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Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias
Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias.
1.- Nacionalismo y revoluciones de 1848
1.1.-El nacionalismo:
a.-origen del nacionalismo
b.-Los apoyos del nacionalismo
c.-Concepciones del nacionalismo
d.-Otras características del Nacionalismo
1.2.-Los movimientos revolucionarios de 1848.
2.- La evolución de Gran Bretaña y Francia.
2.1.-Gran Bretaña durante la era victoria
2.2.- Francia: del segundo imperio a la Tercera República
3º.- La formación nacional de Italia y Alemania.
3.1.-Hacia la unidad italiana
3.2.-El surgimiento de Alemania
4.-Evolución de los imperios de Europa del Este:
4.1.-Austria-Hungria
4.2.-Rusia
4.3.-Imperio Turco
5.-Nuevas potencias emergentes extraeuropeas. EE.UU y Japón.
5.1.-EE.UU.: el surgimiento de una gran potencia
5.2.-El Japón. De estado feudal a potencia industrial
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Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias
Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias.
1.- Nacionalismo y revoluciones de 1848
1.1.-El nacionalismo:
a.-origen del nacionalismo:
El nacimiento del nacionalismo hay que vincularlo con el fin del feudalismo y el
surgimiento del liberalismo, proceso en el que se produce una fuerte alteración en la relación de
poder, ya que se deja de ser un súbdito, de un noble o de un monarca, para pasar a ser un ciudadano.
El cambio es algo más que nominal, ya que se deja de ser una “pertenencia” de alguien, a formar
parte de una nación en igualdad de condiciones, con derechos y deberes.
Este concepto de nación no sólo alteraba las relaciones de poder en el plano personal, sino
también en el ámbito territorial, ya que la nación se concebía como una “comunidad política con
derecho a autorrepresentarse en un estado organizado”, lo que suponía decir que la nación tiene su
propio gobierno y que, por lo tanto, no puede formar parte de un imperio, es decir tiene que ser libre
e independiente, y tampoco puede estar fraccionada en reinos o señoríos feudales, es decir la nación
tiene que estar unida y ser una. Esta concepción estará en la base de lo múltiples movimientos
políticos que se produzcan durante el siglo XIX y que darán origen al surgimiento de nuevas
naciones y a la desintegración de antiguos imperios, participando activamente la población.
b.-Los apoyos del nacionalismo:
El nacionalismo no se encontró sólo en su lucha contra la concepción feudal del poder y del
territorio, sino que tuvo poderosos aliados. Uno de ellos fue el liberalismo, con su concepción del
poder basado en la soberanía nacional, alentando las demandas nacionalistas al poner en manos de
los ciudadanos el ejercicio del poder de la nación.
El romanticismo también supuso un apoyo al nacionalismo, complementado con la
investigación histórica, lingüística, folclórica, cultural, etc... al “desenterrar” rasgos culturales que
“definian” a un pueblo, territorio o nación, marcando sus diferencias frente a otros, o afirmando su
carácter nacional, valorando lo propio, lo específico y haciendo de su defensa, la defensa de su ser
nacional.
c.-Concepciones del nacionalismo:
Dos son las concepciones básicas de los movimientos nacionalistas, la visión llamada
“progresistas” y la llamada “tradicionalista”.
-progresista: Según esta teoría cualquier comunidad puede convertirse en nación, ya que no
necesita de elementos definitorios, siendo la nación algo subjetivo y voluntarista. Por ello,
cualquier persona puede cambiar de nacionalidad, al no existir elementos objetivos que la
definan. Esta visión va acompañada, también, del derecho a la autodeterminación, es decir la
nación tiene derecho a decidir su futuro por sí misma, derecho que puede defenderse por
medios pacíficos. Su figura más representativa es Mazzini.
