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Las cincuenta y ocho propuestas del reciente Sínodo de los Obispos
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 25 noviembre 2012
El Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización para la
transmisión de la fe cristiana (7-28 octubre 2012) concluyó con la
entrega
al
papa
Benedicto
XVI
de
una
lista
de
58 Propositionum (Propuestas), previamente votadas por los padres
sinodales.
En el texto, los obispos abordaron la naturaleza de la nueva
evangelización,
su
contexto,
las
respuestas
pastorales
a
las
circunstancias contemporáneas y los agentes de esta misión. De las 58
propuestas, escritas en latín, solo hay una versión "oficiosa" en inglés, que
ZENIT ha ofrecido traducida de modo no oficial en lengua española y en
otras de sus ediciones, como material de estudio y trabajo.
He aquí las 58 Propuestas, traducidas al castellano.
*****
Introducción
Propuesta 1: DOCUMENTACIÓN PRESENTADA AL SANTO PADRE
Además de toda la documentación sobre “La nueva evangelización
para la transmisión de la fe cristiana” referida a este Sínodo, presentada
a la consideración del Santo Padre, es decir, los Lineamenta,
el Instrumentum laboris, la Relatio ante disceptationem, la Relatio post
disceptationem, las intervenciones, sean aquellas realizadas en el aula
del sínodo, como aquellas in scriptis, el Mensaje al Pueblo de Dios,
las Relaciones de los Círculos menores y sus discusiones, los padres
sinodales han dado una cierta importancia a las proposiciones
siguientes.
Los Padres sinodales solicitan humildemente al Santo Padre que
considere la posibilidad de publicar un documento sobre la transmisión
de la fe cristiana a través de una nueva evangelización.
Propuesta 2: EL SÍNODO EXPRESA SU GRATITUD
Los padres sinodales reconocen con gratitud el legado de las
1 enseñanzas de los papas, que a menudo han enriquecido los frutos de
las asambleas sinodales anteriores al sínodo, y que ha sido fundamental
para el trabajo durante estas sesiones del sínodo sobre la nueva
evangelización para la transmisión de la fe cristiana. Las reflexiones del
sínodo se basan en documentos como Evangelii Nuntiandi de Pablo
VI, Catechesi Tradendae, Redemptoris Missio yNovo Millenio Ineunte del
beato
Juan
Pablo
II,
así
como Deus
Caritas
Est, Sacramentum
Caritatisy Verbum Domini del papa Benedicto XVI. El ejemplo más
reciente de esta enseñanza es el Año de la Fe, proclamado por nuestro
Santo Padre a principios de este sínodo. Estamos muy agradecidos por
este ministerio profético.
Propuesta 3: LAS IGLESIAS ORIENTALES CATÓLICAS
Las Iglesias católicas orientales sui iuris, iluminadas por la tradición, que
se ha transmitido desde los apóstoles por los Padres, son el patrimonio
de toda la Iglesia de Cristo (cf.Orientalium Ecclesiarum, 2, Codex
Canonum Ecclesiarum Orientalium, 39). Estas iglesias son parte de la
herencia apostólica mediante la cual la Buena Nueva ha sido llevada a
tierras lejanas (cf. Ecclesia in Medio Oriente, 88).
Todos ellos están agradecidos por la oportunidad que se les ha ofrecido
para llevar a cabo tareas pastorales entre los fieles migrantes en los
países de tradición latina. Esperan también que su tradición pueda ser
mejor conocida y respetada entre los fieles y el clero de las Iglesias
particulares esparcidas por el mundo.
1) La naturaleza de la nueva evangelización
Propuesta
4:
LA
SANTÍSIMA
TRINIDAD,
FUENTE
DE
LA
NUEVA
EVANGELIZACIÓN
La Iglesia y su misión evangelizadora tienen su origen y fuente en la
Santísima Trinidad según el plan del Padre, la obra del Hijo, que culminó
con su muerte y gloriosa Resurrección, y la misión del Espíritu Santo. La
Iglesia continúa esta misión del amor de Dios en nuestro mundo.
La evangelización debe ser entendida en un amplio y profundo
contexto teológico-doctrinal, como una actividad de palabra y de
2 sacramento que, especialmente a través de la Eucaristía, nos admite a
la participación en la vida de la Trinidad, y por lo tanto suscita, con la
gracia del Espíritu Santo, el poder de evangelizar y dar testimonio de la
Palabra de Dios con valentía y entusiasmo.
La nueva evangelización reconoce la primacía de la gracia de Dios y
cómo en el bautismo se renace a la vida en Cristo. Este énfasis sobre la
filiación divina debe conducir a los bautizados a una vida de fe que
muestra claramente la identidad cristiana, en todos los aspectos de su
actividad personal.
Propuesta 5: NUEVA EVANGELIZACIÓN E INCULTURACIÓN
Jesús nos ofrece el don del Espíritu Santo y nos revela el amor del Padre.
La nueva evangelización es el momento del despertar, de un
entusiasmo renovado y de un nuevo testimonio de que Jesucristo es el
centro de nuestra fe y de nuestra vida cotidiana. Él es el centro de
nuestra fe y de nuestra vida cotidiana. Invita a cada miembro de la
Iglesia a una renovación de la fe y a un esfuerzo real por compartirla.
También requiere discernir en el mundo los signos de los tiempos que
inciden en el ministerio de la Iglesia y de las Iglesias particulares en sus
propios territorios. Entre los signos, ciertamente se debe reconocer una
creciente toma de conciencia de las circunstancias cambiantes de la
vida actual. Asimismo, esta llama a la Iglesia a tender una mano a
aquellos que están lejos de Dios y de la comunidad cristiana, para
invitarlos a escuchar de nuevo la palabra de Dios con el fin de
encontrar al Jesucristo de una manera nueva y profunda.
La nueva evangelización exige una atención especial a la inculturación
de la fe que pretende transmitir el Evangelio desde la capacidad de
valorizar lo positivo de todas las culturas, purificándolas al mismo tiempo
de los elementos que en estas fuesen contrarios a la plena realización
de la persona, según el plan de Dios revelado en Cristo. La inculturación
implica un esfuerzo por hacer "encarnar el Evangelio en las culturas de
los pueblos" (Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), 854).
Propuesta 6: LA PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO
Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen
3 al conocimiento de la verdad (cf. 1 Tm. 2, 4). Debido a que la Iglesia
cree en este plan divino de la salvación universal, debe ella ser
misionera (cf. Evangelii Nuntiandi, 14, CIC, 851). Ella también sabe que
"quienes, ignorando sin culpa el Evangelio de Cristo y su Iglesia, buscan,
no obstante, a Dios con un corazón sincero y se esfuerzan, bajo el influjo
de la gracia en cumplir con obras su voluntad, conocida mediante el
juicio de la conciencia, pueden conseguir la salvación" (Lumen
Gentium, 16). El Evangelio de Jesucristo es la proclamación de su vida y
del misterio pascual de su pasión, muerte, resurrección y glorificación.
El Concilio nos recuerda, sin embargo, que la evangelización es
necesaria para la salvación de todos, porque "con mucha frecuencia
los hombres, engañados por el Maligno, se envilecieron con sus fantasías
y trocaron la verdad de Dios en mentira, sirviendo a la criatura más bien
que al Creador (cf. Rm. 1,21 y 25), o, viviendo y muriendo sin Dios en este
mundo, se exponen a la desesperación extrema. Por lo cual la Iglesia,
acordándose del mandato del Señor, que dijo: «Predicad el Evangelio a
toda criatura» (Mc 16,15), procura con gran solicitud fomentar las
misiones" (Lumen Gentium, 16).
Propuesta 7: LA NUEVA EVANGELIZACIÓN COMO UNA PERMANENTE
DIMENSIÓN MISIONERA DE LA IGLESIA
Se propone que la Iglesia proclame la permanente dimensión global de
su misión con el objetivo de animar a todas las Iglesias locales a
evangelizar.
Evangelización puede entenderse de tres maneras. En primer lugar, la
evangelización ad gentes es el anuncio del Evangelio a aquellos que no
conocen a Jesucristo. En segundo lugar, esta también incluye el
continuo crecimiento de la fe que es la vida ordinaria de la Iglesia. Por
último, la nueva evangelización está dirigida principalmente a aquellos
que se han alejado de la Iglesia.
De este modo, todas las Iglesias particulares serán animadas a valorizar
e integrar a todos sus distintos agentes y sus capacidades. Al mismo
tiempo, cada Iglesia particular debe tener la libertad para evangelizar
en función de sus características y tradiciones, siempre en unidad con su
Conferencia Episcopal o con el Sínodo de la Iglesia católica oriental.
