL) de la serie de Cédulas Municipales.
Los datos económicos relacionados al sector forestal fueron extraídos de las tablas del
anuario estadístico de la federación del 2008, estos datos provienen de la actividad
económica realizada en el 2007. Los datos sociales y culturales provienen de la Secretaria
de Turismo (SETUR) obtenidos a través del Sistema de Información de Jalisco (SEIJAL)
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en la serie de Cédulas Municipales. Se harán referencias en el texto en casos contrarios a lo
anteriormente expuesto.
Análisis demográfico
Según el Censo de Población del 2000, Talpa de Allende cuenta con una población de
13,797 habitantes, con 6,884 hombres (49.9%) y 6,913 mujeres (50.10%). En Talpa, el
52.79% de la población vive en la cabecera municipal. Trece comunidades en el municipio
tenían poblaciones entre 620 y 150 habitantes, las cuales comprendieron el 28% del total de
población. Del total de población, el 19.21% vive en lugares con menos de 100 habitantes
que corresponden a 63 comunidades; 4.96% de la población vive en localidades con menos
de 3 viviendas, ver detalles en el apéndice 7.
El censo efectuado en 1990 reporta que en Talpa de Allende vivían 12,608 personas
de las cuales 6,161(48.9%) eran hombres y 6,447 (51.1%) eran mujeres; resultando un
incremento neto de población entre 1990 y el 2000 de 1,189 personas que equivale a un
incremento anual aproximado del 1%; dicho crecimiento poblacional contrasta con el
conteo de población del 2005 el cual reporta que en el municipio vivían 13,612 personas en
158 localidades; indicando pues que la población disminuyó entre el 2000 y el 2005, se
especula que es debido principalmente a migración a las ciudades de Puerto Vallarta,
Sinaloa, Nayarit y EEUU.
La población tiende a ser joven, 61.82% es menor a 30 años, 73.09% es menor a 40
años y 81.25% es menor a 50 años; dicha concentración puede visualizarse en la
distribución por quinquenio mostrada en Figura 31.
14.00
12.00
Porcentaje
10.00
8.00
6.00
4.00
2.00
0.00
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168
Figura 31. Distribución de la población por edad.
La población tiende a vivir en hogares grandes, hogares conformados de 1 y 2
integrantes constituyen el 10% de la población, mientras hogares con 3 y 7 integrantes
contienen el 74% y notoriamente hogares con más de 8 integrantes constituyeron el 16% de
la población, 4.42% más del promedio nacional (Cuadro 25).
Cuadro 25. Tamaño del hogar en México, Estado de Jalisco y Talpa de Allende.
169
México
Porcentaje Jalisco Porcentaje Talpa de Allende Porcentaje
Tamaño
1 integrante
1,859,252
1.86 124,593
1.91
336
2.49
2 integrantes
7,177,254
7.16 463,134
7.09
1,024
7.59
3 integrantes
14,100,279
14.07 858,666
13.14
1,674
12.41
4 integrantes
23,099,288
23.05 1,393,716
21.33
2,376
17.61
5 integrantes
21,509,290
21.46 1,446,630
22.14
2,560
18.98
6 integrantes
13,798,974
13.77 967,734
14.81
2,064
15.30
7 integrantes
7,307,636
7.29 518,469
7.94
1,330
9.86
8 integrantes
4,540,056
4.53 306,936
4.70
896
6.64
9 y más integrantes
6,829,074
6.81 453,247
6.94
1,231
9.12
100,221,103
100.00 6,533,125
100.00
13,491
100.00
Total
De la población total, 55.77% es menor a 25 años; entre los hombres la proporción
es de 56.5% y entre las mujeres la proporción es de 55%; cabe destacar que la proporción
entre hombres y mujeres menor a 25 años varía dependiendo del quinquenio. La proporción
de hombres es mayor en individuos menores a 15 años; mientras que la proporción de
mujeres es mayor entre los 15 y 25 años (Cuadro 26). De la población menor a 15 años
existe 2.27% más hombres, mientras que en la población entre 15 y 49 años existe 2.79%
más mujeres (Cuadro 26).
La población es relativamente joven en comparación a México (nación) y al estado de
Jalisco; la población menor a 25 años constituye el 55.76% mientras que para México y el
estado de Jalisco es de 52.98% y 44.38% respectivamente. La población menor de 10 años
constituye el 25% mientras que la población mayor a 50 años constituye el 17% de los
habitantes. En cuanto a la población entre 15 y 49 años, Talpa tiene una menor proporción
de habitantes, contando con 7.6% menos habitantes que Jalisco y México; pero en cuanto a
la población mayor de 50 años, Talpa tiene en promedio 4% más habitantes que México y
Jalisco.
Cuadro 26. Población por edad y sexo.
Categoría
Total Porcentaje Hombres Porcentaje Mujeres Porcentaje Diferencia Porcentual*
De 0 a 4 años
1,632
11.83
845
12.27
787
11.38
0.89
De 5 a 9 años
1,758
12.74
918
13.34
840
12.15
1.18
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De 10 a 14 años
1,794
13.00
902
13.10
892
12.90
0.20
De 15 a 19 años
1,451
10.52
704
10.23
747
10.81
-0.58
De 20 a 24 años
1,059
7.68
523
7.60
536
7.75
-0.16
De 25 a 29 años
835
6.05
399
5.80
436
6.31
-0.51
De 30 a 34 años
822
5.96
388
5.64
434
6.28
-0.64
De 35 a 39 años
732
5.31
348
5.06
384
5.55
-0.50
De 40 a 44 años
618
4.48
295
4.29
323
4.67
-0.39
De 45 a 49 años
508
3.68
253
3.68
255
3.69
-0.01
De 50 a 54 años
497
3.60
253
3.68
244
3.53
0.15
De 55 a 59 años
386
2.80
201
2.92
185
2.68
0.24
De 60 a 64 años
391
2.83
184
2.67
207
2.99
-0.32
De 65 a 69 años
287
2.08
158
2.30
129
1.87
0.43
De 70 a 74 años
251
1.82
130
1.89
121
1.75
0.14
De 75 y más años
474
3.44
224
3.25
250
3.62
-0.36
No especificado
302
2.19
159
2.31
143
2.07
0.24
13,797
100.00
6,884
100.00
6,913
100.00
Total
*Diferencia en proporción = Hombres - mujeres
La religión que predomina en Talpa es la Católica, con 97% adeptos; seguidos por
protestantes, evangélicas y no evangélicas pero bíblicas. En cuanto al idioma,
prácticamente el idioma que se habla es el español, puesto que de 2,978 hogares en Talpa,
solo 7 reportan hablar una lengua indígena. Del total de hogares en Talpa, 400 (13.43%)
jefes de hogar reportan no saber leer y escribir; muy alto porcentaje en comparación al
estado de Jalisco y México, con porcentajes correspondientes a 9.29% y 11.07%
respectivamente. En Talpa, el 38% de los hogares reportan tener un jefe familiar que no
completo la educación primaria, 24% tienen educación primaria completa, 8% con
secundaria completa y un 7.7% reporta tener educación media o de nivel superior, referirse
a Cuadro 27; la falta de escolaridad es sorprendente, dado que se puede observar que las
escuelas están prácticamente distribuidas homogéneamente en el municipio, ver apéndice 8.
Cuadro 27. Escolaridad del jefe de hogar.
Escolaridad
Jefes de HogarPorcentaje
486
16.32
Sin escolaridad
Primaria incompleta
Primaria completa
1,160
38.95
720
24.18
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170
5
0.17
65
2.18
Secundaria completa
254
8.53
Nivel medio
109
3.66
Nivel superior
121
4.06
58
1.95
2,978
100
Técnico o comercial con primaria terminada
Secundaria incompleta
No especificado
Total
En cuanto al nivel de escolaridad de la población de 5 y más años se observa que en
el municipio de Talpa 9.21% no tiene escolaridad alguna. De dicha población, el 5.18% se
encuentra en pre-escolar o kínder. De 11,863 personas con edad igual o mayor a 5 años,
4,625 tienen la primaria incompleta, equivalente al 38.99%; mientras que dicha población
con primaria completa equivale al 38.77%. El número de personas con secundaria completa
y educación a nivel superior es de 1,228 y 264 respetivamente, equivalente al 10.35% y
2.23% del total de la población referida, Cuadro 28.
En cuanto a migración a Talpa de Allende, según datos del II Conteo de Población y
Vivienda 2005; de la población de 5 años cuya residencia en octubre de 2000 no fue en el
municipio corresponde al 1.19%; entre los hombres 1.45% y entre las mujeres .94%
(Cuadro 29). Por lo que flujos de población hacia Talpa no es alto, aunque la fuente de
información no especifica el lugar de nacimiento de esas personas que se movilizaron al
municipio. El origen de la población cuya residencia en el 2000 no fue Talpa, mayor
número de personas se originaron de Estados Unidos que desde algún estado de México;
del total de población mayor a 5 años, entre los hombres correspondió al 0.9% y entre las
mujeres 0.45%. Aquellos que se desplazaron desde algún lugar de México, Nayarit y
Sonora son los mayores centros de origen. Entre los hombres Baja California fue el tercer
centro de origen más importante; mientras que entre las mujeres fue México, Michoacán y
Veracruz, (Cuadro 29).
Cuadro 28. Nivel de escolaridad de la población de 5 y más años.
Nación
Total
Jalisco Talpa de Allende
84,794,454 5,541,480
11,863
Sin escolaridad
7,468,886
369,420
1,092
Preescolar o kinder
4,070,722
286,612
615
Primaria incompleta
23,087,803 1,518,409
4,625
Primaria completa
14,143,970 1,041,109
2,589
Primaria y Secundaria
Técnico o comercial con primaria terminada
398,596
30,398
19
5,666,318
386,328
763
Secundaria completa
11,794,891
774,017
1,228
Nivel medio
10,463,351
630,189
558
Técnico o comercial con secundaria terminada 2,591,673
149,300
98
Preparatoria o bachillerato
465,794
434
Secundaria incompleta
7,599,603
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171
Normal básica
272,075
15,095
26
Nivel superior
6,861,605
454,744
264
271,257
18,555
11
6,201,951
405,415
242
Maestría o doctorado
388,397
30,774
11
No especificado
838,312
50,254
110
Técnico con preparatoria terminada
Profesional
Cuadro 29. Población de 5 años cuya residencia en octubre de 2000 no fue en el municipio
de Talpa de Allende, según sexo.
Sexo
Sexo
Municipio de residencia actual y lugar de residencia Población de
en octubre de 2000
5 años y más
Población
HombresMujeres
Talpa de Allende
En la entidad
En otra entidad
Baja California
Colima
Distrito Federal
Guanajuato
México
Michoacán de Ocampo
Nayarit
Sinaloa
Sonora
Veracruz de Ignacio de la Llave
Zacatecas
En Estados Unidos de América
No especificado
12150
11956
63
4
1
2
3
3
5
18
5
15
4
3
82
49
5993
5881
33
4
1
2
1
0
2
10
2
9
1
1
54
25
Hombres Mujeres
6157 100.00% 100.00% 100.00%
6075 98.403 98.131 98.668
30
0.519
0.551 0.487
0
6.349 12.121 0.000
0
1.587
3.030 0.000
0
3.175
6.061 0.000
2
4.762
3.030 6.667
3
4.762
0.000 10.000
3
7.937
6.061 10.000
8 28.571 30.303 26.667
3
7.937
6.061 10.000
6 23.810 27.273 20.000
3
6.349
3.030 10.000
2
4.762
3.030 6.667
28
0.675
0.901 0.455
24
0.403
0.417 0.390
Análisis de la población económicamente activa
De los 13,797 habitantes que reporta el censo para el municipio, 9,383 constituyen la
población mayor a 12 años (dos tercios del total), de los cuales 4,708 constituyen la
población económicamente activa (PEA) y 4,634 constituyeron la población
económicamente inactiva (PEI); prácticamente, la población mayor a 12 años tienen una
proporción igual entre la población activa e inactiva, 50.1% y 49.4% respectivamente. Del
total de la PEA, 99.09% se encontró ocupado, lo cual resulta en una tasa de desocupación
del .91% (Cuadro 30, Fig. 32).
El 58.66% de la población activa tiene una edad comprendida entre los 15 y 39
años. La PEA entre los 12 y 14 años y mayor a 65 años constituyeron el 7.82%. La
distribución por quinquenio de la PEA no es homogénea; en la población comprendida
entre las edades de 20 y 54 años se observa que más del 60% de la población en esos
quinquenios lo constituyeron personas económicamente activas; totalizando 72.3% de la
PEA (Cuadro 30).
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172
El 43.24% de la población inactiva tiene una edad comprendida entre los 12 y 24
años, sumándole la población inactiva mayor a 65 años, dicha población constituye el
57.89% de la PEI. La PEI entre los 45 y 64 años constituyeron el 16.75%. La distribución
por quinquenio de la PEI es más homogénea que la PEA; en la población comprendida
entre las edades de 12-19 y mayor a 60 años se observó que más del 50% de la población
en esos quinquenios lo constituyeron personas económicamente inactivas; ellos totalizan el
57.14% de la PEI (Cuadro 30).
La población económicamente activa es dominada por hombres, constituyendo
3,343 habitantes de 4,708 del total de la PEA, equivalente al 71%; dicha proporción fue
mantenida en todos los quinquenios (Fig. 32). Entre los hombres y mujeres entre 15 y 44
años correspondieron al 65.87% y 72.82% del subtotal de PEA por sexo, respectivamente.
La PEI fue constituida en su mayoría por mujeres, las mujeres entre 12 y 39 años
constituyeron el 62.35% de la PEI constituida por mujeres. Mientras que dentro de los
hombres con edades comprendidas entre 12-19 y mayor a 65 años constituyeron el 71.5%
de la PEI constituida por hombres.
La población económicamente inactiva independiente de la edad y sexo está
distribuida en cuatro actividades principales, estudios, hogar, jubilación e incapacitados;
constituyendo esas inactividades el 76.37% de la PEI. Personas dedicadas a los quehaceres
del hogar fueron 2,442; constituyendo el 52.7% de la PEI. Personas jubiladas o pensionadas
constituyeron el .67%, mientras que los incapacitados permanentemente para trabajar
constituyeron el 2.37% de la PEI. Personas que por motivos de estudios estaban
económicamente inactivos fueron 956 personas, constituyendo el 20.63% de la PEI (Fig.
33).
Cuadro 30. Población de 12 años y más según actividad económica y ocupación.
Quinquenio
Población económicamente activa Población económicamente inactiva
Total Subtotal Ocupada Desocupada
Subtotal
No especificado
Total
9383
4708
4665
43
4675 4634
12 - 14 años
1072
180
180
0
892
878
14
15 - 19 años
1451
724
716
8
727
715
12
20 - 24 años
1059
644
638
6
415
411
4
25 - 29 años
835
498
493
5
337
337
0
30 - 34 años
822
505
500
5
317
316
1
35 - 39 años
732
440
436
4
292
290
2
40 - 44 años
618
385
384
1
233
232
1
45 - 49 años
508
308
305
3
200
200
0
50 - 54 años
497
296
292
4
201
200
1
55 - 59 años
386
213
211
2
173
172
1
60 - 64 años
391
186
185
1
205
204
1
65 y más años 1012
329
325
4
683
679
4
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
41
173
800
700
Número de Personas
600
500
400
Total
300
Mujeres
200
100
0
Figura 32. Población económicamente activa de 12 años y más según sexo.
60.00
50.00
Porcentaje
40.00
30.00
20.00
10.00
0.00
Estudiantes
Hogar
Jubilados
Incapacitados
Otro tipo
Tipos de inactividad
Figura 33. Distribución de la población económicamente inactiva según tipo de inactividad.
La población económicamente activa independientemente de la edad y sexo está
distribuida en cinco situaciones en el trabajo (empleado, jornalero, patrón, propia cuenta y
familia) las cuales constituyen el 95.73% de la población económicamente activa. Habían
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174
1,777 personas que estuvieron como empleados constituyendo el 38.09% de la PEA.
Hubieron 1,655 personas que describieron su situación en el trabajo como de propia cuenta,
los cuales constituyeron el 35.47% de la PEA. Jornaleros, patrones y trabajo familiar
constituyeron el 9.51%, 5.23% y 7.41% de la PEA respectivamente (Fig. 34).
40
35
Porcentaje
30
175
25
20
15
10
5
0
Empleados
Jornaleros
Patrones
Propia cuenta
Familiar
No especificado
Figura 34. Población económicamente activa según situación en el trabajo.
Se observa que cuatro ocupaciones abarcaron el 71.02% de la PEA. Personas que
describieron tener una ocupación como trabajador agropecuario fueron 1,776,
constituyendo el 38.07% de la PEA. Personas que describieron tener una ocupación como
trabajador artesano y obrero fueron 725, las cuales constituyeron el 15.54% de la PEA.
Aquellos que tenían ocupación de comerciante y trabajador en servicios personales fueron
574 y 238 individuos, respectivamente; correspondiendo al 12.3% y 5.1% de la PEA
(Cuadro 31).
Dentro de la distribución según situación en el trabajo, dos categorías
predominaron, empleado y propia cuenta. La mayoría de las ocupaciones tenían empleado
como situación en el trabajo, con más del 45% de la PEA, con la excepción de trabajadores
del arte, profesionistas, comerciantes y dependientes, trabajadores ambulantes y trabadores
agropecuarios; estas ocupaciones, ocuparon en su mayoría más del 40% de la categoría
según situación en el trabajo de cuenta propia (Cuadro 31).
Cuadro 31. Población económicamente activa según ocupación y situación en el trabajo.
Ocupación
PEAEmpleadoJornaleroPatrónPropia cuentaFamilia
Profesionistas
55
21
0
9
21
1
Técnicos
43
29
0
0
14
0
192
159
0
1
19
0
12
5
2
0
5
0
Trabajadores de la educación
Trabajadores del arte
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Funcionarios y directivos
35
26
0
6
2
0
1776
286
329
66
889
154
5
3
0
1
1
0
Artesanos y obreros
725
342
40
54
231
31
Operadores de maquinaria fija
104
76
5
8
10
4
Ayudantes, peones y similares
151
73
63
2
4
4
Operadores de transporte
113
74
0
7
29
2
Jefes y supervisores administrativos
28
27
0
1
0
0
Oficinistas
85
77
1
2
1
3
Comerciantes y dependientes
574
170
1
66
232
93
Trabajadores ambulantes
176
30
1
6
106
27
Trabajadores en servicios personales
238
149
1
12
55
19
Trabajadores domésticos
214
174
1
1
27
4
38
35
0
0
1
0
101
21
0
2
8
4
Trabajadores agropecuarios
Inspectores y supervisores en la industria
Trabajadores en protección y vigilancia
No especificado
Valor de las principales actividades económicas
A continuación se discutirán los aspectos pertinentes a las principales actividades
económicas por sector en el municipio de Talpa de Allende; las cifras monetarias están en
pesos mexicanos ($) al menos que se especifique lo contrario. Los datos recabados
corresponden al Censo Económico 2004. Por lo que la información de las unidades
económicas corresponde a aquellos establecimientos que tuvieron actividades entre el 1 de
enero y el 31 de diciembre del 2003, referirse al Manual de Metodologías del Censo
Económico 2004 del INEGI. El análisis económico del sector agropecuario y forestal se
discutirá en la próxima sección.
Unidad económica es el establecimiento que en una sola ubicación física, asentada
en un lugar de manera permanente y delimitada por construcciones e instalaciones fijas,
combina acciones y recursos bajo el control de una sola entidad propietaria o controladora,
para realizar actividades de producción de bienes, maquila total o parcial de uno o varios
productos, la compra-venta de mercancías o prestación de servicios, sea con fines
mercantiles o no, (INEGI, 2004). En Talpa se registraron 450 unidades económicas en total.
