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Transcript
NUESTRA PORTADA
Foto de Su Santidad Benedicto XVI, saludando a la multitud
congregada en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del
Vaticano, en su primera aparición pública, poco después de
ser elegido, el día 19 de abril de 2005.
Depósito Legal: C - 14 - 1981
BOLETÍN OFICIAL
DEL
ARZOBISPADO DE SANTIAGO
Año CXLIV
Abril 2005
Núm. 3.597
BENEDICTO XVI
1. Carta de comunicaciÓn del
nombramiento de Benedicto XVI
NUNCIATURA APOSTÓLICA EN ESPAÑA
N. 5909/05
Madrid, 19 de abril de 2005
Excelentísimo Señor:
Saludo cordialmente a los pastores y fieles de esa
Archidiócesis, así como a cuantos participan en la solemne clausura
del Año Santo Compostelano 2004.
Con inmenso gozo me honro en comunicar a Vuestra
Excelencia que, en la tarde de hoy, ha sido elegido Sumo Pontífice
el Eminentísimo y Reverendísimo Señor Cardenal Joseph Ratzinger,
2
quien ha asumido el nombre de Benedicto XVI.
Nacido en Marktl am Inn, diócesis de Nassau, Alemania, el
16 de abril de 1927. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de
1951, nombrado Arzobispo de München und Freising y Consagrado
Obispo el 28 de mayo de 1977. Creado Cardenal en el Consistorio
del 27 de junio de 1977.
Con este feliz motivo me es muy grato reiterarle, Excelencia,
las seguridades de mi más afta y distinguida consideración.
Mons. Manuel Monteiro de Castro
Arzobispo titular de Benevento
Nuncio Apostólico
3
2.- Felicitación de la Diócesis al nuevo Papa
Una vez elegido nuevo Sumo Pontífice S. S. Benedicto XVI, el
Sr. Arzobispo en nombre de la Archidiócesis Compostelana le envió
la siguiente felicitación:
A Su Santidad Benedicto XVI
Beatísimo Padre:
La Archidiócesis compostelana con su Arzobispo da gracias a
Dios y se alegra vivamente por Su elección para la Sede de Pedro,
a la vez que transmite a Su Santidad su filial y afectuosa
felicitación y encomienda Su Ministerio Apostólico al patrocinio del
Apóstol Santiago.
Queda de Su Santidad humilde y devotísimo hijo
† Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela
3.- Felicitación de la Diócesis al Nuncio Apostólico
Al tener conocimiento de la elección del nuevo Papa el Sr.
Arzobispo, Mons. Julián Barrio Barrio escribió la siguiente
felicitación al Nuncio de S. S., Mons. Manuel Monteiro de Castro.
Excelencia Rvdma.:
La Archidiócesis compostelana con su Arzobispo comparte el
gozo de la elección del nuevo Papa Benedicto XVI con Vuestra
Excelencia y los miembros de la Nunciatura Apostólica.
4
Encomendamos Su Ministerio Papal al patrocinio del Apóstol
Santiago.
Afmo. en el Señor
= Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
5
4. BIOGRAFÍA DE S. S. BENEDICTO XVI
El Cardenal Joseph Ratzinger, papa Benedicto XVI, nació en
Marktl am Inn, en la diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril
de 1927. El padre, comisario de la gendarmería, provenía de una
antigua familia de agricultores de la Baja Baviera. Pasó la
adolescencia en Traunstein y fue llamado en los últimos meses de
segundo conflicto mundial en los servicios auxiliares antiaéreos.
Era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe,
presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia
Comisión Teológica Internacional, decano del Colegio Cardenalicio.
De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de
junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y
teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de
Filosofía y Teología de Freising. En el año 1953 se doctora en
Teología con la disertación «Pueblo y casa de Dios en la doctrina de
la Iglesia de San Agustín». Cuatro años más tarde obtenía la
cátedra con su trabajo sobre «La Teología de la Historia de San
Buenaventura».
Tras conseguir el encargo de Dogmática y Teología
Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de
Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster
de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año
pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la
Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma
universidad. En 1962 aportó una notable contribución en el Concilio
Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings,
arzobispo de Colonia.
Entre sus numerosas publicaciones ocupa un lugar particular
«Introducción al Cristianismo», recopilación de lecciones
universitarias publicadas en 1968 sobre la profesión de fe
apostólica; «Dogma y revelación» (1973), antología de ensayos,
predicaciones y reflexiones, dedicadas a la pastoral. Obtuvo una
6
notable resonancia el discurso pronunciado ante la Academia
Católica bávara sobre el tema «¿Por qué sigo todavía en la Iglesia?,
en la que afirmaba: «Solo es posible ser cristiano en la Iglesia y no
al lado de la Iglesia». En 1985 publica «Informe sobre la fe» y en
1996 «La sal de la tierra».
El 24 de marzo de 1977, Pablo VI lo nombró arzobispo de
München und Freising. El 28 de mayo sucesivo recibía la
consagración episcopal. Fue el primer sacerdote diocesano que
asumió después de 80 años el gobierno pastoral de la gran diócesis
bávara.
Creado cardenal por el papa Pablo VI en 1977, fue relator en
la V Asamblea General del Sínodo de los Obispos (1980) sobre el
tema: «Los deberes de la familia cristiana en el mundo
contemporáneo» y presidente delegado de la VI Asamblea sinodal
(1983) sobre «Reconciliación y penitencia en la misión de la
Iglesia».
El 25 de noviembre de 1981 fue nombrado por Juan Pablo II
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; presidente
de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión
Teológica Internacional.
El 5 de abril de 1993 entró a formar parte del orden de los
obispos, con el título de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni.
El 6 de noviembre de 1998 fue elegido vicedecano del colegio
cardenalicio. El 30 de noviembre de 2002 el Santo Padre aprobó la
elección de decano del colegio cardenalicio, realizada por los
cardenales del orden de los obispos.
Fue presidente de la Comisión para la preparación del
Catecismo de la Iglesia Católica, que tras seis años de trabajo
(1986-1992) pudo presentar al Santo Padre el nuevo Catecismo.
El 10 de noviembre de 1999 recibió el doctorado «honoris
causa» en Derecho por la Universidad italiana LUMSA
Desde el 13 de noviembre de 2000 era Académico honorario
de la Pontificia Academia de las Ciencias.
Fue creado cardenal por Pablo VI en el consistorio del 27 de
junio de 1977, titular de la Iglesia Suburbicaria de Velletri-Segni (5
7
abril 1993) y de la Iglesia Suburbicaria de Ostia (30 noviembre
2002).
Era miembro del Consejo de la II Sección de la Secretaría de
Estado, de las Congregaciones paras las Iglesias Orientales, para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, para los Obispos,
para la Evangelización de los Pueblos, para la Educación Católica;
del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los
Cristianos y de las Pontificias Comisiones para América Latina y
«Ecclesia Dei».
8
JUAN PABLO II
9
1.- Telegramas del Sr. Arzobispo al conocer la muerte del
Papa Juan Pablo II
Al tener conocimiento de la noticia del fallecimiento de S. S.
Juan Pablo II, el Sr. Arzobispo envió sendos telegramas al Emmo. y
Rvdmo. Cardenal Camarlengo, y al Nuncio de S. S. en España,
cuyo texto reproducimos a continuación:
Santiago de Compostela, 3 de abril de 2005
Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Eduardo Martínez Somalo
Cardenal Camarlengo de la Santa Iglesia Romana
CIUDAD DEL VATICANO
Eminencia:
Al tener noticia del fallecimiento de nuestro querido Papa
Juan Pablo II, la Iglesia de Santiago de Compostela, que vivió su
afectuosa cercanía, y su Arzobispo manifestamos nuestro
sentimiento profundo unido a nuestra honda gratitud y humilde
oración, pidiendo al Buen Pastor, por intercesión del Apóstol
Santiago, que le haya acogido en su bondadosa misericordia y
confiando que Cristo nos concederá otro Sucesor de Pedro según
su corazón.
= Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela
10
2.- Carta del Cardenal Camarlengo agradeciendo la
condolencia por la muerte de Juan Pablo II
11
3.- Carta del Nuncio Apostólico agradeciendo
la condolencia por la muerte de Juan Pablo II
12
4.- Carta Pastoral del Sr. Arzobispo con motivo del
fallecimiento del Papa Juan Pablo II
4 de abril de 2005
Queridos diocesanos:
El Papa Juan Pablo II, un hombre histórico, un testimonio de
esperanza, “el gran alpinista del espíritu”, ha llegado a la cima,
“Monte de Gozo y Jerusalén celestial”, tras una escalada fatigosa
pero siempre esperanzada, acompañado por nuestra oración,
afecto y cercanía.
Su pontificado ha sido uno de los más importantes y
significativos para la Iglesia y para el mundo, siendo hasta ahora el
Papa más visible de la historia y el más visto. Convencido de la
verdad que conlleva ser cristiano, esa convicción animó todo
cuanto hizo. Sólo se le puede comprender desde la hondura interior
con que ha vivido los acontecimientos de su existencia, y desde su
fe intrépida. Al timón de la barca de la Iglesia, no le han faltado
noches y días de zozobra, surcando las aguas, a veces impetuosas
y vertiginosas, del mar de nuestros tiempos, siempre con una
conciencia clara de saber de quien se había fiado y viviendo en esta
confianza. Sus intuiciones proféticas se fueron verificando en el
peregrinar del Pueblo de Dios, estando como “buen samaritano” al
lado del hombre contemporáneo y viviendo con lúcida sencillez lo
que se halla a veces en el extremo de la complejidad. Era sabedor
de que la actitud del hombre ante el misterio de Dios determina su
vida social y cultural, y de que toda la historia de los hombres es
movida por el Espíritu. Esto le ayudó a descubrir los grandes retos
en el espesor de la historia.
Al encomendar al Papa Juan Pablo II pidiendo que Dios Padre
le haya acogido en su bondadosa misericordia, le manifestamos
nuestra profunda gratitud por el testimonio que nos deja a través
de su ministerio vivido en fidelidad, compromiso y espíritu de
servicio.
13
En comunión eclesial, celebraremos exequias solemnes por el
difunto Pontífice en la SAMI Catedral, en la Real e Insigne Colegiata
de La Coruña, en la Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra
y en todas las parroquias de la Archidiócesis, bien sea en cada una
de ellas o bien por zonas o arciprestazgos, según el criterio del
párroco y de los arciprestes. En este sentido me dirijo también a
los Miembros de Vida Consagrada, uniéndonos todos en oración por
quien ha sido el Pastor de toda la Iglesia.
Una vez celebrados los funerales, especialmente durante el
Cónclave, tanto en la Catedral, como en la Colegiata, en las
parroquias y en las comunidades religiosas, cuando el Calendario
Litúrgico lo permita, podrán utilizarse las oraciones y los textos
litúrgicos de la Misa “Para elegir un Papa”, hasta que el Señor
provea a su Iglesia de un nuevo Pontífice, “pastor de todos los
fieles para procurar el bien común de la Iglesia universal y de cada
Iglesia” (ChD 2).
Con María, Madre de la Iglesia, a la que Juan Pablo II
consagró
filialmente
su
ministerio,
en
actitud
orante
mantengámonos “alegres en la esperanza, pacientes en la
tribulación, perseverantes en la oración” (Rom 12,12).
¡Que el Buen Pastor haya acogido en la ciudadanía de los
santos a quien fue su Vicario en la tierra, el querido Papa Juan
Pablo II!
Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
14
5.- Crónica de los actos celebrados en la dióceisis con
ocasión del fallecimiento del Papa
La figura de Juan Pablo II ha suscitado un movimiento
diocesano de oración y vigilia tanto para acompañarle en sus
últimos momentos como para rezar por él y agradecer al Señor su
vida entregada a la Iglesia y a la sociedad.
El 1 de abril, día anterior a su fallecimiento, el Arzobispo de
Santiago, Julián Barrio, pidió a todos los diocesanos a través de un
comunicado enviado a los medios de comunicación gallegos qu se
intensificase la oración para acompañar a su Santidad en esos
momentos de dolor. Ese mismo día D. Julián Barrio convocó una
rueda de prensa y agradeció a todos los periodistas la
preocupación que demostraban ante un acontecimiento como el
que estábamos viviendo. “Tenemos que unirnos en oración con el
Papa como signo de nuestra gratitud, afecto y cercanía pidiendo al
Señor que se haga su voluntad”, les indicaba, aprovechando los
medios de comunicación para convocar a todos los jóvenes a
participar en la Catedral de Santiago en una vigilia de oración. Los
jóvenes, respondiendo a esta llamada, rezaron por el Papa.
El 2 de abril el Papa Juan Pablo II fallecía a las 21.37h. El
Arzobispo compostelano, tras abrir la Catedral, rezó el Rosario con
todas las personas que espontáneamente acudieron a velar esa
noche. Desde las 10.45 h las campanas de la Catedral sonaron y
tras el rosario D. Julián Barrio presidió una exposición del
Santísimo hasta las 2.00 h. Ante esta gran pérdida se envió a los
medios de comunicación un comunicado oficial en el que se
reflejaban las palabras textuales del Sr. Arzobispo: “Ha muerto un
Papa que todos considerábamos de la familia. Sabíamos que nos
quería y le queríamos. La diócesis compostelana, que contó con su
presencia en dos ocasiones, participa de este dolor compartido por
nuestros hermanos en la fe y por todas aquellas personas sensibles
al testimonio de una vida al servicio del hombre a través del
testimonio de la verdad y del servicio de la caridad”.
15
El 3 de abril, tras comparecer ante los medios de
comunicación en directo, D. Julián Barrio presidió la Misa de Coro
de la Catedral ofreciéndola por el Papa Juan Pablo II y participó por
la noche en una Vigilia de jóvenes organizada por Pastoral Juvenil
en la plaza de la Quintana. En esta Vigilia más de mil jóvenes
rezaron delante de la Puerta Santa cerrada como signo del Papa
peregrino.
Al día siguiente, el 4 de abril, la Catedral de Santiago vibró
con los más de 3.000 jóvenes que participaron en una Eucaristía
presidida por D. Julián Barrio. El Sr. Arzobispo les invitó a no tener
miedo, como decía Juan Pablo II, y a vivir la vida acorde con el
Evangelio.
El Arzobispado colocó un libro de firmas en el hall de entrada
para que todos los católicos y no católicos manifestasen sus
condolencias por el fallecimiento del Papa Juan Pablo II.
Así, los funerales oficiales se celebraron el el día 6 a las
19.30h en la Catedral de Santiago; el día 9 a las 12.00 h en la
plaza de María Pita de A Coruña y el día 11 de abril a las 13.00 h
en la Real Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra.
16
6.- Homilía del Arzobispo en la Misa Funeral
celebrada en la SAMI Catedral
1 Tes 4, 12-17; Mt 5, 1-12.
Nos hemos reunido para darle el “adiós pascual” a nuestro
querido Papa Juan Pablo II, un Papa bueno y un gran Papa. La
liturgia pascual nos enseña que Dios hace lectura del hombre a
través del perdón y de la misericordia. Si toda nuestra existencia
hemos de iluminarla con la luz de la Pascua, de manera especial la
muerte, acontecimiento solemne que nos posibilita pasar a la vida
eterna y ver a Dios cara a cara: “Oh Dios por ti madrugo, mi alma
está sedienta de Ti, mi carne tiene ansia de Ti, como tierra reseca,
agostada, sin agua”. Después de experimentar las fatigas propias
de la peregrinación terrena, entendemos mejor la manifestación de
San Juan de la Cruz: "Sácame de aquesta muerte, mi Dios, y dame
la vida, no me tengas impedida en este lazo tan fuerte, mira que
peno por verte".