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-tradicionalistas: Según esta teoría la nación es un conjunto de personas que tienen unos
rasgos culturales, geográficos, linguísticos, raciales, etc... en común, que los identifican e
individualizan como grupo. Ese grupo se asienta sobre un terriorio determinado, delimitado
y concreto. Esta concepción concibe la nación como algo objetivo que puede ser definido,
por lo que una persona es de la nación en la que está y no puede decidir su condición. La
figura representativa de esta visión es Fichte.
d.-Otras características del Nacionalismo:
El nacionalismo fue, en sus orígenes, un movimiento de minorías, que irá creciendo
paulatinamente, sobre todo a partir de 1848 y las primeras revoluciones nacionales, alcanzando un
carácter de movimiento de masas en torno a 1871.
Este nacionalismo podía ser integrador, al buscar reunir diferentes territorios en un único
Estado-nación, o bien desinegrador, al buscar que un territorio de un imperio, se libere de su
dominio y adquiera su independencia convirtiéndose en una entidad nacional con su propio Estado.
El nacionalismo tenía también un fuerte componente económico al considerar la nación
como un espacio económico integrado, único, careciendo, por tanto, de aduanas interiores que
dificultaran los intercambios y dotándose de una moneda única, medidas ambas que favorecian su
desarrollo económico.
1.2.-Los movimientos revolucionarios de 1848.
En 1848 se produce el tercer gran movimiento revolucionario. Los anteriores habían sido el
de 1820 y el de 1830, de carácter preeminentemente liberal, mientras que el de 1848 presenta
algunas características pecualiares.
Por un lado fue un movimiento de mayor extensión y que se desarrolló muy rápidamente y, a
diferencia de los anteriores, su éxito fue muy escaso pasado el tiempo, quizás por que su meta era
en exceso ambiciosa para la época.
Fue una revolución de carácter democrático, en la que se empezó pedir el sufragio universal,
lo que hizo que los liberales moderados prefiriesen pactar con las clases altas, antes que aceptar el
presupuesto democrática, del que pensaban que sólo traería desordenes.
Esta demanda democrática está muy en relación con el protagonista de esta revolución, que
ya no es una élite, sino el pueblo, un pueblo que se ha visto afectado por las crisis agrarias e
industriales y que abocó a multitud de trabajadores, sobretodo del ámbito urbano, a la pobreza,
iniciándose un movimiento de protestas con fuertes demandas económicas y sociales, lo que
asustaba aún más a la burguesía liberal.
El ejemplo paradigmático de este movimiento revolucionario es, seguramente, Francia,
donde se la revolución de 1848 supuso un nuevo derrocamiento de la monarquía y la instauración
de la II República, en cuyo gobierno provisional habrá, por primera vez, un socialista, Louis Blanc,
símbolo del protagonismo de los trabajadores en la revolución. Este gobierno provisional
desarrollará diferentes iniciativas para atender las demandas sociales de los obreros, a la par que
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convocaba elecciones para la elección de un parlamento elegido por los ciudadanos. En esas
elecciones la victoria cayó del lado de las derechas que, rápidamente, derogaron las medidas
sociales y favorecedoras de los trabajadores tomadas por el gobierno provisional, deshaciendo lo
que la revolución había conseguido.
Junto a este carácter democrático y popular de las revoluciones de 1848, otra características
es la importancia que tiene en las mismas los movimientos nacionalistas, cuyos intentos también
fracasaron:
-Se creó una Confederación Germánica, mediante la creación de un parlamento alemán, que
sería elegido por sufragio universal, en un intento de crear una entidad alemanas. Este
proyecto fracasó debido a la falta de apoyo de los propios estados y principados que
componían el territorio alemán.
-En Italia, las repúblicas de Venecia y Milán pedirán ayudan al reino de Piamonte, para
liberarse del dominio austriaco al que estaban sometidas, lo cual consiguieron en un primer
momento, para volver a ser sometidas un poco más tarde. Por otro lado, los estados
pontificios, gracias a la acción de Mazzini, conseguirán independizarse del Papado y de
Roma, convirtiéndose en una entidad independiente, pero, gracias a la ayuda de Francia, el
Papado recuperará los territorios.