Dichos establecimientos produjeron $81,115,000; utilizando para ello $34,956,000 en
consumo intermedio de bienes y servicios, añadiendo el aparato productivo $46,159,000 en
valor agregado. El personal ocupado total fue de 1,087 personas, las cuales 1,076
dependían de la unidad económica (de la razón social) (Cuadro 32).
Remuneraciones son los pagos y aportaciones en dinero y especie que realizó la
unidad económica antes de cualquier deducción, destinados a retribuir el trabajo ordinario y
extraordinario del personal dependiente de la razón social, tanto en forma de sueldos y
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
176
prestaciones sociales como en utilidades distribuidas al personal, ya sea que se calculen
sobre la base de una jornada de trabajo o por la cantidad de trabajo desarrollado (destajo),
(INEGI, 2004). Las remuneraciones al personal ascendieron al monto de $7,443,000;
resultando en $6,847 como la remuneración promedio de cada persona ocupada por las
unidades económicas (Cuadro 32).
Formación bruta de capital fijo (FBCF) es el valor de los activos fijos comprados
por la unidad económica (hayan sido nacionales o importados, nuevos o usados), menos el
valor de las ventas de activos fijos realizadas, (INEGI, 2004). En Talpa, se registro
$414,000 en FBCF (Cuadro 32).
Inversión total es la adición en las posesiones de bienes de producción, insumos y
productos, que realizaron las unidades económicas en activos fijos y en inventarios
(variación de existencias totales), se obtiene sumando a la formación bruta de capital fijo la
variación de existencias, (INEGI, 2004). En Talpa se registró $1,867, 000 en inversión
total (Cuadro 32).
Cuadro 32. Descripción de la información económica agregada.
Código
Total
Unidades Económicas
450
Producción bruta total (Miles de pesos)
81115
Consumo intermedio (Miles de pesos)
34956
Valor agregado censal bruto (Miles de pesos)
46159
Inversión total (Miles de pesos)
1867
Formación bruta de capital fijo (Miles de pesos)
414
Personal ocupado dependiente de la razón social
1076
Personal ocupado no dependiente de la razón social
11
Personal ocupado total
1087
Total de remuneraciones (Miles de pesos)
7443
El Censo Económico del 2004 utiliza el Sistema de Clasificación Industrial de
América del Norte (SCIAN), el cual permite clasificar las distintas actividades económicas
de los sectores económicos. En Talpa, se puede observar que el sector primario
(agricultura), secundario (manufactura) y terciario (servicios) son los más prevalentes.
Tres sectores según SCIAN prevalecen en la economía de Talpa, y componen el
85.25% de la producción bruta total que se registro; servicios de alojamiento temporal y de
preparación de alimentos y bebidas (36.95%), comercio al por menor (28.7%) e industrias
manufactureras (19.6%), los primeros dos sectores constituyen dos tercios de la producción
bruta total del municipio (Cuadro 33).
En cuanto a consumo intermedio en el municipio, se observa que los mismos
sectores predominan; servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y
bebidas (46.4%), industrias manufactureras (27.38%) y comercio al por menor (16.29%).
Por lo que solo estos tres sectores abarcan el 90.1% del consumo intermedio registrado, los
primeros dos ocupan tres cuartas partes (Cuadro 33).
Los sectores que mayor valor agregado añadieron a la economía de Talpa fueron los
mismos sectores anteriormente mencionados, con la adición de comercio al por mayor con
una contribución mayor al 5%. Comercio al por menor constituyo el 38.1% del valor
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177
agregado total, mientras que servicios de alojamiento temporal y de preparación de
alimentos y bebidas fue del 30%, industrias manufactureras 13.72% y comercio al por
mayor constituyo el 6.7% del valor agregado total (Cuadro 33). Servicios de esparcimiento
cultural y deportivo y otros servicios recreativos constituyeron $158,000 del valor
agregado, con $346,000 en producción bruta y con $188,00 en consumo intermedio
(Cuadro 33).
Cuadro 33. Valor de la producción por sector y actividad económica, en miles de pesos.
Producción bruta
total
Código
Consumo
intermedio
Valor agregado censal
bruto
22 Electricidad, agua y suministro de gas
por ductos al consumidor final
1341
275
1066
31
- 33 Industrias manufactureras
15903
9571
6332
43
Comercio al por mayor
3434
350
3084
46
Comercio al por menor
23279
5694
17585
51
Información en medios masivos
446
156
290
52
Servicios financieros y de seguros
335
62
273
53 Servicios inmobiliarios y de alquiler de
bienes muebles e intangibles
406
287
119
1794
760
1034
290
147
143
36
18
18
0
0
0
71 Servicios de esparcimiento culturales y
deportivos, y otros servicios recreativos
346
188
158
72 Servicios de alojamiento temporal y de
preparación de alimentos y bebidas
29971
16228
13743
81 Otros servicios excepto actividades del
Gobierno
3534
1220
2314
Total
81115
34956
46159
54 Servicios profesionales, científicos y
técnicos
56 Servicios de apoyo a los negocios y
manejo de desechos y servicios de
remediación
61
Servicios educativos
62 Servicios de salud y de asistencia
social
La información económica agregada del municipio que se presenta en Cuadro 32 se
desglosa por sector económico en la matriz económica en Cuadro 34. De las 450 unidades
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178
económicas que se reportan, 243 (54%) corresponden al comercio por menor, 78 (17%) al
sector servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas y 73
(16%) unidades económicas corresponden al sector manufacturero (Cuadro 34).
Talpa de Allende registró un total de $414,000 en formación bruta de capital fijo
(FBCF), de la cual el 38.65% se registro en la industria manufacturera, 27.54% en servicios
de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, 15.94% en comercio al
por menor y 14.73% en servicios de esparcimiento cultural y deportivo, y otros servicios
recreativos (Cuadro 34). El municipio registra $1,867,000 en inversión total; 38.14% en
servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, 37.64%
comercio al por menor y 18.59% en el sector manufacturero. Estos tres sectores
constituyeron el 94.32% de la inversión total (Cuadro 34).
Del personal ocupado total (1,087 personas), 44.53% proviene del comercio al por
menor, 25.11% de las unidades económicas en el sector de servicios de alojamiento
temporal y de preparación de alimentos y bebidas y 17.02% del sector manufacturero. Estos
sectores conformaban el 86.66% del personal contratado (Cuadro 34). En cuanto a las
remuneraciones ($7,443,000) a los empleados, en el municipio de Talpa, 32.65%
provinieron del sector servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y
bebidas, seguido por comercio al por menor (28.58%) y manufactura (20.64%) (Cuadro
34). Comercio al por mayor contribuyó al 1.2% de los empleados totales pero en términos
de remuneración contribuyó con 3.91% del total. El resto de servicios (sin contar gobierno)
contribuyó al 7.9% de los empleados totales y al 6.4% del total de las remuneraciones.
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179
Cuadro 34. Matriz de la actividad económica por sector.
a**
b
c
d
e
b
c
d
* 1341
e
f
275 1066
g
0
h
0
i
5 0
j
k
5 195
73 15903 9571 6332 347 160 185 0 185 1536
* 3434
350 3084
15
0
13 0
13 291
243 23279 5694 17585 702 66 480 4 484 2127
f
*
446
156
290
15 12
1 0
1
g
*
335
62
273
0
h
6
406
287
119
i
7 1794
760 1034
j
*
290
147
143
k
*
36
18
18
0
l
*
0
0
0
0
m
*
346
188
158
0
0
5 0
5 194
0
0
9 0
9
26
6
4
8 0
8
69
-1 -3
9 0
9
45
0
1 0
1
0
0
4 0
4
0
61 61
4 0
4
53
n
78 29971 16228 13743 712 114 266 7 273 2430
o
43 3534 1220 2314
10
0
86 0
86 477
Total 450 81115 34956 46159 1867 414 1076 11 1087 7443
**Detalles en la siguiente página. * No reportado en el censo económico 2004.
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180
Descripción de filas y columnas de la matriz de la actividad económica por sector.
Eje
Letra Definición
a
Códigos
b
Unidades Económicas
c
Producción bruta total (Miles de pesos)
Horizontal d
Consumo intermedio (Miles de pesos)
e
Valor agregado censal bruto (Miles de pesos)
f
Inversión total (Miles de pesos)
g
Formación bruta de capital fijo (Miles de pesos)
h
Personal ocupado dependiente de la razón social
i
Personal ocupado no dependiente de la razón social
j
Personal ocupado total
k
Total de remuneraciones (Miles de pesos)
Letra Definición
Vertical
a
Códigos por Sector
b
22
c
31- 3 Industrias manufactureras
d
43
Comercio al por mayor
e
46
Comercio al por menor
f
51
Información en medios masivos
g
52
Servicios financieros y de seguros
h
53
Servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles
i
54
Servicios profesionales, científicos y técnicos
j
56
Servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación
k
61
Servicios educativos
l
62
Servicios de salud y de asistencia social
m
71
Servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos
n
72
Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas
o
81
Otros servicios excepto actividades del Gobierno
*
No disponibles.
Electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final
Agricultura
Datos de la actividad agrícola y pecuaria del municipio fueron extraídos por medio de
Cédulas Municipales del Sistema Estatal de Información de Jalisco (SEIJAL) en base a
datos proporcionados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación. (SAGARPA).
Uso económico de la tierra
Acuerdo a la clasificación agrícola de 1995 proporcionada por SAGARPA, el territorio de
Talpa (228,177 hectáreas) está constituido principalmente por bosque con 176,987
hectáreas, las cuales concentran el 77.5% del municipio. Los pastos constituyen otro
importante componente de la superficie del territorio, 31,128 hectáreas que equivalen al
13.64% del total. La superficie clasificada como temporal y humedad abarca 15,896
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181
hectáreas, superficie equivalente al 6.97% del municipio. Las tierras improductivas abarcan
3,921 hectáreas, para un equivalente del 1.72% de la superficie. Las superficies cubiertas de
bosques, pastos y temporal y humedad comprenden el 98.17% del total del territorio
(Cuadro 35). El avance de la frontera agrícola y pecuaria es sin duda la amenaza más
grande que reduce el valor y productividad de la tierra causado por la erosión y
disminución de los caudales de agua de los ríos y riachuelos.
Cuadro 35. Clasificación agrícola del territorio de Talpa de Allende, 1995.
Superficie
Hectáreas
Riego
Temporal y Humedad
Bosques
Pastos
20
15,896
176,987
31,128
Urbana
225
Improductivas
Total
3,921
228,177
El incremento de la actividad pecuaria, principalmente ganado bovino de carne y
seguido por bovino de leche, han sido las actividades que han tenido mayor crecimiento. En
1997, había en Talpa 878 hectáreas de pasto forrajero cultivado; en el 2005 habían 1,500
hectáreas, experimentando un incremento del 70.85% del área cultivada para pastos en un
periodo de 8 años. Por lo que en promedio hay una expansión de 77.5 hectáreas de pasto
forrajero por año. Esta tendencia es muy probable que continúe (Fig. 35).
El incremento de la actividad agrícola, esta principalmente constituido por la
expansión y contracción del área sembrada para maíz. En 1997, había en Talpa 6,200
hectáreas de maíz cultivado; en el 2000 habían 6,550 hectáreas, un incremento del 5.65%
del área cultivada en 4 años, por lo que en promedio hubo una expansión de 87.5 hectáreas
de maíz por año. Entre los años 2000 y 2005 hubo una contracción del cultivo del maíz, en
el 2005 se cultivaron 4,269 hectáreas; una reducción de 2,281 hectáreas equivalente a
34.82% del área sembrada en el 2000. Esta tendencia es muy poco probable que continúe
(Fig. 36), ya que el maíz es un importante cultivo para la manutención de la familia. Mayor
análisis deberá hacerse en este respecto.
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182
1600
1400
Hectáreas
1200
1000
183
800
600
400
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Pasto
Figura 35. Hectáreas de pasto forrajero sembradas en el periodo 1997-2005.
7000
6500
Hectáreas
6000
5500
5000
4500
4000
3500
3000
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
Maíz
Figura 36. Hectáreas de maíz sembradas en el periodo 1996-2005.
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2003
2004
2005
Valor de la Producción Pecuaria y Agrícola
En 1995, el inventario ganadero registro seis especies de animales producidos en el
municipio, bovinos, porcinos, aves, colmenas, caprinos y ovinos. El 95.64% del valor del
inventario ganadero lo constituyeron los bovinos de carne (84.74%), porcinos (6.21%) y
bovinos de leche (4.69%). En cuanto al valor de la producción anual, los tres rubros
mencionados conformaron el 83.89% del total registrado; bovinos de carne (34.92%),
porcinos (29.64%) y bovinos de leche (19.31%). En términos del número de animales,
había 20,224 cabezas de bovinos de carne, 1,305 cabezas de bovinos de leche y 6,021
porcinos (Cuadro 36).
En el 2005, el inventario ganadero registró las mismas 6 especies de animales
producidos en el municipio. El 97.24% del valor del inventario ganadero lo constituyeron
los bovinos de carne (88.09%), bovinos de leche (4.76%) y porcinos (4.4%). En cuanto al
valor de la producción anual, los mismos tres rubros conformaron el 91.36% del total
registrado; bovinos de carne (51.30%), bovinos de leche (21.79%), y porcinos (18.27%). En
términos del número de animales, había 22,453 cabezas de bovinos de carne, 1,202 cabezas
de bovinos de leche y 4,705 de porcinos (Cuadro 37). Entre 1995 y 2005 hubo una
expansión significativa de la producción de bovinos de carne en el municipio que
experimento un incremento de 2,229 cabezas. En el caso de porcinos, hubo una reducción
de 1,316 cabezas. En el caso de los bovinos de leche, hubo un incremento de 103 cabezas.
Estas 3 actividades pecuarias incrementaron su proporción del valor total de los inventarios,
de 95.64% en 1995 a 97.24% en el 2005. En términos del valor de la producción anual,
paso de una concentración de 83.89% en 1995 a 91.36% en el 2005.
Según la información de SAGARPA, en el 2005 y 1996 hubo producción de
cultivos cíclicos y en ambos años se registran 9 cultivos (Avena Forrajera, Calabacita,
Camote, Chile Verde, Frijol, Garbanzo Forrajero, Maíz Grano y Tomate Cáscara). En 1996
se registró cultivos de Cebolla, Ebo, Sorgo Grano, Frijol Asociado y Maíz Asociado. En el
2005 se registró cultivos de Cebada Forrajera, Jamaica, Jicama, Jitomate, Pepino, Sandía,
Sorgo Forrajero.
Cuadro 36. Inventario ganadero de Talpa de Allende, 1995.
Especie
Inventario Ganadero
Carne= Cabezas / Leche= Cabezas que se ordenan
durante el inventario.
Aves Carne
16,187
Aves Huevo
Bovinos
Carne
Bovinos
Leche
Caprinos
Carne
Caprinos
Leche
Colmenas
Valor
Inventario
Producción
(Miles de Toneladas/ Miles de
Pesos)
Litros
Valor
Producción
(Miles de
Pesos)
47.59
91
866
58,158
569.95
124
668
20,224
32,206.72
513
5,412.00
1,305
1,781.33
1,996
2,994.00
2,632
361.90
8
140.00
630
0
49
74
2105
526.25
0
0
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184
Colmenas
Cera
Colmenas
Miel
Ovinos
Porcinos
0
0
5
85
0
51
561
149.55
7
103
0
971
6,021
2,360.23
337
4,594.00
Cuadro 37. Inventario ganadero de Talpa de Allende, 2005.
Especie
Inventario Ganadero
Valor
Inventario
Producción
Valor
Producción
185
Carne= Cabezas / Leche= Cabezas que se ordenan
durante el inventario.
(Miles de
Pesos)
Toneladas/ Miles de
Litros
(Miles de
Pesos)
Aves Carne
17,300
380.6
56
1105.5
Aves Huevo
Bovinos
Carne
Bovinos
34,432
791.94
23
211.46
22,453
140,218.99
654
21,054.88
1,202
7,581.01
1,295
8,945.86
3,780
2,370.06
40
1,612.40
0
0
0
138.45
0
0
0
0
0
0
0
0
4
168.77
Leche
Caprinos
Carne
Caprinos
Leche
Colmenas
Colmenas
Cera
Colmenas
0
213
Miel
Ovinos
1,062
705.17
12
448.38
Porcinos
4,705
6,996.34
259
7,498.31
En 1996, había en Talpa 6,894 hectáreas de superficie cultivada de cultivos cíclicos,
de las cuales el 89.93% consistían de maíz que lograron producir más de 20,000 toneladas
del grano. El valor total de la producción de los cultivos cíclicos alcanzo casi los $ 28
millones (Cuadro 38). En el 2005, había en Talpa 4,707 hectáreas de superficie cultivada de
cultivos cíclicos, de las cuales el 90.69% consistían de maíz que lograron producir más de
16,500 toneladas del grano. El valor total de la producción de los cultivos cíclicos alcanzó $
27.04 millones (Cuadro 39). El número de cultivos cíclicos registrados en 1996 es 15, en el
2005 fueron 22 cultivos.
En 1999 habían 3,202 de superficie cultivada de cultivos perennes, de las cuales el
70.95% consistían de café que lograron producir 1,818 toneladas del grano. El valor total
de la producción de los cultivos perennes alcanzo $ 13.8 millones, 34.16% provino de la
venta de café seguido por la guayaba (31.21%) y el aguacate (16.01%) (Cuadro 40). En el
2004 habían 4,135 de superficie cultivada de cultivos perennes, de las cuales el 57.75%
consistían de café que lograron producir 405 toneladas del grano. El valor total de la
producción de los cultivos perennes alcanzo $ 15.38 millones, 65.59% provino de la venta
de guayaba seguido por el café (4.74%) y el aguacate (2.37%) (Cuadro 41).
En 1997 se registran 878 hectáreas de pasto forrajero cultivadas, en 1999 se
registran 700 y en el 2004 se cultivaban 1,500 hectáreas. En el 2004, los pastos abarcaban
el 36.3% del total de hectáreas sembradas de cultivos perennes; mientras que en el 1999
comprendían el 21.86%. En términos del valor de la producción, en 1999, los pastos
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
contenían el 5.52% y en el 2004 el 23.4% del total. En cuanto al cultivo del café, a pesar de
ser cultivado extensamente, las hectáreas sembradas han fluctuado poco; pero si el valor de
la producción debido a cambios en los precios que desmotiva a proveer de mantenimiento a
las plantaciones.
Cuadro 38. Cultivos cíclicos de Talpa de Allende, 1996.
Cultivo
Ciclo
Superficie Sembrada Superficie CosechadaProducciónValor Producción
186
Hectáreas
Hectáreas
Toneladas
Pesos
Avena Forrajera
Otoño - Invierno
45
45
86
137,600.00
Cebolla
Otoño - Invierno
3
3
45
112,500.00
Ebo
Otoño - Invierno
8
8
44
70,400.00
Frijol
Otoño - Invierno
40
40
28
252,000.00
Frijol Asociado
Otoño - Invierno
0
0
90
810,000.00
Garbanzo ForrajeroOtoño - Invierno
263
263
250
400,000.00
Maíz Asociado
Otoño - Invierno
180
180
324
583,200.00
Maíz Grano
Otoño - Invierno
55
55
99
173,250.00
Calabacita
Primavera - Verano
4
4
48
96,000.00
Camote
Primavera - Verano
12
12
192
268,800.00
Chile Verde
Primavera - Verano
32
32
272
761,600.00
Frijol
Primavera - Verano
9
9
10
50,000.00
Maíz Grano
Primavera - Verano
6200
5850
19715
Sorgo Grano
Primavera - Verano
35
35
140
126,000.00
Tomate Cáscara
Primavera - Verano
8
8
48
144,000.00
24,840,900.00
Cuadro 39. Cultivos cíclicos de Talpa de Allende, 2005.
