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Cuando salimos a pasear por los entornos de nuestros pueblos no es
raro encontrarnos con algún lugar singular al que llaman “Peña del Diablo”,
“Balcón de las Brujas”, “Cueva de los Moros”, y un sinfín de topónimos que nos
invitan a pensar en las leyendas ocultas y en los secretos que guardan en su
interior esos conjuntos rocosos con formas, a veces, muy sugerentes.
Nuestra geografía muestra una gran cantidad de elementos pétreos
singulares, que, bien por su forma natural o por los trabajos que, en tiempos
precristianos, el ser humano ha realizado sobre ellos (entalladuras de todo tipo
en su superficie, petroglifos, cuevas, espacios de almacenamiento, habitáculos,
etc.), han tenido, a lo largo del devenir de su historia, alguna finalidad ritual y
críptica o funcional. Así pues, podemos encontrar …
… cuevas excavadas en la roca que se utilizaron para ritos de paso …
… piedras singulares de forma fálica que eran veneradas por su poder
fecundante…
… petroglifos de ocultos significados…
… altares rituales en los que se ofrecían sacrificios y ofrendas a los dioses
paganos…
… entalladuras que bien podrían haber sido una representación del firmamento
en la tierra o muestra de la incidencia del sol en los equinoccios y los
solsticios…
… “pilas” y “cazoletas” que servían para realizar ofrendas y libaciones de
agradecimiento por los bienes que daba la Madre Tierra…
… eremitorios rupestres aislados en los roquedos…
… rocas en las que se apañaban los matrimonios…
… toros de oro y tesoros secretos ocultos en cuevas…
… grabados rituales en abrigos rupestres y graffitis pastoriles…
… y otros muchos elementos líticos que guardan en su interior los secretos de
la historia. Porque las rocas son el alma del paisaje.
Muchos de estos secretos de las rocas continuaron en el acervo popular
a través de las ermitas, como la cristianización de muchos de los lugares que
habían sido dedicados a cultos paganos, y en sus romerías donde pervive un
rescoldo de ese ancestral culto a la Madre Tierra. También pervivieron en las
leyendas y en rituales que hoy todavía se siguen celebrando (la plantación del
mayo, hogueras, poderes curativos de las plantas, etc.).
En el románico, y más tarde en el gótico, los secretos de las piedras a
través de sus signos lapidarios y representaciones se han mantenido para
algunos iniciados; la construcción de los edificios ha seguido unos cánones
marcados por el cosmos y sus solsticios y equinoccios.
Y también hay historias y leyendas en lugares rocosos donde el hombre
trabajó la piedra con fines funcionales: lagares rupestres para pisar la uva y
obtener el mosto, canteras para extraer ruellos para las eras, ruedas de molino
o pilas para el aceite, columbarios, refugios para personas y animales en los
momentos de descanso de las tareas del campo. Y la tradición oral, en muchas
ocasiones, está presente en estos parajes.
Esta serie trata de desentrañar e interpretar todos esos secretos que
guardan muchas de esas piedras que nuestros antepasados adoraron,
respetaron, convirtieron en ídolos y que fueron el origen de muchas leyendas e
historias de “moros y moras”, de brujas y diablos, de piedras fecundantes, de
gigantes y númenes, que se han transmitido generación tras generación. Y
otras piedras también que fueron trabajadas para que el ser humano pudiera
dedicarse a sus tareas del campo y elaboración de los productos obtenidos de
la tierra.
Peña del Diablo en La Almunia de San Juan.
Salida de la cueva de los Moros de Torres de Montes.
En cada uno de los lugares visitados, Eugenio Monesma estará
acompañado por algún personaje de la localidad que se convierta en la voz de
las piedras, o por especialistas y estudiosos de los elementos pétreos que nos
darán a conocer los motivos por los que fueron transformadas. Son muchos los
conjuntos pétreos de interés y sus secretos que queremos dar a conocer en
esta serie, entre los que cabe destacar:
-
Misteriosas cuevas “de moros” excavadas por nuestros antepasados en
la roca, únicas en Europa, cuyo uso sería cultual: fecundidad,
enterramiento, ritos de iniciación... Sería como rozar la mano de los
ancestros y sentir su veneración por la Naturaleza.
-
Piedras fálicas, rocas inclinadas deslizantes y oquedades a las que las
mujeres acudían para recibir la fuerza fecundante de la naturaleza.
Singulares por sus dimensiones, por su estado de conservación y
porque todavía quedan testimonios sobre su uso para potenciar la
fecundidad.
-
Rocas con leyendas de serpientes, de encuentros de brujas y de
apariciones de diablos, de ritos de endemoniadas...
-
Altares rupestres que tenían una finalidad cultual de petición de agua y
de agradecimiento a la Madre Naturaleza por los bienes recibidos.
-
Altares tallados en la roca, de los que todavía pervive en la memoria
colectiva su uso para “cortar las cabezas”, o como “piedras de
sacrificios”.
-
Conjuntos rocosos con tumbas antropomorfas, piletas para realizar
abluciones y cazoletas rituales.
-
Ermitas y conjuntos pétreos destinados a funciones rituales paganas,
que más tarde se cristianizaron adaptándose a los cultos anteriores.
