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Módulo #3
Teatro IV
Teatro a través del Mundo Oriental
TEAT 3004
Melvin Ruiz-Reyes
Kabuki: el teatro del pueblo
El Kabuki posee un estilo muy peculiar, en donde la danza, el teatro en todos sus
géneros y la música, se unen en perfecta armonía, y es comparable a los musicales
americanos o a la opera europea.
Cuenta con una larga trayectoria de más 400 años, y ha tenido sus altas y sus bajas en
cuanto a mantenerse dentro del gusto de los espectadores. Ha sido declarado por la
UNESCO, como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad en el
año 2005.
HISTORIA
Sería una falta hablar del Kabuki, sin
centrarnos en la evolución histórica
que tuvo. El esplendor de este teatro
fue en la época del Shogun Tokugawa
(1603-1868), amante del arte y
defensor de los valores y raíces
Japonesas. El Kabuki nació como una
forma de divertir a la clase media de la
Era Edo, con representaciones en
Osaka y en Kyoto.
Fue una explosión y un tributo a la
vida, ya que con Tokugawa se cerraba
casi un siglo de guerras y campos de
sangre, así como de caos político. A
través de él, se recuperaron los valores propios, estableció una sociedad jerárquica, y
comenzaba la época de cierre al resto del mundo. Su régimen político se basó en
restricciones y prohibiciones, y el teatro Kabuki no fue la excepción.
La palabra Kabuki, proviene de la conjunción de tres kanjis Ka= cantar, Bu= bailar, y
Ki= habilidad, es decir la habilidad en cantar y bailar. También proviene del verbo
Kabuku que significa algo así como actuar libremente, o destacar en forma extraña.
Este vocablo tiene por extensión la connotación de insólito o vanguardista.
Todos
los
historiadores,
son
coincidentes en atribuir el origen en el
desarrollo de una danza, que por la
sensualidad en sus movimientos, y la
carga lasciva y erótica que las
acompañaban, muchas mujeres se
valieron de ellas para llamar la atención
de los hombres, a tal punto que las
prostitutas Formaban sus propias
danzas.
Dicha aplicación, manchó la buena
imagen que quiso dar su creadora, y el
Shogun Tokugawa no quería la
propagación de “artes” que no
estuvieran dentro del orden de su
régimen.
Por tal motivo, en el año 1629 prohíbe
la aparición de mujeres en las
representaciones de obras Kabuki. Los
papeles de mujeres, serían sustituidos
por hombres jóvenes, llamándose
wakashu kabuki, que mantenían la
danza desarrollada por las mujeres.
Pero el problema continuó y para abatir el escándalo, en que se estaba viendo envuelto
este nuevo arte que nacía, a partir del año 1652 el wakashu kabuki también es
prohibido. Tokugawa requirió que el Kabuki realizara una serie de cambios en sus
representaciones, si querían mantener su continuidad dentro del ámbito artístico. Es
por ello que los actores jóvenes, se vieron sustituidos por actores más adultos,
denominados yarô. Sus representaciones eran más comedidas en cuanto a los
movimientos, menos provocativas, el vestuario mucho más sobrio, y se centraban más
en el drama que en la danza. Con ellos se aseguraba Tokugawa que no caerían en la
prostitución, o escándalos de cualquier género. El yarô kabuki tuvo su continuidad, pero
este arte incipiente carente de la parte femenina en los papeles, se las tuvo que
ingeniar para la interpretación de estos roles.
A mediados del siglo XVII, se permitió la construcción de teatros permanentes para el
kabuki, en las grandes ciudades como Kyoto, Edo (hoy Tokio) y Osaka. En la
actualidad, en el barrio de Pontochô en Kyoto hay un monumento erigido a la memoria
de la miko Izumo no Okuni creadora de este género de teatro.
TEMATICAS DEL KABUKI
A comienzos del año 1688, ya se habían desarrollado tres tipos bien diferenciados de
teatro kabuki, en relación a la trama representada.
Jidai-mono: Se basa en montajes donde narran
pasajes históricos. Estos requieren de un gran
despliegue escenográfico, y de una gran cantidad de
reparto. El vestuario es muy estilizado y elegante,
adecuados a los miembros de la nobleza y de la
clase samurai. Las historias que narran, llevan el
sello de una fuerte carga dramática. Muchos de los
textos provienen del teatro de las marionetas
(Bunraku), en las que representaban a un héroe
dispuesto a afrontar grandes sacrificios.