Cultivo
Ciclo
Superficie Sembrada Superficie CosechadaProducciónValor Producción
Hectáreas
Hectáreas
Toneladas
Pesos
Avena Forrajera
Otoño - Invierno
25
25
86
146,625.00
Calabacita
Otoño - Invierno
7
7
91
209,300.00
Cebada Forrajera Otoño - Invierno
150
150
3,000
Frijol
Otoño - Invierno
26
26
21
141,000.00
Garbanzo ForrajeroOtoño - Invierno
90
90
135
229,500.00
Jitomate
1
1
3
10,500.00
Otoño - Invierno
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
1,350,000.00
Maíz Grano
Otoño - Invierno
58
58
244
439,884.00
Otras Hortalizas
Otoño - Invierno
4
4
18
63,000.00
Sandía
Otoño - Invierno
4
4
96
220,800.00
Tomate Cáscara
Otoño - Invierno
1
1
2
11,000.00
Calabacita
Primavera - Verano
9
9
81
243,900.00
Camote
Primavera - Verano
5
5
35
140,000.00
Chile Verde
Primavera - Verano
13
13
174
727,700.00
Frijol
Primavera - Verano
7
7
5
35,100.00
Jamaica
Primavera - Verano
3
3
2
76,500.00
Jicama
Primavera - Verano
2
2
18
54,000.00
Jitomate
Primavera - Verano
4
4
44
176,000.00
Maíz Grano
Primavera - Verano
4,269
4,269
16,310
Pepino
Primavera - Verano
10
10
50
125,000.00
Sandía
Primavera - Verano
1
1
12
36
Sorgo Forrajero
Primavera - Verano
2
2
54
10,800.00
Tomate Cáscara
Primavera - Verano
16
16
116
464,840.00
187
Cuadro 40. Cultivos perennes de Talpa de Allende, 1999.
Cultivo
Superficie Sembrada Superficie CosechadaProducciónValor Producción
Hectáreas
Aguacate
Hectáreas
Toneladas
Pesos
60
60
537
2,215,500
2,272
2272
1818
4,726,800
Durazno
6
6.00
39
Guayaba
71
71.00
1,234
Limón
25
25.00
377
565,500
Mango
68
68
544
1,088,000
Pasto Forrajero
700
700
5460
764,400
Café
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
156,000
4,319,000
22,161,570.00
Cuadro 41. Cultivos perennes de Talpa de Allende, 2004.
Cultivo
Superficie Sembrada Superficie CosechadaProducciónValor Producción
Hectáreas
Hectáreas
Toneladas
Agave
31
0
0
0
Aguacate
8
8
52
364,000
2,388
300.00
405
729,000
Durazno
7
7.00
23
123,000
Guayaba
185
185.00
1775
10,090,000
8
8
102
287,250
Café Cereza
Limón
Mango
Pasto Forrajero
8
8
42
1500
1500
12000
Pesos
189,000
3,600,000
Valor de la producción forestal
El área forestal del municipio de Talpa tiene 176,987 hectáreas que equivalen al 77.5% del
territorio; los bosques latifoliados y de coníferas cubren el 75.83% de esta superficie, la
cual abarca 134,203 hectáreas. La superficie clasificada como selva abarca 5,193 hectáreas
y equivalen al 2.93% del área forestal. La categoría otros equivale al 20.79% del territorio
forestal, dentro de esta categoría el área forestal perturbada corresponde al 70.69%; la cual
equivale al 14.69% del total de superficie forestal (Cuadro 42).
El bosque latifoliado ocupa el 4.95% de la superficie forestal total; mientras que los
bosques de coníferas ocupan el 7.81%; el área de bosque mixto (coníferas y latifoliado)
abarca el 63.07% del área forestal total. Los pastizales dentro del área forestal ocuparon el
1.06% de la superficie forestal, mucho menor a las aéreas selváticas (Cuadro 42).
Cuadro 42. Superficies de recursos forestales del municipio de Talpa de Allende, 2007.
Tipo de área forestal
Superficie Porcentajes por subtotal Porcentaje del Total
Bosques
134203
75.83
Coníferas
13825
10.30
7.81
111621
83.17
63.07
Latifoliadas
8757
6.53
4.95
Selvas
5193
2.93
Altas y medianas
2205
42.46
1.25
Mesófilo de montaña abierta
2949
56.79
1.67
Mesófilo de montaña cerrada
39
0.75
0.02
Otros
36788
20.79
Área forestal perturbada
26003
70.68
14.69
1881
5.11
1.06
Mixtas
Pastizales
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
188
Otros total
8904
24.20
5.03
803
0.45
0.45
176987
100.00
100.00
Sin reportar
Total
Fuente: OEIDRUS, 2009.
Con base en el anuario estadístico (INEGI, 2008), dos especies forestales son las
que se explotan en el municipio de Talpa, pinos y encinos. En el 2007, de acuerdo al
anuario estadístico, se extrajeron 11,427 metros cúbicos, de los cuales 10,126 fueron de
pino y 1,342 de encino; el porcentaje del volumen extraído corresponden al 88.3% y 11.7%
del total. El valor de la producción forestal ascendió al monto de $ 24.32 millones, el
91.81% de ese valor procedió de la explotación del pino (Cuadro 43). Productos no
maderables no fueron reportados.
Cuadro 43. Volumen y valor de la producción forestal de Talpa de Allende, 2007.
Tipo
Especie
Volumen
Valor
(metros cúbicos en rollo) Porcentaje (miles de pesos) Porcentaje
Coníferas
Pino
10126
88.30
22327
91.81
Latifoliadas
Encino
1342
11.70
1991
8.19
Preciosas
0
0.00
0
0.00
Comunes tropicales
0
0.00
0
0.00
11467
100.00
24318
100.00
Total
En resumen, la economía de Talpa depende de la actividades agrícolas y pecuarias,
constituyendo el 54.23% del valor de la producción; añadiendo el sector forestal,
prácticamente dos terceras partes (64.8%) de la economía depende de su relación con el
medio ambiente. Los servicios, comercio y manufactura representan un tercio de la
economía de Talpa (Cuadro 44).
Cuadro 44. Producción bruta total del municipio de Talpa de Allende.
Actividad
Año Valor* Porcentaje
No agrícola y no forestal 2003 81115
35.21
Pecuaria
2003 77430
33.62
Cultivos cíclicos
2003 31356
13.61
Cultivos perennes
2003 16125
7.00
Forestal
2007 24318
10.56
Total
230344
100.00
*miles de pesos mexicanos.
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189
Análisis Social y Cultural
Descripción de la Vivienda
El 75.78% de las personas en Talpa vivían en vivienda propia, mientras que el 9.38%
rentaban. El 97.86% de la población vivía en hogares familiares, de los cuales el 97.93% de
dicha población vivía en hogares nucleares y ampliados. La población de Talpa vive en
hogares con alto número de integrantes, 81.45% vivía en hogares con 4 integrantes o más.
En hogares con 4 integrantes vivían 1,992 personas (14.71%), en hogares con 5 integrantes
2,240 personas (16.54%) y con 6 y más integrantes 6,797 personas (50.2%).
El 95.34% de la población vive en casas independientes. La población que vive en
casas con dos cuartos fue del 16.93% (2,293 personas). El 74.22% (10,050 personas) de la
población vive en casas que tenían entre 3 y 6 cuartos; 4.86% (658 personas) vive en casas
con más de 7 cuartos; mientras que sólo el 2.97% (402 personas) vivía en casas con un
cuarto (Fig. 37).
40
35
Porcentaje
30
25
20
15
10
5
0
1 cuarto
2 cuartos 3 cuartos 4 cuartos 5 cuartos 6 cuartos 7 cuartos 8 cuartos
9 y más
cuartos
Figura 37. Distribución del número de cuartos por casa.
La disponibilidad de agua en la vivienda es uno de los servicios que mayormente
contribuye a la salud y bienestar de los miembros del hogar. En Talpa, 8,554 personas
(63.4%) tenían acceso a agua entubada; 4,842 personas (35.77%) no disponían de agua
entubada. De las personas que tienen agua entubada, el 81.76% tenían acceso dentro de la
vivienda mientras que el resto el acceso estaba afuera de la vivienda o dentro del terreno.
De las personas que no disponían de agua entubada, 2,961 personas (61.15%) se abastecían
de agua de pozo, rio, lago o arroyo; de la mencionada población, 1,660 personas (34.28%)
se abastecían de llave pública o hidrante (Cuadro 45).
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
190
Cuadro 45. Distribución de la población según el tipo de disponibilidad de agua potable.
Tipo de disponibilidad de agua potable
Total
Disponen de agua entubada
8584
Disponen de agua entubada dentro de la vivienda
7018
Disponen de agua entubada fuera de la vivienda pero dentro del terreno 1566
No disponen de agua entubada
4842
Se abastecen de llave pública o hidrante
1660
Se abastecen por acarreo de otra vivienda
Se abastecen de agua de pipa
Se abastecen de agua de pozo, río, lago, arroyo u otro
No especificado
162
59
2961
114
En cuanto a los servicios de sanitario, 10,001 personas (74.6%) lo tenían; de las
cuales 9,564 poseían sanitarios con acceso a agua (94.7%) y sin acceso a agua 537 personas
(5.3%). Personas que no tienen sanitario o no fue especifica si tenían abarcaron 25.22% del
total de residentes de Talpa. En cuanto a drenaje, 9,332 personas (68.9%) tenían y 4,136
personas (30.54%) no lo tenían. Las personas con acceso a drenaje, el 88.29% estaba
conectado a la red pública o fosa séptica; el resto, el drenaje era desagüe a barranca, grieta,
rio o lago.
La mayor parte de las personas vivían en casas con cocina, en el 2000, 12,915
personas (95.4%) vivían en residencias con cocina; sin cocina fueron 583 personas
(4.31%). De las personas que especificaron tener cocina en la vivienda, el 86.65% las
cocinas eran exclusivas y el 3.56% eran cocinas/dormitorio, el resto no especifico. Las
cocinas utilizaron principalmente gas y leña como combustible; en el 2000, 8,378 personas
(61.87%) vivían en casas que utilizaban gas y 5,083 personas (37.54%) usaban leña o
carbón.
El uso de electricidad en la cocina fue prácticamente nulo, a pesar que 11,354
personas (83.85%) vivían en casas con electricidad. El alto uso de leña y carbón puede ser
explicado por la poca disponibilidad del gas así como de electricidad, 2,133 personas
(15.75%) vivían en residencias que no tenían electricidad.
Los materiales más comunes usados en la construcción de las viviendas en el
municipio variaban según el componente, el uso de la madera y cemento es común. 7,031
personas (51.93%) vivían en residencias con paredes de madera o adobe, 6,346 (46.87%)
personas en viviendas con paredes de materiales sólidos como el tabique, ladrillo o block
(Cuadro 46).
En cuanto al piso, 6,445 (47.60%) personas vivían en residencias con piso de
cemento, 3,880 personas (28.66%) en viviendas con piso de madera, mosaico u otro
recubrimiento, sorprendentemente, habían 3,162 (23.35%) personas viviendo en casas con
pisos de tierra, este es potencialmente un problema para la salud (Cuadro 46). En cuanto a
los techos de las residencias, 5,100 personas (37.67%) vivían en casas con techo de losa de
concreto, tabique, ladrillo o terrado con viguería; 4,922 personas (36.35%) vivían en casas
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
191
con techo de palma, tejamanil, madera o teja; y 3,478 personas (25.69%) vivían en casas
con techo de desecho, lámina de cartón, asbesto o metálica (Cuadro 46).
Cuadro 46. Residencia de personas según materiales de los componentes de la vivienda.
Materiales de los componentes de las viviendas
Personas Porcentaje
Paredes
Madera o adobe
7031
51.93
Materiales sólidos: tabique, ladrillo, block, etc.
6346
46.87
Carrizo, bambú, palma, embarro o bajareque
73
0.54
Desecho, lámina de cartón, asbesto o metálica
41
0.30
No especificado
49
0.36
Cemento o firme
6445
47.60
Madera, mosaico u otros recubrimientos
3880
28.66
Tierra
3162
23.35
53
0.39
Losa de concreto, tabique, ladrillo o terrado con viguería
5100
37.67
Palma, tejamanil, madera o teja
4922
36.35
Desecho, lámina de cartón, asbesto o metálica
3478
25.69
40
0.30
Piso
No especificado
Techo
No especificado
Medios de Comunicación e Infraestructura
En Talpa de Allende, acuerdo al Servicio Postal Mexicano existe una agencia del servicio
postal de tipo administrativo donde se pueden hacer la mayoría de transacciones para
envíos a nivel nacional e internacional; está ubicada en la cabecera municipal, calle
independencia no. 32. Acuerdo información provista por cedulas municipales, en el 2007
habían 47 expendios donde se vendían estampillas. El municipio cuenta también con
servicios de telégrafo.
Talpa de Allende cuenta con servicios telefónicos. En base a información de la
Secretaría de Comunicaciones y Transporte proporcionada a Cédulas Municipales de
Jalisco; en el 2005 el municipio contaba con 1,237 líneas residenciales, 198 líneas
comerciales, 49 teléfonos públicos y 2 casetas de larga distancia; también se reporta que
había 12 casetas rurales de TELCEL.
El municipio no cuenta con radio y televisión local. Pero si cuenta con una estación
de microondas que re-envía señales para el público en general; la mayoría son canales
públicos del Estado de Jalisco los cuales son recibidos en el municipio. Sistema de
televisión por cable también existe. El municipio también cuenta con servicios de internet.
Con base en datos proporcionados por la Comisión Federal de Electricidad, cedulas
municipales reporta que habían 4,837 tomas eléctricas; de las cuales 3,731 (77.13%) eran
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192
de usuarios residenciales; mientras que 1,008 usuarios (20.84%) eran comerciales; usuarios
industriales comprendieron solo el 0.39% de las tomas eléctricas del municipio (Cuadro
47).
Cuadro 47. Usuarios de energía eléctrica en Talpa de Allende, 2005.
Tipo de usuario
Total Porcentaje
Usuarios residencial
3,731
77.13
Usuarios industrial
19
0.39
Usuarios comercial
1,008
20.84
79
1.63
4,837
100.00
Usuarios energía otros
Tomas eléctricas
Con base en datos proporcionados por la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, cédulas municipales reporta los siguientes 5 caminos en el 2003; en terrero
montañoso y terreno plano; su descripción esta en cuadro 48. En base a datos
proporcionados por la Secretaría de Turismo de Jalisco, Talpa está bien interconectado con
el resto de municipios y ciudades principales del estado (Cuadro 49). El municipio cuenta
con un aeródromo de 1,350 m de largo; las líneas aéreas que operan son Líneas Aéreas de
la Bahía y Transportes Aéreos de Nayarit.
Cuadro 48. Carreteras del municipio de Talpa de Allende, 2003.
Camino
Longitud Km Tipo de Terreno
Talpa - el veladero - el puerto de SCT
20
Montañoso
28.4
Montañoso
Talpa - la cañada - cabos de SCT
17
Plano
Soyatan - la esperanza de SCT
6.6
Plano
6
Pavimentada
El puerto - la cuesta - rio san nicolas de SCT
Kilómetros pavimentados en el año de SEDEUR
Cuadro 49. Distancia y tiempos en vehículo de Talpa de Allende a distintos lugares.
Lugar
Kilómetros Tiempo en Horas
Aeropuerto Internacional (Guadalajara)
275
4.6
Guadalajara
190
3.2
Ameca
165
2.8
Puerto Vallarta
155
2.6
Atenguillo
100
1.7
San Sebastián del Oeste
85
1.4
Mascota
35
0.6
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
193
Con base en datos proporcionados por la Secretaría de Educación Jalisco, cedulas
municipales reporta que en las escuelas de Talpa en el ciclo escolar 2004-2055 había un
total de 90 escuelas; de las cuales 27 eran preescolar (30%), 48 de primaria (53.33%) y 13
de secundaria (14.44). En estas escuelas habían 4,104 estudiantes de los cuales el 54.07%
estaban en primaria, 22.76% en secundaria, y 17.52% en preescolar. Habían 235 maestros
de los cuales 52.34% laboraban en escuelas primarias, 23.4% en la secundaria y 17.87% en
escuelas preescolar (Cuadro 50).
Cuadro 50. Número de escuelas, alumnos y docentes por tipo de escuela
Nivel Educativo
Escuelas Porcentaje Alumnos Porcentaje Docentes Porcentaje
Educación Especial
1
1.11
80
1.95
5
2.13
Educación Inicial
1
1.11
152
3.70
10
4.26
Secundaria
13
14.44
934
22.76
55
23.40
Preescolar
27
30.00
719
17.52
42
17.87
Primaria
48
53.33
2219
54.07
123
52.34
Total
90
100
4104
100
235
100
En Talpa de Allende, prácticamente toda la población habla el español. De la
población mayor a 5 años solo 27 personas reportar hablar una lengua indígena; ese número
equivale al 0.23% de dicha población. Entre las lenguas mencionadas están la Maya, la
Purépecha, Náhuatl y Otomí. De la población mayor a 6 años, 10,304 (89.43%) personas
sabían leer y escribir, mientras que 1,218 personas (10.57%) no sabían. El analfabetismo es
mayor entre mujeres (10.02%) que hombres (11.14%) (Cuadro 51). Cuando la edad del
individuo es considerado, el analfabetismo es mayor entre 6 y 14 años (12.47%) que
mayores a 15 años (9.84%).
Cuadro 51. Población mayor de 6 años según condición de alfabetismo.
Categoría Sub-categoría
Alfabetos Analfabetos Total
Sexo
Hombres
5058
634 5692
Porcentaje
88.86
11.14 100.00
Mujeres
5246
584 5830
Porcentaje
89.98
10.02 100.00
6 a 14 años
2815
401 3216
87.53
12.47 100.00
7489
817 8306
90.16
9.84 100.00
Edad
15 años en adelante
Cultura
Talpa cuenta con un mercado municipal y un museo. Según la Secretaria de Turismo del
Estado de Jalisco, el mercado lo describe como de reciente construcción estilo modernista.
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194
El museo de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, según la secretaria se inauguró en el
año de 1995 en la celebración del 350 aniversario de la coronación de la Virgen de Talpa.
Dicho museo tiene 2 salas donde se exhiben los vestidos de gala de la Virgen, ornamentos
religiosos de gran valor por su antigüedad, libros de gobierno de la parroquia; este museo se
localiza a espaldas de la Basílica.
Entre las obras arquitectónicas que resaltan están la plaza principal, el palacio
municipal y el panteón municipal. Entre las obras arquitectónicas de carácter religioso
destacan el Santuario de la Virgen del Rosario, Parroquia del Señor San José, Capilla de
Concesión de Bernardo de la Cuesta, y la Basílica de Nuestra Señora de Talpa. Tres
balnearios resaltan en Talpa. Balneario "El Honguito" que se localiza en la colonia La
Meza; balneario "Tlallipan" que se localiza al norte Talpa. El otro es el balneario "La
Quinta".
También se cuenta con múltiples expresiones artísticas entre las que destacan se
pueden mencionar: Cruz de Romero, Pintura de los Cuatro Evangelistas, Imagen de Nuestra
Señora del Rosario de Talpa, Escultura de San Juan Nepomuceno, Escultura del Niño Dios,
Monumento a Cristo Rey, Monumento al Peregrino, Mural "Milagro de la Renovación de la
Sagrada Imagen de la Virgen", Mural de la Santísima Trinidad, y el Mural sobre "La
Defensa del 23 de Junio de 1913".