“Y estaremos siempre con el Señor” (Ts 4,17). No
necesitamos otro consuelo, ni nos es precisa a los creyentes otra
razón para vivir con esperanza y para morir con sosiego que esta
luminosa afirmación del Apóstol. Y a la luz de esta certeza, será
más fácil encontrar la razón de ser de nuestra esperanza en el ir
tejiendo día a día el tapiz de nuestra existencia con los hilos de la
realidad del dolor y de la alegría, de los desencantos y de los
logros, del ánimo y de la decepción, del amor y del olvido. Estar
siempre con el Señor: permanecer amorosamente sin la prisa
inquieta de quien se siente incómodo, saborear la fidelidad de Dios
sin intermitencias y sin el riesgo de ofuscarnos por el engañoso
atractivo del mal y del pecado, viendo la gloria del Señor Jesús que
se entregó a la muerte por nosotros y la venció definitivamente con
la resurrección. El destino del hombre es un destino de amor y de
compañía dichosa con Aquel que nos ha creado, nos salva y nos
espera. Mientras tanto como tejedores vamos devanando nuestra
vida, viendo el revés del tapiz que estamos tejiendo. En esta
espera sólo tenemos contacto real con el lado más penoso de
nuestro trabajo: los hilos enredados y rotos de la trama de nuestra
17
vida. Pero un día seremos invitados a pasar al otro lado del tapiz y
nos maravillaremos del resultado porque veremos la obra de Dios
en nosotros, si hemos vivido unidos a Cristo. Cuando la vida es
Cristo, la muerte es una ganancia. Morir con dignidad presupone la
sabiduría cristiana de la esperanza, buscando siempre el querer de
Dios y el encuentro con el Amor vencedor de la muerte. “Aunque la
certeza de morir nos entristece, nos consuela la promesa de la
futura inmortalidad”.
Na Eucaristía deste serán facemos memoria do Señor Xesús
que vivíu, morreu e resucitou por nós: “Amoume e entregouse a
min”, di san Pablo. A morte de Cristo, solidaria e oferente, é unha
garantía definitiva da misericordia de Deus e o fundamento
permanente da nosa esperanza porque “Cristo cargou sobre sí
tódolos pecados do mundo, e as súas palabras cumpliranse sen
que deixe de facelo nin unha soa”.
Facemos tamen memoria do noso querido Papa Xoán Paulo
II, sembrando a sua mensaxe e asociando o seu destino a Xesús.
Agora, a súa morte fíxolle participar na morte de Cristo, confiando
en que a ela seguirá o mesmo xuízo de Deus que seguíu á vida e á
morte de Cristo manifestado nella resurrección.
A vida compréndese sempre mirando cara atrás, pero hai
que vivila mirando cara adiante. A gozosa adhesión á divina
vontade de Deus e unha profunda experiencia de fe foron as
características que definiron a súa existencia. Buscou a Deus en sí
mesmo e buscouse a sí mesmo en Deus.
Foi un Papa segundo o corazón de Deus, profundamente
crente que tiña os pés no chan pero xamais se esqueceu de mirar ó
alto. Home de Deus a quen procurou agradar toda a súa vida,
home da Igrexa á que servíu ata o extremo das súas forzas e home
dos homes dos que sempre estivo preto coma bo samaritano. Cos
seus propios ollos puido ve-los dramas que padece o home dos
nosos tempos. Deuse de conta de que moitas persoas da terra
viven na miseria física cos males que a acompañan, e que non
poucas viven a miúdo na miseria espiritual que ten a avantaxe de
ser indolora pero o inconvinte de ser mortal. Mirou lonxe e en
profundidade, descubrindo os grandes retos que plantexa o Espírito
no espesor da historia, afrontando situacións complexas e grandes
cambios, e facendo unha lectura crente dos mesmos. Pastor,
18
evanxelizador e testemuña da fe deixounos testemuño da
certidume pública da súa fe, e da grandeza da súa fidelidade,
fortaleza e firmeza. Sementou a puñados a semente do Evanxeo,
proclamando que Deus favorece a liberdade humana, que a
actitude relixioxa axuda o desenvolvemento dos dons naturais e
que a fe e a razón son como as alas coas que o espirito humano se
ergue cara a contemplación da verdade.
Falou de Deus ós homes e falou dos homes a Deus,
consciente de que a verdade nos posúe e é para servila e
comunicala aínda comporte sacrificio. “Fíxose todo para todos para
salvar a toda costa a algúns”, encontrando os que cren, os que
buscan a Deus e os que se ven atormentados pola dúbida e
subliñando que o home é imaxe e semellanza de Deus e non ó
revés. O sufrimento acompañouno ó longo da sua vida dándolle
capacidade para ve-la realidade cos ollos do corazón. No inmenso
océano da Igrexa, fixo moitas singladuras cunha fe intrépida. Non
tivo medo do Misterio de Deus porque confiou sempre no seu
Amor.
Referente moral para todo o mundo ofreceu a moral do
Evanxeo que procede do amor que o quere todo para dalo todo, e
que perdoa todo para amar aínda máis. Estaba convencido de que
rebaixa-las esixencias do Evanxeo é rebaixar ó ser humano. Esto
deulle forzas para defende-la dignidade da persoa humana, a
liberdade e a verdade que funda ó home e lle abre ó Eterno.
A Igrexa en Galicia sabe do afecto e da cercanía pastoral
que Xoán Paulo II tivo e que manifestou nas súas dúas visitas
pastorais, deixándonos a mensaxe de que a fe católica constitúe a
identidade do pobo español, falándonos da dignidade do traballo
humano, pedindo a renovación espiritual e humana de Europa, e
proclamando que Cristo é o Camiño, a Verdade e a Vida.
Certamente a súa vida, as súas conviccións e a súa doutrina
representan un inequívoco desafío para a época en que vivíu,
testemuñando que a esperanza centrada en Cristo é a verdade do
noso mundo, porque no centro do drama humano está Cristo, a
imaxe de Deus invisible.
O tempo da proba no Papa deu paso á eternidade da
recompensa. Entrou na historia por méritos propios. Cruzou xa o
umbral da esperanza. Agora sentimos a necesidade do corazón de
19
agradecerlle co noso afecto e oración o legado que nos deixou e no
que resoa o eco das Benaventuranzas. Ante a súa morte
participamos da dor compartida polos nosos irmáns na fe e por
tódas aquelas persoas sensibles ó testemuño dunha vida ó servicio
dos dereitos do home a través do seu testimonio da verdade e do
seu servicio na caridade. Somos beneficiarios do seu ministerio, do
seu traballo e do seu sacrificio. Queremos pedirlle un último favor:
¡intercede por todos nós! Coa nosa gratitude e a nosa súplica
pregamos para que o Bo Pastor fixéralle xa partícipe da gloria
celestial. Amén.
20
SANTA SEDE
1.- Mensaje de S. S. Juan Pablo II con ocasión de la
39 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
Queridos hermanos y hermanas:
1. Leemos en la Carta de Santiago: “De una misma boca proceden la
bendición y la maldición. Esto, hermanos míos, no debe ser así” (St 3, 10).
Las Sagradas Escrituras nos recuerdan que las palabras tienen un
extraordinario poder para unir a las personas o dividirlas, para crear vínculos
de amistad o provocar hostilidad.
Ello no es verdad sólo respecto a palabras intercambiadas entre
individuos. Se aplica asimismo a toda comunicación, donde sea que tenga
lugar y a cualquier nivel. Las modernas tecnologías nos ofrecen
posibilidades nunca antes vistas para hacer el bien, para difundir la verdad
de nuestra salvación en Jesucristo y para promover la armonía y la
reconciliación. Por ello mismo su mal uso puede provocar daños enormes,
suscitando incomprensión, prejuicios y hasta conflictos. El tema elegido para
la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales del año 2005, “Los
medios de comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos”,
señala una necesidad urgente: promover la unidad de la familia humana a
través de la utilización de estos maravillosos recursos.
2. Un modo importante para lograr esta meta es la educación. Los
medios pueden enseñar a millones de personas cómo son otras partes del
mundo y otras culturas. Por ello se han llamado acertadamente “el primer
areópago del tiempo moderno;... para muchos son el principal instrumento
informativo y formativo, de orientación e inspiración para los
comportamientos individuales, familiares y sociales” (Redemptoris missio,
37). Un conocimiento adecuado promueve la comprensión, disipa los
prejuicios y despierta el deseo de aprender más. Las imágenes, en
particular, tienen la capacidad de transmitir impresiones duraderas y moldear
actitudes. Enseñan a la gente a mirar a los miembros de otros grupos y
naciones, ejerciendo una influencia sutil sobre si deben ser considerados
como amigos o enemigos, aliados o potenciales adversarios.
Cuando los demás son presentados en términos hostiles, se
siembran semillas de conflicto que pueden fácilmente convertirse en
violencia, guerra e incluso genocidio. En vez de construir la unidad y el
21
entendimiento, los medios pueden ser usados para denigrar a los otros
grupos sociales, étnicos y religiosos, fomentando el temor y el odio. Los
responsables del estilo y del contenido de lo que se comunica tienen el
grave deber de asegurar que esto no suceda. Realmente los medios tienen
un potencial enorme para promover la paz y construir puentes entre los
pueblos, rompiendo el círculo fatal de la violencia, la venganza y las
agresiones sin fin, tan extendidas en nuestro tiempo. En palabras de San
Pablo, que fueron la base del Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de
este año: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el
bien” (Rm 12, 21).
3. Si esta contribución a la construcción de la paz es uno de los
modos significativos como los medios pueden unir a las personas, otra es su
gran influencia positiva para impulsar las movilizaciones de ayuda en
respuesta a desastres naturales u otros. Ha sido conmovedor el ver la
rapidez con que la comunidad internacional respondió al reciente tsunami,
que provocó innumerables víctimas. La velocidad con que las noticias viajan
hoy aumenta la posibilidad de tomar medidas prácticas en tiempo útil para
ofrecer la mejor asistencia. De esta manera los medios pueden lograr un
bien muy grande.
4. El Concilio Vaticano II recuerda: “Para el recto uso de estos medios
es absolutamente necesario que todos los que los utilizan conozcan las
normas del orden moral en este campo y las lleven fielmente a la práctica”
(Inter mirifica, 4).
El fundamento ético es éste: “La persona humana y la comunidad
humana son el fin y la medida del uso de los medios de comunicación social;
la comunicación debería realizarse de personas a personas, con vistas al
desarrollo integral de las mismas” (Ética en las comunicaciones sociales,
21). Así pues, son en primer lugar los comunicadores quienes deben poner
en práctica en sus vidas los valores y actitudes que están llamados a
inculcar en los demás. Antes que nada, esto debe incluir un auténtico
compromiso con el bien común, un bien que no se reduzca a los estrechos
intereses de un grupo particular o nación, sino que acoja las necesidades e
intereses de todos, el bien de la familia humana entera (cf. Pacem in terris,
132). Los comunicadores tienen la oportunidad de promover una auténtica
cultura de la vida, distanciándose de la conjura actual contra la vida (cf.
Evangelium vitae, 17) y transmitiendo la verdad sobre el valor y la dignidad
de toda persona humana.
22
5. El modelo y pauta de toda comunicación se encuentra en el Verbo
mismo de Dios. “De muchos modos habló Dios a nuestros padres por medio
de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo”
(Heb 1,1). El Verbo encarnado ha establecido una nueva alianza entre Dios
y su pueblo, una alianza que también nos une entre nosotros,
convirtiéndonos en comunidad. “Porque él es nuestra paz, el que de los dos
pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad” (Ef 2,
14).
Mi oración en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de
este año es que los hombres y mujeres de los medios asuman su papel para
derribar los muros de la división y la enemistad en nuestro mundo, muros
que separan a los pueblos y las naciones entre sí y alimentan la
incomprensión y la desconfianza. Ojalá usen los recursos que tienen a su
disposición para fortalecer los vínculos de amistad y amor que son signo
claro del naciente Reino de Dios aquí en la tierra.
Desde el Vaticano, 24 de enero de 2005, fiesta de San Francisco de
Sales.
JUAN PABLO II
23
ARZOBISPADO
1.- Carta pastoral en la Jornada del Enfermo. Pascua 2005.
Texto castellano
Queridos diocesanos:
En la Pascua del Enfermo de este año seguimos también
teniendo muy presentes a todos los enfermos de nuestra
comunidad diocesana, a sus familias y a los Profesionales de la
salud. Estos “nos necesitan y los necesitamos” y no pueden
quedar en ese anonimato que sumerge en el olvido ajeno al
agradecimiento. Conocer esta realidad, sus retos y desafíos es un
buen punto de partida para una mejor colaboración entre enfermos
y profesionales de la salud, llamados a ser “testigos del evangelio
en el mundo de la salud”.
La nueva evangelización no se llevará a cabo si no
promovemos la vocación y el compromiso de los seglares. Esta
presencia activa de los laicos es imprescindible. El desarrollo y la
vitalidad de la pastoral de la salud van a depender en buena parte
de esta presencia. Muchos de los profesionales de la salud se
plantean su identidad católica. Descubrir su vocación cristiana en el
campo de la salud es imprescindible. “Dentro de la promoción del
laicado nos parece urgente impulsar el compromiso profesional
sanitario, profundizando y desarrollando más su identidad. Este
compromiso ha de realizarse desde su propia condición seglar y
desde el cumplimiento responsable de su profesión. Dentro de una
actitud de servicio a la vida y a la salud integral del enfermo, el
profesional sanitario ha de sentirse llamado a colaborar, de manera
particular en la humanización de la asistencia al enfermo y en la
iluminación ética de los problemas sanitarios”1.
Cada vez es más urgente sensibilizar a la comunidad
cristiana para vivir con sentido la salud y la enfermedad, la vida y
la muerte. Todos los laicos cristianos, y de manera especial, los
1
Congreso Iglesia y Salud, Madrid 1995, 171.
24
profesionales de la salud, están llamados a asumir como miembros
activos su responsabilidad en el campo de la pastoral sanitaria. El
servicio a favor del enfermo cooperando en la obra de salvación,
confiada por Jesucristo a su Iglesia, puede llevarse a cabo
mediante el testimonio ofrecido a través de la profesionalidad de
los creyentes. La finalidad de la actividad sanitaria católica
presupone el máximo respeto a la libertad de conciencia, la
ausencia de toda discriminación en la actividad profesional y la
solidaridad con la acción conjunta a favor de la salud. Juntos
podremos lograr la salud a la que aspiramos y que se manifiesta
“en una total armonía con Dios, consigo mismo y con la
humanidad”. En este contexto se hace necesaria una reflexión que
nos lleve a un mejor conocimiento de los profesionales de la salud.