-En Hungria y otras zonas bajo dominio del imperio austriaco, las diferentes revoluciones
conseguirán arrancar una serie de reformas democráticas de la dinastia austriaca, pero que,
más adelante, pasado el periodo revolucionario, serán progresivamente abolidas.
Es por ello, que este movimiento de 1848, a pesar de afectar a casi la totalidad de Europa,
sus efectos fueron mínimos y breves. Por un lado las demandas nacionalistas no se verán
satisfechas, lo que, más adelante, será causa de nuevos conflictos. Por otro lado, los obreros
quedarán defraudados por el liberalismo, del que se irán alejando, empezando a organizarse
políticamente e irán a ingresar las filas socialistas. Por su parte los liberales moderados, que se han
hecho con el control del poder, irán aumentando ese control e irán conformando los Estados de
acuerdo a su proyecto e intereses.
2.- La evolución de Gran Bretaña y Francia.
2.1.-Gran Bretaña durante la era victoria:
Denominamos era victoriana al periodo que abarca el reinado de la Reina Victoria, desde
1837 hasta 1901, un reinado largo y que barca dos tercios del siglo XIX. Este periodo se caracteriza
por:
a.-la prosperidad económica de Gran Bretaña, derivada de poseer un enorme imperio, el cual
sostenía gracias a su gran poderío naval mediante una gran flota. Además, el hecho de que
en ella se hubiese iniciado la industrialización le había dado una gran ventaja frente al resto
de países europeos.
b.-Una gran estabilidad política: Desde hace muchos años Gran Bretaña cuenta con un
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sistema parlamentario de tipo bicameral. Una de las cámaras es electiva, la cámara de los
comunes, mientras que la otra no, la Cámara de los Lores, concebida esta última como un
medio de frenar posibles excesos de la cámara electiva.
Además de un sistema bicameral, Gran Bretaña contaba con una gran tradición
bipartidista, basada en la existencia de dos fuerzas políticas, los Conservadores o Tories,
cuya principal figura de este periodo fue “Disraeli” y los Liberales o Whigs, dirigidos por
Gladstone.
c.-Durante este periodo se introdujeron en Gran Bretaña una serie de reformas electorales y
sociales:
-se fue ampliando, progresivamente, el voto, aunque no se llegó al sugrafio universal.
-se fueron recortando los poderes de la cámara de los Lores, que era no electiva, a la
par que aumentaban los de los Comunes.
-se introdujeron mejoras en la educación, en las sanidad, en el sistema de pensiones,
en la justicia, etc...
-se crearon impuesto progresivos sobre la renta, abandonando otros que resultaban
más perjudiciales para las clases menos favorecidas.
-aparición de los sindicatos (Trade Unions) y del Partido Laborista, que defendían los
derechos de los obreros.
d.-El conflicto de Irlanda del Norte: Quizás, el único escollo de esta época dorada, venía del
Ulster, el norte de Irlanda, que era colonia inglesa. El Ulster venía reclamando autonomía
política, pero el gobierno de Gran Bretaña se negaba a dársela, lo que derivó en una
acentuación del conflicto, surgiendo los llamados “fenianos” (Sinn-Fein), que empezaron a
reclamar, directamente la independencia, no dudando en recurrir para conseguirlo al
terrorismo y al sabotaje.
2.2.- Francia: del segundo imperio a la Tercera República:
Ya hemos comentado cómo la revolución de 1848 supuso en Francia el fin de la monarquía
y la instauración de la República a manos de un gobierno que contaba hasta con un ministro
socialista. Este mismo gobierno convoca elecciones en Abril de 1848 que fueron ganadas por los
partidos de derechas, quienes nombraron presidente a Luis Napoleón Bonaparte (sobrino de
Napoleón).
Este periodo republicano fue breve ya que, en 1851, Luis Napoleón dió un golpe de estado,
haciéndose con el control del poder, de forma que, un año más tarde, en 1852 se hizo reelegir
presidente y, poco despúes, fue coronado emperador con el nombre de Napoleón III, dando inicio al
Segundo Imperio que se mantendría hasta 1870.