Análisis de las Comunidades Colindantes al Parque Estatal Bosque de Arce
El Censo del 2000 describe 77 comunidades colindantes al área propuesta para Parque
Estatal (CCPE), en el municipio de Talpa de Allende (incluyendo la cabecera) con una
población mayor a 3 habitantes, solo la cabecera municipal contenía el 53% de la población
total (apéndice 7). Las 76 comunidades (CCPE) (sin incluir la cabecera municipal)
contenían 5,830 habitantes, los cuales abarcaban el 42.3% de la población total con un
promedio de 77 habitantes por comunidad (CCPE) (Apéndice 7).
Los Ocotes y La Cuesta fueron las comunidades (CCPE) más pobladas con 620 y
504 habitantes respectivamente. Seis comunidades (CCPE) tuvieron una población mayor a
300 habitantes, además de las dos mencionadas anteriormente están: Desmoronado (El
Real), Concepción del Bramador (La Concha), y Cabos. Estas seis comunidades tenían en
total 2,544 habitantes, comprendiendo el 18.4% del total de población del municipio; el
promedio de personas en cada comunidad era de 424 (Apéndice 7). Siete comunidades
tenían una población entre 100 y 300 habitantes, ellas son: Los Zapotes, Las Colonias,
Cuale, La Concepción (La Concha), El Bramador, La Esperanza y Los Lobos. Estas
comunidades (CCPE) totalizaron 1,320 personas que conformaban el 18.12% de la
población en Talpa, el promedio de habitantes/comunidad fue de 188 personas (Apéndice
7).
Se identificaron nueve comunidades colindantes a la Reserva de Talpa (CCPE),
ellas son: El Capulín del Veladero, El Refugio, Espinos de Hernández, La Cuesta, La
Cumbre de Guadalupe (La Cumbre de los Arrastrados), Monte Grande, Santa Elena de la
Cuesta, Veladero y la cabecera municipal de Talpa. Las ocho comunidades (no incluye la
cabecera municipal) directamente colindantes a la Reserva, totalizaron en el 2000 una
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195
población de 709 habitantes (5.1% del total) (Cuadro 52). De aquí en adelante, el termino
comunidades se referirá a estas ocho comunidades.
Estas comunidades (CCPE) en promedio tenían 89 habitantes, pero La Cuesta con
504 habitantes abarcaba el 71.1%; al excluirla, la población promedio era de 30 habitantes
por comunidad. La proporción de hombres y mujeres en las comunidades fue de 51.48% y
48.52% respectivamente (Cuadro 52).
Cuadro 52. Población en las comunidades (CCPE) según sexo.
Localidad
Total
Hombres
Mujeres
13797
6884
6913
7283
3473
3810
8
4
4
El Refugio
32
12
20
Espinos de Hernández
19
8
11
504
269
235
La Cumbre de Guadalupe (La Cumbre de los Arrastrados)
93
45
48
Monte Grande
32
15
17
Santa Elena de la Cuesta
11
6
5
Veladero
10
6
4
709
365
344
Talpa de Allende
Cabecera Municipal
Comunidades
El Capulín del Veladero
La Cuesta
Total en Comunidades
La población menor a 20 años en el municipio de Talpa abarcaban el 48.09%
mientras que en la cabecera municipal fue 45.71% y en las comunidades (CCPE) fue del
42.03%. Las comunidades (CCPE) en relación al municipio tendieron a tener en proporción
(población en quinquenio/total) más personas de 25 a 29 años y de 75 y más años y menos
personas de 10 a 14 años y de 15 a 19 años. La cabecera municipal en comparación al
municipio tuvo mayor proporción de población de 25 a 49 años y menor población de 0 a
14 años y de 55 a 59 años. Las comunidades (CCPE) en relación con la cabecera municipal
tuvieron la tendencia de tener una mayor población de 0 a 9 años, de 25 a 29 años y de 55 a
59 años (Cuadro 53).
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196
Cuadro 53. Población total por edad y localidad.
Quinquenio
Talpa de Allende
Cabecera Municipal
Comunidades (CCPE)
De 0 a 4 años
1,632
810
85
De 5 a 9 años
1,758
854
87
De 10 a 14 años
1,794
880
80
De 15 a 19 años
1,451
785
46
De 20 a 24 años
1,059
567
48
De 25 a 29 años
835
464
51
De 30 a 34 años
822
460
33
De 35 a 39 años
732
424
31
De 40 a 44 años
618
352
31
De 45 a 49 años
508
296
22
De 50 a 54 años
497
281
22
De 55 a 59 años
386
184
22
De 60 a 64 años
391
213
20
De 65 a 69 años
287
162
12
De 70 a 74 años
251
137
7
De 75 y más años
474
267
29
No especificado
302
147
83
13,797
7,283
709
Total
En el 2000 en Talpa habían 2,954 viviendas particulares de las cuales 1,636 (55.4%)
se localizaban en la cabecera municipal y 170 (5.75%) en las comunidades (CCPE).
Disponibilidad de automóviles en el municipio fue prácticamente igual en el municipio,
cabecera municipal y en las comunidades; 879 viviendas reportan tener acceso a
automóviles en el municipio (29.76%), en la cabecera 618 viviendas (37.77%) y 51
viviendas en las comunidades (CCPE) (30%). En proporción, las viviendas en la cabecera
municipal tuvieron mayor disponibilidad de bienes (automóvil, boiler, computadora,
lavadora, licuadora, radio, refrigerador, televisión, y teléfono y videocasetera). Las
comunidades (CCPE) tendieron a tener menor disponibilidad de bienes en comparación al
municipio y cabecera; con la excepción de refrigeradoras (Cuadro 54). La mayor
divergencia por localidad ocurre en la disponibilidad de teléfono y computadora.
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197
Cuadro 54. Viviendas con disponibilidad de bienes por localidad.
Talpa
Cabecera Municipal
Comunidades (CCPE)
2954
1,636
170
879
618
51
1983
1,008
118
92
10
1
Disponen de boiler
1262
1,091
32
No disponen de boiler
1601
536
137
89
85
0
No disponen de computadora
2769
1,540
169
Disponen de lavadora
1384
1,068
63
No disponen de lavadora
1483
560
106
Disponen de licuadora
2043
1,450
106
842
178
63
2100
1,292
121
808
333
48
Disponen de refrigerador
1737
1,261
105
No disponen de refrigerador
1139
368
64
Disponen de televisión
2198
1,530
122
No disponen de televisión
705
99
47
Disponen de teléfono
615
598
2
2248
1029
167
784
646
27
2099
977
141
Total
Disponen de automóvil
No disponen de automóvil
No especificado
198
Disponen de computadora
No disponen de licuadora
Disponen de radio
No disponen de radio
No disponen de teléfono
Disponen de videocasetera
No disponen de videocasetera
Dos instituciones proveen de seguro médico en el municipio de Talpa de Allende,
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Personas con acceso a seguro médico es
bajo, en el municipio solo 2,088 personas (15.33%) lo tienen, en la cabecera municipal
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1,766 (24.25%) personas tienen seguro médico y en las comunidades (CCPE) solo el 6.91%
tenían acceso (Cuadro 55).
Los asegurados tienen acceso a servicios médicos proveídos por una institución;
asegurados servidos por más de una institución fue insignificante. En la cabecera
municipal, el 87% de los habitantes asegurados tenían cobertura por el IMSS, el resto
provino del ISSSTE; el mismo patrón se observo en el municipio. En las comunidades,
49% de los habitantes asegurados tenían cobertura por el IMSS, el resto provino del
ISSSTE (Cuadro 55).
Cinco tipos de discapacidad se manifestaron en el municipio (auditiva, lenguaje,
mental, motriz y visual). El número de personas discapacitadas en el municipio fue de 470
personas (3.4%), en la cabecera municipal fueron 258 personas (3.54%) y en las
comunidades (CCPE) (5.78%). Del total de discapacitados, 54.89% residía en la cabecera
municipal, 8.72% en las comunidades (CCPE) y el 36.38% en el resto del municipio
(Cuadro 55).
La proporción de personas discapacitadas con un tipo de discapacidad fue de
91.06% en el municipio, 91.47% en la cabecera y 92.68% en las comunidades (CCPE). La
proporción de personas discapacitadas con dos discapacidades fue de 7.23% en el
municipio, 4.04% en la cabecera municipal y 4.88% en las comunidades (CCPE). De las
personas discapacitadas en el municipio, 41.70% presentaban discapacidad motriz, 28.30%
discapacidad visual, 17.87% discapacidad mental, 15.11% discapacidad auditiva y 5.11%
tenían discapacidad del lenguaje. Las comunidades tuvieron mayor discapacidad visual y
menor discapacidad motriz y mental (Cuadro 56).
Cuadro 55. Población con acceso a seguro médico por institución y localidad.
Talpa
Cabecera Municipal
Comunidades (CCPE)
Total
13797
7283
709
Sin seguro médico
11294
5254
640
Con seguro médico
2088
1766
49
En una institución de salud
2082
1760
49
En 2 instituciones de salud
6
6
Sin seguro médico al IMSS
11598
5483
665
Con seguro médico al IMSS
1784
1537
24
13081
6794
664
301
226
25
Número de Instituciones
IMSS
ISSSTE
Sin seguro médico al ISSSTE
Con seguro médico al ISSSTE
Cuadro56. Población discapacitada por número, tipo y localidad.
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199
Talpa
Cabecera Municipal
Comunidades (CCPE)
Total
13797
7283
709
Sin discapacidad
12938
6832
651
470
258
41
428
236
38
Con 2 discapacidades
34
21
2
Con 3 discapacidades
7
1
1
Con 4 o más discapacidades
1
Con discapacidad
Número de Discapacidades
Una discapacidad
Tipo
Con discapacidad auditiva
71
37
6
Con discapacidad del lenguaje
24
12
2
Con discapacidad mental
84
50
6
Con discapacidad motriz
196
111
9
Con discapacidad visual
133
65
22
La tenencia de las viviendas en el municipio en su gran mayoría es propia, de las
2,954 viviendas el 74.71% tienen esa tenencia; las viviendas rentadas en el municipio
abarcaron el 10.39%; la cabecera municipal resulto que las viviendas rentadas comprendían
el 17.48% mientras que en las comunidades (CCPE) fue sólo del 5.29%. En cuanto al
número de ocupantes en las viviendas, se encontró que en el municipio de Talpa 59.24% de
las viviendas tenían entre 3 y 6 cuartos; en la cabecera municipal fue 62.47% y en las
comunidades alcanzó el 60.59%. El porcentaje de casas con 6 cuartos o más fue de 9.72%
para el municipio, 15.1% para la cabecera y 7.65% para las comunidades (CCPE). La
proporción de viviendas entre 2 y 5 cuartos fue de 81.78% para la cabecera municipal y
85.29% para las comunidades (CCPE) (Cuadro 57).
En el municipio 33.14% de las viviendas no disponían de agua entubada, en la
cabecera municipal la proporción fue menor con un valor de 16.75% y en las comunidades
fue de 12.35%. En la cabecera municipal sólo el 0.86% de las viviendas no tenían energía
eléctrica, mientras que el porcentaje en las comunidades (CCPE) fue de 7.06%, la mitad del
valor promedio para el resto del municipio que fue de 14.22%. El 95.09% de las viviendas
tenían cocina; en las comunidades el 51.76% de las viviendas usaban leña para combustible
de las cocinas, mientras que en la cabecera municipal el 94.68% de las viviendas usaban
gas (Cuadro 58).
En las comunidades (CCPE) el 27.65% de las viviendas no tenían sanitario; 28.82%
de las viviendas no tenían drenaje y de aquellas con drenaje el 45% lo tenían conectado a la
fosa séptica, el otro 45% a barrancas. En las comunidades (CCPE), el 20% de las viviendas
tenían piso de tierra y el 53.53% era de cemento; en cuanto a las paredes, la mayoría eran
de adobe con 47.65% de las viviendas. Finalmente, 33.53% de las viviendas tenían láminas
de asbesto o metálica como los materiales del techo, seguido por las tejas que
comprendieron el 25.29% de las viviendas (Cuadro 59).
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200
Cuadro 57. Tenencia, número de ocupantes y tamaño de las viviendas por localidad.
Talpa
Cabecera
Municipal
Comunidades
(CCPE) Talpa
Total
1,636
Cabecera
Municipal
Comunidades
(CCPE)
Porcentaje
Total
Tenencia de
Vivienda
2954
170
100
100
100
Propia
2207
1166
114 74.71
71.27
67.06
Rentada
307
286
9 10.39
17.48
5.29
Otra situación
426
179
47 14.42
10.94
27.65
1 ocupante
244
147
13 8.26
8.99
7.65
2 ocupantes
396
216
34 13.41
13.20
20.00
3 ocupantes
479
291
25 16.22
17.79
14.71
4 ocupantes
490
277
38 16.59
16.93
22.35
5 ocupantes
442
269
23 14.96
16.44
13.53
6 ocupantes
339
185
17 11.48
11.31
10.00
7 ocupantes
200
104
7 6.77
6.36
4.12
8 ocupantes
144
62
5 4.87
3.79
2.94
9 ocupantes
84
32
4 2.84
1.96
2.35
136
53
4 4.60
3.24
2.35
1 cuarto
109
44
9 3.69
2.69
5.29
2 cuartos
551
214
33 18.65
13.08
19.41
3 cuartos
1079
492
72 36.53
30.07
42.35
4 cuartos
593
392
34 20.07
23.96
20.00
5 cuartos
306
240
6 10.36
14.67
3.53
6 cuartos
151
128
7 5.11
7.82
4.12
7 cuartos
55
50
1 1.86
3.06
0.59
8 cuartos
29
24
2 0.98
1.47
1.18
9 y más cuartos
52
45
3 1.76
2.75
1.76
201
Ocupantes
10 y más ocupantes
Cuartos
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Cuadro 58. Disponibilidad de cocina y consumo de energía de las viviendas por localidad.
Talpa
Cabecera
Municipal
Comunidades
(CCPE) Talpa
Cabecera
Municipal
Comunidades
(CCPE)
2954
1,636
170 100
100
100
2524
420
1,620
14
158 85.44
12 14.22
99.02
0.86
92.94
7.06
2809
137
1,573
60
161 95.09
9 4.64
96.15
3.67
94.71
5.29
1953
971
3
1,549
76
3
3
81 66.11
88 32.87
0 0.10
0 0.00
0 0.10
94.68
4.65
0.00
0.00
0.18
47.65
51.76
0.00
0.00
0.00
1600
348
1,247
107
117 54.16
30 11.78
76.22
6.54
68.82
17.65
No disponen de agua entubada
979
274
21 33.14
16.75
12.35
Se abastecen de llave pública o
hidrante
364
215
0 12.32
13.14
0.00
Se abastecen por acarreo de otra
vivienda
36
18
4 1.22
1.10
2.35
Se abastecen de agua de pipa
12
11
0 0.41
0.67
0.00
Se abastecen de agua de pozo,
río, lago, arroyo u otro
567
30
17 19.19
1.83
10.00
27
8
2 0.91
0.49
1.18
Total
Energía Eléctrica
Disponen
No disponen
Disponibilidad de Cocina
Disponen
No disponen
Combustible de la Cocina
Gas
Leña
Carbón
Petróleo
Electricidad
Agua Potable
Dentro de la vivienda
Fuera de la vivienda pero dentro
del terreno
No Disponen de Agua
Entubada
No especificado
202
Cuadro 59. Servicios y materiales de construcción de las viviendas por localidad.
Cabecera
Talpa Municipal
Total
Comunidades
(CCPE)
Cabecera
Talpa Municipal
Comunidades
(CCPE)
2954
1,636
170 100
100
100
2270
1559
122 76.84
95.29
71.76
668
74
47 22.61
4.52
27.65
Sanitario
Disponen de sanitario
No disponen de sanitario
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Drenaje
Disponen de drenaje
2114
1535
121 71.56
93.83
71.18
Drenaje conectado a la red
pública
1604
1,482
10 54.30
90.59
5.88
Drenaje conectado a fosa séptica
270
30
55 9.14
1.83
32.35
Con desagüe a barranca o grieta
170
16
54 5.75
0.98
31.76
70
7
2 2.37
0.43
1.18
826
100
49 27.96
6.11
28.82
621
118
34 21.02
7.21
20.00
1384
701
91 46.85
42.85
53.53
940
814
45 31.82
49.76
26.47
Material de desecho
6
3
1 0.20
0.18
0.59
Lámina de cartón
4
1
0 0.14
0.06
0.00
Lámina de asbesto o metálica
1
1
0 0.03
0.06
0.00
0 0.34
0.00
0.00
Con desagüe a río, lago o mar
No disponen de drenaje
Piso
Tierra
Cemento o firme
Madera, mosaico u otros
recubrimientos
Paredes
Carrizo, bambú o palma
Embarro o bajareque
10
4
1
1 0.14
0.06
0.59
208
72
30 7.04
4.40
17.65
1302
433
81 44.08
26.47
47.65
1411
1122
57 47.77
68.58
33.53
3
1
2 0.10
0.06
1.18
Lámina de cartón
228
81
11 7.72
4.95
6.47
Lámina de asbesto o metálica
453
82
57 15.34
5.01
33.53
60
17
5 2.03
1.04
2.94
1045
422
43 35.38
25.79
25.29
1158
1,031
52 39.20
63.02
30.59
Madera
Adobe
Tabique, ladrillo, block, piedra,
cantera, cemento o concreto
Techos
Material de desecho
Palma, tejamanil o madera
Teja
Losa de concreto, tabique,
ladrillo o terrado con viguería
Referencias
Cédulas Municipales. 2009. Sistema Estatal de Información Jalisco (SEIJAL). (último
acceso en diciembre 29, 2009).http://sig.jalisco.gob.mx/cedulas
INEGI. 2004. Metodologías del Censo Económico. 68 p.
INEGI. 2008. Anuario Estadístico por Entidad Federativa. 222 p.
INEGI. 2009. Censo General de Población y Vivienda 2000. (último acceso en diciembre
30, 2009). http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx?s=est&c=10202
INEGI. 2009. Conteo de Población y Vivienda 2005. (último acceso en diciembre 30,
2009). http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx?s=est&c=10202
OEIDRUS. 2009. Estadísticas Básicas. (último acceso en diciembre 29, 2009).
http://www.oeidrus-jalisco.gob.mx/cuerpo.php
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
203
Secretaría de Turismo de Jalisco. 2009. http://visita.jalisco.gob.mx (último acceso en
diciembre 30, 2009).