Es mucho lo que nos ofrecen y no es menos lo que tenemos que
agradecerles. Admiramos a tantos médicos que son un ejemplo de
generosidad y de competencia. Desde esta convicción nos
adentramos con sencillez en esta realidad y lo hacemos en la
perspectiva de la fe pues de otra forma parecería absurdo lo que
en este sentido podríamos decir aquí. Vivimos en un mundo de
relación interpersonal, que adquiere una relevancia significativa
entre médico y enfermo.
Para el profesional de la medicina el enfermo no es
solamente un simple cliente sino una persona necesitada de ayuda
sanitaria. El médico es “custodio y servidor de la vida humana”. En
este sentido, la actividad médico-sanitaria se explicita en dos
dimensiones: la confianza y la conciencia. Quien está enfermo se
confía a otra persona que se puede hacer cargo de su situación
para curarle. El paciente no es sólo un caso clínico sino una
persona enferma para el que el médico adopta una actitud de
sincera simpatía sufriendo con ella, mediante una participación
personal en las situaciones concretas de cada paciente. Los
médicos son “sanadores heridos”, desgastados al servicio de los
enfermos. Afirmar su propia identidad cristiana es descubrir que su
misión de cuidar la vida y de sanar la enfermedad hace referencia
a Cristo mismo que ha venido a dar la vida y darla en abundancia.
El médico es como un buen samaritano que llega al enfermo con su
saber, su comprensión, su simpatía, y su caridad. Es la expresión
de la caridad terapéutica con Cristo: “Estuve enfermo y me
25
visitaste”. El médico es “un colaborador de Dios en la recuperación
de la salud en el cuerpo del enfermo”. No podemos olvidar que es
parte de la misión de la Iglesia el servicio a los enfermos. El
profesional de la salud participa con su ministerio terapéutico en la
acción pastoral y evangelizadora de la Iglesia. Esta es la identidad
cristiana del médico en su ministerio de la vida y de la salud,
haciendo visible a Cristo que sana entre los hombres.
Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
26
Texto gallego
Queridos diocesanos:
Na Pascua do Enfermo deste ano seguimos tamén a ter moi
presentes a tódolos enfermos da nosa comunidade diocesana, ás
súas familias e ós Profesionais da saúde. Estes “necesítannos e
necesitámolos” e non poden quedar nese anonimato que
somerxe no esquecemento alleo ó agradecemento. Coñecer esta
realidade, os seus retos e desafíos é un bo punto de partida para
unha mellor colaboración entre enfermos e profesionais da saúde,
chamados a ser “testemuños do evanxeo no mundo da saúde”.
A nova evanxelización non se levará a cabo se non
promovémo-la vocación e o compromiso dos segrares. Esta
presencia activa dos leigos é imprescindible. O desenrolo e a
vitalidade da pastoral da saúde van depender en boa parte desta
presencia. Moitos dos profesionais da saúde cuestiónanse a súa
identidade católica. Descubri-la vocación cristiá no campo da saúde
é imprescindible. “Dentro da promoción dos leigos parécenos
urxente impulsa-lo compromiso profesional sanitario, afondando e
desenrolando máis a súa identidade. Este compromiso ha de
realizarse desde a súa propia condición de segrar e desde o
cumprimento responsable da súa profesión. Dentro dunha actitude
de servicio á vida e á saúde integral do enfermo, o profesional
sanitario ha de sentirse chamado a colaborar, de xeito particular na
humanización da asistencia ó enfermo e na iluminación ética dos
problemas sanitarios”2.
Cada vez é máis urxente sensibilizar á comunidade cristiá
para vivir con sentido a saúde e a enfermidade, a vida e a morte.
Tódolos leigos cristiáns, e de xeito especial, os profesionais da
2
Congreso Iglesia y Salud, Madrid 1995, 171
27
saúde, están chamados a asumir coma membros activos a súa
responsabilidade no campo da pastoral sanitaria. O servicio a favor
do enfermo cooperando na obra da salvación, confiada por
Xesucristo á súa Igrexa, pode levarse a cabo mediante o
testemuño ofrecido a través da profesionalidade dos crentes. A
finalidade da actividade sanitaria católica presupón o máximo
respecto á liberdade de conciencia, a ausencia de toda
discriminación na actividade profesional e a solidariedade coa
acción conxunta a favor da saúde. Xuntos poderemos logra-la
saúde á que aspiramos e que se manifesta “nunha total harmonía
con Deus, consigo mesmo e coa humanidade”. Neste contexto
cómpre facer unha reflexión que nos leve a un mellor coñecemento
dos profesionais da saúde. É moito o que nos ofrecen e non é
menos o que temos que agradecerlles. Admiramos a tantos
médicos que son un exemplo de xenerosidade e de competencia.
Desde esta convicción internámonos con sinxeleza nesta realidade
e facémolo na perspectiva da fe pois outra forma parecería absurdo
o que neste sentido poderíamos dicir aquí. Vivimos nun mundo de
relación interpersoal, que adquire unha relevancia significativa
entre médico e enfermo.
Para o profesional da medicina o enfermo non é só un
simple cliente senón unha persoa necesitada de axuda sanitaria. O
médico é “custodio e servidor da vida humana”. Neste sentido, a
actividade médico-sanitaria explicítase en dúas dimensións: a
confianza e a conciencia. Quen estea enfermo confíase a outra
persoa que se pode facer cargo da súa situación para curalo. O
paciente non é só un caso clínico senón unha persoa enferma para
o que o médico adopta unha actitude de sincera simpatía sufrindo
con ela, mediante unha participación persoal nas situacións
concretas para cada paciente. Os médicos son “sanadores feridos”,
desgastados ó servicio dos enfermos. Afirma-la súa propia
identidade cristiá é descubrir que a súa misión de coida-la vida e
de sanda-la enfermidade fai referencia a Cristo mesmo que veu a
da-la vida e dala en abundancia. O médico é coma un bo
samaritano que chega ó enfermo co seu saber, a súa comprensión,
a súa simpatía, e a súa caridade. É a expresión da caridade
terapéutica con Cristo: “Estiven enfermo e visitástesme”. É “un
colaborador de Deus na recuperación da saúde no corpo do
28
enfermo”. Non podemos esquecer que é parte da misión da Igrexa
o servicio ós enfermos. O profesional da saúde participa co seu
ministerio terapéutico na acción pastoral e evanxelizadora da
Igrexa. Esta é a identidade cristiá do médico no seu ministerio da
vida e da saúde, facendo visible a Cristo que sanda entre os
homes
con todo afecto e bendí no Señor,
= Julián Barrio Barrio,
Arcebispo de Santiago de Compostela
29
2.- Carta Pastoral a los jóvenes
16 de marzo de 2005
Queridos jóvenes:
Celebrada la Pascua, quiero dirigirme en particular a todos
los chicos y chicas de la Diócesis, a los sacerdotes, religiosos-as,
profesores de religión y animadores que acompañáis grupos de
jóvenes, para comentaros algo que me parece importante.
Antes de nada manifiesto mi agradecimiento a los que
participasteis en la Peregrinación Europea de Jóvenes,
PEJ´04, el pasado mes de agosto. Creo que ha sido una
experiencia bien hermosa. Por primera vez un numeroso grupo de
jóvenes de las diócesis gallegas fuisteis los responsables de la
acogida y realización material de todo lo que se tenía programado.
Vuestra cordialidad y actitud de servicio han sido destacadas por
todos. Mis más expresivas gracias.
Sin embargo no debemos quedarnos mirando el pasado. El
trabajo con los jóvenes exige el día a día, el grupo pequeño y la
formación continua de animadores y responsables. Los grandes
encuentros sirven para reavivar y motivar, pero no deben sustituir
el trabajo del pequeño grupo, en parroquias, colegios y
movimientos apostólicos.
En esta clave debe entenderse la celebración de las
Jornadas Mundiales de la Juventud. No están al margen del trabajo
cotidiano con los jóvenes, sino que son algo complementario y
enriquecedor. Es una experiencia fuerte de Iglesia. Se trata de un
momento privilegiado en el que el Espíritu Santo se desborda con
generosidad. Hay que ponerse en marcha y abrir horizontes.
El próximo verano, en la tercera semana de agosto, Juan
Pablo II nos convoca a la XX Jornada Mundial de la Juventud
en COLONIA, Alemania, en cuya catedral, según la tradición, se
veneran las reliquias de los Magos. “Hemos venido a adorarle”
30
(Mt.2, 2) es el lema de este año. Os animo a todos y cada uno de
vosotros a poneros en camino, superando las posibles dificultades
iniciales, porque el esfuerzo valdrá la pena.
Los Magos llegaron a Belén porque se dejaron guiar
dócilmente. “Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.
Entraron en la casa y vieron al Niño con María su madre” (Mt. 2,
10-11). En una sociedad del bienestar, sólo preocupada por el
materialismo, yo os invito a levantar la mirada, a buscar una señal
en el cielo, a seguir un ideal que realmente valga la pena y os llene
de auténtica alegría. Si te dejas acompañar tú también te
encontrarás con Cristo vivo, en el regazo de Nuestra Madre la
Iglesia.
“Y postrándose le adoraron” (Mt. 2, 11) Aquellos hombres
vieron un niño débil e indefenso, pero sabían que era Dios.
También nosotros en la Eucaristía vemos pan y saboreamos vino,
pero la fe nos dice que es Jesucristo, el Príncipe de la Paz, la fuente
del perdón y de la reconciliación. Sólo el humilde es capaz de
postrarse y adorar a Dios. No tengáis miedo de presentaros ante Él
tal y como sois; Jesús recién nacido, Jesús Eucaristía, os espera
con los brazos abiertos.
¡Queridos jóvenes! El Papa nos anima en primer lugar a una
intensa preparación espiritual. La Diócesis os ofrece la
posibilidad de ir a Colonia en el marco de una convivencia abierta a
todos los jóvenes mayores de dieciséis años, entre el 15 al 26 de
agosto, pasando por Tours, París y Aquisgrán y regresando por
Estrasburgo, Paray-le-Monial y Ars. Es importante que os
organicéis desde ahora y animéis a vuestros amigos y compañeros.
Especialmente animo a los sacerdotes, religiosos y religiosas
y profesores a que acompañéis a vuestros jóvenes. El plazo de
inscripción finaliza en abril. ¡No lo dejéis para última hora! Poneos
en contacto con la Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud.
Pero sobre todo orad constate y humildemente. Me uno a
vuestra oración por todos los jóvenes, en especial por aquellos que
viven al margen de Dios para que se abran al amor misericordioso
del Padre. Tened muy presente en cada Eucaristía a todos los
jóvenes de la Diócesis, a los que van a ir a Colonia a la Jornada
Mundial de la Juventud, para que encuentren su vocación y sean
31
testigos de la presencia viva de Dios en el mundo. ¡Felices Pascuas
de Resurrección del Señor! Con todo afecto,
= Julián Barrio Barrio
Arzobispo de Santiago de Compostela
32
3.- Carta Pastoral con motivo de la Campaña de la
Declaración de la Renta 2005
“Dos mil años haciendo el bien”
18 de abril de 2005
Queridos diocesanos:
Iniciada ya la nueva campaña del Impuesto sobre la Renta
de las Personas Físicas, me pongo en comunicación con vosotros
para recordaros que el contribuyente, a la hora de hacer la
Declaración de la Renta correspondiente al año 2004, como en los
años anteriores, tiene la posibilidad de dedicar el 0,5 por ciento de
lo que paga por sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia
católica.
Una forma de colaborar es poner la X en la casilla de la
Iglesia católica al hacer la Declaración de la Renta, manifestando
con ello el compromiso con su misión y sus actividades. Esto no
conlleva pagar más impuestos ni supone que a uno le devuelvan
menos si su Declaración de la Renta resulta negativa.
Cuando en 1978 se iniciaba esta nueva fórmula de
“asignación tributaria”, parecía claro que “esta colaboración del
Estado en el mantenimiento de la Iglesia, a través de su propio
sistema fiscal, está justificada y resulta correcta en un Estado
aconfesional, como el nuestro, ya que respeta la libertad religiosa
de todos y por otra parte reconoce que la vida religiosa y moral de
los ciudadanos creyentes, así como las actividades apostólicas y
asistenciales de la Iglesias contribuyen al bien espiritual, social y
material de los ciudadanos, a la paz y a la prosperidad de la
sociedad y, en general, al bien común”. La Iglesia para realizar su
misión necesita la colaboración activa y responsable de todos sus
miembros. “Nadie debe extrañarse de que aún ateniéndose a
criterios de austeridad, necesite disponer de recursos económicos
para atender debidamente al culto divino, a las tareas de
33
evangelización, al cumplimiento de sus deberes de solidaridad, al
sostenimiento de numerosas obras de educación y a la promoción
humana y social que tiene a su cargo”. En este sentido hago una
llamada a todos los católicos diocesanos pero también a aquellas
personas de buena voluntad que aprecian y valoran la acción
caritativa y social de la Iglesia para que ésta siga haciendo el bien.
Confío esta preocupación a vuestra sensibilidad humana y
espiritual.
Con todo agradecimiento, os saluda y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio
Arcebispo de Santiago de Compostela
34
4.- Carta Pastoral en la XII Jornada Interparroquial de
Solidaridad con los parados. Mayo 2005
Texto castellano
Queridos diocesanos:
Estamos ya en la XII Jornada Interparroquial de solidaridad
con los parados. Tal vez esta iniciativa pueda ser considerada como
una pequeña luz pero sin embargo es muy orientadora en un tema
y en una preocupación cuya importancia deriva precisamente al
verse afectadas no pocas personas por las graves consecuencias
que de esa situación se derivan.
El desempleo constituye un mal y, muchas veces, una
verdadera calamidad social. Consecuentemente “el trabajo, escribía
Juan Pablo II, no ha de considerarse como una simple mercancía y
el trabajador no puede reducirse a un mero engranaje de la
máquina productiva, por más avanzada y eficiente que sea… Ni la
ley de la ganancia, ni las razones de poder y dominio, ni la
búsqueda de un progreso puramente material deben ser los
criterios decisivos en la orientación de la actividad productiva, sino
siempre y sobre todo el hombre, su dignidad, sus profundas
aspiraciones y la atención a todas sus exigencias auténticas, sobre
todo espirituales”.
La situación de las personas que padecen el desempleo, son
un interrogante que ha de encontrar respuesta en los movimientos
de solidaridad de los hombres del trabajo y de solidaridad con los
hombres del trabajo. “Esta solidaridad debe estar siempre presente
allí donde lo requiere la degradación social del sujeto del trabajo”
(LE 8f). Es necesario revalorizar el trabajo humano como elemento
constitutivo del progreso en el espíritu de justicia y paz. La doctrina
social de la Iglesia afirma que “los derechos de los trabajadores,
como todos los demás derechos, se basan en la naturaleza de la
35
persona humana y en su dignidad trascendente”. En este sentido
ninguna colaboración será pequeña y todas las aportaciones tanto
de las personas como de las instituciones son necesarias.
Esta XII Jornada tiene como objetivo concienciarnos de que
ante la realidad del paro todos debemos sentirnos implicados
colaborando al orden social del trabajo para salvaguardar la
dignidad inalienable de la persona y el valor humano y social de la
actividad laboral. La persona humana es la verdadera protagonista
de su trabajo y quien sufre los daños del desorden laboral.
