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Artículo científico Relación de los parámetros biométricos en el ojo miope ›Sara Ortiz Toquero1,3 O.C. 20.352 › Ana del Río San Cristóbal ›Raúl Martín Herranz1,2 O.C. 6.959 1 nidad de Optometría, Instituto Universitario de OftalmobioloU gía Aplicada (IOBA), Universidad de Valladolid. 2 epartamento de Física Teórica, Molecular, Nuclear y Óptica. D Diplomatura de Óptica y Optometría. 3 Alumno Máster en Optometría y Ciencias de la Visión. 2 ›Victoria de Juan1 O.C. 16.008 ›Guadalupe Rodríguez1 O.C. 12.457 Objetivo. Analizar los parámetros biométricos oculares en diferentes grados de miopía y describir el efecto del proceso de emetropización durante su desarrollo. Material y métodos. Se incluyeron 211 ojos miopes de 106 pacientes (34,8±9,3 años). Las medidas de la potencia corneal máxima (Kmáx) y mínima (Kmín) fueron obtenidas con el topógrafo Orbscan II (Bausch&Lomb Surgical, Salt Lake City, Utah) y los datos de la profundidad de la cámara anterior (PCA) y de la longitud axial (LA) con el biómetro de no contacto IOL Master (Carl Zeiss AG, Oberkochen, Germany). La muestra se dividió en 3 grupos en función del valor de miopía en equivalente esférico (Grupo I <6,00D; Grupo II entre 6,00D y 12,00D y Grupo III >12,00D). Resultados. Se ha encontrado una relación lineal entre la LA y el EE en todos los grupos estudiados; entre la LA y la PCA en los Grupos I y II; entre la LA y Kmáx y Kmín en los Grupos I y II, y entre la PCA y Kmáx y Kmín en el Grupo II. Sin embargo, los coeficientes de correlación fueron bajos, no superando ninguno de ellos el valor de r2=0,67 (p<0,05). Conclusiones. El parámetro biométrico que más influye en el estado refractivo final del ojo miope es la LA. La PCA, Kmáx y Kmín presentan valores similares en los tres grupos de miopía, siendo la LA el único parámetro que varía con respecto al EE. INTRODUCCIÓN a miopía (del griego my- “cerrar el ojo” y –opía, “vista”) es una de las ametropías más comunes en el mundo, afectando al 25% de la población, superando el 80% en algunas comunidades asiáticas.1 La miopía se define como una anomalía de refracción en la que el sistema óptico ocular presenta una potencia refractiva final excesiva y, en ausencia de L › nº 474 acomodación, focaliza los rayos provenientes del infinito por delante de la retina formando una imagen borrosa en esta última.2 Desde un punto de vista clínico, la miopía se puede clasificar en dos grandes grupos: › Miopía simple, constituido por miopías leves, normalmente inferiores a 6,00 D, que no presentan alteraciones oculares asociadas. ÓPTICA OFTÁLMICA Figura 1. Histograma con la representación de la distribución del EE, potencia corneal, longitud axial y profundidad de la cámara anterior para los grupos de miopía estudiados. Arriba izquierda: comparativa por grupos del equivalente esférico. Arriba derecha: comparativa por potencia corneal máxima (Kmáx) y mínima (Kmín). Abajo izquierda: comparativa por longitud axial. Abajo derecha: comparativa por profundidad de la cámara anterior en milímetros. D = dioptría, CA = cámara anterior. Las barras de error representan el IC 95%. › Miopía patológica, constituido por miopías elevadas, normalmente mayores de 6,00 D, que suelen presentar alteraciones oculares asociadas, como cambios degenerativos en retina o vítreo o desarrollo de cataratas a edades más tempranas, entre otras. Suelen ser hereditarias y progresan lentamente. En algunas ocasiones pueden provocar pérdida visual irreversible como consecuencia de las lesiones concomitantes. Existen diferentes teorías que pretenden explicar la aparición y progresión de la miopía, entre las que destacan la hipótesis de la acomodación excesiva y la del crecimiento axial descoordinado, mediado por señales a nivel retiniano, como respuesta a un periodo prolongado de visión próxima.3 En cualquier caso, el ojo miope presenta una elevada potencia óptica final, ya sea por tener una mayor longitud axial (eje anteroposterior más largo de lo necesario), una mayor curvatura de córnea o, en menor medida, una mayor curvatura del cristalino. Sin embargo, durante