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TOMARSE UN CAFÉ YA NO ES PERJUDICIAL PARA LOS OJOS La prohibición de fumar en lugares públicos protege la vista de fumadores y fumadores pasivos Los expertos de Clínica Baviera advierten de que el consumo de tabaco está asociado a la aparición de enfermedades como las cataratas o la degeneración macular Madrid, 18 de enero de 2010.- Desde el 2 de enero tomarse una caña o disfrutar de un café a media mañana ya no son actividades que puedan afectar a la salud visual, ya que la entrada en vigor de la normativa que prohíbe fumar en lugares públicos evita que los ojos de fumadores y no fumadores estén expuestos al humo del tabaco durante estos momentos de ocio. Según los especialistas de Clínica Baviera, el consumo de tabaco puede provocar o agravar múltiples enfermedades oculares como las cataratas, el glaucoma o la degeneración macular. Los problemas oftalmológicos también se extienden a los fumadores pasivos, que en locales en los que existe una alta concentración de humo pueden sufrir lagrimeo e irritaciones. “Está científicamente demostrado que fumar acelera el envejecimiento celular y agrava las enfermedades que surgen con el paso de los años, como las cataratas, el glaucoma crónico simple y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE)”; además el tabaco está relacionado con una mayor incidencia o una peor evolución clínica de otras enfermedades oculares muy frecuentes, como la retinopatía diabética y las demás enfermedades vasculares de la retina, diversas neuropatías ópticas, las uveítis o la enfermedad ocular tiroidea.” señala el Dr. Rafael Bilbao, oftalmólogo de Clínica Baviera. La catarata es una opacidad total o parcial del cristalino que impide el paso de los rayos luminosos y conduce a la ceguera. Según la Organización Mundial de la Salud, esta dolencia es un 40% más frecuente entre los fumadores debido a la acción directa de las sustancias tóxicas del humo en los ojos y a la liberación en los pulmones de elementos químicos que, a través del torrente sanguíneo, llegan al globo ocular y afectan a su irrigación. La pérdida de visión está relacionada con la disminución de nutrientes y antioxidantes que genera el humo, responsables de mantener la transparencia del cristalino que, tras su oxidación, tiende a deteriorarse. La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la primera causa de ceguera entre la población mayor de 50 años en los países desarrollados. Se trata de una enfermedad que provoca la pérdida de visión central debido al deterioro progresivo de los vasos sanguíneos de la retina. Numerosos estudios afirman que el consumo de tabaco es uno de los factores prevenibles que incrementa el riesgo de sufrir esta dolencia. Las personas que fuman más de 40 cigarrillos al día tienen un riesgo tres veces mayor de padecer ceguera legal. “Dejar de fumar y evitar la exposición continuada al humo del tabaco contribuyen, sin duda, a mejorar nuestra salud al disminuir la morbilidad de estas enfermedades oculares. Además de las mejoras en nuestros hábitos de vida, la detección precoz resulta fundamental para evitar la progresión de múltiples enfermedades oculares y poner freno a problemas como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad”, concluye el Dr. Bilbao.