Os saluda con afecto y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio
Arzobispo de Santiago de Compostela
36
Texto galego
Queridos diocesanos:
Estamos xa na XII Xornada Interparroquial de solidariedade
cos parados. Tal vez esta iniciativa poda ser considerada coma
unha pequena luz pero nembargantes é moi orientadora nun tema
e nunha preocupación que a súa importancia deriva precisamente ó
verse afectadas non poucas persoas polas graves consecuencias
que desa situación se derivan.
O desemprego constitúe un mal e, moitas veces, unha
verdadeira calamidade social. Consecuentemente “o traballo,
escribía Xoán Paulo II, non ten que considerarse coma unha simple
mercancía e o traballador non pode reducirse a un mero engrenaxe
da máquina productiva, por máis avanzada e eficiente que sexa...
Nin a lei da ganancia, nin as razóns de poder e dominio, nin a
procura dun progreso puramente material deber se-los criterios
decisivos na orientación da actividade productiva, senón sempre e
sobre todo o home, a súa dignidade, as súas profundas aspiracións
e a atención a tódalas súas esixencias auténticas, sobre todo
espirituais.
A situación das persoas que padecen desemprego, son un
interrogante que ha de atopar resposta nos movementos de
solidariedade dos homes do traballo e de solidariedade cos homes
do traballo. “Esta solidariedade debe estar sempre presente alí
onde o require a degradación social do suxeito do traballo” (LE 8f).
Cómpre revaloriza-lo traballo humano coma elemento constitutivo
do progreso no espírito de xustiza e paz.a doutrina social da Igrexa
afirma que “os dereitos dos traballadores, coma tódolos demais
dereitos, baséanse na natureza da persoa humana e na súa
dignidade transcendente”. Neste sentido ningunha colaboración
será pequena e tódalas aportacións tanto das persoas coma das
institucións son necesarias.
37
Esta XII xornada ten coma obxectivo concienciarnos de que
ante a realidade do paro todos debemos sentirnos implicados
colaborando á orde social do traballo para salvagarda-la dignidade
inalienable da persoa e o valor humano e social da actividade
laboral. A persoa humana é a verdadeira protagonista do seu
traballo e que sofre os danos da desorde laboral.
Saúdavos con afecto e bendí no Señor,
= Julián Barrio Barrio
Arcebispo de Santiago de Compostela
38
5.- Carta pastoral en la XXXIX Jornada de las
Comunicaciones Sociales
Texto castellano
8 de mayo de 2005
Queridos diocesanos:
El próximo 8 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del
Señor, la Iglesia Universal celebra la 39ª Jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales, una jornada dedicada a concienciarnos
de la importancia de los medios de comunicación en nuestra
sociedad actual y a fomentar la formación de la opinión pública en
el uso y desarrollo de los medios. Este año, bajo el lema “Los
medios de comunicación, al servicio del entendimiento entre
los pueblos”, queremos realizar un homenaje a Juan Pablo II, el
gran Papa comunicador, que nos sigue invitando a utilizar los
medios a favor de la convivencia, la solidaridad y la defensa de la
vida.
En nuestra sociedad urge “promover la unidad de la familia
humana a través de los medios de comunicación, con su enorme
potencial para promover la paz y construir puentes entre los
pueblos”3. Los comunicadores, en su peregrinar por la vida, van
dejando las huellas del pensamiento y de la palabra en la
globalización de nuestra cultura. Esta impronta ha de hacerse con
amabilidad, finura de espíritu, respeto, cordialidad y amor a la
verdad: piedra angular de la sociedad de información. Los
periodistas son alfareros de la palabra que vienen de un dolor y
van a otro, que nacen en un río propio y desembocan en el mar de
la humanidad. Y esto exige competencia, profesionalidad y
responsabilidad que garantizan la objetividad, el pluralismo y la
libertad, valores que avalan el periodismo como servicio a la
3
JUAN PABLO II, Mensaje
Comunicaciones Sociales, 2005, nº 1.
en
39
la
XXXIX
Jornada
Mundial
de
las
sociedad. La comunicación “popular” exige lenguajes apropiados en
términos de expresión de la fe, con respeto y sensibilidad.
Bien sé de las fatigas de los profesionales de la comunicación
de nuestra diócesis. “El positivo desarrollo de los medios de
comunicación al servicio del bien común es una responsabilidad de
todos y cada uno”4. Por ello merece la pena superar las dificultades
que puedan surgir en aras de una comunicación más fluida entre
las personas desde la situación en que se encuentren. “Ha sido
conmovedor el ver la rapidez con que la comunidad internacional
respondió al reciente tsunami, que provocó innumerables víctimas.
La velocidad con que las noticias viajan hoy aumenta la posibilidad
de tomar medidas prácticas en tiempo útil para ofrecer la mejor
asistencia”5. Así, el bien que los medios pueden ofrecer a la
sociedad es impagable, favoreciendo el diálogo y “convirtiéndose
en verdaderos vehículos de conocimiento recíproco, de solidaridad
y de paz” cuyo fruto es la justicia. “El fenómeno actual de las
comunicaciones sociales estimula a la Iglesia hacia una especie de
revisión pastoral y cultural que le haga capaz de afrontar, de
manera adecuada, el cambio de la época que estamos viviendo”6.
“Los medios pueden enseñar a millones de personas cómo
son otras partes del mundo y otras culturas. Un conocimiento
adecuado promueve la comprensión, disipa los prejuicios y
despierta el deseo de aprender más”7. En este sentido, os animo a
seguir formándonos en el mundo de los medios de comunicación
para llevar a todos los rincones de la tierra el Evangelio de Jesús,
la Buena Noticia, que nos da vida y nos alienta. Desde nuestra
diócesis, tras crear un secretariado de medios de comunicación,
seguimos queriendo abrirnos a la sociedad desde lo que somos y
vivimos para crear puentes entre los hombres y las mujeres de
hoy. ¡No tengáis miedo a los medios de comunicación! ¡Abriros a la
formación, a la participación y al diálogo!
Pido también a todos los responsables de la prensa, la radio,
la televisión e Internet, que derriben los muros de la división y la
4
5
6
7
JUAN PABLO II, Carta Apostólica “El rápido desarrollo”, 2005, nº 10.
Mensaje en la XXXIX Jornada Mundial…, nº 3.
JUAN PABLO II, Carta Apostólica “El rápido desarrollo”, nº 8.
JUAN PABLO II, Mensaje…, nº 2.
40
enemistad en nuestro mundo. Intensifiquemos nuestra oración
para que el Señor nos conceda el ser verdaderos comunicadores de
la paz y el entendimiento, de la comprensión y la confianza.
Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio
Arcebispo de Santiago de Compostela
41
TEXTO GALEGO
8 de maio de 2005
Queridos diocesáns
O próximo 8 de maio, Solemnidade da Ascensión do Señor, a
Igrexa Universal celebra a 39ª Xornada Mundial das Comunicacións
Sociais, unha xornada adicada a concienciarnos da importancia dos
medios de comunicación na nosa sociedade e a fomenta-la
formación da opinión pública no uso e desenvolvemento dos
medios. Este ano, baixo o lema “Os medios de comunicación ó
servicio dos entendementos entre os pobos”, queremos
realizar unha homenaxe a Xoán Paulo II, o grande Papa
comunicador, que segue invitando a utiliza-los medios a favor da
convivencia, a solidariedade e a defensa da vida.
Na nosa sociedade urxe “promove-la unidade da familia
humana a través dos medios de comunicación, co seu enorme
potencial para promove-la paz e construír pontes entre os pobos”8.
Os comunicadores, no seu peregrinar pola vida, van deixando as
pegadas do seu pensamento e da palabra na globalización da nosa
cultura. Esta impronta ten que facerse con amabilidade, finura de
espírito, respecto, cordialidade e amor á verdade: pedra angular da
sociedade de información. Os xornalistas son oleiros da palabra
que veñen dunha dor e van a outra, que nacen nun río propio e
desembocan no mar da humanidade. E isto esixe competencia,
profesionalidade e responsabilidade que garanten a obxectividade,
o pluralismo e a liberdade, valores que avalan o xornalismo coma
servicio á sociedade. A comunicación “popular” esixe linguaxes
apropiadas en termos de expresión da fe, con respecto e
sensibilidade.
Ben sei das fatigas dos profesionais da comunicación da nosa
diocese. “O positivo desenvolvemento dos medios de comunicación
ó servicio do ben común é unha responsabilidade de todos e cada
un”9. Por elo, merece a pena supera-las dificultades que poidan
8
XOÁN PAULO II, Mensaxe na XXXIX Xornada Mundial das Comunicacións
Sociais, 2005, nº 1.
9
XOÁN PAULO II, Carta Apostólica “O rápido desenvolvemento”, 2005, nº 10.
42
xurdir en aras dunha comunicación máis fluída entre as persoas
desde a situación na que se atopen. “Foi conmovedor ve-la rapidez
con que a comunidade internacional respondeu ó recente tsunami,
que provocou innumerables víctimas. A velocidade con que as
noticias viaxan hoxe aumenta a posibilidade de tomar medidas
prácticas en tempo útil para ofrece-la mellor asistencia”10. Así, o
ben que os medios poden ofrecer á sociedade é impagable,
favorecendo o diálogo e “converténdose en verdadeiros vehículos
de coñecemento recíproco, de solidariedade e de paz” que ten por
froito a xustiza. “O fenómeno actual das comunicacións sociais
estimula á Igrexa cara unha especie de revisión pastoral e cultural
que lle faga capaz de afrontar, de xeito adecuado, o cambio da
época que estamos a vivir”11.
“Os medios poden ensinar a millóns de persoas como son
outras partes do mundo e outras culturas. Un coñecemento
adecuado promove a comprensión, disipa os prexuízos e esperta o
desexo de aprender máis”12. Neste senso, anímovos a seguir
formándonos no mundo dos medios de comunicación para levar a
tódolos currunchos da terra o Evanxeo de Xesús, a Boa Nova, que
nos da vida e nos alenta. Desde a nosa diocese, tras crear un
Secretariado de medios de comunicación, seguimos querendo
abrirnos á sociedade desde o que somos e vivimos para crear
pontes entre os homes a as mulleres de hoxe. ¡Non teñades medo
ós medios de comunicación! ¡Abrídevos á formación, á
participación e ó diálogo!
Pido tamén a tódolos responsables da prensa, a radio, a
televisión e Internet, que derriben os muros da división e a
inimizade no noso mundo. Intensifiquémo-la nosa oración para que
o Señor nos conceda o ser verdadeiros comunicadores da paz e o
entendemento, da comprensión e a confianza.
Saúdavos con todo afecto e bendí no Señor,
=Julián Barrio Barrio
Arcebispo de Santiago
10
11
12
Mensaxe na XXXIX Xornada Mundial…, nº 3.
XOÁN PAULO II, Carta Apostólica “O rápido desenvolvemento”, nº 8.
XOÁN PAULO II, Mensaxe…, nº 2.
43
6.- Carta Pastoral en el Día del Corpus Christi. Mayo 2005.
Texto castellano
El Misterio eucarístico, misterio de fe
Queridos diocesanos
La Eucaristía es el misterio de nuestra fe. “Es, pues,
necesario que nos acerquemos particularmente a este misterio con
humilde reverencia, no buscando razones humanas que deben
callar, sino adhiriéndonos firmemente a la revelación divina”13. En
el Año de la Eucaristía la solemnidad del Corpus Christi ha de tener
un eco especial en nuestras comunidades parroquiales en las que
debemos promover el culto eucarístico fuera de la Misa con una
actitud serenamente contemplativa.
El culto Eucarístico
Ha sido una tradición constante de la Iglesia la práctica de
adorar a Cristo real y verdaderamente presente en la Eucaristía
durante la Misa y fuera de esta celebración. El Papa Pablo VI en el
Credo del Pueblo de Dios escribía: “Estamos obligados por
obligación ciertamente suavísima a honrar y a adorar la Hostia
Santa que nuestros ojos ven, al mismo Verbo encarnado que éstos
no pueden ver y que sin embargo se ha hecho presente delante de
nosotros sin haber dejado los cielos”. La visita ante el Sagrario,
“prueba de gratitud, signo de amor y deber de adoración a
Cristo”14, la exposición del Santísimo, las bendiciones eucarísticas,
13
14
PABLO VI, Mysterium fidei, 16.
Ibid., 66.
44
son diversas formas de adoración eucarística. En particular la
procesión del Corpus Christi, tan profundamente arraigada en
nuestras comunidades cristianas, es un acto de culto público cuya
participación en él “es una gracia de Dios que cada año llena de
gozo a quienes toman parte en ella” porque “la adoración del
Santísimo Sacramento tiene cotidianamente una importancia
destacada y se convierte en fuente inagotable de santidad”15. El
culto de adoración más que una obligación es una necesidad que
brota del convencimiento de la presencia real de Cristo en la
Eucaristía y del agradecimiento por esta presencia. Nada
engrandece más al hombre que el reconocimiento y la acción de
gracias al amor de Dios que ha querido quedarse entre nosotros
bajo el velo de las sagradas especies del pan y del vino. Es la
verdad que puede escandalizar como aconteció a algunos
discípulos cuando Jesús les habló del pan de vida en la sinagoga de
Cafarnaún y les dijo que habían de comer su Carne y beber su
Sangre (cf Jn 6,22-67), pero es la verdad que salva.
Eucaristía y caridad
El entonces Papa Juan Pablo II al comienzo de este Año de la
Eucaristía expresaba el deseo de que “el Año de la Eucaristía sea
para todos una excelente ocasión para tomar conciencia del tesoro
incomparable que Cristo ha confiado a su Iglesia. Que sea un
estímulo para celebrar la Eucaristía con mayor vitalidad y fervor, y
que ello se traduzca en una vida cristiana transformada por el
amor”16. Compartir este misterio de fe es comprometerse a actuar
por la caridad (Gal 5,6). La Iglesia es comunión de fe y de vida.
Cristo ilumina la naturaleza humana en sus elementos constitutivos
y en su dinamismo de caridad hacia Dios y al prójimo. “En virtud
de una opción primordial por la caridad, el hombre podría
mantenerse moralmente bueno, perseverar en la gracia de Dios,
alcanzar la propia salvación, a pesar de que algunos de sus
comportamientos concretos sean contrarios deliberada y
gravemente a los mandamientos de Dios”17. Por otra parte, “su
vida moral posee el valor de un culto espiritual que nace y se
15
16
17
JUAN PABLO II, Ecclesia de Eucharistia, 10.
JUAN PABLO II, Mane nobiscum Domine, 29,
JUAN PABLO II, Veritatis Splendor, 68.
45
alimenta de aquella inagotable fuente de santidad y glorificación de
Dios que son los sacramentos, especialmente en la Eucaristía: en
efecto, participando en el sacrificio de la Cruz, el cristiano comulga
con el amor de donación de Cristo y se capacita y se compromete a
vivir esta misma caridad en todas sus actitudes y comportamientos
de vida”18. De esta forma, la vida del cristiano es el ideal de
comunión (Hech 2,42-47; 4,32-35) que nos mueve a sentimientos
recíprocos de apertura, afecto, comprensión y perdón”19. En la
Eucaristía somos invitados a acercarnos a este ideal.