el desarrollo visual se produce un proceso de “emetropización” que intenta conseguir que todos los parámetros biométricos del sistema visual (longitud axial, curvatura de la córnea y profundidad de la cámara anterior, principalmente) mantengan un equilibrio tal que el resultado final sea el de un ojo adulto emétrope. Cuando se producen descompensaciones en este proceso se rompe el equilibrio entre los citados componentes oculares, dando lugar a las ametropías.2,4 De todos los parámetros biométricos oculares, el que más parece influir en el estado refractivo final del ojo y en los ajustes producidos durante el proceso de emetropización es la longitud axial.1 En la actualidad, existen equipos no invasivos y precisos para medir la biometría ocular, que permiten analizar las relacio- Octubre 2012 › Relación de los parámetros biométricos en el ojo miope Artículo científico nes existentes entre los diferentes componentes oculares. El objetivo de este trabajo es analizar los parámetros biométricos del globo ocular en diferentes grados de miopía, y con ello describir el efecto del proceso de emetropización durante su desarrollo. PACIENTES, MATERIAL Y MÉTODOS Pacientes Se incluyeron 211 ojos miopes, de 106 pacientes, con edades comprendidas entre los 18 y los 55 años, que acudieron al Área Clínica del IOBA (Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada) en la Universidad de Valladolid. Como requisito de inclusión, los sujetos debían ser mayores de edad y con un equivalente esférico menor o igual a -0,50 D. En el caso de usuarios de lentes de contacto, las medidas biométricas se tomaron después de interrumpir su uso al menos durante los 15 días anteriores a la consulta. Se excluyeron los sujetos que presentaran patologías oculares que pudiera afectar a los resultados del estudio (queratocono, glaucoma, cataratas, etc.), así como aquellos sujetos que se hubieran sometido a cualquier tipo de cirugía ocular. Se garantizó la confidencialidad de los datos de los sujetos participantes y el protocolo de estudio fue aprobado por el comité ético de la Universidad de Valladolid previamente a su realización. Instrumentación Las medidas biométricas referentes a la potencia de la córnea fueron obtenidas con el topógrafo Orbscan II (Bausch&Lomb Surgical, Salt Lake City, Utah).5 Los datos de la profundidad de la cámara anterior y de la longitud axial del globo ocular fueron obtenidos con el biómetro de no contacto IOL Master (Carl Zeiss AG, Oberkochen, Germany).6,7 Análisis estadístico Se realizaron 3 grupos de estudio en función del valor de miopía en equivalente › nº 474 esférico (EE), de manera que el Grupo I se constituyó con ojos miopes leves menores de 6,00 D, el Grupo II lo formaron los ojos miopes moderados entre 6,00 y 12,00 D y el Grupo III fue compuesto por los ojos con miopía elevada superior a 12,00 D. Todas las medidas fueron almacenadas en una base de datos para su posterior análisis, con el programa SPSS 14.0 de Windows (SPSS Inc, Chicago, Ill). Se compararon los datos de los parámetros biométricos de los diferentes grupos mediante un análisis de la varianza no paramétrico (ANOVA de Kruskal-Wallis) tomando un valor de p<0,05 como significativo. Se determinó la correlación lineal entre los diferentes parámetros biométricos mediante el coeficiente de correlación r2, tomando como correlación lineal significativa un valor de p<0,05. RESULTADOS Descripción de la muestra La media de edad de la muestra fue de 34,8±9,3 años con un rango de 18 a 55 años. El porcentaje de hombres fue del 40% y el de mujeres del 60%. Los Grupos I (miopes menores de 6,00 D) y II (miopes entre 6,00 y 12,00 D) fueron constituidos por 90 ojos cada uno. El Grupo III (miopes mayores de 12,00 D) quedó formado por 31 ojos. En la Tabla 1 se muestran los datos descriptivos de la muestra. Diferencias entre los grupos de miopía Se observaron diferencias estadísticamente significativas (p<0,05 ANOVA de Kruskal-Wallis) en el valor de EE, LA, Kmáx y PCA entre los tres grupos de estudio (Figura 1). Un análisis pormenorizado de las diferencias “por pares” entre grupos encontró que la LA fue