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CIENCIA
El cerebro de Morfeo
Dos estudios en las revistas JAMA Neurology y The Journal of Neuroscience acaban de demostrar los efectos devastadores de la falta de sueño en el cerebro. Desde la predisposición a padecer enfermedades como el Alzheimer a severas alteraciones neuronales. Manuel Martín-Loeches, del Centro de Evolución y Comportamiento Humanos, analiza sus resultados.
El sueño, ese período de apa- hay que respetarlas. Quitarle ho- para gran cantidad de determi- exceso puede ser fatal, y por eso
rente inactividad al que tene- ras al sueño sale caro. En los úl- nadas hormonas que son funda- hay que eliminar ciertas cantimos que rendir tributo cada día timos años se han ido determi- mentales para el crecimiento y dades diariamente. Esta operade nuestra vida, es en estos mo- nando algunos de los efectos el desarrollo del cerebro; por eso ción se realiza durante el sueño,
los recién nacidos necesitan tan- por lo que si reducimos su dumentos un tema de gran interés concretos de la falta de sueño.
tas horas de sueño. Sin embar- ración, nuestros niveles de betapara la comunidad científica.
go, esos mismos fenómenos son amiloide serán más elevados. La
Probablemente esta creciente PÉRDIDA DE MEMORIA
fascinación por el sueño esté re- Uno de los más notables y es- fundamentales con indepen- importancia de estos resultalacionada con la más mundana pectaculares es quizá la pérdi- dencia de nuestra edad; el ce- dos será más que evidente si teconstatación por parte de las ad- da de la capacidad de atención rebro está vivo, en continuo nemos en cuenta que los dos
ministraciones públicas de que y, sobre todo, de memoria, es- cambio, y necesitamos esas sus- principales sustratos biológicos
la carencia de sueño, el sueño pecialmente vinculada a la ca- tancias o el cerebro no será capaz de una enfermedad dramática y
escaso y de pobre calidad, es rencia de períodos de sueño de de incorporar nueva informa- que afecta ya a más de 25 millones de personas en todo el
causa frecuente de grandes es- “movimientos oculares rápidos” ción a su memoria.
Durante el sueño también se mundo, la enfermedad de Alztragos económicos. Las perso- (o sueño REM). Para algunos, el
nas que no duermen rinden me- sueño REM nos hizo humanos, eliminan determinadas sustan- heimer, son la aparición de ‘nunos en sus trabajos y tienen más pues cuando el Homo erectus co- cias que son perjudiciales para el dos neurofibriliares’ y la acuaccidentes; se estima que has- menzó a manipular el fuego des- cerebro. Acaba de aparecer un mulación de placas de
ta un 30% de los accidentes ocu- cubrió la posibilidad de aban- estudio, publicado en la presti- beta-amiloide, las llamadas ‘plarridos podrían ser consecuen- donar el árbol y usar el suelo giosa revista JAMA Neurology, cas seniles’. Estas placas formadas por proteína betacia de la fatiga física y
mental que provoca la El sueño REM nos hizo humanos, pues cuando el Homo erectus comenzó a amiloide impiden los
procesos de transmifalta de sueño.
La mayoría de la manipular el fuego descubrió la posibilidad de usar el suelo para dormir, lo sión del impulso nergente necesita unas que le permitió relajar más los músculos y mejorar el rendimiento intelectual vioso y la comunicación interneuronal.
siete horas y media de
sueño. Pero esta es la media de para dormir; el fuego le protegía que viene a demostrar que si no Dicho de otro modo, la acumula población. En realidad, las ho- de los predadores. Desde en- se duerme lo suficiente aumen- lación de esta proteína es un imras necesarias dependen mucho tonces, dormir en el suelo nos ha tan notablemente los niveles de pedimento para el funcionade cada uno, normalmente os- permitido relajar más los mús- la proteína beta-amiloide en el miento del cerebro; y en el
cerebro rige una ley que dice
cilan entre las 4,5 y las 10,5 ho- culos y durante más tiempo, cerebro.