Sewa-mono: Los denominados montajes
locales o domésticos, donde narran historias de
la vida de la gente de los pueblos, y que en
comparación con las jidai-mono, eran
representadas de forma realística, al igual que
en el uso del vestuario.
Shosagoto: En ellas se ejecutaban piezas de
danza y pantomima. El vestuario utilizado está
cargado de color, son piezas artesanales y de un
exquisito diseño.
En cuanto al repertorio, del que se valían para el
desarrollo de nuevas obras, el teatro kabuki ha
utilizado dos fuentes principales. La primera es la
proveniente del teatro Nôh, y del teatro kyogen.
Las danzas del teatro de máscaras nôh, así como
las danzas de corte cómico del kyogen, se tomaron
como prestamos y se adaptaron a la forma del
teatro kabuki. La segunda fuente, y quizás de la
que más se ha alimentado éste, ha sido el teatro
Bunraku (teatro de las marionetas).
ESCENARIO DEL TEATRO
El escenario a comienzos de este arte, era muy simple y
escenográficos. A partir de finales del siglo XVIII, y gracias a
identidad propia del kabuki, el escenario utiliza elementos que
forma más rápida cambiar de ambientes o escenas, que es
escenario giratorio (mawaributai).
carecía de recursos
la búsqueda de una
le permitirán de una
lo que se denomina
Esta plataforma circular, permite el desarrollo de una segunda escena,
simultáneamente dentro de la que ya se está desarrollando en el resto del escenario,
para dar énfasis al momento del drama que se esté ejecutando en ese momento, o
como un elemento que representa el recuerdo de algo que ya ha pasado.
El escenario también cuenta con un pasillo de madera, el cual divide una parte del
teatro, que se encuentra del lado izquierdo del escenario, que va hasta la parte trasera
de donde se sienta el público, y a la altura de sus cabezas. Este pasillo recibe el
nombre de hanamichi (lit. el camino de las flores), y el mismo permite la entrada y la
salida de los actores, así como crear un teatro interactivo, ya que en escenas de gran
fuerza dramática el actor se acerca al público utilizando el hanamichi.
El nombre de
camino de las
flores (hana= flor,
michi= sendero),
proviene de la
antigüedad,
ya
que este pasillo
era utilizado para
entregar flores al
actor, u ofrecerle
algún presente.
Este
hanamichi
de 1,7 metros de
ancho
es
permanente y el
principal
(hon
hanamichi), y en
algunas obras se
utiliza
uno
temporal,
más
angosto (1 metro
de ancho) situado
al lado derecho
del teatro. Este se
conoce como kari
hanamichi.
Otro recurso con el que cuenta el escenario, es una trampilla elevadora denominada
seri, la cual permite bajar o subir un actor a éste, creando efecto dramático y/o de
sorpresa en la obra. En la antigüedad, lo hacían manualmente, hoy en día están
provistas de motor. Sobre el hanamichi, se encuentra otro elevador pequeño
denominado suppon.
Dentro del escenario, se utilizan otra serie de plataformas denominadas chobo yuka,
las cuales son usadas en algunas piezas del kabuki por un narrador el hinadan o
yamadai, y otras son usadas por los músicos del shamisen, tambores, y una larga lista
de instrumentos de percusión. El degatari-dai, puede estar a los laterales del escenario,
o en obras de gran fuerza los músicos dan la cara al público, situándola de frente a
éste.
Cuenta además con una cortina (joshikimaku), la cual a diferencia de la Occidental que
se abre hacia arriba, ésta lo hace hacia los laterales del escenario, en conjunción del
ruido de “aplausos” de madera. La cortina cuenta con franjas gruesas de color negro,
verde y naranja. Ésta también es usada como telón de fondo para escenas breves
antes o después del desarrollo de la pieza en el escenario principal.
El fondo del escenario, en algunas representaciones, puede ser pintado de hermosos
paisajes, ambientando la escena sobre la que se esté narrando. Éste recibe el nombre
en japonés de Kakiwari.