estadísticamente diferente (p<0,01) en los tres grupos de estudio. La PCA presentó diferencias estadísticamente significativas entre el Grupo III y los Grupos I y II (p<0,01), mientras que no fueron significativas entre el Grupo I y II (p=0,08). La potencia corneal máxima fue significativamente diferente entre el Grupo I y el Grupo II (p<0,01), y entre el ÓPTICA OFTÁLMICA Figura 2. Correlación de los parámetros biométricos con la longitud axial para los Grupos I, II y III de miopía. Grupo I y el Grupo III (p<0,01). Sin embargo, entre el Grupo II y el Grupo III no hubo diferencias significativas (p=0,87). La potencia corneal mínima no presentó diferencias estadísticamente significativas entre ninguno de los grupos (p>0,05). Relación entre parámetros biométricos Las correlaciones entre los parámetros biométricos oculares fueron bajas, con coeficientes de correlación menores de Tabla 1. Descripción de los grupos de estudio. Media ± DS (IC 95% intervalo de confianza al 95%). N = número de ojos. EE = equivalente esférico. LA = longitud axial. Kmáx = curvatura máxima corneal. Kmín = curvatura mínima corneal. PCA = profundidad de la cámara anterior. D = dioptrías. mm = milímetros. p<0,05 = diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Grupo I (<6,00 D) Grupo II (6,00 a 12,00 D) Grupo III (>12,00 D) p Total N 90 90 31 211 EE (D) -3,2 ± 1,4 (-0,5 a -5,9) -8,4 ± 1,8 (-6,0 a -11,9) -17,3 ± 4,1 (-12,0 a -26,0) p<0,01 LA (mm) 25,0 ± 1,0 (23,3 a 28,9) 26,6 ± 1,3 (22,7 a 31,0) 29,6 ± 2,6 (24,2 a 34,3) p<0,01 K máx (D) 44,1 ± 1,3 (41,9 a 47,6) 44,8 ± 1,5 (41,5 a 48,4) 44,7 ± 1,3 (41,5 a 47,9) p<0,01 K mín (D) 43,2 ± 1,3 (39,5 a 46,8) 43,5 ± 1,3 (40,3 a 46,4) 43,8 ± 1,3 (40,9 a 46,4) p=0,15 PCA (mm) 3,6 ± 0,4 (2,1 a 4,3) 3,6 ± 0,4 (2,2 a 4,9) 3,4 ± 0,3 (2,8 a 4,0) p<0,01 Octubre 2012 › Relación de los parámetros biométricos en el ojo miope Tabla 2. Coeficientes de correlación entre los parámetros biométricos. p<0,05 relación estadísticamente significativa. EE = equivalente esférico. LA = longitud axial. Kmáx = curvatura máxima corneal. Kmín = curvatura mínima corneal. PCA = profundidad de la cámara anterior. Artículo Científico Relación LA Relación Total (n=211) Grupo 1 (n=90) Grupo 2 (n=90) Grupo 3 (n=31) LA – EE R2=0,67 (p<0,05) R2=0,32 (p<0,05) R2=0,07 (p<0,05) R2=0,55 (p<0,05) LA – PCA R2=0,01 (p=0,10) R2=0,12 (p<0,05) R2=0,28 (p<0,05) R2=0,02 (p=0,43) LA – Kmáx R2=0,02 (p<0,05) R2=0,20 (p<0,05) R2=0,49 (p<0,05) R2=0,01 (p=0,59) LA - Kmín R2=0,02 (p<0,05) R2=0,17 (p<0,05) R2=0,25 (p<0,05) R2=0,08 (p=0,13) EE – Kmáx R2=0,04 (p<0,05) R2=0,03 (p=0,11) R2=0,01 (p=0,53) R2=0,03 (p=0,38) EE – Kmín R2=0,01 (p=0,13) R2=0,03 (p=0,13) R2=0,02 (p=0,15) R2=0,03 (p=0,40) EE - PCA R2=0,01 (p=0,10) R2=0,04 (p=0,05) R2<0,01 (p=0,71) R2=0,02 (p=0,47) PCA – Kmáx R2=0,05 (p<0,05) R2=0,01 (p=0,27) R2=0,15 (p<0,05) R2=0,03 (p=0,37) PCA - Kmín R2=0,05 (p<0,05) R2=0,01 (p=0,38) R2=0,12 (p<0,05) R2<0,01 (p=0,96) Relación EE Relación PCA 0,7 para todos sus parámetros (Tabla 2). Se encontró una relación lineal estadísticamente significativa entre la LA y el EE, de manera que a mayor longitud axial, mayor grado de miopía, para cada grupo de miopía estudiado (Figura 2). La LA y la PCA mostraron una relación lineal directa estadísticamente significativa en los Grupos I y II. Comparando la LA con Kmáx y Kmín, se observó una relación directa lineal en el Grupo I y II. Comparando el EE con Kmáx, Kmín y PCA, no se encontró relación lineal significativa en ninguno de los grupos de miopía. En cuanto a la comparación de la PCA con Kmáx y Kmín, solo se observó relación lineal en el Grupo II. pías entre ±4,00 D, observaron valores de LA y de potencia corneal y cristalineana similares a los valores encontrados en la emetropía, mientras que en ametropías mayores esto no ocurría. A tenor de estos hallazgos, propusieron la existencia de un mecanismo de correlación entre los componentes biométricos que generaría mayor número de ojos emétropes de los que se esperaría con la teoría de libre asociación propuesta por Steiger en 1913.10 Por tanto, el ojo es un órgano muy bien coordinado y no una mera combinación