SEPOMEX. 2009. Servicio Postal Mexicano. (Último acceso en diciembre 30, 2009).
http://www.sepomex.gob.mx/
Mapa de las Escuelas del Municiio de Allende, Secretaria de Educacion. (Último acceso el
21
de
diciembre
del
2009)
http://portalsej.jalisco.gob.mx/datoseducativos/Fichas/B%20MAPA%20MUNICIP
AL/084B_Talpa%20de%20Allende_Mapa%20Municipal.pdf
204
Apéndice 7. Población por Localidad y Sexo
Localidad
Total Hombres Mujeres
Talpa de Allende
13,797
6,884
6,913
Talpa de Allende
7,283
3,473
3,810
Los Ocotes
620
317
303
La Cuesta
504
269
235
Desmoronado (El Real)
387
207
180
La Cañada
358
197
161
Concepción del Bramador (La Concha)
351
187
164
Cabos
324
178
146
Los Zapotes
242
112
130
Las Colonias
226
113
113
Cuale
220
114
106
La Concepción (La Concha)
167
90
77
El Bramador
160
77
83
La Esperanza
154
68
86
Los Lobos
151
82
69
Soyatán
94
52
42
La Cumbre de Guadalupe (La Cumbre de los Arrastrados)
93
45
48
Tescalama
89
43
46
Santa Lucía de la Cuesta (Santa Lucía)
76
41
35
El Pozo
67
36
31
Toledo
66
37
29
Los Encinos
62
31
31
La Centinela
61
38
23
Los Cerritos
61
28
33
La Mina el Rubí (Ocotitlán)
58
29
29
San Andrés
54
31
23
El Baño
53
30
23
El Limoncillo
53
30
23
El Nacaste (La Parota)
43
19
24
Las Guásimas
42
22
20
Las Hormigas
35
17
18
Aranjuez
34
19
15
Polvoreda
34
16
18
Tintilahua
33
19
14
Monte Grande
32
15
17
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
El Refugio
32
12
20
Murguía
31
17
14
Paraíso
30
16
14
Tabernillas
30
17
13
El Crucero
29
21
8
Localidad Rural Talpa
29
14
15
Agua Caliente
28
17
11
El Capulín
27
11
16
Paredones
26
13
13
Higueras del Desmoronado
25
11
14
La Cañita
25
10
15
La Soledad de Cuale
24
16
8
Santa Julia
24
13
11
Mezcales
21
13
8
Santa Quiteria
21
11
10
Las Jícamas
20
11
9
El Rincón de Cabos (El Rincón)
20
11
9
Espinos de Hernández
19
8
11
El Palo Blanco
19
9
10
Acajilote
19
7
12
El Portezuelo
18
12
6
Los Rostros
18
11
7
Sol de Oro
18
12
6
Ocotito
18
6
12
El Vergel
18
11
7
El Mirador
17
8
9
La Otra Banda
17
10
7
El Verde
17
10
7
Localidad Rural la Mesa (Talpa)
17
9
8
Las Mostazas
16
10
6
La Joya
15
10
5
Los Espinos (Espinos de Peña)
14
7
7
Platanito (Platanitos)
14
6
8
San Nicolás
14
6
8
Acajale (El Acajal)
13
5
8
San Juan
12
8
4
La Minita (La Mina)
12
6
6
La Cumbre de Guajolotes
12
7
5
Santa Elena de la Cuesta
11
6
5
Las Piedras
10
6
4
Veladero
10
6
4
8
4
4
El Capulín del Veladero
El Piojo
Localidades con menos de 3 viviendas
8
5
3
684
363
321
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
205
Apéndice 8. Mapa de las Escuelas del municipio de Talpa de Allende, Secretaria de
Educación.
206
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
Régimen legal de tenencia de la tierra
Dentro del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce se encuentran tres fracciones con
régimen de propiedad ejidal, una correspondiente al Ejido La Cuesta y dos
correspondientes al Ejido La Cumbre de Guadalupe. Estas fracciones de régimen de ejidal
de propiedad de la tierra en conjunto representan menos del 20 % del área del polígono del
Parque Estatal Bosque de Arce, siendo que más del 80% del área del polígono pertenece al
régimen de pequeña propiedad particular (Fig. 38). El tamaño de los predios de pequeña
propiedad particular varía mucho desde 35.2 hectáreas hasta 4617.2 ha (Cuadro 60).
Muchos de los archivos de propiedad de estos predios no cuentan con información legal de
coordenadas georeferenciadas con GPS, por lo que en el presente estudio no fue posible
delimitarlos en el mapa de la figura 38.
Figura 38. Delimitación de los predios que cuentan con información georeferenciada
correspondientes al polígono del Parque Estatal Bosque de Arce y su zona aledaña. Los
números corresponden al número de identificación de los datos de los predios expuestos en
el cuadro 60.
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
207
Cuadro 60. Predios que se encuentran en el polígono del Parque Estatal Bosque de Arce y
en su zona aledaña y que cuentan con información georeferenciada (coordenadas
geográficas).
Número de
identificación en el
mapa
Predio
Las Playas / Plan de
1 Nexcahuite
2 El Veladero
Las Playas / Plan de
3 Nexcahuite
4 Ejido La Cuesta (B)
5 Aserradero MP
Fracción del predio Ojo
6 de Agua del Cuervo
7 La Cumbre
8 La Zarzaparrilla
9 Ocotes y Zarzaparrilla
10 Pedazo Grande
11 Zarzaparrilla Leopoldo
12 Ejido La Cuesta (A)
13 El Veladero
14 El Veladero
Las Playas / Plan del
15 Nexcahuite
16 Poblado La Cumbre
17 El Veladero
18 El Aserradero
19 Ocotes
20 Coamil de Ruelas
Coamil de Ruelas
21 (excedencias)
22 Ejido La Cumbre
Propietario
María del Rosario Peña
Moreno
María del Rosario Peña
Moreno
Área (hectáreas)
Gilberto Peña Moreno
Ejido La Cuesta
Manuel Peña
Gobierno del Estado de
Jalisco (SEDEUR)
María Jesús Agras
José Cortes
Santos Pelayo Sánchez
Virginia Pelayo López
1.08
584.82
36.22
Ejido La Cuesta
Gilberto Peña Moreno
Gilberto Peña Moreno
Lorenzo Peña Palomera
Ejido La Cumbre
María del Rosario Peña
Moreno
Gonzalo y Guillermo de
Robles Bareto
Rosalina de Robles G.
David Mascorro
Velasco
David Mascorro
Velasco
Ejido La Cumbre
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
3.23
97.73
106.86
4,617.20
431.12
95.77
56.20
40.76
1,012.89
30.01
100.43
1.08
276.78
244.86
1.14
35.21
42.90
49.37
3,888.39
208
VIII. Diagnóstico y prospección
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
209
Diagnóstico
Cuadro 61. Diagnóstico de las condiciones actuales y problemática detectada en el medio
natural y medio construido del área propuesta para Parque Estatal Bosque de Arce, de
Talpa de Allende, Jalisco.
ASPECTO
a) Medio natural:
Medio físico:
Geología
Geomorfología,
fisiografía
y
topografía
Clima
CONDICIONES ACTUALES
El sustrato rocoso del área es
relativamente
antiguo
formado
principalmente por tobas ácidas del
Oligoceno-Mioceno y granito del
Cretáceo
Casi la totalidad del área esta
representada por laderas de montaña
con pendientes fuerte (20 - 30°) y muy
fuertemente inclinadas (30 - 45°),
ocupando una superficie total de
5308.9 ha (74.4% del polígono),
recomendadas sólo para protección y
conservación de la cobertura arbórea
El área tiene climas de cálido
subhúmedo al templado subhúmedo.
La presencia de heladas es frecuente en
las partes altas y el valle de Talpa.
Presenta una sequía prolongada entre
los meses de febrero a mayo.
Hidrología
superficial
La mayor parte del área de estudio
cuenta con un coeficiente de
escurrimiento superficial de 10 a 20%
de la precipitación media anual.
Hidrología
profunda
El área de estudio se encuentra ubicada
principalmente
en
una
unidad
geohidrológica
predominantemente
montañosa con material consolidado.
Las rocas de esta unidad se agruparon
por tener escaso fracturamiento,
contenido alto de arcilla y baja
permeabilidad, aunado a la topografía
abrupta que favorece el escurrimiento.
El predominio de un relieve montañoso
con laderas con pendientes fuerte a
muy fuertemente inclinadas. Los suelos
que se han generado a partir de rocas
ígneas intrusivas y tobas ácidas, ha
ocasionado que la mayor parte del área
montañosa este cubierta por suelos de
Edafología
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
PROBLEMÁTICA DETECTADA
La toba ácida y el granito son lentos en
meteorizar, por lo que una vez perdido el
suelo por la erosión, se tiende a formar
suelos ácidos. La formación de suelo es
muy lenta y gradual.
A pesar de que las pendientes abruptas de
terreno no son adecuadas para la ganadería
extensiva y el aprovechamiento forestal
del tipo de matarasa, estas actividades son
comunes y provocan el deterioro de
ecosistemas y la compactación y erosión
de suelos.
La tendencia global de incremento en
temperaturas puede provocar migraciones
de especies templadas de montaña hacia
las partes de mayor elevación. Sin
embargo, la superficie habitable es menor
en esas zonas y las heladas frecuentes
pueden no ser favorables. Las sequías
pueden ser más intensas. Como
consecuencia de la tala en las partes altas
de cuenca, las lluvias de verano pueden
ocasionar inundaciones en los valles y
deslaves en las laderas.
La región a pesar de ser la cabecera de
cuatro cuencas importantes, posee pocos
arroyos perennes. El agua superficial se
destina preferentemente para usos
agrícolas y en menor escala doméstico y
pecuario.
El material consolidado del sustrato rocoso
tiene posibilidades bajas de contener agua
y funcionar como acuífero.
En general los suelos dominantes del área
propuesta para el Parque Estatal Bosque
de Arce, los regosoles y cambisoles, son
poco desarrollados, ácidos, susceptibles a
la erosión y pobres en nutrientes. Los
regosoles tienen baja capacidad de
retención de humedad, lo que para uso
210
tipo Regosol dístrico, Cambisol
dístrico y Leptosol (Litosol)
Características
bióticas:
Vegetación y uso
de suelo
El área propuesta para Parque Estatal
Bosque de Arce alberga una importante
cobertura de bosques y selvas en
diversos estados de conservación, sin
embargo la mayor parte de los bosques
sufre de deterioro por ganadería
extensiva, incendios y tala ilegal. Los
ecosistemas de bosque mesófilo de
montaña, donde se ubica el bosque de
arce, ocupan un 9% del polígono. Estos
ecosistemas tienen un alto valor y
prioridad de conservación a nivel
global, debido a su alta biodiversidad,
endemismos y su alta importancia de
sus
servicios
ambientales
que
producen, como los hidrológicos ,
captura de carbono y estéticos. Los
bosques de coníferas (pino y oyamel)
se encuentran en constantes procesos
de perturbación, tanto natural como
antropogénica, ya que están expuestos
a una mayor frecuencia de vientos
fuertes, incendios y aprovechamiento
forestal legal e ilegal. Los encinares
están muy extendidos en el área y
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
agrícola exige aplicación frecuente de
riego por goteo o por aspersión, pero rara
vez es económico. Muchos regosoles se
utilizan para el pastoreo extensivo. Los
regosoles en las regiones montañosas son
delicados y es mejor dejarlos para un uso
forestal o para conservación de bosques,
pero en la zona de estudio se dedican en
gran parte a la ganadería extensiva y
aprovechamiento forestal en ocasiones a
matarasa.
Los cambisoles son suelos jóvenes, poco
desarrollados con una débil a moderada
alteración de material original y con
ausencia de cantidades apreciables de
arcilla, materia orgánica y compuestos de
hierro y aluminio. Son de moderada a alta
susceptibilidad a la erosión.
Los cambisoles permiten pueden presentar
las
siguientes
limitaciones:
poca
profundidad,
exceso
de
piedras
superficiales, acidez y bajos contenidos de
materia orgánica, lo que les confiere un
pobre contenido de nutrientes. En zonas de
elevada
pendiente
se
recomienda
mantenerlos
con
cubierta
forestal
permanente, pero esta recomendación no
es respetada en algunos predios de la zona
de estudio.
La mayor parte de los bosques del área
sufre de deterioro por ganadería extensiva,
incendios, tala ilegal y resinación de pinos.
El bosque de arce y en general los bosques
mesófilos de montaña del área reciben en
mayor grado el efecto de las
perturbaciones antropogénicas debido a
que sus especies son más susceptibles a la
apertura de claros ocasionada por la
ganadería extensiva, los incendios, la tala
selectiva y la tala a matarasa, e
introducción de cafetales, los que son
relativamente comunes en el área. Los
bosques de oyamel (Abies guatemalensis
var. jaliscana), especie que a pesar de
estar considerada en riesgo por la Norma
Oficial Mexicana, tiene tala ilegal
selectiva. Los bosques de pino en algunos
predios han sido talados a matarasa y están
sujetos a incendios frecuentes. La
extracción de madera para la elaboración
de carbón en común en los encinares. Los
bosques de galería, los bosques tropicales
caducifolios y subcaducifolios son
deforestados constantemente para su
211
Flora
Fauna
Medio
construido:
Características
sociales
y
culturales
presentan también diversos grados de
perturbación por plagas, enfermedades
y tala para obtención de madera y
carbón. Los bosques de galería y los
bosques tropicales caducifolios y
subcaducifolios
contribuyen
a
aumentar
significativamente
la
biodiversidad del área propuesta para
parque y se encuentran muy reducidos
en extensión por su conversión a
pastizales y cafetales.
Los bosques de la región presentan una
de las floras con mayor diversidad y
endemismos de occidente de México.
Particularmente existe una gran
cantidad de especies de alta
importancia florística, por su carácter
relictual,
endémico,
rareza
o
dominancia en los bosques del área,
por ejemplo: arce azucarero (Acer
saccharum subsp. skutchii), podocarpo
(Podocarpus
reichei),
magnolia
(Magnolia pacífica), nogal (Juglans
major), Matudea trinervia, Quercus
insignis, oyamel jalisciense (Abies
guatemalensis var. jaliscana), helecho
arborescente (Cyathea costaricensis),
Ostrya virginiana y varias más.
El área tiene una alta diversidad de
anfibios, reptiles, insectos, mamíferos
y aves. El 50% del total de 19 y 66
especies
de anfibios y reptiles
reportadas para la costa de Jalisco se
han encontrado en el área del
municipio de Talpa, 13 especies de
anfibios y 27 de reptiles. El 50% de las
especies de anfibios y reptiles son
endémicas de México. El área es
importante refugio y corredor biológico
para especies amenazadas o en peligro
de extinción tales como el jaguar, el
tigrillo, jaguarundi, la guacamaya
verde, el loro nuca amarilla, entre
muchas otras.
La población de las comunidades
aledañas al parque es de 709 habitantes
y es eminentemente rural, con la
totalidad de sus localidades menores a
1,000 habitantes, con un promedio de
89 habitantes por comunidad (30 si se
excluye La Cuesta que tiene 504
habitantes). En el área inmediata de
influencia del parque existen 170
viviendas particulares. La población
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
conversión a pastizales para ganado
bovino y cafetales.
Solamente en el bosque mesófilo con arce,
el 21% de la flora vascular de la región se
encuentra en peligro de extinción y el 15%
se encuentra en alguna categoría de riesgo
en la Norma Oficial Mexicana. Existe
saqueo de diversas especies tales como
orquídeas, plántulas de arce y pérdida de
hábitat.
Según el gobierno mexicano (NOM-059ECOL-2001; Luiselli-Fernández, 2002),
14 especies de anfibios y reptiles se
encuentran en alguna categoría de
protección: dos anfibios requieren
protección especial y solamente uno se
encuentra amenazado. Los números
aumentan en el caso de los reptiles, así
tenemos ocho especies que requieren
protección especial y seis que están
amenazadas. La cacería ilegal es muy
frecuente en la zona. Se cazan jaguares,
pumas, zorras, mapaches, pecarías,
venados, tejones, chonchos.
La problemática social esta íntimamente
ligada a la económica. Existe migración
del campo a la ciudad, principalmente de
jóvenes que no encuentran atractivo el
trabajo en el sector agropecuario y son
captados por actividades de servicios en
ciudades como Puerto Vallarta, Ameca y
Guadalajara. Una importante fracción de la
población no cuenta con servicios básicos,
como energía eléctrica o agua entubada.
212
Características
económicas
tiende a ser joven y a vivir en
residencias con más de 4 integrantes.
La zona recibe un alto flujo de
visitantes por peregrinaciones durante
seis periodos al año de festividades
religiosas. La infraestructura carretera
es incipiente en general en el
municipio.
La economía de Talpa depende de la
actividades agrícolas y pecuarias,
constituyendo el 54.23% del valor de la
producción; añadiendo el sector
forestal, prácticamente dos terceras
partes (64.8%) de la economía depende
de su relación con el medio ambiente.
Los servicios, comercio y manufactura
representan un tercio de la economía de
Talpa. En el municipio la mayor parte
de la población económicamente activa
se dedica a ser empleado o a trabajar
por su cuenta. El 38 % se dedica al
sector agropecuario, el 15.5% es
artesano u obrero, el 12% es
comerciante y el 5% prestador de
servicios.
El
sector
primario
(agricultura), secundario (manufactura)
y terciario (servicios) son los más
prevalentes en el municipio.
El
incremento de la actividad pecuaria,
principalmente ganado bovino de carne
y seguido por bovino de leche, han sido
las actividades que han tenido mayor
crecimiento. El incremento de la
actividad agrícola, esta principalmente
constituido por la expansión y
contracción del área sembrada para
maíz. De 1997 a 2005 la extensión de
superficie dedicada a pastizales se
incremento en un 50% y la de maíz
disminuyó en un 50%. El inventario
ganadero registra 6 especies de
animales producidos en el municipio,
bovinos, porcinos, aves, colmenas,
caprinos y ovinos. En 1995 el 95.64%
del valor del inventario ganadero lo
constituyeron los bovinos de carne
(84.74%), porcinos (6.21%) y bovinos
de leche (4.69%). Dos grupos de
especies forestales son las que se
explotan mayoritariamente en el
municipio de Talpa: pinos y encinos,
que corresponden respectivamente al
88.3% y 11.7% del total del volumen
extraído.
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
En las comunidades aledañas al parque el
51% de las viviendas usan leña, el 27% no
tiene sanitario y el 29% no cuenta con
drenaje. El porcentaje de carreteras
pavimentadas es muy bajo en el
municipio, el relieve montañoso dificulta
la construcción y mantenimiento de
caminos rurales.
Los principales problemas económicos
detectados en el área aledaña al polígono
que afectan principalmente al sector
agropecuario y forestal son de carácter
global: Altos precios de insumos
agropecuarios y de combustibles para
transporte de productos; bajos precios de
venta de los productos debida en gran
parte al intermediarismo; ganadería
extensiva en laderas de pendientes
fuertemente inclinadas; sequias, incendios
y heladas normales y por cambio
climático; plagas y enfermedades;
agotamiento y erosión de suelos; baja
creación de valor agregado a los productos
por descapitalización y falta de
capacitación y de educación profesional y
tecnológica.
213
214
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
Prospección
Cuadro 62. Prospección de condiciones del medio natural y medio construido del Parque
Estatal Bosque de Arce de Talpa de Allende, Jalisco.
ASPECTO
PROYECCION A FUTURO SIN LA
PROTECCION LEGAL Y
OPERATIVA POR EL PARQUE
ESTATAL
A) Medio natural. Medio físico
Geología,
Sin el régimen de protección, las laderas
geomorfología y
de montaña con pendientes de
topografía.
medianamente a muy fuertemente
inclinadas que cubren 99% del polígono,
continuarían
deteriorándose
y
degradándose por la compactación de
suelos provocada por la ganadería
extensiva, por los incendios y por los
desmontes a matarasa que actualmente se
practican.
Los
suelos
podrían
desaparecer de laderas con las pendientes
más pronunciadas. La toba ácida y el
granito, que son los sustratos rocosos de
área del parque, a parte de tender a
formar suelos ácidos, son lentos en
meteorizar, por lo que una vez que se
eliminen los suelos por la erosión, estos
tardarían cientos o miles de años para
formar nuevo suelo, lo cual provocaría
un escenario de baja muy baja fertilidad
y deterioro de todos los ecosistemas y su
biodiversidad.
Suelos
La mayor parte del área montañosa esta
cubierta por suelos de tipo Regosol
dístrico, Cambisol dístrico y Leptosol
(Litosol). Estos suelos son superficiales,
poco profundos, poco desarrollados,
ácidos, susceptibles a la erosión y pobres
en nutrientes, éstos serían fácilmente
erosionados y eliminados de las laderas
con pendientes fuertes, que son las que
predominan en el polígono. Los
aprovechamientos forestales legales e
ilegales, la ganadería extensiva y los
incendios provocados por falta de
protección
del
área
seguirían
ocasionando el empobrecimiento de
estos suelos, mayor erosión, una menor
SAVHO CONSULTORIA Y CONSTRUCCION SA DE C.V.