El kamite, es como se denomina al escenario del lado izquierdo, y es visto como el
lugar de honor, el cual es ocupado por los personajes de alto rango, actores invitados,
mensajeros importantes, u oficiales representativos. Shimote, es el nombre que recibe
el lado derecho del escenario, y es ocupado por los personajes de la obra que tengan
bajo rango, miembros de una familia. La mayoría de las entradas y salidas de los
personajes ocurren del lado izquierdo del escenario, ya que es donde se ubica el
hanamichi. También del lado izquierdo del escenario, existe como un pequeño cuarto
denominado ohayashi-beya o geza, que es utilizado por los músicos percusionistas de
la obra.
Es interesante mencionar, que el proscenio del escenario es mucho más bajo y mucho
más ancho que los teatros Occidentales, es decir su forma es más alargada o
rectangular, en relación a la forma cuadrada a la que estamos acostumbrados de los
escenarios Occidentales. Cuenta además con una buena caja de resonancia, lo que
permite que la pieza se escuche con la misma fuerza desde la primera fila, hasta la
última butaca del fondo del teatro.
ELEMENTOS ESTÉTICOS DEL KABUKI
En toda la cultura japonesa, siempre
están presentes la belleza, el color, la
elegancia, la armonía; atributos que
se pueden encerrar en una sola
palabra: estética. El kabuki, no es la
excepción, y dentro de él se
combinan con una gran fuerza el
color, tanto en el vestuario, la
escenografía, y el maquillaje. La
armonía, dentro del equilibrio entre la
actuación, danza, y el canto en
algunas piezas, así como la música
que acompaña las obras, donde cada
movimiento del actor puede estar
acompañado del acorde de un
instrumento.
En la actuación se mantienen un balance, entre actuar y
danzar, y el actor prepara con mucha antelación, y con
gran número de ensayos el papel que le ha tocado
representar. Dentro del kabuki, existe lo que se conoce
como “posturas o poses”, que en japonés se denominan
kata, y es quizás donde reside la formalización de la
belleza de este arte, ya que estudian con gran detalle la
forma estilizada y armoniosa de los movimientos. Así se
pueden distinguir varias de estas katas como por ejemplo
el tate: el enfrentamiento estilizado, tazen: los
movimientos especiales durante la entrada, roppô: salida
dramática acompañada de gestos exagerados, mie:
destacando una actitud, o el danmari: escena de silencio.
Estos sirven para dar fuerza dramática, en momentos
clímax de la obra, como el caso del mie-o-kiru donde el
actor realiza una pausa, permanece inmóvil y cruza sus
ojos (el ejemplo clásico), quedando por un momento
convertido en estatua.
La parte vocal, juega también un papel importante. Dentro de una obra, se combinan
monólogos, diálogos, y la cadencia en el hablar que va desde la narración, hasta el
cantar una historia. Todo esto ocurre, bajo el acompañamiento musical de un
instrumento o de varios.
Hablando de la música, ésta tiene un peso importante dentro del teatro Kabuki, no sólo
a través de los instrumentos musicales, sino también al despliegue de acompañantes
en el coro. El instrumento por excelencia dentro de las piezas del kabuki es el
shamisen, una especie de guitarra de tres cuerdas, cuyo sonido es inconfundible e
inolvidable una vez que se escucha.
Dependiendo de la trama de la obra, la música estará más presente, así en el caso de
los dramas, y danzas la música abarca toda la pieza, y los músicos aparecen incluso
dentro del escenario, y no en el cuarto del lado izquierdo del escenario reservado a
ellos. La música del kabuki se clasifica dependiendo del tipo de escuela, y entre las
más conocidas, se encuentran: tokiwazu, nagauta, kiyomoto y gidayu. Las dos últimas
siempre son utilizadas, cuando se ejecutan dramas adaptados del teatro de las
marionetas.
ACTORES
Lógicamente dentro del teatro, la
parte más relevante son los
actores. Puede existir la mejor
escenografía,
vestuarios
espectaculares, un guión idóneo,
pero si los actores no logran
transmitir los sentimientos y
sensaciones vaciados en la obra
en sí, dé su entrada por perdida.
En el Kabuki, no os sentiréis
defraudados, ya que todo actor
que se tercie pertenecer al teatro
Kabuki
recibe
un
largo
entrenamiento.