de elementos libres repartidos al azar.10 Posteriormente, este fenómeno se denominaría “proceso de emetropización”. DISCUSIÓN Esta coordinación de los elementos biométricos, cuya única finalidad es producir la emetropía en el ojo adulto, actúa en la infancia, aproximadamente hasta los 6 años de edad.9 Los recién nacidos tienen una LA de 18 mm que aumenta hasta los 23 mm a los 3 años. Si el resto de los componentes no variaran, este crecimiento axial produciría aproximadamente 15,00 D de miopía. Sin embargo, este resultado refractivo no es una situación que se dé comúnmente.9 El análisis de los parámetros biométricos del ojo ha sido objeto de estudio desde el s. XVII,8 con trabajos pioneros centrados en la curvatura de la córnea, que han aumentado en cantidad y calidad a partir de la segunda mitad del s. XX con el desarrollo tecnológico, que ha permitido disponer de mejores y más precisos equipos de medida de la biometría ocular. En 1957, Sorsby y cols encontraron un amplio rango de valores de longitud axial, potencia corneal y potencia del cristalino en ojos emétropes. En ametro- › nº 474 Con nuestro trabajo se pretende describir los parámetros biométricos del ojo miope y las relaciones existentes entre ÓPTICA ellos, además de analizar las similitudes y diferencias entre las miopías simples, causadas por ligeros desequilibrios de los componentes biométricos en el proceso de emetropización, y las miopías patológicas, producidas por un alargamiento excesivo del ojo debido a factores genéticos o ambientales. Como cabía esperar, la LA y el EE han mostrado una relación inversamente proporcional en todos los grupos, es decir, a mayor longitud axial, mayor grado de miopía (valores de EE cada vez más negativos), concordando con lo anteriormente expuesto por otros autores.12,14,16,17 Entre la LA y la PCA se ha encontrado una correlación lineal directa para los grupos I y II, no así para el grupo III (miopes mayores de 12 D), donde no hay relación directa. Este hecho coincide con lo publicado por Hosny y cols11, quienes observaron una relación lineal directa entre la LA y la PCA hasta un valor límite de 27 mm de LA, a partir del cual dejaba de haber correlación lineal, pudiendo la PCA incluso llegar a disminuir en algunos casos. Yebra-Pimentel y cols. encontraron esta misma relación lineal directa hasta valores de LA de 24 mm16 (clasificando en ambos casos los ojos miopes en función de su LA y no de su EE). Desde el punto de vista del proceso de emetropización, esta correlación lineal directa entre la LA y la PCA puede darse por un intento del ojo de separar sus dioptrios oculares para disminuir la potencia refractiva final del globo ocular, o bien, como postulan algunos autores10, puede ser debido al crecimiento no solo longitudinal sino también ecuatorial del globo ocular, que estiraría la zónula y produciría un aplanamiento de las caras anterior y posterior del cristalino, disminuyendo con ello la potencia refractiva total, y aumentando la PCA.10 La correlación entre la LA y la potencia corneal máxima y mínima (Kmáx y Kmín) es inversa en los grupos I y II, es decir, que a medida que la LA del globo ocular aumenta, la potencia corneal disminuye en un intento del proceso de emetropización por mantener la imagen enfocada en la retina. En el grupo III se ha observado la misma tendencia pero sin llegar a ser significativa y con un coeficiente de correlación muy bajo (Tabla 2). OFTÁLMICA En una visión simplista del desarrollo de la miopía, cabría pensar que un ojo miope patológico se debería caracterizar por una elevada LA, acompañada de una alta PCA, y unas potencias corneales (Kmáx y Kmín) superiores a la media de ojos emétropes o miopes leves. Aunque en este trabajo se han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre los tres grupos en los valores de los parámetros biométricos (a excepción de la Kmín), dichas diferencias en valor algebraico son sutiles (Tabla 1) y pueden carecer de relevancia clínica. Así pues, se puede observar que el valor medio de la PCA de los grupos I y II es exactamente el mismo, y en el grupo III, formado por los miopes patológicos