El mantenimiento del Imperio, en una época en que el liberalismo se había consolidado por
toda Europa, fue fruto del crecimiento económico del país, que además posibilitó el
enriquecimiento de la burguesía, a la vez que se alejaba el peligro democrático y las demandas
obreras. Se iniciaba así un periodo de estabilidad y crecimiento, a la vez que, al mantener las
instituciones democráticas, el régimen mostraba una “apariencia liberal”.
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Sin embargo sus problemas vendrían de su política expansionista al intervenir en los
conflictos europeos y al buscar colonias en otros continentes. En 1870 Napoleón iniciará una guerra
contra Prusia en la que saldrá derrotado, ante lo que dimitió.
Esta situación fue aprovechado por los obreros que iniciaron una revuelta en Paris, conocida
con el nombre de la Comuna, que tendrá en jaque al gobierno durante tres meses, teniendo que
recurrir a la fuerza para someterla.
A la vez que la revuelta, la dimisión de Napoleón hizo necesario convocar una Asamblea
Nacional, elegida por sufragio universal masculino, que proclamó la Tercera República, que
configuró el Estado:
a.- El poder legislativo quedaba en manos de una única cámara, un parlamento elegido por
sufragio universal masculino, el cual irá teniendo cada vez mayor presencia de los partidos de
izquierdas a medida que los obreros se vayan organizando. Esto también dificultó que se formasen
grandes mayorías que pudiesen gobernar en solitario obligando a formar coaliciones plurales que, a
la postres, suponían una mayor atención a las demandas sociales. Una época que vio a algunas de
las principales figuras políticas del siglo XIX francés, como Jules Ferry, Clemenceau, o el socialista
Jean Juarés.
b.- En el plano económico el crecimiento continuo, aunque de forma más moderados,
desarrollándose dos líneas políticas principales: el proteccionismo y el expansionismo imperialista,
con el objeto de proteger la propia producción y buscar nuevos mercados así como abastecerse de
materias primas.
c.- En lo social se impulsó la educación pública, gratuita y laica, buscando su progresiva
extensión a toda la población, lo cual no se conseguiría de forma inmediata sino en el transcurso de
varios años. Se produjo una profesionalización de la administración ganando en capacidad y
eficacia, a la vez que se impulsó un fuerte intervencionismo del Estado en la vida pública, tratando
de regir todos los aspectos posibles. En este sentido fue importante también la separación IglesiaEstado.
3º.- La formación nacional de Italia y Alemania.
3.1.-Hacia la unidad italiana:
Italia era un conglomerado de reinos que, a mediados del siglo XIX, presentaba el siguiente
panorama:
-Reino de las Dos Sicilias: en manos de los Borbones
-Estados pontificios: bajo control papal.
-Reino de Piamonte y Cerdeña-Resto de la península bajo control Austriaco
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A pesar de esta diversidad, la península contaba con una serie de elementos favorables que
posibilitaban su unificación, por un lado compartían una misma lengua, el italiano, aunque no era
hablada por todos los habitantes, por
otro lado existía un espacio
geográfico delimitado, la península
italiana y una “vecindad histórica”,
además de un pasado glorioso, el de
la antigua Roma, que se identificaba
con la península italiana. En este
contexto surge un movimiento como
el “Risorgimiento” de carácter
intelectual, pero en el que, entre sus
anhelos, estaba la unificación de
Italia y la recuperación de su antiguo
esplendor.
Por otro lado estaba el interés
del reino del Piamonte, el más
industrializado de todos los de la
península italiana, que deseaba crear
un mercado único que favoreciese el
desarrollo industrial.
En este contexto eran varias
las alternativas que se barajaban para
una hipotética unificación italiana, ya
que por una lado se hablaba de una
posible monarquía, bien bajo la égida
del Papa, o del rey del Piamonte, y
por otro lado se hablaba de una
república, proyecto defendido por
Evolución de la Unidad Italiana. Banco de imágenes del Isftic
Mazzini.