“A partir de la comunión intraeclesial, la caridad se abre por
su naturaleza al servicio universal, proyectándonos hacia la
práctica de un amor activo y concreto con cada ser humano”20.
“Son muchas en nuestro tiempo las necesidades que interpelan la
sensibilidad cristiana… ¿Cómo es posible que en nuestro tiempo
haya todavía quien se muere de hambre; quien está condenado al
analfabetismo; quien carece de la asistencia médica más
elemental; quien no tiene techo donde cobijarse?…La caridad de las
obras corrobora la caridad de las palabras”21. Para que toda
persona tenga futuro, hemos de vivir con responsabilidad nuestro
presente.
Exhortación final
Os pido, queridos diocesanos que en la celebración del
Corpus Christi, si cabe de manera especial este año, nos
esmeremos en la preparación y participación con particular fervor
en esta solemnidad, dando el culto de adoración a la Eucaristía en
la procesión del Santísimo por nuestras calles y plazas.
Recuperemos el culto de adoración eucarística y reavivemos la
conciencia de la necesidad del sacerdocio ministerial.
Una celebración auténtica de la Eucaristía se refleja en el
compromiso activo en la edificación de una sociedad más equitativa
y fraterna. “¿Por qué, pues, no hacer de este Año de la Eucaristía
un tiempo en que las comunidades diocesanas y parroquiales se
18
19
20
21
Ibid. 107.
Mane nobiscum…, 21.
JUAN PABLO II, Novo millennio Ineunte, 49.
Ibid., 50.
46
comprometan especialmente a afrontar con generosidad fraterna
alguna de las múltiples pobrezas de nuestro mundo?”22 Pobreza es
el hambre, la soledad de los ancianos, la falta de trabajo, los
problemas de los inmigrantes. La respuesta a estas y otras
pobrezas verificará la autenticidad de nuestras celebraciones
eucarísticas.
Os saluda con todo afecto y bendice en el Señor,
= Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.
22
Mane nobiscum…, 28.
47
TEXTO GALEGO
O Misterio eucarístico, misterio de fe
Queridos diocesanos:
A Eucaristía é o misterio da nosa fe. “É, pois, necesario que
nos acerquemos particularmente a este misterio con humilde
reverencia, non buscando razóns humanas que deben calar, senón
adheríndonos firmemente á revelación divina”23. No Ano da
Eucaristía a solemnidade do Corpus Christi ha de ter un eco
especial nas nosas comunidades parroquiais nas que debemos
promove-lo culto eucarístico fóra da Misa cunha actitude
serenamente contemplativa.
O culto Eucarístico
Foi unha tradición constante da Igrexa a práctica de adorar a
Cristo real e verdadeiramente presente na Eucaristía durante a
Misa e fóra desta celebración. O Papa Paulo VI no Credo do Pobo
de Deus escribía: “Estamos obrigados por obriga certamente
suavísima a honrar e adorar a Hostia Santa que os nosos ollos ven,
ó mesmo Verbo encarnado que estes non poden ver e que
nembargantes fíxose presente diante de nós sen deixa-los ceos”. A
visita ante o Sagrario, “proba de gratitude, signo de amor e deber
de adoración a Cristo”24, a exposición do Santísimo, as bendicións
eucarísticas, son diversas formas de adoración eucarística. En
particular a procesión do Corpus Christi, tan profundamente
23
24
PABLO VI, Mysterium fidei, 16.
Ibid., 66
48
arraigada nas nosas comunidades cristiás, é un acto de culto
público e a nosa participación nel “é unha gracia de Deus que cada
ano enche de gozo a quen toma parte nela” porque “a adoración ó
Santísimo Sacramento ten de xeito cotiá unha importancia
destacada e convértese en fonte inesgotable de santidade”25. O
culto de adoración máis ca unha obriga é unha necesidade que
xurde do convencemento da presencia real de Cristo na Eucaristía
e do agradecemento por esta presencia. Nada engrandece máis ó
home que o recoñecemento e a acción de gracias ó amor de Deus
que quixo quedarse entre nós baixo o velo das sagradas especies
do pan e do viño. É a verdade que pode escandalizar como
aconteceu a algúns discípulos cando Xesús lles falou do pan de vida
na sinagoga de Cafarnaún e lles dixo que habían de come-lo súa
Carne e bebe-lo seu sangue (Cf Xn 6, 22-67), pero é a verdade
que salva.
Eucaristía e caridade
O entón Papa Xoán Paulo II ó comezo deste Ano da
Eucaristía expresaba o seu desexo de que “o Ano da Eucaristía
sexa para todos unha excelente ocasión para tomar conciencia do
tesouro incomparable que Cristo confiou á súa Igrexa. Que sexa un
estímulo para celebra-la Eucaristía con maior vitalidade e fervor, e
que iso se traduza nunha vida cristiá transformada polo amor”26.
Compartir este misterio de fe é comprometerse a actuar pola
caridade (Gal 5,6). A Igrexa é comuñón de fe e de vida. Cristo
ilumina a natureza humana nos seus elementos constitutivos e no
seu dinamismo de caridade cara Deus e cara ós outros. “En virtude
dunha opción primordial pola caridade, o home podería manterse
moralmente bo, perseverar na gracia de Deus, alcanza-la propia
salvación, a pesar de que algúns dos seus comportamentos
concretos sexan contrarios deliberadamente e gravemente ós
mandamentos de Deus”27. Por outra parte, “a súa vida moral posúe
o valor dun culto espiritual que nace e se alimenta daquela
inesgotable fonte de santidade e glorificación de Deus que son os
sacramentos, especialmente na Eucaristía: en efecto, participando
25
26
27
XOÁN PAULO II, Ecclesia de Eucharistia, 10
XOÁN PAULO II, Mane nobiscum Domine, 29
XOÁN PAULO II, Veritatis Splendor, 68
49
no sacrificio da Cruz, o cristián comulga co amor de doazón de
Cristo e capacítase e comprométese a vivir esta mesma caridade
en tódalas súas actitudes e comportamentos de vida”28. Deste
xeito, a vida do cristián é o ideal de comuñón (Feit. 2, 42-47; 4,
32-35) que nos move a sentimentos recíprocos de apertura, afecto,
comprensión e perdón”29. Na Eucaristía somos invitados a
acercarnos a este ideal.
“A partir da comuñón intraeclesial, a caridade ábrese pola
súa natureza ó servicio universal, proxectándonos cara a práctica
dun amor activo e concreto con cada ser humano.”30. “Son moitas
no noso tempo as necesidades que interpelan a sensibilidade
cristiá... ¿Como é posible que no noso tempo haxa aínda quen
morra de fame, quen estea condenado ó analfabetismo; quen
careza da asistencia médica máis elemental; quen non ten teito
onde guarecerse?... A caridade das obras corrobora a caridade das
palabras”31. Para que toda persoa teña futuro, habemos de vivir
con responsabilidade o noso presente.
Exhortación final
Pídovos, queridos diocesanos que na celebración do Corpus
Christi, se cabe de xeito especial este ano, nos esmeremos na
preparación
e
participación
con
particular
fervor
nesta
solemnidade, dando o culto de adoración á Eucaristía na procesión
do Santísimo polas nosas rúas e prazas. Recuperémo-lo culto de
adoración eucarística e reavivémo-la conciencia da necesidade do
sacerdocio ministerial.
Unha celebración auténtica da Eucaristía refléxase no
compromiso activo na edificación dunha sociedade máis equitativa
e fraterna. “¿Por que, pois, non facer deste Ano da Eucaristía un
tempo en que as comunidades diocesanas e parroquiais se
comprometan especialmente a afrontar con xenerosidade fraterna
algunha das múltiples pobrezas do noso mundo?32. Pobreza é a
fame, a soidade dos anciáns, a falta de traballo, os problemas dos
28
29
30
31
32
Ibid., 107
Mane nobiscum…, 21
XOÁN PAULO II, Novo millennio Ineunte, 49
Ibid, 50
Mane nobiscum…, 28
50
inmigrantes. A resposta a estas e outras pobrezas verificará a
autenticidade das nosas celebracións eucarísticas
Saúdavos con todo afecto no Señor,
=Julián Barrio Barrio,
Arcebispo de Santiago de Compostela
51
CONSEJO DEL
PRESBITERIO DIOCESANO
ASAMBLEA PLENARIA DEL
CONSEJO PRESBITERAL DIOCESANO
El 6 de Abril de 2005, bajo la presidencia del Excmo. y
Rvdmo. Sr. Arzobispo, se celebró la Asamblea Plenaria del Consejo
del Presbiterio Diocesano en la Casa de Ejercicios, en Santiago de
Compostela.
Se inició con el rezo de la Hora Intermedia, a lo que
siguieron las palabras de saludo del Prelado. Seguidamente el
Secretario General, dio lectura al acta de la reunión anterior, que
fue aprobada por unanimidad.
Como temática de estudio se trató el Documento:
“Orientaciones Pastorales para la Iniciación Cristiana de niños no
bautizados en su infancia” de la Conferencia Episcopal Española. La
Ponencia de presentación de dicho Documento corrió a cargo del
Ilmo. Sr. D. Luis Otero Outes, Vicario Episcopal de Enseñanza y
Catequesis.
Terminada esta intervención, se leyeron las aportaciones
hechas por los Srs. Consejeros.
Después de la comida se reanudó la Asamblea con un rico
diálogo sobre las ponencias y análisis de las diversas propuestas.
Terminado éste antes de la oración final, unas palabras del Sr.
Arzobispo pusieron fin a la Asamblea.
52
CANCILLERÍA
1.- Sacerdotes fallecidos
El Rvdo. Sr. D. Jesús Quintáns Mouzo, nacido en la
parroquia de San Cipriano de Vilastose el día 24 de julio de 1928,
falleció el 24 de marzo de 2005. Fue ordenado sacerdote el 28 de
junio de 1953, siendo nombrado ese mismo año ecónomo de San
Pedro de Eume. Nombrado párroco de San Fiz de Eirón el 21 de
noviembre de 1954, se encargó también de la labor pastoral en
distintos épocas de las feligresías de San Cosme de Antes, Santa
Eulalia de Chacín y Santiago de Arcos. Actualmente regentaba
como Administrador Parroquial, desde el año 1986, las parroquias
de San Julián de Moraime y la suya natal de San Cipriano de
Vilastose. También se encargó temporalmente de Santa María de
Morquintián y San Martiño de Touriñán.
El Rvdo. Sr. D. Manuel Pérez Lado, nació el 15 de octubre de
1934 en la parroquia de santa María de Coiro. Recibió el Orden
Sacerdotal el 26 de octubre de 1958 en la ciudad de Roma, donde
estaba realizando los estudios de Teología Pastoral en el Instituto
de Pastoral de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma,
durante los años 1958-59. En 1960 es destinado al Seminario
Menor de la Asunción de Santiago de Compostela, donde ejercerá
los cargos de profesor y director. Es nombrado mayordomo
(administrador) del mismo en 1968, cargo que ejercerá hasta el
año 2001. En 1985 es nombrado Gerente del Fondo Común
Diocesano de Bienes, cargo que desempeñaba en estos momentos.
Falleció el día 19 de abril de 2005.
D.E.P.
53
DELEGACIÓN DIOCESANA
DE ECONOMÍA
1.- DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA
Colectas:
Año 2001:
87.709,46 E
Año 2002:
100.011,42 E
Año 2003:
86.109,51 E
2. COLECTA DEL «DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA».
AÑO 2004
Aportaciones recibidas:
Anterior1
110.008,47 €.
A = Parroquias:
Ameixenda (Santa Mariña)
Baliñas
Benza
Burres (año 2003)
Burres (año 2004)
Calvos de Sobrecamiño
Cela de Hermelo
Cerceda (año 2002)
Cerceda (año 2003)
Cerceda (año 2004)
Cando
Cira
Coiro (Santa María – Entís)
1
60,00
32,00
465,00
20,00
25,00
25,00
50,00
16,00
46,00
65,00
200,00
16,00
160,00
Relación publicada en el B.O.A. de diciembre de 2004, enero, febrero y
marzo de 2005
CORUÑA: San Nicolás
Fecha (San Xoán)
Ferreiros (San Breixo – año 2002)
Ferreiros (San Breixo – año 2003)
Ferreiros (San Breixo – año 2004)
Ferreiros (San Mamede – año 2002)
Ferreiros (San Mamede – año 2003)
Ferreiros (San Mamede – año 2004)
Guimarei e Somoza
Logrosa
Mazaricos, Corzón, Colúns e Chacín
Medín
Negreira
Oíns
Ordoeste (año 2003)
Ordoeste (año 2004)
SANTIAGO: San Miguel dos Agros
Tabeirós e Parada
Taboadelo
Tourón (Col. 25 julio)
Tourón (año 2004)
Vilamaior, Olas e Barbeiros
Villestro
Total
985,00
25,00
20,00
30,00
48,00
13,00
28,00
29,00
150,00
119,00
105,00
15,00
114,00
15,00
20,00
30,00
255,00
150,00
50,00
130,00
105,00
80,00
105,00
3.780.00
B = Instituciones No Parroquiales:
SANTIAGO: Seminario Mayor de san Martín
Total
100,00
100,00
C = Aportaciones personales:
Donativo Anónimo
250,61
55
D. José Antonio Devesa Uzal
D. José Ramón Moldes Escudeiro
Total
29,47
2.000,00
2.280,08
RESUMEN DE LA PRESENTE RELACIÓN
Anterior2 .......................................................110000.008,47
A = Parroquias ...................................................... 3.786,00
B = Instituciones no parroquiales ................................ 100,00
C = Aportaciones personales ................................... 2.280,08
––––––––––––––––––––––
SUMA y seguirá
3
116.174,55
2
Relación publicada en el B.O.A.S. de diciembre de 2004, enero, febrero y
marzo de 2005.
3
En sucesivos números del B.O.A.S. se continuará publicando la relación de
donativos de esta colecta del “Día de la Iglesia Diocesana”. año 2004, a medida que
vayan siendo recibidas.
56
3. EXPEDIENTES RESUELTOS DURANTE
EL PRIMER TRIMESTRE DEL AÑO 2005
1. CAMPAÑA, Santa Cristina.
El párroco pide permiso y ayuda económica para poner
calefacción en la Rectoral. Presupuesto: 8.632_. La parroquia
aporta 3.000 €.
CONCEDIDO el permiso y 5.632_ de los fondos parroquiales
depositados en la administración diocesana (25-1-2005).
2. OESTE, Santa Baia.
El párroco pide permiso y subvención para poner ventanas y
calefacción en la Rectoral. Presupuesto: 26.552 €.
CONCEDIDO el permiso y 17.700_ de la fundación de la
capellanía (25-1-2005).
3. FECHA, San Xoán.
Ofrecen 21.000_ por la compra de la casa rectoral y finca.
DENEGADO (25-1-2005).
4. BARRO, San Verísimo.
El administrador parroquial pide permiso y ayuda económica
para realizar la segunda fase de restauración del «Pazo de la
Torre».
CONCEDIDOS 7.000_ de los fondos que tiene depositados la
capellanía en la administración diocesana (25-1-2005).
5. LAMAS, Santa Cruz.
El párroco pide permiso para hacer un muro de cierre en el
cementerio.
