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Capítulo XIV
Aprendan este secreto central de que la verdad puede ser una y al mismo
tiempo múltiple; de que podemos tener visiones diferentes de la misma
verdad desde diferentes puntos de vista. Entonces, en vez de sentir
antagonismo hacia cualquiera, sentirán infinita simpatía hacia todos.
Sabiendo que mientras nazcan en este mundo naturalezas diferentes, y
que estas requerirán diferentes aplicaciones de las verdades religiosas,
comprenderemos que debemos ser indulgentes unos con otros.
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Toda acción purificadora da, conciente o inconcientemente, golpes sobre
la ilusión. Una buena acción hecha inadvertidamente produce el mismo
resultado y ayuda a romper las ligaduras.
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Recuerdo aquella gran palabra del Katha Upanishad: shraddha o fe
maravillosa. Predicar la doctrina de shraddha o fe genuina es la misión
de mi vida. Déjenme repetirles que esta fe es uno de los potentes impulsos
de la humanidad y de todas las religiones. Primero tengan fe en si
mismos. No esperen nada de los ricos y grandes hombres que tienen
dinero. Los pobres hicieron todo el trabajo grande y gigantesco del
mundo. Sean firmes, y por sobre todo sean puros y sinceros hasta la
médula. Tengan fe en su destino.
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El temor no es religión, sea lo que fuere. Estar sonriente y ser agradable
te acerca más a Dios, más que cualquier oración.
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“Aquel que es manifestado por los vedas, a quien para alcanzarlo
servimos con oración y sacrificio es Om, el sagrado nombre de ese
indescriptible Uno.
Esta es la más sagrada de todas las palabras. Quien conoce el secreto de
esta palabra recibe lo que anhela”. Refúgiate en esta palabra. Quien toma
refugio en ella, a él se le abre el camino.
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La verdadera religión es por completo trascendental. Cada ser en este
universo es en potencia capaz de trascender los sentidos. Hasta el
pequeño gusano algún día trascenderá los sentidos y alcanzará a Dios.
Ninguna vida va a ser un fracaso; en el universo no existe tal cosa como el
fracaso. Cien veces el hombre se va a lastimar y mil veces va a tropezar,
pero al final se volverá conciente de que él es Dios. Sabemos que no
progresamos en línea recta. Cada alma se mueve como si fuera en un
círculo y tiene que completarlo, y por más bajo que caiga un alma, llegará
el momento en que deberá levantarse. Nadie se va a perder. Todos fuimos
proyectados desde un centro común que es Dios. Tanto las vidas más
elevadas como las más inferiores que Dios haya jamás proyectado
volverán al Padre de todas las vidas.
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Es a través del infierno que vamos al cielo. Nuestros errores aquí tienen
su porqué. ¡ Sigan adelante ! Si han hecho algo erróneo, no miren hacia
atrás. Ahora ¿ creen ustedes que si no hubieran cometido esos errores
anteriormente, podrían ser lo que son hoy día? Entonces bendigan sus
errores. Ellos fueron ángeles inesperados. ¡ Bendita es la tortura ! ¡
Bendita es la felicidad ! No se preocupen por cuál será su destino.
Aférrense al ideal. ¡Sigan adelante!
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Pregunta: “¿Es el logro de la dicha simultáneo con el de vairaguia
(renunciamiento)?”
Respuesta: “El primer paso en vairaguia es muy doloroso. Una vez
perfeccionado, produce suprema dicha”.
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Tengan siempre esa actitud positiva que son libres y no se les pegará
ningún pecado.
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El hombre o la mente entrenados jamás cometen un error. Cuando la
mente está concentrada y y vuelta sobe si misma, todo lo que hay dentro
mío será mi servidor, no mi amo.
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Aunque sea tan duro alcanzar la meta, aun nuestros más pequeños
intentos no serán en vano. Sabemos que nada se pierde. En el Bhagavad
Guita Aryuna le pregunta a Krishna “¿Aquellos que fracasan intentando
alcanzar la perfección en el ioga durante esta vida, acaso son destruidos
como nubes de verano?” Krishna contesta “Nada, amigo mío, se pierde
en este mundo. Todo lo que uno haga permanece como propio. Y si la
realización del ioga no llega en esta vida, se retoma en el próximo
nacimiento.”
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Oren para que esa manifestación que es nuestro padre y madre corte
nuestras ataduras. Oren: “No deseo riqueza ni belleza, este mundo ni
otro, te deseo solo a ti, ¡oh Señor! - estoy fatigado, tómame de la mano, oh
Señor, me refugio en ti. Hazme tu servidor y se mi refugio”.
Oren: “Tu eres nuestro padre, nuestra madre, nuestro amigo más
querido. Tú que sostienes este universo, ayúdanos a soportar el pequeño
peso de nuestra vida. No nos abandones. Que nunca nos separemos de ti.
Que siempre moremos en ti.
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Vedanta es una filosofía que al principio es muy pesimista. Negamos el
optimismo de los sentidos, pero afirmamos el optimismo que emana de lo
que los trasciende, o sea de lo superior. Afirmamos que la verdadera
felicidad no está en los sentidos, sino más allá de ellos, y que está en todos
nosotros. La clase de optimismo que vemos en el mundo es lo que nos
llevará a la ruina a través de los sentidos.
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La meta del raya ioga es poder concentrar la mente; luego, descubrir lo
más recóndito que hay en nuestras mentes; luego, sacar una conclusión
general de ello, analizar sus contenidos y sacar nuestras propias
conclusiones. El raya ioga jamás pregunta cuál es nuestra religión - si
somos creyentes o ateos, cristianos, judíos o budistas. Somos seres
humanos - eso es suficiente. Cada ser humano tiene el derecho y el poder
de buscar la religión.
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El hinduismo ortodoxo hace de shruti (los Vedas) como sonido el origen
de todo. Las cosas son sólo una tenue manifestación de la idea eterna
preexistente. Entonces, el Nombre de Dios es todo: Dios mismo no es más
que la objetivación de esa idea en la mente eterna. ¡Tu propio nombre es
infinitamente más perfecto que tu persona! El Nombre de Dios es
superior a Dios. ¡Cuida tus palabras!
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