4 Tal misión general responderá a la acción del Espíritu Santo, como en un
nuevo Pentecostés, a través de una convocatoria lanzada por el
Romano Pontífice, invitando a todos los fieles a visitar a todas las familias
y a traer la vida de Cristo a todas las situaciones humanas.
Propuesta 8: DAR TESTIMONIO EN UN MUNDO SECULARIZADO
Somos cristianos que vivimos en un mundo secularizado. Mientras que el
mundo es y siga siendo la creación de Dios, la secularización entra en la
esfera de la cultura humana. Como cristianos no podemos permanecer
indiferentes ante el proceso de secularización. De hecho, nos
encontramos en una situación similar a aquella en la que estaban los
primeros cristianos, y como tal debemos percibir esta situación como un
desafío y una oportunidad. Vivimos en este mundo, pero no somos de
este mundo (cf. Jn. 15,19; 17,11, 16).
El mundo es creación de Dios, y expresa su amor. En Jesucristo, y por Él,
recibimos la salvación de Dios y somos capaces de discernir la
evolución de su creación. Jesús nos abre de nuevo la puerta, de modo
que, sin miedo, abracemos con amor las heridas de la Iglesia y del
mundo (cf. Benedicto XVI).
En nuestra época actual, que muestra aspectos más difíciles que en el
pasado, a pesar de que somos el "pequeño rebaño" (Lc. 12,32), damos
testimonio del mensaje evangélico de la salvación y que estamos
llamados a ser sal y luz en un mundo nuevo (cf. Mt. 5,13-16).
Propuesta 9: LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y LA PRIMERA PROCLAMACIÓN
La base de cualquier anuncio, la dimensión kerigmática, la Buena
Nueva, destaca el anuncio explícito de la salvación. "Les transmití, en
primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros
pecados, según las Escrituras; fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y luego a los Doce" (1
Cor. 15, 3-5).
El "primer anuncio" es el lugar donde el kerigma, el mensaje de la
salvación del misterio pascual de Jesucristo, es proclamado con gran
poder espiritual, capaz de provocar el arrepentimiento del pecado, la
conversión del corazón y la decisión de la fe.
5 Al mismo tiempo, debe haber continuidad entre el primer anuncio y la
catequesis que nos instruye en el depósito de la fe. Consideramos que
es necesario contar con un Plan Pastoral para el primer anuncio, que
muestra un encuentro vivo con Jesucristo. Este documento pastoral
proporcionaría los primeros elementos de un proceso catequético,
permitiendo su integración en la vida de la comunidad parroquial. Los
padres sinodales han propuesto que se redacten líneas guías para el
primer anuncio del kerigma.
Este compendio incluiría:
--La enseñanza sistemática sobre el kerigma en la Escritura y en la
Tradición de la Iglesia católica;
--Enseñanzas y citas de santos misioneros y mártires en nuestra historia
católica, que nos ayudaría en nuestros desafíos pastorales de hoy;
--Cualidad y directrices para la formación de evangelizadores católicos
hoy.
Propuesta 10: DERECHO A ANUNCIAR EL EVANGELIO Y ESCUCHAR
Proclamar la Buena Nueva y la persona de Jesús es una obligación para
todo cristiano, fundado en el Evangelio: "Vayan, pues, y hagan
discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt. 28, 19).
Al mismo tiempo, es un derecho inalienable de toda persona,
cualquiera que sea su religión o ausencia de religión, de ser capaz de
conocer a Jesucristo y el Evangelio. Esta proclamación, dada con
integridad, debe ser propuesta con un respeto total de cada persona,
sin ningún tipo de proselitismo.
Propuesta 11: LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y LA LECTURA ORANTE DE LA
SAGRADA ESCRITURA
Dios mismo se ha comunicado en el Verbo encarnándose. Esta Palabra
divina, escuchada y celebrada en la Liturgia de la Iglesia, en particular
en la Eucaristía, fortalece interiormente a los fieles y los hace capaces
de un auténtico testimonio evangélico en su vida cotidiana. Los Padres
sinodales quieren que la palabra de Dios "sea cada vez más el corazón
de toda actividad eclesial" (Verbum Domini, 1).
6 La puerta a la Sagrada Escritura debe estar abierta a todos los
creyentes. En el contexto de la nueva evangelización, todas las
oportunidades para el estudio de la Sagrada Escritura deben ser puestas
a disposición. La Escritura debe impregnar las homilías, la catequesis y
todos los esfuerzos para transmitir la fe.
Dada la necesidad de la familiaridad con la Palabra de Dios para la
nueva evangelización y para el crecimiento espiritual de los fieles, el
Sínodo anima a las diócesis, parroquias y pequeñas comunidades
cristianas a continuar un estudio serio de la Biblia y de la Lectio divina,
que es la lectura orante de las Escrituras (cf. Dei Verbum, 21-22).
Propuesta 12: DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II
Los padres sinodales han reconocido las enseñanzas del Vaticano II
como una herramienta vital para transmitir la fe en el contexto de la
nueva evangelización. Al mismo tiempo, creen que los documentos del
Concilio deben ser leídos e interpretados correctamente. Por lo tanto,
quieren mostrar su apoyo al pensamiento de nuestro santo padre, el
papa Benedicto XVI, quien indicó el principio hermenéutico de la
reforma en la continuidad, para estar en grado de descubrir en estos
textos el verdadero espíritu del Concilio.
"Está la 'hermenéutica de la reforma', de la renovación dentro de la
continuidad del único sujeto-Iglesia, que el Señor nos ha dado; es un
sujeto que crece en el tiempo y se desarrolla, pero permaneciendo
siempre el mismo, único sujeto del pueblo de Dios en camino.[...] Mas
allí, donde esta interpretación ha sido la pauta que ha guiado la
recepción del Concilio, ha crecido una nueva vida y han madurado
nuevos frutos" (Benedicto XVI, Discurso a la Curia romana, 22 de
diciembre de 2005). De esta manera, se puede responder a la
necesidad de renovación requerido por el mundo moderno y, al mismo
tiempo, preservar fielmente la naturaleza de la Iglesia y de su misión.
2) El contexto del ministerio de la Iglesia hoy
Proposición 13: LOS DESAFÍOS DE NUESTRO TIEMPO
La proclamación de la Buena Nueva en contextos diferentes del mundo
7 --marcados por procesos de globalización y secularización--, plantea
varios desafíos a la Iglesia: a veces por una persecución religiosa
abierta, otras veces por una indiferencia generalizada, injerencia,
restricción o acoso.
El Evangelio ofrece una visión de la vida y del mundo que no se puede
imponer, sino solo propuesta, como la Buena Noticia del amor gratuito
de Dios y de la paz. Su mensaje de verdad y de belleza puede ayudar a
las personas a salir de la soledad y de la falta de sentido, a las cuales las
condiciones de la sociedad postmoderna a menudo la relegan.
Por lo tanto, los creyentes deben esforzarse por mostrar al mundo el
esplendor de una humanidad basada sobre el misterio de Cristo. La
religiosidad popular es importante, pero no es suficiente: se debe hacer
más para ayudar a reconocer el deber de anunciar al mundo la razón
de la esperanza cristiana y de proclamarla a los católicos alojados de la
Iglesia, a aquellos que no siguen a Cristo, a las sectas y a quienes vienen
experimentando con diferentes tipos de espiritualidad.
Propuesta 14: NUEVA EVANGELIZACIÓN Y RECONCILIACIÓN
En un mundo destrozado por la guerra y la violencia, un mundo herido
por un individualismo generalizado que separa a los humanos y los pone
a unos contra los otros, la Iglesia debe ejercer su ministerio de
reconciliación con serenidad y firmeza. La Iglesia en el espíritu de la
Nueva Evangelización asume esta tarea de la reconciliación. Fiel al
mensaje de Jesús ("romper el muro de separación", Ef. 2,14), la Iglesia
debe hacer un esfuerzo para derribar los muros que separan a los seres
humanos.
Con el mensaje de amor, ella debe predicar la novedad del Evangelio
salvífico de nuestro Señor, que vino a liberarnos de nuestros pecados, y
nos invita a construir la armonía, la paz y la justicia entre todos los
pueblos.
Propuesta 15: NUEVA EVANGELIZACIÓN Y DERECHOS HUMANOS
En consonancia con el énfasis puesto sobre la dignidad humana de la
Nueva Evangelización, este Sínodo exhorta a los legisladores, maestros y
otras personas que trabajan en el campo de las ciencias humanas a
8 garantizar el pleno respeto de la persona humana, tanto en la política
como en la práctica pública.
