Download GEOGRAFÍA - Fundación Henri Lenaerts

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
DIARIO DE NAVARRA
DOMINGO, 14 DE OCTUBRE DE 2012
desde representaciones clásicas, como la hermosa Ofelia
que parece tomar el sol en el patio de la casa, hasta figuras ligadas a la práctica del hinduismo. También encontramos figuras expresionistas como la representación inquietante
de un hombre atrapado por los excesos de la tecnología o
del falso progreso. “Esta última –dice Paulita… es una alegoría del hombre actual. Si te fijas bien, tiene tres agujeros:
uno en la cabeza, otro en los ojos y otro en el corazón”.
DONDE COMER
Y DORMIR
Pueden ver las distintas opciones en
www.turismotierraestella.com
http://www.tierrasdeiranzu.com/
GEOGRAFÍA
cejo de Irurre, que ofrece una de
las mejores vistas del valle de
Guesálaz. Entonces, habló con el
cura de Lerate, don Jesús Ancín,
y éste le ayudó a encontrar la casa
idónea.
Se trataba de un caserón de los
siglos XVII y XVIII, con un gran
portal de medio punto. Esta casa
se llamó primero Apezarena, lo
cual lleva a pensar que pudo servir de residencia al cura. Después, casa Gorena, y finalmente
Segura, que era el apellido de la
última propietaria. La casa costó
85.000 pesetas.
Fue así como Henri y Paulita
se hicieron vecinos de Irurre.
Enrique, el Belga, como le llamaban aquí, aprendió a cultivar
la viña y a hacer vino. A Henri le
gustaba participar en las fiestas
de Santa Lucía, donde se prueba
el vino nuevo de cada familia . Así
mismo, le agradaba que los jóvenes bajaran hasta su casa en septiembre por las fiestas de los disfraces, señala el vecino y amigo,
Pedro José Soto.
Además del estilo de vida rural, Enrique y Paulita apreciaban
mucho las formas de reciprocidad vigentes en estos pueblos de
Guesálaz . “Aquí le llamamos a
ordea: tu me das igual una cesta
de cerezas, y otro día te doy yo, si
tengo, una fuente de tomates”, explica el vecino y amigo, Pedro José Soto.
De este modo, cuando el escultor tenía que cargar sus obras para llevarlas a fundir a Italia, había
unas personas que al punto de la
mañana le ayudaban a subirlas
en el coche. Lo mismo pasaba
cuando llegaban los grupos de estudiantes para los curso de yoga:
algunos se hospedaban, como los
acordeonistas, en casas particulares.
Como resultado de esta relación tan especial, el artista –que
hoy tiene obra en los museos más
importantes –, regaló al pueblo
dos esculturas en bronce, situadas cerca de la iglesia (un campesino y el vuelo de Icaro). Por su
parte, años antes de morir, el escultor Belga recibió el homenaje
de sus vecinos: una piedra traída
del monte e instalada junto al rebote.
Según me cuenta Anastasio
Azanza, vecino del pueblo, “don
Jesús, el cura de Lerate, que aten-
La Semana Navarra
Reportaje
13
PARA SABER MAS
www.henrilenaertsfundacion.com
Paulette con
su escarabajo
azul (Volkswagen), en
una imagen
retrospectiva.
Humana
Su nombre es Paulette
Garin, pero en el pueblo
le llaman Paulita
Vino en 1971, para
ayudar al escultor belga
Henri Lenaerts, y aquí se
quedó a vivir, en
compañía del artista y de
los pocos vecinos que no
habían emigrado
Escultura alusiva al hombre actual prisionero de la tecnología.
En el valle de Guesálaz,
a los habitantes de Irurre
les llaman rusos
día el culto también aquí, apreciaba mucho la obra de su amigo,
pero no podía evitar tener reparos con la desnudez de Icaro”. Es
por ello, que cuando venían al
pueblo determinadas visitas, don
Jesús– sempiterno guardián de
las tradiciones–, acababa por colgar un pañuelo blanco en las partes pudendas de la escultura.
El escarabajo azul
Antes de que Paulita y Henri se
quedaran en Irurre, nadie en el
pueblo tenía coche entre semana, por lo que “si querías ir a Pamplona o a Estella, tenías que andar cuatro kilómetros para coger
el autobús en el alto de Guirguillano”, recuerda el vecino de Irurre, Anastasio Azanza.
Así fue cómo en los años setenta, el escarabajo de Paulita, un
Volkswagen de color azul, se convirtió en vehículo de transporte
colectivo para los vecinos, y en especial para las mujeres que iban
a comprar y vender sus productos al mercado de Estella . “Algunas llevaban jaulas con las gallinas encima de la baca del coche”,
sonríe Paulita . “Como entonces,
no había muchos vehículos, yo
aparcaba el coche en la misma
plaza de Estella, junto a la pastelería Angela”. Allí quedaba el escarabajo con las puertas abiertas, esperando a que las animadas tripulantes de Irurre,
volvieran con sus mercancías ?
El vuelo de Ikaro, junto a la iglesia
de Irurre.
Paulita charla con Pedro José Soto (iz.) y Anastasio Azanza en la puerta de su casa.
EL LEGADO DEL BELGA
Tanto Enrique el Belga, como Marietta , la madre de Paulita – que vivió diez años en el pueblo– están enterrados en el camposanto de Irurre. Desde este cementerio, se
divisa el embalse de Allotz, y las tierras doradas de Guesalaz.
En 2008, se creó la fundación Henri
Lenaerts, dedicada a gestionar el
mantener el legado de este artista
reconocido internacionalmente:
más de 3.000 piezas, entre esculturas, pinturas, objetos de arte y biblioteca. Es una muestra más del
cariño y reciprocidad que guiaron
siempre las relaciones entre Paulita, Henri y el conjunto de los vecinos.
Henri Lenaerts junto a una de sus
obras.