Hubo
intentos
previos,
coincidiendo con los diferentes ciclos
revolucionarios de 1820, 1830 y 1848,
pero terminaron en fracaso.
El proceso de unificación será
retomado por el reino de Piamonte y se
desarrollará entre 1849 y 1870,
momento en que culmina el proceso,
encabezándolo dos personas, el rey de
Piamonte, Victor Manuel II, y su primer
ministro Cavour:
Ilustración 1: Monumento a Víctor Manuel II. Banco de
Imágnes Isftic
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Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias
-Piamonte inicia una guerra contra Austria en 1854,a la que derrota gracias al apoyo de
Francia. Fruto de esta guerra se hacer con el control de la Lombardía, entregando a Francia
por su apoyo, Saboya y Niza
-En 1860, una nueva intervención bélica, le permite agregar los ducados centrales de Parma,
Módena, Romana, Marcas y Toscana. Lo intentará también con los Estados Pontificios,
fracasando debido al apoyo de Francia al Papado.
-También en 1860 una expedición apoyada por Piamonte, y encabezada por Garibaldi, con
sus seguidores, los llamados “camisas rojas”, provocan un revolución en el reino de las dos
Sicilias, que termina con el poder de los Borbones, entregando el reino a Víctor Manuel II.
-En 1866, Piamonte se alía con Prusia, en la guerra que ésta mantiene con Austria. Fruto de
la derrota austriaca es la anexión de Venecia.
-Por último en 1870, tras la abdicación de Napoléon, Roma se queda sin el apoyo de
Francia, ocupándo los Estados Pontificios las tropas de Víctor Manuel.
Quedaba así completada la unificación de Italia, que adoptaría el sistema política del
Piamonte, el de una monarquía liberal con sufragio censitario. La unificación conllevó,sin embargo,
una serie de conflictos y problemas, a pesar de la euforia de la misma.
Por un lado se daba un fuerte contraste entre las sociedades del norte, más industrializadas y
desarrolladas, frente al agrícola y atrasado sur. Por otro el Papa, condenó el nuevo reino, al verse
invadido en su territorio, lo que provocó el retraimiento, durante muchos años, de los cristianos en
la vida pública, lo que no se solventará hasta la época de Mussolini.
Otros problemas que vivirá el nuevo reino, serán comunes al resto de países y no estaban
relacionados con su unificación, como serán las demandas obreras y el fracaso de su política
imperialista.
3.2.-El surgimiento de Alemania.
Al igual que en el caso italiano, al calor de los procesos revolucionarios de la primera mitad
del siglo XIX se habían producido tímidos intentos de unificación, que fracasaron.
Ya en 1815 se había creado una Confederación Germánica, como un paso previo a la
integración territorial, proyecto que no se consolidó debido a la existencia de dos grandes estados
que pugnaban por el control de la Confederación, Austria y Prusia, los cuales, además, contaban con
territorios que no estaban incluidos en el proyecto de Confederación. Junto a estos países existen
otros con territorios dentro y fuera de la Confederación, como es el caso de Dinamarca, lo que
dificulta este proceso. A favor se contaba con la existencia de una lengua común, aunque no hablada
por todos los habitantes.
En 1834 se dio un nuevo paso, que esta vez sí fructificó al crear el Zollverein, un espacio de
libre comercio que creo un mercado unificado, favorecedor e impulsor de los intercambios
comerciales.
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En 1848 se dió un paso más, al crear un parlamento en Francfort, cuyo objetivo era dotar a
Alemania de una constitución, lo cual fracasó por los mismos motivos que en 1815. Con éste
proyecto se ponía fin a la vía de los acuerdos y pactos y se daba paso a la guerra como medio de
unificación de un territorio.
Si en Italia hubo un reino y unos personajes en torno a los cuales se produjo la unificación,
lo mismo ocurrió en Alemania, la cual girará en torno al reino de Prusia y su canciller Otto Von
Bismarck.