elevados, dicho valor fue 0,2 mm menor, al contrario de lo que a priori se pudiera esperar. El valor medio de Kmáx entre el grupo I y el grupo III dista solamente 0,6 D, mientras que la diferencia del EE medio es manifiestamente superior (aproximadamente 14 D). Si se atiende a la LA, la diferencia del valor medio entre el grupo I y el III es de 4,6 mm, que es un valor esperado dada la diferencia dióptrica entre ambos grupos. Por cada milímetro que aumente la LA, la potencia refractiva final se ve incrementada aproximadamente en 3,00 D.4 Se puede decir, por tanto, que los cambios refractivos a nivel corneal (miopía de curvatura) y los cambios del índice de refracción (miopía de índice) han influido muy poco en el estado refractivo final del globo ocular en la muestra estudiada. Por tanto, se confirma que la miopía normalmente se verá influida principalmente por el componente axial, mientras que la miopía de curvatura será más frecuente en ciertas patologías, como puede ser el queratocono19 y la de índice en pacientes con cataratas.20 Este hecho se evidencia también en los coeficientes de correlación entre los parámetros biométricos estudiados y las relaciones lineales existentes entre ellos (Tabla 2). El coeficiente de correlación entre LA y el EE (R2=0,67) implica que cambios de LA variarán el valor del EE en aproximadamente un 67%, siendo la relación lineal significativa en todos los casos. Por el contrario, la relación entre la Octubre 2012 › Artículo Científico Relación de los parámetros biométricos en el ojo miope Kmáx y el EE al analizar por grupos no fue significativa, con valores de coeficientes de correlación (tanto en grupos como en el análisis total) muy bajos (R2<0,05), que sugieren que un cambio en la potencia corneal producirá variaciones del grado de miopía menores del 5%. CONCLUSIÓN El parámetro biométrico que más va a influir en el estado refractivo final del ojo miope adulto es la LA. Por tanto, su graduación final va a depender principalmente de este valor y, en menor medida, del resto de los parámetros oculares. El proceso de emetropización pretende coordinar los diferentes parámetros biométricos oculares en un intento de conseguir la emetropía. Por tanto, cuando la LA aumenta, la córnea tendería a aplanarse y la cámara anterior a hacerse más profunda. Este proceso presenta unos límites a partir de los cuales no es posible compensar estos desequilibrios, dando lugar a un desajuste de los componentes biométricos que ocasionan la ametropía. Aunque a priori pueda parecer que los ojos miopes severos deberían tener LA, cámaras anteriores y potencias corneales mayores que las de un ojo miope simple, los resultados de este estudio muestran que la LA sí es mayor, mientras que la profundidad de la cámara anterior y la potencia corneal son muy similares en ojos miopes de diferente potencia. Los mecanismos que influyen en el proceso de emetropización no están claramente dilucidados; quedando por determinar qué hace que funcione bien en unos sujetos, obteniendo la emetropía, y se desajuste en otros, ocasionando la ametropía. Se han propuesto factores genéticos, ambientales, etc., que requieren mayor investigación con el objetivo de identificar terapias que permitan actuar sobre el proceso de emetropización para evitar los desajustes que dan lugar a la miopía y su progresión. El manejo optométrico del paciente miope debe tener en cuenta estas diferencias biométricas de cara a identificar las técnicas de corrección más adecuadas para cada caso, o las alteraciones propias de procesos patológicos que puedan afectar › nº 474 a la biometría ocular o secundarias al excesivo elongamiento ocular que presentan los ojos miopes. Bibliografía 1. M eng W, Butterworth J, Malecaze F, Calvas P. Axial length of myopia: A review of current research. Ophthalmologica 2011; 225: 127-34. 2. M artín R, Vecilla G. Manual de optometría. Ed Médica Panamericana, 1998. 3. S aw SM, Shih-Yen EC, Koh A, Tan D. Interventions to retard myopia progression in children: an evidence-based update. Ophthalmology 2002; 109: 415-421. 4. 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