Al mismo tiempo, cada oportunidad debe ser encaminada en las
diferentes situaciones locales y en las asociaciones, para articular,
defender y proteger, tanto en la teoría como en la práctica, estos
derechos que derivan de una comprensión adecuada de la persona
humana, tal como se establece en la ley natural.
Propuesta 16: LIBERTAD RELIGIOSA
Los Padres sinodales reafirmaron que la libertad religiosa es un derecho
humano fundamental. Este derecho comprende la libertad de
conciencia y también la libertad de elegir libremente su propia religión.
Estamos en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de todo el
mundo que sufren de falta de libertad religiosa e incluso de
persecución.
A la luz del reconocimiento del Concilio Vaticano II como una
herramienta para la Nueva Evangelización, y la creciente necesidad de
proteger la libertad religiosa de los cristianos en el mundo, los padres
sinodales han propuesto un compromiso renovado y una mayor difusión
de las enseñanzas de la Dignitatis Humanae. Esta renovación se
propone afirmar y promover la libertad en materia religiosa para los
individuos, las familias y las instituciones a fin de proteger el bien común
de todos. Esta libertad comprende el derecho de enseñar la fe cristiana
--sin compromiso sobre sus principios--, a los niños en la familia y/o la
escuela.
Los Padres sinodales proponen que el Santo Padre considere la
posibilidad de crear un comité de autoridades de la Iglesia, en
representación de las diferentes regiones del mundo, o encomendar
esta tarea al Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, para responder
a los ataques a la libertad religiosa y de obtener información precisa
para el testimonio público al derecho fundamental a la libertad religiosa
y a la libertad de conciencia.
Propuesta 17: PREÁMBULOS DE LA FE Y LA TEOLOGÍA DE CREDIBILIDAD
En el contexto actual de una cultura global, muchas dudas y obstáculos
9 causan escepticismo extenso e introducen nuevos paradigmas de
pensamiento y de vida. Es de suma importancia, para una Nueva
evangelización, destacar el papel de los preámbulos de la fe. Es
necesario no solo mostrar que la fe no se opone a la razón, sino también
el poner de relieve una serie de verdades y realidades que pertenecen
a una antropología adecuada, iluminada por la razón natural. Entre
estos, está el valor de la Ley natural y las consecuencias para la
sociedad en su conjunto. Las nociones de "ley natural" y de "naturaleza
humana", son capaces de demostraciones racionales, tanto a nivel
académico como popular.
Este hecho y el esfuerzo intelectual ayudarán al diálogo entre fieles
cristianos y personas de buena voluntad, abriendo un camino para
reconocer la existencia de un Dios Creador y el mensaje de Jesucristo
Redentor. Los padres sinodales piden a los teólogos desarrollar una
nueva apologética del pensamiento cristiano, es decir, una teología de
la credibilidad adecuada para una nueva evangelización.
El Sínodo lanza una llamada a los teólogos a aceptar y responder a los
desafíos intelectuales de la Nueva evangelización, participando en la
misión de la Iglesia de anunciar a todos el Evangelio de Cristo.
Propuesta 18: NUEVA EVANGELIZACIÓN Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
SOCIAL
El uso de los medios de comunicación social tiene un papel importante
que desempeñar para alcanzar a cada persona con el mensaje de
salvación. En este campo, especialmente en el mundo de las
comunicaciones
electrónicas,
es
necesario
que
los
cristianos
convencidos sean formados, preparados y capacitados para transmitir
fielmente el contenido de la fe y de la moral cristiana. Deben tener la
capacidad de hacer un buen uso de las lenguas y las herramientas
actuales que están disponibles para la comunicación en la aldea
global.
La forma más eficaz de esta comunicación de la fe es el intercambio
del testimonio de vida, sin el cual los esfuerzos de los medios no serán
capaces de una transmisión eficaz del Evangelio.
La educación para el uso racional y constructivo de los medios de
10 comunicación social, son una herramienta importante para la nueva
evangelización.
Propuesta 19: NUEVA EVANGELIZACIÓN Y DESARROLLO HUMANO
El magisterio papal, en su doctrina social, ha demostrado los vínculos
teológicos, antropológicos y pedagógicos entre la evangelización, el
desarrollo y la libertad, sea de la persona como de la sociedad.
Hoy ya no es posible pensar en la Nueva Evangelización sin la
proclamación de la plena libertad de todo lo que oprime al ser
humano, es decir, el pecado y sus consecuencias. Sin un compromiso
serio con la vida y la justicia, y sin un cambio de las situaciones que
generan la pobreza y la exclusión (Cf. Sollicitudo rei socialis, 36), no
puede haber progreso. Esto es especialmente cierto en vista de los
desafíos reales de la globalización.
Propuesta 20: LA NUEVA EVANGELIZACIÓN Y EL CAMINO DE LA BELLEZA
En la Nueva Evangelización, se debe prestar una especial atención al
camino de la belleza: Cristo, el "buen pastor" (cf. Jn. 10,11), es la verdad
en persona, signo de la belleza revelada, que se da a sí mismo sin
medida. Es importante dar testimonio a los jóvenes que siguen a Cristo,
no solo de su bondad y verdad, sino también de la plenitud de su
belleza. Como dijo san Agustín: "No se puede amar lo que no es bello"
(Confesiones, IV, 13,20). La belleza nos lleva hacia el amor, donde Dios
nos revela su rostro en el que creemos.
En este sentido, los artistas se sienten interpelados por la Nueva
Evangelización
y,
al
mismo
tiempo,
se
sienten
comunicadores
privilegiados de esta.
En la educación de los seminaristas no debe pasarse por alto ni la
educación a la belleza, ni la educación a las artes sagradas, como nos
lo recuerdan las enseñanzas del Concilio Vaticano II (cf. Sacrosanctum
Concilium, 129). La belleza debe ser siempre una dimensión especial de
la Nueva Evangelización.
Es necesario que la Iglesia preste atención al cuidado y a la promoción
de la calidad del arte, permitido en los espacios sagrados reservados a
las celebraciones litúrgicas, preservando la belleza y la verdad de su
11 expresión.
Es importante para la Nueva Evangelización que la Iglesia esté presente
en todos los ámbitos del arte para apoyar, con su presencia espiritual y
pastoral, a los artistas en su búsqueda de la creatividad y promover una
viva y verdadera experiencia espiritual de la salvación que se hace
presente en su trabajo.
Propuesta 21: LOS MIGRANTES
Así como muchos países se han beneficiado enormemente de la
presencia de personas llegadas de otras partes, también la Iglesia se ha
nutrido significativamente del testimonio y de la acción evangelizadora
de muchos de ellos, comprometidos en el mandato misionero: "Vayan
por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación"
(Mc. 16,15).
Dados los riesgos y amenazas a la fe de los pueblos migrantes, es
importante que la Iglesia les de su apoyo a través de un plan pastoral
que los incluya –y con ellos a sus familias--, y les recuerde la importancia
de dicho lugar como célula viva de la sociedad y de la Iglesia
doméstica. Las parroquias deben ayudar a los migrantes a integrarse en
la sociedad y en la comunidad cristiana.
El plan pastoral de la Iglesia para los migrantes no solo debe acoger a
los migrantes y promover su dignidad humana, sino sobre todo, debe
ayudarles a integrarse en la vida de la Iglesia, respetando su propia
tradición ritual; este plan debería también ayudar a prevenir que la
Iglesia católica los pierda.
Los migrantes no son solo receptores, sino también protagonistas de la
proclamación del Evangelio en el mundo moderno.
Frente a los grandes movimientos migratorios, es importante insistir en la
centralidad y dignidad de la persona, en particular a la luz de graves
fenómenos como la nueva esclavitud ligada al tráfico vergonzoso de
personas, especialmente de niños, y la compraventa de órganos. Esta
toma de conciencia debe aumentar cuando se trata de refugiados,
personas desplazadas, migrantes por mar, viajeros y gente sin hogar.
Propuesta 22: LA CONVERSIÓN
12 El drama y la intensidad del choque de siempre entre el bien y el mal,
entre la fe y el miedo, deben ser presentados como la base esencial,
como parte integrante de la llamada a la conversión a Cristo. Esta lucha
continúa a un nivel natural y sobrenatural. "Mas ¡qué estrecha la
entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los
que lo encuentran" (Mt 7, 14). Muchos obispos han hablado de la
necesidad de una renovación en la santidad de sus propias vidas, si
quieren ser agentes verdaderos y efectivos de la Nueva Evangelización.