CONCEDIDO, con la autorización de la Dirección Xeral de
Patrimonio (25-1-2005).
6. DUMBRÍA, Santa Baia.
El párroco pide permiso para restaurar tres retablos.
Presupuesto: 53.546 €.
57
CONCEDIDO, con la autorización de la Dirección Xeral de
Patrimonio (25-1-2005).
7. SABARDES, San Xoán.
Varias personas piden permiso para arreglar panteones.
CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones del Sr. Párroco (25-12005).
8. MOURENTE, Santa María.
El párroco pide permiso para colocar un paramento en dos
paredes de la rectoral. Presupuesto: 2.050 €
CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones
Diocesana de Arte Sacro (25-1-2005).
de
la
Comisión
9. RIBEIRA, Santa Uxía.
El párroco pide permiso para habilitar la nueva vivienda
parroquial. Presupuesto: 52.834 €.
CONCEDIDO (25-1-2005).
10. LOUREDA, San Estevo.
Los vecinos piden permiso para acondicionar un talud del
aparcamiento.
CONCEDIDO, siguiendo las indicaciones de la Comisión
Diocesana de Arte Sacro y del Sr. Párroco (25-1-2005).
11. CARRACEDO, Santa Marina.
Una Sociedad Limitada solicita ser arrendataria de una finca de
4.764 m2, durante 10 años, ofreciendo 0,14 €/m2.
CONCEDIDO (3-2-2005).
12. A CORUÑA, Santa María y Santiago.
Un vecino solicita permiso para ocupar la Rectoral durante 2
años.
DENEGADO (3-2-2005).
58
13. A CORUÑA, Nª Sª del Carmen.
El párroco pide permiso para hacer diversas obras en la
parroquia. Presupuesto total: 15.462 €.
CONCEDIDO (3-2-2005).
14. XESTEDA, Santa Columba.
Ofrecen 0,80 €/m2 por comprar una finca de 5.893 m2.
DENEGADO (3-2-2005).
15. SOÑEIRO, San Julián.
Ofrecen 255.400_ por comprar una finca de 6.500 m2.
DENEGADO (3-2-2005).
16. OMBRE, Santa María.
El párroco pide ayuda económica para realizar obras en la
iglesia. Los feligreses aportan 12.000€. Presupuesto: 35.244 €.
CONCEDIDA una subvención de 3.524_. (3-2-2005).
17. ZAS, San Andrés.
El párroco pide ayuda económica para pagar las obras en la
Rectoral.
CONCEDIDOS 16.899 € de lo que la parroquia
depositados en la administración diocesana (3-2-2005).
tiene
18. POIO, Divino Salvador.
Ofrecen 390.000 € por la compra de 2 solares.
DENEGADO (3-2-2005).
19. A PENA, San Mamed.
La Asociación de Vecinos solicita permiso para acondicionar el
entorno de la Iglesia y de la Rectoral, incluyendo 120 m2 de la
finca del iglesario.
CONCEDIDO (3-2-2005).
20. MURO, San Pedro.
El párroco pide permiso para restaurar el retablo mayor de la
iglesia. Presupuesto: 43.708,37 €.
59
CONCEDIDO (3-2-2005).
21. CORNEIRA, San Cristovo.
El administrador parroquial pide permiso para realizar obras en
el interior de la iglesia con el fin de evitar humedades.
CONCEDIDO (10-2-2005).
22. PADRIÑÁN, Sanxenxo.
Ofrecen 50 €/m2 por la compra de una finca de 12.000 m2
denominada «Tomada do Cura».
DENEGADO (10-2-2005).
23. DORNELAS, San Martiño.
El párroco pide permiso y subvención para restaurar la iglesia
parroquial. Presupuesto: 42.147 €. La Dirección Xeral de
Patrimonio subvenciona con 30.000 €.
CONCEDIDO el permiso y una subvención de 4.250 €. (10-22005).
24. CABERTA, San Félix.
El administrador parroquial pide permiso y subvención para
restaurar el retablo. Presupuesto: 5.487€.
CONCEDIDO el permiso y una subvención de 600€. (3-3-2005).
25. CEREIXO, San Jorge.
El párroco pide permiso y subvención para renovar tejado,
puertas y ventanas de la iglesia. Presupuesto total: 60.972 €.
CONCEDIDO el permiso y una subvención de 6.090€. (3-32005).
26. TRASANQUELOS, Divino Salvador.
El párroco pide permiso y subvención para realizar un
tratamiento para eliminar las termitas de la iglesia.
Presupuesto: 3.115 €.
CONCEDIDO el permiso y una subvención de 311 € (3-3-2005).
60
27. NOIA, San Martín.
El párroco pide permiso y subvención para comprar una plaza
de garaje por 9.000 € en el centro de Noia.
CONCEDIDO el permiso y una subvención de 2.750€. (3-32005).
28. DUXAME, San Miguel.
permiso para limpiar y pintar panteones.
CONCEDIDO el permiso siguiendo las indicaciones de la
Comisión Diocesana de Arte Sacro. (3-3-2005).
29. ARES, San José.
Ofrecen 3.000 € (1,5€/m2) por la compra de una finca del
iglesario.
DENEGADO (3-3-2005).
30. VILARIÑO, San Adrián.
El párroco pide permiso y subvención para construir un porche
nuevo en la iglesia. Presupuesto total: 33.903 €. La Diputación
subvenciona con 8.000 €.
CONCEDIDA una subvención diocesana de 3.400 € y el
reintegro de 1.265 € que la parroquia tiene depositados en la
administración diocesana (10-3-2005).
31. GUIMAREI, San Xulián.
Ofrecen 450 €/m2 por la compra de una finca de 1.200 m2.
DENEGADO (10-3-2005).
32. BAMIRO, San Mamede.
El administrador parroquial pide permiso y subvención para
reponer el tejado de la capilla de Nuestra Señora.
CONCEDIDO el permiso siguiendo las indicaciones de la
Dirección Xeral de Patrimonio y de la Comisión Diocesana de
Arte Sacro. (10-3-2005).
61
33. RIBEIRA, San Pedro.
Dos vecinos solicitan que se les conceda una servidumbre de
paso por terreno de la iglesia.
DENEGADO (10-3-2005).
34. DARBO, Santa María.
El párroco pide permiso y ayuda económica para reparar los
daños ocasionados por el incendio que sufrió la iglesia.
Presupuesto: 18.000 €.
CONCEDIDOS 9.000 € que la parroquia tiene depositados en la
administración diocesana (17-3-2005).
35. TOMEZA, San Pedro.
El administrador parroquial pide autorización para restaurar la
capilla de San Cibrán, con un presupuesto de 89.033_ y una
imagen de piedra, con un presupuesto de 1.750 €.
CONCEDIDO, una vez que obtenga los permisos necesarios.
36. GUIMAREI, San Xulián.
El administrador parroquial pide ayuda económica para
restaurar la iglesia, con un presupuesto de 59.995_.
CONCEDIDA una subvención de 6.000_.
37. SANTASABINA, San Xulián.
El párroco solicita autorización y subvención para pintar el
Retablo, cuyo coste se aproxima a los 5.000 €.
CONCEDIDA la autorización y una subvención de 500 €.
38. BUDIÑO, Santa María.
Varios feligreses piden permiso para arreglar sus panteones.
CONCEDIDO, a condición de que tengan en cuenta las
indicaciones del Sr. Cura.
62
SEMINARIO MENOR
50 ANIVERSARIO
El día uno de marzo del año 1953, el Cardenal Quiroga
Palacios bendecía la colocación de la primera piedra del Seminario
Menor de la Asunción. En el curso 1955-56, recibía a la primera
promoción de alumnos seminaristas.
Han pasado ya cincuenta años de aquel momento, y desde
entonces se ha celebrado con la mayor solemnidad esa fecha,
festividad de San Rosendo, co-patrono del Seminario, junto con la
Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de la Asunción.
Este año, el día uno de marzo, se celebró una Eucaristía
solemne, pero, como el Sr. Arzobispo, Mons. Julián Barrio, se
encontraba en Roma realizando la Visita ad limina, se trasladaron
las celebraciones a la primera semana de Pascua.
El lunes se representó la Pasión del Señor, realizada por el
Grupo San Miguel Arcángel de Vigo. El martes por la tarde se
acercó al Seminario el entrenador de fútbol y antiguo alumno del
Centro, David Vidal, que tuvo una amena charla-coloquio con todos
los alumnos.
En la víspera del día grande, las actividades deportivas de
toda clase ocuparon el tiempo de los seminaristas, alumnos y
profesores. A última hora de la tarde se reunieron en la Capilla
General para tener una Vigilia de Oración y dar gracias al Señor
por los cincuenta años del Seminario Menor.
El viernes por la mañana se proyectó un documental sobre el
transcurrir de la vida actual del Seminario, realizado por el
63
Departamento de Humanidades. Es el tercero de una serie que
muestra la vida del Seminario Menor desde sus comienzos. A
continuación, tuvo lugar la ya tradicional ofrenda floral al Cardenal
Quiroga, delante del busto colocado en uno de los patios interiores.
La mañana llegó a su fin con una solemne Misa de Acción de
Gracias presidida por el Sr. Arzobispo y concelebrada por un buen
número de sacerdotes. Por la noche, los responsables de la Cadena
100 en Santiago explicaban el funcionamiento de la radio y los
gustos musicales actuales en una tertulia divertida y musical.
El sábado, 2 de abril, por la noche, se celebró un concierto a
cargo del grupo musical religioso «Brotes de Olivo». Se quiso
homenajear con el mismo al papa Juan Pablo II, que acababa de
fallecer.
Fue un acontecimiento especial, celebrado de forma humilde
y recordando, de forma agradecida, a todos los que hicieron
posible la obra material y espiritual del sueño de un gran Cardenal.
64
DEL. DIOCESANA DE MEDIOS DE
COMUNICACIÓN SOCIAL
Último Mensaje de Juan Pablo II
Mensaje póstumo de Su Santidad Juan Pablo II con ocasión
de la 39 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se
celebra el 8 de mayo de 2005, con el siguiente lema: «Los Medios
de Comunicación al servicio del entendimiento entre los pueblos».
Como era habitual, el Santo Padre hacía público el 24 de
enero, fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas
y de la Prensa católica el tradicional mensaje pontificio para la
Jornada Mundial de los Medios de Comunicación, que este año
2005 se celebra el 8 de mayo, solemnidad de la Ascensión del
Señor con la consabida Colecta conciliar señalada para esta fiesta.
En páginas anteriores, apartado Santa Sede, publicamos
íntegro el Mensaje del Santo Padre, el cual al fallecer el día 2 de
abril de 2005 adquiere el carácter, entre sus escritos, de póstumo.
COMISARÍA DE TIERRA SANTA
NOTA ACLARATORIA
En la relación detallada de la participación en la colecta «Pro
Locis Sanctis» del año 2004, publicada en este Boletín Diocesano
nº 3.595, pags. 196-202 se omitió por causas ajenas a esta
Comisaría la mención de la Parroquia de Santa Lucía de La Coruña.
Así mismo por un error de trascripción se atribuyó la donación de
la parroquia de Laraño, S. Martiño a la parroquia de Moreira, S.
Miguel.
Sirva pues la presente nota de rectificación y desagravio
aclarando que la aportación de estas comunidades parroquiales ha
sido la siguiente:
39. Parroquia de Santa Lucía de La Coruña
1.196’59 €
40. Parroquia de San Martiño de Laraño
78’38 #
41. Parroquia de San Miguel de Moreira
25’79 €
Pedimos disculpas a los Rvdos. Sres. Párrocos y les
expresamos el agradecimiento en nombre de la Custodia de Tierra
Santa.
66
VIDA DIOCESANA
____________________________________________
SEMANA SANTA
Desde el Domingo de Ramos hasta el de Pascua, incluidos
ambos, el Sr. Arzobispo presidió todos los actos de culto que
tuvieron lugar en la Catedral a lo largo de la Semana Santa. Al final
de la Misa del Domingo de Resurrección Mons. Barrio impartió la
bendición con indulgencia plenaria.
2.- Acción Católica
El día 29 de marzo el Sr. Arzobispo se desplazó a El Escorial
para participar en una reunión con la Acción Católica.
3.- Funerales por sacerdotes fallecidos
Mons. Julián Barrio presidió las exequias por el eterno
descanso del Rvdo. Sr. D. Jesús Quintáns Mouzo, fallecido el 24 de
marzo, y que tuvo lugar el día 30 del mismo mes en la parroquia
de san Cipriano de Vilastose, y el día 20 de abril, en la parroquia
de santa María de Coiro, por el Rvdo. Sr. D. Manuel Pérez Lado.
4.- Seminario Menor de la Asunción
El día 1 de abril se celebró una solemne Eucaristía de Acción
de Gracias, en el Seminario Menor de la Asunción, con motivo de
sus 50 aniversario. Presidió el Sr. Arzobispo.
5.- Confirmaciones
Mons. Barrio administró el sacramento de la Confirmación en
la parroquia de san Martiño de Cabrui el día 2 de abril, el 3 en las
parroquias de san Martiño de Callobre y santa María de Ombre, y el
día 11 en la iglesia de los PP. Jesuitas de la ciudad de A Coruña.
67
6.- Visita Pastoral
El Sr. Arzobispo realizó la Visita Pastoral, en este mes de
abril, a las siguientes parroquias: San Vicente de Carres y Santa
María de Cutián el día 5; Divino Salvador de Trasanquelos y San
Pedro de Filgueira de Barranca el día 9; Santiago de Requián y san
Esteban de Piadela, el día 10; San Julián de Coirós y Santa Mariña
de Lesa, el día 15; San Vicente de Fervenzas, Santiago de Oís y
Santa María de Oís, el día 16; San Andrés de Obre y San Martiño
de Tiobre, el día 21; y a las parroquias de Betanzos los días 22 y
23. Todas ellas pertenecen al arciprestazgo de Xanrozo, en la
Vicaría Territorial de A Coruña.
7.- Consejo Presbiteral
El día 6 de abril se celebró en la Casa Diocesana de Ejercicios
Espirituales de Santiago de Compostela, la Asamblea Plenaria del
Consejo de Presbiterio. Presidió la misma El Sr. Arzobispo.
8.-Fallecimiento de S.S. Juan Pablo II
Con motivo del fallecimiento de S. S. Juan Pablo II el día 2
de abril en la Ciudad del Vaticano, la Archidiócesis Compostelana
celebró distintos actos en memoria del recordado Pontífice. Entre
ellos se celebraron tres misas funerales presididas por D. Julián
Barrio, Arzobispo de Santiago de Compostela, en las tres ciudades
del Arzobispado. Así el día 6 de abril tuvo lugar el celebrado en la
SAMI Catedral, con la presencia del Sr. Presidente de la Xunta de
Galicia, Excmo. Sr. D. Manuel Fraga Iribarne. El día 9, se celebro la
misa funeral en la Plaza de María Pita en la ciudad de A Coruña, y
el día 11, en la Real Basílica de Santa María la Mayor en
Pontevedra. A todas ellas asistieron numerosos fieles, así como las
principales autoridades residentes en las dichas ciudades.