El primer acontecimiento surge en 1864. Dos condados de Dinamarca, Schleswig y
Holstein, se encuentran dentro de la Confederación alemana, su lengua es el alemán, pero
pertenecen a Dinamarca. Austria y Prusia juntas derrotan a Dinamarca haciéndose con el control de
los ducados.
Este acontecimiento servirá de excusa en 1866 a Prusia para iniciar una guerra contra
Austria, contando como aliada con el Piamonte. La guerra será favorable a Prusia, que consigue
varios objetivos, al expulsar a Austria de la confederación germánica, apoderarse de lo dos antiguos
ducados daneses y ocupar otros territorios que habían apoyado a Austria en el conflicto. Austria,
además, perdía Venecia a manos italianas. Surge, tras este conflicto, la confederación del norte,
alianza de diferentes entidades políticas del norte de Alemania.
El último paso vendrá de la guerra contra Francia, entre 1870 y 1871, de la que Prusia sale
victoriosa, provocando la dimisión de Napoleón, a la vez que se anexiona las regiones de Lorena y
Alsacia, pero, lo más importante, fue conseguir que los estados del sur de Alemania se incorporasen
a la alianza de los estados del Norte, a la vez que se nombra emperador de Alemania al rey de
Prusia, Guillermo I.
Sin embargo, la consolidación de Alemania como una única entidad nacional, llevaría aún
algún tiempo. De hecho el imperio alemán estaba compuestos por principados, ducados, etc... cada
uno de los cuales pugnaba por mantener su autonomía, para lo cual se creó un “consejo federal”, lo
cual no impedía que el rey, en este caso el emperador, contase con un gran poder, que tampoco se
vio fuertemente limitado con la implantación del sufragio universal.
Al igual que en Italia, su unificación no supuso su uniformización. De hecho seguirán
existiendo grandes problemas y contrastes ya que no todos los habitantes del nuevo imperio hablan
aleman, no comparten la religión, predominando el protestantismo en el norte y el catolicismo en el
sur, a la vez el norte está más industrializado y el sur es más rural.
La consolidación del imperio alemán, también supuso cambios en su política exterior. En la
época de Guillermo I y Bismarck, su reciénte unificación les llevó a promover una política que
impidiese que Alemania quedase aislada del resto de países, temerosa de que se pudiese
desmembrar ante ataques exteriores, recelando continuamente de Francia, quizás la potencia más
poderosa que podía perjudicarle, buscando alianzas con Gran Bretaña y Rusia a fin de fortalecer su
posición.
Sin embargo, bajo el reinado de Guillermo II, consolidada ya la unidad, se inició una política
de corte imperialista, potenciando fuertemente su poderío naval y militar, lo que despertará recelos
entre Rusia y Gran Bretaña, siendo una de las causas que derivará en el inicio de la primera Guerra
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Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias
Mundial.
4.-Evolución de los imperios de Europa del Este:
4.1.-Austria-Hungria:
Es un imperio formado por una gran diversidad de pueblos, sin ningún rasgo en común, ya
que no comparten ni lengua, ni cultura, … Es más, cada uno de los pueblos rivalizan entre sí, y
contra el propio imperio, creando una gran inestabilidad de forma permanente, debilitando a la
entidad imperial.
Entre 1848 y 1914, el trono lo ocupará Francisco José I, introduciendo unas reformas de
corte liberal, con el objetivo de mantener la unidad imperial. Así en 1867 la monarquía se convirtió
en constitucional, al dotarse de una Constitución, poco después el imperio quedará dividido en dos
zonas autónomas, y en 1907 se introducirá el sufragio universal masculino.
4.2.-Rusia:
Es también un imperio de grandes dimensiones y multitud de pueblos, cuyas diferencias son
áun, mucho más acusadas que en el caso anterior. Rusia, a demás, va a permanecer en el Antiguo
Régimen, ajeno a las reformas liberales, de modo que el zar mantiene un poder absoluto, con una
población y economía de carácter predominantemente rural. Será en 1861 cuando se abola
definitivamente la servidumbre, que había pervivido en Rusia hasta esa fecha.