La Nueva Evangelización exige una conversión personal y comunitaria,
nuevos métodos de evangelización y una renovación de las estructuras
pastorales, para ser capaces de pasar de una estrategia pastoral de
mantenimiento a una posición pastoral que sea verdaderamente
misionera.
La Nueva Evangelización nos guía hacia una auténtica conversión
pastoral, que nos empuja a actitudes y acciones que conduzcan a la
vez a evaluaciones y cambios en la dinámica de las estructuras
pastorales, que ya no cumplen con las exigencias del Evangelio en la
era actual.
Propuesta 23: SANTIDAD Y NUEVOS EVANGELIZADORES
La llamada universal a la santidad es constitutiva de la Nueva
Evangelización, que ve a los santos como modelos eficaces de las
variadas formas en la que se puede alcanzar esta vocación. Lo que es
común en las diferentes historias de la santidad, es el seguimiento de
Cristo que se expresa en una vida de fe activa en la caridad, que es
una proclamación privilegiada del Evangelio.
Reconocemos en María un modelo de santidad que se manifiesta en los
actos de amor, que van hasta el don supremo de sí mismo. La santidad
es una parte importante de todo trabajo evangelizador para aquel que
evangeliza, y para el bien de los que son evangelizados.
Propuesta 24: DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Para promover una nueva evangelización en la sociedad, se debe
prestar más atención a la doctrina social de la Iglesia, entendiendo que
se trata de un anuncio y un testimonio de la fe, un medio indispensable
13 de la educación a la fe (cf. Caritas in veritate, 15). Esta adhesión a la
doctrina social de la Iglesia debe estar presente en el contenido de la
catequesis, en la educación cristiana, en la formación de los
seminaristas, de religiosos y religiosas, en la formación permanente de
los obispos y sacerdotes, así como de modo particular en la formación
de los laicos.
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia es un recurso valioso en
el desarrollo de esta formación permanente.
Propuesta 25: ESCENARIOS URBANOS DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
La Iglesia reconoce que las ciudades humanas y la cultura que
expresan, así como las transformaciones que tienen lugar en ellas, son
un lugar privilegiado para la Nueva Evangelización. Insertándose a sí
misma en el designio salvífico de Dios, la Iglesia reconoce que la
"Ciudad santa, la nueva Jerusalén" (cf. Ap. 21, 2-4) está en cierta
medida ya presente en las realidades humanas.
Mediante la implementación de un plan de pastoral urbana, la Iglesia
quiere identificar y comprender estas experiencias, lenguajes y estilos de
vida que son típicos de las sociedades urbanas. Tiene la intención de
hacer sus celebraciones litúrgicas, sus experiencias de vida comunitaria
y el ejercicio de la caridad, relevantes para el contexto urbano, para
encarnar el Evangelio en la vida de todos los ciudadanos. La Iglesia
también sabe que en muchas ciudades, la ausencia de Dios se verifica
en constantes ataques a la dignidad humana.
Estos incluyen: la violencia relacionada con el narcotráfico, la
corrupción en sus diversas formas y muchos otros crímenes. Creemos
que el anuncio del Evangelio puede ser la base para la restauración de
la dignidad de la vida humana en estas zonas urbanas. Es el Evangelio
de Jesús, que ha "venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia" (Jn. 10, 10).
3) Las respuestas pastorales a las circunstancias contemporáneas
Propuesta 26: PARROQUIAS Y OTRAS REALIDADES ECLESIALES
Los obispos reunidos en Sínodo afirman que la parroquia sigue siendo la
14 primera presencia de la Iglesia en los barrios, el lugar y el instrumento de
la vida cristiana, que es capaz de ofrecer oportunidades para el diálogo
entre las personas, para escuchar y proclamar la Palabra de Dios, para
una catequesis orgánica, para la formación en la caridad, para la
oración y la adoración, así como para la celebraciones gozosas de la
Eucaristía. Además, los padres sinodales quieren animar a las parroquias
a encontrar maneras de orientarse hacia un mayor énfasis en la
evangelización, que podría incluir misiones parroquiales, programas de
renovación de las parroquias y retiros parroquiales.
La presencia y la acción evangelizadora de las asociaciones,
movimientos y de otras realidades eclesiásticas son un estímulo útil para
la realización de esta conversión pastoral. Las parroquias, como
realidades eclesiales tradicionales y nuevas, están llamadas a hacer
visible la comunión de la Iglesia particular reunida en torno al obispo.
Con el fin de llevar la Buena Nueva de Jesús, como lo exige la nueva
evangelización, todas las parroquias y sus pequeñas comunidades
deben ser las células vivas, lugares para promover el encuentro personal
y comunitario con Cristo, para experimentar la riqueza de la liturgia,
para proporcionar una educación cristiana inicial y permanente, y para
educar a todos los fieles en la fraternidad y la caridad, especialmente
con los pobres.
Propuesta 27: EDUCACIÓN
"Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, y enseñándoles a
guardar todo lo que yo les he mandado" (Mt. 28,19-20). La educación es
una dimensión constitutiva de la evangelización. Proclamar a Cristo
resucitado, es acompañar a todos los seres humanos en su historia
personal, en su desarrollo y en su vocación espiritual. La educación
debe, al mismo tiempo, promover todo lo que es verdadero, bueno y
bello que hace parte de la persona humana, es decir, la educación del
espíritu y de las emociones para apreciar la realidad.
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen el derecho de ser
evangelizados y educados. Las escuelas y universidades católicas
responden de esta manera a esta necesidad. Las instituciones públicas
15 deberían reconocer y apoyar este derecho.
Las escuelas deben ayudar a las familias a introducir a los niños a la
belleza de la fe. Las escuelas ofrecen una gran oportunidad para
transmitir la fe, o al menos de hacerla conocida.
Los padres sinodales están agradecidos por la labor educativa realizada
por miles de profesores, hombres y mujeres, en las instituciones
educativas católicas de los cinco continentes. Debido al papel único de
los docentes, es importante que reciban capacitación permanente en
el desempeño de sus responsabilidades. Las escuelas deben tener la
libertad de enseñar. Esta libertad es un derecho inalienable.
Por lo tanto, con el fin de asegurar que nuestras instituciones sean
agentes de evangelización, y no solo de los productos de la
evangelización, el Sínodo:
--Alienta a las instituciones educativas católicas a hacer todo lo posible
para preservar su identidad como instituciones eclesiásticas;
--Invita a todos los docentes de asumir su liderazgo como discípulos
bautizados de Jesús, testimoniando a través de su vocación como
maestros;
--Insta a las Iglesias particulares, familias religiosas y a todos los que
tienen responsabilidades en las instituciones educativas, que faciliten la
corresponsabilidad de los laicos, ofreciendo una formación y un
acompañamiento adecuado para este fin.
Propuesta 28: CATEQUESIS DE ADULTOS
No se puede hablar de la Nueva Evangelización si la catequesis de
adultos es inexistente, fragmentada, débil o descuidada.
Cuando estos defectos están presentes, el ministerio pastoral se enfrenta
a un serio desafío.
Las etapas y los niveles del catecumenado de la Iglesia muestran cómo,
en el plano bíblico, catequético, espiritual y litúrgico, la historia de una
persona y su camino de fe pueden ser entendidas como una vocación
a través de su relación con Dios (cf. Evangelii Nuntiandi 18, Instrumentum
Laboris, 92).
En todo esto, el carácter público de la decisión de fe que asume el
catecúmeno, que crece poco a poco en la comunidad y en la
16 diócesis, tiene un impacto positivo en todos los fieles.
Propuesta 29: LA CATEQUESIS, LOS CATEQUISTAS Y EL CATECISMO
Una buena catequesis es fundamental para la Nueva Evangelización. El
Sínodo destaca los servicios esenciales que dan los catequistas a las
comunidades eclesiales y expresa su profunda gratitud por su
dedicación.
Todos
los
catequistas,
que
son
al
mismo
tiempo
evangelizadores, tienen que estar bien preparados. Todos los esfuerzos
deben hacerse, en función de la capacidad de la situación local, para
ofrecer a los catequistas una sólida formación eclesial que es espiritual,
bíblica, doctrinal y pedagógica. El testimonio personal de fe es en sí
mismo una poderosa forma de catequesis.
El Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio son, ante todo, un
recurso para la enseñanza de la fe y para apoyar a los adultos de la
Iglesia en su misión de evangelización y catequesis.