El día 8 de abril, el Sr. Arzobispo se desplazó a la ciudad de
Roma para estar presente en las Solemnes Exequias por el Papa
Juan Pablo II, que tuvieron lugar en la Plaza del Vaticano,
presididas por el Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Mons.
Ratzinger.
68
9.- Arciprestazgo de Bergantiños
Los sacerdotes que realizan su labor pastoral en las
parroquias del Arciprestazgo de Bergantiños tuvieron, el día 14 de
abril, una jornada de encuentro y oración. Se hizo presente el Sr.
Arzobispo.
10.- Eucaristía en el Monasterio de Poio
El Secretariado Interdiocesano gallego de Pastoral de la
Salud convocó el XXVII Curso regional, que tuvo lugar en el
monasterio de Poio, los días 16 y el 17 de abril, bajo el título “Los
necesitamos. Nos necesitan”. Cerca de 300 personas participaron
en este curso, organizado este año por la Archidiócesis de Santiago
de Compostela, y dirigido a profesionales de la salud, voluntarios
parroquiales y hospitalarios, enfermos y familiares, comunidades
religiosas y sacerdotes y a todos los interesados en el mundo de la
salud. El último día, D. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago,
presidió la Eucaristía.
69
BIBLIOGRAFÍA
MONS. JULIÁN BARRIO BARRIO Y OTROS. Fe cristiana y
futuro: fundamentos y horizontes de la cultura europea. Santiago
de Compostela, 2005
Quince artículos contiene este libro que hace el número 17 de la
colección “Collectanea scientifica compostellana” del Instituto
Teológico de Santiago de Compostela. Son los textos de otras
tantas conferencias pronunciadas en el decurso de las V Jornadas
de Teología, celebradas en el verano del año pasado en el primer
centro diocesano de formación teológica. Se han editado por el ITC
con la colaboración del Xacobeo 2004, la Secretaría de Relaciones
con la Comunidad Europea de la Xunta de Galicia, la Obra Social de
Caixa Galicia y el Banco Gallego.
La primera colaboración, con el título “Peregrinos por gracia”,
lleva la firma de Mons. Barrio, que pronunció la lección inaugural, y
en ella glosó el significado del slogan del Año Jubilar Compostelano
que estaba celebrándose en 2004. Marca en su intervención el
Arzobispo compostelano las líneas básicas de todas las Jornadas: el
interés por el hombre en un mundo globalizado: el interés por el
ser humano, al que hay que devolver la esperanza. Y, haciendo
memoria de la peregrinación, afirma: “hay que tener en cuenta que
la peregrinación recuerda la condición del hombre, a quien gusta
describir la propia existencia como un camino”.
El Presidente de la Xunta de Galicia, Don Manuel Fraga Iribarne,
bajo el título “Fe cristiana y raíces histórico-políticas de Europa”,
comienza recordando que el Año Santo y el Xacobeo son dos
realidades distintas, pero estrechamente vinculadas entre sí: aquél
es “una institución religiosa penitencial” y, éste, “una industria
turística”. Entrando de lleno en el tema de su intervención, Don
Manuel Fraga advierte que la unidad de Europa puede considerarse
desde dos puntos de vista, el fisicalista y el espiritualista. Piensa
70
que estas dos visiones no se excluyen, sino que deben concurrir en
una síntesis. Describe luego las raíces histórico-políticas de Europa.
No las enumera todas, sino sólo las más importantes, que son el
Estado social y democrático de derecho, la Universidad, la Milicia,
la Industria, la Filosofía, la Religión, la Jurisprudencia y las Bellas
Artes. Pero, a su juicio, la fe cristiana ha sido la raíz principal de
Europa, y argumenta esta aseveración poniendo ejemplos de
expresiones populares con base evangélica, de onomástica, de
toponimia, de decoración y vestido, de teatro y novela, de pintura
y escultura, de música y también de restauración. Se pregunta
cómo revalorizar la raíz cristiana de Europa y, en su respuesta a
este interrogante, se muestra partidario de que el nombre de Dios
aparezca en la Constitución europea y que se garantice a todos los
ciudadanos su derecho a la educación religiosa.
Para hablar de la “configuración socio-político-cultural de
Europa” se invitó al exconselleiro de la Xunta y exparlamentario
europeo D. Manuel Pérez Álvarez, inspector de Trabajo. Analizó la
situación actual y glosó las perspectivas de futuro. Hizo una
síntesis histórica del proceso que condujo a la unidad europea y de
la redacción del tratado constitucional que quiere servir de base a
entendimiento entre los pueblos que se integran en ella. Recuerda
que los tres políticos que idearon esta unión eran católicos:
Schuman, Adenauer y De Gasperi. Termina enumerando las
características que debiera tener la Unión Europea. Una de ellas, la
religiosa, considera que ha de ser “pluralista, aunque de raíz
cristiana, origen de buena parte de sus valores fundamentales y
sociales”.
El diplomático Don Marcelino Oreja Aguirre escribe sobre “El
Camino de Santiago y la construcción de Europa”. Recuerda que
hizo el Camino de Santiago una vez y, algunas de sus etapas,
varias, y que a él dedicó al menos en los últimos años todos sus
afanes. Ve en el Camino dos ingredientes indisociables: el
trascendental y el cultural. Para él “las dos guerras mundiales
resultaron de la degradación de una cultura, que elevó las
categorías de raza y nación, la voluntad de poder y la ideología
revolucionaria a valores supremos”. Como cimientos de la Unión
europea dice que han de ponerse “la dignidad sagrada de la familia
y el matrimonio; la defensa de la vida naciente, débil, enferma o
feneciente; la compartición de la riqueza en la justicia; el respeto a
la realidad sagrada y al misterio que los hombres han invocado con
71
la palabra Dios”. Luego reflexiona sobre la relación entre economía
y pobreza y la guerra y sus consecuencias. Para el Sr. Oreja “el
problema principal de nuestra sociedad, y al que de ninguna
manera debemos renunciar, consiste en volver a situar a la
persona humana en el centro de nuestras preocupaciones”. Cree
obligado derribar algunos ídolos, como el afán de poder dictatorial
y el ansia de beneficio.
El monje benedictino José Antonio Torres, primer superior del
monasterio de San Salvador de Monte Trago, inaugurado en
Rabanal del Camino en el año 2001, expone la finalidad de este
cenobio: “un proyecto evangelizador en el Camino de Santiago”.
Asegura que los miembros de la comunidad son, a la vez, monjes y
misioneros, sin que esta combinación sea una novedad en la
historia de la Iglesia. Habla desde su experiencia en el trato con los
peregrinos, a los que se acercan, sobre todo, por la oración. Y se
muestra convencido de que “los caminantes que recorren el
Camino de Santiago acaban siendo peregrinos que desean
imperiosamente, tal vez furiosamente, el soplo refrescante del
Espíritu Santo”.
Del “sentido bíblico de la peregrinación y el jubileo” habla el
Canónigo Lectoral de la Basílica compostelana y profesor del ITC
Dr. D. José Fernández Lago. Con un conocimiento profundo de los
matices filológicos que describen a los peregrinos, los nativos y los
forasteros, habla de las peregrinaciones en el pueblo de Israel, que
contienen algunos de los valores de toda peregrinación, como la
limosna y la esperanza y, refiriéndose al carácter peregrinante del
ser humano, hace suyas las palabras de la Carta a Diogneto: “los
cristianos residen en su propia patria como extranjero, de suerte
que toda tierra extraña es su patria y toda patria es para ellos
extraña”. Cierra la segunda parte de su lección con la historia del
jubileo en Israel y nos presenta la peregrinación a la casa del
Padre”.
El arzobispo salesiano, Mons. Angelo Amato, Secretario de la
Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, se ocupa de las
raíces espirituales de Europa. Después de analizar los conceptos de
religión y de cultura, escribe que “la religión constituye el núcleo
vital de cada cultura”, porque el nivel más interior y central de una
cultura “incluye las convicciones profundas sobre la existencia y los
significados religiosos y éticos de un pueblo”. Se lamenta del olvido
72
de las raíces cristianas de Europa, realidad a la que, con palabras
del Papa Juan Pablo II, considera “un espacio privilegiado de
esperanza humana”. Describe las raíces griega, romana y cristiana
de Europa y vincula el respeto a la persona con la fe en Dios y
asegura que es imprescindible superar este tipo de laicismo que se
identifica con la increencia. Apelando al ejemplo de la catedral de
Estrasburgo, en la que falta una torre todavía no construida, se
pregunta si a la unidad europea le falta la torre de su identidad
cristiana.
Santiago del Cura, docente en al Facultad de Teología de Burgos
y en la Pontificia de Salamanca, es el autor con la aportación más
extensa de este libro. Se ocupa de la contribución de la Teología
como uno de los retos obligados para la unidad europea. Después
de un recorrido por la historia de la doctrina pontificia sobre
Europa, especialmente la exhortación “Ecclesia in Europa”, y de los
teólogos en diversos congresos, formula su propuesta con estas
palabras: “en el actual contexto europeo la Teología está llamada a
presentar, testimoniar y dar razón del Cristianismo (de nuevo o por
vez primera) como desafío, esperanza y fascinación”. Describe la
función de la Teología y de las Ciencias de la Religión, que se
complementan, ya que las segundas se ocupan del hecho religioso,
y la Teología, de la pregunta por Dios. Se muestra convencido de
que “se imponga la recuperación de lo trinitario como lo propium
del discurso cristiano sobre Dios y como hilo conductor de toda la
Teología”. Y termina con la mención de las dos tareas que cree
esperan al cristiano: rehacer el discurso sobre Dios y la praxis vital
y dejarse habitar por la experiencia religiosa.
Una visión ecumenista recorre la intervención de Mons. Adolfo
González Montes, Obispo de Almería, en el desarrollo del tema “Las
Iglesias y las comunidades eclesiales en la construcción de
Europa”. Suya es esta afirmación. “la idea cristiana del progreso
histórico, aun secularizada, es propuesta del Cristianismo para
interpretar el devenir de la historia humana”. Echa en falta en los
pilares para el edificio político europeo los tratados constitutivos, la
política exterior y de seguridad común y la cooperación en materia
de seguridad interior y política judicial, la mención expresa de las
raíces cristianas. Considera quehacer obligado de las iglesias
cristianas la defensa de la justicia y de la paz y el diálogo con la
sociedad y con los grupos que hay dentro de ella, y reta a los
73
seglares católicos a que tengan una clara conciencia de su misión
apostólica.
De la función de los seglares escribe la profesora de la
Universidad Gregoriana Doña Carmen Aparicio Valls con el tema de
su intervención “Los nuevos Movimientos en la Evangelización de
Europa”. Los movimientos a los que se refiere son “todas las
asociaciones laicales reconocidas como tales por el Consejo
Pontificio para los Laicos. Enumera los elementos comunes a todas
las asociaciones: lectura evangélica de la Historia, compromiso por
la justicia y la paz y colaboración con Dios para recrear el mundo
en Cristo. Considera que las diferencias entre asociaciones se
deben al acento que pongan unas en la espiritualidad de la
encarnación; otras, en la de comunión; y, las terceras, en la
carismática. En todos estos Movimientos hay siempre un lugar
obligado para María. Se lamenta de que exista una pérdida de la
memoria cristiana y del aumento de las dificultades para vivir la fe
en este mundo que desdeña, cuando no amenaza, el
comportamiento cristiano. Invita a los Movimientos a que sean
profetas de esperanza; que sean santos para transformar el
mundo; que manifiesten interés por la persona y que creen un
clima de comunión. Para ello postula que los laicos se formen cada
día más en sus creencias, en su condición humana y en la vivencia
de la profesión como vocación.
La doctora Isabel Pereira Varanda, profesora de Teología en la
Universidad Católica de Portugal, la única que no escribe en
castellano en este libro, ve que existe un consenso de principio en
Europa, el de admitir la permanencia de algunos valores como la
justicia, la libertad, la democracia, el amor… Analiza el concepto de
paz para hacerla socia inseparable de la alegría. Luego asegura que
una cuestión fundamental es la de la dignidad del ser humano.
Destaca dos valores: la diferencia y la hospitalidad. Y concluye su
trabajo diciendo que “la paz no es un apeadero de la guerra, sino
que tiene un rostro: Jesucristo es nuestra paz”.
Monseñor Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto, trata, en su
estudio, de “Europa y nueva evangelización”. Para Mons. Forte,
“nueva evangelización quiere decir nuevo compromiso de fidelidad
al mundo presente y al mundo que debe venir y conjugación
siempre viva y nueva de estas dos fidelidades en el seguimiento
del Crucificado Resucitado”. Apelando a Ronhoeffer, segura que la
74
crisis de Europa es la de la decadencia. Compara esta crisis con el
éxodo y piensa que tenemos que poner los ojos en un nuevo
adviento, el de la fe, el de la reconciliación con el Otro; en la
fidelidad a Dios y a los hombres en la solidaridad. Destaca cómo la
buena noticia para el hombre es la Trinidad de Dios, que
“fundamenta la posibilidad de una crítica liberadora de toda miopía,
de todas las posibles pretensiones de dar carácter absoluto a los
resultados históricos”.
El Arzobispo titular de Novaliciana y Nuncio de Su Santidad en
Gran Bretaña, Mons. Faustino Sáinz Muñoz, habla de “lo religioso
en el proceso de construcción europea”. Nos acerca añl origen de la
Unión y muestra con numerosas citas la presencia de la Santa
Sede en este proceso, que encuentra ya una primera propuesta en
el Papa Benedicto XV. Constata que desde la firma de los Tratados
de Roma no ha habido una referencia a las confesiones y
comunidades religiosas; y que, en cambio hay en el derecho
comunitario numerosas disposiciones de rango secundario que
tienen en cuenta la incidencia de la fe religiosa, como son la
interdicción de cualquier discriminación, la publicidad televisa
respetuosa con las opiniones religiosas o políticas, el respeto a los
estatutos de las Iglesias de los Países miembros, etc. Recuerda que
todos los Países tienen formación religiosa en los niveles de
Primaria y Secundaria. Recuerda las divergencias que se
produjeron acerca de la inclusión de lo religioso en el Tratado y de
las raíces cristianas del Continente. De todos modos, afirma que
“se puede estar razonablemente satisfechos por la acogida a
propuestas religiosas”. Termina sugiriendo que se necesita la
actuación propositiva de la Iglesia institucional y la acción
operativa de cristianos bien formados en Doctrina Social.
El pensamiento de S. S. Juan Pablo II sobre identidad y
evangelización de Europa fue expuesto, y su disertación aparece en
este libro, por el Profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca
D. José-Román Flecha Andrés, quien comienza su exposición con
las palabras del Papa en su reto a Europa desde la Catedral
santiaguesa y va glosando luego diversas intervenciones de Juan
Pablo II que tienen como referencia fundamental al continente
europeo y a su unidad, destacando los patronazgos de santos y
santas que tuvieron que ver con la evangelización y otros sucesos
europeos. Entre las citas importantes que incluye en su aportación
el profesos Flecha se encuentra éste del poeta Eliot: “Yo no creo
75
que la cultura europea
podría sobrevivir a la completa
desaparición de la fe cristiana”. Frase que encuentra en
complemento en la del judío practicante Weiler, que censura el
silencio de los cristianos europeos: “En la Europa de la Unión la
Cristiandad está encerrada –se ha encerrado- en un gueto”.