Dicho entrenamiento comienza desde la adolescencia;
muchos de los actores pertenecen a una casta de familia
de actores kabuki, por lo que muchos de los personajes
principales interpretados son hereditarios. Los actores
reciben un nombre artístico, denominado yago el cual hace
referencia a su linaje. Por ejemplo, el actor Ichikawa
Danjuro, se hizo famoso a finales del siglo XVII por crear
un estilo propio de interpretación llamado aragoto, que es
el personaje que encarna al héroe que vence al villano y al
mal dentro del Kabuki. Su hijo adoptó el nombre artístico
(yago) de Ichikawa Danjuro II, y continuó con la saga de
intérpretes de aragoto, hasta el actual aragoto Ickikawa
Danjuro XII. La ceremonia en la que un actor recibe un
nombre artístico de su padre o maestro se llama shumei, y
es acompañada de una actuación solemne que constituye todo un acontecimiento
dentro del mundo del kabuki.
La expresión aragoto proviene de la palabra aramushagoto, es decir es una abreviación
de ésta, y significa literalmente: rudo, áspero. Este estilo de representación se
caracteriza por la exageración en todos los aspectos del rol, lo que incluye actuación,
vestuario, maquillaje (kumadori), diálogos, la peluca utilizada, etcétera. Se utiliza para
dar vida a fuertes guerreros, que han sido enviados al otro mundo, y re-enviados a la
tierra con poderes sobre-humanos en busca de venganza, o para representar a fieros
Dioses o demonios
El estilo wagoto, es el opuesto del aragoto. Los gestos y diálogos son más delicados y
realísticos. El personaje es un joven amable, guapo, dulce, refinado, romántico,
galante, heredero de una gran fortuna proveniente de una familia de mercaderes, el
hombre que cualquier mujer desearía. Éste, está enamorado de una hermosa
cortesana, pero él se gasta el dinero en los barrios del placer.
Al final, se fuga con la hermosa cortesana y
terminan suicidándose juntos (shinjû), sí, como
en Romeo y Julieta, para vivir felices e
inseparables en la otra vida. Este estilo fue
desarrollado por el actor Sakata Tôjûrô,
perteneciente al Kamigata Kabuki. Kamigata, es
un término utilizado para diferenciar los actores
provenientes de la región de Kyoto, Nara, Kobe
y Osaka, región que se especializó en actores
con el estilo wagoto, mientras que el estilo
aragoto se especializó en Edo (actual Tokio).
Uno de los problemas que se planteaban dentro de
este teatro tan especial, era la representación de los
caracteres femeninos, ya que recordemos que
Tokugawa veto de los escenarios “a esta fuerte
arma del deseo”. Los hombres han tenido que
representar por generaciones dichos papeles. No se
trata de imitar el comportamiento de la mujer, sino
de llegar a la esencia misma de ellas, buscando la
feminidad, y la elegancia en los gestos. Este estilo
se conoce como onnagata (lit. forma de mujer), u
oyama.
Este “personaje” que se va a introducir ahora,
realmente no es un actor, sino un ayudante en
escena. En muchas representaciones, se ven a
personas vestidas completamente de negro, son los
denominados kuroko o kôken. También pueden
poseer una vestimenta particular. No tienen ningún
papel dentro la obra del kabuki, y por tanto el público
no les presta importancia cuando aparecen en el
escenario, simplemente están allí para ayudar al actor
con el vestuario, e incluso son los que ayudan en el
cambio de escenografía.
MAQUILLAJE
A diferencia del teatro Nôh, donde los actores
se proveen de máscaras como elemento de
expresión, en el teatro Kabuki el actor sólo
cuenta con su cara para transmitir al público los
sentimientos en cada situación. Dependiendo
del personaje a interpretar, el actor pinta su
cara de tres colores básicos dentro de este
teatro, que son el negro, el rojo, y el azul. Se
emplean también colores grises y marrones,
para atenuar o enfatizar ciertos rasgos faciales.
Primero se coloca
una base de color
blanca, a base de
polvos de arroz, (la
misma que utilizan
las
geishas
y
maikos para su
maquillaje diario) que es lo que confiere a la cara la
semejanza de una máscara, y posteriormente se maquilla
el rostro en función del papel a representar. La técnica de
maquillaje se conoce como Kumadori, el cual es muy
elaborado y cuya función es
enfatizar la personalidad y las
expresiones
faciales,
siguiendo el contorno de sus
huesos, y músculos faciales.
