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CICLO DE SEMINARIOS SOBRE
ETOLOGÍA
COMPORTAMIENTO ANIMAL
MANIFESTACIONES CLÍNICAS EN ANIMALES CON UN PROBLEMA DE ESTRÉS
PONENTE: MARTA AMAT
PATROCINA
PONENTE: MARTA AMAT
Licenciada en Veterinaria por la facultad de Veterinaria de la Universidad autónoma de
Barcelona en 1997. Diplomada por el Colegio Europeo de Medicina del
comportamiento (European College of Veterinary Behavioural Medicine – Companion
Animals). Doctora en veterinaria. Veterinaria del Servicio de Etología de la Fundación
Hospital Clínico de la Facultad de Veterinaria desde 2001. Responsable del Servicio de
Etología desde enero de 2009.
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PROGRAMA:
1.- ¿Es siempre perjudicial el estrés?
- Qué entendemos por estrés
- Estrés agudo y estrés crónico
- Consecuencias del estrés
2.- Los síntomas clínicos asociados al estrés son siempre fácilmente identificables.
- Problemas de estrés en el gato. Los síntomas negativos de estrés son en
ocasiones difíciles de identificar.
-En ocasiones la ansiedad por separación pasa desapercibida, ¿Por qué?
3.- Conductas compulsivas y agresividad redirigida, ¿Problemas o estrategia para
hacer frente al estrés?
- Origen de las conductas compulsivas y consecuencias en el animal
- Causas de agresividad redirigida y principales implicaciones
4.- ¿Siempre podemos solucionar un problema de estrés?
- Tratamiento de los problemas de estrés
- ¿Qué hacer cuando el animal no se habitúa al estímulo aversivo?
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Manifestaciones clínicas en animales con un problema de estrés
Cuando un individuo se siente amenazado manifiesta una respuesta de estrés. El estrés
es una respuesta inespecífica frente a un estímulo o situación que rompe el equilibrio
interno del organismo. Gracias a esta respuesta, que incluye cambios fisiológicos y de
comportamiento, el individuo puede adaptarse a un entorno en el que continuamente
se producen cambios. Sin embargo, cuando el individuo está sometido de forma
crónica a uno o varios estímulos estresantes, las consecuencias pueden ser muy
negativas.
Por ejemplo, la inmunosupresión derivada del exceso de glucocorticoides hace que los
individuos sean más propensos a sufrir enfermedades. Este exceso de glucocorticoides
dificulta también el tratamiento y control de patologías endocrinas como la diabetes.
Hay otras patologías que están relacionadas directamente con el estrés. En los gatos
por ejemplo, la cistitis intersticial es el resultado de alteraciones físicas de la pared de
la vejiga y en el del sistema nervioso simpático debidas al incremento de
catecolaminas tras un evento estresante.
Los cambios de comportamiento que un animal puede manifestar incluyen un
aumento de las vocalizaciones, agresividad o conductas compulsivas. Determinados
individuos que sufren estrés pueden pasar desapercibidos porque manifiestan
síntomas negativos (no productivos) tales como apatía o disminución del acicalamiento
y del apetito. Esta situación se observa a menudo en los gatos y en ocasiones en
perros que padecen ansiedad por separación.
Las conductas compulsivas, derivadas en ocasiones de un problema de estrés, son
secuencias de movimientos repetitivos, invariables y sin función aparente. Un
protocolo diagnóstico adecuado es imprescindible para descartar que una patología
sea la causa de este trastorno y poder identificar el detonante ambiental del problema.
Algunos estudios indican que los animales con estos problemas tienen niveles menores
de glucocorticoides que los que no los realizan, sugiriendo una posible función
“antiestrés”. Sin embargo, debemos recordar que la observación de conductas
compulsivas es un claro indicador de falta de bienestar.
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Tal como hemos comentado, algunas formas de agresividad pueden ser consecuencia
del estrés y entre estas formas destaca la agresividad redirigida, que es muy peligrosa
y resulta especialmente frecuente en el gato. Un animal puede manifestar agresividad
redirigida cuando el estímulo aversivo no está a su alcance y éste redirige su
agresividad hacia un blanco alternativo que puede ser un objeto, una persona u otro
gato. Suelen ser ataques extremadamente violentos y el gato puede mantener su
agresividad hacia el blanco alternativo aunque el detonante inicial no vuelva a
aparecer. Convivir con un gato que muestra agresividad redirigida es muy peligroso ya
que los ataques son impulsivos y como decíamos muy violentos.
El tratamiento de un problema de estrés se basa en la eliminación, cuando es posible,
del estímulo estresante o a la habituación del individuo a dicho estímulo. Además
pueden utilizarse ansiolíticos para reducir el estrés que sufre el animal. Otro aspecto
importante en aquellos casos en que no podemos evitar que el animal tenga contacto
con el estímulo estresante es conseguir que el individuo pueda predecir cuándo
aparecerá el estímulo aversivo, ya que muchas veces, es más estresante para el animal
no saber cuándo va aparecer el estímulo estresante que el propio estímulo.
Referencias
Beaver, B.V., 2009. Canine behavior. Insights and Answers (2nd ed). Saunders Elsevier,
St. Louis.
Beaver, B.V., 2003. Feline behavior. A guide for Veterinarians (2nd ed). Saunders
Elsevier, St. Louis.
Luescher, A.U., 2009. Repetitive and compulsive behaviour in dogs and cats. In:
Horwitz, D.F., Mills, D.S. (Eds). BSAVA Manual of canine and feline Behavioural
Medicine (2nd ed). BSAVA, Gloucester, 236-244.
Moberg, G.P., Mench, J.A., 2000. The Biology of Animal Stress. Basic Principles and
Implications for Animal Welfare.CABI Publishing, USA.
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