PROYECCION A FUTURO CON LA
PROTECCION LEGAL Y
OPERATIVA POR EL PARQUE
ESTATAL
La declaratoria y operación del Parque
Estatal Bosque de Arce de Talpa,
coadyuvará a la protección de la
cobertura forestal actual. Los bosques
podrían mantener una cobertura vegetal
suficiente para evitar la compactación y
erosión de los suelos. La protección de
los suelos conferida por los bosques es
un factor fundamental para la
conservación de los ecosistemas y para
el mantenimiento de los servicios
ambientales
que
éstos
generan,
particularmente en esta zona de la Sierra
de Cacoma. El mayor aporte de materia
orgánica y la consiguiente mayor
humedad captada por los bosques
protegidos ayudará a acelerar la
formación de suelos, que para el caso de
rocas de toba ácida y granito
generalmente la tasa de meteorización es
lenta y su consiguiente formación de
suelos también. El régimen de
protección respeta la aptitud de los
terrenos montañosos abruptos que es la
de generadores de diversos servicios
ambientales y protección de la cobertura
forestal.
La protección de los bosques protegerá a
los suelos de tipo Regosol, Cambisol y
Leptosol que dominan en la región
montañosa propuesta. Se mantendrá la
fertilidad de los suelos promoviendo
procesos de enriquecimiento de los
ecosistemas y de su biodiversidad.
También con el mayor aporte de materia
orgánica a los suelos éstos tendrán
mayor capacidad de retención de agua y
de infiltración a los acuíferos
subterráneos.
215
Hidrología
superficial
fertilidad y una mayor acidez. Esto
afectaría la estructura y funcionamiento
de todos los ecosistemas, una
disminución de la biodiversidad, de la
biomasa vegetal, carbono capturado, de
agua en los mantos acuíferos y mayores
riesgos de inundaciones en las partes
bajas.
La mayor compactación y erosión de los
suelos
ocasionaría
un
aumento
considerable en la cantidad y velocidad
de los escurrimientos superficiales
torrenciales en épocas de lluvia, lo que a
su vez ocasionaría una mayor erosión y
un aumento en la frecuencia e intensidad
de inundaciones en los valles de Talpa,
Rincón de Mirandillas, La Cuesta, La
Cumbre de Guadalupe y otros del
Municipio de Tomatlán.
Hidrología
subterránea
La mayor compactación y erosión de los
suelos por ganadería extensiva, incendios
y tala a matarasa provocan una menor
infiltración y recarga de los acuíferos,
por
consiguiente
una
menor
disponibilidad del recurso agua durante
las épocas de estiaje en los valles de
Talpa, Rincón de Mirandillas, La Cuesta,
La Cumbre de Guadalupe y otros del
Municipio de Tomatlán
Clima
El área propuesta para parque contiene
ecosistemas de climas cálidos, templados
en sus altitudes medias y elevadas. La
vegetación esta adaptada a diferentes
climas en los que el factor altitud es muy
importante. Con el calentamiento global
y diferentes cambios en el clima regional
originados por la deforestación de zonas
de baja elevación, las especies de flora y
fauna no tendrán la capacidad de migrar
y adaptarse a estos cambios climáticos.
La falta de un área natural protegida en
el área propuesta no garantizaría la
cobertura forestal continua necesaria
para la migración y adaptación de
especies, por lo cual estas verían
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La protección de los bosques y suelos
conferida por el Parque Estatal y el
control de la ganadería extensiva, la tala
y los incendios evitarán que los suelos
sigan compactándose y erosionándose, y
por lo contrario, darán la oportunidad de
mejorar la capacidad que tienen los
suelos de capturar, retener e infiltrar el
agua para aumentar su almacenamiento
en acuíferos subterráneos y al mismo
tiempo disminuir la velocidad e
intensidad de los escurrimientos
superficiales durante las temporadas de
lluvias. El control de escurrimientos
provocado por la protección de bosques
a su vez evitará inundaciones graves en
los valles y poblados cercanos.
La protección de los bosques y suelos y
el control de la ganadería extensiva, la
tala y los incendios evitarán que los
suelos
sigan
compactándose
y
erosionándose, y por lo contrario darán
la oportunidad de mejorar la capacidad
que tienen los suelos de capturar, retener
e infiltrar el agua para aumentar su
almacenamiento
en
acuíferos
subterráneos y así aumentar la
disponibilidad de agua para los
habitantes de la región en la temporada
de sequía.
La protección de los diversos
ecosistemas forestales a lo largo de los
diferentes pisos altitudinales que tiene el
área propuesta para Parque Estatal
proveerá de refugios para la migración y
adaptación de especies sensibles a los
cambios climáticos. El polígono del
Parque esta diseñado para abarcar
diferentes pisos altitudinales y formará
así un corredor biológico altitudinal a la
vez que un importante refugio para la
aclimatación, adaptación y migración de
las especies de flora y fauna más
amenazadas, las más sensibles a cambios
climáticos.
Sin
embargo,
esta
oportunidad de ofrecer refugio a
216
afectadas sus poblaciones y estarían en
mayor riesgo de extinción.
Medio natural. Medio biótico
Vegetación
Sin la protección legal del Parque Estatal
los diferentes tipos de vegetación que
aun cubren el área del polígono estarían
más expuestos a tala ilegal y
aprovechamientos no sustentables. Los
bosques mesófilos de montaña, de entre
los cuales el bosque de arce forma parte
importante, estarían expuestos al impacto
de aprovechamientos forestales no
sustentables sobre bosques adyacentes de
pino, encino y oyamel. La tala de estos
últimos provocaría un aumento en los
efectos de borde negativos al producir
zonas deforestadas con ambientes más
secos no aptos para el desarrollo y
supervivencia de especies de ambientes
húmedos, como las especies de arce y de
bosques mesófilos de montaña. El
aumento en la frecuencia e intensidad de
tala, incendios y compactación de suelos
provocaría una paulatina sustitución de
bosques mesófilos de montana con alta
biodiversidad por bosques de pino o
encino con menor biodiversidad.
Flora
En ausencia de un área natural protegida,
como sería el caso del Parque Estatal, las
especies de flora estarían más
amenazadas y en mayor riesgo de
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especies migrantes no será suficiente,
sobre todo para las especies de
ecosistemas fríos, las cuales ante un
calentamiento global no podrían emigrar
a partes más altas de las montañas por la
razón que ya no existen partes mas altas.
Solo una serie de áreas naturales
protegidas a lo largo de un gradiente
latitudinal podría ayudar en este caso, y
al menos el Parque Estatal Bosque de
Arce seria el primer refugio para que en
un futuro se le incorporen otros refugios
en un gradiente norte sur, de tal manera
que las especies tuvieran la oportunidad
de migración altitudinal y latitudinal que
se requiere ante eventos de cambio
climático.
Con la protección legal y operativa del
Parque Estatal todos los ecosistemas
forestales tendrán la oportunidad de
continuar sus procesos evolutivos
naturales
y
sus
procesos
de
recuperación, tanto en su biodiversidad,
como en su biomasa, estructura y
funciones. Particularmente el bosque de
arce, que ha sido uno de los más
afectados por la deforestación, tendrá la
oportunidad de mantenerse y recuperar
su ambiente húmedo y su suelo profundo
necesarios para su supervivencia.
Igualmente los bosques mesófilos de
montaña, que en occidente de México
han sido reducidos por el clima, cambios
orográficos y la deforestación a
comunidades
muy
fragmentadas,
deterioradas, pequeñas y aisladas,
tendrán la oportunidad de restaurar la
conectividad entre sus fragmentos y
mejorar así la salud fisiológica y
genética de sus especies de flora y fauna.
Los bosques tropicales caducifolios y
subcaducifolios, que en la actualidad han
sido convertidos a potreros y cafetales,
en el Parque estatal tendrán la
oportunidad de regenerar su alta
biodiversidad que los caracterizaba antes
de sus deforestaciones masivas de la
vertiente costera de Jalisco en el siglo
pasado.
Con la protección oficial del Parque
Estatal todas las especies de flora, sobre
todo las más sensibles a la perturbación,
tendrían mayor oportunidad de recuperar
217
Fauna
extinción
por
aprovechamientos
forestales no bien supervisados, tala
ilegal, incendios y ganadería extensiva.
El valioso refugio que representa el
bosque de arce para una gran cantidad de
especies cuyos géneros, que algunos
como el arce (Acer), datan su existencia
en América desde el Mioceno, podría
desaparecer. La flora del bosque
mesófilo de montaña tales como
Magnolia pacífica, Juglans major,
Podocarpus reichei, Abies guatemalensis
var. jaliscana, Quercus insignis, Ostrya
virginiana, Carpinus caroliniana, entre
muchos otras, estarían expuestas a
drásticos cambios de temperatura y
humedad, con ambientes más secos. Esto
reducirá sus poblaciones y habrá mayor
riesgo de extinción local y regional.
La alta diversidad de anfibios, reptiles,
insectos, mamíferos y aves adaptados a
ambientes húmedos de los bosques de
arce y bosques mesófilos de montaña del
área del parque se vería afectada sin un
régimen de protección legal y operativo.
El 50% de las especies de anfibios y
reptiles de esta región de Talpa son
endémicas de México, si no se evitan los
factores
actuales
de
deterioro,
principalmente la ganadería extensiva, la
tala y los incendios de copa, estas
especies no estarían adaptadas para
sobrevivir en ambientes mas secos por lo
que
sus
poblaciones
estarían
directamente amenazadas. El área es
importante refugio y corredor biológico
para especies amenazadas o en peligro de
extinción tales como el jaguar (Panthera
onca), el tigrillo (Leopardus wiedii),
jaguarundi (Puma yaguaroundi), la
guacamaya verde (Ara militaris), el loro
cabeza amarilla (Amazona oratrix), entre
muchas otras. En todo el Occidente de
México en la actualidad ya existen muy
pocos refugios y corredores biológicos
para animales grandes como el jaguar
(Panthera onca), el puma (Puma
concolor), el venado cola blanca
(Odocoileus virginianus) y el pecari
(Tayassu tajacu). De no protegerse el
polígono del bosque de arce este
importante refugio para la fauna mayor
estaría expuesto al deterioro de sus
hábitats más importantes como son los
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sus poblaciones y así disminuir su riesgo
de extinción.
Particularmente el arce azucarero o
maple tendría la oportunidad de
recuperar sus poblaciones y su ambiente,
donde la tala de árboles ha sido muy
frecuente en el siglo pasado. Al proteger
las áreas que rodean al bosque de arce,
esta especie, juntos con la gran
diversidad de especies que comparten su
espacio, podrán recolonizar en forma
natural sus ambientes y asi la cobertura
de bosques mesófilos de montaña, podrá
recuperar su extensión original previa al
disturbio de los aprovechamientos
forestales no sustentables.
Los bosques de arce, los bosques
mesófilos de montaña y los bosques
tropicales
caducifolios
y
subcaducifolios, albergan una gran
diversidad de especies animales que
están fuertemente amenazadas por su
pérdida de hábitat, cambios climáticos y
cacería furtiva. La protección de sus
hábitats no solo ayudara a mantener las
poblaciones actuales sino que provocará
también una recuperación de éstas. Si
bien no garantizaría suficiente hábitat
para especies de fauna mayor que
requieren grandes extensiones de hábitat
como el jaguar y el puma, al menos si
lograría proveer de un refugio regional y
un eslabón de corredor biológico para
que estas especies puedan alimentarse,
refugiarse y desplazarse al noroeste y
sureste por las estribaciones de la Sierra
Madre del Sur, funcionando como
corredor biológico para al escaso
archipiélago
de
áreas
naturales
protegidas que existe en el occidente de
México, aumentando así su conectividad
con otras áreas naturales protegidas
donde existen otros pocos eslabones de
protección como son la Reserva de la
Biósfera Sierra de Manantlán, la Reserva
de la Biósfera Chamela-Cuixmala, la
Sierra de Vallejo y la Cuenca
Alimentadora del Distrito de Riego 043
Río Ameca-Rio Santiago.
218
bosques mesófilos de cañadas y los
bosques tropicales caducifolios y
subcaducifolios, y a su vez estas especies
estarían más expuestas a la cacería
furtiva y a la cacería por daños al ganado
y a la agricultura.
B) Medio construido
Economía
Pueden existir pérdidas económicas en
las actividades agrícolas y forestales si se
continúa con el régimen de incendios,
tala a matarasa y ganadería extensiva
actuales, ya que estas actividades
ocasionan inundaciones, compactación y
erosión de suelos. Los poblados en las
partes bajas de la montaña serían los
afectados
principales.
Con
estas
actividades sin control, los suelos
pierden su fertilidad al compactarse y
erosionarse haciéndolos poco propicios
para la agricultura y producción forestal
y haría que las labores de restauración
fueran más costosas y tardadas.
La menor recarga de acuíferos generada
por la compactación y erosión de los
suelos,
provocaría
una
perdidas
económicas en la agricultura, ganadería,
sector forestal, industrial y de servicios
en
la
temporada
de
estiaje
principalmente. Esta menor recarga de
acuíferos también se vería reflejada en
una menor cantidad de corrientes de agua
perennes e intermitentes, lo que
ocasionaría paisajes mas secos, menos
biodiversos, lo que redundaría en una
disminución de la actividad turística de
la región, ya que las corrientes de agua
son un importante atractivo turístico de
la región montañosa del occidente de
Jalisco, al ser por si misma atractivas
para actividades recreativas, pero
también al ayudar a mantener ambientes
húmedos como el bosque de arce y otros
bosques mesófilos de la región, que
también son por si mismos otros
atractivos turísticos.
Aspectos sociales La zona al ser eminentemente
y culturales
montañosa, con la mayoría de sus laderas
con pendientes fuertemente inclinadas,
representa para sus 709 habitantes una
zona con potencial para la generación de
servicios ambientales que la población
local puede aprovechar para su desarrollo
económico, social y cultural. Sin
embargo, si no se protegen los recursos
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El mayor efecto económico de la
protección, por medio del Parque
Estatal, de ecosistemas del bosque de
arce y adyacentes, es sobre la generación
de servicios ambientales, los servicios
hidrológicos, de captura de carbono, de
conservación de la biodiversidad y
servicios
estéticos,
culturales
y
recreativos.
Particularmente
la
conservación y protección de los
bosques repercutirá directamente sobre
una mayor captura de agua y una mejor
regulación de su almacenamiento en los
mantos freáticos para proveer del vital
recurso hídrico durante todo el año,
incluyendo la temporada seca, para las
actividades
agrícolas,
pecuarias
industriales, domésticas y de servicios.
El sector turístico será uno de los más
beneficiados ya que el parque
aumentaría la cantidad y calidad de
atractivos naturales disponibles para los
turistas. Los habitantes de los
alrededores del área propuesta podrán
ser beneficiados incorporándose como
proveedores de servicios turísticos. Ríos
y arroyos aumentaran su caudal y la
higiene de sus aguas sería beneficiada
por una menor presencia de ganadería
extensiva, por lo que estas corrientes de
agua serán en si otro atractivo turístico.
La migración del campo a la ciudad,
principalmente de jóvenes, podría
reducirse si un sector de la población se
incorpora a la economía como
prestadores de servicios turísticos. El
ingreso adicional por compensación de
servicios ambientales que recibiría la
población podrá mejorar sus condiciones
económicas y de acceso a servicios
219
Infraestructura
naturales estos servicios no se generarían
y seguiría el detrimento de sus únicas
fuentes de desarrollo económico y social.
Si no se protegen los recursos naturales,
en este caso los bosques y arroyos, y si
la población, que tiende a ser joven, no
encuentra soluciones económicas, una
vez que estén deteriorados sus bosques
puede dedicarse a devastar lo poco que
les quede y una vez que esto este agotado
se verían en la necesidad de emigrar
fuera de sus comunidades, lo que a su
vez impide el desarrollo por falta de
mano
de
obra
y
población
económicamente activa. Si no hay
régimen de protección del área los miles
de peregrinos de festividades religiosas
que transitan por el área pueden
ocasionar incendios o algún otro tipo de
deterioro, si tampoco no existe presencia
educativa en la zona. Un Parque Estatal
es una institución importante, una figura
básica
de
educación
ambiental,
recreación e investigación científica en la
región. Si no se crea el parque, faltará de
esta presencia educativa, recreativa y
científica en la región y en la población,
lo que conducirá a mantener el
desconocimiento y la desvalorización de
la importancia de los recursos naturales y
de los servicios ambientales que estos
generan para la población.
Sin la adecuada infraestructura de
caminos rurales y planificación de zonas
sin carreteras, el deterioro de los suelos
puede ser más rápido. La compactación
del suelo y la erosión provocaría que los
escurrimientos superficiales tuvieran
mayor intensidad y velocidad en las
laderas y talúdes de carreteras, lo cual
provocaría mayor deterioro de la
carretera, terracerías y brechas de la
zona. Los deslaves e inundaciones en
laderas y valles del área aledaña al
polígono puede dañar la infraestructura
en áreas agrícolas, ganaderas y de
asentamientos humanos.
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básicos, como energía eléctrica o agua
entubada. La importante cultura de
peregrinación y festividades religiosas
del municipio de Talpa se podrá
enriquecer incorporándole la imponente
belleza de paisajes y atractivos naturales
que tendrá el Parque Estatal y su zona
aledaña al polígono. Los paisajes y
zonas montañosas pueden servir para
recreación de los peregrinos de Talpa.
220
El mantenimiento de los caminos rurales
y la carretera seria menos costoso y
menos laborioso debido a que la
escorrentía superficial en laderas y sobre
estos caminos disminuiría en velocidad
en época de lluvias. Esto como resultado
del mejoramiento de la capacidad de los
suelos de absorber e infiltrar el agua a
los mantos freáticos, producto de una
recuperación en la cubierta vegetal. La
infraestructura en campos agrícolas y
ganaderos y en asentamientos humanos
estaría mas segura de no sufrir daños por
inundaciones después de lluvias
torrenciales, debido a la mejor capacidad
de retención y almacenamiento de agua
que tendrán los bosques al recuperar su
cobertura vegetal en las laderas.
221
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IX. Zonificación y Delimitación de
Unidades Ambientales de Manejo
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222
Criterios de Zonificación
En el proceso de zonificación y delimitación de Unidades Ambientales del Parque Estatal
Bosque de Arce se tomaron en cuenta criterios tanto científicos, como administrativos y
operativos, considerándose las condiciones actuales, la proyección a futuro, el uso
ambiental potencial del territorio y el cumplimiento de los objetivos del área.
1. Criterios para zonificación de Zonas Núcleo
De acuerdo con el Anteproyecto de reglamento de Áreas Naturales Protegidas del Gobierno
del Estado de Jalisco (SEMADES 2010) las Zonas Núcleo tendrán como principal objetivo
la preservación de los ecosistemas a mediano y largo plazo, y que podrán estar
conformadas por las siguientes subzonas: Subzonas de Protección y Subzonas de Uso
Restringido.
Subzonas de Protección
Son aquellas superficies dentro del Área Natural Protegida, que han sufrido muy poca
alteración, así como ecosistemas relevantes o frágiles y fenómenos naturales, que requieren
de un cuidado especial para asegurar su conservación a largo plazo.