Conforme a la Carta Apostólica Ministeria Quaedam del papa Pablo VI,
las conferencias episcopales tienen la oportunidad de pedir a la Santa
Sede, para la creación del ministerio del catequista.
Propuesta 30: TEOLOGÍA
La teología, como ciencia de la fe, tiene su propia importancia para la
nueva evangelización. Los sacerdotes, los profesores y catequistas
deben ser formados en instituciones de educación superior. La Iglesia
aprecia y alienta la investigación y la enseñanza de la teología. La
teología científica tiene su propio lugar en la universidad, donde se
debe dar un diálogo entre la fe y las otras disciplinas y el mundo secular.
Los teólogos están llamados a cumplir este servicio como parte de la
misión salvífica de la Iglesia. Es necesario que ellos piensen y sientan con
la Iglesia (sentire cum Ecclesia).
El Sínodo propone que la Nueva Evangelización se considere un
elemento integral de la misión de cada facultad de teología y que se
instituya un departamento de estudios sobre Nueva Evangelización en
las universidades católicas.
Propuesta 31: NUEVA EVANGELIZACIÓN Y LA OPCIÓN POR LOS POBRES
17 El papa Benedicto XVI enseña que "Jesús se identifica con los pobres: los
hambrientos y sedientos, los forasteros, los desnudos, enfermos o
encarcelados. «Cada vez que lo hiciste con uno de estos mis humildes
hermanos, conmigo lo hiciste» (Mt. 25, 40). Amor a Dios y amor al prójimo
se funden entre sí: en el más humilde encontramos a Jesús mismo y en
Jesús encontramos a Dios" (Deus Caritas Est, 15).
Hoy en día existen nuevos pobres y nuevas formas de pobreza: los
hambrientos y los sin techo, los tóxicodependientes, los inmigrantes, los
marginados, los refugiados políticos, o "ecológicos", los pueblos
indígenas. La actual crisis económica afecta seriamente a los pobres.
Entre los más pobres de la sociedad están las víctimas de la triste
pérdida de respeto por la dignidad inviolable de la vida humana
inocente.
La opción preferencial por los pobres nos impulsa a ir a buscar a los
pobres y trabajar por ellos, a fin de que puedan sentirse como en casa
en la Iglesia. Ellos son tanto receptores como actores de la Nueva
Evangelización.
Propuesta 32: LOS ENFERMOS
La Nueva Evangelización debe ser siempre consciente del misterio
pascual de la muerte y resurrección de Jesucristo. Este misterio arroja luz
sobre el sufrimiento de la gente, que puede encontrar en la cruz de
Cristo, la comprensión y la aceptación del misterio de sufrimiento que
da esperanza en la vida futura.
En los enfermos, en los que sufren o en las personas con discapacidad o
con necesidades especiales, el sufrimiento de Cristo está presente y
tiene una fuerza misionera. Para los cristianos, siempre debe haber
espacio para los que sufren y los enfermos. Ellos necesitan nuestra
atención, aunque nosotros recibimos aún más de su fe.
A través de los enfermos, Cristo ilumina a su Iglesia, de modo que quien
entre en contacto con ellos, encontrará reflejada la luz de Cristo. Por
esto los enfermos son protagonistas muy importantes de la Nueva
Evangelización.
Todos los que están en contacto con los pacientes deben ser
conscientes de su misión. No podemos olvidar, cuando construimos
18 nuevos hospitales, de asegurarse que nunca le falte un ambiente de
confort y apoyo, así como un lugar de oración.
Propuesta 33: EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y LA NUEVA
EVANGELIZACIÓN
El sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación es un lugar
privilegiado para recibir la misericordia de Dios y el perdón. Es un lugar
de sanación tanto personal como comunitaria. En este sacramento,
todos los bautizados viven un nuevo encuentro personal con Jesucristo y
con la Iglesia, que favorece una reconciliación total a través del perdón
de los pecados. Aquí, el penitente encuentra a Jesús y, al mismo
tiempo, él o ella experimentan un aprecio más profundo de sí mismo o
de sí misma. Los padres sinodales piden que este sacramento se vuelve
a poner en el centro de la actividad pastoral de la Iglesia.
En cada diócesis, debe haber por lo menos un lugar dedicado de
manera especial y permanente a la celebración de este sacramento,
donde los sacerdotes estén siempre presentes, para permitirles a los
fieles experimentar la misericordia de Dios. El sacramento debe estar
especialmente
disponible,
incluso
a
diario,
en
los
lugares
de
peregrinación y en las iglesias especialmente dedicadas a esto.
La fidelidad a las reglas específicas que rigen la administración de este
sacramento
es
necesaria.
Todo
sacerdote
debe
considerar
el
sacramento de la penitencia, como parte esencial de su ministerio y de
la Nueva Evangelización, y en cada comunidad parroquial deberá ser
reservado un momento adecuado para oír confesiones.
Propuesta 34: DOMINGOS Y DÍAS FESTIVOS
La Eucaristía debe ser la fuente y la cumbre de la Nueva Evangelización.
Los padres sinodales exhortan a todos los fieles a renovar su
comprensión y su amor a la celebración eucarística, donde sus vidas
sean transformadas y unidas a Cristo que da su propia vida para la
gloria de Dios Padre, para la salvación del mundo entero.
Aunque hay un contraste entre el domingo cristiano y el domingo
secular,
el
domingo
debe
ser
recuperado
para
la
Nueva
Evangelización, según la enseñanza del beato Juan Pablo II en la Dies
19 Domini. El domingo, con su carácter sagrado y especial ligado a la misa
dominical, debe ser el centro de la vida católica.
El propósito es la participación plena, consciente y activa en la liturgia
por parte de toda la comunidad. El año litúrgico con sus diversas fiestas,
debe ir acompañado de un verdadero programa de evangelización,
sobre todo en Navidad y en Pascua.
Propuesta 35: LITURGIA
La celebración digna de la sagrada liturgia, el regalo más precioso de
Dios para nosotros, es fuente de la más alta expresión de nuestra vida
en Cristo (cf. Sacrosanctum Concilium, 10). Es, por lo tanto, la expresión
primera y más poderosa de la Nueva Evangelización.
A través de la liturgia Dios desea manifestar la belleza incomparable de
su inmenso e incesante amor por nosotros, y nosotros, por nuestra parte,
queremos ofrecer lo que sea más hermoso de nuestra adoración a Dios,
en respuesta a su regalo. En el intercambio maravilloso de la sagrada
liturgia, en la que el cielo baja a la tierra, la salvación está a la mano,
provocando el arrepentimiento y la conversión del corazón (cf. Mt. 4,17;
Mc. 1,15).
La evangelización en la Iglesia requiere una liturgia que eleve el corazón
de los hombres y de las mujeres hacia Dios. La liturgia no es solo una
acción humana, sino, un encuentro con Dios que lleva a la
contemplación y a la amistad íntima con Dios. En este sentido, la liturgia
de la Iglesia es la mejor escuela de la fe.
Proposición 36: DIMENSIÓN ESPIRITUAL DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
El agente principal de la evangelización es el Espíritu Santo, que abre los
corazones y los convierte a Dios. La experiencia de encontrar a
Jesucristo, se hace posible por el Espíritu Santo que nos introduce en la
vida de la Trinidad, acogida en un espíritu de adoración, de oración y
de alabanza, debe ser fundamental en todos los aspectos de la Nueva
Evangelización.
Es
la
dimensión
"contemplativa"
de
la
Nueva
Evangelización, que se alimenta continuamente a través de la oración,
comenzando con la liturgia, especialmente la Eucaristía, fuente y
cumbre de la vida de la Iglesia.
20 En consecuencia, se propone que la oración deba ser alentada y
enseñada desde la infancia. Los niños y los jóvenes deben ser educados
en la familia y en las escuelas a reconocer la presencia de Dios en sus
vidas, para alabarlo, darle gracias por los dones recibidos de El, y pedir
al Espíritu Santo que los guíe.
Proposición 37: EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN EN EL CONTEXTO
DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Todos los fieles cristianos reciben la misión de evangelizar, en nombre de
los sacramentos del bautismo y de la confirmación que han recibido. En
estos, los fieles son sellados por la unción del Espíritu Santo y están
llamados a participar en el misterio de Pentecostés.
A través de la confirmación, los bautizados reciben la plenitud del
Espíritu Santo, sus dones, y la fuerza para testimoniar el Evangelio
abiertamente y con valentía.