Presenta la evangelización como memoria y proyecto y nos deja
este mensaje claro: “quedan todavía muchos proyectos pendientes.
Pero queda todavía un espíritu original que es preciso recobrar,
asimilar y difundir que hizo posible el sueño europeo”.
Los compromisos del Cardenal Rouco para acudir a Compostela
hicieron que su Obispo Auxiliar Mons. Romero se encargara del
tema “El Evangelio de la Esperanza para una nueva Europa”. Su
primera observación es de tristeza y de esperanza: “El anuncio del
Evangelio de la Esperanza no olvida una Europa que agoniza con
síntomas de muerte; pero todavía puede resurgir discerniendo cuál
debe ser la palabra y el gesto, el pensamiento y la acción de los
católicos europeos en la Iglesia y en medio de la sociedad”.
Después de unas citas de pensadores de relieve en la reciente
historia de España, hace una síntesis de la doctrina pontificia
respecto de Europa. Su diagnóstico sobre la situación actual
encuentra la causa fundamental en el intento de hacer prevalecer
una antropología sin Dios y sin Cristo; sin embargo, advierte signos
esperanzadores en el horizonte continental. Afirma la permanente
novedad del Evangelio de la Esperanza y concluye su estudio
optimista con la frase “más vale buena esperanza que ruin
posesión” de Sancho Panza, con los versos de S. Juan de la Cruz
“con esta buena esperanza/ que de arriba les venía”, y con las
palabras de S, Irineo “jamás escapa Adán a las manos de Dios”.
Como resumen podemos decir que hay dos ideas fundamentales
en estos trabajos: la vuelta de Europa a la fe y a la conducta
cristianas y la necesidad del respeto a la dignidad de la persona.
Han sido temas que encajaban perfectamente en un Año Jubilar,
que invita a recordar el papel vertebrador que el Camino de
Santiago tuvo en la configuración política y cristiana de Europa. El
ideal de la peregrinación sirvió a casi todos los conferenciantes y
colaboradores del libro para ver en ella la imagen de la vida del
hombre, el homo viator, en este mundo. Se cumplen
perfectamente los objetivos que se propuso el equipo coordinador
de las Jornadas: sumarse, desde el mundo y el pensamiento
cristianos, a la reflexión que se viene haciendo para la
76
configuración de una Europa unida y, por otra parte, proponer el
mensaje cristiano como una alternativa de futuro.
J. P. L.
77
MARÍA DEL SOCORRO D. ORTEGA ROMERO. Proyecto para
la iglesia de la nueva parroquia que se pretendió escindir de la
Santa María la Real de Sar en el último tercio del siglo XVII.
Santiago de Compostela, 2005.
La antigua parroquia de Santa María la Real de Sar dio lugar, en
el siglo pasado, a cuatro nuevas feligresías: S. Lázaro, S. Pedro,
Nuestra Señora de Fátima del Castiñeiriño y S. Antonio de
Fontiñas. Los lugares en los que se ubican las nuevas iglesias y sus
correspondientes
jurisdicciones
fueron
aumentando
progresivamente su población. Pero existía desde mucho antes el
problema de la distancia de los barrios con respecto al templo
parroquial de Sar.
Esta lejanía preocupó en tiempos pasados a los Arzobispos y a
los párrocos de Sar. Un prelado del siglo XVIII, D. Francisco
Alejandro Bocanegra, intentó poner remedio a esta situación y,
como primera providencia, encarga al Notario de la Curia el estudio
del asunto, con la intención de crear una nueva parroquia,
dedicada a San Carlos Borromeo, que aliviara a los fieles las
dificultades que encontraban para cumplir con sus deberes
religiosos y al clero de Sar su trabajo pastoral. La profesora de la
Universidad compostelana, sección de Historia del Arte, doctora
doña María del Socorro Dolores Ortega Romero, ha resucitado este
proyecto en su discurso de ingreso, como académica numeraria, en
la de Bellas Artes “Nuestra Señora del Rosario”. Contestó a la
nueva académica su compañero de corporación y antiguo alumno
suyo Dr. D. Ramón Yzquierdo Perrín, Catedrático de la Universidad
de A Coruña.
La doctora Ortega hace una síntesis completa de la historia de la
iglesia de Sar, que arranca de los tiempos de Gelmírez, de cuando
el canónigo Munio Afonso, después Obispo de Mondoñedo, fundó
en Sar el monasterio de los Canónigos Regulares de San Agustín.
En el siglo XVI el clero secular sustituiría a los religiosos en el
gobierno del templo, y es entonces cuando la edificación medieval
es adornada con el título de Colegiata. A diferencia de otros
78
templos de la era gelmiriana, la iglesia de Sar es la que conserva la
totalidad románica de su fábrica.
Según escribe la nueva académica, además de los informes de
los sacerdotes de Sar, se requirió una consulta popular en 1775.
Todos ellos incidieron en las distancias y la consiguiente dificultad
que los feligreses tenían para acudir a Sar, por lo que los
sacerdotes de ésta autorizaban a tomar parte en las celebraciones
ordinarias en la iglesia más cercana al lugar de su residencia.
Alguno de los comparecientes añade otros motivos que
recomendaban la fragmentación, como era el de los “caminos
costaneros y los pantanos, especialmente en invierno”. Se
distinguían en la parroquia de Sar dos núcleos de población, el de
dentro y el de fuera, desiguales por la situación económica del
grupo humano que habitaba en cada uno de ellos.
Dos arquitectos que luego redactaron el proyecto de la nueva
iglesia, Ramón Pérez Monroy, santiagués, y Juan López Freire, en
realidad López Pérez –ya que el Freire que él usaba era el segundo
apellido de su padre-, natural de la parroquia de Cereijo. Se
barajaron posibles ubicaciones del templo de San Carlos. En
concreto cuatro: el campo de San Antonio, la iglesia de San Pedro,
la Puerta del Camino y el Picho de la Cerca. Se hacen valoraciones
económicas de cada posible solar y también se analizan otros
obstáculos, como, por ejemplo, la pertenencia de San Pedro a la
comunidad benedictina de San Martín Pinario, que tenía allí la Misa
dominical y celebraba solemnemente cada año la fiesta titular.
La planta de la iglesia iba a tener forma de cruz latina, una sola
nave e idéntico ancho en ésta y en los brazos horizontales de la
cruz. La profesora Ortega hace un estudio detallado de cada una de
las partes del templo abocetado y le encuentra algunos
paralelismos con otras construcciones religiosas del mismo tiempo,
como la iglesia de San Julián de Ferrol, hoy Concatedral, y la
capilla general de Ánimas de Santiago de Compostela. Igualmente
estudia la autora de esta investigación otros proyectos realizados
por ambos arquitectos en la ciudad de Santiago de Compostela,
que les acredita como personas magníficamente formadas.
79
No se sabe cuál fue el motivo de que este proyecto no se haya
llevado a cabo, después de que el Arzobispo hubiera elevado ya al
Rey la propuesta en 1777. Posiblemente haya influido la economía,
que, en una de las estimaciones, llegaba casi al medio millón de
reales de bellón. Pero ha sido un acierto la resurrección del asunto
por parte de la doctora Ortega, porque ofrece a los interesados en
la historia de la capital diocesana un dato que no era muy
conocido. Por otra parte, da cuenta de la preocupación del
Arzobispo Bocanegra por la atención pastoral de los feligreses de la
entonces geográficamente deshabitada parroquia de Sar.
J.P.L
80
ENRIQUE PELACH. Misión en el Trapecio Andino. Memorias
de un obispo de nuestro tiempo al servicio de los pobres de
Abancay. Lima, 2004.
Ni el autor de este libro es miembro del Presbiterio
Diocesano, ni el contenido de la publicación tiene relación directa
con nuestra Diócesis. Sin embargo, nos parece oportuno dejar
constancia de esta publicación, porque nos informa de los trabajos
de un misionero y de las realizaciones que, superadas muchas
dificultades, llevó a cabo Mons. Enrique Pelach, ahora ya Emérito
como Obispo de Abancay en Perú.
Conocimos a Mons. Pelach hace muchos años en Roma.
Procedente de la diócesis de Gerona, se graduó en la Ciudad Eterna
en la materia que en sus años de Seminario ocupó el primer plano
de sus inquietudes, la Misionología. Le interesaban las Misiones,
tanto desde el punto de vista teórico, de ahí su Licenciatura, como
desde el ángulo práctico. Enfocaba su Sacerdocio hacia la
predicación de Cristo en medio de los pobres. Decir que sus
compañeros del Colegio de San José le admirábamos por su
espíritu es afirmar una verdad incontrovertible.
Siendo todavía seminarista en el Seminario gerundense y, al
mismo tiempo, Vicerrector del centro formativo, entró en contacto
con el Opus Dei y se integraría más tarde, tras recibir la
ordenación, en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Se
entrevistó varias veces con Mons. Escrivá, el hoy canonizado San
Josemaría, y de aquella relación nacerían estímulos que le sirvieron
a Mons. Pelach para no dejarse vencer por los obstáculos que
encontró en su ministerio misionero como sacerdote y luego como
obispo.
En el año 1957 D. Enrique Pelach llegó a Perú para
integrarse, con sus compañeros de viaje, en la Prelatura Nullius de
Yauyos, de la que fue nombrado Prelado Mons. Ignacio María de
Orbegozo. Se encontraron a disposición del Prelado para
acompañar a los tres presbíteros que ya estaban en el territorio. A
pesar de la distancia a la que se encontraban de la capital de la
Prelatura y unos de otros, se reunían cada mes para un día de
retiro y otro de asueto. Evangélicos y adventistas habían
81
aprovechado ya la falta de sacerdotes católicos para hacer adeptos,
de los que muchos, como el Alcalde de Laraos, volvieron al seno
del Catolicismo cuando entraron en relación con los nuevos
misioneros.
Once años trabajó D. Enrique Pelach en la Prelatura hasta
que, en 1968, el Papa Pablo VI le nombró Obispo de Abancay, en
pleno corazón de los Andes, en el departamento más pobre de
Perú, con localidades situadas a tres mil metros de altitud. Para
visitar alguna de ellas había de subir hasta cinco mil metros. La
lengua castellana alternaba con la quechua. La mortalidad infantil
se evaluaba en el 132 por mil. El primer Obispo de Abancay,
erigida como diócesis en 1959, fue el Auxiliar del Obispo de Cuzco,
Mons. Alcides Mendoza, a quien sucedió Mons. Pelach. Había
diecinueve sacerdotes, número insuficiente para atender a más de
doce parroquias en un territorio de casi trece mil kilómetros
cuadrados, ocupado por trescientos mil habitantes. No había nada
de los que una diócesis debe tener en Abancay. Poco a poco, con la
ayuda inestimable de la asociación gerundense Amigos de
Abancay, irían naciendo un Asilo de Ancianos, una Leprosería un
Hogar para estudiantes pobres, un Convictorio para Sacerdotes y
los Seminarios Mayor y Menor, entre otras instituciones.
El Obispo Pelach hizo algunos viajes a Europa en busca de
sacerdotes y para procurarse ayudas económicas. En el país
peruano recorrió muchos miles de kilómetros a caballo y hubo de
vérselas con la plaga del terrorismo. Mantuvo la costumbre que
tenían los Yauyos de reunirse mensualmente con los sacerdotes
para el retiro y la planificación de la tarea pastoral. Vivió la reunión
de Medellín y llevó a su diócesis las sugerencias que se hicieron en
esta asamblea del Episcopado Latinoamericano. Con motivo del
Quinto Centenario de la Evangelización de América, en Abancay
tuvo lugar una misión que implicó a cuatro mil ochocientos
misioneros, la mayor parte de ellos seglares de toda edad y
condición. Siguiendo las pautas del Concilio Vaticano II sobre los
laicos, la exhortación postsinodal sobre los Laicos, y los
documentos pontificios “Evangelii Nuntiandi” y “Christifideles Laici”,
se organizó un conjunto de reuniones en las que, a lo largo de un
año entero, se fue revalorizando el papel de los seglares en la
Iglesia. Se fomentó la devoción a la Virgen del santuario de
82
Cocharcas, una ermita en la que los fieles andinos manifiestan su
piedad mariana, que nace con la aparición de María a un joven en
el siglo XVI. Junto a este santuario se honra a la Virgen en el
episodio de su visita a Isabel, en la capilla colonial de Caipe, y,
desde 1980, en el santuario levantado a la Virgen de la Piedad en
el pueblo de San Antonio.
El Obispo y sus sacerdotes tuvieron que viajar a lomos de
caballos por los senderos más difíciles, alojarse en lugares carentes
de lo más elemental para el aseo y compartir con el pueblo sus
limitaciones económicas, que poco más podían mejorar a pesar del
esfuerzo de los diocesanos por honrar a su Prelado. Las visitas de
tarde en tarde a los poblados sin sacerdote imponían largas
sesiones de confesiones, bautismos y matrimonios. Las Casas de
Retiro reunieron en algún año a cinco mil jóvenes para jornadas de
reflexión y de formación. En la diócesis de Abancay cuajaron
perfectamente los Movimientos de Evangelización 2000 y de
Retiros Parroquiales Juan XXIII.
En el coche del Obispo, además de todo lo necesario para su
tarea apostólica, encontraban acomodo los animales que
encontraba más baratos en algunos lugares, como los cinco
“chanchos” que adquirió Mons. Pelach para el Asilo, o las once
gallinas negras que le regaló con la misma finalidad la granja Valle
Grande, que regentaba, para enseñanza de técnicas agropecuarias,
el Opus Dei en Cañete. Por cierto que una de las gallinas
desapareció y una buena mujer quiso sustituirla por otra, donada
por ella, así como una cantidad de huevos que colocó en la
camioneta episcopal.
Al estilo de San Francisco de Sales, vio Mons. Pelach un
importantísimo medio de apostolado en los papeles impresos. Las
primeras obras cuya edición promovió fueron el Catecismo, un
devocionario, “Rezar y Cantar”, y otro libro de oraciones más
pequeño, la “Guía Cristiana”. Cáritas floreció también en Abancay y
llevó a cabo no sólo la atención inmediata a los necesitados, sino
también obras para la mejora del agro, carreteras y caminos
vecinales y granjas escolares. Abancay tiene en la actualidad
ochenta mil habitantes y veintisiete sagrarios en la capital
diocesana.
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Monseñor Pelach quedó exonerado de su función episcopal
en diciembre de 1992, tras la renuncia presentada al Santo Padre
por razones de edad. Le sustituyó el primer sacerdote que
convenció para ir a Abancay, el solsonense Don Isidro Sola Ribera,
que fue, sucesivamente, Obispo Auxiliar y Coadjutor hasta que le
dieron el título de residencial con la aceptación de la renuncia de
Mons. Pelach. Desde una distancia de medio siglo hemos seguido
recordando a Don Enrique Pelach y recibiendo informaciones
esporádicas de él por medio de un sacerdote del Presbiterio
compostelano que también sintió hace años la llamada de América.
Y ahora queremos agradecer a Mons. Pelach su testimonio
estimulante, que pone de manifiesto que aquellos fervores
misioneros del Palazzo Altemps dieron abundantes frutos.
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