Las subzonas de protección tendrán por objeto mantener las condiciones de los
ecosistemas representativos de las áreas, así como la continuidad de los procesos
ecológicos y el germoplasma que en ellos se contiene, por lo tanto se establecerán en:
a) Superficies que no hayan sido significativamente alteradas por la acción del hombre;
b) Contengan elementos de ecosistemas únicos o frágiles, o sean el escenario de fenómenos
naturales que requieren una protección integral, y
c) Sean propicias para el desarrollo, reintroducción, alimentación y reproducción de
poblaciones de vida silvestre, residentes o migratorias, incluyendo especies en riesgo. En
las subzonas de protección, sólo se permitirá realizar actividades de monitoreo del
ambiente, de investigación científica que no implique la extracción o el traslado de
especimenes, ni la modificación del hábitat.
En primer lugar se establecieron las Zonas Núcleo (Subzonas de Protección), como
las áreas con mayor valor biológico y de servicios ambientales del Parque Estatal, que
permitan la continuidad de procesos evolutivos y ecológicos, además de preservar la
biodiversidad en sus distintas escalas, genética, de poblaciones, de comunidades, de
ecosistemas y de paisaje. Como el objetivo principal del Parque Estatal es la protección y
conservación de los ecosistemas de montaña, principalmente los bosques mesófilos de
montaña, de entre los cuales el bosque de arce forma parte fundamental, se inició con la
delimitación de las unidades de cañadas donde se ubican los remanentes de estos bosques
mesófilos de montaña y de cañadas donde potencialmente pudieron haber existido dichos
bosques y que actualmente están deforestadas, reforestadas por especies pioneras o hasta
invadidas por algunas especies exóticas. Esta delimitación inicial de bosques mesófilos de
montaña incluyó también la ubicación de bosques de oyamel jalisciense (Abies
guatemalensis var. jaliscana), debido a la importancia de esta subespecie endémica de la
región y que se encuentra en categoría de protección por la Norma Oficial Mexicana. Esta
delimitación de áreas de vegetación actual y potencial de bosque de arce, de bosques
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223
mesófilos de montaña y de bosques de oyamel, se realizó con base a su ubicación por
clasificación híbrida de los tipos de vegetación y de los tipos de uso de suelo a partir de
trabajo con imágenes multiespectrales de satélite del sistema Landsat 7 2007 (con
resolución de 28 m) e imágenes de alta resolución (1.1 m) del sistema Google Digital Globe
2009 (Quickbird). La ubicación de áreas potenciales para la restauración de bosques de
arce, bosques mesófilos de montaña y bosques de oyamel, dentro y fuera de las Zonas
Núcleo, se realizó con base a la detección de topoformas o cañadas de concavidad alta (que
están generalmente correlacionadas con presencia potencial de estos bosques con altos
requerimientos de ambientes húmedos), a través del uso de modelos digitales de elevación
y su comparación con el mapa generado de tipos de vegetación y uso de suelo (Fig. 39)
Se incluyó en Zonas Núcleo un gradiente altitudinal de vegetación tropical y
templada que abarca desde las zonas más bajas con ecosistemas de bosque tropical
caducifolio, bosque tropical subcaducifolio, bosque de galería y bosques de encino tropical,
hasta las partes medias y altas con bosques de pino y bosques templados de encino, además
de los ya mencionados bosques mesófilos de montaña y bosques de oyamel. La inclusión
de todos los ecosistemas mencionados en las Zonas Núcleo se consideró de alta prioridad,
ya que además de formar una zona que amortigua la conservación en el bosque de arce,
estos ecosistemas son por sí mismos de alto valor de conservación por la alta biodiversidad
y servicios ambientales que generan y que aportan al Parque Estatal.
Se utilizaron criterios ecológicos y biogeográficos para delimitar la extensión y
forma de los polígonos de las Zonas Núcleo. Esencialmente se buscó evitar los efectos de
borde negativos al escoger zonas con suficiente extensión y formas lo más cercano posible
a las formas circulares recomendadas para reducir el perímetro y dicho efecto de borde
(Vargas-Rodriguez et al. 2010). Las Zonas Núcleo se delimitaron de tal manera que
tuvieran una zona circundante de amortiguamiento con suficiente extensión para reducir
aún más los efectos de borde negativos y la perturbación.
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224
225
Figura 39. Mapa de las áreas con bosque de arce y otros tipos de bosque mesófilo de
montaña (vegetación actual y potencial) del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce de
Talpa de Allende, Jalisco.
Subzonas de Uso Restringido
Son aquellas superficies en buen estado de conservación donde se busca mantener las
condiciones actuales de los ecosistemas, e incluso mejorarlas en los sitios que así se
requieran, y en las que se podrán realizar excepcionalmente actividades de
aprovechamiento que no modifiquen los ecosistemas y que se encuentren sujetas a estrictas
medidas de control. Las áreas con programas de pago o compensación por servicios
ambientales vigentes se proponen como Subzonas de Uso Restringido para que
eventualmente o gradualmente con anuencia de ejidatarios o propietarios puedan fungir
como ampliación de Subzonas de Protección y puedan seguir concursando por beneficios
económicos del pago por servicios ambientales bajo la categoría de Zonas Núcleo.
Las subzonas de uso restringido, son porciones del territorio representadas por
ecosistemas que mantienen condiciones estables y en donde existen poblaciones de vida
silvestre, incluyendo especies consideradas en riesgo por las Normas Oficiales Mexicanas.
En estas subzonas sólo se permitirá:
a) La investigación científica y el monitoreo del ambiente;
b) Las actividades de educación ambiental y turismo de bajo impacto ambiental que no
impliquen modificación de las características o condiciones originales;
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c) La construcción de instalaciones de apoyo, exclusivamente para la investigación
científica y monitoreo del ambiente, y
d) Excepcionalmente la realización de actividades de aprovechamiento que no modifiquen
los ecosistemas.
2. Criterios para zonificación de Zonas de Amortiguamiento
Las zonas de amortiguamiento tendrán como función principal orientar a que las
actividades de aprovechamiento, se conduzcan hacia el desarrollo sustentable, creando al
mismo tiempo las condiciones necesarias para lograr la conservación de los ecosistemas de
ésta a largo plazo, y podrán estar conformadas básicamente por las siguientes subzonas:
a) Subzona de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales: Aquellas superficies
en las que los recursos naturales pueden ser aprovechados, bajo esquemas de
aprovechamiento sustentable;
b) Subzona de uso público: Aquellas superficies que presentan atractivos naturales para la
realización de actividades de recreación y esparcimiento, en donde es posible mantener
concentraciones de visitantes, en los límites que se determinen con base en la capacidad de
carga de los ecosistemas;
f) Subzona de recuperación: Aquellas superficies en las que los recursos naturales han
resultado severamente alterados o modificados, y que serán objeto de programas de
recuperación y rehabilitación.
A) Criterios para zonificación de Subzonas de Uso Público
Subzonas de Educación Ambiental
Para el fomento de la educación ambiental, la recreación y esparcimiento se determinó
establecer dos unidades, una Unidad de Senderos Interpretativos para la educación
ambiental, recreación ecológica y esparcimiento, y otra Unidad de Educación Ambiental
incorporada a la Estación Científica donde se lleven a cabo actividades de investigación
científica y educación ambiental exclusivamente.
La Unidad de Senderos Interpretativos debe contar con algunos elementos básicos como
son:
 Un sistema de senderos accesibles al público de diferentes edades y condiciones
físicas, que atraviese una parte del bosque de arce y los otros ecosistemas
representativos del parque y que garantice la protección de flora, fauna y suelos. Se
podrá aprovechar el sistema de brechas actual como sendero principal (de la
Estación Científica hasta Peña del Cuervo y La Cumbre de Guadalupe), así como la
vereda de entrada al bosque de arce hasta el punto del arroyo con helechos
arborescentes.
 Una serie de miradores o parajes de observación e interpretación científica de la
naturaleza.
 Una serie de áreas de descanso y esparcimiento.
La Unidad de Educación Ambiental incorporada a la Estación Científica debe contar con
los elementos:
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226
-
Aula de Usos múltiples
Área de talleres
Vivero de propagación de especies nativas
Área de servicios básicos (sanitarios ecológicos)
Unidad de Investigación Científica
Como una tercera Unidad de Uso Público se propone establecer la Estación Científica,
donde se pueda realizar investigación de alto nivel científico en beneficio de la
conservación del medio ambiente del parque y de su región de influencia. Dicha estación
podrá tener su ubicación en el área de inicio de la brecha que conduce a La Cumbre de
Guadalupe, en su confluencia con la carretera Talpa-Tomatlán, esto con base en criterios
de acceso a servicios (vías de comunicación, energía eléctrica y agua potable) y supervisión
de acceso de vehículos y personas al Área Núcleo del Bosque de Arce. Dicha área cuenta
con superficies planas o de pendientes suaves propicias para la construcción de dicha
estación. Esta Estación Científica al menos deberá contar con los siguientes elementos:
- Área de laboratorio
- Área de herbario y colecciones zoológicas
- Vivero de propagación de especies nativas, endémicas y amenazadas.
- Cubículos de investigación
- Área de Recursos Informáticos
- Área de servicios básicos (sanitario ecológico, dormitorio, cocina-comedor,
estacionamiento pequeño)
- Estación meteorológica
B) Criterios para zonificación de Subzonas de Aprovechamiento Sustentable de
Recursos Naturales
Las subzonas de aprovechamiento sustentable de recursos naturales, tendrán por
objeto el desarrollo de actividades productivas bajo esquemas de sustentabilidad y
la regulación y control estricto del uso de los recursos naturales. Se establecerán
preferentemente en superficies que mantengan las condiciones y funciones
necesarias para la conservación de la biodiversidad y la prestación de servicios
ambientales. En dichas subzonas se permitirá:
a) El aprovechamiento y manejo de los recursos naturales renovables, siempre que
estas acciones generen beneficios preferentemente para los pobladores locales;
b) La investigación científica;
c) La educación ambiental;
d) El desarrollo de actividades turísticas;
e) El aprovechamiento sustentable de la vida silvestre conforme a las disposiciones
legales y reglamentarias aplicables.
Las áreas con aprovechamiento forestal actual con permisos vigentes o con manejo
tradicional de cafetal bajo sombra también se proponen como Subzonas de
Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales para que puedan continuar con su
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227
manejo productivo durante su vigencia de permiso actual y para que gradualmente
concursen con la finalidad de mantenerse beneficiadas en programas de pagos o
compensación por servicios ambientales, una vez que se termine el periodo de vigencia de
sus aprovechamientos.
C) Criterios para zonificación de Subzonas de Recuperación
Las Subzonas de Recuperación serán áreas donde se pretenda la restauración de funciones
ambientales mediante la aplicación de medidas correctivas o limitativas. Estas subzonas son
aquellas superficies en las que los recursos naturales han resultado severamente alterados o
modificados, y que serán objeto de programas de recuperación y rehabilitación.
Subzonas de Recuperación o Restauración Activa
Serán unidades que requieren de acciones correctivas para inducir o acelerar el proceso de
restauración de los ecosistemas. Este tipo de recuperación activa se requerirá en las áreas
donde los ecosistemas están muy deteriorados y degradados, a tal punto que sin la
intervención humana no podrían llegar a regenerarse a su condición previa al disturbio o
que para recuperarse tardarían periodos de tiempo demasiado prolongados. En este caso
están incluidos los terrenos con deforestación extensa en superficie y en intensidad y los
terrenos erosionados como los taludes de las carreteras y los expuestos a compactación del
suelo y sobrepastoreo. También en este caso se incluyen las áreas que han sido deforestadas
y que no cuentan con fuentes de propágulos o semillas de especies nativas cercanas para su
recolonización.
Se identificaron tres tipos de Subzonas de Recuperación Activa:
-Subzona de Restauración de Taludes y Bordes de Carretera y Brechas: Son unidades que
requieren acciones de restauración de la cobertura vegetal y algunas otras obras de
ingeniería para la estabilización de taludes y borde de carreteras y brechas.
-Suibzona de Restauración de Suelos: Son unidades que requerirán de acciones de
restauración de la cubierta vegetal original en suelos erosionados y compactados expuestos
al sobrepastoreo de ganado.
-Subzona de Restauración de Bosques: Son áreas previamente ocupadas por bosques
primarios, tales como bosque de arce, bosques mesófilos de montaña, bosques de oyamel,
bosques tropicales caducifolios, bosques tropicales subcaducifolios y bosques de galería
que han sido talados, incendiados o deteriorados a tal grado que su proceso de regeneración
natural es imposible o demasiado lento, por lo que requieren de acciones de reintroducción
de sus especies nativas.
Subzonas de Recuperación Pasiva o Regeneración Natural
Son unidades en las que sus ecosistemas originales han sido ligera o moderadamente
deteriorados hasta un punto en que podrían recuperarse por si solos sin la necesidad de
intervención humana, a excepción de la acción de limitar o eliminar el agente de disturbio.
Estas unidades están representadas por los bosques en los que se ha hecho un
aprovechamiento selectivo moderado donde han dejado algunos individuos de cada especie
como fuentes de semilla para su regeneración natural.
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Delimitación y caracterización de la unidades ambientales
A) Zonas Núcleo (Subzonas de Protección y Subzonas de Uso Restringido)
Subzonas de Protección
Las Subzonas de Protección de las Zonas Núcleo son unidades que permitirán la
continuidad de procesos evolutivos además de preservar la diversidad genética de especies
nativas. Dentro del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce se proponen tres Zonas
Núcleo en la categoría de Subzonas de Protección (Fig. 40):
Zona Núcleo I “Cañada del Refugio-Bosque de Arce-Ojo de Agua del Cuervo”
La Zona Núcleo I constituye la zona con mayor valor biológico, ambiental y cultural del
Parque Estatal, por lo que tiene alta prioridad para su protección y conservación. Su mayor
valor biológico radica en que en ella se encuentra uno de los relictos de bosque de arce
mejor conservado en climas subtropicales de México y Guatemala, que junto con un
fragmento de bosque en la Sierra de Manantlán son los dos únicos relictos de bosque de
arce del occidente de México. Sin embargo esta zona núcleo del bosque de arce de Talpa
alberga una mayor biodiversidad de especies arbóreas relictuales del occidente de México,
tales como el mismo Acer saccharum subsp. skutchii (arce o maple), Magnolia pacífica,
Cyathea costaricensis (helecho arborescente), Podocarpus reichei, Matudea trinervia,
Ostrya virginiana, Abies guatemalensis var. jaliscana, entre muchas otras. El alto valor
ambiental de esta Zona Núcleo I radica, entre otras cosas, en que es la cabecera de la
cuenca del Río Talpa, a la cual provee del recurso hídrico con un arroyo permanente, el
cual garantiza el aporte del vital líquido a todo el valle de Talpa aún en época seca. Si en
esta cabecera de cuenca se protegen y restauran sus bosques, sus suelos mejorarán su
capacidad infiltración y almacenamiento de agua disminuyendo así el riesgo de
inundaciones en el valle de Talpa durante las lluvias torrenciales. El estado de conservación
de sus bosques varía de algunos pocos relativamente bien conservados hasta bosques muy
deteriorados por la tala, los incendios y el ganado. El alto valor cultural de esta Zona
Núcleo I radica en que la población de Talpa de Allende ya se ha apropiado de concepto de
ser poseedora y protectora del bosque de arce, como un emblema distintivo del municipio
de Talpa de Allende, además de tener un alto potencial como atractivo turístico, que
fortalece aún más la vocación turística de la Región Sierra Occidental de Jalisco.
La Zona Núcleo I propuesta se extiende a lo largo de toda la cuenca del arroyo
perenne Paso Hondo (cañada El Refugio) (Fig. 40). Dicho arroyo es alimentado por
diversos afluentes secundarios perennes también, como el arroyo Borrascoso (al centronorte de la Zona Núcleo) y el arroyo Madroño (al Sur-Sureste de la Zona Núcleo) que en
conjunto mantienen un nivel de humedad adecuado para el bosque de arce y los demás
bosques mesófilos de montaña que albergan en sus cañadas. En términos generales los
límites de la Zona Núcleo I son: Al Oeste limita con la carretera Talpa-Tomatlán y con
parte de la brecha que va de esta carretera a La Cumbre de Guadalupe. Al Norte colinda
con crestas parteaguas que van desde Paso Hondo hasta los Picachos de la cabecera del
Arroyo Agua Fría. Al Este colinda con crestas de montaña que van desde el Picacho de
Agua Fría hasta la Peña del Cuervo. Al Sur limita con las crestas parteaguas de la Sierra de
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Cacoma y la brecha principal que va de la carretera Talpa-Tomatlán hacia La Cumbre de
Guadalupe.
230
Figura 40. Propuesta de zonificación del Parque Estatal Bosque de Arce de Talpa de
Allende, Jalisco.
Zona Núcleo II “La Cumbre-Cuenca Alpisahua”
La Zona Núcleo II es la más extensa de las tres zonas núcleo propuestas para el Parque
Estatal Bosque de Arce. La delimitación de esta zona se realizó como respuesta a la
necesidad de proteger todo el gradiente altitudinal que representa la cobertura de los
diferentes tipos de ecosistemas desde los bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios
en las partes bajas, pasando por los bosques de encino tropical y los bosques mesófilos de
montaña en las partes medias, hasta los bosques templados de pino-encino y bosque de
oyamel en las partes altas. Sus bosques de oyamel que se mezclan con los bosques
mesófilos de montaña en sus partes bajas, son catalogados con alta prioridad de
conservación biológica por albergar a la subespecie de oyamel o abeto jalisciense (Abies
guatemalensis var. jaliscana), subespecie endémica del occidente de México y catalogada
como amenazada por la Norma Oficial Mexicana. Con la protección de esta zona núcleo
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será posible salvaguardar una gran diversidad de especies de flora y fauna tanto tropicales
como templadas. Esta zona núcleo por sí sola puede alberga una diversidad de especies
mucho mayor a la de la Zona Núcleo I al incluir en su extensión a los bosques tropicales
que se caracterizan por su alta biodiversidad. Esta zona núcleo ha sido muy poco explorada
biológicamente y es posible que contenga especies aún no reportadas para la región o
incluso aún no conocidas por la ciencia.
El valor ambiental del la Zona Núcleo II es alto, ya que cuenta con una amplia
cobertura forestal que representa una zona de captura de carbono extensa, además de que
también cuenta con una extensa zona de bosque tropical caducifolio deforestado, que al ser
restaurado aumentará considerablemente la captura de carbono. Otro gran valor ambiental
de esta zona núcleo es el de los servicios hidrológicos que genera. Una franja en la parte
media-alta de la cuenca del rio Alpisahua capta la lluvia de la zona con mayor precipitación
media anual del occidente de México, con precipitaciones mayores a los 2000 mm, por lo
que es básico conservar en buenas condiciones la cobertura forestal de esta zona núcleo,
para regular los escurrimientos superficiales y la infiltración y recarga de mantos freáticos.
De esta manera la Zona Núcleo II una vez protegida contribuirá significativamente a
conservar y aumentar el aporte de este valioso recurso hídrico a la extensa región agrícola
de los valles y piedemonte de los Municipios de Talpa de Allende y Tomatlán, en la
vertiente del Pacífico.
La Zona Núcleo II en términos generales colinda al Norte con la cresta parteaguas
de la Sierra de Cacoma y la brecha principal que comunica al poblado de la Cumbre de
Guadalupe con la carretera Talpa-Tomatlán. Al Oeste colinda con la cresta parteaguas entre
las cuencas del río Alpisahua y la del río El Ahuacate en su parte sur, y con el lindero oeste
del predio particular La Cumbre en su parte norte. Al Sur colinda con la cresta parteaguas
entre la cuenca del río Alpisahua y la del río Tezcalama. Al Este colinda con el predio
cedido al Ejido La Cumbre, en el lindero oriental del predio particular La Cumbre en su
parte sur y con la brecha principal que comunica al poblado de La Cumbre de Guadalupe
con la carretera Talpa-Tomatlán en su parte norte.