Así por ejemplo, el villano llevará colores azules y negros
en su tez, pero cuidado, pues los mismos colores pueden
ser usados para representar Dioses, mientras que el
héroe de la obra será portador del color rojo (la fuerza,
ira, energía). El papel del wagoto va sin maquillaje, y la onnagata u oyama su
maquillaje corresponde al de las geishas (en la entrada sobre las geishas, podéis
refrescar el estilo del mismo). El aragoto lleva un maquillaje en rojo muy característico,
e incluso el dorso de sus manos van maquilladas.
Algunos de los estilos de Kumadori más característicos son:
Ipponguma: El color predominante es el rojo. Los
ojos van pintados en negro, al igual que las cejas.
El contorno de la nariz es pintada de rojo, y desde
el exterior del ojo hacia arriba de la cabeza una
línea en semi-circunferencia que llega hasta la
oreja. El espacio entre el lacrimal y la ceja, una
sombra en rojo. La boca es pintada en su contorno
y con líneas hacia abajo, como simulando una cara
triste, y la barbilla lleva un poco de rojo. Este
maquillaje es característico de personajes que
representan la maldad.
Nihonguma: El
color predominante es el rojo, con la barbilla en
azul índigo. El maquillaje es muy parecido al
ipponguma, sólo que la sombra de los ojos va
difuminada, más bien como si se hubiera corrido el
maquillaje, y es más enfatizado el contorno en
negro de los ojos. Las cejas son acentuadas y
exageradas en su contorno y hacia arriba, y dos
líneas rojas son dibujadas hacia fuera desde la
parte exterior del ojo y de la ceja. Este maquillaje
es para personajes que se desea que transmitan
consideración y/o calma.
Mukimi: El color predominante es el rojo. Se utiliza
para enfatizar el encanto sexual del hombre joven.
Las cejas se pintan en un ángulo de 30 grados. Las
líneas en color rojo se extienden desde el párpado
inferior, y se curvan hacia arriba hasta encontrarse
con el final de la ceja. La sombra de los ojos es
suave y difuminada. El contorno del ojo en negro, con
una línea saliente hacia arriba en la parte exterior del
ojo.
Tsuchigumo: El color predominante es el marrón. El
marrón significa la encarnación del mal o el demonio.
Las líneas van desde la parte externa del ojo con un
suave giro hacia abajo. La boca es pintada en negro,
en forma de bigote. En la parte superior de la nariz
dos líneas marrones en forma de bigotes. Las cejas
en negro, gruesas y exageradas. Las sombras
marrones, y líneas hacia arriba en la frente. La
barbilla lleva una decoración, también en marrón.
Kugeare o iruka: El
color predominante es el azul indigo. El azul
representa el villano, la astucia, y la rudeza. Las
cejas, boca, y el contorno de los ojos van en negro.
Las cejas son pequeñas y cortas, y la boca es en
forma de bigote. Las líneas azules son hacia arriba.
Sujiguma: El color predominante es el rojo. Este es el
maquillaje emblemático del aragoto, simboliza la
rigidez, la pasión la juventud. Es parecido al
ipponguma, pero se añaden las líneas gruesas hacia
arriba desde la parte interior del ojo, y la barbilla
también es más pronunciada.
Handogataki: Es una mezcla de color rojo y azul
índigo. Es el maquillaje propio del villano
cómico. Lleva una sombra roja difuminada en
los párpados inferiores, y el bigote en azul. Las
cejas en negro, unidas por una gruesa línea
roja.
Kaenguma: Una vez más, el color predominante es el
rojo. Éste es una variación del sujiguma. Con las
cejas como partidas, y en la parte interior de éstas
salen dos líneas hacia arriba simulando dos llamas de
fuego. Éste maquillaje simboliza el deseo de justicia.
VESTUARIO
El asistir a una función de kabuki, es
como asistir a una fiesta de gala. El
escenario es mágico y un estallido de
color, la música envolvente, y las
representaciones son como un viaje
en el tiempo.
Siendo la mayoría de las obras de
corte histórico y locales, el vestuario
predominante lógicamente será de la
era Edo, es decir el kimono. El
kimono por este motivo será
llamativo, extravagante, pero al
mismo tiempo elegante y con estilo.
En su fabricación se cuidan los
detalles, hechos de una alta calidad
en el tejido, bordado, y teñido de sus
telas de las más exquisitas sedas.