que aquello que no se utiliza
ras. Hay individuos, podríamos condiciones que facilitan el suedebe de desaparecer. Este es
decir que “privilegiados”, pero ño REM y, por tanto, mejoraron ACCIÓN ANTIMICROBIANA
también muy escasos, que les nuestra atención y nuestra me- Esta proteína tiene algunas fun- precisamente el destino de las
basta con dos o tres diarias; una moria; nuestro rendimiento in- ciones importantes; es necesaria muchas miles de neuronas que
mutación del gen DEC2 les telectual en definitiva. Se en- para activar otras proteínas que se ven afectadas por la acumupermite tener sueños breves tiende por tanto que reducir la intervienen en los procesos me- lación de beta-amiloide. El espero intensos. Pero sean cuales cantidad de sueño (sueño REM tabólicos, regula el transporte tudio, realizado por un equipo
sean las horas que nuestros ge- incluido) tendría el efecto con- del colesterol y tiene incluso una de la Radboud University en
nes determinan, lo cierto es que trario. Durante el sueño se dis- acción antimicrobiana. Pero su Nijmegen (Países Bajos), deja-
cus ceruleus cuando nos
encontremos poco creativos. En estudios realizados con resonancia magnética funcional el locus
ceruleus aparece sistemáticamente implicado en
tareas que conllevan creatividad. Pero imagino que
el lector se estará preguntando cómo quiere Wiseman que estimulemos
este pequeño núcleo. Es
muy fácil; basta con tumbarse boca arriba unos minutos. Como el locus ceruleus se halla en la parte
posterior del tronco o tallo cerebral al estar tumbados la sangre aumentaría su flujo en ese lugar y,
con ello, se facilitaría la activación del locus ceruleus.
ría bien claro que no dormir o dormir poco estaría contribuyendo significativamente al riesgo de
padecer Alzheimer. Creo
que deberíamos tomarnos el asunto en serio.
ALTERACIÓN NEURONAL
Más seriamente aún deberíamos tomarnos la falta de sueño tras comprobarse, en otro artículo
publicado en The Journal
of Neuroscience, que para
que la falta de sueño
mate neuronas no es necesario esperar a una acumulación excesiva de
beta-amiloide, sino que
lo puede hacer directamente y en poco tiempo;
bastarían tres noches seguidas durmiendo unas
horas menos de lo necesario. Así lo ha demostrado en ratones un equipo
de científicos de la Universidad de Pensilvania y
de la Universidad de Pekín liderados por Sigrid
Veasy. La muerte celular que produciría la falta de sueño sería consecuencia de una alteración significativa en las
neuronas de los niveles de
SirT3, una proteína que utilizan
las células para extraer energía
de las mitocondrias. Su alteración, junto con la de otros elementos con propiedades antioxidantes, acaba produciendo la
muerte de las neuronas por “estrés oxidativo”. Un aspecto interesante de este estudio es
que el lugar donde se demuestra que los efectos de la falta de
sueño son más dramáticos es en
un pequeño núcleo, menor que
un guisante, situado en el ta-
EFECTOS ACUMULATIVOS
PIRÁMIDE GIGANTE PROFUNDA DE LA CORTEZA MOTORA DEL HOMBRE. DIBUJO
HISTOLÓGICO REALIZADO POR SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL.
llo cerebral, el llamado locus ceruleus. Este grupo de neuronas,
llamado así por el aspecto cerúleo (como si estuviera hecho
de cera) que presenta al tacto,
puede parecer poca cosa y, por
tanto, trivial. Pero, lejos de eso,
el locus ceruleus es fundamental para que se inicien los períodos de sueño REM, y ya hemos visto lo que implica reducir
esta fase del sueño. Las consecuencias, sin embargo, no
acabarían ahí.
El locus ceruleus es fundamental para muchos procesos
cognitivos de orden superior,
realmente no tiene nada de tri-
vial. Una de sus principales funciones es la de enviar, durante el
día, continuas dosis del neurotransmisor noradrenalina a la
corteza cerebral, la parte “pensante” del cerebro. La noradrenalina es necesaria para que la
corteza funcione en óptimas
condiciones y, por tanto, podamos atender, razonar y, en definitiva, pensar con propiedad.
Es importante incluso para tener un buen estado de ánimo.
No en vano el gran científico y
divulgador Richard Wiseman,
en su libro 59 segundos: piensa un
poco para cambiar mucho, nos
aconseja estimular nuestro lo-
Parece cada vez más evidente que dormir poco
y mal puede traer consecuencias bastante nefastas. Muy probablemente el hecho de que la
mayoría de sus efectos
sean sutiles en un principio,
pero acumulativos y notables
con el tiempo, no nos permita
ser del todo conscientes del problema. En cualquier caso, hago
mío el consejo de Wiseman y
propongo un ejercicio de neurociencia aplicada: tumbémonos unos minutos boca arriba
y aprovechemos ese instante de
mayor creatividad para ingeniar
la manera de hacer que nos cunda el día y a la vez durmamos las
horas necesarias. Ni una menos.
MANUEL MARTÍN-LOECHES
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