Es importante que una catequesis mistagógica acompañe la gracia de
la adopción filial recibida en el bautismo, haciendo hincapié en la
importancia del don del Espíritu Santo, el cual permite participar
plenamente en el testimonio eucarístico de la Iglesia y de su influencia
en todos los ámbitos de la vida y de la actividad humana.
Por lo tanto, una catequesis adecuada y sistemática antes de recibir
estos sacramentos, es de una importancia primordial.
Proposición 38: LA INICIACIÓN CRISTIANA Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
El Sínodo quiere afirmar que la iniciación cristiana es un elemento crucial
en la nueva evangelización y es el medio por el cual la Iglesia, como
madre, genera sus hijos y se regenera. Por lo tanto, proponemos que el
proceso tradicional de la iniciación cristiana, que a menudo se ha
convertido simplemente en una preparación aproximativa para los
sacramentos, sea vista en todo lugar, desde una perspectiva
catecumenal, dando más importancia a una mistagogía permanente, y
convirtiéndose así en una verdadera iniciación a la vida cristiana a
través de los sacramentos (cf. Directorio General para la Catequesis,
91).
En esta perspectiva, no es irrelevante que la situación actual con
21 respecto a los tres sacramentos de la iniciación cristiana, a pesar de su
unidad en la teología, sea pastoralmente diferente. Estas diferencias en
las comunidades eclesiales no son de carácter doctrinal, sino
diferencias de criterio pastoral. Sin embargo, este Sínodo pide que
aquello que el santo padre dijo en ‘Sacramentum Caritatis’, se convierta
en un estímulo para las diócesis y las conferencias episcopales para
revisar su práctica de iniciación cristiana: "Concretamente, es necesario
verificar qué praxis puede efectivamente ayudar mejor a los fieles a
poner de relieve el sacramento de la Eucaristía como aquello a lo que
tiende toda la iniciación". (Sacramentum Caritatis, 18).
Proposición 39: PIEDAD POPULAR Y NUEVA EVANGELIZACIÓN
La piedad popular es un verdadero lugar de encuentro con Cristo y
también expresa la fe del pueblo cristiano en la Santísima Virgen y los
santos.
La
Nueva
Evangelización
reconoce
el
valor
de
estas
experiencias de fe y las alienta como caminos para crecer en la virtud
cristiana.
Las peregrinaciones a lugares sagrados y santuarios son un aspecto
importante de la Nueva Evangelización. No solo por los millones de
personas que siguen haciendo estas peregrinaciones, sino porque esta
forma de piedad popular es en este momento una oportunidad
especialmente prometedora para la conversión y el crecimiento en la
fe. Por tanto, es importante que se desarrolle un plan pastoral que acoja
adecuadamente a los peregrinos y que, en respuesta a su deseo
profundo, se les brinde la posibilidad de que el tiempo de la
peregrinación pueda ser visto como un momento de gracia.
Proposición 40: EL PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCIÓN DE LA
NUEVA EVANGELIZACIÓN
El Sínodo da las gracias al santo padre por la creación del Pontificio
Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, como una
herramienta al servicio de las Iglesias particulares, y pide que este
dicasterio lleve adelante las discusiones sinodales con un posterior
estudio
y
a
través
del
desarrollo
Evangelización.
22 y
la
promoción
la
Nueva
También invita a considerar el establecimiento por cada conferencia
episcopal, de una comisión, a fin de promover el estudio y la difusión del
magisterio pontificio relativo a los temas que forman parte de la Nueva
Evangelización.
De
esta
manera,
se
podrá
crear
una
fuerte
colaboración entre las Iglesias particulares, y por lo tanto, una mayor
eficacia en la implementación de la Nueva Evangelización.
4) Agentes / Participantes en la nueva evangelización
Propuesta 41: NUEVA EVANGELIZACIÓN E IGLESIA PARTICULAR
La Iglesia particular, presidida por el obispo, asistido por los sacerdotes y
diáconos, con la colaboración de personas consagradas y los laicos, es
el sujeto de la Nueva Evangelización. Esto se debe a que en todas
partes la Iglesia particular es la manifestación concreta de la Iglesia de
Cristo y, como tal, inicia, coordina, y lleva a cabo acciones pastorales a
través de las cuales se implementa la Nueva Evangelización.
En la Iglesia resuena el llamado a la santidad, dirigido a todos los
bautizados, invitados a seguir a Cristo y a dirigirse con amor y buena
voluntad hacia todos los hombres, a fin de discernir la acción del Espíritu
Santo en ellos: "como yo os he amado, que también os améis unos a
otros. De este modo todos sabrán que sois mis discípulos, si tenéis amor
los unos con los otros" (Jn. 13,34-35). Para las primeras comunidades
cristianas, la comunión era un elemento constitutivo de la vida de fe y
necesaria para la evangelización: tenían un solo corazón y un solo
espíritu. La Iglesia es comunión, es decir, la Iglesia es la familia de Dios.
La Iglesia permite a cada uno de sus miembros, que sean conscientes
de su responsabilidad de ser como la levadura en la masa. De esta
manera, "la fe que actúa por la caridad" (Gal. 5,6) se convierte en un
testimonio contagioso para el mundo en todas sus dimensiones,
ofreciendo a cada persona la oportunidad de encontrar a Cristo y
llegar a ser a la vez, un evangelizador.
Es conveniente que cada Iglesia particular, cualesquiera que sean las
dificultades, desarrolle un sentido de la misión entre sus fieles,
cooperando con las otras Iglesias particulares.
23 Propuesta 42: ACTIVIDAD PASTORAL INTEGRADA
Cada Iglesia particular es la comunidad primaria de la misión de la
Iglesia. Debe motivar y conducir una acción pastoral renovada, capaz
de integrar la variedad de los carismas, de los ministerios, de los estados
de vida y de los recursos. Todas estas realidades deben coordinarse
dentro de un proyecto misionero orgánico, capaz de comunicar la
plenitud de la vida cristiana a todos, especialmente para los alejados
de la atención de la Iglesia. Este esfuerzo debe provenir del diálogo y de
la cooperación de todos los componentes diocesanos, tales como:
parroquias,
pequeñas
educativas,
comunidades
comunidades
de
vida
cristianas,
consagrada,
comunidades
asociaciones,
movimientos y creyentes a nivel individual.
Cada programa pastoral debe transmitir la verdadera noticia del
Evangelio y centrarse en el encuentro personal y vivo con Cristo;
también debe ser estructurado de tal forma, que suscite en todos una
adhesión generosa a la fe y una voluntad de aceptar la llamada a ser
testigos.
Propuesta 43: DONES JERÁRQUICOS Y CARISMÁTICOS
El Espíritu Santo guía a la Iglesia en la evangelización misionera "con
diferentes dones jerárquicos y carismáticos" (Lumen gentium, 4). De
hecho, las diócesis son "una porción del Pueblo de Dios confiada al
cuidado pastoral del obispo, ayudado por su presbiterio" (Christus
Dominus, 11), donde las diversas realidades carismáticas reconocen la
autoridad del obispo como parte de su propia acción al servicio de la
misión eclesial. El obispo tiene la responsabilidad de dar un "juicio sobre
su autenticidad y el buen uso de estos dones" (Lumen Gentium, 12),
como un verdadero recurso auténtico para la vida y la misión de la
Iglesia.
Los dones jerárquicos y carismáticos, que fluyen del único Espíritu de
Dios, no compiten, sino más bien, son co-esenciales para la vida de la
Iglesia y la eficacia de su actividad misionera (cf. Juan Pablo II, Mensaje
a los participantes en el Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales, 27
de mayo de 1998). La vida consagrada tiene un lugar especial en la
dimensión carismática de la Iglesia (cfr. Mutuae Relationes, 34, Caminar
24 desde Cristo, 32); y como tal, está completamente inserta en la
comunión eclesial, y contribuyen con sus propios dones a la
evangelización misionera.
Que se hagan estudios, sea a tanto a nivel diocesano e interdiocesano,
para ver en qué medida los dones carismáticos y las jerarquías son
capaces de cooperar en la acción pastoral y en la vida espiritual de la
Iglesia.
Desde el Concilio Vaticano II, la Nueva Evangelización se ha
beneficiado del dinamismo de los nuevos movimientos eclesiales y de
las nuevas comunidades. Su ideal de santidad y de unidad ha sido
fuente de muchas vocaciones y notables iniciativas misioneras. El Sínodo
reconoce estas nuevas realidades y las anima a usar sus carismas en
estrecha colaboración con la diócesis y las comunidades parroquiales,
que a su vez se beneficiarán de su espíritu misionero.