El kimono debe representar el rango
del personaje, la edad, el status
social, la ocupación, y su carácter.
Esto se logra a través del diseño de cada pieza, realzando partes del cuerpo. Por
ejemplo, en el caso de un guerrero las líneas serán fuertes, y los hombros exagerados,
dando la sensación de fuerza y valentía, mientras que en el personaje femenino
(onnagata), las líneas del kimono serán más suaves, más largo deliberadamente de
talle, para hacer lucir el cuerpo del actor más corto, y buscando las curvas de un
cuerpo de mujer.
Así mismo, el color es un elemento importante
para transmitir el carácter del personaje. El
azul claro, denominado asagiiro, es usado por
un hombre joven que transmite una gran
atracción física, el galán de la historia. El color
púrpura, se le confiere a un joven guerrero de
alto rango, sugiere dignidad, y gracia. El color
oro, representa la extravagancia, y a un
hombre poderoso o rico. El negro representa
el mal, usado por los villanos. El rosa la
inteligencia, usado por la hermosa doncella, o
los dos amantes de la obra.
Cada familia del kabuki, cuenta además
con su propio emblema o estandarte, que
los hace diferenciar entre sí. Cada
kimono es una joya de artesanía, y
algunos han llevado dos años de trabajo
en su elaboración.
MÚSICA
La música es otro de los eslabones, dentro de las piezas del
kabuki. El shamisen, es el instrumento que más aparece
dentro del acompañamiento. Éste es como una guitarra de
tres cuerdas, y la caja está recubierta de piel de animal, es
una adaptación del sangen chino, y cuenta con unas 20
variedades para las distintas ocasiones que se quiera
interpretar, ya que cada variedad de shamisen emite tonos
distintos.
En base a los distintos shamisen, se han creado estilos
musicales, y dependiendo de cual sea usado también es
ubicado en sitios distintos dentro del escenario.
Estos estilos bien diferenciados son:
Nagauta: El shamisen que se emplea en el estilo nagauta,
recibe el nombre de hosozao el cual es de cuello muy fino. El
tono emitido por el hosozao es alto, por lo que su ubicación
dentro del escenario es al fondo del mismo. Podéis escuchar
un ejemplo de su sonido. Hosozao.
Takemoto: Conocido también como gidayu
y joruri, y es el genero por excelencia
usado en las representaciones que
contengan
una
gran
cantidad
de
narraciones. El shamisen empleado es el
futozao, cuyo cuello es grueso y su tono es
agudo y profundo. Para este estilo, los
músicos se colocan en el lago derecho del
escenario. Sonido del futozao.
Kiyomoto: El shamisen usado es el chuzao, el cual es un poco más corto
del tradicional. Su sonido es de un acorde grave, y se toca muy suave
para dar sonidos muy tenues. Es muy usado dentro de obras con una
gran cantidad de danza. Los músicos se ubican en el fondo del escenario,
dando un efecto de lejanía cuando se emite el sonido. En la página oficial
de kabuki podéis escuchar un ejemplo del estilo Kiyomoto.
Tokiwazu: Se utiliza el shamisen de tamaño medio, y este estilo es de
carácter narrativo, pero hace énfasis en la parte musical. Los músicos se
ubican en los laterales del escenario. . En la página oficial de kabuki
podéis escuchar un ejemplo del estilo Tokiwazu.
EVOLUCIÓN DEL KABUKI HASTA NUESTROS DÍAS
El kabuki tuvo su evolución, e intentó adaptarse
a los cambios. Chikamatsu Monzaemon (16531724), fue uno de los grandes dramaturgos
dentro del kabuki, lo que hizo ganar una gran
cantidad de adeptos a este género.
Chikamatsu, abandonó el teatro kabuki por el
Buranku o teatro de las marionetas, robándose
todo el público que asistía a ver las obras del
kabuki. Por este motivo, el kabuki adaptó
muchas de las obras del teatro Bunraku que
tanto gustaban, a piezas de su propio género.
En la era Edo, el kabuki monopolizaba el
entretenimiento de la población, pero tras la
entrada de la cultura occidental a partir del
1867 experimentó una caída. Especialmente
dramático fue después de la Segunda Guerra
Mundial, cuando el cine, la radio y la televisión
entraron a Japón, y el kabuki fue rechazado por
contener ideas retrogradas de la sociedad feudal en la que vivían.