-
Lugares excavados en la roca para la obtención de agua en fuentes y
pozos y su almacenamiento en aljibes o aljubs.
-
Excavaciones rupestres para almacenar alimentos en cías o silos.
-
Casetas de campo y cuevas vivienda que han utilizado el interior de la
roca como material constructivo, donde los campesinos compartían el
espacio con los animales de labor.
-
Eremitorios rupestres en los que se recluían y aislaban del mundo
aquellos que deseaban la paz de la soledad.
-
Lagares tallados en la roca junto al viñedo, donde se pisaba la uva y se
obtenía el mosto, evitando el transporte de la uva hasta la casa y el
retorno de la brisa u orujo para abonar el campo.
-
Montones de piedras de los que cuenta la leyenda que había que arrojar
piedras para retener las almas de los muertos.
-
Canteras de piedra que proporcionaron la materia prima para extraer de
ellas las piedras de molino, las pilas para el aceite o el vino, o los sillares
para la construcción de edificios.
-
Abrigos rupestres en los que los hombres de la prehistoria dejaron la
impronta pictórica de sus deseos de caza y de veneración a la Madre
Naturaleza.
-
Cuevas de apariciones milagrosas o habitadas por gigantes, moras y
otros seres legendarios y fantásticos.
-
Abrigos naturales en la roca que fueron utilizados por los pastores más
cercanos a nuestro tiempo, en los que dejaron grabados sus nombres,
trazos esquemáticos o figuras humanas.
-
Cárceles en las que los reos han dejado en sus paredes la impronta de
su paso. Y elementos de tortura para doblegar a los reos utilizados a lo
largo de la historia.
-
Cruces, petroglifos y marcas con ocultos significados que el ser humano
ha tallado en la roca con alguna finalidad ritual.
-
Conjuntos pétreos que muestran pequeñas cavidades talladas en su
superficie, con una determinada orientación en el terreno que podrían
cumplir una función de calendario astral.
-
Piedras con historia que servían para delimitar los términos entre
comunidades o límites de propiedad.
-
Rocas de petición de deseos y de rogativa de los beneficios de la Madre
Tierra. Y también piedras junto a las que se iban a apañar los
matrimonios.
-
Fósiles vinculados a la tradición popular, a los que se les atribuían
propiedades curativas y protectoras.
-
Balcones pétreos de brujas y de diablos, en los que se han conservado
leyendas.
-
Agujeros en la roca o piedras rituales vinculados a la proyección del sol
en los solsticios o en los equinoccios, y de la luna en su fases.
-
Columbarios, palomares, abejares y otras construcciones que han tenido
la roca como materia prima para su ubicación.
-
Y otros muchos conjuntos pétreos que encierran secretos cuya
interpretación queda abierta a los investigadores.
Las visitas a las piedras rituales o funcionales y las historias en ellas
recogidas, que serán el hilo conductor del programa, nos trasladarán a otros
escenarios geográficos y temáticos donde participaremos de reportajes cortos
relacionados con los temas que se indican a continuación:
-
Expertos en astronomía nos hablarán de cómo veían nuestros
antepasados el cosmos, qué significaban para ellos los solsticios, los
equinoccios o los eclipses, la importancia del sol, de la luna o de las
estrellas en su ciclo vital, en el de los animales y en los cultivos.
-
Volveremos a la prehistoria recreando la fabricación de armas (hondas,
arcos y flechas, etc.) y útiles de sílex, la transformación del cuero, la
molienda del cereal y la elaboración del pan, el trabajo en los telares,
con las fibras vegetales, la elaboración de la cerámica o la fundición y
forja de los metales.
-
Conoceremos técnicas prehistóricas con los metales como la obtención
del hierro a partir de las piedras, la fundición de bronces para la
elaboración de exvotos e ídolos, el acuñado de monedas…
-
Explicaremos el oficio de cantero y los trabajos con la piedra a través de
las técnicas medievales que se utilizaron para esculpir y dar historia a
los capiteles.
-
Descubriremos los secretos de la técnica de la pintura al fresco, con las
mismas artes que se utilizaron en la Edad Media.
-
Nos hablarán de la medicina y veterinaria populares que se utilizaban en
la antigüedad.
-
Visitaremos los poblados íberos, celtíberos, romanos o árabes que han
sido integrados en nuestro patrimonio y leeremos su historia a través de
las piezas en ellos recuperadas y de las máquinas de guerra que
participaron en su destrucción.
-
Acompañados por historiadores o por vecinos conocedores de su
patrimonio nos adentraremos en el significado de los símbolos ocultos
de las catedrales, de las ermitas y de otros edificios del románico y del
gótico.
-
Participaremos en rituales festivos cuyos orígenes se pierden en la
noche de los tiempos y que han llegado hasta nuestros días
manteniendo las raíces paganas.
-
Daremos a conocer los ambientes primitivos y medievales a través de la
recreación de fiestas que nos trasladen a los tiempos de aquellos
antepasados que tenían en las piedras sus centros de culto.
-
Y todo aquello que está escondido en la tradición popular que podamos
descifrar a través de las gentes de nuestros pueblos, de los
investigadores y de los estudiosos, con un lenguaje sencillo que
contribuya a dar a conocer nuestro patrimonio material e inmaterial.