Propuesta 44: NUEVA EVANGELIZACIÓN EN LA PARROQUIA
La parroquia, a través de todas sus actividades, debe alentar a sus
miembros a convertirse en agentes de la Nueva Evangelización, dando
testimonio tanto con sus palabras como con sus propias vidas. Por esta
razón, es importante recordar que la parroquia sigue siendo el entorno
habitual para la vida espiritual de los feligreses. El Sínodo por tanto,
alienta las visitas parroquiales a las familias como un medio de
renovación parroquial. A veces sucede que la parroquia se considera
solo como un lugar para eventos importantes, o incluso como un centro
turístico.
Del mismo modo, los "agentes pastorales" en los hospitales, centros
juveniles, fábricas, prisiones, etc., deben tener presente que la Nueva
Evangelización debe encontrar espacio en estos lugares. Es un hecho
que la Iglesia debe estar presentes en estos lugares, porque Cristo ha
mostrado su preferencia por las personas allí presentes. Por cuanto a
ellas corresponde, a todas las Iglesias se les exhorta a abrirse a esta
misión, dondequiera que estén.
Propuesta
45:
EL
ROL
DE
LOS
EVANGELIZACIÓN
25 FIELES
LAICOS
EN
LA
NUEVA
La vocación y la misión propia de los fieles laicos es la transformación de
las estructuras terrenas, para que cada comportamiento y actividad
humana sea informada por el Evangelio. Este es el motivo por el cual es
tan importante orientar a los laicos cristianos hacia un conocimiento
íntimo de Cristo, a fin de formar una conciencia moral por medio de una
vida en Cristo.
El Concilio Vaticano II señala cuatro aspectos principales de la misión de
los bautizados: el testimonio de sus vidas, las obras de caridad y de
misericordia, la renovación del orden temporal y la evangelización
directa
(cf. Lumen
Gentium, Apostolicam
actuositatem).
De
esta
manera, serán capaces de dar testimonio de una vida que sea
verdaderamente coherente con su fe cristiana, como individuos y como
comunidad.
Los laicos cooperan en la obra de evangelización de la Iglesia, como
testigos y al mismo tiempo como instrumentos vivos de la misión salvífica
que comparten (cf. Ad Gentes, 41). Por lo tanto, la Iglesia reconoce los
dones con que el Espíritu obra en todos los bautizados para la
construcción
del
cuerpo,
y
debe
proporcionar
un
estímulo
y
preparación adecuados para favorecer su celo apostólico en la
transmisión de la fe.
Propuesta 46: COLABORACIÓN DEL HOMBRE Y DE LA MUJER EN LA
IGLESIA
La Iglesia reconoce la misma dignidad de mujeres y hombres en la
sociedad, como creados a imagen de Dios; y en la Iglesia, según su
vocación común como bautizados en Cristo. Los pastores de la Iglesia
han reconocido las capacidades especiales de las mujeres, así como su
atención hacia los demás y sus dones para la educación y la
compasión, de una manera muy especial en su vocación de madres.
Las mujeres, junto con los hombres, dan testimonio del Evangelio de la
vida con su dedicación a la transmisión de la vida en la familia. Juntos
ayudan a mantener viva la fe.
El Sínodo reconoce que hoy en día, las mujeres (laicas y religiosas), junto
con los hombres, contribuyen a la reflexión teológica a todos los niveles
y comparten las responsabilidades pastorales en una forma nueva,
26 llevando adelante la Nueva Evangelización para la transmisión de la fe.
Propuesta 47: FORMACIÓN PARA LOS EVANGELIZADORES
Este Sínodo considera que es necesaria la creación de centros de
formación para la Nueva Evangelización, donde los laicos aprendan a
hablar acerca de la persona de Cristo de manera persuasiva,
adaptada a nuestro tiempo y a grupos específicos de personas
(jóvenes, agnósticos, ancianos, etcétera).
El cristocentrismo trinitario (cf. Directorio General para la Catequesis, 98100) es el criterio más esencial y fundamental para la presentación del
mensaje del Evangelio en los tres momentos de la evangelización, sea
por la proclamación inicial, la catequesis o la formación continua (
cf.DGC, 60-72). Toda la enseñanza y los recursos deben ser evaluados
bajo esta luz.
Propuesta 48: LA FAMILIA CRISTIANA
Instituida por el sacramento del matrimonio, la familia cristiana como
Iglesia doméstica es el lugar y el primer agente del don de la vida y del
amor, de la transmisión de la fe y de la formación de la persona
humana según los valores del Evangelio. Imitando a Cristo, toda la
Iglesia debe dedicarse a apoyar a las familias en la catequesis de los
niños y los jóvenes. En muchos casos, los abuelos tendrán un papel muy
importante.
Al mismo tiempo, la Nueva Evangelización debe hacer esfuerzos para
abordar los problemas importantes en relación con el matrimonio, en el
caso de los divorciados y vueltos a casar, en la situación de sus hijos, el
destino de los cónyuges abandonados, en las parejas que viven juntas
sin casarse, y en la tendencia de la sociedad a redefinir el matrimonio.
La Iglesia, con atención materna y espíritu evangélico, debe buscar las
respuestas
adecuadas
a
estas
situaciones,
siendo
un
aspecto
importante de la Nueva Evangelización. Cada plan pastoral de
evangelización también debe incluir una invitación respetuosa a todos
los que viven solos, para que experimenten a Dios en la familia de la
Iglesia.
Es necesario educar a la gente sobre la manera de vivir la sexualidad
27 humana de acuerdo con la antropología cristiana, tanto antes del
matrimonio, como durante el matrimonio mismo.
El Sínodo mira con aprecio a las familias que dejan sus hogares para ser
evangelizadores de Cristo en otros países y culturas.
Propuesta 49: DIMENSIÓN PASTORAL DEL MINISTERIO ORDENADO
Los Padres sinodales alientan a los obispos y a los presbíteros a conocer
la vida de las personas a las que sirven, de una manera más personal.
Las personas buscan testigos auténticos y creíbles en sus obispos y
presbíteros que viven y dan forma a la fe y a la Nueva Evangelización. El
obispo es un evangelizador que predica con el ejemplo y comparte con
todos los bautizados, la bendición de ser llamado a evangelizar.
La formación permanente del clero sobre la Nueva Evangelización y los
métodos de la evangelización en la diócesis y la parroquia, son
necesarios para aprender modos eficaces que movilicen a los laicos en
el compromiso de la Nueva Evangelización.
Invitamos a los obispos, como principales responsables de todo el
trabajo pastoral de la Iglesia, a desarrollar un plan que anime y
acompañe en modo directo y personal, el trabajo pastoral del
presbiterado,
el
núcleo
del
liderazgo
decisivo
de
la
Nueva
Evangelización.
En comparación con los escándalos relacionados con la vida y el
ministerio sacerdotal, que deploramos profundamente, proponemos no
obstante, que se manifieste gratitud y aliento al fiel servicio de muchos
presbíteros. Y que se den orientaciones pastorales a las Iglesias
particulares sobre un plan pastoral sistemático y organizado, que
sostenga la auténtica renovación de la vida y del ministerio de los
presbíteros, que son los principales agentes de la Nueva Evangelización
(cf. Pastores dabo vobis, 2).
Para que los presbíteros estén adecuadamente preparados para la
obra de la Nueva Evangelización, el Sínodo confía en que se cuide de
formarlos en una espiritualidad profunda, en una doctrina sólida, en la
capacidad de comunicar la catequesis y en una toma de conciencia
de los modernos fenómenos culturales.
Los seminarios deben tener la Nueva Evangelización como un objetivo,
28 de modo que se convierta en el hilo conductor y unificador de los
programas de formación humana, espiritual, intelectual y pastoral en
el ars celebrandi, en la homilética y en la celebración del sacramento
de la Reconciliación, que son todos elementos muy importantes de la
Nueva Evangelización.
El Sínodo reconoce y alienta la labor de los diáconos, con cuyo
ministerio brindan un gran servicio a la Iglesia. Los programas de
formación continuada de las diócesis, también deben estar disponibles
para los diáconos.
Propuesta 50: LA VIDA CONSAGRADA
La vida consagrada, de hombres y mujeres, ha dado una contribución
muy importante a la obra de evangelización de la Iglesia en la historia.