Por contradictorio que parezca, gracias a las
escuelas americanas de teatro, el teatro kabuki
se mantuvo debido a que éstas encontraron un
teatro innovativo, sugerente, de formas
diferentes, que debía permanecer como parte
de la cultura japonesa. A pesar de ello, en 1950
un grupo de Kabuki-Kansai (Osaka) cerró sus
puertas.
En 1962 ayudó el hecho de la recuperación
económica de Japón, por lo que sus habitantes contaban con un poco más de dinero
para invertir en ocio, especialmente en las representaciones del Kabuki. En 1967 se
construye el primer Teatro Nacional en Tokio.
En la antigüedad el ser actor kabuki, era otorgado como una dote de padres a hijos, o
de maestro a alumno. Con el paso de los años, la situación fue en detrimento, y no
existía un método de formación para el resto de los actores secundarios, o
posibilidades de ascenso de un actor novel a una categoría de actor kabuki sin contar
con el linaje reglamentario. Es por ello, que el Teatro Nacional abrió un programa de
formación de actores, abierto al público.
En este programa, los jóvenes
estudiantes
reciben
una
formación durante dos años, en
danza, música, y técnicas propias
del teatro y actuación (dicción,
pronunciación al estilo kabuki,
proyección de voz, maquillaje
(kumodori), expresión corporal,
etc.). Se les imparte clases de los
actores veteranos, y finalizada la
formación pasan a formar parte
del grupo de teatro, continuando su aprendizaje ya dentro de los escenarios. En la
actualidad, un 26% de la plantilla de actores secundarios, y la mitad de los músicos han
recibido esta formación impartida directamente por el Teatro de Nacional de Tokio.
Con el paso del tiempo, el kabuki ha cruzado fronteras, y distintas compañías de kabuki
han realizado representaciones en distintos países de los cuatro continentes.
Esto ha hecho que haya ganado un nombre dentro de las artes escénicas, y que sus
actores sean aclamados como grandes artistas de este género. De hecho, varios de los
actores, que interpretan papeles de onnagata, han recibido el premio nacional de las
Artes de Japón, que es el mayor galardón que se le puede conceder a un artista.
Así mismo, muchas de estas estrellas de este espectáculo, han participado en obras de
cine y televisión, y otros en musicales en Broadway y Reino Unido. Por ello, no es de
extrañar, que si vais a una función de Kabuki, la gente grite con euforia el nombre
artístico (yago) de su actor favorito.
El crecimiento de una
sociedad con un alto
nivel
adquisitivo,
así
como el aumento de la
población anciana con
más tiempo libre, ha
creado un mercado con
capacidad de inversión
en ocio, siendo el kabuki
uno de los sectores
donde suelen acudir con
frecuencia. Una entrada
en el Kabuki-za (el teatro
de kabuki en Tokio), cuesta una media de 3.000 y 15.000 yenes, y sus
representaciones duran una media de 5 horas, con intermedios incluidos.
Si un occidental quiere asistir a una obra, primero debe probar. En el Kabuki-za, a los
turistas no hace falta que compren entradas, cuentan con unas butacas especiales
donde pueden entrar a mirar y escuchar (ofrecen un servicio de audífonos con
traducción al inglés) por un tiempo limitado, debido a que es un arte especial y muy
tradicional, además de lo extenso de sus obras, es bueno probar antes de aventurarse
a ver una representación completa.
Sin duda, que este teatro que ha permanecido en la historia por más de 400 años,
aportando riqueza dentro del arte escénico por su diversidad, tendrá su continuidad por
el resto de más siglos como baluarte de la cultura de Japón.
Bibliografía consultada:
* ORTOLANI, Benito. The Japanese Theatre, from Shamanistic Ritual to Contemporary
Pluralism. Chapter VII. Background of Kabuki and Jôruri. Japan.
* Japan profile of a Nation. The Kodansha Encyclopedia. Revised Edition. 1999, Japan.
* The illustrated guide to Japan. Culture and Tradition. JTB, INC. 2002, Japan.
* Revista NIPPONIA Nº 22. Discovering Japan. 2002, Japan.
* Magazine Kateigaho International Edition, Vol 10. winter issue. 2006, Japan.
* Revista The Japan Journal. "El Retorno del Kabuki". Julio 2006, Japón.