Zona Núcleo III “Cuenca del Roble Borneo”
La Zona Núcleo III presenta la característica especial de albergar, además de una gran
diversidad de especies de bosque mesófilo de montaña, a la especie de roble
“borneo”,”bornio” o “encino avellano” (Quercus insignis), que es una especie rara en
occidente de México y que se caracteriza por poseer las “bellotas” (nueces) más grandes en
su género (Fig. 21). Esta especie de roble borneo en México sólo se conoce en Jalisco y
Veracruz, por lo que tiene una distribución disyunta muy interesante desde el punto de vista
biogeográfico. En ésta Zona Núcleo III esta especie de roble borneo convive con otras
especies de bosque mesófilo de montaña relictuales, también muy valiosas desde el punto
de vista biólógico y biogeográfico, tales como Magnolia pacífica, Matudea trinervia,
Podocarpus reichei, Alchornea latifolia, Carpinus caroliniana,
Solanum
schlechtendalianum, entre muchas otras.
La Zona Núcleo III se ubica en una pequeña cuenca que drena las aguas de las
partes altas del cerro Cuesta de Herón y las crestas parteaguas que colindan al norte con la
cuenca del arroyo Monte Grande. Esta cuenca de la Zona Núcleo esta cubierta por bosques
mesófilos de montaña en las partes bajas de las cañadas y bosques de pino y de encino-pino
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en las partes altas. Casi la totalidad del área propuesta para Zona Núcleo esta cubierta por
estos bosques, con muy escasos pastizales o áreas agrícolas. La Zona núcleo III colinda al
Este y al Sur con las crestas del cerro Cuesta de Herón y al Oeste y al Norte con las crestas
parteaguas de la cuenca del arroyo Monte Grande.
Zonas Núcleo IV y V (Subzonas de uso restringido)
Las áreas de alto valor biológico que actualmente están con algún uso productivo o que
tienen programas vigentes de pago o compensación por servicios ambientales se proponen
como Subzonas de uso restringido para que eventualmente o gradualmente con anuencia de
ejidatarios o propietarios puedan fungir como ampliación de Zonas Núcleo de Protección y
puedan seguir concursando por beneficios económicos del pago por servicios ambientales
bajo la categoría de Zonas Núcleo. Dentro del polígono del parque estatal se proponen dos
Subzonas de uso restringido:
Zona Núcleo IV (Subzona de uso restringido “Cabecera de Cuenca del Río
Mirandilla”)
Esta Zona Núcleo IV se encuentra ubicada en las cañadas que forman la cabecera de cuenca
del Río Mirandilla, en la parte sur del área común del Ejido La Cumbre de Guadalupe, en la
zona oriental del polígono del Parque Estatal Bosque de Arce. Se propone su transición
gradual a Zona Núcleo IV a Subzona de Protección debido tiene un alto valor biológico por
sus bosques de oyamel jalisciense (Abies guatemalensis var. jaliscana), bosques mesófilos
de montaña, y bosques de encino y pino, sin embargo actualmente presenta usos forestales
bajo dos categorías: una área se encuentra en el programa de pago por servicios ambientales
hidrológicos y otra área se encuentra con permiso vigente de aprovechamiento forestal
maderable. Se propone que una vez terminada la vigencia del permiso de aprovechamiento
esta área se incorpore al programa de pago por servicios ambientales y de esta manera se
puedan preservar sus bosques como zona núcleo numero 5 del Parque Estatal Bosque de
Arce.
En términos generales esta Zona Núcleo IV tiene como límites al Norte la cresta
parteaguas que colinda con la cuenca del Río Tepehuajes. Al Este colinda con el Río
Mirandilla. Al sur colinda con la cresta del cerro Cumbre de Guajolotes. Al Este colinda
con el lindero del predio particular La Cumbre y con la brecha que comunica al poblado de
La Cumbre de Guadalupe con la carretera Talpa-Tomatlán.
Zona Núcleo V (Subzona de uso restringido “Cabecera de Cuenca del Río
Tepehuajes-Picacho de Agua Fría”)
Es una zona cuyo valor biológico radica en que tiene elementos importantes de bosque
mesófilo de montaña y oyamel jalisciense (Abies guatemalensis var. jaliscana). Sin
embargo actualmente presenta uso de ganadería extensiva, por lo que se propone su
transición a Zona Núcleo 4 para que sea incorporada a programa de conservación de bosque
con pago de servicios ambientales. En términos generales esta zona colinda al Norte con el
arroyo que baja del Puerto del Diablo. Al este colinda con las crestas montañosas que se
ubican al sur del Puerto del diablo. Al Sur y al Oeste colinda con las estribaciones del
Picacho de Agua Fría.
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B) Zonas de Amortiguamiento: Subzonas de Uso Publico, Subzonas de
Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales y Subzonas de
Recuperación
Subzonas de Uso Público
Como Subzonas de Uso Publico se proponen cuatro categorías: Unidades de Educación
Ambiental, Unidades de Recreación (Miradores), Estación de Investigación Científica y
Unidades de Infraestructura Carretera.
Unidades de Educación Ambiental
Para el fomento de la educación ambiental, la recreación y esparcimiento se determinó
establecer dos unidades, una Unidad de Senderos Interpretativos para la educación
ambiental, recreación y esparcimiento, y otra Unidad de Educación Ambiental incorporada
a la Estación Científica donde se lleven a cabo actividades de educación ambiental
exclusivamente.
La Unidad de Senderos Interpretativos contará con algunos elementos básicos como son:



Un sistema de senderos accesibles al público de diferentes edades y condiciones físicas, que
atravesará una parte del bosque de arce y los otros ecosistemas representativos del parque y
tendrá la señalización suficiente para garantizar la protección de flora, fauna y suelos. Este
sistema de senderos se ubicará aprovechando las brechas de saca de madera abandonadas y
tendrá como sendero principal la brecha que comunicara la Estación Científica con La
Peña del Cuervo y La Cumbre de Guadalupe), así como la vereda de entrada al bosque de
arce hasta el punto del arroyo con helechos arborescentes.
Una serie de miradores o parajes de observación e interpretación de la naturaleza.
Una serie de áreas de descanso y esparcimiento en áreas con relieve menos abrupto.
Se propone que la Unidad de Educación Ambiental incorporada a la Estación Científica
cuente con los siguientes elementos:
-
Aula de Usos múltiples
Área de talleres y cursos
Vivero con invernaderos para la propagación de especies nativas
Área de servicios básicos (sanitarios ecológicos)
Unidades de Recreación
Se establecerán Áreas de Recreación para el esparcimiento de los visistantes bajo estrictas
medidas de control para la protección de los recursos naturales. Estas unidades consistirán
en tres areas de miradores de contemplación de la naturaleza y sus paisajes. Un mirador se
ubicara en el puerto hacia la Cuesta, otro en la entrada al bosque de arce y el tercero en el
area de la Peña del Cuervo.
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Unidad de Investigación Científica
Como una tercera Unidad de Uso Público se propone establecer la Estación Científica,
donde se pueda realizar investigación de alto nivel científico en beneficio de la
conservación del medio ambiente del parque y de su región de influencia. Se propone que
dicha estación tenga su ubicación en el área de inicio de la brecha que conduce a La
Cumbre de Guadalupe, en su confluencia con la carretera Talpa-Tomatlán, esto con base
en criterios de acceso a servicios (vías de comunicación, energía eléctrica y agua potable) y
supervisión de acceso de vehículos y personas al Área Núcleo del Bosque de Arce. Dicha
área cuenta con superficies planas o de pendientes suaves propicias para la construcción de
dicha estación. Esta Estación Científica al menos deberá contar con los siguientes
elementos:
-
Área de laboratorio
Área de herbario
Vivero e invernadero de propagación de especies nativas, endémicas y amenazadas.
Cubículos de investigación
Área de Recursos Informáticos
Área de servicios básicos (sanitario ecológico, dormitorio, comedor)
Estación meteorológica
Unidades de Infraestructura Carretera
Se ubicarán al margen de la carretera Talpa-Tomatlán con una extensión de 20 m a cada
lado de la carretera para uso publico de comunicaciones, transporte, mantenimiento y
restauración en taludes y bordes de carretera.
Subzonas de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales
Las áreas con aprovechamiento forestal actual con permisos vigentes, ganadería extensiva,
agricultura o con manejo tradicional de cafetal bajo sombra también se proponen
como Subzonas de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales para que puedan
continuar con su manejo productivo durante su vigencia de permiso actual o un tiempo
suficiente para estimular y conseguir apoyo para gradualmente ser ingresadas a programas
de pagos o compensación por servicios ambientales, una vez que se termine el periodo de
vigencia de sus aprovechamientos.
Dentro del polígono del Parque Estatal se proponen cinco Subzonas de
Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales:
Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales I “La Cuesta”
En esta Unidad de Manejo se incluyen dos tipos de ambientes: una zona alta de laderas con
pendientes fuertemente inclinadas. y una zona baja con laderas de pendientes de inclinación
moderada, ambas zonas atravesadas en su parte central por la terracería que comunica a la
cabecera municipal de Talpa de Allende con el municipio de Tomatlán y que próximamente
será revestida con pavimento. La zona alta abrupta se ubica en las faldas sureñas del cerro
Cuesta de Herón y de otras cumbres de la Sierra de Cacoma ubicadas inmediatamente al
oriente de la Cuesta de Herón. Esta unidad colinda al Norte y al Este con ambas cumbres y
entre éstas se encuentra el puerto que comunica el valle de Talpa con los valles de La
Cuesta. Colinda al suroeste y al sur con pequeñas propiedades y terrenos del Ejido La
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Cuesta. Esta zona alta esta cubierta por diversos fragmentos de bosque tropical caducifolio
y bosque de encino tropical tanto abierto como cerrado, inmersos ambos en una matriz de
vegetación secundaria y con algunos elementos de bosque mesófilo de montaña en cañadas
protegidas. Esta zona alta por lo abrupto del terreno actualmente no tiene uso productivo
aparente, sin embargo esta expuesta a la ganadería extensiva en baja a mediana intensidad y
a la extracción hormiga de leña o madera por su cercanía a la terracería Talpa-Tomatlán. La
zona baja esta conformada por cafetales tradicionales bajo sombra trabajados por y
pertenecientes al Ejido La Cuesta. Estos cafetales están inmersos entre vegetación de
bosque tropical caducifolio, bosque tropical subcaducifolio, encinares tropicales y algunos
elementos de bosque mesófilo de montaña. Actualmente estos cafetales están incluidos en
el programa de pago por servicios ambientales de la Comisión Nacional Forestal
(CONAFOR). De acuerdo con el potencial que tiene el cultivo tradicional de café para
albergar elementos de la vegetación nativa este sistema productivo es compatible con la
conservación biológica del Parque Estatal, siempre y cuando se controle que en la
composición de especies del dosel del cafetal se mantengan el mayor número posible de
especies nativas y se evite la introducción de especies exóticas. Se propone mantener esta
unidad en su actual sistema de producción y conservación y que se promueva como un
sistema proveedor de servicios ambientales hidrológicos, de captura de carbono y de
biodiversidad siempre y cuando se respete le permanencia y restauración de especies de
flora y fauna nativas en los cafetales.
Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales II “El Refugio”
Esta Unidad de Manejo es un área relativamente pequeña en los alrededores de la localidad
de El Refugio, se ubica ambos lados de la nueva carretera asfaltada Talpa-Tomatlán. Esta
unidad representa el inicio del valle de Talpa en su parte sur y debido a su accesibilidad y
topografía con algunas laderas con pendientes moderadas actualmente tiene un uso
productivo con ganadería extensiva y cultivos de maíz por propietarios de la localidad de El
Refugio. También presenta fragmentos de bosque de pino en sus laderas más abruptas. Esta
unidad se propone como de Manejo Transicional a Servicios Ambientales, con la premisa
de que se puede permitir continuar en uso agropecuario por un periodo suficiente para
buscar con el apoyo del gobierno y otras instituciones el cambio a otra alternativa
productiva sustentable que permita la recuperación de la cubierta forestal original y la
recuperación de un ecosistema biodiverso con especies nativas, u otra alternativa que
implique el pago o compensación por servicios ambientales.
Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales III “Cabecera de
Cuenca del Arroyo Agua Fría-Tepehuajes-”
Esta Unidad de Manejo es un área relativamente pequeña que se ubica en la parte alta de la
cuenca del Arroyo Agua Fría-Tepehuajes. Colinda al Noroeste, Oeste y Sur con las
estribaciones del Picacho de Agua Fría, al Noreste y Este con las estribaciones de las
crestas ubicadas al sur del Puerto del Diablo. Actualmente tiene un uso productivo con
ganadería extensiva y aprovechamiento forestal por propietarios del Ejido La Cumbre y
localidades cercanas. También presenta fragmentos de bosque de pino-encino y oyamel en
sus laderas más abruptas. Esta unidad se propone como de Manejo Transicional a Servicios
Ambientales, con la premisa de que se puede permitir continuar en uso agropecuario o
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aprovechamiento forestal sustentable por el periodo de vigencia del permiso o por un
periodo suficiente para buscar con el apoyo del gobierno y otras instituciones el cambio a
otra alternativa productiva sustentable que permita la recuperación de la cubierta forestal
original y la recuperación de un ecosistema biodiverso con especies nativas, u otra
alternativa que implique el pago o compensación por servicios ambientales.
Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales IV “Cabecera de
Cuenca del Río Mirandilla-Ejido La Cumbre”
Esta Unidad de Manejo es un área relativamente pequeña que se ubica en la parte alta de la
cuenca del Río Mirandilla. Esta unidad esta ubicada al Oeste del afluente principal del Río
Mirandilla y colinda al Oeste con la Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos
Naturales “Cabecera de Cuenca del Río Mirandilla”. Actualmente tiene un uso productivo
con ganadería extensiva y aprovechamiento forestal por propietarios del Ejido La Cumbre.
También presenta fragmentos de bosque de pino-encino y oyamel en sus laderas más
abruptas. Esta unidad se propone como de Manejo Transicional a Servicios Ambientales,
con la premisa de que se puede permitir continuar en uso agropecuario o aprovechamiento
forestal sustentable por el periodo de vigencia del permiso o por un periodo suficiente para
buscar con el apoyo del gobierno y otras instituciones el cambio a otra alternativa
productiva sustentable que permita la recuperación de la cubierta forestal original y la
recuperación de un ecosistema biodiverso con especies nativas, u otra alternativa que
implique el pago o compensación por servicios ambientales.
Subzona de Aprovechamiento Sustentable de Recursos Naturales V “La Cumbre de
Guajolotes-La Cumbre de Guadalupe”
Esta Unidad de Manejo que se ubica en la parte alta de la Sierra de Cacoma, en la unidad
geomorfológica de laderas de pendiente suave y pequeños valles que se encuentran
colindando al Este con las localidades de La Cumbre de Guajolotes y La Cumbre de
Guadalupe y al Oeste y al Sur con las estribaciones de la Sierra y la Zona Núcleo II. Al
Norte colinda con el área común del Ejido La Cumbre. Actualmente tiene un uso
productivo con ganadería extensiva, cultivos agrícolas y aprovechamiento forestal por
propietarios del Ejido La Cumbre. También presenta fragmentos de bosque de pino-encino
y oyamel en sus laderas más inclinadas. Esta unidad se propone como de Manejo
Transicional a Servicios Ambientales, con la premisa de que se puede permitir continuar en
uso agropecuario o aprovechamiento forestal sustentable por el periodo de vigencia del
permiso o por un periodo suficiente para buscar con el apoyo del gobierno y otras
instituciones el cambio a otra alternativa productiva sustentable que permita la recuperación
de la cubierta forestal original y la recuperación de un ecosistema biodiverso con especies
nativas, u otra alternativa que implique el pago o compensación por servicios ambientales.
Subzona de Recuperación
Las Unidades de Recuperación serán áreas donde se pretenda la restauración de funciones
ambientales mediante la aplicación de medidas correctivas o limitativas. Se encuentran
ubicadas en toda la matriz de la Zona de Amortiguamiento, en los terrenos alrededor de las
Zonas Núcleo y entre éstas y las Zonas de Uso Publico y de Aprovechamiento Sustentable
de Recursos Naturales. También se ubican dentro de las Zonas Núcleo, ya que el deterioro
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de los ecosistemas esta muy extendido en todo el polígono del parque. En estas unidades de
recuperación se propone como medida restrictiva la eliminación de los principales agentes
de disturbio, como son la ganadería extensiva y del aprovechamiento forestal. Igualmente
para estas unidades se proponen sistemas de prevención, control y manejo del fuego.
Subzonas de Recuperación o Restauración Activa
Serán unidades que requieren de acciones correctivas para inducir o acelerar el proceso de
restauración de los ecosistemas. Este tipo de recuperación activa se requerirá en las áreas
donde los ecosistemas están muy deteriorados y degradados, a tal punto que sin la
intervención humana no podrían llegar a regenerarse a su condición previa al disturbio o
que para recuperarse tardarían periodos de tiempo demasiado prolongados. En este caso
están incluidos los terrenos con deforestación extensa en superficie y en intensidad y los
terrenos erosionados como los taludes de la carretera y los expuestos a compactación del
suelo y sobrepastoreo. También en este caso se incluyen las áreas que han sido deforestadas
y que no cuentan con fuentes de propágulos o semillas de especies nativas cercanas para su
recolonización.
Se proponen para el parque estatal tres tipos de Subzonas de Recuperación Activa:
-Unidades de Restauración de Taludes, Bordes de Carretera y Brechas: Son unidades que
requieren acciones de restauración de la cobertura vegetal y algunas otras obras de
ingeniería para la estabilización de taludes y borde de carreteras y brechas. Estas unidades
se localizan en los bordes de la obra de ampliación y pavimentación de la carretera TalpaTomatlán y en las brechas que comunican las localidades de la Cumbre de Guadalupe con
la carretera Talpa-Tomatlán y con El Rincón de Mirandilla principalmente.
-Unidades de Restauración de Suelos: Son unidades que requerirán de acciones de
restauración de la cubierta vegetal original en suelos erosionados y compactados expuestos
al sobrepastoreo de ganado. Estas unidades están muy dispersas se ubican en las laderas y
partes altas que han estado más expuestas al sobrepastoreo de ganado y a los incendios en
toda la Zona de Amortiguamiento del Parque Estatal, al igual que en algunas áreas de las
Zonas Núcleo.
-Unidades de Restauración de Bosques: Son áreas previamente ocupadas por bosques
primarios, tales como bosque de arce, bosques mesófilos de montaña, bosques de oyamel,
bosques tropicales caducifolios, bosques tropicales subcaducifolios y bosques de galería
que han sido talados, incendiados o deteriorados a tal grado que su proceso de regeneración
natural es imposible o demasiado lento, por lo que requieren de acciones de reintroducción
de sus especies nativas. Estas unidades están también dispersas y se localizan tanto en las
Zonas Núcleo como en las Zonas de Amortiguamiento.
Subzonas de Recuperación Pasiva o Regeneración Natural
Son unidades en las que sus ecosistemas originales han sido ligera o moderadamente
deteriorados hasta un punto en que podrían recuperarse por si solos sin la necesidad de
intervención humana, a excepción de la acción de limitar o eliminar el agente de disturbio.
Estas unidades están representadas por los bosques en los que se ha hecho un
aprovechamiento selectivo moderado donde han dejado algunos individuos de cada especie
como fuentes de semilla para su regeneración natural. Estas unidades también se localizan
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tanto en las Zonas Núcleo como en las Zonas de amortiguamiento y están muy dispersas
por todo el polígono del parque, debido a que la mayor parte de los bosques ha presentado
algún grado de alteración, tanto por la tala selectiva o tala a matarasa, como por los
incendios y ganadería extensiva.
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