En este momento de la Nueva Evangelización, el Sínodo exhorta a todos
los religiosos, hombres y mujeres, y a los miembros de institutos seculares,
a vivir radicalmente y con alegría su identidad de consagrados. El
testimonio de una vida que expresa la primacía de Dios y que, por
medio de la vida colectiva, expresa la fuerza humanizadora del
Evangelio, es una poderosa proclamación del Reino de Dios.
La vida consagrada, plenamente evangélica y evangelizadora, en
profunda comunión con los pastores de la Iglesia y con la colaboración
de los laicos, fieles a sus respectivos carismas, proporcionará una
contribución significativa a la Nueva Evangelización. El Sínodo pide a las
órdenes y congregaciones religiosas de estar totalmente disponibles
para ir a las fronteras geográficas, sociales y culturales de la
evangelización. El Sínodo invita a los religiosos a acercarse a los nuevos
areópagos de la misión.
Dado que la Nueva Evangelización es ante todo una cuestión espiritual,
el Sínodo insiste también en la importancia de la vida contemplativa en
la transmisión de la fe. La antigua tradición de la vida consagrada
contemplativa, en sus anteriores formas de vida comunitaria estables de
oración y de trabajo, sigue siendo una poderosa fuente de gracia en la
vida y misión de la Iglesia. El Sínodo confía en que la Nueva
Evangelización atraerá a muchos otros fieles a optar por esta forma de
vida.
29 Propuesta 51: LOS JÓVENES Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
En la Nueva Evangelización, los jóvenes no solo son el futuro sino
también el presente (y regalo) en la Iglesia. No son solo destinatarios sino
también agentes de evangelización, especialmente con sus coetáneos.
Los jóvenes están en el proceso de búsqueda de la verdad y del sentido
de la vida que Jesús, que es la Verdad, y su amigo, puede proporcionar.
A través de cristianos adultos ejemplares, de los santos, especialmente
los santos jóvenes, y a través de los ministros comprometidos con
jóvenes, la Iglesia es visible y creíble para los jóvenes.
Donde quiera que estén, en casa, en la escuela o en la comunidad
cristiana, es necesario que los evangelizadores encuentren a los jóvenes
y pasen tiempo con ellos, que les propongan y los acompañen en el
seguimiento de Jesús, les guíen a descubrir su vocación en la vida y en
la Iglesia. Mientras que los medios de comunicación influyen mucho en
la salud física, emocional, mental y espiritual de los jóvenes, la Iglesia, a
través de la catequesis y de la pastoral juvenil, se esfuerza en
capacitarles y equiparles para discernir entre el bien y el mal, para elegir
los valores del Evangelio en lugar de los valores del mundo y a formar
sólidas convicciones de fe.
Las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud y el YouCat,
son herramientas especiales de la Nueva Evangelización.
Propuesta 52: DIÁLOGO ECUMÉNICO
La dimensión ecuménica en el compromiso de la Nueva Evangelización
es algo que destaca. Esto corresponde a la oración de Jesucristo "que
todos sean uno" (Jn. 17,21). La credibilidad de nuestro servicio al
Evangelio será mucho mayor si somos capaces de superar nuestras
divisiones. Además de confirmar la identidad católica y la comunión, la
Nueva Evangelización promueve la colaboración ecuménica, que
muestra cómo la fe dada en el Bautismo nos une.
Los padres sinodales aprecian el progreso en el diálogo ecuménico
desde el Concilio Vaticano II. A pesar de las dificultades del pasado,
este diálogo se ha demostrado sobre todo en este Sínodo, con la
participación del patriarca ecuménico Bartolomé I, el arzobispo de
30 Canterbury, doctor Rowan Williams, y de los delegados fraternos. Los
padres sinodales han manifestado su deseo de que la Iglesia continúe
su compromiso en este camino de unidad y de caridad.
Propuesta 53: DIÁLOGO INTERRELIGIOSO
El diálogo con todos los creyentes forma parte de la Nueva
Evangelización. En particular, la Iglesia invita a los cristianos a perseverar
y a intensificar las relaciones con los musulmanes, de acuerdo con las
enseñanzas de la Declaración Nostra Aetate. A pesar de las dificultades,
este diálogo debe continuar. Esto siempre depende de la adecuada
formación de los interlocutores, de su fundamento eclesial auténtico
como cristianos y de la actitud de respeto por la conciencia de las
personas y por la libertad religiosa de todos.
Fiel a las enseñanzas del Concilio Vaticano II, la Iglesia respeta a las
otras religiones y a sus seguidores, y está feliz de trabajar con ellos en la
defensa y promoción de la dignidad inviolable de cada persona.
Propuesta 54: DIÁLOGO ENTRE FE Y CIENCIA
El diálogo entre la ciencia y la fe es un campo vital para la Nueva
Evangelización. Por un lado, el diálogo requiere la apertura de la razón
al
misterio
que
la
trasciende,
y
la
conciencia
de
los
límites
fundamentales del conocimiento científico. Por otro lado, también se
requiere una fe que esté abierta a la razón y a los resultados de la
investigación científica.
Propuesta 55: EL ATRIO DE LOS GENTILES
Las comunidades eclesiales abran una especie de Atrio de los Gentiles,
donde creyentes y no creyentes puedan dialogar sobre cuestiones
clave: los grandes valores de la ética, el arte y la ciencia, y la búsqueda
de lo trascendente. Este diálogo se dirige en particular a "aquellos para
quienes la religión es algo extraño, para quienes Dios es desconocido y
que, a pesar de eso, no quisieran estar simplemente sin Dios, sino
acercarse a él al menos como Desconocido" (Benedicto XVI, Discurso a
los miembros de la Curia romana, 21 de diciembre de 2009).
De manera particular, las instituciones educativas católicas podrían
31 promover un diálogo que nunca se separe del "primer anuncio".
Propuesta 56: GESTIÓN RESPONSABLE DE LA CREACIÓN
La gestión responsable de la creación también sirve para la
evangelización de muchas maneras. Es un testimonio de nuestra fe en la
bondad de la creación de Dios. Demuestra un sentido de solidaridad
con todos los que dependen de ella para sus vidas, y para su
sostenimiento, de los bienes de la creación.
Demuestra la solidaridad intergeneracional con los que vienen después
de nosotros, y es un testimonio claro del uso responsable y equitativo de
la tierra, nuestro hogar común.
Conclusión
Propuesta 57: LA TRANSMISIÓN DE LA FE CRISTIANA
"Serán mis testigos" (Hechos 1,8). Desde el principio, la Iglesia ha
entendido su responsabilidad de transmitir la Buena Nueva. La tarea de
la Nueva Evangelización, siguiendo en esto la tradición apostólica, es la
transmisión de la fe. El Concilio Vaticano II nos recuerda que esta tarea
es un proceso complejo que involucra la fe y la vida de todo cristiano.
Esta fe no se puede transmitir en una vida que no se forma de acuerdo
con el Evangelio o en una vida que no encuentra su significado, verdad
y futuro en el Evangelio.
Por esta razón, la Nueva Evangelización para la transmisión de la fe
cristiana llama a todos los creyentes a renovar su fe y su encuentro
personal con Jesús en la Iglesia, a profundizar su comprensión de la
verdad de la fe y a compartirla con alegría.
Propuesta 58: MARÍA, ESTRELLA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
El Concilio Vaticano II presentó a María en el contexto del misterio de
Cristo y de la Iglesia (cfr. Lumen gentium, 52-68). El papa Pablo VI la
declaró "Estrella de la Evangelización".
Ella es por lo tanto el modelo de la fe, de la esperanza y del amor. Ella
es el primer apoyo que lleva a los discípulos al Maestro (cf. Jn. 2). En el
Cenáculo, es la madre de los creyentes (cf. Hch. 1,14).
32 En cuanto Madre del Redentor, María se convierte en testigo del amor
de Dios: Ella cumple libremente la voluntad de Dios. Ella es la mujer
fuerte, que junto con Juan, permanece al pie de la Cruz. Ella intercede
siempre por nosotros y acompaña a los fieles en su camino hacia la cruz
del Señor.
Como Madre y Reina, es un signo de esperanza para los pueblos que
sufren y los necesitados. Hoy ella es el "misionero" que nos ayudará en las
dificultades de nuestros tiempos, y con su cercanía abrirá los corazones
de los hombres y de las mujeres a la fe.
Fijemos nuestra mirada en María. Ella nos ayudará a proclamar el
mensaje de salvación a todos los hombres y mujeres, para que ellos
también puedan convertirse en agentes de evangelización. María es la
Madre de la Iglesia. A través de su presencia, la Iglesia puede
convertirse en un hogar para muchos y Madre de todos los pueblos.
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