4.3.-Imperio Turco:
Turquía venía de una larga tradición imperial,pero, en el siglo XIX, su imperio, en Asia y En
Europa se encuentra en recesión y, sino había sucumbido antes, era debido al apoyo que le prestaba
Gran Bretaña, empeñada en impedir que Rusia o Austria-Hungria aumentasen su poder en la zona a
costa del imperio turco.
Sin embargo, Turquía, a pesar del apoyo británico, no pudo impedir que a lo largo del siglo
XIX sus territorios europeos se fuesen independizando, sobre todo la zona de los balcanes. Primero
lo hizo Grecia en 1829. Pero la gran pérdida territorial vino del conflicto entre Rusia y Turquía
entre 1877 y 1878, en la que Turquía salió derrotada, independizándose Serbia, Montenegro y
Rumanía, mientras que Bulgaria se convertía en una región autónoma, Chipre quedaba en manos
británicas y Bosnia-Herzegovina pasaba a integrar el imperio Austro-hungaro.
5.-Nuevas potencias emergentes extraeuropeas. EE.UU y Japón.
5.1.-EE.UU.: el surgimiento de una gran potencia.
EE.UU. había ampliado a lo largo del siglo XIX su territoria, al avanzar hacia el Oeste,
llegando hasta el Pacífico, avance que fue posible gracias al desarrollo del ferrocarril y al constante
flujo migratorio que aportaba potencial demográfico para ocupar los nuevos territorios. En estos
nuevos territorios la población indígena fue casi exterminada y expulsada, poniendo, rápidamente,
en explotación los nuevos territorios, que unas veces se adquirían por guerra y otras por compra.
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Tema 4.- El nacionalismo y el surgimiento de las grandes potencias
Las riquezas minerales de los nuevos territorios contribuyeron también a su fuerte desarrollo.
Este desarrollo económico tuvo también otros factores aliados, como su enorme mercado
interior, y por una política de fuerte proteccionismo aduanero, que resultaba beneficiosa para las
nacientes industrias del norte, y perjudicial para la industria algodonera del Sur, provocando una
guerra civil entre ambas zonas, de la que salió victoriosa el norte, el cual la presentó como una
guerra contra la esclavitud.
Sin embargo, a pesar de la victoria del norte y del fin de la esclavitud, los negros adquirieron
libertad, pero fueron excluídos de la vida pública, careciendo de menos derechos que los blancos, al
desarrollar un política de signo segregacionista.
Heredado quizás de la tradición británica, la política estadounidense fue también de carácter
bipartidista, con un partido republicano integrado por los financieros e industriales del norte, los
colonos del Oeste y los negros, y un partido democrático integrado por el sur.
5.2.-El Japón. De estado feudal a potencia industrial.
El imperio japonés, era un imperio en el que el emperador estaba sometido al poder de los
nobles. Por ello, fue el propio emperador el que dió un golpe de estado para recuperar el poder
iniciando un reforma del país, desde arriba, la conocida como revolución Meiji (de las luces). Una
revolución caracterizada por:
-una occidentalización radical, pero controlada desde el poder, tratando de incorporar
aquellos elementos de progreso del mundo occidental.
-se impulsó el desarrollo de la industria pesada y de la industria naval, así como del
armamento.
-se suprimió el feudalismo y la servidumbre.
-se adoptó una Constitución en 1889, que establecía dos cámaras, una de notables, y otra
elegida por un sufragio muy restringido. El Gobierno no era responsable ante las Cámaras,
por lo que tenía amplia libertad de acción.
-se imitaron los sistemas judiciales, educativos de occidente, a la vez que se adoptó el
calendario romano, y las vestimentas occidentales.
Este fuerte cambio, supuso un fuerte avance, económico, social y también militar, de forma
que en 1895, Japón es capaz de derrotar a China, y en 1905 al imperio ruso.
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